Revista Iberoamericana de Estudios Revista Ibero

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Revista Iberoamericana de Estudios
Revista Ibero-americana de Asia Oriental
rediao2009/2
2011/4
de Estudos da Ásia Oriental rediao
ISSN: 1888-6566
CONSEJO EDITORIAL
Isabel Cervera, Mario Esteban, Taciana Fisac, Pilar
González España, Ana María Goy, Andreas
Janousch, Lin Yue, Gladys Nieto, Kayoko Takagi.
ESTA EDICIÓN ESTÁ A CARGO DE MARIO ESTEBAN RODRÍGUEZ
ASISTENCIA EDITORIAL
León Llodra y Teresa Hermida (maquetación)
Germán Molero (corrección).
Centro de Estudios de Asia Oriental,
Universidad Autónoma de Madrid,
C/ Francisco Tomás y Valiente, 3,
28049 Madrid. Tlf.: 91 497 46 95
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www.rediao.org
Depósito legal: M-12224-2011
Impresión: Solana e Hijos, A. G. (Madrid)
Artículos
La alianza de “los dientes y los labios”: las relaciones entre
China y Corea del Norte en la era de Mao Zedong (1953-1976)
DANIEL GOMÀ
9
El protagonismo de los lazos comerciales en las
relaciones sino-japonesas entre 1949 y 1972
RODOLFO MOLINA
57
El Requiem de Morimura Yasumasa
JULIO CÉSAR ABAD VIDAL
101
Cuestiones a debate sobre el arte contemporáneo en
China, 1989–2005: prácticas curatoriales y globalización
NÚRIA QUEROL
137
Apuntes sobre la influencia de la ambigüedad de la
lengua china en la formación de interpretaciones distintas
en las anotaciones de los textos chinos antiguos
LIU CHANG
179
Reseñas
203
Libros publicados y tesis doctorales (2010)
231
Normas de publicación
243
Caligrafía de André Kneib
DOI 10.3994/RIEAO 2010.01.011
Revista Iberoamericana de Estudios de Asia Oriental (2011) 4:
LA ALIANZA DE “LOS DIENTES Y LOS
LABIOS”: LAS RELACIONES ENTRE CHINA
Y COREA DEL NORTE EN LA ERA DE MAO
ZEDONG (1953-1976)
Daniel Gomà*
Resumen: La península coreana ha jugado históricamente un papel
muy importante en la política exterior y de seguridad de Pekín. A
partir de 1950, el régimen comunista de Corea del Norte se convirtió
en un aliado codiciado de la China maoísta y en objeto de disputa de
la rivalidad entre soviéticos y chinos. El objetivo de este artículo es
analizar las relaciones sino-norcoreanas en el periodo 1953-1976,
época en la que se asienta una alianza estratégica entre los dos países
que perdura hasta nuestros días.
*
Daniel Gomà es investigador en Historia Contemporánea de la
Universidad de Barcelona.
10
DANIEL GOMÀ
Abstract: Historically, the Korean peninsula has played an
important role in Beijing‟s foreign and security policy. Since 1950
the communist regime of North Korea became a coveted ally of
Maoist China and its support one of the main disputes of the
Sino-Soviet rivalry. The aim of this paper is to analyze the
Sino-North Korean relations in the 1953-1976 period, when it is set
up a strategic alliance between the two countries that remains to this
day.
Introducción
El cuarto de siglo posterior a la guerra de Corea
(1950-1953) marcó un acercamiento sin precedentes entre los
regímenes comunistas de Pekín y Pyongyang. El primero
buscaba aprovecharse de la ayuda suministrada durante el
conflicto armado para extender su influencia en el país vecino,
mientras que el segundo deseaba obtener los máximos
beneficios de esta creciente amistad. Las relaciones
sino-norcoreanas experimentaron a lo largo de este periodo
cambios importantes, el más destacado de los cuales fue el
convencimiento del Partido Comunista Chino (PCCh) de que
la solución del problema coreano debía ser diplomática y
política, y que el armisticio de julio de 1953 era el primer paso
hacia ese objetivo.1 A partir de entonces, Pekín buscaría evitar
el estallido de tensiones en Corea que pudieran llevar a un
nuevo enfrentamiento bélico.
La muerte de Stalin en marzo de 1953 y el ascenso de
Nikita Khrushchev al poder en la URSS poco después,
supusieron un alejamiento de Kim Il Sung con respecto a
LA ALIANZA DE “LOS DIENTES Y LOS LABIOS”
11
Moscú y un acercamiento a Pekín. Sin embargo, el dirigente
norcoreano fue evolucionando hacia una línea de
independencia frente a chinos y soviéticos, y con el arma del
nacionalismo como recurso principal. A lo largo de la década
de los cincuenta, sesenta y setenta, Pyongyang oscilaría hacia
un lado o hacia otro según sus propios intereses,
aprovechándose de la rivalidad que surgiría entre la República
Popular de China (RPCh) y la Unión Soviética, y evitando
mostrarse pasivo ante las demandas de una y otra.
1. Consecuencias de la guerra de Corea: el
acercamiento sino-norcoreano
Las
características
principales
del
periodo
inmediatamente posterior a la guerra de Corea fueron el
crecimiento de la influencia china en Pyongyang y el fin de la
dependencia exclusiva de la República Popular Democrática
de Corea (RPDC) respecto a la Unión Soviética en materia
económica y militar. La ayuda de los Voluntarios del Pueblo
Chino (VPCh) 2 había resultado providencial para la
supervivencia del régimen norcoreano y es lógico, por tanto,
que la influencia de la RPCh creciera de manera significativa
después de 1953. La prensa oficial de Pekín hablaba en esta
época de que los dos países “ha[bía]n construido una amistad
inquebrantable cimentada con sangre”. 3 La permanencia de
los VPCh en suelo norcoreano después del conflicto bélico no
hacía sino reforzar la influencia china en el país. A partir de
ahora, Pekín compartiría (y rivalizaría) con Moscú como
interlocutor privilegiado de Pyongyang. Además, China se vio
12
DANIEL GOMÀ
favorecida por la desaparición de Stalin, el principal referente
ideológico de Kim Il Sung y el único que ejercía una
verdadera influencia personal sobre el líder norcoreano. Los
nuevos dirigentes del Kremlin, encabezados por Nikita
Khrushchev, no gozarían de la misma autoridad sobre el
dirigente supremo de Corea del Norte.
Este acercamiento entre la RPCh y Corea del Norte tuvo
una primera muestra en la visita a Pekín, el 12 de noviembre
de 1953, de una numerosa delegación norcoreana encabezada
por Kim Il Sung. En su encuentro con Mao Zedong, el líder de
la RPDC agradeció la ayuda china durante la contienda
anterior y señaló que “las magníficas contribuciones [de China]
a la guerra de Corea permanecerán tan inmortales como los
bellos ríos y montañas de Corea”.4 La visita de Kim concluyó
con la firma el día 23 de un acuerdo de asistencia económica y
cultural china a Corea del Norte. Pekín condonaba todas las
deudas contraídas por Pyongyang desde el 25 de junio de 1950
hasta el 31 de diciembre de 1953 (esto es, toda la ayuda
durante la guerra), y concedía una ayuda de 320 millones de
dólares para el periodo 1954-1957. 5 Dicha ayuda incluía,
entre otras cosas, el suministro de carbón, semillas, material de
construcción, equipo de comunicaciones, maquinaria industrial
y agrícola a la RPDC. El acuerdo también entrañaba la
permanencia de los VPCh en Corea del Norte ante el temor de
que los norteamericanos y los surcoreanos no respetaran el
armisticio firmado en 1953.6
La ayuda china era considerable si tenemos en cuenta que
la RPCh estaba embarcada en esta época en un proceso de
reconstrucción y desarrollo económico con la puesta en
marcha del Primer Plan Quinquenal (1953-1957), donde todos
LA ALIANZA DE “LOS DIENTES Y LOS LABIOS”
13
los recursos eran necesarios. La situación económica seguía
siendo delicada después del enorme coste que había supuesto
la guerra en la península coreana. Ello prueba que Pekín
concedía una importancia especial a la reconstrucción de
Corea del Norte, lo que estaba directamente relacionado con el
objetivo chino de asegurar su seguridad nacional. De hecho, la
asistencia china a Corea del Norte se incrementaría en los años
siguientes. Al acuerdo de noviembre de 1953 seguirían otros y
en 1956 la ayuda de Pekín ascendía ya a 430 millones de
dólares.7 En 1958, fecha de la retirada de los VPCh de la
península coreana, estaban en funcionamiento prácticamente
todas las vías ferroviarias, se habían reparado o construido
más de 1300 puentes y las grandes ciudades de Corea del
Norte (Pyongyang, Hamhung, Chongjin, etc.), destruidas en su
mayor parte durante la guerra, estaban reconstruidas e incluso
habían crecido en extensión. 8
2. La eliminación del grupo de Yan’an: los
límites de la influencia china en Pyongyang
El acercamiento sino-norcoreano como consecuencia de
la guerra de Corea y de la posterior ayuda china a Corea del
Norte no vino acompañado, sin embargo, de un declive de la
influencia soviética en Pyongyang. Varios son los factores que
explican esta situación. En primer lugar, la Unión Soviética
había sido la impulsora de la RPDC y, en gran medida, esta
última había sido diseñada siguiendo el modelo soviético. Por
otro lado, Kim Il Sung continuaba considerando a Moscú
como el referente político principal del marxismo y la primera
14
DANIEL GOMÀ
fuente de ayuda económica y militar a su país. Prueba de ello
fue la primera visita de Kim al extranjero después de la guerra:
Moscú. El viaje a la capital soviética tuvo lugar entre el 10 y el
29 de septiembre de 1953, dos meses antes de hacer lo propio
con China. Aparte de conocer a los nuevos líderes soviéticos
que habían sucedido a Stalin, el mandatario norcoreano tenía
como objetivo prioritario obtener una cuantiosa ayuda
económica para la reconstrucción de su país. Los daños
causados por la guerra ascendían a tres mil millones de
dólares9 y el régimen de Pyongyang era consciente de que
para lograr este objetivo dependía de la ayuda exterior, sobre
todo en sectores clave como la industria, tanto pesada como
ligera, y la agricultura, donde se intensificaba el proceso de
colectivización. La visita resultó un éxito y la RPDC obtuvo
una ayuda de 250 millones de dólares para el periodo
1954-1956.10 El ejemplo más visible de la estrecha relación
entre norcoreanos y soviéticos era el comercio exterior de la
RPDC, que en 1957 representaba en el caso soviético el 57 %
del total, mientras que con China solo alcanzaba el 27 %.11
Por otro lado, las relaciones entre Pekín y Pyongyang se
vieron afectadas por la nueva orientación de la política interior
y exterior norcoreana a partir de mediados de los años
cincuenta. Consciente de que la URSS difícilmente se
implicaría en un nuevo conflicto en la península coreana y de
que tampoco podía garantizar el apoyo chino, Kim Il Sung se
planteó tres objetivos para asegurar la protección de la RPDC
y de su sistema político. En primer lugar había que lograr una
reconstrucción económica, lo que explicaba su objetivo de
obtener la máxima ayuda posible de los diferentes países del
bloque comunista. El segundo objetivo era asegurar la
LA ALIANZA DE “LOS DIENTES Y LOS LABIOS”
15
independencia nacional, evitando alinearse completamente con
Moscú o con Pekín, pues veía necesario colaborar con ambos
para sobrevivir. Se aseguraba de este modo la supervivencia
política y económica del régimen comunista y, al mismo
tiempo, se evitaba depender en exceso de uno u otro aliado.
Con este fin impulsó, a partir de 1955, una política de
independencia basada en la idea de que el comunismo
norcoreano debía adaptarse a las circunstancias nacionales. En
otras palabras, Kim rechazaba emular ciegamente los
principios del marxismo-leninismo y promovió el estudio de
cómo aplicar mejor estos últimos a las características locales
de la revolución coreana. Nacía así el Juche (o Chuch’e), 12
teoría basada en la autosuficiencia y en la independencia
ideológica, política, económica y de defensa. El Juche sería a
partir de ahora un factor decisivo en la política exterior de
Corea del Norte.
El tercer objetivo de Kim era la consolidación del
régimen en el ámbito interno mediante el refuerzo de su poder
personal y la eliminación de sus rivales políticos. Desde
1945-1948 el régimen norcoreano había estaba marcado por la
división y la lucha de poderes, y a mediados de los años
cincuenta se podían distinguir tres grupos de poder. 13 El
primero era la facción de Kim Il Sung, que integraba a
personalidades que habían luchado junto a Kim contra los
japoneses en Manchuria y el norte de Corea en los años treinta,
y agrupados en la llamada facción de Kapsan. El segundo
grupo, el soviético, estaba compuesto por coreanos que habían
vivido y estudiado en la URSS con anterioridad a 1945. El
tercer y último grupo era la facción china, llamada de Yan‟an,
compuesta por coreanos que se habían unido a Mao en los
16
DANIEL GOMÀ
años treinta, y que habían participado en la Larga Marcha y
luchado junto al PCCh en las guerras contra el Guomindang de
Jiang Jieshi y los invasores japoneses.
Con el fin de la guerra en 1953, Kim Il Sung desencadenó
una serie de purgas sangrientas que caracterizarían la vida
política norcoreana a lo largo de toda esta década. El conflicto
entre soviéticos y chinos a partir de 1956 no haría sino
intensificar la represión interna. En el caso de la facción
soviética, el dirigente norcoreano temía que la relativa
liberalización política y económica de Khrushchev en la URSS
pudiera repercutir en Corea del Norte y truncase su política
económica, fiel a los métodos estalinistas de planificación
económica y de desarrollo prioritario de la industria pesada.
Hostil a la coexistencia pacífica impulsada por el líder
soviético, utilizaría esta última como arma política contra la
facción soviética en Pyongyang.
Tanto el grupo soviético como el de Yan‟an serían
purgados prácticamente a la vez pero, para Kim Il Sung, el
principal y más peligroso enemigo fue sin duda el segundo. La
facción de Yan‟an, donde había muchos intelectuales que
habían emigrado a China en los años veinte y treinta, era más
acérrima que la soviética en sus críticas a Kim, a quien
acusaba de ser demasiado autoritario y de practicar una
política que atentaba contra los intereses del pueblo. Además,
rechazaba la política económica basada en el modelo
soviético. 14 Su líder, Kim Tu-bong, era el presidente de la
Asamblea Popular Suprema (APS) y estaba considerado el
número dos del régimen, mientras que más de un centenar de
integrantes de la facción de Yan‟an ocupaban puestos de
responsabilidad en la RPDC.15 Esta situación, más el hecho de
LA ALIANZA DE “LOS DIENTES Y LOS LABIOS”
17
contar con el apoyo de Pekín, hacía de la facción china la
única verdaderamente capaz de desplazar a Kim Il Sung del
poder, y este último era plenamente consciente de ello.
Kim Il Sung no estaba dispuesto a independizarse
completamente de la Unión Soviética para caer en una
dependencia de China. Para debilitar la posición del grupo de
Yan‟an, recurrió al nacionalismo y defendió que la política del
PTC y del gobierno debía realizarse sin injerencias extranjeras,
presentándose a la vez como defensor de una „vía coreana del
socialismo‟ y de la „coreanidad‟. 16 Los partidarios de la
facción de Yan‟an fueron acusados de querer seguir
únicamente la experiencia revolucionaria y de transformación
de la sociedad desarrollada en China y de ignorar las
características propias de la península coreana. 17 La tensión se
disparó durante el verano de 1956, y en agosto las facciones
soviética y china llevaron a cabo un intento fallido de
desplazar a Kim como líder supremo de la RPDC. 18 Sin
embargo, Kim, apoyado por la mayoría de miembros del
Comité Central, salió vencedor y sus oponentes fueron
expulsados del PTC.
La tensión no hizo sino aumentar con la intervención de
Moscú y Pekín en la crisis. Mao envió en septiembre a su
ministro de Defensa, Peng Dehuai, para calmar la tensión entre
el grupo chino y Kim. Los intentos del dirigente norcoreano de
purgar a sus rivales fueron frenados y los expulsados
readmitidos en el Partido. No conocemos los detalles de la
reunión entre Peng y Kim pero parece ser que el enfado del
segundo fue mayúsculo ante esta injerencia de Pekín en la
política interna norcoreana. 19 Sin embargo, Kim no estaba
dispuesto a doblegarse. Desde comienzos de 1957, un número
18
DANIEL GOMÀ
importante de miembros de las dos facciones rivales fue
acusado de prácticas contrarrevolucionarias y antipartido.
Otros, empezando por Kim Tu-bong, fueron apartados y
reemplazados por fieles de Kim Il Sung. El siguiente paso fue
purgar las fuerzas armadas, donde la facción de Yan‟an
contaba con un buen número de partidarios entre el generalato
y otros altos mandos del Ejército Popular de Corea (EPC,
fuerzas armadas norcoreanas). Con ello, el gobernante
norcoreano se aseguraba el apoyo de uno de los principales
pilares del régimen y de los pocos que podían cuestionar su
poder.
La facción de Yan‟an quedó condenada ante la nula ayuda
prestada por Pekín. Tras la crisis de agosto del año anterior, el
gobierno chino optó por no inmiscuirse en los asuntos internos
norcoreanos y no ejerció presión alguna sobre Kim Il Sung. La
presencia de los VPCh en territorio norcoreano tampoco fue
un obstáculo. Ni Pekín ofreció su apoyo a la facción Yan‟an ni
esta solicitó la ayuda de los VPCh en su lucha contra el grupo
de Kim. 20 De hecho, el líder norcoreano se vio favorecido por
China. En un encuentro celebrado en la capital soviética en
noviembre de 1957, con motivo del cuarenta aniversario de la
revolución bolchevique, Mao y Kim tuvieron la oportunidad
de conversar y el primero se disculpó por la injerencia china
en septiembre del año anterior. 21 Es probable que el
presidente chino optara por esta posición para ganarse el
apoyo de Kim o para lograr al menos su neutralidad en un
momento en que ya se visualizaba la rivalidad entre Pekín y
Moscú. La brutal represión desencadenada por Kim Il Sung en
1956-1958 logró liquidar a las dos facciones. Abandonados a
su suerte por Pekín, los principales dirigentes del grupo de
LA ALIANZA DE “LOS DIENTES Y LOS LABIOS”
19
Yan‟an fueron enviados a campos de concentración o
liquidados sin piedad. 22 Con la eliminación de la facción de
Yan‟an desaparecía la última oportunidad de Pekín de influir
directamente en la política norcoreana.
3. El conflicto sino-soviético y su impacto en
las relaciones sino-norcoreanas
Las relaciones entre la RPCh y la Unión Soviética
tuvieron su época dorada entre 1950 y 1957. Después de la
muerte de Stalin, los nuevos dirigentes del Kremlin buscaron
reforzar la alianza con China. Los vínculos se estrecharon y
los efectos del tratado de Amistad, Alianza y Asistencia Mutua
de 1950 se hicieron notar con el incremento de la ayuda
soviética, que supuso un impulso para la maltrecha economía
china. En el plano político, se sucedían las visitas de altos
dignatarios de ambos países y se reforzaba la alianza militar,
mientras que, en lo exterior, Pekín apoyaba a Moscú en su
política hacia Occidente.
Esta armonía, sin embargo, empezó a agrietarse a partir
de 1956 con la adopción del líder soviético Nikita Khrushchev
de la política de la „desestalinización‟, hecho que supuso un
punto de inflexión en la historia de la URSS y marcó un
cambio en la forma de hacer política, tanto a escala interna
como externa, pero sin alterar por ello el sistema político
existente. Se rechazaba el estalinismo pero se mantenía el
marxismo-leninismo.
La política emprendida por Khrushchev golpeó
directamente al movimiento comunista internacional, y sus
20
DANIEL GOMÀ
efectos alcanzaron a todas las formaciones políticas marxistas.
Entre los partidos comunistas europeos (incluidos los de la
Europa del Este), la mayoría aceptaron el nuevo rumbo
emprendido por Moscú, pero los asiáticos reaccionaron de
forma diferente. Algunos siguieron el camino de los europeos
(caso de Mongolia), otros optaron por adaptarse a la nueva
situación sin renunciar a los principios estalinistas (como
Corea del Norte), pero unos pocos, encabezados por China,
mostraron su descontento. 23 La indignación china por la
actitud de la URSS puso de relieve el enfrentamiento entre los
dos países y llevó al cisma del bloque comunista en 1960. El
deterioro en las relaciones sino-soviéticas sería de tal
magnitud que la disputa no se terminaría hasta finales de los
años ochenta.
El enfrentamiento entre la RPCh y la Unión Soviética
puso en un dilema a Corea del Norte. Kim Il Sung fue testigo
de la confrontación entre la política de Khrushchev y la de
Mao durante la conferencia de Moscú de 1957 y, a partir del
año siguiente, Corea del Norte optó por mantener una política
lo más neutral posible, rechazando aliarse con uno u otro, a
pesar de los intentos de las dos grandes potencias marxistas de
atraer al régimen norcoreano a sus tesis. Para Pyongyang era
difícil mantener este equilibrio, porque el progresivo
agravamiento del conflicto entre chinos y soviéticos hacía que
sufriera cada vez más presión para escoger entre uno y otro
bando, cuando buscaba precisamente evitar dicha situación. A
pesar de los intentos de Kim Il Sung de asentar una economía
independiente y autosuficiente, Corea del Norte siempre
necesitaría de la ayuda exterior para sobrevivir y requería de la
colaboración de los dos principales estados comunistas.
LA ALIANZA DE “LOS DIENTES Y LOS LABIOS”
21
Especialmente importante era la asistencia en el terreno
económico y en el refuerzo del EPC. En este contexto,
Pyongyang intentaba mantener relaciones cordiales con
soviéticos y chinos.
Las relaciones entre Pekín y Pyongyang se intensificaron
a partir de 1958. Zhou Enlai visitó Corea del Norte en febrero
en un ambiente de gran cordialidad. El propio primer ministro
chino resaltó la cercanía sino-norcoreana al señalar que “Corea
y China son estados amigos unidos por la sangre. Vosotros
[los norcoreanos] nos ayudasteis cuando lo necesitamos [en la
guerra civil contra el Guomindang]. Nosotros os vinimos a
asistir cuando fuisteis invadidos por los imperialistas
norteamericanos”. 24 Aparte de acuerdos de cooperación
económica, se firmó un comunicado conjunto donde ambos
países llamaban a la unidad frente al imperialismo
norteamericano, y China garantizó que volvería a intervenir en
Corea en caso de agresión de los EUA. No obstante, se acordó
a la vez que los VPCh, presentes en territorio norcoreano
desde 1950, volverían a China antes de finales de 1958. Esta
sintonía en las relaciones sino-norcoreanas era muy apreciada
en Pekín, en un momento de auge de la tensión con Moscú, y
explica por qué Pekín se mantuvo distante en la lucha de
poderes que tuvo lugar en Pyongyang en 1956-1958, apoyando
así implícitamente la política de Kim Il Sung. 25
La proximidad entre chinos y norcoreanos queda reflejada,
a partir del otoño de 1958, con el entusiasmo con el que Kim Il
Sung acogió las nuevas políticas chinas, especialmente en los
ámbitos económico y de la transformación social. El dirigente
norcoreano se había convencido de que el cambio de política
económica impulsado por Pekín podría solucionar los
22
DANIEL GOMÀ
problemas a los que tenía que hacer frente su país y se lograría
el objetivo de alcanzar un desarrollo económico y social en un
plazo de tiempo más corto del previsto. Alejándose de las
políticas soviéticas seguidas hasta entonces, Pyongyang lanzó
a partir de septiembre su propio Gran Salto Adelante,
conocido como Chollima Undong (literalmente “Movimiento
del Caballo Volador”), 26 con la implantación de un nuevo
programa de colectivización agrícola, surgiendo unidades
político-económicas de grandes dimensiones, designadas
oficialmente como cooperativas. En ellas estaban integradas la
agricultura, la industria rural, la educación y la mayoría de
asuntos civiles, y eran el equivalente norcoreano de las
comunas populares ideadas por Mao en China. Entre finales de
noviembre y comienzos de diciembre de 1958, Kim Il Sung
realizó una visita de tres semanas a la RPCh, donde fue
acogido con entusiasmo. Allí observó de primera mano el
desarrollo del Gran Salto Adelante y declaró “que los dos
países estamos avanzando hacia el socialismo y el comunismo
mediante saltos voladores”. 27 A pesar de las críticas soviéticas
por seguir el modelo chino, Kim mantuvo su política durante
el primer año del movimiento Chollima.
La intensificación y el aumento de la ayuda china a Corea
del Norte escondían, sin lugar a dudas, el intento por parte de
Pekín de atraer a su lado al régimen norcoreano. Además, con
la puesta en marcha de nuevas políticas económicas, Mao
buscaba negar la validez del modelo soviético en lo que se
refería a los problemas económicos y sociales concretos
planteados al comunismo en Asia. Con ello, el PCCh podría
imponer su hegemonía en el seno del comunismo asiático y el
primer logro, a su juicio, tendría lugar en Corea del Norte.
LA ALIANZA DE “LOS DIENTES Y LOS LABIOS”
23
A pesar de las coincidencias cada vez mayores entre
chinos y norcoreanos, Kim Il Sung no olvidó la importancia
política y económica de su otro gran aliado, y llevó a cabo una
política cautelosa con el Kremlin. Pyongyang permaneció leal
a los principios estalinistas, aunque preservó las características
propias coreanas y continuó desarrollando a través del Juche
una línea nacionalista, tanto en política como en economía.
Aunque el dirigente norcoreano compartía la tesis de Mao de
confrontación directa con el imperialismo, también defendía
que la URSS debía seguir liderando el bloque comunista y
abogaba por la unidad del mismo. De hecho, pese a coincidir
en muchos aspectos con Mao, Kim en ningún momento se
alineó del lado de Pekín en esta época. En estos años
(1956-1959) mostró su apoyo a la política de coexistencia
pacífica de Khrushchev (pese a no compartirla), aplaudió el
acercamiento a Yugoslavia (país comunista que había
mantenido una política independiente respecto al bloque
comunista desde 1945), apoyó el aplastamiento de la revuelta
popular en Hungría en 1956 y recibió positivamente la visita
del líder soviético a los EUA en agosto de 1959, porque
permitiría una reducción de la tensión internacional. 28 Por otro
lado, la URSS utilizó su presencia en la ONU para defender
las causas norcoreanas, especialmente las propuestas de Kim
para una pacífica reunificación de Corea. 29
Adoptando una política pragmática en interés de su país,
Kim obtuvo a finales de octubre de 1958 la salida de Corea del
Norte de las últimas tropas chinas, presentes en el país desde
la guerra de 1950-1953. En su despedida, el líder norcoreano
agradeció la ayuda china, afirmando que “la sangre que [los
chinos] vertisteis en esta tierra permanecerá siempre en
24
DANIEL GOMÀ
nuestros corazones. La lucha común del pueblo coreano y de
los Voluntarios del Pueblo Chino en los pasados ocho años ha
supuesto un refuerzo y un crecimiento sin precedentes de la
amistad y la solidaridad entre los pueblos coreano y chino”. 30
Con la retirada de los VPCh, Kim se había apuntado un éxito
importante, tanto en el ámbito interno como externo. Por un
lado, con la marcha de los VPCh había logrado reducir la
influencia de los partidarios de Pekín en el seno del régimen y
garantizado la soberanía de la RPDC. A ello se le añadía un
guiño a Moscú, en un momento en que las relaciones entre
soviéticos y chinos se estaban deteriorando, mostrando que
Pyongyang no pretendía inclinarse hacia el lado de Pekín.
4. Entre Pekín y Moscú: la nueva política
exterior de Pyongyang
La ruptura definitiva entre Moscú y Pekín a partir de
1960 convirtió a Pyongyang en objeto de deseo de las dos
grandes potencias comunistas, y de esta rivalidad el régimen
de Kim Il Sung no tardaría en aprovecharse. Tras el abandono
de las políticas maoístas por Pyongyang en 1960, debido a sus
escasos resultados, el régimen norcoreano fue cortejado por
los chinos mediante nuevos acuerdos con el fin de evitar una
pérdida de influencia. En octubre de 1960, Pekín otorgaba un
préstamo de 105 millones de dólares en equipamiento
industrial para el período 1961-1965,31 asegurando la puesta
en marcha del plan sieteñal norcoreano (1961-1967). De este
modo, la RPCh superaba a la URSS en asistencia a Corea del
Norte desde el final de la guerra de Corea. Moscú respondía
LA ALIANZA DE “LOS DIENTES Y LOS LABIOS”
25
un mes más tarde con un préstamo de 190 millones de dólares,
también destinado al desarrollo de la industria norcoreana. 32
Utilizando ayudas económicas y técnicas, tanto la Unión
Soviética como China mantuvieron a lo largo de 1960-1961
una lucha soterrada para ganar el apoyo norcoreano a sus
respectivas tesis.
Un cierto distanciamiento tuvo lugar, no obstante, entre
soviéticos y norcoreanos a partir de mediados de 1960. Las
crecientes diferencias entre Kim Il Sung y Khrushchev
llevaron a un rechazo del primero hacia la política exterior del
Kremlin. La política soviética de contención frente a
Occidente fue cuestionada. Al igual que Mao, Kim
consideraba que el campo socialista tenía como misión
primordial la ayuda a los procesos de liberación nacional de
los pueblos colonizados, con el fin de derrotar al imperialismo.
Según el líder norcoreano, los EUA no se detendrían en su
objetivo de derrotar al comunismo y había que, si era
necesario, enfrentarse directamente a Occidente. 33
Sin embargo, Kim Il Sung no se arriesgó a desmarcarse
claramente de Moscú y aprovechó la tensión entre soviéticos y
chinos para reforzar la seguridad de su país. A comienzos de
julio de 1961 acudía a la capital soviética, donde el día 6 firmó
con Khrushchev un tratado de Amistad, Cooperación y
Asistencia Mutua. Dicho acuerdo garantizaba a la RPDC que
la URSS acudiría en su ayuda en caso de agresión de un tercer
país. Kim se trasladó después a Pekín, donde firmó un tratado
idéntico con Zhou Enlai el día 11. Aunque en ambos acuerdos
Pyongyang se aseguraba la asistencia militar de chinos y
soviéticos en caso de conflicto bélico con Estados Unidos o
Corea del Sur, sus dos aliados estipularon claramente que la
26
DANIEL GOMÀ
reunificación de Corea se tenía que llevar a cabo de manera
pacífica, en interés del pueblo coreano y preservando la paz en
el nordeste de Asia. 34 Ni el Kremlin ni el PCCh estaban
dispuestos a consentir una nueva confrontación armada en la
península coreana bajo iniciativa de Kim. Sin embargo, para
este último el tratado con Pekín era más ventajoso que el
firmado con Moscú: el primero no tenía límite alguno de
tiempo, mientras que el segundo solo era válido durante diez
años, aunque podía ser renovado después, cada cinco años, si
ambos países así lo solicitaban.
Los primeros signos claros de división entre Moscú y
Pyongyang aparecieron a partir de la segunda mitad de 1961.
Kim Il Sung se negó a apoyar a Moscú en sus ataques a
Albania (régimen comunista que se había decantado del lado
chino en la disputa sino-soviética y el único país europeo en
seguir las tesis de Mao), pues consideraba ilógico que la URSS
atacase a un régimen marxista porque, a su juicio, ello no
hacía sino debilitar al movimiento comunista internacional.
Además, Kim rechazó impulsar una „desestalinización‟ en su
país, considerando esta última como un asunto interno de la
Unión Soviética, pero, a diferencia de China, siguió
considerando a Moscú como cabecilla del bloque comunista. 35
El malestar del líder norcoreano con Khrushchev también
tenía connotaciones nacionalistas. Kim defendía el principio
de independencia y de igualdad de cada partido comunista y, a
su juicio, el dirigente soviético se había entrometido en los
asuntos internos norcoreanos al intentar atraer a Pyongyang
hacia su política. 36 La actitud, en ocasiones prepotente, de
Moscú en las negociaciones de ayuda económica y militar a la
RPDC fue duramente criticada por Kim, quien recordó a sus
LA ALIANZA DE “LOS DIENTES Y LOS LABIOS”
27
aliados soviéticos la negativa del Kremlin a ayudar al régimen
norcoreano en los difíciles momentos del otoño de 1950.37
Las coincidencias entre China y la RPDC en esta época
eran significativas e iban más allá de la pura hostilidad
personal hacia Khrushchev. Ambos regímenes tenían
problemas similares en la construcción del socialismo, y tanto
Mao como Kim tuvieron que adaptar el marxismo-leninismo a
las características propias de sus respectivos países. Ambos,
además, pertenecían a la primera generación de dirigentes
revolucionarios, aquella que había tenido que luchar
tenazmente para lograr el poder y se caracterizaba por su
fuerte nacionalismo. Geográfica y políticamente, Pekín estaba
más cerca de Pyongyang y comprendía mejor los problemas
relacionados con la política asiática que Moscú, más pendiente
en general por todo aquello que ocurría en Europa. Tanto Mao
como Kim acusaron a Khrushchev de abandonar la lucha de
clases y de transformar la Unión Soviética en un “estado para
todo el pueblo” en lugar de la dictadura del proletariado,
principios que tanto Pekín como Pyongyang consideraban
imprescindibles en el desarrollo de un régimen
marxista-leninista.38 A comienzos de los años sesenta, tanto
China como Corea del Norte se encontraban en una fase muy
combativa dentro de la revolución comunista, y utilizaban el
factor exterior (hostilidad hacia Estados Unidos y
enfrentamiento con la URSS) para movilizar a la población en
su objetivo de lograr la rápida industrialización y distraerla de
las serias dificultades que planteaba esta última y de las
severas medidas de control social de ambos regímenes.
Mao y Kim Il Sung, que eran objeto de un extraordinario
culto a la personalidad en sus respectivos países, coincidían
28
DANIEL GOMÀ
también en su percepción de la realidad mundial y en su visión
negativa de Occidente. Ambos tendían a considerar la
presencia militar estadounidense en Asia como la principal
amenaza para sus intereses nacionales y para la reunificación
política de sus naciones respectivas. La política firme de Pekín
frente al imperialismo norteamericano era acogida con
simpatía por Kim. En cambio, la política de coexistencia
pacífica de Khrushchev era percibida como un signo
inequívoco de debilidad y la insatisfacción de Pyongyang con
Moscú se hizo patente en esta época. 39 Mientras que Mao
abogaba por la lucha revolucionaria en Asia, América Latina y
África, el líder soviético prefería evitar todo enfrentamiento
con Estados Unidos. Sin embargo, la razón principal de este
cambio de posición de Kim era de tipo interno. Para el
mandatario norcoreano, la política del Kremlin atacaba de
lleno su objetivo de lograr algún día la desaparición del estado
de Corea del Sur y la reunificación de la península bajo un
régimen comunista.
La evidencia más clara había sido la tibia reacción
soviética ante los acontecimientos que habían tenido lugar en
Corea del Sur entre 1960 y 1961. Tras ejercer un férreo control
sobre el gobierno de Seúl desde 1948, Syngman Rhee había
abandonado el poder en abril de 1960 después de varios años
de crisis políticas. Sin embargo, el sistema democrático no
perduró mucho tiempo ante las tensiones políticas y sociales
entre grupos de derecha y de izquierda, y en mayo de 1961 se
produjo un golpe de estado dirigido por el ejército. El
establecimiento de una dictadura militar, encabezada por el
general Park Chung-hee al sur del paralelo 38, era considerado
por Pyongyang como el primer paso de Estados Unidos para
LA ALIANZA DE “LOS DIENTES Y LOS LABIOS”
29
acabar con la RPDC, sensación que iba en aumento desde el
acuerdo de seguridad entre Tokio y Washington el año anterior.
Este hecho llevó al líder norcoreano a endurecer la política
exterior norcoreana y a considerar como poco útil la política
de Khrushchev hacia Occidente. Mientras que la URSS
buscaba evitar el auge de la tensión en el nordeste de Asia,
Pekín jugaba la carta del enfrentamiento y respaldaba a Kim Il
Sung.
La primera gran muestra del alineamiento de Pyongyang
con Pekín tuvo lugar en septiembre de 1962, con el estallido
de una guerra fronteriza entre China y la India. La posición
soviética fue en principio de neutralidad, pero
progresivamente fue dando muestras de favoritismo hacia
Nueva Delhi mediante la entrega de material militar
(helicópteros, aviones, etc.). A diferencia de Moscú,
Pyongyang se puso inmediatamente del lado chino. Por ello,
las relaciones con Moscú se resintieron y las declaraciones de
Pyongyang durante el conflicto bélico, señalando la ayuda
militar soviética a la India como obra de “modernos
revisionistas” y de “servidores del imperialismo”, no fueron
especialmente apreciadas en el Kremlin. 40
El segundo incidente entre Corea del Norte y la Unión
Soviética tuvo como causa la crisis de los misiles en Cuba.
Esta arriesgada jugada de Khrushchev fue descubierta por
Washington y la reacción del gobierno de John F. Kennedy fue
impulsar un bloqueo de Cuba con el objetivo de impedir la
entrada de armamento nuclear soviético en la isla caribeña.
Después de unas negociaciones no exentas de tensión y
amenazas, finalmente los soviéticos accedieron a las demandas
norteamericanas. Los acontecimientos de Cuba marcaron un
30
DANIEL GOMÀ
antes y un después en las relaciones soviético-norcoreanas, y
sus consecuencias fueron mucho más importantes que las
ocasionadas en la guerra de fronteras sino-india. Durante la
crisis, Pyongyang había mostrado su apoyo firme y entusiasta
hacia la política del Kremlin y, por ello, la decepción fue
enorme cuando Khrushchev decidió retirar los misiles de
Cuba.
Al igual que China, Corea del Norte llegó a la conclusión
de que la Unión Soviética había actuado con cobardía frente a
los EUA, cediendo demasiado deprisa a las exigencias de
Kennedy, pese a que Khrushchev había logrado a cambio el
compromiso de Washington de no invadir Cuba y la promesa
(entonces secreta) de retirar los misiles estadounidenses de
Turquía en un futuro cercano. El régimen de Pyongyang
denunció que Moscú había traicionado la revolución cubana y
daba alas a los norteamericanos para conquistar la isla
caribeña más adelante, lo que suponía un ataque directo contra
la cúpula dirigente del Kremlin, y en particular contra
Khrushchev. A juicio del líder norcoreano, el imperialismo
cobraba nuevas fuerzas, mientras que Moscú tendía la mano a
aquellos que deseaban destruir el marxismo-leninismo, y
advirtió que la paz no se mendigaba sino que se ganaba
mediante la lucha, asestando golpes al imperialismo en
cualquier lugar del mundo.41 Si a ello se le unía la poca ayuda
prestada por Moscú hasta la fecha a un Vietnam del Norte que
empezaba a mostrar un deseo de reunificación con su vecino
del Sur, pese a las amenazas de Washington, Pyongyang
concluyó que los soviéticos estaban dispuestos a sacrificar los
intereses de otros países comunistas en beneficio de la
coexistencia pacífica.42 Este último aspecto es fundamental
LA ALIANZA DE “LOS DIENTES Y LOS LABIOS”
31
para entender la posición norcoreana: Pyongyang percibía con
claridad que no tenía asegurado el apoyo soviético en caso de
un hipotético enfrentamiento con Estados Unidos. A ojos de
Kim, China era el único país que garantizaba la defensa de su
régimen de una agresión exterior.
El deterioro de la amistad entre Pyongyang y Moscú era
ya público a finales de 1962. Las relaciones entre Pekín y
Pyongyang, por el contrario, se intensificaron en esta época y
se firmaron numerosos acuerdos políticos, económicos,
culturales, etc. Siguiendo el modelo chino, el régimen
norcoreano enfatizó de nuevo la importancia de alcanzar la
autonomía plena en el marco económico y el Juche adquirió
cada vez más relevancia. Kim Il Sung rechazó la invitación de
Khrushchev de entrar en el Consejo para la Asistencia
Económica Mutua (COMECON), donde en 1962 fue aceptada
Mongolia y expulsada Albania, alegando que esta
organización era “un intento [soviético] de controlar y
dominar la construcción económica de otros países” y
expresando su deseo de que la RPDC fuera independiente
económicamente. 43
El año 1963 marcó el apogeo de esta alianza
sino-norcoreana. Instalada ya claramente Corea del Norte en el
lado chino, la coincidencia en la percepción de la realidad
internacional y del bloque comunista era total. Decenas de
delegaciones de uno y otro país intercambiaron visitas a lo
largo de estos meses. Choe Yong-gon, presidente de la
Asamblea Popular Suprema, viajó a Pekín en junio, donde
resaltó la amistad entre la RPCh y la RPDC y firmó un
comunicado conjunto en el que ambos países abogaban por la
exterminación del imperialismo, rechazaban la coexistencia
32
DANIEL GOMÀ
pacífica y criticaban con dureza a Khrushchev. Asimismo,
hicieron un llamamiento a mantener buenas relaciones con el
resto del mundo comunista y exigieron a la URSS un
compromiso firme en defensa de la igualdad entre las naciones,
el respeto a la integridad territorial y la no-interferencia en los
asuntos internos de los diferentes países. 44
La visita de Choe fue correspondida entre el 14 y el 28 de
septiembre siguiente por otra de una delegación china
encabezada por Liu Shaoqi, quien había sustituido a Mao en la
presidencia de la RPCh en 1959. En sus reuniones, Liu y Kim
Il Sung coincidieron en términos generales con lo establecido
en el comunicado de junio, aunque surgieron ya varias
diferencias entre ambos dirigentes. En los tres meses de
intervalo entre el viaje de Choe a Pekín y el de Liu a
Pyongyang, había tenido lugar en Moscú una conferencia entre
chinos y soviéticos con el objetivo de explorar una posible
reconciliación, encuentro que acabó en fracaso. Pese a su
hostilidad hacia los dirigentes soviéticos, y en particular hacia
Khrushchev, Kim había evitado cuidadosamente llevar el
enfrentamiento hasta un punto sin retorno y sus críticas a la
URSS no alcanzaron jamás las dimensiones de las de Mao y el
PCCh. El intento de Liu de acordar un comunicado conjunto,
donde se establecía una estrategia común entre los dos
regímenes comunistas asiáticos frente a Moscú, no fue
aceptado por el líder norcoreano. 45
Sin embargo, estas diferencias no impidieron que Pekín y
Pyongyang continuaran estrechando sus relaciones. El 25 de
julio había tenido lugar en Moscú la firma de un tratado entre
la URSS, Estados Unidos y Gran Bretaña destinado a frenar la
proliferación nuclear y a prohibir todas las pruebas atómicas.
LA ALIANZA DE “LOS DIENTES Y LOS LABIOS”
33
Pekín criticó duramente a Moscú por firmar este acuerdo y le
acusó de defender el desarme nuclear con el fin de seguir
siendo la única potencia atómica del bloque comunista. Para
Pekín, el desarme que impulsaba Moscú solo podía
conseguirse con la desaparición del imperialismo occidental y
nunca podía ser negociado con las potencias de esa zona del
mundo. 46 Negándose a adherirse a semejante tratado, los
chinos continuaron con su programa de desarrollo nuclear con
el fin de dotarse de armamento atómico.
Corea del Norte también mostró su disconformidad con el
tratado de No-Proliferación Nuclear (TNPN) y acusó a Moscú
de caer en la trampa tendida por Washington. Poco después,
respaldó la propuesta china del 31 de julio a favor de un
desarme nuclear completo a escala mundial (esto es, que
incluyera a la URSS y a los EUA), aunque siguió apoyando en
la práctica el objetivo de la RPCh de convertirse en potencia
atómica. No es extraño que cuando tuvo lugar la primera
prueba nuclear china (octubre de 1964), Kim Il Sung
aprovechara para criticar el intento soviético de mantener el
control exclusivo de la bomba atómica en el bloque comunista
y señalara que su posesión por parte de China era una
“tremenda victoria del campo socialista”. 47 Además, no
tardaría en solicitar a Pekín que compartiera su tecnología
nuclear para dotarse también de este tipo de armamento.
Durante la segunda mitad del año 1963 las relaciones
entre norcoreanos y soviéticos se deterioraron todavía más.
Desde Pyongyang aumentaron en intensidad y en número las
críticas hacia la política del Kremlin. Entre otras cosas, se
acusó a los soviéticos de no entender la construcción del
socialismo en Corea del Norte, de buscar implantar una
34
DANIEL GOMÀ
economía única en el bloque comunista, de oponerse al énfasis
puesto en la industria pesada como punta de lanza del
desarrollo económico y de criticar el culto a la personalidad
(cada vez más fuerte en torno a la figura de Kim Il Sung y su
familia). La tensión entre soviéticos y norcoreanos alcanzó
niveles desconocidos hasta entonces. Al deseo de expulsar a
Pekín de la gran familia de países socialistas, el Kremlin
estudió hacer lo propio con Pyongyang a finales del verano de
1963. Por estas fechas, Khrushchev decidió recortar
drásticamente la ayuda económica y suspendió completamente
la militar. El comercio entre los dos países disminuyó por
primera vez desde 1948.48 El objetivo de Moscú era aislar al
régimen de Kim Il Sung en el seno del bloque comunista,
empezando por los países de la Europa del Este. La reacción
norcoreana, al igual que la china, consistiría en intensificar los
vínculos con las naciones del movimiento de los No
Alineados.
Esta política, sin embargo, no duró demasiado. Kim Il
Sung, como buen nacionalista, era consciente del riesgo que
suponía un alineamiento total con Pekín y no estaba dispuesto
a que Corea del Norte se convirtiera en un satélite de China.
Además, el alejamiento con Moscú resultaba muy perjudicial
para el régimen norcoreano. Desde 1963 la ayuda económica
soviética se había reducido sensiblemente mientras que la
militar había quedado interrumpida, lo que afectó de forma
muy negativa a los planes económicos y a la capacidad
defensiva de la RPDC. Hasta 1962, la URSS había
representado el 48,8 % de la ayuda extranjera, mientras que la
de la RPCh se situaba en el 30,9 %.49 Aunque generosa, la
asistencia china era insuficiente porque no estaba en
LA ALIANZA DE “LOS DIENTES Y LOS LABIOS”
35
condiciones de alcanzar la ayuda económica soviética ni de
proveer al EPC con el nivel adecuado de armamento. Este
último aspecto era crucial para el régimen de Pyongyang, que
se vio en la obligación de concentrarse en desarrollar su propia
industria militar, lo que afectó negativamente a la industria
civil. 50 Para Kim, una política más neutral favorecería la
independencia de su país y permitiría disfrutar de las ayudas
soviética, china y de otros países comunistas.
A partir de finales de 1964, Corea del Norte se alejó
progresivamente de la órbita china y promovió un
acercamiento a la Unión Soviética. Esta acción se vio
favorecida fundamentalmente por la desaparición de la escena
política de Nikita Khrushchev, quien fue apartado del poder
por un golpe interno en el régimen soviético a mediados de
octubre de ese mismo año y reemplazado por Leonid Brezhnev.
Los nuevos dirigentes del Kremlin impulsaron un cambio en la
política exterior soviética y abogaron por restablecer la unidad
en el campo socialista. Moscú cambió su actitud hacia Pekín y
se evitó entrar en disputas polémicas. Los soviéticos no
abandonaron los principios básicos de la coexistencia pacífica,
pero se mostraron más combativos en su política hacia el
Tercer Mundo. La respuesta china, sin embargo, consistió en
rechazar esta política y descalificarla mediante una campaña
contra el “khrushchevismo sin Khrushchev”. 51
Pyongyang, en cambio, mostró una mayor disposición
hacia el nuevo rumbo de la Unión Soviética en el escenario
internacional. Para Kim Il Sung, Khrushchev personificaba
una serie de políticas que eran inaceptables para un verdadero
marxista-leninista, pero su caída supuso una oportunidad única
para restablecer las antiguas relaciones estrechas con los
36
DANIEL GOMÀ
soviéticos y obtener de nuevo una importante ayuda
económica y militar. Desde finales de año, el régimen
norcoreano disminuyó los ataques públicos hacia la URSS. La
aproximación entre los dos países quedó reflejada en febrero
de 1965 con la visita a Pyongyang de Alexei Kosygin,
presidente del Consejo de Ministros de la URSS. Se trataba de
la primera visita de un alto dignatario soviético desde hacía
más de una década, y el objetivo era reforzar los lazos con
Kim Il Sung con el fin de alejar a la RPDC del bando chino e
incrementar la influencia de Moscú en Asia. Un comunicado
conjunto reafirmó el compromiso soviético con el régimen de
Kim en su objetivo de reunificar pacíficamente la península de
Corea. La consecuencia más importante de la visita de
Kosygin fue la firma en mayo de un acuerdo militar muy
beneficioso para Pyongyang. La ayuda económica y
tecnológica soviética se incrementó notablemente a partir de
esta época. Asimismo, la mejora de las relaciones con los
soviéticos permitió un acercamiento a los países de la Europa
del Este, que reanudaron su ayuda a la RPDC.52
La creciente sintonía entre la URSS y Corea del Norte
también se vio favorecida por una serie de acontecimientos
que tuvieron lugar en Asia Oriental durante el año 1965. En
primer lugar, Corea del Sur y Japón sellaron un acuerdo
diplomático en junio pese al enojo norcoreano, que se
consideraba el único representante legal de Corea, y mostró de
nuevo su hostilidad hacia Japón por su pasado colonial en la
península coreana y hacia el gobierno de Seúl, al que acusó de
traición por llegar a acuerdos con el enemigo histórico. En
realidad, Pyongyang percibía cómo el régimen militar
surcoreano le iba aislando progresivamente mediante la
LA ALIANZA DE “LOS DIENTES Y LOS LABIOS”
37
obtención del reconocimiento internacional de un número cada
vez mayor de países. Por otro lado, Kim Il Sung valoró
positivamente la política exterior más agresiva del Kremlin,
especialmente en el sudeste asiático y más concretamente en
Vietnam, donde a partir de los primeros meses de año estalló
un conflicto armado entre el régimen marxista del Norte y el
capitalista del Sur, este último apoyado por Washington.
Pyongyang consideraba que los países del bloque
comunista debían ayudar al gobierno de Hanoi con el fin de
debilitar la posición del imperialismo en Asia. Por último, en
Indonesia se produjo a comienzos de otoño un levantamiento
comunista que fue aplastado por el ejército, instaurándose
poco después una dictadura militar apoyada por Estados
Unidos, lo que debilitó la política exterior asiática de Pekín,
que había prestado su apoyo al PKI, el partido comunista
indonesio.
Estos acontecimientos convencieron a Pyongyang de la
necesidad de no apoyarse tanto en China y de reforzar los
lazos con Moscú, con el fin de dotarse de la ayuda militar
necesaria y del paraguas nuclear que suponía una alianza
estrecha con los soviéticos. Además, la creciente tensión
política y social que experimentó China en el plano interno a
partir de 1966 también contribuyó a alejar a Corea del Norte
de su país vecino.
38
DANIEL GOMÀ
5. La
Revolución
Cultural:
de
confrontación Pekín-Pyongyang a
amistad condicionada
la
la
El acercamiento entre Pyongyang y Moscú a partir
de 1965 tuvo un impacto negativo en las relaciones bilaterales,
favorecido además por el estallido de la Gran Revolución
Cultural Proletaria en China a partir del verano y otoño de
1966. De hecho, desde dicha fecha hasta 1969 no tendría lugar
intercambio alguno de delegaciones entre ambas naciones.
Aunque oficialmente las relaciones se mantendrían
cordiales, la tensión entre los dos países se incrementó durante
este periodo ante las acciones violentas de los Guardias Rojos
en la zona fronteriza, donde habita la minoría coreana de la
RPCh. Se difundieron carteles y panfletos en las calles
afirmando de la existencia de un golpe de estado en Corea del
Norte, e incluso del arresto de Kim Il Sung por el EPC.53 El
líder norcoreano fue objetivo preferente en la campaña de los
Guardias Rojos, donde se le acusó de sabotear la lucha
vietnamita y de traicionar a China, e incluso recibió los
apelativos de “discípulo de Khrushchev”, “gordo revisionista”,
“millonario y aristócrata” y “elemento burgués más
representativo de Corea”.54 Las críticas incluyeron el culto a
la personalidad y a la familia del gobernante norcoreano.
Incluso los veteranos de los VPCh se añadieron a las críticas
contra Kim. 55
La respuesta de Pyongyang fue contundente. La prensa
oficial mostró su disgusto por dichas insinuaciones y acusó a
algunos dirigentes de la RPCh de seguir una línea dogmática.
Con posterioridad, estos mismos serían acusados de
LA ALIANZA DE “LOS DIENTES Y LOS LABIOS”
39
“trotskistas que defienden una línea aventurista opuesta a los
principios del marxismo-leninismo”. 56 La inestabilidad en el
país vecino provocó una gran alarma en el régimen de Kim,
consciente de las nefastas consecuencias que podía tener el
estallido de este tipo violento de revolución en Corea del
Norte. La disputa con China era mucho más seria que el
enfrentamiento que había tenido unos años antes con la URSS.
Esta, por ejemplo, nunca había criticado públicamente de
forma expresa a los dirigentes norcoreanos. En cambio, para
los Guardias Rojos, todo partido marxista que fuera neutral o
cercano a Moscú era considerado automáticamente como
antichino y sus mandatarios eran insultados sin piedad,
apareciendo estos ataques en la prensa oficial de Pekín. El
enfrentamiento provocó la caída en picado de las relaciones
económicas y culturales y, en el plano político, el deterioro en
los vínculos entre los dos países. Las muestras más
significativas de este distanciamiento fueron la retirada de los
embajadores de los respectivos países y las acusaciones chinas
a la RPDC de traicionar su amistad y la lucha revolucionaria
en Asia. Aunque se evitó la ruptura diplomática, las relaciones
bilaterales quedaron reducidas al mínimo. 57
Aparte de los ataques de los grupos radicales partidarios
de Mao, Pyongyang tuvo que hacer frente a las reclamaciones
chinas en la región fronteriza. La reapertura de viejas disputas
territoriales en la frontera sino-coreana fue una de las formas
de represalia de Pekín hacia el régimen de Kim Il Sung por su
acercamiento a Moscú. Aunque los datos al respecto no son
muy precisos, parece ser que ya con anterioridad a la
Revolución Cultural, en el verano de 1965, el gobierno chino
había exigido a su vecino la entrega de 160 km2 alrededor del
40
DANIEL GOMÀ
monte Paektu (por donde pasa una parte de la frontera entre
ambos países), como compensación por la ayuda dispensada
durante la guerra de 1950-1953. 58 Esta reclamación se
intensificó durante los años siguientes. Las tensiones
originadas por la Revolución Cultural llevaron a diversas
escaramuzas en la zona del Paektu entre las fuerzas armadas
chinas y norcoreanas entre marzo de 1968 y marzo de 1969. 59
Durante esta época, Pekín ordenó en diversas ocasiones el
cierre de su frontera coreana.
La época de caos y violencia que sacudía China desde
1966 llegó a su fin con la celebración del IX Congreso del
PCCh en abril de 1969, que marcó el triunfo político de Mao
sobre sus rivales dentro del partido. Pekín decidió, a partir de
mediados de ese año, poner fin al aislamiento internacional,
restableciendo las relaciones con unos países determinados,
entre ellos Corea del Norte. El acercamiento entre Pekín y
Pyongyang en 1969-1970 se vio favorecido también por una
serie de acontecimientos en la escena internacional, todos ellos
relacionados con Japón. Ambos países recelaban del papel de
Tokio en Asia Oriental después de que el anuncio de la
doctrina Nixon en mayo de 1969 insistiera en una mayor
implicación nipona en la seguridad en esta zona del mundo. A
ello se añadía el comunicado del presidente norteamericano
Richard Nixon y su homólogo japonés Eisaku Sato del 21 de
noviembre, donde se señalaba que la seguridad de Japón
estaba estrechamente ligada a la de Corea del Sur y Taiwán, lo
que daba la impresión de un compromiso en la defensa de
dichos países. Además, en junio de 1970, Washington y Tokio
renovaban el tratado de seguridad entre los dos países.
LA ALIANZA DE “LOS DIENTES Y LOS LABIOS”
41
Tanto China como Corea del Norte coincidieron en
expresar su inquietud por un renacimiento del militarismo
japonés, muy sensible en el caso coreano. 60 Jugando con la
carta del miedo a la alianza Washington-Seúl-Tokio, los
chinos lograron su objetivo de atraer al régimen de Pyongyang,
y en octubre de 1969, con motivo de la celebración del
vigésimo aniversario de la RPCh, una delegación norcoreana
acudió a Pekín, la primera en casi cinco años. La mejor prueba
del restablecimiento de las relaciones entre los dos países fue,
sin embargo, la visita que el primer ministro Zhou Enlai
realizó a Pyongyang en abril de 1970, la primera de un alto
dignatario chino en siete años. A su llegada a Pyongyang,
Zhou declaró que “China y Corea son vecinos tan estrechos
como los dientes y los labios, y nuestros dos pueblos son
íntimos hermanos”.61 La visita fue un éxito y los dos países
estrecharon de nuevo sus vínculos. Como símbolo de esta
reconciliación, Pekín abandonó definitivamente toda
reclamación sobre el monte Paektu.62
La visita de Zhou vino acompañada en los meses
siguientes de otras de representantes oficiales de la RPCh. La
más importante fue la del jefe del Estado Mayor del EPL, el
general Huang Yung-sheng, con motivo del vigésimo
aniversario del estallido de la guerra de Corea en junio. Tanto
los dirigentes chinos como norcoreanos reafirmaron sus
críticas hacia la nueva política asiática de Japón, pero los
primeros en ningún momento plantearon posibles acuerdos de
cooperación militar con Pyongyang. 63 Además de la cuestión
nipona, los dos regímenes comunistas coincidían en su
hostilidad a la política norteamericana en Indochina, donde la
guerra se había extendido a Camboya, con el derrocamiento
42
DANIEL GOMÀ
del gobierno izquierdista del príncipe Norodom Sihanouk y la
instauración de un régimen militar liderado por el general Lon
Nol, quien autorizó la intervención estadounidense en el este
del país asiático para acabar con las bases de apoyo del
Vietcong, la guerrilla comunista de Vietnam del Sur. Sihanouk
se refugió en Pekín, donde formó un gobierno camboyano en
el exilio que recibió el apoyo inmediato de chinos y
norcoreanos.
A pesar de esta mejora de las relaciones sino-norcoreanas,
el régimen de Kim Il Sung no se decantó de manera clara
hacia el lado chino. Aprendiendo de los errores pasados,
mantuvo una política de neutralidad frente a la disputa entre
Pekín y Moscú. Además, un cierto distanciamiento se produjo
entre chinos y norcoreanos a partir de la segunda mitad de
1971. El 15 de julio, los gobiernos norteamericano y chino
anunciaban de forma simultánea que el presidente Richard
Nixon realizaría un viaje oficial a la RPCh en los primeros
meses del año siguiente. Pyongyang mantuvo oficialmente una
posición de respeto hacia la decisión de Pekín, pero en privado
no dudó en expresar su disgusto. Sin embargo, la sorpresa de
Kim Il Sung era fingida: Mao había enviado a Pyongyang
unos días antes al vice primer ministro Li Xiannian para
explicarle
los
avances
de
las
negociaciones
sino-norteamericanas, aunque oficialmente el viaje tenía como
finalidad la conmemoración del décimo aniversario de la firma
del tratado de Amistad, Cooperación y Asistencia Mutua entre
ambos países. 64 Además, el 14 de julio, un día antes del
anuncio del viaje de Nixon a China, Zhou Enlai había viajado
expresamente a la capital norcoreana, donde mantuvo dos
reuniones de siete horas de duración con Kim para explicarle
LA ALIANZA DE “LOS DIENTES Y LOS LABIOS”
43
la decisión del PCCh.65 Para compensar a su aliado y evitar
mayores tensiones, en septiembre, Pekín aceptó firmar un
nuevo acuerdo militar con Corea del Norte, en el que se
comprometía a suministrarle blindados, navíos y submarinos. 66
La visita del presidente norteamericano tuvo lugar en febrero
de 1972, y sentó las bases para un futuro entendimiento entre
Pekín y Washington en el escenario asiático. En el caso
coreano, el comunicado conjunto que Nixon y Zhou Enlai
firmaron en Shanghai llamaba a una relajación de la tensión en
Corea. La nueva política china hacia los EUA fue recibida por
Kim Il Sung con gran disgusto, porque truncaba cualquier
posibilidad de un nuevo enfrentamiento contra el imperialismo
en la península de Corea y, por ende, de reunificar por la
fuerza la nación coreana. Para decepción suya, los dirigentes
chinos se abstuvieron de exigir a Nixon la retirada completa de
las tropas estadounidenses estacionadas al sur del paralelo
38. 67 Las noticias de la estancia del mandatario
estadounidense en la RPCh fueron retrasadas por la prensa
oficial norcoreana y difundidas coincidiendo con la visita del
príncipe Sihanouk a Pyongyang pocos días después, con el fin
de pasar desapercibidas.68 Kim señalaría su disconformidad
jugando de nuevo la carta del apoyo soviético y envió a su
ministro de Asuntos Exteriores Ho Tam a Moscú durante la
visita de Nixon a China.69
El acercamiento sino-norteamericano fue el preludio de
un nuevo acontecimiento histórico en Asia. La indignación
norcoreana no hizo más que aumentar cuando salieron a la luz
las negociaciones entre los gobiernos chino y japonés, que
desembocaron en septiembre de 1972 en el establecimiento
oficial de relaciones entre los dos países. No obstante,
44
DANIEL GOMÀ
Pyongyang no estaba en condiciones de oponerse y tuvo que
resignarse a aceptar el nuevo rumbo de la política exterior
china, aunque los vínculos políticos entre los dos regímenes
comunistas se enfriaron. Sin ir más lejos, el aniversario de la
entrada de China en la guerra de Corea, en octubre, pasó
prácticamente desapercibido, en contraste con las
celebraciones de 1970.70 Para tranquilizar a Kim Il Sung y al
PTC, Mao envió a su ministro de Asuntos Exteriores Qi
Pengfei a Pyongyang, quien garantizó la continuidad del
apoyo chino a la RPDC. 71 No obstante, consciente de la
pérdida de su influencia en el seno del movimiento comunista
internacional, el dirigente norcoreano intensificaría a partir de
ahora sus vínculos con el Tercer Mundo.
El año 1973 marcó el inicio de un periodo de relaciones
cercanas entre Corea del Norte y la RPCh que se prolongaría
durante un lustro. En febrero, la visita de Ho Tam a Pekín
supuso el comienzo de una sucesión de intercambios de
delegaciones económicas, políticas y militares. El alto número
de delegaciones comerciales demostraba el gran interés del
régimen de Pyongyang por obtener la máxima asistencia
económica posible de China ante las dificultades financieras
que experimentaba por esta época. Además, el gobierno chino
incrementó el suministro de crudo hasta alcanzar la cifra anual
de un millón de toneladas a partir de 1974, debido a la
negativa norcoreana a aceptar el incremento del precio del
petróleo procedente de la Unión Soviética, principal proveedor
de la RPDC.72 Un oleoducto que comunicaba China y Corea
del Norte entró en funcionamiento en enero de 1976. En el
plano militar, la ayuda china en el periodo 1974-1977 alcanzó
LA ALIANZA DE “LOS DIENTES Y LOS LABIOS”
45
los 180 millones de dólares, superando a la soviética, estimada
en 145.73
En el aspecto político, Pekín apoyaba las conversaciones
que mantenían Seúl y Pyongyang desde 1971 para disminuir la
tensión en la península coreana, respaldando el programa de
cinco puntos de Kim Il Sung con vistas a una futura
reunificación de Corea: fin del refuerzo militar en la península,
reducción de los ejércitos norcoreano y surcoreano a cien mil
soldados, fin de la introducción de todo tipo de armas y
material bélico extranjero en la península, retirada de las
tropas estadounidenses y de otros países extranjeros de Corea,
y firma de un tratado de paz entre los dos regímenes
garantizando lo establecido anteriormente y el rechazo de las
dos Coreas al uso de la fuerza.74
El hecho más importante de este periodo fue el viaje de
Kim Il Sung a China. Entre el 18 y el 26 de abril de 1975 el
dirigente norcoreano visitó este país por primera vez en
catorce años, acompañado de una numerosa delegación.
Recibido con grandes honores, la visita tuvo lugar justo
después de la captura de la capital camboyana Phnom Penh
por los Jemeres Rojos (aliados de Pekín) y coincidió con la
inminente caída de Vietnam del Sur a manos de su vecino
comunista del Norte. Para Kim era un momento de gran
felicidad y consideraba que la coyuntura internacional era
favorable para la “liberación de Corea”. 75 En la cena de
bienvenida, el 18 de abril, declaró que “si la revolución tiene
lugar en Corea del Sur, nosotros, como una sola y misma
nación, no nos quedaremos mirando con los brazos cruzados
sino que apoyaremos decididamente al pueblo surcoreano. Si
el enemigo inicia la guerra, nosotros deberemos responder con
46
DANIEL GOMÀ
la guerra y destruir completamente a nuestros agresores. En
esta guerra solo perderemos la línea de demarcación militar
[entre las dos Coreas] y ganaremos la reunificación del país”. 76
Uno de los objetivos del viaje de Kim era precisamente
obtener el apoyo chino a una posible intervención militar en la
península coreana. Sin embargo, los chinos calmaron
rápidamente sus ilusiones y no mostraron entusiasmo alguno
ante dicha idea. Pekín no estaba dispuesto a sacrificar sus cada
vez mejores relaciones con Occidente, empezando con Estados
Unidos, con nuevas tensiones en Corea y menos todavía con
un nuevo enfrentamiento armado. Una nueva política exterior
china se dibujaba en el horizonte y tendría consecuencias
directas en las relaciones sino-norcoreanas del último cuarto
del siglo XX.
Conclusiones
“China y Corea son vecinos tan estrechos como los
dientes y los labios”. Esta frase, pronunciada en abril de 1970
por el entonces primer ministro Zhou Enlai durante su visita a
Pyongyang, simboliza mejor que ninguna otra la relación que
han mantenido históricamente los regímenes comunistas chino
y norcoreano desde 1949.77 A lo largo de la primera década
después del conflicto bélico, Pekín intentó atraerse al régimen
de Kim Il Sung mediante acuerdos económicos y de seguridad.
Sin embargo, aunque el apogeo de la influencia soviética tuvo
lugar durante la época de Stalin, Moscú continuó ejerciendo
un peso considerable en Pyongyang. China, a pesar de su
LA ALIANZA DE “LOS DIENTES Y LOS LABIOS”
47
inestimable ayuda, siempre sería vista como un aliado
preferente, pero no al nivel de la Unión Soviética.
El estallido del conflicto sino-soviético tendría un
impacto decisivo en las relaciones sino-norcoreanas. Este
hecho coincidió con la elevación de Kim a líder incontestable
del comunismo coreano y le permitió limitar tanto la
influencia china como la soviética en el seno del régimen de
Pyongyang, en un momento en que la situación internacional
no se presentaba en absoluto favorable, con la Unión Soviética
y la RPCh cada vez más enfrentadas. Para hacer frente a esta
situación, Kim dio un mayor énfasis al nacionalismo y la
independencia, con el fin de evitar que la RPDC se convirtiera
en un satélite de Moscú o de Pekín y poder actuar así de
manera más independiente frente a las presiones de estos
últimos. La eliminación de la facción de Yan‟an y la retirada
de las tropas chinas de Corea del Norte en 1957-1958
transformaron las relaciones sino-norcoreanas, dejando de ser
la RPDC el “hermano pequeño” de China (y, por ende,
también de la URSS), y esta política de independencia de Kim
Il Sung permitió a su régimen adquirir un mayor estatus en sus
relaciones con las dos grandes potencias comunistas. Prueba
de ello es el tratado de 1961 con Pekín y Moscú, que es un
reflejo de una alianza entre partes iguales.
Con China y la Unión Soviética ya plenamente
enfrentadas a partir de los años sesenta, Corea del Norte
aprovecharía la rivalidad entre chinos y norcoreanos para
utilizar dicha disputa en beneficio propio, oscilando según las
circunstancias hacia un lado u otro, pero nunca de manera
absoluta, y defendiendo ante todo los intereses de la RPDC.
Económicamente, Corea del Norte dependería de ambos países
48
DANIEL GOMÀ
hasta la década de los noventa, pero dicha dependencia no se
traduciría en términos políticos.
La enemistad entre China y la Unión Soviética, sin
embargo, no traería beneficios políticos a Kim Il Sung, más
bien al contrario. Y ello es especialmente relevante en la
sensible cuestión de la reunificación de la península coreana.
Aunque chinos y norcoreanos restablecieron sus relaciones
tras los duros enfrentamientos de la primera etapa de la
Revolución Cultural, la influencia china en Pyongyang fue
más limitada que nunca. Por otro lado, las circunstancias
geopolíticas de China habían cambiado y, entre ellas, su visión
de la situación en la península de Corea. Así, si antes habían
mostrado un apoyo incondicional a las reclamaciones de Kim
en esta cuestión, a partir de 1972-1973 los chinos no hicieron
gesto alguno en esa dirección. A mediados de los años setenta,
Pekín había modificado su política hacia Estados Unidos y se
mostraba más tolerante ante la presencia del ejército
estadounidense al sur del paralelo 38, que hacía de contrapeso
a la influencia soviética en la zona. Además, los chinos eran
plenamente conscientes de que los EUA no dejarían de ser una
gran potencia en la región asiática, y que cualquier reducción
de su peso militar podría empujar a un impredecible Kim Il
Sung a una nueva aventura bélica en Corea, lo que conllevaría
inevitablemente un rearme japonés.
En el momento de la última visita de Kim a la China de
Mao, este país vivía un momento político delicado. Mao y
Zhou Enlai, que habían dirigido los destinos del régimen
comunista chino desde 1949, se encontraban al final de sus
vidas. Zhou murió en enero de 1976 y Mao en septiembre.
Con la desaparición del Gran Timonel se cerraba una etapa
LA ALIANZA DE “LOS DIENTES Y LOS LABIOS”
49
crucial en la historia de las relaciones entre los comunistas
chinos y norcoreanos y se abría una nueva que alteraría
completamente la política internacional del nordeste de Asia.
1
Zhang Shuguang, Deterrence and Strategic Culture:
Chinese-American Confrontations, 1949-1958, Ithaca, N.Y.: Cornell
University Press, 1992, p. 148.
2
Nombre oficial de las tropas chinas que habían combatido en la
guerra de Corea.
3
Renmin Ribao [El Diario del Pueblo], 25 de octubre de 1953.
4
Renmin Ribao [El Diario del Pueblo], 23 de noviembre de 1953.
5
Thomas, S.B., “The Chinese Communists. Economic and Cultural
Agreement with North Korea”, Pacific Affairs, 27.1 (1954), p. 63.
6
Zhang, Deterrence and Strategic Culture, p. 147.
7
Kim, Roy U.T., “Sino-North Korean Relations”, Asian Survey, 8.8
(1968), p. 710.
8
Ibídem, p. 715.
9
Cho, Soon Sung, “The Politics of North Korea‟s Unification
Policies, 1950-1965”, World Politics, 19.2 (1967), p. 222.
10
Thomas, “The Chinese Communists”, p. 62; Ginsburgs, George,
“Soviet Development Grants and Aid to North Korea, 1945-1980”,
Asia Pacific Community, 18 (1982), p. 44. Además, Pyongyang
obtendría también una ayuda total de 298 millones de dólares de
otros países de Europa del Este.
11
12
Far Eastern Economic Review, 13 de febrero de 1964.
Consiste en la unión de dos palabras coreanas: chu significa
„señor‟, „dueño‟, „dirigente‟, „principal‟, mientras que ch’e se traduce
como „cuerpo‟, „toda‟, „esencia‟, „sustancia‟.
50
DANIEL GOMÀ
13
Un cuarto grupo, el de los comunistas del interior de Corea, que
habían luchado contra el ocupante japonés, estaba ya muy debilitado
en esta época y no suponía amenaza alguna para Kim Il Sung.
14
Kim, Ilpyong J., “North Korea‟s Fourth Party Congress”, Pacific
Affairs, 35.1 (1962), pp. 39-40.
15
Sin, Sam-Soon Sin, “The Repressions of Kim Il-sung: A
Historical Memoir”, Korea and World Affairs, 15.2 (1991), p. 300.
16
Lankov, Andrei, “Kim Takes Control: The „Great Purge‟ in North
Korea, 1956-1960”, Korean Studies, 26.1 (2002), p. 92. [doi:
10.1353/ks.2002.0010].
17
Paige, Glenn D. y Lee, Dong Jun, “The Post-War Politics of
Communist Korea”, The China Quarterly, 14 (1963), p. 22. [doi:
10.2307/651340]
18
Lankov, “Kim Takes Control”, p. 90.
19
Scalapino, Robert A. y Lee, Chong-Sik, Communism in Korea.
Part I: The Movement, Berkeley: University of California Press,
1972, p. 515.
20
Suh, Dae-Sook, Kim Il Sung: The North Korean Leader, Nueva
York: Columbia University Press, 1988, pp. 155-156.
21
Lankov, “Kim Takes Control”, pp. 106-107.
22
Kim Tu-bong, por ejemplo, fue asesinado en la calle en pleno día.
23
La causa de la defensa de Stalin por parte del PCCh en esta época
radica en que aquel estaba estrechamente vinculado con la
construcción del socialismo en China. Aunque Mao y sus
compañeros nunca intentaron aplicarla en su totalidad, la política de
Stalin en la URSS había sido el modelo seguido por Pekín en lo que
se refería a la construcción del Estado, la transformación social y la
reconstrucción económica. Aspectos como la economía planificada y
centralizada, la colectivización agrícola como forma de controlar las
áreas rurales, el énfasis puesto en el desarrollo de la industria pesada
o el refuerzo de la autoridad del máximo dirigente del Partido sobre
LA ALIANZA DE “LOS DIENTES Y LOS LABIOS”
51
este y el Estado son una herencia clara del estalinismo. En la práctica,
las diferencias entre chinos y soviéticos radicaban también en la
manera de enfrentarse al imperialismo, el liderazgo de Moscú en el
seno del movimiento comunista internacional, el papel de soviéticos
y chinos en Asia, el desarrollo del programa nuclear chino, la
cuestión taiwanesa, Xinjiang y las críticas soviéticas hacia la forma
de desarrollar la revolución socialista por parte del PCCh; todo ello
en medio de un ambiente político, económico y social muy tenso en
la China de la segunda mitad de los años cincuenta (campaña de las
Cien Flores, Gran Salto Adelante, etc.).
24
Chung, Chin O., P’yongyang between Peking and Moscow: North
Korea’s Involvement in the Sino-Soviet Dispute, 1958-1975,
University, Al.: The University of Alabama Press, 1978, p. 28.
25
Nam, Koon Woo, The North Korean Communist Leadership,
1945-1965: A Study of Factionalism and Political Consolidation,
University, Al.: The University of Alabama Press, 1974, p. 119.
26
Chollima es el nombre de un caballo mitológico que según la
leyenda coreana era capaz de volar, pues recorría grandes distancias
en muy poco tiempo.
27
Bradbury, John, “Sino-Soviet Competition in North Korea”, The
China
Quarterly,
6
(1961),
p.
17.
[doi:
10.1017/S030574100002600X].
28
Chung, P’yongyang between Peking and Moscow, pp. 41-43.
29
Koh, Byung Chul, The Foreign Policy of North Korea, Nueva
York: Praeger Publishers, 1969, pp. 56-59.
30
Chung, P’yongyang between Peking and Moscow, p. 29.
31
Cooper, John F., China’s Foreign Aid: An Instrument of Peking’s
Foreign Policy, Lexington: Lexington Books, 1976, p. 25.
32
Ginsburgs, “Soviet Development Grants”, p. 49; Kuark, Yoon T. ,
“North Korea‟s Industrial Development during the Post-War Period”,
52
DANIEL GOMÀ
The
China
Quarterly,
14
10.1017/S0305741000021019].
(1963),
p.
61.
[doi:
33
Scalapino, Robert A., “The Foreign Policy of North Korea”, The
China
Quarterly,
14
(1963),
p.
32.
[doi:
10.1017/S0305741000021007].
34
Joyaux, François, La nouvelle question d’Extrême-Orient. Tome 2:
L’ère du conflit sino-soviétique, 1959-1978, París: Payot, 1988, p.
29.
35
Scalapino, Robert A., “Korea: The Politics of Change”, Asian
Survey, 3.1 (1963), p. 38.
36
Haggard, M.T., “North Korea‟s International Position”, Asian
Survey, 5.8 (1965), p. 379.
37
Chong Jin-wi, “North Korea‟s Walking the Tightrope between
Moscow and Peking”, Vantage Point, 3.8 (1980), p. 4.
38
Kiyosaki, Wayne S., North Korea’s Foreign Relations: The
Politics of Accomodation, 1945-75, Nueva York: Praeger Publishers,
1976, p. 57.
39
Kim, Ilpyong J., Communist Politics in North Korea, Nueva York:
Praeger Publishers, 1975, p. 104.
40
Kiyosaki, North Korea’s Foreign Relations, p. 55.
41
Scalapino, Robert A. “Moscow, Peking and the Communist
Parties of Asia”, Foreign Affairs, 41.2 (1963), p. 328.
42
An, Thomas, “New Winds in Pyongyang?”, Problems of
Communism, 15.4 (1966), p. 69.
43
Koh, The Foreign Policy of North Korea, p. 75; Langer, Paul F.,
“Outer Mongolia, North Korea, and North Viet-Nam”, en Adam
Bromke (eds.), The Communist States at the Crossroads: Between
Peking and Moscow, Nueva York: Praeger Publishers, 1965, p. 153.
44
Chung, P’yongyang between Peking and Moscow, pp. 82-83.
LA ALIANZA DE “LOS DIENTES Y LOS LABIOS”
45
53
Ibídem, p. 85.
46
Halperin, Morton H., “Sino-Soviet Relations and Arms Control:
An Introduction”, The China Quarterly, 26 (1966), p. 118. [doi:
10.1017/S0305741000013229].
47
Haggard, “North Korea‟s International Position”, p. 381.
48
Zagoria, Donald S., The Sino-Soviet Conflict, 1956-1961, Nueva
York: Atheneum, 1964, p. 16. Aunque disminuiría, la ayuda
económica soviética a Pyongyang nunca se interrumpiría del todo.
49
Kim, Joungwon Alexander, “Soviet Policy in North Korea”,
World Politics, 22.2 (1970), p. 249. A ello se añadía el aislamiento al
que estaba siendo sometida Corea del Norte por parte del resto de
países del Pacto de Varsovia, que habían seguido la política de
Moscú, y de los que Pyongyang obtenía a comienzos de los años
sesenta un 20 % de la ayuda exterior.
50
Kun, Joseph C., “North Korea: Between Moscow and Peking”,
The
China
Quarterly,
31,
(1967),
p.
49.
[doi:
10.1017/S0305741000028708]
51
Kevin Devlin, “Which Side Are You On?”, Problems of
Communism, 16.1 (1967), pp. 53-54.
52
Kux, Ernst, “East Europe‟s Relations with Asian Communist
Countries”, en Kurt London (eds.), Eastern Europe in Transition,
Baltimore: John Hopkins University Press, 1966, p. 297.
53
Lee, Chong-Sik Lee, “Stalinism in the East: Communism in North
Korea”, en Robert A. Scalapino (eds.), The Communist Revolution in
Asia: Tactics, Goals, and Achievements, Englewood Cliffs:
Prentice-Hall, 1969, p. 145.
54
Chenong, Seong Chang, Idéologie et système en Corée du Nord:
De Kim Il-Sông à Kim Chông-Il, París: L‟Harmattan, 1997, p. 138 ;
Kim, Hak-joon, “North Korea‟s Relations amidst Sino-Soviet
Conflict (I)” en Vantage Point, 7.4 (1984), p. 8.
54
DANIEL GOMÀ
55
Simmons, Robert R., “China‟s Cautious Relationship with North
Korea and Indochina”, Asian Survey, 11.7 (1971), p. 633.
56
Kiyosaki, North Korea’s Foreign Relations, p. 74.
57
Suh, Kim Il Sung, p. 192.
58
An, “New Winds in Pyongyang?”, p. 68. Esta información, que
nunca fue confirmada ni por Pekín ni por Pyongyang, apareció en la
edición del 20 de julio de 1965 del diario de Bombay The Indian
Express y la fuente provenía de un diplomático norcoreano asignado
a la legación consular de Nueva Delhi.
59
Gomà, Daniel, “The Chinese-Korean Border Issue: An Analysis
of a Contested Frontier”, Asian Survey, 46.6 (2006), p. 877. [doi:
10.1525/as.2006.46.6.867].
60
Japón dominó Corea entre 1910 y 1945, dejando un recuerdo muy
doloroso en ese país.
61
Far Eastern Economic Review, 11 de abril de 1970.
62
Gomà, “The Chinese-Korean Border Issue”, p. 877.
63
Simon, Sheldon W., “Some Aspects of China‟s Asian Policy in
the Cultural Revolution and Its Aftermath”, Pacific Affairs, 44.1
(1971), p. 31.
64
Lee, Hong Yung, “Korea‟s Future: Peking‟s Perspective”, Asian
Survey, 17.11 (1977), p. 1091.
65
Chen Jian, Mao’s China and the Cold War, Chapell Hill:
University of North Carolina Press, 2001, p. 269.
66
Synn, Seung-Kwon, “The Foreign Policy of North Korea”, The
Korean Journal of International Studies, 7.1 (1975) p. 62.
67
Lee, Chae-Jin Lee, China and Korea: Dynamic Relations,
Stanford: Hoover Institution Press, 1996, p. 66.
68
Kiyosaki, North Korea’s Foreign Relations, p. 95.
LA ALIANZA DE “LOS DIENTES Y LOS LABIOS”
69
55
Lee, “Korea‟s Future”, p. 1090.
70
Simmons, Robert R., “North Korea: Year of the Thaw”, Asian
Survey, 12.1 (1972), p. 31.
71
Lee, “Korea‟s Future”, p. 1090.
72
Rees, David, “North Korea: Undermining the Truce”, Conflict
Studies, 69 (1976), p. 12.
73
An, Tai Sung, North Korea: A Political Handbook, Wilmington:
Scholarly Resources, 1983, p. 85.
74
Lee, Chong-Sik, “The Impact of the Sino-American Détente on
Korea”, en Gene T. Hsiao (eds.), Sino-American Détenteand Its
Policy Implications, Nueva York: Praeger Publishers, 1974, p. 195;
Koh, Byung Chul, “North Korea: Old Goals and New Realities”,
Asian Survey, 14.1, (1974), pp. 37-38.
75
Kim, Hak-joon, “North Korea‟s Relations amidst Sino-Soviet
Conflict (II)”, Vantage Point, 7.5 (1984), p. 3.
76
Kim, Young C., “The Democratic People‟s Republic of Korea in
1975”, Asian Survey, 16.1 (1976), pp. 82-83.
77
La expresión “la relación entre los dos pueblos, el chino y el
coreano, es tan estrecha como el vínculo que une los labios con los
dientes” fue ideada por el escritor Guo Mojo y pronunciada por él
mismo durante la celebración en Pekín del Día de Corea en 1958.
DOI 10.3994/RIEAO 2010.01.011
Revista Iberoamericana de Estudios de Asia Oriental (2011) 4:
EL PROTAGONISMO DE LOS LAZOS
COMERCIALES EN LAS RELACIONES
SINO-JAPONESAS ENTRE 1949 Y 1972
Rodolfo Molina*
Resumen: En la mayor parte de los análisis de las relaciones de
Japón con China anteriores a 1972 las condiciones de la Guerra Fría
aparecen como determinantes absolutas, como si todos los aspectos
de esas relaciones hubieran sido un directo reflejo del enfrentamiento.
No obstante, y por el contrario, en algunos años de ese período el
comercio entre China y Japón registró altos porcentajes de
incremento, y en ciertos rubros cruciales para la economía de cada
uno de esos países llegó a tener una relativa importancia. Lo que es
más, en ausencia de vínculos diplomáticos el comercio constituyó la
forma misma de las relaciones entre ambos países.
Abstract: The relations between Japan and China before
normalization in 1972 have been seen as reproducing a typical Cold
*
Rodolfo Molina es profesor de Historia de Asia Oriental en la
Universidad Nacional de Córdoba, Argentina.
58
RODOLFO MOLINA
War scenario. Nevertheless, the 1949-1972 trade between Japan and
China does not necessarily shows all the characters that are usually
thought as unavoidable in Cold War conditions. In a closer look it
would be possible to find that bilateral trade became very important
for each side being, at the same time, the main way of relations
between both countries.
Introducción
Con excepción de los pocos trabajos específicamente
dedicados a las relaciones de Japón y China entre 1945 y
19721, en las obras de historia de Japón o de China del siglo
XX, o de la posguerra, el período comprendido entre 1949 y el
comienzo de las negociaciones para la normalización queda
fuera de consideración. A su turno, lo relativo a la preparación
para la normalización de las relaciones es abordado en marcos
tales como el conflicto sino-soviético, el comunicado
Sato-Nixon, los compromisos de la política de Estados Unidos
en Asia, la sorpresa japonesa por las visitas de Kissinger a
Pekín en 1971 y ante el anuncio de la de Nixon a Shanghai en
1972, y en general fenómenos políticos externos a la dinámica
propia de la misma relación bilateral ya existente, sin que los
intereses y los contactos establecidos en dos décadas de
relaciones comerciales crecientes parezcan haber jugado algún
papel en la normalización ni haber servido prácticamente de
algo. Quien no tenga previamente información suficiente
podría pensar que entre el fin de la Segunda Guerra Mundial y
1972 no hubo intercambio económico o que este fue
esporádico o despreciable –en sentido matemático–. Pero lo
LAZOS COMERCIALES EN LA RELACIÓN SINO-JAPONESA
59
cierto es que ni una posible animadversión por lo sucedido
entre 1931 y 1945 ni el inevitable desorden de la inmediata
posguerra fueron suficientes para acabar con el comercio sinojaponés. La Guerra Fría fue sin duda el marco condicionante
de las relaciones sino-japonesas de posguerra2. Sin embargo,
contrasta con las condiciones de la Guerra Fría el hecho de que
aun en los momentos en que Japón parecía más limitado por
ella, persistió el interés por buscar la manera de mejorar los
intercambios económicos y por relanzarlos tras algún conflicto
político. En la situación en que se encontraban tanto China
como Japón en la posguerra, las necesidades que tenían cada
uno de ellos de conseguir abastecimientos y divisas fueron
poderosos incentivos para que buscaran recomponer sus
vínculos económicos. Por eso es posible encontrar paradojas y
aparentes contradicciones en las relaciones sino-japonesas en
ese período, al punto de que, como destaca Akira Iriye en un
artículo de 1990, durante la posguerra y la Guerra Fría cada
uno de los aspectos (políticos, económicos y culturales) de las
relaciones de China con Japón siguieron tendencias de
desarrollo tan diferentes, aun dentro de las mismas
condiciones generales, que se podrían escribir –señala Iriye–
historias diferentes si se consideraran separadamente cada uno
de esos aspectos 3.
El comercio comenzó en 1949, año de la Revolución
china, y con Japón todavía bajo la Ocupación; su valor
aumentó en 1950 pero después se redujo debido a la guerra de
Corea. Terminada esta en 1953, y coincidiendo con varios
factores de orden económico y de política interna y externa de
ambos países, el comercio creció entre fines de 1953 y fines de
1957; descendió otra vez entre 1958 y 1960 por razones
60
RODOLFO MOLINA
políticas. A comienzos de los años sesenta, los proyectos y las
necesidades de ambas partes permitieron un nuevo crecimiento
que fue aun mayor entre 1964 y 1966. En 1967 disminuyó,
pero en 1969 volvió a retomar ritmo ascendente hasta el fin del
período estudiado. Se pueden notar sus rasgos disímiles. Si
para Japón representaba una parte de solo entre el 2 y el 3 %
de su comercio internacional total, para China su importancia
fue creciente, sobre todo después de la ruptura sino-soviética.
No obstante esas diferencias, en ciertos rubros como los
fertilizantes químicos y el acero, este comercio fue de mucho
beneficio para ambas partes, aunque durante el período
estudiado el comercio de Japón con China no sobrepasó el
valor del que Japón realizaba con Taiwán.
Un muestreo de los artículos acerca de las relaciones de
Japón con China arroja que la mayoría se escribió alrededor de
momentos claves de sus relaciones políticas. Así, aparece una
concentración de material producido en los años setenta, hay
algunos en los noventa, y otra vez a partir de 2000,
especialmente entre 2003 y 2005, cuando ya no son los
asuntos político-diplomáticos sino los de seguridad y
estrategia, incluyendo los entredichos, los que concentran la
atención4. Sin embargo, se puede advertir que la importancia
relativa alcanzada por el comercio sino-japonés en la segunda
mitad de los años sesenta fue motivo de reflexión para algunos
autores y hasta de interrogante acerca del futuro de las
relaciones para otros5. Aun así, analizando varios artículos
contemporáneos del período acá abordado, sobre todo de los
años sesenta, es posible observar que cada uno de ellos
practica su análisis tomando un cierto conjunto de datos
pertenecientes a un determinado aspecto de las relaciones, y en
LAZOS COMERCIALES EN LA RELACIÓN SINO-JAPONESA
61
base a ese privilegiado conjunto, y a ese solo aspecto se realiza
el análisis. Procediendo de ese modo cada artículo toma solo
un género de datos muy diferente del tomado por los otros
–como si estuvieran estudiando realidades distintas– para
analizar y explicar lo mismo que esos otros, pero teniendo
cada uno de ellos la pretensión de dejar prácticamente agotado
el tratamiento del problema con la clase de datos utilizados y
con explicaciones de tipo monocausal. No obstante, es
necesario remarcarlo, tales artículos no carecen de valor,
puesto que ponen de relieve importantes datos que los demás
ignoran. Siendo ese el estado de la cuestión, es posible advertir
que para poder entender las relaciones sino-japonesas se hace
necesario disponer de conjuntos más o menos amplios de datos
provenientes de distintos aspectos, ya que tanto el abordaje
sistemático pero restringido como la simple proyección de las
causas generales sobre todo tipo de acontecimientos
particulares pueden ser presentados como lógicos y
convincentes, pero también pueden ser fácilmente invalidados
por datos de base que sencillamente fueron dejados de lado
por prurito de sistematicidad.
El propósito de este artículo es revisar los factores y las
características del comercio entre Japón y China en el período
indicado con referencia principal a Japón, aunque también se
hará referencia a China cuando corresponda. Parece necesario
aclarar que no es el objetivo analizar las relaciones de Japón
con China en la forma en que habitualmente se hace en el
campo de las “relaciones internacionales”, ni tampoco cubrir
por igual el conjunto de las relaciones económicas, ya que en
razón de la extensión del artículo no es posible pasar del nivel
informativo en dos aspectos en realidad fundamentales: el de
62
RODOLFO MOLINA
los distintos papeles que tenían las organizaciones (privadas,
semiprivadas y oficiales, políticas, empresariales y obreras)6
que realizaban las negociaciones, y el del fundamental asunto
de las formas y medios de pago, uno de los desafíos más
difíciles para la materialización de los acuerdos. En la
perspectiva planteada, se trata de rastrear los factores y las
características que ponen en evidencia el protagonismo de las
relaciones comerciales.
1. Los hechos históricos en el comercio de
Japón y China en la posguerra
Por las dos razones mencionadas (recurso a la Guerra Fría
para explicar tanto lo general como lo coyuntural y lo
particular dentro de ese comercio y recurso, también, a buscar
coherencia explicativa mediante análisis elaborado sobre un
cierto conjunto homogéneo de datos cuya veracidad e
importancia es indudable pero cuya pertinencia puede ser
cuestionada en relación con el cuadro complejo de la realidad
estudiada), se hace necesario comenzar considerando los
hechos históricos en perspectiva amplia y sin forzarlos en una
causa/explicación unívoca.
Comienzos.
Aunque los contactos comerciales fueron retomados en
1946 en medio de la guerra civil china, con el avance
comunista pareció que podía cortarse la fuente de
abastecimientos del norte de China, de donde antes de 1945 le
había llegado a Japón gran parte del carbón de coque7 y gran
LAZOS COMERCIALES EN LA RELACIÓN SINO-JAPONESA
63
parte de la soja. En tanto, la Ocupación realizó diversos
estudios sobre el abastecimiento de Japón antes de su derrota
en la Segunda Guerra Mundial, y llevó a cabo encuestas acerca
de las necesidades de las empresas, que revelaron el deseo de
volver a establecer el comercio regular con China 8, hecho que
es muy escasamente mencionado. La Revolución china no
cortó el comercio entre los dos países, sin embargo hizo que
Washington presionara a Japón para que comerciara menos
con China, con lo que se incrementaron las exportaciones
norteamericanas de carbón, soja y sal a Japón. Pero a pesar de
su política, Estados Unidos no podía por entonces abastecer a
Japón de todo lo que este necesitaba, lo que llevó a que en
algunos casos MacArthur, siendo comandante supremo de las
Fuerzas Aliadas (SCAP), favoreciera la obtención de materias
primas de China 9. Más interesante aún, el comienzo de la
guerra de Corea estimuló las compras chinas de hierro y
productos de acero, de los que China fue el principal
comprador en 1950. Pero en diciembre de ese año el SCAP
hizo que el gobierno japonés dispusiera restricciones al
comercio con China más severas que las establecidas por el
Comité Coordinador para el Control Multilateral de
Exportaciones (CoCom) con el fin de conseguir el control de
las exportaciones a los países comunistas 10, por lo que se
prohibió la venta de bienes estratégicos a China 11.
Por su parte, una vez independizado, Japón se adhirió al
CoCom en septiembre de 1952 (creado en 1949) y al Comité
de Coordinación para el Control Multilateral de Exportaciones
con China (ChinCom) –creado en 1952– dentro del cual se
aplicaron mayores controles al comercio con China que al que
se practicaba con la Unión de las Repúblicas Socialistas
64
RODOLFO MOLINA
Soviéticas (URSS) y Europa oriental. Además, Japón se
adhirió entonces a la denominada lista “A” (la más restrictiva
de todas para el comercio con China) en lugar de a las
restricciones standard del ChinCom. No obstante, esa medida
puede ser vista fundamentalmente como un gesto hacia
Estados Unidos, lo cual se confirma si se toman en cuenta el
resto de las circunstancias: que el 1 de junio de ese mismo año
se estableció el sistema de comercio llamado “privado” sobre
la base de la iniciativa de políticos y empresarios japoneses, no
tanto del gobierno; que en diciembre del mismo año se creó la
Liga Parlamentaria para la Promoción del Comercio; que
apenas dos días después de la firma del armisticio de Corea, el
23 de julio de 1953, la Dieta de Japón aprobó una resolución
que pedía al gobierno promover el comercio con China y
relajar las restricciones a las exportaciones a China, además de
hacer menos estrictos los controles de viaje; y que, solo dos
años después, el gobierno de Japón bajó el nivel de las
restricciones al nivel general del ChinCom. Cabe señalar que,
aunque varios autores indican que la disminución de las
restricciones fue hecha en 1957 (como si hubiera ocurrido de
una sola vez), George P. Jan destaca que fue realizada en
etapas, entre 1952 y 1954 y otra vez en 1956, y por fin sí
–como dicen otros autores–, en 1957 las restricciones fueron
llevadas al nivel de las practicadas con la URSS y Europa
oriental12. Incorporar estos otros datos sobre la disminución de
las restricciones por etapas antes de 1957 pone de relieve las
iniciativas comerciales japonesas, y el clima de concesiones
anteriores a 1957. Algo importante de tener presente es que,
sin que Japón dejara de ser parte del ChinCom, la intervención
de algunos personajes a quienes la parte china ha denominado
LAZOS COMERCIALES EN LA RELACIÓN SINO-JAPONESA
65
“japoneses capaces de ver lejos” 13 permitió realizar el
comercio entre ambos países fuera de las restricciones y
presiones impuestas desde Washington para que Japón
mantuviera una observancia particularmente estricta. Es decir,
por parte de Japón se encontraba la manera de hacer
excepciones.
La relación con Taiwán.
En 1951, mientras se desarrollaba la guerra en Corea,
tuvo lugar la conferencia de San Francisco, cuyo objetivo era
permitir la independencia de Japón y la normalización de las
relaciones diplomáticas, lo que posibilitó a Japón hacer los
tratados correspondientes con cada uno de los países
interesados. La Conferencia fue organizada por el secretario de
Estado estadounidense, John Foster Dulles, sin que ni la parte
comunista ni la nacionalista fueran invitadas en el lugar
correspondiente a China. Sin embargo, en la siguiente visita a
Tokio después de la conferencia de San Francisco, en
diciembre de 1951, Dulles dejó claro ante el primer ministro
de Japón, Yoshida Shigeru, que el tratado de San Francisco no
sería ratificado por Estados Unidos a menos que el gobierno
de Japón mostrara intención de normalizar las relaciones con
Taiwán. Pocos días después, Yoshida le envió una carta 14
asegurando el cumplimiento de esta condición. De todos
modos, en distintos artículos es posible encontrar referencias a
distintas actitudes políticas de Yoshida –las que al ser
cotejadas aparecen como opuestas– entre 1949 y 1952
respecto de la República Popular China (RPCh) y su
reconocimiento. En esas aparentes contradicciones jugaban
tanto las consideraciones económicas como las políticas; la
66
RODOLFO MOLINA
razón de las diferencias puede encontrarse en la sentencia de
Yoshida: “Roja o blanca, China sigue siendo nuestro vecino de
al lado. Las leyes de la geografía y la economía –creo–
prevalecerán a largo plazo sobre cualquier diferencia
ideológica y barreras comerciales artificiales”. La afirmación
vale por su propia substancia, pero es especialmente
significativa porque fue hecha en enero de 1951, en medio de
la presión estadounidense y antes de que se celebrara la
conferencia de San Francisco, y porque apareció nada menos
que en un artículo de Yoshida publicado en Foreign Affairs15.
Quizás la mejor explicación de las prima facie contradictorias
posturas japonesas es que el primer ministro Yoshida
procuraba tanto imitar a Inglaterra como ponerse del lado de
Washington en la cuestión de Asia y de China 16 (para
entender eso es necesario recordar que Inglaterra todavía era
considerada una potencia con política propia, por eso pudo
reconocer a China en 1950). Con la garantía de la “carta
Yoshida” a Dulles, en febrero de 1952 comenzaron las
negociaciones entre Japón y Taiwán, que culminaron el 28 de
abril con el Tratado de Paz entre la República de China y
Japón, al mismo tiempo que entraba en vigor el Tratado de
Seguridad de Japón con Estados Unidos. Así quedó instituido
–en consonancia con la política exterior estadounidense– el
lugar que pasó a ocupar Taiwán en la política exterior de
Japón.
Condiciones internacionales.
Hacia mediados de la década, la política internacional de
varios países de Asia, en especial los que habían sufrido
alguna forma de dominación colonial, buscaba apartarse del
LAZOS COMERCIALES EN LA RELACIÓN SINO-JAPONESA
67
esquema de Guerra Fría y lograr una mayor autonomía. En ese
marco, en 1954, el primer ministro y ministro de Asuntos
Exteriores de China, Zhou Enlai, y el primer ministro de India,
Jawaharlal Nehru, proclamaron los “Cinco principios de la
coexistencia pacífica”, y al año siguiente, 1955, en la
conferencia de Bandung fueron aprobados los denominados
“Diez principios para la paz”. El gobierno de Japón buscó no
quedar fuera de la conferencia, puesto que por entonces ese
movimiento de países asiáticos y africanos no era algo menor.
La delegación japonesa fue en calidad de observadora para no
indicar la pertenencia de Japón al grupo, pero sin por eso dejar
de estar presente en la Conferencia; iba encabezada por el
empresario y político Takasaki Tatsunosuke, quien durante la
Conferencia se entrevistó con Zhou. Coincidentemente, en
esos años China llevaba adelante una apertura de política
exterior conocida como “diplomacia popular”, que reforzaba
la actividad de organizaciones oficiosas como la Comisión
China para la Promoción del Comercio Internacional y de
otras varias asociaciones chinas para la promoción del
comercio y las relaciones con otros países. Algo semejante
había ocurrido en Japón con asociaciones para la promoción
del comercio internacional (también se formaron asociaciones
japonesas para promover las relaciones con la URSS, con la
que Japón estableció relaciones en octubre de 1956).
Política interna e internacional.
En octubre de 1956, con ocasión de la prórroga por un
año del tercer acuerdo privado 17 , se hizo un comunicado
conjunto en el que ambas partes expresaban la intención de
establecer misiones comerciales permanentes en la otra parte y
68
RODOLFO MOLINA
de procurar que se hicieran acuerdos intergubernamentales
antes de la siguiente renovación. El ministro de Comercio
Internacional e Industria de Japón, Ishibashi Tanzan, declaró
que la toma de las huellas digitales de los miembros de la
misión comercial china no era algo esencial y que se podrían
establecer misiones comerciales antes de que expirara el
acuerdo entonces en vigor. En diciembre de 1956 Ishibashi, un
representante del sector más proasiático y mejor dispuesto
hacia China dentro del Partido Liberal Democrático (PLD),
asumió como primer ministro de Japón. Su elección molestó
en Washington, por lo que el subsecretario de Estado para
Asuntos del Lejano Oriente, a la sazón en Tokio, aleccionó a
Ishibashi sobre el “comunismo internacional” 18 . Para
equilibrar las facciones del PLD dentro del nuevo gobierno, un
conservador de línea dura, Kishi Nobusuke, ocupó la cartera
de relaciones exteriores. Por entonces la orientación general de
la política exterior japonesa era tal que aun un conservador
extremo como él, en la sesión inaugural del Gabinete, debió
expresar su conformidad con la propuesta de instalar una
misión china permanente19: las tendencias de época y el interés
por los negocios se imponían a los esquemas rígidos. Sin
embargo, el gabinete Ishibashi solo duró hasta febrero de 1957.
Entonces fue elegido un nuevo gobierno encabezado por Kishi
quien ahora como primer ministro reiteró su postura
pronorteamericana en los viajes que hizo meses después a
Estados Unidos y a Taiwán. Eso desató una contraofensiva
política de China, exigiendo un status casi diplomático para su
misión comercial. Pero lo cierto es que esa y otras demandas
chinas ya eran materia de negociación desde la realización del
tercer acuerdo; excepto la de que a los representantes chinos
LAZOS COMERCIALES EN LA RELACIÓN SINO-JAPONESA
69
no se les tomara huellas digitales en Japón, que no era
aceptada porque no eran diplomáticos. En ese clima, en
septiembre de 1957. comenzó en Pekín la negociación
preparatoria para el cuarto acuerdo privado; Japón concedió
que cinco delegados chinos quedaran exentos del requisito de
las huellas digitales pero no llegó a aceptar que se abriera una
misión comercial permanente en Tokio. La imposibilidad de
ponerse de acuerdo provocó que la delegación japonesa
volviera a Tokio en noviembre. Sin embargo, más que a la
negativa del gobierno japonés a aceptar todas las demandas
chinas el alargamiento del trámite de la negociación fue
debido a las protestas de Estados Unidos y de Taiwán ante lo
que percibían como otorgamiento de trato cuasidiplomático a
la misión comercial china. Entre tanto, hacia fines de 1957,
China puso fin a la “diplomacia popular”, pero no obstante la
coincidencia del fin de la diplomacia popular con la
contraofensiva china hacia la política exterior del primer
ministro japonés, la postura de China en las negociaciones
aflojó en febrero de 1958 para permitir hacer un contrato
especial sobre hierro y acero, logrado en momentos en que la
industria siderúrgica de Japón necesitaba mercados. Con la
euforia del antecedente de ese contrato, en marzo se hizo en
Pekín el cuarto acuerdo privado por un año; las provisiones
permitían el establecimiento de oficinas permanentes de
representación para facilitar el desempeño de las tareas; por
una adenda se garantizaba la seguridad, la libertad de viajar, el
uso de cables cifrados, el derecho al uso de la bandera
nacional, y se garantizaba que no se tomarían las huellas
digitales a los miembros de la misión china. Esto exacerbó aún
más las protestas de Estados Unidos y, especialmente, las de
70
RODOLFO MOLINA
Taiwán, en contra de concesiones que acercaban a la misión
china a un estatuto diplomático. Ambos criticaron fuertemente
el conjunto de lo concedido por Japón. Pero las sucesivas
declaraciones del primer ministro Kishi terminaron centrando
la polémica en el asunto del uso de la bandera china en el
edificio donde estuviera la delegación. En algunos relatos de
lo que siguió aparece como que la rotura de una bandera china
(que estaba en un escaparate de exhibición de sellos postales
chinos en Nagasaki) a manos de un joven anticomunista
provocó que, de manera exagerada, China suspendiera ese
acuerdo y poco más tarde todos los tratos. Es interesante notar
que la percepción que tiene el lector cambia de acuerdo con la
versión de los hechos que lea, según sean los pormenores
incorporados al relato del llamado “incidente de la bandera”
del 2 de mayo. La versión larga de los hechos permite concluir
que no fue un mero hecho casual, ya que al centrarse la
polémica en el argumento de qué pasaría en el caso de que
alguien rompiera una bandera china, el desenlace era
previsible20. El 9 de mayo el ministro de Relaciones Exteriores
de China criticó al gobierno de Kishi y anuló el acuerdo
privado, y al día siguiente anunció la restricción de los demás
lazos económicos. Se dan como explicaciones la versión de
que la acción del joven nacionalista provocó la anulación del
acuerdo, la versión de que de repente el gobierno chino
rechazó lo acordado, y la versión más larga, circunstanciada,
que permite entender el encadenamiento de la escalada de
hechos. Gene T. Hsiao —a diferencia de los autores que solo
mencionan el “incidente de la bandera de Nagasaki”, o dejan
de lado parte de los datos—presenta una versión larga del
asunto, al que retrotrae a 1957, y considera que el incidente de
LAZOS COMERCIALES EN LA RELACIÓN SINO-JAPONESA
71
la bandera, la carta Yoshida de 1964 y los tratados de
transporte posteriores a 1972 fueron los tres eventos más
importantes de las relaciones de Japón con China entre 1952 y
197521.
En consonancia con la nueva política exterior china y ante
el mayor acercamiento de Japón a Estados Unidos, en agosto
de 1958 autoridades chinas presentaron al director de la
Oficina Internacional del Partido Socialista Japonés (PSJ),
entonces de visita en China, los llamados “tres principios
políticos”: a) dejar las políticas hostiles hacia China; b) no
participar en una conspiración para crear “dos Chinas”; c) no
poner obstáculos a la normalización de relaciones entre China
y Japón. Un mes después, en septiembre, en la visita que
realizó a China, Ishibashi Tanzan habló con Zhou Enlai sobre
la aceptación de los “tres principios políticos”. En marzo del
año siguiente esos principios fueron reiterados en una
declaración conjunta emitida por las autoridades chinas y por
el secretario general del PSJ. Además del papel jugado
siempre por el Partido Comunista Japonés (PCJ) —más ligado
a pequeños empresarios— y por el PSJ —más ligado a los
obreros— en aquellos roles de mediadores políticos y
comerciales, a finales de la década de los años cincuenta el
PSJ era importante en la política japonesa no solo porque
lideraba el movimiento obrero, sino porque en aquel momento
tenía un tercio de las bancas de cada una de las cámaras de la
Dieta japonesa, de ahí su papel en los tratos de aquellos años.
Las cancelaciones de 1958, es verdad, pusieron en evidencia y
acentuaron lo que fue un cierto estado de baja de las relaciones
que duró hasta 1960. Pero, la realización de convenios en 1959,
aun dentro de este período de enfriamiento y, sobre todo, las
72
RODOLFO MOLINA
visitas de la parte japonesa a China en busca de lograrlos,
pueden dar una visión más matizada de la situación, pues son
prueba del interés por mejorarla pronto y por establecer otras
formas de llegar a acuerdos económicos. Es así que, no
obstante la disminución del comercio en 1959 a algo menos de
un cuarto respecto de 1958, Ishibashi Tanzan volvió a visitar
China ese año. También en 1959 fue una delegación del PSJ.
Por su lado, la central sindical Sohyo (socialista) hizo un
acuerdo con la Federación de Sindicatos de Toda China para
que cuando una empresa pequeña de Japón tuviera problemas
de gestión, China le comprara productos a ella en interés de la
situación de los obreros japoneses que allí trabajaban22.
La ruptura sino-soviética de 1960 hizo ver a China la
necesidad de contar con mejores relaciones con otros países.
El peso de este factor se iría incrementando a lo largo de los
años sesenta, y más aún a partir de 1969. Por el lado japonés,
el gabinete de Ikeda Hayato (1960-1965) hizo una apuesta aun
mayor por el crecimiento económico.
Evolución del comercio Japón-China (unidad:1000 US $)
Total
Año
Valor
Exp. Japón
% año
Valor
anterior
% año
Import. Japón
Valor
anterior
19.633
% año
anterior
1950
58.961
39.328
1951
27.434
46,5
5.828
9,7
21.606
54,9
1952
15.502
56,6
599
10,3
14.903
69,0
1953
34.239
220,9
4.539
757,8
29.700
199,3
1954
59.867
174,9
19.097
420,7
40.770
137,3
LAZOS COMERCIALES EN LA RELACIÓN SINO-JAPONESA
1955
109.325
182,6
28.547
149,5
80.778
198,1
1956
150.986
138,1
67.339
235,9
83.647
103,6
1957
140.968
93,4
60.485
89,8
80.483
96,2
1958
105.027
74,5
50.600
83,7
54.427
67,6
1959
22.565
21,5
3.648
7,2
18.917
34,8
1960
23.455
103,9
2.726
74,7
20.729
109,6
1961
47.534
142,1
16.639
610,4
30.895
149,0
1962
84.480
177,7
38.460
231,1
46.020
149,0
1963
137.016
161,2
62.417
162,3
74.599
162,1
1964
310.489
226,2
152.739
244,7
157.750
211,5
1965
469,741
151,3
245.036
160,4
224.705
142,4
1966
621.387
132,3
315.150
128,6
306.237
136,3
1967
557.733
89,8
288.294
91,5
269.439
88,0
1968
549.624
98,5
325.438
122,9
224.185
83,2
1969
625.343
113,8
390.803
120,1
234.540
104,6
1970
822.690
131,6
568.878
145,6
253.812
108,2
1971
901.360
109,5
578.188
101,6
323.172
127,3
73
Fuente: Ministerio de Hacienda de Japón. Gaikoku Boeki Gaikyo
2. El comercio en los años cincuenta
Comienzos.
El comercio entre China y Japón fue reiniciado con un
embarque de sal en julio de 1949, aun antes de la fundación
oficial de la República Popular China. Al mes siguiente, llegó
a Japón una misión de cuatro negociadores comunistas para
74
RODOLFO MOLINA
comprar equipo ferroviario para el norte de China. El
comercio era controlado por el SCAP en acuerdos de gobierno
a gobierno, si bien ya en 1949 la Ocupación autorizó el
comercio privado con base en el trueque; además, la
Asociación de Amistad Sino-Japonesa creada el 1 de octubre
de 1950 apoyó la realización de acuerdos privados. Pero desde
Japón también se exportaba a China vía Hong Kong; en 1949
fue por un monto semejante al valor reconocido en el
intercambio bilateral directo 23 . Ese año el volumen del
comercio bilateral directo fue de unos 24 millones de dólares,
y se incrementó a más del doble, casi 59 millones en 1950. El
reiniciado comercio con China cayó abruptamente en 1951 y
1952, si bien como muestran las estadísticas no desapareció tal
como se procuraba desde Washington 24 . El comercio fue
retomado en septiembre de 1951, en plena guerra de Corea,
tras haber establecido China un sistema de trueque en el mes
de marzo.
El interés mutuo por el comercio dio lugar a que solo un
mes después de haberse alcanzado el tratado de paz con
Taiwán, el 1 de junio de 1952, se hiciera el primer acuerdo
(efectivo hasta octubre de 1953) del sistema denominado de
comercio privado (que funcionó hasta 1958), vía Comité
Chino para la Promoción del Comercio Internacional y con
visto bueno del gobierno japonés. Es decir, fue después de los
tratados de San Francisco cuando comenzó a funcionar el
sistema del denominado comercio privado, realizado por la
gestión de empresas privadas bajo la intermediación de
asociaciones civiles privadas (las que, por su composición y
por sus vínculos, tenían, en realidad, carácter oficioso). Esos
acuerdos eran sin duda de carácter privado, pero en su
LAZOS COMERCIALES EN LA RELACIÓN SINO-JAPONESA
75
realización participaron miembros de la Dieta japonesa 25. Se lo
llamó “comercio privado” como modo de desligarlo de
compromisos de carácter oficial, lo cual no implica que
realmente no lo fuera26. Los acuerdos del comercio privado se
realizaban principalmente sobre la base del trueque, si bien las
cotizaciones se hacían en libras esterlinas. El segundo acuerdo
privado fue realizado en octubre de 1953, con efecto hasta
diciembre de 1954. El gobierno chino, por su parte, ya había
respondido a las restricciones impuestas buscando vender,
como fuera posible, todos los productos chinos no
comprometidos ya en otros tratos, concentrando el comercio
en los países socialistas, pero promoviendo al mismo tiempo el
comercio con los países capitalistas en todo lo posible,
realizando contrabando descentralizado, haciendo comercio de
trueque, tratando de asegurarse las importaciones antes que las
exportaciones, y tratando de conseguir materiales de
construcción; además, las mercancías fueron divididas en tres
categorías para exportación y otras tres para importación, de
acuerdo con las cuales se establecieron los tipos posibles de
los intercambios en general, y en particular para el comercio
con Japón27.
Es decir, los contactos comerciales fueron retomados
antes de la instalación del gobierno del Partido Comunista
Chino y, aun ya iniciada la guerra de Corea, la normalización
de relaciones no parecía algo impensable para la parte
japonesa, por motivos principalmente comerciales.
Auge y enfriamiento del comercio a mediados de la década.
Con el segundo acuerdo privado, en octubre de 1953,
comenzó un período de ampliación del comercio que duró
76
RODOLFO MOLINA
hasta fines de 1957, durante el cual aumentaron las
importaciones japonesas de productos chinos como el carbón,
la soja y la sal, aunque no ocurrió algo semejante con el hierro,
mineral que había sido muy importante en el comercio anterior
a 1950.
En 1954 se produjo un gran aumento del comercio
bilateral, que superó los 59 millones de dólares. En septiembre
de 1954 fue creada la Asociación Japonesa para la Promoción
del Comercio Internacional; también se estableció el Consejo
Nacional para la Restauración de la relación Japón-China y se
estableció el Consejo Nipo-Chino de Pesquería con cuyo
auspicio se hizo el primer acuerdo privado de pesca en abril de
1955. En ese marco, en mayo de 1955, se firmó el tercer
acuerdo privado en Tokio, conviniéndose que se harían dos
ferias anuales: en Tokio y en Osaka en el otoño de 1955, y en
Pekín y Shanghai en el otoño de 1956. Muestra de su
importancia es que la exposición de Tokio fue visitada por el
director de la Secretaría de Planificación Económica, Takasaki
Tatsunosuke, y la de Pekín por Zhou Enlai, Zhu De y Mao
Zedong. El aumento del comercio bilateral en esos años llegó
a ser tal que en 1956 el 21,8 % del comercio exterior chino se
llevó a cabo con Japón28.
Hacia 1955, Japón superó la llamada recuperación de
posguerra; comenzó entonces una expansión económica que
demandó mayor cantidad de materias primas baratas y más
medios de pago. Con estos fines se hacían excepciones a las
restricciones al comercio con China: Japón vendía a China
maquinaria de transporte, agrícola y textil, bulldozers y piezas
de metal a cambio de carbón, hierro y sal. No era posible hacer
de China el principal proveedor de estos minerales, pero la
LAZOS COMERCIALES EN LA RELACIÓN SINO-JAPONESA
77
diferencia de precios con las importaciones de Estados Unidos
era notoria. La tonelada de carbón y de sal chinos costaba la
mitad que la importada desde Estados Unidos, y la tonelada de
hierro un 40 % menos29.
No obstante las excepciones hechas antes y la
disminución de las restricciones de 1956, los productos
metálicos exportados por Japón a China se fueron reduciendo
en tanto iban en aumento los químicos. Entre 1955 y 1956 los
productos químicos tomaron la primacía en las exportaciones
japonesas a China, y desde entonces por algunos años; el
aumento del rubro de los fertilizantes químicos tenía que ver
con el incremento de la mecanización agrícola en China. Por
otro lado, a partir de esta época comenzaron a disminuir las
partidas de soja y de arroz en las importaciones japonesas de
China; en tanto, las de carbón crecieron en los primeros años
del auge para enseguida bajar definitivamente; también
crecieron, aunque algo menos, las de resinas, aceites y
manganeso. En el caso del arroz, la disminución se debía a que
a partir de 1955 se estabilizó en Japón la producción
autosuficiente de arroz, con la política de sostén oficial de
precios y ya no fue necesario cubrir faltantes con
importaciones.
Para fines de 1957 se habían hecho más de cuarenta
acuerdos privados y se había producido un salto en el monto
del comercio bilateral, de poco más de 34 millones de dólares
en 1953 a 140 millones en 1957, habiendo llegado a casi 151
millones en 1956.
78
RODOLFO MOLINA
Un balance.
Considerando los cambios operados en el comercio
bilateral de los años cincuenta, es posible señalar algunas
características: a) hubo cambios marcados en los volúmenes
de las exportaciones chinas a Japón y en la composición de las
exportaciones japonesas a China, con gran incremento entre
1953 y 1957; b) siguieron predominando las pequeñas y
medianas empresas dentro de las exportaciones japonesas; c)
fueron disminuyendo las importaciones de soja y de arroz
chinos, así como las de hierro, al tiempo que hacia la mitad de
la década aumentaron las de carbón, para también ir
disminuyendo después; d) hasta 1957 los cambios en los tipos
de productos y las variaciones en volúmenes y valores
tuvieron que ver con los acelerados cambios que ocurrían en la
economía japonesa; e) el comercio sino-japonés de esa década
siguió primero un movimiento ascendente y después
descendente, que contrasta con el aumento sostenido del
comercio exterior de Japón; f) el suspendido acuerdo
siderúrgico de 1958, que antecedió e incentivó la firma del
también suspendido cuarto acuerdo privado, implicaba
cuestiones claves como el comercio de metales por grandes
montos y a cargo de grandes empresas, precisamente el tipo de
comercio que se desarrollaría en los años sesenta.
Desde el punto de vista de cada uno de los dos países, para
China el comercio con Japón significaba: a) poder ampliar sus
exportaciones y sus fuentes de abastecimiento (sobre todo
porque las importaciones desde otros países capitalistas
desarrollados eran escasas), en especial desde que comenzó a
enfriarse su relación con la URSS; b) disponer de una forma
LAZOS COMERCIALES EN LA RELACIÓN SINO-JAPONESA
79
de presión mediante la cual tratar de alejar a Japón de las
posiciones de la política norteamericana. Japón, en cambio,
aun enfrentando una necesidad coyuntural de dar salida a su
producción de acero, en 1958 enfrentaba, en realidad, desafíos
más grandes: a) tan importante como había sido, antes de 1958,
para la economía y la política externa de Japón resolver la
cuestión del abastecimiento de carbón, lo fue, a partir de ese
año, reconvertir su economía hacia el petróleo; b) con las
demás transformaciones de la industria japonesa, a partir de
1958 fue necesaria una gran incorporación de tecnología, lo
que fortaleció los vínculos económicos con Estados Unidos y
con Europa; c) junto con ese nuevo desarrollo industrial, los
mayores niveles de consumo de la población japonesa
demandaban volúmenes de materias primas y alimentos,
haciendo necesario diversificar y asegurar las fuentes de
aprovisionamiento.
3. Repunte y crecimiento en la década de los
años sesenta
El comercio amistoso.
En julio de 1960 un miembro del Comité Central del
Partido Comunista Chino fue a Japón con el fin de retomar el
comercio tras dos años de notoria baja. En el mes de agosto,
cuando el director de la Liga Sino-Japonesa para la Promoción
del Comercio visitó China, Zhou Enlai le presentó los
llamados “tres principios comerciales”, sobre los que se
debería basar el comercio entre China y Japón. Estos eran: 1)
firma de un acuerdo entre los dos gobiernos; 2) realización de
contratos privados; 3) especial consideración a los casos
80
RODOLFO MOLINA
particulares. De modo que, aunque desde China se insistía en
los tres principios políticos, estos tres principios comerciales
ponían de manifiesto la intención de seguir con acuerdos de
tipo privado hasta que se hicieran convenios gubernamentales.
A fines de 1960 comenzó, en relación con los “tres
principios comerciales”, lo que se conoció como “comercio
amistoso”, practicado sobre la base de tratos realizados en las
dos ferias de Cantón, en otoño y primavera, con comerciantes
japoneses avalados por organizaciones prochinas. En ese
momento, la mayoría de los comerciantes japoneses estaba
formada por pequeños empresarios ligados a organizaciones
de izquierda, aunque poco después grandes corporaciones
japonesas comenzaron a participar también en ese comercio
bajo la forma de firmas fantasmas creadas al efecto. De hecho
el comercio amistoso retomaba el comercio privado practicado
en el auge de los años cincuenta, pero ahora bajo condiciones
más ventajosas y con la participación disfrazada de algunas
grandes corporaciones, por lo que el valor del comercio fue
casi duplicándose de un año para el otro. En esa situación, en
mayo de 1962 el primer ministro Ikeda dio a conocer la
intención de conceder a las exportaciones a China la
posibilidad de pago diferido, tal como se practicaba con países
occidentales. Con ese antecedente, en el mes de septiembre fue
a Pekín Matsumura Kenzo, un político muy importante del
aparato del PLD, aunque poco conocido, ligado al mundo
empresario, quien ya conocía personalmente a Zhou Enlai; el
19 de septiembre ambos coincidieron en que: 1) la parte china
reafirmaba los tres principios políticos, los tres principios
comerciales, y el principio de la separación de la economía y
la política; 2) ambas partes expresaban su esperanza de
LAZOS COMERCIALES EN LA RELACIÓN SINO-JAPONESA
81
promover un mayor desarrollo del comercio y acordaban
normalizar gradual y acumulativamente las relaciones entre
Japón y China en lo político y lo económico. Matsumura
también conocía al ministro de Relaciones Exteriores, Chen Yi,
y se entrevistó entonces con Liao Chengzhi, miembro del
Comité Central del Partido Comunista chino30. En octubre fue
a China Takasaki Tatsunosuke quien, además de tener viejos
lazos con China, había negociado en 1953 el establecimiento
de la Japanese Indian Steel Corp y ya había visitado el país
unos meses antes. Puesto que era considerado en China como
persona representativa de los medios empresariales de Japón,
iba con el fin de dinamizar las bases sentadas por Zhou y
Matsumura. El 9 de noviembre hizo con Liao Chengzhi,
presidente de la Organización de Solidaridad con los Pueblos
Afroasiáticos, el llamado acuerdo Liao-Takasaki. El acuerdo
dio lugar al denominado comercio L-T, que cubrió el
quinquenio de 1963 a 196731.
El comercio L-T.
En cierto sentido, por la clase de productos y por los
montos negociados por grandes empresas japonesas, esta
forma de comercio retomaba la línea del nuevo tipo de
acuerdos privados que se había realizado en 1958, como el del
acero, pero que fueron suspendidos tras el incidente de la
bandera.
Bajo el sistema L-T, el comercio era negociado
anualmente permitiendo el pago diferido, y en general tenía un
carácter más político que el comercio amistoso, en tanto las
negociaciones correspondientes daban lugar a visitas mutuas
de funcionarios y de corresponsales de prensa. Con el
82
RODOLFO MOLINA
comercio L-T se esperaba que se alcanzara un intercambio
anual de hasta 100 millones de dólares, en parte financiados
por el ExImBank de Japón. Novedad importante de este
comercio fue que comenzaron a participar grandes
corporaciones japonesas, que trataron de proveer las plantas
industriales y los barcos que China necesitaba.
En agosto de 1963 fue vendida a China una planta de
vinilo de la empresa Kurashiki, en una operación financiada
por el ExImBank. La planta fue instalada en Pekín con ayuda
de la Asociación de Amistad Nipo-China y de la Asociación
de Amistad Sino-Japonesa (presidida por Liao Chengzhi).
Entonces, el gobierno de Taiwán protestó y llamó a su
embajador. En esa situación ocurrieron dos sucesos cuya
relación es confundida en artículos cortos, y a veces se termina
por suprimir uno de los dos sucesos de la cadena de
acontecimientos, con lo que queda desvirtuada la posibilidad
de realizar una evaluación adecuada 32. Esta vez los hechos
políticos y los económicos quedaron íntimamente confundidos.
Como en 1958, el desencadenante fue un hecho político: en
septiembre de 1963 un intérprete chino de una misión
comercial se refugió en la embajada de la URSS antes de que
su delegación partiera de vuelta a China, pero fue entregado a
las autoridades japonesas. No obstante, el gobierno taiwanés
empezó a presionar al gobierno de Japón para que no
entregase al intérprete a las autoridades chinas con el fin de
armar un gran escándalo. Como su petición no fue atendida,
Taipei llegó a retirar su embajador en Japón y a suspender la
compra de productos japoneses el día 11 de enero de 1964. E
incluso el 14 del mismo mes fue atacada la embajada japonesa
en Taipei. En esa situación, el gobierno japonés envió en
LAZOS COMERCIALES EN LA RELACIÓN SINO-JAPONESA
83
febrero al ex primer ministro Yoshida a apaciguar a Chiang
Kaishek. En una carta escrita en mayo a su vuelta a Japón y
dirigida al secretario general de la presidencia de Taiwán,
después conocida como “carta Yoshida”, se daban garantías de
que no habría otros créditos en el futuro como los otorgados en
1963 a China. Sin embargo, ante el éxito de aquel negocio, en
1964 se gestionaron las ventas de una planta textil de vinilo de
la empresa Nichibo y de un barco carguero de los astilleros
Hitachi. Cabe señalar que en algunos relatos se atribuye la
“carta Yoshida” al caso de Kurashiki, en otras se habla de
Nichibo y de Hitachi, como si hubieran ocurrido antes de la
“carta Yoshida”, y en la mayoría de las casos, curiosamente, se
deja fuera el asunto del intérprete que originó el viaje de
Yoshida. Nuevamente, la omisión, o la confusión, en la
sucesión de los acontecimientos puede impedir la
consideración adecuada de los hechos y que, como
consecuencia, otra vez, quede desdibujada la presión de
Taiwán. En este caso también parece aconsejable seguir la
versión en relato largo33.
Estando en trámite la gestión de los nuevos contratos, en
noviembre fue electo primer ministro Sato Eisaku (hermano de
Kishi Nobusuke). Puesto que en abril de 1964, en una
entrevista con el presidente del Comité Chino para la
Promoción del Comercio Internacional, había declarado su
interés por una política constructiva con China, mayor fue la
sorpresa cuando apenas elegido, a fines de noviembre de 1964,
negó la entrada a Japón al alcalde de Pekín y poco después, en
enero de 1965, el gobierno de Sato negó los créditos del
ExImBank para las ventas a China, ya en trámite 34 . Fue
entonces, en los debates parlamentarios sobre este caso,
84
RODOLFO MOLINA
cuando el primer ministro reveló el contenido de la “carta
Yoshida”. Sato era conocido como un político más cercano a
Taiwán, lo que quedó confirmado cuando en abril de 1965 le
concedió créditos por 15 millones de dólares. Al peso del
sector protaiwanés dentro de la política japonesa, se sumaba el
hecho de que la Keidairen (la patronal japonesa) no hubiera
manifestado entusiasmo por el comercio L-T, a pesar de la
intervención de grandes empresas y del apoyo del Ministerio
de Comercio Internacional e Industria (MITI, en aquel
entonces).
En cualquier caso, el valor del comercio bilateral había
pasado de alrededor de 22 millones de dólares en 1959 a 84
millones en 1962, bajo el comercio amistoso. Con el impulso
del comercio L-T, llegó a 137 millones en 1963, y a 310
millones en 1964, un crecimiento impresionante que se hizo
más notorio en 1965, cuando con 470 millones de dólares el
comercio de China con Japón superó al que aquella tenía con
la URSS. En tan notable incremento coincidieron condiciones
favorables en las dos partes. Al terminar de pagar las deudas
que tenía con la URSS y al iniciar su tercer plan quinquenal
(1963-1967), China pudo redimensionar sus tratos con otros
países y aumentar las compras. En 1964 fueron establecidas en
forma cruzada oficinas de enlace para el comercio L-T, y en
1965 la JETRO (Organización Japonesa para la Promoción del
Comercio Exterior) entró a participar en el comercio sinojaponés. Así, mientras en 1964 China era el socio comercial
número veintiuno de Japón, en 1965 pasó al quinto lugar y en
1966 al cuarto lugar, después de Estados Unidos, Australia y
Canadá; por otro lado, Japón se convertía en el primer socio
comercial de China 35 . No solo aumentaba el valor de las
LAZOS COMERCIALES EN LA RELACIÓN SINO-JAPONESA
85
exportaciones japonesas: en 1965, por primera vez desde 1950,
Japón fue acreedor en el balance comercial con China.
En otro ámbito, en enero de 1964 tuvo lugar el
reconocimiento de China por parte de Francia, y en 1965 las
importaciones chinas de Europa occidental aumentaron un 77%
respecto del año anterior mientras, en el sentido inverso, las
exportaciones chinas crecieron un 28 %; eso constituyó un
acicate mayor en la presión que los empresarios japoneses
hacían sobre su gobierno para poder operar con menos trabas
con China.
El intercambio aumentó notoriamente en los años
sesenta, debido en gran parte a las ventas de productos
metálicos y de acero a China. En 1966, China se convirtió en
el primer mercado externo de los productos químicos y
fertilizantes japoneses, y en segundo mercado del acero
japonés (después de Estados Unidos), lo que aparecía como
providencial para Japón, dados los problemas que entonces
presentaba la siderurgia japonesa y la tendencia a la
sobreproducción de fertilizantes en Japón, precisamente
cuando China necesitaba tanto de la producción interna como
de la importación de fertilizantes y otros productos para la
política de “la agricultura primero”.
En 1966 comenzó la Revolución Cultural en China. El 26
de octubre se disolvió la Liga Sino-Japonesa para la
Promoción del Comercio, después de diecisiete años de
funcionamiento, ya que unos días antes la dirigencia china y el
PCJ habían roto las buenas relaciones existentes hasta
entonces, perjudicando la situación de muchas empresas
ligadas al PCJ que comerciaban con China. A comienzos de
1967 creció la inquietud entre los empresarios japoneses por
86
RODOLFO MOLINA
las demoras en las operaciones de carga y descarga en el
puerto de Shanghai (en lugar de los dos o tres días habituales,
los buques estaban detenidos allí dos o tres semanas). Se buscó
implementar medidas para que los productos chinos fueran
embarcados aun si las autoridades chinas no podían
garantizarlo. La parte china dio su reconocimiento a la nueva
Asociación Japonesa para la Promoción del Comercio
Internacional, que hasta entonces se había ocupado del
comercio con los países socialistas en general; subsistieron
como intermediarias la Liaison Nipo-China de Comercio,
encargada del comercio L-T, y la Asociación Nipo-China de
Importadores y Exportadores, organización que estaba
apoyada por el gobierno japonés, pero a la que hasta ese
momento las autoridades chinas no le habían prestado mucha
atención. Entretanto, en Japón hubo problemas con empresas
de residentes chinos que participaban en el comercio con
China (aproximadamente unas cuarenta, incluyendo tres
grandes), a las que se acusaba de ser favorecidas por el
gobierno de Pekín. Por otro lado, el gobierno de Japón puso
restricciones a la permanencia de estudiantes chinos y aplicó
las reglas del CoCom a las exhibiciones de la Exposición
Científica Japonesa de Tianjin. Aunque, sin duda, la
Revolución Cultural afectó el desarrollo del comercio entre
ambos países, eso no ocurrió tanto como reflejo directo de los
desórdenes político-sociales sobre el trabajo (caso de los
estibadores). Lo cierto es que los mayores problemas se
produjeron por la ruptura entre el PCC y el PCJ, porque afectó
a las empresas ligadas a miembros del PCJ y también a las
asociaciones intermediarias en las que el PCJ ocupaba una
posición dirigente.
LAZOS COMERCIALES EN LA RELACIÓN SINO-JAPONESA
87
Pero es necesario destacar que a pesar de las posiciones
políticas y las medidas tomadas por una y otra parte, en la feria
de primavera de Cantón de 1967 se presentaron cincuenta
firmas más que en la feria anterior y que, más aún, por primera
vez se presentaron las grandes firmas japonesas en una feria,
es decir que las expectativas parecían seguir siendo altas.
El año 1967 terminó con otra alteración en el comercio, si
bien de un origen independiente de la relación entre Japón y
China. Fue la devaluación de la libra esterlina, moneda que
había sido desde 1950 la moneda de los intercambios.
Entonces dejó de serlo. Por un año, hasta diciembre de 1968,
se usó el franco, moneda que gozaba de la confianza de ambas
partes. Pero después de la crisis económica y política de ese
año en Francia, los banqueros franceses anunciaron que no
proveerían más francos a los bancos japoneses (quienes a su
vez los daban en crédito a los importadores). El dólar pasó a
ser la única moneda posible para el comercio de Japón con
China.
Cumplido en 1967 el término del Protocolo
Liao-Takasaki, no se llamó a renovarlo como correspondía una
vez vencidos los cinco años del convenio hecho en 1962. En
su lugar, a partir de marzo de 1968, se hicieron convenios
según un sistema de memorandos anuales al que se denominó
Comercio de Memorando, con la sigla MT (Memorand Trade)
para diferenciarlo del comercio L-T, también llamado de
protocolo, al que reemplazaba y al mismo tiempo continuaba.
No obstante, el valor negociado en 1968 dentro del MT fue
menor que la mitad del comercio del año anterior según el
sistema L-T. La realidad era que, para entonces, la mayor parte
del comercio se hacía nuevamente en base al sistema de
88
RODOLFO MOLINA
“firmas amistosas”; el relativo estancamiento del valor de esta
forma de comercio duró dos años, pues en 1969 el comercio
volvió a recuperar el nivel anterior más alto y creció
notoriamente en 1970, si bien el comercio de memorando
representaba entonces menos de un 10 % del comercio total.
En su momento, el carácter político del comercio L-T había
sido útil para dar lugar a la realización de algunos grandes
contratos, como los de las grandes plantas y barcos, pero el
gran volumen realizado en forma paralela por la vía del
comercio amistoso había mostrado que la misma dinámica del
crecimiento de cada parte podía sostener el comercio y que,
además, se hacía más evidente el interés de las grandes
empresas japonesas por entrar a participar de forma sostenida
en este comercio.
De hecho, las cifras de los montos totales de 1967 y 1968
pueden ser vistas, según el criterio empleado, como una caída
respecto de la del total de 1966 o como un relativo
estancamiento después de un año (1966) excepcionalmente
alto. Las características que tuvo la feria de 1967 y la pronta
recuperación del comercio bilateral parecen indicar que se
trató de esto último, ya que con la recuperación se intensificó
la actividad de las más grandes empresas japonesas para
participar en el comercio con China.
Los años anteriores a 1972.
En 1968 se anunció lo que se conoce como los tres
principios de Zhou Enlai 36 : a) China no comerciaría con
compañías que fueran pro-Taiwán o pro-Corea del Sur; b) no
comerciaría con las que invirtieran en Taiwán o Corea del Sur;
c) que cooperaran con Estados Unidos en guerras en Asia
LAZOS COMERCIALES EN LA RELACIÓN SINO-JAPONESA
89
(Vietnam). A eso, después, en 1970, se agregó el cuarto
principio: quedarían fuera las que participaran en
joint-ventures con Estados Unidos.
A pesar de la leve disminución del comercio bilateral
respecto de 1967, y de la baja en las importaciones japonesas
de China en 1968, este fue un año récord para las
exportaciones de Japón a China: 325 millones de dólares, un
32 % más que en el año anterior, de los cuales el 41 %
correspondía al acero. China era un mercado esencial para la
producción japonesa de acero, y Japón era un proveedor
esencial de China37.
Los alimentos, que habían constituido uno de los rubros
principales de las importaciones japonesas de China, bajaron
del 41 % en 1966 al 28 % en 1971. Las materias primas eran
en 1970 casi la mitad de las importaciones japonesas de China.
Soja y seda fueron dos productos que se incrementaron entre
1969 y 1971, llegando al doble de 1960. El carbón volvió a
declinar desde 1967. En cambio, aumentaron las
importaciones de productos químicos, brea, lacas, cera,
alcoholes, polifenol, vainilla, alcanfor, carbonato de calcio y
otros; también crecieron las de productos textiles,
principalmente telas y ropa de seda, así como las de muebles y
pinturas. Ocurría que al mismo tiempo que los niveles de
consumo de los japoneses se diversificaban, China iba
pudiendo exportar una cierta proporción mayor de algunos
productos de su industria. En abril de 1970 se hizo otro
memorando de comercio por un monto anual menor al anterior.
Ese año solo supuso el 8,7 % del comercio total entre los dos
países. Pero esto no es un indicador del estado general de las
relaciones, ya que si bien representaba 70 millones, el
90
RODOLFO MOLINA
comercio total entre China y Japón sobrepasó los 820 millones
de dólares, contando el comercio amistoso y otras formas 38. A
lo largo de la década, el incremento del comercio bilateral fue
impresionante: de 137 millones en 1963 se pasó a 310 en 1965,
y a 621 en 1966; descendió a 557 millones en 1967 y bajó más,
a 549 millones en 1968, pero se recobró ampliamente en 1969
cuando el total alcanzó 625 y siguió aumentando, hasta 822
millones de dólares en 1970.
A partir de la recuperación del comercio bilateral de 1969,
se hizo evidente que las pequeñas firmas ya no podrían llevar
el mayor peso del intercambio y que las grandes empresas
japonesas estaban cada vez más interesadas en él. Aun así, la
política volvió a obstaculizar otra vez la tendencia al
incremento del comercio cuando algunas grandes empresas
rechazaron los principios de Zhou Enlai; no obstante, las
siderúrgicas y las grandes compañías de comercialización
dieron autonomía a sus subsidiarias para comerciar con China.
Además, algunas grandes empresas dejaron el Comité de
Cooperación con Taiwán y el Comité de Cooperación con
Corea del Sur. Si bien, por otro lado, también hubo casos en
que China canceló contratos por problemas con el
cumplimiento de los principios.
La situación internacional apuntaba hacia el acercamiento
a China. Al conocerse en enero la propuesta de
establecimiento de relaciones diplomáticas entre Italia y China,
los comerciantes japoneses temieron la posibilidad de que
Washington y Pekín pudieran arreglarse sorpresivamente
(como en efecto ocurrió), dejando a Japón sin oportunidades
económicas. Aunque Sato dio en 1969 muestras reiteradas de
buscar un acercamiento a China, el gobierno de este país se
LAZOS COMERCIALES EN LA RELACIÓN SINO-JAPONESA
91
negó a tratar con él, y con más firmeza después del
comunicado Sato-Nixon, de noviembre de 1969, según el cual
la “seguridad de la zona de Taiwán era, asimismo, un factor
importante para la seguridad de Japón” 39, lo cual se hacía
intolerable para China. En realidad, el cuarto principio sobre el
comercio China-Japón, enunciado por Zhou en 1970, era tanto
un intento por lograr un mejor manejo de este comercio como
de presionar a Japón y a Estados Unidos.
En 1970 Italia y Canadá reconocieron a China,
estableciendo relaciones diplomáticas. La tendencia
internacional era clara. El asunto de cómo Estados Unidos
hizo su contacto con China sin consultar con Japón es bien
conocido40. En 1971 Kissinger fue a China y en la Asamblea
de las Naciones Unidas de ese año se decidió la incorporación
de China y la salida de Taiwán. Ese año la actividad política
entre Japón y China fue intensa. En junio y julio una
delegación del Partido Komei (Komeito, en japonés) fue a
China. En agosto, Wang Kuo Chuan, vicepresidente de la
Asociación de Amistad Sino-Japonesa fue a Japón a los
funerales de Matsumura Kenzo, lo que dio lugar a diversas
entrevistas políticas. En septiembre y octubre delegaciones de
la Liga de Parlamentarios para las Relaciones Nipo-Chinas
visitaron China. Desde abril de 1970 y a lo largo de 1971, el
mensaje de la parte china reiteraba la necesidad de normalizar
las relaciones. Así las cosas, las visitas japonesas a China no
cesaban. En octubre, fue una delegación de empresarios de
Kansai (la región oeste de Japón más tradicionalmente
vinculada con el comercio con China); en noviembre fue una
de empresarios de Tokio, y también visitaron China los
alcaldes de Tokio y de Yokohama. Por primera vez, la
92
RODOLFO MOLINA
renovación del memorando de comercio para el año siguiente,
1972, se hizo antes de que terminara el año anterior, en 1971.
Balance.
En el comercio de los años sesenta es posible observar
que: a) desde 1960, y particularmente desde 1962 en adelante,
así como quedaban en evidencia los factores limitantes,
también quedaban de relieve las oportunidades de expansión y
que cualquier posibilidad que se abriera podía dar lugar a un
gran crecimiento; b) en 1967, en unos pocos meses, el
comercio llegó a un nivel comparativamente bajo, en
coincidencia con dos factores principales: 1) que aun dentro de
la misma política básica seguida desde hacía más de una
década, en China y en Japón se había agudizado la tendencia
gubernamental de izquierda y de derecha respectivamente; y
2) la situación monetaria internacional de ese año, que se hacía
especialmente sensible en las condiciones en que se realizaba
el comercio sino-japonés, por la necesidad de tener que
recurrir a una tercera moneda, ya que Japón no aceptaba usar
yenes.
Por otro lado, es importante notar que la existencia de un
comercio anterior y su progreso en los años inmediatamente
anteriores a 1972 permitieron que, entre todos los aspectos de
la normalización de las relaciones oficiales, los acuerdos
comerciales fueran los primeros en lograrse. Después del
memorando interino de 1972, el primer acuerdo oficial se
firmó en enero de 1974, válido por tres años y prorrogable si
ninguna de las dos partes daba aviso de la intención de
terminarlo. Mediante ese tratado se arreglaron cuestiones que
antes habían provocado inconvenientes: la cláusula de la
LAZOS COMERCIALES EN LA RELACIÓN SINO-JAPONESA
93
nación más favorecida, la forma y los medios de pago, la
promoción de intercambio técnico y exposiciones. En ese
momento quedaron pendientes cuestiones como la del registro
de marcas, protección de propiedad industrial, visitas de
empresarios y procedimientos de arbitraje. Pero esa misma
postergación de los aspectos técnicos del comercio más
difíciles de resolver ponía en evidencia el interés de las dos
partes por lograr acuerdos para un pronto desarrollo de sus
respectivos intereses. Resolver la cuestión del registro de
marcas y protección industrial llevaría tiempo ya que, desde
varios años atrás, China copiaba productos extranjeros sin
tener en cuenta las prácticas comerciales habituales. Por el
contrario, la del arbitraje no ofreció tanta dificultad, porque ya
había experiencia en la materia desde el primer acuerdo
privado.
Conclusiones
Sin duda, el comercio sino-japonés entre 1949 y 1972
estuvo limitado por las condiciones de Guerra Fría, las cuales
no se vieron tanto en que cada parte tomara una posición
representativa de bloque, sino que actuaron en las presiones
ejercidas sobre Japón; entre ellas, en primer lugar, la
imposibilidad de establecer relaciones diplomáticas. En esas
condiciones, el comercio fue el medio principal de las
relaciones entre China y Japón, pues se convirtió en el
principal medio de los contactos privados, oficiosos y oficiales.
Más allá de la importancia de los montos, los volúmenes y los
productos particulares objeto del comercio, fue importante el
94
RODOLFO MOLINA
hecho mismo de que el intercambio bilateral se realizara. Por
otro lado, es posible observar que las disminuciones repentinas
tuvieron causas políticas, mientras los incrementos notorios y
sostenidos tenían causas económicas, motivadas por las
condiciones de cada una de las partes. También es posible
distinguir las limitaciones generales de este comercio de las
variaciones concretas que tuvieron lugar dentro de esos límites,
como fueron los cambios debidos a la política de China que
afectaron al comercio, pero los límites últimos y más estrictos
al comercio fueron dictados desde Washington y por la
necesidad japonesa de atender los reclamos de Taiwán.
Aunque el principio de separación del comercio de la política
perdía validez en un caso crítico, fue posible, por otro lado,
que el comercio entre Japón y China se incrementara de modo
no previsto, como ocurrió en 1965, en razón de las
condiciones de cada una de las partes y de otras circunstancias
coadyuvantes. Igualmente, es interesante notar que, en la
preeminencia de ciertos rubros y en las variaciones en su valor,
se podría leer cuáles eran las necesidades de cada una de las
partes y el estado mismo de su economía, ya que fue un
comercio ligado directamente al estado evolutivo de la
economía de cada una de ellas. Del mismo modo, se podría ver
en este comercio bilateral cuáles eran las expectativas de cada
parte, expresadas tanto a través de las formas que asumía el
comercio como de quienes intervenían o mediaban por cada
lado.
En otro orden de cosas, en el carácter absoluto que ocupa
la Guerra Fría en textos que abordan el tema, cabría observar
una postura del autor acerca de dicho período: la que se refleja
en el tipo de acontecimientos seleccionados y en la manera de
LAZOS COMERCIALES EN LA RELACIÓN SINO-JAPONESA
95
presentarlos. En el orden explicativo también, pero traído
ahora a la situación actual, se podría ver que, en realidad, la
ola de inversiones y de comercio de Japón con China tras el
llamado “ascenso de China” constituye, sin duda, un salto
significativo en sus relaciones económicas, pero que estas ya
tienen antecedentes de notoria adaptabilidad, práctica de
resolución de conflictos y crecimiento, aun dentro del mundo
bipolar de la Guerra Fría.
1
Entre los pocos, en español, véase: Martín de la Escalera, Carmen,
“Las relaciones de la República Popular China y Japón”, Revista de
Política Internacional, 123 (1972), pp. 55-70. En el desarrollo del
texto se hace referencia a otros trabajos que son presentados en las
notas que siguen, particularmente los contemporáneos del período
abordado.
2
Importantes aspectos de la situación de posguerra en el este de
Asia son señalados en: Cumings, Bruce, “Japan‟s Position in the
World History”, en Andrew Gordon (ed.), Potswar Japan as History,
Berkeley: University of California Press, 1993, pp. 35-52.
3
Iriye, Akira, “Chinese-Japanese Relations, 1945-90”, The China
Quarterly, 124 (1990), p. 624.
4
Puede encontrarse un análisis de las relaciones sino-japonesas que
imbrica las dimensiones política y económica en: Leng Shao-Chuan,
“Japanese Attitudes toward Communist China”, Far Eastern Survey,
27. 6 (1958), pp. 81-89; y Leng Shao-Chuan, Japan and Communist
China, Kyoto: Doshisha University Press, 1958.
5
Entre ellos: Jan, George P, “Japan‟s Trade with Communist
China”, Asia Survey, 9.12 (1969), pp. 900-918; Sun, Norman, “Trade
Between Mainland China and Japan under the „L-T‟ Agreements”,
Hong Kong Economic Papers, 1968.4 (1968), pp. 57-71; Matsui,
96
RODOLFO MOLINA
Kiyoshi, “Some Notes on Japan‟s Foreign Trade”, Kyoto University
Economic Review, 17.2 (1957), pp. 19-55; Ueda Toshio, “The
Outlook for Relations With Communist China”, Japan Quarterly,
13.3 (1966), pp. 293-300.
6
Sobre la participación de organizaciones empresariales japonesas
en este comercio se puede consultar: Ogata, Sadako, “The Business
Community and Japanese Foreign Policy: Normalization of
Relations with the People‟s Republic of China”, en Robert A.
Scalapino (ed.), The Foreign Policy of Modern Japan, Berkeley:
University of California Press, 1977, pp. 175-203.
7
Acerca del abastecimiento antes de 1945 véase: Basic Materials
Division, Coals and Metals in Japan’s War Economy, The United
States Strategic Bombing Survey, 1947, disponible en formato
electrónico en
http://www.archive.org/steam/coalsmetalsinjap36unit/coalsmetalsinj
ap36unit_djvu.txt.
8
Jan, “Japan‟s Trade with Communist”, p. 901.
9
SCAP indicaba el cargo del comandante (en particular suele aludir
a MacArthur), pero en el uso corriente ha pasado a significar también
el conjunto de la administración de la Ocupación, especialmente las
secciones en que se tomaban las decisiones.
10
El motivo aducido por Estados Unidos fue que “Japón era el país
que más se había beneficiado de la guerra de Corea (¡!)”, en:
Halliday, Jon y Gavan McCormack, El nuevo imperialismo japonés,
Madrid: Siglo XXI, 1975, p. 147.
11
Cohen sostiene que fue por la entrada de China en la guerra de
Corea. Cohen, Jerome, “Japan‟s Foreign Trade Problems”, Far
Eastern Survey, 21.16 (1952), p. 167. Otros autores lo adjudican al
fenómeno mismo de esa guerra.
12
Jan, “Japan‟s Trade with Communist”, pp. 903-906.
LAZOS COMERCIALES EN LA RELACIÓN SINO-JAPONESA
97
13
Tao Wenzhao, “Embargoes and Anti Embargoes: A Critical
Conflict in Sino-American Relations in the 1950s”, Chinese
Academy of Social Sciences, marzo 1997, disponible en formato
electrónico en
http://bic.cass.cn/english/%20InfoShow/Arcitle_Show._Forum1_Sho
w.asp?ID=233&Title=CurrentTrends%20and%20Thoughts&strNavi
gation=Home%3EForum%20%3EInternational%20studies%28Amer
ica%29&BigClassID=4&SmallClassID=6.
14
No confundir esta “carta Yoshida” (Yoshida letter), enviada a J. F.
Dulles en 1951, con la otra, “carta Yoshida” enviada al gobierno de
Taiwán en 1964.
15
Hsiao, Gene T., “The Sino-Japanese Rapprochement: A
Relationship of Ambivalence”, The China Quarterly, 57 (1974), p.
101.
16
Sobre los ambivalentes movimientos de Yoshida véase: Ferreti,
Valdo, “Yoshida‟s Ideas on China after the Dulles-Morrison
Agreement and its Relevance for Anglo-Japanese Relations”, en San
Francisco: 50 Years On Part Two, Discussion Paper No.IS/01/426,
London School of Economics and Political Sciences, septiembre de
2001, http://sticerd.lse.ac.uk/dps/is/IS426.pdf.
17
En el siguiente apartado se trata sobre los denominados acuerdos
privados.
18
Braddick, C.W., “Against the Grain: Prime Minister Ishibashi
Tanzan and the „China Question‟”, Social Science Japan, 12 (1998),
Disponible en formato electrónico en:
http://newslet.iss.u-tokyo.ac.jp/ssj12/index.html.
19
Ibídem.
20
Una versión del incidente con muchos datos en: Hsiao, Gene T.,
The foreign trade of China: policy, law, and practice, Berkeley y
Los Ángeles: University of California Press, 1977, pp. 41-51.
21
Ibídem, p. 41.
98
RODOLFO MOLINA
22
Lee, Chae-Jin, China and Japan: new economic diplomacy,
Stanford: Hoover Institution Press, 1984, p. 5.
23
Ibídem.
24
Véase cuadro “Evolución del comercio” más abajo.
25
Leng, Japan and Communist China, pp. 57 y 151.
26
El gobierno de la Revolución china tenía al principio dos cuentas
para el comercio con el SCAP, una de gobierno a gobierno y otra
para comerciantes chinos privados: Feraru, Arthur N., “Japanese
Trade with China”, Far Eastern Survey, 18.17 (1949), p. 200 (hay
que recordar que la Revolución china no acabó inmediatamente con
la clase de los empresarios chinos).
27
Leng, Japan and Communist China, pp. 57 y 139-149.
28
Halliday y McCormack, El nuevo imperialismo, p. 150.
29
Matsui, “Some Notes on Japan‟s”, p. 54.
30
Eran varios los funcionarios chinos que habían estudiado en Japón,
incluido Zhou Enlai (allí se unió a organizaciones de estudiantes
chinos nacionalistas y conoció el marxismo). Liao Chengzhi nació y
recibió gran parte de la educación en Japón. A su vez, Takasaki
Tatsunosuke y otros varios empresarios japoneses habían pasado su
juventud en China. Había en ambas partes funcionarios con historias
de vida semejantes, con conocimiento anterior del otro país directo e
íntimo.
31
Un análisis económico estricto del comercio L-T en: Sun, “Trade
Between Mainland China”, pp. 61-71.
32
Hsiao, The foreign trade of China: policy, law, pp. 52-55.
33
Ibídem, pp. 51-60.
34
Clark, Gregory, “Sino-Japanese Relations. An Analysis”, The
Australian (abril 1971), http://www.gregoryclark.net/sinoan.html.
LAZOS COMERCIALES EN LA RELACIÓN SINO-JAPONESA
35
99
Lee, China and Japan: new economic, p. 7.
36
Hay que distinguir estos principios de Zhou Enlai de los tres
principios políticos y de los tres principios comerciales que fueron
presentados a los japoneses en 1958 y 1960.
37
Lee Chae-Jin, China and Japan: new economic diplomacy, p. 33.
38
Halliday y Mc Cormack, El nuevo imperialismo, p. 149.
39
Hsiao, The foreign trade of China: policy, law, p. 57.
40
Para un tratamiento minucioso de las negociaciones para la
normalización y del tratado de Paz y Amistad, véase: Ogata, Sadako,
Normalization with China: A Comparative Study of U.S. and
Japanese Processes, Berkeley y Los Ángeles: University of
California Press, 1988.
DOI 10.3994/RIEAO 2010.01.011
Revista Iberoamericana de Estudios de Asia Oriental (2011) 4:
EL REQUIEM DE MORIMURA YASUMASA
Julio César Abad Vidal*
Resumen: Morimura Yasumasa 森 村 泰 昌 (Osaka, 1951) es un
fotógrafo y performer japonés que ha venido desarrollando desde 1985
una de las más destacadas trayectorias internacionales consagradas a la
práctica del apropiacionismo. La labor de Morimura se centra, en ese
sentido, en la recreación de obras célebres de la pintura occidental, y
japonesa en menor medida, en todos los casos asumiendo la integridad
de los papeles que aparecen en escena, lo que le exige una extraordinaria
planificación y caracterización. Morimura ha posado, asimismo, para
imitar a actrices occidentales, con particular pertinacia, a Marilyn
Monroe.
Los últimos años, empero, Morimura ha tomado como base para su
trabajo no tanto obras de arte cuanto imágenes históricas, a través de la
recreación de instantáneas que han obtenido un status icónico en un
mundo como el nuestro, saturado de imágenes hasta la extenuación. El
*
Julio César Abad Vidal es doctor en Estética y Teoría de las Artes y
miembro del Grupo de Investigación Asia. Ha dedicado su tesis doctoral a la
teoría y la práctica del apropiacionismo.
102
JULIO CÉSAR ABAD
presente ensayo se dedicará a la exploración de este mecanismo en la
reciente obra de carácter histórico de Morimura Yasumasa.
Abstract: Morimura Yasumasa 森 村 泰 昌 (Osaka, 1951) is a
Japanese photographer and performer who has been developing since
1985 one of the most outstanding international careers devoted to the
practice of the appropriation. Morimura’s work focuses on both the
recreation of famous works by Western painters; and to a lesser
extent by Japanese artists. In all his work he assumes all roles
appearing on the scene, which require special planning and
characterization. Morimura has also posed imitating Western
actresses his favorite impersonation being Marilyn Monroe.
However, in recent years Morimura has taken as inspiration for
his appropriations fewer works of art. Instead he has taken historical
images through the recreation of pictures that have achieved an
iconic status in our world, a world saturated to the limit of
suffocation by images. The present essay is devoted to the
exploration of this mechanism in Morimura Yasumasa’s recent
work, a work of a strong historical character.
Introducción
El apropiacionismo consiste en la incautación de
imágenes previas, procedentes de la historia del arte, a las que
se somete a una posterior y significativa manipulación. Pese a
que en muchas latitudes y en varias décadas anteriores existen
ejemplos de estas prácticas, lo cierto es que la popularización
académica y crítica de los fenómenos apropiacionistas no se
produce hasta comienzos de la década de los ochenta del
EL REQUIEM DE MORIMURA YASUMASA
103
pasado siglo, con el enaltecimiento en la escena artística
norteamericana de la obra de unos autores con relaciones de
proximidad entre sí, como atestigua el hecho de que sus obras
se presentaran conjuntamente en exposiciones colectivas, que
basaban su trabajo en una iconografía tomada de la publicidad
y del arte fotográfico. En Estados Unidos se origina entonces
un debate crítico que hace del término appropriation
(“apropiación”) una suerte de divisa generacional. Entre los
artistas más destacados por la crítica del momento se
encontraban Cindy Sherman, Vincent Leo y Sherrie Levine.
Leo y Levine proceden a la toma de referencias explícitas, en
concreto de obras de fotógrafos precedentes. La apropiación
que realiza Sherman se dirige, en cambio, a diversos modelos
de representación, para lo que se autorretrata disfrazada e
imitando la pose de diferentes estereotipos femeninos
presentes en los medios de comunicación de masas,
particularmente en la publicidad gráfica y el cine, tales como
la chica de pueblo llegada a la gran ciudad, la prostituta o la
estrella del mundo del espectáculo1.
El artista japonés Morimura Yasumasa combina en su
trabajo ambas prácticas. En primer lugar, la apropiación de
referentes icónicos ajenos, al igual que Leo y Levine (aunque
en su caso, mayoritariamente de obras pictóricas y no
fotográficas), y en segundo lugar, los mecanismos teatrales de
Sherman, aunque Morimura es un fotógrafo ciertamente
mucho más meticuloso y virtuoso en sus recreaciones que
aquella. Y es que Morimura es de los discípulos que ha
superado ampliamente al maestro 2 . No obstante, el propio
Morimura ha reconocido haber partido para su trabajo del
realizado por Sherman, como ha explicitado en su
104
JULIO CÉSAR ABAD
caracterización de aquella como su “hermanita” (Morimura
nació tres años antes que Sherman). Así lo afirma el título de
su obra To my Little Sister: for Cindy Sherman (1998,
fotografía en color, 66 × 120 cm), en la que ha recreado la
fotografía de Sherman Untitled #96 (1981, fotografía en color,
61 × 122 cm), donde esta se ha autorretratado como una
muchacha que, tumbada en el suelo, sujeta un recorte de un
periódico, concretamente de la sección de contactos3.
El trabajo de Morimura cuenta no solo con una amplia
proyección en su país natal, donde expone con regularidad su
trabajo en individuales (tanto de carácter institucional como
comercial)4 y colectivas, sino que es, asimismo, uno de los
artistas japoneses vivos más reconocidos internacionalmente5.
Licenciado en Bellas Artes por la Universidad de Kioto en
1978, su primera obra apropiacionista data de 1985, cuando se
autorretrató en una fotografía que consistía en una cita
prácticamente textual, salvo por la presencia de los ojos del
fotógrafo, de un autorretrato de Vincent van Gogh 6, una de
cuyas diez copias atesora el Kokuritsu Kokusai Bijutsukan 国
立国際美術館, Museo Nacional de Arte Internacional de su
ciudad natal, Osaka, consagrado a la muestra de obras de arte
contemporáneo7. Desde entonces, Morimura ha recreado la
obra de una extensa nómina de pintores. Pero en la mayoría de
los casos se trata de obras de artistas occidentales 8. Morimura
ha dedicado, por ejemplo, series de autorretratos a artistas que
hicieron de este género uno de sus caballos de batalla, como
Rembrandt (en 1994) o Frida Kahlo (en 2001) y ha sido,
asimismo, uno de los innumerables artistas contemporáneos
que han tomado la obra de Goya como punto de partida para
reflexionar sobre la condición calamitosa de nuestros tiempos,
EL REQUIEM DE MORIMURA YASUMASA
105
asumiendo la recreación, entre otros motivos, y de manera
programática, de algunas obras de la serie de aguafuertes
goyescos titulada Caprichos9.
Morimura no es únicamente el artista japonés que más
extensivamente se ha ocupado de las prácticas apropiacionistas,
sino que la prolijidad de su obra, su exclusividad temática y la
profundidad y el virtuosismo de sus escenificaciones permiten
calificarle como el más destacado artista recreador del mundo.
Una de las facetas más destacadas de la obra de Morimura
estriba en la colisión de códigos que ofrece. La fotografía
recrea pintura, un japonés habita una escena occidental, un
autor vivo ocupa el lugar de un artista fallecido, en muchos
casos, siglos atrás. Morimura se ha disfrazado y maquillado
con una capacidad mimética extraordinaria. Empero, su
presencia es siempre patente para su espectador. Su rostro y su
físico, que sabemos pertenecen a un sujeto masculino japonés,
y al que podemos acompañar en su evolución desde 1985
hasta el presente, se han ocupado con pertinacia de la
recuperación de semblantes y modas occidentales, una de las
características cruciales de su argumento. Morimura se define
como un hijo de la posguerra, una posguerra que, en el caso
japonés, se caracteriza por una ocupación cultural exógena,
norteamericana, en concreto. Así, pese a que únicamente en
las series últimas de Morimura la historia ocupa un lugar
protagonista, la reciente historia de Japón (el Japón de la
derrota bélica) se constituye en uno de los lugares centrales, si
bien implícitos, de su ideario estético. Pero si en el pasado la
delectación estética de estas obras parecía no constituir crítica
alguna hacia Occidente (más que en una perspectiva de
género), sus últimas obras, que componen una extensa serie
106
JULIO CÉSAR ABAD
titulada Requiem, se dirigen de manera explícita a este
cuestionamiento. Y en el proceso, Morimura ha adoptado
como sujeto central una personalidad tan compleja, discutida e
influyente como la del escritor Mishima Yukio. Y, en concreto,
del último Mishima, del Mishima de un nostálgico
ultranacionalismo. La profundidad de esta relación requiere un
espacio del que no disponemos en el presente estudio, pero a
título introductorio sí se presentarán brevemente algunas notas
para su comprensión.
1. El siglo XX: lo cruento, lo luctuoso y lo
fotografiado
En la extensa serie de trabajos titulada Requiem, sobre la
que nos ocupamos en este ensayo, Morimura ha sintetizado la
historia del siglo XX, que ha reinterpretado con su cuerpo y su
rostro, deteniéndose ante acontecimientos luctuosos tanto en el
interior como en el exterior de su país. Morimura comenzó a
presentar las obras de su serie Requiem en Tokio, con la
inauguración en la galería シュウゴアーツ (Shugo Arts), el
11 de noviembre de 2006, de la exposición titulada Rekka no
kisetsu / Nanimonokaheno Rekuiemu - Sono ichi 烈火の季節
なにものかへのレクイエム · その壱 (La estación de la
conflagración. Un réquiem para alguien. Primera parte). Como
declaró entonces a los medios de comunicación y hacía,
asimismo, explícito el nombre de la muestra, Morimura
alumbraba el proyecto de continuar en obras sucesivas las
líneas de trabajo ofrecidas en aquella. En efecto, Morimura
habría de continuar desarrollando esta serie hasta 2010. Cinco
EL REQUIEM DE MORIMURA YASUMASA
107
años de trabajo dados por concluidos con la inauguración, el 11
de marzo de 2010, de la exposición Nanimohaheno Rekuiemu.
Senchô no chôjô no geijutsu なにものかへのレクイエム −戦
場の頂上の芸術−戦場の頂上の芸術− (Un réquiem para
alguien. Arte sobre la cima del campo de batalla), en el
Tôkyô-to Shashin Bijutsukan 東 京 都 写 真 美 術 館 , Museo
Metropolitano de Fotografía de Tokio, el más importante centro
expositivo dedicado al arte fotográfico en Japón10.
Una característica otorga unidad al conjunto de la serie,
compuesta por un total de siete vídeos y treinta y seis
fotografías. Se trata de la circunstancia de que todas las
imágenes hacen referencia a acontecimientos históricos,
personajes del mundo de la política o de las artes, o a obras
cinematográficas, todos ellos del siglo XX. El título ofrece dos
referencias luctuosas: los sustantivos referentes al campo de
batalla y el término latino bajo el que se adscriben las
creaciones dedicadas a la reflexión sobre la muerte con un
matiz sensiblemente piadoso (requiem) 11 . De este modo,
Morimura ofrece ya las primeras claves interpretativas de su
serie. Su trabajo, anuncia, se ocupará de la muerte. Y de la
muerte de personajes bien conocidos, que ha sido
frecuentemente violenta o autoinfligida.
El siglo XX sobre el que reflexiona Morimura es un
período histórico resumido en hitos belicistas, fanáticos,
desesperados o planificados, llevados a cabo, en todos los
casos, por hombres. Morimura se ha referido frecuentemente a
esta serie estableciendo una nítida distinción entre la
personalidad de los seres humanos, aquellos delicados y
amables, bajo la égida de la diosa Amaterasu-Ômikami 天照
大御神 (recordemos que hasta la serie Requiem, Morimura
108
JULIO CÉSAR ABAD
había recreado con particular contumacia modelos femeninos)
y los violentos e irrefrenables, impulsados por el dios Susano
須佐之男12.
2. Belicismo y derrota en Japón
Algunas de estas imágenes se ocupan directamente de la
historia japonesa de la derrota. La más ilustrativa consiste en
la recreación de una fotografía del emperador junto a
MacArthur. Como resulta bien conocido, la derrota de la
Segunda Guerra Mundial (anunciada radiofónicamente por el
emperador Hirohito, sin aludir a este concepto, el 15 de agosto
de 1945) y, fundamentalmente, una subsiguiente y
trascendental declaración imperial transmitida, asimismo, por
radio, el 1 de enero de 1946, marcaron una cesura definitiva
respecto de la creencia de que la autoridad imperial
descansaba en una legitimidad teocrática. Un teocentrismo que
se había erigido en una construcción teológico-política nada
menos que en la primera obra de las letras niponas: el Kojiki 古
事記13.
En su alocución radiofónica del 1 de enero de 1946, el
emperador Hirohito 裕 仁 (en términos oficiales, Shôwa
Tennô 昭和天皇)14 se mostraba partidario de la pacificación
como la única alternativa a un conflicto que, según afirmaba,
llevaría, de dilatarse, al fin de la humanidad. En su declaración,
aceptaba finalmente las condiciones del protocolo aprobado en
la conferencia de Potsdam, acordado por Estados Unidos,
Gran Bretaña y la Unión Soviética, tras las reuniones
mantenidas entre el 17 de julio y el 2 de agosto del año
EL REQUIEM DE MORIMURA YASUMASA
109
anterior. Pero esta claudicación, que reducía la soberanía
japonesa al archipiélago frente a los avances expansionistas
desarrollados en Asia Oriental durante los años anteriores,
suponía, y pese a la afirmación de la fe en el carácter
imperecedero de la sagrada tierra japonesa (shinshû no
fumetsu wo shinji 信州の不滅を信じ), asimismo, la renuncia
a la inviolabilidad del emperador, cuya autoridad quedaba
sujeta a la del comandante supremo de las Fuerzas Aliadas.
Este mensaje se produjo cuatro meses y medio con
posterioridad a las conclusiones de Potsdam, y tres meses y
medio a la publicación de la fotografía de Hirohito junto a
MacArthur, una ilustración elocuentísima de la derrota. La
fotografía retrata a Hirohito en su entrevista con el general
Douglas MacArthur, comandante supremo de las Fuerzas
Aliadas, el 27 de septiembre de 1945. La elección de
Morimura de este documento para su recreación en 201015
resulta particularmente significativa, por cuanto la fotografía
retrata a un Hirohito enclenque y de corta estatura,
extraordinariamente rígido e incómodo frente a un distendido,
triunfante y casi hercúleo MacArthur. Simbólicamente, como
pudo ser sentido por los ciudadanos nipones de entonces, esta
bajada a la tierra del emperador no podría haber sido más
humillante16. Cincuenta y cinco años con posterioridad a la
derrota, la recreación de esta fotografía, desacralizadora y aun
traumática, excita en el espectador (y particularmente en los
ciudadanos japoneses) la conciencia de cuánto se ha
modificado la identidad y la construcción histórica de la figura
imperial, un asunto en modo alguno banal para quienes
vivieron en el Japón de la inmediata posguerra y aun para los
nacidos ulteriormente.
110
JULIO CÉSAR ABAD
Morimura ha incluido en Requiem una recreación de una
nueva imagen que se ocupa directamente de la derrota nipona.
Se trata de la fotografía tomada el 14 de agosto de 1945 por
Alfred Eisenstaedt en Times Square, Nueva York, que celebra
la victoria de Estados Unidos sobre Japón17. La instantánea fue
publicada el 27 de agosto de 1945 por la revista Life. En primer
plano, un soldado besa apasionadamente a una joven en un
telón de fondo festivo. No existe en la imagen asomo alguno de
escarnio hacia los perdedores, como tampoco existe referencia
alguna a la identidad de estos, por lo que la imagen podría
constituirse en un emblema intemporal de la confianza
norteamericana en sus propicias capacidades militares. No
obstante, en la recreación de Morimura se ha introducido un
elemento exógeno y perturbador que va más allá de haberse
autorretratado como vencedor. Así, en el término central
derecho, la mirada del espectador es sorprendida por un papel
recortado, sobre el asfalto, en el que se lee “SEPT 11 2001”, una
inequívoca referencia al ataque lanzado el 11 de septiembre de
2001 contra el World Trade Center, cuyas consecuencias
geopolíticas están lejos de poder ser juzgadas con propiedad y
definitivamente. La introducción de una referencia de tamaña
gravedad destruye el carácter festivo de la fotografía original,
estableciéndose en esta obra la distorsión semántica más
desestabilizadora de cuantas ha acometido Morimura en la
integridad de su serie Requiem.
Junto a estas dos recreaciones de sendas imágenes que
versan, aun de modo tan distinto, sobre la derrota bélica
japonesa en la Segunda Guerra Mundial, Morimura se ha
ocupado de la escenificación de otro episodio de la historia de
Japón posterior a la rendición. Un episodio ultranacionalista.
EL REQUIEM DE MORIMURA YASUMASA
111
Se trata de la recreación del asesinato de Asanuma Inejirô 浅沼
稲次郎 a manos del joven ultranacionalista Yamaguchi Otoya
山口 二矢 el 12 de octubre de 1960, que fue registrado por la
cámara de Nagao Yasushi 長 尾 靖 , del diario Mainichi
Shinbun 毎日新聞, con la que obtuvo el Premio Pulitzer, el
primero concedido a un profesional japonés18. Una acción que
Morimura ha recreado, en dos de sus primeras obras de la serie
Requiem, partiendo de sendas fotografías19.
La mirada de Morimura hacia la historia contemporánea
de su país carece de condescendencia y se ocupa abiertamente
de episodios sobre los que a menudo se pasa de puntillas y que,
sin embargo, ilustran proverbialmente las consecuencias de un
discurso imperialista o ultranacionalista en un Japón convulso.
3. Mishima como punto de partida
En la tarde inaugural de la primera de las exposiciones de
la serie Requiem, Morimura procedió a ejecutar una
performance, en la que después de ofrecer unas palabras, se
desnuda para vestirse con un uniforme militar (que no
pertenece a ningún cuerpo oficial, sino que se inspira en ellos,
y que es una réplica exacta del que se hizo confeccionar
Mishima) y leer un manifiesto que deja abandonado sobre el
suelo antes de hacer su mutis 20 . Si en aquella exposición
presentó algunas de las recreaciones de instantáneas históricas
de crímenes cometidos frente a la cámara (concretamente, las
dos dedicadas a la recreación del asesinato de Asanuma ya
mencionadas), la personalidad más intensamente abordada fue
la del escritor Mishima Yukio 三島由紀夫, quien había
112
JULIO CÉSAR ABAD
creado en 1968 un cuerpo paramilitar desarmado, Tate no kai
楯の会 (La Sociedad del Escudo), y quien se suicidaría el 25
de noviembre de 1970. En efecto, Morimura presentó un vídeo
en el que ha recreado el discurso público de Mishima en
Ichigaya minutos antes de morir, y que consiste, precisamente,
en el mismo discurso que leyó en su performance de la
inauguración de la exposición21.
El mensaje del vídeo no es una réplica del de Mishima,
sino una paráfrasis en la que se llama la atención sobre la
muerte del escritor y de su significado en el Japón
contemporáneo. En ambos casos, Mishima y Morimura retan a
la sociedad japonesa al abandono del veneno de la ilusión de
su prosperidad, del materialismo 22. Pero si la vocación de
Mishima era despertar el afecto por las tradiciones autóctonas
y el respeto a la dignidad imperial, Morimura lanza un reto a la
comunidad artística. Morimura confía en la responsabilidad
del arte como un medio para el despertar de las conciencias.
Mishima lanzaba loas al emperador en sus palabras últimas,
Tennô heika banzai! 天皇陛下万歳 (¡Gloria al emperador!),
Morimura las dirige al arte, a un arte auténtico que debe
recuperar su papel y su categoría en una sociedad que ha
corrompido los valores, un arte para la eternidad, Eien no
geijutsu banzai! 永遠の芸術万歳 (¡Gloria al arte eterno!).
Y si en el hachimaki23 que ciñe la cabeza de Mishima se lee la
divisa Shichijô Hôkoku 七生報国
(cfr. nota 23), el que
muestra Morimura ofrece un mensaje sin contenido político,
pero alentador de la perseverancia, del triunfo de la voluntad
EL REQUIEM DE MORIMURA YASUMASA
113
de superación por encima de las vicisitudes de la existencia,
bajo el lema shichiten hakki
七転八起 (“siete veces caer,
para levantarse ocho”).
Ningún joven o adulto pudo desconocer la muerte de
Mishima, que protagonizó portadas de periódicos y noticiarios
televisivos. Morimura tampoco quedó intocado por este suceso
que, como ha confesado, le produjo un profundo impacto24.
Entonces, sus ideas políticas le distanciaban mucho de la
figura pública de Mishima, pero, como tantos otros jóvenes de
su generación, Morimura había sido admirador de su obra
literaria. Con los años, concretamente en 2006, habría de
tomar a Mishima como punto de partida para su particular
manifiesto sobre la responsabilidad del arte. Aunque más de
diez años antes, y de modo latente, Mishima había sido el
protagonista elíptico de la performance más estimada por su
responsable de cuantas había desarrollado en el pasado. En
efecto, en abril de 1994, Morimura realizó una performance en
un aula,
concretamente, en la llamada Sala 900 (駒場の 900
番 教 室 , Komaba no Kyûhyaku Kyôshitsu) del Campus
Komaba, de la Universidad de Tokio25. Morimura ocupa el
aula, y muy aparatosamente, cuando se halla repleta de
estudiantes sentados en sus mesas; y lo hace ataviado
exactamente igual que como vestía Marilyn Monroe en la
película The Seven Year Itch (La tentación vive arriba, Willy
Wilder, 1955), cuyo alzado accidental de faldas, uno de los
iconos de la historia del cine hollywoodiense, que es tanto
como decir del sueño americano, reproduce 26 . Resulta
114
JULIO CÉSAR ABAD
significativa la elección del lugar, pues, como se dijo, supone
una respuesta a una recordada intervención pública de
Mishima. La que supuso, ante un auditorio repleto (como
reflejan los materiales foto y videográficos que documentaron
el debate), una prolongada discusión entre Mishima y los
estudiantes, sensiblemente opuestos a la ideología nostálgica
del escritor, el 13 de mayo de 1969. Un encuentro que fue
transcrito y publicado el mismo año por la editorial
Shinchôsha, bajo el significativo título de Mishima Yukio
versus Tôdai Zenkyôtô. Bi to kyôdôtai to Tôdai Tôsô 三島由
紀夫 vs 東大全共闘. 美と共同体と東大闘争 (Mishima
Yukio contra el Frente Estudiantil de la Universidad Imperial.
La belleza, el cuerpo de la unidad y el enfrentamiento contra
los estudiantes de la Universidad Imperial).
La importancia de esta performance en el corpus de
Morimura es notable. No en vano, el propio Morimura ha
incluido durante una parte del metraje de su trabajo
videográfico más complejo realizado hasta la fecha (el titulado
Gift of Sea: A Flag on the Summit of the Battlefield, 2010, que
arroja una duración de veintitrés minutos), una proyección de
su acción en Komaba, desarrollada dieciséis años antes. La
ocupación del lugar de la acción de Mishima por la de
Morimura está repleta de antítesis: de lo masculino a lo
femenino, de lo japonés (y lo particularmente nostálgico) a lo
occidental. Desde la gravedad de materias polémicas (aunque
vemos a un Mishima en acción, confiado en sus propias
fuerzas dialécticas, y que se ofrece distendido, y aun con
cordialidad), hasta el epítome de una seducción de puro
EL REQUIEM DE MORIMURA YASUMASA
115
despreocupada, frívola, icono del sueño americano (y uno de
los bastiones del imaginario de Andy Warhol), por mucho que
la existencia física de Norma Jeane Baker (la persona bajo las
poses de la actriz) acabara en pesadilla.
Finalmente, para cerrar las relaciones que Morimura ha
establecido en Requiem con la obra y la personalidad de
Mishima, habríamos de recordar que en la primera exposición
de esta serie presentó un conjunto de ocho imágenes, todas
ellas de 2006, tituladas Barakei no kanata 薔薇刑の彼方 (El
otro Barakei). Estas ocho fotografías constituyen sendas
recreaciones, extraordinariamente fieles, de algunas de las
páginas de Barakei 薔薇刑 (literalmente, “El castigo de la
rosa”, aunque su título internacional sea, por consenso de
fotógrafo y modelo, Ordeal by Roses, “El sacrificio de las
rosas”), probablemente, el álbum fotográfico japonés más
célebre en Occidente, dedicado por Hosoe Eikô 細江英公 a
retratar a Mishima en una atmósfera y unas poses misteriosas,
diríamos surrealistas, en su contaminación de las pulsiones
erótica y mortal27.
4. Un mundo escindido y cruento
Si dos de las recreaciones históricas concernientes a
Japón mostraban el momento del asesinato de Asanuma,
Morimura ha recreado, asimismo en 2006, otras instantáneas
de distintos crímenes cometidos ante el objetivo de una cámara
fotográfica, tales como el asesinato de Lee Harvey Oswald por
Jack Rudy el 24 de noviembre de 1963 28 y la ejecución
mediante un disparo en la sien, en 1968, de un prisionero por
116
JULIO CÉSAR ABAD
el jefe de las Fuerzas Vietnamitas, Ngoc Loan, que fue
capturada por Eddie Adams 29. Todas estas imágenes, como la
del crimen cometido contra la persona de Asanuma, muestran
al asesino en acción, es decir, que además del acto criminal se
muestran al verdugo y a su víctima unidos en una fatal colisión
espacial y temporal. La fotografía se ofrece, así, como una
traducción visual de la muerte. No es baladí la concurrencia de
metáforas relacionadas con la muerte en nuestro lenguaje
cotidiano para relacionarnos con la práctica fotográfica, como
“apuntar” o “disparar”30. Fotografía y muerte, en definitiva,
adquieren una relación metafórica, como las fotografías (que
permanecen inalterables) permiten comprender el inexorable
paso del tiempo sobre cada uno de nosotros, por lo que el arte
fotográfico constituye un medio intrínsecamente relacionado
con el de la vanidad. La conciencia de la inmanente fugacidad
de lo material.
5. Un dedálico territorio de referencias
Además de su escenificación de diversas fotografías de
crímenes cometidos frente a las cámaras, Morimura ha
procedido a autorretratarse en sendas obras como algunas
célebres personalidades del siglo XX: hombres de fuerte peso
en la política y la historia (tales como Lenin, que ha tomado
como modelo en dos fotografías y cuya arenga a las tropas
frente al Teatro Bolshoi de Moscú el 5 de mayo de 1920 ha
recreado videográficamente31; Hitler, mas no de modo directo
sino a través de su imitación paródica por Chaplin en The
Great Dictator –El gran dictador, Charles Chaplin, 1940–32;
EL REQUIEM DE MORIMURA YASUMASA
117
Mao Zedong, o Gandhi), o en el imaginario (Ernesto Che
Guevara). Asimismo, Morimura ha dedicado en 2010 un
capítulo de Requiem, que ha bautizado como Sôzô no gekijô
創造の劇場, o Teatro de la Creatividad, a autorretratarse
como Picasso, Dalí, Fujita, Tezuka, Eisenstein, Pollock,
Warhol, Duchamp, Klein y Beuys 33.
En lo que respecta a sus modelos del mundo del arte, los
autorretratos de Morimura, y en la mayoría de los casos
ofreciendo primeros planos exentos de un escenario o de una
acción decisivos, resultan ser obras menos significativas, al
carecer de una referencia a un suceso concreto, y debido al
amplio espectro de ocupaciones de los retratados, de sus
ideologías, o del distinto papel que han ocupado en la historia
del siglo XX. De este modo, el conjunto no parece ofrecer un
significado estético o un ideario específico. Antes bien,
constituye su conjunto un catálogo de los alardes miméticos de
un Morimura de camaleónicas facultades y, acaso, un
homenaje a sus modelos.
El siglo XX que Morimura ha recreado en sus obras
adscritas al término requiem es un siglo devastado por la
guerra y la ambición, o por un fanatismo insensato. Un teatro
sanguinario del que ha sido testigo la cámara fotográfica. Las
series prescinden ya de la apropiación de pinturas, que había
sido el núcleo temático fundamental de la obra anterior de
Morimura, para serlo de fotografías34. Y en los casos en los
que Morimura se ha ocupado de artistas, que no de sus obras,
o bien ha partido de retratos de aquellos (uno de los tomados a
Picasso por Robert Doisneau, otro tomado a Dalí por Philippe
Halsman)35, o bien de documentos de celebradas acciones de
artistas tales como Marcel Duchamp o Yves Klein36. La más
118
JULIO CÉSAR ABAD
compleja de estas recreaciones parte de una fotografía tomada
en 1963 por Julian Wasser a Duchamp mientras juega al
ajedrez con una mujer, Eva Babitz, desnuda en una de las salas
del Pasadena Art Museum, al mismo tiempo que se estaba
celebrando una retrospectiva dedicada a su propio trabajo.
Morimura recrea ambos cuerpos en una confrontación de
géneros, una de sus características creativas desde sus inicios
como artista apropiacionista. Lo relevante es ver reunidas otras
recreaciones duchampianas hechas en el pasado por el propio
Morimura (aunque no ocupen exactamente el lugar de las
originales a las que se remiten en la sala de exposiciones).
Particularmente interesante es la réplica del retrato que de
Duchamp tomara Man Ray, en 1921, vestido de un heterónimo
femenino: Rrose Sélavy (una fotografía que Morimura había
recreado en 1995)37.
Conclusión
Dos son los aspectos que destacan de las obras de
Morimura. El primero es el conspicuo trabajo de ambientación
y caracterización que acomete en cada nueva apropiación. Y
no resulta irrelevante, al tratarse de una obra apropiacionista,
el placer que el reconocimiento de los motivos originales
despierta en su espectador. El segundo es el hecho de que
todas las imágenes queden uniformizadas por sus moradores,
en una imposible homogeneización que nos inquiere sobre el
modo en que tomamos por ciertas las informaciones a las que
estamos sometidos.
EL REQUIEM DE MORIMURA YASUMASA
119
El sentir calamitoso de Morimura por el siglo XX conoce
una vocación expresamente pacifista en la obra con la que ha
concluido la serie (y, recordemos, que le servía para titular la
exposición de la serie en su integridad en el Museo
Metropolitano de Fotografía de Tokio), aunque el contrapunto
al belicismo lo había ofrecido Morimura en una portentosa
recreación de un retrato de Mahatma Gandhi, Gandhi at his
Spinning Wheel, tomado por Margaret Bourke-White y
publicado el 15 de julio de 1946 por la revista Life38. La obra
final de Requiem consiste en una fantasía videográfica de
veintitrés minutos de duración, en la que se recrea el
alzamiento de la bandera norteamericana en Iwo Jima39. Sin
embargo, es Morimura quien enarbola la insignia que, en lugar
de mostrar el orgullo patrio de un combatiente, consiste en un
lienzo blanco. Un emblema universal del deseo de concordia.
Una locución leída por Morimura al término de la acción nos
ofrece nítidamente su ideario. Se trata de una apelación al
espectador, en absoluto exhortativa, en la que se le invita a que
sueñe con una personal bandera de la paz, alentando así, desde
la individualidad, un comportamiento pacífico en la
comunidad. “En pie, sobre la cima del mundo, frente al viento
y a la sombra de las batallas, ¿qué bandera enarbolaría usted?
¿Qué forma, qué color tendrían? ¿Qué motivo estamparía
sobre ella?” 40.
1
Como la crítica señaló tempranamente, todas estas estrategias se
destinaban al cuestionamiento del concepto de autor, común a las
discusiones de esta categoría presentes en la obra ensayística de
Michel Foucault o Roland Barthes, quienes ambicionaban
desmantelar desde sus textos la tradicional definición de autor como
un sujeto centrado que ofrece, de una vez y para siempre, un mensaje
120
JULIO CÉSAR ABAD
unívoco e incontrovertible. Por su carácter seminal en esta discusión,
remitimos al lector a dos textos: la ponencia «Qu'est-ce qu'un
auteur?», que Foucault ofreció el 22 de febrero de 1969 en la
Sociedad de Filosofía de París, publicada en el Bulletin de la Societé
Française de Philosophie, n.º 62-63, julio-septiembre de 1969, y una
célebre contribución de Barthes, Le Degré zéro de l’ecriture suivi de
Nouveaux Essais critiques (París, Editions du Seuil, 1972).
2
Una fotógrafa japonesa, de una generación posterior a la de
Morimura, parte para su trabajo, como hiciera Sherman, de la
recreación mediante su rostro y su cuerpo de diferentes tipos
femeninos y no a la reelaboración de obras pictóricas o fotográficas
(ya artísticas o periodísticas), como ocurre en la obra de Morimura.
Se trata de Sawada Tomoko 澤田知子 (Kobe, 1977). Sawada es
una de las artistas de su generación más valoradas por la crítica
nipona, como demuestra, por ejemplo, su inclusión en la selección de
101 autores de la historia de la fotografía japonesa desde sus
orígenes hasta la actualidad, responsabilidad de Îzawa Kôtarô 飯沢
耕太郎, Nihon no shashinka 101 日本の写真家 101 (101 fotógrafos
japoneses), Tokio: Shinshokan 新書館, 2008, pp. 208-209. Sawada
es, precisamente, la fotógrafa que cierra cronológicamente una
selección en la que Morimura se encuentra, asimismo, presente (cfr.
ib., pp. 168-169). Sawada es el sujeto exclusivo de sus
representaciones, algunas de las cuales han reunido un amplio
número de diferentes personajes. A título de ejemplo, las dos
fotografías realizadas en 2004 y tituladas School Days (seguidas,
para diferenciarlas, de las letras A y B), muestran un retrato escolar
de una cuarentena de niñas. En ambos casos todas visten el mismo
uniforme, por lo que las diferencias que presentan se centran en el
rostro y el peinado. Asimismo, una profesora acompaña a las
escolares. En todos los casos, tanto para el retrato de las muchachas
como el de la adulta, Sawada ha procedido a la caracterización de su
rostro y de su físico.
3
Un ejemplar de esta fotografía alcanzó en la subasta celebrada en
Christie´s, Nueva York, la cifra de 3 890 500 dólares, la más alta
pagada en la historia por una imagen fotográfica, aunque seis meses
después fue desbancada por un amplio margen por una imagen
(Rhein II) tomada en 1999 por el alemán Andreas Gursky, subastada
en el mismo lugar, que fue adquirida por 4 338 500 dólares.
EL REQUIEM DE MORIMURA YASUMASA
121
4
La presencia de la obra de Morimura en exposiciones colectivas
celebradas en museos de arte contemporáneo de Japón es
ciertamente, en términos cuantitativos, destacable, lo que permite
identificar a Morimura como uno de los artistas nipones en activo
cuyos argumentos resultan más significativos a los comisarios de
estas muestras. A título de ejemplo, baste recordar el papel decisivo
que su obra servía a las tesis de la exposición Kopî no jidai. Dushan
kara Wôhoru, Morimura he コピーの時代 -デュシャンからウォ
ーホル、モリムラへ (La Era de la Copia. Desde Duchamp, Warhol
hasta Morimura), celebrada en el Museo de Arte Moderno de Shiga
en 2004, en la que Morimura contaba con una amplísima
representación, y lo hacía en la integridad de los diferentes campos
temáticos en los que se dividía la muestra.
5
La vinculación entre el apropiacionismo y el diagnóstico entre los
circuitos artísticos y académicos de la llamada condición
posmoderna ha motivado la inclusión de la obra de Morimura en
colectivas celebradas en prestigiosos espacios, tanto europeos como
estadounidenses. Asimismo, Morimura ha comparecido en
retrospectivas dedicadas internacionalmente a trazar una panorámica
de la más destacada fotografía japonesa contemporánea. Si nos
detenemos ante la situación de Morimura en España, donde el
número de exposiciones individuales consagradas a artistas nipones
no es en modo alguno copioso, podemos destacar que Morimura ha
ofrecido hasta la fecha nada menos que cuatro exposiciones
individuales, si bien todas ellas en Madrid. La primera de ellas, tuvo
lugar en 2000, con la inauguración de una exposición antológica en
la Fundación Telefónica, Historia del arte. Las tres siguientes se han
celebrado en un espacio privado, la galería de arte Juana de Aizpuru,
asimismo en Madrid: Los nuevos Caprichos (febrero-marzo 2005),
Réquiem por el siglo XX (junio-julio 2008) y A Requiem: Art on Top
of the Battlefield (diciembre 2011-enero 2012). Con anterioridad a su
antológica de 2000, Morimura había mostrado su trabajo en diversas
exposiciones colectivas en España, siendo la primera de ellas, la
muestra comisariada por Dan Cameron, Cocido y crudo, en el Museo
Nacional Centro de Arte Reina Sofía (Madrid), en 1995.
6
Concretamente, Autorretrato con la oreja vendada (1889, óleo
sobre lienzo, 51 × 45 cm).
122
JULIO CÉSAR ABAD
7
Shôzô (Fan Gohho) 肖像(フゔン·ゴッホ), Retrato (Van Gogh),
1985, fotografía en color, 120 × 100 cm.
8
Rastrear la nómina de las recreaciones de Morimura de obras de
arte japonesas y la significación de la elección de los motivos
apropiados de aquellas, resultaría una tarea extraordinariamente
interesante, que no podemos acometer en este espacio. Baste con
dirigir al lector, por ejemplo, a una serie realizada por 1996 por
Morimura en la que se autorretrata tomando como modelos
diversos retratos en estampa xilográfica del período Edo, ukiyo-e 浮
世絵, “imágenes del mundo flotante”.
9
Cfr. Yasumasa Morimura. Los nuevos Caprichos. Catálogo de la
exposición homónima co-editado en 2005 por las galerías Luhring
Augustine (Nueva York), Juana de Aizpuru (Madrid), Thaddaeus
Ropac (París) y シュウゴゕーツ (Shugo Arts, Tokio). Morimura
se ocupó durante 2004 de la recreación de quince de los Caprichos.
Sin embargo, frente a la literalidad que domina en su obra en lo
referente a la copia del modelo, la serie de Los nuevos Caprichos se
caracteriza por la introducción de múltiples diferencias que se
apartan de la literalidad, tales como elementos tecnológicos, para
ofrecer en abismo una apariencia actual. Sin embargo, y en ello
estriba su más profundo contenido semántico, tanto el material
original de Goya como las variaciones de Morimura, abrazan una
misma vocación: la sátira de los vicios sociales.
10
La exposición permaneció abierta entre los días 11 de marzo y 9
de junio de 2011 Con motivo de la muestra se publicó un
pormenorizado catálogo homónimo. El título de la exposición y de la
publicación asumen el de una complejísima creación videográfica
con la que Morimura ha cerrado la serie. Con posterioridad a la
clausura de esta exposición monográfica en el museo de Tokio, ésta
se ha mostrado en tres sedes más, el Toyota-shi Bijutsukan 豊田氏美
術館, o Museo Municipal de Toyota (entre el 26 de junio y el 5 de
septiembre de 2010), el Hiroshima-shi Gendai Bijutsukan 広島市現
代美術館, o Museo de Arte Contemporáneo de Hiroshima (entre el
23 de octubre de 2010 y el 1 de enero de 2011) y el Hyôgo Kenritsu
EL REQUIEM DE MORIMURA YASUMASA
123
Bijutsukan 兵庫県立美術館, o Museo de la Prefectura de Hyogo
(entre el 18 de enero y el 10 de abril de 2011).
11
El término se refiere a la tradición católica (asimilada, asimismo,
por la anglicana y la ortodoxa) de la Missa pro defunctis o Missa
defunctorum (es decir, el servicio litúrgico ofrecido por el descanso
de las almas de los difuntos). “Réquiem”, el término con el que se
conoce el oficio, constituye el inicio del «Introito», su comienzo, y
significa, precisamente, “descanso”: Requiem æternam dona eis,
Domine, et lux perpetua luceat eis (“Concédeles, Señor, el descanso
eterno y que brille para ellos la luz perpetua”).
12
Además de en un copioso número de artículos periodísticos
publicados con ocasión de las diversas exposiciones de esta extensa
serie en las que se citan las declaraciones en este sentido del propio
Morimura, el lector puede encontrar estas consideraciones en un breve
texto publicado en el catálogo de la exposición de las primeras obras
de la serie Requiem celebrada en la Galleria di Piazza San Marco en
2008, con ocasión de la LII edición de la Bienal de Venecia. Cfr. Itoi,
Kai, “Yasumasa Morimura: Appeasing the Susanoo of Kamagasaki”,
en Yasumasa Morimura, Requiem for the XX Century. Twilight of the
Turbulent Gods, Milán: Skira, 2008, pp. 21-25.
13
Existe traducción española de la obra. Cfr. Kojiki, tr. de Carlos
Rubio y Rumi Tani Moratalla, Madrid: Trotta, 2008. En lo referente
a la deidad masculina de Susano-o anteriormente mencionada, su
tratamiento en Kojiki contribuye a apuntalar nuevamente una
legitimación teocrática a un acontecimiento histórico, en este caso, el
sometimiento de Izumo al poder de Yamato. Ello se sustancia a
través del relato de la toma de Susano-o la espada celestial
Kusanagi-no-Tsurugi 草薙の剣 (que se convertirá en uno de los
tres emblemas de la vinculación del poder imperial con la esfera
divina) de la serpiente de ocho cabezas en Izumo. Vide ibíd., pp.
77-79.
14
Behr se ha ocupado elocuentemente del sobrenombre del
emperador. Del mismo modo que los nombres de Meiji 明治 y
Taishô 大 正 fueron los adoptados respectivamente por los
124
JULIO CÉSAR ABAD
emperadores Mutsuhito 睦仁 y Yoshihito 嘉仁 para referirse a ellos
para la posteridad, Hirohito adoptó el de Shôwa 昭和. Sin embargo,
no fue su primera elección. A la muerte de su predecesor, en
diciembre de 1926, “el diario Mainichi anunció correctamente que la
era de Hirohito sería conocida como «Kobun» [en realidad, Kôbun
光文], que significa «luz y logros literarios». La información se
había filtrado del palacio imperial unas cuantas semanas antes,
cuando ya era obvio que Taisho (sic) agonizaba. Hirohito se puso
furioso y decidió castigar a Mainichi, cambiando el nombre por
«Showa» [Shôwa, transcribiéndolo con propiedad, 昭 和], que
significa «ilustración y paz», y así es como se le nombraría después
de su muerte” (Behr, Edward, Hirohito. El emperador desconocido.
Barcelona: Emecé, 1993, p. 73). Behr no lo menciona, pero el suceso
tuvo tal relevancia que la historiografía ha concedido a este episodio
un nombre propio: el de Kôbun jiken 光文事件, “el incidente
Kôbun”.
15
En una obra titulada Nanimokahe Rekuiemu (Omowazu raikyaku /
1945 nen Nihon) なにものかへのレクイエム (思わ a ず来客 /
1945 年日本), Un réquiem para alguien (Una visita inesperada.
Japón, 1945), 2010, C-type print, 187,5 × 150 cm. Se trata de la
única imagen en la que Morimura ha convertido el blanco y negro de
la fotografía original en una recreación en color.
16
Un joven Mishima Yukio se ocuparía ilustrativamente del
particular en una novela publicada en 1950, Ao no jidai 青の時代
(Los años verdes). “No hay ningún japonés que salga bien en una foto
al lado de MacArthur. Si Japón hubiera ganado, habrían sacado a los
dos de medio cuerpo y al emperador aupado en una banqueta. O, si no,
habrían puesto en la foto como representante de Japón al mismo
Dewagatake” (Mishima, Yukio, Los años verdes, trad. de Rumi Sato
y Carlos Rubio, Madrid: Cátedra, 2009, p. 155). Mishima se refiere a
Dewagatake Bunjirô 出羽ヶ嶽 文治郎 (1902-1950), un legendario y
hercúleo rikishi 力士, o luchador de sumo (sumô 相撲).
17
Nanimokahe Rekuiemu (Kinen no parêdo / 1945 nen Amerika) な
にものかへのレクイエム (記念のパレード/ 1945 年ゕメリカ),
EL REQUIEM DE MORIMURA YASUMASA
125
Un réquiem para alguien (Desfile conmemorativo. América, 1945).
2010, gelatina de plata, 178 × 135 cm.
18
Yamaguchi se suicidó colgándose en su celda, después de escribir
sobre la pared un lema nacionalista: Shichijô Hôkoku. Tennôheika
banzai 七生報国 天皇陛下万才 (“Siete vidas ofreced por la patria.
Gloria al emperador”). La primera proposición se ha atribuido
proverbialmente a Kusonoki Masasue 楠木正季, antes de suicidarse
junto a su hermano Kusonoki Masashige 楠木正成 tras la derrota de
sus huestes en la batalla de Minatogawa, en 1336. Yamaguchi contaba
diecisiete años de edad cuando infligió la muerte a Asanuma y
cuando, posteriormente, se suicidó. Y diecisiete es, precisamente, el
número que da título, y que cifra la edad del protagonista de la novela
de Ôe Kenzaburô 大 江 健 三 , Sevuntîn セ ヴ ン テ ィ ー ン ,
transcripción fonética del número 17 en inglés (seventeen). Esta
novela corta fue publicada en la revista Bungakukai 文學界 en
febrero de 1961, menos de cuatro meses después del atentado
perpetrado por Yamaguchi. Su narrador, que queda sin nombrar en
todo el relato, escrito en primera persona, comienza su escritura el
día que cumple diecisiete años. Se nos muestra como un inseguro,
acomplejado y obseso onanista que abraza con fervor la causa
ultranacionalista, hallando de este modo el calor de la compañía, de
un sentimiento de comunidad hasta entonces desconocido. Inédita
aún en lengua española, existe una edición en lengua inglesa, en
traducción de Luk Van Haute.
19
Tituladas de este modo en el original: Nanimonokaheno Rekuiemu
なにものかへのレクイエム (Un réquiem para alguien) seguido
de -en inglés y guarismos- ASANUMA 1 1960.10.12-2006.4.2 (2006,
gelatina de plata, dos ediciones: 129 × 157,5 cm y 61 × 71,1 cm) y
ASANUMA 2 1960.10.12-2006.4.2 (2006, gelatina de plata, 75 × 150
cm). Cono ocurre en otras obras de la serie, los títulos reúnen dos
fechas: la de la toma de la fotografía original en primer lugar, y la de
la recreación de Morimura, a continuación. Ambos conjuntos de tres
cifras separadas por puntos corresponden, como ocurre en el idioma
japonés, al año, al mes y al día de una fecha, en este orden. En estos
dos casos, el 12 de octubre de 1960 y el 2 de abril de 2006,
respectivamente.
126
JULIO CÉSAR ABAD
20
Agradecemos la descripción y la documentación de la acción a la
responsable de la galería シュウゴゕーツ(Shugo Arts), Ôe Satoko
大柄聡子, con quien nos entrevistamos in situ el 30 de octubre de
2009.
21
La acción tuvo lugar en un edificio reminiscente del original, que
se encuentra en Osaka, el 6 de abril del mismo 2006, como resulta
explícito en el título del vídeo que documenta la acción:
Nanimonokaheno Rekuiemu な に も の か へ の レ ク イ エ ム (Un
réquiem para alguien), seguido, en inglés y cifras, de la siguiente
información: (MISHIMA) 1970.11.25-2006.4.6. El vídeo fue
grabado, así, el 6 de abril de 2006. El 25 de noviembre de 1970 es,
efectivamente, la fecha exacta del discurso de Mishima
inmediatamente anterior a su muerte.
22
El mensaje de Morimura fue transcrito por vez primera en la
monografía titulada Bi no kyôshitsu, seichôseyo 美の教室、静聴せ
よ (El aula de la belleza, ¡escuchad!), Tokio: Rironsha 理論社,
2007, pp. 104-105. La publicación sirvió como catálogo de la
exposición monográfica homónima dedicada a la obra de Morimura
entre el 24 de marzo y el 8 de julio de 2007 en el Kumamoto-shi
Gendai Bijutsukan 熊本市現代美術館 (Museo Municipal de Arte
Contemporáneo de Kumamoto).
23
El hachimaki 鉢巻 es una banda de algodón que se anuda en la
frente, y sobre la que se halla escrita una sentencia en torno a los
esfuerzos que realiza, o el anhelo que embarga a quien la porta. Así,
por ejemplo, el que reúne, separados por un punto rojo que alude al
sol en la enseña nacional nipona, los dos kanji que componen la voz
hisshô 必勝: “la victoria es irrenunciable”. Del mismo modo se
disponen, en otra variedad, los kanji que componen la voz konjô 根
性 , “agallas”, “coraje”, que presenta el mismo esforzado y
voluntarioso significado del ejemplo anterior.
24
Y lo ha hecho en términos particularmente empáticos: “jibun no
atama no naka ni sugoku shokku wo nokotteru” 自分の頭の中に凄
EL REQUIEM DE MORIMURA YASUMASA
127
くショックを残ってる (“permanece en mi interior el profundo
impacto que me provocó”), en la entrevista que mantuvo con
nosotros el 15 de diciembre de 2011 en la madrileña galería Juana de
Aizpuru.
25
Tôkyô Daigaku Komaba chiku Kyampusu 東京大学 駒場地区キ
ャンパス. Este campus se encuentra en el distrito de Meguro.
26
Fruto de la performance, Morimura ha comercializado diversas
ediciones de su Serufupôtoreito Komaba no Maririn セルフポート
レイト 駒場のマリリン (Autorretrato. La Marylin de Kobama),
como la original, de 1995 (impresión digital, 60,7 × 50,5 cm) o la
más reciente (1995/2008, gelatina de plata, 137 × 137cm).
27
Aunque ha sido reeditado en diversas ocasiones y por diseñadores
diferentes, su primera edición fue publicada en 1963 en Tokio por la
editorial Shueisha 集英社, siendo su diseñador original Sugiura
Kohei 杉浦康平. El volumen, en el que Mishima actúa como
modelo siguiendo las pautas que marca el fotógrafo, está
acompañado, asimismo, por una introducción del escritor. Mishima
es el protagonista, aunque colaboraron como modelos, también,
Hijikata Tatsumi 土方巽, Enami Kyôko 江波杏子 y Motofuji Akiko
元藤燁子.
28
Nanimokahe Rekuiemu なにものかへのレクイエム (OSWALD
1963.11.24 – 2006.4.2), Un réquiem para alguien (Oswald. 24 de
noviembre de 1963 – 2 de abril de 2006), 2006, gelatina de plata,
150 × 120 cm.
29
Nanimokahe Rekuiemu な に も の か へ の レ ク イ エ ム
(VIETNAM WAR 1968 – 1991), Un réquiem para alguien (La guerra
de Vietnam, 1968 – 1991), 2006, gelatina de plata, 150 × 120 cm. La
recreación de esta imagen, aunque incluida en la serie Requiem, fue
ejecutada originalmente en 1991 (de ahí la fecha que aparece en el
título), en el seno de una serie dedicada por Morimura a la guerra y
la muerte, junto a, entre otras, dos colosales recreaciones de Los
fusilamientos del 3 de mayo (1814, óleo sobre lienzo, 268 × 347 cm),
128
JULIO CÉSAR ABAD
de Francisco de Goya, tituladas en inglés Brothers (Slaughter) I y II
(1991, fotografía en color, 260 × 340 cm). Cfr. “Intabyû Morimura
Yasumasa” イ ン タ ビ ュ ー 森 村 泰 昌 (“Entrevista a Morimura
Yasumasa”), en Hanga Geijutsu 版画藝術, Tokio: Abe Shuppan 阿
部出版, n.º 81, pp. 131-141. La recreación del ajusticiamiento,
titulada Slaughter Cabinet II (1991, fotografía, 43 × 58 cm), aparece
junto a cinco obras más, del mismo año y serie, en la p. 135.
30
En la acción de la muy influyente Peeping Tom (Michael Powell,
1960), la cámara es un instrumento expreso de muerte. Más
recientemente, el género del terror cinematográfico, y particularmente
el influido por el japonés contemporáneo, no ha dejado de emplear la
fotografía como un instrumento de afirmación terrorífica, ya sea como
anunciadora de catástrofes por venir o como un vehículo para el
crimen, siendo el propio acto de fotografiar un incentivo para la
eclosión de lo espantoso. En el imaginario popular difundido por este
nuevo cine, los medios técnicos de comunicación ocupan un lugar
privilegiado para la comunión entre los mundos sensible y
suprasensible. Así, la fotografía, como ocurre en el caso de la vidente
que proyecta sus visiones en una cámara polaroid dirigida a sus ojos
en Yôgen 用言(Premonición, Tsurata Norio 鶴田法男, 2004), permite
la entrada, y con consecuencias pasmosas, del mundo espiritual en el
material.
31
Nanimokahe Rekuiemu (Ningen ha kanasahii kuraini munashii)
なにものかへのレクイエム (人間は悲しいくらいにむなしい.
1920.5.5 – 2007.3.2), Un réquiem para alguien (La humanidad es
tristemente insignificante. 5 de mayo de 1920 – 2 de marzo de 2007),
HDTV (8’ 15’’).
32
La inspiración de The Great Dictator se encuentra en cuatro obras
realizadas en 2007. Se trata de tres fotografías tituladas Nanimokahe
Rekuiemu (Dokusaisha ha doko ni iru) なにものかへのレクイエ
ム (独裁者はどこにいる), Un réquiem para alguien (¿Dónde está
el dictador?), numeradas del 1 al 3, y de un vídeo, Nanimokahe
Rekuiemu (Dokusaisha wo warau / sukezofurenikku) なにものかへ
のレクイエム (独裁者を笑う / スキゾフレニック), Un réquiem
para alguien (Reírse del dictador / Esquizofrenia), HDTV (9’ 28’’),
EL REQUIEM DE MORIMURA YASUMASA
129
en el que, como ocurre en el caso del discurso de Mishima (en que,
por vez primera, Morimura mostraba explícitamente su ideario a su
espectador), no calca la acción del original, sino que le sirve como
punto de partida para una reflexión personal que emite, asimismo,
verbalmente.
33
Para las recreaciones de fotografías que retratan en blanco y negro,
Morimura ha recurrido a la gelatina de plata y el formato 120 × 90
cm, a excepción de la recreación de Beuys que, con la misma técnica,
ha alcanzado un tamaño mayor: 120 × 150 cm. Únicamente una
fotografía de esta subserie ha partido de una fotografía en color y ha
ejecutado, asimismo, en color, la dedicada a Duchamp (2010, C-type
print, 150 × 187,5 cm). Cada uno los títulos de las fotografías que
componen esta subserie consisten en la expresión toshite no watashi
としての私 (“yo como”), precedida del nombre de su respectivo
modelo, lo que facilita la comprensión de estas obras a los
espectadores que no estén familiarizados con los rostros de los
artistas a los que ha procedido a recrear.
34
No obstante, recordemos que Morimura ya se había servido de
fotografías (y fotogramas) para algunas de sus recreaciones. En
particular, en su imitación de distintas actrices, tanto occidentales
(con especial pertinacia, Marilyn Monroe) como, y en menor medida,
japonesas. A título de ejemplo baste citar su recreación de la
protagonista de la película Sêrâ-fuku to kikanjū セーラー服と機関
銃 (Uniforme de marinero y metralleta, Sōmai Shinji 相米慎二,
1991), un papel representado por la actriz Yakushimaru Hiroko 薬
師 丸 ひ ろ 子 en su obra Serufupôtoreito (jôyu) / Yakushimaru
Hiroko tsohite no watashi セルフポートレイト (女優) / ヤクシ
マル ヒロコとしての私, Autorretrato (actriz) como Yakushimaru
Hiroko (1996, fotografía en color, 120 × 95 cm).
35
Entre los artistas que le han servido como modelo se encuentran
dos japoneses, el pintor de estilo occidental Fujita Tsuguharu 藤田
嗣治 (quien occidentalizó su nombre como Léonard Foujita) y el
creador más influyente del universo manga, Tezuka Osamu 手塚 治
虫, en una célebre instantánea que le muestra iniciando el trabajo en
la animación de Tetsuwan Atomu 鉄腕ゕトム (Astroboy).
130
JULIO CÉSAR ABAD
36
Fotomontaje con un pie de foto que rezaba “Le peintre de l’espace
se jette dans le vide!” (“¡El pintor del espacio se lanza al vacío!”),
apareció en una publicación autoeditada por Klein, al modo de un
periódico, titulada Dimanche - Le Journal d'un Seul Jour (Domingo
– El diario de un solo día), el domingo 27 de noviembre de 1960.
37
Doublenage (Marcel), 1995, fotografía en color, 150 × 120 cm.
38
Pese a la conspicua literalidad de esta réplica, Morimura ha
introducido algunas referencias icónicas que otorgan un significado
más rico a la recreación. Sobre el suelo, junto al cuerpo de Morimura
retratado como Gandhi, aparecen dos imágenes impresas. La primera
es la reproducción de una instantánea cruenta y celebérrima, la
tomada en Saigón el 11 de junio de 1963 por Malcolm Browne, en la
que se aprecia a Đức, un monje vietnamita del budismo Mahayama,
quien, en señal de protesta, ha procedido a quemarse vivo. La
imagen reportó a Browne la obtención del galardón World Press
Photo. La segunda ofrece una confesión de la pasión velazqueña de
Morimura a través de la referencia a Las hilanderas, pues Gandhi
estaba hilando instantes antes de ser fotografiado. Lo interesante, si
nos estamos ocupando de un artista apropiacionista, es comprobar la
compleja red de relaciones que esta mención puede ofrecer.
39
La fotografía, galardonada con el Premio Pulitzer, fue tomada por
el reportero de Associated Press, Joe Rosenthal el 24 de febrero de
1945, en la que se representa a un grupo de seis marines
estadounidenses sentando su bandera nacional sobre el monte
Suribachi. La importancia de esta imagen fotográfica, en realidad
escenificada, fue extraordinaria para la propaganda bélica
estadounidense. Su carácter impostor, de simulacro, ha sido puesto
de manifiesto en contribuciones como la de Martha Rosler: “Image
Simulations,
Computer
Manipulations:
Some
Ethical
Considerations”, en Digital Photography: Captured Images/Volatile
Memory/New Montage. San Francisco Camerawork, 1988. Una
manipulación de la que se ha ocupado en 2006 (el mismo año en que
Morimura comienza a exponer la serie de trabajos que se analizan
aquí) una película escrita por William Broyles Jr. y Paul Haggis,
dirigida por Clint Eastwood, Flags of Our Fathers (Banderas de
nuestros padres). Un largometraje que compone díptico
EL REQUIEM DE MORIMURA YASUMASA
131
cinematográfico, filmado en lengua japonesa por el propio Eastwood,
Letters from Iwo Jima/Iwo Jima (o Iôtô) kara no tegami 硫黄島から
の 手 紙 (Cartas desde Iwo Jima) en el que se ocupa de las
consecuencias de este acontecimiento desde el punto de vista de los
vencidos.
40
“Uchû no kaze no tatakai no kage ga semegiau, chikyû no chôyô
ni tachi, anata nara, donna katachino, donna irono, donna moyô no
hata wo kakagemasuka?” 宇宙の風と戦いの影がせめぎあう、地
球の頂上に立ち、あなたなら どんな形の、どんな色の、どん
な模様の旗を掲げますか。
Bibliografía
Las sucesivas exposiciones inauguradas en Japón de la
serie Requiem han despertado una profusa discusión en los
diarios y las publicaciones periódicas niponas, que no se
detalla en la presente bibliografía.
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El
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DOI 10.3994/RIEAO 2010.01.011
Revista Iberoamericana de Estudios de Asia Oriental (2011) 4:
CUESTIONES A DEBATE SOBRE EL ARTE
CONTEMPORÁNEO EN CHINA, 1989 – 2005:
PRÁCTICAS CURATORIALES Y
GLOBALIZACIÓN
Núria Querol *
Resumen: Este artículo analiza el impacto de la globalización en el
arte contemporáneo en China, especialmente en el campo del
comisariado, en el marco de la transformación sociológica e
ideológica de la China contemporánea. Más concretamente, se centra
en el impacto de las prácticas artísticas y curatoriales en
exposiciones nacionales y transnacionales relacionadas o centradas
en China. En lugar de ofrecer un trazado lineal y exhaustivo, este
artículo presenta una selección de sus exposiciones más importantes
con el fin de analizar cómo el arte contemporáneo en China está
posicionado en términos de políticas curatoriales en exposiciones
nacionales e internacionales.
*
Núria Querol es doctoranda en Comisariado de Arte Contemporáneo por
el Royal College of Art de Londres y ejerce como crítica de arte asiático
contemporáneo, contribuyendo de forma regular en varias revistas
especializadas. [email protected].
138
NÚRIA QUEROL
Abstract: This paper analyses the development in art in China today
under globalisation, especially on the field of curatorial practices,
within the framework of the sociological and ideological
transformation of contemporary China. More specifically, it focuses
on the effect of contemporary art practices and curating on national
and transnational exhibitions related with or focused on China.
Instead of an historical and exhaustive definition, this paper focuses
on a selection of important and representative shows in order to
analyse how contemporary art in China is positioned in terms of
curatorial policy in the sphere of national and international
exhibitions.
Introducción
En la sociedad contemporánea caracterizada por una
marcada hibridación cultural, superando así la supremacía de
antaño ejercida desde Occidente sobre las llamadas “otras
culturas”, la importancia de China es indiscutible. China está
presente en la escena internacional dejando atrás el
aislamiento y las dificultades del pasado. Estos cambios han
afectado a todos los ámbitos de la sociedad y sus
manifestaciones culturales y artísticas son resultado y reflejo
de esta profunda transformación.
El arte contemporáneo en China tiene una importante
presencia tanto a nivel global como local. Por una parte, la
cultura visual contemporánea en China despierta un creciente
interés en la escena artística internacional. Numerosos museos
y bienales, como el P.S.1 de Nueva York o la Bienal de
DEBATE DEL ARTE CONTEMPORÁNEO EN CHINA
139
Venecia, han dedicado importantes exposiciones al arte actual
en China, y sus artistas contemporáneos han adquirido un
reconocimiento a escala mundial sin precedentes. Por otra
parte, la experimentación artística en el país está en continua
evolución como también lo están los centros y exposiciones de
arte contemporáneo, como el Today Art Museum en Pekín, la
Bienal de Shanghai o la Trienal de Guangzhou. Por todo ello y
en conjunto, las exposiciones de arte contemporáneo en China
son un fenómeno de vital importancia para entender tanto el
desarrollo del arte contemporáneo como sus infraestructuras y
sistemas de difusión.
Desde 1989 hasta 2005, el arte contemporáneo en China
existió a través de sus exposiciones y, a partir de estas y de
publicaciones especializadas, se produjo un corpus que
permitió establecer un canon sobre el cual se reorientaron
corrientes, se seleccionaron grupos de artistas y se consagraron
creadores muy jóvenes. Si esta característica es
indudablemente cierta y extensible a toda la escena del arte
contemporáneo, en el caso del arte en China adquirió
dimensiones mucho más trascendentes dado que durante todo
este tiempo esta fue su única vía de difusión.
El año 1989 está tomado como punto de partida ya que
fue entonces cuando culminó la década de los ochenta,
caracterizada por un periodo de aperturismo y de eclosión
cultural. Durante esta década, se desarrolló la experimentación
artística y se introdujeron las vanguardias occidentales. La
transposición de corrientes y teorías occidentales al contexto
chino supuso la necesidad de adaptar una nueva terminología,
que en algunos casos se tradujo sin realmente asimilarse. Al
respecto, como ha apuntado la historiadora del arte Martina
140
NÚRIA QUEROL
Köppel-Yang sobre la sociolingüística de las vanguardias
históricas occidentales aplicadas al contexto chino, se debe
puntualizar que el nombre chino qianwei 前 卫 no es el
equivalente exacto del término „vanguardia‟, ya que muchos
de los artistas y críticos de los ochenta no distinguían entre los
términos vanguardia —qianwei 前卫—, moderno —xiandai
现代— y contemporáneo —dangdai 当代— y a menudo los
usaban como sinónimos 1. En la actualidad, el uso del término
„vanguardia‟ en el contexto del arte contemporáneo en China
está sujeto a debate. Algunos especialistas, de acuerdo con las
directrices marcadas por el racionalismo ilustrado y dedicados
mayoritariamente al estudio de las vanguardias occidentales,
consideran que este solo se puede aplicar al contexto histórico
de la modernidad europea. Por el contrario, otros especialistas,
como el historiador, comisario, y crítico de arte Gao Minglu,
abogan por aplicarlo al caso del arte contemporáneo en China
ampliando su significado. Un tercer grupo, entre los que se
encuentra el historiador del arte y comisario Wu Hung, es
partidario de encontrar una definición más flexible para la
tradición china, como es el caso de arte experimental2.
En la década de los noventa, protagonizada por profundas
transformaciones en el país y por su irrupción en la escena
internacional, el arte contemporáneo en China se debatió entre
su posición en el exterior, durante la primera mitad de la
década, y su posicionamiento en busca de su propio lugar, a
finales de los noventa. Como apunta el historiador y crítico de
arte Yi Ying, frente a la falta de sistematización teórica y
académica que imperó durante este decenio, debido a que la
crítica no supo responder en términos teóricos con la misma
velocidad con que acaecían los cambios, en la actualidad se
DEBATE DEL ARTE CONTEMPORÁNEO EN CHINA
141
está priorizando la necesidad de definir histórica y
contextualmente el arte de este importante periodo3.
El uso del término arte experimental —shiyan yishu 实验
艺术—, aplicado al arte de la década de los noventa y del siglo
XXI, en contraposición con el de arte de vanguardia
—qianwei yishu 前卫艺术—, aplicado al arte de los ochenta,
es en sí mismo una declaración de intenciones que, como
especificó Wu Hung, revela el deseo de definirse según su
propia naturaleza y no según el modelo occidental 4.
Al respecto, según Wu Hung, “el término arte
experimental, en lugar de cerrar el debate, fomenta nuevas
interpretaciones y abre nuevos espacios para la investigación
histórica y teórica […]. Entre todos los factores que definen el
arte experimental, el más importante es el posicionamiento del
artista en una sociedad en plena transformación, donde estilos
y contenidos no ortodoxos, nuevos medios o nuevas prácticas
expositivas son formas concretas para consolidar la propia
identidad “alternativa” de los artistas. En otras palabras, el arte
chino experimental es el arte de los artistas chinos
experimentales […]. Básicamente, lo que hace que un/a artista
chino/a sea experimental es su determinación de situarse al
límite de la sociedad china contemporánea y del mundo del
arte”5.
En mi opinión, la modernidad no es exclusiva de la
tradición europea, sino que los contactos e intercambios
acaecidos entre los centros europeos y sus “otros” a lo largo de
la historia han producido transformaciones en ambas
direcciones, resultando una pluralidad de modernidades y
modernismos a escala mundial. Al respecto, considero
apropiado el uso del término „vanguardia‟, así como el marco
teórico del modernismo en el estudio del arte en China,
142
NÚRIA QUEROL
especialmente durante la década de los ochenta, cuando la
eclosión cultural dio lugar a una pluralidad de modernidades y
modernismos en el país. A partir de la década de los noventa,
el uso del término „arte experimental‟ resulta más adecuado
para estudiar la versatilidad de flujos y múltiples
transformaciones del arte contemporáneo en el marco de la
globalización. De todas formas, como veremos más adelante,
esto no debe confundirse con la asociación entre las
vanguardias artísticas occidentales y el modernismo en China
durante los ochenta, y mucho menos con la determinación de
los artistas de situarse al límite de la sociedad china
contemporánea y del mundo del arte en los noventa.
Es más, junto con el propósito de definir histórica y
contextualmente el arte contemporáneo en China, otro factor
importante en su estudio y desarrollo ha sido la necesidad de
posicionarse en su propio espacio a la vez que este se debatía
del centro a la periferia y de la periferia al centro. Por una
parte, desde la década de los noventa nuevas bienales han
surgido por todo el planeta, muchas de ellas en territorios hasta
hace poco considerados periféricos. A su vez, el arte
producido en estos nuevos centros ha estado presente en
bienales de todo el mundo independientemente de las
circunstancias, condiciones y localizaciones de estas. De esta
forma, Venecia, Kassel, La Habana o Sao Paolo comparten
escenario con Shanghai, Gwangju o Singapur, de la misma
forma que en todas estas bienales ha imperado la hibridación
de sus comisarios y de los artistas participantes. El arte actual
en China está inmerso en el mundo de las bienales,
reinterpretando estas viejas estructuras expositivas y forzando
nuevos mapas de la cultura visual contemporánea. A pesar de
DEBATE DEL ARTE CONTEMPORÁNEO EN CHINA
143
que la crítica en algunos casos ha valorado más su mera
participación que otros criterios más rigurosos, la presencia e
interés que ha suscitado el arte contemporáneo en China en
bienales de todo el mundo ha sido determinante para su
difusión en la escena internacional. Al mismo tiempo, la
importancia del pujante mercado del arte contemporáneo en
China, teniendo en cuenta las interrelaciones entre las
muestras de arte y el mundo de las galerías, las subastas, las
colecciones y museos especializados, también ha beneficiado
su difusión en la escena global.
Las exposiciones de arte contemporáneo en China han
estado estrechamente vinculadas a su irrupción en el mercado
internacional y a la aparición del mercado local. Esta
influencia relacional es consecuencia de la globalización del
arte, y ha tenido como resultado un creciente interés por parte
de coleccionistas y comisarios, y la proliferación de
exposiciones que a su vez estos han propiciado. De la misma
forma, el mayor número de exposiciones ha favorecido altas
cotizaciones del arte en China en subastas y galerías de todo el
mundo y, a su vez, ha facilitado la aparición de un
coleccionismo local muy pudiente, deseoso de lograr un
estatus social por medio de la adquisición de arte
contemporáneo experimental.
El explosivo presente del mercado del arte
contemporáneo en China tiene también sus detractores, que lo
consideran una burbuja propiciada por los muchos
compradores que siguen la moda y se limitan a ir a China con
lo que se conoce como “listas de la compra”, sin tener el más
mínimo interés más allá de los nombres de los artistas más
comerciales. Siendo conscientes de que las reglas del mercado
144
NÚRIA QUEROL
a menudo se rigen por factores que no tienen nada que ver con
la calidad de las obras, y que el florecimiento del mercado ha
tenido consecuencias tanto beneficiosas como perjudiciales en
la escena artística, no podemos obviar que este interés ha
creado unas infraestructuras hasta hace poco inexistentes en
China. La implantación de casas de subastas internacionales
como Guardian, Sotheby‟s y Christie‟s en ciudades como
Pekín, Shanghai y Hong Kong y la aparición de casas de
subastas locales, junto con las cada vez más numerosas
galerías comerciales repartidas por todo el país son un ejemplo
de estas nuevas infraestructuras, que a su vez han propiciado la
aparición de museos y espacios expositivos independientes por
todo el país.
Por último, cabe señalar que en el mundo contemporáneo
el histórico etnocentrismo chino, junto con sus antiguas
reticencias a lo extranjero, han dejado paso a una interacción y
diálogo con el exterior. Esta transformación ha supuesto
nuevos diálogos pero también choques entre el etnocentrismo
chino y los tradicionales centros europeos y norteamericanos,
marcando un profundo vaivén del arte contemporáneo en
China que se ha estado debatiendo entre lo propio, lo ajeno y
lo comunitario; entre el arte chino contemporáneo y el arte
contemporáneo en China. En este debate, personalmente
abogo por la opción „arte contemporáneo en China‟ ya que,
más allá de fronteras y límites geopolíticos, el arte último en
China es eminentemente contemporáneo.
Al mismo tiempo, las reticencias existentes entre los
múltiples centros del arte no han sido exclusivas de la relación
entre el arte contemporáneo en China y la tradicional
hegemonía occidental. Dentro del país, centros tradicionales
DEBATE DEL ARTE CONTEMPORÁNEO EN CHINA
145
del arte como Pekín, Shanghai o Guangzhou han prevalecido
sobre nuevos centros artísticos como son Kunming, Changsha
o Xi‟an. A su vez, la separación entre los artistas
experimentales y sus coetáneos, que siguieron y siguen
prácticas y formas tradicionales, es cada vez mayor,
provocando que los primeros se hayan posicionado en la
escena internacional mientras que los segundos, anteriormente
amparados por la oficialidad política, han visto cómo su
consideración está en detrimento. En consecuencia, en el
desarrollo y estudio del arte contemporáneo en China y sus
exposiciones, es de vital importancia comprender su posición
global y la de sus artistas, la hegemónica posición occidental
frente al arte internacional de los múltiples centros existentes
en el marco mundial, la diversidad de los centros existentes
dentro del país y la continua lucha por parte de los artistas
chinos por posicionarse en su propio centro, independientemente de donde este esté ubicado.
1.
Los ochenta: el periodo de vanguardias
Con la muerte de Mao Zedong y la política de apertura
hacia el exterior de Deng Xiaoping, en la década de los
ochenta la sociedad china estableció un diálogo con el resto
del mundo. La experimentación artística china surgió a finales
de la década de los setenta, de la mano de un grupo de artistas
independientes que, alejados de servidumbres ideológicas,
iniciaron un nuevo periodo del arte contemporáneo en China.
En la década de los ochenta, la filosofía, la literatura y el arte
de vanguardia, que ya habían sido introducidos a principios
146
NÚRIA QUEROL
del siglo XX durante el movimiento del 4 de mayo6, de nuevo
fueron acogidos, asimilados y reinterpretados por los
intelectuales y artistas del país.
Aunque en términos generales se designa el arte de esta
época como el arte de los ochenta, la primera exposición del
grupo Stars y la exposición China/Avant-Garde marcaron su
comienzo y su fin, y corresponden a los años que van de 1979
a 1989. En septiembre de 1979 la exposición del grupo Stars,
un colectivo de artistas independientes que proclamaba la
libertad de expresión, marcó el comienzo del arte de
vanguardia en China. Este grupo de artistas, entre los que
destacaron Ai Weiwei y Wang Keping, refutaron el realismo
socialista y desarrollaron estilos inspirados en lenguajes
modernistas, desde el postimpresionismo, al surrealismo o la
abstracción. El 27 de septiembre de 1979 los Stars celebraron
su primera exposición. Después de prohibirles exponer en el
Museo Nacional de Arte de Pekín, este grupo decidió colgar
sus obras en la valla y los alrededores del Museo, a modo de
exposición al aire libre. El día después de la inauguración, el
28 de septiembre, la exposición fue cancelada por la policía y
finalmente el día 29 la muestra fue declarada ilegal. Otra de
sus transgresoras acciones la realizaron el 1 de octubre de
1979 cuando, coincidiendo con la fiesta nacional que
conmemora el aniversario de la proclamación de la República
Popular China, participaron en una manifestación en defensa
de los derechos humanos. Esta manifestación estuvo
encabezada por la pancarta “Pedimos Democracia y Libertad
Artística” y recorrió el espacio entre el Muro de la Democracia
de Xidan y Zhongnanhai, oficina central del Partido
DEBATE DEL ARTE CONTEMPORÁNEO EN CHINA
147
Comunista de China y sede del gobierno de la República
Popular China7.
Durante este decenio de aperturismo cultural, numerosos
simposios, exposiciones, revistas y movimientos artísticos y
sociales surgieron por todo el país. Esto fue reflejo de las
nuevas posibilidades y libertades que se contraponían al
aletargamiento que había supuesto la Revolución Cultural. De
todas formas, el desarrollo del arte de la década de los ochenta,
a pesar de su voluntad de centrarse en lo estético, no pudo
desligarse de la situación política de su momento.
Paradójicamente, el arte de vanguardia desde un principio fue
interpretado y asociado con la deconstrucción y alienación
política, y le fue imposible concretizar su propio lugar entre lo
oficial y lo no oficial. La falta de visibilidad artística, así como
la situación de la mayoría de los profesionales activos, artistas
y comisarios a tiempo parcial, ya que la mayoría tenían como
ocupación principal algún trabajo relacionado con el sistema
estatal del arte, dificultó un mayor posicionamiento del arte
contemporáneo del momento. De esta forma, el mundo
académico y las facultades de Bellas Artes de todo el país,
muy ligadas a las directrices oficiales que dictaban que el
realismo soviético era la mejor forma de expresión artística,
fueron centros de disidencia y experimentación tan solo en lo
privado, ya que no pudieron transgredir la esfera pública,
donde siguió imperando el imaginario revolucionario y lo
figurativo. El arte de los ochenta, con una voluntad
experimental e independiente más teórica que práctica,
alcanzó su clímax con la exposición China/Avant-Garde, para
sufrir poco tiempo después un total ostracismo, a causa de los
fatídicos incidentes de la plaza de Tian‟anmen.
148
NÚRIA QUEROL
China/Avant-Garde
La exposición China/Avant-Garde, fruto de la incipiente
normalización cultural en la década de los ochenta, está
considerada uno de los acontecimiento más importantes de la
historia del arte contemporáneo en China. Celebrada en el
Museo Nacional de Arte en febrero de 1989, esta exposición
fue la primera gran muestra de arte de vanguardia que reunía
los trabajos de artistas procedentes de todas las regiones del
país. Las obras seleccionadas pertenecían mayoritariamente a
la segunda mitad de la década de los ochenta y correspondían
al movimiento o tendencia New Wave’85 que tuvo lugar en
este periodo. Esta tendencia se inspiraba en las teorías y
prácticas de las vanguardias artísticas occidentales que fueron
asimiladas y reinterpretadas por los colectivos chinos como
base ideológica y a modo de referencias visuales.
En este periodo la experimentación artística se concretizó
en un marcado pluralismo estilístico consecuencia de la
introducción de corrientes artísticas de vanguardias
anteriormente prohibidas. Según Gao Minglu, uno de los
principales ideólogos del New Wave’85 y comisario de la
exposición China/Avant-Garde, en este periodo “los artistas
expresaron objetivos utópicos y valores humanistas, y muchos
trabajaron bajo preceptos en contra de la subjetividad y de la
autoridad”8. El crítico de arte Wang Nanming, con un
posicionamiento menos benevolente que el anterior, ha
opinado sobre la trascendencia real de este periodo: “desde la
perspectiva histórica del arte, los Stars y el New Wave’85
fracasaron en encontrar un equilibrio entre la
DEBATE DEL ARTE CONTEMPORÁNEO EN CHINA
149
auto-manifestación y el lenguaje artístico. En China no había
innovación artística y eso bloqueó la forma en que el arte
pudiera expresarse. La autodenominada campaña del arte
moderno, el New Wave’85, fue más una cuestión de
romanticismo previo al verdadero modernismo” 9. Aunque los
críticos no se han puesto de acuerdo sobre la significación
histórica y social del arte de los ochenta, designado por el
crítico y comisario Hou Hanru como un arte
ideológico-céntrico10, todos han coincidido en que la
exposición China/Avant-Garde fue su gran hito y conclusión.
China/Avant-Garde fue la primera exposición organizada
por críticos de
arte locales y no
por cuadros del
partido
y,
aunque tenía el
apoyo de la
Asociación de
Artistas Chinos
y del Museo
Nacional
de
Figura 1. Imagen cortesía del Asia Art Archive.
Arte,
fue
también
la
primera vez que una exposición se financiaba de forma
privada. El hecho de que se celebrara en el Museo Nacional,
un gran edificio de estilo socialista que acoge la institución de
arte más importante del país y que en aquella época estaba
situado a unos pocos metros del antiguo Ministerio de Cultura,
confirió a los artistas expuestos cierto grado de aceptación por
150
NÚRIA QUEROL
parte de la oficialidad y les dio la oportunidad de tener una
difusión mucho mayor.
El día de la inauguración, el 5 de febrero de 1989, los carteles,
pancartas y alfombras que colgaban del museo con el signo
“No hay vuelta atrás”, el emblema y el símbolo de la muestra,
enfatizaban la necesidad de cambio y la idea de rotura con el
pasado (Fig. 1). En el discurso inaugural Gao Minglu, destacó
que la muestra quería presentar una perspectiva histórica de
los trabajos más significativos hechos por los artistas chinos
entre 1985 y 1989. La selección de las obras incluía todos los
medios artísticos, desde pintura a instalaciones y performances,
para reforzar así la idea de un discurso abierto del arte
moderno chino11. Los casi trescientos trabajos de los ciento
setenta y siete artistas seleccionados estaban repartidos en seis
salas del museo.
En China/Avant-Garde, por vez primera se mostraron al
gran público happenings, performances, instalaciones… que
ponían de manifiesto un diálogo entre el artista y el público.
En este diálogo el cuerpo tomó una significación especial ya
que fue el transmisor de muchas de las acciones de los artistas.
Las autoridades chinas y la cúpula más conservadora del
mundo del arte interpretaron estas nuevas formas artísticas
como algo pernicioso, como un ataque a ciertos tabúes. La
censura sobre estas nuevas formas y lenguajes del arte no
cesaría hasta entrado el siglo XXI cuando tuvieron cabida de
nuevo en museos y exposiciones oficiales.
DEBATE DEL ARTE CONTEMPORÁNEO EN CHINA
151
Esta idea
de peligro se
reforzó por la
clausura de la
exposición el
mismo día de
su inauguración.
La clausura se
produjo unas
horas después
Figura 2. Imagen cortesía del Asia Art Archive.
de
la
inauguración cuando Xiao Lu disparó con una pistola contra
su propia instalación Dialogue (1988) (Fig. 2). Después del
disparo, pasó la pistola a su compañero Tang Song quien fue
detenido por la policía. Xiao Lu se entregó a la policía unas
horas más tarde y también pasó a disposición judicial. La obra
estaba formada por dos cabinas telefónicas en el interior de las
cuales había dos fotografías de tamaño natural de dos jóvenes
conectados por un teléfono situado en medio de ambos. A
pesar de la poca originalidad de la instalación, la performance
de Xiao Lu y Tang Song se convirtió en un ataque al sistema
político chino. Los dos artistas fueron detenidos y liberados a
los pocos días cuando se descubrió que la pistola que habían
usado estaba registrada a nombre de un alto cargo oficial. Xiao
Lu y Tang Song eran hijos de cuadros del Partido y su
situación familiar les permitió llevar a cabo una acción
comprometida sin correr demasiados riesgos. Como explica
Inma González Puy, la acción llevada a cabo por estos artistas
“reflejaba los límites entre lo permitido y lo no permitido,
llevándolos hasta sus últimas consecuencias, que implicaban la
152
NÚRIA QUEROL
detención del artista-ejecutor. Su liberación antes de lo
previsto, gracias a la red de privilegios que debido a su
condición familiar se puso en marcha, realmente llegó a
completar todo un proceso habitual en la sociedad china.
Dialogue pretendía reflejar un fallo legal. Su realización ponía
de relieve la impotencia de la ley” 12.
La exposición China/Avant-Garde además de introducir
nuevos lenguajes artísticos, también reflejó los cambios
políticos y sociales propios del periodo de exaltación que vivía
el país. Desgraciadamente, el clima ilustrado de esta década de
idealismo e incipientes libertades que tuvo su clímax con esta
exposición, terminó unos meses más tarde con la masacre de la
plaza de Tian‟anmen. La violenta supresión de todo diálogo
entre la generación más joven, los intelectuales y los dirigentes
políticos supuso una fuerte recesión que condujo al arte
contemporáneo en China de nuevo a la clandestinidad.
Muchas de las obras expuestas en China/Avant-Garde
pertenecen a la colección de Uli Sigg, uno de los mayores
coleccionistas de arte contemporáneo en China. Como el
propio Sigg explicó en una entrevista, “en la exposición
China/Avant-Garde, el artista Wang Luyan intentó persuadir a
sus colegas para que no vendieran sus obras expuestas, sino
que se aseguraran de conservarlas para sí mismos, porque
algún día serían muy importantes. Los artistas se opusieron…
¡tenían que ganarse la vida!… Así que Wang Luyan compró a
sus colegas la mayoría de sus obras. Estas son las obras que
más tarde yo le compré a él”13. Algunas de estas obras
pudieron verse en la exposición Rojo aparte. Arte
contemporáneo chino de la colección Sigg, que se celebró en
la Fundación Joan Miró de Barcelona en 2008.
DEBATE DEL ARTE CONTEMPORÁNEO EN CHINA
153
Cabe destacar que, en la actualidad, la trascendencia y
reinterpretación del periodo de vanguardias en la historia del
arte contemporáneo en China está sujeta a debate.
Recientemente, numerosos simposios, exposiciones, revistas y
trabajos académicos, entre los que destacan las obras de Wu
Hung y Gao Minglu, junto con el proyecto online “Materials
of the Future: Documenting Contemporary Chinese Art from
1980-1990” del Asia Art Archive, han dedicado importantes
revisiones al arte de este crucial periodo14. Asimismo, la
exposición China/Avant-Garde y su insigne disparo también
han sido revisados. El disparo fue reinterpretado de la mano de
la misma Xiao Lu, que reconstruyó su instalación y recreó su
performance en la exposición inaugural del primer Festival de
Arte Internacional de Dashanzi, que se celebró en el espacio
de arte Factory 798 de Pekín en 2004. En esta performance la
artista reclamó la autoría individual, tanto de la instalación
Dialogue como de la performance por medio de una acción
con fuerte carga emocional15.
2. Los noventa: de lo local a lo global
A finales del siglo pasado, ningún otro país se transformó
tan rápida y profundamente como China en los años noventa.
En el campo del arte, la globalización del país, la reubicación
de muchos artistas de lo colectivo a lo individual y del campo
a la ciudad, y la irrupción del mercado del arte contemporáneo
en China marcaron su evolución, reubicando su creación
artística de lo local a lo global.
A principios de la década, las secuelas post-Tian‟anmen
hicieron mella en el sistema artístico, y tanto su contenido
154
NÚRIA QUEROL
como su contexto se vieron fuertemente afectados.
Inmediatamente después de 1989, la supresión de todas las
libertades y el cierre de los espacios expositivos provocaron un
gran desencanto, que se tradujo en un profundo
ensimismamiento de los artistas. El hecho de que la
producción artística experimental tuviera visibilidad
exclusivamente fuera del país provocó, por una parte, que
muchos artistas adaptaran sus lenguajes artísticos a las
expectativas internacionales y fueran acusados de crear un arte
orientado a la exportación. Por otra parte, desde el ámbito
internacional se malinterpretó su significado y, erróneamente,
se consideró que todo el arte en China era disidente, cuando en
realidad este mismo arte entró a formar parte rápidamente de
los circuitos más comerciales, abandonando cualquier
naturaleza crítica y transgresora.
En 1995, y sobre todo en los años posteriores, surgieron
nuevos medios artísticos que, acompañados de una mayor
libertad y visibilidad del arte dentro del país, crearon nuevos
espacios y canales de expresión artística. Fue entonces cuando
apareció la figura del comisario independiente; los artistas
experimentales adquirieron un nuevo estatus, se despolitizó el
arte experimental, remarcando las distancias ya existentes
entre lo oficial y lo no oficial y este último pasó de la
marginalidad a marcar sus propias directrices. Esta situación,
junto con la aparición de galerías privadas de arte
contemporáneo y de nuevos espacios expositivos domésticos,
el creciente interés de los coleccionistas por el arte
experimental y la mayor participación de artistas chinos en los
circuitos internacionales, significó el pleno desarrollo y
DEBATE DEL ARTE CONTEMPORÁNEO EN CHINA
155
expansión del arte contemporáneo en China en la escena
glocal16.
En general, el arte experimental de los noventa, conocido
como el arte de la generación del medio17, reflejó experiencias
históricas, expresó memorias colectivas e individuales, forzó
diálogos entre pasado y presente, y reflexionó sobre las
profundas transformaciones que lo circundaban. Junto con
aquellos artistas que analizaban el pasado y cómo este era
asimilado en el presente, a menudo realizando grandes
performances en lugares históricos como la Gran Muralla,
otros optaron por centrarse en la contemporaneidad más
inmediata, realizando obras y acciones donde lo urbano era
escenario y tema. La pérdida de los valores tradicionales, el
crecimiento de las ciudades chinas postmodernas18, el
nacimiento de la cultura urbana o la apertura hacia el mundo
exterior irrumpieron durante este decenio, inspirando a los
artistas contemporáneos que participaron de estas
transformaciones. En este contexto, los artistas adquirieron un
nuevo rol social y se convirtieron en focos de atención,
primero internacional y posteriormente también nacional.
Beijing East Village
Uno de los fenómenos más importantes durante la década
de los noventa fue la relación y alianza entre la performance y
los nuevos medios, en especial con la fotografía experimental,
que se puso de manifiesto sobre todo en el East Village de
Pekín. Este barrio, situado en el extremo este de la ciudad,
reunió a una comunidad de artistas experimentales que
trabajaban en diferentes medios, como pintura, performance,
156
NÚRIA QUEROL
instalaciones y fotografía. Entre 1993 y 1994 muchos de los
artistas inmigrantes de otras provincias se instalaron en esta
zona por los bajos precios del alquiler, y pronto descubrieron
sus intereses comunes y empezaron a realizar proyectos
conjuntos. Entre 2001 y 2002 el East Village fue demolido y
asimilado por la expansión de la capital, y en 2004 la
exposición Between Past and Future. New Photography and
Video from China, que se celebró en Nueva York y después
itineró por Estados Unidos y Europa, le dedicó una importante
revisión19.
La
coincidencia
en
esta
comunidad de
artistas
de
performances
como Zhang
Huan,
Ma
Liuming
o
Zhu Ming y Figura 3. Imagen cortesía de Zhang Huan Studio.
de fotógrafos
como Rong Rong y Xing Danwen dio como resultado
fructíferas colaboraciones. De todas formas estas
colaboraciones no estuvieron exentas de posteriores polémicas
por la autoría de las imágenes de acciones tan famosas como
Twelve Square Meters (1994) realizada por Zhang Huan y
fotografiada por Rong Rong (Fig. 3) o Fen/Ma Liuming Lunch
(1994) realizada por Ma Liuming y captada por Xing Danwen
(Fig. 4).
DEBATE DEL ARTE CONTEMPORÁNEO EN CHINA
157
Es inevitable relacionar estas controversias con el hecho
de que cuando estas fotografías fueron tomadas la
performance estaba más delimitada que la fotografía
experimental, siempre teniendo en cuenta la marginalidad de
ambas prácticas en China a principios y mitad de los noventa.
Sin embargo, desde que el mercado del arte en China floreció
a finales del siglo pasado amparado por la globalización del
arte, la fotografía
se convirtió no solo
en una forma de
documentar
las
performances sino
también
de
venderlas y, desde
entonces, la imagen
final de las mismas
Figura 4. Imagen cortesía de Xing Danwen.
preponderó en la
mayoría de los casos a las propias acciones que pasaron a ser
mucho más calculadas y pensadas como resultado final en
forma de productos artísticos fotográficos o en vídeo que han
adquirido altas cotizaciones en subastas internacionales como
las de las casas de subasta Sotheby's o Christie‟s.
En Between Past and Future. New Photography and
Video from China, la autoría incierta o compartida de las
imágenes de las performances se resolvió considerando a los
fotógrafos que habían captado las acciones como autores de
los trabajos. Así confirieron a estos fotógrafos su merecido
reconocimiento y, al mismo tiempo, les permitió incluir estas
obras, en tanto que fotografías, en la exposición.
158
NÚRIA QUEROL
En la performance Twelve Square Meters, fotografiada
por Rong Rong, Zhang Huan permaneció encerrado durante
una hora en un baño público del East Village. Desnudo y
embadurnado con aceite de pescado y miel, el hedor atrajo a
un gran número de moscas y otros insectos que se pegaron a
su cuerpo. Con esta performance quería denunciar el estado de
los servicios públicos en su país y, de forma indirecta, el
sistema político, y dedicar su acción al famoso poeta Ai Qing,
padre del conocido artista Ai Weiwei, que durante la
Revolución Cultural fue enviado a la lejana provincia de
Xingjiang, donde diariamente estaba obligado a limpiar las
letrinas públicas. Las imágenes de esta performance pudieron
verse en la exposición que la Fundación Telefónica dedicó a
Zhang Huan en Madrid en 2007.
Por su parte, Ma Liuming20, que por su larga melena y sus
rasgos femeninos a menudo ha sido confundido con una mujer,
en su performance Fen/Ma Liuming Lunch, fotografiada por
Xing Danwen, puso a hervir unas patatas, unos dibujos de
unas patatas, el bolígrafo usado para hacer estos dibujos y su
reloj y sus joyas. Después enterró las patatas y demás objetos
cocinados en el patio de su estudio con la intención de cerrar
el ciclo de estos objetos retornándolos a la tierra, y con esto
manifestar la imposibilidad de cerrar este ciclo y la absurdidad
de su acción con relación a la misma condición absurda de su
país. Al poco tiempo fue arrestado y estuvo encerrado en
prisión durante tres meses, acusado de hacer referencias
pornográficas en sus trabajos21.
DEBATE DEL ARTE CONTEMPORÁNEO EN CHINA
159
3. El siglo XXI: la multiplicidad de centros.
El caso de la Bienal de Venecia.
En el siglo XXI la proliferación de bienales y la mayor
participación de artistas chinos ha tenido un papel importante
en la internacionalización de su arte contemporáneo. Junto a
ello, muchas otras exposiciones celebradas fuera del país han
supuesto su consolidación dentro de la escena internacional y
han planteado nuevas cuestiones y significados. A lo largo de
toda su historia, el pueblo chino se ha considerado el centro
del mundo, tal y como indica el nombre del país, que en
lengua china significa “el país del centro”. El mundo
contemporáneo ha dejado paso a una interacción y
comunicación con el exterior, en contraposición al cierre
acaecido durante la Revolución Cultural. Esta transformación
ha supuesto nuevos diálogos, pero también choques entre los
centros de arte, marcando un profundo vaivén del arte
contemporáneo en China que se ha estado debatiendo del
centro a la periferia y de la periferia al centro.
Desde la primera mitad de la década de los noventa, fruto
del interés por lo multicultural surgido a finales de los ochenta
en los tradicionales centros de arte, el arte contemporáneo en
China ha estado presente en las bienales más importantes. La
Bienal de Venecia y la Documenta de Kassel dedicaron
importantes exposiciones al arte último realizado en China, y
sus artistas contemporáneos adquirieron un reconocimiento sin
precedentes a escala mundial. Al mismo tiempo, comisarios y
artistas de origen chino afincados en Europa o Norteamérica,
como Hou Hanru, Cai Guo-Qiang o Chen Zhen, participaron
en las bienales más prominentes, rompiendo con las fronteras
160
NÚRIA QUEROL
existentes y ampliando los límites del centro. A partir del año
2000, la presencia del arte contemporáneo en China en
bienales internacionales dejó de estar vinculada única y
exclusivamente al interés de los comisarios y del público y,
promovido por la nueva política cultural del gobierno chino,
pasó a estar patrocinado gubernamentalmente. En la Bienal de
Sao Paolo de 2002, el Ministerio de Cultura de China
patrocinó por primera vez una exposición de arte
contemporáneo en China que comisarió Fan Dian. Esta
muestra marcó el comienzo de las representaciones nacionales
de China en bienales y trienales de arte contemporáneo de
todo el mundo.
En el nuevo milenio y dentro del territorio chino, las
bienales internacionales también tuvieron un importante papel
en la difusión del arte contemporáneo. A la pionera Bienal de
Shanghai, creada en 1996 y desde 2000 reconvertida en una
bienal internacional, le siguieron la Bienal de Chengdu en
2001, la Trienal de Guangzhou en 2002 y las Bienales de
Pekín, Xi‟an y Qingdao en 2003. La proliferación de estas
bienales y trienales demostró que el arte contemporáneo en
China era considerado casi una necesidad social y política que
ponía de manifiesto la apertura y modernización del país.
Junto a estas bienales, las exposiciones satélites y la
coincidencia temporal de la Bienal de Shanghai con otras
importantes bienales asiáticas, como Gwangju y más
recientemente también Singapur, atrajeron un mayor número
de visitantes que viajaron al país, propiciando a su vez una
mayor recepción y difusión del arte.
En general, la presencia e interés por el arte
contemporáneo en China en las bienales internacionales
DEBATE DEL ARTE CONTEMPORÁNEO EN CHINA
161
benefició su difusión en la escena global, aunque la crítica en
algunos casos valoró más su mera participación que otros
criterios más rigurosos, como la calidad de los trabajos. Más
allá de estadísticas, estándares y nuevos orientalismos, el arte
actual en China está inmerso en el mundo de las bienales,
reinterpretando estas viejas estructuras expositivas y forzando
nuevas geografías de la cultura visual contemporánea.
Bienal de Venecia
La irrupción del arte contemporáneo en China en la
escena internacional y su reconocimiento y apropiación oficial
por parte del gobierno chino estuvieron estrechamente ligados
con su participación en la Bienal de Venecia. Si durante la
década de los noventa la participación no oficial del arte
contemporáneo en China tuvo una tímida aparición en la
edición de 1993, que se amplió considerablemente en 1999, la
participación oficial a partir de la edición de 2003 representó
la institucionalización y legitimación gubernamental a nivel
internacional y se enmarcó dentro del programa oficial de
China de apertura al mundo.
Tradicionalmente, la sección Aperto había estado
dedicada a las nuevas tendencias, y en la edición de 1993,
dirigida por Achile Bonito Oliva, dicha apertura se articuló
alrededor del multiculturalismo y los artistas emergentes.
Dentro de esta sección, y como ejemplo de su discurso
aperturista, la exposición Passaggio a Oriente agrupó los
trabajos de artistas chinos y japoneses junto a los del
movimiento artístico Lettrisme. La sección china de Passaggio
a Oriente incluyó las pinturas experimentales de catorce
162
NÚRIA QUEROL
artistas contemporáneos y estuvo comisariada por Francesca
Dal Lago, junto con Li Xianting y el propio Achile Bonito
Oliva. Según Dal Lago, “la selección de los trabajos y su
distribución contribuyeron a crear la sensación de un estilo
“chino” homogéneo, eliminando cualquier atisbo de creación
individual”22. No obstante, el enfoque “orientalista” de esta
primera participación digna de consideración, Passaggio a
Oriente, supuso el punto de partida para que en las sucesivas
ediciones fueran seleccionados artistas chinos, llegando a su
máxima expresión en la edición de 199923.
El arte contemporáneo en China conquistó Venecia de la
mano del comisario Harald Szeemann quien, en la 48.ª edición
de la Bienal, seleccionó a veinte artistas, siendo la mayor
representación de un país que no tenía pabellón ni ningún tipo
de relación oficial con la Bienal. Incluidos dentro de la sección
APERTO over ALL y distribuidos entre el pabellón italiano y
el Arsenale, inaugurado en aquella edición, fue positivo el
hecho de que se rompiera con la tradicional agrupación
nacional, aunque de todas formas el espacio tuvo y mantuvo su
significado. Los trabajos de los pintores que vivían en China y
se exponían en el pabellón italiano parecían menos
experimentales que las grandes instalaciones de aquellos
artistas chinos residentes en el extranjero que se exhibieron en
el Arsenale24. Sobre las grandes instalaciones creadas por los
artistas expatriados y en relación al mayor reconocimiento que
estos tenían, Francesca Dal Lago destacó que “revelaban un
intento de sacar provecho de la ignorancia generalizada que
tiene Occidente de Asia […]. Su discurso no tiene un
significado específico ni en China ni en Occidente. Existen en
un espacio virtual; este arte a menudo se basa en la asunción
DEBATE DEL ARTE CONTEMPORÁNEO EN CHINA
163
de que eventualmente nadie (ni en China ni en Venecia)
entenderá su significado”25.
Un ejemplo de este tipo de trabajo, no necesariamente
incomprendido universalmente pero que causó una gran
polémica, fue la instalación comisionada Venice Rent
Collection Courtyard (1999), de Cai Guo-Qiang. Este trabajo,
que ganó el León de Oro, era una réplica parcial y a tamaño
real del famoso conjunto escultórico de estilo socialista Rent
Collection Courtyard (1965), producido durante la Revolución
Cultural por la Academia de Bellas Artes de Sichuan. Para su
instalación en Venecia, en el espacio del Arsenale, Cai
Guo-Qiang, con la ayuda de un grupo de asistentes, reprodujo
ochenta y una de las figuras de arcilla del conjunto original,
que representaban la opresión sufrida por un grupo de
campesinos por parte de su terrateniente. Sin someter las
piezas a cocción, las obras se dejaron en exposición para que
se desintegraran durante el periodo de la Bienal y así ser
destruidas al final del evento. Según Cai Guo-Qiang, el acto de
reproducir la obra Rent Collection Courtyard (1965) era una
performance conceptual que, partiendo de una obra canónica,
exploraba la transformación de un prototipo en una nueva
forma de arte. De todas formas, estas explicaciones no
evitaron que fuera denunciado por algunos críticos y
académicos relacionados con la creación de obra original, que
le acusaron de infringir los derechos de autor 26.
164
NÚRIA QUEROL
Cai Guo-Qiang,
conocido
por
sus explosivas
instalaciones,
vive en Nueva
York
desde
1995 y es uno
de los artistas
chinos
más
cotizados en el Figura 5. Imagen cortesía del Museo Guggenheim
de Bilbao.
mercado
internacional del arte. Su obra se ha podido ver recientemente
en España en el IVAM en 2005 y en la exposición Quiero
creer que se celebró en el Museo Guggenheim de Bilbao en
2010. Justamente en la muestra de Bilbao reprodujo la
instalación Bilbao Rent Collection Courtyard (Fig. 5).
En la Bienal de Venecia 1999, aparte de esta instalación
de Cai Guo-Qiang, casi todas las otras obras seleccionadas por
Szeemann pertenecían a la colección de Uli Sigg y de ahí la
dimensión reducida de la mayoría de ellas y la calidad
vacilante. Al respecto el crítico y comisario Fei Dawei
comentaba que, dadas las diferencias entre los artistas chinos
residentes en el país y aquellos residentes en el extranjero,
mucho más experimentados en el sistema y en la producción
artística que los primeros además de gozar de un contexto
mucho más favorable, Szeemann hubiera podido seleccionar
un número menor de artistas y ofrecerles la posibilidad de
producir obras específicas. Además, si hubiera investigado un
poco más en lugar de limitarse a las obras de una sola
colección, la selección habría sido todavía más interesante27.
DEBATE DEL ARTE CONTEMPORÁNEO EN CHINA
165
poco más en lugar de limitarse a las obras de una sola
colección, la selección habría sido todavía más interesante27.
La división que presentaron los artistas chinos
seleccionados en APERTO over ALL la compartió la crítica,
que coincidió en destacar el hecho extraordinario que supuso
la participación china en Venecia, pero se fracturó al valorar
los contenidos. Mientras una parte de la crítica,
mayoritariamente occidental, alabó sin ninguna reticencia la
selección de Szeemann, otro grupo de críticos, más vinculados
con China, le recriminaron que presentase una mirada
superficial del arte contemporáneo en China acusándole de
“jugar la carta china” y de que su aproximación fuese más
política que artística28. Resulta un poco ambivalente que esta
fuera su recriminación, teniendo en cuenta que Szeemann
había declarado que era el momento de empezar a mostrar el
arte en China al mismo nivel que cualquier otro arte y que una
de las cosas que más le atraía del arte contemporáneo en China
era que existía un tipo de arte político29. La 48.ª Bienal de
Venecia fue un catalizador de la transformación de los
espacios del arte y de la sociedad ya que, como describe el
crítico e historiador del arte John Clark, los artistas chinos
forzaron a replantear las normas de las instituciones
domésticas e incluso el concepto mismo de institución, al ser
incluidos en una exposición de un país “extranjero” 30. Este fue
el caso de la selección del artista Huang Yongping como
representante del pabellón francés comisariado por Hou Hanru,
también de origen chino y residentes ambos por aquel
entonces en Francia.
Hou Hanru, seguramente una de las figuras que más ha
contribuido a la difusión del arte contemporáneo en China en
166
NÚRIA QUEROL
la escena global, estuvo presente de nuevo en la edición de
2003, pero esta vez como comisario de la exposición Z.O.U. –
Zone of Urgency. Esta exposición, dentro del tema general
Dreams and Conflicts, comisariado por Francesco Bonami,
analizaba la fuerte transformación del mundo actual a partir de
la globalización, urbanización y la expansión explosiva. Las
ciudades contemporáneas se habían convertido en zonas de
urgencia y Z.O.U. articulaba su respuesta a través de los
experimentos y trabajos de artistas contemporáneos,
mayoritariamente aquellos de la región de Asia-Pacífico31.
Dentro de esta exposición, destacó la sección Canton Express,
un proyecto especial creado por los artistas de esta región que,
en palabras de Hou Hanru, “actuaron como guerrilla urbana
injertando temporalmente su ciudad dentro del Arsenale”32.
Los artistas chinos tuvieron una presencia importante en
Z.O.U., pero la mayor trascendencia para el desarrollo del arte
contemporáneo en China fue la creación del primer pabellón
nacional oficial de la República Popular China. Pese a que,
según el comunicado oficial, la exposición no se pudo mostrar
en Venecia por causa de la enfermedad pandémica del SARS33,
su significado trascendía a la propia muestra. Como destacó su
comisario Fan Dian en el catálogo, esta primera participación
oficial demostraba que China se había convertido en una parte
inseparable de la comunidad internacional34. Si Huang
Yongping, a principios de los noventa, afirmó que el arte en
China siempre había estado al servicio de la ideología, una
década después, en el contexto del pabellón chino en la Bienal
de Venecia, y viendo el nuevo estatus oficial que este otorgó al
arte contemporáneo, estas palabras parecían irrefutables 35.
Pero no solo el discurso oficialista y propagandístico del
DEBATE DEL ARTE CONTEMPORÁNEO EN CHINA
167
pabellón estaba al servicio de los intereses internacionalistas
del país, sino que con un tono similar se refirió Fan Dian a las
obras que había seleccionado para Synthi-Scapes, el tema del
pabellón. En general los valores de Synthi-Scapes, según
Martina Köppel-Yang, “expusieron pluralismo, articulado a
partir de una especie de retórica internacional y postmoderna,
y continuidad con el desarrollo histórico de China, expresado a
través de la dualidad tradición e innovación. La imagen que
China quería dar era la de un país que había entrado en un
nuevo estadio de desarrollo histórico, el de la globalización,
adentrándose en la comunidad internacional sin olvidar sus
raíces culturales”36.
Finalmente, el primer pabellón de la República Popular
China pudo verse in situ en Venecia, en la edición de 2005.
Virgin Garden: Emersion, el título del pabellón, estuvo
comisariado por Cai Guo-Qiang quien, irónicamente, en 1999
había sido denunciado por parte de la oficialidad china en el
marco de la misma Bienal de Venecia. La selección de este
artista como comisario del pabellón reflejaba el nuevo estatus
del arte contemporáneo en su país de origen, además de querer
connotar el aperturismo del gobierno al seleccionar un
comisario de origen chino y residente en Estados Unidos. Este
mismo compromiso lo transmitió el propio Cai Guo-Qiang en
su discurso curatorial ya que, como apuntó el crítico Felix
Schöber, “lo que buscó era que fuera un gran espectáculo que
se adecuara a la emersión de China como un nuevo jugador
global”37. El resultado de tanta estrategia fue, según Joe
Martin Hill y coincidiendo con la mayor parte de la crítica,
que “aparte de la expectación que causó, el pabellón chino era
decepcionante […]. Sea cual sea el motivo, no consiguió
168
NÚRIA QUEROL
transmitir la diversidad y la fuerza del arte contemporáneo de
China: los trabajos y el espacio del pabellón no cuajaron”38.
Virgin Garden quería explorar las nociones de
espiritualidad y esencia, al tiempo que reconocía los retos
inherentes al articular estas fuerzas intangibles con las artes
visuales, usando elementos de la filosofía y la cultura chinas,
que enmarcaban dicho diálogo. En total, reunió los trabajos de
Xu Zhen, Liu Wei, Yung Ho Chang, Sun Yuan & Peng Yu y
Wang Qiheng. Si en la Bienal de 1995 Cai Guo-Qiang realizó
una performance/instalación titulada Lo que Marco Polo
olvidó, donde evocaba pensamientos y concepciones pasadas
que invitaban a reflexionar sobre el presente y el futuro, parece
que diez años más tarde el descuido fue propio en Virgin
Garden: Emersion.
La línea divisoria entre lo precedente y lo venidero a
menudo es discontinua, y una década después esta reflexión
continuaba estando vigente y necesitaba de una
reinterpretación y asimilación inminentes. Como concluyó
Martina Köppel-Yang, “la creación de un pabellón oficial
chino en la Bienal de Venecia era una exitosa declaración
política. En lo que se refiere a declaración artística, por el
contrario, era menos triunfante […]. Entre la asimilación,
re-explotación y una demanda cultural cada vez mayor por
parte de la industria (tanto en el mercado nacional como en el
internacional), los artistas deberían reubicarse a ellos mismos
y a sus intereses. Una se pregunta si estos artistas necesitan de
un oponente contra el que luchar y, de ser así, podrían empezar
por refutar los modelos ideológicos que ofrecen la industria y
la política cultural”39.
DEBATE DEL ARTE CONTEMPORÁNEO EN CHINA
169
Conclusión
La reconstrucción de la instalación Dialogue y la
recreación de la performance de Xiao Lu (China/Avant-Garde,
1989) por parte de la propia artista en la exposición inaugural
del primer Festival de Arte Internacional de Dashanzi, en abril
de 2004, marcó, quince años después, un hito del arte de
vanguardia por medio de la experimentación artística en el
marco de la globalización. Independientemente de la carga
emocional que la obra tuvo y retuvo, la reclamación de la
autoría individual por parte de Xiao Lu no puede desligarse de
la aparición del mercado del arte contemporáneo. Al mismo
tiempo, la instalación/acción Dialogue, trascendiendo al
trabajo original, así como a su reposición, tiene fuertes
resonancias: con el desarrollo del arte contemporáneo en
China en las últimas décadas, con la evolución de los
lenguajes modernistas y experimentales, así como con la
importancia de las exposiciones en la emergencia y
consolidación del arte contemporáneo en China, tanto a nivel
local (la instalación Dialogue estuvo expuesta de nuevo en el
Museo Nacional de Arte de Pekín en 2011) como internacional
(desde 2005, China ha tenido un pabellón oficial en todas las
ediciones de la Bienal de Venecia).
Más allá del dominio del mercado del arte, de
instrumentalizaciones políticas y del impacto de la
globalización, como se ha expuesto en este artículo, en el
mundo contemporáneo las exposiciones han tenido un papel
decisivo en la evolución del arte último en China, hasta el
punto de que estas han sido las que en parte han marcado y
170
NÚRIA QUEROL
pautado su discurso. La cultura visual en la China
contemporánea se ha debatido desde finales de los años setenta
entre lo público y lo privado, entre lo clandestino y lo legítimo,
entre su posicionamiento dentro y fuera de los límites propios
y ajenos, entre el arte chino contemporáneo y el arte
contemporáneo en China. Esta duplicidad de factores y
localizaciones, sin ser necesariamente opuestos ni excluyentes,
enriquece su compleja condición, que suscita un mayor interés
en todos los niveles en que coexisten. La multiplicidad del arte
contemporáneo en China y de sus sistemas, infraestructuras,
tiempos y espacios ha sido un tema recurrente entre los
estudiosos de este campo.
Francesca Dal Lago, a partir de la participación china en
la Bienal de Venecia de 1999, reflexionó sobre la importancia
del lugar y del espacio en el arte. Según Dal Lago, dado que el
arte existe en un lugar concreto, para que podamos entender el
significado de una obra de arte, es fundamental posicionar el
marco físico o conceptual de su perspectiva y/o de sus
condiciones específicas de producción40. El objetivo de su
artículo, como cuestionó tiempo después Wu Hung, era
demostrar que esta teoría no era universal, ya que el arte
contemporáneo en China era un caso excepcional que existía
en un no-espacio, en una realidad virtual que se nutría de
muchos espacios pero que no pertenecía a ninguno. En
respuesta a Dal Lago, Wu Hung puntualizó que no se podía
generalizar que todo el arte contemporáneo en China existía
únicamente en una realidad virtual, ya que dicha afirmación
era específica de una mirada parcial y limitada desde fuera
hacia adentro41. Al respecto y en el contexto de este mismo
debate en torno al posicionamiento del arte actual en China,
DEBATE DEL ARTE CONTEMPORÁNEO EN CHINA
171
cabe remarcar que este existe en un espacio múltiple que se
manifiesta a través de sus exposiciones. El espacio expositivo,
ya sea global, local, público o privado, oficial o alternativo, al
igual que la dimensión espacial, temporal y mediadora de
dicha exposición, enmarca el arte chino contemporáneo
convirtiéndolo en arte contemporáneo en China.
Agradecimientos:
Este artículo es fruto de un trabajo de investigación
llevado a cabo en la Academia Central de Bellas Artes de
Pekín y en la Universidad de Pekín y financiado por la
Agencia Española de Cooperación Internacional para el
Desarrollo y por la Fundación ICO.
1
Köppel-Yang, Martina, Semiotic Warfare. The Chinese Avant-Garde,
1979-1989. A Semiotic Analysis, Hong Kong: Timezone8 Ltd, 2003, p. 22.
2
Véase Gao Minglu, “Total Modernity and the Avant-Garde” en
Twentieth-Century Chinese Art, Cambridge, Massachusetts: MIT Press,
2011 y Wu, Hung, “Introduction: A Decade of Chinese Experimental Art
(1990-2000)”, en Wu Hung, Wang Huangsheng y Feng Boyi (eds.), The
First Guangzhou Triennial. Reinterpretation: A Decade of Experimental
Chinese Art (1990 – 2000), Chicago: Art Media Resources, 2002.
3
Yi Ying, “Criticism on Chinese Experimental Art in the 1990”, en Wu
Hung, Wang Huangsheng y Feng Boyi (eds.), Op. cit., 2002, pp. 98-104.
4
Wu, Hung, “Introduction: A Decade of Chinese Experimental Art
(1990-2000)”, en Wu Hung, Wang Huangsheng y Feng Boyi (eds.), Op. cit.,
2002, p. 11.
5
6
Ibídem, pp. 11-12.
Véase Schwarcz, Vera, The Chinese Enlightenment: Intellectuals and the
Legacy of the May Fourth Movement of 1919, Berkeley/Los
Ángeles/Londres: Berkeley University Press, 1986.
172
NÚRIA QUEROL
7
El muro de la Democracia, un gran muro de ladrillos situado en el barrio de
Xidan, al oeste de Zhongnanhai, marcó el punto de convergencia de la
disidencia democrática a finales de la década de los setenta. Desde
diciembre de 1978, en línea con la política del Partido Comunista Chino de
“buscar la verdad a partir de los hechos” sobre lo ocurrido durante la
Revolución Cultural, activistas del movimiento para la democracia
consignaron informaciones e ideas en el muro, a menudo en forma de
grandes pósteres que recordaban la estética de los dazibao 大字报 (los
grandes carteles propagandísticos que durante la Revolución Cultural
pretendían movilizar a la gente contra los enemigos del pueblo). El muro de
la Democracia, emblema del periodo conocido como la “Primavera de
Beijing”, fue prohibido en diciembre de 1979 cuando, además de las críticas
a gobiernos previos, se comenzó a criticar a los líderes y al sistema del
Partido Comunista del momento, por lo que el gobierno suprimió toda
disidencia política.
8
Donovan, Patricia, “Gao Minglu: Art historian knows changing China”, en
University of Buffalo Reporter, 32.17 (2001),
http://www.buffalo.edu/ubreporter/archives/vol32/vol32n17/n4.html [Última
consulta: 5 de marzo de 2012].
9
Wang, Nanming, “Art, the Stars and the Farmers”, en ArtZine China, 5
(2006),
http://artzinechina.com/display_vol_aid243_en.html
[Última
consulta: 5 de marzo de 2012].
10
Hou Hanru, “Towards an 'Un-Unofficial Art': De-ideologicalisation of
China's Contemporary Art in the 1990s”, en Third Text, 34 (1996), pp.
37-52.
11
Berghuis, Thomas, Performance art in China, Hong Kong: Timezone8
Ltd, 2007, pp. 65-94.
12
Gónzalez Puy, Inma, “Mujeres artistas en China”, en Taciana Fisac (ed.),
Mujeres en China, Madrid: Ediciones Cooperación al Desarrollo, 1995, p.
179.
13
Frehner, Matthias, “Acess to China. Uli Sigg in Conversation with
Matthias Frehner”, en Bernard Fibicher y Matthias Frehner (eds.), Mahjong:
Contemporary Chinese Art from the Sigg Collection, Ostfildern-Ruit: Hatje
Cantz, 2005, pp. 16-17.
14
Véase Wu Hung (ed.), Contemporary Chinese Art: Primary Documents,
Durham y Londres: Duke University Press Books, 2010; Gao, Minglu, Total
DEBATE DEL ARTE CONTEMPORÁNEO EN CHINA
173
Modernity and the Avant-Garde in Twentieth-Century Chinese Art,
Cambridge, Massachusetts: MIT Press, 2011 y Asia Art Archive, Materials
of the Future: Documenting Contemporary Chinese Art from 1980-1990,
2010. Disponible en http://www.china1980s.org/tc/Default.aspx [Última
consulta: 5 de marzo de 2012].
15
En la instalación y performance Dialogue (2004), Xiao Lu se cortó el pelo
y lo repartió entre el público asistente, concluyendo la acción con la lectura
de un manifiesto donde reclamó la autoría individual de la obra Dialogue
(1989), a la vez que denunció públicamente los abusos emocionales
recibidos de su excompañero Tang Song, a quien excluyó de la coautoría de
la obra original. Véase Xiao, Lu, Dialogue, Hong Kong: Hong Kong
University Press, 2010.
16
El término glocal, cruce entre global y local, se refiere a la capacidad de
pensar globalmente y actuar de forma local. Este vocablo, procedente del
término japonés 土着化 dochakuka, que significa “localización global” y
fue utilizado originariamente en el marco empresarial del país nipón en los
años ochenta, ha sido popularizado desde los noventa en el mundo
anglosajón por el sociólogo británico Roland Robertson, quien aboga por
entender lo local como un aspecto de lo global. Véase Roland Robertson,
Globalization: Social Theory and Culture, Londres: Sage Publications,
1992.
17
La generación del medio está formada por los artistas que surgieron en la
década de los noventa, después del movimiento New Wave’85 y antes de la
irrupción del arte contemporáneo en China en la escena internacional. Véase
Tinari, Philip (ed.), “Leap 9 - The Middle Generation”, Leap – The
International Art Magazine of Contemporary China, 9 (2011).
18
Sobre la correlación, transposición y reinterpretación del postmodernismo,
entendido según la lógica cultural del capitalismo avanzado en China, en línea
con el célebre texto de Frederic Jameson, véase Liu, Kang, “Is There an
Alternative to (Capitalist) Globalization? The Debate about Modernity in
China”, en Frederic Jameson y Masao Miyoshi (eds.), The Cultures of
Globalization, Durham y Londres: Duke University Press, 1998, pp.164-188.
19
Wu Hung y Christopher Phillips (eds.), Between Past and Future. New
Photography and Video from China, Chicago: Smart Museum of Art,
University of Chicago, 2004.
20
El artista ha usado, a modo de alter ego, el nombre artístico de Fen/Ma
Liuming. Fen 芬 es un nombre de mujer que significa incienso, pero
174
NÚRIA QUEROL
también se relaciona con el carácter usado para designar una separación 分,
ya que son homófonos. El nombre de Fen/Ma Liuming implica sus dos
identidades separadas; una, la de su cotidianidad como hombre, y otra, su
identidad transgénero como artista.
21
Qian Zhijian, “Performing bodies: Zhang Huan, Ma Liuming, and
performance art in China – Interview”, en Art Journal, 58.2 (1999), p.12.
22
Dal Lago, Francesca, “Chinese Art at the Venice Biennale: 1. The Virtual
Reality of Chinese Contemporary Art”, en John Clark (ed.), Chinese Art at
the End of the Millennium, Hong Kong: Timezone8 Ltd, 2002, pp. 162-163.
23
En 1980 tuvo lugar la primera participación oficial de China en la Bienal
de Venecia, en una pomposa exposición situada en una esquina del pabellón
de Yugoslavia. Para esta ocasión, que se repitió en 1982, la representación
de China estuvo formada por bordados y trabajos en papel, demostrando el
poco interés y conocimientos del gobierno sobre el arte contemporáneo. En
la edición de 1995 fueron seleccionados Zhang Xiaogang, Liu Wei y Yu
Youhan en la sección oficial. Cai Guo-Qiang fue seleccionado para la
exposición TransCulture. Gu Dexin, Yang Jun, Huang Yongping, y de
nuevo Cai Guo-Qiang participaron en la exposición Asiana, comisariada por
Fei Dawei. En 1997 Cai Guo-Qiang volvió a ser seleccionado, pero esta vez
en la sección oficial.
24
Dal Lago, Francesca, Op. cit., 2002, p. 163.
25
Ibídem, p. 164.
26
En 1972, el joven Harald Szeemann fue nombrado director artístico de la
Documenta V de Kassel en la entonces República Federal Alemana. En
aquella ocasión, ya intentó llevar la obra Rent Collection Courtyard (1965) a
Alemania para la exposición, pero su intención fracasó: el gobierno chino ni
se molestó en responder la carta de invitación. Szeemann consiguió, unas
décadas después, que Rent Collection Courtyard estuviera presente en
Venecia gracias a Cai Guo-Qiang. Véase Zhu Qi, “We Are All Too
Sensitive When it Comes to Awards! Cai Guo-Qiang and the Copyright
Infringement Problems Surrounding Venice‟s Rent Collection Courtyard”,
en Wu Hung (ed.), Chinese Art at the Crossroads: Between Past and Future,
Between East and West, Hong Kong: Timezone8 Ltd, 2001, pp. 56-65.
DEBATE DEL ARTE CONTEMPORÁNEO EN CHINA
175
27
Fei Dawei, “Gli occidentali capiscono davvero l'arte orientale?”, en Flash
Art Italia, 32.217 (1999), pp. 26-27.
28
Ibídem.
29
Storr, Robert, “Prince of tides - interview with 1999 Venice Biennale
Visual Arts Director Harald Szeemann – Interview”, en ArtForum, 9.37
(1999), pp. 14-17.
30
Clark, John, “Between the Worlds: Chinese Art at Biennials since 1993”,
en Yishu – Journal of Contemporary Chinese Art, 4.2 (2005), p. 50.
31
Hou Hanru, “Z.O.U. – Zone of Urgency”, en Yishu – Journal of
Contemporary Chinese Art, 2.2 (2003), p. 21.
32
Hou Hanru, “Canton Express”, en Yishu – Journal of Contemporary
Chinese Art, 3.1 (2004), p. 16.
33
Britta Erickson apunta que el tema del SARS fue una excusa y que se
debió a otros factores internos. Erickson explica que el gobierno italiano
hubiera pedido tan solo un control de fiebre antes de permitir entrar en el
país a los artistas chinos que participaban en la Bienal. De hecho, muchos
otros artistas chinos viajaron a Italia vía Francia para visitar el evento.
Finalmente, el Pabellón se expuso en China, primero en el Museo de Arte de
Guangdong en Guangzhou, y posteriormente en el Museo de Arte
Contemporáneo de la Academia Central de Bellas de Pekín. Véase Erickson,
Britta, On the Edge: Contemporary Chinese Artists Encounter the West,
Hong Kong: Timezone8 Ltd, 2004, p. 40.
34
Fan Dian, Synthi-Scapes, Beijing: China International Exhibition
Agency/Guangdong Museum of Art, 2003.
35
Entrevista de Jean-Hubert Martin y Huang Yongping. En Martin,
Jean-Hubert (ed.), Résistances, Tokio: Watari-Um Ausstellung Katalog,
1992, p. 8.
36
Köppel-Yang, Martina, “The Ping-Pong Policy of Chinese Contemporary
Art”, en Yishu – Journal of Contemporary Chinese Art, 3.2 (2004), pp.
65-66.
37
Schöber, Felix, “China‟s spectacular Emersion versus the spectres of
bureaucracy looming in Taiwan, the Singaporean art of deconstructing
national symbols, wordless dialogue from Hong Kong or greater China at
176
NÚRIA QUEROL
the 2005 Venice Biennale”, en Yishu – Journal of Contemporary Chinese
Art, 4.3 (2005), p. 18.
38
Hill, Joe Martin, “The Burden of (Mis)Representation and Others of the
Biennale Spectacle”, en Yishu – Journal of Contemporary Chinese Art, 4.3
(2005), p. 14.
39
Köppel-Yang, Martina, “From Glittering „Stars‟ to Shining El Dorado, or,
the „adequate attitude of art would be that with closed eyes and clenched
teeth‟”, en Yishu – Journal of Contemporary Chinese Art, 4.4 (2005), p. 68.
40
Dal Lago, Francesca, “Chinese Art at the Venice Biennale: 1. The Virtual
Reality of Chinese Contemporary Art”, en John Clark (ed.), Op. cit., 2002, p.
15.
41
Wu Hung, Op. cit., 2002, p. 132.
DOI 10.3994/RIEAO 2010.01.011
Revista Iberoamericana de Estudios de Asia Oriental (2011) 4:
APUNTES SOBRE LA INFLUENCIA DE LA
AMBIGÜEDAD DE LA LENGUA CHINA EN
LA FORMACIÓN DE INTERPRETACIONES
DISTINTAS EN LAS ANOTACIONES DE LOS
TEXTOS CHINOS ANTIGUOS1
Liu Chang*
Resumen: En las anotaciones de los textos antiguos chinos existe
una gran cantidad de interpretaciones distintas que, a lo largo del
proceso de formación de la transmisión de los textos clásicos, han
influido en la comprensión y la interpretación, desviándose del
significado original de las palabras, las oraciones, los párrafos y los
capítulos de los textos. La aparición de estas interpretaciones está en
relación con el fenómeno de la ambigüedad en la lengua china. En
chino, el carácter general y sistemático de los significados de las
palabras, la relación combinatoria de las palabras y el hecho de que
el chino antiguo haya utilizado los caracteres como vehículo de
transmisión, han ejercido mucha influencia en las diferentes
interpretaciones de los comentarios antiguos.
Abstract: In the annotations of ancient Chinese texts, throughout the
formation process of the transmission of classical texts, there are
*
Liu Chang es profesora de lengua china en la Universidad de Lengua y
Cultura de Pekín.
180
LIU CHANG
many different interpretations that have influenced the understanding
and the different interpretation of the original meaning of words,
sentences, paragraphs and chapters. The emergence of different
interpretations is closely related to the phenomenon of the ambiguity
of the Chinese language. In Chinese, the general and systematic
meanings of words, the combinatorial relationship of words and the
fact that the ancient Chinese characters has been used as a vehicle of
transmission, has exerted much influence on the appearance of
comments in old texts with different interpretations.
Introducción
La lengua china, dependiendo del momento y del lugar,
ha sufrido enormes transformaciones. La imposibilidad de una
plena comprensión de los documentos escritos antiguos
transmitidos por generaciones anteriores es un fenómeno
habitual, y de ahí que, generalmente, se haya precisado de la
ayuda de notas o comentarios. Como ya se ha mencionado,
“los textos clásicos no pueden comprenderse sin anotaciones,
y es por eso por lo que resulta imprescindible investigar las
glosas para comprender los textos clásicos” 2. Sin embargo, por
muy diversos motivos, esos comentarios pueden no reflejar
fielmente las especificidades del texto original, bien porque
sean difíciles de entender, bien porque los diferentes
especialistas tengan interpretaciones distintas de un mismo
texto. Las variantes interpretativas sobre un mismo punto en
un texto concreto se han convertido en objeto de estudio de
muchas investigaciones. Todo ello repercute en la
comprensión de los textos clásicos, en la investigación sobre la
LA AMBIGÜEDAD DE LA LENGUA CHINA
181
lengua y la escritura, así como en la transmisión e
interpretación de la cultura.
La aparición de estas interpretaciones distintas tiene que
ver con factores subjetivos y objetivos y, de entre estos, el
fenómeno de la ambigüedad de la lengua china es, sin duda, el
más importante.
1. La definición de los límites entre la
ambigüedad y las distintas interpretaciones
El fenómeno de la ambigüedad existe en todas las lenguas
y el chino no es una excepción. Como ya ha indicado el
profesor Zhu Dexi 朱德熙: “La complejidad y la sutileza del
sistema gramatical de una lengua muchas veces se ven
reflejadas en el fenómeno de la ambigüedad. De ahí que el
hecho de analizar este fenómeno nos ilumine y nos permita la
observación y el análisis más profundo de los fenómenos
gramaticales”3. A partir de los años cincuenta del siglo pasado,
este fenómeno ha llamado la atención de numerosos lingüistas
y académicos y se han llevado a cabo numerosos estudios muy
valiosos. Un ejemplo pionero de investigación en este campo
es el de Zhao Yuanren 赵元任先生, que sacó a la luz los
problemas derivados de la definición del concepto de
ambigüedad, sus límites, su clasificación, los factores que han
contribuido a su existencia, la diferenciación, la anulación y el
grado de la ambigüedad 4 . A partir de entonces, las
investigaciones sobre la ambigüedad alcanzaron su pleno
desarrollo y, en los últimos cuarenta años, han surgido más de
182
LIU CHANG
cien monografías y artículos sobre el tema, cuyo contenido
abarca todos los aspectos del fenómeno 5.
Entre dichos aspectos, algunos estudiosos han planteado
el problema de la definición del concepto de ambigüedad y de
las distintas interpretaciones. La opinión mayoritaria al
respecto es la siguiente: la ambigüedad pertenece a la
polisemia abstracta* del nivel estático de la lengua, y las
diferentes interpretaciones pertenecen a la polisemia concreta
del nivel dinámico de la lengua. Dicha ambigüedad puede
conducir a interpretaciones distintas, pero no todas las
interpretaciones pueden haber sido suscitadas por la
ambigüedad. En este sentido, Zhang Li 张黎 sostiene que
“las interpretaciones distintas se producen en contextos
determinados; una misma oración, en ambas partes de la
comunicación, es susceptible de una comprensión distinta [...].
La ambigüedad sintáctica ha de cumplir dos requisitos:
primero, que la ambigüedad sea producto de la propia sintaxis,
es decir, del orden sintáctico, las relaciones sintácticas, las
palabras polisémicas, los términos homófonos y las relaciones
de elección de variaciones semánticas; segundo, que la
ambigüedad, por sí misma, posea más de dos estructuras
sintácticas y semánticas”. Ahora bien, “las interpretaciones
distintas no están necesariamente causadas por elementos
sintácticos” 6 . Jiang Xiaohong 姜 晓 红 considera que las
“interpretaciones distintas se dan en determinados contextos.
En el proceso de comprensión semántica general, entre
quienes se comunican, en especial el receptor del mensaje, se
produce un fenómeno de desviación de la intención original,
que aparece en el ámbito del proceso de la comunicación, un
fenómeno lingüístico de comprensión diferente de una misma
LA AMBIGÜEDAD DE LA LENGUA CHINA
183
unidad lingüística. Desde el punto de vista del análisis de las
causas de una interpretación distinta, a grandes rasgos, se
pueden distinguir dos interpretaciones: una objetiva y otra
subjetiva”7 .
En este trabajo se utilizan las anotaciones de Las
analectas como corpus lingüístico para el análisis 8 y, en
especial, se centra la atención en el fenómeno de la diversidad
interpretativa, es decir, las notas divergentes, el significado
original de las palabras, las oraciones, los párrafos y los
capítulos, así como la influencia en el proceso de transmisión
de los textos antiguos chinos. Si se parte de la definición
anteriormente citada de Zhang Li, el análisis sobre las
interpretaciones distintas se va a limitar a las notas de los
textos clásicos, un ámbito de investigación más restringido que
el de las diversas interpretaciones en los actos de
comunicación. Ahora bien, las diferencias que encontramos en
las notas se deben a las formas diferentes de interpretación, y
también a que la difusión de los textos clásicos se produce en
un contexto determinado; y la relación entre quienes realizan
las anotaciones y los textos clásicos, por una parte, y los
lectores, por otra, también son relaciones entre dos partes de la
comunicación. De ahí que el estudio de las diferentes
interpretaciones en Las analectas y las interpretaciones
diversas en general sean de la misma naturaleza, y puedan
servir para extraer lecciones o complementarse mutuamente. 9
Creemos que cuando se producen interpretaciones
distintas en el nivel semántico, dichas interpretaciones tienen
la base de su aparición en la polisemia y en el significado de
las palabras, y su interpretación es algo que pertenece a un
nivel distinto, ya que una interpretación diferente de una
184
LIU CHANG
palabra no significa que se haya producido un cambio en su
significado. Ello se debe a que el significado de una palabra
refleja el conocimiento que tienen las personas hacia su
referente, lo cual, en el inicio de la formación del significado,
puede que tenga una cierta subjetividad, pero una vez formado,
aceptado y utilizado por el conjunto de la sociedad, se
convierte en una existencia objetiva, si bien también en el
significado de una palabra se puede producir un cambio (que
se trata de un acto de naturaleza social y se produce
lentamente). Por el contrario, la interpretación es un acto más
bien de carácter subjetivo e individual. La interpretación de
cualquier palabra refleja únicamente la comprensión que tiene
de la misma quien realiza esa interpretación, y dicha
interpretación no tiene necesariamente que contener el
significado verdadero de la palabra. Por ejemplo, en el
capítulo XVI del segundo libro de Las analectas, titulado
Sobre la política (Wei zheng 《为政》), el significado de “攻”
(gong) en la oración “攻乎異端” (gong hu yi duan, donde yi
duan 異端 se interpreta como “lo diferente a lo propio”), He
Yan 何晏, en sus Comentarios (Ji jie 《集解》) sobre Las
analectas, lo interpreta como “administrar”. Por su parte, Sun
Yi 孙奕 en Para mis hijos (Shi er 《示兒》), lo explica como
“atacar”. Aunque ambas interpretaciones sean diferentes, las
dos son acepciones de gong “攻”, solo que quienes realizaron
las anotaciones en este caso eligieron un significado diferente,
y solo uno de ellos se ajusta a la intención original del autor.
El significado original de una palabra es inherente y no cambia,
pero no sucede así con la interpretación que se hace de ella,
que es variable y está viva. Es más, no es preciso que sean
personas diferentes quienes pueden llegar a interpretaciones
LA AMBIGÜEDAD DE LA LENGUA CHINA
185
diferentes sobre un mismo punto de un texto, sino que puede
suceder que el mismo comentarista llegue a una conclusión
diferente según las circunstancias.
Las interpretaciones distintas se producen en el nivel
sintáctico, mientras que la ambigüedad y la diversidad de
interpretaciones tienen un enfoque distinto. La ambigüedad se
centra en el significado cognitivo de la lengua, atiende al
significado conceptual inherente a la palabra; las
interpretaciones distintas se centran en las ideas del contenido
de lo que se está diciendo, lo cual no es necesariamente el
significado literal, sino que también incluye el significado que
se presupone, el significado implícito, el significado inferido,
el significado afectivo, el significado asociativo, etcétera. Por
ejemplo, peng “朋”, en la frase “有朋自远方来” (“you peng zi
yuan fang lai”, donde “zi yuan fang lai” se entiende como
“venido de lejos”), Song Xiangfeng 宋翔凤 lo explica como
“discípulo” (dizi 弟子), y en esta interpretación no subraya el
significado racional, sino el contenido de un referente bajo el
mismo.
2. La influencia de la ambigüedad en las
interpretaciones distintas
A partir de lo dicho anteriormente, se puede ver que, por
una parte, la ambigüedad y las interpretaciones distintas son
dos conceptos relacionados, pero diferentes; por otra parte, el
fenómeno de la ambigüedad en la lengua china es la causa
fundamental de la existencia de interpretaciones distintas, y el
origen de ello se debe a los siguientes aspectos.
186
LIU CHANG
Características del significado de una palabra
El significado de una palabra refleja la observación y el
resumen por parte de una colectividad social dada hacia una
cosa objetiva, y tiene diversas características, entre las cuales a
continuación se enumeran aquellas que están relacionadas con
la aparición de interpretaciones.
La generalización del significado
Aunque el significado de una palabra refleje hechos y
cosas objetivas, no es factible que refleje la reproducción y el
estado original exacto de dichos objetos, sino una
generalización de alguna o varias de las principales
características del referente. Es un proceso que va de la
complejidad a la simplificación, en el que necesariamente se
produce la omisión de algunas cosas, y en el que basta con que
se cumpla con la necesidad de distinguir entre unos objetos y
otros en la comunicación de las personas. Por ejemplo, che
“车” (carro, vehículo),en la antigüedad se consideraba “un
medio de transporte con ruedas que se utilizaba para moverse
en la superficie” y que, al poseer estas características, se podía
distinguir de otros medios de transporte como el caballo (ma
马 ) o el barco (zhou 舟 ), no constituyendo así ningún
obstáculo para la comunicación. Con respecto a si el vehículo
es grande o pequeño, si tiene cubierta o no, si se utiliza para el
combate o para el transporte de mercancías, si fuera necesario
siempre se podría delimitar de manera más específica. La
selección de las características del significado, originalmente,
es un acto de individualización. Como indican Huang Kan 黄
侃 y Huang Zhuo 黄焯, en la antigüedad el nombre del Sol
LA AMBIGÜEDAD DE LA LENGUA CHINA
187
no era conocido, y para denominar algo tan grande y luminoso,
redondo y caliente, se precisarían muchos caracteres, lo cual
haría que su nombre fuera complicado. Los antiguos, al
inventar las palabras, precisaban utilizar una simplificación de
lo que se indicaba y, de ahí, que fuera necesario inventar un
signo sencillo para representarlo, “así que los sustantivos
aparecen como el resultado de escoger una característica
importante de todos los verbos y adjetivos relacionados con el
referente”10.
Esta “selección de lo esencial” es justamente un retrato
generalizador del significado de una palabra, que conduce a
que sea demasiado complicado que el significado de una
palabra pueda abarcar todos los contenidos del objeto al que
hace referencia dicha palabra, y de ahí que, en ese momento,
el significado de la palabra ya no sea tan claro, sino mucho
más difuso.
Pero los especialistas, al realizar los comentarios, desean
conocer más profundamente la intención concreta del emisor y,
por eso, las diferencias sutiles de su interpretación pueden
conducir a una selección y una generalización diversas del
significado de las palabras, todo lo cual va a sentar las bases
de la aparición de las interpretaciones distintas.
Por ejemplo, el carácter xi “习”, en el diccionario Sobre
la escritura (Shuo wen《说文》), se define como “los pájaros
que tras muchos intentos echan a volar”. Más tarde, su
significado se amplía al aprendizaje de todo tipo de
habilidades. Las analectas comienzan así: “学而时习之,不亦
说乎?” (“xue er shi xi zhi, bu yi yue hu?”) y la explicación
comentada de Wang Su 王肃 en su Colección de comentarios
(Ji jie《集解》) dice que shi xi “时习” se refiere a quienes
188
LIU CHANG
estudian periódicamente y recitan en voz alta para aprender;
recitar en voz alta para aprender periódicamente, estudiar y no
abandonar los estudios, y de ahí que resulte ser algo agradable.
En otro libro, La interpretación correcta de los clásicos
(Zheng yi 《 正 义 》 ), que recoge comentarios sobre Las
analectas, se considera que el aprendizaje recitando en voz
alta es solo una de las muchas maneras de aprender, no es la
única forma de aprendizaje, no es todo en el aprendizaje. Y xi
“ 习 ” y xue “ 学 ” han de interpretarse relacionándose
mutuamente, y de ahí que Zhu Xi 朱熹 diga: “Aprender es
imitar. La naturaleza humana es buena, pero siempre hay
quienes comprenden antes y quienes lo hacen después, y estos
han de aprender de los que han comprendido antes para, de esa
manera, recuperar la luz y la bondad de la virtud de su
naturaleza innata”. Xi “习” se define como “los pájaros que,
tras muchos intentos, echan a volar. No cesar de aprender,
como hacen los pájaros, que realizan muchos intentos para
echar a volar”. Zhu Xi entiende xi “习” como repasar, un
proceso de consolidación de los conocimientos aprendidos.
Por su parte, yue “说” significa alegre o alegría, ya que cuando
se ha aprendido algo y se ejercita sin cesar, quien aprende y se
familiariza con algo se alegra en su interior, y su progreso no
cesa. Aquí se explica cómo en la relación entre xi “习” y xue
“学” se debe dar la condición del segundo para que se
produzca la etapa de consolidación del conocimiento, que es lo
que hoy decimos cuando utilizamos el término lianxi “练习”,
“practicar”, o fuxi “复习”, “repasar”.
Aparte de estas diferencias en las interpretaciones del
significado de “学”, en el caso de “习” la diversidad de
opiniones es mucho más compleja, y así, por ejemplo, Huang
LA AMBIGÜEDAD DE LA LENGUA CHINA
189
Shisan 黄式三, en su obra Anotaciones tras la lectura de las
Analectas (Lunyu hou an 《论语后案》), dice que xue “学” se
refiere al estudio de los libros, mientras que xi “习” se refiere a
leer y reflexionar. Ruan Yuan 阮元, en su Colección de la sala
de estudio de los clásicos (Yanjing shi ji《研经室集》),
considera: “En este capítulo Confucio enseña que en la vida
hay que llevar a la práctica lo que se aprende”. Cree que “xi”
习 , según Confucio, quiere decir “aprender y llevar lo
aprendido a la práctica de principio a fin”. Por eso lo que se
estudia ha de repetirse y llevarse a la práctica. Y añade: “La
interpretación en Notas explicativas (Zhu 《注》) de xi “习”
solo como repetir en voz alta es un error”.
La sistematicidad del significado
La sistematicidad del significado abarca dos niveles: uno
horizontal y otro vertical. En el primero, desde el punto de
vista de la horizontalidad, los significados se relacionan entre
sí, y ello tiene que ver con que todas las cosas objetivas
existentes guardan complejas relaciones entre sí, y también se
debe a que el conocimiento que tienen las personas del mundo
objetivo tiene un carácter de ambigüedad y asociación. Todo
ello va a influir en la formación de interpretaciones distintas.
Por ejemplo, en el capítulo XXIII del quinto libro de Las
analectas, que lleva por título Gongye Chang 《公冶长》, se
dice así: “Shu wei Wei Sheng gaozhi? Huo qi xi yan, qi zhu qi
lin er yu zhi”, “孰谓微生高直?或乞醯焉,乞诸其邻而与之。”
(“¿Quién dice que Wei Sheng sea altivo? Si hay una persona
que le pide xi (醯), él se lo pide a sus vecinos para dejárselo”).
En Sobre la escritura (Shuo wen《说文》), xi 醯 se equipara al
actual vinagre (cu 醋), pero Hui Shiqi 惠士奇 considera que
190
LIU CHANG
xi 醯 y jiang 酱 (soja) son una misma cosa y que, en el
origen, entre estos dos elementos, el vinagre y la soja, existía
una relación. Además, los referentes de estas palabras (que
pueden aparecer en un lugar equivalente en los mismos tipos
de oraciones), o los conceptos que representan forman una
relación de agregación, teniendo asimismo una función
restrictiva en la colocación de las palabras y la selección de las
mismas en los diferentes contextos.
En segundo lugar, desde el punto de vista de la
verticalidad, el significado parte de un punto (es decir, del
significado original de la palabra) y puede extenderse y
desarrollarse hacia una o varias direcciones, formando un
sistema de significación. Vamos a centrar nuestra atención
aquí en la influencia de la extensión del significado de una
palabra en la formación de interpretaciones distintas y, para
ello, necesitaremos citar lo que dijo Wang Ning 王宁 sobre la
teoría básica de la extensión del significado:
El significado parte de un punto, siguiendo la dirección
establecida por las características del significado original y,
de acuerdo con las costumbres de cada pueblo, surgen nuevos
significados relacionados o derivaciones de palabras nuevas
con el mismo origen, constituyendo una serie de significados
que forman un sistema, siendo esta la expresión básica de la
extensión del significado.
La extensión es la forma básica de movimiento del significado,
muestra las reglas internas de la evolución del significado,
determina las relaciones entre la polisemia de las acepciones
de las palabras y las relaciones entre los significados de las
palabras del mismo origen.11
LA AMBIGÜEDAD DE LA LENGUA CHINA
191
Las interpretaciones distintas causadas por la extensión
del significado son numerosas en Las analectas. Por ejemplo,
en el capítulo XVIII de su cuarto libro, el Liren 《里仁》, “Shi
fu mu ji jian, jian zhi bu cong, you jing bu wei, lao er bu yuan”,
“事父母几谏,见志不从,又敬不违,劳而不怨。”, una
traducción podría ser la siguiente: “Cuando se sirve a los
padres, se les debe reprender respetuosamente, pero si ellos no
quieren seguir el consejo, al ver que su intención no es
escuchar, hay que seguir respetándolos sin wei “违”, hay que
servirles sin quejarse” Con respecto al significado de wei “违”,
una interpretación es la de “contravenir”,otra “abandonar”,
por lo que obviamente hay una relación de extensión entre
ambos significados. En el capítulo VI del Gongye Chang 《公
冶长》, el término guo “过”, en la oración “由也好勇过我”
(“You ye hao yong guo wo”),hay quienes lo entienden como
“sobrepasar”, mientras que otros lo interpretan como
“excesivamente”. El significado original de guo “过” proviene
de “pasar por”,donde A pasa por B. Pero si se fija la ubicación
de A, entonces se convierte en “sobrepasar”, aunque si la
ubicación que se fija es la de B, el estado que persiste es el de
“pasado”, y si se sobrepasa demasiadas veces, se convierte en
“excesivo”. Toda esta polisemia se produce por una extensión
de la significación.
La relación combinatoria de las palabras
Cuando se construyen oraciones, las palabras han de
formar una relación combinatoria de mutua armonía y
restricción en cuanto a su agrupación semántica y estructura
gramatical. Pero esta relación no es única, fija e invariable;
192
LIU CHANG
puede que distintos modos de combinación generen diversas
relaciones o niveles gramaticales, produciendo así un cambio
en el significado de la oración y, en un siguiente paso, dar
lugar a diversas interpretaciones.
Por ejemplo, los pronombres, las palabras funcionales y
las omisiones son importantes en cualquier idioma pero, sobre
todo, en una lengua como la china, en la que no es obvia la
flexión morfológica y la lengua depende principalmente de las
palabras funcionales y del orden de las palabras para expresar
la gramática y las ideas.
Por ejemplo, en el capítulo VIII de Sobre la política (Wei
zheng 《 为 政 》 ), los caracteres se nan “ 色 难 ” se han
interpretado de forma diferente. En la explicación de Bao Xian
包咸, en sus Comentarios (Ji jie 《集解》), se indica: “Con
respecto a se nan “色难”, significa que es difícil para los hijos
mantener siempre una actitud agradable para con sus padres
(“色难者,谓承顺父母色乃为难”, “se nan zhe, wei cheng
shun fu mu se nai wei nan” ). En La interpretación correcta de
los clásicos (Zheng yi, 《正义》), apoyándose en la opinión de
Sima Guang 司马光 y Bao Shenyan 包慎言, entre otros,
interpreta“观父母之志趣”(“guang fumu zhi zhiqu”) como
“observar los gustos y tendencias de los padres” pero, al
mismo tiempo, se citan las Notas explicativas (Zhu《注》) de
Zheng Xuan 郑玄, donde se dice que significa que “es difícil
mantenerse siempre agradable ante los padres”, es decir, aquí
se 色 indicaría una actitud agradable de los hijos. Por su parte,
Zhu Xi, en su Recolección de comentarios (Ji zhu《集注》),
mantiene una opinión semejante.
Los dos caracteres, se nan, “ 色 难 ”,
independientemente de su interpretación, son una unidad de
LA AMBIGÜEDAD DE LA LENGUA CHINA
193
sujeto-predicado; sin embargo, de acuerdo con las diversas
interpretaciones, se distingue el complemento y los otros
elementos que se omiten, y así, por ejemplo, en el se “色”de
fu mu zhi se “父母之色”(entendiendo se “色” como la cara
–en la que se expresan los sentimientos– de los padres) el
sujeto se considera una construcción verbo-objeto en la que se
omite el verbo. En el se “色” de ren zi zhi se “人子之色”
(la cara –en la que se expresan los sentimientos– de los hijos)
el sujeto es visto como el que realiza la estructura
sujeto-predicado. Cuando en el nivel gramatical se produce un
cambio, en el nivel del significado de la oración también le
sigue un cambio, que lleva a la aparición de interpretaciones
divergentes.
Otro ejemplo lo encontramos también en el capítulo VI de
Sobre la política《为政》(Wei zheng). Meng Wubo 孟武伯
pregunta sobre la piedad filial, a lo que Confucio contesta: “Fu
mu wei qi ji zhi you”, “父母唯其疾之忧。”. Para Ma Rong 马
融 la frase se interpreta como que los hijos no perjudican su
salud para no preocupar a sus padres, es decir, qi 其 se
referiría a los hijos. Huang 皇, en sus Comentarios (Shu《疏》),
es de la misma opinión, y explica más detalladamente: “言人
子欲常敬慎自居,不为非法,横使父母忧也。若己身有疾,
唯此一条非人所及,可测尊者忧耳”, “Esto significa que los
hijos han de ser siempre cuidadosos, no ir contra las normas, y
no preocupar a los padres. Si se padece alguna enfermedad,
solo en esta circunstancia no es algo que se pueda controlar, y
por lo tanto puede preocupar a los padres”. La opinión de Zhu
Xi es ligeramente distinta, ya que entiende la oración de otra
manera: “Los padres quieren tanto a sus hijos que la
posibilidad de que sus hijos enfermen les preocupa
194
LIU CHANG
constantemente, los hijos tienen que entender el corazón de
sus padres y cuidar su salud para que sus padres estén
tranquilos, eso es una manifestación de la piedad filial”. Por el
contrario, Zang Lin 臧琳 opina que el significado de qi 其 se
refiere a los padres y que ello se atestigua en los comentarios
de Wang Zhong 王充, en su libro Teorías en la balanza
(Lunheng 《论衡》), y de Gao You 高诱, en sus Misceláneas
del verdadero significado de los clásicos (《Jingyi zaji 经义杂
记》) y en sus Comentarios al Huainanzi (Huainanzi zhu《淮
南子注》). De ahí que el significado de la oración “皆以人子
忧父母之疾为孝” sea interpretado como “que los hijos se
preocupen de las enfermedades de sus padres es una
manifestación de la piedad filial”. A través de dichos ejemplos,
podemos ver que una referencia no explícita conduce a un
significado ambiguo de la oración.
3. La especificidad de la relación entre los
caracteres y las palabras en el chino
antiguo
La generalización y la sistematización del significado de
las palabras son dos características que posee cualquier lengua,
pero cada lengua demuestra necesariamente las características
propias de un pueblo. Las características espirituales de cada
pueblo están estrechamente vinculadas a la formación de su
lengua: siempre que exista una de dichas facetas la otra puede
deducirse necesariamente, y eso se debe a que “la inteligencia
y la lengua solo permiten y requieren formas que se adecuan
mutuamente. La lengua parece ser la manifestación exterior
LA AMBIGÜEDAD DE LA LENGUA CHINA
195
del espíritu de un pueblo; la lengua de un pueblo es también el
espíritu de un pueblo, y el espíritu de un pueblo también es la
lengua de un pueblo”. 9
En el caso concreto de la lengua china, la relación entre
los caracteres y las palabras –sobre todo en el chino antiguo–,
dado que la significación de las palabras tiene como vehículo
un sistema de expresión ideográfica de caracteres, posee unas
características únicas, lo cual, además, da lugar a la aparición
de gran cantidad de interpretaciones distintas.
Los errores de memorización a los que puede conducir la
homofonía de dos palabras
Las sílabas que pueden pronunciar los seres humanos
tienen restricciones, debidas a las propias limitaciones de los
puntos y modos de articulación de los sonidos. En el chino
antiguo, la mayoría de las palabras son monosilábicas, los
sonidos de la lengua oral no podían aumentar indefinidamente
y el número de significados que una sílaba podía representar
tenía restricciones, y es este hecho el que requiere una
expansión de la escritura formal para, de ese modo, responder
a la necesidad de distinguir los diferentes significados. Es
precisamente esta característica la que hizo que en el chino
antiguo existieran muchas palabras homófonas, pero Las
analectas, que han llegado hasta nuestros días de forma escrita,
surgen en un periodo antiguo, emergiendo de un lenguaje
producto de la transmisión y la enseñanza orales, y de ahí que
tanto los estudiosos que realizan comentarios como los
lectores tengan motivos para creer que es muy probable que
muchos errores en la transcripción se produjeran debido a la
196
LIU CHANG
homofonía,y eso es lo que, a su vez, va a dar lugar a la
aparición de interpretaciones distintas de homófonos.
Por ejemplo, en los primeros dos capítulos de Del estudio《学
而》 (Xue er), en la frase: “有朋自远方来,不亦乐乎?”
(“You peng zi yuanfang lai, bu yi le hu?”),“孝弟也者,其为仁
之本与!” (“Xiao di ye zhe, qi wei ren zhi ben yu”), algunos
entienden que no debería ser “有” (you, tener), sino “友” (you,
amigo), es decir, entender 有朋 (you peng) como la palabra
“友朋” (amigos), modificado en este caso el orden de los dos
caracteres.
Por su parte, el término “仁” (ren, la virtud humana), hay
quien lo entiende como “人” (ren, hombre),y de ahí la
interpretación de esta oración como “孝悌是仁道的根本”
(“xiaoti shi rendao de genben”), “la piedad filial y el deber
fraterno es el fundamento del humanitarismo”; mientras que se
da otra interpretación como “孝悌是做人的根本” (“xiaoti shi
zuo ren de genben”), “la piedad filial y el deber fraterno es la
esencia del ser humano”.
Los errores de transmisión debidos a las semejanzas en la
forma de los caracteres
En la lengua china, la representación escrita de una
palabra corresponde básicamente a un carácter. Lo que
diferencia la escritura de las lenguas alfabéticas es que
representan la pronunciación de las palabras, y no es posible
deducir su significado directamente a partir de su forma. De
ahí que una persona que conozca las reglas de pronunciación
básicas del inglés pueda leer con fluidez un artículo en inglés,
aunque eso no signifique que pueda entender lo que quiere
decir; o dicho de otra forma, basta con registrar con exactitud
LA AMBIGÜEDAD DE LA LENGUA CHINA
197
la pronunciación de una palabra inglesa para poder retener su
forma escrita.
A diferencia de las lenguas alfabéticas, los caracteres
chinos son signos gráficos que por sí mismos pueden
representar más directamente el significado, pero, debido a la
complejidad de los trazos de los caracteres y su complicada
composición, es fácil cometer errores en la escritura. Si
durante el proceso de registro y transmisión se cometen errores,
el significado de las palabras también puede,
consecuentemente, verse afectado, lo cual puede posibilitar el
aumento de interpretaciones distintas.
Por ejemplo, en el capítulo IV de Las ocho filas de ocho
danzantes al son de la música 《八佾》 (Ba yi), se dice así:
“礼,与其奢也,宁俭。丧,与其易也,宁戚。” (“Li, yu qi
she ye, ning jian. Sang, yu qi yi ye, ning qi”). Hay quienes
interpretan el carácter yi “易” como “simple”, y otros lo
entienden como “indolente”. Ambas interpretaciones parten
del mismo carácter. Sin embargo, para Yu Yan 俞炎, en sus
Conversaciones nocturnas en el gabinete (Shuzhai yehua 《书
斋夜话》), yi “易” tiene una comprensión totalmente diferente:
considera que yi “易” ha de ser “具”, y que, debido a que
ambos caracteres tienen semejanzas en la escritura, se puede
haber producido un error. De ahí que el significado de la
oración cambie radicalmente.
Otro ejemplo lo encontramos en el versículo IX del
Gongye Chang《公冶长》 de Las analectas, en la frase “宰予
昼寝” (“Zai Yu zhou qin”), generalmente interpretada como
una crítica de Confucio a Zai Yu 宰予, acerca de la no
conveniencia de dormir por el día. Sin embargo, hay quienes
han considerado que zhou “昼” en realidad debería ser hua
198
LIU CHANG
“画”, convirtiendo la oración en “宰予画寝” (“Zai Yu hua
qin”) . Eso es lo que indica Han Yu 韩愈 en sus Explicaciones
anotadas por escrito de las Analectas (Lunyu bi jie《论语笔
解》), cuando dice que zhou “昼” es un error y ha de ser hua
“画” (“昼当为画字之误也”, “zhou dang wei hua zi zhi wu
ye”). El significado de la oración pasa así de ser una crítica a
convertirse, de repente, en una alabanza.
Conclusión
En resumen, el fenómeno de las interpretaciones diversas
de los libros antiguos, como parte del proceso de circulación
de los libros y de su existencia dinámica, es inevitable y se
produce en los niveles del significado de las palabras y el
sentido de las oraciones.
Los factores que influyen en la creación de las
interpretaciones diversas son múltiples y, entre ellos, se
encuentra, en primer lugar, la ambigüedad que posee la propia
lengua china. Estas influencias tienen principalmente tres
procedencias que se enumeran a continuación.
En primer lugar, procede de la particularidad del sentido
de una palabra. Ante todo, el sentido de una palabra posee una
característica generalizadora: es una generalización realizada a
partir de una serie de características de un objeto concreto, que
difícilmente puede recoger todos los contenidos del objeto
reflejado, y las personas, al utilizar una determinada palabra,
están dando más importancia a algún aspecto de la misma.
Estas circunstancias determinan que los comentaristas, al
explicar el significado de las palabras, puedan hacer elecciones
distintas dentro de esa generalización. También el sentido de
LA AMBIGÜEDAD DE LA LENGUA CHINA
199
las palabras posee una sistematización, en sentido horizontal,
en relación con otros objetos y, en sentido vertical, en la
formación de un sistema de extensión por sí mismo, haciendo
que los comentaristas, al realizar la interpretación, puedan
entender el objeto a partir de la comprensión de otros objetos
similares o elegir una explicación distinta.
En segundo lugar, procede de la relación combinatoria de
las palabras que, al convertirse en una oración, debido a una
combinación de manera diferente de las relaciones
gramaticales, pueden producir interpretaciones divergentes.
En tercer lugar, procede del carácter particular de las
relaciones entre los caracteres y las palabras en el chino
antiguo. Dado que en la lengua china la unidad que se registra
es el carácter, y que el léxico en el chino antiguo está
constituido principalmente por palabras monosílabas, es por lo
que, en el proceso de transmisión, posiblemente un registro
incorrecto de los caracteres en los libros antiguos, por tener
una pronunciación igual o por tener una forma semejante, haya
llevado a errores y, consecuentemente, con posterioridad, haya
conducido a la aparición de comentarios con explicaciones
divergentes.
1
El texto original en lengua china ha sido traducido por Zhao
Xinwei y revisado y editado por Taciana Fisac.
2
Jiang Fan 江藩, Jing Jie Rumen 经解入门 [Introducción a las
notas de los textos clásicos], Tianjin: Tianjinshi Guji Shudian, 1990,
p. 20.
200
LIU CHANG
3
Zhu Dexi 朱德熙, Xiandai Hanyu Yufa Yanjiu 现代汉语语法研究
[Investigaciones gramaticales del chino moderno], Pekín: Shangwu
Yinshuguan, 1980, p. 169.
4
Zhao Yuanren 赵元任, Ambiguity in Chinese, 1959, publicado en
chino en Yuyanxue Luncong 语言学论丛第十五辑, [Misceláneas de
Lingüística. Volumen XV], Pekín: Shangwu Yinshuguan, 1988.
5
You Qingxue 尤庆学, Xiandai Hanyu Qiyi Jiegou Yanjiu 现代汉
语 歧 义 结 构 研 究 [Investigaciones sobre las estructuras de
ambigüedad del chino moderno], Wuhan Daxue Chubanshe, 2003.
6
Zhang Li 张黎, “Yanyu Jiaoji zhong de Qijie Xianxiang”言语交
际中的歧解现象 [“Los fenómenos de las interpretaciones distintas
en la comunicación oral”], Yuyan Jiaoxue yu Yanjiu 语言教学与研
究, 4 (1996).
7
Jiang Xiaohong 姜 晓 红 , “Qijie Shuolue” 歧 解 说 略
[“Interpretaciones sobre interpretaciones distintas”], Guyuan
Shizhuan Xuebao 固原师专学报,2 (2000).
8
Huang Kan 黄侃, Huang Chao 黄焯, Wenzi shengyunxungu biji
文字声韵训诂笔记 [Notas sobre los comentarios en los textos
antiguos de los sonidos iniciales y finales de rima de los caracteres],
Shanghai: Shanghai Guji Chubanshe, 1983.
9
Todas las citas de las Analectas provienen del texto《诸子集成•论
语正义》(Zhuzi ji cheng•Lunyu zhengyi),Shanghai:Librería de
Shanghai,1986. Las notas citadas están extraídas de《新编诸子集
成(第一辑)•论语集释》 (Xin bian zhu zi ji cheng) escrito por
Cheng Shude,comentado y corregido por Cheng Junying, Jiang
Jianyuan; Pekín: Zhonghua Book Company,1990.
LA AMBIGÜEDAD DE LA LENGUA CHINA
201
10
Wang Ning 王宁, Xunguxue yuanli 训诂学原理 [Principios de
la exégesis], Pekín: Zhongguo Guoji Guangbo Chubanshe, 1996.
11
Humboldt, W. V. (traducción al chino de Wu Tieping 伍铁平 y
Xiao Xiaoping 姚小平译), “Lun Renlei Yuyan Jiegou de Chayi jiqi
dui Renlei Jingshen Fazhan de Yingxiang” 论人类语言结构的差异
及其对人类精神发展的影响 [“Sobre las diferencias de las lenguas
de la humanidad y su influencia en el desarrollo del espíritu de la
humanidad”], en Hu Mingyang 胡明扬, Xifang Yuyanxue Mingzhu
Xuandu 西方语言学名著选读 [Lecturas escogidas famosas de
lingüística occidental], Pekín: Zhongguo Renmin Daxue Chubanshe,
1999, pp. 54-58.
DOI 10.3994/RIEAO 2010.01.011
Revista Iberoamericana de Estudios de Asia Oriental (2011) 4:
RESEÑAS
GARCÍA
RODRÍGUEZ,
AMAURY,
EL
CONTROL DE LA ESTAMPA ERÓTICA
JAPONESA SHUNGA, MÉXICO D. F.: EL
COLEGIO DE MÉXICO, 2010, 336 pp., ISBN:
978-607-462-228-7
Las palabras clave que encierra el título de este nuevo
estudio del profesor Amaury García nos permiten adentrarnos
en diferentes contextos de la cultura visual del período Edo o
Tokugawa (1603-1868). Si bien elige como caso de estudio la
estampa erótica –shunga–, el autor nos remite en su recorrido
a cuestiones de índole muy diversa, como aquellas
relacionadas con la metodología de la disciplina de la historia
del arte y su aplicación al estudio de la cultura visual en Japón,
que conforman sin duda el punto de partida de la presente
investigación.
El autor, gran conocedor del período de estudio y del
contexto en el que se realizó la producción de estampas y otras
imágenes, no olvida la necesidad de comenzar con una
definición de términos y conceptos, como herramientas
básicas para adentrarse en el estudio del tema –erotismo– y el
objeto –imágenes–. El lector no debe esperar un trabajo sobre
el erotismo como manifestación visual, la sexualidad o la
204
RESEÑAS
pornografía, de los que ya se han ocupado otros autores, como
veremos, sino como dice el propio autor, “lidiar con dos temas
básicos en nuestra condición humana: el sexo y la libertad de
expresión”. A partir de ahí se conceptualizan el erotismo y la
pornografía como formas culturales de la sexualidad que cada
cultura codifica, literaria y visualmente, de modos diversos.
No es esta la cuestión a debate, sino analizar el contexto en
que se crearon, cómo eran denominadas, qué términos se
usaban para definir si acaso los límites y conocer su adecuado
uso. Para ello se realiza un exhaustivo recorrido por la
etimología histórica, la interpretación, en las fuentes
contemporáneas –literarias, documentales–, de dichos
términos y la precaución que el investigador debe mantener a
la hora de elegir un vocablo u otro.
Lo que de un modo genérico se conoce como shunga o
imágenes de primavera –siguiendo el término y acepción
procedentes del chino– abre un archivo lingüístico de
múltiples registros, que el profesor García aborda con gran
rigor y exactitud. Desde aquellos que definen cuestiones
técnicas –makura-e-, warai-e, ehon–, conceptos como lo
sexual –sei, nuere-tsuya e iro–, lo erótico –erochikku–, lo
pornográfico –porunogurafi– y lo obsceno –waisetsu–, que
van siendo desgranados por el autor, tanto en su sentido
etimológico como en las justificaciones de los diferentes usos
(atendiendo a las fuentes literarias), hasta aquellos que son
importados de otras lenguas, al calor del contacto con el léxico
euro-americano. Es extraordinariamente importante –y así lo
señala el autor al ocuparse de esto en su primer capítulo–
conocer la denominación de los términos con el fin, no de
quedarse en una corrección lingüística, sino de adentrarse en
RESEÑAS
205
los significados mutantes que eludan cualquier posibilidad de
esencialismo a la hora de abordar el estudio. En este sentido,
cuando se refiere a imágenes shunga debemos saber si son
solo las de explícito contenido sexual, o el erotismo puede
entenderse de un modo mucho más amplio.
Es precisamente a partir de esta cuestión terminológica
cuando se nos abren los primeros interrogantes: ¿por qué si su
término correcto es makura-e ha primado la denominación de
shunga? El propio autor no contesta la pregunta, pero utiliza el
interrogante para abrirnos a otra cuestión: si shunga se
determina como género dentro de la producción de estampas a
fines del siglo XIX y comienzos del XX, asistimos desde la
década de los 90 del siglo XX a un nuevo uso de los términos
makura-e o warai-e. Sin duda la razón de estos cambios está
directamente relacionada con los estudios de historia del arte
en Japón y su renovación metodológica, que enmarca el
análisis de las estampas eróticas en nuevas coordenadas.
En 1994 se celebró en Kioto una importante conferencia
sobre estudios japoneses (“Nihon Kenkyu Kyoto Kaigi”), de
carácter interdisciplinar, donde se atendieron diversas sesiones
sobre aspectos relacionados con el shunga, reflejo de la
eclosión de estos trabajos, anteriormente mencionada. En esos
momentos significó destapar el velo oculto de la pornografía
por la presión de la cultura visual contemporánea –en especial
la fotografía–, que promovió que se aboliera la censura
existente hasta entonces hacia las imágenes, donde los
genitales y otras partes del cuerpo se ocultaban mediante
recursos gráficos. Si el reflejo más directo del fin de la censura
se pudo ver en la cultura urbana contemporánea, las estampas
shunga de siglos anteriores conocieron una reedición inusitada,
206
RESEÑAS
y con ello el interés del medio académico por su estudio 1.
En este trabajo se recoge el estado de la cuestión en
relación al tema, tanto en Japón como fuera del archipiélago,
con una bibliografía actualizada y un reconocimiento a los
trabajos anteriores en las citas, con las que el autor define,
contrapone o avanza sus propias investigaciones. En este
sentido, no se puede dejar de mencionar el importante trabajo
publicado por Timon Screech (1999), Sex and the Floating
World: Erotic Images in Japan 1700-1820, que abre nuevas
líneas de investigación y procedimientos de orden
metodológico en la aproximación a nuevas interpretaciones de
las imágenes shunga. Screech supera el análisis estético y el
mero formalismo para interpretarlas en el contexto social en el
que emergen y para el que se crean, y en sus circuitos icónicos,
sin abandonar desde luego la reubicación del shunga en la
tradición de la estampa japonesa. En el entramado que va
creando, destaca la interpretación de estimulación sexual que
tuvieron las imágenes, algo evidentemente indudable, pero no
se limita a esa explicación. Otros autores en lengua inglesa,
como Joshua Mostow, John Carpenter y David Pollack, entre
otros, han ampliado la visión y la interpretación del shunga y
otras imágenes 2. Así, Mostow parte del estudio de la literatura
vernácula y, a partir de ella y las relaciones entre texto e
imágenes, abre la interpretación a cuestiones de género más
global, para alterar el sentido polisémico de las
representaciones textuales y visuales. Por el contrario, Pollack
enfoca más su análisis del shunga a su cualidad de bien de
consumo, desdibujando el tradicional estudio basado en la
consideración de producción de alto y bajo nivel. Son estas
algunas de las innovaciones metodológicas que el autor recoge
RESEÑAS
207
en su investigación para, sin obviar ninguna de ellas, aportar
una nueva interpretación en torno al control político, social y
económico de las imágenes. Precisamente, el autor insiste en
que no se trata de trabajar con pinturas sino con imágenes,
donde se incluye la estampa, el libro ilustrado y cualquier otro
soporte, abriendo de este modo las relaciones entre cultura
impresa y cultura visual.
Para conducir el estudio hacia este objetivo, el profesor
Amaury García se aproxima, desde un análisis lingüístico e
histórico, a centrar las definiciones y buscar los términos más
adecuados para referirse a su objeto de estudio, como hemos
mencionado. Puesto que su interés radica en establecer los
tipos de control, la censura que hubieran sufrido estas
imágenes y todos los agentes que se relacionan con su
creación, realización, distribución y comercialización, necesita
conocer los límites de dicho control, el significado de la
transgresión, sus causas y desarrollos.
Es conocida la presencia de los llamados “sellos de
inspección”, que presentan muchas de las imágenes de las
estampas japonesas, relacionados con los permisos de
publicación, es decir, con estar dentro de las normas del
decoro, que cada época define y limita de distintos modos. Así,
se señalan prohibiciones tales como la de representar a los
gobernantes, hechos de actualidad, o la de incluir nombres
reales de mujeres; además del control sobre los calendarios y,
desde luego, como analiza el autor, mantenimiento del decoro
físico.
Como en otras tradiciones culturales, los procesos de
censura se combatían con la ironía y la metáfora histórica, con
la alusión y lo elusivo, por lo que era frecuente que autores de
208
RESEÑAS
la categoría y reconocimiento de Kitagawa Utamaro
(c.1753-1806) se sirvieran de narraciones históricas como
crítica a los gobernantes, o de retratos femeninos de indudable
erotismo. El aliado fundamental de los artistas y del comercio
de las estampas fue, sin duda alguna, su propio soporte, ligado
al libro, a la impresión y, por tanto, a una difusión que se
podía escapar más del control de las autoridades. En ese
sentido, el papel del libro, la cultura impresa y su estudio han
aportado importantes novedades al análisis de los diferentes
circuitos icónicos que traspasan no solo los centros urbanos
japoneses, sino que llegan al continente (China y Corea), e
incluso a Europa y América en fechas tempranas del siglo
XVIII y, desde luego, en el XIX. De este modo, el autor abre
una nueva línea de investigación que propone explorar, en
principio, en México.
Pero, sin duda, el modelo visual de lo transgresor lo
constituye el makura-e, y el profesor Amaury García aborda
esta cuestión a través del estudio de la movilidad social que
comportan las estampas, los mecanismos de distribución y la
gran variedad temática y de contenidos que ha podido observar
en las obras en las que basa su estudio. ¿Qué tipos de controles
existían y cómo se lograban evitar en la producción de
makura-e? Para contestar a estas cuestiones el autor establece,
a partir de una interesante recopilación de edictos, los criterios
de prohibición, la creación de circuitos de distribución y
comercialización ilegales, la ausencia en muchos de ellos de
autoría y de casa editorial, los límites difusos que permiten
seguir creando una gran producción de imágenes shunga.
En este sentido, lo transgresor puede manifestarse a través
de la representación explícita de lo sexual; sin embargo, el
RESEÑAS
209
significado no debe limitarse a la estimulación sexual que
implican sino, en muchos casos, como afirma el autor, a lo
transgresor que alude a comportamientos de clase y de género.
La sátira, la ironía, la exageración anatómica, los diferentes
tamaños de los soportes, abren un gran abanico para la
distribución, para la captación de nuevos clientes, que no se
limitan ni por clase ni por género. Los daimyos y los chonin
adquirían, encargaban y disfrutaban de estas estampas,
superando barreras sociales. Del mismo modo, la cuestión de
género queda cada vez más desdibujada en cuanto a
contraposición hombre/mujer como segmentos de público. Sin
duda esta es otra de las cuestiones pertinentes de este estudio,
al presentar la idea de un público no exclusivamente
masculino y, si fuera este, no para la práctica del
“homoerotismo”, sino para disfrute femenino, en parejas e
incluso como uso didáctico y, desde luego, como divertimento
de unos y otros.
El estudio sobre las imágenes shunga aporta, en este caso,
una nueva interpretación, basada en el conocimiento de las
fuentes literarias, documentales y artísticas, que permite
establecer líneas de trabajo que se abren a futuras
investigaciones, quizá alguna de ellas más concreta en el
tiempo que los casi tres siglos que este estudio pretende
abordar.
En suma, el trabajo del profesor Amaury García atestigua
sus diferentes intereses y la integración de los mismos en un
caso de estudio como el que presenta. Las nuevas
metodologías de la historia del arte, que el autor conoce y
maneja, permiten ofrecer al lector en lengua española una
incorporación en las corrientes principales de investigación,
210
RESEÑAS
donde ya no cabe la distinción, inexplicable por otra parte,
entre el llamado arte oriental frente al arte occidental,
reservando para este último la renovación metodológica y
manteniendo el concepto de “oriental” ligado a un imaginario
inmóvil y formalista, inexistente en el medio académico
internacional.
Una vez más, El Colegio de México ofrece una publicación
de gran interés científico y de enorme acierto en cuanto a la
actualidad metodológica, de la que siempre ha sido y es
pionero en los estudios sobre Asia Oriental en lengua
española.
ISABEL CERVERA
Universidad Autónoma de Madrid
MORAGA REYES, JORGE, CHINOS EN
ASTURIAS. LA RECIPROCIDAD EN EL
IMPERIO
DEL
CÁLCULO,
GIJÓN:
FUNDACIÓN MUNICIPAL DE CULTURA,
EDUCACIÓN Y UNIVERSIDAD POPULAR
DEL AYUNTAMIENTO DE GIJÓN, 2010, 229
pp., ISBN: 978-84-96906-26-6
A mediados de los años 80 del siglo pasado el fenómeno
inmigratorio en España se identificaba como una novedad, a
raíz de los cambios acaecidos en la balanza migratoria, otrora
vinculada a la expulsión de mano de obra. En la actualidad, y
tras más de dos décadas de recepción de flujos migratorios,
España ha consolidado la incorporación de los extranjeros a la
RESEÑAS
211
vida económica, social y –en determinados casos– política del
país. E incluso se ha posicionado entre los primeros diez
países del mundo con mayor volumen de inmigrantes, en
concreto ocupaba el séptimo puesto en 2010, al recibir 6,9
millones de extranjeros 3. El fenómeno inmigratorio y el interés
generado desde los diversos niveles de la administración, han
favorecido la producción de investigación social en el ámbito
nacional desde diversas disciplinas y abordajes metodológicos.
El balance de los resultados de investigación sobre la
inmigración en España cobra visiones divergentes: desde
quienes consideran que se ha consolidado una comunidad
académica sólida, fructífera y autónoma, con capacidad y
presencia en el debate internacional4, hasta quienes sostienen
que existe una proliferación de trabajos que escasamente
superan las nociones de sentido común, debido a la
conformación del campo de estudio en estrecha relación con
las demandas de las instituciones públicas5.
La producción científica hispana sobre los inmigrantes
chinos, en particular, se integra en el marco antes descrito,
pero también se separa del mismo. Aunque la población china
tiene una presencia cada vez mayor en España, tanto en
volumen (es el séptimo colectivo extranjero, con más de
150 000 personas) como en proyección económica (una de
cada cuatro nuevas altas de autónomos foráneos es de un
nacional chino 6 ), las investigaciones sobre el grupo son
escasas, y raramente se lo aborda en pesquisas sobre
problemas comunes que afectan a otros colectivos nacionales.
La inmigración china en España ha sido objeto de algunas
tesis doctorales en sociología, antropología, educación y
lengua7, así como de un conjunto importante de artículos, en
212
RESEÑAS
los que se analiza su organización social o económica con una
rigurosidad desigual, impregnada en algunos casos de visiones
orientalistas.
Sin embargo, el libro que aquí se reseña contiene una
visión crítica, al establecer como objetivo –y efectivamente
cumplirlo– la necesidad de tomar distancia del esencialismo y
del orientalismo, que no solo permean el ámbito académico,
sino las prácticas, discursos y representaciones del inmigrante
chino en nuestro país, que proceden tanto de las instituciones
del país de destino como de la propia colectividad de origen.
El tema que aborda Moraga Reyes en su etnografía es el
estudio de la forma en que operan las estructuras simbólicas
„tradicionales‟ de guanxi (relaciones, contactos) y mianzi (cara)
entre las familias de empresarios chinos emigrados a Asturias,
en tanto mecanismos para distinguirse, oponerse, establecer
identidades y acumular prestigio, generando interpretaciones
de sus prácticas en un diálogo entre la tradición y los nuevos
contextos. Estas estructuras „tradicionales‟ entroncan con uno
de los conceptos clásicos en la antropología social: el estudio
del don y la reciprocidad, donde el carácter voluntario del dar
entraña la obligación de recibir y devolver. Y donde tales
juegos recíprocos comportan además la construcción de capital
simbólico y el establecimiento de jerarquías y/o competencias
entre las partes. El análisis de Moraga rastrea dos
componentes de la lógica que subyace a las prácticas de estos
inmigrantes en Asturias. Por una parte, la obligación de cada
empresario en crear una red de guanxi, mediante la cual se
ubica en una posición social determinada dentro del colectivo.
En tal sentido, guanxi se perfila como un “espacio de libertad
y autoconstrucción individual dentro del sistema” (p. 32). Y,
RESEÑAS
213
por otra parte, la búsqueda del reconocimiento de sus pares a
través de la construcción de mianzi (cara) y de la ostentación
del poder, en tanto faceta „agonística‟ del don.
La organización de este libro consta de dos partes. En la
primera sección, el autor avanza sobre aquellas facetas del don
y la reciprocidad que le servirán para el análisis de la temática
que estudia. Posteriormente, realiza una descripción de la
emigración china al exterior, contextualizando las
características de su inserción en España. Identifica no solo las
formas en que la emigración china fue institucionalizada en el
país de origen, sino la especificidad de la inserción de los
sujetos migrantes en los diversos lugares de destino. A este
respecto señala cuatro periodos, que corresponderían a la
migración por contrato laboral –o de tráfico de culíes–
(1842-1920), el periodo republicano (1912-1949), la etapa
maoísta (1949-1978) y el actual periodo reformista desde el
año 1979. A continuación, delinea las posiciones y
distinciones que establecen internamente los inmigrantes
chinos en Asturias, apelando especialmente a los orígenes
territoriales, de clase, y al modo de su ejercicio empresarial
(enfatizando el ahorro o el gasto), con el que se caracterizan a
sí mismos y a los otros. La diferencia más significativa que
halla el autor reside en la divisoria entre los empresarios
procedentes de Qingtian y de Wenzhou. En la segunda sección
del libro, Moraga entra en el estudio detallado del contenido
que los empresarios chino-asturianos otorgan a guanxi y
mianzi, así como las posiciones discursivas en torno a estos
conceptos. Y concluye con el análisis de su operatividad en
relación con dos instituciones del movimiento asociativo en
Oviedo. Esta sección del libro es doblemente valiosa. Por una
214
RESEÑAS
parte, Moraga aporta una mirada múltiple y confrontada de la
lógica „tradicional‟ subyacente al mundo de los negocios en el
interior de este colectivo, inserta además en un espacio
instrumental de cálculo económico. Pero, por otra parte, su
minuciosa lectura e interpretación de la bibliografía disponible
sobre guanxi y mianzi convierte esta sección en un material
valioso, para ser trabajado como un acercamiento al estado de
la cuestión de tales categorías.
Las visiones esencializadas sobre lo chino contribuyen a
igualar y homogeneizar a los miembros del colectivo, a
hacerlos indistinguibles en cuanto a su experiencia migratoria,
e incluso a que se presuponga que responden de manera
automática a los mandatos de su cultura, independientemente
de la realidad socio-política en la que se inserten y del periodo
histórico en el que se desenvuelvan. El libro Chinos en
Asturias nos sitúa bien lejos de un enfoque de tales
características. Los empresarios chinos se muestran aquí desde
sus múltiples diferenciaciones internas, y se habla también de
la racionalidad que conduce a esas distinciones. Así, el
prestigio social comunitario se alcanza mediante ciertos
indicadores bajo los que subyacen distinciones de clase, esto
es, la posibilidad de reunificar a la familia en un corto periodo
de tiempo, la capacidad para mantener a los hijos menores en
España sin tener que enviarlos a China para que sean criados
por otros parientes, o la disposición para evitar la atención
médica en España y viajar a China para la resolución de
problemas de salud. No obstante, desde la lógica grupal, el
prestigio no solo se crea con la acumulación de dinero, sino
con el mantenimiento de un sentido de justicia, rectitud y
generosidad.
RESEÑAS
215
Moraga revela cómo la construcción de capital simbólico
entre los empresarios chinos en Asturias se desenvuelve en un
juego en el que se enlazan los aspectos afectivos e
instrumentales, la regulación del gasto y la ostentación, la
reciprocidad y el establecimiento de jerarquías sociales,
contribuyendo a la comprensión del encaje de las estructuras
tradicionales de guanxi y mianzi en un contexto modernizante;
y concibiendo, además, que tales estructuras no se oponen por
sí mismas a la legitimidad capitalista o a los valores del
mercado. En síntesis, su investigación cuestiona pretendidas
dicotomías que oponen de manera esencialmente diferencial al
país de origen y destino, a Oriente con Occidente, o a ciertas
sociedades prescriptivas versus otras electivas. Antes bien, en
el ajuste que estas estructuras tradicionales adoptan en marcos
modernos (sea en el país de origen o el de destino) se
encuentra la clave para la comprensión de la racionalidad que
guía las prácticas de los empresarios chinos, e incluso la
respuesta de por qué la organización empresarial de este
colectivo se desarrolla en el marco de una economía étnica
mediante códigos referenciales comunes.
Chinos en Asturias. La reciprocidad en el imperio del
cálculo nos conduce directamente al proyecto de la
antropología como ciencia, a la búsqueda de una comprensión
cercana a las prácticas de los sujetos, pero también a la
temática fundacional de la disciplina: la reciprocidad. Ni
siquiera ahí terminan sus virtudes: se trata de una monografía
inteligentemente escrita; animo a los lectores a leerla.
GLADYS NIETO
Universidad Autónoma de Madrid
216
RESEÑAS
MORRIS, IVAN, LA NOBLEZA DEL FRACASO.
HÉROES TRÁGICOS DE LA HISTORIA DE
JAPÓN, MADRID: ALIANZA EDITORIAL,
2010, 630 pp., ISBN: 978-84-206-5190-3
La aparición en el mercado editorial hispanohablante del
extraordinariamente original y sugestivo ensayo, dedicado a la
historia de Japón por el insigne japonólogo Ivan Morris en
1975 (un año antes de su muerte), La nobleza del fracaso.
Héroes trágicos de la historia de Japón, ha de ser saludada
como una aportación imprescindible en su campo8.
El extenso volumen está articulado de forma muy simple,
con diez capítulos dedicados a sendos héroes de la historia
japonesa, a excepción del último, que se dedica
monográficamente a los kamikaze 神風, y el primero, que
hunde sus raíces en el mito, representando ambos una
anomalía respecto a su estructura global: un capítulo dedicado
a un único héroe cuya existencia histórica es irrefutable. El
primer capítulo está dedicado a Yamato Takeru 日本武尊. El
segundo, a [Totoribe no] Yorozu [捕鳥部] 万. El tercero, a
Arima no Miko 有 間 皇 子 . El cuarto, a Sugawara no
Michizane 菅原道真. El quinto, a Minamoto no Yoshitsune
源 義 経 . El sexto, a Kusunoki Masashige 楠 木 正 成 . El
séptimo, a Amakura Shirô 天草四郎. El octavo, a Ôshio
Heihachirô 大塩平八郎, y el noveno, a Saigô Takamori 西郷
隆盛.
La particularidad del ensayo estriba, en primer lugar, en el
criterio que el autor ha adoptado para el estudio de sus héroes,
el de su caída, lo que conduce a Morris a sustentar una
articulación antropológica extraordinariamente interesante
RESEÑAS
217
respecto del pueblo japonés: su devoción por los héroes caídos
en desgracia y que murieron por defender hasta el extremo sus
propias convicciones. Una pauta antropológica que Morris
denomina 判 官 贔 屓 hôganbiki 9 , aunque si existe un
concepto que vehicula todo este ensayo es el de 誠 makoto
(sinceridad), emblema de la mística del héroe derrotado10.
Esta definición empática resulta particularmente interesante
a partir del segundo capítulo, pues el dedicado a Yamato
Takeru, cuyas aventuras están recogidas tanto en Kojiki 古事
記 (Nakatsumaki 中巻) como en Nihon Shoki 日本書紀
(libro VII), y que muy probablemente constituyan una
amalgama de diversas tradiciones heroicas, carece, tal vez, de
una definición inapelable de un ideario, algo que sí comparten,
en cambio, el resto de los protagonistas del ensayo. Pero la
presencia de Yamato Takeru en la obra se justifica por su
carácter pionero para el diagnóstico antropológico de Morris:
el pueblo japonés atesora su conmoción ante la derrota de sus
héroes. Sin embargo, Yamato Takeru (sobrenombre –de
acuerdo con Kojiki le fuera dado por uno de sus enemigos–
que significa “el héroe”, o “el valiente de Yamato”) resulta un
personaje colérico y solo su negligencia en portar la espada
sagrada Kusanagi-no-Tsurugi 草薙の剣, con que se le había
agasajado, precipita su caída. Una caída, no obstante que, por
haber sido acompañada de emisiones poéticas, ha podido ser
recordada y erigida en canónica de esta tradición.
El segundo capítulo define ya nítidamente el característico
ideal heroico que Morris diagnostica como emblemático de la
cultura nipona: el de quien, pese a saberse derrotado, no ceja
en la pesquisa de su ideario virtuoso. Totoribe no Yorozu es,
asimismo, el primero de los héroes, de los que se ocupa Morris,
218
RESEÑAS
de quien se conservan fuentes históricas dignas de crédito 11, y
que acaba su vida con sus propias manos para arrebatarle este
triunfo a sus adversarios, articulando una definición canónica
del guerrero japonés muchos siglos antes de la codificación de
su ideal caballeresco: “la dignidad al afrontar una derrota
revela el esplendor de la tragedia vital” (p. 46). Así lo hizo en
el año 587, en un periodo marcado por las luchas intestinas
(precipitadas por la muerte, dos años antes, del emperador
Bidatsu) entre los dos clanes más poderosos del momento, los
Soga y los Mononobe, estos últimos a la postre derrotados y a
quienes seguía el caído Yorozu, quien se autoproclamaría
como “escudo del emperador”12.
Pero si el mítico Yamato Takeru y el histórico Yorozu son
héroes intrépidos, la definición de la nobleza de los caídos que
realiza Morris no se identifica esencial o necesariamente con
el belicismo, como es explícito en las semblanzas del tercero y
el cuarto de sus personajes. El príncipe Arima, hijo del
reformista emperador Kôtoku, murió con dieciocho años. Su
peso en el imaginario japonés, carente de cualquier
significación inapelable en el curso de los acontecimientos
históricos del país, procede de la dimensión de la melancolía
sobre la que se erigen sus poemas. Y no por sus acciones, sino,
asimismo, por su conspicua influencia en la cultura, se define
el heroísmo del siguiente de los protagonistas del relato de
Morris, el erudito Sugawara no Michizane, quien parece haber
renunciado en su defensa a cualquier medida subversiva, y
quien sería deificado13.
Su quinto protagonista, “perfecto ejemplo de derrota
heroica” (p. 111), es Minamoto no Yoshitsune 源 義 経 ,
perseguido implacablemente por su hermano mayor,
RESEÑAS
219
Minamoto no Yoritomo, de quien se granjea su enemistad por
no acatar sus órdenes, y que sería forzado al suicidio, mediante
seppuku (la eventración de uno mismo), a los treinta años de
edad, nuevamente en un período convulso a causa de los
enfrentamientos de dos clanes militares que pretendían
arrogarse el poder en nombre del emperador: los Minamoto y
los Taira (siendo este último el derrotado en una gran
contienda naval, en Dan-no-ura, en 1185)14.
Los últimos héroes de los que se ocupa el ensayo
representan personalidades mucho más activas, que abrazan
una causa con beligerancia y que se constituyen en modelos
por su inquebrantable voluntad. Morris alaba a Kusunoki
Masashige como “parangón de los mártires caídos por lealtad”
(p. 164), por su adhesión inquebrantable a la causa imperial de
Godaigo en un panorama de general renuncia a esta virtud15.
Las restantes figuras heroicas serán Amakusa Shirô, el héroe
de la resistencia cristiana en tiempos de la política
exterminadora de este credo en el Japón de los Tokugawa (s.
XVII) 16 ; Ôshio Heihachirô, erudito neoconfuciano cuyo
levantamiento en 1837 contra el gobierno denunciaba la
corrupción política y moral de este –quien, si no en la práctica,
sí ejerció una profunda influencia sobre la conciencia de los
ciudadanos japoneses–17, y Saigô Takamori, quien se levantó
contra un orden que había contribuido a diseñar, al constatar
los vicios que comenzaba a manifestar, tan opuestos a su
voluntad original, en una revuelta que concluyó en 1877 con
su decapitación.
El último de los capítulos, el dedicado a los kamikazes 神
風, resulta especialmente perturbador. No es que el capítulo
carezca de nombres propios sino que, en su retrato colectivo,
220
RESEÑAS
Morris se aleja extraordinariamente del esquema que ha
conducido su investigación desde el comienzo. Lo que
pretende Morris es un retrato incólume de todos los soldados
kamikazes (unos cinco mil) como miembros de una identidad
común. Y por ello enfatiza las prácticas que desarrollaban
colectivamente (es especialmente revelador lo referente a su
adiestramiento y, fundamentalmente, el sosiego previo a la
salida en su acción última), y aquellas que tienen en común (el
respeto que guarda en lo referente a la transcripción de las
notas de despedida de los kamikazes les otorga una dignidad
que huye de lo lacrimógeno) de un proyecto que representó el
cénit, tal vez, de una voluntad, y la más aplastante derrota de
la misma, una confesión a la que Morris procede a través de la
glosa de Mishima Yukio, el nombre del padre de este ensayo
fascinante18.
Morris no es un esteta fascinado por historietas y
bravuconerías. Ni tampoco un cínico. Su retrato de la historia
japonesa resulta conmovedor y punzante. La califica de
“sanguinaria” (p. 249). Su portentosa erudición rescata la
mención de numerosos productos culturales que dan fe de la
presencia de estos héroes en el imaginario colectivo japonés.
Pero, en su definición de una cierta sensibilidad, sobrepasa con
mucho el marco geográfico y político al que remite
pertinazmente.
Si el lector logra estremecerse en sus páginas lo hará (y aun
a pesar de condenar todo impulso belicista o el rumbo
imperialista del Japón de la primera mitad del siglo XX, que el
autor no patrocina en absoluto) 19 por cuanto con su
investigación Morris diagnostica, en el mismo seno de un
RESEÑAS
221
desierto amenazado por el nihilismo, los valores de la voluntad
y la sinceridad como los propios de la disidencia.
JULIO CÉSAR ABAD VIDAL
Grupo de Investigación Asia
LU YU-TING, TAIWÁN. HISTORIA, POLÍTICA
E IDENTIDAD, BARCELONA: EDICIONS
BELLATERRA,
2010,
228
pp.,
ISBN:
978-84-7290-487-3
Es un hecho reconocido que España está descolgada de
Asia. La escasez de un histórico de publicaciones surgidas de
las universidades españolas tiene, sin duda, una relación
directa con lo que el embajador Bregolat ha definido como
“error estratégico” de nuestra dimensión exterior. En este
contexto destaca, por su imprescindible aportación, la
Biblioteca de China Contemporánea de Ediciones Bellaterra
que, dirigida por Joaquín Beltrán, es una referencia para
quienes deseen entender el mundo chino. El título que nos
ocupa es el número 20 de esta prestigiosa colección y
constituye (y es en sí su principal mérito), una herramienta útil
para el lector hispanohablante que desee aproximarse a la
historia política reciente de Taiwán.
Lu Yu-Ting divide los contenidos de Taiwán. Historia,
política e identidad en tres grandes partes. En la primera de
ellas (“De isla Formosa a República de China”), la autora
pretende “trazar un continuum histórico desde 1624, fecha de
la llegada de la Compañía Holandesa de las Indias Orientales,
222
RESEÑAS
hasta 2004, año de las últimas elecciones presidenciales
analizadas en este libro” (p. 16). Las páginas dedicadas al
segundo apartado (que lleva por título “El dilema taiwanés:
reunificación o independencia”) abordan los procesos de
construcción identitaria (niponización, sinización, localización,
taiwanización) a los que se ha visto sometida la población de
la isla. A través del análisis de dichos procesos, la autora nos
aproxima “a los orígenes de la polémica en la actual sociedad
taiwanesa en torno a la identidad nacional (¿somos chinos o
taiwaneses?) y la identidad del Estado (¿debe la isla
reunificarse con China o debe alumbrar el nacimiento de un
Estado independiente llamado República de Taiwán)?” (p. 17).
Finalmente, en la tercera parte, trata de situar el papel que la
polémica identitaria ocupa en los procesos electorales,
analizando para ello la cobertura dada a las elecciones
presidenciales de 1996, 2000 y 2004 por los dos principales
diarios de Taiwán. Dichos periódicos son abanderados de
sendos grupos de comunicación taiwaneses, con diferentes
afinidades políticas.
Desde un punto de vista formal, encontramos un equilibrio
entre extensión y profundidad en las dos primeras partes. Sus
contenidos sirven de ligazón con otros trabajos sobre Taiwán
en castellano, que han tratado aspectos de historia, política e
identidad de la isla, como los de Manel Ollé –“Chinos,
holandeses y castellanos en Taiwán. 1624-1684” (2004)–;
Xulio Ríos –Taiwán, el problema de China (2005)–; y Mario
Esteban –“Generaciones políticas, preferencias partidistas e
identidad nacional en Taiwán. 1986-1996” (2003)–. Pero,
todavía más, estos capítulos dan suficientes elementos de
juicio al lector para abordar los contenidos del último bloque
RESEÑAS
223
que, frente a la extensión de los dos precedentes, ocupa poco
más de una veintena de páginas y, sin embargo, constituye la
coartada de esta reseña y una de las principales aportaciones
originales de este libro.
Y es que Taiwán. Historia, política e identidad es fruto de
la tesis doctoral que con el título “La identidad del Estado
como arma electoral en Taiwán: la prensa en las elecciones
presidenciales de 1996, 2000 y 2004” realizó y defendió la
autora, bajo la dirección de Jordi Rodríguez Virgili, en la
Universidad de Navarra en 2008. Es por tanto un trabajo
surgido de la fragua de la investigación sobre el rol de la
comunicación en nuestra sociedad. ¿Por qué entonces tan poco
espacio dedicado a las cuestiones directamente relacionadas
con comunicación? Probablemente, las razones hay que
buscarlas en esa aludida falta de estudios sobre el universo
chino y, por tanto, en la necesidad editorial de cubrir ese hueco
antes de avanzar hacia campos más concretos.
Los capítulos que integran esta última parte, titulada “La
identidad del Estado como arma electoral”, están
fundamentados en el análisis de contenido de 5 710 noticias
electorales procedentes de United Daily News y The Liberty
Times. Representan una síntesis que el lector no familiarizado
con los métodos y argot de la investigación especializada sin
duda agradecerá. Este tercer bloque se inicia con un eficaz
resumen de la experiencia electoral taiwanesa, que introduce al
lector en el sistema de alianzas (Azul: teórica partidaria de la
reunificación, y Verde: defensora de la independencia) de la
República de China, sus líderes, los resultados electorales, y la
casuística interna de las formaciones políticas a lo largo del
periodo estudiado. De esta especie de final anunciado, la
224
RESEÑAS
autora desgrana los otros dos capítulos: el octavo, dedicado a
establecer los vínculos entre los dos grandes polos políticos y
los influyentes rotativos objeto de la investigación; y el
noveno, que entra de lleno en cuestiones clásicas de la
comunicación, tales como la relación de los periodistas con los
criterios de “neutralidad” y “objetividad”, o sobre el papel que
juegan los medios en la sociedad. En este último capítulo es
donde más se acusa la brevedad de esta tercera parte.
Probablemente, para el diletante, sus contenidos serán
suficientes; por el contrario, el investigador encontrará una
serie de afirmaciones que pueden requerir el soporte de los
datos de la investigación original.
En estas últimas páginas, Lu Yu-Ting realiza una dura
crítica al papel de los medios investigados, llegando a afirmar
que “la desinformación fue un elemento común en las
campañas presidenciales taiwanesas, caracterizadas por un
vacío estratégico y programático” (p. 195), o que “la
coincidencia de la agenda y el encuadre mediático y político
respecto a la cuestión de la identidad del Estado, señala la
posibilidad de que la utilización de este tema electoral, único
sustancial, fuera principalmente un argumento destinado a
cautivar votos” (p. 196); críticas que continúan (en una
invitación entreverada al lector a extrapolar la situación
taiwanesa con su propia vivencia electoral) en el capítulo de
conclusiones.
A modo de resumen, puede afirmarse que Taiwán. Historia,
política e identidad constituye una monografía necesaria para
aproximarse a la evolución histórica, política e informativa de
Taiwán, así como para situarse ante el dilema identitario
existente en la isla. A simple vista, parece más un trabajo
RESEÑAS
225
surgido de un departamento de ciencias políticas o de historia
que de comunicación; un espejismo que se diluye en cuanto se
consulta su aparato crítico.
ANDRÉS HERRERA FELIGRERAS
Universidad Pública de Navarra
1
A partir de la década de los 90, se iniciaron los estudios sobre
shunga dentro y fuera de Japón, el estudio de colecciones y, en
menor medida, prácticas expositivas. Ni en Japón ni en Estados
Unidos se ha realizado hasta la fecha ninguna exposición
monográfica sobre la cuestión. Sin embargo, se está preparando para
el 2013 una importante exposición en el British Museum ("Shunga:
Sex and Humour in Japanese Art, 1600-1900"), precedida de
simposios y reuniones académicas de gran relevancia. Amaury
García apunta este evento quizá como el inicio de una mayor
visibilidad y una aceptación del término “arte” ligado al shunga.
2
Para una bibliografía de estos autores, véase la citada por el autor
del estudio. En lengua española, los estudios sobre estampa japonesa
se han centrado, hasta la actualidad, en trabajos ligados a las
colecciones españolas, en su contextualización histórica y procesos
técnicos. Como innovación metodológica, cabe citar el trabajo de
María Román, “Objetos íntimos: cerámica y símbolos de la mujer
japonesa. Representaciones en grabados ukiyo-e de los siglos
XVIII-XIX”, en Barlés, Elena y Almazán, David (eds.), La mujer
japonesa. Realidad y mito, Zaragoza, 2008, pp. 59-84. En relación a
su recepción en Europa, destaca la exposición “Imatges secretes.
Picasso i l´estampe eròtica japonesa”, Museu Picasso, Barcelona,
2010.
3
Migration and Remittances. Factbook 2011, Washington: The
World Bank, 2011.
4
David Corrochano, Guía bibliográfica sobre inmigración en
España
(1990-2009).
Datos
y
reflexiones
sobre
la
226
RESEÑAS
institucionalización
CCHS-CSIC, 2010.
de
una
comunidad
académica,
Madrid:
5
Iñaki García Borrego, “Acerca de la práctica y la teoría de la
investigación sobre inmigración en España”, Empiria. Revista de
metodología de ciencias sociales, n.º 4, 2001, pp. 145-164.
6
“Los chinos vuelven a impulsar la cifra de autónomos extranjeros
en
Madrid”,
diario
digital
Nueva
Tribuna.
http://www.nuevatribuna.es/articulo/economia/2011-01-21/los-chi
nos-vuelven-a-impulsar-la-cifra-de-autonomos-extranjeros-en-madr
id/2011030922364501616.html (21 de enero de 2011).
7
Para un análisis de la bibliografía disponible en España sobre la
inmigración china, véase RICAE (Red de Investigación sobre las
Comunidades Asiáticas en España), “Estado de la cuestión de la
investigación sobre las comunidades asiáticas en España”, CEIAP,
n.º 1, Granada: Universidad de Granada, 2006, pp. 895-907 y
Federico Bardají Ruiz, Literatura sobre inmigrantes en España,
Madrid: Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, 2006.
8
Edición original: The Nobility of Failure. Tragic Heroes in the
History of Japan, Nueva York y Toronto: Rinehart and Winston,
1975.
9
Conmiseración por el caído. Morris transcribe en rômaji (ni el
original ni la traducción emplean fuentes japonesas) este haiku de
comienzos del siglo XVII, compuesto por 松 江 重 頼 Matsue
Shigeyori: 世や花に判官贔屓春の風 “Yo ya hana ni / hôganbiiki /
haru no kaze” (“¡Ay, el mundo de los capullos / Hôganbiiki
[compasión por el perdedor] / Viento primaveral!”). Ibídem, p. 481.
La voz se compone de los sustantivos 贔屓 hiiki (“favor”) y 判官
Hôgan (título del cargo oficial que ostentaba Yoshitsune).
10
Pese a lo afirmado respecto de la ausencia de fuentes japonesas,
tanto el ensayo original como su traducción han empleado,
precisamente, el kanji de 誠 (makoto), de modo ornamental, para el
comienzo de cada uno de sus capítulos.
RESEÑAS
227
En el capítulo dedicado al emperador Sujun 崇峻天皇, en Nihon
Shoki (libro XXI).
11
12
El candidato a la sucesión imperial del clan Mononobe, el
príncipe Anahobe, fue asesinado por el clan rival. “Cuando se
produjo la batalla, no había en el trono ningún emperador que
legitimara a uno u otro bando, y solo podría saberse quiénes eran los
auténticos defensores del régimen una vez terminado el combate.
Como reza un refrán japonés: «Los vencedores pasarán a ser el
ejército imperial; los perdedores serán los rebeldes». Esta
flexibilidad con que se define la idea de la lealtad al régimen explica
el último lamento de Yorozu, cuando se define a sí mismo como
«escudo del emperador» (Ôkimi no mitate). Puede que el héroe no
tuviera a ningún emperador en la cabeza. Pero con estas palabras (o
más bien, con las palabras que los compiladores [de Nihon Shoki] le
atribuyen) estaba confirmando su lealtad, no a un soberano
individual o particular, sino a las antiguas tradiciones japonesas
representadas por la familia imperial” (p. 59).
13
El centro de esta devoción se encuentra en el santuario Kitano
Tenmangû 北野天満宮, en Kioto.
14
Yoshitsune recibió grandes honores de la corte imperial
contraviniendo las órdenes de Yoritomo, quien estableció que las
únicas dádivas podían proceder del sistema gubernamental marcial
que había implantado en Kamakura. Morris introduce con este
personaje histórico una nueva nota definitoria de la sensibilidad de la
conmiseración hacia el derrotado, incidiendo, precisamente, en la
falta de astucia de los caídos: “La falta de sentido práctico y de
astucia política representaban en Yoshitsune unas limitaciones tan
desastrosas que le provocaron la caída; pero desde el punto de vista
japonés forman parte de sus virtudes más admirables, en tanto que se
corresponden de manera natural con la sinceridad (makoto) que
define al verdadero héroe” (p. 157).
15
Morris pule toda idealización de la conducta de los samurái. En el
contexto de su discusión de Masashige, afirma que “En el Japón
228
RESEÑAS
medieval, los samuráis, que tanto reivindicaban la generosidad de su
entrega y el carácter desinteresado de sus servicios, normalmente
combatían sabiendo que sus sacrificios y su valentía llamarían la
atención de su señor y que este al final los recompensaría con tierras
o con cualquier otra prebenda material” (p. 167). En el capítulo
anterior, y como detonante del postrer y decisorio enfrentamiento
entre los Taira y los Minamoto, había afirmado que “un breve
estallido de violencia, en el que las distintas facciones opuestas a la
Corte recabaron de forma poco prudente el apoyo de los líderes
militares, puso de manifiesto que la estructura del gobierno
aristocrático había quedado totalmente anacrónica. El poder real del
país fue pasando rápidamente a manos de los samuráis, unos
guerreros zafios y desdeñados a quienes los nobles habían utilizado
durante siglos como lacayos para resolver disputas territoriales y
para mantener el orden en las provincias y en la capital, pero cuyos
líderes estaban ahora decididos a asumir personalmente el control de
la situación” (p. 115).
16
El año 2010 ha conocido la publicación de un importante ensayo
sobre la cuestión cristiana en el Japón de los siglos XVI y XVII. Se
trata de la obra de Takizawa, Osami, La historia de los jesuitas en
Japón, Alcalá de Henares: Universidad de Alcalá, 2010. El volumen
cuenta con muy importantes aportaciones documentales japonesas
ofrecidas de modo bilingüe, lo que permite un conocimiento más
global de una cuestión que había sido estudiada con anterioridad en
España por diversos autores mediante el manejo de fuentes
exclusivamente españolas.
17
Hacia el final del capítulo que le dedica, encontramos este
conmovedor pasaje, que sintetiza muchas de las virtudes de la prosa
de Morris: “En una sociedad conformista y cerrada como es la
japonesa, en la que se valora sobre todo el éxito obtenido dentro de
un marco convencional perfectamente definido, se observa la
especial fascinación que ejercen quienes, movidos por su singular
personalidad y por su compromiso con una serie de ideales
abstractos, se ven impulsados a romper con la «tela de araña social»
para enfrentarse a la todopoderosa autoridad establecida en un acto
de desesperado desafío (yake no yanpachi) […]. El sacrificio de
RESEÑAS
229
hombres como Ôshio les permite salir de su frustración, siquiera por
delegación” (p. 302).
18
“Según Yukio Mishima, lo que marcó el fracaso definitivo de los
kamikazes no fue la rendición japonesa de agosto de 1945, sino el
reconocimiento que hizo el emperador de no ser una criatura divina,
cinco meses más tarde. En Eirei no Koe (Voces de los héroes caídos)
escribe que las «muertes irracionales» (higôri na shi) de los héroes
kamikazes solo tenían sentido si sus vidas estaban consagradas a un
emperador-dios (kami naru Tennô no tame ni). Si esta creencia suya
resultaba falsa, se habrían suicidado en un «sacrificio absurdo»
(oroka na gisei). Cuando Hirohito negó su carácter divino en enero
de 1946 […], ello supuso la última traición a los héroes kamikazes”
(n. 10.168, p. 585). Morris emplea con contumacia textos y
declaraciones mishimianos a lo largo de su ensayo, pues el abrazo de
Mishima a estos héroes nacionales, al menos diez años antes de su
muerte, confiere claves valiosísimas para la comprensión de la
compleja urdimbre de motivaciones que condujo al autor a su
suicidio ritual en 1970, tras alentar en el ejército el orgullo nacional
y proclamar la necesidad de una nueva legitimación imperial. El
propio Morris, gran conocedor de la obra de Mishima (pues había
publicado en 1959 la traducción de una de las novelas emblemáticas
mishimianas, Kinkakuji 金閣, The Temple of the Golden Pavilion),
confiesa que su estudio nació motivado por el estímulo de Mishima y
que la muerte de este le confirmó la necesidad de escribirlo. Ninguna
lectura crítica, nos parece, que desee realizarse de la obra y la vida
de Mishima puede desconocer este ensayo colosal de Ivan Morris.
19
Procesos ambos de creciente interés entre investigadores, con
aportaciones como las dedicadas al significado del adoctrinamiento
recibido por los Tokkôkai, por Emiko Ohnuki-Thierney.
LIBROS PUBLICADOS EN EL AÑO 2010
ASIA ORIENTAL
AA. VV., Lynx. A Monographic Series in Linguistics and
World Perception. Lenguas de Asia Oriental: Estudios
lingüísticos y discursivos. Anexa 18, València: Universitat de
València, Departament de Teoria dels Llenguatges, 2010.
CHINA
AA. VV., Cuentos de mujeres chinas: Lianhua, Madrid:
Popular, 2010.
Balcells, Jacqueline, Li Song, mujer china, Santiago de
Chile: Zig-Zag, 2010.
Botton, Flora (coord.), Historia mínima de China, México D.
F.: El Colegio de México, 2010.
Cervera, Isabel (coautora y editora), Imágenes para la
inmortalidad en la dinastía Han: 206 a. C.-220 d. C., València:
Museu de Prehistòria de València, Diputació de València,
2010.
Li, Qingzhao, 李清照, Poesía completa (60 poemas ci para
cantar), Madrid: Ediciones del Oriente y del Mediterráneo,
2010.
232
LIBROS PUBLICADOS EN EL AÑO 2010
Liao, Jimmy, Esconderse en un rincón del mundo, Granada:
Barbara Fiore Editora, 2010.
Liao, Jimmy, El sonido de los colores, Barcelona: Barbara
Fiore Editora, 2010.
Liao, Jimmy, La noche estrellada, Granada: Barbara Fiore
Editora, 2010.
Liao, Jimmy, El pez que me sonreía, Granada: Barbara Fiore
Editora, 2010.
Liu, Dalin, 刘达临, El imperio del deseo: una historia de la
sexualidad en China, Madrid: Alianza Editorial, 2010.
Lu Ji, 陆 机, Wen Fu. Prosopoema del arte de la escritura,
Madrid: Cátedra, 2010.
Lu, Chi, El arte de la escritura, Madrid: Mandala Ediciones,
2010.
Preciado Idoeta, Iñaki, Los cuatro libros del Emperador
amarillo, Madrid: Trotta, 2010.
Ramírez, Laureano, El viaje de Faxian: Relato del peregrinaje
de un monje chino a los reinos budistas de Asia Central y la
India en el siglo V, Madrid: La Esfera de los Libros, 2010.
LIBROS PUBLICADOS EN EL AÑO 2010
233
Relinque, Alicia (trad.), Jin ping mei, el erudito de las
carcajadas, Girona: Atalanta, vol. 1, 2010.
Rovira i Esteva, Sara, Lengua y escritura chinas: mitos y
realidades, Barcelona: Bellaterra, 2010.
Shen, Congwen, 沈 从 文 , Calma, Barcelona: Alpha Decay,
2010.
Sun-tzu, 孙 子 , El arte de la guerra, Barcelona: Plutón
Ediciones, 2010.
Wang, Anyi, 王安忆, La canción de la pena eterna, Aravaca
(Madrid): Kailas Editorial, 2010.
Xu, Xiaobin, La niña de papel, Barcelona: Mosaico de Gen,
2010.
Yang, Yuan, Cuentos legendarios de la antigua China, Madrid:
Popular, 2010.
Yu, Hua, 余华, ¡Vivir!, Barcelona: Seix Barral, 2010.
COREA
Min, Wonjung (ed.), Corea: una visión interdisciplinaria.
Santiago de Chile: Korea Foundation / Posco E. & C., 2010.
234
LIBROS PUBLICADOS EN EL AÑO 2010
Ojeda, Alfonso, Estudios actuales sobre Corea, Granada:
Entorno Gráfico, 2010.
JAPÓN
Abe, Kôbô, 安部公房, Idéntico al ser humano, Barcelona:
Candaya, 2010.
Akinari, Ueda, 上 田 秋 成 , Cuentos de lluvia y de luna,
Madrid: Trotta, 2010.
Akutagawa, Ryunosuke, 芥川 龍之介, Kappa, Barcelona:
Ático de los Libros, 2010.
Akutagawa, Ryunosuke, 芥 川 龍 之 介 , Rashomon y otros
cuentos, Madrid: Miraguano Ediciones, 2010.
Dazai, Osamu, 太 宰 治 , Indigno de ser humano,
Barcelona: Sajalin Editores, 2010.
Edogawa, Ranpo, 江戸川 乱歩, Moju: la bestia ciega, Madrid:
Jaguar, 2010.
Gobbi, Igor, De Magic Island a Sand Land: bienvenidos al
fantástico mundo de Akira Toriyama, Palma de Mallorca:
Tebeos Dolmen, 2010.
LIBROS PUBLICADOS EN EL AÑO 2010
235
Guzmán Garate, Íñigo (ed.), No guardo sentimientos de
nostalgia: 45 cartas de kamikazes, Getafe (Madrid):
Sietenanos, 2010.
Ishiguro, Kazuo, 石黒一雄, Nocturns, Barcelona: Empuries,
2010.
Kawakami, Hiromi, 川上 弘美, Algo que brilla como el mar,
Barcelona: El Acantilado, 2010.
Kimura, Ken, 999 hermanas ranas se mudan de charca,
Granada: Barbara Fiore Editora, 2010.
Kobayashi, Takiji, 小 林
多 喜 二 , Kanikosen: el
pesquero, Barcelona: Ático de los Libros, 2010.
Lanzaco, Federico, La cultura japonesa reflejada en su lengua,
Madrid: Verbum, 2010.
Machi Tawara, 俵 万智, Aniversario de la ensalada, Madrid:
Verbum, 2010.
Maya, Carlos J., Japón y México en el mercado hortícola
mundial, México D. F.: Plaza y Valdés Editores, 2010.
Matsuo, Basho, 松 尾 芭 蕉 , La mirada del peregrino:
haikus, Madrid: Endymion, 2010.
Mishima, Yukio, 三島由紀夫, La corrupción de un ángel,
Madrid: Alianza Editorial, 2010.
236
LIBROS PUBLICADOS EN EL AÑO 2010
Mishima, Yukio, 三島由紀夫, El marino que perdió la gracia
del mar, Madrid: Alianza Editorial, 2010.
Mishima, Yukio, 三 島 由 紀 夫 , La perla y otros
cuentos, Madrid: Alianza Editorial, 2010.
Mishima, Yukio, 三島由紀夫, Después del banquete, Madrid:
Alianza Editorial, 2010.
Mishima, Yukio, 三 島 由 紀 夫 , Música, Madrid: Alianza
Editorial, 2010.
Mishima, Yukio, 三島由紀夫, El color prohibido, Madrid:
Alianza Editorial, 2010.
Mishima, Yukio, 三島由紀夫, Nieve de primavera, Madrid:
Alianza Editorial, 2010.
Mishima, Yukio, 三島由紀夫, El sol y el acero, Madrid:
Alianza Editorial, 2010.
Mishima, Yukio, 三 島 由 紀 夫 , Confesiones de una
máscara, Madrid: Alianza Editorial, 2010.
Miyabe, Miyuki, 宮部 みゆき, La sombra del Kasha, Madrid:
Quaterni, 2010.
Murakami, Haruki, 村 上
Labutxaca, 2010.
春 樹 , Alter dark, Barcelona:
LIBROS PUBLICADOS EN EL AÑO 2010
237
Murakami, Haruki, 村上 春樹, L'amant perillosa: al Sud de la
frontera, a l'Oest del sol, Barcelona: Labutxaca, 2010.
Murakami, Haruki, 村上 春樹, De qué hablo cuando hablo de
correr, Barcelona: Tusquets Editores, 2010.
Murakami, Haruki, 村 上 春 樹 , El fin del mundo y un
despiadado país de las maravillas, Barcelona: Tusquets
Editores, 2010.
Murakami, Haruki, 村上 春樹, 1Q84, Vigo: Galaxia, 2010.
Murakami, Ryu, 村上龍, Los chicos de las taquillas, Madrid:
Escalera, 2010.
Nakamura, Kou, Cosas por las que llorar cien veces,
Barcelona: Emecé Editores, 2010.
Natsume, Soseki, 夏 目 漱 石 ,
Impedimenta, 2010.
Soy un gato, Madrid:
Natsume, Soseki, 夏目 漱石, Shumi no iden [La herencia
del gusto], Salamanca: Sígueme, 2010.
Natsume, Soseki, 夏目 漱石, Botchan, Cangas do Morrazo
(Pontevedra): Rinoceronte Editora, 2010.
Natsume, Soseki, 夏目 漱石, Yo, el Gato, Madrid: Trotta,
2010.
238
LIBROS PUBLICADOS EN EL AÑO 2010
Oe, Kenzaburo, 大江 健三郎, Arrancad las semillas, fusilad a
los niños, Barcelona: Anagrama, 2010.
Okura, Miwako; Oki, Ryuji; Awaihara, Yoshie, Curso
intensivo de japonés para hispanohablantes T-II, México D. F.:
El Colegio de México, 2010.
Ryokan, Daigu, El rocío del loto [hachisu no tsuyu]: diálogo
poético [shoowaka], Madrid: Hiperión, 2010.
Tanizaki, Junichiro, 谷崎潤一郎, El cuento de un hombre
ciego, Madrid: Siruela, 2010.
Tanizaki, Junichiro, 谷崎潤一郎, Eloxio da sombra, Cangas
do Morrazo (Pontevedra): Rinoceronte Editora, 2010.
Tanizaki, Junichiro, 谷崎潤一郎, Arenas movedizas, Madrid:
Siruela, 2010.
Tanizaki, Junichiro, 谷 崎 潤 一 郎 , El elogio de la
sombra, Madrid: Siruela, 2010.
Tsurayuki, Ki no, 紀貫之, Diari de Tosa, Barcelona: L´Abadía
de Monserrat, 2010.
Vives, Javier, El teatro japonés y las artes plásticas, Gijón:
Satori Ediciones, 2010.
LIBROS PUBLICADOS EN EL AÑO 2010
239
Yoshikawa, Eiji, 吉川 英治, Musashi: la luz perfecta, San
Fernando de Henares (Madrid): Quaterni, 2010.
Mas, Jordi, (ed.), Cuentos de Ise, Madrid: Trotta, 2010.
TESIS DOCTORALES
Altimir Losada, Mercè, “Lacan y el mundo japonés: cuestiones
de acción traslativa, transmisión y edición”, Universidad
Autónoma de Barcelona, 2010.
Anguita Morera, Antonia, “Incidencias de los precios de
transferencia en el comercio internacional (las transacciones
multilaterales entre España, China y los países
latinoamericanos)”, Universidad Rovira i Virgili, 2010.
Hervás Armero, María Dolores, “Derecho, biotecnología y
principios bioéticos: contextos sociales y legales, normativa y
bioética comparadas. Especial atención al caso de Japón”,
Universitat de València, 2010.
Holmo, Ricardo Zöllner, “Siderurgia na China: um olhar para o
futuro e seus desdobramentos”, Universidade de São Paulo,
2010.
Jabbour, Elias
Marco Khalil, “Projeto
nacional,
desenvolvimento e socialismo de mercado na China de hoje”,
Universidade de São Paulo, 2010.
240
LIBROS PUBLICADOS EN EL AÑO 2010
López González, Begoña, “La ética económica y el espíritu del
capitalismo: las tesis de Weber y el caso de China”,
Universidad de Oviedo, 2010.
Maiza Larrarte, José Antonio, “Las políticas públicas de la
Unión Europea ante el despertar económico del gigante chino”,
Universidad del País Vasco, 2010.
Oizumi, Yoichi, “La IED y la estrategia para el desarrollo
económico de México: ¿es extrapolable el modelo de desarrollo
japonés y chino?”, Universidad Autónoma de Madrid, 2010.
Pareja Alcaraz, Pablo, “Actores y orden en las relaciones
internacionales. El papel de la República Popular China y Japón
en la construcción del orden regional de Asia Oriental”,
Universidad Pompeu Fabra, 2010.
Santiago Iglesias, José Andrés, “La viñeta japonesa: del cuadro
flotante al tebeo manga”, Universidad de Vigo, 2010.
Santos Rovira, José María, “La enseñanza del español en China:
historia, desarrollo y situación actual”, Universidad de Alicante,
2010.
Tordera Juan, Jordi Edgar, “La modalidad oriental versus la
occidental: estudio literario contrastivo japonés-inglésespañol”, Universitat de València, 2010.
NORMAS DE PUBLICACIÓN
Envío de originales
Revista Iberoamericana de Estudios de Asia Oriental
· Periodicidad: anual
· Número de páginas: hasta 160 con ilustraciones B/N
· Formato: A5 (210 x 135 mm)
· Contenido:
 5 o 6 artículos de investigación.
 5 o más reseñas de libros publicados en español o
portugués.
Recepción y aceptación de originales
1. Se tomarán en consideración originales en español o
portugués que realicen una aportación al área de Estudios de
Asia
Oriental
(China,
Japón
y
Corea).
2. Las colaboraciones recibidas serán sometidas a una revisión
editorial por parte de los miembros del Consejo de Redacción
y de dos evaluadores externos, que valorarán la originalidad,
interés y calidad del manuscrito. Los autores podrán recibir un
resumen de los informes presentados por los evaluadores,
indicándoles la manera de subsanar deficiencias o realizar los
cambios que se soliciten.
3. Los originales presentados no deben haber sido publicados
anteriormente ni estar en vías de publicación.
4. Se remitirá al autor un juego de pruebas, que deberán ser
corregidas en un breve tiempo. En esa corrección no se podrán
introducir modificaciones sustanciales en el texto.
244 NORMAS DE PUBLICACIÓN
5. El autor recibirá separatas y ejemplares del número en el
que se publique su artículo.
Normas de presentación:
1. Los originales se enviarán en soporte informático
(preferiblemente Word) a:
[email protected]
O en versión impresa (formato A4, tipo Times New Roman 12
e interlineado 1,5) a:
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de Estudios de Asia Oriental, Universidad Autónoma de
Madrid, calle de Francisco Tomás y Valiente, n.º 3, 28049
Madrid, España.
2. Artículos: no excederán de 25 páginas (formato A4, tipo
Times New Roman 12 e interlineado 1,5). Se presentarán con
una cabecera en la que aparecerá el título en el idioma original,
seguido, por este orden, del nombre del autor, la universidad o
institución a la que pertenece, y su dirección electrónica
personal. Seguirá un resumen del contenido (en torno a 150
palabras) en el idioma del texto, y en inglés.
3. Reseñas: no excederán de 5 páginas (formato A4, tipo
Times New Roman 12 e interlineado 1,5). Estarán dedicadas a
la presentación, resumen y evaluación de obras relacionadas
con el área de Estudios de Asia Oriental publicadas en español
o portugués.
4. Se adoptará, para las llamadas de notas, el sistema francés.
En consecuencia, la llamada se colocará antes del signo
delimitador (punto, dos puntos, coma, exclamación,
interrogación, paréntesis, comillas, etc.), pero después de los
puntos suspensivos. Ahora bien, si la llamada de nota hace
referencia a todo el segmento enmarcado por estos signos, se
colocará después del signo. Este modo permite hacer
NORMAS DE PUBLICACIÓN
245
distinción entre la llamada que hace referencia a una palabra y
la que se refiere a un enunciado completo. Para las notas, que
irán al final de cada texto, la cita bibliográfica se hará como
sigue.
·Libros
En lenguas occidentales:
Apellido del autor, Nombre del autor, Título del libro, Ciudad:
Editorial, año, p./pp. número de página.
Ejemplo:
Nieto, Gladys, La inmigración china en España: Una
comunidad ligada a su nación, Madrid: Catarata, 2007, pp. 710.
En lenguas asiáticas:
Apellido y Nombre del autor en transcripción seguido del
apellido y nombre en caracteres, Título del libro en
transcripción seguido del título del libro en caracteres
[traducción del título entre corchetes], Ciudad: Editorial en
transcripción, año, p./pp. número de página.
Ejemplo:
Lü Shuxiang 吕叔湘, Zhongguo wenfa yaolüe 中國文法要略
[Sumario de gramática china], Shanghai: Shangwu, 1956, p.
45.
·Contribuciones a libros colectivos
En lenguas occidentales:
Apellido del autor, Nombre del autor, “Título”, en Nombre y
Apellido del editor o coordinador (ed.), Título del libro
colectivo, Ciudad: Editorial, año, p./pp. número de página.
Ejemplo:
246 NORMAS DE PUBLICACIÓN
Jordan, David K., “Changes in Postwar Taiwan and Their
Impact on the Popular Practice of Religion”, en Stevan Harell
y Huang Chün-chieh (eds.), Cultural Change in Postwar
Taiwan, Boulder: Westview Press, pp. 137-160.
En lenguas asiáticas:
Apellido y Nombre del autor en transcripción seguido del
apellido y nombre en caracteres, “Título en transcripción”
seguido del título en caracteres [“traducción del título entre
corchetes”], en Apellido y Nombre del editor o coordinador
(ed.), Título del libro colectivo en transcripción seguido del
título del libro colectivo en caracteres [traducción del título
entre corchetes], Ciudad: Editorial, año, p./pp. número de
página.
Ejemplo:
Hamashima Atsutoshi 浜島敦俊, “Kinsei Kōnan Riō kō” 近
世江南李王考 [“Investigación de los Li y Wang de Jiangnan
in el período moderno temprano”], en Umehara Kaoru (ed.),
Chūgoku kinsei no hōsei to shakai 中國近世の法制と社會
[Boletín de investigación del departamento de literatura de la
universidad de Aoyama], Kyoto: Kyoto daigaku jimbun
kagaku kenkyūjo, 1993, pp. 511-541.
·Artículos
En lenguas occidentales:
Apellido del autor, Nombre del autor, “Título del artículo”,
Título de la revista, número (año), p./pp. número de página.
Ejemplo:
Zhou, Xiaoming, “Japan´s Official Development Program:
Pressures to Expand”, Asian Survey, 31.4 (1991), pp. 340-351.
NORMAS DE PUBLICACIÓN
247
En lenguas asiáticas:
Apellido y Nombre del autor en transcripción seguido del
apellido y nombre en caracteres, “Título del artículo en
transcripción" seguido del título del artículo en caracteres
[“traducción del título entre corchetes”], Título de la Revista
en transcripción seguido del título de la revista en caracteres,
número (año), p./pp. número de página.
Ejemplo:
Ōgami Masami 大上正美, “Shō Kai ron” 鍾會論 [“Sobre
Zhong Hui”], Aoyama gakuin daigaku bungakubu kiyō 青山
學院大學文學部紀要, 30 (1988), pp. 17-29.
·Artículos en revistas online
En lenguas occidentales:
Apellido del autor, Nombre del autor, “Título del artículo”,
Título de la revista, número (mes, año), dirección electrónica.
Ejemplo:
Díaz Vázquez, Julio A., “China – América Latina”, El
Economista
de
Cuba,
307
(2007),
http://www.eleconomista.cubaweb.cu/2007/nro307/china.html.
En lenguas asiáticas:
Apellido y nombre del autor en transcripción seguido del
apellido y nombre en caracteres, “Título del artículo en
transcripción” seguido del título del artículo en caracteres
[“traducción del título entre corchetes”], Título de la revista
en transcripción seguido del título de la revista en caracteres,
número (mes, año), dirección electrónica.
Ejemplo:
Shirō Inoue, Chāruzu シ ロ - イ ノ ウ エ , チ ャ - ル ズ ,
“Figurality (Keizōsei) to kindai ishiki no hatten” Figurality
( 形 象 性 ) と 近 代 意 識 の 発 展 , [“Figuralidad (Keizōsei)
248 NORMAS DE PUBLICACIÓN
desarrollo de la conciencia moderna”], Nihon kenkyū
日 本 研 究 , 34 (marzo, 2007), http://202.231.40.34/
jpub/pdf/js/IN3401.pdf.
·Artículos de periódicos
En lenguas occidentales:
Apellido del autor, Nombre del autor, “Título del artículo”,
Nombre del periódico, Ciudad, día de mes de año, p./pp.
número de página.
Ejemplo:
Pérez, Alonso, “El presidente de China agradeció un mensaje
del vicepresidente”, La Nación, Buenos Aires, 24 de agosto de
1945, p. 1.
En lenguas asiáticas:
Apellido y nombre del autor en transcripción seguido del
apellido y nombre del autor en caracteres, “Título del artículo
en transcripción” seguido del título en caracteres [“traducción
del título del artículo”], Nombre del periódico en
transcripción seguido del nombre del periódico en caracteres,
Ciudad, día de mes de año, p./pp. número de página.
Ejemplo:
Zhang, Chen 张 沉, “Zhong A xin shangyue. Tanpan jijiang
junshi” 中 阿 新 商 约 。 谈 判 即 将 竣 事 [“Nuevo Acuerdo
Comercial
Argentino-Chino.
Inminente
final
de
negociaciones”], Minbao 民報, Taipei, 17 de enero de 1947.
NORMAS DE PUBLICACIÓN
249
·Tesis doctorales
En lenguas occidentales:
Apellido del autor, Nombre del autor, “Título de la tesis
doctoral”, defensa de tesis, Nombre de la universidad, año.
Ejemplo:
Mezcua López, Antonio José, “El concepto de paisaje en
China”, defensa de tesis, Universidad de Granada, 2007.
En lenguas asiáticas:
Apellido y nombre del autor en transcripción seguido del
apellido y nombre del autor en caracteres, “Título de la tesis
doctoral en transcripción” seguido del título de la tesis
doctoral en caracteres [“traducción del título de la tesis”],
defensa de tesis, Nombre de la universidad en transcripción
seguido del nombre de la universidad en caracteres, año.
Ejemplo:
Nishie, Kiyotaka 西江清高, “Seishū ōchō no seiritsu to sono
bunkateki kiban” 西 周 王 朝 の 成 立 と そ の 文 化 的 基 盤
[“Formación de la dinastía Zhou del Oeste y su base cultural”],
defensa de tesis, Jōchi Daigaku 上智大学, 1999.
·Ponencias en reuniones, conferencias o congresos
En lenguas occidentales:
Apellido del autor, Nombre del autor, “Título de la ponencia”,
ponencia presentada en Nombre de la reunión, congreso o
conferencia, Ciudad, País, día de mes de año, p./pp. número
de página.
Ejemplo:
Relinque Eleta, Alicia, “De consejeros y galantes cortesanos.
250 NORMAS DE PUBLICACIÓN
La concepción de la poesía en China y Japón”, ponencia
presentada en el Foro Español de Investigación sobre Asia
Pacífico, Congreso, Granada, España, 18 de septiembre de
2006, pp. 207-217.
En lenguas asiáticas:
Apellido y nombre del autor en transcripción seguido del
apellido y nombre del autor en caracteres, “Título de la
ponencia en transcripción” seguido del título de la ponencia en
caracteres [“traducción del título de la ponencia”], ponencia
presentada en Nombre de la reunión, congreso o conferencia
en transcripción seguido del nombre de la reunión, congreso o
conferencia en caracteres [traducción del nombre de la
reunión, congreso o conferencia], Ciudad, País, día de mes de
año, p./pp. número de página.
Ejemplo:
Chen Jie 陈 介 , “Zhongguo yu Agenting chengli waijiao
guanxi zhi jingguo” 中国与阿根廷成立外交关系之经过
[“Proceso de establecimiento de relaciones diplomáticas entre
China y Argentina”], ponencia presentada en Lianheguo guoji
zuzhi dahui Zhongguo daibiaotuan 联合国国际组织大会中
国 代 表 团 [Delegación China en la Conferencia de las
Naciones Unidas de Organización Internacional], San
Francisco, Estados Unidos, 28 de mayo de 1945, pp. 1-2.
5. Cuando se repita una referencia bibliográfica, se resumirá
con Apellido (o Apellidos) del autor (sin nombre), Título
abreviado (cursiva para libros, comillas (“ ”) para artículos y
contribuciones en libros colectivos), pp. número de página, en
el caso de una publicación en lenguas occidentales; y con
Apellido y Nombre del autor en transcripción, Título
abreviado en transcripción (cursiva para libros, comillas (“ ”)
para artículos y contribuciones en libros colectivos), pp.
número de página, en caso de publicaciones en lenguas
asiáticas. Cuando la referencia completa o resumida aparezca
NORMAS DE PUBLICACIÓN
251
en la nota inmediatamente anterior, se empleará 'Ibídem', p./pp.
número de página.
6. Los sistemas de transcripciones de lenguas asiáticas usados
son:
Chino: Hanyu pinyin
Japonés: Hepburn reformado
Coreano: McCune-Reischauer
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