Parte VI - Pontificia Comisión para América Latina

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SEXTA PARTE
LA CAL A PARTIR DEL MOTU PROPRIO
DECESSORES NOSTRI
DESDE 1988
254
255
El año 1988 es importante en la historia de la Pontificia Comisión
para América Latina. En ese año el Santo Padre Juan Pablo II, con el
Motu Proprio Decessores Nostri del 18 de junio y con la Constitución
Apostólica Pastor Bonus del 28 de junio, reorganizó y potenció la
CAL, dándole una ubicación en el orgánico de la Curia Romana y
precisando más su naturaleza y finalidad.
Estos dos actos pontificios son el punto de partida de una nueva
etapa en la vida de este Organismo de la Curia Romana, cuya
importancia era cada vez más evidente para la renovación y
fortalecimiento del catolicismo latinoamericano. Después de 30 años
de existencia, Su Santidad Juan Pablo II, consideró que había llegado
el momento de reestructurar y potenciar la Comisión para América
Latina de modo que fuera siempre en grado de responder a las
expectativas que la Santa Sede había depositado en ella desde su
constitución en 1958. El Santo Padre renovando y potenciando la
CAL quiso dar un nuevo impulso a la obra evangelizadora de la
Iglesia en América Latina y renovar el organismo de la Curia Romana
especialmente llamado a animar la Nueva Evangelización del
“Continente de la Esperanza”.
En estos últimos 20 años la CAL ha tenido como Presidente los
Eminentísimos Cardenales Bernardín Gantin (1984-1998), Lucas
Moreira Neves (1998-2000), Giovanni Battista Re (desde el año
2000). El Motu Proprio Decessores Nostri dispuso que el Presidente
fuese ayudado por un Obispo Vice-Presidente, este cargo lo han
ejercido: S.E. Cipriano Calderón (1988-2003), S. E. Luis Robles Díaz
(2003-2007), S.E. José Octavio Ruiz Arenas (desde el 31 de mayo del
2007).
256
Capítulo XXI
El Motu Proprio Decessores nostri y la Constitución Apostólica
Pastor Bonus
1. La reestructuración de la Pontificia Comisión para América
Latina
Juan Pablo II, durante los 27 años de su pontificado, realizó 22
viajes apostólicos a América Latina, visitando 19 países. Desde su
elección hasta la promulgación del Motu Proprio Decessores Nostri,
visitó República Dominicana, México y Bahamas, en 1979; Brasil, en
1980; Argentina, en 1982; América Central, Bélice y Haití, en 1983;
Santo Domingo y Puerto Rico, en 1984; Venezuela, Ecuador, Perú,
Trinidad y Tobago, en 1985; Colombia, en 1986; Uruguay, Chile y
Argentina, en 1987; Uruguay, Bolivia y Perú, en 1988. En su primer
viaje, inauguró la III Conferencia General del Episcopado
Latinoamericano, en Puebla de los Ángeles; y en 1988 en Lima,
clausuró el V Congreso Eucarístico y Mariano de los países
bolivarianos. En varias oportunidades, con ocasión de estos viajes se
reunió con el CELAM: Río de Janeiro, 1980; Port-au-Prince, 1983;
Santo Domingo, 1984; Bogotá, 1986. Además, recibió a todos los
episcopados de América Latina en visita Ad Limina Apostolorum.
Todo lo anterior le permitió entrar en contacto con la realidad
católica de América Latina, “una grey que dentro de poco constituirá
casi la mitad de los católicos de todo el mundo”.290 El constatar, de
una parte, el fervor religioso del pueblo latinoamericano y la fuerte
raigambre de la fe cristiana en la cultura de esos pueblos y, de otra
parte, la evidente presencia de peligros antiguos y nuevos para la fe en
esas tierras, movieron al Papa a dar nuevo vigor a la solicitud de la
Santa Sede por la Iglesia peregrina en América Latina.
Así, en el marco de la novena de años de preparación al V
Centenario del inicio de la Evangelización del Nuevo Mundo, apenas
pasados los dos años de encuentro con los obispos latinoamericanos
en visita Ad Limina, y en vísperas de su viaje a Colombia (1-7 de
290
de 1983.
JUAN PABLO II, Discurso a la Asamblea del CELAM, Port-au-Prince (Haití), 9 de marzo
257
julio de 1986), el Papa presidió una reunión de los cardenales
responsables de los Dicasterios de la Curia Romana, para hablar
explícitamente de la Pontificia Comisión para América Latina. Juan
Pablo II, con el deseo de centrar cada vez más la atención y la
solicitud de la Santa Sede por esos pueblos, y de prestar un apoyo
siempre más eficaz a la tarea de nueva evangelización a la que había
exhortado a la Iglesia en América Latina, quiso reorganizar y
potenciar la Comisión para América Latina.
Esta reunión se celebró el 12 de junio de 1986 en la sala de las
Congregaciones del Palacio Apostólico Vaticano. La reunión preveía
una relación del Cardenal Bernardin Gantín, Prefecto de la
Congregación para los Obispos y Presidente de la Pontificia Comisión
para América Latina: naturaleza, actividad, prospectivas para una
reestructuración de dicha Pontificia Comisión.
La relación del Cardenal Gantin se articuló en 4 puntos: 1)
Institución y naturaleza de la CAL y su composición; 2) Institución
del COGECAL (Consejo General de la Pontificia Comisión para
América Latina); 3) Actividad de la CAL y del COGECAL; y 4)
Prospectivas para una reestructuración de la CAL. EL Cardenal
Gantin subrayaba cómo las normas que han regulado la naturaleza y
finalidad del CAL han sido siempre de carácter interno, solamente con
la aprobación del Santo Padre, pero sin un documento pontificio,
como por ejemplo un Motu Proprio. Hasta entonces ningún
documento pontificio había mencionado esta Pontificia Comisión. La
Constitución Apostólica Regimini Ecclesiae Universae, por la que
Pablo VI reformó la Curia Romana en 1967, no menciona la CAL que
existía ya desde 1958. Así, el Cardenal Gantin propuso que se le
dieran nuevas normas a la mencionada Comisión y que tales normas
tuviesen un carácter plenamente oficial, emanadas con un documento
pontificio. A la exposición del Cardenal Gantin siguió la intervención
de los eminentísimos Cardenales presentes. Todas las intervenciones
reconocieron la importante labor desempeñada por la CAL en sus
primeros treinta años y la necesidad de reforzar su estructura.
Fruto de las sugerencias y propuestas hechas en aquella reunión es el
Motu Proprio Decessores Nostri, promulgado por Juan Pablo II el 18
de junio de 1988, con el cual se reorganizó y potenció la Pontificia
Comisión para América Latina. Diez días después fue promulgada la
Constitución Apostólica Pastor Bonus, que disponía una reforma
258
general de la Curia Romana; este importante documento pontificio
dedica dos artículos a la Pontificia Comisión para América Latina. A
partir de este momento la CAL quedó plenamente incorporada en el
cuadro de la Curia Romana.
2. La Pontificia Comisión para América Latina en el cuadro de la
Curia Romana.291
2.1 El Motu Proprio Decessores Nostri en el cuadro de la Curia
Romana
El Motu Proprio fue emanado 10 días antes de la promulgación de la
Constitución Apostólica Pastor Bonus, que reformaba la Curia
Romana. A decir de Mons. Giovanni Battista Re,
Ya es importante y significativo que Juan Pablo II haya publicado una
“Carta Apostólica” en forma de “Motu Proprio”, con el fin de reorganizar
la Pontificia Comisión para América Latina, diez días antes de la
promulgación de la Constitución Apostólica “Pastor Bonus” sobre la Curia
Romana. Quiere decir que el Papa ha querido dar un relieve particular a
esta Comisión, mostrando un especial afecto eclesial al “Continente de la
esperanza”. Hay que agradecer mucho al Santo Padre este fino y delicado
gesto de su Ministerio Apostólico.
El Motu Proprio Decessores Nostri tiene una introducción y ocho
artículos, que constituyen las normas por las cuales se regirá en
adelante la Pontificia Comisión para América Latina.
En la introducción se manifiesta en primer lugar cómo, movidos por
la “cotidiana solicitud hacia todas las Iglesias”, los Pontífices han
dedicado gran parte de sus afanes y han puesto su firme esperanza en
la situación y destino de la Iglesia en América Latina. Testimonio de
esta solicitud pastoral es la “especial Pontificia Comisión para
América Latina”, constituida por Pío XII en 1958, a la que Paolo VI
291
El título de este numeral así como las líneas generales de su contenido estan tomadas de:
BATTISTA Re, La Pontificia Comisión para América Latina en el cuadro de la Curia
Romana: estructura, finalidades y competencias de la misma según el motu proprio “Decessores
nostri” y la Constitución Apostólica “Pastor Bonus” de Juan Pablo II (Indicaciones generales
para la elaboración del reglamento). Esta es una ponencia que Mons. Giovanni Battista Re,
Secretario de la Congregación para los Obispos y Miembro de la Pontificia Comisión para
América Latina, presentó el lunes 4 de diciembre de 1989 en el marco de la Primera Reunión
Plenaria de la Pontificia Comisión para América Latina. El original en español en: Arch. PCAL, I
Reunión Plenaria, Atti, I, 4-7. XII. 1989.
GIOVANNI
259
añadió en 1963 el Consejo General de la Pontificia Comisión para
América Latina.292
Juan Pablo II pone de relieve cómo los dos Organismos han prestado
un importante servicio a la Iglesia y es justamente la importancia de su
misión lo que motiva una ulterior potenciación:
Los frutos y saludables efectos producidos por ambos Organismos
estrechamente ligados entre sí, así como la importante y tan laudable labor
que han realizado, durante los años pasados, aconsejan vivamente ahora
que se les potencie ulteriormente y se les dé una estructura más sólida y
más articulada.293
Con esta motivación procede primero a declarar la unificación de los
dos Organismos en uno solo que se llamará Pontificia Comisión para
América Latina; y a reconfirmar cuanto ya establecido en 1970 en
relación a su dependencia de la Congregación para los Obispos. Luego
enumera las normas por las cuales se regirá la Comisión.
2.1.1 Su vinculación a la Congregación para los Obispos
El Motu Proprio declara que “Esta Comisión está estrechamente
vinculada a la Congregación para los Obispos”. Mons. Re, en la
relación que presentó durante la primera Reunión Plenaria de la CAL,
se pregunta, qué quieren decir los términos “estrechamente
vinculada”? Y responde:
El artículo III del Motu Proprio establece que el Presidente de esta
Pontificia Comisión sea “ex ufficio” el Prefecto de la Congregación para
los Obispos. Sin duda que ésto ya vincula de manera estrecha la Comisión
al citado Dicasterio; por el hecho de que en la misma introducción se habla
de “vinculación estrecha” –arcte connectitur- parece indicar que la
vinculación no puede reducirse sólo a este hecho, sino que exige, además,
que el contacto, la intercomunicación y la ayuda mutua entre ambos
organismos sean intensos y constantes.294
292
Cfr. Juan Pablo II, Motu Proprio Decessores Nostris, parte introductoria.
Cfr. Juan Pablo II, Motu Proprio Decessores Nostris, parte introductoria.
294
Cfr. GIOVANNI BATTISTA Re, La Pontificia Comisión para América Latina en el cuadro
de la Curia Romana: estructura, finalidades y competencias de la misma según el motu proprio
“Decessores nostri” y la Constitución Apostólica “Pastor Bonus” de Juan Pablo II (Indicaciones
generales para la elaboración del reglamento). Esta es una ponencia que Mons. Giovanni Battista
Re, Secretario de la Congregación para los Obispos y Miembro de la Pontificia Comisión para
América Latina, presentó el lunes 4 de diciembre de 1989 en el marco de la Primera Reunión
Plenaria de la Pontificia Comisión para América Latina. El original en español en: Arch. PCAL, I
Reunión Plenaria, Atti, I, 4-7. XII. 1989.
293
260
2.1.2 Normas pontificias por las que se rige la Comisión
El Motu Proprio Decessores Nostri consta de seis artículos que el
documento llama “normas”, por las cuales se rige la Comisión.
a) Artículo 1º. Tarea primordial de la Comisión
El artículo primero o primera norma establece cuál es la tarea
primordial de la CAL: “examinar de manera unitaria las cuestiones
doctrinales y pastorales que conciernen a la vida y al desarrollo de la
Iglesia en América Latina”.
Se trata evidentemente de un encargo bien amplio y arduo, que el Papa
asigna a esta Comisión y que sólo podrá realizar en sus reuniones
plenarias, bien preparadas con la ayuda de peritos.
De ahí la necesidad de que este Organismo cuente con algunos expertos,
que pueden ser oficiales del mismo o colaboradores externos y cuyas
funciones han de ser claramente determinadas en el Reglamento del que
luego hablaremos.
Del primer párrafo de este artículo se desprende que el Vicepresidente de
la Comisión, bajo la dirección del Presidente, deberá estar en contacto
frecuente con la Congregación para la Doctrina de la Fe, por lo que hace a
los “problemas doctrinales” relacionados con América Latina,
informándola de lo que se crea oportuno, prestándole los servicios que
pida y recibiendo las orientaciones que juzgue conveniente dar dicho
Dicasterio, único competente en el campo doctrinal.
Es evidente por otro lado, que en este sector la Comisión no ha de hacer
nada sin que lo sepa la Congregación para la Doctrina de la Fe, ni ha de
tomar iniciativa alguna que ella no autorice (cf. Constitución Apostólica
“Pastor Bonus”, art. 48).
Teniendo ésto en cuenta, se ve la importancia que tiene el hecho de que el
Cardenal Prefecto de la citada Congregación haya sido nombrado por el
Santo Padre Consejero de la Comisión y el Secretario, Miembro.
El estudio unitario de los “problemas pastorales” exige, a su vez, que la
Comisión esté muy en contacto con los “dicasterios especialmente
interesados” en los asuntos de América Latina, algunos de los cuales están
representados en la Comisión por Consejeros o Miembros de la misma.
Con informaciones, señalaciones y sugerencias oportunas a los diversos
dicasterios del gobierno central de la Iglesia, así como con otras iniciativas
y, en todo caso, atendiendo a cualquier servicio que sea requerido, la
Comisión cumplirá la norma de “asistir y ayudar (adsistat et subveniat) a
los organismos de la Curia Romana más interesados, por razón de su
propia autoridad y competencia, en la solución de los problemas
específicos (de América Latina)”.
261
Dice el último párrafo de este artículo I: “A través de su Presidente, la
Comisión informa al Sumo Pontífice sobre cada uno de los asuntos, y le
sugiere y propone las iniciativas o medidas de gobierno que considere
convenientes u oportunas”.
Teniendo presente que el Cardenal Presidente, en su calidad de Prefecto de
la Congregación para los Obispos, tiene normalmente audiencia semanal
con el Santo Padre, la Comisión puede cumplir fácilmente esta norma,
cuya aplicación quedará naturalmente al juicio del mismo Cardenal
Presidente. Lo que sí es claro es que se trata de una norma singular,
importante y cargada de sus consecuencias, ya que de ella se desprende
que la Comisión, “ex audiencia cum Sanctissimo”, puede, por lo que se
refiere a los problemas de la Iglesia en América Latina, tomar “iniciativas
y medidas de gobierno” . (Suum per Praesidentem certiorem facit
Summum Pontificem singulis de causis, Eique res suadet et proponit, quae
videntur suscipiendae aut ad regimen pertinere, quascumque congruas ipsa
censuerit vel opportunas”).295
b) Artículo 2º. Labor de específica conexión
La segunda norma o artículo II habla de la labor de “específica
conexión” (munus coniunctionis) entre la Sede Apostólica y los
diversos organismos supranacionales o nacionales “pro América
Latina”, que la Comisión está llamada a prestar.
a) Así, esta Comisión lleva las relaciones de la Santa Sede con el Consejo
Epsicopal Latino Americano, sigue diligentemente sus tareas e iniciativas
y se ocupa de examinar las resoluciones o propuestas formuladas por dicho
Consejo en sus propias reuniones. Esto supone un contacto continuo entre
la Presidencia de la Comisión y la Presidencia y el Secretariado General
del CELAM, y que éste envíe con diligencia y prontitud a la Comisión las
actas de todas sus sesiones, así como cualquier información que crea
conveniente.
b) Compete también a la Comisión para América Latina llevar las
relaciones con los Organismos Episcopales Nacionales y con otras
Instituciones de ayuda a América Latina. No resulta fácil concretar cómo
se puede hacer esto, dada la independencia y sensibilidad de algunas de
esas Instituciones. De ninguna manera se va a intentar controlar las ayudas
295
Cfr. GIOVANNI BATTISTA Re, La Pontificia Comisión para América Latina en el cuadro
de la Curia Romana: estructura, finalidades y competencias de la misma según el motu proprio
“Decessores nostri” y la Constitución Apostólica “Pastor Bonus” de Juan Pablo II (Indicaciones
generales para la elaboración del reglamento). Esta es una ponencia que Mons. Giovanni Battista
Re, Secretario de la Congregación para los Obispos y Miembro de la Pontificia Comisión para
América Latina, presentó el lunes 4 de diciembre de 1989 en el marco de la Primera Reunión
Plenaria de la Pontificia Comisión para América Latina. El original en español en: Arch. PCAL, I
Reunión Plenaria, Atti, I, 4-7. XII. 1989.
262
económicas que dan otros Organismos. Pero habrá que mantener un
contacto a nivel de información, de sugerencias y consultas.
c) De especial importancia y delicadeza [...] son las relaciones que la
Comisión ha de tener con la Confederación Latino-Americana de
Religiosos - CLAR- “especialmente por lo que se refiere a la inserción y
participación de los religiosos en la Pastoral de la Iglesia en América
Latina y por lo tanto, a las relaciones de dicha Confederación con los
Obispos Diocesanos, con las Conferencias Episcopales y con el mismo
CELAM”. Aquí está por medio la Congregación para los Institutos de
Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica. Es claro que la
Comisión, para aplicar esta norma, necesita que la CLAR y el citado
Dicasterio le tengan informada, enviándole la documentación oportuna, y
que el contacto con una y con otro sea continuo. Luego, la experiencia dirá
lo que se puede ir haciendo. Ayudará sin duda el hecho de que el
Secretario del Dicasterio, bajo cuya competencia están los religiosos y
religiosas, sea siempre Miembro de la Comisión. Es claro, por otra parte,
que ésta no ha de hacer nada en el citado campo, sin consultar al
Dicasterio competente, procediendo siempre de acuerdo con él.
d) La Comisión está llamada también a realizar una “específica conexión”
entre la Sede Apostólica y las Instituciones Católicas Internacionales y
otras Asociaciones y Movimientos que operan en América Latina. La
experiencia irá diciendo cómo se puede aplicar esta norma, escuchando como dice el Motu Proprio- el parecer del Consejo para los Laicos.296
c) Artículo 3º. Presidente de esta Pontificia Comisión
El artículo tercero determina que el Cardenal Prefecto de la
Congregación para los Obispos es “ex ufficio” el Presidente de la
Comisión:
Él es el responsable de la Comisión, lleva la alta dirección de la misma,
convoca las reuniones y las preside. El ha de aprobar, además, las
decisiones de mayor importancia firmando los relativos documentos. Para
ayudarle, el Motu Proprio crea el cargo de un Obispo Vicepresidente,
Prelado Superior, que viene a ser en realidad el ejecutivo, con funciones,
además, de Secretario, pues el Motu Proprio no dice nada de este cargo. Es
claro que el Vicepresidente debe ser el “motor” de la Pontificia Comisión:
el que organiza y programa, en el sector de competencia de la Comisión; el
296
Cfr. GIOVANNI BATTISTA Re, La Pontificia Comisión para América Latina en el cuadro
de la Curia Romana: estructura, finalidades y competencias de la misma según el motu proprio
“Decessores nostri” y la Constitución Apostólica “Pastor Bonus” de Juan Pablo II (Indicaciones
generales para la elaboración del reglamento). Esta es una ponencia que Mons. Giovanni Battista
Re, Secretario de la Congregación para los Obispos y Miembro de la Pontificia Comisión para
América Latina, presentó el lunes 4 de diciembre de 1989 en el marco de la Primera Reunión
Plenaria de la Pontificia Comisión para América Latina. El original en español en: Arch. PCAL, I
Reunión Plenaria, Atti, I, 4-7. XII. 1989.
263
que implica e interesa a los Dicasterios de la Curia Romana en los
problemas concernientes a la Iglesia en América Latina; el que sugiere y
estimula.
Este artículo III habla después de los Consejeros y reduce el ámbito en el
cual pueden ser escogidos: la Curia Romana y el Episcopado de América
Latina. No se consideran los Episcopados de otras naciones que tienen
especial relación con dicho continente: el español, el alemán, el
norteamericano, etc.
Cuál es la función de los Cardenales u Obispos Consejeros?: el Motu
Proprio sólo dice “asisten al Presidente y al Vicepresidente” (illis astant),
evidentemente con el consejo, pues se les denomina Consejeros, es decir,
forman una especie de Consejo de la Presidencia, y, por lo mismo, - como
el Presidente y el Vicepresidente – son miembros “pleno iure” de la
Comisión, con voz y voto, para todo.
Así, pues, es claro que deben ser convocados a las Reuniones Plenarias de
la Comisión y que colegial o individualmente pueden ser consultados
sobre problemas que se plantean a la Presidencia y sobre las resoluciones
que ella tome.
Ellos mismos pueden dar sugerencias ahora de palabra, y en adelante con
la praxis, sobre cuáles creen que pueden ser sus funciones específicas,
teniendo presente que el Motu Proprio distingue claramente entre
Consejeros y Miembros de la Comisión.297
d) Artículo 4º. Miembros de la Comisión
Este artículo determina claramente quienes son los Miembros de la
Comisión: los Secretarios de los Dicasterios de la Curia Romana
especialmente interesados en la solución de los problemas doctrinales
y pastorales de la Iglesia en América Latina; dos obispos, en
representación del CELAM; tres obispos diocesanos de América
Latina.
e) Artículo 5º. Personal de la Comisión
El artículo dispone que la Pontificia Comisión para América Latina,
ha de tener sus Oficiales propios.
297
Cfr. GIOVANNI BATTISTA Re, La Pontificia Comisión para América Latina en el cuadro
de la Curia Romana: estructura, finalidades y competencias de la misma según el motu proprio
“Decessores nostri” y la Constitución Apostólica “Pastor Bonus” de Juan Pablo II (Indicaciones
generales para la elaboración del reglamento). Esta es una ponencia que Mons. Giovanni Battista
Re, Secretario de la Congregación para los Obispos y Miembro de la Pontificia Comisión para
América Latina, presentó el lunes 4 de diciembre de 1989 en el marco de la Primera Reunión
Plenaria de la Pontificia Comisión para América Latina. El original en español en: Arch. PCAL, I
Reunión Plenaria, Atti, I, 4-7. XII. 1989.
264
Es importante que el mismo Motu Proprio diga que la Comisión ha de
contar con “oficiales propios”, “suos habet administros”.
Ya se ve que, dada la función y competencia asignadas a la Comisión, para
que pueda realizar bien sus tareas respondiendo a los deseos del Papa y a
las expectativas de la Iglesia de América Latina, necesita oficiales bien
preparados, escogidos, si es posible, entre sacerdotes, religiosos, religiosas
o seglares latinoamericanos.
Estos oficiales, como el Vicepresidente, han de ser expertos en cuesitones
eclesiales referentes a Améria Latina, y han de disponer en las oficinas con
un banco de datos sobre la Iglesia de dicho continente.298
f) Artículo 6º. Reuniones de la Comisión
El artículo sexto dispone: “La Comisión para América Latina se
reunirá generalmente cada tres meses para el examen de todas las
cuestiones ordinarias y extraordinarias referentes a la función y
competencia propias de la Comisión.
Es una norma que indica la importancia y el relieve que el Legislador – el
Romano Pontífice- ha otorgado a esta Comisión; pero por todas las
circunstancias y el trabajo eclesial, que pesa sobre todos nosotros, así
como por la lejanía de algunos, va a resultar difícil de cumplir dicha
norma.
Digamos, ante todo, que el “pleno” de la Comisión – como hemos
insinuado antes – le forman tanto los Consejeros como los Miembros con
el Presidente y el Vicepresidente.
Digamos también que si hubiera que someter algún asunto a votación,
todos tienen voto.
Observemos que, dado el carácter de la Comisión, sus reuniones pueden
ser consideradas de alguna manera como una de esas reuniones
“interdicasteriales”, de que habla el artículo 21 de la Constitución
Apostólica “Pastor Bonus”, con la particularidad de que están integradas
por algunos obispos diocesanos. Es evidente que nuestras reuniones van a
tratar de forma conjunta “asuntos que tocan la competencia de varios
298
Cfr. GIOVANNI BATTISTA Re, La Pontificia Comisión para América Latina en el cuadro
de la Curia Romana: estructura, finalidades y competencias de la misma según el motu proprio
“Decessores nostri” y la Constitución Apostólica “Pastor Bonus” de Juan Pablo II (Indicaciones
generales para la elaboración del reglamento). Esta es una ponencia que Mons. Giovanni Battista
Re, Secretario de la Congregación para los Obispos y Miembro de la Pontificia Comisión para
América Latina, presentó el lunes 4 de diciembre de 1989 en el marco de la Primera Reunión
Plenaria de la Pontificia Comisión para América Latina. El original en español en: Arch. PCAL, I
Reunión Plenaria, Atti, I, 4-7. XII. 1989.
265
Dicasterios... para confrontar diversos puntos de vista” (cfr. Pastor Bonus,
art. 21, primer párrafo).299
Monseñor Giovanni Battista Re propone, en su relación, distinguir
entre reuniones ordinarias y reuniones extraordinarias o plenarias, en
equivalencia a las “cuestiones ordinarias y extraordinarias” de que
habla el artículo en cuestión.
- Reunión ordinaria.
La reunión ordinaria sería de corta duración: una mañana o una tarde o, en
casos especiales, una jornada. Se tratarán asuntos de trámite, de especial
actualidad o de cierta urgencia, propuestos por la Presidencia o sugeridos
por algunos de los Consejeros o Miembros. Se rogaría la asistencia a los
Miembros residentes en Roma, pero se avisaría a todos sobre la
celebración de la reunión, por si algún Consejero de Roma o fuera de
Roma o algún Miembro residente fuera de la Urbe quiere asistir. Al
señalar la fecha, se tendría en cuenta la presencia en Roma, por otros
motivos, de algunos de los Consejeros o Miembros y, en todo caso se
podría indicar a alguno que viniera expresamente, si se fuera a tratar
determinado asunto en el que el indicado estuviera particularmente
interesado o tuviera especial competencia sobre el mismo. Debería, sin
embargo, tratarse de casos excepcionales.
- Reunión extraordinaria o Plenaria.
En la Reunión extraordinaria, es decir, Plenaria, se tratarían temas
especiales, de particular envergadura y trascendencia, o asuntos
importantes sobre las decisiones que hubiera que tomar para someterlas al
Santo Padre. A ella deberían asistir, dentro de sus posibilidades o
compromisos de trabajo, todos los Consejeros y Miembros.
Las reuniones Plenarias serán presididas por el Cardenal Presidente de la
Comisión o, en su ausencia, por el Cardenal más antiguo o Arzobispo más
antiguo. El Presidente podrá, si lo cree oportuno, designar un Moderador
de las sesiones. La dirección de las mismas la llevará el Vicepresidente
con funciones de Secretario de la Asamblea y, en su ausencia, alguno de
los Secretarios de Dicasterios Presentes.
Con suficiente antelación a la fecha de la celebración de las reuniones, se
enviará la Convocatoria, el programa con los temas a tratar y, para los
299
Cfr. GIOVANNI BATTISTA Re, La Pontificia Comisión para América Latina en el cuadro
de la Curia Romana: estructura, finalidades y competencias de la misma según el motu proprio
“Decessores nostri” y la Constitución Apostólica “Pastor Bonus” de Juan Pablo II (Indicaciones
generales para la elaboración del reglamento). Esta es una ponencia que Mons. Giovanni Battista
Re, Secretario de la Congregación para los Obispos y Miembro de la Pontificia Comisión para
América Latina, presentó el lunes 4 de diciembre de 1989 en el marco de la Primera Reunión
Plenaria de la Pontificia Comisión para América Latina. El original en español en: Arch. PCAL, I
Reunión Plenaria, Atti, I, 4-7. XII. 1989.
266
Consejeros o Miembros que residen fuera de Roma, las indicaciones sobre
hospedaje y viajes, que correrán por cuenta de la Comisión.300
g) Artículo 7º. La Sesión General anual
El artículo VII del Motu Proprio dispone la celebración, al menos
una vez al año, de la Sesión General, a la cual, además de los
miembros de la Comisión, serán invitados: el Presidente del CELAM;
los Presidentes y los Secretarios de los Organismos Episcopales
locales o nacionales para la ayuda a la Iglesia en América Latina y de
otras Instituciones, a juicio de la Santa Sede; los Presidentes de la
Unión de Superiores Generales, de la Unión Internacional de las
Superioras Generales y de la Confederación Latinoamericana de
Religiosos.
Esta Asamblea general resulta muy importante, porque proporciona un
contacto de la Comisión con todas las personas que ocupan los citados
cargos, y permite tratar con más amplitud de horizonte y con más
aportación de ideas, sugerencias y propuestas “cuestiones generales de
mayor importancia”: “universales causae maiori cuiusdam momenti”.
Esta Asamblea puede hacerse coincidir con la Reunión Extraordinaria de
la Comisión, de que antes hemos hablado. El pleno de la Comisión podría
reunirse el día antes de la “sessio generalis”, para formular interrogaciones
o fijar las pautas para la misma; y, después, para examinar las
conclusiones.
De todas formas, la Asamblea tiene sólo carácter consultivo, en orden a
ayudar a la Presidencia y al Consejo de la Comisión.301
300
Cfr. GIOVANNI BATTISTA Re, La Pontificia Comisión para América Latina en el cuadro
de la Curia Romana: estructura, finalidades y competencias de la misma según el motu proprio
“Decessores nostri” y la Constitución Apostólica “Pastor Bonus” de Juan Pablo II (Indicaciones
generales para la elaboración del reglamento). Esta es una ponencia que Mons. Giovanni Battista
Re, Secretario de la Congregación para los Obispos y Miembro de la Pontificia Comisión para
América Latina, presentó el lunes 4 de diciembre de 1989 en el marco de la Primera Reunión
Plenaria de la Pontificia Comisión para América Latina. El original en español en: Arch. PCAL, I
Reunión Plenaria, Atti, I, 4-7. XII. 1989.
301
Cfr. GIOVANNI BATTISTA Re, La Pontificia Comisión para América Latina en el cuadro
de la Curia Romana: estructura, finalidades y competencias de la misma según el motu proprio
“Decessores nostri” y la Constitución Apostólica “Pastor Bonus” de Juan Pablo II (Indicaciones
generales para la elaboración del reglamento). Esta es una ponencia que Mons. Giovanni Battista
Re, Secretario de la Congregación para los Obispos y Miembro de la Pontificia Comisión para
América Latina, presentó el lunes 4 de diciembre de 1989 en el marco de la Primera Reunión
Plenaria de la Pontificia Comisión para América Latina. El original en español en: Arch. PCAL, I
Reunión Plenaria, Atti, I, 4-7. XII. 1989.
267
h) Artículo 8º. El Reglamento de la Comisión
El artículo octavo dispone que en un Reglamento, que se someterá a
la aprobación del Papa, “se explicarán con precisión y se desarrollarán
ampliamente las normas, según las cuales se regirá y funcionará esta
Pontificia Comisión”.
La Comisión, pues, ha de dar a sí misma un Reglamento que ha de ser
aprobado por el Santo Padre, adquiriendo así fuerza de norma jurídica.
[...]
Este Reglamento, ante todo, ha de responder fielmente al contenido del
Motu Proprio “Decessores Nostri” y a la Constitución Apostólica “Pastor
Bonus” sobre la Curia Romana, explicando y concretando las normas
contenidas en dichos documentos pontificios.
El Reglamento de la Pontificia Comisión para América Latina deberá estar
en plena sintonía con el Reglamento General de la Curia Romana, que se
encuentra ya prácticamente terminado, pero que todavía no ha sido
aprobado por los Superiores; quedan aún por resolver algunas cuestiones
que afectan a todos: las relativas a los dependientes de la Santa Sede.
Además de aplicar las normas generales, válidas para todos los
Organismos de la Curia Romana, el Reglamento de nuestra Comisión,
delineando la fisonomía de la misma, en armonía con lo establecido en el
Motu Proprio “Decessores Nostri”, precisará el campo de acción peculiar
de la Pontificia Comisión, especificando sus relaciones con los Dicasterios
de la Curia Romana, con las Iglesias de América Latina, y con los
Organismos que se ocupan de dicho continente.
Igualmente se deberán indicar cómo han de prepararse las reuniones
ordinarias y extraordinarias, que promueve esta Pontificia Comisión.
También habrá de precisar las normas para la administración del Fondo y
la distribución de ayudas.302
2.2 La Constitución Apostólica Pastor Bonus
La Constitución Apostólica Pastor Bonus, en los artículos 83 y 84
asume la parte dispositiva del Motu Proprio Decessores Nostri:
302
GIOVANNI BATTISTA Re, La Pontificia Comisión para América Latina en el cuadro de la
Curia Romana: estructura, finalidades y competencias de la misma según el motu proprio
“Decessores nostri” y la Constitución Apostólica “Pastor Bonus” de Juan Pablo II (Indicaciones
generales para la elaboración del reglamento). Esta es una ponencia que Mons. Giovanni Battista
Re, Secretario de la Congregación para los Obispos y Miembro de la Pontificia Comisión para
América Latina, presentó el lunes 4 de diciembre de 1989 en el marco de la Primera Reunión
Plenaria de la Pontificia Comisión para América Latina. El original en español en: Arch. PCAL, I
Reunión Plenaria, Atti, I, 4-7. XII. 1989.
268
Artículo 83
§1. Es función de la Comisión aconsejar y ayudar a las Iglesias
particulares en América Latina: además, estudiar las cuestiones que se
refieren a la vida y progreso de dichas Iglesias, especialmente estando a
disposición, tanto de los dicasterios de la Curia interesados por razón de su
competencia, como de las mismas Iglesias para resolver dichas cuestiones.
§2. También le corresponde favorecer las relaciones entre las instituciones
eclesiástica internacionales y nacionales, que trabajan en favor de las
regiones de América Latina. y los dicasterios de la Curia Romana.
Artículo 84
§1. El Presidente de la Comisión es el Prefecto de la Congregación para
los Obispos, al que le ayuda un obispo vicepresidente.
Les asisten como consejeros algunos obispos elegidos, tanto de la Curia
Romana, como de las Iglesias de América Latina.
§2. Los miembros de la Comisión se escogen tanto de los dicasterios de la
Curia Romana, como del Consejo Episcopal Latino Americano, y también
entre los obispos de las regiones de América Latina, así como de las
instituciones de las que habla el Artículo anterior.
§3. La Comisión tiene sus propios oficiales.
El Papa Juan Pablo II comentando estos dos actos pontificios y su
significado para la Iglesia en América Latina, dice:
La Santa Sede ha querido renovar y potenciar este Organismo (la CAL),
para conferirle una nueva fisonomía y subrayar así la especial solicitud
pastoral del Sucesor de Pedro hacia esas Iglesias que, en el Continente de
la esperanza, peregrinan llenas de confianza hacia “los cielos nuevos y las
tierras nuevas” de las que habla la Biblia (Is 65,17; 2P 3,13; Ap 21,1) y
que nosotros todos creemos divisar en el inminente tercer milenio del
cristianismo.303
Capítulo XXII
La actividad de la CAL
El Motu Proprio Decessores Nostri, en su primer artículo precisó las
competencias y funciones propias de la CAL. A ella ha sido confiada
303
Discurso del Santo Padre Juan Pablo II a la I Reunión Plenaria de la Pontificia
Comisión para América Latina, 7 de diciembre de 1989. En: Arch.PCAL, I Reunión Plenaria, Atti,
2.
269
como “tarea primordial examinar de manera unitaria las cuestiones
doctrinales y pastorales que conciernen a la vida y al desarrollo de la
Iglesia en América Latina; además, asistir y ayudar a los Dicasterios
de la Curia Romana más interesados, por razón de su propia autoridad
y competencia, en la solución de los problemas peculiares”.304
1. El estudio de las cuestiones doctrinales y pastorales
Ciertamente el Motu Proprio abrió a la Pontificia Comisión para
América Latina un campo muy vasto y amplio. De aquí la dificultad
de actuar esta específica y compleja tarea de “examinar de manera
unitaria las cuestiones doctrinales y pastorales relativas a la vida y al
desarrollo de la Iglesia en América Latina”. Sin embargo, durante
estos últimos 20 años la CAL ha respondido al cumplimiento de esta
tarea mediante la celebración de Reuniones Plenarias a las cuales
participan los Consejeros y Miembros para examinar los temas
prioritarios en la tarea evangelizadora del Continente.
La CAL ha celebrado, desde 1988, las siguientes reuniones
plenarias: I del 4-7 de diciembre de 1989; II, 10-14 de junio de 1991;
III, 11-15 de octubre de 1993; IV, 19-23 de junio de 1995; V, 20-23
de marzo del 2001; VI, 24-27 de marzo del 2003; VII, 18-21 de enero
del 2005; VIII, 17-20 de enero del 2007.
Siempre en el cumplimiento de su “tarea primordial” la CAL ha
promovido la celebración de dos simposios históricos de grandísima
importancia. El primero, para conmemorar el V Centenario del inicio
de la evangelización en América Latina y como prólogo a la IV
Conferencia General del Episcopado; el segundo, para conmemorar
los cien años del Concilio Plenario Latinoamericano.
1.1 Las reuniones Plenarias
Las reuniones plenarias de esta Pontificia Comisión han constituido
momentos de profundización de los diversos problemas de índole
doctrinal y pastoral, que en el momento de su celebración
experimentaba la Iglesia en América Latina. Todas las reuniones
plenarias hasta ahora celebradas han emanado unas “Proposiciones”
finales, que sometidas al Santo Padre se han hecho llegar a los
304
Cfr. Juan Pablo II, Motu Proprio Decessores Nostri, art. 1.
270
Dicasterios de la Curia Romana, al CELAM y a todos los Organismos
interesados en razón de su competencia. En esto radica la importancia
de estas reuniones, que no son sólo momentos académicos sino
auténticos momentos de reflexión pastoral, en los que los Consejeros
y Miembros de la CAL ponen toda su capacidad intelectual y su
experiencia pastoral al servicio de la vida católica en el Continente.
1.1.1 Primera Reunión Plenaria. 4-7 de diciembre de 1989305
La Pontificia Comisión para América Latina en su nueva etapa se
reunió por primera vez, en Asamblea Plenaria, los días 4-7 de
diciembre de 1989. Tema principal de esta primera reunión fue el
estudio de “La estructura, finalidades y competencias de la Pontificia
Comisión para América Latina a la luz del Motu Proprio Decessores
Nostri y de la Constitución Apostólica Pastor Bonus”.
El tema fue desarrollado por Mons. Giovanni Battista Re, Arzobispo
Secretario de la Congregación para los Obispos, que presentó la
ponencia “La Pontificia Comisión para América Latina en el cuadro
de la Curia Romana”, cuyo contenido hemos presentado en el
capítulo precedente. De esta ponencia y de la discusión sucesiva
deberían salir las indicaciones para la eleboración del Reglamento
particular de la Comisión, a tenor del artículo último del Motu
Proprio.
Estudiada la identidad de la Comisión se procedió a examinar
atentamente la situación eclesial del momento en América Latina,
para permitir a los Consejeros y Miembros una visión lo más clara y
precisa posible de la vida de la Iglesia en el Continente. Punto de
partida de este segundo tema fue la ponencia de Mons. Darío
Castrillón Hoyos, Presidente del CELAM, que presentó una
“Panorámica sobre las vicisitudes actuales de los pueblos
latinoamericanos y la presencia de la Iglesia en los mismos”.
A la relación de Mons. Castrillón siguieron las intervenciones de
Mons. Alberto Bovone, Secretario de la Congregación para la
Doctrina de la Fe; Mons. Vincenzo Fagiolo, Secretario de la
Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades
de Vida Apostólica; Mons. José Saraiva Martins, Secretario de la
305
Sobre la primera reunión plenaria de la CAL cfr. Arch. PCAL, I Reunión Plenaria, Atti, I;
I Reunión plenaria, Atti, II; I Reunión Plenaria de la Pontificia Comisión para América Latina
4,5,6,-7 Dic 1989; I Reunión Plenaria, Copias 1-7; I Reunión Plenaria, Copias; I Reunión Plenaria,
Varios.
271
Congregación para la Educación Católica; Mons. José Sánchez,
Secretario de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos;
Mons. Serafim Fernándes de Araújo, Arzobispo de Bello Horizonte;
Mons. Nicolás de Jesús López Rodríguez, Arzobispo de Santo
Domingo; Mons. Oscar Andrés Rodríguez Maradiaga, Arzobispo de
Tegucigalpa, Secretario General del CELAM; y Mons. Álvaro Leonel
Ramazzini Imeri, Obispo de San Marcos (Guatemala).
Mons. Alberto Bovone, Secretario para la Doctrina de la Fe, subrayó
los problemas doctrinales de América Latina que más preocupaban a
la Santa Sede y a los Episcopados del Continente: la teología de la
liberación, el aspecto doctrinal del proyecto “Palabra-Vida” de la
CLAR, los Centros Ecuménicos de los que emanan ideas que tienen
no poca influencia en algunos sectores de la Iglesia, las ideologías en
general.
Mons. Vincenzo Fagiolo, Secretario de la Congregación para los
Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica,
intervino presentado una relación sobre “La situación actual de los
religiosos y las religiosas” mostrando los diversos aspectos positivos
y negativos. En particular se refirió a la situación de la CLAR, a las
preocupaciones que este Organismo suscitaba, a la reciente
intervención de la Santa Sede designando un nuevo Secretario General
y una Secretaria General Adjunta y al contenido y difusión del dossier
publicado en el número extraordinario del Boletín CLAR de octubre
de 1989.
Mons. José Saraiva Martins, Secretario de la Congregación para la
Educación Católica, tocó el tema de “Los seminarios y vocaciones en
América Latina”, subrayando la situación doctrinal y disciplinar de los
centros de formación sacerdotal y el riesgo de ideologización de
ciertos Institutos teológicos, que algunos obispos ya habían
denunciado.
Mons. Serafim Fernándes de Araújo, Arzobispo de Bello Horizonte,
habló sobre “La situación de los laicos en América Latina y su aporte
a la tarea evangelizadora”, con especial énfasis en la repercusión que
en el continente estaba teniendo la Exhortación Apostólica Postsinodal
Christifideles Laici, del 30 de diciembre de 1988.
Mons. José Sánchez, Secretario de la Congregación para la
Evangelización de los Pueblos, presentó “La situación de los
territorios de misión” dependientes de ese Dicasterio, con especial
272
atención a las cifras del aporte misionero que América Latina puede
dar y da a otros Continentes.
Mons. Nicolás de Jesús López Rodríguez, Arzobispo de Santo
Domingo, presentó una ponencia de carácter histórico sobre “El V
Centenario del inicio de la Evangelización en América Latina” que
concluyó con la presentación de las orientaciones Pontificias para la
celebración conmemorativa de este acontecimiento y de las
actividades programadas por las Conferencias Episcopales con este
motivo.
Mons. Oscar Andrés Rodríguez Maradiaga, Arzobispo de
Tegucigalpa y Secretario General del CELAM, intervino con una
ponencia sobre “La IV Conferencia General del Episcopado
Latinoamericano”, que se debería celebrar en Santo Domingo en
coincidencia con los actos conmemorativos del V Centenario.
Mons. Alvaro Leonel Ramazzini Imeri, Obispo de San Marcos
(Guatemala), presentó una ponencia introductoria sobre el grave
problema de “Las sectas”. Su agresividad, su difusión y su impacto
en la vida de la comuniad católica era algo que preocupaba al Santo
Padre. Ya en 1986, el Cardenal Johannes Gerardus Maria Willebrands,
entonces Presidente del Pontificio Consejo para la Unidad de los
Cristianos, refiriéndose a este argumento, hablaba del “pulular de la
sectas en América Latina” y de la gravedad que significaba para la
Iglesia el fenómeno de las sectas. Este pulular de las sectas había
motivado ya un estudio sobre el fenómeno de las sectas especialmente
en América, coordinado por el Pontificio Consejo para la Unidad de
los Cristianos, el Secretariado para los no cristianos, el Secretariado
para los no creyentes y la Pontificia Comisión para la Cultura. Este
argumento ocupará la atención de la Santa Sede y del Episcopado
Latinoamericano en los años siguientes.
273
1.1.2 Segunda Reunión Plenaria. 10 al 14 de junio 1991 306
Bajo la dirección del Cardenal Bernardin Gantin, Presidente de la
Pontificia Comisión para América Latina, se reunió el pleno de dicha
Comisión: Presidente, Vicepresidente, Consejeros y Miembros. En
total 6 cardenales (sólo faltó el Cardenal Mario Revollo Bravo, por
problemas de salud), 18 arzobispos, 9 obispos, 2 sacerdotes y un
religioso. 18 provenientes de América Latina, 1 de España, 1 de
Estados Unidos y 1 de Alemania; los otros eran de la Curia Romana.
Los dos últimos días se unieron a la Asamblea algunos invitados,
representantes de las Comisiones Episcopales Nacionales y de los
Organismos de ayuda a la Iglesia en América Latina; se celebró así la
Primera Sesión General de la que trata el Motu Proprio Decessores
Nostri en su artículo séptimo.
Con la primera sesión, la tarde del 10 de junio, se inauguraron los
nuevos locales, modernos, que la Secretaría de Estado y la
Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica han puesto a
disposición de la Comisión en el Palazzo San Paolo, en Via della
Conciliazione n. 1. Los días 11-14 las sesiones se tuvieron en la Sala
Vecchia del Sínodo de los Obispos, en el Palacio Apostólico Vaticano.
Mons. Cipriano Calderón, Vicepresidente de la Comisión, presentó
la Relación general en la que recordó el “objetivo central” indicado
por el Papa para este renovado organismo de la Curia Romana:
“promover y animar la Nueva Evangelización”. Se refirió, además, a
la estructura y Reglamento de la Comisión, a sus nuevos locales y a la
trayectoria seguida en el desarrollar las actividades más salientes
realizadas desde cuando fue celebrada la primera Reunión Plenaria;
hizó igualmente referencia a las prospectivas para el futuro y presentó
el programa para la segunda Reunión Plenaria.
306
Sobre la segunda reunión plenaria de la CAL cfr. Arch.PCAL, II Reunión Plenaria,
Preparación; II Reunión Plenaria, 13-14 de Junio de 1991, Convocatoria; II Reunión Plenaria de la
Pontificia Comisión para América Latina, 10-14 de junio de 1991. Atti; II Reunión Plenaria,
Copias n. 1-3; II Reunión Plenaria, Copias, n. 12-23; II Reunión Plenaria, Varia; II Reunión
Plenaria, Votación de las proposiciones (Copias); II Reunión Plenaria, Votación de las
proposiciones (Copias para estudio); II Reunión Plenaria, Votación de las proposiciones,
Originales; II Reunión Plenaria, Relación-Memoria; II Reunión Plenaria, Ponencias, subsidios,
intervenciones. Actas; Varios, Conclusiones de la II Reunión Plenaria: discurso del Santo Padre
alla II Reunión Plenaria, Carta del 12.Dic/90. Carta del 29 de Jun/91. Tema IV Conf. General. III
Conf./Puebla. II Conf./Medellin. Simposio Intern/92; II Reunión Plenaria, Cartas y aportes
posteriores. El post-asamblea. Material vario.
274
El primer tema fundamental tratado por la asamblea plenaria fue el
del “V Centenario del comienzo de la Evangelización del Nuevo
Mundo: Perspectivas, problemas y sentido de las celebraciones según
las indicaciones del Santo Padre y de los Episcopados, en el contexto
de América Latina y en el contexto de España y Portugal”. Las
ponencias en relación con este tema estuvieron a cargo de Mons.
Adolfo Suárez Rivera, Arzobispo de Monterrey y Presidente de la
Conferencia Episcopal de México y de Mons. Carlos Amigo Vallejo,
Arzobispo de Sevilla y Presidente de la Comisión Episcopal Española
para el V Centenario.
El segundo tema tratado en esta Reunión Plenaria fue “La IV
Conferencia General del Episcopado Latinoamericano”. Mons.
Nicolás de Jesús López Rodríguez, Arzobispo de Santo Domingo y
Presidente del CELAM presentó la ponencia “La labor preparatoria
del CELAM: propuestas y programa para la celebración”, que
constituyó un preciso informe de todo cuanto hasta el momento ese
organismo había realizado en orden a la celebración de la
Conferencia. A la ponencia de Mons. Nicolás de Jesús López
Rodríguez siguió la ponencia presentada por el Cardenal Eduardo
MartÍnez Somalo, sobre las “Competencias de la Santa Sede y
orientaciones para el desarrollo de la Conferencia”.
Tercer tema de la Plenaria fue “El problema de las sectas”, que ya
enunciado en la primera Reunión Plenaria volvió a ocupar la atención
de la CAL. Sobre este argumento tuvo una relación el Cardenal José
Freire Falçao, Arzobispo de Brasilia.
La Plenaria abordó como cuarto tema el de “La familia en América
Latina”. El Cardenal Alfonso López Trujillo, Presidente del Pontificio
Consejo para la Familia, presentó una relación sobre la
“Evangelización de la familia en América Latina”. Este tema apenas
introducido en esta segunda Reunión Plenaria acompañará en los años
sucesivos los trabajos de esta Pontificia Comisión.
Como ya se dijo antes, los dos últimos días se tuvo la primera Sesión
General de la Pontificia Comisión para América Latina. A la Sesión
General intervinieron el Delegado Pontificio para la CLAR Mons.
Héctor Julio López Hurtado, que presentó el tema: “Los religiosos y
religiosas en el continente Latino Americano”; el Obispo Auxiliar de
Bruxelles Mons. Jan De Bie, que ilustró a la Asamblea sobre la
naturaleza y actividades de los Organismos de ayuda a la Iglesia en
275
América Latina con la ponencia: “Organismos episcopales Nacionales
y Organismos Internacionales de ayuda eclesial en América Latina:
presentación y actividades”.
1.1.3 Tercera Reunión Plenaria. 11 al 15 de octubre de 1993307
Celebrada en la Sala Bologna y en la Sala Vecchia del Sínodo, en el
Palacio Apostólico Vaticano. Bajo la Presidencia del Cardenal
Bernardin Gantín se reunieron, entre Consejeros y Miembros de la
Comisión, 10 cardenales, 18 arzobispos, 6 obispos y 2 sacerdotes. De
los 36 participantes 18 venían de América Latina, 1 de España, 1 de
Estados Unidos, 1 de Alemania; los otros de la Curia Romana. En los
dos últimos días participaron los representantes de las Comisiones
Episcopales de Europa y de los Organismos para la ayuda eclesial a
América Latina.
Los dos eventos celebrados en 1992 marcaron el programa de esta
tercera Reunión Plenaria: el V Centenario del inicio de la
evangelización del Nuevo Mundo y la IV Conferencia General del
Episcopado Latinoamericano. Para hablar del V Centenario y de su
significado en el camino de la Nueva Evangelización intervino el
Cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez, Arzobispo de Santo
Domingo y Presidente del CELAM, con la ponencia “El V Centenario
del comienzo de la evangelización de América: coordenadas,
problemas y frutos de su celebración. El CELAM”. El segundo
argumento, el relativo a la IV Conferencia, constituyó realmente el
tema central de la Asamblea. Mons. Antonio Moreno Casamitjana,
Arzobispo de Concepción, presentó la ponencia: “La IV Conferencia
General del Episcopado Latinoamericano y sus Conclusiones: el
Documento de Santo Domingo”.
Otros temas de la Plenaria fueron: “La Iglesia en América Latina:
estructuras y acción pastoral de cara a una nueva ‘estrategia
evangelizadora’, según las orientaciones del Santo Padre y las líneas
pastorales trazadas por la Conferencia de Santo Domingo”, ponencia
presentada por Mons. Serafim Fernandes de Araújo, Arzobispo de
307
Sobre la tercera Reunión Plenaria de la Cal cfr. Arch.PCAL, III Reunión Plenaria, Varie;
III Reunión Plenaria, Saluto Cardinale Gantin. Relazione Vice-Presidente. Saludo S. Padre; III
Reunión Plenaria, 11-15 de octubre de 1993, Preparación; III Reunión Plenaria, Varia; III Reunión
Plenaria, Ponencias; III Reunión Plenaria, Intervenciones; III Reunión Plenaria, RelaciónMmeoria; III Reunión Plenaria, Votación (Originales); III Reunión Plenaria, Hojas de votación; III
Reunión Plenaria, Varia; III Reunión Plenaria y Sesión General, 11-15 de Octubre de 1993; III
Reunión Plenaria, Material entregado en la cartera;
276
Bello Horizonte y Vice-Presidente de la Conferencia Episcopal del
Brasil.
Otro tema de reflexión fue el siempre más preocupante “Problema
de las sectas”. De gran importancia fue la intervención del Cardenal
Edward Idris Cassidy, Presidente del Pontificio Consejo para la
Promoción de la Unidad de los Cristianos, que llamó la atención sobre
las dimensiones que este problema asumía día a día en América
Latina.
La preocupación pastoral de la Iglesia por los pobres, los indígenas y
los afroamericanos, fue abordada con la ponencia de Mons. Antonio
González Zumárraga, Arzobispo de Quito, “El clamor de los pobres,
de los indígenas y de los afroamericanos a la luz de las orientaciones
del Papa y de las líneas pastorales de Santo Domingo”. Mons. Dieter
Spelthahn, Director General de Adveniat, abordó el tema relativo a
“Los evangelizadores y la ayuda eclesial a las Iglesias de América
Latina”. En la mañana del 13 de octubre, el Cardenal Joseph
Ratzinger, Consejero de la Comisión, presentó una ponencia sobre “El
Catecismo de la Iglesia Católica en el marco de la Nueva
Evangelización”, en la que aclaró el concepto de evangelización y
catequesis en orden a la acción pastoral y puso de relieve la
importancia del Catecismo de la Iglesia Católica en el proceso de
Nueva Evangelización.
1.1.4 Cuarta Reunión Plenaria. 19 al 23 de junio de 1995 308
Se llevó a cabo en la Sala Bologna del Palacio Apostólico Vaticano,
los primeros tres días; y en la Sala Vecchia del Sínodo de los Obispos,
los últimos dos días. Bajo la Presidencia del Cardenal Bernardin
Gantín, se dieron cita 46 eclesiásticos, entre Consejeros y Miembros
de la Comisión: 17 cardenales, 18 arzobispos, 7 obispos, 4 sacerdotes.
De ellos 22 provenían de América Latina, 1 de España, 1 de los
Estados Unidos y 1 de Alemania; los otros eran cardenales y prelados
de la Curia Romana. En los dos últimos días participaron a la Sesión
General algunos invitados, representantes de las Comisiones
308
Sobre la cuarta reunión plenaria de la CAL cfr. Arch.PCAL, IV Assemblea Plenaria.
Sessione Generale, 19-23 de jumio de 1995; IV Reunión Plenaria y Sesión General, 19-13 de junio
de 1995; IV R. Plenaria, Copias 1-4; IV Reunión Plenaria, Copias 5-7; IV R. Plenaria, Copias 812; IV.R.PL. Proposiciones, Originali; IV Reunión Plenaria, 19-23 de junio 1995, Serie completa;
IV R. PL. Discurso del Card. Gantin al Santo Padre. Discurso del Santo Padre. Invio del testo delle
Proposizioni. Intervención Mons. Daily; IV Reunión Plenaria, Preparación. Convocatoria,
Comunicaciones, Relaciones-Memoria I/II/III; Proposiciones, Copie.
277
Episcopales de Europa y delegados de los Organismos de ayuda a la
Iglesia en América Latina.
Tema central de la Asamblea constituyó la reflexión sobre “Los
Evangelizadores: sacerdotes, religiosos, religiosas y laicos”. La Carta
Apostólica Tertio Millennio Adveniente constituyó el faro iluminante
de las intervenciones con las cuales se quiso ahondar en el estudio del
tema general propuesto. En la mencionada Carta Apostólica Su
Santidad Juan Pablo II invitaba la Iglesia a “preparar el Jubileo del
Año 2000 fijando nuestra atención en Jesucristo, Salvador y
Evangelizador” (cfr. TMA, 40).
Las sesiones de la Asamblea comenzaron con una reflexión
teológica – pastoral sobre “Jesucristo Evangelizador”, pues una
reflexión doctrinal y pastoral sobre la evangelización y sobre los
evangelizadores sólo puede desarrollarse a partir del Misterio de
Cristo, de su acción evangelizadora y mesiánica de Redentor del
hombre. El tema fue desarrollado por el Arzobispo de Paraná, Mons.
Estanislao Esteban Karlic.
A la intervención de Mons. Karlic siguió la ponencia sobre “Los
Evangelizadores del tercer milenio en América Latina”, presentada
por el Cardenal Juan Sandoval Iñiguez, Arzobispo de Guadalajara,
que se propuso con esta intervención delinear quienes y cómo han de
ser los protagonistas de la Evangelización en el tercer milenio, cuáles
son los desafíos que la Iglesia enfrentará en los albores del próximo
siglo y cómo enfrentarlos. En su intervención, el Cardenal Sandoval
describió algunos de los principales desafíos de la Iglesia en América
Latina en el futuro inmediato: el creciente secularismo; el relativismo
ético; el éxodo de las poblaciones hacia las ciudades; la expansión y
agresividad de las sectas; el clamor de los pobres, de los indígenas y
de los afroamericanos; la defensa de la vida; la promoción de la
familia; la situación de los niños y el destino de los jóvenes.
Con una tercera relación sobre “La misión ad gentes”, la Asamblea
afrontó el apremiante argumento de la exigencia misionera de
América Latina: un continente evangelizado que debe evangelizar, dar
desde su pobreza misioneros y misioneras para la Iglesia universal.
Trató el tema el Cardenal Prefecto de la Congregación para la
Evangelización de los Pueblos, Josef Tomko, que inició su ponencia
recordando las palabras de Puebla: “Finalmente ha llegado la hora
para América Latina. La hora de intensificar los servicios mutuos
278
entre Iglesias particulares y de proyectarse más allá de sus propias
fronteras, ‘ad gentes’. Es verdad que nosotros mismos necesitamos
misioneros. Pero debemos dar desde nuestra pobreza” (DP, n. 368).
De las dos temáticas generales se pasó después a reflexionar sobre
cada uno de los protagonistas de la evangelización, los
evangelizadores: sacerdotes, religiosos, religiosas y laicos. El Prefecto
de la Congregación para el Clero, Cardenal José Sánchez, presentó la
ponencia relativa a los sacerdotes: el futuro de las vocaciones
sacerdotales en América Latina, los seminarios, la distribución del
clero, la formación permanente, entre otras cuestiones de vital
importancia; El Prefecto de la Congregación para los Institutos de
Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica, Cardenal
Eduardo Martínez Somalo, presentó “El papel de los religiosos en la
tarea de la Nueva Evangelización de América Latina de cara al tercer
milenio”, recordando la Carta Apostólica “Los Caminos del
Evangelio”, que Juan Pablo II dirigió a los Religiosos y Religiosas de
América Latina con motivo del V Centenario de la Evangelización del
Nuevo Mundo. El Presidente del Pontificio Consejo para los Laicos,
Cardenal Eduardo F. Pironio, trató el tema relativo a “El apostolado
de los seglares”, como artífices de la evangelización en el tercer
milenio, subrayando especialmente el protagonismo de los jóvenes.
El Cardenal Alfonso López Trujillo, Presidente del Pontificio Consejo
para la Familia, presentó el tema “El papel de la familia en la Nueva
Evangelización de América Latina de cara al tercer milenio del
cristianismo”.
En la perspectiva de la Asamblea Especial del Sínodo de los Obispos
para América, el Cardenal Jan P. Schotte, Secretario General del
Sínodo de los Obispos, informó a la Plenaria de la CAL sobre cuanto
se estaba haciendo en vista de la celebración de esta importante
Asamblea.
Los días 22 y 23 la Reunión Plenaria de la CAL se transformó en
Sesión General, a tenor del artículo VII del Motu Proprio Decessores
Nostri, con la presencia de los Presidentes y Secretarios de los
Organismos Episcopales locales y nacionales para la ayuda a las
Iglesias de América Latina, los Presidentes de la Unión de Superiores
Generales, de la Unión Internacional de las Superioras Generales y de
la Confederación Latinoamericana de Religiosos. En el marco de la
Sesión General, Mons. Oscar Rodríguez Maradiaga, Arzobispo de
279
Tegucigalpa y presidente del CELAM presentó la ponencia: “El 40º
aniversario de la I Conferencia General del Episcopado
Latinoamericano, celebrada en Río de Janeiro (25 de julio al 4 de
agosto de 1955)”. Mons. Andrea Mugione, Obispo de Cassano
all’Ionio y Secretario de la Comisión Episcopal Italiana para la
cooperación misionera entre las Iglesias, expuso el tema: “Solidaridad
y cooperación eclesial en orden a la Nueva Evangelización de
América Latina”.
1.1.5 Quinta Reunión Plenaria. 20 al 23 de marzo del 2001309
Desde 1995 no se celebraba la Reunión Plenaria de la CAL. En 1997
tuvo lugar la Asamblea Especial del Sínodo de los Obispos para
América. Así, ante este importante evento eclesial que tocaba
directamente la Iglesia en América Latina, no se consideró oportuno
organizar reuniones plenarias de esta Pontificia Comisión ni en el
período preparatorio ni en el período inmediatamente posterior a la
celebración de la Asamblea Sinodal, mientras se esperaba la
Exhortación Apostólica Postsinodal. Este documento fue entregado
por el Santo Padre a los Obispos de América el 22 de enero de 1999,
en Ciudad de México. Pero la inminente apertura del año jubilar y con
él la celebración de tantas peregrinaciones, reuniones y congresos
desaconsejaron igualmente la convocación de una Reunión Plenaria
durante esos dos años.
Así, la quinta Reunión Plenaria fue celebrada del 20 al 23 de marzo
del 2001. La Asamblea se reunió en la Sala Bologna del Palacio
Apostólico Vaticano. El tema de la reunión fue: “Realidad,
problemas, perspectivas o propuestas pastorales para la Nueva
Evangelización, a la luz de la Exhortación Apostólica Ecclesia in
America”. Se trató de un análisis de la situación eclesial de América
Latina a la luz del citado documento y en la prospectiva trazada para
toda la Iglesia en la Carta Apostólica Tertio Millennio ineunte.
La Asamblea tuvo dos relaciones introductorias: la primera, del
Cardenal Arzobispo de Santo Domingo, Nicolás de Jesús López
Rodríguez, sobre “Los principales desafíos pastorales planteados por
el Santo Padre en la Exhortación Apostólica Ecclesia in América”; la
309
Sobre la quinra reunión plenaria de la CAL cfr. Arch.PCAL, Reunión Plenaria Pontificia
Comisión para América Latina. Marzo de 2001; Reunión Plenaria 20-23 marzo 2001, 7
Volúmenes.
280
segunda, del Cardenal Arzobispo de São Paulo, Claudio Hummes,
sobre “A Igreja no Brasil perante a Ecclesia in America”.
A las dos relaciones introductorias siguieron las intervenciones de
los Consejeros y Miembros, a los cuales había sido asignado
precedentemente un tema y una parte de la Exhortación Apostólica
para su estudio y presentación. Esto permitió una rica profundización
del documento, vista la experiencia pastoral y el rigor intelectual de
quienes intervinieron:
Cardenal Joseph Ratzinger: Jesucristo Evangelizador (cf. nn. 66-68)
Cardenal Alfonso López Trujillo: Teología de la liberación (cf. nn.
58,67,73).
Cardenal Miguel Obando y Bravo: El encuentro con Jesucristo vivo
en el hoy de América (nn. 12-15).
Cardenal Josef Tomko: La relación entre la Encíclica Redemptoris
Missio y la Ecclesia in America (cf. n. 74).
Cardenal Eduardo Martínez Somalo: Los religiosos y religiosas en
América, con especial relación a la CLAR (cf. n. 43).
Cardenal Jaime Ortega y Alamino: La deuda externa (cf. nn.
22,23,59)
Cardenal Juan Sandoval Iñiguez: América Latina y la Exhortación
Apostólica Postsinodal Ecclesia in America (cf. nn. 1-5).
Cardenal Serafim Fernándes de Araújo: La evangelización de la
cultura, los medios de comunicación social (cf. nn. 70-71).
Cardenal Norberto Rivera Carrera: María primera evangelizadora de
América (cf. nn. 11,70).
Cardenal Antonio González Zumárraga: La evangelización de los
indígenas y de los americanos de origen africano (cf. n. 64).
Cardenal Francisco Javier Errázuriz Ossa: La reconciliación y la
esperanza (cf. nn. 32,75).
Cardenal Oscar Rodríguez Maradiaga: El desafío de las sectas (cf. n.
73).
Cardenal Ignacio Velasco García: Los jóvenes: esperanza del futuro
(cf. n. 47).
281
Cardenal Juan Luis Cipriani Thorne: La doctrina social de la Iglesia
(cf. nn. 54, 56)
Cardenal Edward Cassidy: Elementos de comunión con las otras
Iglesias y comunidades eclesiales (cf. n. 49).
Cardenal Jean Pieter Schotte: La Asamblea Especial del Sínodo de
los Obispos para América y la próxima Asamblea General Ordinaria
(cf. nn. 6-7).
Cardenal Jorge Medina Estévez: El problema doctrinal en América
Latina (cf. n. 53)
Cardenal Darío Castrillón Hoyos: Los sacerdotes al servicio del
Evangelio (cf. n. 39)
Cardenal Agostino Cacciavillan: Relaciones Ecclesiales entre
Norteamerica y America Latina (cf. nn. 2, 5).
S.E. Mons. Paul Josef Cordes: La solidaridad (cf. nn. 52, 55)
S.E. Mons. Javier Lozano Barragán: La teología india (cf. n. 16).
S.E. Mons. Julián Herranz Casado: Comunión entre las Iglesias
particulares. El CELAM. (cf. n. 37).
S.E. Mons. Leonardo Sandri: La identidad cristiana de América (cf.
n. 14).
S.E. Mons. Jean-Louis Tauran: Iglesia y Estado en los países
latinoamericanos (cf. n. 19).
S.E. Mons. Girolamo Prigione: Conversión y santidad (cf. nn. 2631).
S.E. Mons. Francesco Monterisi: Los Obispos, promotores de
comunión eclesial. Los Obispos eméritos (cf. nn. 33-36).
S.E. Mons. Giuseppe Pitau: La Iglesia en el campo de la educación,
evangelizar los centros educativos (cf. nn. 16, 71).
S.E. Mons. Stanislaw Rylko: Los fieles laicos y la renovación de la
Iglesia (cf. n. 44).
S.E. Mons. Michael Fitzgerald: Religiones no cristianas (cf. n. 51).
S.E. Mons. Carlos Amigo Vallejo: La cooperación eclesial en
América Latina (cf. n. 7).
282
S.E. Mons. Joaquim Zico: La inculturación de la evangelización (cf.
nn. 16, 70).
S.E. Mons. Fernando Sáenz Lacalle: La defensa de la vida y los
derechos humanos (cf. nn. 19, 57, 63).
S.E. Mons. Edmundo Abastoflor Montero: La pastoral vocacional,
los seminarios (cf. n. 40).
S.E. Mons. Nicolás Contugno Fanizzi: La dignidad de la mujer y los
desafíos para la familia cristiana (cf. nn. 45-46).
S.E. Mons. Hector Rubén Aguer: El fenómeno de la globalización
(cf. 20, 55).
S.E. Mons. José Dimas Cedeño Delgado: El amor preferencial por
los pobres y marginados (cf. nn. 18, 58, 67).
S.E. Mons. Serge Miot: Haití: una Iglesia en emergencia (cf. n. 52).
S.E. Mons. Rodolfo Quezada Toruño: La piedad popular (cf. n. 16).
S.E. Mons. Thomas V. Daily: Los inmigrantes de origen
latinoamericano en Norteamérica (cf. n. 65).
S.E. Mons. Robert Rivas: La parroquia (cf. n. 41).
S.E. Mons. Franz Grave: La ayuda económica a las Iglesias locales
de América Latina (cf. n. 7).
La profundidad de las ponencias permitió un estudio de los graves
problemas religiosos, sociales, económicos y políticos que agitaban la
vida de los pueblos latinoamericanos y que no podían dejar indiferente
a la Iglesia. De este modo la Pontificia Comisión para América Latina
ayudaba a asimilar las enseñanzas pontificias contenidas en la
Ecclesia in America y ofrecía a los Dicasterios de la Curia Romana, al
CELAM, a las Conferencias Episcopales del Continente Americano y
a las Comisiones Episcopales y Organismos eclesiales de ayuda a la
Iglesia en Latinoamérica un valioso instrumento para la animación de
la evangelización en el Continente.
283
1.1.6 Sexta Reunión Plenaria. 24-27 de marzo 2003310
La sexta Reunión Plenaria de la Pontificia Comisión para América
Latina se llevó a cabo en la Sala Bologna del Palacio Apostólico
Vaticano. Tema central de la reunión fue: “La Nueva Evangelización
en América Latina”.
Los trabajos de la Asamblea tuvieron como texto guía el libro
Discursos del Santo Padre Juan Pablo II a los obispos
latinoamericanos en Visita ad Limina Apostolorum Petri et Pauli
2001-2003, que contiene los discursos pronunciados por Juan Pablo II
a los obispos latinoamericanos desde el 3 de marzo 2001 (a los
obispos de Panamá) hasta el 7 de febrero del 2003 (discurso a los
obispos del Brasil de la región centro-ovest y nord I). La asamblea se
propuso hacer un balance de los frutos de las Visitas Ad Limina
Apostolorum realizadas en el curso de los años 2001 - 2003, y
analizar la realidad eclesial del continente, con el fin de buscar el
modo de aplicar más eficazmente las orientaciones pontificias
contenidas en los discursos a los obispos.
Monseñor Leonardo Sandri, Sustituto de la Secretaria de Estado de
Su Santidad, presentó la relación introductoria titulada “Orientaciones
del Santo Padre en los discursos a los Obispos Latinoamericanos
durante las Visitas Ad Limina Apostolorum 2001-2003”. Mons.
Sandri, subrayó en su ponencia como Juan Pablo II, en sus encuentros
con los Obispos de América Latina, enfatizó algunos temas
prioritarios en el proyecto de Nueva Evangelización: anuncio de
Jesucristo; comunión eclesial; los sacerdotes; las personas
consagradas; los seminarios; la pastoral vocacional; los fieles laicos;
la familia; la misa dominical y centralidad del domingo; la
evangelización del mundo de la cultura; la situación social de América
Latina, entre otros.
La ponencia de Mons. Leonardo Sandri guió después toda la
reflexión de la Reunión Plenaria, pues los temas que centraron la
atención de la Asamblea estuvieron en gran sintonía con las
preocupaciones pontificias recordadas por el Sustituto de la Secretaría
de Estado. Las vocaciones, los seminarios y centros de estudio, el
grave problema de las sectas y los desafíos que se presentan hoy a la
310
Sobre la sexta reunión plenaria de la CAL cfr. Arch.PCAL, Reunión Plenaria, II, 24-27 de
marzo 2003, 5 Volúmenes; Reunión Plenaria, Actas. Edición; Pontificia Comisión para América
Latina, 2003, R. Plenaria. R. Sette. Sinodo.
284
actividad evangelizadora de la Iglesia, fueron los temas que
principalmente ocuparon la atención de los Consejeros y Miembros de
la Comisión.
El tema general “La Nueva Evangelización en América Latina”, fue
desarrollado con las ponencias que presentaron Mons. Jorge Enrique
Jiménez Carvajal, Presidente del CELAM, “Los desafíos de la Nueva
Evangelización en América Latina y el Caribe en el contexto de la
globalización mundial. Reflexiones del CELAM 1999-2003”;
Cardenal Lucas Ortega y Alamino, Arzobispo de San Cristobal de la
Habana, “La Evangelización en América Latina”; Mons. Rodolfo
Quezada Toruño, Arzobispo de Guatemala, “Los Evangelizadores”;
Mons. Vicente Joaquim Zico, Arzobispo de Belen do Pará, “Situações
e realidades pastorais”; Mons. Julián Herranz, Presidente del
Pontificio Consejo para los textos legislativos, “Estructuras eclesiales:
Conferencias Episcopales, CELAM, organismos diocesanos”; Mons.
Hector Rubén Aguer, Arzobispo de La Plata, “El problema de las
sectas en América Latina”. Este argumento había adquirido con el
paso de los años gran importancia en las reflexiones de la CAL, tanto
que mereció la celebración de una especial reunión promovida por
esta Comisión.311
Efectivamente, como preparación a la sexta Reunión Plenaria, la
CAL, en colaboración con el Pontificio Consejo para la Unidad de los
Cristianos, el Pontificio Consejo para el Diálogo Inter-Religioso y el
CELAM, promovió una reunión de estudio y de reflexión pastoral
sobre el fenómeno de las sectas en el Continente. 312 En esa se trató de
analizar el grave problema de la expansión de las sectas en América
Latina, con la finalidad de tomar iniciativas pastorales que ayudaran a
resolver el problema y proponer coordenadas para una estrategia
evangelizadora en grado de contrastar eficazmente la expansión de las
sectas.
La reunión se celebró en Roma los dias 14 y 15 de enero del 2003 y
contó con la calificada presencia del Cardenal Giovanni Battista Re,
311
La Pontificia Comisión para América Latina estaba siguiendo continuamente el problema
de las sectas en el Continente. Entre las iniciativas precedentes a la reunión del 2003 sobresale el
Congreso sobre “La acción evangelizadora de la familia ante el desafío de las sectas”, organizado
en colaboración con el Pontificio Consejo para la Familia y el CELAM, en Petrópolis (Brasil), en
1997. También en la Reunión Plenaria de la CAL en marzo del 2001, el Cardenal Oscar Andrés
Rodríguez Maradiaga intervino con una ponencia sobre “El desafío de las sectas”.
312
Sobre la reunión de sobre las sectas cfr. Arch.PCAL, Reunión sobre las sectas en América
Latina, 14-15 de enero de 2003.
285
Presidente de la CAL; de Mons. Cipriano Calderón, Vicepresidente de
la CAL; del Cardenal Walter Kasper, Presidente del Pontificio
Consejo para la Unidad de los Cristianos; del Arzobispo Michael
Louis Fitzgerald, Presidente del Pontificio Consejo para el diálogo
Inter-Religioso; del Arzobispo Pier Luigi Zelata, Secretario del
Pontificio Consejo para el Diálogo Inter-religioso; del Obispo Jorge
Enrique Jiménez Carvajal, Presidente del CELAM; y del Obispo
Carlos Aguiar Retes, Secretario General del CELAM.
A la reunión fueron invitados expertos en el tema, que presentaron
en modo preciso la dimensión del problema en América Latina. Los
invitados y los temas tratados por cada uno de ellos nos dan la idea de
la seriedad con la que fue asumido este reto pastoral:
Padre Francisco Sampedro Nieto c.m (Chile). Tema: “El concepto
de secta y su clasificación”;
Padre Carlos Mario Alzate o.p. (Colombia). Tema: “Tipología de las
sectas y nuevos movimientos religiosos”.
Padre Gabriel Cipriani c.p. (Brasil). Tema: “Diversidad religiosa en
Brasil: causas religiosas y sociales”.
Dr. Giuseppe Ferrari (Italia). Tema: “La difusión de las sectas en
América Latina”.
Padre Juan Carlos Urrea Viera (Chile). Tema: “Qué desafíos nos
presentan las sectas”.
A la exposición de los expertos siguió la profundización del
problema en clave pastoral con las ponencias de Mons. Michael Louis
Fitzgerald, “Claves complementarias para responder al reto de las
‘Sectas’ en América Latina”; de Mons. Julio Cesar Terán Dutari,
Obispo Auxiliar de Quito, “Las sectas en América Latina: aspectos
pastorales del problema”; Mons. João Oneres Marchiori, Obispo de
Lages (Brasil), “La tipología de las sectas en América Latina”; y de la
Dra. Teresa Osório Gonçalves, Oficial del Pontificio Consejo para el
Diálogo Inter-Religioso, “América Latina: Estadísticas religiosas y
tendencias”.
1.1.7 Séptima Reunión Plenaria. 18 al 21 de enero del 2005
Se celebró en la Sala Bologna del Palacio Apostólico Vaticano.
Tema del encuentro: “La misa dominical, centro de la vida cristiana en
América Latina”. Guiados por este tema general se profundizaron las
286
enseñanzas pontificias sobre la Eucaristía y la misa dominical y se
estudiaron los medios más oportunos para recuperar la centralidad del
domingo en la vida de los católicos de América Latina.
En el desarrollo del tema general se estructuró en tres momentos: 1)
estudio del magisterio pontificio; 2) estudio de la realidad de América
Latina en cuanto a la centralidad del domingo; y 3) propuestas
pastorales para recuperar la centralidad del domingo y su dimensión
de Dies Domini y Dies hominis.
El Cardenal Joseph Ratzinger, presentó la ponencia “Enseñanzas
Pontificias sobre la Eucaristía y la Misa Dominical”, con una profunda
presentación de la Carta Apostólica Dies Domnini, de la Encíclica
Ecclesia de Eucaristia y de la Instrucción de la Congregación para el
Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos Redemptionis
Sacramentum.
Mons. Andrés Stanovnik, Obispo de Reconquista y Secretario
General del CELAM, presentó una extensa y profunda relación sobre
el “Panorama de la celebración del domingo en América Latina:
análisis de la situación”. Como explica el mismo relator en la
introducción, su intervención tiene “tres perspectivas: la participación
de los fieles en la Misa dominical, la celebración dominical en
comunidades sin sacerdote y el papel de los catequistas”. El tema de
fondo que une los tres momentos “es la asistencia a la Misa
dominical”. Mons, Stanovnik concluye su relación observando que
“ha disminuido el número de católicos en América Latina, son menos
los que se acercan a los sacramentos y pocos asisten a la Misa
dominical”.
El panorama presentado por el Secretario General del CELAM
introdujo así el tercer momento, el de las estrategias. En primer lugar
es urgente redescubrir el significado del domingo en la vida de la
Iglesia y las profundas razones que sostienen el precepto de la Misa
dominical, fue lo que se propuso el Cardenal Pedro Rubiano Sáenz
con su ponencia “Significado e importancia de la observancia del
precepto dominical”; el Cardenal Rodolfo Quezada Toruño,
Arzobispo de Guatemala, presentó la dimensión comunitaria eclesial
del día del Señor con la ponencia “El domingo: momento de
encuentro con la comunidad y centro de la vida cristiana”. Sin lugar a
dudas una de las causas de la pérdida de la centralidad del domingo
está en la falta de preparación de la Misa por parte de los ministros del
287
altar y en el poco uso que se hace de los recursos pastorales. Estos
puntos fueron tocados por los ponentes que completaron la exposición
del tema general: Cardenal Norberto Rivera, “La preparación de la
misa dominical”; Cardenal Jorge Mario Bergoglio, “La homilía
dominical”; Cardenal Gerardo Majella Agnelo, “Recursos pastorales
para la misa dominical”.
La Reunión Plenaria concluyó con la intervención del Cardenal
Francisco Javier Errázurriz, Arzobispo de Santiago de Chile y
Presidente del CELAM, que presentó un “Informe sobre la
preparación de la V Conferencia General del Episcopado
Latinoamericano”.
1.1.8 Octava Reunión Plenaria. 17 al 20 de enero del 2007
La octava reunión de la Pontificia Comisión para América Latina fue
la primera celebrada bajo el pontificado de Su Santidad Benedicto
XVI, Consejero de esta Pontificia Comisión desde su reestructuración
en 1988, en cuanto Cardenal Prefecto de la Congregación para la
Doctrina de la Fe.
“La familia y la educación cristiana en América Latina”, constituyó
el tema general de la Asamblea. La octava Reunión Plenaria se puso
así en la línea del V Encuentro Mundial de las Familias (Valencia, 1-9
de julio de 2006) y en la perspectiva de la V Conferencia General del
Episcopado Latinoamericano prevista para los días 13 al 31 de mayo
del 2007.
Se siguió en esta reunión el mismo esquema ya usado en la anterior:
estudio de las enseñanzas pontificias sobre la familia, visión de la
situación de la familia en América Latina y búsqueda de estrategias
pastorales para consolidar la familia como célula fundamental de la
sociedad y de la Iglesia.
El Cardenal Alfonso López Trujillo, Presidente del Pontificio
Consejo para la Familia, recordó y profundizó las “Enseñanzas
Pontificias sobre la familia”, con una profunda presentación de lo que
llamó un “tríptico” de las enseñanzas pontificias sobre la familia y la
vida: la Exhortación Apostólica Familiaris Consortio, la Carta a las
Familias Gratissimam sane y la Encíclica Evangelium Vitae.
Mons. José Luis Lacunza, Obispo de David y Presidente del
Departamento Familia, Vida y Cultura del CELAM, presentó el
“Panorama de la familia cristiana en América Latina. Análisis de la
288
situación”. Mons. Lacunza puso en evidencia la constante presencia
del tema de la familia y de la vida en las preocupaciones pastorales de
la Iglesia en América Latina. Desde Río de Janerio hasta Santo
Domingo, los desafíos que debe afrontar la familia han constituido un
punto fundamental en la pastoral de la Iglesia; el Documento de
Participación para la V Conferencia refleja igualmente la centralidad
de dichos temas en el quehacer de la Iglesia en América Latina,
cuando a los antiguos desafíos se han añadido otros nuevos: difusión
del aborto, del infanticidio y de la mentalidad contraceptiva; la
inestabilidad de la institución familiar, apoyada incluso por algunos
parlamentos; las campañas antinatalistas.
Para hacer frente a estos desafíos nuevos y antiguos es necesario
consolidar la familia como “Iglesia Doméstica”, “Santuario de la
Vida”, y “Escuela de Comunión”. Este objetivo se siguió con la
presentación de los temas tocados por los ponentes que siguieron a las
dos relaciones precedentes:
Cardenal Geraldo Majella Agnelo. Tema: La familia cristiana
transmite la fe: Cuando los padres enseñan a los hijos a rezar.
Mons. Fernando Saens Lacalle, Arzobispo de San Salvador. Tema:
La familia cristiana transmite la fe: Cuando introducen los hijos en la
vida de la Iglesia.
Cardenal Darío Castrillón Hoyos, Prefecto Emérito de
Congregación para el Clero. Tema: La familia cristiana transmite
fe: Cuando iluminan la vida cristiana con la luz de la fe mediante
catecismo de la Iglesia Católica, la lectura de la Sagrada Escritura,
Vida de los Santos.
la
la
el
la
Cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez. Tema: El testimonio de
fe de los padres: importancia del ejemplo.
Cardenal Claudio Hummes, Prefecto de la Congregación para el
Clero. Tema: La educación cristiana como medio para la formación
integral de la persona y para la construcción de un futuro con bases
sólidas.
Cardenal Jorge Mario Bergoglio, Arzobispo de Buenos Aires. Tema:
Familia y parroquia.
Cardenal Zenon Grocholewski, Prefecto de la Congregación para la
Educación Católica. Tema: Familia y Escuela.
289
Mons. Jonás Guerrero Corona, Obispo Auxiliar de México. Tema:
Movimientos eclesiales en favor de la familia.
Cardenal Juan Sandoval Iñiguez, Arzobispo de Guadalajara. Tema:
Familia cristiana, cuna de vocaciones al sacerdocio y a la vida
consagrada.
La octava Reunión Plenaria se concluyó con la relación informativa
del Cardenal Francisco Javier Errázurriz Ossa, Presidente del
CELAM, sobre “La preparación de la V Conferencia General del
Episcopado Latinoamericano”.
1.2 Los Simposios históricos
Con ocasión de dos grandes acontecimientos históricos que tocaron
directamente la historia de la Iglesia en América Latina, la Pontificia
Comisión organizó dos simposios históricos de gran valor científico.
Uno en 1992, con ocasión del V Centenario del inicio de la
evangelización del Nuevo Mundo, y otro en 1999, para conmemorar el
Centenario del Concilio Plenario Latinoamericano.
1.2.1 Simposio internacional sobre la Historia de la Evangelización
de América
Se celebró en la Ciudad del Vaticano del 11 al 14 de mayo de 1992,
como respuesta a la invitación del Papa expresada en la Carta
Apostólica Los caminos del Evangelio del 29 de junio 1991, cuando
dice: “La conmemoración del V Centenario de la Evangelización del
Nuevo Mundo es ocasión propicia para un estudio histórico riguroso,
enjuiciamiento ecuánime y balance objetivo de aquella empresa
singular, que ha de ser vista en la perspectiva de su tiempo y con una
clara conciencia eclesial”.
Así, pues, el Simposio tuvo como contexto y propicia ocasión la
conmemoración de los 500 años del comienzo de la evangelización de
América y la cercana celebración de la Cuarta Conferencia General
del Episcopado Latinoamericano. Con el apoyo del Pontificio
Consejo para la Cultura y del Pontificio Consejo de Ciencias
Históricas, la Pontificia Comisión para América Latina se propuso
examinar con claridad, objetividad y rigor científico la trayectoria que
siguió la primera evangelización de América, a partir del
descubrimiento.
290
El simposio se estructuró en seis bloques temáticos: La implantación
de la Iglesia: los evangelizadores; Las órdenes religiosas en la primera
evangelización de América; Métodos y destinatarios de la
evangelización; Evangelización y promoción humana; Evangelio,
cultura e inculturación; Luces y sombras en la evangelización del
Nuevo Mundo. A conclusión de las relaciones se tuvo la mesa redonda
sobre “La primera evangelización de América: balance histórico”.
La calidad académica de los historiadores que participaron al
Simposio permitió que éste fuera una valiosa contribución al estudio
de la historia de la Iglesia en Ibero América, la cual es poco
considerada en los Manuales de Historia de la Iglesia.313
1.2.2 Simposio histórico sobre los últimos cien años de la
evangelización en América Latina
La celebración de los cien años del Concilio
Latinoamericano, ofreció la ocasión para este segundo
histórico promovido por la CAL.
El Concilio
Latinoamericano fue convocado por León XIII y celebrado
del 28 de mayo al 9 de julio de 1899.
Plenario
simposio
Plenario
en Roma,
El Simposio se celebró en la Ciudad del Vaticano del 21 al 25 de
junio de 1999, con la presencia de prestigiosos historiadores de
Europa y de América. Asistieron varios de los Consejeros y Miembros
de la CAL, además de varios Obispos latinoamericanos y de la Curia
Romana.
Los trabajos incluyeron 3 conferencias y 9 ponencias sobre diversos
argumentos históricos, y cerca de 50 comunicaciones, que constituyen
un profundo estudio de la historia de la evangelización de América en
los cien años transcurridos desde la celebración del Concilio Plenario
Latinoamericano.
La reconocida trayectoria académica y la experiencia pastoral de
quienes intervinieron con sus ponencias y comunicaciones aseguró a
este simposio un importante lugar entre los esfuerzos académicos por
examinar con rigor científico la vida de la Iglesia en América Latina
durante los últimos cien años.
313
PONTIFICIA COMMISSIO PRO AMERICA LATINA, Historia de la Evangelización de
América, 891.
291
La CAL publicó las Actas de este simposio en un volumen al que se
anexó en tomo separado las “Actas y Decretos del Concilio Plenario
de la América Latina”, que fue presentado a los Dicasterios de la
Curia Romana y a las Iglesias locales del Continente, como un valioso
instrumento para el conocimiento de la historia eclesiástica de
América Latina.314
2. La CAL y su función de conexión entre la Santa Sede y los
Organismos Internacionales y nacionales para América Latina
En virtud del Motu Proprio Decessores Nostri, la CAL realiza una
obra específica de conexión entre la Santa Sede y el CELAM, las
Conferencias Episcopales de América Latina, las Comisiones
Episcopales de Europa y de Norte América encargadas de apoyar la
obra de la Iglesia en Latinoamérica y las Instituciones y Organismos
de ayuda a la Iglesia en ese continente.
Esta tarea, como ya lo indicaba Mons. Giovanni Battista Re, en su
ponencia durante la primera Reunión Plenaria de la CAL, ha sido
desarrollado con delicadeza y respetando la sensibilidad pastoral y
espiritual que caracteriza cada Institución u Organismo.
Con el CELAM la CAL ha mantenido relaciones constantes
participando a través del Cardenal Presidente o del Obispo VicePresidente, en sus Asambleas Ordinarias y Extraordinarias. Además el
CELAM ha enviado periódicamente la relación de sus actividades a la
Comisión. De este modo la CAL sigue, acompaña y estimula la
actividad de este Organismo, que en sus 50 años de vida ha prestado
grandes servicios a la Iglesia en América Latina.
La CAL también ha mantenido contacto constante con el Episcopado
latinoamericano a través de las Conferencias Episcopales Nacionales
así como con los Obispos singularmente, cuando ha habido ocasión.
Las visitas Ad Limina han sido también un momento importante que la
CAL ha aprovechado para encontrar los Obispos de América Latina.
Expresión del interés por ayudar al Episcopado latinoamericano es el
aporte que la CAL hace, a través del “Fondo CAL para la Nueva
Evangelización”, al CELAM y a las Conferencias Episcopales para los
314
Cfr. PONTIFICIA COMMISSIO PRO AMERICA LATINA, Los últimos cien años de la
evangelización en América. Centenario del Concilio Plenario de América Latina, libreria Editrice
Vaticana, Ciudad del Vaticano 2000.
292
gastos de su funcionamiento y para la realización de los proyectos
pastorales.
Últimamente el contacto de la CAL con el Episcopado
Latinoamericano se ha intensificado gracias a los viajes que por
diversos motivos han cumplido el Presidente o el Vice-Presidente a las
Naciones del Continente, que se han ido transformando en verdaderas
expresiones de afecto colegial y de apoyo a las diócesis y a las obras
de la Iglesia en América Latina.
Con la CLAR mantiene igualmente contactos, recibiendo
periódicamente el Boletín de la Confederación, encontrando la
Presidencia de la misma cuando ésta visita la ciudad de Roma y
mediante la correspondencia epistolar constante.
En lo referente a los Organismos Episcopales Europeos de ayuda a la
Iglesia en América Latina, la CAL ha participado a las reuniones que
estos han programado para estudiar en manera conjunta el mejor modo
de apoyar con medios económicos y personal la obra de la Iglesia en
el Continente. Particular relación ha conservado con la Obra del
Episcopado Alemán Adveniat y con la Asociación Kirche in Not, que
periódicamente envían informaciones sobre las ayudas concedidas a
América Latina.
3. La actividad ordinaria de la CAL
La CAL ha realizado una ingente labor cotidiana, que hemos dado
en llamar actividad ordinaria. De este modo ha hecho presente la
permanente solicitud de la Santa Sede hacia la Iglesia que peregrina
en América Latina.
3.1 Encuentro con los Obispos Latinoamericanos
Múltiples han sido las ocasiones en las cuales la CAL para América
Latina ha podido reunirse con los Obispos de América Latina. En
estos últimos 20 años, se puede decir, que todos los Obispos del
Continente han visitado la sede de esta Pontificia Comisión, ya
individualmente ya en grupos con ocasión de la visita ad Limina
Apostolorum. Desde 1990 hasta hoy todos los Episcopados de
América Latina han celebrado la visita Ad Limina Apostolorum y en
esa ocasión la CAL ha previsto siempre una reunión con ellos para
293
dialogar sobre la vida de sus diócesis y buscar soluciones a los
problemas que más los afectan.
Ya en 1990, los días 28 y 29 de septiembre, antes de la Asamblea
General del Sínodo de los Obispos celebrada en el mes de octubre de
1990, la CAL celebró una reunión con los Obispos latinoamericanos
delegados al Sínodo y durante todo el períoso de actividad de la
Asamblea Sinodal, en la sede de la CAL funcionó una oficina al
servicio de los mencionados obispos. En 1995 la CAL centró su
actividad en la acogida de los Obispos latinoamericanos en visita Ad
Limina Apostolorum: en febrero, el primer grupo de Obispos
argentinos; en marzo, los obispos del Brasil de la región Sud I y de la
región Est I y los obispos de Venezuela; en mayo, los Obispos del
Brasil de la región Nort I; en junio, los Obispos del Brasil de la región
Est II; en septiembre, los Obispos del Brasil de la región Nordest I y
IV; en octubre los Obispos del Brasil de la region Nordest V, sud III y
IV y Nord II; en noviembre, el segudo grupo de Obispos argentinos.
En 1996, durante la visita Ad Limina de los Obispos de América
Latina, la CAL dedicó su atención y su tiempo a la acogida y al
diálogo con cada uno de los Presules; en enero, los Obispos del Brasil
de la región Centro Ovest; en abril, los Obispos de Bolivia; desde
finales de abril y hasta junio, distribuidos en cuatro grupos, los
Obispos de Colombia;
En 1999, el 9 de septiembre la CAL se reunió con los Obispos de
Puerto Rico presentes en Roma para la visita Ad Limina Apostolorum,
el 13 de diciembre tuvo un encuentro con los Obispos de República
Dominicana llegados a Roma para la visita Ad Limina Apostolorum.315
En el 2001, con ocasión de la visita Ad Limina Apostolorum la CAL
se reunió con los Obispos de Panamá, el 2 de marzo; el 3 de abril, el
Episcopado de Paraguay; el 28 de mayo, los Obispos de Guatemala; el
7 de julio, los Obispos de Cuba; el 4 de septiembre, el Episcopado de
Uruguay; el 13 de septiembre, los Obispos de Haiti; el 18 de
septiembre, los Obispos de Nicaragua; el 20 de noviembre, el
Episcopado de El Salvador; el 30 de noviembre, los Obispos de Costa
Rica; y el 4 de diciembre, los Obispos de Honduras.316
315
316
Attività della Santa Sede, 1999, 863
Attività della Santa Sede, 2001, 788
294
En el 2002 la CAL tuvo ocasión de reunirse con los Obispos
argentinos llegados a Roma en tres grupos para la visita Ad Limina, el
8 de febrero, el 5 de marzo y 13 de septiembre; con los Obispos de
Bolivia, el 12 de abril; de las Antillas, el 10 de mayo; de Ecuador, el
14 de mayo; de Venezuela, el 3 de junio; de Perú, el 22 de junio; de
Chile, el 2 de octubre; con los Obispos del Brasil, el 29 de agosto con
la region Sud; el 6 de septiembre con la región Est 1; el 10 de
septiembre, región Nord 1; el 17 de septiembre, con la región Ovest 1
y 2; el 27 de septiembre, con la región Nort Est 2; el 15 de octubre,
con la región Nort Est, 5; el 22 de octubre, región Nort Est 1 y 4; el 9
de noviembre, con la región Est 2; el 22 de noviembre, con la región
Sud 4 y 3; el 10 de diciembre, con la región Nort Est 3.317
En el 2003 la CAL encontró los Obispos del Brasil de la región Sud
1, el 18 de enero, presentes en Roma en el marco de la visita Ad
Limina; el 29 del mismo mes encontró los Obispos de la región Centro
Ovest y Nord 2 de la CNBB.318
En el 2004 los Obispos de Colombia realizaron la Visita ad Limina
Apostolorum. El primer grupo, del 7 al 19 de junio, el 8 se reunió con
la CAL; el segundo grupo, del 20 al 30 de septiembre, el 24 se reunió
con la CAL.319
En el 2005 el Episcopado Méxicano cumplió la Visita ad Limina, la
CAL aprovechó de ésya ocasión para reunirse con ellos los días 5, 12,
21 y 26 de septiembre. 320
3.2 Reunión en Santo Domingo con los Representantes Pontificios en
América Latina
En el mes de noviembre el Vice-Presidente, Mons. Cipriano
Calderón, tomó parte en la reunión de los Representantes Pontificios
en América Latina, celebrada en Santo Domingo, sobre el tema “Santa
Sede y problemas de América Latina”. La reunión fue promovida y
organizada por la Secretaría de Estado.321
317
318
319
320
321
Attività della Santa Sede, 2002, 770-771
Attività della Santa Sede, 2003, 755
Attività della Santa Sede, 2004, 694
Attività della Santa Sede, 2005, 736
Attività della Santa Sede, 1990, 1111
295
3.3 Reunión en Santo Domingo con los Presidentes de las
Conferencias Episcopales
La Pontificia Comisión para América Latina, en colaboración con el
Pontificio Consejo para la Familia, organizó en Santo Domingo,
República Dominicana, los días 16 al 18 de junio de 1994, una
reunión con todos los Presidentes de las Conferencias Episcopales de
América Latina para tratar algunos temas relativos a la situación
eclesial del Continente, el posible Sínodo de América y la familia, en
coincidencia con la Conferencia de El Cairo, programada para el mes
de septiembre siguiente. La reunión fue presidida por el Cardenal
Bernardin Gantin, que presentó una relación sobre “El servicio
pastoral de los Obispos y la pastoral familiar”. El Vice-Presidente de
la Comisión, Mons. Cipriano Calderón, intervino con una relación
sobre “Los desafíos de la Nueva Evangelización en América
Latina”.322
También en el 2002, del 1º al 4 de septiembre, el Presidente y el
Vice-Presidente de la CAL participaron en el Encuentro con los
Presidentes de las Conferencias Episcopales de América Latina sobre
la “Situación y las prospectivas de la familia y de la vida en América”,
organizado por la CAL, el CELAM y por el Pontificio Consejo para la
Familia.323
3.4 Viajes del Cardenal Presidente y del Obispo Vice-Presidente
Movidos por el deseo de hacerse siempre más presente y eficaz la
solicitud pastoral del Santo Padre hacia la Iglesia en América Latina,
la CAL ha venido concediendo siempre mayor importancia a los
viajes a América Latina y a los países que apoyan con personal y
económicamente la obra de la Iglesia en el Continente. Estos viajes se
han ido transformando en verdaderos momentos de comunión, de
diálogo y de animación pastoral.
Así, al año siguiente de la reorganización de la CAL, del 21 al 27 de
septiembre de 1989, el Presidente Cardenal Bernardin Gantin y el
Vicepresidente Mons. Cipriano Calderón Polo, viajaron a Bogotá
(Colombia), para la inauguración de la sede del CELAM. En el curso
de ésta visita el Cardenal Gantin hizo pública la carta del Papa Juan
322
323
Attività della Santa Sede, 1994, 1117
Attività della Santa Sede, 2002, 771
296
Pablo II, en la que se anunciaba la IV Conferencia General del
Episcopado Latinoamericano. En noviembre del mismo año el
Cardenal Bernardin Gantin y Mons. Cipriano Calderón hicieron un
viaje pastoral a lo largo del “camino de los evangelizadores”, en
Extremadura (España) y participaron a las celebraciones del VIII
Centenario de la Diócesis de Plasencia, Diócesis de origen de Mons.
Cipriano Calderón.
Del 6 al 13 de mayo de 1990, el Cardenal Bernardin Gantin
acompañó al Santo Padre durante su viaje apostólico a México. Por el
mismo motivo el Obispo Vice-Presidente viajó a México durante esos
días. En el mes de octubre el Presidente y el Vicepresidente visitaron
la sede del Centro Unitario para la Cooperación entre las Iglesias, en
Verona. Este centro funciona en las instalaciones del antiguo
Seminario Latinoamericano Nuestra Señora de Guadalupe, obra
impulsada y sostenida por la CAL. En febrero de 1990 el
Vicepresidente viajó a Bogotá para participar a la reunión del
CELAM. En septiembre Mons. Calderón participó en la reunión de los
Organismos Episcopales de Ayuda ala Iglesia en América Latina, que
se celebró en Schöenstatt (Alemania).
Los días 10 al 21 de octubre de 1991, el Cardenal Presidente
acompañó al Santo Padre durante su viaje apostólico en Brasil. El
Obispo Vice-Presidente, por el mismo motivo, viajó durante esos días
a Brasil.
Mons. Cipriano Calderón participó, además, en la XXIII Asamblea
Ordinaria del CELAM, celebrada en Buenos Aires (Argentina), del 22
al 27 de abril;
El Cardenal Bernardin Gantin y Mons. Cipriano Calderón visitaron
oficialmente en mayo de 1992 el pabellón de la Santa Sede en la
Exposición “Colombiade” de Génova (Italia) y en septiembre el
pabellón de la Santa Sede en la Exposición Universal de Sevilla, éste
último pabellón fue dedicado a la evangelización de América y en su
realización tomó parte importante la CAL.
Los días 22 al 27 de marzo de 1993, Mons. Cipriano Calderón
participó en la XXIV Asamblea General Ordinaria del CELAM,
celebrada en Caracas (Venezuela). El 4 y el 5 de mayo de 1993 el
Cardenal Bernardin Gantin y Mons. Cipriano Calderón visitaron
Santiago de Compostela (España), donde con ocasión del “Año Santo
Jacobeo”, visitaron la exposición “Santiago y América”. En junio, en
297
el marco de las celebraciones del V Centenario de la evangelización
del Nuevo Mundo, el Santo Padre visitó Huelva, La Rábida y otros
lugares ligados a la vida de Cristóbal Colón y al descubrimiento de
América; después el Papa pasó a Madrid, donde se reunió con la
Conferencia Episcopal Española, Mons. Calderón acompañó al Santo
Padre en Madrid. Durante el viaje de Juan Pablo II en Jamaica (9 al 11
de agosto de 1993) en México (11 y 12 de agosto de 1993) y en
Denver (12 al 16 de agosto de 1993), Monseñor Cipriano Calderón
estuvo presente durante las celebraciones del Santo Padre en Mérida y
participó en el encuentro del Papa con las comunidades indígenas en
el Santuario de Nuestra Señora de Izamal; el Cardenal Bernardin
Gantin acompañó al Papa durante la última etapa del viaje, Denver, en
los Estados Unidos. Durante el mes de diciembre el Presidente y el
Vice-Presidente viajon al Brasil visitando Río de Janeiro, São Paulo y
Campinas. En la ciudad de Campinas, el Cardenal Bernardin Gantin,
en cuanto Enviado Especial del Santo Padre, presidió la solemne
concelebración eucarística con la que el 12 de diciembre se inauguró
el Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe, construido gracias al
empeño y entusiasmo pastoral del Cardenal Agnelo Rossi. Del 26 al
31 de diciembre, el Cardenal Bernardin Gantin, Mons. Cipriano
Calderón y los Oficiales de la Comisión, P. Víctor Ochoa y P. Juan de
Dios Olvera, efectuaron una peregrinación a Tierra Santa como acto
de fe con ocasión de las celebraciones del V Centenario y para ofrecer
los frutos de estas celebraciones a Jesucristo, en Belén, Nazaret y
Jerusalén.324
En 1994, el Cardenal Presidente viajó a Brasil para un curso para
Obispos, organizado por la CNBB en Río de Janeiro los días 21 al 26
de febrero. En el mes de mayo, Mons. Cipriano Calderón asistió al “I
Congreso Continental de Vocaciones”, celebrado en Itaici (Brasil). En
el mes de julio el Cardenal Presidente y el Obispo Vice-Presidente
visitaron Costa Rica, Nicaragua, El Salvador y Guatemala. En estas
naciones visitaron varias diócesis, presidieron varias celebraciones
eucarísticas, se reunieron con el Episcopado, tuvieron encuentros con
el clero, los religiosos y religiosas, con laicos comprometidos en la
acción eclesial, visitaron los seminarios, las autoridads civiles. En
324
Attività della Santa Sede, 1993, 1184-1186
298
todas las ocasiones animaron la Iglesia en el proceso de Nueva
Evangelización.325
En 1995, del 9 al 23 de febrero, el Vice-Presidente cumplió una
visita en Colombia, donde participó en la inauguración de la reunión
de coordinación del CELAM y en a reunión de los Obispos
Presidentes de las Comisiones para el Clero, de América Latina.
Participó a la toma de posesión del nuevo Arzobispo de Boogotá,
Mons. Pedro Rubiano Sáenz y visitó las Diócesis de Tunja, Medellín,
Apartadó, Sonsón-Rionegro, Cartagena, Ibagué, Espinal, Girardot y
fue en peregrinación hasta Santa María la Antigua del Darién, donde
ha sido construido un santuario para recordar la creación, en ese lugar,
de la primera Diócesis en tierra firme del Continente americano. Del
27 al 30 de abril, Mons. Cipriano Calderón, viajó a México, donde
participó a la reunión del CELAM, visitó la Conferencia Episcopal y
visitó la Arquidiócesis de Morelia, donde encontró los seminaristas, el
clero y las poblaciones indígenas. Del 1º al 6 de mayo, el Presidente
de la Pontificia Comisión y el Vice-Presidente, participaron en la
Asamblea Ordinaria del CELAM, celebrada en Ciudad de México. El
Cardenal Bernardin Gantin presidió la solemne concelebración
eucarística conmemorativa de los 40 años del CELAM. Del 1º al 16
de julio, el Presidente y el Vice-Presidente visitaron Colombia, Cuba y
Venezuela. En Colombia visitaron las Diócesis de Tunja, Cali,
Palmira y Cartagena; tuvieron reuniones con la Conferencia Episcopal
y con el Secretariado General del CELAM. En Cartagena bendijeron
las nuevas instalaciones del seminario interdiocesano. En Cuba
visitaron la Diócesis de Cienfuegos, se reunieron con la Conferencia
Episcopal y en la Sede de la Nunciatura Apostólica se reunieron con el
Presidente de la República. En Venezuela, visitaron el Presidente de la
República, visitaron las Diócesis de Maracay y Guanare, donde
peregrinaron al Santuario de la Virgen de Coromoto, Patrona de
Venezuela. Visitaron también la Diócesis de Coro, la primer Diócesis
erigida en el país y finalmente en Caracas, el 14 de julio en la catedral
asistieron en la toma de posesión del nuevo Arzobispo, Mons. Ignacio
Antonio Velasco García. Del 16 al 24 de julio, Mons. Cipriano
Calderón, acompañado por el sacerdote Javier Ferreira, Oficial de la
Comisión, viajó a Brasil para participar en el V Congreso Misionero
Latinoamericano, celebrado en Belo Horizonte, de allí pasó a México
325
Attività della Santa Sede, 1994, 1117-1118
299
donde encontró la Conferencia Episcopal y visitó las Diócesis de
Taxco, Veracruz y Jalapa. En Ciudad de México, el 26 de julio, asistió
a la toma de posesión del nuevo Arzobispo, Mons. Norberto Rivera
Carrera. El 26 de agosto y hasta el 3 de septiembre estuvo nuevamente
en Brasil, para participar al “Encuentro Latinoamericano sobre la
Acción Evangelizadora de la Familia ante el desafío de las sectas”,
celebrado en Petrópolis por iniciativa del Pontificio Consejo para la
Familia.326
En 1996, a comienzos de febrero, el Vice-Presidente de la Comisión
viajó a Guatemala, donde participó en la preparación inmediata de la
visita del Santo Padre, que del 5 al 12 de febrero visitó Guatemala, El
Salvador, Nicaragua y Venezuela. Mons. Cipriano Calderón se
desplazó después a Venezuela con el Santo Padre. El Cardenal
Bernardin Gantin acompañó al Santo Padre durante todo el viaje a
Centro América y Venezuela. Del 8 al 14 de julio, el Cardenal
Presidente de la CAL, acompañado por Mons. Víctor Ochoa, Oficial
de la CAL, viajó a Ecuador para reunirse con la Conferencia
Episcopal y visitar las Diócesis de Quito, Ibarra, Tulcán, Esmeraldas y
Portoviejo; de regreso de Ecuador, en la Nunciatura Apostólica de
Bogotá, se reunió con algunos Obispos colombianos y con la
Presidencia de la Conferencia Episcopal. 327
En 1997, del 14 al 18 de junio, Mons. Cipriano Calderón participó
en la reunión informal de los representantes de los Organismos
nacionales que se celebró en Leuven (Bélgica). En julio y agosto, el
Presidente y el Vice-Presidente visitaron el Paraguay, Perú, Ecuador,
Colombia y en el mes de octubre el Brasil. En Paraguay, del 4 al 12 de
julio, el Cardenal Presidente, acompañado por el Vice-Presidente,
presidió la Santa Misa en el Santuario Nacional de Nuestra Señora de
Caacupé, se reunió con el Episcopado y con los religiosos y religiosas
del CONFEPAR, visitó la misión de Santa Teresita en el alto
Paraguay encontrando los indígenas y la Diócesis de Encarnación. En
Perú, del 12 al 22 de julio, el Presidente y el Vice-Presidente,
veneraron las reliquias de Santo Toribio de Mongrovejo, de Santa
Rosa de Lima y de San Martín de Porres y la tumba del difunto
Cardenal Juan Landázuri Ricketts; visitaron también el Santuario del
Señor de los Milagros y el Seminario de Santo Toribio de
326
327
Attività della Santa sede, 1995, 1054-1055
Attività della Santa sede, 1996, 1030
300
Mongrovejo; se reunieron con la Conferencia Episcopal y visitaron la
sede del Ordinariato Militar, la Arquidiócesis de Arequipa y Trujillo y
las Diócesis de Callao y Chimbote. El Cardenal Presidente viajó
después a Colombia donde visitó la Arquidiócesis de Cartagena, la
Arquidiócesis de Bogotá y la sede del CELAM. Del 22 de julio al 2 de
agosto el Obispo Vice-Presidente visitó Ecuador, donde se reunió con
la Conferencia Episcopal, visitó la diócesis de Ibarra y la diócesis de
Tulcán. Del Ecuador pasó a Colombia, donde visitó la sede del
CELAM. Con ocasión de la visita del Papa a Brasil (2-7 de octubre),
el Cardenal Presidente y el Obispo Vice-Presidente viajaron al Brasil.
El Obispo Vice-Presidente participó en la XXVI Asamblea Ordinaria
del CELAM, celebrada en la abadía benedictina de Nuestra Señora de
Monserrat del 29 de septiembre al 3 de octubre. Terminada la
Asamblea del CELAM, el Presidente y el Vice-Presidente participaron
al “II Encuentro Mundial de la Familia”, organizado por el Pontificio
Consejo para la familia y que el Santo Padre clausuró el 5 de
octubre.328
En 1998, el 18 de enero el Vice-Presidente de la CAL viajó a Cuba
con ocasión del viaje apostólico del Santo Padre a esa nación. Antes
de la llegada del Santo Padre, Mons. Cipriano Calderón se reunió con
los Obispos cubanos y con la comisión preparatoria del viaje. El
Cardenal Presidente viajó en el avión papal ya compañó al Santo
Padre durante todo el viaje. Del 8 al 18 de marzo, el Vice-Presidente
participó en un encuentro con la Conferencia Episcopal de Colombia
sobre la pastoral de la paz, celebrado en la sede de la CEC. Del 4 al 16
de julio, Mons. Cipriano Calderón visitó Ciudad de México para
participar al III Encuentro Internacional de Sacerdotes en la Basílica
de Nuestra Señora de Guadalupe. Del 17 al 27 de julio, el VicePresidente, de México pasó a los Estados Unidos visitando la diócesis
de Washington, Arlington, Newar y New York para tratar el grave
problema de la asistencia pastoral a los hispanos; visitó el Secretariado
para América Latina de la Conferencia Episcopal de los Estados
Unidos, se entrevistó con el Subsecretario de Estado, el director de la
Organización Panamericana de la Salud, el Vice-Presidente del Banco
Mundial, el Vice-Presidente de la Cruz Roja Norteamericana, el
Secretario General de la OEA y un grupo de parlamentarios de origen
latinoamericano. Del 22 de agosto al 1º de septiembre, Mons.
328
Attività della Santa Sede, 1997, 861-862
301
Calderón, acompañado del Sustituto de la Secretaría de Estado, Mons.
Giovanni Battista Re, visitó nuevamente Colombia para la
conmemoración del trigésimo aniversario del histórico viaje de Pablo
VI a Bogotá. En el curso de las celebraciones conmemorativas fue
entregada una estatua de Pablo VI, obra del escultor Enrico Manfrini y
regalo de Mons. Pasquale Macchi. Mons. Cipriano Calderón participó
al Encuentro Continental de Jóvenes, celebrado en Santiago de Chile
del 6 al 11 de octubre.329
En 1999, del 22 al 25 de enero, Mons. Cipriano Calderón viajó a
México con ocasión del viaje apostólico del Santo Padre a Ciudad de
México, donde firmó y presentó oficialmente la Exhortación
Apostólica postsinodal Ecclesia in America. El Cardenal Lucas
Moreira Neves, Presidente de la CAL, participó a la reunión
interamericana de Obispos organizada por el CELAM y celebrada en
La Habana del 4 al de febrero, para estudiar la Exhortación Apostólica
Ecclesia in America y para analizar la situación de la Iglesia en Cuba
a un año de la histórica visita del Santo Padre a esta nación. El
Cardenal Presidente se reunió privadamente con el Presidente de
Cuba, visitó el santuario de Nuestra Señora de la Caridad del Cobre y
celebró la Santa Misa para el pueblo cubano en la catedral de La
Habana. Del 10 al 14 de mayo, el Obispo Vice-Presidente de la CAL
participó a la XXVII Asamblea Ordinaria del CELAM, celebrada en
Quito. Del 12 al 17 de julio, el Obispo Vice-Presidente acompañó la
peregrinación a Santiago de Compostela (España) de un grupo de 105
sacerdotes de la Obra de Cooperación Sacerdotal Hispanoamericana
(OCSHA), presidida por el Arzobispo de Sevilla, Mons. Carlos Amigo
Vallejo. Mons. Cipriano Calderón fue invitado a participar al “III
Encuentro de Políticos y Legisladores de América”, que con el título
de “Familia y vida a los 50 años de la Declaración Universal de los
Derechos del Hombre”, se celebró en Buenos Aires del 3 al 5 de
agosto.330
En el 2000, del 24 de abril al 1º de mayo, Mons. Cipriano Calderón
viajó a Porto Vermelho (Brasil), para participar a las celebraciones del
V Centenario del inicio de la evangelización en esa nación. Durante su
permanencia en Brasil, Mons. Cirpriano Calderón participó a la
solemne concelebración eucarística presidida por el Cardenal Angelo
329
330
Attività della Santa Sede, 1998, 812-813
Attività della Santa Sede, 1999, 862-864
302
Sodano, Secretario de Estado y Enviado del Santo Padre para esta
conmemoración; participó, igualmente a la sesión inaugural de la
Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal del Brasil. 331
En el 2001, el 14 de mayo, el Presidente de la CAL y el VicePresidente viajaron a Caracas (Venezuela) para participar en la
XXVIII Asamblea Ordinaria del CELAM. El 16 del mismo mes el
Cardenal Giovanni Battista Re viajó a la ciuad de Coro, para
conmemorar los 500 años de la celebración de la primera misa en
Venezuela. El 22 de julio, Mons. Cipriano Calderón viajó a
Guatemala par asistir a la toma de posesión del nuevo Arzobispo de
Managua, Mons. Rodolfo Quezada Toruño; visitó también las diócesis
de Sololá-Chimaltenango y de Jalapa.332
En el 2002, del 2 al 4 de febrero, el Cardenal Giovanni Battista Re,
Presidente de la CAL y Mons. Cipriano Calderón, Vice-Presidente,
visitaron la sede de Adveniat en Essen (Alemania), con motivo de los
40 años de fundación de este Organismo de Ayuda a la Iglesia en
América Latina. El 3 de febrero, el Cardenal Presidente, presidió la
solemne celebración eucarística en la catedral de Essen, con la
participación de la Comisión Episcopal para Adveniat y del personal
que colabora en ésta benemérita obra del Episcopado Alemán.
Durante los tres días de la visita se tuvieron reuniones con los Obispos
miembros de la Comisión Episcopal para Adveniat y con los
directivos de la institución para tratar cuestiones relativas a la
situación de la Iglesia en Latinoamérica y a la necesidad de recursos
para sostener la acción pastoral de los Obispos del Continente. Del 7
al 10 de abril, con ocasión de los 50 años de la Conferencia Episcopal
del Brasil (CNBB), el Cardenal Giovanni Battista Re y Mons.
Cipriano Calderón viajaron a esa nación para participar en la sesión
inaugural de la Asamblea de la CNBB. Llegados a Brasilia visitaron al
Presidente del Brasil y en la Nunciatura Apostólica se reunieron con
todos los Cardenales del Brasil y la Presidencia de la CNBB. El 9 de
abril visitaron la ciudad de Campinas donde está sepultado el Cardenal
Agnelo Rossi en el Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe. De
Campinas pasaron a Itaici donde se celebró la Asamblea de la CNBB,
que inauguró el Cardenal Giovanni Battista Re. El 27 de julio, el
Presidente y el Vice-Presidente de la CAL visitaron Guatemala para
331
332
Attività della Santa Sede, 2000, 816
Attività della Santa Sede, 2001, 788
303
asistir a las celebraciones de canonización del beato Hermano Pedro
de San José de Betancur. El 29 asistieron a la bienvenida del Santo
Padre y el 30 a la solemne celebración presidida por el Santo Padre. El
30 de julio, en el avión pontificio, partieron para México. En Ciudad
de México participaron en la canonización del beato Juan Diego
Cuauhtlatoatzin y a la beatificación de los mártires Juan Bautista y
Jacinto de los Ángeles, en la Basílica de Nuestra Señora de
Guadalupe.333
En el 2003, el 13 de abril el Presidente y el Vice-Presidente de la
CAL participaron en la XXIX Asamblea Ordinaria del CELAM
celebrada en Tuparenda, Paraguay. Del 3 al 4 de mayo, el VicePresidente de la CAL acompañó al Santo Padre durante su viaje
apostólico a España334
En el 2004, del 12 al 16 de febrero, Mons. Luis Robles, VicePresidente de la CAL, viajó a México para participar en las
celebraciones conmemorativas de los 25 años de la III Conferencia
General del Episcopado Latinoamericano en Puebla de los Ángeles.
En el mes de agosto, del 26 al 30, el Cardenal Presidente visitó
Panamá donde se reunió con la Conferencia Episcopal y con
representantes del Gobierno. En octubre, del 10 al 17, el Presidente y
el Vice-Presidente tomaron parte en el 48º Congreso Eucarístico
Internacional celebrado en Guadalajara (México).335
En el 2005, el 16 de mayo, el Presidente y el Vice-Presidente
viajaron a Perú para participar en la XXX Asamblea Ordinaria del
CELAM, que se celebró en Lima del 17 al 20 de dicho mes. En esta
ocasión se celebraron los 50 años del CELAM y el año dedicado a
Santo Toribio de Mongrovejo. El 17 y el 18 de diciembre, el Cardenal
Giovanni Battista Re y Mons. Luis Robles viajaron a la ciudad de
Essen para visitar la sede de Adveniat, con motivo del inicio de la
campaña de adviento en favor de la Iglesia en América Latina 336
En el 2006, el Presidente de la CAL, viajó a Colombia para conferir
la consagración episcopal de Mons. Víctor Ochoa, hasta entonces
Oficial de la CAL. En esta ocasión visitó la sede del CELAM en
Bogotá y la sede del Instituto de Teología Pastoral para América
333
334
335
336
Attività della Santa Sede, 2002, 769-770
Attività della Santa Sede, 2003, 755
Attività della Santa Sede, 2004, 698-699
Attività della Santa Sede, 2005, 735-736
304
Latina (ITEPAL) y del Centro Bíblico Pastoral para América Latina
(CEBIPAL) en Medellín.337
En el 2007, el recién nombrado Vice-Presidente, Mons. Octavio
Ruiz Arenas, el 10 de julio viajó a Cuba donde tomó parte en la XXXI
Asamblea Ordinaria del CELAM celebrada en La Habana.
En el 2008, del 28 de febrero al 2 de marzo, Mons. Ruiz participó en
el “II Congreso de Movimientos Eclesiales y Nuevas Comunidades en
América Latina y el Caribe”, organizado por la Sección de
Movimientos Eclesiales y Nuevas Comunidades del Departamento de
Comunión Eclesial y Diálogo del CELAM.
3.5 Reunión con los embajadores de los países latinoamericanos e
Iberoamericanos
La CAL en sus últimos 20 años de existencia ha mostrado atención
especial hacia los representantes diplomáticos de los países de
América Latina acreditados ante la Santa Sede, esto se nota en las
varias reuniones que ha celebrado con ellos en la sede de la Comisión.
De los informes preparados para el volumen Attività della Santa
Sede, resulta que con los embajadores la CAL se ha reunido el 1º de
octubre de 1992, con los embajadores latinoamericanos;338 el 25 de
febrero de 1993, con los embajadores de Iberoamérica, con el
objetivo de presentarles y entregarles las Conclusiones de la IV
Conferencia General del Episcopado Latinoamericano;339 El 5 de
diciembre del 2000, con los embajadores latinoamericanos, en esta
ocasión se les entregó el libro “Historia de la Evangelización en
América”, que contiene las actas del simposio histórico celebrado en
1999 con ocasión del centenario del Concilio Plenario
Latinoamericano;340 El 11 de octubre del 2002, con los embajadores de
los países latinoamericanos, de España, de Portugal y de Filipinas,
para la presentación y la entrega de la “Declaración de Santo
Domingo sobre la familia y la vida”, documento conclusivo del
Encuentro con los Presidentes de las Conferencias Episcopales de
América Latina sobre la “Situación y las prospectivas de la familia y
de la vida en América”, celebrado en Santo Domingo en septiembre
337
338
339
340
Attività della Santa Sede, 2006, 638
Attività della Santa Sede, 1992, 1019
Attività della Santa Sede, 1993, 1184
Attività della Santa Sede, 2000, 817
305
de ese mismo año. Al encuentro participaron también el Presidente y
el Secretario del Pontificio Consejo para la Familia, el Secretario para
las Relaciones con los Estados de la Secretaría de Estado y el
Presidente del CELAM.341
4. Publicaciones y obra de difusión del magisterio pontificio
La Pontificia Comisión ha asumido también como parte de su misión
la difusión en América Latina de las enseñanzas y orientaciones del
Santo Padre. Esta tarea la desarrolla a través de publicaciones de alto
valor pastoral. Entre estas señalamos:
4.1 Publicaciones
Historia de la Evangelización de América. Trayectoria, identidad y
esperanza de un Continente, Actas del Simposio Internacional sobre la
Historia de la Evangelización de América, Libreria Editrice Vaticana,
Ciudad del Vaticano 1992.
Los últimos cien años de la Evangelización en América Latina.
Centenario del Concilio Plenario de América Latina, Actas del
Simposio Histórico, Libreria Editrice Vaticana, Ciudad del Vaticano
1999.
Actas y Decretos del Concilio Plenario, edición facsímil de la
edición oficial bilingüe latino - español de 1906. Editada para
conmemorar el centenario del Concilio Plenario Latinoamericano.
Pablo VI Profeta de la evangelización: testimonios de Obispos
Latinoamericanos, Editorial Edibesa, Madrid 2003. Para celebrar los
25 años de la muerte del Papa Pablo VI.
4.2 Difusión del Magisterio pontificio
Alocuciones Dominicales del Papa, 1992. V Centenario de la
Evangelización de América, Tipografía Políglota Vaticana, Ciudad del
Vaticano 1993. Contiene las 25 alocuciones que el Papa dedicó,
durante la hora del Angelus los domingos del año 1992, a hablar sobre
la evangelización del Continente.
341
Attività della Santa Sede, 2002, 774.
306
Documentos del Santo Padre Juan Pablo II, 1ª Ed. Enero de 1994,
2ª Ed. Octubre de 1994, Tipografía Políglota Vaticana. Este volumen
contiene una serie de documentos del Santo Padre relativos al Nuevo
Mundo y a la Nueva Evangelización de América.
Discursos del Santo Padre Juan Pablo II a los obispos
latinoamericanos en Visita ad Limina Apostolorum Petri et Pauli
2001-2003. Contiene los discursos del 3 de marzo 2001 (a los obispos
de Panamá) hasta el 7 de febrero del 2003 (discurso a los obispos del
Brasil de la región centro-ovest y nord I).
4.3 Publicación de las Actas de las sesiones generales
Igualmente la CAL ha previsto la publicación de las Actas de las
Reuniones Plenarias, a partir de la celebrada en el 2001:
Iglesia en América al encuentro con Jesucristo vivo, Actas de la
Reunión Plenaria del 2001, Libreria Editrice Vaticana, Ciudad del
Vaticano 2001.
Nueva Evangelización en América Latina, Actas de la Reunión
Plenaria del 2003, Libreria Editrice Vaticana, Ciudad del Vaticano
2003.
La Misa dominical centro de la vida cristiana en América Latina,
Actas de la Reunión Plenaria del 2005, Libreria Editrice Vaticana,
Ciudad del Vaticano 2005.
La familia y la educación cristiana en América Latina, Actas de la
Reunión Plenaria del 2007, Libreria Editrice Vaticana, Ciudad del
Vaticano 2007.
307
Capítulo XXIII
La Iglesia en América Latina y el gran Jubileo de la Encarnación
1. La Iglesia en América Latina en camino hacia el año 2000
Juan Pablo II vivió su pontificado en tensión hacia el Gran Jubileo
del año 2000. El mismo Santo Padre, en la Carta Apostólica Tertio
Millennio Adveniente, lo expresa claramente cuando escribe:
El pontificado actual, desde el primer documento, habla explícitamente
del Gran Jubileo, invitando a vivir el período de espera como «un nuevo
adviento». Sobre este tema he vuelto después muchas otras veces,
deteniéndome ampliamente en la Encíclica Dominum et vivificantem. De
hecho, la preparación del Año 2000 es casi una de sus claves
hermenéutica. Ciertamente no se quiere inducir a un nuevo milenarismo,
como se hizo por parte de algunos al final del primer milenio; sino que se
pretende suscitar una particular sensibilidad a todo lo que el Espíritu dice
a la Iglesia y a las Iglesias (cf. Ap 2, 7ss.), así como a los individuos por
medio de los carismas al servicio de toda la comunidad. Se pretende
subrayar aquello que el Espíritu sugiere a las distintas comunidades, desde
las más pequeñas, como la familia, a las más grandes, como las naciones y
las organizaciones internacionales, sin olvidar las culturas, las
civilizaciones y las sanas tradiciones. La humanidad, a pesar de las
apariencias, sigue esperando la revelación de los hijos de Dios y vive de
esta esperanza, como se sufren los dolores del parto, según la imagen
utilizada con tanta fuerza por san Pablo en la Carta a los Romanos (cf. 8,
19-22).342
Efectivamente ya en su primera Encíclica Redemptor homonis, del 4
de marzo de 1979, puso su pontificado y con él todo la Iglesia en la
perspectiva del tercer milenio del cristianismo.
El REDENTOR DEL HOMBRE, Jesucristo, es el centro del cosmos y de
la historia. A Él se vuelven mi pensamiento y mi corazón en esta hora
solemne que está viviendo la Iglesia y la entera familia humana
contemporánea. En efecto, este tiempo en el que, después del amado
Predecesor Juan Pablo I, Dios me ha confiado por misterioso designio el
servicio universal vinculado con la Cátedra de San Pedro en Roma, está ya
muy cercano al año dos mil. Es difícil decir en estos momentos lo que ese
año indicará en el cuadrante de la historia humana y cómo será para cada
342
JUAN PABLO II, Carta Apostólica Tertio Millennio Adveniente, n. 23.
308
uno de los pueblos, naciones, países y continentes, por más que ya desde
ahora se trate de prever algunos acontecimientos. Para la Iglesia, para el
Pueblo de Dios que se ha extendido —aunque de manera desigual— hasta
los más lejanos confines de la tierra, aquel año será el año de un gran
Jubileo. Nos estamos acercando ya a tal fecha que —aun respetando todas
las correcciones debidas a la exactitud cronológica— nos hará recordar y
renovar de manera particular la conciencia de la verdad-clave de la fe,
expresada por San Juan al principio de su evangelio: «Y el Verbo se hizo
carne y habitó entre nosotros»,y en otro pasaje: «Porque tanto amó Dios al
mundo, que le dio su unigénito Hijo, para que todo el que crea en Él no
perezca, sino que tenga la vida eterna».
También nosotros estamos, en cierto modo, en el tiempo de un nuevo
Adviento, que es tiempo de espera: «Muchas veces y en muchas maneras
habló Dios en otro tiempo a nuestros padres por ministerio de los profetas;
últimamente, en estos días, nos habló por su Hijo...», por medio del HijoVerbo, que se hizo hombre y nació de la Virgen María. En este acto
redentor, la historia del hombre ha alcanzado su cumbre en el designio de
amor de Dios. Dios ha entrado en la historia de la humanidad y en cuanto
hombre se ha convertido en sujeto suyo, uno de los millones y millones, y
al mismo tiempo Único. A través de la Encarnación, Dios ha dado a la vida
humana la dimensión que quería dar al hombre desde sus comienzos y la
ha dado de manera definitiva —de modo peculiar a él solo, según su eterno
amor y su misericordia, con toda la libertad divina— y a la vez con una
magnificencia que, frente al pecado original y a toda la historia de los
pecados de la humanidad, frente a los errores del entendimiento, de la
voluntad y del corazón humano, nos permite repetir con estupor las
palabras de la Sagrada Liturgia: «¡Feliz la culpa que mereció tal
Redentor!».343
La tensión espiritual hacia el Gran Jubileo del año 2000, que el Papa
imprimió a su actividad pastoral, fue generosamente acogida por la
Iglesia en América Latina. El Papa evangelizador, ya desde los
albores de su pontificado contemplaba lo que escribió después en su
Carta Encíclica Redemptoris Missio, del 7 de diciembre de 1990:
La misión de Cristo Redentor, confiada a la Iglesia, está aún lejos de
cumplirse. A finales del segundo milenio después de su venida, una mirada
global a la humanidad demuestra que esta misión se halla todavía en los
comienzos y que debemos comprometernos con todas nuestras energías en
su servicio. Es el Espíritu Santo quien impulsa a anunciar las grandes
obras de Dios: « Predicar el Evangelio no es para mí ningún motivo de
gloria; es más bien un deber que me incumbe: Y ¡ay de mi si no predicara
el Evangelio! » (1 Cor 9, 16).
343
JUAN PABLO II, Carta Encíclica Redemptor hominis, 4 de marzo de 1979, 1
309
En nombre de toda la Iglesia, siento imperioso el deber de repetir este grito
de san Pablo. Desde el comienzo de mi pontificado he tomado la decisión
de viajar hasta los últimos confines de la tierra para poner de manifiesto la
solicitud misionera; y precisamente el contacto directo con los pueblos que
desconocen a Cristo me ha convencido aún más de la urgencia de tal
actividad a la cual dedico la presente Encíclica.344
La contemplación y meditación de esta realidad lo llevó a proponer a
toda la Iglesia el programa de una Nueva Evangelización. Propuesta
que lanzó en 1983 en tierra americana, cuando durante su gira
apostólica por América Central y Haití inauguró en Port-au-Prince la
XIX asamblea general del CELAM. El hecho providencial de
encontrarse en Haití, la isla del Caribe “a cuya parte oriental llegó
Cristóbal Colón hace casi medio milenio, descubriendo el Nuevo
Mundo, al que vino a la vez la luz del Evangelio”, le ofreció la
ocasión para hablar del V Centenario de la evangelización de América
y en esa prospectiva invitar a la Iglesia a una Nueva Evangelización:
La conmemoración del medio milenio de evangelización tendrá su
significación plena si es un compromiso vuestro como obispos, junto con
vuestro presbiterio y fieles; compromiso, no de re-evangelización, pero sí
de una evangelización nueva. Nueva en su ardor, en sus métodos, en su
expresión.
A este propósito permitidme que os entregue, sintetizados en breves
palabras, los aspectos que me parecen presupuestos fundamentales para la
nueva evangelización.
El primero se refiere a los ministros ordenados. Al terminar su medio
milenio de existencia y a las puertas del tercer milenio cristiano, la Iglesia
en América Latina necesitará tener una vitalidad, que será imposible si no
cuenta con sacerdotes numerosos y bien preparados. Suscitar nuevas
vocaciones y prepararlas convenientemente, en los aspectos espiritual,
doctrinal y pastoral es, en un obispo, un gesto profético. Es como adelantar
el futuro de la Iglesia. Os encomiendo, pues, esa tarea que costará desvelos
y penas, pero traerá también alegría y esperanza.
El segundo aspecto mira a los laicos. No solamente la carencia de
sacerdotes, sino también y sobre todo la autocomprensión de la Iglesia en
América Latina, a la luz del Vaticano II y de Puebla, hablan con fuerza
sobre el lugar de los laicos en la Iglesia y en la sociedad. El aproximarse
del 500 aniversario de vuestra evangelización debe encontrar a los obispos,
juntamente con sus Iglesias, empeñados en formar un número creciente de
laicos, prontos a colaborar eficazmente en la obra evangelizadora.
344
JUAN PABLO II, Redemptorsi missio, 1.
310
Una luz que podrá orientar la nueva evangelización –y es el tercer
aspecto– deberá ser la del documento de Puebla, consagrado a ese tema, en
cuanto impregnado de la enseñanza del Vaticano II y coherente con el
Evangelio. En este sentido es necesario que se difunda y eventualmente se
recupere la integridad del mensaje de Puebla, sin interpretaciones
deformadas, sin reduccionismos deformantes ni indebidas aplicaciones de
unas partes y eclipse de otras.
Que estos próximos años que os acercan a hechos tan significativos, os
encuentren, queridos hermanos, llenos de confianza en un nuevo esfuerzo
evangelizador. 345
Este anuncio lo recuerda el Papa en su Exhortación Apostólica
Ecclesia in America cuando expresa que fue su deseo de que tema de
fondo de las asambleas sinodales para cada uno de los Contientes
fuera el tema de la Nueva Evangelización. Por lo que en el caso de la
Asamblea Especial para América del Sínodo de los Obispos “esta
preocupación era más obvia ya que yo mismo había formulado el
primer programa de una nueva evangelización en suelo americano”. 346
Durante su viaje apostólico a República Dominicana en 1984, al
inaugurar la novena de años en preparación al V Centenario del inicio
de la evangelización, el Papa propuso con renovado vigor su programa
de Nueva Evangelización. En aquella ocasión Juan Pablo II indicaba:
El próximo centenario del descubrimiento y de la primera evangelización
nos convoca pues a una nueva evangelización de América Latina, que
despliegue con más vigor —como la de los orígenes —un potencial de
santidad, un gran impulso misionero, una vasta creatividad catequética,
una manifestación fecunda de colegialidad y comunión, un combate
evangélico de dignificación del hombre, para generar, desde el seno de
América Latina, un gran futuro de esperanza.347
Es en esta línea de nueva evangelización en la que se inscriben los
dos eventos con los cuales la Iglesia en América Latina se preparó
para vivir el Gran Jubileo del Año 2000: la IV Conferencia General
del Episcopado Latinoamericano y la Asamblea Especial para
América del Sínodo de los Obispos.
345
JUAN PABLO II, Discurso a la XIX asamblea general del CELAM, Port-au-Prince, 9 de
marzo de 1983.
346
JUAN PABLO II, Ecclesia in America, 6
347
JUAN PABLO II, Homilía durante la celebración de la Palabra en el estadio Olímpico de
Santo Domingo, Santo Domingo, 12 de octubre de 1984.
311
1.1 La Cuarta Conferencia General del Episcopado Latinoamericano
Juan Pablo II en Haití en 1983 y en Santo Domingo en 1984 exhortó
a la Iglesia latinoamericana a celebrar en modo especial el V
Centenario del inicio de la Evangelización. En Haití, en su discurso al
CELAM decía a los Obispos:
Como latinoamericanos, habréis de celebrar esa fecha con una seria
reflexión sobre los caminos históricos del Subcontinente, pero también con
alegría y orgullo. Como cristianos y católicos es justo recordarla con una
mirada hacia estos 500 años de trabajo para anunciar el Evangelio y
edificar la Iglesia en estas tierras. Mirada de gratitud a Dios, por la
vocación cristiana y católica de América Latina, y a cuantos fueron
instrumentos vivos y activos de la evangelización. Mirada de fidelidad a
vuestro pasado de fe. Mirada hacia los desafíos del presente y a los
esfuerzos que se realizan. Mirada hacia el futuro, para ver cómo consolidar
la obra iniciada.348
Desde entonces en seno al CELAM comenzó a pensarse sobre el
mejor modo de celebrar este acontecimiento. Ya durante la Asamblea
del CELAM en Port-au-Prince (Haití), se consideró que la celebración
del V Centenario era una coyuntura histórica ideal para una posible
Conferencia General del Episcopado Latinoamericano. Surgió así la
idea de pedir al Papa la convocación de la IV Conferencia General349.
Esta sería una ocasión propicia para evaluar las aplicaciones de
Medellín y de Puebla, cuyos vigésimo y décimo aniversarios estaban
por celebrarse. La futura Conferencia daría, igualmente, la ocasión a
la Iglesia en América Latina para ponerse activamente en camino
hacia el jubileo del año 2000, acogiendo la invitación del Papa de
promover una “evangelización nueva en su ardor, en sus métodos y en
su expresión”.
En la XX Asamblea del CELAM celebrada en San José de Costa
Rica en 1985 se trató del proyecto con los Presidentes de las
Conferencias Episcopales y volvió a ser tema de reflexión en la XXI
348
JUAN PABLO II, Discurso a la XIX Asamblea del CELAM, Port-au-Prince, 9 de marzo de
1983.
349
Ya en 1982 la Conferencia del Epsicopado Dominicano había expresado la intención de
celebrar en1992 la IV Conferencia General del Episcopado Latinoamericano. Cfr. Carta de Mons.
Hugo E. Polanco, Arzobispo-Obispo de Nuestra Señora de la Altagracia y Presidente de la
Conferencia del Episcopado Dominicano, al Cardenal Sebastiano Baggio, Prefecto de la
Congregación para los Obispos. Santo Domingo, 22 de abril de 1982. En: Arch.PCAL, Santo
Domingo, Preparación, II.
312
asamblea celebrada en Ypacarai (Paraguay) en 1987 donde salió
finalmente la sugerencia formal.
Con las reflexiones de las reuniones de 1983, 1985 y 1987, la
Presidencia del CELAM, en abril de 1987, presentó verbalmente al
Santo Padre la sugerencia en el sentido de celebrar una Conferencia
General del Episcopado Latinoamericano como centro de las
celebraciones del V Centenario. El Santo Padre acogió con entusiasmo
la idea y dio las primeras indicaciones en orden a la futura posible
Conferencia.
En mayo de 1987 el CELAM se dirigió por escrito a la Santa Sede
presentando el proyecto de la IV Conferencia y sugiriendo la
convocatoria de la misma.350 La respuesta afirmativa se produjo en el
mes de julio, cuando el Cardenal Gantin contestó diciendo que el
Santo Padre aceptaba el plan y pedía que se sugiriera el tema y el
lugar de celebración. 351
1.1.1 Preparación de la Conferencia
a) Por parte del CELAM352
Con la respuesta positiva del Santo Padre comunicada verbalmente
en la audiencia de abril y por escrito en la carta del Cardenal
Bernardin Gantin en julio del mismo año, comenzó propiamente el
proceso formal de preparación de la IV Conferencia, lo cual exigió la
programación de diversas actividades que quedaron incorporadas en el
Plan Global del CELAM para la gestión 1987-1991. El Plan Global
asumió el proceso de preparación de la IV Conferencia General, que
quedó consignado en el programa 2 que tenía por objetivo preciso
preparar la IV Conferencia General del Episcopado Latinoamericano a
realizarse en Santo Domingo en 1992.
En el mismo programa se indicaron las siguientes metas: realizar una
consulta sobre la temática y metodología de la IV Conferencia;
efectuar ocho reuniones regionales para la preparación de la misma,
350
Cfr. Carta del CELAM al Santo Padre Juan Pablo II. Bogotá, 13 de mayo de 1987. En:
Arch.PCAL, Santo Domingo, Preparación, II.
351
Cfr. Carta del Cardenal Bernardin Gantin, Prefecto de la Congregación para los
Obispos, a Mons. Eduardo Martínez Somalo, Sustituto de la Secretaría de Estado. Roma, 1 de
julio de 1987. En: Arch.PCAL, Santo Domingo, Preparación, II.
352
Cfr. Preparación de la IV Conferencia General del Episcopado Latinnoamericano.
Relación de Mons. Guillermo Melguizo Yepes, Secretario Adjunto de la IV Conferencia General.
Bogotá, julio 15 de 1989. En: Arch.PCAL, Santo Domingo, Preparación, II.
313
hacer una evaluación de Medellín y Puebla; ejecutar la primera fase de
preparación de la Conferencia, consistente en la elaboración de un
Documento de Consulta” y un “Documento de Trabajo”; evaluar los
subsidios teológicos, pastorales y técnicos para la realización de la IV
Conferencia; celebrar los veinte años de la Conferencia de Medellín y
los diez años de la Conferencia de Puebla.
Reuniones Episcopales de Consulta
Reunión de Secretarios Generales de las Conferencias Episcopales.
En la reunión de Secretarios Generales de Conferencias Episcopales
de América Latina, realizada en Bogotá, en abril de 1988, se hizo una
primera y todavía informal consulta sobre la temática de la IV
Conferencia.
Reuniones de Coordinación y Generales de Coordinación. Asi
mismo se consultó ampliamente a los obispos participantes en las
reuniones de Coordinación y Generales de Coordinación del CELAM,
realizada en Bogotá en 1988 y en 1989 y en la Asamblea Ordinaria de
Willemstad, Curaçao, en marzo de 1989.
Reuniones regionales episcopales de Consulta. Entre mayo de 1988
y marzo de 1989 se realizó una primera ronda de reuniones regionales
episcopales de consulta, con la participación de los obispos
representantes de las Conferencias Episcopales de todo el continente.
La secuencia fue la siguiente: En Lima, Perú, del 15 al 18 de mayo de
1988, con 22 participantes de los países así llamados bolivarianos; En
Buenos Aires, Argentina, el 23 y el 24 de julio de 1988, con 24
participantes del así llamado “Cono sur”; En Guadalajara, México, el
18 de noviembre de 1988, con los Obispos mexicanos durante la
asamblea general de la Conferencia Episcopal de ese país; En Santa
Tecla, El Salvador, el 22 de noviembre de 1988, con 42 participantes
de Centroamérica integrados en el Secretariado Episcopal de América
Central-SEDAC; En Willemstad, Curaçao, del 2 al 5 de marzo de
1989, con 22 participantes de los países del Caribe.
En cada una de estas reuniones se celebró un encuentro de la
Presidencia del CELAM con los Presidentes y Delegados de las
Conferencias Episcopales, los directivos y miembros de las
Comisiones Episcopales del CELAM, a fin de realizar una primera
consulta sobre la temática de la IV Conferencia y la metodología de su
preparación y celebración.
314
El metodo seguido en dicha consulta fue el estudio personal y por
países de la problemática social y eclesial tanto a nivel continental
como regional y nacional; además se hizo un estudio personal y por
países de las expectativas que despertaba la IV Conferencia y otros
grandes puntos de reflexión; finalmente fueron recogidas las
sugerencias en orden a su preparación y celebración.
Dos grandes temas fueron propuestos en esas reuniones: Nueva
evangelización y Nueva cultura, que serían recogidos luego de un
largo debate en la formulación sugerida por los participantes en la
reunión general de coordinación de febrero de 1990 a la que siguió
inmediatamente después la XXII Asamblea Extraordinaria que
discutió de manera prolija el mismo argumento: Una nueva
evangelización para una nueva cultura.
Elaboración del Documento de Consulta.
Para la elaboración del importante instrumento llamado Documento
de Consulta, en diciembre de 1988 el CELAM creó una Comisión
Central y tres Comisiones especiales: una de Historia, una de Análisis
de la Realidad y una de Reflexión Teológico – Pastoral.
El equipo de reflexión del CELAM realizó varias reuniones
regionales a fin de preparar sus aportes en ámbitos como cristología y
eclesiología. A su vez las comisiones de historia y de análisis de la
realidad elaboraron sendos documentos llamados Instrumentos de
recolección de aportes, para suscitar la participación de diversos
sectores de la Iglesia. El documento histórico estaba pensado en el
contexto del Quinto Centenario de la Evangelización de América
Latina y se orientaba a generar un análisis del proceso evangelizador
del Continente, desde la primera hasta la nueva evangelización. Por
otra parte el documento de análisis de la realidad titulado Primera
aproximación a la realidad del continente latinoamericano, ofrecía
una visión sobre el contexto social y eclesial de América Latina.
Tanto el documento de historia como el de análisis de la realidad
fueron estudiados en las reuniones regionales de Secretarios Generales
de las Conferencias Episcopales, así como en las reuniones regionales
de expertos laicos, en los Secretariados de los Episcopados del
continente y en los Departamentos especializados del CELAM.
315
Reuniones de Secretariados Generales
El proceso de consulta supuso la realización de cuatro reuniones
regionales de Secretarios Generales de las Conferencias Episcopales
del Continente. Estas se efectuaron de la siguiente manera: en la
ciudad de México, del 24 al 28 de abril de 1989, con participante de
México, Centroamérica y Panamá. En Buenos Aires, del 2 al 5 de
mayo de 1989, con participantes del Cono Sur, incluido Brasil. En La
Habana, del 23 al 25 de mayo de 1989 con participantes del Caribe.
Finalmente en Quito, del 27 al 29 de junio de 1989, con participación
de los países bolivarianos
Reuniones de expertos laicos
Con el fin de estudiar los documentos ya mencionados de historia y
análisis de la realidad, tanto desde el enfoque político, como
económico y social, se organizaron y realizaron cinco reuniones
regionales con expertos laicos, de la siguiente manera: en la ciudad de
México, los días 17 y 18 de junio de 1989, con participantes de ese
país. En Guatemala los días 24 y 25 de junio de 1989, con
participantes de Centroamérica. En Santo Domingo los días 8 y 9 de
julio de 1989, con participantes del Caribe. En Quito, los días 15 y 16
de julio de 1989, con participantes de los países bolivarianos. Y en
Santiago de Chile, los días 15 y 16 de julio de 1989, con participantes
del Cono Sur.
Consulta a los Departamentos del CELAM
Cada uno de los departamentos especializados del CELAM, desde su
propio campo pastoral, estudio los documentos mencionados y
presentó sus aportes de acuerdo a su campo de competencia. Todos los
aportes fueron posteriormente incorporados a la primera redacción del
Documento de Consulta.
Consulta a nivel de Secretariados de Episcopados
Por su parte, los Secretarios Generales de las Conferencias
Episcopales del continente, luego de sus reuniones generales ya
mencionadas, llevaron a sus respectivos países los documentos de
historia y de análisis de la realidad, para ser estudiados por los
expertos y asesores de las Conferencias Episcopales respectivas. Los
aportes producidos en este proceso fueron luego incorporados a la
primera redacción del Documento de Consulta.
316
Primera redacción del Documento de Consulta
Del 14 al 19 de agosto de 1989 se realizó en Bogotá una reunión
conjunta de los miembros de las diversas comisiones formadas para la
elaboración del Documento de Consulta, así como otros expertos y
miembros del Equipo de Reflexión del CELAM. De esta reunión
surgió la Primera Redacción del Documento de Consulta, que
inmediatamente fue objeto de estudio por parte de grupos de obispos
en una nueva ronda de reuniones regionales.
Segunda ronda de reuniones regionales de obispos
Durante el año 1989 se realizaron cuatro reuniones regionales de
Obispos con el fin de estudiar la Primera redacción del Documento
de Consulta. Las reuniones para cada una de las cuatro regiones se
realizaron en Brasilia, del 9 al 13 de octubre; en Santo Domingo, del
23 al 27 de octubre; en Guatemala, del 13 al 17 de noviembre; y en
Bogotá, del 20 al 24 de noviembre.
Seminario sobre cultura y evangelización
Entre el 30 de octubre y el 4 de noviembre se realizó en Bogotá un
Seminario de expertos latinoamericanos acerca del tema “Cultura y
Nueva Evangelización”. Objetivo de dicho evento fue preparar un
Instrumento de trabajo que pudiera ser utilizado por la Iglesia en
América Latina, para unificar los conceptos relativos a la “cultura” y
profundizar las características y alcances de la Nueva Evangelización.
Segunda redacción del Documento de Consulta
Del 4 al 7 de diciembre DE 1989 se realizó en la sede del CELAM
en Bogotá, una reunión semejante a la de agosto con los miembros de
las diversas comisiones y otros expertos y miembros del Equipo de
Reflexión del CELAM para elaborar la Segunda y Definitiva
Redacción del Documento de Consulta, basándose en los aportes y
sugerencias obtenidas en las cuatro reuniones regionales de Obispos
efectuadas en octubre y noviembre de 1989.
Este definitivo Documento de Consulta fue presentado a los
Presidentes de las 22 Conferencias Episcopales durante la XXII
Asamblea extraordinaria del CELAM, celebrada en Bogotá los días 8
y 9 de febrero de 1990. Reunión a la que participó el Vice-Presidente
de la CAL, S. E. Mons. Cipriano Calderón.
317
Este Documento de Consulta que se llamó Instrumento
Preparatorio – Elementos para una reflexión pastoral en preparación
de la IV Conferencia General del Episcopado Latinoamericano. Una
Nueva Evangelización para una Nueva cultura, tenía carácter relativo
y transitorio. Su finalidad era servir de instrumento de preparación,
motivar otras investigaciones y estudios de la realidad social y eclesial
de cada nación, provocar reflexiones teológico-pastorales en la línea
de la Nueva Evangelización frente a la cultura de la modernidad.
Estudio del Documento de Consulta
Con el Documento de Consulta se realizó durante todo el año 1990
un intenso trabajo de reflexión y recolección de aportes en las
Conferencias Episcopales de todo el Continente, en las diócesis, en los
movimientos apostólicos, en los seminarios, en las universidades
católicas, etc. Dichos aportes fueron enviados al CELAM a finales de
ese año. Así, pues, todo el año 1990 fue un intenso año de consulta y
de reflexión a través de todo el tejido social de América Latina.
El estudio del Documento de Consulta fue tema de la XXIII
asamblea ordinaria del CELAM, celebrada los días 22 al 27 de abril
de 1991 en Buenos Aires, Argentina. Reunion en la que también tomó
parte S. E. Mons. Cipriano Calderón.
Documento de Trabajo
Con los aportes obtenidos durante el año 1990, se elaboró un
Instrumento llamado Documento de Trabajo, que fue enviado por el
CELAM a las Conferencias Episcopales de todo el Continente, para su
estudio. Los aportes que se hicieron al Documento de Trabajo fueron
recogidos por la Conferencias Episcopales durante los primeros meses
de 1992 y entregados a los respectivos Delegados a la IV Conferencia
General del Episcopado Latinoamericano. Este Documento de Trabajo
tenía como marco doctrinal la Nueva Evangelización y el nuevo
humanismo frente a la crisis cultural a la luz del magisterio del Papa
Juan Pablo II, del Concilio Vaticano II (Gaudium et Spes), de la
Exhortación Apostólica Evangelii nuntiandi y del Sínodo de los
Obispos de 1985.
El hilo conductor era la evangelización de la cultura y más
ampliamente la inculturación del evangelio. Se partía de la crisis de la
modernidad para entender este fenómeno de la historia y reflexionar
sobre la responsabilidad de la Iglesia en el mismo. En síntesis, frente a
318
la historia y a la realidad social y eclesial de América Latina, la Iglesia
marcaba su línea de evangelización en continuidad con el proceso
eclesial del Vaticano II, de Medellín y de Puebla, acompañado por el
rico magisterio de Juan Pablo II.
b) Por parte de la Pontificia Comisión para América Latina 353
El proceso de preparación de la IV Conferencia General del
Episcopado Latinoamericano inició cuando la CAL vivía los últimos
años de su tercer período histórico (1969-1988). Ya desde entonces la
Comisión seguía con atención el proceso iniciado por el CELAM.
A partir de 1988, la CAL, reestructurada y potenciada por Juan
Pablo II, continuó con mayor vigor su tarea de acompañamiento del
proceso de preparación que estaba llevando adelante el CELAM. La
preparación de la Conferencia correspondía por estatutos al CELAM,
pero la CAL, como órgano de la Santa Sede para América Latina,
prestó su invaluable obra de acompañamiento y animación.
A través del Cardenal Presidente y del Obispo Vice-Presidente la
CAL se hizo presente durante todos los momentos de preparación de
la Conferencia que incluía el programa del CELAM. Ya del 21 al 27
de septiembre de 1989 el Cardenal Bernardin Gantin y S. E. Mons.
Cipriano Calderón estuvieron en Bogotá para la inauguración de la
nueva sede del CELAM. Durante la reunión que sostuvieron con los
Obispos del CELAM, el Cardenal Bernardin Gantin hizo pública la
carta que el Santo Padre Juan Pablo II le había dirigido el 14 de
septiembre de ese año. En aquella ocasión el Santo Padre, recordando
la proximidad del V Centenario, escribía:
Por eso, entre las celebraciones conmemorativas de este V Centenario,
deseo que tenga lugar, como un acontecimiento fundamental, la IV
Conferencia General del Episcopado Latinoamericano en la ciudad de
Santo Domingo, para poner así de relieve el papel que esa arquidiócesis
tuvo en el inicio de la evangelización del continente recién descubierto. En
su momento, yo mismo convocaré la Conferencia que ya se está
preparando.
En continuidad con las Conferencias de Río de Janeiro (1955), de Medellín
(1968) y de Puebla (1979), y en sintonía con las enseñanzas y
353
Signo del importante papel de la CAL en la preparación y celebración de la IV Confrencia
General del Episcopado Latinoamericano son los 66 volúmenes del Archivo de la Pontificia
Comisión para América Latina que van desde el estudio de la súplica del CELAM al Santo Padre
en 1987 hasta la publicación de las Conclusiones. En el archivo falta el volúmen 14. cfr.
Arch.PCAL, IV Conferenza. Santo Domingo.
319
orientaciones que esta Sede Apostólica ha venido dando a los Episcopados
y a todos los pueblos de Latinoamérica, la atención de la Asamblea de
1992 se centrará en la «Nueva Evangelización», proyectada
principalmente sobre la presencia de la Iglesia en las diversas culturas de
este Continente. Para esa Nueva Evangelización he convocado a todas las
Iglesias que están en América Latina, teniendo presente el reto que nos
ofrece el V Centenario de la evangelización y el tercer milenio del
cristianismo, hacia el que caminamos llenos de fe y amor a Cristo,
Redentor del mundo y Señor de la Historia.354
Durante los días 4 al 7 de diciembre de 1989 la CAL celebró su
primera reunión plenaria, en la que se habló sobre la IV Conferencia,
dedicando especial atención al estado de su preparación. Para seguir el
intenso trabajo del CELAM en la preparación de la IV Conferencia el
Santo Padre constituyó en la Curia Romana un “Grupo permanente”
compuesto por los Cardenales Bernardin Gantin y Eduardo Martínez
Somalo; por los Excelentísimos Mons. Alberto Bovone, Justin Francis
Rigali, Jan P. Schotte y Cipriano Calderón y por Mons. Iván Marín
López.355 Este grupo realizó diversos encuentros durante el año 1990,
el primero de estos encuentros se realizó el 7 de abril de 1990, en la
sede de la Congregación para los Obispos y afrontó el estudio de la
carta que, con fecha 9 de marzo de 1990 Mons. Darío Castrillón
Hoyos, Presidente del CELAM y Mons. Oscar Andrés Rodríguez
Maradiaga, Secretario General, habían escrito al Papa solicitando la
convocación oficial de la IV Conferencia. Examinando atentamente el
asunto, todos los componentes del Grupo manifestaron unánimemente
el parecer de que convenía acceder a la súplica del CELAM, pues, la
convocatoria oficial daba mayor firmeza a los trabajos de
preparación.356
El Santo Padre en la audiencia concedida al Cardenal Gantin el 10
de diciembre de 1990 aprobó el tema en estos términos: Nueva
Evangelización, Promoción Humana, Cultura Cristiana. Jesucristo
354
Cfr. Carta del Santo Padre Juan Pablo II al Señor Cardenal Bernardin Gantin, Prefecto
de la Congregación para los Obispos y Presidente de la Pontificia Comisión para América Latina.
Vaticano, 14 de Septiembre de 1989. En: Arch.PCAL, Santo Domingo, Preparación, II.
355
Cfr. Carta de Mons. Giovanni Battista Re, Sustituto de la Secretaría de Estado, a Mons.
Cipriano Calderón, Vice-Presidente de la Pontificia Comisión para América Latina. Vaticano, 19
de enero de 1990. En: Arch.PCAL, IV Conferencia. Santo Domingo, vol. 41.
356
Cfr. Acta de la Reunión del “Grupo permanente” de la Curia Romana encargado de
seguir la preparación de la Conferencia. En: Arch.PCAL, Santo Domingo, Preparación, II. En la
misma reunión se estudio el tema de la IV Confrencia propuesto por el CELAM: “Una nueva
evangelización para una Nueva Cultura”, acompañado del subtítulo “Cristo y su Evangelio en el
hoy de América Latina”.
320
ayer, hoy y siempre (cfr. Heb 13,8). El tema fue hecho público el 12
de diciembre de 1990, mediante el siguiente comunicado emitido por
la CAL:
El Santo Padre ha fijado el tema de la IV Conferencia General del
Episcopado Latinoamericano que se celebrará en Santo Domingo en 1992,
con motivo del V Centenario del inicio de la Evangelización del Nuevo
Mundo. El tema es el siguiente: “Nueva Evangelización, Promoción
Humana, Cultura Cristiana”. La enunciación del tema está acompañada
por el siguiente lema: “Jesucristo ayer, hoy y siempre (cfr. Hebr. 13,8).357
Durante el año 1991 la Pontificia Comisión dedicó sus esfuerzos a la
preparación del V Centenario del inicio de la Evangelización del
Nuevo Mundo centrando su
atención en la preparación de la IV
Conferencia General, evento central de las celebraciones.
En la audiencia que Juan Pablo II concedió al Presidente y al VicePresidente de la CAL, el 26 de junio de 1991, manifestó su voluntad
de convocar la IV Conferencia y fijó incluso algunos puntos relativos
a la organización y al desarrollo de la misma. Así, mediante la carta
escrita “de mandato Summi Pontificis” a los Presidentes de las
Conferencias Episcopales de América Latina y al Presidente del
CELAM, el Cardenal Bernardin Gantin, Prefecto de la Congregación
para los Obispos y Presidente de la Pontificia Comisión para América
Latina, comunicó la voluntad del Santo Padre, especificando:
Que eran convocados a la Conferencia para participar en la misma con voz
y voto: 1) todos los Cardenales de América Latina; 2) Los tres Presidentes
y el Secretario General de la Conferencia, que el Santo Padre nombrará;
3) Los miembros de la Presidencia del Consejo Episcopal
Latinoamericano-CELAM; 4) Los Presidentes de las Conferencias
Episcopales de América Latina; 5) Los Presidentes de los Departamentos y
los Responsables de las Secciones del CELAM; 6) Los Obispos o los
equiparados a ellos, según el derecho, Delegados de las respectivas
Conferencias Episcopales de América Latina y elegidos por las mismas
según los siguientes criterios de carácter proporcional: las Conferencias
Episcopales que cuenten hasta cien miembros elegirán uno cada cinco; las
que superen los cien, elegirán uno por cada cinco de los primeros cien
miembros y uno por cada diez de los restantes. Serán elegidos también los
Sustitutos, para suplir a los Delegados en caso de necesidad; 7) Otros
Obispos de América Latina nombrados por el Sumo Pontífice; 8) El
Presidente y el Vicepresidente de la Pontificia Comisión para América
Latina y los Consejeros y Miembros de la misma que designe Su Santidad
entre los que no participarán en la Conferencia por no estar comprendidos
357
Attività della Santa Sede, 1990, 1112.
321
en los números precedentes; 9) Otros Prelados de la Curia Romana que el
Papa nombre; 10) El Secretario General del Sínodo de los Obispos.
El Santo Padre estableció también que fueran convocados a participar en la
Conferencia, según las modalidades que estableciera el Reglamento,
considerando que se trata de una Conferencia de Obispos: 1) 22 sacerdotes
seculares, 4 diáconos permanentes, 16 religiosos y religiosas y 16 laicos,
designados por Su Santidad entre los que presenten las Conferencias
Episcopales de América Latina; 2) Algunos Superiores Mayores
designados por Su Santidad; 3) El Delegado Pontificio para la
Confederación Latinoamericana de Religiosos – CLAR -, el Presidente, los
Vicepresidentes y el Secretario General de la misma.
El Santo Padre ha establecido también que sean invitados a la Conferencia:
1) 4 Representantes Pontificios en América Latina, designados por la
Secretaría de Estado de Su Santidad; 2) El Presidente y el Secretario
General de las Conferencias Episcopales de los Estados Unidos, Canadá,
España, Portugal y Filipinas; 3) Los Obispos Presidentes o los Obispos
Secretarios Generales del Consilium Conferentiarum Europae, del
Symposium de las Conferencias Episcopales de África y Madagascar y de
la Federación de las Conferencias Episcopales de Asia; 4) Algunos
representantes de los Organismos eclesiales nacionales de ayuda a
América Latina.
Podrán asistir también algunos observadores de otras Iglesias o
Comunidades eclesiales.
Además, la Santa Sede designará algunos peritos entre presbíteros,
religiosos, religiosas y laicos propuestos por las Conferencias Episcopales
y por el CELAM.358
Recibida la noticia de la convocación oficial de la IV Conferencia, el
CELAM en sintonía con la CAL continuó la preparación de la
Asamblea de Santo Domingo difundiendo el Documento de Consulta
para la IV Conferencia General del Episcopado Latinoamericano,
que había sido entregado a los Presidentes de las Conferencias
Episcopales durante la XXIII Asamblea Ordinaria del CELAM,
celebrada en Buenos Aires, Argentina, del 22 al 27 de abril.
Contemporáneamente en estrecho contacto con el Arzobispo de Santo
Domingo, la CAL se ocupó de los aspectos logísticos y prácticos
relativos a la preparación de la Conferencia.
Del 10 al 14 de junio de 1991 se celebró la segunda Reunión
Plenaria de la CAL, que dedicó parte de su tiempo al estudio de la IV
358
Cfr. Carta del Cardenal Berbardin Gantin, Presidente de la Pontificia Comisión para
América Latina, a los Presidentes de kas Conferencias Episcopales de América Latina. 29 de
junio de 1991. En: Arch.PCAL, Santo Domingo, Preparación, II.
322
Conferencia. En aquella ocasión durante la audiencia pontificia
concedida a la Plenaria de la CAL el Papa anunció su intención de
inaugurar personalmente la Conferencia el 12 de octubre de 1992 en
Santo Domingo.359
El 3 de febrero de 1992 se celebró en Vaticano una reunión conjunta
de la CAL con el “Grupo permanente” de la Curia Romana designado
por el Santo Padre para seguir la preparación de la IV Conferencia y
con la Presidencia del CELAM. En esta reunión se trataron varios
temas tales como la preparación del Instrumento de Trabajo, la
financiación de la IV Conferencia y la redacción del Reglamento de la
misma.360 La Pontificia Comisión se ocupó de preparar el reglamento
de la Conferencia, que fue aprobado por el Papa y enviado a todos los
que participarían en la Conferencia. El reglamento fue después
completado con la dinámica de trabajo o metodología que elaboró y
publicó el CELAM.
El Santo Padre nombró Presidentes de la IV Conferencia el Cardenal
Angelo Sodano, Secretario de Estado; Cardenal Nicolás de Jesús
López Rodríguez, Arzobispo de Santo Domingo y Presidente del
CELAM y el Arzobispo de Belo Horizonte (Brasil), Serafim
Fernández de Araujo. Al mismo tiempo nombró Secretarios Generales
S. E. Mons. Raymundo Damasceno Assis, Obispo titular de
Novapietra, Obispo Auxiliar de Brasilia y Secretario General del
CELAM y S. E. Mons. Jorge Arturo Mejía Estévez, Obispo de
Rancagua (Chile).361
Los días 11 al 14 de mayo de 1992 la CAL celebró el simposio
histórico sobre la Historia de la Evangelización de América.
Trayectoria, identidad y esperanza de un Continente, verdadero
prólogo de la IV Conferencia y valioso aporte científico a la nueva
evangelización.
El 29 de junio de 1992, bajo la dirección del Secretario de Estado,
Cardenal Angelo Sodano, se celebró en el Vaticano una reunión de los
359
Attività della Santa Sede, 1991, 1207.
Cfr. Reunión conjunta. 3 de febrero de 1992. En: Arch.PCAL, Santo Domingo,
Preparación, II.
361
Cfr. Carta del Cardenal Angelo Sodano, Secretario de Estado, al Cardenal Bernardin
Gantin, Presidente de la Pontificia Comisión para América Latina. Vaticano, 18 de mayo de 1992.
En: Arch.PCAL, Santo Domingo, Preparación, II.
360
323
Presidentes y Secretarios Generales de la Conferencia con la
Presidencia de la Pontificia Comisión para América Latina.
El Obispo Vice-Presidente concedió el 1º de octubre una
Conferencia de Prensa, en la Sala de Prensa de la Santa Sede, para la
presentación de la Conferencia de Santo Domingo a los periodistas
acreditados ante el Vaticano.
El 2 de octubre, se tuvo en la Oficina del Cardenal Secretario de
Estado una reunión de los Cardenales y Obispos de la Curia Romana,
miembros de la IV Conferencia General del Episcopado
Latinoamericano
1.1.2 Desarrollo de la Conferencia
Finalmente, después de la intensa y precisa preparación realizada por
el CELAM y la CAL, se llegó al día de inauguración de la IV
Conferencia General del Episcopado Latinoamericano. La
Conferencia fue inaugurada el 12 de octubre de 1992 por el Santo
Padre Juan Pablo II a las 6 de la tarde. Estaban presentes los 354
participantes, de los cuales 307 eran miembros, 24 invitados
(sacerdotes, religiosos, religiosas, diáconos, laicos).
a) El discurso inaugural de Juan Pablo II
El Santo Padre pronunció un importante discurso que iluminó
después todo el camino de la Asamblea. Ante todo el Papa exhortó a
los Obispos a fijar su mirada y su corazón en Jesucristo, “el mismo
ayer, hoy y siempre. El Principio y el Fin, el Alfa y la Omega, el
primero y más grande evangelizador”. Como expresión de su paterna
solicitud por la Iglesia peregrina en América Latina, recordó a la IV
Conferencia General su tarea fundamental:
Esta Conferencia se reúne para celebrar a Jesucristo, para dar gracias a
Dios por su presencia en estas tierras de América, donde hace ahora 500
años comenzó a difundirse el mensaje de la salvación; se reúne para
celebrar la implantación de la Iglesia, que durante estos cinco siglos tan
abundantes frutos de santidad y amor ha dado en el Nuevo Mundo.
Jesucristo es la Verdad eterna que se manifestó en la plenitud de los
tiempos. Y precisamente, para transmitir la Buena Nueva a todos los
pueblos, fundó su Iglesia con la misión específica de evangelizar: «Id por
todo el mundo y proclamad el evangelio a toda creatura». Se puede decir
que en estas palabras está contenida la proclama solemne de la
evangelización. Así, pues, desde el día en que los Apóstoles recibieron el
Espíritu Santo, la Iglesia inició la gran tarea de la evangelización. San
324
Pablo lo expresa en una frase lapidaria y emblemática: «Evangelizare
Iesum Christum», «anunciar a Jesucristo». Esto es lo que han hecho los
discípulos del Señor, en todos los tiempos y en todas las latitudes del
mundo.
[…]
La presente Conferencia General se reúne para perfilar las líneas maestras
de una acción evangelizadora que ponga a Cristo en el corazón y en los
labios de todos los latinoamericanos. Esta es nuestra tarea: hacer que la
verdad sobre Cristo y la verdad sobre el hombre penetren aún más
profundamente en todos los estratos de la sociedad y la transformen.
En sus deliberaciones y conclusiones, esta Conferencia ha de saber
conjugar los tres elementos doctrinales y pastorales, que constituyen como
las tres coordenadas de la nueva evangelización: Cristología, Eclesiología
y Antropología. Contando con una profunda y sólida Cristología, basados
en una sana antropología y con una clara y recta visión eclesiológica, hay
que afrontar los retos que se plantean hoy a la acción evangelizadora de la
Iglesia en América.362
A continuación compartió sus reflexiones siguiendo la pauta del
enunciado de la Conferencia: nueva evangelización, promoción
humana, cultura cristiana. Lo hacía con la intención, explicaba el
mismo Santo Padre, de “presentar algunas prioridades doctrinales y
pastorales desde la perspectiva de la nueva evangelización”.
Nueva evangelización
En relación con este aspecto al Santo Padre le interesaba hacer
comprender la expresión misma de “nueva evangelización”. No se
trataba de un nuevo evangelio:
La novedad no afecta al contenido del mensaje evangélico, que es
inmutable, pues Cristo es «el mismo ayer, hoy y siempre». Por esto, el
evangelio ha de ser predicado en plena fidelidad y pureza, tal como ha sido
custodiado y transmitido por la Tradición de la Iglesia. Evangelizar es
anunciar a una persona, que es Cristo. En efecto, «no hay evangelización
verdadera, mientras no se anuncie el nombre, la doctrina, la vida, las
promesas, el reino, el misterio de Jesús de Nazaret, Hijo de Dios». Por eso,
las cristologías reductivas, de las que en diversas ocasiones he señalado
sus desviaciones, no pueden aceptarse como instrumentos de la nueva
evangelización. Al evangelizar, la unidad de la fe de la Iglesia tiene que
resplandecer no sólo en el magisterio auténtico de los Obispos, sino
362
JUAN PABLO II, Discurso inaugural de la IV Conferencia General del Episcopado
Latinoamericano, Santo Domingo, 12 de octubre de 1992. En: CELAM, Conferencias Generales
del Episcopado Latinoamericano. Rio de Janeiro. Medellín. Puebla. Santo Domingo, Bogotá
1994.
325
también en el servicio a la verdad por parte de los pastores de almas, de los
teólogos, de los catequistas y de todos los que están comprometidos en la
proclamación y predicación de la fe.
En esta perspectiva el Santo Padre llamó la atención sobre los
riesgos siempre presentes, sobre todo en el esfuerzo de reflexión
teológica, en el campo de la catequesis y de la interpretación de la
Escritura.
En la teología:
No podemos por menos de constatar que existen posiciones inaceptables
sobre lo que es la verdad, la libertad, la conciencia. Se llega incluso a
justificar el disenso con el recurso «al pluralismo teológico, llevado a
veces hasta un relativismo que pone en peligro la integridad de la fe». No
faltan quienes piensan que «los documentos del Magisterio no serían sino
el reflejo de una teología opinable»; y «surge así una especie de
"magisterio paralelo" de los teólogos, en oposición y rivalidad con el
Magisterio auténtico». Por otra parte, no podemos soslayar el hecho de que
las «actitudes de oposición sistemática a la Iglesia, que llegan incluso a
constituirse en grupos organizados», la contestación y la discordia, al igual
que «acarrean graves inconvenientes a la comunión de la Iglesia», son
también un obstáculo para la evangelización.
La confesión de fe « Jesucristo ayer, hoy y siempre » de la Carta a los
Hebreos —que es como el telón de fondo del tema de esta IV
Conferencia— nos lleva a recordar las palabras del versículo siguiente:
«No os dejéis seducir por doctrinas varias y extrañas». Vosotros, amados
Pastores, tenéis que velar sobre todo por la fe de la gente sencilla que, de
lo contrario, se vería desorientada y confundida.
En la catequesis:
Todos los evangelizadores han de prestar también una atención especial a
la catequesis. Al comienzo de mi Pontificado quise dar nuevo impulso a
esta labor pastoral mediante la Exhortación Apostólica Catechesi
tradendae y recientemente he aprobado el Catecismo de la Iglesia
Católica, que presento como el mejor don que la Iglesia puede hacer a sus
Obispos y a todo el Pueblo de Dios. Se trata de un valioso instrumento
para la nueva evangelización, donde se compendia toda la doctrina que la
Iglesia ha de enseñar.
En la interpretación bíblica:
Confío asimismo que el movimiento bíblico continúe desplegando su
benéfica labor en América Latina y que las Sagradas Escrituras nutran
cada vez más la vida de los fieles, para lo cual se hace imprescindible que
los agentes de pastoral profundicen incansablemente en la Palabra de Dios,
viviéndola y transmitiéndola a los demás con fidelidad, es decir, «teniendo
326
muy en cuenta la unidad de toda la Escritura, la Tradición viva de toda la
Iglesia y la analogía de la fe».
En la liturgia:
Igualmente, el movimiento litúrgico ha de dar renovado impulso a la
vivencia íntima de los misterios de nuestra fe, llevando al encuentro con
Cristo Resucitado en la liturgia de la Iglesia. Es en la celebración de la
Palabra y de los Sacramentos, pero sobre todo en la Eucaristía, culmen y
fuente de la vida de la Iglesia y de toda la evangelización, donde se realiza
nuestro encuentro salvífico con Cristo, al que nos unimos místicamente
formando su Iglesia. Por ello os exhorto a dar un nuevo impulso a la
celebración digna, viva y participada de las asambleas litúrgicas, con ese
profundo sentido de la fe y de la contemplación de los misterios de la
salvación, tan arraigado en vuestros pueblos.
El estilo de la nueva evangelización
Ya en 1983, durante su discurso al CELAM, en Port-au-Prince, el
Papa había indicado el estilo de la nueva evangelización a la que
convocaba toda la Iglesia: nueva en su ardor, en sus métodos y en su
expresión.
Nueva en su ardor:
Una evangelización nueva en su ardor supone una fe sólida, una caridad
pastoral intensa y una recia fidelidad que, bajo la acción del Espíritu,
generen una mística, un incontenible entusiasmo en la tarea de anunciar el
Evangelio. En lenguaje neotestamentario es la «parresía» que inflama el
corazón del apóstol. Esta «parresía» ha de ser también el sello de vuestro
apostolado en América. Nada puede haceros callar, pues sois heraldos de
la verdad. La verdad de Cristo ha de iluminar las mentes y los corazones
con la activa, incansable y pública proclamación de los valores cristianos.
Nueva en sus métodos y en su expresión:
Por otra parte, los nuevos tiempos exigen que el mensaje cristiano llegue al
hombre de hoy mediante nuevos métodos de apostolado, y que sea
expresado en lenguaje y formas accesibles al hombre latinoamericano,
necesitado de Cristo y sediento del Evangelio: ¿Cómo hacer accesible,
penetrante, válida y profunda la respuesta al hombre de hoy, sin alterar o
modificar en nada el contenido del mensaje evangélico?, ¿cómo llegar al
corazón de la cultura que queremos evangelizar?, ¿cómo hablar de Dios en
un mundo en el que está presente un proceso creciente de secularización?
Promoción humana
Para la Iglesia la promoción humana es la consecuencia lógica de la
evangelización. Refiriéndose a este punto, que en América Latina ha
suscitado tantos dolores a la Iglesia, el Santo Padre subrayó la
327
profunda unidad lógica entre anuncio del evangelio y promoción
humana. Ante las dificultades de orden económico, político, cultural y
social de América Latina, si la Iglesia deseaba prestar un servicio
eficaz a la causa de la liberación del hombre debía ser fiel al evangelio
para ser fiel al hombre.
La preocupación por lo social «forma parte de la misión evangelizadora de
la Iglesia» y es también «parte esencial del mensaje cristiano, ya que esta
doctrina expone sus consecuencias directas en la vida de la sociedad y
encuadra incluso el trabajo cotidiano y las luchas por la justicia en el
testimonio de Cristo Salvador ».
Como afirma el Concilio Vaticano II en la Constitución pastoral Gaudium
et spes, el problema de la promoción humana no se puede considerar al
margen de la relación del hombre con Dios. En efecto, contraponer la
promoción auténticamente humana y el proyecto de Dios sobre la
humanidad es una grave distorsión, fruto de una cierta mentalidad de
inspiración secularista. La genuina promoción humana ha de respetar
siempre la verdad sobre Dios y la verdad sobre el hombre, los derechos de
Dios y los derechos del hombre.
A partir de esta referencia a la cuestión social el Papa toca dos
conceptos de Medellín y de Puebla, cuya errónea interpretación había
distorsionado la acción social de la Iglesia:
Opción por los pobres:
En continuidad con las Conferencias de Medellín y Puebla, la Iglesia
reafirma la opción preferencial en favor de los pobres. Una opción no
exclusiva ni excluyente, pues el mensaje de la salvación está destinado a
todos. «Una opción, además, basada esencialmente en la Palabra de Dios y
no en criterios aportados por ciencias humanas o ideologías contrapuestas,
que con frecuencia reducen a los pobres a categorías sociopolíticas
económicas abstractas. Pero una opción firme e irrevocable».
Teología de la liberación:
La genuina praxis de liberación ha de estar siempre inspirada por la
doctrina de la Iglesia según se expone en las dos Instrucciones de la
Congregación para la Doctrina de la Fe, que han de ser tenidas en cuenta
cuando se aborda el tema de las teologías de la liberación. Por otra parte, la
Iglesia no puede en modo alguno dejarse arrebatar por ninguna ideología o
corriente política la bandera de la justicia, lo cual es una de las primeras
exigencias del Evangelio y, a la vez, fruto de la venida del Reino de Dios.
[…]
No existe auténtica promoción humana, verdadera liberación, ni opción
preferencial por los pobres, si no se parte de los fundamentos mismos de la
328
dignidad de la persona y del ambiente en que tiene que desarrollarse,
según el proyecto del Creador. Por eso entre los temas y opciones que
requieren toda la atención de la Iglesia no puedo dejar de recordar el de la
familia y el de la vida: dos realidades que van estrechamente unidas, pues
la « familia es como el santuario de la vida ». En efecto, « el futuro de la
humanidad se fragua en la familia; por consiguiente, es indispensable y
urgente que todo hombre de buena voluntad se esfuerce por salvar y
promover los valores y exigencias de la familia ».
Cultura cristiana
El evangelio no se identifica con ninguna cultura en particular, las
inspira, las transforma desde el interno, las enriquece. En relación con
este argumento el Papa subrayó que la evangelización de las culturas
representa la forma más profunda y global de evangelizar a una
sociedad, pues mediante ella el mensaje de Cristo penetra en las
conciencias de las personas y se proyecta en el «ethos» de un pueblo,
en sus actitudes vitales, en sus instituciones y en todas las estructuras.
Este proceso de evangelización de las culturas exige a la Iglesia:
Un esfuerzo y un tacto especial para inculturar el mensaje de Jesús, de tal
manera que los valores cristianos puedan transformar los diversos núcleos
culturales, purificándolos, si fuera necesario, y haciendo posible el
afianzamiento de una cultura cristiana que renueve, amplíe y unifique los
valores históricos pasados y presentes, para responder así en modo
adecuado a los desafíos de nuestro tiempo.
[…]
«La evangelización de la cultura es un esfuerzo por comprender las
mentalidades y las actitudes del mundo actual e iluminarlas desde el
Evangelio. Es la voluntad de llegar a todos los niveles de la vida humana
para hacerla más digna». Pero este esfuerzo de comprensión e iluminación
debe estar siempre acompañado del anuncio de la Buena Nueva, de tal
manera que la penetración del Evangelio en las culturas no sea una simple
adaptación externa, sino un « proceso profundo y global que abarque tanto
el mensaje cristiano, como la reflexión y la praxis de la Iglesia»,
respetando siempre las características y la integridad de la fe.
El Papa concluye su discurso lanzando una mirada esperanzadora
hacia el futuro. Los desafíos que se presentan a la Iglesia en América
Latina no le impiden fijar sus ojos en Jescristo y desde El y con EL
lanzarse confiada hacia la nueva era bajo el signo de la esperanza. La
exhortación final sintetiza su fe y su esperanza en el destino de
América Latina:
«Lo que te ha dicho el Señor se cumplirá». ¡Sé fiel a tu bautismo, reaviva
en este Centenario la inmensa gracia recibida, vuelve tu corazón y tu
329
mirada al centro, al origen, a Aquel que es fundamento de toda dicha,
plenitud de todo! ¡Ábrete a Cristo, acoge el Espíritu, para que en todas tus
comunidades tenga lugar un nuevo Pentecostés! Y surgirá de ti una
humanidad nueva, dichosa; y experimentarás de nuevo el brazo poderoso
del Señor, y «lo que te ha dicho el Señor se cumplirá». Lo que te ha dicho,
América, es su amor por ti, es su amor por tus hombres, por tus familias,
por tus pueblos. Y ese amor se cumplirá en ti, y te hallarás de nuevo a ti
misma, hallarás tu rostro, «te proclamarán bienaventurada todas las
generaciones».
b) Los trabajos de la Conferencia
Durante el desarrollo de los trabajos la Conferencia organizó 30
comisiones de reflexión doctrinal y de análisis de la realidad eclesial,
más las comisiones centrales de coordinación y de redacción. Se
presentaron cuatro relaciones generales que desarrollaron el tema de la
Conferencia: Jesucristo ayer, hoy y siempre, a cargo de S. E. Mons.
Estanislao Esteban Karlic, Arzobispo de Paraná (Argentina); sobre La
Nueva Evangelización, a cargo del Cardenal Lucas Moreira Neves;
sobre la Promoción Humana, a cargo del P José Luís Alemán, sj.
Decano de la Facultad de Ciencias y Economía de la Pontificia
Universidad Católica “Madre y Maestra” de Santo Domingo; y sobre
La cultura cristiana, a cargo del Dr. Juan de Dios Vial Correa, Rector
de la Pontificia Universidad Católica de Chile.
c) Documento final
El intenso trabajo de las comisiones y de las reuniones plenarias de
la Asamblea, en las cuales se dio un amplio diálogo, tuvo como
resultado la elaboración de un documento final, Conclusiones, que fue
aprobado prácticamente a unanimidad. El documento del título Nueva
Evangelización, Promoción Humana, Cultura Cristiana. Jesucristo
ayer, hoy y siempre, tiene tres partes: I. Jesucristo, Evangelio del
Padre; II. Jesucristo evangelizador viviente en su Iglesia; III.
Jesucristo, vida y esperanza de América Latina.
El documento, asi como fue aprobado por la Asamblea, se entregó al
Santo Padre. Su Santidad autorizó su publicación mediante carta
dirigida a los Obispos diocesanos de América Latina con fecha 10 de
noviembre de 1992. En dicha carta Juan Pablo II manifiesta su
esperanza que el Documento de Santo Domingo pueda orientar la
acción pastoral en las Iglesias particulares del Continente, para un
renovado compromiso de Nueva Evangelización, Promoción Humana
y Cultura Cristiana. El Santo Padre hacía notar, además, que dichas
330
Conclusiones deberán ser analizadas a la luz del magisterio de la
Iglesia universal y debían ser actuadas en fidelidad a la disciplina
canónica vigente. El Secretario de Estado, Cardenal Angelo Sodano,
manifestó al Cardenal Bernardin Gantin, con oficio del 12 de
noviembre de 1992, que el Santo Padre autorizaba que el mencionado
documento fuese transmitido a los Obispos diocesanos de América
Latina. La CAL transmitió al Presidente del CELAM la carta del Papa
y el documento encargándolo de ponerlo en conocimiento de los
Presidentes de las Conferencias Episcopales de América Latina y de
disponer su publicación.
1.2 La Asamblea Especial para América del Sínodo de los Obispos363
Esta Asamblea Sinodal se coloca en el camino de la Iglesia
latinoamericana entre “el recuerdo de la reciente celebración de los
quinientos años de la llegada del mensaje evangélico a América, esto
es, del momento en que Cristo llamó a América a la fe, y el cercano
Jubileo con que la Iglesia celebrará los 2000 años de la Encarnación
del Hijo de Dios” dos ocasiones privilegiadas para meditar el don de
la fe, dar una mirada al pasado y proyectarse con renovado entusiasmo
hacia el futuro.
En cuanto al nombre mismo de la Asamblea del Sínodo es
importante subrayar la clara intención de unidad y comunión que el
Papa quiso transmitir al Continente. En efecto:
Se habla de Asamblea Especial para América y no de una Asamblea
Panamericana o Intercontinental, no se pretende ignorar las evidentes
diferencias culturales, sociales e históricas que caracterizan a América del
Norte, América Central, América del Sur y el Caribe. Sin embargo, dado
que la Asamblea Especial del Sínodo de los Obispos intenta tratar los
problemas comunes a las partes mencionadas, se ha optado por hacer
referencia a América como una única realidad geográfica, especificando en
cada caso, cuando el contexto lo requiere, las respectivas diferencias. 364
Ya en el proceso de preparación se había puesto el problema de
cómo llamar esta Asamblea Especial del Sínodo:
Sínodo Pan - Americano = expresión tal vez demasiado política (?)
Sínodo para las Américas = ¿Qué quiere decir entonces sobre el Caribe?
363
Cfr. GARCÍA Javier, Historia del Sínodo de América, México 1999.
CARDENAL JAN PIETER SCHOTTE, Secretario General del Sínodo de los Obispos,
Presentación de los Lineamenta de la Asamblea Especial para América del Sínodo de los Obispos,
Ciudad del Vaticano 1996.
364
331
Asamblea para el Continente Americano = existe un sólo continente, dos o
tres continentes?
Asamblea para América = Esta es la denominación que el Santo Padre ha
adoptado, porque engloba todas las zonas geográficas y todas las
acepciones políticas. Además, incluye todas las iglesias particulares del
Norte, Centro, Sur y Caribe.365
1.2.1 Historia de la iniciativa
Fue precisamente en el contexto de los quinientos años del inicio de
la evangelización de América Latina, que Juan Pablo II lanzó la
propuesta de realizar un encuentro de representantes de los
episcopados de toda América. El 12 de octubre de 1992, en el discurso
de inauguración de la IV Conferencia General del Episcopado
Latinoamericano manifestó:
En esta misma línea de solicitud pastoral por las categorías sociales más
desprotegidas, esta Conferencia General podría valorar la oportunidad de
que, en un futuro no lejano, pueda celebrarse un Encuentro de
representantes de los Episcopados de todo el Continente americano, —
que podría tener también carácter sinodal— en orden a incrementar la
cooperación entre las diversas Iglesias particulares en los distintos campos
de la acción pastoral y en el que, dentro del marco de la nueva
evangelización y como expresión de comunión episcopal, se afronten
también los problemas relativos a la justicia y la solidaridad entre todas las
Naciones de América. La Iglesia, ya a las puertas del tercer milenio
cristiano y en unos tiempos en que han caído muchas barreras y fronteras
ideológicas, siente como un deber ineludible unir espiritualmente aún más
a todos los pueblos que forman este gran Continente y, a la vez, desde la
misión religiosa que le es propia, impulsar un espíritu solidario entre todos
ellos, que permita, en modo particular, encontrar vías de solución a las
dramáticas situaciones de amplios sectores de población que aspiran a un
legítimo progreso integral y a condiciones de vida más justas y dignas.366
Este preciso momento histórico lo recuerda el Santo Padre en la
Exhortación Apostólica Ecclesia in America:
Precisamente el mismo día en que se cumplían los quinientos años del
comienzo de la evangelización de América, el 12 de octubre de 1992, con
el deseo de abrir nuevos horizontes y dar renovado impulso a la
evangelización, en la alocución con la que inauguré los trabajos de la IV
Conferencia General del Episcopado Latinoamericano en Santo Domingo,
365
CARDENAL JAN PIETER SCHOTTE, Secretario General del Sínodo de los Obispos, La
Asamblea Especial para América del Sínodo de los Obispos. En: Arch. PCAL, IV Reunión
Plenaria de la PCAL, Ciudad del Vaticano, 19 al 23 de junio de 1995.
366
JUAN PABLO II, Discurso inaugural de la IV Conferencia General del Episcopado
Latinoamericano, Santo Domingo, 12 de octubre de 1992. En: AAS 85 (1993) 820-821.
332
hice la propuesta de un encuentro sinodal « en orden a incrementar la
cooperación entre las diversas Iglesias particulares» para afrontar juntas,
dentro del marco de la nueva evangelización y como expresión de
comunión episcopal, « los problemas relativos a la justicia y la solidaridad
entre todas las Naciones de América ». La acogida positiva que los
Episcopados de América dieron a esta propuesta, me permitió anunciar en
la Carta apostólica Tertio millennio adveniente el propósito de convocar
una asamblea sinodal «sobre la problemática de la nueva evangelización
en las dos partes del mismo Continente, tan diversas entre sí por su origen
y su historia, y sobre la cuestión de la justicia y de las relaciones
económicas internacionales, considerando la enorme desigualdad entre el
Norte y el Sur ». Entonces se iniciaron los trabajos preparatorios
propiamente dichos, hasta llegar a la Asamblea Especial del Sínodo de los
Obispos para América, celebrada en el Vaticano del 16 de noviembre al 12
de diciembre de 1997.367
Como ya lo indica el texto apenas citado, los episcopados de
América Latina acogieron con entusiasmo la idea, que en la mente del
Papa era ya la de una Asamblea especial del Sínodo de los Obispos. El
CELAM en su XXIV asamblea ordinaria, celebrada en Caracas, en
marzo de 1993, inició el diálogo sobre la mencionada idea de Juan
Pablo II y al final emanó la propuesta siguiente:
Que el CELAM procure, en contacto con la Santa Sede, hacer las consultas
previas a las Conferencias Episcopales sobre la preparación de una
Conferencia Panamericana, secundando la propuesta del Santo Padre.
La XXIII Reunión Interamericana de Obispos, celebrada en junio de
1993 en Toronto (Canadá) trató ampliamente sobre el tema e insistió
en la necesidad de iniciar la consulta oficial a las Conferencias
Episcopales de América Latina.
Seguidamente
la
Presidencia
del
Consejo
Episcopal
Latinoamericano, en cumplimiento de la propuesta de las dos
Asambleas anteriormente citadas, envió una carta, el 28 de julio de
1993, a los Presidentes de las Conferencias Episcopales de América
Latina, en la que se pedían opiniones y sugerencias sobre el posible
“Encuentro” de representantes de los Episcopados de todo el
Continente americano. De las 22 Conferencias que conforman el
Consejo Episcopal se recibieron 16 respuestas (febrero de 1994). En
ellas se exponían las razones en pro de este “encuentro” de carácter
sinodal y se señalaban algunas dificultades para su realización.
367
JUAN PABLO II, Ecclesia in America, n. 2.
333
La III Reunión Plenaria de la CAL (11-15 Octubre de 1993) debatió
ampliamente la idea propuesta por el Santo Padre en el discurso
inaugural de la IV Conferencia General del Episcopado
Latinoamericano, relativa a la eventual Asamblea sinodal de toda
América. Como fruto del diálogo, unánimemente se aprobó la
conveniencia de celebrar una Asamblea especial del Sínodo de los
Obispos en Roma.368
Como lo recuerda el Papa en el número 2 de la Exhortación
Apostólica Ecclesia in America, en la Carta Apostólica Tertio
Millennio Adveniente anunció la celebración de un sínodo para
América. En el número 38 de la mencionada Carta Apostólica se lee:
Una exigencia posterior señalada por los Cardenales y los Obispos es la de
los Sínodos de carácter continental, en la línea de los ya celebrados para
Europa y Africa. La última Conferencia General del Episcopado
Latinoamericano ha acogido, en sintonía con el Episcopado
norteamericano, la propuesta de un Sínodo panamericano sobre la
problemática de la nueva evangelización en las dos partes del mismo
continente, tan diversas entre sí por su origen y su historia, y sobre la
cuestión de la justicia y de las relaciones económicas internacionales,
considerando la enorme desigualdad entre el Norte y el Sur.369
El 12 de junio de 1995 el Papa nombró el Consejo presinodal de la
Secretaría General del Sínodo de los Obispos para la Asamblea
Especial para América, encargado de ayudar al Secretario General del
Sínodo de los Obispos en la preparación de la Asamblea. Dicho
Consejo pre-sinodal estaba compuesto en su mayoría por Obispos de
América.
1.2.2 Preparación
La preparación de las Asambleas Sinodales es competencia del
Sínodo de los Obispos, por esto la Secretaría General inmediatamente
comenzó el proceso de preparación para esta asamblea sinodal
especial enviando una carta de consulta a todos los interesados en el
Continente americano, es decir a las Conferencias Episcopales y a los
Arzobispos sui iuris de las Iglesias Orientales, así como también a la
Curia Romana y a la Unión de Superiores Generales, con el objeto de
definir un tema de relevancia contemporánea, de interés universal y de
carácter urgente para ser tratado en esta asamblea sinodal especial.
368
Cfr. MONS. CIPRIANO CALDERON, Relación-Memoria de la III reunión plenaria de la
CAL, VI. En:
369
JUAN PABLO II, Tertio Millennio Adveniente, 10 de noviembre de 1994, 38.
334
Los resultados de esta consulta, ulteriormente analizados y discutidos
por el Consejo pre-Sinodal de la Asamblea Especial para América, así
como una serie de recomendaciones elaboradas por el mismo consejo,
fueron luego remitidos al Santo Padre.
Tomando en consideración las propuestas del Consejo, el Santo
Padre eligió el siguiente tema para esta Asamblea Especial: Encuentro
con Jesucristo vivo, camino para la conversión, la comunión y la
solidaridad en América. La formulación del tema intenta responder al
contexto de las circunstancias de la Iglesia en América y al mismo
tiempo abarcar la realidad que afecta a tanta gente y tantas culturas del
Continente americano.
Iluminando el rol central de Jesucristo vivo, como camino de conversión,
de comunión y de solidaridad, la Iglesia en América se preparará mejor a
celebrar el Gran Jubileo del Año 2000 y cumplirá más eficazmente la
nueva evangelización llevando a todos habitantes del Continente el
mensaje de salvación.
Para presentar en modo general este tema sinodal, la Secretaría General del
Sínodo de los Obispos, en cooperación con los miembros del mismo
Consejo pre-Sinodal y teólogos del Continente americano, ha elaborado
los Lineamenta, el primero de una serie de documentos en relación con la
Asamblea Especial para América. Como su mismo nombre lo sugiere, este
documento ofrece un primer esbozo sobre el tema. El único propósito de la
elaboración de este texto es suministrar una base común de reflexión, así
como también generar sugerencias y observaciones.370
Los Lineamenta, enviados a los Obispos de América para ser
estudiados obtuvieron la misma buena acogida que había suscitado la
idea de la celebración de la Asamblea Sinodal. El cuestionario que los
acompañaba fue contestado por 23 de las 24 Conferencias Episcopales
de América.
Con las respuestas de las Conferencias Episcopales y de las otras
partes interesadas, a las cuales por derecho competía responder, el
Consejo pre-sinodal y la Secretaría General con la ayuda de expertos
procedieron luego a la redacción del Documento de Trabajo, que fue
objeto de la cuarta y quinta reuniones del Consejo pre-sinodal,
celebradas en Roma respectivamente del 6 al 8 de mayo y del 2 al 4 de
julio de 1997. En la primera de estas reuniones se estudió un proyecto
370
CARDENAL JAN PIETER SCHOTTE, Secreatrio General del Sínodo de los Obispos,
Presentación de los Lineamenta de la Asamblea Especial para América del Sínodo de los Obispos,
Ciudad del Vaticano, 1996.
335
inicial del texto, que contenía una síntesis de las respuestas divididas
según los grandes temas sugeridos por el cuestionario. La segunda
reunión fue dedicada al estudio de un segundo proyecto, en el cual se
habían integrado en un único texto las diversas partes del primer
proyecto y las observaciones presentadas oportunamente por los
Miembros del Consejo pre-sinodal.
El Instrumentum laboris, presentado en los cuatro idiomas oficiales
definidos para la Asamblea Especial (español, inglés, portugués y
francés), conservaba, en sus grandes líneas, el esquema desarrollado
por el Documento de Preparación, el cual, a su vez, seguía los
aspectos propuestos por el tema de la asamblea sinodal: Encuentro
con Jesucristo vivo - camino de conversión - camino de comunión camino de solidaridad. De este modo, el Documento de Trabajo
quedaba compuesto por una introducción, cuatro partes y una breve
conclusión.
En la introducción se centra la atención sobre el tema sinodal y sobre las
tres características fundamentales que definen la identidad religiosa de
América: la común raíz cristiana, la vitalidad de una Iglesia joven y el
pluralismo cultural. En la primera parte, bajo el título "El Encuentro con
Jesucristo vivo", se desarrollan los grandes principios que aseguran el
anuncio de la verdad completa sobre el misterio de Cristo, así como
también el tema de la relación entre Evangelio y cultura (las características
dominantes de la cultura contemporánea, las culturas indígenas y
afroamericanas, las culturas de los pueblos inmigrantes, la piedad popular,
la educación y los medios de comunicación social). En la segunda parte, se
desarrolla el tema de la conversión a Jesucristo y se plantean los aspectos
positivos y negativos de la realidad eclesial y del mundo en el contexto
americano. La tercera parte, desarrolla el tema de la comunión en
Jesucristo como presupuesto y como finalidad de la evangelización, y
además introduce en la temática de la eclesiología de la comunión en el
Concilio Vaticano II, para luego exponer las dificultades para la comunión
intraeclesial y la situación de la Iglesia Católica en el contexto religioso
del Continente (relaciones ecuménicas, diálogo interreligioso y el
problema de las sectas y otros movimientos religiosos). En la cuarta parte,
se enfrenta el tema de la solidaridad, llamando la atención sobre la
conciencia solidaria de la Iglesia en América y sobre el uso que Ella hace
de la Doctrina Social para responder a los grandes desafíos de la sociedad
contemporánea en el Continente (la pobreza, la deuda externa y la cultura
de muerte, entre otros). El documento se cierra con una breve conclusión,
en la cual se retoman las coordenadas del tema sinodal en relación a la
nueva evangelización en los umbrales del tercer milenio, invocando la
protección de la Virgen María, Nuestra Señora de Guadalupe, para
336
anunciar a Jesucristo vivo, camino de conversión, comunión y solidaridad
en el Continente.371
1.2.3 Celebración de la Asamblea y la Exhortación Apostólica
Postsinodal
Ya con el Instrumento Laboris se llegó a la inauguración de la
Asamblea Especial para América. El 16 de noviembre de 1997 fue
inaugurada en la Ciudad del Vaticano con la solemne celebración
eucarística presidida por Su Santidad Juan Pablo II en la Basílica de
San Pedro.
Concluida la Asamblea Sinodal el fruto del diálogo y de la reflexión
de los Padres Sinodales fue entregado al Santo Padre, que en enero de
1999 promulgó la Exhortación Apostólica Postsinodal Ecclesia in
America. Juan Pablo II, en un gesto más de su solicitud por América
quiso firmar la mencionada Exhortación y entregarla a los
Episcopados de América en el Santuario Mariano de Nuestra Señora
de Guadalupe, en México, el 22 de enero de 1999. El 23 de enero
celebró en el mismo Santuario la misa conclusiva del Sínodo para
América, colocando a los pies de la Virgen Mestiza del Tepeyac los
frutos de la Asamblea Sinodal.
La Exhortación Apostólica Postsinodal está estructura en una
introducción, seis capítulos y la conclusión. Los Capítulos desarrollan
el tema de la Asamblea Especial para América: capítulo I: El
encuentro con Jesucristo vivo; capítulo II: El encuentro con Jesucristo
en el hoy de América; capítulo III: Camino de conversión; capítulo
IV: Camino para la comunión; capítulo V: Camino para la solidaridad;
capítulo VI: la misión de la Iglesia en América: la Nueva
Evangelización.
1.2.4 La Pontificia Comisión para América Latina y la Asamblea
Especial para América del Sínodo de los Obispos.
En el informe de la actividad de la Pontificia Comisión para América
Latina durante el año 1997, en relación con la Asamblea Especial para
América del Sínodo de los Obispos se sintetiza así el papel que en este
evento eclesial tuvo la CAL:
371
Cardenal Jan Pieter Schotte, Secretario General del Sínodo de los Obispos, Presentación
del Instrumento Laboris de la Asamblea Especial para América del Sínodo de los Obispos, Ciudad
del Vaticano 1997.
337
La Pontificia Comisión para América Latina en su primer momento, en el
ámbito de su propia competencia, sostuvo esta iniciativa lanzada por la
primera vez por el Santo Padre en el discurso inaugural de la IV
Conferencia General del Episcopado Latinoamericano en Santo Domingo,
en octubre de 1992 y hecha explícita en la Carta Apostólica Tertio
Millennio Adveniente.
La Comisión participó activamente en la preparación del Sínodo. Tanto el
Presidente como el Vice-Presidente, por nombramiento pontificio, como
algunos de los Consejeros y Miembros, formaron parte del Consejo Presinodal de la Secretaría del Sínodo de los Obispos para la Asamblea
Especial para América. Además, durante toda la fase preparatoria del
Sínodo, hubo una constante comunicación entre la Comisión y la
Secretaría General del Sínodo de los Obispos, como también con un
numeroso grupo de Obispos latinoamericanos.
El 28 de enero de 1997, los Consejeros y Miembros presentes en Roma se
reunieron para estudiar los Lineamenta preparados con ocasión de la
Asamblea Sinodal. Fue elaborada una síntesis que se presentó luego a la
Secretaría General del Sínodo de los Obispos.
Participaron como miembros de la Asamblea Especial del Sínodo de los
Obispos para América, el Cardenal Presidente de la Comisión, como
Miembro ex officio; el Obispo Vice Presidente, como Miembro ex nomina
pontificia y casi todos los Consejeros y Miembros de la Comisión, por
diversos motivos.
Durante la realización de la Asamblea Sinodal, en colaboración con el
Consejo Episcopal Latinoamericano, en las oficinas de la Comisión se
estableció una secretaría al servicio de los Padres Sinodales
latinoamericanos, que trabajó intensamente.372
2. La Iglesia en América Latina ante el nuevo milenio que se
abre: la Quinta Conferencia General del Episcopado Latinoamericano
Con la frescura que imprimió a la Iglesia la celebración del Gran
Jubileo del año 2000, el Papa Juan Pablo II convocó a la Iglesia a
proyectarse con entusiasmo hacia el futuro, a remar mar adentro en el
mar de la historia para adentrarse en el nuevo milenio que se abre, duc
in altum! En la Carta Apostólica Tertio Millennio Ineunte exhortaba a
toda la Iglesia:
Queridos hermanos y hermanas, es necesario pensar en el futuro que nos
espera. Tantas veces, durante estos meses, hemos mirado hacia el nuevo
372
Attività della Santa Sede, 1997, 860-861.
338
milenio que se abre, viviendo el Jubileo no sólo como memoria del pasado,
sino como profecía del futuro. Es preciso ahora aprovechar el tesoro de
gracia recibida, traduciéndola en fervientes propósitos y en líneas de
acción concretas. Es una tarea a la cual deseo invitar a todas las Iglesias
locales. En cada una de ellas, congregada en torno al propio Obispo, en la
escucha de la Palabra, en la comunión fraterna y en la « fracción del pan »
(cf. Hch 2,42), está « verdaderamente presente y actúa la Iglesia de Cristo,
una, santa, católica y apostólica ».1 Es especialmente en la realidad
concreta de cada Iglesia donde el misterio del único Pueblo de Dios asume
aquella especial configuración que lo hace adecuado a todos los contextos
y culturas. 373
Esta exhortación del Juan Pablo II fue acogida con fervor por el
Episcopado latinoamericano, que para responder a los deseos del Papa
comenzó a pensar en una V Conferencia del Episcopado
Latinoamericano como la mejor ocasión para asimilar las enseñanzas
del Santo Padre en la Exhortación Apostólica Ecclesia in America, la
riqueza de espiritualidad que había dejado el Gran Jubileo y proyectar
así, con renovado entusiasmo, la Iglesia del Continente hacia el tercer
milenio que llega.
2.1 Génesis de la idea y su maduración
La idea surgió durante la XXVIII asamblea ordinaria del CELAM,
celebrada en Caracas (Venezuela) en el mes de mayo del 2001. En
aquella ocasión, mientras se discutía de la celebración de los 50 años
del CELAM, el Presidente de la Conferencia Episcopal de Honduras,
Cardenal Oscar Rodríguez Maradiaga, intervino diciendo que cabía
pedirle al Santo Padre la convocación de una nueva Conferencia
General del Episcopado Latinoamericano. La propuesta fue acogida
con entusiasmo por los participantes que dieron su voto favorable,
sólo dos se abstuvieron. Asì, pues, el 12 de octubre del 2001 la
Presidencia del CELAM escribió al Santo Padre pidiendo que
“tuviera a bien” aprobar la idea de una V Conferencia General del
Episcopado Latinoamericano, de modo que fuera posible iniciar su
preparación remota.374
El 30 de noviembre del 2001 el CELAM recibió la primera respuesta
por parte de la Santa Sede. Mediante carta de esa fecha, la CAL
comunicaba:
373
JUAN PABLO II, Tertio Millennio Ineunte, 3
Cfr. Carta de la Presidencia del CELAM al Santo Padre. Roma, 12 de Octubre del 2001.
En: Arch.PCAL, V Conferencia, I-Preparación, 1. Pasos iniciales.
374
339
El Santo Padre ha visto con atención el asunto, como lo han hecho también
la Secretaría de Estado de Su Santidad y la Presidencia de esta Pontificia
Comisión para América Latina. La propuesta ha sido considerada
favorablemente, pero no resulta fácil poder dar ahora una respuesta
relativa a una iniciativa que ha de realizarse dentro de 5 años. Siendo
difícil asumir actualmente un compromiso real para el 2005, parece
conveniente que el Consejo de Presidencia del CELAM siga
profundizando la cuestión y presente el problema de nuevo después de un
año.375
El 21 de marzo del 2003 la Presidencia del CELAM volvió a escribir
al Santo Padre renovando la petición hecha en el 2001. En esta
segunda carta el CELAM afirma:
Durante el tiempo transcurrido desde entonces hemos consultado, en
diferentes instancias de la IglesialLatinoamericana y hemos constatado no
sólo la general aceptación, sino también la conveniente oportunidad de su
celebración. El parecer es pues, de entusiasmo y esperanza para dar un
nuevo impulso a la pastoral del Continente.
En cuanto a los temas aparece con mayor insistencia y consenso responder
al llamado de la NMI, 3 “para pensar en el futuro que nos espera”,
(analizar el fervor y recuperar un nuevo impulso para el compromiso
espiritual y pastoral y propiciar así el encarnarse de la Iglesia en el
tiempo y en el espacio.376
La Presidencia del CELAM deseaba poder transmitir la decisión del
Santo Padre a los Obispos reunidos en la XXIX Asamblea Ordinaria,
en mayo del 2003. En esa Asamblea del CELAM el Cardenal
Giovanni Battista Re propuso reflexionar sobre el tema de la V
Conferencia General, sobre su fecha de celebración y sobre el lugar
más adecuado, propuso además que no se celebrara en octubre o
noviembre del 2005 para no coincidir con la Asamblea del Sínodo de
los Obispos sino que se trasladara para unos meses después y que
como lugar de celebración se considerara la posibilidad de la Ciudad
de Roma.
La Asamblea no trató toda la temática relativa a la V Conferencia,
pero manifestó el deseo de que la Conferencia fuera celebrada en
América Latina, mas deseando contar con la presencia del Papa se
expresó también la disponibilidad de que fuera celebrada en Roma.
375
Carta del Cardenal Giovanni Battista Re, Presidente de la CAL, a Mons. Jorge Enrique
Jiménez Carvajal, Presidente del CELAM. Vaticano, 30 de noviembre de 2001. En: Arch.PCAL,
V Conferencia, I-Preparación, 1. Pasos iniciales.
376
Carta de la Presidencia del CELAM al Santo Padre. Bogotá, 21 de marzo de 2003. En:
Arch.PCAL, V Conferencia, I-Preparación, 1. Pasos iniciales.
340
Finalmente la Asamblea, constatando la favorable acogida que el
Santo Padre daba a la petición, decidió renovar unánimemente la
solicitud de la V Conferencia.
El CELAM inició desde entonces una preparación más intensa
recibiendo observaciones de parte de los Cardenales de la Santa Sede
y de colaboradores del Santo Padre y de tantos otros interesados en
razón de su oficio en la celebración de la V Conferencia. Al CELAM
llegaron observaciones de diverso tipo: las primeras recogían las
experiencias difíciles de la Conferencia de Santo Domingo, las
segundas señalaban los inconvenientes de elaborar en la misma
Conferencia un documento conclusivo y por último las que indicaban
que no era conveniente tratar un tema demasiado denso.
2.2 La reunión de Puebla, febrero del 2004
La Presidencia del CELAM, el 17 de octubre del año 2003, informó
del estado de la cuestión a todos los Presidentes de las Conferencias
Episcopales y a los Cardenales latinoamericanos que participaron en
la celebración del 25º aniversario del pontificado del Santo Padre. La
información que allí se comunicó preparó el encuentro de Puebla de
los Ángeles, los días 12 y 13 de febrero del 2004, programado para
esbozar la preparación de la V Conferencia del Episcopado
Latinoamericano. Este encuentro precedió la jornada académica del 14
de febrero con la que se celebraron los 25 años de la III Conferencia
General del Episcopado Latinoamericano y de la primera
peregrinación del Santo Padre a Santo Domingo y a México.
El encuentro de Puebla, a la cual asistieron casi todos los Presidentes
de las Conferencias Episcopales, fue un primer paso en el largo
camino de preparación. Aún no se sabía cuál sería la modalidad de la
Asamblea, pero la Santa Sede apoyaba su trabajo preparatorio.
Durante estos dos días, los representantes de las Conferencias
Episcopales de América Latina reflexionaron sobre la magnitud de los
cambios ocurridos recientemente en nuestros pueblos y en la Iglesia
de nuestro continente. Los impresionó la extensa lista de
transformaciones profundas que se habían producido y que seguían
modelando y desafiando la acción pastoral de la Iglesia.
Los Obispos reunidos en Puebla consideraron también atentamente
todas las objeciones que se habían presentado en relación con la
341
Conferencia general. Sobre las objeciones los Obispos presentes
fueron del parecer: 1) que el número de participantes podía reducirse a
un máximo de 200 miembros; 2) que era posible tomar decisiones
durante la asamblea, que fuesen la base para elaborar posteriormente
un documento final; y 3) concentrar el temario en una materia
específica. Los Obispos consideraron también la posibilidad de no
concluir la V Conferencia con un documento, sino de programar una
Gran Misión Continental.
Se examinó igualmente la fecha prevista para la V Conferencia y se
pensó que podía ser celebrada en septiembre del 2006. Sobre la fecha
se tuvo siempre presente la celebración del Sínodo de los Obispos del
2005 y la relativa Exhortación Apostólica Postsinodal, de todos modos
la intención del CELAM era poder celebrar la Conferencia antes de
mayo del 2007, cuando se elegiría la nueva presidencia del
CELAM.377
2.3 Desafíos y signos de esperanzas que motivaron la V Conferencia
Los Obispos reunidos en Puebla en febrero del 2004 examinaron las
razones por las cuales era conveniente celebrar la V Conferencia
General del Episcopado Latinoamericano. En modo particular las dos
ponencias presentadas por Monseñor Jorge Enrique Jiménez Carvajal
y por el Cardenal Cláudio Hummes, los convencieron que eran tantos
los desafíos que la Iglesia en Latinoamérica debía afrontar al inicio del
tercer milenio, que se hacía siempre más necesario que los Obispos
del Continente se reunieran en Conferencia General para buscar juntos
las estrategias pastorales adecuadas para transmitir con fidelidad el
evangelio en la cambiante cultura latinoamericana.
Monseñor Jorge Jiménez Carvajal trazó el itinerario histórico de las
Conferencias anteriores, desde Río de Janeiro hasta Santo Domingo,
cada una celebrada en un momento particularmente importante en el
camino evangelizador de la Iglesia en América Latina. La Conferencia
del Cardenal Claudio Hummes sobre la nueva situación que afronta la
Iglesia en el Subcontinente, mostró los profundos cambios religiosos,
políticos económicos y culturales a los que se debe enfrentar la
377
Sobre esta reunión de Puebla cfr. Arch.PCAL, V Conferencia, I-Preparación, 2.
Aniversario XXV de Puebla realizado en febrero del 2004, 2) Aniversario de Puebla y la V
Conferencia, c) Carta Card. Errázurriz al Card. Re donde le informa sobre los puntos tratados en
Puebla con relación a la V Conferencia. 10 de Marzo del 2004.
342
Iglesia. Era claro que a la Iglesia en América Latina el tiempo actual
presenta grandes desafíos pero también extraordinarios signos de
esperanza.
Entre los desafíos que debe afrontar la Iglesia, el Cardenal Hummes
evidenciaba principalmente el descenso del número de los católicos; el
desconcierto ante el pluralismo religioso; la agresividad contra la
Iglesia; la pérdida de credibilidad de la Iglesia a causa de los graves
escándalos, con razón o sin razón, suscitados; la globalización
asimétrica de los valores; la secularización; el desconocimiento de la
Doctrina Social de la Iglesia; la inestabilidad política y la corrupción;
la pobreza y el desempleo; la educación de la juventud según modelos
que la alejan de la Iglesia; y el débil proceso de integración
latinoamericana.
En medio a estos desafíos brillan con fuerza los signos de esperanza,
entre los que el Cardenal Hummes señala la fe en Dios; la religiosidad
popular; el amor a la Santísima Virgen; la devoción al Santo Padre; el
significativo número de laicos comprometidos; el fuerte proceso de
Nueva Evangelización que anima a los fieles al encuentro con
Jesucristo vivo; los esfuerzos educativo de la Iglesia
Ante este panorama, los Obispos se afianzaron en su convicción de
sugerir al Papa la convocación de la Conferencia General. Los
Obispos percibieron que Latinoamérica y el Caribe necesitaban un
impulso nuevo, sabio y vigoroso, si querían mantener y profundizar el
sustrato católico de su cultura.
A la luz de los desafíos y las esperanzas de la Iglesia en América
Latina, en el encuentro de Puebla se examinaron los temas que habían
sido propuestos como el tema central e integrador de la V
Conferencia, como fruto de las reflexiones se coincidió en centrar
todas las reflexiones, las oraciones y los trabajos de la V Conferencia
en el mismo tema: Discípulos de Jesucristo en la Iglesia Católica
para la Nueva Evangelización en el tercer milenio.
2.4 El carácter canónico de la Conferencia General
Un interrogante que tocaba más profundamente la Conferencia
General del Episcopado Latinoamericano estaba relacionado con su
identidad según las normas canónicas vigentes. Este interrogante lo
343
planteó claramente el Cardenal Angelo Sodano, Secretario de Estado
de Su Santidad, en carta enviada al CELAM:
Hay que reflexionar sobre si todavía es oportuno o no el recurso a la
fórmula de las Conferencias Generales del Episcopado Latinoamericano,
tal como se hicieron en el pasado. Como es sabido, este tipo de reuniones
son una fórmula preter-canónica no prevista por la actual legislación
eclesiástica. A esto, hay que añadir la reflexión sobre si no es más
conveniente recurrir a algunos de los recursos canónicos existentes, como
podía ser una Asamblea general del CELAM o una Asamblea Especial del
Sínodo de los Obispos.378
En relación con este problema apenas expuesto, el Cardenal
Errázurriz, de acuerdo con el Cardenal Secretario de Estado, promovió
una consulta entre los Presidentes de las Conferencias Episcopales de
América Latina y el Caribe y los Cardenales latinoamericanos.379 De
los 24 Cardenales respondieron 23 y de los 22 Presidentes de
Conferencias Episcopales que componen el CELAM, respondieron
21. El resultado de la consulta fue favorable a que la Asamblea
prevista fuese una Conferencia General del Episcopado
Latinoamericano.
De la consulta resultó también que los Obispos consultados deseaban
que fuera celebrada no antes de noviembre 2006 y no después de
febrero 2007, con el deseo de tener listas las conclusiones para mayo
del 2007, cuando se instalaría la nueva Presidencia del CELAM.
2.5 La audiencia pontificia del 27 de mayo 2004
En mayo del 2004, su Santidad Juan Pablo II quiso encontrar al
Presidente y al Secretario General del CELAM para conocer más de
cerca la historia de la iniciativa y lo que se había realizado desde la
Asamblea del CELAM en el 2001. El Cardenal Francisco Javier
Errázurriz Ossa, Presidente del CELAM, a propósito de esta audencia
escribe:
Fuimos invitados a almorzar con él el día jueves recién pasado.
Compartían la mesa con el Santo Padre, junto a sus dos secretarios
personales, Mons. Leonardo Sandri, Sustituto de la Secretaría de Estado, y
378
Carta del Cardenal Angelo Sodano, Secretario de Estado, al Cardenal Francisco Javier
Errázuriz Ossa, Presidente del CELAM. Vaticano, 20 de abril de 2004. En: Arch.PCAL, V
Conferencia, I. Preparación, 3. Abril-Diciembre de 2004.
379
Cfr. Carta del Cardenal Francisco Javier Errázuris Ossa, Presidente del CELAM, a los
Presidentes de las Conferencias Episcopales de Latinoamérica y el Caribe. Santiago, 21 de abril
de 2004. En: Arch.PCAL, V Conferencia, I-Preparación, 3. Abril-Diciembre de 2004.
344
nosotros dos, en representación del CELAM. La comida sería un almuerzo
de trabajo.
Le relatamos al Santo Padre toda la historia de esta iniciativa, comenzando
con la proposición del Cardenal Oscar Andrés Rodríguez en la Asamblea
de Caracas, en mayo del 2001, hasta la consulta reciente. [...] El Santo
Padre había recibido la documentación que le había sido preparada para la
audiencia y conocía la materia.
Cuando llegamos a la pregunta clave, que estaba sometida a la resolución
del Santo Padre - si el encuentro sería una Va Conferencia General del
Episcopado Latinoamericano o una Asamblea especial del Sínodo de los
Obispos - consideró las respuestas a la consulta reciente y no se hizo
esperar su decisión favorable a una Va. Conferencia General. La comunicó
con estas palabras: “Mantenete la vostra forma!”.
[...] Con el Santo Padre hablamos también de la fecha de la celebración.
En atención a todas las circunstancias y a las opiniones que ustedes
enviaron, la celebración será, Dios mediante, en enero o febrero del año
2007.380
El Cardenal Errázurriz dejó en las manos del Santo Padre una carta
en la que solicitaba la aprobación de la V Conferencia. Escribía el
Cardenal Errázuriz “Con nuestros trabajos preparatorios no podemos
seguir adelante, mientras Vuestra Santidad no tenga a bien
manifestarnos si aprueba la celebración de una V Conferencia General
del Episcopado Latinoamericano y defina la fecha aproximada de su
eventual realización”.381
Con fecha 31 de mayo de 2004 el Cardenal Angelo Sodano,
Secretario de Estado, escribía al Cardenal Giovanni Battista Re,
Presidente de la Pontificia Comisión para América Latina:
El Santo Padre, a la luz de cuanto el Cardenal Presidente del CELAM le ha
expuesto, con su carta del pasado día 27 de mayo, ha aceptado la petición
de convocar una Conferencia General del Episcopado Latinoamericano,
disponiendo además que tenga lugar en Roma en el mes de febrero del año
2007.382
380
Carta del Cardenal Francisco Javier Errázuris Ossa, Presidente del CELAM, a los
Presidentes de las Conferencias Episcopales de América Latina y el Caribe. Santiago, 31 de mayo
de 2004. En: Arch.PCAL, V Conferencia, I-Preparación, 3. Abril-Diciembre 2004.
381
Cfr. Carta del Cardenal Francisco Javier Errázuriz Ossa, Presidente del CELAM, al
Santo Padre. Roma, 27 de mayo de 2004. En: Arch.PCAL, V Conferencia, I-Preparación, 3. AbrilDiciembre de 2004.
382
Carta del Cardenal Angelo Sodano, Secretario de Estado, al Cardenal Giovanni Battista
Re, Presidente de la Pontificia Comisión para América Latina. Vaticano, 31 de mayo de 2004. En:
Arch.PCAL, V Conferencia, I-Preparación, 3. Abril-Diciembre de 2004.
345
2.6 Consulta a las Conferencias Episcopales de América Latina
Durante el 2004 y hasta abril del 2005, se hicieron las consultas
necesarias a las Conferencias Episcopales, siguiendo la metodología
ya empleada en las anteriores ocasiones a través de las reuniones
episcopales regionales.
Las reflexiones tenidas durante estas reuniones confirmaron el deseo
de que el tema que se presentara al Papa versara sobre la identidad, la
formación y la comunión de los discípulos de Jesucristo, como
también su envío misionero y su misión como constructores de la
comunión en la Iglesia y en la sociedad. El tema desde el principio
apareció centrado en el ser Discípulos de Jesucristo. Con los aportes
de las Conferencias se preparo el tema que fue propuesto al Papa para
su aprobación
2.7 La aprobación del tema por parte del Papa
El CELAM deseaba que el Santo Padre pudiera entregarle el tema
como él lo aprobara a comienzos de mayo. Pues así, con ocasión de la
asamblea del CELAM, en Lima a partir del dia 17 de mayo del 2005,
se podía comunicar a todas las Conferencias Episcopales de América
Latina.
Por eso apenas se pudo recoger de todas las Conferencias
Episcopales las proposiciones, el CELAM propuso al Santo Padre el
siguiente temario: “Por el encuentro con Jesucristo, discípulos y
misioneros en la comunión de la Iglesia Católica, al inicio del tercer
milenio, para que nuestros pueblos tengan vida”.
El 28 de abril, pocos días después de la elección, el Santo Padre
Benedicto XVI recibió en audiencia a la Presidencia del CELAM para
tratar asuntos relacionados con la V Conferencia. 383 El CELAM
solicitó esa audiencia para dejar en manos del Santo Padre el tema, la
fecha, el lugar y la convocación de la V Conferencia General del
Episcopado Latinoamericano, que había sido ya aprobada por el Santo
Padre Juan Pablo II y por él prevista para febrero del 2007. 384
383
Cfr. L'america Latina sull'agenda del Papa. En: Avvenire, Venerdì 29 aprile 2005, 3.
Cfr. Carta de la Presidencia del CELAM al Santo Padre Benedicto XVI. Roma, 27 de
abril de 2005. En: Arch.PCAL, V Confrencia, I-Preparación, 4. Marzo-Junio de 2005.
384
346
Ya en esa ocasión Su Santidad se mostró plenamente de acuerdo con
la celebración de la misma, manifestando su deseo de aprobar el tema
antes de la Asamblea del CELAM programada para mayo del 2005 en
Lima. Sin embargo, la cantidad de asuntos a los cuales el Santo Padre
debió atender durante los primeros meses de su pontificado le
impidieron proceder rápidamente y dar la respuesta al CELAM en el
tiempo deseado.
El 7 de julio del 2005, durante la audiencia concedida al Presidente
del CELAM, le entregó el tema definitivo de la V Conferencia
General del Episcopado Latinoamericano, que el Cardenal Errázuriz
comunicó a los Presidentes de las Conferencias Episcopales:
El día 7 de este mes, en la audiencia que tuve con el Santo Padre en el
Vaticano, me comunicó el tema que aprobaba para la V Conferencia
General del Episcopado Latinoamericano:
Discípulos y misioneros de Jesucristo,
para que nuestros pueblos en Él tengan vida.
- “Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida” (Jn 14, 6) –
De esta manera el Santo Padre acogió las conclusiones acerca de la formulación
del temario que aprotaron las 22 Conferencias Episcopales de América Latina y
el Caribe que componen nuestro Consejo Episcopal, y las de nuestra Asamblea
Ordinaria, celebrada en Lima.385
El Santo Padre enriqueció la enunciación del tema, pues suya es la
expresión “en Él” y la cita evangélica.386
2.8 Documento de Participación ( o Consulta)
Una vez aprobado el tema por parte del Santo Padre, se iniciaron las
actividades para la elaboración del Documento de Participación (o
Consulta). Con la ayuda de algunos expertos, la Comisión Central
Preparatoria de la V Conferencia se dedicó a la tarea de preparar el
Documento que presentara el tema y suscitara la participación de las
Comunidades en todas las diócesis del Continente. 387 El Documento
llamado justamente de Participación fue publicado en septiembre del
385
Carta del Cardenal Francisco Javier Errázurriz Ossa, Presidente del CELAM, a los
Presidentes de las Conferencias Episcopales de América Latina y el Caribe. Santiago, 11 de julio
de 2005. En: Arch.PCAL, V Conferencia, I-Preparación, 5. Julio-Diciembre del 2005.
386
Cfr. CARDENAL FRANCISCO JAVIER ERRÁZURRIZ OSSA, Nota de presentación del
Documento de Participación. Santiago, 8 de septiembre de 2005.
387
Con fecha del 3 de septiembre la CAL hizo llegar al CELAM algunas notas sobre el
“Documento de participación”. Cfr. Arch.PCAL, V Conferencia, I-Preparación, 5. Julio-Diciembre
del 2005.
347
2005. Inmediatamente se hizo llegar a las Conferencias Episcopales
para iniciar el período de estudio y participación.
A partir de noviembre del 2005 se empezaron a recibir en la sede del
CELAM los aportes de las Conferencias Episcopales. Durante el mes
de diciembre fueron clasificadas, según los diversos temas.
Respondieron 21 de las 22 Conferencias Episcopales. Sus respuestas
sumaron 1.421 páginas. En los Estados Unidos de América se trabajó
con el Documento de participación en 50 diócesis. También ellas
enviaron el fruto de sus reflexiones
2.9 El Documento de síntesis
Así fue llamado el Documento preparatorio final, y no “Documento
de Trabajo”, porque este último término se ha prestado a
interpretaciones erróneas, como si fuera el esbozo del documento
conclusivo. Con todo el material recibido, durante el mes de enero del
2007 un grupo de obispos y de teólogos trabajó en la sede del
CELAM resumiendo los aportes recibidos y escribiendo el
Documento de Síntesis. Este instrumento se entregó a todos los
convocados a la Conferencia para que tuvieran el tiempo de prepararse
en vista de una mejor participación en la Conferencia.
2.10 Lugar y fecha de celebración
El 14 de octubre del 2005, en el marco del Sínodo de los Obispos
sobre la Eucaristía, Su Santidad Benedicto XVI recibió en audiencia
los Cardenales Pedro Rubiano, Cláudio Hummes, Jorge Mario
Bergoglio y Javier Errázurriz Ossa. El Santo Padre quería convenir
sobre el lugar y la fecha de celebración de la V Conferencia.
Para los Obispos latinoamericanos la presencia del nuevo Papa en
América Latina era de suma importancia. La experiencia de los
numerosos viajes de Juan Pablo II en el Continente demostraban cómo
la presencia del sucesor de Pedro lograba despertar la fe de tantos que
vivían alejados de la Iglesia y animar a los que se esforzaban por vivir
en la fidelidad al evangelio y a la Iglesia. Además, su voz de Padre y
Pastor de la Iglesia llegaría más directamente al corazón de los fieles.
A estas razones pastorales los Cardenales añadieron una razón
simbólica importante, era oportuno demostrar prácticamente la
diferencia entre una Conferencia General del Episcopado y una
Asamblea del Sínodo de los Obispos. En el caso de la Conferencia
348
General del Episcopado Latinoamericano, la iniciativa surgía en el
seno mismo de los Obispos de América Latina, la primera proposición
del tema era obra de los mismos obispos, el documento final es una
expresión del magisterio del episcopado en comunión con el Santo
Padre que autoriza su publicación. Con todas estas motivaciones, los
Cardenales manifestaron su parecer en el sentido de que era
conveniente que la V Conferencia del Episcopado Latinoamericano se
celebrara en el lugar de América Latina que el Santo Padre tuviera a
bien establecer; y que el Episcopado y el pueblo latinoamericano
anhelaban contar con la presencia de Pedro, que confirma en la fe a
sus hermanos.
Después de escuchar las proposiciones el Santo Padre decidió: “será
junto al Santuario mariano de Aparecida. Dios que me ha dado este
encargo, me dará las fuerzas para cumplirlo”. Como fecha aprobó que
tuviera lugar desde el 13 al 31 de mayo del año 2007. 388
El mismo día 14 de octubre, en la tarde, la Oficina de Prensa del
CELAM emanó el siguiente comunicado de Prensa:
EL viernes 14 de octubre, el Santo Padre Benedicto XVI recibió en
audiencia al Presidente del CELAM, Cardenal Francisco Javier Errázuriz,
en compañía de los Cardenales Pedro Rubiano de Colombia, Claudio
Hummes de Brasil y Jorge Mario Bergoglio de Argentina.
El Santo Padre deseaba informarse del avance del trabajo preparatorio de
la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe.
Con gusto le fue entregado el primer ejemplar impreso del Documento de
Participación. Después de escuchar con mucho interés los motivos que
llevaron a los Presidentes de las Conferencias Episcopales a desear que la
V Conferencia General fuera celebrada en Latinoamérica, con la gracia
que alienta su ministerio de Pastor de la Iglesia Universal, manifestó a los
cardenales presentes que le parecía bien celebrar la V Conferencia General
del Episcopado Latinoamericano y del Caribe junto al Santuario Mariano
de Aparecida en Brasil, e inaugurar allí la gran Asamblea durante el mes
de mayo del año 2007.
Recordamos que el tema de esta V Conferencia General fue entregado en
julio pasado por el mismo Papa Benedicto XVI: “Discípulos y misioneros
388
Cfr. Carta de agradecimiento del Cardenal Francisco Javier Errázuriz Ossa, Presidente
del CELAM, al Santo Padre. Ciudad del Vaticano, 14 de octubre de 2005; Carta del Cardenal
Francisco Javier Errázuris Ossa, Presidente del CELAM, al Cardenal Giovanni Battista Re,
Presidente de la Pontificia Comisión para América Latina. Ciudad del Vaticano, 15 de octubre de
2005. En: Arch.PCAL, V Conferencia, I-Preparación, 5. Julio-Diciembre del 2005.
349
de Jesucristo para que nuestros pueblos en El tengan vida. Yo Soy el
Camino, la Verdad y la Vida (Jn 14,6)”.3892.11 La convocación oficial
El día 20 de abril del 2006, el Cardenal Giovanni Battista Re
comunicó al Presidente del CELAM, Cardenal Francisco Javier
Errázurriz Ossa, que el Santo Padre convocaba oficialmente para los
días 13 al 31 de mayo del año 2007 la Quinta Conferencia General del
Episcopado Latinoamericano y del Caribe. Aquí el texto de la carta de
convocación:
Vaticano, 20 Abril de 2006
Prot. N. 645/03
Eminencia Reverendísima:
El Santo Padre Benedicto XVI, acogiendo el deseo manifestado por
el CELAM y teniendo en cuenta el bien de la Iglesia en los Países de
América Latina ha convocado formalmente para los días del 13 al 31 de
mayo del año 2007 la Quinta Conferencia General del Episcopado
Latinoamericano, cuya sede será la ciudad de Aparecida en Brasil. El tema
de la Conferencia será: “Discípulos y misioneros de Jesucristo para que
nuestros pueblos en Él tengan vida” (“Yo soy el Camino, la Verdad y la
Vida”, Jn. 14,6).
Por encargo de Su Santidad le comunico también que el Sumo
Pontífice ha aprobado el adjunto Reglamento (anexo), que deberá seguirse
para la preparación, designación de participantes y el desarrollo de dicha
Quinta Conferencia.
Ruego, por tanto, a Vuestra Eminencia que informe a las
Conferencias Episcopales sobre la convocación del Santo Padre,
pidiéndoles que procedan a la elección de sus representantes y
oportunamente notifiquen el resultado de dichas elecciones a la Pontificia
Comisión para América Latina. Así mismo, tenga a bien solicitar a las
Conferencias Episcopales que presenten, de acuerdo con las disposiciones
del Reglamento, las personas que pudieren participar como invitados u
observadores en la Quinta Conferencia.
Me es grato participarle que el Santo Padre agradece de corazón la
labor de preparación de la Quinta Conferencia que ha ya realizado el
CELAM y las Conferencias Episcopales, extendiendo también su gratitud
a quienes colaboran en dicha preparación.
Invocando la intercesión de María Madre de la Iglesia para el feliz
éxito de este importante acontecimiento eclesial, el Santo Padre envía su
especial bendición apostólica.390
389
2006.
Oficina de Prensa del Consejo Episcopal Latinoamericano, Boletin del 14 de octubre de
350
El 12 de diciembre, día de Nuestra Señora de Guadalupe, a las 12 del
mediodía de Roma, se hizo público el nombramiento de los tres
Presidentes, del Secretario General y del Secretario Adjunto de la V
Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe. El
comunicado de prensa emanado por la Sala de Prensa de la Santa Sede
y publicado en L’Osservatore Romano es el siguiente:
El Santo Padre, acogiendo el deseo expresado por el CELAM, ha
convocado la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano,
que tendrá lugar en Aparecida (Brasil) del 13 al 31 de mayo del 2007 y
que tendrá como tema: "Discípulos y misioneros de Jesucristo para que
nuestros pueblos en Él tengan vida" ("Yo soy el Camino, la Verdad y la
Vida", Jn 14,6).
El Papa ha nombrado Presidentes de la V Conferencia General del
Episcopado Latinoamericano:
- al Eminentísimo Cardenal Giovanni Battista Re, Prefecto de la
Congregación para los Obispos y Presidente de la Pontificia Comisión para
América Latina;
- al Eminentísimo Cardenal Francisco Javier Errázuriz Ossa, Arzobispo de
Santiago de Chile y Presidente del CELAM;
- al Eminentísimo Cardenal Geraldo Majella Agnelo, Arzobispo de San
Salvador de Bahía y Presidente de la Conferencia Episcopal Brasileña.
El Santo Padre también ha nombrado Secretario General de la mencionada
Conferencia General a S.E. Mons. Andrés Stanovnik, O.F.M. Cap., Obispo
de Reconquista y Secretario General del CELAM; y Secretario Adjunto a
S.E. Mons. Odilo Scherer, Obispo Auxiliar de Sao Paulo Y Secretario
General de la Conferencia Episcopal de Brasil.391
2.12 Celebración. Discurso inaugural de S. S. Benedicto XVI
La V Conferencia del Episcopado Latinoamericano fue inaugurada
por el Santo Padre Benedicto XVI la tarde del 13 de mayo del 2007,
con un discurso que trazó las líneas fundamentales de la Conferencia
misma. En su discurso el Papa agradece a Dios por el don de la fe que
ha animado a los pueblos de América Latina durante más de cinco
siglos; subraya la continuidad de la V Conferencia con las
Conferencias precedentes celebradas en Río de Janerio (1955),
Medellín (1968), Puebla de los Ángeles (1979) y Santo Domingo
390
Cfr. Carta del Cardenal Giovanni Battista Re, Presidente de la Pontificia Comisión para
América Latina, al Cardenal Francisco Javier Errázuriz Ossa, Presidente del CELAM. Vaticano,
20 de abril de 2006. En: Arch.PCAL, I-Preparación, 6. Marzo-Junio del 2006.
391
L'Osservatore Romano, 12 de Octubre de 2006.
351
(1992), reconociendo que desde la última Conferencia muchas cosas
han cambiado y nuevos desafíos se presentan a la acción
evangelizadora de la Iglesia. El Papa indicó los principales desafíos y
signos de esperanza que brillan en el horizonte de la Iglesia
latinoamerica y que constituirían materia de reflexión de la V
Conferencia, en el tentativo de ayudar a los fieles a vivir en fidelidad
al Evangelio en el hoy de América Latina.
2.12.1 Desafíos y signos de esperanza
a) Desafíos
El resurgir de las religiones precolombinas, que, viendo la Iglesia
como parte del proceso de colonización y de opresión, pretenden
separarse de Cristo y de la Iglesia; el fenómeno de la globalización;
formas de gobierno autoritarias o inspiradas en ideologías que se
pensaban ya superadas; aumento de la pobreza; debilitamiento de la
vida cristiana y de su influjo en la sociedad; debilitamiento del sentido
de pertenencia a la Iglesia; el secularismo; el hedonismo; el
indiferentismo religioso; el proselitismo de numerosas sectas, de
religiones animistas y de nuevas expresiones seudorreligiosas.
b) Signos de esperanza
La evolución hacia la democracia, que se nota en casi todos los
países del Continente; la madurez de las comunidades eclesiales; la
juventud de la Iglesia latinoamericana; la presencia de nuevos
movimientos eclesiales y de nuevos institutos de vida consagrada; la
rica y profunda religiosidad popular; la profunda devoción a la Virgen
María; la devoción a los santos; el amor al Papa y a los demás
Pastores.
2.12.2 Discípulos y misioneros
El Santo Padre pasó luego a iluminar con su palabra de Supremo
Pastor de la Iglesia, cada uno de los puntos a los que hacía mención el
tema central de la Conferencia: Discípulos y Misioneros de Jesucristo
para que nuestros pueblos en Él tengan vida.
Desarrollando la primera parte, Discípulos y misioneros, el Santo
Padre recordó la vocación bautismal de los fieles a ser discípulos y
misioneros de Jesucristo.
La Iglesia tiene la gran tarea de custodiar y alimentar la fe del Pueblo de
Dios, y recordar también a los fieles de este Continente que, en virtud de
su bautismo, están llamados a ser discípulos y misioneros de Jesucristo.
352
Esto conlleva seguirlo, vivir en intimidad con Él, imitar su ejemplo y dar
testimonio. Todo bautizado recibe de Cristo, como los Apóstoles, el
mandato de la misión: “Id por todo el mundo y proclamad la Buena Nueva
a toda la creación. El que crea y sea bautizado, se salvará” (Mc 16,15).
Pues ser discípulos y misioneros de Jesucristo y buscar la vida “en Él”
supone estar profundamente enraizados en Él.
2.12.3 “Para que en Él tengan vida”
Los pueblos de América Latina y del Caribe han de ser llevados al
encuentro con Jesucristo para que en Él tengan vida. El anhelo
profundo de plenitud de vida humana y cristiana es, sobre todo, anhelo
de “la plenitud de vida que Cristo nos ha traído: “Yo he venido para
que tengan vida y la tengan en abundancia” (Jn 10,10). Con esta vida
divina se desarrolla también en plenitud la existencia humana, en su
dimensión personal, familiar, social y cultural.
Este encuentro con Cristo vivo que dona la plenitud de la vida se da
en modo particular en la Eucaristía. De aquí la necesidad de dar
prioridad pastoral a la valorización de la Misa dominical.
Cada domingo y cada Eucaristía es un encuentro personal con Cristo. Al
escuchar la Palabra divina, el corazón arde porque es Él quien la explica y
proclama. Cuando en la Eucaristía se parte el pan, es a Él a quien se recibe
personalmente. La Eucaristía es el alimento indispensable para la vida del
discípulo y misionero de Cristo.
Del encuentro con Jesucristo vivo surgen luego las estructuras justas
de la sociedad que permitirán un orden social justo.
Las estructuras justas son, como he dicho, una condición indispensable
para una sociedad justa, pero no nacen ni funcionan sin un consenso moral
de la sociedad sobre los valores fundamentales y sobre la necesidad de
vivir estos valores con las necesarias renuncias, incluso contra el interés
personal.
Donde Dios está ausente – el Dios del rostro humano de Jesucristo – estos
valores no se muestran con toda su fuerza, ni se produce un consenso sobre
ellos. No quiero decir que los no creyentes no puedan vivir una moralidad
elevada y ejemplar; digo solamente que una sociedad en la que Dios está
ausente no encuentra el consenso necesario sobre los valores morales y la
fuerza para vivir según la pauta de estos valores, aun contra los propios
intereses.
Ser auténticos discípulos y misioneros de Jesucristo para que los
pueblos de América Latina y el Caribe en Él tengan vida, es el mejor
servicio que la Iglesia presta en el propósito de afrontar y solucionar
los graves problemas sociales y políticos
353
2.12.4 Otros campos prioritarios
Concluyendo su discurso el Santo Padre continúa diciendo: “para
llevar a cabo la renovación de la Iglesia a vosotros confiada en estas
tierras, quisiera fijar la atención con vosotros sobre algunos campos
que considero prioritarios en esta nueva etapa”. E indica así:
a) La familia
La familia, “patrimonio de la humanidad”, constituye uno de los
tesoros más importantes de los pueblos latinoamericanos.
b) Los sacerdotes
Los primeros promotores del discipulado y de la misión son aquellos
que fueron llamados “para estar con Jesús y ser enviados a predicar»
(cf. Mc 3,14), o sea, los sacerdotes.
c) Religiosos, religiosas y consagrados
En un mundo que tantas veces busca, sobre todo, el bienestar, la
riqueza y el placer como finalidad de la vida, y que exalta la libertad
prescindiendo de la verdad del hombre creado por Dios, vosotros dais
testimonio de que existe otra forma de vivir con sentido; recordad a
vuestros hermanos y hermanas que el Reino de Dios ha llegado; que la
justicia y la verdad son posibles si nos abrimos a la presencia amorosa
de Dios nuestro Padre, de Cristo nuestro Señor, del Espíritu Santo
nuestro Consolador.
d) Los laicos
Todos los hombres y mujeres bautizados deben tomar conciencia de
que fueron configurados con Cristo Sacerdote, Profeta y Pastor, a
través del sacerdocio común del Pueblo de Dios. Deben sentirse
corresponsales en la construcción de la sociedad según los criterios del
Evangelio, con entusiasmo y audacia, en comunión con sus Pastores.
e) Los Jóvenes y la pastoral vocacional
En América Latina la mayoría de la población está formada por
jóvenes. A este respecto debemos recordarles que su vocación es ser
amigos de Cristo, discípulos, centinelas de la mañana.
Iluminados con la palabra del Santo Padre la Conferencia inició sus
actividades. Fueron días de intensa oración, reflexión y estudio. El 29
de mayo los miembros de la Conferencia enviaron su mensaje final a
los pueblos de América Latina y del Caribe donde se convoca a todos
354
los fieles del Continente a realizar con entusiasmo la Gran Misión
Continental, como un nuevo Pentecostés para la Iglesia en
Latinoamérica. En el Santuario de Nuestra Señora Aparecida, el 31 de
mayo el Cardenal Javier Errazurriz Ossa celebró la eucaristía
conclusiva. El Documento final fue dejado en manos de la Presidencia
de la V Conferencia General para ser presentado al Santo Padre, en
orden a su futura publicación.
2.13 El Documento final
El lunes 11 de junio, los tres presidentes de la V Conferencia
General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe fueron
recibidos por el Papa Benedicto XVI en audiencia privada en donde
consignaron el Documento de Conclusiones de la recién finalizada
Conferencia General, documento que lleva el nombre de Aparecida.
Los Cardenales Francisco Javier Errázuriz, Giovanni Battista Re y
Geraldo Magella Agnelo, se reunieron con el Santo Padre para
presentarle el fruto de los 18 días de trabajo concretados en el
Documento de Aparecida y compartir con el Santo Padre las bondades
del ambiente en que se realizó la conferencia, no sólo por el ambiente
físico del Santuario, sino por el clima de comunión y de presencia del
Espíritu Santo que todos los asistentes experimentaron.
El Documento de Aparecida, presentado al Papa, tiene tres grandes
partes que siguen el método de reflexión teológico-pastoral “ver,
juzgar y actuar”. Propone mirar la realidad con ojos iluminados por la
fe y un corazón lleno de amor, proclama con alegría el Evangelio de
Jesucristo para iluminar la meta y el camino de la vida humana, y
busca, mediante un discernimiento comunitario abierto al soplo del
Espíritu Santo, líneas comunes de una acción realmente misionera,
que ponga a todo el Pueblo de Dios en un estado permanente de
misión. Ese esquema tripartito está hilvanado por un hilo conductor en
torno a la vida, en especial la Vida en Cristo, y está recorrido
transversalmente por las palabras de Jesús, el Buen Pastor: “Yo he
venido para que las ovejas tengan vida y la tengan en abundancia”
(Jn 10,10).
El 29 de junio del 2007, el Papa Benedicto XVI con carta dirigida a
los obispos de América Latina y el Caribe, autorizó la publicación del
Documento de Aparecida.
355
Al mismo tiempo que expreso mi reconocimiento por el amor a Cristo y a
la Iglesia, y por el espíritu de comunión que ha caracterizado dicha
Conferencia General, autorizo la publicación del Documento Conclusivo,
pidiendo al Señor que, en comunión con la Santa Sede y con el debido
respeto por la responsabilidad de cada Obispo en su propia Iglesia
particular, sea luz y aliento para una fecunda labor pastoral y
evangelizadora en los años venideros.
En este Documento hay numerosas y oportunas indicaciones pastorales,
motivadas con ricas reflexiones a la luz de la fe y del contexto social
actual. Entre otras, he leido con particular aprecio las palabras que
exhortan a dar prioridad a la Eucaristía y a la santificación del Día del
Señor en los programas pastorales (cf. nn. 251-252), así como las que
expresan el anhelo de reforzar la formación cristiana de los fieles en
general y de los agentes de pastoral en particular. En este sentido, ha sido
para mí motivo de alegría conocer el deseo de realizar una "Misión
Continental" que las Conferencias Episcopales y cada diócesis están
llamadas a estudiar y llevar a cabo, convocando para ello a todas las
fuerzas vivas, de modo que caminando desde Cristo se busque su rostro
(cf. Novo millennio ineunte, 29).392
2.14. La CAL y la Va Conferencia General
Ya en cuanto hemos dicho hasta aquí aparece evidente la importante
participación que tuvo la CAL en el proceso de preparación de la V
Conferencia General. En este último numeral queremos resaltar en
modo particular el interés que la CAL, a través del Cardenal
Presidente y del Obispo Vice-Presidente, dedicó a la preparación de la
Conferencia y está dedicando al post-Aparecida.
a) En el proceso de preparación
La CAL tuvo una importante participación durante todo el proceso
de preparación de la V Conferencia General desde el momento mismo
en que el CELAM consideró la posibilidad de su realización hasta el
día de su inauguración el 13 de mayo en Aparecida.
- Apoyo a la iniciativa del CELAM
A partir del momento en que surgió la idea de celebrar la Va
Conferencia General del Episcopado Latinoamericano, el Cardenal
Giovanni Battista Re y S.E. Mons. Cipriano Calderón hasta el 2003 y
392
Benedicto XVI, Carta de S. S. Benedicto XVI a los Hermanos en el Episcopado de
América Latina y el Caribe, Vaticano, 29 de junio de 1007. En: CELAM, Documento de
Aparecida.
356
S.E. Mons. Luis Robles hasta el 2007, acompañaron constantemente
el camino de la Conferencia.
A la propuesta del CELAM presentada al Santo Padre el 12 de
octubre del 2001,393 el Cardenal Re escribió al CELAM, en nombre
del Santo Padre, animando al Episcopado latinoamericano con la
noticia que la propuesta del CELAM “había sido acogida
favorablemente”.394
En el 2003 la CAL acompañó el trabajo del CELAM, que en
colaboración con todas las Confrencias Episcopales de América
Latina trabajaba en la preparación de la Va Conferencia. En ese año,
como previsto en la carta del 2001, el CELAM presentó nuevamente
al Santo Padre la solicitud de la celebración de dicha Conferencia
General. La documentación presentada por el CELAM fue estudiada
por la CAL por parte de su Vice-Presidente, Mons. Cipriano Calderón,
quien presentó al Cardenal Secretario de Estado, Angelo Sodano, una
relación detallada sobre cuanto había adelantado el CELAM desde el
2001. Mons. Calderón anexaba a su relación algunas consideraciones
respecto a la oportunidad de celebrar una V Conferencia General del
Episcopado Latinoamericano, teniendo presente la gran movilización
de personal que implicaba su realización, el larguísimo trabajo de
preparación y los inmensos gastos económicos.395
393
Cfr. Arch.PCAL, V Conferencia, I-Preparación, 1. Pasos iniciales, 1) Propuesta del
CELAM al Santo Padre realización de la V Conferencia. 12 de Octubre de 2001.
394
Cfr. Arch.PCAL, V Conferencia, I-Preparación, 1. Pasos iniciales, 4) Carta del Card. Re
al Presidente del CELAM, comunicando que la propuesta ha sido considerada favorablemente,
pero en el 2003 se tomará la decisión. 30 de noviembre de 2001.
395
Cfr. Arch.PCAL, V Conferencia, I-Preparación, 1. Pasos iniciales, 6) Carta de Mons.
Cipriano Calderón al Card. Sodano con informe de la eventual V Conferencia. 11 de abril de 2003.
En el Informe, Mons. Cipriano Calderón escribía: “Consideraciones. Según la praxis, seguida en la
realización de las anteriores Conferencias, es el Santo Padre quien: - Decide sobre la oportunidad
de realizar la Asamblea (Aprobación); - Anuncia la Conferencia; - Convoca la Conferencia; Señala el tema y sus contenidos; - Establece la estructura y un “Reglamento”, dada la particular
condición canónica de dicha Asamblea, sobre la cual no hay ninguna referencia en la legislación
eclesiástica; - Fija el lugar de la celebración; - Hace los nombramientos para la Conferencia
(Presidentes, Participantes por designación Pontificia: escogidos entre los Cardenales, Obispos,
párrocos, religiosos y religiosas y los peritos); - Establece el número de participantes por elección
y aprueba el elenco de los elegidos por cada Conferencia Episcopal. (En la anterior Conferencia
los Miembros fueron unos 250 en total a los que hay que añadir los peritos y ayudantes).
Se trata pues de una gran movilización eclesial.
Todo el iter preparatorio comporta un gran trabajo, larguísimo, dada la necesidad de
realizar en Roma varias etapas del proceso de la Conferencia: - Consulta a las Conferencias
Episcopales sobre el tema; - Consulta a los Emmos. Señores Cardenales Latinoamericanos y a los
Nuncios sobre las propuestas presentadas; - Solicitud de parecer a diversos Dicasterios de la Curia
Romana; - Elaboración de un primer documento “Lineamenta”; - Consultas y reflexiones de las
357
El 4 de octubre del 2003 fue nombrado Vice-Presidente de la CAL
Mons. Luis Robles, Arzobispo mexicano hasta entonces Nuncio
Apostólico en Cuba. Mons. Robles acompañó desde entonces el
proceso de preparación de la Conferencia que el CELAM venía
adelantando. Por parte de la CAL tomó parte en la reunión de Puebla
celebrada en febrero del 2004 para celebrar los 25 años de la Tercera
Conferencia General y como ocasión para reflexionar sobre la V
Conferencia. Por invitación de Mons. Leonardo Sandri, Sustituto de la
Secretaría de Estado, Mons. Robles preparó una reseña de lo
acontecido en Puebla en la perspectiva de la V Conferencia; este
artículo revela el decidido apoyo de Mons. Robles y de la CAL al
proyecto de la Conferencia como respuesta a los graves desafíos que
la acción pastoral encuentra en América Latina y que fueron
seriamente analizados en la reunión de Puebla. 396
A partir de la reunión de Puebla la Presidencia del CELAM y la
CAL mantuvieron una nutrida comunicación epistolar en la que la
CAL manifestaba su apoyo en todo lo relativo a la preparación de ese
gran evento eclesial.397
Mons. Robles, de regreso de Puebla, además de preparar la relación
solicitada por el Sustituto de la Secretaría de Estado, estudió la
documentación producida durante la reunión de Puebla y que el
Conferencias Episcopales; - Redacción de un Documento de Trabajo, base para la reflexión de los
Obispos; - Consulta de los Dicasterios de la Curia Romana sobre los aportes o indicaciones
relativos al tema y que, en cierta manera, desean presentar a la Conferencia; - Después de la
Conferencia, la Santa Sede examina los textos aprobados por la Asamblea y decide sobre su valor.
Todo el trabajo de preparación de las Conferencias Generales del Episcopado
Latinoamericano (Medellín, Puebla, Santo Domingo) se ha realizado por medio de la Pontificia
Comisión para América Latina, que ha dirigido las tareas organizativas (arriba indicadas). Al
CELAM le corresponde por estatutos la preparación logística y material de la misma [Cf. Estatutos
del CELAM, Art. 4 &7].
Los gastos totales de la Conferencia son inmensos. Para la Conferencia de Santo
Domingo, el dinero empeñado ascendió a más de USA $ 1.500.000 La Pontificia Comisión para
América Latina entregó al CELAM 300.000 dólares, pero además, cubrió numerosas facturas y
gastos laterales. De forma que el aporte de la Comisión fue de más de USA $ 500.000. Incluido el
déficit de USA $ 170.000 que el CELAM dejó en Santo Domingo y que abonó la Comisión”.
396
El artículo fue publicado en la edición española del Osservatore Romano el 12 de marzo
del 2004.
397
Cfr. Arch.PCAL, V Conferencia, I-Preparación, 3. Comuicación Abril-Diciembre de
1004; 4. Comuicación marzo-junio de 2005; 5. Comunicación julio-diciembre del 2005; 6.
Comunicación marzo-junio del 2006; 7. Comunicación julio-diciembre del 2006; 8. Comuicación
febrero-abril del 2007.
358
Presidente del CELAM hizo llegar al Presidente de la CAL, Cardenal
Re.398
- La CAL y la forma canónica de la V Conferencia General
En el debate que se dio durante el proceso de preparación sobre el
carácter canónico de la reunión episcopal que el CELAM solicitaba, la
CAL tuvo también una importante actuación en la decisión pontificia
de “conservar la forma” de Conferencia General. Pues, aunque si se
había dado la luz verde para preparar la Asamblea que solicitaba el
CELAM, no era claro si sería una V Conferencia General, una
Asamblea Extraordinaria del CELAM o una Asamblea Especial para
América Latina y el Caribe del Sínodo de los Obispos.399
De la consulta, promovida por la Secretaría de Estado, a los
Cardenales latinoamericanos y a los Presidentes de las Conferencias
Episcopales del Continente resultó claro que el Episcopado
latinoamericano valoraba la forma de Conferencia General, como
venía celebrándose ya desde 1955. En este proceso de consulta y de
estudio de las conclusiones el CELAM encontró en la CAL un válido
apoyo, que se concretizó luego en la decisión del Santo Padre en el
sentido de que la reunión fuera una V Conferencia del Episcopado
Latinoamericano.
- La CAL y la fecha de la V Conferencia General
La CAL, a través del Cardenal Re y de S.E. Mons. Cipriano
Calderón, en un primer momento, y de S. E. Mons. Luis Robles,
posteriormente, intervino también en cuanto tuvo que ver con la fecha
de celebración de la V Conferencia. En el 2001 el CELAM pensó la
mencionada Conferencia como momento central de la celebración de
sus 50 años en el 2005, pero ya allí la CAL sugirió que se pensara para
los primeros meses del 2006, para no coincidir con la celebración de
la Asamblea del Sínodo de los Obispos sobre la Eucaristía, ya en
programa para el 2005. Luego, deseando recoger los frutos de dicha
Asamblea del Sínodo, la CAL sugirió esperar la promulgación de la
Exhortación Apostólica post-sinodal, de modo que la V Conferencia
398
Cfr. Arch.PCAL, V Conferencia, I-Preparación, 2. Aniversario XXV de Puebla realizado
en febrero del 2004, 3) El CELAM y la V Conferencia, b) Razones por las cuales desde la
perspectiva del CELAM conviene se realice una V Conferencia, enviada al Card. Re por el
Presidente del CELAM, ahora con comentarios de Mons. Robles. 05 de abril de 2004.
399
Cfr. Arch.PCAL, V Conferencia, I-Preparación, 3. Comunicación abril-diciembre de
2004.
359
fuera enriquecida con los frutos del Sínodo. El Santo Padre, de
acuerdo con el CELAM, dispuso que la Conferencia se celebrara en
febrero del 2007, después de la promulgación de la Exhortación
Apostólica y antes de la Asamblea Ordinaria del CELAM, en
programa para mayo del 2007.
Con la muerte de S.S. Juan Pablo Il, el 2 de abril de 2005, y con la
elección de S.S. Benedicto XVI, el 19 de abril sucesivo, la fecha de
celebración tuvo que ser necesariamente cambiada, para dar tiempo al
nuevo Papa de organizar su programa y evacuar los compromisos que
el inicio del ministerio petrino implica. Así, la Asamblea se celebró
finalmente en mayo del 2007.
- La CAL y la sede de la V Conferencia General
En cuanto tiene que ver con el lugar de la celebración, el CELAM
deseaba celebrar la V Conferencia en América Latina y contar con la
presencia del Santo Padre al menos en la sesión inaugural. La CAL,
sin embargo, sugirió desde el principio la oportunidad de celebrar la V
Conferencia en Roma, teniendo presente sobre todo la salud del Papa
Juan Pablo II, para quien un viaje a América Latina resultaría
supremamente fatigoso.
En la XIX Asamblea Ordinaria del CELAM celebrada en
Tuparendá, Paraguay, se buscó un sitio adecuado en Latinoamérica
para celebrar allí la V Conferencia, si el Santo Padre no tomaba la
decisión de celebrarla en Roma. Se optó entonces por el ofrecimiento
de la Conferencia Episcopal de Ecuador que ponía a disposición un
lugar cercano a Quito apto como albergue y como lugar de trabajo
para todos los miembros de dicha Conferencia, con la sobriedad que la
misma exigía. Después de la Asamblea de Tuparendá, la Presidencia
del CELAM sostuvo varias reuniones en Roma con los Cardenales
Latinoamericanos y con algunos Prefectos de los Dicasterios de la
Curia Romana y en estas reuniones se fue viendo que la decisión
aprobada en Paraguay tenía el gran inconveniente de la altura. Con
seguridad muchos de los miembros de la mencionada Conferencia,
sobre todo por la edad, tendrían dificultad con la altura de Quito.
También se hizo notar que en Quito se temían manifestaciones de
grupos indigenistas con ocasión de una Conferencia General, debido a
la presencia de tantos Obispos, Arzobispos y Cardenales, y del mismo
Santo Padre, que constituía una ocasión propicia para quienes quieren
así aparecer en la pantalla mundial.
360
En el 2004 el Cardenal Secretario de Estado comunicó a la
presidencia del CELAM que el Santo Padre Juan Pablo II había
decidido que la V Conferencia General tendría lugar en Roma. Con la
elección del Papa Benedicto XVI, el deseo del CELAM de poder
celebrar la Conferencia en tierra latinoamericana y de contar con la
presencia del Papa, volvió a aparecer. Así, con la intención de contar
con una alternativa a la ciudad de Roma y visto que Quito no
despertaba mucho entusiasmo entre los que participarían en la
Conferencia, el CELAM buscó otra alternativa en Latinoamérica.
Durante la XXX Asamblea Ordinaria del CELAM celebrada en Lima
los obispos ecuatorianos presentaron la opción de Guayaquil, sin
embargo durante dicha Asamblea del CELAM aparecieron otras
posibles sedes para la V Conferencia, Chile y Argentina. Se optó
entonces por presentarle al Papa los siguientes lugares en este orden:
Argentina (cerca de Buenos Aires o de Córdoba), Santiago y
Guayaquil. A favor de la presentación de Argentina y Chile como
primeras opciones por delante de Guayaquil pesó el hecho de que las
Conferencias anteriores habían tenido lugar en cuatro de las cinco
regiones geográficas en las que está dividido el CELAM, faltaba solo
el Cono Sur de habla castellana.400
Sin embargo, después el Santo Padre Benedicto XVI, cuando tomó
la decisión de que la Conferencia se realizara en América Latina,
dispuso que la Conferencia se celebraría en Aparecida y con la
confianza puesta en Dios haría el viaje a Brasil para inaugurarla.
La CAL se interesó igualmente en la elaboración y aprobación del
Reglamento,401 en la redacción del Documento de Participación, 402 en
la elaboración de la lista de las personas participantes en la V
Conferencia403 y en el financiamiento de la misma.404
400
Cfr. Arch. PCAL, V Conferencia, I-Preparación, 4. Correspondencia Marzo-Junio 2005.
Cfr. Arch.PCAL, V Conferencia, I- Preparación, 9. Reglamento.
402
Cfr. Arch.PCAL, V Conferencia, I- Preparación, 10. Documento de Participación.
403
Cfr. Arch.PCAL, V Conferencia, I- Preparación, 11. Proceso de elaboración de listas
personas participantes en la V Conferencia; 12. Notificación de invitación a los participantes de la
V Conferencia; 13. Fichas de inscripción.
404
Cfr. Arch.PCAL, V Conferencia, I- Preparación, 14. Financiamiento.
401
361
b) En el post-Aparecida
Una vez concluida la Conferencia la CAL se interesó en el
seguimiento de la redacción definitiva del Documento conclusivo,405
en el proceso de aprobación del mismo por parte de la Santa Sede 406 y
en su divulgación
La CAL ha seguido igualmente las reacciones que el estudio del
Documento ha ido suscitando en los ambientes eclesiales de América
Latina, sobre todo en cuanto tiene que ver con las Comunidades
Eclesiales de Base407 y con las reacciones suscitadas por los cambios
efecutados al Documento conclusivo. 408
Sigue igualmente con interés la acogida que en la sociedad civil ha
ido teniendo las voz del Episcopado latinoamericano sobre temas
como la justicia social, la dignidad humana, la solidaridad, la justicia
internacional, los migrantes, los enfermos, los adictos dependientes,
los detenidos en cárceles, el matrimonio y la familia, los niños, los
adolescentes y los jóvenes, los ancianos, la dignidad y participación de
la mujer en la vida de los pueblos, la cultura de la vida, el cuidado del
medio ambiente, la educación como bien público, la integración de los
indígenas y de los afroamericanos en la sociedad latinoamericana,
entre otros.
Con el fin de estudiar el Documento de Aparecida La CAL ha
promovido encuentros con los Embajadores
de los países
409
latinoamericanos ante la Santa Sede, con los Responsables de los
Dicasterios de la Curia Romana410 y con los Rectores de los Colegios
latinoamericanos e Internacionales con sede en Roma. 411
405
Cfr. Arch.PCAL, V Conferencia, III- Después de Aparecida, 1) La 3a y 4 redacciones: la
última fue enviada al Santo Padre para su aprobación.
406
Cfr. Arch.PCAL, V Conferencia, III- Después de Aparecida, 2) Proceso de aprobación del
Documento conclusivo, carta de aprobación, modificaciones.
407
Cfr. Arch.PCAL, V Conferencia, III- Después de Aparecida, 4) Comunidades Eclesiales
de Base (C.E.B.) y otros retoques.
408
Cfr. Arch. PCAL, V Conferencia, III- Después de Aparecida, 5) Reacciones a los cambios
efectuados al Documento conclusivo.
409
Reunión celebrada el 9 de noviembre del 2007. Cfr. Arch.PCAL, V Conferencia, IIIDespués de Aparecida, 9) Actividades programadas por la CAL para el estudio del Documento
conclusivo.
410
La reunión se llevó a cabo el 15 de noviembre del 2007. Cfr. Arch.PCAL, VConferencia, 9) Actividades programadas para el estudio del Documento conclusivo.
411
La reunión se celebró el 30 de noviembre del 2007. Cfr. Arch.PCAL, V Conferencia, 9)
Actividades programadas para el estudio del Documento conclusivo.
362
En las actividades programadas por la CAL para el estudio del
Documento reviste gran importancia el libro que sobre la V
Conferencia ha preparado la Comisión en colaboración con algunos
miembros del Episcopado latinoamericano y de los Dicasterios de la
Curia Romana. Será un instrumento útil para profundizar en el análisis
de las Conclusiones de Aparecida de modo que la V Conferencia sea
“una ocasión propicia para repensar la pastoral de tal modo que se
refuerce la transmisión de la Fe en América Latina”.
Capítulo XXIV
Breve perfil biográfico de los Presidentes y Vice-Presidentes de la
CAL
1. Cardenales Presidentes
Durante los últimos veinte años han presidido la Pontificia Comisión
para América Latina los Eminentísimos Señores Cardenales Bernardin
Gantin, Lucas Moreira Neves y Giovanni Battista Re. De Su
Eminencia el Cardenal Bernardin Gantin, ya hemos presentado su
perfil biográfico en la parte precedente, por tanto omitiremos hacerlo
en esta.
1.1 Em.mo Sr. Cardenal Moreira Neves
Lucas Moreira Neves nació el 16 de septiembre de 1925 en São João
del Rei (Brasil). El 7 de marzo de 1945 hizo su profesión solemne en
la Orden de Predicadores y el 9 de julio de 1950 fue ordenado
sacerdote. El 9 de junio de 1967 fue nombrado Obispo auxiliar de Sao
Paolo y el 24 de agosto fue consagrado por el Cardenal Agnelo Rossi.
El 7 de marzo de 1974 fue nombrado Vice Presidente del Pontificio
Consejo de Laicos y el 15 de octubre 1979 Secretario de la
Congregación para los Obispos. El 9 de julio de 1987 fue elegido
Arzobispo de Sao Salvador da Bahía, regresando así a su natal Brasil.
El 28 de junio de 1988 fue creado Cardenal por Su Santidad Juan
Pablo II. El 25 de junio de 1998 fue nombrado Prefecto de la
Congregación para los Obispos y Presidente de la CAL, cargos en los
363
que permaneció hasta el 16 de septiembre del 2000, cuando cumplió
exactamente 75 años. Murió el 8 de septiembre del 2002.
Ha sido, hasta ahora, el único latinoamericano Prefecto de la
Congregación para los Obispos y Presidente de la Pontificia Comisión
para América Latina.
1.2 Em.mo Sr. Cardenal Giovanni Battista Re
Giovanni Battista Re nació el 30 de enero de 1934 en Borno, Italia.
Ordenado sacerdote a los 23 años de edad, el 3 de marzo de 1957, para
la diócesis de Brescia en Italia. El 9 de octubre de 1987 fue nombrado
Arzobispo de Forum Novum y Secretario de la Congregación para los
Obispos. Recibió la consagración episcopal el 7 de noviembre de
1987, de manos de Su Santidad Juan Pablo II.
El 12 de diciembre de 1989 fue nombrado Oficial de la Secretaría de
Estado, cargo en el que permaneció hasta el 16 de septiembre del
2000, cuando fue nombrado Prefecto de la Congregación para los
Obispos y Presidente de la Pontificia Comisión para América Latina.
El 21 de febrero del 2001 fue elevado a la dignidad cardenalicia. Su
Santidad Benedicto XVI lo confirmó Prefecto de la Congregación
para los Obispos y Presidente de la CAL, el 21 de abril del 2005.
2. Obispos Vice-Presidentes
Tres Excelentísimos Señores Obispos han ocupado el cargo de VicePresidente de la CAL, desde que éste fue instituido por el Papa Juan
Pablo II en el Motu Proprio Decessores Nostri.
2.1 S. E. R. Cipriano Calderón
Cipriano Calderón Polo nació el 1º de diciembre de 1927 en
Plasencia, España. El 19 de marzo de 1953 fue ordenado sacerdote
para la diócesis de Plasencia. Miembro de la Hermandad de
Sacerdotes Operarios Diocesanos. Trabajó en Roma como periodista y
profesor en el Pontificio Colegio Español. Desde 1968 fue nombrado
responsable de la edición en lengua española del Osservatore
Romano. El 3 de diciembre de 1988, fue elegido Obispo titular de
Thagora y Vice-Presidente de la Pontificia Comisión para América
Latina, fue consagrado Obispo el 6 de enero de 1989 por Su Santidad
Juan Pablo II.
364
Se desempeñó como Vice-Presidente de la CAL hasta el 4 de
octubre del 2003.
2.2 S. E. R. Luis Robles
Luís Robles Díaz nació el 6 de marzo de 1938 en El Grullo, México.
El 14 de abril de 1963 fue ordenado sacerdote para la diócesis de
Autlán. El 16 de febrero de 1985 fue nombrado Arzobispo titular de
Stephaniacum y Nuncio Apostólico en Sudán. Fue consagrado Obispo
el 9 de abril de 1985 por el Cardenal Ernesto Corripio y Ahumada. El
13 de marzo de 1990 fue designado Pro-Nuncio Apostólico en Uganda
y el 6 de marzo de 1999 fue trasladado a Cuba como Nuncio
Apostólico. El 4 de octubre del 2003 fue designado Vice-Presidente
de la Pontificia Comisión para América Latina, cargo que desempeñó
hasta el 7 de abril del 2007, día de su fallecimiento.
2.3 S. E. R. Octavio Ruiz Arenas
Octavio Ruiz Arenas nació el 21 de diciembre de 1944 en Bogotá,
Colombia. Ordenado sacerdote del clero de la Arquidiócesis de
Bogotá, el 29 de noviembre de 1969. Durante 11 años prestó sus
servicios como Oficial de la Congregación para la Doctrina de la Fe.
El 8 de marzo de 1996 fue nombrado Obispo titular de Troina y
Obispo auxiliar de Bogotá. Recibió la ordenación episcopal el 13 de
abril de 1996 por imposición de manos del Cardenal Pedro Rubiano
Sáenz. El 16 de julio del 2002 fue nombrado Obispo de Villavicencio
y el 3 de julio del 2004, al ser elevada la diócesis de Villavicencio a
Arquidiócesis Metropolitana, fue nombrado por S.S. Juan Pablo II
primer Arzobispo Metropolitano de dicha sede. Recibió el palio
arzobispal de manos del papa Benedicto XVI el 29 de junio de 2005.
El 31 de mayo del 2007, durante la sesión de clausura de la V
Conferencia General del Episcopado Latinoamericano realizada en
Aparecida (Brasil), S.S. Benedicto XVI lo nombró Vice-Presidente de
la Pontificia Comisión para América Latina.
3. Los Oficiales de la CAL
Desde su restructuración en 1988 la CAL ha tenido los siguientes
oficiales:
365
En 1991 la CAL asumió como Oficiales: al P. Víctor Manuel Ochoa
Cadavid, del clero de la Arquidiócesis de Medellín; al P. Juan de Dios
Olvera Delgadillo, del clero de la Arquidiócesis de México; a la
Hermana Rosa Idalia Mejía Molina, religiosa de El Salvador y
perteneciente a la Congregación de las Hermanas Franciscanas de la
Inmaculada Concepción; y a la señora Lina Tentori Montalvo,
italiana, quien hacía ya parte del orgánico de la CAL desde 1986,
como escritora.
En 1995 el P. Juan de Dios Olvera Delgadillo regresó a la
Arquidiócesis de México y en su lugar fue asumido el P. Jair Ferreira
Pena, de la Diócesis de São João da Boa Vista, Brasil.
En 1997 terminó su servicio como Oficial el P. Jair Ferreira Pena y
regresó a la actividad pastoral en su diócesis. En su lugar fue asumido
el P. Luis Ferroggiaro Dentone, sacerdote diocesano de la
Arquidiócesis de Lima y miembro de la Sociedad de Vida Apostólica
Sodalitium Christianae Vitae. El P. Ferroggiaro prestó sus servicios
durante siete años, hasta el 2004. Lo sustituyó el P. José Ignacio Tola
Claux, sacerdote peruano miembro de la misma Sociedad de Vida
Apostólica.
El 4 de enero del 2006, Mons. Víctor Ochoa Cadavid fue nombrado
Obispo auxiliar de Medellín, Colombia. Recibió la consagración
episcopal el 1º de abril de manos de Su Eminencia el Cardenal
Giovanni Battista Re. En su lugar fue asumido el Padre Humberto
González Franco, del clero de la Arquidiócesis de Manizales,
Colombia.
A la Hermana Rosa Idalia la sustituyó la Hermana Minerva Serna,
de la misma congregación de Hermanas Franciscanas dela Inmaculada
Concepción, en septiembre de 2002.
366
367
APÉNDICE
368
369
Nota autógrafa de Mons. Samoré sobre
la última página del acta de la primera reunión de la CAL.
ARCH. PCAL, IA. 33, Adunanza I/X
370
371
372
373
374
375
376
377
Carta de Mons. Domenico Tardini al Cardenal Marcello Mimmi.
Arch. PCAL, IA, CONSTITUZIONE DELLA PONTIFICIA COMISIONE PER
L’AMERICA LATINA.
378
379
./.
Carta de S.S. Pablo VI al Cardenal Antonio Samoré. Vaticano, 12 de
julio de 1969. Arch.PCAL, IA, vol. 38, Nuova CAL II, Annuncio.
380
381
382
383
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385
ÍNDICE
INTRODUCCIÓN ...................................................................................................................... 5
PRIMERA PARTE ................................................................................................................... 9
SITUACIÓN SOCIO-RELIGIOSA DE AMÉRICA LATINA DURANTE
LA PRIMERA MITAD DEL SIGLO XX................................................................................. 9
CAPÍTULO I .............................................................................................................................12
AMÉRICA LATINA UN CONTINENTE EN CONTINUA EVOLUCIÓN ................................12
1. EVOLUCIÓN DEMOGRÁFICA ............................................................................................................. 12
2. EVOLUCIÓN TÉCNICA ...................................................................................................................... 13
3. EVOLUCIÓN SOCIAL ......................................................................................................................... 14
4. EVOLUCIÓN RELIGIOSA.................................................................................................................... 14
CAPÍTULO II............................................................................................................................15
SITUACIÓN RELIGIOSA.........................................................................................................15
1. ACTIVIDAD DE LAS SECTAS PROTESTANTES ..................................................................................... 15
1.1 El informe de Ligutti y Morino................................................................................................. 15
1.2. La ponencia de Monseñor Rossi en 1958................................................................................ 17
1.2.1 Infiltración protestante en América Latina:......................................................................... 17
1.2.2 Población protestante en América Latina: .......................................................................... 17
1.2.3 El Congreso de Madras ..................................................................................................... 18
1.2.4 Justificaciones protestantes para la evangelización de América Latina................................. 19
1.2.5 Estrategia de la campaña protestante.................................................................................. 19
2. LA REAPARICIÓN DEL CULTO PAGANO Y DEL ESPIRITISMO................................................................ 21
3. EL INFLUJO DE LA MASONERÍA ........................................................................................................ 21
CAPÍTULO III ..........................................................................................................................22
LA FUERTE PENETRACIÓN DEL COMUNISMO..................................................................22
1. PANORÁMICA DEL COMUNISMO PARA 1959..................................................................................... 23
1.1 Argentina................................................................................................................................. 24
1.2 Bolivia ..................................................................................................................................... 24
1.3 Brasil....................................................................................................................................... 24
1.4 Chile........................................................................................................................................ 25
1.5 Colombia................................................................................................................................. 25
1.6 Costa Rica ............................................................................................................................... 25
1.7 Cuba........................................................................................................................................ 25
1.8 Ecuador................................................................................................................................... 26
1.9 El Salvador.............................................................................................................................. 26
1.10 Guatemala............................................................................................................................. 26
1.11 Haití....................................................................................................................................... 26
1.12 Honduras............................................................................................................................... 26
1.13 México................................................................................................................................... 27
1.14 Nicaragua.............................................................................................................................. 27
1.15 Panamá ................................................................................................................................. 27
1.16 Paraguay............................................................................................................................... 27
1.17 Perú....................................................................................................................................... 28
1.18 República Dominicana .......................................................................................................... 28
1.19 Uruguay................................................................................................................................. 28
1.20 Venezuela .............................................................................................................................. 28
386
2. LA ESTRATEGIA DE LA EXPANSIÓN COMUNISTA ............................................................................... 29
2.1 La propaganda marxista.......................................................................................................... 29
2.2 La Oficina regional de la F.S.M (Federación Sindical Mundial).............................................. 29
2.3 La prensa................................................................................................................................. 29
2.4 Radio Praga ............................................................................................................................ 29
2.5 Centros Culturales................................................................................................................... 29
2.6 La Universidad de la Amistad.................................................................................................. 30
CAPÍTULO IV ..........................................................................................................................30
LOS PUNTOS DÉBILES DEL CATOLICISMO LATINOAMERICANO .................................30
1. ESCASEZ DE CLERO.......................................................................................................................... 31
2. FALTA DE VOCACIONES ................................................................................................................... 32
3. INSUFICIENTE PREPARACIÓN DEL LAICADO CATÓLICO...................................................................... 32
4. FALTA DE UNA ADECUADA COORDINACIÓN Y ORGANIZACIÓN PASTORAL ........................................ 33
SEGUNDA PARTE..................................................................................................................35
LA SOLICITUD DE LA SANTA SEDE POR LA IGLESIA EN AMÉRICA LATINA ........35
CAPÍTULO V............................................................................................................................41
LA PRIMERA CONFERENCIA GENERAL DEL EPISCOPADO LATINOAMERICANO:
RÍO DE JANEIRO, 1955 ...........................................................................................................41
1. PRECEDENTES ................................................................................................................................. 41
2. CONFORMACIÓN DE LA COMISIÓN CENTRAL ................................................................................... 43
3. LA CARTA APOSTÓLICA AD ECCLESIAM CHRISTI DE S. S. PÍO XII CON MOTIVO
DE LA CONFERENCIA ........................................................................................................................... 49
3.1 La escasez de clero .................................................................................................................. 49
3.2 Colaboración de eclesiásticos procedentes de otros países...................................................... 51
3.3 Los Auxiliares del clero ........................................................................................................... 51
3.4 Necesidad de una cordial y ordenada colaboración................................................................. 51
3.5 Las asechanzas de los astutos enemigos................................................................................... 52
3.6 Atención en el campo social..................................................................................................... 52
3.7 Llamado a la colaboración...................................................................................................... 52
4. DESARROLLO DE LA CONFERENCIA ................................................................................................. 53
5. EL DOCUMENTO FINAL .................................................................................................................... 55
6. LA CONFERENCIA DE RÍO DE JANEIRO Y LA SOLUCIÓN DEL PROBLEMA DE LA ESCASEZ DE CLERO .... 56
6.1 Solución a largo plazo ............................................................................................................. 56
6.2 Solución inmediata .................................................................................................................. 57
7. LA CONFERENCIA DE RÍO DE JANIERO Y LA RESPONSABILIDAD DEL CRISTIANO
EN LA VIDA CÍVICO-POLÍTICA............................................................................................................... 58
CAPÍTULO VI ..........................................................................................................................59
EL CONSEJO EPISCOPAL LATINO-AMERICANO. CELAM ................................................59
1. PRECEDENTES ................................................................................................................................. 59
2. EL PROYECTO DE LA CONFERENCIA DE RÍO DE JANIERO .................................................................. 61
3. LA APROBACIÓN PONTIFICIA............................................................................................................ 62
4. PRIMERA REUNIÓN .......................................................................................................................... 64
5. EL SECRETARIADO GENERAL DEL CONSEJO EPISCOPAL LATINOAMERICANO................................... 66
6. EL CELAM Y LA COORDINACIÓN DE LAS FUERZAS CATÓLICAS DE AMÉRICA LATINA...................... 67
7. EL CELAM Y LA COORDINACIÓN DE LAS FUERZAS CATÓLICAS EXTERNAS ...................................... 68
7.1 Con los Episcopados de Estados Unidos, Canadá, España y Portugal .................................... 68
7.2 Con las organizaciones católicas internacionales.................................................................... 68
CAPÍTULO VII .........................................................................................................................70
LA PONTIFÍCIA COMISIÓN PARA AMÉRICA LATINA.......................................................70
387
1. LA NECESIDAD DE UN ORGANISMO PERMANENTE PARA AMÉRICA LATINA ...................................... 70
1.1. La reunión del 1º de abril de 1958 ......................................................................................... 72
1.2 El Cardenal Marcello Mimmi y la idea de la Pontificia Comisión para América Latina.......... 74
2. LA DECISIÓN PONTIFICIA.................................................................................................................. 75
3. INSTALACIÓN Y PRIMERA REUNIÓN DE LA PONTIFICIA COMISIÓN PARA AMÉRICA LATINA ............... 76
TERCERA PARTE..................................................................................................................79
LOS PRIMEROS AÑOS DE LA CAL DE 1958 A 1967 .........................................................79
CAPÍTULO VIII........................................................................................................................82
LA ACTIVIDAD DE LA PONTIFICIA COMISIÓN PARA AMÉRICA LATINA.....................82
1. ESFUERZOS CUMPLIDOS ANTES DE LA CREACIÓN DE LA CAL........................................................... 83
1.1 La Obra de las diócesis vascongadas....................................................................................... 84
1.2. La Obra de Cooperación Sacerdotal Hispano - Americana (O.C.S.H.A.) ............................... 85
1.3 El “Collegium pro America Latina” di Lovaina...................................................................... 87
1.4 Obras y programas de los otros Episcopados europeos........................................................... 89
1.5 Iniciativa del Episcopado de los Estados Unidos..................................................................... 90
1.6 La iniciativa del Episcopado canadiense ................................................................................. 91
2. LOS ESFUERZOS DE LA CAL EN FAVOR DE LA IGLESIA EN AMÉRICA LATINA.
LOS ORGANISMOS DE AYUDA.............................................................................................................. 92
2.1 Las Comunidades Religiosas y el problema de la escasez de clero........................................... 93
2.2 La Conferencia Episcopal Interamericana de Washington (2-4 noviembre de 1959)............... 97
2.2.1 Sus frutos en Estados Unidos........................................................................................... 100
2.2.2 Sus frutos en Canadá....................................................................................................... 101
2.3 Animación y creación de organismos de ayuda en Europa .................................................... 103
2.3.1 Belgica. Comisión Episcopal Belga para América Latina.................................................. 104
2.3.2 España. Comisión Episcopal de Cooperación Sacerdotal Hispano-Americana ................... 104
2.3.3 Alemania. Misereor y Adveniat ....................................................................................... 106
2.3.4 Francia. Comité Episcopal Francés de Ayuda a América Latina........................................ 107
2.3.5 Italia. Comité Episcopal Italiano para América Latina ...................................................... 108
2.3.6 Suiza. Representante de la Conferencia Episcopal Helvética para la ayuda
a América Latina ..................................................................................................................... 111
2.3.7 Austria............................................................................................................................ 112
2.3.8 Irlanda ............................................................................................................................ 112
2. 3.9. Malta ............................................................................................................................ 112
2.3.10 Holanda. Campaña de Cuaresma del Episcopado Holandés
(Bisschoppelijke Vastenactie Neerland).................................................................................... 112
3. LA CAL Y EL REFUERZO ORGÁNICO DE LAS ESTRUCTURAS FUNDAMENTALES DEL CATOLICISMO
LATINOAMERICANO .......................................................................................................................... 113
3.1 El Fondo CAL........................................................................................................................ 114
3.2 La ayuda económica para el aumento y la formación del clero............................................. 115
3.3 La ayuda económica para la Instrucción religiosa................................................................. 116
3.4 La ayuda económica para la acción social ............................................................................ 116
CAPÍTULO IX ........................................................................................................................119
RELACIONES CAL – CELAM..............................................................................................119
1. LA REVITALIZACIÓN DE LAS FUERZAS CATÓLICAS DE AMÉRICA LATINA ....................................... 119
2. LA CAL Y EL CELAM POR LA AYUDA DE OTRAS NACIONES ......................................................... 120
CAPÍTULO X..........................................................................................................................124
EL CONSEJO GENERAL DE LA PONTIFICIA COMISIÓN PARA AMÉRICA LATINA.....124
1. PRIMERA SESIÓN. 9 Y 23 DE OCTUBRE Y 19 DE NOVIEMBRE DE 1964.............................................. 127
2. SEGUNDA SESIÓN. 22 Y 29 DE OCTUBRE Y 10 Y 19 DE NOVIEMBRE DE 1965.................................... 131
3. TERCERA SESIÓN. 29 DE NOVIEMBRE Y 1º DE DICIEMBRE DE 1966.................................................. 132
CAPÍTULO XI ........................................................................................................................134
388
BREVE PERFIL BIOGRÁFICO DE LOS PRESIDENTES DE LA CAL .................................134
1. CARDENAL MARCELLO MIMMI ..................................................................................................... 134
2. CARDENAL CARLO CONFALONIERI................................................................................................ 135
CUARTA PARTE..................................................................................................................139
LA CAL ENTE AUTÓNOMO DE 1967 A 1969 ...................................................................139
CAPÍTULO XII .......................................................................................................................142
LA ESTRUCTURACIÓN DE LA CAL ...................................................................................142
1. COMPOSICIÓN DE LA CAL............................................................................................................. 142
2. PERSONAL ..................................................................................................................................... 145
3. SEDE ............................................................................................................................................. 149
4. FUNCIONAMIENTO......................................................................................................................... 152
5. ANTONIO SAMORÉ. PREFECTO DE LA SAGRADA CONGREGACIÓN PARA LA DISCIPLINA
DE LOS SACRAMENTOS...................................................................................................................... 154
CAPÍTULO XIII......................................................................................................................157
LA SEGUNDA CONFERENCIA GENERAL DEL EPISCOPADO LATINOAMERICANO ...157
1. ANTECEDENTES............................................................................................................................. 157
2. CONVOCACIÓN Y PREPARACIÓN .................................................................................................... 159
3. DESARROLLO DE LA CONFERENCIA ............................................................................................... 167
3.1 Participantes.......................................................................................................................... 168
3.2 Los trabajos de la Conferencia .............................................................................................. 169
3.3 Procedimiento ....................................................................................................................... 169
3.4 El tema general de la conferencia.......................................................................................... 169
4. EXAMEN DEL DOCUMENTO FINAL .................................................................................................. 170
4.1 Las Comunidades de Base..................................................................................................... 171
4.2 Algunas ideas que no fueron aprobadas pero que circularon, defendidas por una minoría “bien
organizada y agresiva” ............................................................................................................... 171
5. LA CAL EN LA PREPARACIÓN DE MEDELLÍN.................................................................................. 172
CAPÍTULO XIV......................................................................................................................175
1. CUARTA SESIÓN. 12 – 15 DE FEBRERO DE 1968 .............................................................................. 175
2. QUINTA SESIÓN. 18 – 21 DE JUNIO DE 1969 .................................................................................... 179
CAPÍTULO XV.......................................................................................................................181
BREVE PERFIL BIOGRÁFICO DEL PRESIDENTE DE LA CAL:
CARDENAL ANTONIO SAMORÉ ........................................................................................181
QUINTA PARTE...................................................................................................................185
LA CAL A PARTIR DE LA REFORMA DE PABLO VI DE 1969 A 1988 .........................185
CAPITULO XVI......................................................................................................................187
NUEVA CONFIGURACIÓN DE LA CAL Y DEL COGECAL ...............................................187
1. NUEVAS NORMAS DE LA CAL........................................................................................................ 188
2. NUEVA ESTRUCTURACIÓN DEL COGECAL................................................................................... 192
CAPÍTULO XVII ....................................................................................................................195
ACTIVIDAD DE LA CAL ......................................................................................................195
1. UN RENOVADO ESPÍRITU DE SERVICIO............................................................................................ 196
1.1 Con el CELAM ...................................................................................................................... 197
1.2 Con el Secretariado General del CELAM.............................................................................. 197
1.3 Con los Organismos Episcopales........................................................................................... 197
389
1.4 Con las Conferencias Episcopales......................................................................................... 198
1.5 Con los Representantes Pontificios........................................................................................ 198
2. LA ACTIVIDAD DE LA CAL A TENOR DE LAS “NORMAS” DE 1969................................................... 199
2.1 El seguimiento de las actividades del CELAM y de los Organismos de ayuda ....................... 199
2.1.1 El seguimiento de las actividades del CELAM ................................................................. 199
2.1.2 El seguimiento de las actividades de los Organismos de ayuda......................................... 200
a) Canadá. Comisión Episcopal de Misiones- sección América Latina ................................. 200
b) Estados Unidos. Secretariado para Latino-América-NCCB .............................................. 200
c) Francia. Comité Episcopal Francés para América Latina .................................................. 200
d) Italia. Centro Eclesial Italiano para América Latina (CEIAL) .......................................... 200
e) España. Comisión Episcopal de Misiones y Cooperación entre las Iglesias- Obra de
Cooperación Sacerdotal Hispanoamericana (OCSHA) ......................................................... 201
f) Acción Adveniat y Misereor............................................................................................ 201
g) Ayuda a la Iglesia que sufre (Kirche in Not) .................................................................... 202
2.2 LA CAL al servicio de las Conferencias Episcopales ............................................................. 202
2.3 El Fondo-CAL ....................................................................................................................... 203
3. LA PREOCUPACIÓN ESPECÍFICAMENTE PASTORAL DE LA CAL........................................................ 203
3.1 El movimiento “cristianos por el socialismo”........................................................................ 203
3.2 Teología de la liberación ....................................................................................................... 208
3.3 La ideología de la seguridad nacional ................................................................................... 210
3.4 La pastoral de los medios de comunicación social................................................................. 211
3.5 Las relaciones entre los Ordinarios locales y los religiosos en América Latina...................... 211
3.6 Reunión de los Obispos y de los Superiores Religiosos de Centro América........................... 215
CAPÍTULO XVIII ...................................................................................................................216
ACTIVIDAD DEL COGECAL................................................................................................216
1. SEXTA SESIÓN. 27 – 29 DE SEPTIEMBRE DE 1971 ............................................................................ 217
2. SÉPTIMA SESIÓN. 2 -4 DE OCTUBRE DE 1973................................................................................... 220
3. OCTAVA SESIÓN. 20 – 22 DE OCTUBRE DE 1975.............................................................................. 222
4. NOVENA SESIÓN. 27- 29 DE NOVIEMBRE DE 1980........................................................................... 223
5. DÉCIMA SESIÓN. 22 – 24 DE SEPTIEMBRE DE 1983.......................................................................... 225
6. DÉCIMA PRIMERA SESIÓN. 28 – 30 DE ABRIL DE 1987..................................................................... 226
CAPÍTULO XIX......................................................................................................................228
TERCERA CONFERENCIA GENERAL DEL EPISCOPADO LATINOAMERICANO ..........228
1. PREPARACIÓN ............................................................................................................................... 228
2. DESARROLLO DE LA CONFERENCIA ............................................................................................... 237
2.1 Ambiente que rodeó la Conferencia....................................................................................... 237
2.2 El discurso de S. S. Juan Pablo II........................................................................................... 239
2.2.1 Las tres convocaciones de la Conferencia......................................................................... 239
2.2.2 El tema de la Conferencia................................................................................................ 240
2.2.3 El trípode de Puebla. ....................................................................................................... 240
a) Verdad sobre Jesucristo .................................................................................................. 241
b) Verdad sobre la misión de la Iglesia ................................................................................ 242
c) La verdad sobre el hombre .............................................................................................. 244
2.2.4 Los Obispos promotores y defensores de la dignidad........................................................ 245
2.2.5 Otros temas del discurso................................................................................................. 246
2.3 La metodología de trabajo..................................................................................................... 247
2.4 El Documento final................................................................................................................ 248
CAPÍTULO XX.......................................................................................................................249
BREVE PERFIL BIOGRÁFICO DE LOS PRESIDENTES Y DEL SECRETARIO
DE LA CAL ............................................................................................................................249
1. CARDENAL SEBASTIANO BAGGIO.................................................................................................. 249
2. CARDENAL BERNARDIN GANTIN ................................................................................................... 250
3. MONS. MICHELE BURO ................................................................................................................. 251
390
SEXTA PARTE .....................................................................................................................253
LA CAL A PARTIR DEL MOTU PROPRIO DECESSORES NOSTRI DESDE 1988......253
CAPÍTULO XXI......................................................................................................................256
EL MOTU PROPRIO DECESSORES NOSTRI Y LA CONSTITUCIÓN APOSTÓLICA
PASTOR BONUS .....................................................................................................................256
1. LA REESTRUCTURACIÓN DE LA PONTIFICIA COMISIÓN PARA AMÉRICA LATINA ............................. 256
2. LA PONTIFICIA COMISIÓN PARA AMÉRICA LATINA EN EL CUADRO DE LA CURIA ROMANA. ........... 258
2.1 El Motu Proprio Decessores Nostri en el cuadro de la Curia Romana................................... 258
2.1.1 Su vinculación a la Congregación para los Obispos .......................................................... 259
2.1.2 Normas pontificias por las que se rige la Comisión........................................................... 260
a) Artículo 1º. Tarea primordial de la Comisión ................................................................... 260
b) Artículo 2º. Labor de específica conexión........................................................................ 261
c) Artículo 3º. Presidente de esta Pontificia Comisión .......................................................... 262
d) Artículo 4º. Miembros de la Comisión............................................................................. 263
e) Artículo 5º. Personal de la Comisión ............................................................................... 263
f) Artículo 6º. Reuniones de la Comisión............................................................................. 264
g) Artículo 7º. La Sesión General anual............................................................................... 266
h) Artículo 8º. El Reglamento de la Comisión...................................................................... 267
2.2 La Constitución Apostólica Pastor Bonus.............................................................................. 267
CAPÍTULO XXII ....................................................................................................................268
LA ACTIVIDAD DE LA CAL ................................................................................................268
1. EL ESTUDIO DE LAS CUESTIONES DOCTRINALES Y PASTORALES ...................................................... 269
1.1 Las reuniones Plenarias......................................................................................................... 269
1.1.1 Primera Reunión Plenaria. 4-7 de diciembre de 1989........................................................ 270
1.1.2 Segunda Reunión Plenaria. 10 al 14 de junio 1991 ........................................................... 273
1.1.3 Tercera Reunión Plenaria. 11 al 15 de octubre de 1993..................................................... 275
1.1.4 Cuarta Reunión Plenaria. 19 al 23 de junio de 1995.......................................................... 276
1.1.5 Quinta Reunión Plenaria. 20 al 23 de marzo del 2001....................................................... 279
1.1.6 Sexta Reunión Plenaria. 24-27 de marzo 2003.................................................................. 283
1.1.7 Séptima Reunión Plenaria. 18 al 21 de enero del 2005...................................................... 285
1.1.8 Octava Reunión Plenaria. 17 al 20 de enero del 2007........................................................ 287
1.2 Los Simposios históricos........................................................................................................ 289
1.2.1 Simposio internacional sobre la Historia de la Evangelización de América........................ 289
1.2.2 Simposio histórico sobre los últimos cien años de la evangelización en América Latina..... 290
2. LA CAL Y SU FUNCIÓN DE CONEXIÓN ENTRE LA SANTA SEDE Y LOS ORGANISMOS
INTERNACIONALES Y NACIONALES PARA AMÉRICA LATINA .............................................................. 291
3. LA ACTIVIDAD ORDINARIA DE LA CAL.......................................................................................... 292
3.1 Encuentro con los Obispos Latinoamericanos....................................................................... 292
3.2 Reunión en Santo Domingo con los Representantes Pontificios en América Latina ............... 294
3.3 Reunión en Santo Domingo con los Presidentes de las Conferencias Episcopales................. 295
3.4 Viajes del Cardenal Presidente y del Obispo Vice-Presidente................................................ 295
3.5 Reunión con los embajadores de los países latinoamericanos e Iberoamericanos.................. 304
4. PUBLICACIONES Y OBRA DE DIFUSIÓN DEL MAGISTERIO PONTIFICIO ............................................... 305
4.1 Publicaciones ........................................................................................................................ 305
4.2 Difusión del Magisterio pontificio.......................................................................................... 305
4.3 Publicación de las Actas de las sesiones generales ................................................................ 306
CAPÍTULO XXIII ...................................................................................................................307
LA IGLESIA EN AMÉRICA LATINA Y EL GRAN JUBILEO DE LA ENCARNACIÓN ......307
1. LA IGLESIA EN AMÉRICA LATINA EN CAMINO HACIA EL AÑO 2000................................................. 307
1.1 La Cuarta Conferencia General del Episcopado Latinoamericano........................................ 311
1.1.1 Preparación de la Conferencia ......................................................................................... 312
a) Por parte del CELAM ..................................................................................................... 312
b) Por parte de la Pontificia Comisión para América Latina.................................................. 318
391
1.1.2 Desarrollo de la Conferencia............................................................................................ 323
a) El discurso inaugural de Juan Pablo II ............................................................................. 323
b) Los trabajos de la Conferencia ........................................................................................ 329
c) Documento final............................................................................................................. 329
1.2.1 Historia de la iniciativa.................................................................................................... 331
1.2.2 Preparación..................................................................................................................... 333
1.2.3 Celebración de la Asamblea y la Exhortación Apostólica Postsinodal ............................... 336
1.2.4 La Pontificia Comisión para América Latina y la Asamblea Especial
para América del Sínodo de los Obispos................................................................................... 336
2. LA IGLESIA EN AMÉRICA LATINA ANTE EL NUEVO MILENIO QUE SE ABRE:
LA QUINTA CONFERENCIA GENERAL DEL EPISCOPADO LATINO-AMERICANO .................................... 337
2.1 Génesis de la idea y su maduración....................................................................................... 338
2.2 La reunión de Puebla, febrero del 2004................................................................................. 340
2.3 Desafíos y signos de esperanzas que motivaron la V Conferencia........................................ 341
2.4 El carácter canónico de la Conferencia General ................................................................... 342
2.5 La audiencia pontificia del 27 de mayo 2004 ........................................................................ 343
2.6 Consulta a las Conferencias Episcopales de América Latina................................................. 345
2.7 La aprobación del tema por parte del Papa........................................................................... 345
2.8 Documento de Participación ( o Consulta)............................................................................ 346
2.9 El Documento de síntesis....................................................................................................... 347
2.10 Lugar y fecha de celebración............................................................................................... 347
2.11 La convocación oficial......................................................................................................... 349
2.12 Celebración. Discurso inaugural de S. S. Benedicto XVI ..................................................... 350
2.12.1 Desafíos y signos de esperanza ...................................................................................... 351
a) Desafíos ......................................................................................................................... 351
b) Signos de esperanza........................................................................................................ 351
2.12.2 Discípulos y misioneros................................................................................................. 351
2.12.3 “Para que en Él tengan vida” ......................................................................................... 352
2.12.4 Otros campos prioritarios.......................................................................................... 353
a) La familia....................................................................................................................... 353
b) Los sacerdotes................................................................................................................ 353
c) Religiosos, religiosas y consagrados ................................................................................ 353
d) Los laicos....................................................................................................................... 353
e) Los Jóvenes y la pastoral vocacional ............................................................................... 353
2.13 El Documento final.............................................................................................................. 354
2.14. La CAL y la Va Conferencia General................................................................................... 355
a) En el proceso de preparación........................................................................................... 355
b) En el post-Aparecida ...................................................................................................... 361
CAPÍTULO XXIV...................................................................................................................362
BREVE PERFIL BIOGRÁFICO DE LOS PRESIDENTES Y VICE-PRESIDENTES
DE LA CAL ............................................................................................................................362
1. CARDENALES PRESIDENTES........................................................................................................... 362
1.1 Em.mo Sr. Cardenal Moreira Neves ..................................................................................... 362
1.2 Em.mo Sr. Cardenal Giovanni Battista Re ........................................................................... 363
2. OBISPOS VICE-PRESIDENTES ......................................................................................................... 363
2.1 S. E. R. Cipriano Calderón .................................................................................................... 363
2.2 S. E. R. Luis Robles................................................................................................................ 364
2.3 S. E. R. Octavio Ruiz Arenas.................................................................................................. 364
3. LOS OFICIALES DE LA CAL ........................................................................................................... 364
APÉNDICE .............................................................................................................................367
BIBLIOGRAFÌA .....................................................................................................................383
ÍNDICE ...................................................................................................................................385
392
393
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