¿Qué podemos hacer para motivar al equipo docente?1 Del diario de una directora Todos me dicen lo mismo. Desde que comencé con la dirigir la escuela, hace ya un año y medio: “El debe motivar a los maestros y maestras. Es, tal tarea más importante si quiere que la escuela como es debido”. tarea de director vez, su funcione Me lo dice la supervisora. Me lo recomiendan los directores y directoras veteranas que conozco. Lo veo escrito en muchos documentos que caen en mis manos y hablan de gestión escolar. Esta mañana, en el taller de capacitación, también insistieron mucho para aconsejarnos de manera semejante. Y sí, efectivamente, creo que deben tener razón porque yo lo compruebo cada día en mi escuela. Si los docentes no están motivados, apenas se puede contar con ellos. Se muestran renuentes, simulan y, a veces, me plantean problemas porque no hacen bien su trabajo. Yo, como maestra, sé cómo motivar a mis alumnos en el salón. Tengo experiencia. Pero ahora la situación es distinta. ¿Cómo motivar a mi equipo docente? Son personas adultas. No sé muy bien por dónde empezar. Creo que he probado algunas cosas: mostrarme amable con ellos, animarles a participar en proyectos… Pero no estoy segura de que haya servido para mucho. La realidad que veo es que algunos vienen a trabajar de manera rutinaria y parece que les da igual si sus alumnos aprenden o no. Tiene que haber maneras de animar a estas personas, de movilizarlas. Sí, ¿pero cómo lo hago? El panorama. Para llevar a cabo una tarea profesional eficiente y satisfactoria, además de otros requisitos, es necesario estar motivado. 1 Cabe esperar que cada docente sea capaz de En Antúnez, Serafín (2102). Una brújula para la dirección. Orientaciones para la mejora. México, Somos Maestros-Innovación y Asesoría Educativa. Serie Gestión Educativa. México, pp. 75-90. 1 encontrar las razones –los motivos, al fin y al cabo- que le muevan a actuar en la dirección adecuada. Que sea capaz de descubrirlos por sí mismo. La expresión de quien pretende justificar su pasividad o indolencia con frases como: “No hago mejor las cosas porque aquí no me motivan” seria propia de alguien que está profundamente equivocado y, en alguna medida, deshonesto. La motivación la debe construir cada persona sin esperar a que otras lo hagan por ella. Sin embargo, no todo el mundo es capaz de hacerlo como sería deseable. En esos casos, los directores y directoras escolares son profesionales especialmente pertinentes para ayudar a conseguirlo. Más que buscar cómo motivar a los demás, se trata de crear los medios y los escenarios favorables para que las personas sean capaces objetivos de motivarse. personales que Para les que puedan parezcan identificar atractivos y alcanzables. De eliminar barreras y proporcionar ocasiones para que encuentren sus propias soluciones, en lugar de imponérselas. Sin embargo no es fácil llevarlo a cabo. Cada persona es particular y diferente. Llegaron a la profesión docente por caminos muy distintos. Y buscan en ella cosas que también son muy dispares. La primera consecuencia de esta heterogeneidad es que no sirven estrategias idénticas para todo tipo de 2 personas. El principio de atención a la diversidad que los docentes tenemos tan presente al atender a nuestro alumnado tendrá que aplicarlo usted ahora con los maestros y maestras de su escuela. Conviene comenzar indagando en las causas de la desmotivación. Ésta pueden ser muchas y de diversa índole. En cualquier caso, debería considerar inicialmente dos situaciones. La primera es que tal vez la causa sea el estilo de dirección que usted muestra. Ojalá que no sea éste su caso. Analícelo y vea si puede mejorarlo. Y la segunda es que la capacidad de influencia que usted tiene como director o directora está muy limitada y es necesario ser realista. Las limitaciones Determinadas situaciones y hechos que son causas que inducen a la desmotivación constituyen fuertes obstáculos para sus buenas intenciones. Conviene asumir con resignación que ante un buen número de esas causas usted podrá hacer muy poco desde el interior de la escuela. Veamos algunas de ellas. a) Determinadas situaciones o acontecimientos de la vida personal de los insatisfactorias docentes. en su Unas núcleo relaciones familiar, una afectivas dolencia 3 personal crónica o la enfermedad grave de un ser querido pueden influir en el estado de ánimo y que éste repercuta negativamente en su motivación y en su trabajo de manera sustantiva. b) Sistema de provisión de docentes a las escuelas. El equipo de maestros y maestras usted desde instancias que le proporcionan a externas: la Secretaría de Educación Pública, por ejemplo, no siempre es el que tal vez desearía y considera más conveniente. Aunque éste no es el momento de plantear y de buscar soluciones a los sistemas de adscripción de docentes a las escuelas de nuestro país, creemos que una revisión pertinente y cambios importantes en dichos sistemas favorecerían la presencia de docentes más motivados y capaces en su escuela. Pero, hoy por hoy, usted puede hacer muy poco para que eso mejore. c) Ausencia de un sistema de incentivos profesionales que usted pudiese administrar. Por lo tanto, tampoco puede hacer nada para que los salarios de sus maestros y maestras se incrementen en función de la evaluación de su desempeño. Ni para proporcionarles ascensos en su carrera profesional. En cualquier caso, como usted sabe y múltiples estudios acreditan, los incrementos salariales no producen automáticamente más motivación. 4 Lo que se consigue con un aumento de sueldo es que nuestra insatisfacción disminuya ya que nos sentimos reconocidos de algún modo. d) Ciertas demandas de las autoridades educativas. Nos referimos a las que están orientadas por finalidades burocráticas que arrastran hacia prácticas profesionales rutinarias y poco sugerentes. Así ocurre con bastantes solicitudes de los servicios de Supervisión o de las Jefaturas de Sector, a menudo expresadas mediante órdenes poco discutibles. Usted debe instar a su equipo docente a que las cumplan, aún a sabiendas que dan lugar a tareas poco atractivas e intelectualmente poco ricas. e) Situaciones de impunidad. Acontecen cuando el docente se sabe protegido por una instancia externa: autoridad educativa, política o gremial que le permite desarrollar su trabajo tal como desee, libre de controles técnicos y sociales sin tener que rendir cuentas de sus resultados y efectos. Pero no se desanime. Usted dispone de otros espacios y oportunidades suficientes en los que sí que podrá obtener resultados satisfactorios si actúa de manera adecuada. Habrá que establecer prioridades y fijar la atención en ellos. 5 Antes de entrar a considerarlos, merece la pena detenerse un momento para comentar otra situación habitual. Puede ocurrir que la causa por la que una persona se muestre desmotivada no sea tanto su porque sepa no negligencia o falta de profesionalidad sino hacer bien su trabajo y eso le reporte fracasos. Su falta de implicación no es porque no quiera sino porque no sabe. Conviene no confundir falta de motivación con falta de capacidad y, considerar también que, a menudo, la falta de capacidad lleva a la desmotivación. Sólo podrá distinguir esa diferencia conocer el bien director a su o equipo directora que docente. Estar se esfuerce próximo a por cada persona, hablar frecuentemente con ellas, observar y analizar sus reacciones o examinar las producciones de sus alumnos ayudarán a conseguirlo. Cuando la desmotivación de una persona esté causada por la falta de capacidad, el papel de la dirección consistirá en proporcionarle acompañamiento y asesoría para que descubra elementos que le animen a la acción. Capacitarle a través del apoyo a sus clases, de proporcionarle buenos herramientas docencia, de trabajo, lecturas, así modos como de ejemplos de organización propiciar de su oportunidades de trabajar junto con otros docentes de la escuela más capaces, 6 constituyen estrategias directivas con las que se pueden obtener buenos resultados. Pautas para mejorar la práctica directiva Y para todos los demás casos y situaciones, ¿qué se puede hacer desde la Dirección y los equipos directivos, que esté realmente a su alcance, con el fin de aumentar la motivación de los maestros y maestras? Creemos que resulta muy conveniente intervenir siguiendo una doble dirección. Por una parte, revisando y destruyendo algunas leyendas, prejuicios y estereotipos que, a base de repetirlos, acaban por convertirse en ideas que se aceptan como ciertas o como situaciones inevitables. Y, por otra, llevando a cabo acciones decididas. a) Destruyendo leyendas, prejuicios y estereotipos. En nuestras conversaciones profesionales resulta frecuente escuchar afirmaciones muy parecidas a ésta: “Los profesores somos muy individualistas. No sabemos trabajar en equipo. No nos enseñaron a partir de compañera hacerlo”. A veces, también, nos guiamos a prejuicios se puede sobre esperar algunas muy poco, personas. siempre se “De tal muestra pasiva y ausente”. O bien: “No esperes que se impliquen en la 7 escuela los docentes que ya llevan muchos años de ejercicio, sus intereses están en otra parte”. Como cualquier otra generalización, esos dichos contienen inexactitudes. Sin embargo, suelen admitirse como reflejo de realidades incontrovertibles. Y además, por otra parte, son altamente discutibles o, al menos, eso es lo que nos dicen múltiples evidencias. No es difícil refutar la creencia respecto a la incapacidad de trabajar en equipo. Muchos ejemplos muestran lo contrario. Observando la realidad de nuestras escuelas podemos comprobar que resulta frecuente encontrar grupos de docentes que trabajan en el mismo centro colaborando de manera eficiente y solidaria en tareas comunes. Incluso en la escuela más desorganizada y problemática se pueden observar maestros y maestras que, fuera del marco estrictamente escolar, colaboran estrechamente en el estudio y preparación de los exámenes anuales de Carrera Magisterial o en los estudios de un curso de postgrado que comparten. Son capaces de trabajar en equipo. relevantes: Demuestran compartir ser poseedores metas, de competencias participar muy activamente, intercambiar informaciones, reforzar afectivamente al grupo, cumplir con los compromisos y tareas que se establecen en el grupo, etc. 8 ¿Por qué, pues, no las manifiestan también y siempre en su trabajo escolar cotidiano? Seguramente porque no disponen de oportunidades servicio de para una poner tarea en que juego les esas resulte capacidades al significativa y funcional. Y porque, en ocasiones, sus directivos muestran una voluntad y/o competencia escasas para crear marcos favorecedores y plantear metas atractivas y factibles. Conviene eliminar los prejuicios y los estereotipos. Que una persona se muestre desanimada, pesimista y poco eficiente no quiere decir que siempre sea así. Es muy probable que sea capaz de hacer algunas cosas más de las que demuestra pero que aún no haya encontrado el marco propicio para hacerlas evidentes. Tal vez sí lo demostró en la escuela donde estuvo anteriormente. ¿Por qué no lo hace ahora? Descubrir capacidades de las personas del equipo docente, aprovecharlas al servicio de la escuela y desarrollarlas adecuadamente, forman parte de las tareas directivas eficientes orientadas a promover la motivación de la plantilla. En este sentido, cobran especial importancia los planes orientados a recibir y atender adecuadamente a los docentes que llegan nuevos cada año a la escuela. Desplegar un dispositivo que tenga como objetivo que conozcan la escuela y que sean conocidos en ella resultará muy conveniente (Antúnez, 2004). 9 Y también resulta fundamental evitar instalarse en la crisis: “Aquí no se puede hacer nada”. Esa expresión u otras similares la solemos manifestar cuando nos parece que las circunstancias son tan hostiles que nos animan a la inoperancia. Si otros directores y directoras que trabajan en escuelas en circunstancias parecidas a las de usted: tipo de alumnado, condiciones, restricciones, etc., son capaces de movilizar a sus docentes es que dicho logro también puede estar a su alcance. Le invitamos a que revise su capacidad de diagnóstico, de reacción o de conformismo. b) Llevando a cabo acciones decididas. Vamos a orientadas recordar a la en primer motivación lugar que algunas suelen actuaciones considerarse habitualmente y que, por esa razón, dedicaremos poco espacio a comentarlas. Conviene anotarlas en el inventario. Más adelante le sugerimos otras, más en desuso, pero que creemos que son muy eficaces y por ello las trataremos con más detalle y se las sugerimos con mayor énfasis para que las tenga en cuenta. Veamos las primeras. Apelar a las convicciones profundas de la persona. Si son acordes con los principios constitucionales, puede ser un medio útil para despertar motivación en ella. Recordar a un docente de adscripción ideológica conocida y expresada como 10 persona que rige su vida por los principios democráticos de justicia social, coherente, equidad, debería actuar respeto, etc., profesionalmente esos valores, puede ser un medio para misma manera se podría proceder con que, de si es acuerdo con motivarle. De la otra persona que se significa, de palabra, como un buen católico o con otra que se precia de ser una ”mujer que lucha por los derechos humanos”. Promover las tareas de éxito y satisfacción. Es bien sabido que las personas encuentran motivación en su trabajo cuando obtienen satisfacción y buenos resultados en él. El éxito contribuye a la motivación. Por consiguiente, convendrá que las tareas que se les propongan les resulten factibles. Que estén a su alcance. Que sean proporcionadas más altas a sus capacidades y a los recursos de que disponen. Que les planteen la oportunidad de aprender algo nuevo y, mejor aún, que puedan explicarlo luego a los demás. Predicar con el ejemplo. Es otro buen modo de ayudar a que los maestros trabajo. Si y maestras usted muestra encuentren un motivación desempeño para modélico en su su práctica profesional, las personas de su equipo dispondrán de elementos tangibles de estímulo y patrones de conducta creíbles y susceptibles de ser puestos en práctica. 11 Reforzar el sentimiento de pertenencia. También sabemos que una persona está motivada si se siente partícipe de un trabajo que es reconocido como bueno y se siente miembro de una organización externa. prestigiada, Convendrá, por que tanto, tiene llevar una a buena cabo imagen acciones relacionadas con la difusión interna y sobre todo externa de las actividades que se lleven a importante saberlo es hacer explicar a las los cabo en la escuela. Tan cosas bien y demás sectores honestamente de la como comunidad educativa y social. Veamos a continuación y con mayor detalle un segundo conjunto de prácticas directivas orientadas a promover la motivación del equipo docente. Todas ellas se han puesto en marcha en escuelas de satisfactorios. tipologías Se las diversas proponemos con y resultados añadimos algunos comentarios con el deseo de que usted las valore y, que si las tiene en cuenta en su práctica profesional, le sean también de utilidad. Son las siguientes. - Promover el protagonismo intelectual - Evitar la rutina - Favorecer condiciones laborales - Proponer tareas profesionalmente atractivas y útiles - Aprovechar las capacidades de todos y todas - Mostrar reconocimientos 12 Promover el protagonismo intelectual. Los docentes solemos estar motivados cuando se nos permite tener protagonismo intelectual en la tarea que se nos propone hacer. Consideremos dos situaciones. La primera. La conversación tiene lugar en la oficina del director. Ha llamado a un docente para decirle lo siguiente: “Hoy estuve reunido con el supervisor durante toda la mañana. Hemos estado analizando la situación y las necesidades de la escuela. Como conclusión, hemos decidido que tú, como docente de segundo grado, deberías diseñar e implementar este proyecto con tus alumnos. Trata sobre la mejora de la comprensión lectora. Lo llevarás a cabo con tu compañera docente de tercer grado, durante los próximos cinco meses. En este documento te comunicamos los objetivos del proyecto. El proceso, además, deberá llevarse a cabo en tres etapas. Aquí tienes en estos papeles el resumen de lo que deberás hacer y unas instrucciones sobre cómo hacerlo”. La segunda. La conversación tiene lugar en el patio de la escuela, durante un receso en las clases. La directora de una escuela se dirige a una docente y le dice lo siguiente: “Hoy estuve reunida con el supervisor durante toda la mañana. Hemos estado analizando la situación y las necesidades de la escuela. Como conclusión, hemos pensado que tú, como docente de segundo grado, deberías diseñar e implementar este proyecto con tus alumnos. Trata sobre la mejora de la comprensión lectora. Te proponemos que lo lleves a cabo con tu compañera docente de tercer grado, durante los próximos cinco meses. Creemos que es lo más conveniente para los alumnos. Aquí en estos papeles tienes la propuesta, tal como la vemos nosotros ¿Qué te parece?, Tú, que ya tienes bastante 13 experiencia en estos temas ¿cómo la ves?, ¿por qué no te reúnes con la compañera de tercero, la analizas y nos reunimos la semana próxima para comentarla? Me gustaría incorporar tus propuestas. Convendría que entre todas acordemos y definamos los objetivos del proyecto. Por cierto, en cuanto a la metodología de trabajo habíamos pensado organizar el proceso en tres fases y, en una de ellas, incorporar a las familias para que participen y apoyen. ¿Qué te parece? Tres etapas, ¿no serán, tal vez, demasiadas? ¿Cómo podríamos incorporar a las familias para que cooperen y no interfieran? Háblalo, por favor, con la compañera, a ver qué les parece. Con tus ideas, nos iremos poniendo de acuerdo sobre cómo vamos a implementar el proyecto. ¿Qué te parece si nos reunimos el próximo martes para ir avanzando en el asunto? Seguro que usted observa algunas diferencias. Son fáciles de ver. En el primer caso, el director llamó al maestro cuando todo estaba decidido. Se acordó de él sólo a la hora de transmitirle una instrucción, una orden que se presentaba como poco o nada discutible. Impidió cabo y, como consecuencia, no le ayudó a apropiase y a ilusionarse con ella. tarea No se que se llevar a idea la docente protagonista la en el sintiese de intelectual que le debía valoró intelectualmente. En el segundo caso, la directora requirió a la docente desde el principio. Contó con ella para que ayudase a construir, a idear, a definir la tarea que se pretendía llevar a cabo. Y también le aportaciones brindó a la la hora oportunidad de establecer de la incorporar metodología sus de trabajo que comportaría el proyecto. Tuvo muy presente la 14 idea de que nadie suele dificultar ni oponerse a lo que uno mismo ha propuesto llevar a cabo y que ha tenido la oportunidad de determinar cómo hacerlo. Evitar la rutina La tarea docente suele llevarse a cabo de manera solitaria. Cada quien en su salón con sus alumnos y alumnas, individualmente, sin la presencia de otros colegas que le puedan servir de estímulo profesional. Esta situación, que tiene muchos inconvenientes, cada quien, diseñar su libre tarea de ofrece la posibilidad de que interferencias cotidiana. Dicha e injerencias, libertad, si no pueda está sometida a audiencia de los demás docentes y a la revisión de las instancias directivas de la escuela, tiene el riesgo de que, por falta de creatividad o por otros motivos, la tarea se diseñe y invariable. se Si en lleve a todos cabo los de procesos manera de rutinaria gestión, e ahora considerando ya a la escuela en su conjunto, ocurre algo parecido, estamos ante una situación generalizada en el centro y poco estimulante. Variar el rol de las personas con cierta frecuencia para que tengan la oportunidad de desarrollar capacidades diversas en situaciones distintas y con compañeros y compañeras inhabituales resultará muy beneficioso. También resultará muy 15 útil en escuelas de un cierto tamaño, hacer compatibles una estructura estable adhocrática: y Organizar rígida y con llevar otra a cabo más flexible tareas y mediante equipos flexibles: binas, tríos, comisiones diversas, etc., más allá de constituidas etc. las más sugerirá que realizan formalmente: nuevos retos las Consejo unidades Técnico, promotores de estables, academias, estímulo y motivación. Lo mismo ocurrirá si se plantea que las personas se involucren en proyectos factibles, bien justificados y útiles, que comporten cierta novedad en sus objetivos y en la metodología de trabajo. Favorecer condiciones laborales Otra manera de dentro de lo agradables y ayudar a la motivación es proporcionando, posible, condiciones satisfactorias a laborales los que docentes. resulten Se podrá conseguir si, por ejemplo: Cada persona puede disponer de un cubículo o un espacio o mueble específico y personal para tener sus enseres profesionales ordenados y seguros. Se les proporciona un salón y un mobiliario dignos, en el marco de una escuela limpia, higiénica y saludable. Se proporcionan a cada docente los materiales de uso didáctico que precisa para el desarrollo de sus clases. 16 Se facilitan, adecuados cuando a se las pueda, horarios circunstancias laborales personales y profesionales de los docentes. Se procura que se desempeñen en un grado o en una disciplina y con un grupo de alumnos para los que se sientan suficientemente preparados profesionalmente. Proponer tareas profesionalmente atractivas y útiles Los maestros y maestras están sometidos a muchas exigencias académicas y sociales en su trabajo. Son personas a quienes preocupan problemas muy sentidos y que buscan alternativas realistas y factibles, útiles para ayudarles a resolver situaciones muy vinculadas con sus tareas cotidianas. Y, por lo tanto, ansiosas de encontrar caminos y herramientas eficientes y realistas más que discursos teóricos difíciles de llevar a la práctica. Una de las claves para conseguir una motivación más generalizada y compartida en un centro escolar es promover el trabajo en torno a temas y situaciones que afecten directamente a todos o a la mayoría de docentes. Propuestas precisas, factibles, mejora la de bien comprensión diseñadas, y expresión relacionadas oral y con escrita la del alumnado, por ejemplo, suelen recibir respuestas positivas y animosas incluso entre las personas más renuentes. Se trata, 17 pues, de encontrar cuáles son esos temas y situaciones en su escuela, capaces de movilizar a los docentes por el interés intrínseco y el carácter instrumental de la tarea. Aprovechar las capacidades de todos y todas Los docentes solemos estar desmotivados cuando percibimos que no se nos permite mostrar ni poner en juego capacidades intelectuales que poseemos. En los escenarios escolares se pueden escuchar expresiones de algunos colegas como ésta: “En la escuela no se aprovecha todo lo que yo podría aportar, todo lo que yo podría dar. No me dejan hacerlo” Conocer las capacidades de las personas del equipo docente y ofrecer oportunidades para que las desarrollen y las pongan al servicio de la escuela constituye una excelente práctica directiva. ¿Por qué una docente que tiene una experiencia profesional de diez años o más nunca dirigió y coordinó el desarrollo de una reunión entre colegas? ¿Por qué jamás representó a la escuela en un acto social de la comunidad? ¿Porque no es capaz de hacerlo o porque nunca tuvo la oportunidad? A menudo desconsideramos lo que muchos docentes pueden ser capaces de aportar a la escuela. Desperdiciamos capacidades 18 que han mostrado tener sobradamente en su vida personal y familiar, fuera del marco profesional. Es frecuente personal, ha creatividad. que sepamos mostrado Tiene un de un muchas docente que, veces tener pensamiento en su vida una gran divergente, está continuamente diseñando artefactos originales para el jardín de su casa, tiene inventiva y escribe poemas lindos. Conocemos de una maestra que es capaz de dinamizar grupos sociales: moviliza a los jóvenes de su barrio en torno al ajedrez. Les organiza torneos, les reúne todos los sábados y les ilusiona con sus propuestas. Sabemos que otro docente, en su vida privada, mostró siempre tener una gran capacidad de análisis y de toma de decisiones pertinente. porque a lo largo de los años nos demostró Los sabemos tener esas capacidades en momentos delicados y trascendentes de su vida personal y familiar. Pues bien, es muy posible que esas capacidades creativas, de organización de personas o de análisis y toma de decisiones, que existen, disponibles y bien probadas, jamás lleguen a emplearse en la escuela en beneficio de ésta. Parecería que, en muchas escuelas, se les dice a los docentes: “Al entrar a trabajar dejen fuera de este recinto el 80% de lo que sus cerebros serían capaces de aportar. Aquí no se les va a permitir utilizarlo”. 19 Mostrar reconocimientos. Solemos pensar que el docente tiene que hacer bien su trabajo por obligación. Porque ya cobra un sueldo por ello. Y, si cobra, y además tiene cierta seguridad y estabilidad en su empleo, que ya está suficientemente recompensado. Sin embargo el sueldo es un pago que se da a todo el mundo. Salvo contadas excepciones, lo reciben tanto quienes trabajan con entusiasmo y responsabilidad como quienes lo hacen con desinterés. Esa compensación indiscriminada, y de alguna manera injusta, ayuda a pensar que no merece la pena el esfuerzo y la dedicación responsable porque, al fin y al cabo, no se les atribuye valor alguno: “Las autoridades te tratan igual hagas o no hagas”. Y, si ese valor no se reconoce explícitamente es fácil que se pierda el interés y se caiga con cada en la desmotivación. Es fundamental acostumbrarse a hablar docente. Decirle que hace bien su trabajo y que su aportación es muy importante para que la escuela funcione. Hacerle evidente que usted se da cuenta de ello. Y que, como director o directora, valora su esfuerzo y se lo agradece en nombre de los niños que están educando y de la escuela. Esta práctica profesional se emplea menos de lo que sería deseable y tiene que ver con 20 una cultura escolar en la que se tiende a hacer visible y a destacar sobre todo lo que no funciona y los aspectos negativos del desempeño. Saber agradecer es, por otra parte, una habilidad social fundamental en el ejercicio de la función directiva de la que ya hemos hablado en otro capítulo. Este profesional debería llevar también implícita reconocimiento una connotación afectiva que expresa que usted considera y aprecia a esa persona. Los reconocimientos en la escuela pueden mostrarse de muchas maneras. A través de conversaciones privadas y directas con la persona. Mediante conversaciones con otras que sabemos conocerá la persona destinataria ya que estamos hablando bien de ella y es fácil que se lo comuniquen. Proponiéndole tareas intelectualmente ricas que supongan una manifestación de confianza. Proporcionándole oportunidades de que represente a la escuela en actividades y acontecimientos sociales, en la municipalidad, con la comunidad social, etc. Se deberá tener reconocimientos en sean cuenta la proporcionados cautela a la de tarea que que los se reconoce, sin exageraciones o menoscabos. Bien distribuidos en el tiempo: inmediatez y frecuencia pertinentes. Expresados con sinceridad y sin fingimientos. Y que sean el reflejo de 21 actuaciones basadas en la justicia y la equidad en el trato con todos los maestros y maestras. Por otra parte, los reconocimientos por escrito, si bien son muy útiles y pertinentes para ser empleados por personas que desempeñan tareas de Supervisión, no nos lo parecen tanto como herramienta para directores y directoras escolares. Por grande que sea la institución, la palabra viva siempre será un medio mucho más cálido y afectuoso, aunque entendemos que en ciertos contextos y culturas –que respetamos- se atribuya mucho valor a las constancias administrativas y burocráticas. 22