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MADRID. ANO V t l l . NUMERQ 2.6M
J U B V E 8 22 DE NOVIEMBRB DE 1023
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No se devuelven los originales»
Apartado de Correos. 515.
Tdagramas ACOÚN
Cuatro «Setenes cflana^
Fundador Manuel Delgado Barrete.
oiARio
DE: LA NOCHE:
Número suelto, 10 céntli8iO&
ESTE PERIÓDICO, SIN RELACIÓN CON LOS GREMIOS POLÍTICOS. TIENE POR ÚNICO PROGRAMA DECIR LA VERDAD
LA
OBRA
D E SANEAMIENTO
EL FANTASMA DEL CLERICALISMO
' 0i% en imii S8fl cailGi
Un régimen de publicidad
Siempre fui enea^igo die loa easlarecimientoe y depuraciones a «oenoerros taypados», ooimo lo fui y lo soy do las delaciones anónimas, del chismorreo al
oído die la autoridad, de l a soplonería
esourrieodo el bulto.
El factor más importante de nuestra
decadencia, el que determinó q u e llegáramos a la vergonzosa situación cortada
felizmente por el movimiento militar,
t'uó la falta de valor cívico. E n un ambiente de cobardía campaban p o r sus respetos loa políticos venajes deJ viejo sistema. Cuando no corrompían, amenazaban,
y la gente, temerosa de la persecución,
ocultaba sus anhelos, ahogaba sus quejas. Me r í o ahora, cuando oigo vociferar
sontra el derrumbado régimen y su® hombres a los que callaban como muertos en
los díaa de la dominación vergonzosa., y
a los que l a adulaban y servían. Debie*r a n ser esos loe primeros perseguidos y
castigados, p a r a que en su cabeBa escarmentasen los futuros hipócritas y cobardes.
Pero y a que no se castiga la pasada
confabulación del silencio que tantos ma/leg atrajo sobre España, bueno se<rá que
desarraiguemos la perniciosa costumbre.
Todo lo que se sabe se debe decir, si se
está seguro de que diciéndolo se sirve a
la justicia, a la moral y al interés de
la na<ción. Y se h a de decir claramente,
noblemente, con absoluta franqueza, asumiendo sin vacilaciones l a responsabilidad.
En su discurso de contestación al que
pronunciara ayer en el palacio de Ve.
necia el general P r i m o de Rivera, decía
Mussolini: «El amor a la disciplina, el
culto a l a belleza y l a fuerza, el valor
p a r a las responsabilidades, el desprecio
p a r a todos los tópicos, la sed de realidades y el amor hacia ©1 pueblo, pero sin
cortesanías grotescas, son las bases fundamentales del concepto fascista, bases
que pueden servir también p a r a los demás paíee&M
Exactamente. U n pueblo dtonde n o se
tiene el valor de laa responsabilidades est a r á siempre dominado y sometido por
todas las audacias y desenfrenos. Tan
a r r a i g a d a estaba en mí esa idea, que no
sentí la menor vacilación en lanzarme
a la lucha, a pecho descubierto, cuando
todos enmudecían. Se demostró así que
e r a posible hablar y oombatir; pero qu®
p a r a ello hacía falta la previa renuncia
a muchas cosas y tener valor cívico, el
valor de afrontar las propia® responsabilidades.
Viene todo esto a cuento de u n fenómeno lamoatable que es preciso cortar
p a r a qu© el país no siienta desalientos
injustificados. Se instruyen a estas horas
numerosos procedimientos de diversa índole, motivados por denuncias y acuaa-
ESTROS ECOS
VISTO Y PIDO
E n I t a l i a ©1 direotor del Instituto! d e
Agricultura se llama Pantiano.
¡ Eaa es nombre adecuSfcdo!
No se le hubiera ocurridol n i al propio
Gaf>R>t cuando era ministro de Fomento.
ciones secretas que el públiob no cono«».
De prontO', por un edicto en que se rer
quiere la comparecencia del señor Alba
en término de cuatro días, nos enterarmos de que en Valladolid se siguen diligencias p a r a esiclarecer asunto t a n iniiportante como el de la devolución famosa
de l a ñanza que se constituyó con motivo
de la concesión del ferrocarril de Valladolid a Cubo del Vino. H a b r á mucha
gente que conozca detalles interesantísimos de ese a s u n t o ; pero si no se sabe
que se instruyen las diligencias, la aportación de datos será imposible.
Lo mismo ocurre en otros muchos procedimientos, a los cuales no llegará la
voz pública, entre otras razones, porque
los ciudadanos, todavía fieles a la funest a costumbre de rehuir todo contacto
con la justicia, no son capaces de acercarse a ella si no se les estimula y se les
alienta.
En este régimen de depuración, toda
publicidad me parece poca-. Si lo que se
quiere evitar con el silencio es el escándalo, téngase en cuenta que la publicidad no es el escándalo. Yo he hecho
campañas durísimas y no he escandalizado.
Estimo, pues, un error—^y lo digo con
todo respeto por si la advertencia sirve—
que se imponga el silencio en torno a loa
procedimientos depurativos, sean ellos los
que fueren y g^fecten a quien afectaren.
Es conveniente acostumbrar a los ciuda/danoa a decir la verdad y a escucharla,
como también a defenderse d e la ment i r a . Pero todo ello públicamente, a plen a luz, sin misterios n i reservas injustificadas.
No me estoy refiriendo, como es natural, al secreto del sumario, que dfebe ser
inviolable. Digo que no debe silenciarse
ninguna denuncia, y que formulada ésta
procede que se nos conceda a^ todos aquella libertad precisa p a r a que ante el juez
o ante el país digamos lo qu© estimemos
oportuno, ateniéndonos — eso sí — a las
responsabilidades que de decirio se de^
riven.
•
Piense el Directorio queí el régimen
que él h a implantado debe ser, más que
ningún otro, por lo mismo que tiene carácter dictatorial, un régimen do publL
oidad p a r a todo aquello que no ponga en
peligro al nuevo sistemas p a r a las propagandas lícitas, p a r a la® denuncias fundamentadas, p a r a las acusaciones mantenidas con honradez, p a r a todoa los procedimientos de investiga-ción, examen,
discusión y depuración.
Sólo así podrán vivir compenetrados
con el Poder público todos los españoles
p a r a la realización de la obra de saneamiento»
EL DUQUE DE G.
EL CIERRE DE LAS TABERNAS
-Ha visto usted, s e ñ o r Eulogio, que el pueblo de Vald e p e ñ a s p r o t e s t a del c i e r r e .
-No me lo explico. P o r q u e n o s o t r o s no g a s t a m o s m á s
de t r e s a r r o b a s de vino a l año. ¡Y, l a verdad, no vale l a
pena!
CONVIENE QUE LO SEPAMOS
¿Qué es ia conciencia iiberai?
Porque nosotros no conocemos más que ía inconsciencia liberal
Nuestros colegas «La Voz» y «El De- s y ésa si que no existe, ni es neooaaria...
bate» discutan acerca de la «acción hbei- porque siempre h a resultado perniciosa.
ral», que no tiene nadaí qu© ver con LA i
Nueistros liberales—que ahoi'a están
ACCIÓN, nuestra, que ee indepeindiente «roque©, por lo visito—han interpretado e¡l
y radíoalísima, como les constta a no po- concepto de libertad desastrosamente y
cos de los qu© se han llamado liberales.
son los culpables de la situación que el
«El Debate» asegua-a qu© la conciencia Directorio tuvd que barrer.
'
liberal n o existe y «La Voz» afinna su
Si «La Voz» tiene notioias d e que haya
existemcia y añade que está eomeitida an- pob(tJie06 liberafea que conciban y practirte el golpe de Estado y que eis neoesario quen la libertad de modo diamjetralmente
despertada p a r a q u e acompañe al Direc- opuesto a como la praticarón lo® libeiratx>ño y recoja el Poder.
les de aiEmpra, lo que h a b r á que hacer
Con toda oonaiaeración y cariao dis- n o es' &áciSipeirta.r de nuevo l a concdencia
crepamos de los dos compañeros.. L a coto,- iibarail», sino descubrirla, sadaria de s u
oiencia liberal existe, por el meiro h©t^í^o esitado embrionario.
de que existe l a conciencia. Una. oomcienPorque nosotros hasta ahora sólo oomooia sin libertad n o es conciencia Foír
uamosi la iiio&nsciericia liberal, que nos
grullo legítimo, j>ero no acertamos a de- llevó a. 1.a ruina y a¡] descrédito.
cirlo de modo más d a r o . Si la concienE¡n liberal s e h a de gobernar en lo sucia ee, princapalmentei, el conocimiento oes'vo y en liberail Se¡ ositiá gobernando
de. la responsabilidad y n o puedfe eixistír ahora, aunque la afirmación ee tenga por
la responsabilidad sin la libentad, claro paradójica.
ésta que la oonciencia, p a r a regulair las
Pero pa.ra gobernar así será preciso que
responisabilidades, h a de ser libre.
los libepales a que «La Voz» alude; den al!
En eil teirreno filoisófico no tendría razón octQjceipto de libertad u n a interpretaición
«El Debate» al negar que existe la oon- parecida a lai que daba eil señor Silvela
cienoia liberal; en el terreno pdíttcio, no hace poco cuando decía quie 'eeitimaba niela tiene «La Voz» al afirmar quie existe oeeario gobernar democráticamente, baiesa caaciencia liberal y peo.r aún al su- ciendo sentir todo el peso d^i l a auítoriponer que haya, existido en nueefcro país dad.
—] Qué comodidad!—habrá dicho el ra- y que haiy «que despertarla de nuevo». L a
_A nosiotros no© parece biiem que ae dlesconoiencia liberal a que alude «La Voz» pierte la conciencia liberal; pero que sea
íjOTO—. H a s t a dineo-o suelto, para no tener qu(si cambiar y expomerm© a que m© ee la de loa elementos llamados libéralas conciencia.
den íaiso.
LerrO'UX h a escrito u n a nueva carta,
llena de optimismo para él.
Suponemos que le n a b r á enviado copia
a Blasco Ibáñez, quíéin sigue dando la
vuelta al mundo y telegrafiando a Lorroux.
¡Aaí so ©atretendrán los do» i
Palmetazos...
Anoche escuchamos uini dirKurso d e «altura,». ¡ Como que lo leyó, desde lo alto
¿la un trapecio del Circo Americano., el
gran RAMÓN! Dijo en broma cosa* d e
H a di«ho( MuBsolmi:
sustancia, entre ellas, algunas de sus
«Cuatro políticos desocupados y melanmejores Greguerías del Circo. Su traoólicos se pasaban el día esperando desbajo entero (¡jirceinría y literario) fué tode la mafiama hasta l a noche ©1 fin, de
do él ulna Greguería en acción.
fui Gobierno.»
L a Greguería, a mi juicio, es u n a insDe eso h a y también^texto en español,
tantánea humorística cubista.
y lo puedo repetir Primo 9© Rivera.
La «Gaoeta» de hoy publica u n edicto
Gómez de la Serna, b u r l a burlando,
que dios aaí:
dibujó
ein trazos cubistas la caricatura
El imgeinioso Gtómez de l a 'Serna layó
«Juzgado especial.—Valladoliil
del
orador
político, fruto de_ nuestra tieunos versos desde un trapecio.
Don José Alvarez Rodríguez, magistrar r a (como el melón, por ejemplo), que
N o es e l p r i m a r literato que tion© que d'o, juez especial designado por Real orgustai en el momemto de saborearlo-, i>eiro
hacer equiTibríos.
den de la J e f a t u r a del Gobierno y P r e que no contiene casi ningún elemfitato
Sólo que Jois hacen para oomer.,
aidiencia del Directorio militar, por pronutritivo.
•
videncia de esta fecha, recaldfe, en laa
Sobran, oradores políticos; gobrant dSs«El trabajo «m; l a Casa de l a Moneda.»
diligencias que iaietruye sobre devoluoióta cursos políticos...
I A l t o ! Ahí no debe tasaraa die ninguna
de la fianza qu© se constituyó con motiEn u!aa silla de l a s últimas filas, con¡manera.
vo de la ctoncesión diel ferrocarril de Vafundido con la muchedumbre, estaba un
Cuanibo m á s se trabaje, más monedas lladc¿id a Cubo del Vino, h a acordado hombre que se veía retratado .en el exBe harán, y 1 a ver si así abundan ¡
se cite por miedSo de l a presente a don
quisito humorismo de RAMÓN. Aquel
SaJtttiago Alba Bonifaz, abogado, cuyo hombre pa.T*6cía un clown ; de clowvm eran
«La solución Qimenpi.».
último domicilio lo tuvo en Madrid,
laa líneas de su rostro, sus ojillois lumi?, Ee eso un e8i>ecífipo?
siendo público que h a desaparecido de nosos, su actitud, su gesto... [Sabéis
N o ; es un auxilio a IOB ferro<!ajTÜe«.
España, para que oompanezca a declarar
quién era? D i n Melquíades Alvarez.
•
ante este Juzgadb eipecial, instalado en
Bueno. Esto de que ¿bn Melquíades
" E n Rusia, mientras los niños se mueell Palacio de Justicia de esta capital,
Alvarez estuviese anoche en l a velada
ren de hambre, ©1 Gobierno de loe Soviets
en «il plazo idte cuatro días, desde la feque celebró el Circo Americamo en honor
exporta trigo.» _
'
cha de la publicación de esta cédula en
de Gómez de la Sema, es UÍQ desahogo
( P a r a que os fiéis de Lenínil
l a «Gaceta de Madrid», d u r a n t e las ho- ©utra-pélioo. Suponemos q u e nos perdo¡ H a resultado u n vulgar a c a p a r a d o r !
nará el ex presidente del Congreso, i Viras de dieo a trece, bajo apercibimieíato
•
va, la b a g a t e l a !
de que si tioi lo hiciera le p a r a r á e] per* * ^
A u n a señora le robaron u n bolsillo juicio a que hubie.ne lugar.
De la bagatela paaeimos a lo «serio».
con 1.700 pesetas en billetes y tres peris- . Valladolid, 20 de Noviembre de 1923.—
El secretario, E. Ramos Moya.»
U n a bella novela corta de Femájndezt a s en plata.
Flóreiz—«Lo que piensan ^loe muertos»—
me hizo pensar, días atrás, en el pobre
Gustavo Adolfo. E s el car», es el cuento, mejor dScho, que d poeta J u a n de
los Olmos padeció bambre, frío, desco)^
tanto., dolores y soledad; mnrió joven...
d e todo eso, y algún tiempo después de
muerto se recuerdan, se _ publican, se
vefiden ms poesías; los periódicos dfe.n ©1
Ketrato de J u a n de los Olmos; aparecen
largas notas biográficas del mismo; las
muje>r6Si lloran «sobro sus versos»; eq célebre; s.e trasladam. sus ceniízas... ¿No es
verdad, lector, q u e este J u a n d e Ion 0 1 '
anos parece u n a sombra de Bécquer'!
El maestro Castro vi do h a publicado
unos artículos acerca db loe hei-manos
Bécquigr. Aulaque n a d a vale mi adhesión,
recíbala quien haga algo por la gloria de
ambos.
Yo soy testigo de ¡a indiferencia pública hacia ©.'«tos gi'aíades espfri.tus. Hace
años.—en 191&—propuse la adquisición d.e
]a casa que solían habitar Gustavo Adolfo y Valeriano Bécquer en sus escapadas
a Toledo, con el ñ a des crear u n a «Residjbncia de estudiantes y arti.f>ta6». Se constituyó u n a Comisión, p-residida por el
seifior Francsoa Rodríguez, y de la que
formaban parte los herma.nos Quintero,
Alcáatara, Bernaldo de Quiróg, Ovcje.ro,
a — I ^ M i ^ — ^ l M ^ — W B I ^ M
! • I ..
•"
,. I 11 11
. ,1.1 I M"
Vegue y Oamarasa, etc. FueTOmi redacCN EL COI.BQIQ DE FARMAOEUTI OOS.—Sesión tte apertura de curso y ret a d a s ciroiilareia y nofeafi y enviadati poi'
/paft» m |!fí»mloa oejejbpada ayer, presid ida ^or el ««fon' Oesares (x), «hoanfl
t o d a BspaiUu E n l a Pnensa d e Madridl
'
ÍR PaouHad
y jMayijicias Ü6 insertai^on articules y
EL SEii i ftiüi[insfl Pi m o
siueltos entusiastar,. Personalmelnte recibí cartas, elogiaindo el propósito, de
«Azorín», de Blanco.-Beimpnte y otras
personalidades.
Y dinero, ¿sabe el lector cuánto diDero se i-ecibió? TJn d^iro, q u e me dio
en propia mano oí <íistim!guido escritor
Vicente Almela, y que debe e.'ltar en poder del tesorero de aquella Comieión, y
25' pssetas que ofreció don Francisco Alcántara en una hermosa crómica que publicó en «El Sol». No quisimos aceptar
aquellos cinco duros hasta ver 'Si la idea
entraba en camino d e realización. Claro
es que, no entró...
i P o r la ca'^ía qu© se intelataba comprar
pedía su dueño 50.000 pesetas!... ¡Y sólo
contábamog con cinco en plata y veinticinco ofrecidasd Claro es que el proyect o fué abandoiaacSo.
Otro menor—bajo el aspecto del coste—
se realizará «n breve, gracias a la nobiílísima cooperación del citado Alcántara.
Pero no es el momento de t r a t a r de ello.
He eicrito estas líneas para ofrecerme
a Castrovido con toda ©1 alma y tambiáa, ¡ ay!, para exponer mi desconfianza de que llegue a hacerse algo eiu memoria de los hermanos Bécquer. Y a lo
dijo ©1 poeta em' su honda «Rima», maravillosa autose.mblanza:
«Mi vi(Ja es un erial.
Flor quie toco se deshoja;
Que e n mi camino fatal
Alguien va sembrando el mal
P a r a que yo lo recoja.»
¡ H a s t a defpués de la muerte! tAúia
m á s : tiasta después de la iomortalidad!
Alberto DE SEGOVIA
La Prensa de las izquierdas, velada- .
mente, comenta en tono de censura el '
admirable discurso leído p6r Su Majes- j
tad ©1 Rey ante ©1 romano Pontífice. N o
necesitamos insistir en que el hermoso i
documento contiene u n a solemne profe- 1
sión de fe de los Soberanos españoles, que
en esta ocasión, como siempre, han representado los sentimientos d e l a nación.
P r e g u n t a n los citados elementos, impugnador<^ del discurso real, si en Esp a ñ a es católico el Estado o lo es el pueblo, y hay que contestarles con claridad
que lo son ambos: el unO en v i r t u d de
la Constitución, y ©1 otro por impulso
íntimo., de corazón, qu© responde acfomás
a la gloriosa tradición histórica, t a n brillantemente expuesta en la magistral síntesis que constituye ©1 discurso de Su
Majestad.
Aparte de que en E s p a ñ a dte hecho se
mantieae u n a verdadera libertad de cultos, y a que nunca se h a n quejado los protestantes de que se les haya molestado en
lo más mínimo y poseen varios templos,
y respecto a otras religiones, ©n M a d r i d
también h a y establecida u n a S i n a g o g a ;
como es sabido, esos «espíritus fuertes»,
que nó ven con agrado ©1 entusiasmo car
tólico de nuestro Monarca, son unos redomados hipócritas, porque van a misa
todos los domingos, y envíaní a sus hijos
a colegios de instituciones religiosas.
No se intente ahora reproducir u n problema que no existe: la cuestión del llamado clericalismo. J a m á s existió tampoco anteriormente, porque en E s p a ñ a
todo ©1 mundo, altos, bajtis y medianos,
son católicos. P o d r á haber alguna indiferencia superficial y muy lamentable en
ciertos sectores, peri) la verdad es que la
única religión que siente coraaón adentro
©1 pueblo español es la católica. No en
balde, y como dijo en hermosos párrafos
Su Majestad el Rey ante ©1 Sumo PontíficCj el catolicismo h a formado en la historia la personalidad de la nación española. No es posible que un país niegue
sus orígenes ni los factores que contribu-
yeron a BU desarrollo, porquo estánl imeax
ciados a su sangre, forman p a r t e in£fr>
grant© d© su espíritu, son algo suyo p r o pio, consustancial, de qu© n(> 1© es poslUai
desprenderse sin perder su armonía or»
gánica, su forma, su carácter.
Intereses bastardos afioa a t r á s plaii/»
t©aron artificialmente el problema cderi»
cal en España, p a r a sostener u n a determ i n a d a bandera por conveniencia propia»
Bajo l a máscara del clericEilismo—que.
máscara es porque es ficción—, colooaroacu
los abusos capitalistas, las angustias da
la vida del trabajo, todos los estímulos
qu© llegaban al alma desde ©1 estámago
no satisfecho y los músculos fatigados, y
engañando a las claseg proletarias, atol»
huyeron las culpa* de sus desdidhas a u n a
causa qu© no existía más que ©a l a ima>
ginación, henchida de m a l a fe, de BU9
agitadores.
Aquello e r a un problema eoonjómioo y¡
social, y se pretendía llamarle el problo*
ma clerical. Hoy los obreros de Eerpall%
como los de todos los países, h a n luoh»«
do por la reivindicación d>9 lo» derechoa;
del trabajo, por su emancipación ©ooia4<^
micaj y lo han conseguido en gran parte«!
Los j ó m a l e s superan a los haberes a r ^ B :
narios d^ la olas© media. Poseen ^ o n w
dante legislación protectora. El E s t a d n
vigila por que el trabajo a© realice en ocok
diciones higiénicas. Los obreros n o m ,
quejan como antes. Cada huelga, que es«
un derecho del trabajador, les haoo ioffrac^
u n a ventaja más. E n las Casas del Puft»!
blo, en las sociedades obreras, n o Se hal>l|^,
p a r a n a d a d© clericalismo. A q u ^ o Boab¿^
porque ©ra u n a ficción; acabó para» o,Qi
volver.
i
No' B© molesten, pues, Jias izquierdas eH
t r a t a r de resucitar un muerto... qu© mai>^
ea estuvo vjvo, ai se nos deja pa«ar laí
paradoja. El fantasma del clerlcalianw,
quedó desvanecido al soplo do l a realii*
dad.
Quieran o n o ciertos elementos. EspaAat
es un Estado católico y u n pueblo oat(|«
lioo.
SONRISHS L e v e s
sinado al contrabandista J u a n GiiW8t«|i
y hecho desaparecer el cadáver.
El fiscal pidió la pena de muierfe p&rft
los cuatro primeros, y l a de seis a&OB á»
reclusión p a r a Valentín Segura.
''
El Consejo terminó esta mañana, a i i ü
cinco, dictándose sentencia, la cuaí n n
se h a r á piíblica hasta después de somp3^
da al capitán general y ser aprobada POR'
éste.
Con carai de funeral
llora del bien toda ausencia
Jeremías l i b e r a l ;
i que por qué s© día eso, mal 1
¡¡.porque h a perdido la «esencia»!]
•
Cuando quiere el desdichado
hacerse fuerte y violento
i¿' liberal ouBsvimado,
unai voz dice a su l a d o :
i «Memento!»
•
¡ Memento!, a quien en el lodo
por su mal gusitio se hundiera,
y la dignidad! con... todo
al que habló de cierto modo
al instante le cediera...
¡Memento!, al hombre que un día
le dijo al Poder civil
que su vida le daría...
y al meinor susto corría
con carrera ratonil.
•
Déjese, pues, de t e r n u r a ;
la ternura no interesa...
(i Sólo merece censura
quien h a quedado a lai altura
do l a fresa.!)
Hubo de todo al instanitfe
on que se atacó el enredo,
peroi imperó en adcilante
«] grito regocijaiibe...
(Animo, valor y... ¡miedo!)
.•••
Imperó el miedo ¡oh dolor!...
¡Oh, manes de lo viril!...
i Oh, contrastes del valor
que cambia al Cid Oanapeador
por un burlesco Boa.bdil!
Jeremías, por tu m a l
te pones en evidencia,
pues la esencia l,íbfra.l
dejó ya de ser ©s€t\ci.íí,
'(y huele bastante mal).
La la.mento, deisdichado:
lo lamento ¡ ay de mí!,
por el susit.o qu^ te: has dado...
i ¡ Ya, después de lo p_asado,
con <'! olor que has' dejado,
ni «Rita» i r á tras de t i ! !
Luis DE CASTRO
Consejo de gcierra contra
cinco carabineros
p a l m a de Mallorca, 22. E n la ciudad
d© Seller se ha celebrado el Consejo de
guerra p a r a fallar l a causa seguida cont r a los carabinisros Joaquín Maestre, Aurelio Sánchez, J u a n Gómez, Bernardo Ser r a n o y Valentín Segura, por haber ase-
Un eflcla! de Prisiones
lierido dejos dalazos
El agresor huye dispajrando tiro«
Zaragoza, 22. En la pla-za do Sallm©ron, duando mási público había, se ojjrá
un tiroteo que provocó sustos y corr©rag.
AlguruoH transeunteb hallarOü:-un hei-ido a la entrada db la calle de l a Biblioteca y le llevaron inmediatamente al hospital.
Lo ocurrido es l o siguiente: El oficial
Ida Prisiones con desitino. en «sta cárc&i
Jacobo Celes de] Hierro, qi.ie vive t n l a
lOalle do la Biblioteca, nn.iin.. 16, ao dirigía a su casa para (xnea-, C'iiaiudo había
atravesado) la plaza i-eOii.jítJia y e n t r a b a
en la oaile d y . l a Biblio'eca, un (i'-sconocido que le se-guín !.i Vii-.'.i .loo, líj-^ia,.
JOS; S6 sintió heridi.
.¡ra
dí(fendems©; pera em
el
agresor inioiaba la. ÍÜ'ÍIU
fesi..
el
adornan do su víctima, iriío. . , .. pairos más y continuó la'fu,y,a por la, catlle
dei la Morería, dond?., siü duda poi- temer que alguien ]-:i p-rsigiuese., voílvió *
disparar hasta tres v.e.'"
.""iT^iü-ui'ó d e s aparecer, y no iSe í!
'!• pista
acerca da quióoi putu;
su paradero. •
El herido, fué llevado i
icspital, donde a los pocois minuto
('.'".i'sonó ©i
•Juzgado. Una vez cm-ado, pirstó dcolaracion, y, según refer^-incias de. l a Policía, la agresión está relaoíoinaic'ia coa l a
Te.oie.TÍrt:e fuga de sindi cali sitas presos en
esta cárcel.
Por eil hospital h a n detsfilad» num-frosog a.mig0!s y coimpañero,"^ c!.el ss.floir Ce-'
(les.
Tras obraros que fnn-ou sorpresndidoB
poT el tiroteo aei pres.?airíiroii «n l a Oc»misaría para. declaraT-: pero sus mianifesta.cio'neis sotti ta.™ iTiFíi-.-i»; i.n.- no- ofrecen la menor posibil'
,i,. Dijeron, qua se ha.bían pv;
;-nir a l
agresor; pei-o que, en visia, de. Qti© seguía dispara,ndo. cansíd>'r!Lto.n peligroso
hacerlo, y desistieron de .<HÍ empe.fiO.
Se haax practicado varia-r deteQC'ones,
pero no hay una. pñstn SH,ür,i-.i,
El agresor, que iba poi s .guido por unf
sargento die la Brig_aida topográfica y dOB
paisanos, desapaaioeió al llegar m l a calle
de San Martín.
VIA LIBRE...
üi íraivía sin freno, vuelca
Vigo, 22. Cuando bajaba por la puerta
del Sol eil tranvía número 28, se íte rompió
eí freirio y siguió en marchai varüginosa
por las calles de Policarpa Sanz y Gaa-cía
Barber, y fué a volcar frente a la entrada
de l a calle del Hospital, qua quedó inte.n-iimpida.
E¡. conductor pretendió hacer funoionar
el freno eléctrico, pero sin. resultado.
Tanto el conductor como el cobrador y
los viajeros
resultaron
milagrosamensto
ilesos.
Huevo académico de Bellas Artes
El ilustre arquitecto don Modesto l^opez Otero, director de. la Escuela de Aruitectm'a, ha sido elegido, por utoa bria a t e votación, académico (Se Bellas Artes en l a vacante producida por falleciimiento de don Ricardo Velázquez.
Esta designación no h a podido ser más
acertada, p u w .el señor Lópe« Ot«rt» s s
uxüo da los artistas al que se debca mejores ftTwas de la .arquítee-tura coiate»porílBea.
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SA.I.ON DEL CIRCULO DE BELLAS A RTSS.-.-lnaugiUi'aoión do la
¿ e cuadros del tfi|iior .v9|enolano José Mongrpll -^
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