Civili zaciÍn o Barbarie. - Repositório da Universidade de Lisboa

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Civili zaciÍn o Barbarie.
El totalitarismo y la construcción
de la Europa moderna
Gur¡nnno Gó¡¡rEz Bn¿vo (gn.)
0uvrrn WrEvrrnre
Werrgsn L. BrnwEcrun
P¡roua Gancíe Prcezo
Ricnnro M¿nrÍx
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LucreNo Cas¡l.r
ANronro Cosre Pl¡¡ro
FReNcrsco
Instituto
Historia Social
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7
GUTMARO GÓMrF.Z BRAVO. lJNr¡¡nnsro.eo Co¡¡er-urENsE
Introducción
Diseño de la colección:
gráfrca futura
II
OLIVIER WIEVIERKA. Irvs'r'r,rur ljr.¡rwnns¡ralRE DE Fn¡.¡¡cE
La experiencia totalitaria de la Segunda Guerra Mundial.
23
WALTHER L. BERNECKER,
Mâquetación:
Yolanda López
Producción:
nemac comunicación, servicios editoriales
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Nún
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El Nazismo y crisis de Europa.
IS BN : 978-84-9 5886-7 4- 3
Deposito legal: M-r39r-zor6
45
PALOMA GARCÍA PICAZO. UNED
La idea de Europa en la cultura política de postguerra.
B3
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CARDO MARTÍ N
DE
LA GUARDIA. (J¡¡rwpns
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o¿'o or V¿.r-r-¡'DoLr D
El ocaso del sistema de dominación soviética.
ro3
LUCIANO CASALI. ljl.¡rwrnsroAD DE Bor"o¡rr¿.
Dictaduras meridionales : Italia.
123
ANTONIO COSTA PINTO.
I¡rsrln¡ro or Crnrvcras Socrars - Lrsso¡.
El "Estado Nuevo" de Salazar: Las paradojas de la hibridación
en la era fascista.
I5I
FRANCI SCO ALD ECOA.
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España y la integración política euloPea.
Una reflexión en el Trigésimo Aniversario de la Firma
de la Adhesión de España a la Comunidad europea.
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Activ¡dad subvenclonada por €l M¡n¡stedo
d6 Educación, Cultura y Depode
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El "Estado Nuevo" de Salazar:
Las parad"ojas de
la hibridación
en la era fascista
Antonio eosta
Instituto
P"intcr
de Ciencias Sociais
-
Lisboa
Introc[¡rr:cién
Cómo
interpretar la dictadura de Salazar y sus instituciones políticas ha
sido objeto de un amplio debate y algunas de sus particularidades desafían
las comparaciones al uso. La primera sería su duración relativamente larga, pues sobrevivió a la "eta fascista" y se mantuvo durante gran parte de
la Guerra Fría, y no finalizó hasta unos años después de que el dictador muriera tranquilamente de muerte natural en los años setenta. La segunda,
instituciones que si bien estaban inspiradas por el fascismo italiano, fueron moldeadas, por ejemplo,
por las fuerzas armadas y la Iglesia católica. En los círculos conservadores
de la Europa de entreguerras, sobre todo en los católicos y afines a la Action Française, se ensalzaba al Estado Nuevo de Antonio de Oliveira Salazar
como ejemplo de una dictadura "buena", libre de la mayoría de los elementos "totalitarios" y "paganos" que mostraban 1as de Mussolini y Hitler.
y más importante,
es su capacidad de adaptar
El presente capítulo se centrará en el análisis del proceso de consolidación del salazarismo y sus instituciones políticas, destacando cómo su
formación estuvo inspirada por distintos modelos y cómo éstos,
a su vez'
723
ANTONIO COSTA PINTO
ËL
estuvieron influidos por las instituciones que dominaron la dictadura de
Salazar, en concreto, la Iglesia católica y las fuerzas armadas.
La
NUEVO
DË SA]-AZAR: T"4.S PAR¡'DqIA.S DE LA HIBRIDACION EN I,A ERA FASCISTA
la Primera Guerra Mundial.r Los republicanos presionaron para que el
país entrara en guerra en el bando de los Aliados movidos principalmen-
te por el temor de que los británicos negociaran la paz con los alemanes
a expensas de las colonias portuguesas en África, aunque, desde luego,
transicién hacia el nstaclo Nuevo de Salazar
El zB de mayo de 1926, un golpe
ESTADO
militar puso frn a la república parlamen-
taria en Portugal. Desde el final de la república hasta la instauración del
Estado Nuevo de salazar, reinaron siete años de dictadura militar inestable. Sin embargo, merece destacar el proyecto para una nueva constitución que el líder de la sublevación militar, el general Manuel de oliveira
Gomes da Costa, presentó al primer gobierno de la dictadura apenas un
mes después del golpe: "Una nueva constitución basada en los principios
siguientes: representación nacional mediante delegación directa de los
municipios, unión económica y corporaciones educativas y espirituales,
excluyendo absolutamente el sufragio universal y la consiguiente representación de los partidos".'Aunque en los años siguientes se debatieron
también otros proyectos, el ejemplo demuestra el peso que tenían las alternativas autoritarias corporativistas y contrarias a los partidos dentro
de la cultura política de las élites antidemocráticas portuguesas, en concreto, en algunos segmentos de las fuerzas armadas, los partidos conservadores y los grupos de intereses.
La revolución republicana de rgro fue un fenómeno político precoz
que trajo a Portugal los dilemas de la democratización y la política de ma-
veinte.' La secularización,la democratizacióny el republicanismo fueron los principales puntos de ruptura dentro del régimen republicano que se implantó en rgro en un país atrasado y con una estructura
social tradicional. con ello, se acentuaron las diferencias entre la sociedad rural y el mundo urbano, movilizado políticamente pero pequeño. Si
bien había sido inestable ya desde sus inicios, el régimen parlamentario
portugués sufrió considerablemente con la participación de portugal en
sas del siglo
A. Madureira, 0 28 de Moio: Elementos po¡o o suc conpreensôo, Lisboa, presença ,
ry78, pág. 243Para una interpretación de la élite republicana portuguesa como un "grupo de intelectuales que
trabajaban por la revolución democrática", ver c. Kurzman, Demouao¡ Denied,1g05-1g15, cambridge,
también tuvieron importancia factores cuyo objetivo era la legitimación
del régimen como, por ejemplo, la movilización patriótica. Sin embargo,
sacudido por la movilización social de las clases trabajadoras y las diferencias en torno a la participación en la guerra europea entre los partidos republicanos, el joven régimen sucumbió a un golpe de Estado casi
inmediatamente. Portugal se sumó a la guerra en 1916 y unos meses más
tarde un conservador discreto y uniformado, Sidónio Pais, se hizo con el
poder con el apoyo de una coalición deslavazada, unida tan solo por el
rechazo al régimen y el objetivo de sacar a Portugal de la guerra.
Si bien utilizó su origen militar para alcanzar un fìn determinado, el
carismático líder del golpe de Estado era un discreto miembro de la é1ite
conservadora. Era catedrático de la Universidad de Coimbra y miembro
del parlamento, había sido embajador en Berlín y llevaba algunos años
fuera de1 servicio militar activo. Tras el golpe de Estado, volvió a ponerse
uniforme, aunque uno diseñado especialmente para é1. El apoyo de ios
partidos conservadores había sido decisivo para su acceso al poder y, sin
embargo, Sidónio instauró un régimen dictatorial personalista. Superadas algunas vacilaciones iniciales en cuanto al programa político, exilió
a una parte de la élite republicana, rompió con la constitución de rgrr y
trató de instaurar una dictadura presidencial plebiscitaria. En el Parlamento, aparte del Partido Nacional Republicano (ltrtR- larrido Nacional
Republicano), solo estaban representados los monárquicos ylos católicos.
Los primeros apoyaron al régimen y fueron reintegrados a muchas instituciones, incluido el Ejército; los últimos apoyaton a Sidónio hasta e1
frnal porque éste tenía intención de revocar 1as leyes más anticlericales
y restablecer las relaciones con el Vaticano. Sin embargo, la vida de esta
dictadura experimental fue corta. Sidónio fue asesinado en rgr8 y tras la
derrota de una sublevación monárquica, en r9r9 se restautó el régimen
republicano 1iberal.
MA, Haruard university Press, zoo8. Para unavisióngeneral de la prirnera República como régimen
"revolucionario", ver R. Ramos, A
boa, Estampa, zooz.
124
segunda t'undação,
vol. ó de J. Mattoso (ed.), Históric
de
portugal, Lis,
Ver N.S. Teixeira, 0
poder e c guerro: Objectivos nocioncis e estratégios políticcs em Portugci, 1914-18, Lis-
boa, Estampa, r99ó.
125
rr, "ssrADo
ANTONIO COSTA PINTO
rurvo"
DE sArAzAR: r,AS pARADoJAs DE r,A
HrBRrDAcrór nw r,e rna rasctsra
La manera más adecuada de analizar la caída del régimen republica-
consecuencia de una importante crisis financiera, Salazar fue nombrado
no es examinar las relaciones entre civiles y militares.a Los llamamientos
ministro de. Finanzas, ganando poder sobre otros ministerios.
El Estado Nuevo de Salazar nació de una dictadura militar acosada
por una sucesión de conspiraciones, golpes de Estado palaciegos e intentos de revolución, indicios de la batalla por el poder que se libraba dentro
de la vasta coalición conservadora favorable a la dictadura. El régimen
autoritario tuvo difrcultades para consolidarse debido a la diversidad
política dentro del bloque conservador y su habilidad para penetrar las
fuerza armadas. Curiosamente, fue durante la dictadura militar que los
fascistas ganaron cierta influencia a través de los cuadros de jóvenes oficiales. Intentaron crear otganizaciones autónomas y jugaron un cierto
papel en la expulsión de los republicanos de los escalafones del Ejército.
Este "pluralismo limitado y autófago" en el que el Ejército hacia de mediador solo fue vencido por Salazar.
Salazar no jugó un papel importante en el golpe de Estado de 19z6 ni
figuró como candidato en las listas durante los últimos años del régimen
parlamentario. Era hijo de una familia pobre y campesina de Vimieiro,
un pueblo de la parte central de Portugal. Fue educado en el catolicismo
tradicional, y completó la mayor parte de su formación intelectual y política antes de la Primera Guerra Mundial.7 Salazar había sido seminarista pero abandonó sus estudios eclesiásticos en vísperas de la caída de la
monarquía para estudiar Derecho en la Universidad de Coimbra.
Era un estudiante reservado y brillante y dirigió la más célebre organización católica de estudiantes de la Universidad de Coimbra, el Centro
Académico de Democracia Cristiana (CADC - Centro Académico de Democracia Cristã). Su amistad con el futuro Patriarca de Lisboa, Manuel
Cerejeira, data de esta época. Desarrolló su carrera como catedrático de
Economía y durante la república toda su actividad política se desarrolló
únicamente dentro de los estrictos límites del movimiento social católico. Fue uno de los dirigentes del Centro Católico Portugués (CCP - Centro
Católico Português), un partido político católico, y elegido diputado por
este partido a principios de los años r9zo.
Inmediatamente después del golpe de 1926, sus conocimientos de
flnanzas y su afiliación al CCP convirtieron a Salazar en candidato na-
al Ejército fueron una constante en la política portuguesa de posguerra.
El golpe militar de ry26 recibió el apoyo de parte de la élite política del
régimen liberal que, como muchos otros en el Ejército, quería que se estableciera un orden constitucional reformado. También apoyó el golpe
la "oposición desleal", cuyo objetivo era desalojar del poder al partido
dominante.5 En cuanto el régimen republicano hubo sido derrocado, la
dictadura militar encontró soluciones para algunos de los problemas que
preocupaban al bloque conservador. El Partido Democrático, que había
sido el partido dominante durante el régimen anterior, fue expulsado del
poder y sus líderes exiliados; 1a clase trabajadora perdió el derecho a la
huelga y los sindicatos fueron sometidos a restricciones legales. La Iglesia católica bendijo el golpe de 19z6 y si bien desconfiaba de los ofrciales y
civiles republicanos del régimen, ofreció inmediatamente colaboradores
seglares para ocupar cargos importantes en los ministerios.
Se ha descrito al régimen instaurado en 19z6 como una "dictadura
sin dictador". Surgió de una tentativa de compromiso pergeñada por el
Ejército y experimentó varias fases contradictorias hasta la consolidación del autoritarismo bajo Salazar. Entre ryz6y ry3o fue blanco de varios
intentos de golpe de Estado, liderados por la oposición republicana pero
también por la extrema derecha.6 Los republicanos conservadores, los católicos y la extrema derecha trataron de captar a jóvenes ofrciales, quienes eran un poder paralelo en los cuarteles; su posición se vio reforzada
por el nombramiento de oflciales para ocupar puestos en la administración local. En el nivel del gobierno, se consolidó en torno al general Óscar
Carmona un grupo más cohesionado de generales conservadores. Como
A.C. Pinto, "Portugal: Crisis and early
(eds.),
The
autho¡ita¡ian takeover", en D. Berg-Schlosser y J. Mitchell
Macmillan, zooo, pá.g.3r. Véase tam-
condítions o/democrocy in Europe,1919-1939, Londres,
bién J.M. Ferreira, 0 comportcmento político
século
dos
militares; Iorçcs crmcdas
e
regimes políticos em Portugcl no
XX, Lisboa, Estampa, 1992.
J. J. Linz and A. Stepan (eds.), fhe breakdown of demotatic regimes, Baltimore, MA, Johns Hopkins
Press. La constitución portuguesa de r933 garantizaba explícitamente 1a "libertad de
expresión de cualquier forma de pensamiento" (1933, art. 8.6) y "la libertad de reunión y asocia-
University
ción"
(1933,
art.
8.24).
L. Fa¡inha, 0 Reviralho: Rryoltcs republiccnas
pa, r998.
n6
con
ta
a ãitaduro
e
o Estodo Novo, 1926-1940, Lisboa, Estam-
Ver F. Ribeiro de Menezes, SdazarApoliticalbíography, Nueva York, NY, Enigma Book, zoo9.
t27
EL
AN'TONIO COSTA PINTO
tural al puesto de ministro de Finanzas, y como tal se incorporó a la
dictadura militar en 1928. Su ascenso dentro del gobierno se debió a los
poderes que consiguió obtener a su llegada al Ministerio de Finanzas.
La primera institución política creada por la dictadura fue el partiUnión Nacional (Um - Uniao Nacional). Creada por Salazar
en r93o, estuvo acompañada por la disolución de todos los demás partidos, incluido el CCP. El impulso para su formación provino de Salazar
y del gobierno, con la ayuda decisiva de1 aparato estatal, en especial
del Ministerio del Interior y de sus diputaciones locales. Tanto en el
manifiesto de 1a UN como en el discurso inaugural que Salazar dirigió a
la UN en r93o ya se manifestaban claramente las intenciones del futuro
dictador pues anunciaba "la creación de un Estado social y corporativo
que se ceñirá a la constitución natural de 1a sociedad".B
El resultado fue una dictadura encabezada por un primer ministro
y una Asamblea Nacional dominada por la UN mediante elecciones
no competitivas. Para evitar cualquier merma de poder, incluso en
favor de un parlamento dominado por el partido gubernamental, se
convirtió al Ejecutivo en un poder casi autónomo. El Presidente, el
general Carmona, fue reelegido para salvaguardar los intereses del
Ejército. La censura eliminó cualquier atisbo de conflicto político.
Los censores dedicaron su atención a la oposición ¡ durante un breve
tiempo, también a la minoría fascista dirigida por Rolão Preto, que
inicialmente había retado al nuevo régimen. Se reorganizólapolicía
política y se empleó con notable eflciencia. Todo esto se hacía "desde
arriba". Fue un proceso que se apoyó más en 1os generales que en los
tenientes, y más en el Ministerio del Interior que en "la chusma." En
rg34, el liberalismo había sido eliminado y las antiguas instituciones
republicanas remplazadas.
El régimen instaurado por Salazar era admirado por muchas personas err los márgenes de la derecha radical europea, pero sobre todo
por aquellas de ideas maurrasianas y católicas tradicionales, dado el
origen político del dictador y 1a conflguración cultural y institucional
del régimen.
do único, la
ESTADO
NUEVO
DE SAIAZAR: LAS PARADOJAS DE I"A HIBRIDACION EN I,A ERé. FASCISTA
Hl Naciclnal-sinclicaLismo de Preto: un ret-o para el
Estaclo Nucrvc¡
Paradójicamente, en Portugal la dictadura
militar facilitó la organiza-
ción de un movimiento fascista. Al igual que en los otros procesos de
transición al autoritarisrno que se dieron durante los años r93o, uno de
los retos a los que tuvo que enfrentarse la instauración desde arriba del
Estado Nuevo vino desde abajo y de 1a derecha. rg32, un conocido miembro de la derecha radical portuguesa consiguió unificar a muchos de sus
iguales dentro de una organización claramente fascista. Rolão Preto se
convertiría en el 1íder carismático del Movimiento Nacional-Sindicalista
(MNS - Movimento Nacional-Sindicalista)y con ello en uno de los principales rivales de Salazar a principios de los años r93o.e
El fascismo surgió en Portugal a flnales de los años rgzo e intentó
penetrar de forma transversal en el espectro político de derechas. Varios
jóvenes oflciales con influencia en los cuarteles apoyaron a Preto. Asimismo, el fascismo portugués heredó 1as pequeñas milicias que los "barones" militares habían establecido a toda prisa y empezó a movilizar a
sectores de la clase trabajadora en el contexto de una dictadura inestable
dominada ya por el "dictador financiero" católico. Como movimiento organizado, el MNS había llegado el último e intentaba abrirse un "espacio
político" dentro del orden autoritario de Salazar.
Ideológicamente, el fascismo estuvo influido por el Integralismo
Lusitano (IL), un grupo neo-monárquico elitista creado en vísperas
de la Primera Guerra Mundial bajo la poderosa influencia de Action
Française. Aunque la crisis de posguerra produjo otros movimientos
que no estuvieron influidos por el IL, la habilidad de este movimiento
para presentar un nuevo programa ideológico reaccionario fue decisiva. Dentro del contexto cultural portugués, esta combinación resultaba
legítima. Así, el vigor ideológico del IL y su capacidad de permear las
élites condicionó el desarrollo del fascismo en Portugal. Como ha di
cho un sociólogo portugués, "en una época en que tanto los modelos
fascistas italianos como nazis alcanzaron una importancia 'histórica
A. C. Pinto, The Blueshirts; Portrguesefcscísn in interwcr Iurope,Nueva York, SSM-Columbia Universiry
8
rz8
A. de 0. Salazar, Discursos
e
notcs politicos, vol. r, Coimbra, Coimbra Editora, 1934, pág. 87.
Press, zooo,
r29
ANTONIO COSTA PINTO
y mundial' aquellos más predispuestos a aprender de ellos y emularlos
tenían su base ideológica en las enseñanzas y el estilo del IL".'o De hecho, casi todos 1os intentos de establecer parridos fascistas -el último
y más exitoso de los cuales fue el Nacional-Sindicalismo- estuvieron
moldeados por el IL.
El integralismo creó en Portugal un fundamento duradero para un
nuevo nacionalismo reaccionario: reinventó la "tradición" de una sociedad "orgánica" y corporativa basada en la visión de un Portugal medieval destruido por la "importación" del liberalismo del siglo XIX. IL
presentó el corporativismo como una alternativa al liberalismo y que
actuaría como rampa de despegue para la restauración de la monarquía. Sin embargo, el esfuerzo por legitimar históricamente el corporativismo y desarrollarlo teóricamente iba más allá de ser un mero reflejo
del antiliberalismo de los integralistas, como queda manifiesto en los
estudios eruditos publicados por sus dirigentes. IL construyó una alternativa política e intelectual coherente y ia codificó en un programa
político. Se ofrecía 1a visión de una nación organizada jerárquicamente
conforme a la tradición y a la noción de soberanía popular. La idea
del sufragio universal se sustituyó por la visión de una representación
corporativista de la familia, los ayuntamientos y las profesiones. Se rechazaba el Parlamento en favor de una asamblea nacional asesora que
representaría a las "fuerzas vivas" de la sociedad.
Rolão Preto era el más joven de los fundadores de1 integralismo.
Nacido en la parte central de Portugal en 1896, tenía tan solo r7 años
cuando se convirtió en director ejecutivo de la primera de las muchas
publicación integralista que fundarían los estudiantes portugueses
emigrados a Francia y a Bélgica influidos por Action Française. Aunque pertenecieron a generaciones distintas, Preto siempre reconoció
su deuda con los dos escritores que más le habían inspirado: Georges
Sorel y Georges Valois. El exilio y la aventura de la guerra permitieron
al más joven de los líderes integralistas forjar estrechos lazos con 1os
intelectuales franceses pro-fascistas y -como un caso raro y quizá único
entre los fundadores del integralismo- con el pre-fascismo italiano de
Corradini y L'Idea Nazionale.
H. Martins, "Portugal", en S. Woolf (ed.), Iuropecn/cscism, Nueva Yo¡k, Random House, 1969.
r30
EL
ËSTADO
NUEVO
DE SATAZAR: I¿.S PÁ.RADOJAS DE LA HIBRIDACTON EN LA ERA FASCTS:¡A
La victoria del golpe militar de ry26 aupó a Preto a una nueva cumbre política; durante el breve liderazgo del general Gomes da Costa,
Preto intentó crear en junio de ry26 una milicia que, junto con jóvenes
militares de los escalafones bajos, prestara apoyo al nuevo régimen.
Fue entonces cuando, protegido por el viejo general, Preto estuvo más
cerca de ejercer un poder político rea1. Tras el derrocamiento de Costa
por un golpe de Estado palaciego en julio de ese mismo año, el ala más
radical de la familia integralista apostó por la creación de un partido
fascista a través del que controlaría la dictadura militar. En el verano
de ry32 se dieron los primeros pasos hacia la organización del lvttts.
El modelo de organización adoptado por el movimiento era similar al
adoptado por muchos otros partidos fascistas europeos.
Tanto la jerarquía de la Iglesia cató1ica como el CCP -elementos clave cLe la dictadura- supusieron un obstáculo importante para el desarrollo del fascismo. Aunque en parte compartían el programa integralista, las diferencias entre católicos y integralistas que habían existido
durante el periodo de entreguerras se convirtieron ahora en una animosidad abierta. La Iglesia comenzó a criticar las doctrinas fascistas e
integralistas desarrolladas durante los años rg2o,y tras el golpe de 19z6
aumentó la presión contra los partidos organizados al estilo de milicias
que promovían un "nacionalismo exagerado". En el fondo, la Iglesia
temía que quienes detentaban e1 poder, y más en concreto 1os militares,
llegasen a apoyar el fascismo. A partir del otoño de rg3z, aumentaron
el número y la intensidad de estos ataques: las posturas nacional-sindicalistas fueron tachadas de anticatólicas porque exacerbaban antiguas
disputas. Los dirigentes fascistas ignoraron deliberadamente a quienes
les criticaban y continuaron proclamando su lealtad al catolicismo.
El propio Salazar mantuvo una prudente distancia con respecto al
MNS y aprovechaba cualquier oportunidad para subrayar las diferencias entre sus propias ideas y las de Preto y sus seguidores. Condenó
el atractivo ejercido por el totalitarismo, una doctrina que "tiende al
cesarismo pagano y que llevaría a un 'Estado Nuevo' que desconocería los límites del orden moral o jurídico". Mientras 1os partidarios de
Preto estaban en Braga en mayo de 1933, conmemorando el aniversario
dei golpe de ry26 con desflles al estilo militar, Salazar denunciaba su
"descontento febril y exagerado ( . . . ), lcomo cuando] se enfrentan a algo
I3I
ANTONIO COSTA PINTO
EL
imposible siguen gritando imás!, imás!". " En septiembre de ese mismo
año, Salazar decidió actuar: el régimen ofrecía reconocer ofi.cialmente
al MNS a condición de que Preto y sus lugartenientes fueran expulsados de su posición de liderazgo. Este cisma apoyado por las autoridades
acabó fracasando, pues quienes se habían dejado tentar por 1a oferta de
Salazar no consiguieron expulsar a Preto. Debido a que su relación con
varios importantes dirigentes militares seguía siendo tensa -y dado
que seguía dependiendo del apoyo del presidente- Salazar evitaba cual-
quier enfrentamiento directo. Hasta el año siguiente no se sintió 1o suflcientemente seguro como para prohibir el MNS y obligar a sus 1íderes
a exiliarse en España.
En septiembre de 1935 el MNS, aliado con varios otros grupos contrarios a Salazar, se sublevó e intentó dar un golpe de Estado que terminó en
fracaso. Algunos antiguos nacional-sindicalistas se unieron al régimen,
sobre todo después de que en España estallara la guerra civil en 1936. Aún
así, la integración de antiguos fascistas al Estado Nuevo de Salazar fue
deliberadamente escasa, y mostró todos los rasgos de la cautela burocrática que fue el distintivo de la élite del régimen.
Salazar y las instituciones políticas del Estado Nuevo
Salazar cultivaba la imagen de ser un dictador de provinciasr reservado y puritano. Esta imagen perduró hasta su muerte y nunca intentó
cambiarla. Salazar fue un dictador "académico" que seguía de cerca la
política internacional y las ideas de su tiempo. Dentro de un contexto
que tendía a la secularización, era ideológica y culturalmente un tÍadicionalista antiliberal y católico. Fue ultraconservador, en e1 sentido
más literal del término. Defendió con flrmeza su rechazo a la democracia, y prefería una visión "otgánica" de 1a sociedad basada en un fundamento tradicional y católico. El carácter sistemático y cartesiano de sus
discursos es un buen indicador de su pensamiento político." Siempre se
dirigía a la élite y raramente sucumbió al populismo. Era catedrático
de flnanzas y tenía ideas muy claras sobre la gestión de las cuentas del
ESTADO
NUEVO
DË SAI.AZAR: LAS PARADOJAS DE LA IIIBRID,ACION EN I"A ER-A. FASCISTA
Estado. Como dictador "fuerte" que era, raravez descentralizaba decisiones y se apoyaba en una administración dócil.'r
La constitución de r933 estableció las instituciones políticas del Es-
tado Nuevo y anunció un pronto compromiso con los republicanos conservadores. Sus componentes liberales eran débiles pero sus elementos
corporativistas y autoritarios eran fuertes. Formalmente, mantenía
derechos y libertades pero eran eliminados de hecho a mediante normas gubernamentales. El derecho de asociación existía deiure, pero se
eliminaron los partidos a través de normativas. Conforme a la nueva
constitución, "14 sobetanía reside en 1a nación y tiene como sus órganos al Jefe del Estado, la Asamblea Nacional, el Gobierno y los tribunales (1933, art.7r). Así,1os tres poderes clásicos dejaron de ejercer
un control mutuo y de limitar el poder del Estado. En lugar de e1lo, se
unifrcarorr para crear una única fuente de poder: el Estado "unitario"
y "corporativista" (1933, art. 5).
No fue fortuito que en Portugal la presidencia del Consejo -que,
como en el caso de ltalia, dejó de ser primus inter pares y adquirió una posición de dominio absoluto dentro del gobierno- perdiese 1a relación de
confianza con el parlamento. Así, la constitución de r933 estipulaba que
la Asamblea Nacional podía ser "libremente convocada y disuelta por el
presidente" ya que "el gobierno se basa exclusivamente en la confranza
en la Presidencia de la República y su poder no depende de1 destino de
1as propuestas de ley o de votación presentadas pol la Asamblea Nacional" (1933, art. ro7).
La constitución del Estado Nuevo se alimentaba de tres fuentes ideológicas: e1 liberalismo republicano conservador, el integralismo y el
catolicismo social. El antiparlamentarismo fue el punto de encuentro
de estas fuerzas aparentemente irreconciliables, sobre las que el Estado ejercía una especie de hechizo'a que daba preeminencia absoluta al
5r Ver F. Raimundo, N. Estevão Ferreira, R. Carvalho, "Political decision-making in the Portuguese New State: The dictator, the council of ministers and the inner-circ1e", en A. C. Pinto (ed.),
Ruling elites cnd decision-mcking in fcscist-erc dictctorships, Nueva York, SSM-Columbia
University
Press,
2OO9.
A. de 0. Salazar, Discursos
e
notas politicos,
vol. r, Coimbra, Coimbra Editora,
Para los años r93o, véase A. de O. Salazar, Discursos
132
e
1934, pág. 87.
notas políticos, vol. r, Coimbra, Coimbra Editora, 1935.
N. Bobbio, Dclfcscismocllc democrazia,Iregimi,leideologie,Iefguree leculturepolitiche,Milán Baldini fr
Castoldi, zoo8.
r33
ANTONIO COSTA PINTO
EL
ESTADO
NUEVO
DË SAI.AZAR: LAS PARADOJAS DE LA HIBRIDACION EN LA ERA FASCISTA
dictador.'5 Como nos recuerda Norberto Bobbio, el Estado Nuevo, y po¡
ende su constitución había puesto en su principal punto de mira no
de la jerarquía del Estado Nuevo- se convirtió en el víncu1o principal
con la "constitución material", al tiempo que era el único cuerpo que no
tanto al socialismo o al marxismo, sino al liberalismo, al que se consideraba culpable de minar la autoridad del Estado, razónpor la cual éste
debía ser más anti individualista.'6
El nuevo orden constitucional se basaba en el rechazo del Parlamento -que dejó de ser el Congreso de la República, con una cámara de
diputados y un senado, y pasó a denominarse Asamblea Nacional- y en
la concentración del poder en la rama ejecutiva que, como en ltalia, a
partir de entonces prevalecería sobre los otros dos poderes. El gobierno
controlaba la UN y junto con los gobernadores civiles y el Ministerio
del Interior el partido único controlaba el reclutamiento de parlamentarios. De esta forma, el gobierno determinaba casi directamente la
composición de la Asamblea Nacional.
Además de ser nombrada por el gobierno y de carecer de libertad de
opinión, la Asamblea Nacional del Estado Nuevo también perdió su poder de auto convocatoria, ya que el periodo de sesiones del parlamento
quedaba limitado a "tres meses sin posibilidad de aplazamiento" (r933,
art. 94). Pero la constitución iba aún más lejos pues establecía que "el
Presidente de la República responderá de las acciones que emprencla en
el ejercicio de sus obligaciones directamente y exclusivamente ante la
nación, y ni el ejercicio de sus obligaciones ni autoridad estarán sometidos al voto de la Asamblea Nacional" (1933, art. 78).
Como se ha dicho más arriba, el poder de las ramas judicial y legislativa era articulado por la rama ejecutiva. E1 jefe del Estado nombraba al
Presidente del Consejo de Ministros que -y esta es otra de las paradojas
necesitaba una legitimación plebiscitaria por parte del pueblo porrugués.
"No hay duda de que Salazar surgió como el gran coordinador (...) No obstante, sería un erroL
pensâr que la constitución de 1933 era puramente un producto de la voluntad de Salazar. El texto
aprobado en el plebiscito de r933 reflejaba un compromiso que resultaba un obstáculo, y el edificio
constitucional de1 Estado Nuevo no se terminó de construir hasta
1935-1938, o
incluso
1945, con la
conversión de1 gobierno en una rama legislativa 'normal' ", Araújo, A lei de Salazar, págs. t7-t8.
"Creo que en el centro de todas 1a ideas que rechazan las corrientes pre-fascistas (y fascistas) está 1a de-
mocracia. El sentimiento antidemocrático
es
aquello que
1as
une y que en una perspectiva histórica nos
permite verlas como conjunto (...) La democracia no resultaba solo éticamente reprochable sino que sus
principios eran cientíÊcamente falsos (..
se
dirigía contra las instituciones
portante de todas el1as era
e1
.
)
Además de estos atâques genéricos, la crítica a 1a democracia
a través de las que había operado a lo largo de la
parlanento. El aspecto
Es-
tado, el régimen fascista italiano y otras dictaduras de entreguerras en
que el Primer Ministro, el Copo del Governo de Mussolini, también era
nombrado directamente por el Jefe de Estado y con independencia de la
1as
cámara de diputados.
En 1933, la constitución prohibió explícitamente a la Asamblea Nacional influir en la formación del gobierno, lo cual pasó a ser "potestad
exclusiva de la Presidencia de la República, la conservación de cuyos poderes es independiente del destino de cualquier propuesta de ley o de
votación de la Asamblea Nacional" (t933, art. rrr). Así, quedaban concentrados en el gobierno, representado por el Presidente del Consejo, el
poder legislativo -mediante el control directo del reclutamiento de los
diputados-, y el poder legislativo, pues podía hacer un extenso uso de
decretos sin que ello requiriese el consentimiento legislativo previo de la
Asamblea Nacional. De esta forma, la Presidencia del Consejo se transformó en una suerte de órgano legislativo
excepcionaT.'7
Compuesta por representantes funcionales,
la
Cámara Corporativa
sería un órgano auxiliar y de consulta. Consistía de ro9 procuradores cuyas reuniones se celebraban en privado, y nunca fue más que un órgano
de consulta, tanto para el gobierno como para la Asamblea. A pesar de
los numerosos procuradores que representaban intereses funcionales, el
Consejo Corporativo nombraba un pequeño grupo de "intereses adminis-
trativos" que era dirigido por el propio dictador y constituía la élite de
la cámara. En la práctica, estos "procuradores políticos", que suponían
el 15% de la totalidad de los procuradores, controlaban la cámara. El análisis de un gran número de las valoraciones y consejos emitidos por esta
cámara durante la primera década de su funcionamiento, nos permite
concluir que su función dentro del marco del sistema de consultas del
dictador "le permitía acceder a una primera exposición del impacto de
las políticas públicas y hacer sugerencias relacionadas con las implicaciones de las medidas a adoptar". Por último, también destaca su carácter
historia. La más im-
más visible de los sentimientos antidemocráticos
era el antiparlamentarismo. Bobbio, Dalfcscism o alla demouazia, op. cit., págs. 6179.
134
Una vez más, esto es un indicador de la proximidad entre el Nuevo
M. B. da Cruz, 0 portido
eo
estado no Salazorismo, Lisboa, Presença, 1988, pá9. 98.
r35
ANTONIO COSTA PINTO
EL ESTADO NUEVO
subordinado con respecto a la Asamblea Nacional, dado que sus opiniones y consejos no necesariamente se tenían en cuenta en los debates de la
Asamblea Nacional. Si bien hasta los años r95o en la Cámara Corporativa
no se creó ningún cuerpo que representase a los "elementos orgánicos de
la nación" tampoco surgieron organizaciones intermedias. Se mantuvo
la distancia entre las circunscripciones y los miembros de la cámara. Los
procuradores eran elegidos por el Consejo Corporativo, compuesto por
Salazar y los ministros y secretarios de los sectores implicados como, por
ejemplo, el Ministerio de Economía. La constitución mantuvo la Presidencia de la República, elegida por sufragio directo, así como la Presidencia del Consejo de Ministros: Salazar respondía únicamente ante la primera. Durante los primeros años del gobierno de Salazar, el Presidente
planteó el único reto constitucional a su autoridad.'B Debido a la herencia
recibida de la dictadura militar, el presidente de la república fue siempre
un general, y esto causó algunos problemas a Salazar después de 1945. En
resumen, y para utilizar una expresión de la época, el régimen era una
"dictadura constitucional".
El Estado Nuevo heredó
y reforzó el aparato represivo
de la dictadura
militar. Si bien la censura había sido establecida en rgz6y era controlada
por los servicios de propaganda, 1a autonomía de la policía política fue
en aumento gracias a sucesivos decretos, hasta que llegó a responder solo
ante Salazar. Además de reprimir a la oposición clandestina, resultaba
clave controlar el acceso a la administración pública. Se incrementaron
los mecanismos para controlar la rama judicial. Por ejemplo, los crímenes políticos fueron puestos bajo la jurisdicción de tribunales rnilitares
especiales, y se nombró a jueces especiales. Además, se concedió a la policía política amplios poderes para frjar penas de prisión.
DE SALAZAR: LAS PA.RADqJAS DE I,A HIBRIDACION EN LA ERA FASCISTA
de Salazar con ocasión de una concentración de oflciales en 1938 señaló
simbólicamente la victoria de una "dictadura policial civil" sobre la vieja
dictadura militar de 1926.'" El proceso para establecer el control duró desde que Salazar entró en el Ministerio de Guerra a mediados de 1936 hasta
la reforma de las fue¡zas armadas en rg31, reforma a la que se opuso el
general Carmona. Tras asumir el Ministerio de la Guetta, Salazar tendría
la última palabra -aunque no llegase a ser decisiva- sobre todos los ascensos y traslados de alto nivel. A pesar de la naturaleza "temporal" de su
cargo, Salazar fue ministro de Guerra hasta el frna1 de la Segunda Guerra
Mundial y fue entonces cuando presentó en rg37 su ptopuesta de ley para
la reforma de las fuerzas armadas. Esta reforma condujo al mayor recorte de las fuerzas armadas desde la Primera Guerra Mundial: el cuerpo de
o{ìciales se redujo en un 3ool0. El número de oflcia1es, muy afectado ya por
las dimisiones y los traslados a 1a reserva de aquellos implicados en 1as
docenas de tentativas de golpe de Estado y revolución, cayó a "los niveles
más bajos registrados desde r9o5"." Además de este control "desde arriba", se introdujo una serie de medidas legislativas que reforzaron el control político sobre las fuerzas armadas. Estas medidas fueron e1 anuncio
de la hegemonía política de1 subsecretario de Estado, el capitán Santos
Costa, cuyo poder no fue cuestionado hasta finales de 1os años r95o'
El general Carmona, Presidente de la república y segundo pilar de la
"diarquía" de 1a dictadura de los años r93o, disfrutó de una anodina carrera militar en 1a administración. Era un republicano tibio y había sido
ministro de uno de 1os gobiernos liberal-conservadores de los años r9zo.
Fue miembro de la Junta Militar de :'9z6 y el menos cqudilïsta y radical de
los generales que dirigieron el golpe, y acabó transformándose en un aPoyo para la consolidación de Salazar. Podría haber sido difíci1 desbancar
Pero quedaba un problema imporrante: la relación con el Ejército.
Esta institución era la que Salazar más temía y, sin embargo, el movi-
a quien había asumido la
miento para implicar a la élite del Ejército fue clave para la consolidación del salazarismo.'e En vísperas de la Segunda Guerra Mundial, la
subordinación de la jerarquía militar a1 régimen era ya un hecho pero
el proceso había sido fue largo y estuvo cargado de tensiones. El discurso
licamente, reteniendo la posición formal que le confería la constitución
mientras que por su propia voluntad se retiraba de 1a toma de decisiones'
A.
C.
Pinto (ed.),
0s presidentes dc Repúblicc Porruguesû, Lisboa, Temas e Debates,zooo.
T. Faria, Debcixodefogo:Salazareasforçosormcdos, 1933-1947, Lisboa, Cosmos, zoor.
r3ó
jefatura del Estado y del gobierno. Pero no fue
así. Carmona se conformaba con estar a 1a cabeza de la nación solo simbó-
"
"
Ferreira, 0 comportamento, op.cit.,págs. t75-zoz.
Carrilho, Iorçcs ormcdcs, pág.4zz.
r37
ANTONIO COSTA PINTO
Ë1
partido írnico de Salazar:
nr-
1a
Unión Nacional
La Unión Nacional fue una variante de 1os partidos únicos que Juan J.
Linz ha denominado "partidos unificados" y que generalmente represen-
taban la "amalgama, desde arriba, de distintos elementos para crear una
nueva entidad política" y obligaba a las demás fuerzas bien a integrarse
o a quedar excluidas." El factor importante es que estos partidos habían
sido creados en una situación que ya era autoritaria y donde el pluralis-
mo político estaba ya ausente o severamente tocado. Tanto en Portugal
como en España habían existido precedenres de estos partidos; seguían
el modelo de aquellos que habían prosperado bajo Sidónio Pais (PNR) y
en España bajo Primo de Rivera (la Unión Patriótica). Proyecros similares habían sido promovidos, con más o menos éxito, en Austria, Hungría
(el Partido de Unión Nacional)y Polonia (Campo de la Unión Nacional)
durante los años r93o. El impulso para su creación provenía del gobierno,
apoyado por la ayuda crucial del aparato de1 Estado. En general, su creación conllevaba distintos grados de compromiso por parte de los demás
partidos o grupos de presión que participaban en la coalición ganadora.
Salazar creó la Unión Nacional en r93o, cuando empezó a despuntar
como principal líder político de la dictadura. Sin embargo, sus objetivos y
1os criterios de afiliación se deflnieron solo vagamente. La UN aceptaba a
todos los simpatizantes de la dictadura, ya fueran republicanos, monárquicos o católicos, y durante los dos primeros años dependió totalmente
del Ministerio del Interior.'3 Los gobernadores de distrito influían en la
creación de los comités locales y el ministro del Interior fue el responsable inicial de la sustitución de los dirigentes locales, que normalmente
dependían del gobernador de distrito.'4 Por su parte, la UN asumió la
tarea política de conseguir a nivel local la adhesión y el apoyo de los re-
"rsre¡o ¡¡unvo" DE SALAZAR:
r.AS pARADqJAs DE LA HrBRrD,a.crór
r¡r
r,e
rn¡
FAscrsrA
durante los años rg3o. Una vez nombrados sus líderes, redactados sus estatutos y elegidos sus representantes en la Asamblea Nacional, la UN prácticamente desapareció. En 1938, el propio dictador reconoció que 1a actividad
de la UN "había disminuido progresivamente hasta 1legar casi a desapa-
recer".'s Su estructura interna era débil. Carecía de los departamentos de
propaganda, ideológicos, socio-profesionales y culturales que tenían otros
partidos únicos. Salazar creó departamentos de propaganda estatales, la
Juventud Portuguesa (lvlp - Mocidade Portuguesa) y la Fundación Nacional
para la Alegría en el Trabajo (FNAT - Fundação Nacional para a Alegria no
Trabalho) equivalente portugués del Dopolavoro italiano-, pero no estaban
vinculadas a1 partido. E1 Estado recurría a la red del partido solo en contadas ocasiones y solo para llevar a cabo proyectos concretos y de envergadura limitada. El partido único no tuvo mucha importancia en cuanto a la
formación de la élite política de Salazar.'6 No obstante, sí reforzó la autoridad de Salazar y contuvo 1a organización de bloques y grupos de presión,
además de permitir la existencia de cierto pluralismo "tecnoctático".
El objetivo de las primeras elecciones parlamentarias en 1934 fue cla-
ramente el de obtener legitimación. Se celebraban elecciones con regularidad pero no se organizaban para alcanzar una particip ación del ggo/o.'7
Se movilizaba a los funcionarios, y a pesar del ya restringido número
de votantes se manipulaban los padrones electorales. Salazar gobernaba
sobre y a través de1 aparato administrativo, relegando las instituciones
auténticamente "políticas" a posiciones secundarias. Así, el papel clave
del UN fue controlar ia administración central y loca1 para uniflcar a
las diversas facciones políticas que apoyaban al régimen y abastecerlo de
mandos políticos, sobre todo a nivel local.
El aparato corporativista
publicanos conservadores.
La vida del partido estuvo marcada por su dependencia del Estado. A1
contrario de lo que cabría esperar, su letargo fue especialmente notorio
El corporativismo fue uno de los elementos principales para legitimar la
reforma institucional de1 Estado Nuevo. Figuraba en la constitución y se
" J.J.Linz, Totclitaricnandauthoritcrianregimes,Boulder, Lynne Rienner, zooo.
'r Circular del ministro del Interior a los presidentes de las Comisiones de Distrito
'e
'ó
Ver Braga da Cruz, 0 portido, op. cit,, r4o.
'/
Ver José Reis Santos, Sclczcr
de la UN (29 de
diciembre de r93r), archivo 452, cala 5, Arquivo Geral do Ministério do Interior (AGMI)/Arquivô
Nacional da Torre do Tombo (ANTT).
'4
r38
AOS/CO/PC-4, Arquivo Oliveira Salazar (A0S)/ANTT.
N. Estevão, R. A. Carualho and A. C. Pinto, "The empire of the professor: Salazar's ministerial elite
rg32 -44"' ,
in A.
C. Pinto (ed.), Ruiing elites, op.cit., págs. rI9-r36.
e as Eieiçôes.
Um estudos sobre as eleições gerais de 1 942, Lisboa, Assembleia da
Republica, zorz.
r39
¡l "nste¡o
ANTONIO COSTA PINTO
Nunvo" or sAr.AzAR: LAs pAR-tDoJAs
DE LA HrBRrDAcrór.r
rN r,e rne rascrsra
ciones pero, como se ha subrayado, la Cámara Corporativa retuvo un estatus meramente consultivo dentro de una Asamblea Nacional carente
nio ofrcial. No se permitía la representación a nivel 4acional a objeto de
mantenerlos débiles y inefectivos.
El mundo rural estaba representado por las llamadas cascs do povo
(centros comunitarios). fl régimen no reconocía la estratificación de una
sociedad rural supervisada por "protectotes adjuntos" que eran' en realidad, latifundistas. Los antiguos sindicatos rurales simplemente fueron
abolidos, en especial en el sut, dominado por latifundios. Paragarantizar
de poder. El edificio corporativista porrugués no terminó de construirse
que la cultura llegara a las clases trabajadoras se había creado la FNAT,
nunca. Sin embargo, su influjo en la po1ítica económica y su capacidad de
actuar como colchón de cara a los conflictos sociales merece un estudio
una organización inspirada claramente en
detallado. El eje de la estructura corporativa fue e1 Estatuto Nacional del
Trabajo (ETN - Estatuto do Trabalho Nacional) de 1933. Aunque aremperado por el fuerte sesgo católico del Estado Nuevo, e1 ETN tomaba presrado gran parte de su contenido de la Carta delLavoro italiana. El estatuto,
aprobado en septiembre de 1933, buscaba crear una síntesis del modelo
italiano y de los ideales del catolicismo social. El fundador de1 sistema
corporativista portugués, Pedro Teotónio Pereira, era un antiguo integralista que había reunido en torno a su departamento a jóvenes radicales
de derechas y funcionarios social-católicos.
Una vez creados el ETN y los mecanismos de control apropiados, se
emprendió la organización del trabajo. El gobierno dio a los sindicatos
La importancia del sistema corporativista se hace ve mejor cuando
examinamos la intervención del Estado en la economía a partir de los
le concedió un papel clave a la hora de determinar la estructura de las
instituciones, la ideología, las relaciones con los "intereses organizados"
y la política económica del Estado.'8
A pesar de la presión de 1a derecha radical, el salazarismo no dio al
sector corporativo el monopolio de la representación. Se celebraban elec-
dos meses de plazo para aceptar el nuevo sistema o disolverse. Debilitados
considerablemente tras el golpe de :'9z6,los sindicatos aceptaron la nueva
legislación, si bien por una exigua mayoría.'e Cuando los sindicatos más
importantes rechazaron 1a legislación, simplemente fueron disueltos. En
enero de 1934 tuvo lugar una huelga general pata protestat contra lo que
se denominaba "fascistización de los sindicatos"; acto seguido fueron rehechos de arriba a abajo con mandos del aparato corporativista.
Los nuevos sindicatos estaban controlados por el Instituto Nacional
de Trabajo y Previsión (INTP - Instituro Nacional do Trabalho e previdên-
cia). Tanto sus estatutos de gobierno como sus futuros dirigentes estaban
sujetos a aprobación estatal. Si divergían del ETN, eran disueltos de forma sumaria. Incluso las cuotas de los afiliados eran sometidas a escruti-
'8
'e
P. C.
F.
r40
Schmitter,
Do
outoritorismo à ãemouqcia, Lisboa,
Patriarca, Á político
social do salazarismo, Lisboa,
Instituto
de Ciências Sociais, 1999
lmprensa Nacional,
1995.
e1
fascismo italiano
y en el
nazismo.so
años r93o. Aquellas instituciones pre-corporativistas que podían Sarantizar la fluidez de las relaciones entre el Estado y las instituciones corporativistas emergentes, como por ejemplo las organizaciones de coor-
dinación económica, se mantuvieron. Según la retórica oficial, irían
desapareciendo gradualmente conforme fuese culminando la construcción del edificio corporativo. En la práctica, sin embargo, se convirtieron
en elementos clave del régimen, apropiándose de1 control total de los
gremios del sector agrario, las áreas industriales más débiles y el sector
de exportación agro-alimentario.
La integración de las antiguas asociaciones de empresarios (grémios)
en e1 nuevo sistema corporativo fue asimétrica, sobre todo en comparación con las organizaciones de los trabajadores. Los decretos que gobernaban 1os gremios buscaban una reorganizaciín de los empresarios
y de ias profesiones liberales pero de una manera algo más moderada y
prudente. Las asociaciones de empresarios siguieron activas hasta cierto punto. Aunque supuestamente eran "de transición", algunas duraron tanto como el régimen. Los gremios estaban dirigidos por el Estado
en nombre de los "intereses económicos nacionales"' Su organización
estuvo determinada más por las estrategias de intervención económica
que por la coherencia corporativa. Aquellos en los sectores más modernos de la economía disfrutaban de una mayor autonomía pero los
r"
J. C. Valente, Istcdo Novo
e
cleg¡io no t¡obolho: Umc história político da ¡N.AT (1915-1958), Lisboa, Colibri,
1999'
r4r
ANTONIO COSTA PINTO
EL
gremios del sector agrario y de los sectores comerciales asociados (vino,
aceite de oliva y cereales) así como el de las harinas y la industria agra-
ria, fueron rápidamente forzados a consolidarse dentro
de1 marco del
sistema corporativo.
Las milicias y las organizaciones juveniles
Quienes han estudiado el Estado Nuevo recalcan el impacto que tuvieron
sobre Portugal la victoria electoral del Frente popular y el estallido de
1a Guerra Civil en España. En respuesta a la "amen aza roja" , e1 régimen
desarrolló un discurso político y un simbolismo nuevos, y creó dos organizaciones del tipo de la milicias.
Hasta la Guerra Civil española, Salazar se había negado a crear organizaciones del tipo de las milicias. Duranre la dictadura militar de
tgz6,habían fallado una serie de intentos de crear cuerpos de este tipo.
En ry34, como hemos visto, Salazar aniquiló el Nacional-Sindicalismo
de Preto. En ese mismo año, fue disuelta la primera organización juvenil, la Acción Escolar de Vanguardia (efV - Acção Escolar Vanguarda),
respaldada por el jefe de propaganda, el filo-fascisra António Ferro.3'
Sin embargo, en 1936 el régimen creó una organización juvenil paramilitar, la Juventud Porruguesa (mP,ivtocidade portuguesa) y permitió
la formación de una milicia de estilo fascista, la Legión portuguesa (Lp
- Legião Portuguesa).
La LP se fundó en r93ó al calor de una manifestación anticomunista
organizada por los "sindicatos nacionales". Surgió gracias a la "presión"
genuina ejercida por ciertos sectoÍes del régimen. Salazar autorizó su
formación y decretó su estricta sumisión al gobierno. Como era su costumbre, moderó su declaración de principios y puso a su frente al Ejér-
cito, evitando así que incorporara ofi.ciales que habían destacado en la
derecha radical y en el nacional-sindicalismo.3'
"Presiones" similares condujeron a la fundación de la Mp. El Ministerio de Educación había trazado planes para realizarvarios proyectos cuyo
objetivo era uniflcar los distintos sectores de la juventud para sustituir a
r
}
A. C. Pinto and N. A. Ribeiro, A Acçõo nscolcr Vcngu arda (1933-19j6),Lisboa, História Crítica, r98o.
L. N. Rodrigues, A tegiôo Porruguesd,Lisboa, Estâmpa, r99ó.
r42
ESTADO
NUEVO
DE SAIAzAR: LAS PAR-ADOJAS DE I.A HIBRIDACION ËN I.A ËRA FASCISTA
la moribunda AEV. Entre mayo y septiembre de r93ó y en respuesta de la
victoria del Frente Popular en España, la MP aceptó nuevos afiliados de
forma indiscriminada. La afiliación era voluntaria y podían apuntarse
los hijos de familias de "clase media baja", trabajadores de cuello blanco
y obreros. Durante sus primeros meses de existencia, la base social de 1as
MP se aproximó a la del MSN.33
Pero el movimiento juvenil pronto fue recortado por el trasvase de
los voluntarios que no eran estudiantes a la Legión Portuguesa. De ahí
en adelante, la MP sólo aceptó a afiliados que en edad escolar. La participación se hizo obligatoria y la MP pasó a depender del Ministerio de
Educación. Como reacción a las críticas de la jerarquía católica, la MP
fue "cristianizada" rápidamente y se 1a animó a interactuar con otras
organizaciones juveniles esencialmente católicas.
La relación de la LP con las otras instituciones del régimen no fue
tranquila. Ese era el caso, sobre todo, con la UN. Salazar separó 1a MP de
la tP y rechazó todas las propuestas de ponerla bajo el control de la UN.
Entretanto, el partido único, que desconfraba por principio de las organizaciones del tipo de las milicias, continuó dominando la administración
local y siendo el principal canal de comunicación entre el Estado y la
sociedad. No obstante, no existía un vínculo formal entre la UN y la MP.
Existieron ciertas diferencias entre la LP y 1a MP que merecen destacarse. La MP fue despolitizaday cristianizada rápidamente, mientras
que la LP estaba fuertemente politizada: tanto la estructura de su organización como su composición social eran más típicos de una milicia
fascista. Ambos grupos tenían una escala modesta y dependían más del
aparato estatal que sus contrapartes en otros regímenes autoritarios o
fascistas europeos. Además, su presencia en la escena política fue breve
y en lo referente a la coreografía (esto es: manifestaciones, desfiles y actuaciones parecidas) nunca estuvo tan desarrollada.
Salazar fue presionado para que mantuviera la LP incluso una vez
finalizada la Guerra Civil española. La LP sostenía que "aún queda mucho
por hacer para revigorizar el patriotismo y, por ello, la Legión piensa que
S.
Kuin, "A Mocidade Portuguesa nos anos trinta: Anteprojectos e instauração de uma organização
de juventude",,{nrílise Social, no nz (281, rygl, págs. 155-88.
paramilitar
r43
ANTONIO COSTA PINTO
EL ËS:IADO NUË\/O
DE SALAZAR: LAS PARADOJAS DE I"A HIBRIDACION EN I.A ERA FASCISTA
no debe ser disuelta".:4 Salazar no disolvió la LP pero aun así entró en un
la en un instrumento de "utilidad pública" conforme
declive irreversible.
existente.3ó
a
la ley de censura
Hasta que no hubo nacido el Ministerio del Reich para la Iiustración
Forjando el consenso
En septiembre de 1933 Salazar nombró al periodista António Ferro -que
no pertenecía a la élite política del Estado Nuevo- director del Secretariado de Propaganda Nacional (Sptl - Secrerariado da propaganda Na-
cional). En opinión de los dirigenres de la UN la elección fue una humillación, entre otras cosas porque, en virtud de su nombramiento, Ferro
sería a partir de entonces miembro de la comisión de propaganda de la
UN. Al contrario de 1o que ocurrió en la Italia fascista, el vínculo entre
el partido único y la comisión de propaganda no sufrió cambios signiflcativos; Ferro se mantuvo en su caÍgo hasta 1948 y bajo el control directo
de Salazar, y las relaciones entre el SPN y la UN estuvieron marcadas por
tensiones y conflictos continuos.
En Portugal se consideraba la propaganda, en primer término, un
asunto de la élite y hasta septiembre de 1933 no existió una organización
de propaganda. La "construcción de consensos" era responsabilidad del
Ministerio del Interior, que controlaba la difusión de la información,
principalmente a través de 1a censura, el control sobre la financiación y
la represión.
Los conceptos de consenso y opinión pública ocupaban un lugar destacado en la constitución nacional. Aunque el artículo 8 establecía la
libertad de expresión y de pensamiento, el artículo siguienre limitaba
estas libertades mediante leyes especiales para prevenir el abuso.35 pero
el capítulo siguiente de la constitución, dedicado específlcamente a la
formación de la opinión pública, establecía que era tarea del Estado ejercer la tutela sobre la opinión pública frjando 1o que era o no "verdad". El
artículo zr subordinaba a la prensa al interés del Estado, transformándo-
Pública y
1a
Propaganda (nmVp - Reichsministerium für Volksauflklärung
und Propaganda), no se dio en Portugal un cambio en la naturaleza del
debate sobre las prácticas propagandísticas. El impacto del nazismo alemán se refleja abiertamente en las palabras del decreto de creación de1
SPN, cuya introducción destaca que la propaganda es tan crucial que "en
algunos países hasta se ha establecido un ministerio", en clara referencia al ministerio nazi, único existente entonces. Portugal empleó una
fórmula similar al de la Secretaría Nacional de Propaganda italiana, con
un Seretâriado que dependía directamente de la Presidencia dei Consejo
de Ministros.rT
Ferro fue un periodista cosmopolita relacionado con círculos futuristas y modernistas, y admirador del fascismo italiano desde los años
tg2o 8 Gozaba de 1a confianza del dictador, y Salazar le invitó a crear
una máquina de propaganda que, a1 flnal, superaba con mucho las necesidades de su gestión de imagen. Aunque el provincianismo del líder
le resultara ajeno, o quizá precisamente por ello, Ferro proporcionó al
régimen un proyecto cultural que combinaba hábilmente elementos del
esteticismo moderno con la reinvención de la tradición.
El SPN coordinaba la prensa de1 régimen, se encargaba de la censura
y organizaba las esporádicas manifestaciones de masas, así como actividades de ocio para las clases populares (colaborado estrechamente con el
â.parto corporativo). Asimismo, organizaba numerosas actividades para
las élites y promovía las relaciones culturales con países extranjeros. El
SPN reclutó hábilmente a intelectuales
l6
y artistas, gracias
"La opinión púb1ica es un elemento fundamental de la po1ítica y de
1a
a los vínculos
administración de1 país;
será obligación de1 Estado protegerla contra todos 1os agentes que distorsionen su veracidad,
justi-
cia, buena administración y el bienestar común" (1933, art. zr)." "La prensa ejerce una función de
ra
'r
naturaleza política, en virtud de 1a cual no puede negarse a insertar las noticias oÊciales emitidas
por el gobierno en asuntos de interés nacional" (r93ó, art. z3).
Rodrigues, Legiõo,op. cit.; pág. ro.
"Libe¡tad de expresión y pensamiento en todas sus formas", Constitución Política de la República
Portuguesa, Lisboa, Asamblea Nacional 1936, art., apartado 4. "Leyes especiales regularán el ejer-
ll
cicio de la libertad de expresión, impidiendo de forma preventiva y reprimiendo la perversión
de la opinión pública en cuanto a su función de fue¡za social, al tiempo que salvaguardarán la
integridad moral de los ciudadanos " (art. zo, apartado r).
f44
Decreto-Ley no 23o54, z5 de septiembre de 1933. Para más detalles sobre las relaciones entre la 1tå1ia fascista y e1 Portugal de Salazar, ve¡ M.
Ivani,
"11
Portogallo di Salazar e l'ltalia fascista: Una
comparazione", Studi storici, n" 46,2, zoo5, págs. 347-4o6;y G. Albanese, "Comparare i fascismi: Una
analisi storiograÊca", Storicc, n" 43-45, zoro, págs. 3r3-343.
l8
J. R. de Ó, 0s anos
de
ferro:0 dispositivo cultural durante a 'Políticc
do Ispírito', Lisboa, Estampa, 1999.
r45
rl "nsrapo ¡rurvo" ¡¡
ANTONIO COSTA PINTO
de Ferro con el modernismo. Al igual que el de otros regímenes autorita-
rios el proyecto cultural del salazarismo buscaba "la restauración sistemática de los valores tradicionales".
En Portugal, la relación entre e1 poder y la propaganda fue más débil
que la existente en sus organismos homólogos en Italia y Alemania. Concretamente, el director de1 SPN no podía hacer decretos ni participaba en
el Consejo de Ministros y muchas veces quedaba completamente subordinado a la jerarquía del Estado Nuevo. La censura permaneció en manos del
Ministerio del Interior; compartía el control de la radio con el Ministerio
de Obras Públicas; y los periódicos tenían libertad para decidir si publicaban o no los artículos y noticias emitidas por el SPN, ya que el cuerpo
nacional de propaganda no tenía poder para obligar a la prensa a hacerlo.
El SPN debía ser la fuerza impulsora del desarrollo moral de la nación.
El decreto-ley mediante el cual se constituyó le exhortaba a organizar
y
promulgar el espíritu de unidad. Era el encargado de organizar amplias
actividades de propaganda entre 1as distintas organizaciones de 1os servicios públicos, a las que, a su vez, se instaba a que suplieran al SPN con la
información necesaria para llevar a cabo su labor.3e Sin embargo, el problema central, y que Ferro puso sobre la mesa en repetidas ocasiones, era
1a ausencia de poder coercitivo 1o que hacía difícil al SPN imponerse, de
forma que, de hecho, poco a poco tuvo que ir reduciendo sus ambiciones.
La naturaleza selectiva de la censura reflejaba el ideal "orgánico" de
un sociedad libre de conflictos. Como en teoría los conflictos habían sido
abolidos, no se publicaba nada que pudiera atestiguar su existencia. En
todo 1o que afectase a la paz social obligatoria, los censores eran implacables. El régimen no prohibía ni suprimía sistemáticamente las publicaciones de la oposición
sobrevivieron a la década de r93o
pero
-que
éstas solo alcanzaban a un público lector aislado o reducido, al que se permitía debatir sobre el signifrcado social del arte o del pacto germano-soviético mientras estos debates quedaran confinados a los cafés lisboetas,
lejos de 1as clases trabajadoras. Salazar no necesitaba preocuparse por sus
bastiones rurales y provinciales porque podía confrar en las estmcturas
tradicionales como la Iglesia, las personalidades locales y la burocracia.
sAr.AzAR: r.AS pn'RADoJAs DE r,A HrBRrDAcrór.r
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r"¿,
Bn¡, FAScrsrA
Comentarios fi.nales
En Portugal, al igual que en otros regímenes de entreguerras, el nuevo otden
autoritario surgió a remolque de un golpe de Estado tradicional. Estos regímenes represeritaron un compromiso entre las fuerzas conservadoras civiles
y militares; establecieron sistemas políticos de partido único o hegemónico;
y 1os partidos fascistas bien fueron socios con poco peso dentro de las coaliciones que asumieron el poder o bien estuvieron completamente ausentes.
inspiraron aquellas dictaduras estuvieron influidas en distinta medida por e1 fascismo italiano, pero
los principios, los agentes institucionalizadores y 1os tipos de dictadura
transcendieron a1 fascismo.
La ideología salazarista se fundaba en la doctrina cautripartita de
"Dios, Patria, Familia y Trabajo". Modelaba la vida de los profesores.
Se publicaron libros de texto de uso obligatorio y se creaton elementos
especiales para decorar las aulas. Valores como la resignación y la obediencia, así como el concepto de una sociedad orgánica libre de conflictos y de política, dominó la enseñanza primaria. La cristianización era
otra obsesión oficial que afectaba todo, desde la decoración de las aulas
hasta 1os ritos escolares.
A partir de los años r93o, la versión oficial de la historia portuguesa fue estrictamente codificada. La historia fue revisada y se eliminó su
relativo pluralismo, conforme a la consigna "todo para la nación, nada
en coritra de la nación". Ya en rg3z, el Ministro de Educación diseñó una
nueva política que reforzaba "la familia como célula de la sociedad", "la
fe como (...) elemento de la unidad nacional y de la solidaridad", y la
autoridad y el respeto a la jerarquía como principios de la vida social.ao
Resulta difícil comprender el sistema político y e1 fundamento ideológico del Estado Nuevo sin no tenemos en cuenta la influencia determinante del catolicismo tradicional. La Iglesia influyó en todos los principales textos e instituciones, incluidas la constitución y la declaración de
los principios corporativos. Su influencia explica la debilidad de la UN y
de las organizaciones paramilitares, así como la naturaleza de la propaLas élites y los movimientos políticos que
ganda del régimen.
re
Decreto-Ley zoo54, de
f46
z5 de septiembre de 1933,
art.
6.
See A.
Caldeira, "Heróis
e
vilóes na mitologia salazarista",
Penélope,
n"
r5, 1995, págs'
lzu39.
f47
p¡,
ANTONIO COSTA PINTO
La Iglesia católica portuguesa contribuyó al sistema de valores del ré-
gimen de Salazar. El régimen no solo utilizó el simbolismo cató1ico con
la aprobación explícita de la Iglesia, sino que también desarrolló una
política real de cristianización de las instituciones y del sistema escolar.
Esta colaboración tan estrecha entre Iglesia y Estado refleja más que una
mera convergencia de intereses: era la expresión de un núc1eo ideológico
y político común corporativista, antiliberal y anticomunista.
Aunque la "inspiración católica" de las instituciones del Estado Nuevo fue un elemento fundamental del salazarismo, la Iglesia temía 1as
tendencias totalitarias de algunas organizaciones estatales después de
1936, así como una posible "integración forzosa" de sus organizaciones
juveniles en los cuerpos oficiales, por mucho que éstos estuvieran moldeados y inspiradas por e1 catolicismo. El temor resultó ser infundado.¿'
El régimen dejó a 1a Iglesia el control sobre la formación simbólica e ideo1ógica de amplios sectores de la sociedad, sobre todo, de 1a sociedad rural
tradicional, y abrió un espacio social para las propias organizaciones de
la Iglesia. Los scouts católicos no fueron abolidos y se desarrollaron a la
par que la MP. Las organizaciones de Acción Católica fueron vinculadas al
sistema corporativo, pero se les permitió mantener su autonomía. Surgió
un importante sector católico de educación privada. La Iglesia "dertotó" con relativa facilidad tanto a la resistencia republicana conservadora
como a 1as tendencias que impulsaban e1 fascismo.
Una vez se hubo institucionalizado el Estado Nuevo y disuelto el
CCP, Salazar encomendó a la Iglesia la tarea de "re-cristiarrizar" el país
tras décadas de secularización republicana y liberal. El Centro Católico
fue constreñido al plano social y se prohibió su acceso a la política.
En r94o se estableció el Concordato, culminación de los estrechos lazos
entre Iglesia y Estado, y se frjaron las normas para una cooperación de
facto. La ley de divorcio, última pieza de la legislación republicana en
ser abolida, fue transformada para que prohibiera el divorcio en los
casos de matrimonio religioso. La subsiguiente revisión de la constitución convirtió al catolicismo "en la religión de la nación portuguesa".4'
Para más info¡mación sobre las organizaciones de mujeres, ver A. Cova
under Salazar's dictatorship", PortugueseJourncl ofSocicl
Science,
n'¡
y A. C. Pinto, "Women
(z), zooz, pâgs. tzg-r46.
M. B. da Cruz, "As relações entre o estado e a igreja", en Serrão y Oliveira Marques, Nova histó¡io
pá9. zu.
r48
"rsrano runvo" or s¡¡-¿z¿R:
r.As nARADoJAS DE LA HrBRrDAcrów tr.¡ r.¿,
rn¡. rescrsr¡,
la Iglesia "la
(...)
(...)
dirigente
su
posición
recuperar
y
oportunidad de reconstruir
con respecto a la formación del alma portuguesa". El Papa Pío XII ensalzaba a Portugal como modelo: "El Señor ha dado a la nación portuguesa un jefe de Estado ejemplar".a:
Cuando 1a vitalidad ideológica del régimen empezó a debilitarse después de ry45, la Iglesia fue convirtiéndose poco a poco en repositorio de
la ideología, y creció la vitalidad de las organizaciones católicas. A prinComo proclamó e1 propio Salazar, el Estado Nuevo daba a
cipios de r94o, las organizaciones de Acción Católica contaban casi 7o.ooo
miembros repartidos, sobre todo, en organizaciones juveniles; en 1956,
eran roo.ooo.a El catolicismo tradicional y 1a Iglesia eran dos de 1as armas más poderosas de la dictadura.a5
Muchos estudios tienden a destacar que la movilización no era parte
de la naturaleza de los regímenes como el Estado Nuevo. Entendida como
sinónimo de la ausencia de una movilización extensa y de tendencias
totalitarias, la defrnición es correcta. Incluso durante la "era fascista"
el Nuevo Estado fue profundamente conservador, y se apoyó más en las
instituciones tradicionales como la Iglesia y las élites de provincias que
en las organizaciones de masas.
En una ocasión, Salazar dijo a Henry Massis que su objetivo era hacer
que en Portugal "1a vida fuera un hábito".aó Este mcître-mot, que hizo las
delicias de su adepto francés, resume el tradicionalismo del Estado Nuevo a la perfección. Sin embargo, sería un etrol confundir el régimen de
Salazar con una dictadura pragmática, sobre todo, en e1 periodo de r933 a
instituyó oficialmente una visión orgánica de la sociedad y desplegó todos los instrumentos ideológicos y sociales de control
corporativo, educativo y propagandístico, así como a las élites y a la Iglesia, para hacer realidad esta visión. Por otra Parte, teîorzó la presencia
del Estado en la economía, limitó la autonomía de las élites económicas
y les impuso una disciplina con mano de hierro.
1945. El salazarismo
4r
44
Ibid.
A. C. pinto and M. I. Rezola,"Political Catholicism: Crisis of democracy and Salazar's New State in
Portugal", en M. Feldman and M. Turda (eds.), Clericolfascism in interwor Europe, Londres, Routledge,
zoo8, págs. I4r-i5ó.
a5 J. Bårreto, Religiõo e sociedcder Dois ensaios, Lisboa, Instituto de Ciências
46 Ver J. Medina, Salozar em Ironçc, Lisboa, Bertrând, ryV, pâ9. 5o'
Sociais, zooz, págs. 15¡6o.
r49
ANTONIO COSTA PINTO
No obstante, de todas ras dictaduras europeas que surgieron
en los
años r9zo, el Estado Nuevo de Salazar resultó ser el más
institucionalir
zado y el más longevo. si la difícil situación internacional
no hubiera
impuesto seveÍas limitaciones a muchas de las dictaduras
que surgieron
en la periferia sur y este de Europa, seguramente hubieran
sobrevivido
y
desarrollado rasgos similares al salazarismo. Los regímenes
de pilsudski
en Polonia, de smetona en Lituania, de Dolfuss en Austria
o de Horthy
en Hungría se toparon con factores externos, más que internos,
que pa_
raron en seco su institucionalización, dejando inconcluso el
proceso
"ingeniería política".
de
La neutralidad de salazar durante ra segunda Guerra Mundial,
sus
concesiones militares al Reino unido y a los Estados unidos,
así como el
rápido comienzo de la Guerra Fría, aseguraron ra supervivencia
de su régimen en un clima internacional que, tras 1945, era poco favorable
para
que así fuese.
r50
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