Acuerdo en La Habana de justicia transicional. 23 de marzo de

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Acuerdo en La Habana de justicia transicional. 23 de marzo de
2016 la fecha de la paz. Fiscalía suspende imputaciones a los jefes
de las FARC
Habana (Cuba), tras anunciar la concreción
de un acuerdo en materia de justicia, tema
integral del punto cinco de la agenda de
diálogos de paz entre Gobierno y guerrilla,
que tiene que ver con el resarcimiento a las
víctimas.
El histórico apretón de manos ayer del
Presidente Juan Manuel Santos y el líder
máximo de las FARC, Rodrigo Londoño
Echeverri, alias ‘Timochenko’, y en medio el
Presidente cubano Rául Castro Ruz. Foto:
Agencia AP.
El presidente Juan Manuel Santos reiteró
que, de cualquier manera, la última palabra
la tendrán los colombianos, a través de la
refrendación popular. El acuerdo plantea
privación de la libertad en condiciones
especiales y amnistía más amplia a delitos
políticos y conexos.
L
a Habana, Septiembre 24. En un hecho
histórico, el presidente Juan Manuel
Santos y el máximo comandante de las Farc,
Rodrigo
Londoño
Echeverri,
alias
Timochenko, se dieron ayer la mano en La
Dicho acuerdo plantea la creación de una
“jurisdicción especial” que contará con salas
de justicia y con un tribunal para la paz. Estos
organismos estarán integrados principalmente
por magistrados colombianos y con una
participación minoritaria de extranjeros que
cumplan los más altos requisitos. El propósito
es obtener verdad, acabar con la impunidad,
contribuir a la reparación a las víctimas y
juzgar e imponer sanciones a los
responsables de los graves delitos cometidos
durante el conflicto.
De igual modo, señala que, a la terminación
de las hostilidades y de conformidad con el
Derecho Internacional Humanitario (DIH), el
Estado colombiano otorgará la “amnistía más
amplia posible por delitos políticos y
conexos”.
En tal sentido, una ley de amnistía
deberáprecisar el alcance de esa conexidad,
con la posibilidad de incluir el narcotráfico. En
cualquier caso, no serán objeto de amnistía o
indulto las conductas que están tipificadas en
la legislación nacional como delitos de lesa
humanidad, genocidio o graves crímenes de
guerra.
existentes y la información que provean las
organizaciones de víctimas y de derechos
humanos.
En este último punto, el acuerdo especifica
que esta prohibición se extiende a delitos
graves como la toma de rehenes u otra
privación grave de la libertad, así como la
tortura, el desplazamiento forzado, la
desaparición
forzada,
las
ejecuciones
extrajudiciales y la violencia sexual. “Estos
delitos serán objeto de investigación y
juzgamiento por parte de la jurisdicción
especial para la paz”, recalcó la declaración
conjunta expedida por el gobierno Santos y
las Farc.
En el segundo caso, es decir, para quienes no
reconozcan la verdad o lo hagan tardíamente,
el objetivo es que enfrenten un juicio
contradictorio ante el tribunal para la paz. Las
sanciones que imponga este ente tendrán
como finalidad esencial satisfacer los
derechos de las víctimas y consolidar la paz.
Además, deberán tener la mayor función
restaurativa y reparadora del daño causado.
Para todos aquellos que reconozcan
responsabilidades, la sanción tendrá un
componente de restricción de libertades y
derechos que garantice el cumplimiento de la
justicia.
Un aspecto crucial del acuerdo es que la
jurisdicción, literalmente, “tendrá competencia
respecto a todos los que de manera directa o
indirecta hayan participado en el conflicto
armado interno, incluyendo a las Farc y a los
agentes del Estado, por los delitos cometidos
en el contexto y en razón del conflicto, en
especial respecto de los casos más graves y
representantivos”. En otras palabras, la
jurisdicción especial para la paz deja abierta
la posibilidad de que los militares y civiles
partícipes de la guerra puedan ser incluidos
en este instrumento jurídico.
En cuanto a los procedimientos escogidos
para el trabajo específico de la jurisdicción, el
acuerdo aclara que serían dos las formas
elegibles. Una para quienes reconocen la
verdad y la responsabilidad, y otra para
quienes no lo hagan o lo realicen tardíamente.
En el primer caso se les impondrá una
sentencia fundada en las conductas
reconocidas, después de haber sido
contrastadas con las investigaciones de la
Fiscalía, las sanciones impuestas por otros
órganos del Estado, las sentencias judiciales
De esta manera, el acuerdo prevé que las
sanciones para quienes reconozcan delitos
muy graves tendrán un mínimo de duración
de cinco años y un máximo de ocho de
restricción efectiva de la libertad, “en
condiciones especiales”. Aquellas personas
que reconozcan su responsabilidad de
manera tardía serán sancionadas con prisión
de cinco a ocho años, “en condiciones
ordinarias”. Se entiende que el primer caso
aplica para privación de la libertad en sitios
distintos a cárceles -que no se han definido y
que podrían ser granjas agrícolas- y el
segundo en centros penitenciarios.
No obstante, el acuerdo recalca que para
tener derecho a la pena alternativa se
requiere que el beneficiario se comprometa a
contribuir con su resocialización, “a través del
trabajo, capacitación o estudio durante el
tiempo que permanezca privado de la
libertad”. En aquellos casos en que las
personas se nieguen a reconocer su
responsabilidad por tales delitos y resulten
culpables, serán condenadas a penas de
prisión hasta de 20 años, en condiciones
ordinarias.
Finalmente, el acuerdo sostiene que para
acceder a cualquier tratamiento especial
dentro de la jurisdicción para la paz es
necesario aportar verdad plena, reparar a las
víctimas y garantizar la no repetición. En el
caso de las Farc, la participación en el
sistema integral quedará sujeta a la dejación
de armas, que deberá comenzar a más tardar
a los 60 días luego de la firma del acuerdo
final,
lo
cual
implica
su
posterior
transformación en un movimiento político.
Incluso, el presidente Santos hizo énfasis en
la fecha límite para la firma del acuerdo: 23 de
marzo de 2016.
A continuación el comunicado conjunto
presentado por el Gobierno y las FARC desde
La Habana:
"Comunicado conjunto # 60 sobre el
Acuerdo
de
creación
de
una
Jurisdicción Especial para la Paz
La Habana, Cuba, 23 de septiembre de 2015
1. El Gobierno de la República de Colombia y
las FARC-EP reafirman su compromiso con
los acuerdos logrados hasta la fecha: “Hacia
un Nuevo Campo Colombiano: Reforma Rural
Integral”, “Participación política: Apertura
democrática para construir la paz” y “Solución
al Problema de las Drogas Ilícitas”.
2. A la vez, reafirman su compromiso con una
fórmula de justicia que satisfaga los derechos
de las víctimas y contribuya a la construcción
de una paz estable y duradera. Con ese
propósito estamos construyendo un Sistema
Integral de Verdad, Justicia, Reparación y No
Repetición. En ese marco hemos acordado
que se creará una Comisión para el
Esclarecimiento de la Verdad, la Convivencia
y la No Repetición y hemos logrado acuerdos
importantes en materia de reparación de las
víctimas.
3. En cuanto al componente de justicia,
hemos acordado crear una Jurisdicción
Especial para la Paz, que contará con Salas
de Justicia y con un Tribunal para la Paz. Las
Salas y el Tribunal estarán integrados
principalmente por magistrados colombianos,
y contarán con una participación minoritaria
de extranjeros que cumplan los más altos
requisitos. La función esencial de las Salas y
del Tribunal para la Paz es acabar con la
impunidad, obtener verdad, contribuir a la
reparación de las víctimas y juzgar e imponer
sanciones a los responsables de los graves
delitos cometidos durante el conflicto armado,
particularmente
los
más
graves
y
representativos, garantizando la no repetición.
4. El componente de justicia prevé que a la
terminación de las hostilidades, de acuerdo
con el DIH, el Estado colombiano otorgará la
amnistía más amplia posible por delitos
políticos y conexos. Una ley de amnistía
precisará el alcance de la conexidad. En todo
caso no serán objeto de amnistía o indulto las
conductas tipificadas en la legislación
nacional que se correspondan con los delitos
de lesa humanidad, el genocidio y los graves
crímenes de guerra, entre otros delitos graves
como la toma de rehenes u otra privación
grave de la libertad, la tortura, el
desplazamiento forzado, la desaparición
forzada, las ejecuciones extrajudiciales y la
violencia sexual. Estos delitos serán objeto de
investigación y juzgamiento por parte de la
Jurisdicción Especial para la Paz.
5. La Jurisdicción Especial para la Paz tendrá
competencia respecto de todos los que de
manera directa o indirecta hayan participado
en el conflicto armado interno, incluyendo a
las FARC-EP y a los agentes del Estado, por
los delitos cometidos en el contexto y en
razón del conflicto, en especial respecto de
los casos más graves y representativos.
6. La Jurisdicción Especial para la Paz
contempla dos tipos de procedimientos: uno
para
quienes
reconocen
verdad
y
responsabilidad, y otro para quienes no lo
hacen o lo hacen tardíamente. A los primeros
se les impondrá una sentencia, fundada en
las conductas reconocidas después de haber
sido contrastadas las investigaciones de la
Fiscalía General de la Nación, las sanciones
impuestas por otros órganos del Estado, las
sentencias judiciales existentes, así como la
información que provean las organizaciones
de víctimas y de derechos humanos. Los
segundos enfrentarán un juicio contradictorio
ante el Tribunal.
7. Las sanciones que imponga el Tribunal
tendrán como finalidad esencial satisfacer los
derechos de las víctimas y consolidar la paz y
deberán tener la mayor función restaurativa y
reparadora del daño causado. Para todos
aquellos que reconozcan responsabilidades
por los delitos competencia del Sistema, la
sanción tendrá un componente de restricción
de libertades y derechos que garantice el
cumplimiento de las funciones reparadoras y
restauradoras de las mismas mediante la
realización de trabajos, obras y actividades y
en general la satisfacción de los derechos de
las víctimas.
Las sanciones para quienes reconozcan
delitos muy graves tendrán un mínimo de
duración de cumplimiento de 5 años y un
máximo de 8 de restricción efectiva de la
libertad, en condiciones especiales. Las
personas que hagan dicho reconocimiento de
manera tardía ante el Tribunal serán
sancionadas con pena de prisión de 5 a 8
años, en condiciones ordinarias. Para tener
derecho a la pena alternativa, se requerirá
que el beneficiario se comprometa a contribuir
con su resocialización a través del trabajo,
capacitación o estudio durante el tiempo que
permanezca privado de la libertad. Las
personas que se nieguen a reconocer su
responsabilidad por tales delitos y resulten
culpables serán condenadas a pena de
prisión hasta de 20 años, en condiciones
ordinarias.
8. Para acceder a cualquier tratamiento
especial dentro de la Jurisdicción Especial
para la Paz es necesario aportar verdad
plena, reparar a las víctimas y garantizar la no
repetición.
9. En el caso de las FARC-EP, la
participación en el sistema integral estará
sujeta a la dejación de armas, que deberá
comenzar a más tardar a los 60 días luego de
la firma del Acuerdo Final.
10. La transformación de las FARC-EP en un
movimiento político legal es un objetivo
compartido, que contará con todo el apoyo del
Gobierno en los términos que se acuerden."
"No vamos a fracasar, ha llegado la hora
de la paz": Santos
El presidente Juan Manuel Santos aseguró
que el acuerdo final de paz con las FARC
será firmado a más tardar el 23 de marzo de
2016 y que a partir de esa fecha, la guerrilla
contará con un periodo de 60 días para la
dejación de armas.
"El jefe del secretariado de las FARC y yo
hemos acordado que más tardar en seis
meses, seis meses, debe concluir esta
negociación y firmarse un acuerdo final" de
paz, dijo el mandatario ante la presencia de
alias ‘Timochenko’ y el presidente cubano
Raúl Castro.
"No va a ser una tarea fácil, porque faltan
muchos puntos difíciles por acordar, pero esa
es la instrucción que le hemos dado a
nuestras delegaciones", dijo el mandatario
colombiano, quien hizo una escala en La
Habana para asistir a la firma de un acuerdo
de creación de "una Jurisdicción Especial
para la Paz".
Por su parte el jefe máximo de la guerrilla de
las FARC, Rodrigo Londoño Echeverry -alias
‘Timochenko’-, declaró que la "jurisdicción
especial para la paz ha sido diseñada para
todos los involucrados en el conflicto y no solo
para una de las partes. Desde una
perspectiva fundamentalmente restaurativa,
abre las posibilidades de ofrecer verdad
detallada y plena para sentar bases para la
reparación y no repetición que satisfaga los
derechos de las víctimas y las expectativas de
reconciliación de la sociedad”.
Este modelo de justicia, según 'Timockenko'
"establece un modelo absoluto respetuoso
con las obligaciones internacionales de
Colombia y las normas humanitarias".
"Corresponde a las partes ahora, muliplicar
los esfuerzos dirigidos a la obtención de
consensos que nos aproximen al cese al
fuego bilateral. A definiciones sobre dejación
de las armas y la transformación de las
FARC-EP en un movimiento político legal,
generando condiciones específicas como la
del desmonte del paramilitarismo", concluyó el
jefe de las FARC.
El presidente cubano, Raúl Castro, quien
participó como testigo de excepción del
acuerdo, calificó el avance como importante y
significativo:
“Las conversaciones marchan por buen
camino. Estos acuerdos sobre justicia
representan un significativo paso de avance.
Estamos ahora más cerca de lograr la paz”,
indicó.
“Aún quedan dificultades enormes que
superar, pero tenemos la certeza de que
serán vencidas”, agregó no obstante.
El jefe de Estado cubano así mismo se
comprometió a seguir acompañando el
proceso
de
reconciliación:
“no
descansaremos en nuestros esfuerzos hasta
que se logre el ansiado objetivo de la paz
estable y duradera para la querida Colombia”,
declaró.
Fiscal General ordenó suspender todas
la imputaciones de cargos contra la
cúpula de las Farc
El fiscal General, Eduardo Montealegre Lynett
anunció que ordenó la suspensión inmediatas
de la imputación de cargos en contra de los
miembros del Secretariado de las Farc, esto
mientras se adelanta el ajuste de la
metodología frente al modelo de justicia
transicional firmado en La Habana (Cuba)
entre los negociadores del Gobierno y dicho
grupo guerrillero en el marco de las
negociaciones del proceso de paz.
El jefe del ente investigador aseguró que el
modelo firmado de justicia transicional es muy
diferente al sistema penal acusatorio, hecho
que obliga a la Fiscalía a impartir el mismo en
el modelo de investigación y juzgamiento para
la cúpula de las Farc por violaciones a los
derechos humanos. “Pese a que la Fiscalía
sigue siendo el eje central de las
investigaciones, se abre la posibilidad de una
nueva jurisdicción, como acudir a otras
fuentes de investigación en la violación de los
derechos humanos”.
En esta nueva etapa la Fiscalía General
tendrá que presentar informes ante la
jurisdicción y el tribunal que se creará para la
aplicación de esta nueva metodología de
investigación. Se presentará un documento
de contexto frente a las más graves
violaciones a los derechos humanos
cometidos por las Farc durante el conflicto
armado, como el tema de violaciones al DIH,
secuestro,
reclutamiento
de
menores,
violencia de género, entre otros.
“En este informe la Fiscalía General no hará
imputaciones ni acusaciones, ni a los
miembros de las Farc ni a sus dirigentes sino
que se limitará a presentar un informe
descriptivo con las pruebas con las que
cuenta por las violaciones a los derechos
humanos por parte de la cúpula de las Farc y
por todos los miembros de la insurgencia
colombiana”, explicó Montealegre al señalar
que no se calificará si es un delito de lesa
humanidad, crimen de guerra u otro, esto lo
hará el Tribunal Especial.
El mismo acudirá a otras fuentes distintas a la
Fiscalía General y podrá recibir información
recolectada por la Procuraduría General,
investigaciones históricas e incluso se abre la
posibilidad para que las víctimas del conflicto
armado presenten sus propias acusaciones.
“El hecho de suspender las imputaciones y
las acusaciones no significas que se
paralizarán los procesos, bajo ninguna
circunstancia
se
suspenderán
las
investigaciones”.
Actualmente la Fiscalía investiga más de 38
mil hechos cometidos por las Farc durante el
conflicto armado colombiano relacionados con
la violación a los derechos humanos,
reclutamiento de menores, violencia de
género, secuestro, entre otros. Pero además
hay una cifra adicional de 50 mil casos entre
los que se encuentran el desplazamiento
forzado durante el conflicto. “Estamos
hablando de una cifra que podría ascender a
100 mil graves violaciones a los derechos
humanos”.
El ente investigador tiene activos 11.269
procesos contra las Farc, y dentro de estos se
investigan más de 16 miembros de dicho
grupo armado subversivo. “El modelo de
justicia transicional va a tener en cuenta las
personas que han sido condenadas”, precisa
el Fiscal General sobre el hecho que han sido
emitidas 1.858 condenas contra sus
integrantes.
“No habrán indultos para delitos de
lesa humanidad”
“Las obligaciones de Colombia ante el
Sistema
Interamericano
de
Derechos
Humanos, ante la Corte Penal Internacional
es cumplir con el deber de investigar, juzgar y
sancionar las más graves violaciones a los
derechos humanos”, explicó al considerar que
el modelo de justicia transicional establece
una obligación de adelantar las pesquisas.
El
Tribunal
estará
conformado
por
magistrados colombianos y extranjeros “como
sucedió en la Antigua Yugoslavia” que
emitirán medidas restrictivas de la libertad.
El jefe del ente acusador reiteró que el
acuerdo firmado en la tarde de este miércoles
en La Habana (Cuba) se dejó en firme que no
se emitirán ni indultos ni amnistías para
aquellos responsables crímenes de lesa
humanidad. Este beneficio jurídico solamente
se aplicarán al delito de rebelión y conexos
“excluyendo los delitos de competencia de la
Corte Penal Internacional”.
“Si quisiéramos dar una cifra de los delitos
que serían amnistiados o indultados
podríamos decir que serían más de 15 mil
miembros de las Farc en Colombia”, explicó
en rueda de prensa el Fiscal General al
indicar que de los ya condenados podrían ser
amnistiados o indultados más de 1.689
miembros de este grupo armado ilegales.
Aseguró que el pacto firmado en La Habana
implica que existirán sanciones restrictivas
efectivas de la libertad. En este sentido indicó
que el desarrollo que haga posteriormente el
Congreso deberá establecer estas penas a la
restricción del movimiento como “obligación
de permanecer en ciertas zonas del territorio
nacional” por lo que “las Farc no tendrán una
posibilidad de libertad de movimiento”.
Los otros actores del conflicto
Montealegre Lynett llamó la atención frente al
hecho que en este modelo de justicia
transicional serán incluidos otros actores del
conflicto armado interno como militares,
miembros de la Fuerza Pública “que no son
propiamente combatientes” así como el ELN.
Hizo énfasis en que las bandas criminales no
son protagonistas del mismo.
Señaló que el Congreso de la República será
el encargado de determinar el futuro de los
guerrilleros que se encuentran actualmente
privados de su libertad pagando penas.
“Lo lógico es que si estamos en el proceso de
justicia transicional y entran en el marco del
nuevo modelo e justicia la paz hay
posibilidades que recuperen su libertad si se
trata de rebelión y conexos”.
“Con la sola amnistía y el indulto por delitos
de rebelión y conexos podrían quedar en
libertad gran parte de los presos políticos en
Colombia”, explicó al hacer la salvedad si el
Congreso establezca causales de libertad
especiales mientras se adelanta la justicia
transicional. “La Constitución y tratados
internacionales
no
prohíben
que
el
narcotráfico sea considerado conexo con
delitos políticos”.
Fuente: Servicio de Información de
Seguridad ATLAS – Fiscalía General de la
Nación - Presidencia de la República Medios nacionales.
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Fuente: Servicio de Información de
Seguridad Atlas – Secretaría de Tránsito y
Movilidad de Bogotá – Alcaldía de Bogotá
– Invias - Medios locales.
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