(La Vanguardia, 1923-04-07).

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LA VANGUARDIA
ARTE Y ARTISTAS
DIVAGACIONES
ESCULTURA ITALIANA DEL RENACIMIENTO
CRÓNICA GENERAL
LA EMOCIÓN
Uno de los dones que más debemos agradecer a Dios, todos los que a las artes hemos dedicado nuestra vida, es el goce que
nos proporciona la contemplación de los
diferentes aspectos y escenas que en la naturaleza animada e inanimada observamos
continuadamente.
El mundo es, para la mayoría de nosotros, un vasto escenario, un museo in*
menso que nos mantiene en constante expectación de alegrías o tristezas, de entusiastas arrobamientos ó intensas y sentidas
emociones anímicas.
Allí donde a veces pasa indiferente la
gran mayoría de los mortales con sus cotidianas preocupaciones de la vida práctica,
nos detenemos nosotros sentidamente soñadores o con los sentidos bien despiertos, absortos con el goce de las incomparables bellezas, saboreando con deleite el tesoro de sensaciones o emociones de que,
en general, se ven privados1 los demias.
Claro está, que dichas facultades per^
captivas varían según los grados de mayor
o miemor sensibilidad estética y que se gozarán diversamente según, las simpatías innatas que cada artista tenga por la figura
humana, por las visiones naturales o por
las visiones imaginadas por la soñadora
fantasía; pero esta misma diversidad de
múltiples emociones es lo que imprime el
especial carácter de cada personalidad; y
lo que hacen los artistas, es simplemente
expansionar sus deleites, haoérlso comprensibles para que los disfruten los restantes mortales; comunicarlos generosamente con toda diversidad de medios y de
facultades de que disponen por medio de
sus obras, que son tan sólo un eco, un reflejo de las miannas emociones que anteriormente han impresionado la propia sensibilidad del artista, convertido—consciente o inconscientemente, — en verdadero
apóstol de la magnificencia de la obra de
Dios, para amarle, servirle y reverenciarle. Enamorado Miguel Ángel de la forma
humana, de sus movimientos, de la potencia dinámica de la robusta musculatura,
estudia ésta en el natural vivo y en el cadáver anatomizado; analiza los escóraos;
mueve las actitudes para proyectar desahogadamente en sus frescos las grandiosas y geniales figuras de sus vastísimas y
potentes comiposicione, sabroso producto
de una imaginación portentosa que desea
hacer disfrutar a los demás.
Espíritu selecto el Ticiano, teniendo por
modelos las hermosas cortesanas que los
magnates le encargan reproduzca desnudas
en sus lienzos, subyuga seguramente las
vulgares emociones sensuales por otras
emociones más selectas, y se complace en
ponernos de manifiesto las infinitas delicadezas de los dorados matices de las carnaciones femeninas, espiritualizando y
dignificando unos desnudos (fae rodea de
una aureola de serena y respetuosa majestad.
Vaga 'arante por nuestras Hanoiras y
nuestras playas, el pintor poeta, el sentidísimo paisagista Modesto Urgell, observando y estudiando las siluetas de nuestras
aldeas rurales, de sus calles pintoresoas, de
sus pequeños templos parroquiales, anotando las vibraciones de las campanas en
la oración de la tarde y la soledad de los
pequeños y desiertos cementerios en las doradas penumbras del finir del día, complaciéndose en las profundas lontananzas y en
las inmensidades de la bóveda celeste, estampando en sus telas y comunicando a
los deimás las visiones que le han retenido
horas y más horas emocionado en contemplación adorable de la naturaleza.
Bien había, en el museo moderno de Madrid, el Testamento de Isabel la Católica,
de Rosales, Juana la Loca, de Pradilla,
y otras muchas obras de vastas dimensiones, medallas y más medallas de las exposiciones oficiales de Bellas Artes y ninguna
me retuvo tanto tiempo absorto corno
aquella de nuestro sentido paisagista,
¡Qué solos están los muertos!... que me reconducía a Cataluña, en las quietudes del
crepúsculo, gozando de las aromas, de los
sonidos y de las divagaciones de aquella
hora tan deliciosamente sentida.
Hace algún tiempo, empero, algunos de
los que se dedican a la práctica de las artes pretenden o han pretendido, no sólo
aHerar las formas y los colores de la naturaleza, sino también volverse de espaldas
ante- ella, suplantándola por medio de otras
formas geométricas o taquigráficas incomprensibles; pero siendo, como es, muy
vengadora la bella maestra ha hecho caer
en el ridículo a los autores de ta'es intentos, a estos nuevos rebeldes de la admirable obra de Dios y lo único que han conseguido, con este moderno non serviam, eí
dar muestras, o de vana soberbia, o de
triste divorcio, incomprensión e incapaz
VIDA ARTÍSTICA
EXPOSICIONES
Un joveti orífice, don Carlos Casas, ha expuesto, en las «Galerías Layetanas», una serie de piezas labradas con singular pericia
y demostrativas de buen gusto en el hallazgo de apropiadas formas y en los tonos de
los materiales que elabora.
* * *
Para que se juzgase de las obras que en
Madrid! tuvo expuestas y donda alcanzaron
el aplauso- de los inteligentes, ha mostrado
al publico barcelonés don Francisco Boter
una interesante serie de fotografías tintas
grasas) coloreadas, en las cuales ha alcanzado sorprendentes resultados, sobre todo respecto a justeza de tonos.
* *
.
En el local de la «Schola Cantorum» de
San Justos se ha exhibido, estos días, una
copiosa colección de hojas populares de Gozos todos ellos dedicads a imágenes desaparecidas que en Barcelona fueron objeto de
veneración un tiempo.
La idea, pues, es altamente simpática, bajo distintos aspectos, mayormente cuando ha
sido desarrollada con un gran sentido artístico.
Recuérdese los muchos conventos, capillas
públicas y de vecindad que desaparecieron a
manos de la revolución o de simples conveniencias de edificación y embellecimiento ur¿bano, y se tendrá una idea de la magnitud
que podía alcanzar cea exposición. Pero,
claro está, aun poniendo algo de lo mucho y
bueno que poseen los diversos coleccionistas
de Cataluña, no era posible presentarlo todo,
aun cuando figura la representación de algunas de las imágenes que recibían culto constante en los conventos de Santa Catalina, de
San Francisco, de San Sebastián, en los de
religiosos Mínimos, Capuchinos, .Trinitarios
calzados y descalzos, los de religiosas beatas,
Mínimas, Gerónimas, etc.
La instalación se hizo por templos o capillas, acompañando a cada una dé ellas una
breve nota histórica de su emplazamiento, de
su fundación y otros datos curiosos.
El alma de la exhibición, que han visitado
cuantos gustan de esas agradables evoeaciones de pasados tiempos, ha sido él reverendo
don Francisco Baldelló, por lo cual ha recibido muchos plácemes. Pero se hará acreedor a
mayor gloria aún si lleva a cabo el ideado
complemento de dicha exhibición, esto ee, si
reúne en un volumen la lista de las imágenes
expuestas y la de las que quedaron, por las
causas que fuesen, Sin figurar en ella, que
ascienden a unos cuantos centenares, y que
ese catálogo vaya ilustrado con bojes de los
tiempos &n que se imprimieron los Gozos, con
BAJO RELIEVE DE LA CAXTOR3A
facsímiles de algunos de ellos.
OBRA DE MCA DELLA ROBBIA. —Museo del Duomo.—Florencia!
Figuran ejemplares de lag colecciones del
•propio organizador, de los señores don José
Batllés, reverendo don José Mas, don Buenaoidad de saber y poder emocionarse y gozar mero plateados, después de oro, luego de ventura Reuter. doctor don José Roig y Pude la hermosa naturaleza.
escarlata, de púrpura, de color de fuego, ñed, don Jerónimo de Moragas, don Aurelio
No hay que hacerse ilusiones: los artis- amoratados, violetas, grises definitivamen- Capmany, don Juan Bonamusa, y algún otro.
Pero faltan, las buenas ediciones que potas logran y han logrado tan sólo un eco, te... reflejado todo en las sedosas y tran- sean
en sus colecciones los señores don Salvaun reflejo de las bellezas naturales, y so- quilas aguas ligeramente rizadas por la dor Roca
y Ballber, don Augusto J. Ribas y
brenaturales. Debemos confesar franca- brisa, quédeme estático, brazos caídos, pre- M^istarós, don José Duran, don José Mumbrú
mente nuestra impotencia ante sus esplen- firiendo gustar y saborear emocionado tan y Farrón, don Valerio Serra, y tantos etrog
dideces, y en vez de querer enmendarlas deslumbrante apoteosis, como tantas otras como frman la agrupación. «Els ámics deis
y corregirlas pretensiosamente, lo único veces me ha sucedido en el miar, en los Goigs».
. Ello, sobre atesorar piezas de un reconoque puede y debe hacer el artista, dotado campos y en las montañas, en las auroras,
cido valor bibliográfico y artístico, ofrecerá
de valientes y juveniles iniciativas, si no y crepúsculos, en las tempestades y tem- muy
interés a los amigos de la hisquiere caer en el ridículo, es descubrir porales como en los días tranquilos y apa- toria señalado
local.
nuevos aspectos ,escudriñar nuevas modalidades, pero sin profanar jamás—deliberadamente, las bellas formas y las hermosas leyes naturales, que muy ancho campo
tiene, tanto para su observación virgen,
como para su ilimitada fantasía.
Hallándome hace pocos días en el puerto de Barcelona esperando el ocaso—que
prometía ser magnífico,—la tela puesta sobre el caballete, paleta y pinceles en la
mano, creía poder trabajar de firme, pero
en cuanto empezaron a formarse los rutilantes resplandores del sol poniente, pri-
cibles, dando gracias a Dios por habernos
concedido una sensibilidad capaz de fruiciones incomparablemente superiores—sin
duda alguna,—a las que proporcionan la
posesión de palacios y automóviles, la asistencia a las más brillantes fiestas y diversiones mundanas; fruiciones excelsas de
las que los artistas.a pesar de todos nuestros buenos deseos, podemos ofrecer tan
sólo unos simples comentarios, unas aproximaciones insignificantes.
DIONISIO BAIXERAS
ÍÁ CERÁMICA VIDRIADA ÁRABE Y m RELACIONES CON LA Y¿
En la Universidad de Valencia ha dado el f
docto catedrático de Arqueología árabe, de la '
Universidad Central, señor Gómez Moreno
unas conferencias acerca die «La cerámica vidriada árabe y sus relaciones oon la valenciana.»
Indicó el ilustre profesor cómo su padre, al
descubrir la cerámica de Elvira •- decir atestiguaba un florecimiento de la misma antes
del siglo X, filé discutido por los eruditos madrileños, y cómo después, al descubrirse la
cerámica de Medina-Azzhara, se convencieron
las gentes de lo indiscutible do aquella verdad expuesta años antes. Diputó la cerámica valenciana de Paterna, Manises y Alcoy,
continuadora de la árabe de Medina-Azzhara
y Elvira. En Toledo, en Sevilla, en toda la España, influida por la civilización árabe—afirmó,—se han encontrado y se seguirán encon"
trando restos de cerámica, influidos por esta
cerámica de Andalucía, que luego füé importada a Italia..
.
En la segunda conferencia, el señor Gómez
Moreno comenzó diciendo que España, extremo occidental de Europa, siempre había sido la nación por la que el arte árabe y el arte oriental, en general, se había introducido,
pasando después a Inglaterra, de ésta a Fra'ncia, etc. V PS que las influencia?; orientales
recorrieron la costa Sur del Mediterráneo en
vez de la Nortes
Estudió el momento cumbre en la fabricación de loza y cerámica vidriada que se da en
el siglo XII, después de la caída del califato
de Bagdad. Entonces empieza a generalizar
se el azul cobalto, solo usado hasta entonces
en Argelia, y que da gran belleza y valor a
los productos de las alfarerías. Este apogeo
del siglo XII en Asia repercute en España en
el siglo XIII, en que las conquistas de Fernando III y Jaime II producen una crisis enorme
en la cerámica andaluza, que se ve restringida, y se refugia en Granada. A seguida el
conferenciante estudió la grandiosa manifestación de cerámica que se dio en Granada,
acelerada por las contribuciones y recargos
que los Reyes cristianos obligaban a pagar a
los subditas—en cierto modo^-granadinos.
Se ocupó de los magníficos jarrones decorativos que han aparecido en distintas regiones
de España; jarrones que son de cerca de dos
metros de altura, y que se pueden dividir en
granadinos (tonos rojos) y malagueños (tonos
claros). Anadió que en el siglo XIII debió de
existir un centro dé cerámica en Málaga ; pues
aunque no se han encontrado alfarerías ni
testares, se ha hallado una estela característica. De modo, eme dejó sentado ser Málaga y
Granada los principales centros de cerámica
vidriada y de relieve durante esta época.
BERNARD Y LA ENSEÑANZA ARTÍSTICA
El famoso colorista francés, Alberto Ber
nard, tras de haber sido director de la Villa
Médicis, en Roma, residencia de los artistas
franceses pensionados, ha sido designado para ocupar igual cargo en la Ecuela de Bellas
Artes, de París.
Con motivo de este nombramiento ha hecho
unas declaraciones públicas, encaminadas a
señalar las reformas que, a su juicio, deben
introducirse en dicho establecimiento de enseñanza. Una de las primeras entiende que
ha de ser la reducción de los concursos.constituidos y encaminados a facilitar elementos
materiales, en especies, a los alumnos. Las
qruebas consisten en pintar una cabeza de
expresión, un paisaje o una figura. Con ello
no se estimula, por lo tanto, a la invención ni
a documentarse; y todo se reduce a un ejer
cicio que propaga fórmulas fáciles de ser asimiladas. El discípulo con ello solo adquiere
una cierta habilidad.
Ha declarado Bernard qu« aquél a quien
se debe alentar es al que ansia producir sinceramente, y que por esto es conveniente que.
se emplee más el tiempo «n el rebusco individual y en el trabajo en el taller.
También se propone el expresado artista
que sea reducido el número de años en que el
alumno pueda permanecer en la Escuela, gue
ahora es desde los quince anos a los treinta.
Entiende que cinco años bastan para que el
alumno manifieste si posee facultades de artista, yCTUehay que desengañar a cuantos no
las tengan.
Tocante a las enseñanzas cree que hay que
instaurar el estudio especial de la testa humana, crear el estudio ocasional del personaje vestido y permitir e lestudio menos acelerado del desnudo, aunque sea dando más
de una semana para copiar el modelo.
PREMIO FASTENRATH
La Real Academia Española, tía acordado,
proponer al Rey que ese premio sea concedido a la obra titulada ((Arquitectura civil
en España», original del arquitecto fallecido
don Vicente Lampérez,.
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