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R e d a c c i ó n y A d m l n i s t r a c i 6 n : C o s l a d a , %, 5.*< d e r e c h a .
Madrid.-Di«ti1buct«n: UNION DISTRIBUIDORA D E
E D I C I O N E S . M a d r i d : D e s e n g a f t o , 6. T e l é f o n o 22 01 18.
B a r c e l o n a : U n i ó n , 19. T e l é f o n o s : S I 47 90 y 22 18 49. I m p r e s o en los t a l l e r e s de P R E N S A G R A F I C A , S. A .
H e r m o s i l l a . 75, M a d r i d . — N ú m e r o s u e l t o : 2,50 p e s e t a s .
Año I I . - N í i m .
50
D e p ó s i t o l e g a l : M . 6.584-1958
entre las calles de WhitePOR
chapei —el miserable suburbio
i
í
í
r
londinense—, húmedas, bajo la
niebla del atardecer, un hombre
pequeño con él cabello blanco, bien
vestido, pasea por las aceras mugrientas y a trozos levantadas. Jun
to a él va una mujer joven, esbei. ta, con una mirada ingenua en sus
frandes ojos negros. Frente a un
edificio de ladrillo rojo, sucio, con
pequeñas ventanas atestadas de ropa de indefinible color —jirones
de la miseria puestos a secar—, la
pareja se detiene. Dulcemente, el
hombre coge la mano de la muchacha y, con vbz casi imperceptible por la emoción, murmura a
su oído:
—Aquí nací yo, querida Dona...
La mujer se prende de su brazo, en muda caricia, y la pareja
sigue su paseo calle arriba. Ahora,
sin embargo, no van silenciosos.
El relato de una vida maravillosa
afluye a los labios del hombre, y
su historia, la amarga historia de
«Charlot» —porque es Charlie Chaplin quien habla—, cobra vida en
el olvidado rincón del viejo Londres...
Primeros posos
Primavera do 1889. Tiempos dorados de la era victoriana. Inglaterra pasea orgullosa su pabellón
por los siete mares del mundo.
En el barrio obrero de Whitechapel, exactamente en la casa 287 de
Keaningtori Road, una pareja de
actores de segundo orden espera
la visita de la cigüeña. £1 esposo.
Charlie Chaplin, trabaja como
«clown» en una modesta compa
( un esta indumentaria que
« C h a r l o t » lució en sus
primeros films— en realidad,
hasta «Tiempos modernos»—
consiguió sus mejores triunfos
fila de variedades. Su mujer, Hannah —en la escena Lily Harley—,
posee una bonita vos de tiple y
forma también paite de la «troupe». Es hija de una gitana irlandesa. Y aunque tiene los ojos azules, su cabello es negro y su piel
oscura. Antes de conocer a Chaplin actuaba como bailarina ambulante en los modestos «musichalls» londinenses.
Hasta el último momento, Lily
ha salido a escena para no mermar los escasos ingresos de la car
sa. Por fin se produce el venturoso acontecimiento. Son las cuatro de la madrugada del día 16
de abril, cuando los estrepitosos
vagidos de un niño llenan de alborozo el humilde hogar de los
Chaplin. Mucho antes de que la
comadrona se lo permita. Lily
vuelve a su trabajo. La señora
Chaplin tiene otro hijo de su primer matrimonio, Sidney —que en
aquella tedia cuenta dos años—,
y que será, en adelante, el encargado de cuidar ael pequeño
Charlie.
Pasan algunos meses. Un día,
Hannah llega a casa deshecha en
lágrimas. Ella y su marido acaban de ser despedidos de la compañía, bajo pretexto de que sus
números están demasiado vistos.
Desde entonces, la miseria no dejará escapar de sus descamadas
manos a la familia Chaplin.
Entre lágrimas, hambre y algún
que otro azote inmerecido, crece
Charlie junto a sus padres. Tiene
sólo cuatro años cuando actúa por
vez primera en un escenario. El
señor Chaplin. a pesar de sus continuas borracheras, se ha dado
cuenta del talento de imitación de
su hijo y le ha enseñado a parodiar cómicamente los ademanes de
sus vecinos. La madre, por su parta, le hace aprender varios pasos
de baile y alguna que otra cancioncilla burlona, que el niño entona graciosamente. Una tarde,
Hannah convence a su marido para que le lleve con él y le deje
Charles Chaplin y Pola Negri
cantar ante el público. Un puñado
de peniques, lanzados desde el gallinero, es la primera ganancia del
que habría de asombrar al mundo
con su arte único.
Un año escaso ha transcurrido
desde su «bautismo» teatral, cuando la catástrofe viene a posesionarse del hogar de los Chaplin.
Después de una jomada de infructuoso peregrinaje en busca de trabajo, Charlie se ha hundido en
una de sus temibles borracheras
de cerveza negra, que le convierten en un verdadero monstruo.
Dos compañeros de taberna le tienen que transportar a su casa me-
cuando eran novios
dio agonizante. Una ambulancia se
lo lleva, poco después, al hospital
de Santo Tomás, entre los comentarios crueles de las comadres del
barrio. A Lily y a Sidney les permiten subir con el enfermo en el
coche sanitario, pero al pequeño
Gharli? le prohiben que se acerque. Durante un trozo del trayecto, el niño, medio asfixiado por el
esfuerzo y los sollozos, sigue a la
ambulancia; luego, a fuerza de
preguntar, se encuentra a la puerta de Santo Tomás. Toda la noche
se la pasa Gharlie tiritando de
frió, acurrucado contra la helada
pared del edificio. Amanece ya
«tJíor/ot», soldado
(i91tíj
cuando una voz transida de angustia y desesperación le saca de su
amodorramiento:
—i Vamonos a casa!... ¡Papá ha
muerto!...
La vida difícil
y La viuda y los dos niños se instalan a los pocos dios en una miserable buhardilla de Pmvnall Terrave. callejuela sórdida situada detrás de su antiguo domicilio.
Hunnah, que desea liberar a sus
pequeños del triste futuro Que les
espera, manda a Charlie, siempre
que puede, a la escuela* E l niño
es despierto y aprovecha con rapidez asombrosa las pocas lecciones
que recibe. Pero la salud de Lily
se quebranta. Poco a poco se convierte en una inválida, y el trabajo de la casa se ha de distribuir
entre los dos niños. Sidney despachará como pueda los encargos del
sastre (Hannah había logrado un
trabajo de costura), y Charlie atenderá a ta compra y demás necesidades domésticas.
E l esfuerzo de loa dos niños por
salvar la situación no impide, sin
embargo, que la misma ambulancia que llevó años atrás a su padre, conduzca, también a Santo Tomás, a la pobre Hannah, sumida
en las oscuras tinieblas de su extraviada razón. Sidney tiene entonces once años, y Charlie, ocho. Durante algunos meses ambos se ocupan en mil menesteres.
Al poco tiempo, Sidney se enrola en la Marina como grumete,
y Charlie queda solo. Ya no tiene compañero de correrías, y cada
vez se vuelve más taciturno y melancólico. Es un niño sucio, desarrapado, bajo y raquítico para su
edad, con una expresión cansada en
su infantil rostro.
Un día, con la audacia que presta el hambre, el pequeño vagabundo quiere probar fortuna en una
"operación" de envergadura: el escaparate apetitoso de una salchichería. Pero una pesada mano, que
cae sobre su hombro, corta en seco su atrevimienlo:
—¿Dónde está tu pkulre?
Charlie levanta los ojos "fiaría et
«Napoleón», el tema no abordado
gigantesco policía que le atonazq
el hraxo.
—Ha muerto.
—¿Y tu madre?
—Está en el hospital...
Al día siguiente, las murallas
sombrías del orfanato-escuela de
Hamvell ponen una barrera infranqueable a su libertad de incipiente aventurero. E l edificio se encuentra al otro extremo de Londres, .cerca de Ealing.
La pasión
del teatro
A los doce años, Charlie es un
experimentado actor, que lo mismo interpreta una obra de Shakespeare que imita,ridiculamente,las
peripecias de un personaje o realiza un número de circo como el
más perfecto d^ los «clowns». Su
falta de instrucción entorpece; sin
embargo, su carrera. Como no sabe
ni leer ni escribir, ha de aprender
sus papeles de viva voz. Pero el
director de escena se cansa de repetir su parte al pequeño, y éste
ha de poner toda su atención para
saber su cometido lo más rápidamente posible.
De regreso a Londres, después
de una larga «toumée», su nombre
aparece en las tablillas del Duke
of York Theater'S; en el último
puesto del cartel: Charlie Spencer
Chaplin hace el papel de Lobito
en «Peter Pan». El pequeño actor
obtiene un éxito clamoroso, y sus
antiguos cámara das de Whitechapel asudeh a aplaudirle desde las
localidades de «paraíso».
«Charlot»
Una tarde, mientras Charlie
aguarda la hora de la representación, paseando por los jardines de
Elephant Castle, ve a un hombre
que le deja perplejo de sorpresa.
Es un anciano palafrenero, atacado
« L u c e s tic l a ti&Hadysfnapi
el d e s d e n
de « ( J i n r l o t »
por
el
cine
h h I (ido
dé reumatismo, que camina vacilante, con los pies abiertos en ángulo recto, apoyándose en un bastón que se dobla bajo el irregular
peso de su dueño. Aquella noche,
sus amigos de Pownall Terrace
creen morir de risa al contemplar
a Oharlle imitando cómicamente
los andares del palafrenero. Hannah, sin embargo, no comparte tal
admiración. Por el contrario, después de darle una bofetada, le lie*
va a la cama, sin dejar de recriminarle por haber sido capaz de
burlarse asi de un pobre inválido... Ella no sabe que acaba de
nacer «Oharlot».
A fines de aquel año —1903—,
Sidney, cansado de sus aventuras
marineras, vuelve Junto a su familia, a Pownall Terrace. El aire
del mar y sus largos viajes de uno
a otro continente han hecho del
hermano mayor un muchacho resuelto, temerario y ambicioso.
Oharlie. que aún sigue siendo uu
chico tímido, vergonzoso y triste,
se siente ganado por la osadía de
Sidney. Ambos montan unos números cómicos que obtienen gran
éxito en los «music-halls» de la
ciudad. Comienza entonces para
los OhapUn una nueva existencia.
La suerte acompaña a los muchachos desde el primer momento, y
Charlie, que es un consumado caricato, hace reír a carcajadas en
cuanto su menuda figurilla asoma
al escenario.
Hannah es la que ahora preocupa a Oharlie. Al salir del hospital
parecía estar curada, y durante
bastantes meses después nada hizo
sospechar un rec rudecimlento de
su dolencia. Sin embargo, su salud
no es del todo buena. Una tarde,
cuando Oharlie regresa a casa, la
madre se muestra extn ñámente
nerviosa, rehusa sus caricias y
acaba encarándose con él, mientras le grita:
«Tiempos modernos», uno de los
mayores éxitos de «Charlot»
Charles ChnpUn,
en sus mejores días
Fué en los primeros tiempos del cine sonoro.
Laurence Tibet con Marión Davies y «.Charlot»
—¡Como siempre, vendrás borracho y estarás impaciente por
molerme a golpes!... ¡Pero hoy
voy a ser yo quien inicie la ofensiva !
Y, uniendo la acción a la palabra, toma una silla y la lanza contra la cabeza de Charlie. Naturalmente, la sorpresa le^deja en suspenso, y sólo acierta a murmurar:
—Pero, mamá, ¿te has vuelto
loca?
Hannah lé mira con expresión
vacia en sus azules ojos y se tira
de bruces sobre la cama, sacudida por convulsivos sollozos. Charlie la calma, la consuela y acaba
serenándola; pero la revelación de
la amarga verdad deja al pobre
muchacho anonadado.
A las' pocas semanas, cuando
Oharlie acude ilusionado con un
fresco ramo de rosas —Hannah
siente pasión por las rosas— a su
buhardilla de Pownall Terrace, encuentra el hogar vacío. Una vecina
le refiere lo ocurrido. Su madre
ha intentado golpear al tabernero
de la esquina al confundirlo con
el difunto Charlie. Han sido necesarios varios hombres para poder
reducir a la pobre loca y llevarla
al hospital.
Charlie adora a su madre, y el
golpe le deja deshecho. Abandona
los escenarios y refugia su tristeza en los parques solitarios, envueltos en la niebla. Como en los
tristes días de su infancia, Sidney
no puede hacer nada para sacarle
Charles Chaplin, con los marqueses de Queensberry, durante una visita de éstos a Nueva York
de su ensimismanílento; tiene que
continuar solo el trabajo, y se une
a Una compañía teatral de poca
monta. Lo único que no pierde
Charlie en esta crisis es el gusto
por la lectüra. Días enteros se los
pasa embebido en sus libros en el
querido rincón de Pownall Terrece, donde todo habla de la pobre
demerite, recluida ahora en una
celda del manicomio.
Acuciado, al fin. por la necesi-
dad, Charlie se reintegra a su trabajo, y durante algunos meses actúa en la pista de un circo ambulante que ha sentado sus reales no
lejos de Kenningtorí,
El^omor
Durante ano de sus frecuentes
paseos por Kennington Park, el
joven —Charlie frisa ya los diecisiete años— encuentra una linda
w
Lita Grey, la segunda esposa de «Chnrlot», con sus dos hijos
machaohita de quince abriles que
distrae su soledad sentada en un
teneo de los jardines. Es rabia,
con grandes ojos grises, espigada
y pobremente vestida, Gbariie queda prendido en la ingenua mirada
de la niña. Se sienta a su lado con
ánimo de baldarle, pero una sequedad repentina en la boca le impide
hacerlo. Nota que sus mejillas se
colorean, y en su turbación no
acierta siquiera a decir un simple
«Buenas tardes».
A las dos semanas, un encuentro inesperado hace cambiar las
«osas. Charlie distingue entre los
espectadores del circo a un grupo
de viejos camaradas de'juegos;
Junto a ellos, en alegre charla,
está «ella». Al terminar la representación, cuando todaVía suenan
los calurosos aplausos, Charlie se
precipita gradas arriba en busca
de sus amigos para que le presenten a la muchacha. Es Hetty Kelly,
hermana de uno de sus compañeros de escuela en los días no lejanos de su infancia. Hetty y Charlie quedan citados para el día siguiente. Durante dos horas, el «mucha o espera en el lugar fijado.
Al fin llega la jovenclta, y con una
sonrisa hace olvidar a Charlie el
plantón. Juntos se pierden por las
avenidas del parque... Cuando declina la tarde, el idilio marcha sobre ruedas.
Es cierto que Hetty es dulce, cariñosa y muy linda, pero es también excesivamente ambiciosa y conocedora del efecto que sus encantos producen en el sexo contrario.
Le halagan las apasionadas endechas de su enamorado, pero no
Charles Chdplin, en una visita a España, allá en los felices
años veinte, acudió a ver una corrida en los corrales de la
Plaza de San Sebastián. Le acompañaron el empresario
don Eduardo Pagés y el famoso cronista« Corinto y Oro»
acepta el porvenir que le espera a
su lado. Ella es caprichosa y le
encanta divertirse. Quiere visitar
los suntuosos locales de esparcimiento que se abren en los barrios
señoriales y aborrece la' modesta
variedad de su guardarropa. Este
novio tímido y vehemente es Incapaz de proporcionarle todo cuanto
desea. Charlie comprende, al fin.
que a Hetty habrá que ganarla
con dinero. Escribe a Sidney, al
qué hace más de un año no ve, y
le cuenta sus apuros sentimentales. «Necesito —le dice— ganar
más...» A los pocos meses, su hermano regresa a Londres y le invita a ver al empresario Fred Karno, con quien trabaja.
Kamo es el famoso «fabricante
de la risa», un antiguo acróbata
convertido en emperador del «music-hall» y en empresario teatral.
Es un hombre terriblemente activo, hábil y simpático, capaz de
hacer una estrella en un abrir y
cerrar de ojos. Fred Kamo es conocido en Londres, París, Nueva
York. Su nombre es una garantía
dé éxito y de alegría. El primer encuentro entre los dos no es muy
favorable para Charlie. Sin embar.
go, le asigna un papel en una de
las comedias de capa y espada,
tan en boga en aquella época. La
interpretación del joven Chaplin
resulta impecable, y Fred le encarga el «rol» de galán en «Jimmy
el Temerario». Charlie acaba de
cumplir los dieciocho años. Después del éxito clamoroso obtenido
por Chaplin en «Jimmy el Temerario», Kamo comienza a interesarse de veras por el talento tlel
muchacho. No tarda demasiado en
comprender que el futuro de Char-
«Charlot», aclamado en los toros
Las vacaciones de «Charlóte. E n la playa de
Saint'Jean Cap Ferrol, aparecen, de isuierda a derecha: Oona.
i esposa de Chnplin;
Gerardina, *Charlot»,
Eugenio,
Miguel,
V i c t o r i a y Josefi
Í
A
Jtta revista que
semana:
• Relatos y cuentos
o Consejo» de beBesa.
• ideas sobre la moda.
• Actualidades femeninas.
Coacuraoa y regale».
8«
PAGINAS
2,50 PESETAS
I q n l e r a u n t t ü m e t o y **> h a r á
asi4uo de e s t a B E V I S T a
lie está en saber explotar su vis
cómica y al margen de sus pape*
les de galán.
Hannah ha mejorado otra vez,
y CharUe la lleva de nuevo a casa.
Kamo se siente generoso ante las
saneadas ganancias que le proporciona el joven actor y le sube el
sueldo a tres libras semanales.
Charlie corre a llevar la buena
nueva a su adorada Hetty. Es ella,
precisamente, quien por vez primera le habla de América.
Pero meses después, Sidney, que
desde hace algún tiempo soporta
a duras penas las extravagancias
mentales de su madre, arregla todo
para recluirla de nuevo en el manicomio. Por fortuna, Charlie descubre las intenciones de su hermano a tiempo, no sin que entre los
dos estalle una violenta escena.
Charlie decide entonces dejar Pow nall Terrace e instalarse con su
madre en la habitación de un modesto hotel. Además, lleva a Hannah a un famoso especialista, al
que ofrece cuanto posee porque le
devuelva la salud. Desgraciadamente, la lesión cerebral de la pobre Lily no tiene remedio y lo más
fácil es que no se haga esperar un
triste desenlace. Charlie se resiste
a creer las palabras del doctor y
no quiere ni oír cuanto se refiere a
apartarla de su lado. 1
Sus bolsillos no están muy repletos, pero el dinero le alcanza
para mimar largamente a Hannah.
El cuarto del hotel se llena de alfombras y lámparas con pantallas
rojas, supremo sueño de la demente. Al poco tiempo, el dueño
del establecimiento se queja a
Charlie de la conducta de su madre. En los ratos que el hijo la
deja sola, Hannah aprovecha la
ocasión para armar bronca con alguno de los restantes huéspedes.
Sin embargo, el joven consigue
siempre calmar las impaciencias
de su patrón con «rotundos» razonamientos... Al fin, agotados todos
los recursos, CharUe, que ha cum-
plido ya los veintidós años, conduce a su madre a un sanatorio
mental*.
América
a la vista
Karno, que sabe la necesidad de
buenos cómicos que padece América, ayuda, pensando en su provecho, los planes de Hetty. Un
buen día, el empresario se decide
a ampliar sus negocios en América y recluta entre los miembros
de la compañía que actúa en Londres un nuevo conjunto, exclusivamente'-cómico, para hacer una gira
por Norteamérica. Naturalmente,
Kamo piensa en el joven Chaplln
para ponerle al frente de la nueva
compañía, junto a otro buen amigo suyo, Stan Laurel. Al princir-io,
Charlie se resiste; luego, presionado por las fuertes razones sentimentales y acuciado por la ambición de conseguir fama y fortuna, se pliega a los deseos de su
empresario.
Una vez listos todos los preparativos, la compañía de Kamo
deja Londres en una brumosa mañana de octubre de 1910, a bordo
del «Empresse».
La «troupe» de Kamo comienza «Chewloi» v su amigo Jean
su gira por América, y por todas
Cocttau en una improvisada
partes el público les aco?e con entusiasmo. Chaplin y Stan Laurel pantomima, durante el encuentro
de. ambos, en el verano de 1957
con sus pantomimas y bufonadas
consiguen en cada actuación un
éxito clamoroso.
estancia en la capital francesa.
Pasan así casi dos años. Un buen
Charlie empieza a cambiar de opid^'a, aunque el espectáculo sigue
nión con respecto al cinema. Por
triunfando, el «manager» de la
complacer a sus compañeros va
compañía, un tal Reeves, anuncia
una noche de descanso a ver una
repentinamente que saldrán para
película de Max Linder y, cosa inParís en la semana siguiente.
sólita, ríe a carcajadas cada vez
Reeves ha conseguido para su
que aparece en el lienzo la grotesconjunto un contrato para el Foca figura del cómico francés. De
lies Bergére, de París, y durante
regreso a su hotel, Chaplin siente
varias semanas figuran en cartel
que nuevas ideas bullen en su celos cómicos ingleses, pero el éxito
rebro. En realidad, aquello encieno es tan completo romo en los
rra muchas posibilidades para un
t.-.i i^os Unidos. A pesar de ello,
buen actor.
wT a . Tle» • llev.i iespues a la
Mientras tanto, Kamo ordena el
compañía de Kamo. Durante la
regreso inmediato a Londres de su
f
Paulette Goddard intentó, en vano, hacer felix a
«Cftor/oí». E l matrimonio duró casi diez años
compañía, y ante la perspectiva de
volver a ver a su vieja ciudad y a
la dulce muchacha que le espera,
Charlie olvida sus preocupaciones
cinematogr&flcas. Aunque las cosas últimamente no han ido tan
bien, llena sus maletas de regalos
para Hetty: los maravillosos vestidos con que siempre ha soñado y
las mil chucherías por las que él
la ha oído suspirar. Su primera
desilusión la recibe en el mismo
muelle de Londres, porque Su novia no ha ido a esperarle. Con el
corazón angustiado corre a su casa en su busca. Pero Hetty no está allí tampoco. Sus ambiciones y
la miseria le han empujado hacia
los escenarlos, y ahora anda enrolada en una compañía teatral de
«toumée» en provincias. Mil pensamientos asaltan la mente de
Charlie, y después de mucho reflexionar escribe a su novia una
extensa carta. Con todo su cariño
y pasión vertidos en palabras, le
ruega que regrese a su lado para
no separarse jamás. Ha de esperar, sin embargo, varios meses antes de que Hetty vuelva a Londres. Está aún más linda que cuando la dejó, pero sus facciones se
han afilado un poco, hay algo extraño en la expresión de su rostro y en la manera de rechazar todos los planes de Charlie en los
que ella ha de tener parte. Su negativa a casarse con él es inquebrantable. Sin embargo, cuando ve
junto a ella al enamorado Chaplin transido de angustia, se reprocha el haber sido quizá demasiado cruel. Con mimos y zalamerías procura hacerle olvidar sus
palabras. Poco a poco Charlie recobra su buen humor y cada uno
cuenta al otro sus azares artísticos de aquellos años. Desde aquel
Cita de famosos. Con los ChapUn, arriba,
Mary PickforS. Ahajo, Charles Boyer
La familia, reunida.
Con motivo del estreno
de «.Candilejas», en
Londres. Con «Chnrlot». su esposa v sus
hijos. E l más «crecidito» es Signey, fruto
del m a t r i m o n i o de
Charlie con Lita Gre\
«Charlot» y el Abale Fierre
—Excelente trabajo —comenta
alguien en el paleo de ai lado—.
¿Quién en ese muchacha?
—Charlie Chaplin, señor Mar
Sennett, pero no es partidario del
cinema.
Mac Sennett es. por estas fechas»
el magnate de la naciéiúe industria cinematográfica. Productor y
director en una pieza, sus películas recorren los Estados Unidos,
desde California a Connecticut. Mac
Sennett acaba de fundar la Keya-
\
tone, y su» artistas son los mejores
pagados de América: Chester Conklin, Ford Sterling, Fatty. Charlie
Chasse y la "team" Mabel Norman
integran las reservas de la recién
fundada compama, cuyos estudios
se encuentran en el bulevar Alejandro, de Los Angeles. Mac Sennett cuenta también con un conjunto de atractivas "girls" —las imprescindibles bañistas de su» películas— que en las playas califomianas son el escándalo número uno.
«Charlot» y Josefina Baker
por lo atrevido de su» trajes de
baño. .
Sin embargo, quien verdaderamente trae de cábese a Mae Sennett por aquellos dios de diciembre de 1931, es Ford Sterling, su
último "haUazgo" artístico, demasiado exigente y caprichoso. Por
su culpa se entorpece el trabajo, y
ios socios capitalista» de la Keystone empiexan a pedir cuentas a
Mac. La visita al Pontmge le hace
pensar en una sustitución del molesto galán por Charlie Chaplin.
Sin embargo, el propio Ford arre-
gla las cosas, aceptando las condiciones que le exigen, y todo queda
igual por algún tiempo.
Charlie y el resto de la "troupe" de Kamo siguen su previsto
recorrido hasta que, a los quince
dios, el engreído Ford hace otra
de las suyas y lo ponen de patitas
en la calle. Un verdadero ejército se
moviliza entonces, enviado por Mac
Sennett, con orden de e n c o n t r a r , se
halle donde se halle, "o ese muchacho inglés" que una noche había hecho reír al pontífice de la
Keystone en su paleo del Poatage.
Los aprendices de policía ni siquiera saben el nombre del hombre que
buscan..
—; C h a p m a n...! ¡ O a p l i n... 1
¡Chamberlain.,.! —grita Mae Sennett en el colmo del aturdimiento—. ¡Lo mismo da, con tal de que
me lo traigan a toda prisa!
Ckarlie, que se encuentra en Filadelfia, recibe en su camarín >
cuatro emisarios del magnate californiano. Por unos momentos, Chaplin se debate entre lo que cree
su deber y la oportunidad que puede cambiar su vida. Kamo le paga ya 59 dólares'por semana, y sus
visitantes le ofrecen 75. Después de
todo, la diferencia no es deslumbradora y Charlie rehusa. Un breve
regateo eleva la suma a 125 dólares. Sintiendo dejar a sus' compañeros y al bueno de Reeves, Charlie estampa su firma en el contrato que le presentan los colaboradores de Mac Sennett.
La impresión que te produce su
primer contrato con la Meca del
Séptimo Arte es bastante desalentadora. Chaplin mismo la ha resumido asi: "No conocía a nadie en
Los Angeles y me fué muy difícil
dar ron los estudios de Mac Sennett. Llegué un poco tarde y Sennett no estaba en su despacho. Pensando encontrarlo en algún "plato ',
empecé a pasearme al a z a r , pero
no lo hallé. Uno de los agentes de
publicidad me había invitado a cenar, y por la noche me fui con él
a un club de Main Street. Una v e s
allí me dijo que el patrón estaba
en el local, y corrí a presentarme.
nPasaron, sin embargo, muchas
semanas antes de mi primera prueba ante la cámara. Ensayé mucho,
pero no se mostraron demasiada
impacientes por confiarme un papel importante, porque mi actuación les pareció muy diferente de
aquello a que estaban acostumbrados. Llegué incluso a perder la confianza en mi mismo y o lamentar
el haber abandonado la compañía
de Karn-n.n
El triunfo
A ana persona, sin embargo, le
cae en gracia desde el primer momento: a Mabel Norman. Ella le
anima y le ayuda cnanto puede.
Por su intervención, Sennett se
arranca al fin a dar una oportunidad al «pequeño inglés», como él
le llama. «Matting a living» es el
comienzo de la fulgurante carrera
de Chaplin, aunque de esta película, al decir verdad, nadie se sien,
ta satisfecho. Mac Sennett, el primero. Charlie culpa del fracaso a
su indumentaria y pide a su director que la próxima v^z le deje
a él escoger el atuendo. Mac, que
está arrepentido de haberle contratado, se encoge de hombros, como dando poca importancia a ese
detalle. En el camarín, que ocupa
en compañía de otros siete actores, Charlie medita. La ropa de
sus compañeros anda esparcida
por el suelo y las sillas. De repente surge ante él el recuerdo de
aquel palafrenero reumático que
una tarde viera en Elephant Parle.
Y una idea luminosa cruza su
mente. Se pone los amplios pantalones del gordo Fatty, la chaquéta de Chester, que a Chaplin le
viene pequeña; unos enormes zapatos viejos, toma un junquillo
que encuentra y se encasqueta un
hongo. De esta guisa corre a presentarse a Ma»*.. La aparición de
Charlie en el despacho es saludada con risas estrepitosas. Ahora sí
que «Charlot» va a conquistar
América.
En diez meses Chaplin hace
treinta y siete nelículas: «Para ganar su vida», «Romance de "Charlot" y Lolita», «El extraño juramento de Mabel». «Bañador fatal»,
«Caballero del Nervi». etc. La edi-
«t/w rey en Nueva York», la última película de «Charlot»,
fué una diatriba humorística contra Norteamérica. Pero el
film no obtuvo el éxito que Chaplin esperaba- Era, desde luego,
inferior a «Tiempos modernos» y a «Luces de la ciudad»
ción completa de estas treinta y
siete películas de «Gharlot» valdrían once años ^-«poés la fabulosa soma de t* - «.•^ molones de
dólares.
Hacia finales de verano, 1915, solicita de Keystone unas cortas vacaciones. E l tiempo preciso para ir
a Londres, casarse y regresar con
Hetty a California. De haber sabida lo que le esperaba no báldese
ernxado de separo el Atlántico.
Porque Hetty se había marchado
una tarde, para siempre, consumida por una cruel enfermedad que
hab a ocultado a CharlieJ
Al enterarse de la triste nueva,
sin dejar que nadie le moleste.
Chaplin, deshecho, llora durante
un rato sobre la tumba de su novia. Luego hace una rápida Visita
a su madre, que ni le reconoce, y
se lleva a Sidney de regreso a
América. Será su apoderado y administrador particular.
Para la Essauny Charlie trabaja al mismo ritmo vertiginoso que
antes lo hizo para la Keystone.
«"Charlot" y la salchicha». «"Cbar*
Cha lea Chaplin con
su hija J o s r f i n a
lof, aprendía», «"Charlot" se casa», «"Charlot", boxeador», «"Charlot", vagabundo», «La perfecta señora», «Sanghai», «"Charlot'* en el
"music-hall!'», «El fontanero», «El
bando», «En un jardín público»,
«"Charlot" interpreta "Carmen"»...
son los títulos más famosos de esta su segunda tanda de películas,
en las que Chaplin pone en práctica los trucos que le harán célebre y le consagrarán como genio
universal del séptimo arte: saludar levantando su hongo con el
bastoncillo, ec^ar por enrima de
sus hombros los faldones de su levita y volverlos a su- sitio con una
patadita sin doblar el cuello; apoyarse en un solo pie y dar saltitos
para aminorar la marcha, etc. etcétera.
A finales de ese mismo año.
19T5. 'a Westem-lmport contrata a
Chaplin por 5.000 dólares semanales. E l éxito de «Charlot» es tan
grande que la productora se apresura a lanzar ^dles de fotograbas
de Chanlin con la idea de evitar
las mixtificaciones, ya que por todas partes surgen falsos «Charlot»
que pretenden medrar a cesta de
la popularidad del «pequeño inglés».
Al año siguiente la Mutual ofrece a Charlie 150.000 dólares de prima y 18.000 semanales si trabaja
para su firma. Por un año, Chaplin acepta las condiciones de la
Mutual y vienen «El músico», «El
e^igrente», etc., películas en las
que Charlie abandona las viejas
maneras y asoma a la pantalla «la
alegre amargura» que sería la caracterfstto de su comicidad de
ahí en adelante.
En 1918, cuando ha terminado la
guerra mundial, Charlie pasa a la
First National, con la que trabajará baste 1922. «"Charlot", soldado»
y «Vida de perros» serán los mejores films de este período. La figura de «Charlot» ha subido los
más altos peldaños de la gloria y
su vida se convierte en un asunto
de dominio público.
I
En 1921. cuando Charlie está en
pleno rodaje de «The kid» («El
chico»), recibe noticias del sanatorio londinense donde está su
madre; parece que Hannah se encuentra mejor, y Charlie la hace
ir junto a éL
En 1922 «Cbarlot» termina una
de sus obras maestras, «El peregrino)», en la que debuta un joven
galán que habría de hacer años
después furor en el cine: Adolfo
Menjou.
En 1923 se asocia a la United Artist como productor de sus propias
películas. «La opinión pública».
«Una mujer en París» e «Idilio en
los campos» están muy lejos de la
linea general de sos films. Luego
llegan los grandes éxitos: «La quimera del oro», «El circo», «Las luces de la ciudad»...
«Tiempos
modernos»
Después de cinco arios de silencio, en los que Charlie hace un largo viaje por Europa para presentar sus films (entre otros países
visita España), regresa a Hollywood y comienza el rodaje de
«Tiempos modernos». Charlie hace
de guionista, director, actor, productor, músico..., todo en una pieza. En vísperas de la segunda guerra mundial, Charlie termina «El
dictador», para ridiculizar a un
hombre por quien siente profunda
antipatía: Hltler, nacido en la misma semana y el mismo año que
«Oharlot».
En 1947, Orson Welles le sugiere hacer una película sobre Landrú. Pero después de terminada,
Charlie se niega a que el nombre
de Welles aparezca en el íilm como guionista, y «Monsieur Verdu»
ve la luz entre una dura crítica
por parte de la prensa. Sin embargo, la. cinta le reporta 300.000
dólares de ganancias. Tras otros
cinco años sin dar señales de vi-
da artística, Charlie Chaplin termina a principios de 1952 «Candilejas», que se estrena en Londres
y es acogida de muy diversa manera por el público y la prensa.
Poco después del estreno tai
Londres, Charlie Chaplin se instala en Suiza con su familia y
anuncia su propósito de no volver a Norteamérica. Su propia esposa. Dona O'Nelll, sin presión
alguna por parte de aquél, adopta la nacionalidad inglesa, renunciando así a su patria. £1 viejo
emigrante ha roto de este modo
toda ligadura con la tierra donde
se hizo famoso. Para que no haya duda. Charlie vende todas sus
propiedades y realiza todos sus
bienes. Ta afincado en Suiza, produce «Un rey en Nuev« *ork».
Amores
y amoríos
A la vez que "Charlot", el "Charlot" discutido y famoso asciende
€L PROXIMO NUMER
AT
MISTRA
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en la bolsa universal del cinema,
la vida sentimental de C.hurlie Chapiin va de fracaso en fracaso, com o si un hado del mal impidiera
al cómico genial la plenitud de
satisfacción que el amor entraña.
Porque en total son cuatro matrimonios, tres divorcios y no pocos
escándalos los hitos de "su carrera amorosa''. E n el capítulo de
morios entran Edna Purviance, la
rusa Móussia, la "vümp" Pola Negri, la actriz Clara Windsor, la
nviuda alegre" Clara Sheridan, las
ingenuas Georgia Hale y Virginia
Cherill, May Reeves (su gran pasión) y Joan Burry (su gran escándalo). L a cuatro esposas han
sido Mildred ffarris. Lito Grey,
Paulette Goddard y Oona O'NmiU.
Mildred Harris tenia dieciséis
años cuando Charlie se enamoró
de ella perdidamente.' Se casaron
pocas semanas después (en 1918):
pero Mildred era una mujercita
"hueca" que no tenía nada en común con él. Después de la muerte
de la única hija que tuvieron, en
1920, se divorcittron. L a broma le
costó cien mil dólares.
Lita Grey tenía también dieciséis
años cuando Chaplin le dió su
nombre, en J924. Este segundo matrimonio de "Charlot" fué tan cor.
to como el primero. Después de un
proceso sensacional, el juez decretó el divorcio en 1927. Lita, que
era mejicana, se contentó con un
millón de dólares. De este matrimonio quedaron dos hijos: Charlie
y Sidney.
Virginia Cherril fué designada,
entre muchas, intérprete de "Las
luces de la ciudad", ya que era
miope y la heroína del film era
una ciega. Esto ocurría en 1930.
Entonces se habló mucho de un
posible matrimonio, pero "Charlot", "escaldado" en su último divorcio, no quiso probar fortuna con
la cieguecita de su gran éxito. Virginia, estrella famosa por algunos
meses, volvió de nuevo al olvido.
Paulette Goddard, en cambio, tuvo
más suerte... Trabajó con él en
"Tiempos modernos" y se casó. Durante varios años ambos dieron lo
sensación de ser muy felices. Sin
embargo, el matrimonio "acabó"
en 1942, después de nueve años de
vida en común. Doscientos cincuenta mil dólares importó la indemnización pagada por Chaplin. Hasta que llegó, dulce y fea, Oona
O'Neül. Era, al fin, la felicidad.
La felicidad y los hijos... Uno, dos.
tres, cuatro, cinco... "Cheviot" sigue siendo u n hombre joven.,.
(Relato escrito por M. F . RUIZ.)
N ú m e r o s p u b l i c a d n n - 1) C a r m e n R C T I H » , S> L o l a F l o r e » , S ) S o f l » L o r « n ,
t> S a r a M o n t i e l . .1) M a r i l y n M o o r o e . 6* O ü i a L o l l o b r t R l d a , 1 )
Markm
H r a n d o , »> K l l z a b e t h T a y l u r , 9 ) F a q u l t a K i o o , 1 0 ) A v » G v d n e r , 11) V l t t o r i o «ta S l o a , 18) j L u u a X u r n e r , ISP G r a o e K e l l y , 14) F n t n c l a e o R a b a l .
I3> L u c í » Uo!*é, 10> f n ^ r i d Ber^mañ, 17) Jorgre N e g r e t a , 18) A n a M a H * r a l . 19) M a r í a F é l i x . 30) A n d r e y H e p b u m , 21) V i c e n t e P a r r a , 23) K i m
N o v a k , 23) A n a l t a G a d é , 24) E m m a P e n e l l a , 2 6 ) T y r o n e P o w e r , 2 6 ) R i t a
H a y w o r t h , 2 7 ) J a m e s D e a n , 28) M a r i n a V l a d y , 29) M a r l e n e D i e t r i r h , 3 0 )
K o m y S c h n e t d e r , 31) A u r o r a B a u t i s t a , 32) A b b e L a ñ e , 3 3 ) . M a r t i n e C a r o ! .
3 4 ) B r i f f i t t e B a r d o t , 3 5 ) A n a M a r í a P t e r a n g e l l , 36) G r e g o r y P e c k , 3 7 )
D i a n a D o r s , 38) L í l i á n de C e l i s , 39) J e n n i f e r J o n e » , 40) M a r í a M a r t i n
41) G i u l i e t t a M a s i n a , 4 2 ) S u s a n a C a n a l e s , 4 3 ) E r t l o a R e m b e r g , 4 4 ) V i t t o río G a s s m a n , 4 5 ) LesUe Carón, 46) B e l i n d a Loe, 47) A n n a Maznan i .
48)
F r a n k S i n a t r a , 49) J a y n e M a n s f i e l d
Números
en
preparación:
María Cuadra,
U n a Rosales
Gtary
Cooper.
Gioranna
Rain.
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