(6o6icdOK R e d a c c i ó n y A d m l n i s t r a c i 6 n : C o s l a d a , %, 5.*< d e r e c h a . Madrid.-Di«ti1buct«n: UNION DISTRIBUIDORA D E E D I C I O N E S . M a d r i d : D e s e n g a f t o , 6. T e l é f o n o 22 01 18. B a r c e l o n a : U n i ó n , 19. T e l é f o n o s : S I 47 90 y 22 18 49. I m p r e s o en los t a l l e r e s de P R E N S A G R A F I C A , S. A . H e r m o s i l l a . 75, M a d r i d . — N ú m e r o s u e l t o : 2,50 p e s e t a s . Año I I . - N í i m . 50 D e p ó s i t o l e g a l : M . 6.584-1958 entre las calles de WhitePOR chapei —el miserable suburbio i í í r londinense—, húmedas, bajo la niebla del atardecer, un hombre pequeño con él cabello blanco, bien vestido, pasea por las aceras mugrientas y a trozos levantadas. Jun to a él va una mujer joven, esbei. ta, con una mirada ingenua en sus frandes ojos negros. Frente a un edificio de ladrillo rojo, sucio, con pequeñas ventanas atestadas de ropa de indefinible color —jirones de la miseria puestos a secar—, la pareja se detiene. Dulcemente, el hombre coge la mano de la muchacha y, con vbz casi imperceptible por la emoción, murmura a su oído: —Aquí nací yo, querida Dona... La mujer se prende de su brazo, en muda caricia, y la pareja sigue su paseo calle arriba. Ahora, sin embargo, no van silenciosos. El relato de una vida maravillosa afluye a los labios del hombre, y su historia, la amarga historia de «Charlot» —porque es Charlie Chaplin quien habla—, cobra vida en el olvidado rincón del viejo Londres... Primeros posos Primavera do 1889. Tiempos dorados de la era victoriana. Inglaterra pasea orgullosa su pabellón por los siete mares del mundo. En el barrio obrero de Whitechapel, exactamente en la casa 287 de Keaningtori Road, una pareja de actores de segundo orden espera la visita de la cigüeña. £1 esposo. Charlie Chaplin, trabaja como «clown» en una modesta compa ( un esta indumentaria que « C h a r l o t » lució en sus primeros films— en realidad, hasta «Tiempos modernos»— consiguió sus mejores triunfos fila de variedades. Su mujer, Hannah —en la escena Lily Harley—, posee una bonita vos de tiple y forma también paite de la «troupe». Es hija de una gitana irlandesa. Y aunque tiene los ojos azules, su cabello es negro y su piel oscura. Antes de conocer a Chaplin actuaba como bailarina ambulante en los modestos «musichalls» londinenses. Hasta el último momento, Lily ha salido a escena para no mermar los escasos ingresos de la car sa. Por fin se produce el venturoso acontecimiento. Son las cuatro de la madrugada del día 16 de abril, cuando los estrepitosos vagidos de un niño llenan de alborozo el humilde hogar de los Chaplin. Mucho antes de que la comadrona se lo permita. Lily vuelve a su trabajo. La señora Chaplin tiene otro hijo de su primer matrimonio, Sidney —que en aquella tedia cuenta dos años—, y que será, en adelante, el encargado de cuidar ael pequeño Charlie. Pasan algunos meses. Un día, Hannah llega a casa deshecha en lágrimas. Ella y su marido acaban de ser despedidos de la compañía, bajo pretexto de que sus números están demasiado vistos. Desde entonces, la miseria no dejará escapar de sus descamadas manos a la familia Chaplin. Entre lágrimas, hambre y algún que otro azote inmerecido, crece Charlie junto a sus padres. Tiene sólo cuatro años cuando actúa por vez primera en un escenario. El señor Chaplin. a pesar de sus continuas borracheras, se ha dado cuenta del talento de imitación de su hijo y le ha enseñado a parodiar cómicamente los ademanes de sus vecinos. La madre, por su parta, le hace aprender varios pasos de baile y alguna que otra cancioncilla burlona, que el niño entona graciosamente. Una tarde, Hannah convence a su marido para que le lleve con él y le deje Charles Chaplin y Pola Negri cantar ante el público. Un puñado de peniques, lanzados desde el gallinero, es la primera ganancia del que habría de asombrar al mundo con su arte único. Un año escaso ha transcurrido desde su «bautismo» teatral, cuando la catástrofe viene a posesionarse del hogar de los Chaplin. Después de una jomada de infructuoso peregrinaje en busca de trabajo, Charlie se ha hundido en una de sus temibles borracheras de cerveza negra, que le convierten en un verdadero monstruo. Dos compañeros de taberna le tienen que transportar a su casa me- cuando eran novios dio agonizante. Una ambulancia se lo lleva, poco después, al hospital de Santo Tomás, entre los comentarios crueles de las comadres del barrio. A Lily y a Sidney les permiten subir con el enfermo en el coche sanitario, pero al pequeño Gharli? le prohiben que se acerque. Durante un trozo del trayecto, el niño, medio asfixiado por el esfuerzo y los sollozos, sigue a la ambulancia; luego, a fuerza de preguntar, se encuentra a la puerta de Santo Tomás. Toda la noche se la pasa Gharlie tiritando de frió, acurrucado contra la helada pared del edificio. Amanece ya «tJíor/ot», soldado (i91tíj cuando una voz transida de angustia y desesperación le saca de su amodorramiento: —i Vamonos a casa!... ¡Papá ha muerto!... La vida difícil y La viuda y los dos niños se instalan a los pocos dios en una miserable buhardilla de Pmvnall Terrave. callejuela sórdida situada detrás de su antiguo domicilio. Hunnah, que desea liberar a sus pequeños del triste futuro Que les espera, manda a Charlie, siempre que puede, a la escuela* E l niño es despierto y aprovecha con rapidez asombrosa las pocas lecciones que recibe. Pero la salud de Lily se quebranta. Poco a poco se convierte en una inválida, y el trabajo de la casa se ha de distribuir entre los dos niños. Sidney despachará como pueda los encargos del sastre (Hannah había logrado un trabajo de costura), y Charlie atenderá a ta compra y demás necesidades domésticas. E l esfuerzo de loa dos niños por salvar la situación no impide, sin embargo, que la misma ambulancia que llevó años atrás a su padre, conduzca, también a Santo Tomás, a la pobre Hannah, sumida en las oscuras tinieblas de su extraviada razón. Sidney tiene entonces once años, y Charlie, ocho. Durante algunos meses ambos se ocupan en mil menesteres. Al poco tiempo, Sidney se enrola en la Marina como grumete, y Charlie queda solo. Ya no tiene compañero de correrías, y cada vez se vuelve más taciturno y melancólico. Es un niño sucio, desarrapado, bajo y raquítico para su edad, con una expresión cansada en su infantil rostro. Un día, con la audacia que presta el hambre, el pequeño vagabundo quiere probar fortuna en una "operación" de envergadura: el escaparate apetitoso de una salchichería. Pero una pesada mano, que cae sobre su hombro, corta en seco su atrevimienlo: —¿Dónde está tu pkulre? Charlie levanta los ojos "fiaría et «Napoleón», el tema no abordado gigantesco policía que le atonazq el hraxo. —Ha muerto. —¿Y tu madre? —Está en el hospital... Al día siguiente, las murallas sombrías del orfanato-escuela de Hamvell ponen una barrera infranqueable a su libertad de incipiente aventurero. E l edificio se encuentra al otro extremo de Londres, .cerca de Ealing. La pasión del teatro A los doce años, Charlie es un experimentado actor, que lo mismo interpreta una obra de Shakespeare que imita,ridiculamente,las peripecias de un personaje o realiza un número de circo como el más perfecto d^ los «clowns». Su falta de instrucción entorpece; sin embargo, su carrera. Como no sabe ni leer ni escribir, ha de aprender sus papeles de viva voz. Pero el director de escena se cansa de repetir su parte al pequeño, y éste ha de poner toda su atención para saber su cometido lo más rápidamente posible. De regreso a Londres, después de una larga «toumée», su nombre aparece en las tablillas del Duke of York Theater'S; en el último puesto del cartel: Charlie Spencer Chaplin hace el papel de Lobito en «Peter Pan». El pequeño actor obtiene un éxito clamoroso, y sus antiguos cámara das de Whitechapel asudeh a aplaudirle desde las localidades de «paraíso». «Charlot» Una tarde, mientras Charlie aguarda la hora de la representación, paseando por los jardines de Elephant Castle, ve a un hombre que le deja perplejo de sorpresa. Es un anciano palafrenero, atacado « L u c e s tic l a ti&Hadysfnapi el d e s d e n de « ( J i n r l o t » por el cine h h I (ido dé reumatismo, que camina vacilante, con los pies abiertos en ángulo recto, apoyándose en un bastón que se dobla bajo el irregular peso de su dueño. Aquella noche, sus amigos de Pownall Terrace creen morir de risa al contemplar a Oharlle imitando cómicamente los andares del palafrenero. Hannah, sin embargo, no comparte tal admiración. Por el contrario, después de darle una bofetada, le lie* va a la cama, sin dejar de recriminarle por haber sido capaz de burlarse asi de un pobre inválido... Ella no sabe que acaba de nacer «Oharlot». A fines de aquel año —1903—, Sidney, cansado de sus aventuras marineras, vuelve Junto a su familia, a Pownall Terrace. El aire del mar y sus largos viajes de uno a otro continente han hecho del hermano mayor un muchacho resuelto, temerario y ambicioso. Oharlie. que aún sigue siendo uu chico tímido, vergonzoso y triste, se siente ganado por la osadía de Sidney. Ambos montan unos números cómicos que obtienen gran éxito en los «music-halls» de la ciudad. Comienza entonces para los OhapUn una nueva existencia. La suerte acompaña a los muchachos desde el primer momento, y Charlie, que es un consumado caricato, hace reír a carcajadas en cuanto su menuda figurilla asoma al escenario. Hannah es la que ahora preocupa a Oharlie. Al salir del hospital parecía estar curada, y durante bastantes meses después nada hizo sospechar un rec rudecimlento de su dolencia. Sin embargo, su salud no es del todo buena. Una tarde, cuando Oharlie regresa a casa, la madre se muestra extn ñámente nerviosa, rehusa sus caricias y acaba encarándose con él, mientras le grita: «Tiempos modernos», uno de los mayores éxitos de «Charlot» Charles ChnpUn, en sus mejores días Fué en los primeros tiempos del cine sonoro. Laurence Tibet con Marión Davies y «.Charlot» —¡Como siempre, vendrás borracho y estarás impaciente por molerme a golpes!... ¡Pero hoy voy a ser yo quien inicie la ofensiva ! Y, uniendo la acción a la palabra, toma una silla y la lanza contra la cabeza de Charlie. Naturalmente, la sorpresa le^deja en suspenso, y sólo acierta a murmurar: —Pero, mamá, ¿te has vuelto loca? Hannah lé mira con expresión vacia en sus azules ojos y se tira de bruces sobre la cama, sacudida por convulsivos sollozos. Charlie la calma, la consuela y acaba serenándola; pero la revelación de la amarga verdad deja al pobre muchacho anonadado. A las' pocas semanas, cuando Oharlie acude ilusionado con un fresco ramo de rosas —Hannah siente pasión por las rosas— a su buhardilla de Pownall Terrace, encuentra el hogar vacío. Una vecina le refiere lo ocurrido. Su madre ha intentado golpear al tabernero de la esquina al confundirlo con el difunto Charlie. Han sido necesarios varios hombres para poder reducir a la pobre loca y llevarla al hospital. Charlie adora a su madre, y el golpe le deja deshecho. Abandona los escenarios y refugia su tristeza en los parques solitarios, envueltos en la niebla. Como en los tristes días de su infancia, Sidney no puede hacer nada para sacarle Charles Chaplin, con los marqueses de Queensberry, durante una visita de éstos a Nueva York de su ensimismanílento; tiene que continuar solo el trabajo, y se une a Una compañía teatral de poca monta. Lo único que no pierde Charlie en esta crisis es el gusto por la lectüra. Días enteros se los pasa embebido en sus libros en el querido rincón de Pownall Terrece, donde todo habla de la pobre demerite, recluida ahora en una celda del manicomio. Acuciado, al fin. por la necesi- dad, Charlie se reintegra a su trabajo, y durante algunos meses actúa en la pista de un circo ambulante que ha sentado sus reales no lejos de Kenningtorí, El^omor Durante ano de sus frecuentes paseos por Kennington Park, el joven —Charlie frisa ya los diecisiete años— encuentra una linda w Lita Grey, la segunda esposa de «Chnrlot», con sus dos hijos machaohita de quince abriles que distrae su soledad sentada en un teneo de los jardines. Es rabia, con grandes ojos grises, espigada y pobremente vestida, Gbariie queda prendido en la ingenua mirada de la niña. Se sienta a su lado con ánimo de baldarle, pero una sequedad repentina en la boca le impide hacerlo. Nota que sus mejillas se colorean, y en su turbación no acierta siquiera a decir un simple «Buenas tardes». A las dos semanas, un encuentro inesperado hace cambiar las «osas. Charlie distingue entre los espectadores del circo a un grupo de viejos camaradas de'juegos; Junto a ellos, en alegre charla, está «ella». Al terminar la representación, cuando todaVía suenan los calurosos aplausos, Charlie se precipita gradas arriba en busca de sus amigos para que le presenten a la muchacha. Es Hetty Kelly, hermana de uno de sus compañeros de escuela en los días no lejanos de su infancia. Hetty y Charlie quedan citados para el día siguiente. Durante dos horas, el «mucha o espera en el lugar fijado. Al fin llega la jovenclta, y con una sonrisa hace olvidar a Charlie el plantón. Juntos se pierden por las avenidas del parque... Cuando declina la tarde, el idilio marcha sobre ruedas. Es cierto que Hetty es dulce, cariñosa y muy linda, pero es también excesivamente ambiciosa y conocedora del efecto que sus encantos producen en el sexo contrario. Le halagan las apasionadas endechas de su enamorado, pero no Charles Chdplin, en una visita a España, allá en los felices años veinte, acudió a ver una corrida en los corrales de la Plaza de San Sebastián. Le acompañaron el empresario don Eduardo Pagés y el famoso cronista« Corinto y Oro» acepta el porvenir que le espera a su lado. Ella es caprichosa y le encanta divertirse. Quiere visitar los suntuosos locales de esparcimiento que se abren en los barrios señoriales y aborrece la' modesta variedad de su guardarropa. Este novio tímido y vehemente es Incapaz de proporcionarle todo cuanto desea. Charlie comprende, al fin. que a Hetty habrá que ganarla con dinero. Escribe a Sidney, al qué hace más de un año no ve, y le cuenta sus apuros sentimentales. «Necesito —le dice— ganar más...» A los pocos meses, su hermano regresa a Londres y le invita a ver al empresario Fred Karno, con quien trabaja. Kamo es el famoso «fabricante de la risa», un antiguo acróbata convertido en emperador del «music-hall» y en empresario teatral. Es un hombre terriblemente activo, hábil y simpático, capaz de hacer una estrella en un abrir y cerrar de ojos. Fred Kamo es conocido en Londres, París, Nueva York. Su nombre es una garantía dé éxito y de alegría. El primer encuentro entre los dos no es muy favorable para Charlie. Sin embar. go, le asigna un papel en una de las comedias de capa y espada, tan en boga en aquella época. La interpretación del joven Chaplin resulta impecable, y Fred le encarga el «rol» de galán en «Jimmy el Temerario». Charlie acaba de cumplir los dieciocho años. Después del éxito clamoroso obtenido por Chaplin en «Jimmy el Temerario», Kamo comienza a interesarse de veras por el talento tlel muchacho. No tarda demasiado en comprender que el futuro de Char- «Charlot», aclamado en los toros Las vacaciones de «Charlóte. E n la playa de Saint'Jean Cap Ferrol, aparecen, de isuierda a derecha: Oona. i esposa de Chnplin; Gerardina, *Charlot», Eugenio, Miguel, V i c t o r i a y Josefi Í A Jtta revista que semana: • Relatos y cuentos o Consejo» de beBesa. • ideas sobre la moda. • Actualidades femeninas. Coacuraoa y regale». 8« PAGINAS 2,50 PESETAS I q n l e r a u n t t ü m e t o y **> h a r á asi4uo de e s t a B E V I S T a lie está en saber explotar su vis cómica y al margen de sus pape* les de galán. Hannah ha mejorado otra vez, y CharUe la lleva de nuevo a casa. Kamo se siente generoso ante las saneadas ganancias que le proporciona el joven actor y le sube el sueldo a tres libras semanales. Charlie corre a llevar la buena nueva a su adorada Hetty. Es ella, precisamente, quien por vez primera le habla de América. Pero meses después, Sidney, que desde hace algún tiempo soporta a duras penas las extravagancias mentales de su madre, arregla todo para recluirla de nuevo en el manicomio. Por fortuna, Charlie descubre las intenciones de su hermano a tiempo, no sin que entre los dos estalle una violenta escena. Charlie decide entonces dejar Pow nall Terrace e instalarse con su madre en la habitación de un modesto hotel. Además, lleva a Hannah a un famoso especialista, al que ofrece cuanto posee porque le devuelva la salud. Desgraciadamente, la lesión cerebral de la pobre Lily no tiene remedio y lo más fácil es que no se haga esperar un triste desenlace. Charlie se resiste a creer las palabras del doctor y no quiere ni oír cuanto se refiere a apartarla de su lado. 1 Sus bolsillos no están muy repletos, pero el dinero le alcanza para mimar largamente a Hannah. El cuarto del hotel se llena de alfombras y lámparas con pantallas rojas, supremo sueño de la demente. Al poco tiempo, el dueño del establecimiento se queja a Charlie de la conducta de su madre. En los ratos que el hijo la deja sola, Hannah aprovecha la ocasión para armar bronca con alguno de los restantes huéspedes. Sin embargo, el joven consigue siempre calmar las impaciencias de su patrón con «rotundos» razonamientos... Al fin, agotados todos los recursos, CharUe, que ha cum- plido ya los veintidós años, conduce a su madre a un sanatorio mental*. América a la vista Karno, que sabe la necesidad de buenos cómicos que padece América, ayuda, pensando en su provecho, los planes de Hetty. Un buen día, el empresario se decide a ampliar sus negocios en América y recluta entre los miembros de la compañía que actúa en Londres un nuevo conjunto, exclusivamente'-cómico, para hacer una gira por Norteamérica. Naturalmente, Kamo piensa en el joven Chaplln para ponerle al frente de la nueva compañía, junto a otro buen amigo suyo, Stan Laurel. Al princir-io, Charlie se resiste; luego, presionado por las fuertes razones sentimentales y acuciado por la ambición de conseguir fama y fortuna, se pliega a los deseos de su empresario. Una vez listos todos los preparativos, la compañía de Kamo deja Londres en una brumosa mañana de octubre de 1910, a bordo del «Empresse». La «troupe» de Kamo comienza «Chewloi» v su amigo Jean su gira por América, y por todas Cocttau en una improvisada partes el público les aco?e con entusiasmo. Chaplin y Stan Laurel pantomima, durante el encuentro de. ambos, en el verano de 1957 con sus pantomimas y bufonadas consiguen en cada actuación un éxito clamoroso. estancia en la capital francesa. Pasan así casi dos años. Un buen Charlie empieza a cambiar de opid^'a, aunque el espectáculo sigue nión con respecto al cinema. Por triunfando, el «manager» de la complacer a sus compañeros va compañía, un tal Reeves, anuncia una noche de descanso a ver una repentinamente que saldrán para película de Max Linder y, cosa inParís en la semana siguiente. sólita, ríe a carcajadas cada vez Reeves ha conseguido para su que aparece en el lienzo la grotesconjunto un contrato para el Foca figura del cómico francés. De lies Bergére, de París, y durante regreso a su hotel, Chaplin siente varias semanas figuran en cartel que nuevas ideas bullen en su celos cómicos ingleses, pero el éxito rebro. En realidad, aquello encieno es tan completo romo en los rra muchas posibilidades para un t.-.i i^os Unidos. A pesar de ello, buen actor. wT a . Tle» • llev.i iespues a la Mientras tanto, Kamo ordena el compañía de Kamo. Durante la regreso inmediato a Londres de su f Paulette Goddard intentó, en vano, hacer felix a «Cftor/oí». E l matrimonio duró casi diez años compañía, y ante la perspectiva de volver a ver a su vieja ciudad y a la dulce muchacha que le espera, Charlie olvida sus preocupaciones cinematogr&flcas. Aunque las cosas últimamente no han ido tan bien, llena sus maletas de regalos para Hetty: los maravillosos vestidos con que siempre ha soñado y las mil chucherías por las que él la ha oído suspirar. Su primera desilusión la recibe en el mismo muelle de Londres, porque Su novia no ha ido a esperarle. Con el corazón angustiado corre a su casa en su busca. Pero Hetty no está allí tampoco. Sus ambiciones y la miseria le han empujado hacia los escenarlos, y ahora anda enrolada en una compañía teatral de «toumée» en provincias. Mil pensamientos asaltan la mente de Charlie, y después de mucho reflexionar escribe a su novia una extensa carta. Con todo su cariño y pasión vertidos en palabras, le ruega que regrese a su lado para no separarse jamás. Ha de esperar, sin embargo, varios meses antes de que Hetty vuelva a Londres. Está aún más linda que cuando la dejó, pero sus facciones se han afilado un poco, hay algo extraño en la expresión de su rostro y en la manera de rechazar todos los planes de Charlie en los que ella ha de tener parte. Su negativa a casarse con él es inquebrantable. Sin embargo, cuando ve junto a ella al enamorado Chaplin transido de angustia, se reprocha el haber sido quizá demasiado cruel. Con mimos y zalamerías procura hacerle olvidar sus palabras. Poco a poco Charlie recobra su buen humor y cada uno cuenta al otro sus azares artísticos de aquellos años. Desde aquel Cita de famosos. Con los ChapUn, arriba, Mary PickforS. Ahajo, Charles Boyer La familia, reunida. Con motivo del estreno de «.Candilejas», en Londres. Con «Chnrlot». su esposa v sus hijos. E l más «crecidito» es Signey, fruto del m a t r i m o n i o de Charlie con Lita Gre\ «Charlot» y el Abale Fierre —Excelente trabajo —comenta alguien en el paleo de ai lado—. ¿Quién en ese muchacha? —Charlie Chaplin, señor Mar Sennett, pero no es partidario del cinema. Mac Sennett es. por estas fechas» el magnate de la naciéiúe industria cinematográfica. Productor y director en una pieza, sus películas recorren los Estados Unidos, desde California a Connecticut. Mac Sennett acaba de fundar la Keya- \ tone, y su» artistas son los mejores pagados de América: Chester Conklin, Ford Sterling, Fatty. Charlie Chasse y la "team" Mabel Norman integran las reservas de la recién fundada compama, cuyos estudios se encuentran en el bulevar Alejandro, de Los Angeles. Mac Sennett cuenta también con un conjunto de atractivas "girls" —las imprescindibles bañistas de su» películas— que en las playas califomianas son el escándalo número uno. «Charlot» y Josefina Baker por lo atrevido de su» trajes de baño. . Sin embargo, quien verdaderamente trae de cábese a Mae Sennett por aquellos dios de diciembre de 1931, es Ford Sterling, su último "haUazgo" artístico, demasiado exigente y caprichoso. Por su culpa se entorpece el trabajo, y ios socios capitalista» de la Keystone empiexan a pedir cuentas a Mac. La visita al Pontmge le hace pensar en una sustitución del molesto galán por Charlie Chaplin. Sin embargo, el propio Ford arre- gla las cosas, aceptando las condiciones que le exigen, y todo queda igual por algún tiempo. Charlie y el resto de la "troupe" de Kamo siguen su previsto recorrido hasta que, a los quince dios, el engreído Ford hace otra de las suyas y lo ponen de patitas en la calle. Un verdadero ejército se moviliza entonces, enviado por Mac Sennett, con orden de e n c o n t r a r , se halle donde se halle, "o ese muchacho inglés" que una noche había hecho reír al pontífice de la Keystone en su paleo del Poatage. Los aprendices de policía ni siquiera saben el nombre del hombre que buscan.. —; C h a p m a n...! ¡ O a p l i n... 1 ¡Chamberlain.,.! —grita Mae Sennett en el colmo del aturdimiento—. ¡Lo mismo da, con tal de que me lo traigan a toda prisa! Ckarlie, que se encuentra en Filadelfia, recibe en su camarín > cuatro emisarios del magnate californiano. Por unos momentos, Chaplin se debate entre lo que cree su deber y la oportunidad que puede cambiar su vida. Kamo le paga ya 59 dólares'por semana, y sus visitantes le ofrecen 75. Después de todo, la diferencia no es deslumbradora y Charlie rehusa. Un breve regateo eleva la suma a 125 dólares. Sintiendo dejar a sus' compañeros y al bueno de Reeves, Charlie estampa su firma en el contrato que le presentan los colaboradores de Mac Sennett. La impresión que te produce su primer contrato con la Meca del Séptimo Arte es bastante desalentadora. Chaplin mismo la ha resumido asi: "No conocía a nadie en Los Angeles y me fué muy difícil dar ron los estudios de Mac Sennett. Llegué un poco tarde y Sennett no estaba en su despacho. Pensando encontrarlo en algún "plato ', empecé a pasearme al a z a r , pero no lo hallé. Uno de los agentes de publicidad me había invitado a cenar, y por la noche me fui con él a un club de Main Street. Una v e s allí me dijo que el patrón estaba en el local, y corrí a presentarme. nPasaron, sin embargo, muchas semanas antes de mi primera prueba ante la cámara. Ensayé mucho, pero no se mostraron demasiada impacientes por confiarme un papel importante, porque mi actuación les pareció muy diferente de aquello a que estaban acostumbrados. Llegué incluso a perder la confianza en mi mismo y o lamentar el haber abandonado la compañía de Karn-n.n El triunfo A ana persona, sin embargo, le cae en gracia desde el primer momento: a Mabel Norman. Ella le anima y le ayuda cnanto puede. Por su intervención, Sennett se arranca al fin a dar una oportunidad al «pequeño inglés», como él le llama. «Matting a living» es el comienzo de la fulgurante carrera de Chaplin, aunque de esta película, al decir verdad, nadie se sien, ta satisfecho. Mac Sennett, el primero. Charlie culpa del fracaso a su indumentaria y pide a su director que la próxima v^z le deje a él escoger el atuendo. Mac, que está arrepentido de haberle contratado, se encoge de hombros, como dando poca importancia a ese detalle. En el camarín, que ocupa en compañía de otros siete actores, Charlie medita. La ropa de sus compañeros anda esparcida por el suelo y las sillas. De repente surge ante él el recuerdo de aquel palafrenero reumático que una tarde viera en Elephant Parle. Y una idea luminosa cruza su mente. Se pone los amplios pantalones del gordo Fatty, la chaquéta de Chester, que a Chaplin le viene pequeña; unos enormes zapatos viejos, toma un junquillo que encuentra y se encasqueta un hongo. De esta guisa corre a presentarse a Ma»*.. La aparición de Charlie en el despacho es saludada con risas estrepitosas. Ahora sí que «Charlot» va a conquistar América. En diez meses Chaplin hace treinta y siete nelículas: «Para ganar su vida», «Romance de "Charlot" y Lolita», «El extraño juramento de Mabel». «Bañador fatal», «Caballero del Nervi». etc. La edi- «t/w rey en Nueva York», la última película de «Charlot», fué una diatriba humorística contra Norteamérica. Pero el film no obtuvo el éxito que Chaplin esperaba- Era, desde luego, inferior a «Tiempos modernos» y a «Luces de la ciudad» ción completa de estas treinta y siete películas de «Gharlot» valdrían once años ^-«poés la fabulosa soma de t* - «.•^ molones de dólares. Hacia finales de verano, 1915, solicita de Keystone unas cortas vacaciones. E l tiempo preciso para ir a Londres, casarse y regresar con Hetty a California. De haber sabida lo que le esperaba no báldese ernxado de separo el Atlántico. Porque Hetty se había marchado una tarde, para siempre, consumida por una cruel enfermedad que hab a ocultado a CharlieJ Al enterarse de la triste nueva, sin dejar que nadie le moleste. Chaplin, deshecho, llora durante un rato sobre la tumba de su novia. Luego hace una rápida Visita a su madre, que ni le reconoce, y se lleva a Sidney de regreso a América. Será su apoderado y administrador particular. Para la Essauny Charlie trabaja al mismo ritmo vertiginoso que antes lo hizo para la Keystone. «"Charlot" y la salchicha». «"Cbar* Cha lea Chaplin con su hija J o s r f i n a lof, aprendía», «"Charlot" se casa», «"Charlot", boxeador», «"Charlot", vagabundo», «La perfecta señora», «Sanghai», «"Charlot'* en el "music-hall!'», «El fontanero», «El bando», «En un jardín público», «"Charlot" interpreta "Carmen"»... son los títulos más famosos de esta su segunda tanda de películas, en las que Chaplin pone en práctica los trucos que le harán célebre y le consagrarán como genio universal del séptimo arte: saludar levantando su hongo con el bastoncillo, ec^ar por enrima de sus hombros los faldones de su levita y volverlos a su- sitio con una patadita sin doblar el cuello; apoyarse en un solo pie y dar saltitos para aminorar la marcha, etc. etcétera. A finales de ese mismo año. 19T5. 'a Westem-lmport contrata a Chaplin por 5.000 dólares semanales. E l éxito de «Charlot» es tan grande que la productora se apresura a lanzar ^dles de fotograbas de Chanlin con la idea de evitar las mixtificaciones, ya que por todas partes surgen falsos «Charlot» que pretenden medrar a cesta de la popularidad del «pequeño inglés». Al año siguiente la Mutual ofrece a Charlie 150.000 dólares de prima y 18.000 semanales si trabaja para su firma. Por un año, Chaplin acepta las condiciones de la Mutual y vienen «El músico», «El e^igrente», etc., películas en las que Charlie abandona las viejas maneras y asoma a la pantalla «la alegre amargura» que sería la caracterfstto de su comicidad de ahí en adelante. En 1918, cuando ha terminado la guerra mundial, Charlie pasa a la First National, con la que trabajará baste 1922. «"Charlot", soldado» y «Vida de perros» serán los mejores films de este período. La figura de «Charlot» ha subido los más altos peldaños de la gloria y su vida se convierte en un asunto de dominio público. I En 1921. cuando Charlie está en pleno rodaje de «The kid» («El chico»), recibe noticias del sanatorio londinense donde está su madre; parece que Hannah se encuentra mejor, y Charlie la hace ir junto a éL En 1922 «Cbarlot» termina una de sus obras maestras, «El peregrino)», en la que debuta un joven galán que habría de hacer años después furor en el cine: Adolfo Menjou. En 1923 se asocia a la United Artist como productor de sus propias películas. «La opinión pública». «Una mujer en París» e «Idilio en los campos» están muy lejos de la linea general de sos films. Luego llegan los grandes éxitos: «La quimera del oro», «El circo», «Las luces de la ciudad»... «Tiempos modernos» Después de cinco arios de silencio, en los que Charlie hace un largo viaje por Europa para presentar sus films (entre otros países visita España), regresa a Hollywood y comienza el rodaje de «Tiempos modernos». Charlie hace de guionista, director, actor, productor, músico..., todo en una pieza. En vísperas de la segunda guerra mundial, Charlie termina «El dictador», para ridiculizar a un hombre por quien siente profunda antipatía: Hltler, nacido en la misma semana y el mismo año que «Oharlot». En 1947, Orson Welles le sugiere hacer una película sobre Landrú. Pero después de terminada, Charlie se niega a que el nombre de Welles aparezca en el íilm como guionista, y «Monsieur Verdu» ve la luz entre una dura crítica por parte de la prensa. Sin embargo, la. cinta le reporta 300.000 dólares de ganancias. Tras otros cinco años sin dar señales de vi- da artística, Charlie Chaplin termina a principios de 1952 «Candilejas», que se estrena en Londres y es acogida de muy diversa manera por el público y la prensa. Poco después del estreno tai Londres, Charlie Chaplin se instala en Suiza con su familia y anuncia su propósito de no volver a Norteamérica. Su propia esposa. Dona O'Nelll, sin presión alguna por parte de aquél, adopta la nacionalidad inglesa, renunciando así a su patria. £1 viejo emigrante ha roto de este modo toda ligadura con la tierra donde se hizo famoso. Para que no haya duda. Charlie vende todas sus propiedades y realiza todos sus bienes. Ta afincado en Suiza, produce «Un rey en Nuev« *ork». Amores y amoríos A la vez que "Charlot", el "Charlot" discutido y famoso asciende €L PROXIMO NUMER AT MISTRA mmsmKBm en la bolsa universal del cinema, la vida sentimental de C.hurlie Chapiin va de fracaso en fracaso, com o si un hado del mal impidiera al cómico genial la plenitud de satisfacción que el amor entraña. Porque en total son cuatro matrimonios, tres divorcios y no pocos escándalos los hitos de "su carrera amorosa''. E n el capítulo de morios entran Edna Purviance, la rusa Móussia, la "vümp" Pola Negri, la actriz Clara Windsor, la nviuda alegre" Clara Sheridan, las ingenuas Georgia Hale y Virginia Cherill, May Reeves (su gran pasión) y Joan Burry (su gran escándalo). L a cuatro esposas han sido Mildred ffarris. Lito Grey, Paulette Goddard y Oona O'NmiU. Mildred Harris tenia dieciséis años cuando Charlie se enamoró de ella perdidamente.' Se casaron pocas semanas después (en 1918): pero Mildred era una mujercita "hueca" que no tenía nada en común con él. Después de la muerte de la única hija que tuvieron, en 1920, se divorcittron. L a broma le costó cien mil dólares. Lita Grey tenía también dieciséis años cuando Chaplin le dió su nombre, en J924. Este segundo matrimonio de "Charlot" fué tan cor. to como el primero. Después de un proceso sensacional, el juez decretó el divorcio en 1927. Lita, que era mejicana, se contentó con un millón de dólares. De este matrimonio quedaron dos hijos: Charlie y Sidney. Virginia Cherril fué designada, entre muchas, intérprete de "Las luces de la ciudad", ya que era miope y la heroína del film era una ciega. Esto ocurría en 1930. Entonces se habló mucho de un posible matrimonio, pero "Charlot", "escaldado" en su último divorcio, no quiso probar fortuna con la cieguecita de su gran éxito. Virginia, estrella famosa por algunos meses, volvió de nuevo al olvido. Paulette Goddard, en cambio, tuvo más suerte... Trabajó con él en "Tiempos modernos" y se casó. Durante varios años ambos dieron lo sensación de ser muy felices. Sin embargo, el matrimonio "acabó" en 1942, después de nueve años de vida en común. Doscientos cincuenta mil dólares importó la indemnización pagada por Chaplin. Hasta que llegó, dulce y fea, Oona O'Neül. Era, al fin, la felicidad. La felicidad y los hijos... Uno, dos. tres, cuatro, cinco... "Cheviot" sigue siendo u n hombre joven.,. (Relato escrito por M. F . RUIZ.) N ú m e r o s p u b l i c a d n n - 1) C a r m e n R C T I H » , S> L o l a F l o r e » , S ) S o f l » L o r « n , t> S a r a M o n t i e l . .1) M a r i l y n M o o r o e . 6* O ü i a L o l l o b r t R l d a , 1 ) Markm H r a n d o , »> K l l z a b e t h T a y l u r , 9 ) F a q u l t a K i o o , 1 0 ) A v » G v d n e r , 11) V l t t o r i o «ta S l o a , 18) j L u u a X u r n e r , ISP G r a o e K e l l y , 14) F n t n c l a e o R a b a l . I3> L u c í » Uo!*é, 10> f n ^ r i d Ber^mañ, 17) Jorgre N e g r e t a , 18) A n a M a H * r a l . 19) M a r í a F é l i x . 30) A n d r e y H e p b u m , 21) V i c e n t e P a r r a , 23) K i m N o v a k , 23) A n a l t a G a d é , 24) E m m a P e n e l l a , 2 6 ) T y r o n e P o w e r , 2 6 ) R i t a H a y w o r t h , 2 7 ) J a m e s D e a n , 28) M a r i n a V l a d y , 29) M a r l e n e D i e t r i r h , 3 0 ) K o m y S c h n e t d e r , 31) A u r o r a B a u t i s t a , 32) A b b e L a ñ e , 3 3 ) . M a r t i n e C a r o ! . 3 4 ) B r i f f i t t e B a r d o t , 3 5 ) A n a M a r í a P t e r a n g e l l , 36) G r e g o r y P e c k , 3 7 ) D i a n a D o r s , 38) L í l i á n de C e l i s , 39) J e n n i f e r J o n e » , 40) M a r í a M a r t i n 41) G i u l i e t t a M a s i n a , 4 2 ) S u s a n a C a n a l e s , 4 3 ) E r t l o a R e m b e r g , 4 4 ) V i t t o río G a s s m a n , 4 5 ) LesUe Carón, 46) B e l i n d a Loe, 47) A n n a Maznan i . 48) F r a n k S i n a t r a , 49) J a y n e M a n s f i e l d Números en preparación: María Cuadra, U n a Rosales Gtary Cooper. Gioranna Rain. C O N D I C I O N E S D E SUSCRIPCI Masatm 45 50 JO tirntru 67 pts 75 pts. al. Bra 48 74 pts. Para suscripciones envíen el importe por giro postal anticipado o en sellos a la Administración: Costada, 6. 5.* derecha. Madrid. No se envía conta» reembolso Una de las fotos de últimas mCharlot»...