Congreso Iberoamericano de las Lenguas en la Educación y en la Cultura / IV Congreso Leer.es Salamanca, España, 5 al 7 de septiembre de 2012 Literatura y construcción de identidad en la adolescencia Mariella Sepe 1 Sección: Literatura infantil y juvenil 1 Colegio Pablo Neruda, Atlántida, Uruguay. [email protected] “Siempre los reprimen, no les dan espacios y les aconsejan que vayan despacio.” Pablo Estramím 1- Introducción En estos versos de una canción uruguaya apoyamos esta experiencia, enmarcada en el contexto del Proyecto Escribir como Lectores 2 . Se realiza en 2º año de Secundaria del Colegio Pablo Neruda, de Atlántida (Uruguay), compartiendo la lectura de la novela policial “Octubre, un crimen” (Ediciones SM - Argentina) de la autora argentina Norma Huidobro, con el propósito de cumplir lo que establece Graciela Montes (2007): “La sociedad de lectura del aula es un punto de partida… Se va ampliando, indefectiblemente, por ese efecto disparador de la lectura, porque los textos llevan a otros textos…”. 2- Desarrollo del trabajo La experiencia que se presenta responde a un trabajo interdisciplinar realizado desde distintas asignaturas (Idioma Español, Taller de Lecto-escritura, Informática, Taller de Escribir como lectores (EcL) es un proyecto iberoamericano que, a partir de un trabajo 2 colaborativo entre la Asociación Argentina Nuevas Alfabetizaciones (ANNA) y el Colegio Pablo Neruda, de Atlántida (Uruguay), se lleva a cabo en esta institución por segundo año consecutivo. EcL propone fomentar un amplio bagaje de prácticas de escritura a partir de la lectura de una obra literaria de autor. 1 Música y Comprensión Visual y Plástica) y asumido como proyecto de centro, en el que, además de los estudiantes del grupo, otros jóvenes participan en algunas de las actividades que se organizan y la institución en su conjunto lo apoya. Para nosotros, equipo docente, la palabra debe tener un sentido en sí mismo, siendo la herramienta de comunicación más importante dentro de un aula. Para poder valorar esta herramienta debemos compartirla con nuestros alumnos y manejar con ellos el mismo nivel de lenguaje. Sabemos que por momentos hablamos idiomas distintos, usando el mismo código. Parece raro y hasta un trabalenguas, pero es así. Por eso, a veces tanto jóvenes como adultos tenemos una doble exigencia: entender los temas y entendernos. Sin duda para ello hay que trabajar duro. “Octubre, un crimen” nos dio esa posibilidad porque fuimos todos lectores, porque no había análisis hechos por críticos. Tanto estudiantes como docentes debimos acercarnos a la novela. Era un texto virgen. Creemos que la enseñanza de la lengua, como establecen Carlos Lomas y Teresa Colomer (1996) en su libro La educación lingüística y literaria en la enseñanza secundaria, debe orientarse a la mejora del uso de esa herramienta de comunicación y de representación que es el lenguaje y a contribuir desde el aula al dominio de las destrezas comunicativas más habituales: escuchar, hablar, leer y escribir. 2.1- Los objetivos Como equipo docente nos propusimos los siguientes objetivos: Incentivar la escritura en adolescentes, como forma de expresar su mundo interior. Estimular el espíritu crítico. Facilitar instancias para que los jóvenes encuentren espacios de comunicación y creatividad, logrando la intertextualidad en el aula. Mejorar vocabulario, sintaxis, ortografía y oralidad. Experimentar la sensación de sentirse escritor. Desarrollar el sentido estético. Convertir la lectura no solo en un hecho placentero, sino en una instancia donde la mirada sea de un competente escritor, siendo analítico y convirtiendo la lectura en una actividad participativa. 2 Poner en palabras -escritas u orales- y en imágenes -visuales y sonoras- los sentimientos que despiertan algunos textos. Estos objetivos los consideramos teniendo en cuenta a Francoise Dolto, cuando escribe sobre esta etapa en Adolescencia o complejo de la langosta (1992) y en La causa de los adolescentes (1990). También, a Gloria García Rivera en Didáctica de la literatura para la enseñanza primaria y secundaria (1995). 2.2 - El proceso La planificación y el desarrollo de esta experiencia fueron abordados cumpliendo las etapas que se especifican a continuación: Presentar el género policial. Investigar las características de dicho género. Analizar este estilo en seriales televisivas, películas, etc. Presentar a la autora y a su novela “Octubre un crimen”. Abordar la lectura comprensiva de esta novela con distintas modalidades. En la clase de Taller de Lecto-Escritura se comparte el comienzo y se continúa en forma personal o grupal. A medida que avanza la lectura, se realizan trabajos desde las distintas asignaturas. Terminadas las etapas anteriores, se organiza un debate para proponer qué interesa plasmar de la novela y cómo hacerlo. Compartir los trabajos finales. Contacto con la escritora. A lo largo de las tres primeras instancias señaladas, los alumnos se ponen en contacto con un sub-género literario que no está contemplado en los programas escolares, pero que los atrae y con el cual tienen un contacto permanente. Este hecho hace que se entusiasmen con sus características, que traigan relatos, que miren informativos, que el tema llegue a las familias y se convierta en un canal de comunicación. Incluso, alguna noticia extraída del informativo se convierte en un cuento elaborado por algunos estudiantes. 3 La presentación de la autora y el libro es muy interesante porque estamos acercándonos a una escritora que vive, con quien se va a poder hablar y el libro desde su tapa genera mucha curiosidad. Se trabajan los supuestos, se busca que anticipen, que arriesguen para ir luego leyendo, corroborando y comparando lo que ellos pensaban acerca de la producción de la escritora. Es, también, una oportunidad para ir descubriendo el mundo interior de cada estudiante, acompañar sus procesos cognitivos. Indudablemente, acercarse al texto desde una mirada crítica es convertirse en un nuevo escritor, es desarrollar un espíritu crítico que le servirá en su vida ciudadana. En la etapa de lectura, la voz, la expresión de la docente determina el clima y el entusiasmo, por eso, esto implica un trabajo docente. No es una lectura más, se debe preparar con muchísimo cuidado. Quizás parezca raro, pero leerle a estudiantes de Secundaria tiene una magia especial. Siempre pensamos que se lee para un público infantil, y nos olvidamos que los jovencitos necesitan sentir la voz del otro. Es algo así como recuperar parte de la niñez, cuando un mayor les leía. Se genera así un clima muy especial, un ambiente de silencio, de respeto. Esa misma técnica se usa cuando en un campamento se relata un cuento… generando el clima de fogón. Luego continúan ellos. Lo realizan en casa, en clase, en los recreos, en forma individualmente o en pequeños grupos. Cada uno busca los momentos. Los más ansiosos avanzan rápidamente, quienes tienen dificultades se apoyan en los más veloces. Pero el hecho que la novela vaya a casa permite compartirla con la familia, convirtiéndose en un excelente puente entre generaciones. Las propuestas surgidas desde la lectura individual y colectiva son sorprendentes: elaborar la maqueta de la casa, convertir la novela en fotonovela, elaborar videos, buscar los ambientes sonoros. Gabbiani y Peluso (1993) nos hablan de la importancia del lenguaje. Esta etapa donde se debate es muy activa porque manifiestan sus gustos, sus fortalezas, buscan la complicidad del otro para llevar a cabo su idea, y es de esta forma que se constituyen grupos para llevar adelante cada propuesta, pensando con qué cuentan, armando un cronograma de trabajo, pensando en los docentes que los pueden tutorizar. Es acá donde nos hacemos eco de lo que manifiesta la periodista argentina Liliana Romero (diario Clarín, 24 de mayo de 2009): “la lectura sería un gran aporte al aprendizaje de los chicos porque la cultura actual es y va a ser cada vez más audiovisual. Y esto no significa que en el camino de este aprendizaje del lenguaje audiovisual no haya que leer, al contrario, se lee y mucho, se escribe y mucho y también se dibuja mucho". 4 Vemos como cada estudiante se apropia de la novela, la lee y escribe desde su historia, logrando aquello que estableció Pedro Salinas (1992): “Hablar es comprender, y comprenderse es construirse a sí mismo y construir el mundo.” Finalmente, se re-escribe la novela desde distintos lugares y con distintas técnicas, lograron cumplir con Octavio Paz: “Cada lector es un nuevo escritor”, pero también cada escritor de “Octubre, un crimen”, fue un nuevo lector que hizo de este policial su historia. El producto final del año 2011 fue maravilloso: videos muy bien logrados, construcción de maquetas que muestran la casa donde se desarrolla la acción, dibujos de la calle y los personajes, una fotonovela que tuvo una preocupada producción. En estos trabajos fue fundamental el trabajo de equipo, no solo de estudiantes, sino también del cuerpo docente. Cada creación es el reflejo del trabajo cooperativo con lo que ello implica: ponerse de acuerdo, aceptar las ideas del otro, trabajar, ceder y sobre todo descubrir al compañero. También para nosotros docentes, es un desafío, leer la novela y entenderla con y desde nuestras historias, compartir con los colegas las diferentes miradas y aceptar la mirada de los jóvenes. Nuestra lectura a veces nos lleva a planificar algunos trabajos que pensamos interesantes, pero nos encontramos que las propuestas juveniles son otras, que lo han hecho con una mirada y con procesos diferentes, porque los tiempos, las historias, la tecnología han cambiado. Es así que nos sorprendemos y aprendemos de estos adolescentes, aceptando que todos somos aprendices y todos maestros, al decir de Pozo (1996). La presentación de los trabajos finales tiene dos instancias: para el grupo y para compañeros de otros grupos y padres. Esta posibilidad es muy valiosa pues permite comprobar cómo se van descubriendo, corrigiendo, opinando. Facilita seguir hablando de esta novela y dando las diferentes opiniones y sensaciones que permite. El lenguaje oral se convierte en una herramienta fundamental para expresarse, para debatir. Como docentes es muy bueno ver que “Octubre, un crimen” abre una ventana para trabajar vocabulario, mejorar la expresión, pero también los hace descubrir otros lenguajes: la imagen, el color, los sonidos, la palabra escrita. La oportunidad de presentar en público es todo un riesgo, pero están tan seguros, y convencidos del trabajo que han hecho, que deja de ser un problema para ser un logro. 5 El año pasado junto con la Profesora de Idioma Español y dos alumnas pudimos concurrir a Buenos Aires para compartir con un grupo de alumnos participantes del Proyecto EcL en Argentina las prácticas lectoras y escritoras realizadas a partir de la obra (teniendo en cuenta, además, que ambos grupos habían trabajado con la misma propuesta narrativa). Nuestra idea respecto a este encuentro era que íbamos a hablar las dos docentes pero tuvimos la grata sorpresa al observar que quienes presentaron el trabajo ante un auditorio desconocido fueron Yésica y Noelia, dos jovencitas de 13 años, que consideraron que mejor que ellas, nadie podía explicar cómo habían trabajado. Esta propuesta de trabajo tiene su base en ver la lectura intertextual como una postura que no se queda en la sola decodificación, sino que va a más, considerando el contexto vital del estudiante. Es desde este lugar donde tiene valor y sentido para el alumno pues no es una simple obligación impuesta por un programa. Se convierte en un aprendizaje significativo porque, como sostiene Ausubel (1983), el estudiante logra relacionar la nueva tarea de aprendizaje, en forma racional y no arbitraria con sus conocimientos y experiencias previas, almacenadas en su estructura cognoscitiva. De ahí que esas ideas, hechos y circunstancias son comprendidos y asimilados significativamente durante su internalización. En esta postura nos encontramos como docentes mediadores donde, apoyados en Ferrés (2000), la cultura del espectáculo nos sirve como soporte para que los jóvenes creen y recreen la novela. 4- Conclusiones Este proyecto de trabajo propone una lectura en red en el que la intertextualidad, como la establece Gerard Genette (1985), permite elaborar un tejido, siendo cada actor un eslabón, pero que vale en la medida de intercambiar con el otro. Cada estudiante debe sentir que como eslabón es parte de un universo que está conectado con los otros. Aguirre Romero (2001) nos dice que: “Un texto es tanto más valioso cuando es capaz de producir transformaciones que sirvan, a su vez, para estimular nuevas aperturas dialógicas. Así se teje la Cultura, como eslabones de una cadena, no como aros sueltos”. 6 Por otro lado, la psicopedagoga Alicia Fernández, en La inteligencia atrapada (1993) nos habla de la necesidad de los estudiantes de liberar sus mentes para poder crear, siendo los docentes los que deben ayudar a liberarse. Terminamos la presentación de esta experiencia con los versos que cierran la canción con que se dio comienzo a este relato porque en estos jóvenes nos tenemos que apoyar para lograr un mundo mejor y no olvidarnos que: “... cada día Su sangre caliente, bienvenida sea, Son caminos nuevos, son la primavera.” Bibliografía utilizada Aguirre Romero, J. (2001). Intertextualidad: algunas aclaraciones. Disponible en: http://www.literaturas.com/16colaboraciones2001jmaguirre.htm Ausubel, N. (1983). Psicología Educativa: Un punto de vista cognoscitivo. México: Ed. Trillas. Dolto, F. (1992). Adolescencia o complejo de la langosta. Barcelona: Paidós. Dolto, F. (1990). La causa de los adolescentes. Barcelona: Paidós. Fernández, A. (1993). La inteligencia atrapada. Buenos Aires: Nueva visión. Ferrés, J. (2000). Educar en la cultura del espectáculo. Barcelona: Paidós. Gabbiani, B. y Peluso, L. (1993). Lenguaje, pensamiento y educación. Matrices sociales y desarrollo de las habilidades lingüístico-cognitivas. Montevideo: Amauta– FHUCE. García Rivera, G. (1995). Didáctica de la literatura para la enseñanza primaria y secundaria. Madrid: Akal. Genette, G. (1985). Transtextualidades. Maldoror - Revista de la ciudad de Montevideo, 20, pp. 53. Lomas, C. y Colomer, T. (1996). La educación lingüística y literaria en la enseñanza secundaria. Barcelona: Horsori. Montes, G. (2007). La escuela como sociedad de lectura. Buenos Aires: Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología. Pozo, J.I. (1996). Aprendices y maestros. Madrid: Alianza Editorial. 7 Programa provincial “La escuela lee más” (2007). Los docentes como mediadores de lectura. La Plata: Gobierno de la Provincia de Bs. As - Dirección General de Cultura y Educación. Romero L. Recomiendan que los chicos vean cine en la escuela, sección sociedad del diario Clarín, 24 de mayo de 2009. Salinas, P. (1992). Defensa del lenguaje. Madrid, Alianza Editorial (edición no venal). 8