Documento descargado de http://www.elsevier.es el 30/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. Acta Otorrinolaringol Esp 2001; 52: 390-395 INVESTIGACIÓN CLÍNICA APLICADA MORBILIDAD “HABITUAL” DE LA AMIGDALECTOMÍA PEDIÁTRICA: ESTUDIO DE 126 CASOS P. CASTELLANO, M.J. GÁMIZ, F. BRACERO, F. SANTIAGO, L. SOLDADO*, J. SOLANELLAS*, A. RUIZ-MONDÉJAR**, F. ESTEBAN*** SERVICIOS *VIRGEN DE DE OTORRINOLARINGOLOGÍA VALME Y ***VIRGEN DEL DE LOS ROCÍO, HOSPITALES UNIVERSITARIOS VIRGEN DE SEVILLA. **HOSPITAL PUNTA DE DE LAS EUROPA NIEVES DE DE GRANADA, ALGECIRAS, CÁDIZ. RESUMEN L a amigdalectomía pediátrica todavía sigue siendo un procedimiento muy común en la práctica otorrinolaringológica, realizándose generalmente dentro de un programa de cirugía mayor ambulatoria. El objetivo de este trabajo es la investigación de la morbilidad habitual de dicha intervención, con la finalidad de optimizar el tratamiento y la calidad de la asistencia. Se han encuestado 126 pacientes pediátricos intervenidos en nuestra Unidad de Cirugía de Día, contemplándose aspectos como la duración de las molestias a la deglución, la otalgia refleja o la halitosis, así como la existencia de hemorragias u otros motivos de consulta. Se registra un dolor faríngeo significativo que dura hasta el 3º ó 4º día en aproximadamente la mi- tad de los casos. A la semana, casi el 70% de los operados ya está bien, coincidiendo con el día en que un 55% comienza a comer con normalidad. Un tercio de los pacientes sufren vómitos, que suelen ser el día de la intervención. En nuestro medio, la amigdalectomía ambulatoria es un procedimiento muy seguro, con escasas complicaciones y de poca gravedad. Sin embargo, la demora en el retorno a la alimentación habitual y la relativa frecuencia de vómitos postoperatorios cuestionan en cierta forma la inclusión de la amigdalectomía dentro de los programas de Cirugía Mayor Ambulatoria, haciendo al menos necesaria la instauración de protocolos de tratamiento que minimicen dichos problemas. PALABRAS CLAVE: Amigdalectomía pediátrica. Morbilidad. Cirugía mayor ambulatoria. ABSTRACT “USUAL” MORBIDITY OF PAEDIATRIC TONSILLECTOMY: A STUDY OF 126 CASES P ediatric tonsillectomy is a common procedure in the ENT practice, usually in a Day-surgery basis. The aim of the present work is to further investigate postoperative morbidity to improve both treatment and quality of assistance. 126 children operated in our Daysurgery unit were included in the study, and a questionnaire with items related to postoperative pain, otalgia, halitosis, vomitig, fever and other aspects was filled by their parents or relatives in charge. Significative pain lasting until the third or fourth day was recorded in half of the ca- ses. At the end of the first week most of the children are improved, although only 55% are eating normally. Vomiting, usually the day of the surgery, is described by one third of cases. In our experience, ambulatory tonsillectomy is a safe procedure with low incidence of complications, which are mild. However, the delay in returning to a normal diet and the relative high incidence of vomiting bring into question the inclusion of tonsillectomy in a Day-Surgery program, making necessary to implement treatment protocols to avoid such problems. KEY WORDS: Tonsillectomy. Pediatric. Morbidity. Day surgery. Correspondencia: Francisco Esteban Ortega. Antonio Maura Montaner, 7, Esc. 3-2.º A. 41013 Sevilla. Fecha de recepción: 10-12-2000 390 Acta Otorrinolaringol Esp 2001; 52: 390-395 Documento descargado de http://www.elsevier.es el 30/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. ACTA OTORRINOLARINGOLÓGICA ESPAÑOLA INTRODUCCIÓN La amigdalectomía es una de las técnicas quirúrgicas más frecuentes que se realizan en la edad pediátrica. Sin embargo este procedimiento se asocia por lo general con cierta morbilidad postoperatoria como disfagia, otalgia, fiebre, halitosis, pérdida de peso y disminución de la ingesta de líquidos y alimentos. La mayoría de los trabajos sobre complicaciones post-amigdalectomía se han centrado en la hemorragia postoperatoria1-3, la infección4, las náuseas y vómitos5,6, y el dolor postoperatorio7,8,10. El dolor postoperatorio es particularmente importante, debiendo tratarse adecuadamente tras la intervención. El niño con escaso o ningún dolor al tragar tiene un riesgo menor de sufrir deshidratación y hemorragia secundaria. Es esencial el control al final de la anestesia, porque el flujo sanguíneo aumenta tanto en el cuello como en la cabeza, lo que asociado con el llanto puede precipitar la hemorragia. El dolor influye en el tiempo en que el niño tarda en volver a su actividad normal, siendo también responsable de la aparición de ciertos trastornos en la conducta y depresión7, así como diversas alteraciones del sueño y retrasos en la alimentación normal8. La existencia de fiebre postoperatoria se ha estudiado por Annand, Phillipps y Allen 9, que muestran en su trabajo publicado en 1999 que la subida de la temperatura en las primeras 24 horas tras la intervención quirúrgica no está causada por una infección, sino que puede deberse a la bacteriemia durante el acto quirúrgico, a los agentes anestésicos y a la liberación de mediadores de la inflamación por los tejidos afectados. En el presente estudio se valora la presencia e intensidad del dolor (odinofagia y otalgia), su duración, la existencia de ascensos térmicos, vómitos, el tiempo que tardan los pacientes en comer normalmente, la aparición de halitosis y otras complicaciones que puedan surgir tras la amigdalectomía como puede ser la hemorragia. El conocimiento en profundidad del postoperatorio “normal” y de la incidencia real de complicaciones pueden ser de gran ayuda para el manejo de estos pacientes tras el alta hospitalaria, siendo el propósito de este trabajo el estudio de la morbilidad per y post-operatoria en los pacientes pediátricos amigdalectomizados en nuestro Servicio. rugía, que se realizaba bajo anestesia general e intubación. En ningún caso se infiltró el lecho quirúrgico con anestésicos locales, corticoides u otro fármaco. A cada uno de los padres se les entregó un cuestionario que debían completar diariamente durante dos semanas tras la intervención. A los quince días se revisaban los pacientes, evaluando el estado de los lechos quirúrgicos en ese momento y su estado general. El cuestionario pretende estudiar las siguientes variables post-amigdalectomía: — Estado general del paciente desde el día de la intervención hasta el día quince, calificándolo según una escala cualitativa (0 = Bien; 1 = Dolor leve que permite realizar una actividad normal; 2 = Dolor moderado que impide realizar una actividad normal; 3 = Dolor intenso que obliga a estar en la cama o acudir al médico). — Dolor subjetivo desde el día de la intervención hasta el día quince, calificándolo según una escala cualitativa (0 = Bien; 1 =Dolor leve que permite realizar una actividad normal; 2 = Dolor moderado que impide realizar una actividad normal; 3 = Dolor intenso que obliga a estar en la cama o acudir al médico). — Lado de la garganta más doloroso especificando si era el derecho, el izquierdo o ambos. — Otalgia (derecha, izquierda o ambas) y su evolución temporal. — Fiebre, anotando la temperatura cada día. — Vómitos: existencia de vómitos, intensidad, duración desde el día de la intervención hasta quince días después. — Halitosis y duración de la misma. — Cuándo volvió a comer normalmente el paciente. — Complicaciones surgidas durante esos quince días. — Estado de los lechos quirúrgicos. — Impresión general del paciente sobre todo el proceso de la intervención. En todos los casos se indicó cobertura antibiótica durante 6 días con roxitromicina a partir del día de la intervención. Análisis estadístico: Todas las variables se han introducido en una base de datos y se les ha aplicado un programa estadístico (SPSS), efectuándose un estudio descriptivo de las mismas (frecuencia, porcentaje, media, mediana, moda, varianza, desviación estándar). PACIENTES Y MÉTODOS Diseño: Estudio de prevalencia. Se han incluido 126 niños de edad comprendida entre los 3 y 14 años (media: 5,6, desviación estándar: 0,2) sometidos a amigdalectomía mediante electrodisección. La técnica se ha descrito previamente11. Cada paciente se dejaba en ayunas al menos seis horas antes de la ci- RESULTADOS Dolor En 27 pacientes no se registró dolor en ningún momento (21,4%), mientras que el resto (99 pacientes) lo Acta Otorrinolaringol Esp 2001; 52: 390-395 391 Documento descargado de http://www.elsevier.es el 30/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. P. CASTELLANO ET AL. MORBILIDAD DE LA AMIGDALECTOMÍA PEDIÁTRICA Tabla I: Valoración del dolor por los pacientes amigdalectomizados en los días consecutivos a la intervención Día 1 Día 2 Día 3 Día 4 Día 5 Día 6 Día 7 Sin dolor 41 53 62 74 85 87 107 Dolor leve 65 57 55 41 33 34 17 Dolor moderado 15 11 7 9 6 4 2 5 5 2 2 2 1 0 Dolor intenso sufrieron uno o más días tras la cirugía. El día de la operación 33 pacientes se encontraban muy bien (puntuación “0” en la encuesta) y 17 pacientes estaban muy molestos (puntuación “3”). A partir del 7.º día el 69% de los niños se encuentra muy bien y ninguno tiene dolor intenso. El día 8, el porcentaje de niños que está muy bien es del 99%. En la tabla I pueden observarse las características del dolor que presentan los pacientes en los siete primeros días. Localización del dolor Lo más frecuente es que el dolor sea bilateral (78 pacientes: 61,9%); el lado izquierdo duele en 12 pacientes (9,5%) y el derecho en 9 pacientes (7,1%). En total, sólo duele un lado en el 16,6% de los casos. Veintisiete pacientes (21,4%) no se quejaron de dolor. Otalgia, localización y duracion de la misma A 64 pacientes (50,8%) no les duelen los oídos, mientras que 62 presentan otalgia. De estos, 36 la pre- Derecho Izquierdo Bilateral Fiebre, duración y temperatura máxima alcanzada Presentan fiebre (más de 38º) 12 pacientes (9,5%) y febrícula (entre 37 y 38º) otros 30 (23,8%). Por tanto, dos de cada tres casos no presentan ningún ascenso térmico. La fiebre dura 2 días en 7 pacientes, un día en 4 pacientes y 6 en un solo paciente. La temperatura máxima alcanzada es de 40 grados, que sólo aparece en un caso, y más de 38º en 11 más (6,3%). La cifra media de temperatura es de 37,068 (figura 2). Vómitos Ochenta pacientes no vomitan (63,5%), frente a 46 que sí lo hacen (36,5%). De éstos, a 37 casos (80% de los que vomitan) les ocurre sólo un día. Treinta pacientes (65% de los que vomitan) lo hacen el día de la intervención. Ningún lado Figura 1. Distribución de los pacientes amigdalectomizados según la localización de la otalgia. 392 sentan bilateral (28,6%), 14 izquierda (11,1%) y 12 derecha (9,5%); es decir, unilateral en el 20,6%. En 53 pacientes el oído les duele un solo día (42%) (figura 1). Figura 2. Distribución de los pacientes amigdalectomizados en función de las cifras de temperatura alcanzadas en los quince días postamigdalectomía. Acta Otorrinolaringol Esp 2001; 52: 390-395 Documento descargado de http://www.elsevier.es el 30/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. ACTA OTORRINOLARINGOLÓGICA ESPAÑOLA Halitosis Esta incidencia la presentan 85 pacientes (67,5%), registrándose de promedio 5,2 días. Se encuentra sólo un paciente con halitosis hasta el día 12, y 2 hasta el día 15. Cuándo comienzan a comer con normalidad Suelen comer bien entre los 7 y los 10 días (43,6%). El 42% de los pacientes lo hacen antes de la semana y el resto a partir de los 10 días. Complicaciones En 16 pacientes se registran complicaciones (12,7%): 5 pacientes (4,8%) consultaron por dolor intenso y en 10 (7,9%) se registró sangrado en cantidad variable: 8 de ellos tienen una hemorragia escasa, controlada sin tratamiento alguno, frente a 2 cuyo sangrado requiere hospitalización para realizar hemostasia quirúrgica (1,5%). En 5 casos el dolor les obligó acudir al Servicio de Urgencias; otro lo hizo por fiebre muy alta. Estado de los lechos quirúrgicos a los 15 días Ciento diez pacientes tenían los lechos en buen estado, aunque en otros 16 aún se apreciaba fibrina en los mismos. Impresión del estado general del paciente Ciento siete pacientes (84,9%) presentaban buen estado general; sin embargo, 19 pacientes (15%) no se habían recuperado totalmente. DISCUSIÓN Aunque la amigdalectomía es una intervención clásicamente dolorosa, este aspecto no se ha estudiado en profundidad10, investigándose más bien si el dolor se relaciona con la técnica quirúrgica11, con la aplicación de diversos anestésicos tópicos en la fosa amigdalar 12, o con la infiltración del polo superior e inferior13,14. También se ha estudiado si el dolor podía disminuirse con determinadas técnicas quirúrgicas o farmacológicas. Moralee y cols.15 concluyen que el sellado con fibrina obtenida a partir del plasma humano, para realizar hemostasia en la amigdalectomía, produce menos dolor postoperatorio que otras técnicas hemostáticas conven- cionales. England y Lau en 199916, describen la aparición de queilitis angular post-amigdalectomía considerando que ésta puede contribuir en el dolor postoperatorio. En nuestro grupo 28 hemos estudiado previamente cómo el uso del sucralfato mejora la analgesia postquirúrgica de forma significativa16. Toma y cols. en 199517, muestran que el dolor persiste hasta el 4.º día post-amigdalectomía, aunque su serie la constituyen adultos, y en nuestra experiencia la amigdalectomía en adultos presenta mucha mayor morbilidad que la pediátrica (datos no mostrados). Nosotros hemos podido comprobar que el dolor en nuestros pacientes dura en general hasta el 7.º día. Para este estudio se ha usado la información aportada por los padres en el cuestionario que se les entregó. En la literatura hay trabajos realizados mediante encuestas telefónicas a los padres. Sutters y Miaskowski en 19978, estudian así a 84 niños tras amigdalectomía. Se les pide a los padres una valoración del dolor de su hijo (usan una escala del 0 al 2), el tipo de medicación que le han dado, si bebe, sangra o hay alteraciones de la conducta o del sueño. Encontraron que el dolor era moderado o severo en el 34% en las primeras 24 horas, y solía ser severo cuando asociaba otalgia. El 45% no bebían bien y el 5% no bebía nada. Un 8% presentaban náuseas o emesis que junto con el dolor contribuía a que no ingiriesen líquidos. El dolor también se asoció con trastornos en el sueño, aunque es posible que fuera porque no se les administraban analgésicos de noche. En nuestro estudio el dolor moderado o severo en el primer día se registraba en un 16%, el 95% de los niños no comían adecuadamente y el 36% presentaba vómitos, lo que parece cuestionar la inclusión de la amigdalectomía dentro de un programa de cirugía mayor ambulatoria. Lee y cols en 199618, entregan un cuestionario a los padres de 95 niños separándolos en dos grupos según se les hubiese indicado profilaxis antibiótica o no. Las náuseas y vómitos aparecieron en 31,5% de los casos con profilaxis y en el 39% que no tomaban antibióticos. La presencia de halitosis se registró en el 73,6%. Sufrieron hemorragia el 16% de los que recibieron profilaxis y en el 12% de los que no, aunque es cuestionable la alta incidencia en su serie de dicha complicación.1/5 de los 95 pacientes volvieron a la dieta normal el primer día y 4/5 al final de la primera semana, datos similares a los del presente estudio. En el presente estudio a todos los niños se les indicó profilaxis antibiótica postoperatoria, por lo que serán necesarios trabajos ulteriores para investigar el efecto real de dicho tratamiento en el postoperatorio. Nicklaus et al19, en un estudio retrospectivo de 233 niños encuentran un 9% de hemorragias frente al 7,9% de nuestra serie. En general la incidencia de complicaciones tras abandonar el hospital era del 4,3%, náuseas Acta Otorrinolaringol Esp 2001; 52: 390-395 393 Documento descargado de http://www.elsevier.es el 30/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. P. CASTELLANO ET AL. MORBILIDAD DE LA AMIGDALECTOMÍA PEDIÁTRICA y vómitos en un 2,5% y deshidratación en el 1,3%. No obstante, la sorprendente baja incidencia de vómitos en el trabajo anteriormente citado cuestiona al menos la metodología del mismo. Linden y colaboradores en 199020, estudian mediante un cuestionario las características del dolor, las náuseas, la irritabilidad, el dolor de oídos, la halitosis y la necesidad de regreso al hospital tras el alta, pero separaron a los individuos en grupos según la técnica quirúrgica usada: electrocauterización, disección roma, KTP Láser, el método de hemostasia realizado y el uso de antibióticos postoperatorio. No hallaron diferencias estadísticamente significativas en los grupos con distintas técnicas quirúrgicas en las náuseas, halitosis, hemorragias o regresos al hospital, pero sí existía diferencia en el dolor. Los grupos operados con electrodisección y con láser tenían más dolor, como a los que se les realizaba hemostasia mediante electrocauterización frente a los que se les hacía ligadura de vasos sangrantes. Había un adelanto notable en el retorno a dieta normal en el grupo en el que se hacía electrodisección si además se les prescribían antibióticos. No había diferencias entre los otros parámetros. En nuestro estudio el paciente se encuentra muy molesto (69% de los casos) hasta el 7.º día, por lo que es muy importante la analgesia, que debe prescribirse de forma pautada y explicar este aspecto a los padres. Aliviando el dolor se puede conseguir que el niño comience a comer normalmente y retorne a su actividad antes. Se ha podido observar que en la mayoría de los pacientes la fiebre sólo dura un día, y muchas veces puede ser debida a infecciones intercurrentes. En un 79% la temperatura no superaba los 37,5 grados. Realizando una breve revisión bibliográfica sobre la fiebre postamigdalectomía, se aprecia que las cifras de temperatura varían en función del periodo postoperatorio estudiado, el modo de medir la temperatura (rectal, timpánica u oral), y la cifra considerada como significativa. Así Rubin y asociados en 192921, en un estudio de 78 pacientes midiendo la temperatura rectal 10 horas tras la intervención, encontraron cifras mayores de 37,8º en un 50%. Telian y colaboradores en 199622, midiendo la temperatura oral en 100 pacientes la primera semana postoperatoria, hallaron cifras de más de 37,8º en el 79%. Annand et al.9, registraron la temperatura timpánica a 100 niños 24 horas tras la amigdalectomía, que fue mayor de 37,5º en el 54%. En nuestro trabajo midiendo la temperatura axilar en un periodo de 15 días tras la amigdalectomía las elevaciones térmicas no fueron tan comunes: sólo el 7,9% alcanzaron cifras de 37,5º, el 6,3% tuvieron más de 38º y en un 3,2% la temperatura ascendió a 38,5º C. Sólo 1 paciente (0,8%) llegó a 40º. La halitosis, debida a la colonización bacteriana de la fosa amigdalar, es frecuente los primeros días tras la cirugía. En nuestro estudio aparece en el 67,5% de los pacientes. Mann et al.23, en 1999, muestran que la clin- 394 damicina tópica pre, peri y postoperatoria puede disminuir este fenómeno. Los vómitos se producen en aproximadamente un tercio de los pacientes y en la mayoría de los casos duran un solo día. No podemos precisar con nuestro estudio si en realidad se deben a la intervención, al efecto de la anestesia general o a la existencia de otros procesos paralelos. Están descritas las náuseas y vómitos tras el uso de oxido nitroso inhalado durante la adenoidectomía o amigdalectomía. Teóricamente, el óxido nitroso puede estimular el sistema vestibular por la tracción que causa la presión negativa en el oído medio24. El uso de opioides como el fentanilo o la morfina pueden aumentar la incidencia de vómitos. Es importante la revisión de los niños operados a los quince días, ya que así se puede obtener información que de otra forma pasaría desapercibida, como la existencia de hemorragias autolimitadas que no requieren ingreso hospitalario, las veces que los padres llevan al niño al pediatra pensando que la fibrina que ven en los lechos es pus y creen que tiene infección y en el caso de los síndromes obstructivos, para comprobar si los síntomas que hicieron que la amigdalectomía estuviera indicada han desaparecido. Indudablemente queda trabajo por hacer en la mejora del postoperatorio de la amigdalectomía, y pensamos que un conocimiento más preciso de cómo se desarrolla el postoperatorio puede representar una gran ayuda a la hora de implementar protocolos que efectivamente ayuden a los pacientes25-28. CONCLUSIONES 1. La amigdalectomía es una intervención dolorosa que debe ser adecuadamente protocolizada. De 126 niños estudiados, sólo 27 no experimentan dolor. El dolor dura hasta el 3.º o 4.º día en aproximadamente la mitad de los casos. A la semana casi el 70% de los operados ya está bien, coincidiendo con el día en que un 55% comienza a comer con normalidad. El dolor suele ser bilateral tanto en la garganta como en los oídos. 2. En nuestra experiencia, debe prevenirse la aparición de vómitos instaurando tratamiento específico a todos los pacientes, ya que sin tratamiento aparecen en al menos un tercio de los casos. 3. La existencia de fibrina en los lechos debe señalarse al paciente y sus familiares para evitar alarmas y tratamientos antibióticos innecesarios, ya que al menos persiste 15 días. De la misma forma, la halitosis es un fenómeno frecuente del que se debe informar al paciente o sus familiares. Presentan halitosis un 67,5% y suele durar un promedio de 5 días. 4. Los ascensos térmicos son esporádicos, generalmente relacionados con la propia intervención o ya en días sucesivos con procesos de vías altas intercurrentes. Acta Otorrinolaringol Esp 2001; 52: 390-395 Documento descargado de http://www.elsevier.es el 30/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. ACTA OTORRINOLARINGOLÓGICA ESPAÑOLA Sólo presentan fiebre el 15% de los pacientes, y ésta dura uno o pocos días. 5. Tras la amigdalectomía el niño vuelve a su actividad normal entre el 4.º y 7.º día. 6. En nuestro medio, la amigdalectomía ambulatoria es un procedimiento muy seguro, con escasas complicaciones y de poca gravedad. Las complicaciones aparecen en el 12,7%. Sólo dos pacientes (1,6%) requirieron hemostasia quirúrgica tras sangrado. 7. Sin embargo, la demora en el retorno a la alimentación habitual y la gran frecuencia de vómitos postoperatorios cuestionan en cierta forma la inclusión de la amigdalectomía dentro de los programas de Cirugía Mayor Ambulatoria. REFERENCIAS 1.- Carmody D, Vamadevan T, Cooper SM. Post-tonsillectomy haemorrhage. J Laryngol Otol 1982; 96:635-638. 2.- Rasmussen, N. Complications of tonsillectomy and adenoidectomy. Otol Clin North Am 1987; 20:383390. 3.- Kang J, Brodsky L, Danzinger J, Volk M, Stanievch J. Coagulation profile as predictor for post-tonsillectomy and adenoidectomy hemorhage. Int J Pediatr Otorhinolaryngol 1994; 28:157-165. 4.- Eid NS, Jones VF, Bacterial tracheitis as a complication of tonsillectomy and adenoidectomy. 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