Nicaragua in focus. La revolución sandinista en la lente de Pedro Valtierra1 Mónica Morales Flores 2 A manera de introducción. unomásuno en Nicaragua En abril de 1979 las cámaras fotográficas y de televisión, las frecuencias radiales, las máquinas de escribir, los teletipos, micrófonos, grabadoras y teletransmisores mundiales voltearon su atención a la región más pobre del continente americano: Centroamérica. El latifundio construido por la dinastía Somoza desde la segunda década del siglo veinte se tambaleaba por la insurrección popular que venía gestándose un año atrás con la fallida Primera Ofensiva del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN). Los combates más importantes de 1978 y la Ofensiva Final que culminó con el triunfo de la revolución en julio de 1979, fueron cubiertos por la prensa internacional de manera esporádica la primera y la segunda con mayor despliegue informativo. En el caso particular de la prensa mexicana sólo el diario unomásuno cubrió de manera sistemática los enfrentamientos utilizando los servicios de las agencias informativas internacionales y de su equipo de enviados: cuatro reporteros – Guillermo Mora Tavares, Marco Aurelio Carballo, Jaime Avilés y Carmen Lira- y tres fotógrafos –Marta Zarak, Pedro Meyer y Pedro Valtierra-. La Primera Ofensiva inició en enero de 1978, el asesinato del periodista y director del periódico opositor La Prensa, Pedro Joaquín Chamorro, fue el detonador de la insurrección. Los esporádicos enfrentamientos encontraron su punto más álgido con la fugaz toma de Palacio Nacional por un comando del FSLN encabezado por el Comandante Edén Pastora. En septiembre se da una insurrección a gran escala con resultados devastadores para las fuerzas guerrilleras, obligando a su repliegue. De octubre de ese año a marzo del año siguiente se da un proceso de reorganización y reposicionamiento del FSLN. Esta primera etapa de lucha fue cubierta de manera esporádica por la prensa internacional, mantener corresponsales en la zona durante ocho meses 1 Este texto forma parte de una investigación más amplia que en este momento me encuentro realizando para obtener el grado de Dra. en Historia y Etnohistoria en la Escuela Nacional de Antropología e Historia con apoyo del CONACyT. 2 Maestra en Historia Moderna y Contemporánea por el Instituto Mora, doctorante en el posgrado de Historia y Etnohistoria en la Escuela Nacional de Antropología e Historia. 1 significaba una gran inversión de recursos humanos y económicos, debido a la eventualidad de los combates. El diario mexicano unomásuno siguiendo con su política editorial de dar voz a los grupos marginados, minoritarios y emergente y al pueblo en general que habían sido prácticamente ignorados por la prensa nacional, trasladó -para informar desde una óptica latinoamericana- al reportero y Jefe de redacción Marco Aurelio Carballo y los fotorreporteros Pedro Meyer y Martha Zarak, primera y única mujer fotógrafa mexicana en la zona de conflicto. Las imágenes de Zarak y Meyer fusionan la propuesta plástica de la fotografía artística con el registro noticioso inherente a la imagen de prensa teniendo como común denominador características formales y de fondo que más tarde serían distintivas de lo que se ha denominado “Nuevo Fotoperiodismo Mexicano”3. Muerte, combates, éxodo y desolación convirtieron el trabajo de estos fotógrafos en noticia pero también en un documento que traspasó las barreras espaciales y temporales. El nacimiento de unomásuno se remonta al conocido “golpe a Excélsior” en julio de 1976 orquestado por el gobierno de Luis Echeverría. Tras la expulsión de Julio Scherer -periodista y director de Excélsior- y su equipo cercano de colaboradores entre quienes se encontraban Manuel Becerra Acosta, se formaron dos grupos, el primero encabezado por Scherer que fundó la revista semanal Proceso ese mismo año -que pronto se convertiría en la publicación más crítica al gobierno-, y el grupo liderado por Becerra Acosta cuyo interés era formar un nuevo periódico. Jesús Reyes Heroles, secretario de Gobernación, -quien veía en este proyecto periodístico la oportunidad de afianzar la reforma política y la apertura democrática propuesta por el presidente José López Portillo-, intervino como aval ante Nacional Financiera (NAFINSA) para el otorgamiento del crédito bancario creándose la Cooperativa Uno que dio nacimiento el 14 de noviembre de 1977 al diario unomásuno, que congregó a un heterogéneo grupo de reporteros, fotógrafos, caricaturistas y 3 El investigador John Mraz acuñó este término para definir una etapa dentro de la historia del fotoperiodismo mexicano que abarca de mediados de la década de los setenta a principios de los años noventa del siglo XX. Esta nueva forma de mirar, encuadrar y fotografiar recupera ciertas características que hemos visto en la fotografía de prensa desde los años posrevolucionarios como las picadas y contrapicadas pronunciadas, los primeros planos con marcados puntos de fuga, tomas a nivel del s uelo, acercamientos pronunciados que llegan a lo abstracto y un sentido del humor irreverente, por citar sólo algunas, véase Mraz, John, La mirada inquieta. Nuevo fotoperiodismo mexicano (1976 -1996), México, CONCAULTA- Centro de la Imagen, 1997. 2 articulistas venidos unos de Excélsior, de otros diarios de circulación nacional y egresados de las recién creadas carreras universitarias de Periodismo y Comunicación. unomásuno surgió como un periódico netamente político y cultural y pronto se convirtió en tribuna informativa y de opinión donde todas las voces se hacían escuchar, de tal forma que la política y las causas sociales, abordada desde distintos ángulos fueron los ejes centrales de su línea editorial ubicándolo rápidamente como un periódico de izquierda. El director del diario interesado en la imagen fotográfica le dio un lugar importante dentro de sus páginas, inaugurando el boom de la fotografía de prensa mexicana. En cada una de las imágenes publicadas aparecía el crédito del fotógrafo, con un pie de foto en relación con la imagen, su lugar en la página era importante al grado de convertirse en editorial o información visual per se. La forma y el fondo de lo retratado se alejaron de las tradicionales fotos oficiales de close up donde el actor principal era el presidente o líder sindical, ahora eran fotografiados con ironía y en encuadres dinámicos y novedosos; la crítica y denuncia social se hacían presentes en cada una de las reproducciones, la experimentación formal se convirtió en el sello del diario, el llamado “estilo unomásuno”. Aarón Sánchez, jefe de fotografía del periódico, recuerda que todo “era el resultado de un excelente trabajo de equipo de unomásuno, por eso los jefes de fotógrafos de otros periódicos decían ˂queremos fotos como las de unomásuno˃ pues no las van a tener porque necesitan la gente del unomásuno y eso se obtiene con el apoyo y la libertad que te da un director como Manuel Becerra Acosta”4. La postura alternativa, progresista y de izquierda y el estilo periodístico de unomásuno –la crónica urbana con crítica social con marcada influencia de la literatura latinoamericana-, se reflejan en la cobertura informativa que el diario hizo del conflicto nicaragüense a través de la construcción de un discurso visual y escrito simpatizantes con el sandinismo. Algo paradigmático para el momento donde la prensa subordinada al gobierno mantenía la misma línea de ataque a los movimientos sociales y revolucionarios del país pero reconocía a 4 Entrevista a Aarón Sánchez realizada por Mónica Morales, 24 de septiembre de 2010, México, D.F. 3 las guerrillas centroamericanas, característica de la política exterior mexicana de los años setenta y ochenta. En la lógica de este discurso visual vemos en las imágenes de Marta Zarak y Pedro Meyer dos actores sociales principales ligados al sandinismos: el pueblo nicaragüense que si bien es la principal víctima es retratado como un pueblo en lucha y no como un sujeto pasivo, mártir o inerte; y los guerrilleros no como héroes o villanos sino como parte de ese pueblo en armas, es decir, el discurso de unomásuno además de ser pro sandinista tiene una marcada línea de denuncia social ligada a la fotografía documental. Una peculiaridad más del periodismo mexicano de aquellos años. Las fotografías de Marta Zarak aparecieron durante el mes de septiembre, tanto en primera plana como en páginas interiores desplegadas en un cuarto de plana cuando son fotografías individuales o en media página cuando se trata de fotorreportaje, como el aparecido el 23 de septiembre formado por siete imágenes publicadas a doble plana. En todos los casos las fotografías dan cuenta de los combates, los muertos, la huida de los nicaragüenses en busca de lugar seguro y la calles en ruinas tras los combates, es decir, una mirada ligada al pueblo y no al poder. unomásuno 20 de septiembre de 1978 Marta Zarak 5 Biblioteca de México 5 Todas la imágenes reproducidas en el texto pertenecen al diario capitalino unomásuno resguardado en el acervo hemerográfico de la Biblioteca de México “José Vasconcelos”, México, D.F. 4 22 de septiembre de 1978 Marta Zarak 28 de septiembre de 1978 Marta Zarak 5 23 de septiembre de 1978 Marta Zarak El reportaje de Pedro Meyer se publicó en el suplemento cultural “Sábado”, dirigido por el escritor Fernando Benítez. En siete páginas fueron reproducidas diez fotografías tomadas en un campamento sandinistas. El fotorreportaje está compuesto de siete retratos de combatientes, uno de Ernesto Cardenal que es la portada del suplemento; dos fotos grupales y dos más de entrenamientos castrenses. “Cristo se detuvo en Nicaragua” es el título del largo reportaje que el propio Meyer escribió “en algún lugar de Nicaragua”, donde muestra la influencia del catolicismo social y la doctrina marxista a través de la transcripción de una larga charla entre Cardenal y los guerrilleros6. En este mismo suplemento Meyer realiza una larga entrevista a Mauricio, un joven combatiente de 18 años, que explica al fotógrafo-reportero las causas de 6 Meyer, Pedro, “Cristo de detuvo en Nicaragua”, unomásuno, suplemento Sábado, número 51, 4 de noviembre de 1978. El título del artículo parece ser una analogía de la obra autobiográfica de Carlo Levi escrita en 1943, Cristo se detuvo en Eboli (Cristo si e fermato en Eboli) y que años se convirtió un filme italiano dirigido por Francesco Rossi en 1979. La trama central del filme narra el destierro de Levi en un pueblo apartado de la civilización y detenido en el tiempo, tal como la realidad nicaragüense y sus campesinos olvidados por el gobierno somocista. 6 la insurrección y sus motivos personales por los que se unió a la lucha. El reportaje parece hacer las veces de propaganda pro sandinista a nivel masivo. Suplemento Sábado unomásuno 4 de noviembre de 1978 Pedro Meyer Suplemento Sábado unomásuno 4 de noviembre de 1978 Pedro Meyer 7 Suplemento Sábado 4 de noviembre de 1978 Pedro Meyer Suplemento Sábado 4 de noviembre de 1978 Pedro Meyer Este primer intento de sublevación resultó fallido a nivel militar y mediático. El FSLN no logró su objetivo de derrocar a Somoza y la prensa internacional no dio mayor importancia a los combates en Nicaragua. Sin embargo tras la reorganización del sandinismo y la unión de las diferentes corrientes ideológicas, los enfrentamientos se reactivaron al iniciar 1979 en las ciudades más importantes como León y Estelí; lentamente el FSLN ganó terreno tomando las poblaciones de Matagalpa, Rivas, Masaya, Chinandega y por supuesto Managua, declaradas territorio libre convirtiendo sus calles en escenarios bélicos donde la lucha se acrecentaba día a día. La prensa internacional viajó a Nicaragua, jóvenes latinoamericanos volaron a Managua para unirse a los “compas nicas” como “enviados” espontáneos o los más atrevidos como reservas de los diversos Frentes de combate a lo largo del 8 país7. Algunos corresponsales hacen lo propio desde su trinchera comprometidos con su oficio y la necesidad de reportear y mostrar lo que sucedía en aquel país, y los más como simpatizantes de la lucha sandinista. Pedro Valtierra recuerda que su interés además de cumplir con su trabajo era que “mis fotografías, que mi cámara registrara, quería fotografía de compromiso, registrar esa situación porque pensé era importante hacer el registro de la historia”8, por su parte el reportero enviado, Jaime Avilés relata que su interés personal al llegar a Nicaragua era evidentemente informar a los lectores mexicanos, sin embargo tras su “bautizo de pólvora” como él llama al primer recorrido que hizo a un barrio managüense luego de ser atacado por la Guardia Nacional, se dio cuenta que sus crónicas “tenían una función acá en México, aquí había mucho alboroto, muchos conciertos, colectas y entonces mis crónicas servían para que la gente supiera, diera dinero y el dinero se convertía en apoyo a los sandinistas”9, es decir, Avilés como tantos otros reporteros internacionales fijó su postura y desde su trinchera buscó la manera de ayudar a la causa sandinista porque “no podíamos hacer la revolución en México entonces la hacíamos en Nicaragua”10. Pedro Valtierra en Nicaragua. La Ofensiva Final Seis meses después de ingresar como fotógrafo a unomásuno, por órdenes del director Manuel Becerra Acosta y en voz del Jefe de información Rafael Cardona, Pedro Valtierra recibe la orden de viajar a Nicaragua para cubrir visualmente el conflicto . Pedro Valtierra Rubalcaba nació en Fresnillo, Zacatecas en 1955, en 1975 se inició como fotógrafo en la presidencia de la República donde ingresó, como todos los fotógrafos de la época, como ayudante del laboratorio de fotografía. En 1977 ingresó al diario El Sol de México donde pone en práctica los conocimientos adquiridos en Presidencia, en octubre de 1978 se convirtió 7 Los frentes de combate son: el Frente Sur Benjamín Zeledón, en la parte sur del país; el Frente Norte Carlos Fonseca, en el Norte; el Frente Pablo Ubeda, en la parte central de las montañas; el Frente Oriental Carlos Roberto Huembes, en Chontales; el Frente Occidental Rigoberto López Pérez, en la zona de León y Chinandega y el Frente Central Camilo Ortega, en la zona de Masaya y Carazo; además del frente de Managua que es el centro neurálgico del combate contra la dictadura. 8 Entrevista a Pedro Valtierra realizada por Mónica Morales, 25 de junio de 2009, México, D.F. 9 Entrevista a Jaime Avilés realizada por Mónica Morales, 28 de junio de 2010, México, D.F. 10 Entrevista a Jaime Avilés realizada por Mónica Morales, 28 de junio de 2010, México, D.F. 9 en fotógrafo de planta de unomásuno. Su trabajo en El Sol de México le permite afianzar sus conocimientos técnicos pero es en el diario de Becerra Acosta donde aprende a mirar a través de la lente, aquí se inicia un estilo propio de fotografiar que se ve plasmado en cada uno de los más de 3500 negativos registrados en Nicaragua. Al lado de otros fotógrafos de prensa como Aarón Sánchez, Crista Cowrie, Marta Zarak, constituye la generación pionera del fotoperiodismo mexicano moderno que inició con el nacimiento de unomásuno a fines de la década de los setenta del siglo pasado. Tras su salida del diario en 1984 participó directamente en la creación del nuevo periódico La Jornada que continuó la línea que inició el unomásuno, Valtierra como Jefe de fotografía planteó todo un programa para la creación de un Departamento de Fotografía con objetivos e intereses bien específicos. Fundó la Agencia de Fotografía Cuartoscuro en 1986 y la revista del mismo nombre diez años más tarde. Sin duda alguna es uno de los fotorreporteros mexicanos más importantes del siglo XX y promotor de la fotografía mexicana a través de la revista y agencia Cuartoscuro y la Fototeca de Zacatecas “Pedro Valtierra” de la cual es fundador y director desde 2006. Ha sido ganador de múltiples concursos nacionales e internacionales como el “Rey de España en 1998 con la fotografía “Mujeres de X´oyep”. Ha participado en más de 400 exposiciones individuales y colectivas, ha sido curador de otro número importante de exposiciones y editor de libros y catálogos sobre fotografía mexicana. Retomando la cobertura de unomásuno la parte periodística corrió a cargo de los reporteros Guillermo Mora –jefe de información que estuvo los primeros días de abril- y que fue relevado por Marco Aurelio Carballo, Jaime Avilés que permaneció todo el mes de junio y Carmen Lira -que llegó a Managua en agosto luego de permanecer durante las semanas previas en la frontera de Costa Rica-. Los cuatro registraron en diferentes momentos los cruentos enfrentamientos, convirtiendo a unomásuno en el medio mexicano que mantuvo presencia constante en la zona de conflicto y publicó mayor cantidad de fotografías de su enviado al ser el único fotógrafo enviado por este medio de comunicación11. Esto se reflejó en sus páginas que desplegaron 148 11 Si bien es cierto que Excélsior envió fotógrafos a Nicaragua, sus imágenes pasaron a un segundo plano, ya que el periódico se valió de Agencias Fotográficas para ilustrar las notas provenientes de las 10 fotografías, 92 autorías de Valtierra y el resto de United Press International (UPI) de abril a agosto12. Durante este mismo periodo Excélsior publicó 152 imágenes, 131 de las agencias Asociated Press (AP), Agence France-Press (AFP), Prensa Latina (PL), Deutschen Presse-Agentur (DPA), Latin y Reuter; y sólo 21 de sus tres enviados (Ignacio Castillo, Antonio Reyes Zurita y Eduardo Zepeda); La Prensa 82 fotografías, 67 de AP y 15 de sus fotógrafos Francisco Picco –Jefe de fotografía- y Gildardo Solís; El Sol de México publicó 60 y El Universal 59, de las agencias UPI, AP, AFP, Agencia Española de Noticias (EFE) y Camera Press London, el resto de la prensa mexicana no dio mayor importancia a la guerra nicaragüense. La diferencia cuantitativa entre unomásuno y Excélsior es mínima sin embargo en lo cualitativo hay una gran distancia si tomamos como punto de partida la calidad del discurso visual de las imágenes. Las de Excélsior son mero registro informativo, es decir, no encontramos ninguna de las características formales y de fondo que distinguen al fotoperiodismo mexicano moderno y si muchas planos generales, que sólo ilustran. Algunas tomas excepcionales de sus enviados tienen encuadres diferentes pero al ser las menos no contamos con elementos suficientes de análisis para afirmar que se trate de una cobertura de la calidad de unomásuno. Por otro lado si contabilizamos las imágenes de cada uno de los fotorreporteros mexicanos enviados la diferencia es considerable, mientras a Pedro Valtierra le publicaron 92 fotografías, en conjunto a Ignacio Castillo, Antonio Reyes y Eduardo Zepeda sólo 21 y a Francisco Picco y Gildardo Solís 15. Dando un aproximado de siete imágenes por fotógrafo, es decir, menos del 7% de lo publicado a Valtierra, que por cada foto de sus colegas mexicanos a él le fueron publicadas trece. Esta es una razón más que hacen de esta cobertura destacable y necesaria de analizar, objetivo de la investigación doctoral de donde se desprende este texto. mismas agencias. Por su parte el escaso material publicado en El Universal y El Sol de México, proviene de las agencias. 12 Durante el mes de mayo la principal noticia de Centroamérica fue el conflicto en El Salvador, protagonizada por el Frente Farabundo Martí de Liberación Nacion al. Nicaragua pasó visualmente a segundo plano, sólo se publicaron dos fotografías, una de ellas de Pedro Valtierra tomada a un niño nicaragüense refugiado en México. la parte informativa corrió a cargo de Guillermo Mora Tavares que permaneció en Nicaragua todo ese mes. 11 Estos datos cuantitativos nos permiten hacer análisis comparativo de la cobertura nacional para situar la de unomásuno como la más importante del país e incluso del continente, tanto en términos numéricos como de calidad. Hemos revisado la prensa guatemalteca, nicaragüense y argentina y en las tres la cobertura fue escaza, algo lógico tomando en cuenta la situación política de dichos países. Guatemala se encontraba bajo un gobierno militar al mando del General Fernando Lucas García y tenía su propio movimiento guerrillero -El Ejército de los Pobres (EGP)- que el gobierno luchaba por aniquilar militarmente y borrar a nivel mediático, de tal manera que resulta predecible que en las páginas de la prensa no se hiciera referencia alguna al conflicto nicaragüense pues la cercanía representaba un foco de contagio revolucionario. Las escazas menciones que se hacen son con adjetivos como facciosos, sediciosos, rebeldes, comunistas, desestabilizadores extranjeros, etc. que funcionaban como herramientas para desacreditar a los grupos rebeldes. Argentina por su parte vivía el año más cruel de la dictadura militar, bajo el mando del General Samuel Villela la represión, persecución, tortura y desaparición forzada de disidentes y rebeldes eran asunto cotidiano y la prensa no escapó a ello, los medios de comunicación se encontraban maniatados y los escasos reporteros y fotógrafos que permanecían en el país se subordinaban a las publicaciones donde laboraban. Las páginas de diarios y revistas muestran las bondades de la dictadura a través del desarrollo industrial y de la infraestructura del país. Las publicaciones más importantes como El Clarín, La Nación, La Opinión y La Razón difunden información extraída de los boletines de agencias internacionales y su cobertura visual proviene de UPI, AP y UP. Su discurso visual es anti sandinista y los registros de la Guardia Nacional y Anastasio Somoza son mayoría. Los pies de foto llevan a lector a una interpretación negativa de los guerrilleros y amable, patriótica y heroica del ejército somocista, resultado también de la realidad argentina. Finalmente Nicaragua no contaba con prensa opositora, el único diario disidente, La Prensa fue incendiada a los pocos días de iniciada la ofensiva final por lo que no hubo otra cobertura más que la oficial que en el caso de informar sobre la 12 rebelión popular asumimos que su discurso debió ser en apoyo al presidente denostando al grupo rebelde 13. Retomando el caso mexicano, las imágenes de Pedro Valtierra van marcando el desarrollo del conflicto: los combates más violentos de mediados de abril hasta junio que se reflejan en las calles destruidas y desiertas que se convierten en la escenografía ideal para que Valtierra muestre que su ojo observa diferente y se arriesga para encontrar el ángulo preciso: un marcado primer plano o un punto de fuga pronunciado. Nuestro fotógrafo aprovecha cualquier objeto-sujeto que de fuerza a la imagen y enganche al lector a la fotografía y desde las trincheras sandinistas retrata la guerra y el olor a muerte que se respira cotidianamente en cada calle. No vemos imágenes de violencia explícita, no hay sangre, ni muertos sólo en una ocasión donde cuerpos en primer plano se calcinan en la calle desolada, imagen que nos recuerda a la tomada por Marta Zarak un año antes. 19 de abril de 1979 14 Pedro Valtierra 13 Estamos conscientes que el análisis de tres países de ninguna manera son muestra representativa y no de deben hacer generalizaciones pero podemos conjeturar que la posición de la prensa latinoamericana si bien se mantuvo al margen, mostró entre líneas una posición de rechazo a la violencia ejercida por los sandinistas. No debemos olvidar que en las décadas de los setenta y ochenta América Latina vivió en su mayoría bajo dictaduras militares impuestas por Estados Unidos que buscaba por cu alquier medio detener el avance comunista. 14 El resto de las imágenes presentadas en el texto son autoría de Pedro Valtierra y publicadas en el diario unomásuno. 13 18 de junio de 1979 17 de junio de 1979 11 de junio de 1979 La huida de la población que inicia con los enfrentamientos y se prolonga hasta julio es retratado en los caminos y carreteras que comunican a 14 Managua, nuestro fotógrafo recorre al lado de los nicaragüenses el vía crucis de la guerra, llega a los campamentos de refugiados de la Cruz Roja Internacional que luchan por proteger al pueblo que a diario llega huyendo de los combates y bombardeos de la guardia somocista. Las imágenes registran el lado humano del conflicto alejándose del registro bélico, morboso o amarillista. La sociedad civil es captada como víctima pero no pasiva o inerte, sino como sujetos activos que si bien sufren las consecuencias no aparecen como sujetos indefensos e indiferentes. En la mayoría de las imágenes vemos una sensación de movimiento, de ir y venir, es decir, el retrato de un pueblo dinámico que aún bajo condiciones de guerra no es espectador. 10 de junio de 1979 20 de junio de 1979 15 11 de julio de 1979 15 de junio de 1979 El mayor porcentaje de registros corresponde a los involucrados en la guerra sobresaliendo las imágenes de los combatientes sandinistas –hombres, mujeres y niños- que marchan rumbo al frente o hacen un alto en el camino. Otros registros importantes en el trabajo de Valtierra son los niños como víctimas principales y los ancianos que imploran desolados. Los jóvenes perseguidos por el Ejército bajo sospecha de ser combatientes no escapan a la lente de nuestro fotógrafo que una noche de junio inmortaliza a una pareja -ella herida de un balazo en el antebrazo derecho y su compañero que la consuelaen un improvisado hospital de la Cruz Roja 15, y por supuesto Anastasio Somoza que aparece en siete ocasiones durante cuatro meses de los cuales 15 “El Balazo” publicado el 22 de junio en la página 8 se ha convertido en icono fotográfico de Pedro Valtierra y referente visual de la revolución sandinista. 16 sólo dos registros pertenecen a Valtierra. En resumen el pueblo nicaraguense que enfrenta a la dictadura somocista y que cotidianamente vive y sufre la guerra que Valtierra retrata minuciosamente en sus patrullajes por Managua y sus alrededores. 18 de julio de 1979 16 de julio de 1979 10 de junio de 1979 17 16 de junio de 1979 19 de junio de 1979 10 de junio de 1979 18 El diario cubrió la revolución desde dos perspectivas, la primera meramente informativa, es decir, la reproducción de los boletines provenientes de las agencias, y otra más personal a través de las crónicas de sus enviados donde encontramos, desde el inicio de la cobertura, una constante relación texto-imagen, excepto con Carmen Lira donde hay una marcada separación, y nunca tan estrecha como en el periodo que conviven Avilés y Valtierra. Si bien es cierto que no hay una referencia explícita en las crónicas del periodista a las fotos de su compañero, ambos discursos se compenetran, es decir, si Jaime Avilés reseña un día cualquiera en Estelí o un combate en León, las fotografías que acompañan la crónica hacen alusión a estos hechos, y sólo en dos ocasiones la imagen lustra el texto: el relato de Danilo José Mercado, joven sandinista asilado en México –imagen que fue tomada en el país- y el asesinato del periodista norteamericano William Stewart por la guardia somocista. Mostrando una sincronía en el trabajo de equipo, la cual se daba en la mesa de redacción del periódico, pues según testimonio de ambos enviados trabajaban por separado durante el día y sólo se reunían por la noche para teletransmitir su trabajo a México. Las dos ocasiones que Avilés habla tácitamente del trabajo de Valtierra son al relatar los peligros que enfrenta la prensa en su diario recorrido por los barrios de la ciudad. La Guardia Nacional prohibió a los periodistas que salieran del hotel, sin garantizarle la vida al que desoyera la orden. Sin embargo, algunos corresponsales, entre ellos Pedro Valtierra, el fotógrafo enviado por unomásuno, recorrieron a ciudad y fueron a Masaya y Matagalpa, donde informaron, que había fuertes combates hasta el atardecer16. El fotorreportero también destaca el riesgo al que se enfrentan diariamente los periodistas, en particular los de unomásuno, en la carta dirigida a Aarón Sánchez, publicada un día después del asesinato de William Stewart, Valtierra relata: La cosa esta un poco delicada, principalmente para nosotros los periodistas mexicanos; todos los días en la radio oficial se expresan 16 Avilés, Jaime, “Vamos a matar o morir…”, unomásuno, 11 de junio de 1979, p. 1 y 9. 19 en forma grosera de nosotros. Algunas veces a mi personalmente me han acusado de trabajar para un periódico ‹marxista-leninista›; ‹en ese periódico desde el director hasta el barrendero son comunistas›, me dijo el otro día un teniente de la Guardia Nacional en Masaya, conocido como el "Tupamaro". Al rato Jaime va a enviar algo donde explique mejor la situación. Como recordarás hace unos días a otro compañero y a mi la Guardia nos obligó a ponernos de rodillas; a él lo patearon duro. Sólo que tuvimos la suerte de que nos dejaran ir17. La muerte del periodista estadounidense desestabilizó la frágil seguridad que tenía la prensa internacional. La atmósfera bélica en la que vivían reporteros, periodistas, camarógrafos y fotógrafos, los mantenía en un constante estado de alerta compartido con la población. Cada sector tenía sus preocupaciones, los primeros ir tras la noticia arriesgándose lo suficiente para no morir en el cumplimiento de su trabajo y los segundos en constante búsqueda de alimentos y lugar seguro y ambos buscaban mantenerse vivos. Lentamente la guerra se vuelve cotidiana, el pueblo nicaraguense vive entre bombardeos, calles destruidas y desoladas, construcción de barricadas, pintas prosandinistas, escases de alimentos y saqueos masivos de la población en busca de alimentos y largas filas para obtener agua potable. 18 de junio de 1979 17 Valtierra, “El asesinato de Stewart a mansalva”, unomásuno, 21 de junio de 1979, p. 1 y 10. 20 16 de junio de 1979 19 de junio de 1979 14 de junio de 1979 21 10 de julio de 1979 Conforme el conflicto avanza se hace evidente a través de los discursos visual y escrito la postura del diario, en el caso de la fotografía Pedro Valtierra va construyendo su propia visión dejando ver postura pro-sandinista que el diario compartió y apoyó dando prioridad al trabajo de su fotógrafo enviado sobre las imágenes de agencia. Otro factor que nos permite ver la aceptación y respeto del diario hacia su fotógrafo lo vemos en la manera como fueron puesta en página las fotografías, se respetó el encuadre original, es decir, no hubo edición en la mayoría de ellas y donde la encontramos, su función es destacar un ángulo o persona y eliminar el “aire” de la imagen y en contados casos desafortunados adecuar el formato de la imagen al espacio en la diagramación de la página. Por otro lado los pies de página contienen información básica enviada por Valtierra y redactada en la mesa de redacción con información añadida por el propio director que consideraba pertinente, nunca en contra del FSLN, como recuerda el jefe de fotografía Aarón Sánchez. De tal forma que los pies de foto contenían la información necesaria para ubicar en tiempo y lugar la imagen sin agregar datos innecesarios o contrarios al discurso prosandinista de unomásuno y Pedro Valtierra. La cobertura abarca los momentos coyunturales del conflicto: los combates más importantes, la huelga general hasta la toma del bunker de Somoza ocurrida el 16 de julio, el triunfo de la revolución el 19 y la entrada de la Junta Provisional de Gobierno a la Plaza principal de Managua un día después. 22 El registro final de la revolución incluye a Anastasio Somoza saliendo sólo y cabizbajo de su bunker y la entrada de los sandinistas a lo que hasta ese momento se había convertido en el símbolo de la fuerza militar del dictador depuesto, la llegada de combatientes que se reúnen con sus familias, la marcha triunfal de la Junta Provisional en León, encabezada por Daniel Ortega, Violeta Chamorro, Ernesto Cardenal, Edén Pastora y Tomás Borge y un par de retratos individuales de los dos últimos. Cerrando con broche de oro dos primeras planas con un grupo de sandinistas que ondean su bandera de lucha frente al Palacio Nacional -que nos remite a la famosa imagen “Izando la bandera en Iwo Jima” de 1945-, y la Plaza de la Revolución, rebautizada así el mismo día del triunfo, repleta de nicaragüenses que se volcaron a las calles para celebrar la caída de Somoza y el triunfo de su revolución. 17 de julio de 1979 20 de julio de 1979 23 19 de julio de 1979 23de julio de 1979 21 de julio de 1979 24 21 de julio de 1979 20 de julio de 1979 25 21 de julio de 1979 Así como unomásuno registró puntualmente la ofensiva sandinista de principio a fin, existen omisiones que deben destacarse. Recapitulando un poco debemos recordar la línea editorial del diario y a partir de ella entender lo que fue publicado y los temas o personajes que decidieron evitar, tanto el diario como el fotógrafo. Muchos actores intervinieron en la lucha contra la dictadura somocista, pero hay otros que lucharon para defenderla, el principal fue la Guardia Nacional que se encuentra ausente en el discurso gráfico. Si la postura de unomásuno fue prosandinista y la ideología de Valtierra orientada a la izquierda resulta evidente la eliminación de quienes apoyaban el somocismo. Otro gran ausente es el propio Anastasio Somoza los escasos retratos publicados son close up sin composición cuyo objetivo evidente es sólo el registro fotográfico. 26 El clero es una omisión más, no olvidemos que un número considerable de sacerdotes que comulgaban con la Teología de la Liberación se unieron a las filas sandinistas unos tomando las armas y otros apoyando desde su lugar en la iglesia a los combatientes y sobre todo a la población civil. El propio sacerdote Ernesto Cardenal formó parte de la Junta Provisional de Gobierno, de tal forma que la presencia de religiosas y sacerdotes católicos fue importante como mediadores del conflicto, como escudos humanos frente a los bombardeos en los barrios populares de las ciudades disputadas, como colectores de provisiones llegadas del exterior para el pueblo y asistiendo en los campamentos de refugiados de la Cruz Roja Internacional. Sin dudarlo su presencia y acción fue fundamental en el conflicto y sin embargo pasó desapercibido en el discurso de unomásuno. Aún con esta serie de omisiones la cobertura de unomásuno es la más completa a nivel nacional convirtiéndola en un parte aguas en la historia del fotoperiodismo mexicano que desde la década de los setentas se ligó con el surgimiento de los movimientos revolucionarios del continente, como afirma el fotógrafo mexicano Francisco Mata “los movimientos sociales latinoamericanos, la guerrilla guatemalteca, nicaragüense, salvadoreña, y que unomásuno cubre, es lo que da el boom a la foto periodística mexicana. Donde el fotógrafo además se convierte en partícipe, en actor de la información” 18. Un claro ejemplo de esta reflexión lo vemos en el trabajo de Valtierra en Nicaragua que se vio reflejado en las páginas del diario. Sin embargo esta relación no hubiera sido posible sin el diálogo que se entabló entre el trabajo fotográfico de Valtierra con una visión del mundo muy particular que transmitió a través de su lente, la preocupación de Manuel Becerra Acosta por informar desde una óptica mexicana los acontecimientos centroamericanos sin depender de las agencias internacionales, y el trabajo de los editores y jefes de fotografía que permitieron un discurso editorial novedoso y sensible a la fotografía de prensa. 18 Entrevista a Francisco Mata Rosas realizada por John Mraz y Ariel Arnal, 11 de noviembre de 1995, México, D.F. (texto mecanografiado), p.30. 27 Este texto representa solo una parte del análisis completo de la cobertura informativa de unomásuno frente a la revolución sandinista, aún falta el análisis del Archivo Fotográfico Pedro Valtierra, A.C. (AFPV) para realizar el entrecruce y cotejo de las imágenes inéditas con las publicadas, así como integrar el rescate del testimonios oral del fotógrafo y reporteros enviados, sin embargo este avance, que sólo aborda las fuentes hemerográficas, significa un buen termómetro para medir la importancia del diario estudiado dentro del contexto de la prensa mexicana en la década de los setenta y ochenta -periodo que marca un corte en la fotografía de prensa mexicana-, la trayectoria de Pedro Valtierra como corresponsal de guerra y fotógrafo de prensa en un momento determinado por circunstancias sociales y políticas nacionales e internacionales, y de manera más amplia el aporte mediático internacional a la revolución sandinista de 1979. 28