El Heraldo Maragato Edición global de Maragatería Times Miércoles, 14-Agosto-2013 Año I Nº 50 Javier R. F. / Madrid De cortos El FMI tira a la basura las previsiones de Rajoy Ahora resulta que hay por ahí unos señores en un organismo que se llama F.M.I (Fondo Monetario Internacional), que dicen que no. Que lo de salir de la crisis, ni soñando. Que si eso, para el 2018 ya lo vamos viendo. Esto supone un serio varapalo a las previsiones supuestamente pesimistas del ejecutivo de Rajoy, que ya nos prometía una salida de la crisis para el tercer trimestre de este año. Pero claro, solo a un mermado se le ocurre tal felonía, con unas cifras de paro por las que nos van a dar el record Guiness, una destrucción de PYMES superior a la de toda la historia de la democracia, y un empobrecimiento de las condiciones laborales que raya en lo denigrante. Y como ven que baja el desempleo (eso sí, sin un solo contrato indefinido, todos temporales) echan las campanas al vuelo mientras se niegan a ver que en Septiembre puede venir la debacle. Todo con tal de no hacer lo que tocaba ahora, que era recortar la administración pública. Tener un bebé siempre anima aunque traiga consigo una ruina. Estos días, con el nacimiento de la hija de unos amigos, he estado más cerca del mundo del bebé, y he de reconocer que me ha impresionado. Pero no sabéis cuánto. En primer lugar, he estado viendo ropita variada. Por Dios, si es más barato vestirme a mí, y eso que me cobran la tela por hectáreas. Unos patuquitos; muy monos... 40 eurazos. Por ese precio me compro unas zapatillas talla 42 y me duran varios años, mientras que al niño los patucos solo le van a valer unos meses. Un vestidito; rosa, divino... 80 eurazos. Por ese dinero me compro una camisa, unos pantalones, y con lo que sobra de tela tras meter el dobladillo me da para hacerle dos vestiditos a la nena. Y qué decir de la extensa variedad de colores a elegir: Azul para niños. Rosa para niñas. - "Oiga, yo quería algo de otro color para mi niña". - "No hay problema. Lo puede encontrar en una boutique en Europa". - "¿En la Avenida de Europa?". - "No, en Europa, satélite de Júpiter". - "Gracias, majete". También he visto que tienen su propia decoración, que, por supuesto, solo te valdrá uno o dos años a lo sumo. Mueble cajonera con cambiador, bajo el que se oculta una bañera (que alguien me explique dónde coño están los grifos y el desagüe en la habitación, que yo no los encuentro). Cuna a medida, en ocasiones ampliable (ojo, que es ampliable la cuna, pero el colchón, sábanas, mantas y demás lo tienes que ir cambiando porque no se estiran). Y un sin fin de mueblecitos de colores para guardar la ropita que habrás tenido que robar, porque si no, olvídate de poder pagar el mobiliario de la habitación de tu bebé. Otro tema peliagudo es la miríada de complementos infantiles: que si porta biberones auto-calentables, que si doscientos tipos de tetinas de materiales no contaminantes, que si chupetes ergonómicos que no dañan el paladar, que si la cadenilla (de plata, por supuesto) de sujetar el chupete para que el niño, en su afán de escupirlo, no lo tenga todo el día por el suelo con la consecuente riñonada materna por agacharse cien veces a recogerlo. Ya hay incluso circuitos cerrados de televisión para que lo veas dormir en su habitación mientras tú te pones ciego a copas en el salón para olvidar la catástrofe que supone el mundo del bebé para la economía doméstica. El heraldo maragato, publicación eventual, de temática variada, de carácter actual El Heraldo Maragato El cortijo nacional Una peste a chamusquina inunda la redacción del diario El Mundo. Resulta un tanto extraño que el diario que colaboró activamente a encumbrar a la presidencia del gobierno a Jose María Aznar, con sus indagaciones sobre el GAL, y al que luego protegió y defendió a capa y espada sosteniendo una bufonada editorial conocida como “teoría de la conspiración”, ahora abofetee, día sí, día también, al que figurase en primer lugar en el cuaderno azul de ese prohombre de inigualables abdominales y parlante de catalán en la intimidad. Es públicamente conocida la amistad que une a Peter J. con el expresidente, y era de suponer que llevaría una línea editorial favorable a su sucesor. Pero dada la cantidad de información que está publicando con un claro perjuicio hacia Rajoy, y dado que los papeles barcenáceos están obviando de forma pestilente la época de Aznar, las sospechas de que este está preparando su vuelta a la primera línea de la política son cada vez más plausibles. Una vuelta que se plantearía como el regreso del salvador de la patria. Nº 50 - Pag 2 Otro asunto de altura son los carritos. Cuando era pequeño, había dos modelos: El cuco retro con ruedas grandes de radios, para cuando eras bebé, y la silla, de aspecto más moderno, plegable, y (atentos al avance) con dobles ruedas direccionales delante, para cuando ya eras algo más mayor. Hoy en día esto ha evolucionado una barbaridad. Disponemos de un sin fin de modelos que permiten colocar al bebé en cualquier posición (si me apuras, hasta colgando por los piececillos). Y tienen tantas palancas, tiradores y seguros que se aprende antes a pilotar un avión de combate. Y qué diseños y materiales. Estructuras ultraligeras de aluminio, juntas de titanio, mangos de kevlar y fibra de carbono... La rebimba. Parecen el Rover que la Nasa ha enviado a recorrer la superficie de Marte. Y qué precios. Cuestan casi lo mismo que el Rover. También he estado viendo los portabebés para el coche. Joder. Si valen más que el propio coche. El mismísimo Fernando Alonso va peor equipado en su Fórmula 1. Y no te creas que te compras uno y ya está, no. A lo largo del periodo de crecimiento de la criatura vas a necesitar al menos tres, a los que luego seguirá un cojín elevador. No te libras de cachivaches hasta que cumpla los 12 años... Ah! y todos ellos homologados, no sea que te pare la Guardia Civil, compruebe el dispositivo, y te quite la patria potestad justo antes de meterte entre rejas por infanticidio en grado de tentativa. ¿Y las medidas de seguridad doméstica? Menuda ristra: tapas para enchufes, esquineras para muebles angulosos, cierres para que el infante no pueda abrir cajones ni armarios, protectores para evitar que se cierren las puertas pillando los deditos del niño... ¿No sería más cómodo ponerle unas manoplas y no quitárselas hasta que sea mayor? Casi sale más económico acolchar la casa entera, en plan celda de hospital psiquiátrico. “Ale chaval. A jugar libremente, que si te caes, rebotas”. Total, que el niño, en lugar de traer un pan bajo el brazo, debería venir con un fajo de billetes de 500. Porque a todos estos gastos, hay que sumar otros de los que no te libra ni la Virgen de la Caridad, y que en el mundo de la informática vendríamos a llamar "consumibles". Es decir: pañales (varios al día), jabones especiales para que no se le irrite la piel, cremitas para que no se le irrite el culete, y, por supuesto, el relleno de los biberones acorde con la tetina turbo-plus de tres velocidades que hace que el churumbel mame como un cosaco, mermando seriamente con ello la economía familiar. Saldría más barato darle Don Perignon; eso sí, con la tetina normal, porque con la turbo-plus te va a echar más gases que un elefante con aerofagia. Vamos, que si no eres Bárcenas, no recibes sobresueldos del PP, no estás en un ERE de la junta de Andalucía, no cobras el PER al tiempo que trabajas en otra cosa, o no presides un sindicato, mejor que ni te plantees lo de traer niños al mundo. Tu banco te lo agradecerá. Que Dios nos asista si este mentecato retorna. Javier R. F. 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