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LATERCERA Martes 7 de julio de 2015
Sociedad
Cultura
R
VIENE DE PAG. 39
RR El novelista policial también es guionista y traductor. FOTO: TUSQUETS
RR El director residente José Luis Domínguez conduce la
Orquesta, donde empezó tocando el violín. FOTO: TEATRO MUNICIPAL.
ne una ductilidad y una capacidad
para trabajar contra el tiempo que
es única. Hacemos mucha música
en muy poco tiempo: pasamos de
la ópera a los conciertos y de estos
al ballet”, explica José Luis Domínguez, director residente y ex violinista de la Filarmónica.
Formada con el objetivo de dar cabida también a músicos egresados
del Conservatorio Nacional que no
tenían un espacio dentro de la Sinfónica de Chile, la agrupación ha
sido dirigida en su vida por conductores de prestigio, pero sobre todo ha
acompañado a solistas de primer nivel. Entre ellos el chelista Mstislav
Rostropovich, el tenor Plácido Domingo y la pianista Martha Argerich. Un lugar aparte merece el 12 de
mayo de 1984: ese día la orquesta
acompañó al pianista Claudio Arrau
en su primer concierto en Chile tras
17 años de ausencia. Fue una jornada maratónica, con el Concierto para
piano N° 5 Emperador de Beethoven
y el Primer concierto de Brahms,
dos obras sobre los 40 minutos de
duración. Aquel programa fue conducido por el maestro Juan Pablo Izquierdo y la transmisión llegó a todo
Chile por Canal 7.
Los años 80 también fueron un período de gran renovación, liderada
justamente por Izquierdo, quien tocó
por primera vez todas las nueve sinfonías de Mahler , varias de ellas en
conciertos gratis en iglesias de Santiago. En el año 1990, la Filarmónica se enfrentó a otra encrucijada
histórica al tocar en la gala de asunción del mando del Presidente Patricio Aylwin, el primer gobierno democrático de Chile en 17 años. Esta
década también fue la que demandó el mayor desafío posible para una
orquesta de teatro de ópera: entre
1994 y 1997 interpretó la tetralogía
de El anillo de los nibelungos de
Wagner, 16 horas de música a altísimos niveles de exigencia.
“La Orquesta Filarmónica ha sido
y es la viga maestra del Teatro Municipal. Ha afrontado las obras cumbres de la música como el Anillo de
Wagner, pero también las grandes
óperas de Verdi y Puccini y el gran
repertorio sinfónico”, dice Max Valdés, quien fue su director titular
entre 1990 y 1991 y luego entre el
2002 y el 2006. Fue en este último
período, que el conjunto hizo una
exitosa gira a Finlandia. “Participamos en el Festival de Opera de Savolinna, lo que es un hito en la historia del teatro. Era el primer teatro
latinoamericano en ser invitado a
ese festival. Llevamos la ópera Fulgor y Muerte de Joaquín Murieta
del compositor chileno Sergio Ortega, que despertó un gran interés”, agrega Valdés.
Con compromisos que dentro de
un par de semanas la tendrán estrenando en Chile la ópera La carrera
de un libertino de Stravinsky y compuesta por una buena cantidad de
músicos extranjeros (“alrededor de
un 40 por ciento”, en palabras de Domínguez), la Filarmónica dejó hace
mucho tiempo de ser una simple
orquesta de foso para entrar al terreno del gran repertorio. Sin embargo,
los desafíos están pendientes.
“Beethoven y Mozart son como el
agua, siempre hay que tocarlos. Pero
uno de nuestros objetivos es ampliarnos y tocar a Bach y Bruckner.
Recuerdo que cuando el maestro
Gabor Otvös dirigió Bruckner, la
orquesta llegó a un nivel difícil de superar”, dice Domínguez.
Con la misma urgencia que la interpretación de nuevas obras, la Filarmónica también siente la necesidad
de mejorar las condiciones de trabajo y hacer giras. “Estamos en un buen
momento, pero nos hace falta una
sala de ensayo y también deberíamos
viajar más en Chile”, explica Domínguez. Desde España, Max Valdés
también recuerda su paso con esa inquietud: “Me hubiese gustado presentar a la orquesta a lo largo y ancho de nuestro país. Haberla llevado
a festivales y haber grabado obras
chilenas que son desconocidas fuera de nuestro país”, finaliza.b
HOY Y MAÑANA
Filarmónica de Santiago
Dirige Konstantin Chudovsky
Danza fantástica de Enrique Soro;
Concierto para violín de Mendelssohn; Cuarta sinfonía de Tchaikovsky. Desde $ 3.000 a $ 24.000.
Petros Márkaris:
“Grecia se está
desmoronando”
R El autor griego retrata los R Ahora publica la novela
conflictos de su país a
través de los casos del
comisario Kostas Jaritos.
Javier García
Escribe con urgencia. El narrador griego Petros Márkaris (1937) comenta que ha
recibido muchos correos con
preguntas sobre la situación
social que vive por estos días
Grecia. Sólo basta mirar las
secciones internacionales de
la prensa. Tras los conflictos
económicos y el referendo
del domingo, el país liderado por el primer ministro,
Alexis Tsipras, podría quedar en la banca rota.
“Es primera vez que estoy
pasando por una realidad tan
trágica. Vivo en Atenas hace
más de 50 años y oigo a ancianos asustados en las calles, quienes discuten acerca
de sus pensiones y el dinero
que retiene los bancos”, dice
Petros Márkaris a La Tercera sobre el ambiente que agita el país. “Son tiempos muy
duros. Grecia se está desmoronando”, agrega.
El destacado escritor además es economista formado
en Alemania y Austria. Pero
es a través de su narrativa
policial como aborda los problemas que afectan a la sociedad griega. Especialmente con el personaje Kostas
Jaritos, amable e incorruptible comisario formado en el
departamento de Homicidios de Atenas. Jaritos apareció por primera vez en la
novela Noticias de la noche
(1995).
Hasta aquí hemos
llegado, el epílogo de la
Trilogía de la Crisis.
Vendrían elogiadas narraciones como Defensa cerrada (1998) y Muerte en Estambul (2008). Sin embargo,
el reconocimiento llegaría
con la Trilogía de la Crisis,
compuesta por los libros Con
el agua al cuello (2011) Liquidación final (2012) y Pan,
educación, libertad (2013). El
segundo volumen abre con el
epígrafe: “Grecia es un enorme manicomio”, citando a
Konstantinos Karamanlís,
un ministro conservador de
la década del 50.
“Había abordado el tema
de la banca, la evasión fiscal
y la generación de los políticos que nos metieron en
esto. Ahora quise hablar de
la gente”, señala Márkaris
sobre la serie de novelas que
atraviesa la Grecia del siglo
LA FICHA
Hasta aquí hemos llegado
[PETROS MARKARIS]
Tusquets
288 págs.
$ 15.900
XX y su epílogo, Hasta aquí
hemos llegado, libro que
ahora está disponible por
editorial Tusquets en Chile.
La historia se desarrolla en
una Atenas sumida en la pobreza. El empresario alemán
de origen griego, Andreas
Makridis, pretende instalar
una empresa de energía eólica. Pero aparece muerto.
Muchos hablan de suicidio.
Un grupo que opera en las
sombras, que se hace llamar
“Griegos de los Años Cincuenta”, reivindica el asesinato de Makridis.
El comisario Kostas Jaritos se hace cargo de la investigación. “Jaritos es el típico
hombre de familia de clase
media. El tiene los valores de
los pobres y decentes griegos
de finales de los años 50”, señala Márkaris sobre el personaje, cuyo plato favorito
son los tomates rellenos.
El autor, que también escribió guiones para el director de cine Theo Angelopoulos, define sus novelas como
“político-sociales”. Orientación que queda en evidencia en su obra, como ocurre
en Hasta aquí hemos llegado. En la novela, mientras
Jaritos intenta descifrar
muertes, su hija Katerina,
como abogado se dedica a
defender a unos inmigrantes
africanos. No será fácil. Katerina es golpeada por el
grupo neonazi Amanecer
Dorado. b
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