La imaginación de la funcionaria Se jubila la primera fiscal de

Anuncio
COMENTARIOS DE PASILLO
La imaginación de la funcionaria
El catedrático que plagió a la alumna
El Tribunal Supremo ha confirmado la condena por plagio
impuesta a un catedrático de la Universidad de Murcia por
plagiar la tesis doctoral de una alumna, a quien deberá pa­
gar una indemnización de 5.000 euros y costear la difusión
del fallo en un diario nacional. La Audiencia Provincial de
Valencia consideró probada la vulneración de los derechos
de propiedad intelectual de la alumna sobre su tesis, titulada
“Responsabilidad civil derivada del folleto de emisión de valores negociables”, que fue dirigida por el acusado y publi­
cada por una editorial en 2001. Seis años más tarde, el con­
denado publicó un capítulo titulado “La responsabilidad civil
del administrador de sociedad de capital en sus elementos
configuradores” en otro libro publicado por otra editorial, y
que coincidía en lo sustancial con la tesis de su antigua alum­
na. El catedrático argumentó que escribió ese artículo antes
de que la alumna presentara la tesis, pero el alto tribunal
considera que no se ha probado este extremo y le condena
además a pagar las costas.
Subastas inexistentes
La Audiencia Provincial de Guipúzcoa ha condenado a
una abogada de Irún a 10 años de prisión por estafar a más
de una veintena de clientes. La letrada les ofrecía, así como
indirectamente a familiares o allegados, supuestas subastas
donde podían comprar inmuebles embargados judicialmente
a un precio inferior al del mercado. El problema es que tales
subastas no existían, y la supuesta compra inmobiliaria era
“claramente falaz”. El dinero adelantado nunca llegaba al
destino prometido.
El Juzgado de Instrucción nº 2 de Carlet (Va­
lencia) ha condenado a un año de cárcel a una
funcionaria de la Administración de Justicia por un
delito de falsedad documental, al haber confec­
cionado un total de 22 providencias “con conte­
nido falaz”. Los hechos ocurrieron entre 2004 y
2012 cuando la mujer elaboró, “sin minuta ni instrucciones verbales de los sucesivos jueces ni se­
cretarios judiciales”, resoluciones judiciales y dili­
gencias que ella misma inventaba. La funcionaria,
que sufría una “depresión mayor” con componen­
te de ansiedad que menoscaba “sus facultades
volitivas”, decretaba la suspensión y nuevo seña­
lamiento de la vista de un procedimiento de faltas
y dejaba constancia de una serie de incidencias
relativas al mismo. Asimismo, confeccionó “una
providencia falaz” por la que suspendía una vista
para la liquidación de intereses y envió todas las
resoluciones a las partes por fax, sin que lo supie­
ran el juez ni el secretario judicial.
Se jubila la primera fiscal
de España
Rodeada de amigos y compañeros del mundo
de la judicatura, la exteniente fiscal del Principa­
do de Asturias fue la protagonista del acto cele­
brado en su honor para celebrar su jubilación tras
39 años de ejercicio en la carrera fiscal. Belén del
Valle Díaz (Cangas de Onís, 1943), licenciada
en Derecho por la Universidad de Oviedo, fue la
primera mujer que aprobó las oposiciones de in­
greso en la carrera judicial y fiscal, optando por
esta última. En 1974 tomó posesión de su primer
destino como abogada fiscal en la Audiencia Pro­
vincial de Tenerife, desde donde se desplazaría a
Orense y posteriormente, en diciembre de 1976,
a Oviedo, entre otros destinos. Ha sido además
la primera mujer en ser nombrada académica de
la Academia Asturiana de Jurisprudencia.
Pensión de viudedad para una divorciada
El TSJ del País Vasco ha reconocido
el derecho a la pensión de viudedad
a una mujer a pesar de que estaba
divorciada de su marido. Se estima
así el recurso de la mujer contra la
sentencia de un Juzgado de lo So­
cial de Vitoria que había ratificado
la decisión del INSS de denegar la
pensión. Un año después del divor­
cio se fijó una pensión compensatoria
para la mujer de 1.100 euros, que nunca llegó a
cobrar porque la pareja continuó viviendo junta y
compartiendo indistintamente la cuenta corriente.
Además, el exmarido fue hasta su fa­
llecimiento la única fuente de ingresos
de la familia. Según el TSJ, el criterio
del juzgado era “intachable desde
una lectura literal de la norma”, pero
dado que la mujer disponía de la to­
talidad de los ingresos mensuales del
hombre carecía de “sentido ético y ju­
rídico” que reclamara el abono de la
pensión compensatoria cuando ya se
estaba produciendo por esta vía su satisfacción, y
entiende por tanto que no cabe negar la pensión
de viudedad en la tesitura descrita.
Procuradores • Nº 102
51
Descargar