Fases del Método Científico 1) Planteamiento del problema: Hacinamiento Carcelario 2) Elaboración de un marco teórico: Acabo de enterarme, y se trata de una información oficial, que el número de internos en las cárceles ecuatorianas llega actualmente a 21 000, entre condenados y enjuiciados. Y como estos locales a lo más podrían albergar a la mitad, seguramente menos, se ha producido un gravísimo hacinamiento, con todas sus consecuencias negativas. En definitiva, las condiciones de vida en tales dependencias han descendido a un mínimo deplorable. Si examinamos las estadísticas, lo primero que llama la atención es el aumento sustancial de internos que se ha registrado en los últimos años, por lo que cabe preguntarse a qué se debe tal crecimiento. Habrá algunas explicaciones. Es probable que el aparato estatal esté funcionando con mayor eficacia; pero simultáneamente se aprecia un afán represor mucho más acentuado, como ocurre, por ejemplo, en los casos de tránsito por exceso de velocidad. Por su parte los jueces son mucho más recelosos en la concesión de medidas cautelares sustitutivas de la prisión preventiva, pues saben que pueden ser suspendidos y hasta destituidos por esta causa. Cualesquiera que sean la razones, el resultado es el hacinamiento carcelario. Que, lógicamente, alcanzaría niveles muchísimo más elevados si se aprueba el proyecto de Código Penal presentado por el Gobierno, que se caracteriza por la dureza de las sanciones. Tómese en cuenta, por dar un caso, que la pena de las contravenciones subiría de siete días a treinta. Peor todavía si se incorporan a los menores de edad a las sanciones del Código Penal. Y así por el estilo. La realidad actual y lo que puede ocurrir en el futuro nos deben llevar a reflexionar seriamente sobre el tema y a buscar la solución. También en la información oficial se anticipa la construcción de nuevas cárceles y la ampliación y adecuación de las actuales. Está bien, por supuesto, pero esa no es la solución completa. Es necesario que todos quienes tienen alguna responsabilidad en esta materia (legisladores, funcionarios del ejecutivo, jueces, fiscales) consideren con profundidad si la solución consiste en seguir adelante con la simple política de aumentar las penas. Por este camino se entra en una espiral que termina por volverse inmanejable: más delitos y cada vez penas más altas; más personas que ingresan a las cárceles y que se quedarán en ellas más tiempo; más cárceles, cada vez insuficientes, cada vez más peligrosas. La experiencia mundial demuestra que de esa manera no se logra disminuir la criminalidad. Al contrario hasta se puede afirmar que, inesperadamente, se eleva y se vuelve más amenazadora. Además, aumenta la impunidad. Y hay que decirlo: la oferta de algunos candidatos de aumentar las penas para garantizar la seguridad de los ciudadanos es una pura demagogia, que se sustenta en la angustia que siente la gente frente a una delincuencia cada vez más audaz. Pero son otros, más complejos, los mecanismos para conseguirla. Tengamos en cuenta que la cárcel es la síntesis y el espejo de lo que ocurre en un país con la justicia. Y es un espejo cruel, que no disimula para nada la realidad. Hacinamiento carcelario, un problema rumbo a erradicarse EL 64% DE LOS REOS TIENE SENTENCIA. DESDE 2008 SE TRABAJA EN UN PLAN ESTRATÉGICO PARA MEJORAR EL SISTEMA PENITENCIARIO El Ministerio de Justicia apunta a terminar con la sobrepoblación en los centros de detención a nivel nacional. La capacidad actual de los reclusorios es de 12.089 reos, aunque acogen a 22.029 personas privadas de la libertad (PPL). Redacción Justicia La Penitenciaría del Litoral tiene una capacidad para 2.533 personas privadas de libertad (PPL), pero recluye a 5.858 individuos. Eso representa un 131,26% de sobrepoblación en el lugar. Esta es una muestra del nivel de hacinamiento que actualmente existe en las prisiones del país. La cárcel de Guayaquil acoge al 26,59% de la población penitenciaria a nivel nacional, que es de 22.029 PPL. Pero la capacidad de los reclusorios en Ecuador solo es de 12.089 plazas, por lo que el hacinamiento actual es de 82,22%. Este es un problema que ha afectado el sistema carcelario por varios años. Al haber mayor cantidad de reclusos que espacios disponibles, es más complicado controlar la corrupción en los centros. El tráfico de drogas y armas es común. En cada requisa realizada en los diversos presidios del país, los guías siempre encuentran artículos prohibidos en poder de los reos. En la Penitenciaría del Litoral hay varias bandas que se pelean el control del lugar. Los caporales tienen a su cargo a decenas de hombres y, pese a la continua intervención de las autoridades, establecer el orden se complica. Desde 2008, la rehabilitación social es política de Estado en Ecuador, por lo que se ha armado un plan estratégico para que terminen los problemas de hacinamiento y corrupción en esos sitios. Por ello, el Ministerio de Justicia proyectó construir tres nuevas prisiones, tomando como referencia los mejores estándares a nivel mundial. La primera en edificarse fue la de Guayaquil, que ya está lista y que empezará a funcionar entre el próximo mayo o junio. Los nuevos reclusorios tienen una capacidad promedio de 3.410 PPL. El próximo año se terminarán de edificar los de Cuenca y Latacunga. Con la integración de los tres nuevos centros habrá 10.230 plazas más para personas privadas de libertad. Así, para el año 2014 se habría cubierto el hacinamiento (sin tomar en cuenta que haya un incremento de reos). Hasta 2015, el Gobierno ecuatoriano tiene previsto invertir 550 millones de dólares en la construcción de nuevos centros Pero el Ministerio de Justicia también apunta a que la rehabilitación social realmente funcione y que los reos sean reinsertados en la sociedad luego de cumplir sus respectivas condenas. Para eso se ha creado un modelo de gestión penitenciaria integral y más humanitario, que tiene como eje central trabajar en un plan de vida adecuado para los internos y un plan post reclusión Si actualmente existe un hacinamiento carcelario no visto antes −pese a los esfuerzos que se hacen−, cuando se ponga en vigencia el punitivo nuevo Código Integral Penal, que se aprueba en la Asamblea Nacional, la crisis puede estallar. Faltarían cárceles no solo para los médicos, si no se recoge el clamor general y se rectifica el texto aprobado. Por ello es bueno advertir a tiempo estas amenazas reales que rebasan los esfuerzos y los recursos que se han puesto últimamente. El tema sigue siendo de fondo, estructural, y no se puede solucionar solo con la construcción de nuevas cárceles, la entrega de recursos y la capacitación del personal. Hay que ir a las causas y no solo a los efectos que esto produce. Una de ellas, que los esfuerzos vayan acompañados de una acción diligente de la administración de justicia y se ponga fin a los abusos de la prisión preventiva, que casi se ha vuelto regla en lugar de ser la excepción, como sostienen penalistas, catedráticos y expertos en la materia. Uno de ellos, reflejado en la investigación de la Fundación del Debido Proceso. A esto se suman los presos sin sentencia, alrededor del 30% de la población carcelaria. Por estos problemas crece a diario el número de detenidos. Hasta septiembre último hubo cerca de 23 800 presos y a mediados de octubre ya rebasan los 24 200, según los datos oficiales, con una proyección de crecimiento y una capacidad instalada en los centros carcelarios de 12 338. Cómo se puede mantener centros como el de Quito (CDP) con más de 1 360 presos cuando tiene capacidad para 400. Machala más de 860 con capacidad para 150. Quevedo 675 con capacidad para 120. Y así el resto. Cuando esta administración llegó (2007) con razón criticaron el hacinamiento con cerca de 19 000 presos. Qué decir hoy, casi 7 años después, con 5 000 presos más de esa cifra recibida. Con la Espe en forma rápida se han graduado tres promociones con cursos intensivos para agentes de tratamiento penitenciario (exguías penitenciarios); capacitación, no formación porque no existe un plan permanente de largo plazo, con una malla curricular y una política de Estado que permita manejar con certezas el tema carcelario y una auténtica rehabilitación social, con centros que dediquen todos sus esfuerzos a la ocupación y trabajo de los presos. Ejemplos en el mundo existen muchos. Pese a las críticas oficiales por las denuncias de presuntas irregularidades y gastos excesivos (qué dice la Contraloría) en el Centro de Rehabilitación de Guayaquil, tampoco va a solucionar el problema. La nueva edificación ayuda pero no soluciona todo. Si se estima que daría cabida a alrededor de 4 000 personas, por anuncio oficial, qué se hace cuando a octubre último entre la cárcel 1, 3 y de mujeres, actualmente rebasa los 8 000 detenidos, con tendencia a subir por lo anotado. 3) Formulación de la hipótesis (ver investigación) 4) Aplicación de observación entrevista y encuesta (ver investigación) 5) Análisis e interpretación de datos (Pendiente) 6) Comprobación de hipótesis (Pendiente) 7) Difusión de resultantes (Pendiente) 2013. http://www.telegrafo.com.ec/justicia/item/hacinamiento-carcelario-un-problema-rumbo-aerradicarse.html. http://www.telegrafo.com.ec/justicia/item/hacinamiento-carcelario-unproblema-rumbo-a-erradicarse.html. [En línea] 29 de 04 de 2013. [Citado el: 23 de 10 de 2013.]