BLOQUE 9. - utreratae1

Anuncio
ESPA NIVEL II ÁMBITO SOCIAL
BLOQUE 9. – DEL ANTIGUO REGIMEN A LAS SOCIEDADES
DEMOCRÁTICAS.
ESQUEMA
1. La crisis del Antiguo Régimen: Rasgos básicos de la sociedad estamental. La Ilustración.
2. La quiebra del Absolutismo monárquico y la construcción de la sociedad liberal: La Revolución
Francesa.
3. Liberalismo y nacionalismo en Europa.
4. La profundización democrática del liberalismo: La lucha por el sufragio universal. Los
movimientos sufragistas.
1. La crisis del Antiguo Régimen: Rasgos básicos de la sociedad
estamental. La Ilustración.
Podríamos definir el Antiguo Régimen como el tipo de sociedad existente anterior a la
Revolución Francesa: conjunto de rasgos políticos, sociales y económicos que caracterizaron a
Europa y sus colonias durante los siglos XVII y XVIII. Los primeros en utilizar esta expresión fueron
precisamente algunos intelectuales revolucionarios que a finales del siglo XVIII estaban intentando
crear en Francia un nuevo modelo de sociedad. Para ellos, la sociedad que querían dejar atrás era
injusta, irracional y anticuada, y la denominaron Antiguo Régimen porque sabían que estaban
construyendo un nuevo régimen, un nuevo modelo de sociedad que, por cierto, aunque ha
evolucionado y avanzado, es en gran parte el modelo de las actuales sociedades democráticas: el
régimen liberal.
a) La sociedad estamental del Antiguo Régimen
Vamos a hablar ahora de cómo se organizaba la sociedad en la época del Antiguo Régimen.
Para que te sirva de comparación, piensa un momento en cómo se organiza nuestra sociedad actual.
En la España actual, como en todos los países democráticos, todas las personas son iguales ante la
ley. Eso no quiere decir que todas las personas tengan el mismo nivel de vida. En la actualidad
podemos encuadrar a las personas en distintas clases sociales según su riqueza, pero en un país
democrático el tener más medios económicos no hace que nadie tenga privilegios ante la ley,
todas las personas tenemos los mismos derechos.
Si volvemos a la Europa del Antiguo Régimen comprobamos que las cosas eran muy
distintas. La riqueza de las personas era muy desigual, más que hoy en día, pero existía un
criterio mucho más fuerte que el dinero para establecer las diferencias sociales ya que las
personas se clasificaban por su función en la sociedad en tres estamentos, y cada uno de
estos estamentos tenía un trato distinto ante la ley.
Podríamos definir como estamento a un grupo social cerrado al que se pertenece casi
por nacimiento y de por vida, y que no depende de la riqueza de una persona, sino de la
función que desempeña en la sociedad.
En la sociedad del Antiguo Régimen había dos estamentos privilegiados: la nobleza (su
antigua función era la defensa de la sociedad) y el clero (rezar); y otro no privilegiado
(trabajar para los otros grupos) que incluía al resto de las personas: burgueses, artesanos,
campesinos y también grupos marginales. El nombre que se daba a este tercer estamento, al
que pertenecía la inmensa mayoría de la población, variaba según los países: podemos
llamarlo el pueblo, el estado llano o, como en Francia, simplemente el tercer estado.
1
1) Los privilegiados: la nobleza y el clero
— Poseían la mayor parte de la riqueza, basada sobre todo en las grandes propiedades
agrícolas.
— Pese a su riqueza, no tenían que pagar impuestos.
— A ellos se reservaban en exclusiva los cargos más importantes del Estado y del ejército.
— Eran juzgados en caso de delito por tribunales propios y con unas leyes distintas a las
del resto del pueblo.
— Algunos miembros de la alta nobleza y el alto clero tenían derechos sobre personas
comunes, poseían señoríos, territorios cedidos por el rey en los que administraban la
justicia, cobraban los impuestos y prácticamente imponían su voluntad al campesinado.
— Dentro de los dos estamentos privilegiados podríamos encontrar personas de distinto
rango y poder adquisitivo:
— La alta nobleza era una minoría muy reducida que tenía grandes fincas y grandes mansiones así
como los principales títulos nobiliarios (condes, duques...). La pequeña nobleza era el resto, podían
tener pocos recursos incluso, pero seguían siendo nobles por su sangre y, por tanto, contaban con
todos los privilegios jurídicos que hemos mencionado.
— Con el estamento del clero ocurría otro tanto. Podríamos hablar de un alto clero (cardenales,
obispos, abades), que vivía en la opulencia y ocupaba puestos de gran importancia junto a los reyes,
muchas veces eran hijos de la nobleza. Pero también existía el bajo clero: curas rurales que vivían en
humildes parroquias y sin grandes lujos, eran hijos de campesinos..
2) El Tercer Estado
Alrededor de un 90% de los habitantes de un país pertenecían a este estamento no
privilegiado, eran los que pagaban impuestos, y daba igual la riqueza que pudieran poseer,
estaban considerados como inferiores a los otros dos estamentos.
El Tercer Estado era también un conjunto muy desigual en cuanto a la riqueza y dedicación
de la gente. Estaba formado por:
— El campesinado: constituían la mayor parte de la población (el 80%) y había desde
jornaleros miserables a pequeños y medianos propietarios acomodados.
— La burguesía: Formaban parte de la población urbana, eran comerciantes y propietarios
de talleres artesanales, profesionales como abogados, boticarios y médicos, y grandes
mercaderes que habían conseguido enormes fortunas con el comercio internacional.
— Las clases trabajadoras urbanas: Criados, aguadores, obreros, dependientes...
— La población marginal: mendigos, vagabundos o malhechores.
En la época final del Antiguo Régimen, las personas más acomodadas del Tercer Estado, la
burguesía, empezaban a sentirse realmente incómodas por ser tratadas ante la ley como la
inmensa mayoría del pueblo llano, formada por campesinos pobres y analfabetos. Dotados de
riqueza y de formación intelectual comenzaron a reclamar que se les reconociera su papel
en la sociedad, ya que estaban siendo el auténtico motor de la economía.
2
b) El gobierno en el Antiguo Régimen
Su forma más típica fue la denominada monarquía absoluta. Esta forma de gobierno es
encabezada por un rey que acumula en su persona todos los poderes del Estado.
Por otro lado, desde la Edad Media existían en los reinos europeos asambleas que
representaban a los tres estamentos de la sociedad, llamadas de distinta forma según los
países: Parlamento en Inglaterra, Estados Generales en Francia, Cortes en Castilla y Aragón,
etc. Los monarcas absolutos empezaron a gobernar sin reunir estas asambleas, y por lo tanto
sin consultar a los representantes de los súbditos. Cuando el Antiguo Régimen entre en
crisis, el papel de estas asambleas será decisivo para la creación de un nuevo régimen
político.
c) La economía europea durante el Antiguo Régimen
1) La agricultura era la base de la economía en este tiempo, ya que casi un 80% de la
población trabajaba en el campo. Era una agricultura tradicional de subsistencia,
orientada fundamentalmente al autoconsumo. Las familias campesinas trabajaban buscando,
ante todo, abastecer sus propias necesidades, lo que no siempre conseguían.
— Esta agricultura era muy vulnerable a las inclemencias del tiempo y a los desastres
provocados por plagas. Por ello, eran frecuentes las llamadas crisis de subsistencias,
períodos en los que la pérdida de las cosechas por desastres naturales dejaba a buena parte
de la población sin recursos para subsistir produciéndose las hambrunas.
3
2) La industria era básicamente artesanal, los productos eran realizados manualmente por
hombres y mujeres en pequeños talleres, situados en las ciudades.
— Los artesanos de cada localidad se organizaban en gremios, que eran asociaciones de artesanos de
un mismo oficio, cuyos objetivos eran evitar la competencia, establecer la cantidad, calidad y precio de
los productos, ayudar a sus afiliados y defender sus intereses. Cada taller poseía una organización
interna: su dueño era el maestro; en su labor le ayudaban los oficiales, que conocían el oficio y
cobraban un sueldo por su trabajo; y los aprendices.
Debido a las rígidas normas impuestas por los gremios era muy difícil innovar, invertir o tratar de
competir por producir mejor, más rápido o más barato.
d) La Ilustración
En el siglo XVIII algunos intelectuales* (personas dedicadas al estudios de las ciencias y de las
letras que ponen en cuestión aspectos del mundo en el que viven) comenzaron a criticar el sistema
del Antiguo Régimen. Surgió así un movimiento ideológico que se conoce con el nombre de
Ilustración, y a sus seguidores con el de ilustrados. Aunque este movimiento cultural nació
en Francia, pronto sus ideas se extendieron por toda Europa. Muchas de las ideas ilustradas
están plenamente vigentes en el siglo XXI, porque nuestra sociedad y nuestro sistema
político son herederos de las mismas.
La Ilustración pretendía modernizar y transformar la sociedad de su tiempo de un modo
pacífico con el buen gobierno de los reyes y la extensión de la educación, pero van a criticar
muchos aspectos de la sociedad de su tiempo, y la difusión y popularización de sus ideas
serán básicas para la caída del Antiguo Régimen.
1) Ideas esenciales de la Ilustración
— La razón humana se considera el único medio para alcanzar el conocimiento y la
verdad. En esto la Ilustración chocará con las creencias religiosas y las supersticiones
populares.
— Los ilustrados tienen una fe ciega en el progreso de la sociedad, que se debía basar en la
ciencia y en la técnica.
— Se consideraba a la Naturaleza como fuente de verdad y bondad, mientras que la
sociedad, tal y como funcionaba, se consideraba origen de la corrupción y perversión de las
personas.
— La felicidad era la verdadera meta del ser humano, y la política debía ser el arte de hacer
felices a los pueblos.
2) Principales filósofos ilustrados
Voltaire (1650-1772). Aportó fundamentalmente una defensa apasionada de la libertad
de pensamiento y una crítica de cualquier forma de fanatismo e intolerancia, en
particular de las religiones que predicaban la persecución de quienes no las practicaban.
“Detesto lo que dices, pero defendería hasta la muerte tu derecho a decirlo”.
Montesquieu (1689-1755). Destaca sobre todo por sus planteamientos políticos, defendió
que los tres poderes básicos del Estado (legislativo, ejecutivo y judicial) no debían
concentrarse en una misma persona o institución para así evitar la tiranía, criticando con
ello a la monarquía absoluta.
“Todo estaría perdido si el mismo hombre, el mismo cuerpo de personas principales, de los nobles o del
pueblo, ejerciera los tres poderes: el de hacer las leyes, el de ejecutar las resoluciones públicas y el de
juzgar los delitos”.
4
Rousseau (1712-1778). Destaca en el terreno político, defendiendo la idea de que el poder
político no viene de Dios, sino que reside en la nación. También fue un firme defensor de
la igualdad de derechos de todos los seres humanos, que consideraba un hecho natural.
“Si se busca en qué consiste el bien más preciado de todos, que ha de ser objeto de toda legislación, se
encontrará que todo se reduce a dos cuestiones principales: la libertad y la igualdad, sin la cual la
libertad no puede existir”
2. La quiebra del Absolutismo monárquico y la construcción de la
sociedad liberal: La Revolución Francesa.
En el verano de 1789 se inicia la Revolución Francesa que fue un acontecimiento histórico
que señaló el fin de un período histórico y el inicio de una nueva etapa. Cuando la Revolución
se produzca en Francia el Antiguo Régimen va a empezar a tambalearse por toda Europa, ya
que sus ideas y su ejemplo se extendieron fácilmente por los países vecinos.
La Revolución Francesa no es un acontecimiento de varios días, ni siquiera de unos pocos
años. Podríamos decir que estalla en 1789 y abre un proceso de cambios en Francia,
plagados de violencia, enfrentamientos y guerra, que van a perdurar hasta 1815.
Causas de la Revolución Francesa
- En 1789, debido a una serie de malas cosechas consecutivas, el hambre y la miseria se
extendían por Francia y el pueblo lo estaba pasando mal: No era la primera vez que esto
pasaba pero hasta el siglo XVIII no habían existido ideas que propusieran soluciones
alternativas, y esta vez, después de años de propagación de las ideas ilustradas, había
gente que pensaba que las cosas podían ser de otra forma y que había que intentar
cambiarlas.
- Había un precedente revolucionario muy claro: En 1783, y tras una larga guerra, el rey de
Inglaterra reconoció la independencia de las colonias americanas. Había nacido un nuevo
Estado que pasó a denominarse los Estados Unidos de América, y que promulgó una
Constitución, regulando las bases del gobierno y la sociedad del país de acuerdo con las
ideas ilustradas de división de poderes, soberanía nacional e igualdad de los ciudadanos ante
la ley.
- Además, la sociedad estamental estaba en crisis por las críticas de la burguesía. La riqueza
de este grupo no paraba de crecer, pero su pertenencia al Tercer Estado le impedía participar
activamente en el gobierno de la nación, por lo que su descontento era creciente.
- Y finalmente, había una enorme deuda del Estado acrecentada por la participación en la
última guerra contra los ingleses al apoyar Francia la independencia de los Estados Unidos.
a) De los Estados Generales a la Asamblea
acional (1789-1791)
Ante la enorme deuda del Estado, el rey Luis XVI decidió reunir los Estados Generales, la
asamblea que representaba a los tres estamentos de la nación: nobleza, clero y Tercer
Estado, para pedir consejo (mayo de 1789).
Siguiendo las ideas ilustradas y el ejemplo de los colonos americanos, los diputados del
Tercer Estado se proclamaron representantes de la Nación y juraron no separarse hasta
haber redactado una Constitución para Francia que organizara un nuevo sistema político,
5
económico y social.
El rey aceptó de mala gana que los Estados Generales se convirtieran en Asamblea Nacional
y que empezaran a elaborar una Constitución que iba a acabar con su poder absoluto. Ante
los rumores de que llegaban tropas reales, el pueblo parisino salió a las calles para
defender a sus representantes y asaltó la fortaleza de la Bastilla (prisión del Estado) para
tomar armas y pólvora. Había comenzado la Revolución.
La noticia de la revuelta en París se extendió por toda Francia. Muchos campesinos
atacaron los castillos y mansiones de la nobleza y saquearon sus posesiones. Se desató una
ola de violencia y pánico que se conoce como el Gran Miedo.
Para intentar calmar los ánimos, la Asamblea Nacional declaró suprimidos todos los
privilegios de la nobleza y el clero y sus derechos señoriales. Imitando lo que hicieron los
colonos americanos años antes, los diputados de la Asamblea promulgaron una Declaración
de derechos del hombre y del ciudadano, que se inspiraba plenamente en las ideas
ilustradas de libertad, igualdad y soberanía nacional. La sociedad estamental había
desaparecido de Francia.
En septiembre de 1791 el texto de la Constitución estaba acabado. En ella se determinaba
que:
• La nueva forma de gobierno sería una monarquía constitucional con separación de
los poderes políticos.
• El rey tendría el poder ejecutivo por el cual dirigiría el gobierno.
• La Asamblea Nacional, o parlamento, tendría el poder legislativo que elaboraría las
leyes,
• Los tribunales de justicia serían independientes de ambas instituciones.
• Habría elecciones para elegir a los representantes de la nación francesa, pero sólo
podrían votar los hombres y a partir de un determinado nivel de rentas, es lo que
se conoce como sufragio censitario.
b) Un intento fallido de monarquía constitucional. (1791-1792)
Sin embargo, el nuevo régimen fracasará por diferentes motivos:
• El rey Luis XVI, había aceptado la Constitución de mala gana, y su mayor aspiración
era recobrar su poder absoluto, va a conspirar buscando ayuda en los reyes vecinos.
• La situación económica seguía empeorando, y el hambre y la carestía de los
alimentos tenían descontento al pueblo.
• La división de los revolucionarios en grupos enfrentados tras las elecciones: Por
una parte estaban los moderados o girondinos, partidarios de que las cosas se
estabilizaran y se mantuviera una monarquía constitucional. Se sentaban en la parte
derecha de la Asamblea. En el ala izquierda de la misma, se habían sentado los
radicales o jacobinos, partidarios de que se hicieran cambios más profundos y hubiera
una mayor justicia social.
Fuera del parlamento, el pueblo más pobre se sentía abandonado y veía que su situación
no sólo no mejoraba, sino que empeoraba por momentos. Los más exaltados
(los sans-culottes, literalmente "sin calzones" o pantalones cortos que estaban de moda entre
los ricos) habían tomado las armas para defender la revolución y no estaban dispuestos a
entregarlas sin conseguir una mejora de su situación.
La situación estaba tan tensa que el propio rey Luis XVI intentó huir de Francia disfrazado,
pero fue capturado y devuelto a París; entonces Austria y Prusia declararon la guerra a
Francia, exigiendo que se restituyera el poder absoluto al rey e invadiendo el país.
6
c) La radicalización de la revolución.
(1792-1795)
El rey fue depuesto y se tuvieron que convocar nuevas elecciones para hacer una
Constitución republicana. Para calmar al pueblo, se decide que la votación se haga por
sufragio universal, es decir, podrían votar todos los hombres con independencia de su
riqueza.
La nueva Asamblea elegida pasó a llamarse Convención Nacional y la primera medida fue
declarar abolida la monarquía y proclamada la República como nueva forma de gobierno. A
continuación se juzgó y condenó a muerte al rey Luis XVI, provocando que los principales
reinos de Europa formaran una coalición y declararan la guerra a la República Francesa.
Francia es invadida y el gobierno revolucionario crea un ejército obligatorio y popular que
derrota a todas las tropas enemigas. En este momento el papel de los nuevos militares
como defensores de la Revolución empezará a ser importante y sus hazañas los convierten en
héroes populares destacando el joven Napoleón Bonaparte.
Ante la gravedad de la situación, los jacobinos liderados por Robespierre y con el apoyo
de los sans culottes de París, dieron un golpe de estado y tomaron el poder. Desde ese
momento se entró en una fase radical que se conoce como "el Terror”.
El nuevo gobierno eliminó físicamente a sus rivales en la guillotina y no sólo a nobles y
eclesiásticos, sino también a burgueses ricos en los que el pueblo volcó su odio; por otro
lado, adoptaron medidas a favor de una mayor igualdad económica mediante el control de
los precios y de los salarios.
En julio de 1794 otro golpe de estado, protagonizado esta vez por los diputados
moderados, acabó con la tiranía de Robespierre, que fue condenado a muerte junto a sus
principales colaboradores.
d) La estabilización de la revolución. apoleón Bonaparte.
Tras la caída de Robespierre se inicia el período del Directorio, (1795-1799), un período
reaccionario donde dio marcha atrás ante el intento de los jacobinos de crear una sociedad
más igualitaria y controlada por el Estado aunque no se consiguió y se buscó apoyos en el
Ejército: En 1799 Napoleón dio un golpe de Estado al mando de sus tropas y con el apoyo
también de muchos diputados y de la burguesía.
• Napoleón (gobernó desde 1799 a 1814) consiguió dar estabilidad al gobierno de Francia
al acabar con las luchas internas y realizando muchas reformas. Su gobierno fue del
agrado del pueblo, que, aunque no tuvo plena participación en la política, vio mejorar
su situación económica y tuvo garantizados los derechos que le había dado la
Revolución.
• Realizó una política imperialista tratando de controlar toda Europa, bien directamente
como territorios anexionados a Francia, o bien como Estados satélites, o sea
gobernados por amigos y familiares del propio Napoleón (fue el caso de España a la
que invadió y en dónde puso como rey a su hermano José Bonaparte).
• Aunque consiguió dominar prácticamente todo el continente gracias a su moderno y
bien organizado ejército, el empeño de Napoleón de enfrentarse a toda Europa estaba
condenado al fracaso: El Reino Unido será su enemigo permanente, la guerra de
guerrillas en España le supuso un serio problema y finalmente la invasión de Rusia
acabó con una derrota total.
7
Mapa: El imperio de Napoleón
3. Liberalismo y nacionalismo en Europa.
Derrotado Napoleón, y con él la Revolución Francesa, las potencias europeas vencedoras
procedieron a tratar de restaurar el orden político y las fronteras que existían en
Europa antes de la Revolución. Esto quiere decir que se restauró la monarquía absoluta y la
sociedad estamental. Este proceso y este período se conocen con el nombre de la
Restauración.
De todas maneras, a lo largo del siglo XIX, se irán produciendo otras revoluciones liberales
(la de1830, la de 1848), que acabaron por eliminar el Antiguo Régimen en casi toda
Europa. Todas estas revoluciones se inspiraron en la Revolución Francesa y acabaron con la
imposición de un nuevo régimen político: el liberalismo.
Por otra parte el siglo XIX es también el siglo de los nacionalismos, que también había
surgido con la Revolución Francesa y se había extendido por todo nuestro continente con las
conquistas de Napoleón. El mapa de Europa experimentará importantes cambios porque
las ideologías nacionalistas van a proponer que cada pueblo o nación tengan su propio
Estado.
a) La ideología liberal en el siglo XIX
El liberalismo es una ideología que tiene sus bases y principios en la Ilustración. El grupo
social que mejor se identificó con esta nueva ideología fue la burguesía.
Podemos distinguir entre un liberalismo político, social y económico:
1) El liberalismo político
El liberalismo defiende una organización política orientada hacia la libertad del
individuo. Esta libertad no depende de la decisión del rey; porque el titular último del
poder es la nación. Este poder, o soberanía nacional, implica la limitación de la autoridad
de los reyes mediante Constituciones (leyes fundamentales de un Estado) en las cuales se
8
establecen:
• la división de los poderes que evita que ninguna persona o institución pueda
acumular un poder excesivo y convertirse en tiranía. Por ello, los poderes legislativo,
ejecutivo y judicial deben estar a cargo de instituciones distintas. El derecho a legislar
corresponde únicamente a los parlamentos
• La libertad del individuo está garantizada frente a cualquier abuso por una serie de
derechos que se regulan en las constituciones: integridad personal y familiar, libertad
religiosa, protección de la propiedad privada. Muy importante es también la libertad de
expresión, porque sólo a través de una prensa libre se pueden expresar los partidos y
decidir los ciudadanos entre las diferentes opciones que se ofrecen.
• El sufragio restringido o censitario: No todos los hombres están capacitados para
poder participar en la política, solo los propietarios o profesionales de mayor renta.
2) El liberalismo social del siglo XIX
Las principales ideas del liberalismo del siglo XIX en cuanto a la organización de la sociedad
son (y muchas de ellas siguen vigentes en nuestra sociedad actual):
— La igualdad jurídica de los individuos: no deben existir privilegios para nadie.
. El bienestar de cada persona está en función de sus méritos y es por tanto inevitable
que existan pobres: la igualdad económica no es, pues, una meta del liberalismo.
3) El liberalismo económico en el siglo XIX
Fue expuesto por el economista escocés Adam Smith al defender que el Estado debe
seguir una política de mínima intervención (eliminando cualquier regulación sobre
comercio, producción, etc.), según el liberalismo, el papel que debe jugar el Estado en la
economía es garantizar la ley y el orden para que la economía pueda desarrollarse en paz y
libertad. Esto se basa en la convicción de que cada individuo buscará lo mejor para sí mismo y eso a la
larga beneficia al conjunto de la sociedad. La economía no tiene que estar sometida a un control del
Estado, ya que se regula por sí sola por la ley de la oferta y la demanda.
—
4) La primera constitución española: la Constitución de Cádiz (1812)
En 1808, España es invadida por Napoleón con el objetivo de controlar nuestro país que
era una gran potencia colonial en América; el pueblo español se levantó contra el invasor para
expulsarlo. Napoleón había nombrado rey de España a su hermano José I que trató de
ganarse el favor de los españoles mediante la Constitución de Bayona, en la que aparecían ya
derechos y libertades ciudadanas.
Mientras, se libra una cruenta guerra de guerrillas en gran parte del territorio nacional,
desde Cádiz, única ciudad no ocupada por los franceses, los gobernantes españoles
convocarán las Cortes del Reino para tratar de responder a Napoleón. Cádiz era entonces,
tras Madrid, la ciudad más rica de España por el comercio con América, contaba con una
numerosa burguesía de ideas avanzadas, predominantemente liberales, que dieron apoyo en
1812 a unas Cortes que pretenderán cambiar la forma de gobernar habida hasta entonces,
aprobando la primera Constitución de la historia de España. (La Constitución de Cádiz o de
1812).
Sus principios esenciales fueron:
• La Monarquía parlamentaria: Los poderes del rey estarán muy limitados.
• El reconocimiento de la soberanía nacional.
• La división de los poderes políticos.
• La igualdad legal de todos los ciudadanos.
• La proclamación de derechos individuales: a la educación, libertad de imprenta,
inviolabilidad del domicilio, a la libertad y a la propiedad, etc.
9
•
El catolicismo será la única confesión religiosa permitida, debido a la importancia e
influencia que tenía la Iglesia en el pueblo español.
b) Las ideologías nacionalistas del siglo XIX
Si el liberalismo tiene como base la libertad de los individuos frente al Estado, el
nacionalismo aspira a la libertad de cada nación para organizar su propio Estado y no
depender de poderes externos.
Una nación puede ser considerada como un conjunto de personas que comparten una
misma lengua y una misma cultura, o que también comparten una historia y una política
común. Para los nacionalistas una nación debe tener el derecho a constituirse en un Estado
unido (todos los miembros de la nación deben pertenecer a él) e independiente (el Estado
nacional no puede depender del Estado de otra nación).
En el sistema político del Antiguo Régimen, las diferentes monarquías absolutistas e
imperios estaban integrados por diversas naciones bajo la autoridad de un mismo soberano.
La Revolución Francesa y el Imperio Napoleónico provocaron en Europa la aparición de
ideales nacionalistas. El mapa de Europa fue además alterado por Napoleón, que apoyó la
creación de Estados nuevos aliados de Francia que restaban poder a los monarcas y
emperadores que se le oponían.
Durante la primera mitad del siglo XIX el nacionalismo fue un movimiento de carácter
liberal y promotor de movimientos de liberación nacional.
A partir de la segunda mitad del siglo XIX el nacionalismo fue transformándose en una
ideología cada vez más agresiva partidaria de utilizar la violencia para conseguir sus
objetivos. Desde entonces contribuyó a provocar conflictos que desembocaron, ya en el siglo
XX, a la mayor guerra conocida hasta entonces: la Primera Guerra Mundial (1914-1918).
10
Según el objetivo que se persiga, podemos distinguir dos tipos de nacionalismos en el
siglo XIX:
a) El nacionalismo separatista.
Es el que pretende la independencia política de una nación que se encuentra integrada
dentro de un Estado más grande. Como ejemplos podrían considerarse la lucha de los
griegos por separarse del Imperio Otomano; de los polacos por separarse del Imperio Ruso;
o de los irlandeses por separarse del Imperio Británico.
b) El nacionalismo unificador.
Es el que pretende la unificación de poblaciones con características nacionales comunes
que se reparten en distintos Estados. Como ejemplos podrían considerarse el nacionalismo
italiano y alemán que unificaron sus distintos Estados en uno solo.
Italia, dividida en varios Estados desde la Edad Media reaparece como tal en 1870 tras una
serie de guerras iniciadas por el Reino de Piamonte, constituyéndose en un destacado reino
de Europa. Algo similar ocurrirá con el nuevo Imperio Alemán, creado en 1871 a partir de la
política militar reunificadora llevada a cabo por el canciller Bismarck del Reino de Prusia, que
tendrá inmediatamente carácter de gran potencia europea por su población, desarrollo
económico y poder militar, convirtiéndose en rival directo del Reino Unido y de Francia.
4. La profundización democrática del liberalismo: La lucha por el
sufragio universal. Los movimientos sufragistas.
Aunque el pensamiento político liberal había significado un inmenso paso adelante en la
conquista de la libertad y la igualdad jurídica de los seres humanos, la consolidación de
Estados liberales no contemplaba la igualdad política para todos los hombres y mujeres,
fundamento de las actuales democracias.
Durante el siglo XIX se irá avanzando lentamente hacia formas democráticas, a
destacar los siguientes momentos:
a) Durante la Revolución francesa. En la Convención Jacobina de1793 se dio un giro radical
al proceso revolucionario incorporando algunos de los objetivos de las clases populares: La
igualdad política con el sufragio universal (aunque sólo masculino).
b) Con la aparición del Cartismo inglés: Hacia 1830 surgió en Inglaterra un movimiento
obrero pacífico que a través de sus manifestaciones y actos públicos consiguió reunir casi
dos millones de firmas en defensa de la Carta del pueblo (1837), mediante la cual se
solicitaba a la Cámara de los Comunes británica el sufragio universal y otras reformas
electorales, con las que pretendían lograr mejoras laborales, educativas y sociales.
c) Con la revolución de 1848: En esta oleada revolucionaria burguesa y liberal, la clase
trabajadora demandó ampliación de los derechos y libertades ciudadanas: sufragio
universal masculino, asistencia social a los desfavorecidos, derecho al trabajo, a la libre
sindicación obrera, etc.
d) Con el movimiento sufragista
La sociedad industrial y el liberalismo no aportaron cambios significativos a la situación
política, legal y económica de las mujeres, que siguieron estando discriminadas respecto a
los varones: la mujer tuvo vetadas las áreas profesionales de más responsabilidad así como
la educación superior, siendo relegada en el caso de la mujer burguesa al ámbito doméstico.
El liberalismo en mayor medida transformó el status de los hombres que alcanzaron primero
11
el sufragio censitario y más tarde el universal. Pero las mujeres quedaron excluidas de ambos
sistemas electorales. De estas circunstancias arrancó a partir de la segunda mitad del siglo
XIX el movimiento sufragista que reivindicaba el derecho al voto de las mujeres como
paso previo a lo que será el feminismo cuyo objetivo es la igualdad de derechos entre
mujeres y hombres.
El movimiento sufragista fue minoritario durante mucho tiempo y arraigó con más fuerza en
las mujeres urbanas de clase media que poseían un cierto grado de educación. Por lo
demás, las principales abanderadas del sufragismo y posteriormente del feminismo fueron
mujeres de los países más desarrollados del momento: las británicas y las estadounidenses.
A destacar la británica Emmeline Pankhurst (1858-1928), inspiradora de las primeras
protestas públicas sufragistas realizando manifestaciones, huelgas de hambre, etc.
El punto decisivo en la concienciación social de la mujer tuvo lugar con la Primera Guerra
Mundial (1914-1918). Durante este conflicto la mujer suplió al hombre que luchaba en el
frente en sus habituales trabajos, poniendo de relieve que si era competente para realizar
tareas propias del varón también lo era para gozar de sus derechos. Finalmente y acabada la
guerra, en distintos países le sería concedido el voto a las mujeres, como en el Reino Unido,
Alemania, Estados Unidos, etc.
En España el sufragio universal femenino no llegó hasta el año 1931con la proclamación de
la Segunda República, aunque antes que en algunos países más desarrollados como la
misma Francia, campeona de las libertades.
12
Descargar