272 la moda elegante, periódico de las familias. el salto del caballo.

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LA MODA ELEGANTE, PERIÓDICO DE LAS FAMILIAS.
liabia frente de ellos y dijo con impaciencia:'
—Son las cuatro y media; dentro de inedia hora he
quedado en llevarla contestación. Decide lo ([iie heiiios
de hacer.
—V no será mejor acompañarle, granjearnos su voluntad y ^ledirlc un indulto para V. y una colocación
para mí.
—Claro; y trabajarás como un bruto, y yo que no sirvo para nada, me mtirin'; de liaml}re ó iré á pedirte
que me des un pcda/.o de pan de limosna, l'orque
nuestros ahorros son pocos y el dinero se vá como el
humo. Si en cambio de eso Invii'íramos cinco tnillones
con un titulo de niarqm'^s...
La tentación era fueric y cada vez que Homan escuchaba las palabras del \iejo, senlia penetrar en su corazón, á manera de un danlo e.[npiin/,iiñiKlo, el ansia de
acabar de-una vez con todas sus vacilariones.
El tio (¡cromo conocia el efecto que causaba en el
ánimo del joven y continuaba escitando su codicia:
—Tendríamos un palacio, le dijo; y Celsa que es ambiciosa, que de seguro no se batirá casado por esa misma razón, te amaria como tú á ella, y se casaría contigo y todos viviríamos fcHces...
Homan le interrumpi'í pri^guntánílole:
—Y dice V. que ese honibrí! marchará mañana?...
—Al amanecer.
—[rá solo?
(5c contiimard.)
mente, no vemos razón plausible.
La fábula siempre camina rectamente á su fin:
Todavía hallamos menos aceptable el que estos allí no hay nada inútil, nada episódico.
fondos se levanten por medio de rifas. Una rita es
Nada diremos de sus magníficos versos. España
un juego de azar, mucho mas tentador y por tanto entera los sabe de memoria; pero el autor ha tenimucho mas oneroso que lo era la lolería antigua, do el buen juicio de no abusar de esta gala, como
porque losobjetos q u e s e pueden adquirir por aquel muchos abusan. El oído necesita también descanso:
medio se vienen á los ojos entre el fascinador r e - una ópera en la que no hubiese recitado, y en que
dejo de las arañas; porque allí el sorteo es, puede todo en ella fueran arias, dúos y piezas concertandecirse, una cuestión palpitante; porque son las be- tes, probablemente sei'ia inaguaíitable, por excelenllas manos de una joven las que distribuyen las t(! que fuera su música.
suertes; porque ante un público femenino de la
Del giro que el autor ha dado á la catástrofe, naespecie de aquel, nadie quiere sei'menos, y se vá da diremos, porque el mal, si en efecto hay mal
casi siempre mas allá de lo que se quiere, y hasta en ello, eslá en la época en que se escribió el dramas allá de lo que se puede.
ma. Lo terrorífico estaba de moda; la escena franLas gentes del pueblo, la clase pobre, en cuyo cesa única entonces, as])¡raba á conmover los nernúmero se cuentan los muchos que aun lloran el vios tanto como el corazón; la impetuosa corriente
mortal sincope en que yace la lolería vieja, era á del gusto público lo arrollaba todo, y era fuerza cela que con mas ardor se la veía lanzarse á aquellos der á la corriente, so pena de no hacer efecto en los
nuevos y enrollados pagarés, y lamer con paciente espectadores.
perseverancia la goma que los cerraba, haciendo
El drama fué muy aplaudido, y los actores fueexclamaciones de dolor al ver que después de tan- ron llamados varias veces a l a escena. Entre gritos,
tas lameduras buscaba en v!mo un número perdido bravos y palmadas se llamó al autoi-, pero habiénen la dilución homeopática de los cilindros. Estos dose notado que el Sr. Duque se ocultaba modesexiremos de sentimiento eran hasta cierto pnnlo tamente en el fondo del palco de una señora su
disculpables; porque para comprar una esperanza, amiga, el público volvióse en masa hacia él, y lo
por lo general ilusoria, habian a([nellas gentes con- i saludó nuevamente con estrepitosos Víctores, á los
sumido sus ahorros, de los que se pensaban utili- que el expresado señor contestó con galante y exzar, bien para cubrir sus deudas, bien para diver- presiva cortesía.
tirse en los toros del Puerto, ó, mejor cien veces
Nosotros felicitamos cordialmentc á nuestro ilusque esto, para imponerlos en la caja, donde contre amigo por este nuevo triunfo, que por otra parservarían el capital con ganancia de intereses.
le no podíamos dejar de prever.
Al pobre que en tal juego gasta su dinero, no se
El teatro estaba completamente lleno á pesar
lo agradecen, como suele decirse, ni Dios ni el mun- del estremado calor. La función era á beneficio del
do, porque á ello no le mueve el sentimiento de la apreciadisímo actor Sr. Tamayo, el cual diremos
caridad, que es quien hace santa la limosna, sino de paso que estuvo admirable en su papel.
el propio interés, que es el gran móvil de nuestro
FBANCISCO FLOBES ABENAS.
siglo.
Con limosnas se han alzado esos suntuosos edificios consagrados al cullo, esos magnífico^ establemientos para albergar á los enfermos y á los desEL SALTO DEL CABALLO.
validos, pero eran verdaderas limosnas, y no había
tras de ellas el aliciente de adquirir una alhaja ó
LA niFA.—nON ALVARO Ó LA FlíEHZA DEL SINO.
SOLUCIÓN AI, DEL iMJMERO ANTERIOR.
una baratija de mas ó menos precio; y eso dejando
Fábula.
Ha eslado llamando por algunos días la pública á un lado lo que en todo ello puede haber de comatención la rifa que laJunla de Damas y Expósitos promiso social, en cuyo caso, no entrando p o m a d a
EL MASTÍN Y EL (iALLO.
ha promovido y llevado á cabo para los objetos de la espontaneidad, el mérito es nulo.
"iPor (¡iifí hdrns íi lii Inrin
su inslitnto. Al efecto se levantó en la plaza de la
Hemos formulado estas ideas, protestando de nue(1c (lijo ül ^Mo ul tn;i.sliii)
Constitución una gran lienda, formada con arcos y vo que reconocemos, como todo Cádiz reconoce, el
cuariilo ella su órbilu corre
sin liaccr c.iso ile ti?
lienzos de los que sirvieron en la velada del Corpus, celo, la abnegación, los servicios importantísimos
—I,os lioinbies me oyen.—Y griiari
y allí estaban de manifiesto los objetos al efecto do- que presta la ilustre Junta de Damas, cu_\o pensa(]iie no los dejas dormir,
y alguno de ellos va á darte
nados, bajo la custodia de una juvenil guardia de miento en esta ocasión, aun dado caso de que no
laíi gracias con un fusil.
señoritas; algunas de ellas verificaban el sorteo, haya sido el mas conveniente, es siempre en extre—Pues si eufiídan mis ladridos,
ayudadas de galantes jóvenes.
y nadie los ([iiiere oír,
mo laudable.
yo ios oigo, y Ijasta y sol)ra
Músicas en la plaza, iluminación extraordinaria
con (juc me ¡,'uslcn .'i inL>
Pasando de aquí á otro punto, diremos que la
Amores, que farAillais
de gas, luz eléctrica, nada en fin se omitió para que gran novedad teatral de los dias que comprende
tama criticn inTcliz,
en aquellas tardes y en aquellas noches fuese, co- nuestra revista ha sido el drama /). Alvaro ú la fuerü no ser para vosotros,
iparn quilín las escribís?
mo lo l u í , numerosísima la atinencia de gentes en za (Id sino, original de nuestro respetabilisimo amiilARTZEFJBDSCII.
aquel sitio; la vista de los objetos, que según te- go y eminente poeUi el Excmo. Sr. Duque de Rivas.
nemos entendido excedió en mucho de mil, induHemos calificado á este drama de novedad teatral,
cía á la tentación, la suerte de los menos excitaba no porque en la verdadera acepcio:i de la palabra
íi probar fortuna á los mas, y la cosecha parece que lo sea, sino porque había largo tiempo que no lo
ha sido á i)edir de boea.
oíamos en Cádiz, y porque mediando la feliz cirNosotros, haciendo cumplida jnslicia al laudabi- cunstancia de encontrarse aquí su ilustre autor, eslísimo celo de las distinguidas j)anjas que forman te, en unión con el 8r. Arjona, había dirigido la ejela corporación, nos vemos, sin embargo, en el des- cución de su obra, vivificándola, por decirlo así,
agradable caso de no cslar absolutamente confor- con la fuerza del pensamiento que la creó. Además,
mes con el pensamiento de la rifa; tenemos la des- una pi'odiiccion tan rica en bellezas, siempre es j o gracia de ver esta cuestión de otro modo, y puesto ven; siempre parece nueva.
que de ella nos vemos precisados á hablar, lo haIhn Alvaro inauguró en España una escuela draremos con la conciencia íntima de nuestras convic- mática, que en nuestro concepto pudo ser nmy feciones, sin creer por ello que estas se hallen exen- cunda; pero Ihn Alvaro no ha tenido imitadores,
tas de error.
lo cual lo consideramos un mal para nuestra litePrincipiaremos por decir que estamos acordes en ratura. ElSr. Duque de Rivas enseñó un camino por
un todü con lo que respecto á este punto mani- el cual podía darse interés al drama moderno, y este
fiesta un excelente artículo, que se insertó pocos camino no se ha seguido; nuestros dramas moderdías ha en el periódico KL CÜMEUCJO : aquellas ra- nos, fuera de muy lionrosas excepciones, carecen
zones eran las mismas nuestras, y habremos por por lo general de interés: para hallarlo es preciso
fuerza de repetirlas, por mas que ellas hayan de irlo á buscar las mas veces fuera de nuestro reperperder en nuestra pluma.
torio. Nuestros dramáticos son poco afectos á baEn efecto, y aun dando de barato que las aten- jar á la liiírra; andan por lo común en zancos. ¿No
ciones de los cslabiecimientos que pertenecen á la podrían sacar, como se ha hecho hasta aquí, gran
beneficencia provincial no estuviesen cubiertas, aun pai'tidc de los cíjnlrastes que la sociedad ofresuponiendo que debiesen crearse oíros nuevos para ce? Después de aquella popular escena de la terlos que fuese preciso arbitrar j'ecursos extraordi- tulia del aguaducho de Sevilla, pintada con tan
narios, ¿que razón hay para que Cádiz, y no la pro- admirable tinta local, y en la que parece has- A TODA PERSONA QUE AMKS RE SlISCnmiHSF. QUIERA GO^OCEt A FONW
LA PÜBLICACtON SE Lfi IIEMlTini ÜN NIJMEIIO GRÍTIS.
vincia entera, sea quien para elí*' exclusivamente la respirarse el ambiente del Guadalquivir, ¿no se
contribuya, y eso por tantos conceptos diferentes? entona, por decirlo así, con mayor vigor la escena Todo pedido de suscrícíon deberá venir aoompañado de su
Los efectos cedidos para la rifa, Cádiz los ha su- terrible de la quinta del marqués? Las alegres importe en libranzas de Tesorería ó del Giro MútuO| •><*
cuyo requisito no podrá ser servido.
ministrado; Cádiz es quien ha espendido conside- castañuelas, el gazpacho tradicional y las lestivas
rables sumas en la adquisición de papeielas; á pa- travesuras del estudiante en la posada de Horna- Se suscribe en ia Administración general, calle de lA
gar los veinte reales de enlrada en el baile no han chuelos, ¿no hacen destacar con mayor energía las
Bontba, n. 1 .
venido expresamente los vecinos de Aigcciras, ni sombrías tintas del convento de los Angeles, donde
Los pedidos se dirigirán al Administrador
de Olvera, ni de Sanlúcar, ni de Medina, ni de J e - la penitente Leonor viene á pedir en vida una tumD. FEDEUICO JOLY Y VELASCO—CÁDIZ.
rez, ni de otro punto alguno de la provincia; luego ba entre las asperezas de aquel yermo? La alegría
Cádiz, además de lo que le correspondería en la junto al dolor; la vida junto á la m u e r t e : tal es el
EDITOR HESL'ÜNSABLE; D. FÉLIX PRICUARD.
derrama provincial, ha pagado por tres conceptos mundo. ¿Por qué no se le pinta así, como el Duque
de
Rivas
lo
ha
pintado?
CADIZ! 1862,—IMPRENTA Y LITOGRAFÍA DE LA REVISTA M£DICÍ.
mas una respetabilísima suma. Para esto, francaBomba n. 1.
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