PARQUE ARQUEOLÓGICO de TORREPAREDONES

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PARQUE
ARQUEOLÓGICO de
TORREPAREDONES
Un tesoro por descubrir
Excmo. Ayuntamiento
de Baena
EDITA: Ayuntamiento de Baena
Guión y Textos: Antonio Zafra (ADEGUA) y José Antonio Morena
(Ayuntamiento de Baena)
Fotografías: Ayuntamiento de Baena y Asociación para el Desarrollo
del Guadajoz y Campiña Este de Córdoba (ADEGUA)
Ilustraciones: Macarena Pozo
Maquetación e impresión: Gráficas Cañete, S.L.
PARQUE ARQUEOLÓGICO
de TORREPAREDONES
ÍNDICE
BIENVENIDA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4
LA VISITA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 6
GUÍA PARA USAR ESTA GUÍA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 8
A SIMPLE VISTA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9
– Cronología . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 10
– Todos los nombres . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 12
– Recetas para descubrir un tesoro . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 14
– Conservación y puesta en valor . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 20
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PARQUE ARQUEOLÓGICO
de TORREPAREDONES
LA VISITA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 23
– La Fuente de la Romana . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 24
– El oppidum ibérico. La muralla . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 27
– La puerta oriental . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 30
– El santuario ibero romano . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 34
– La ciudad romana . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 41
– El castillo medieval . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 54
PARA SABER MÁS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 56
LA HUELLA DEL VISITANTE . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 57
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PARQUE ARQUEOLÓGICO
de TORREPAREDONES
¡BIENVENIDOS!
Nuestro pasado, nuestro presente, nuestro futuro… os estaba esperando en Torreparedones. Poned a prueba vuestra memoria unida a vuestras dotes de interpretación para
contemplar lo visible y revelar lo invisible, acercándoos al
significado de lo que fue, es y será esta remota población
crecida sobre una loma asomada a la campiña.
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PARQUE ARQUEOLÓGICO
de TORREPAREDONES
Bienvenidos amigos a este en-
de la zona al final de la época republica-
clave levantado a 600 metros de altitud,
na y continuó durante el primer siglo de
en medio de
besa,
la campiña cordo-
constituyendo un privilegiado
nuestra era. Durante toda
la época
romana el poblamiento de Torrepa-
observatorio de cuanto le rodea.
redones continuó y fue con la disgrega-
Se trata de un lugar accesible, cruce de
ción del Imperio cuando el asentamien-
caminos en torno a un valle del que se
to languideció y dio paso al abandono,
elevan suaves lomas de fértiles suelos
si bien de forma más o menos residual
y donde
el agua ha asegurado los
asentamientos humanos a lo largo
siguió habitado hasta el fin de la Edad
Media.
de siglos. Torreparedones es una
El recinto intramuros de la ciudad, donde
evidencia clara de ello, al ser tes-
ahora os halláis, ocupa algo más de diez
tigo de la vida humana a
hectáreas, de las que apenas un 4% han
lo largo de más
de
tres mil años.
sido objeto de excavación y la consiguien-
Los materiales más
forma parte de la experiencia misma de
te investigación. Por ello, vuestra visita
antiguos
descubrimiento del pasado
hallados
que siempre ha animado el interés del
se corres-
ser humano. Como tal podéis vivir una
ponden con
la Edad
del Cobre,
verdadera
aventura en la que vues-
tra observación, dudas, comentarios,
comparaciones, hipótesis y habilidades,
defensivas
los
hilos desconocidos de esta
historia, el enigma de una ciudad allí
se habrían asentado
donde ahora ningún ser humano habita.
las murallas del si-
Salvo ahora vosotros. Esta guía pone a
la
su disposición los resultados fruto de
época ibérica, en
la investigación desarrollada en las últi-
sobre cuyas
construcciones
glo VII a.C. durante
la que hubo un desarrollo
excepcional que se completó durante el
momento inicial de romanización
pueden contribuir a desentrañar
mas décadas y os invita a disfrutar y
compartir la experiencia.
¡Adelante!
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PARQUE ARQUEOLÓGICO
de TORREPAREDONES
LA VISITA
Disfrutando mientras camináis
y cuidáis el entorno…
◗ El recorrido interpretativo
en el Parque Arqueológico
de Torreparedones sigue un
sendero al aire libre, cuya
longitud se aproxima a los dos
kilómetros. No presenta grandes pendientes, pero si tiene alguna incapacidad física debe hablar con
los responsables de la acogida antes
de iniciar la visita.
◗ Use calzado cómodo y por favor no abandone el recorrido marcado, cuidando de no dañar el yacimiento ni arrojar residuos
fuera de las papeleras distribuidas en el itinerario.
◗ Tened en cuenta la duración estimada de la visita. Normalmente se
considera que usted puede emplear
en realizar el recorrido señalizado e
interpretado entre una y dos horas.
◗ Si el clima es caluroso procure llevar agua con usted. Del mismo modo,
abríguese si el tiempo es frío y lleve
con usted paraguas o impermeable si
la lluvia amenaza.
◗ Si tiene alguna incidencia mientras
realiza el itinerario puede llamar al
( 957 747 347
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PARQUE ARQUEOLÓGICO
de TORREPAREDONES
Guía para usar esta guía
que pone a vuestra disposición información, sugerencias y
os agradece si compartís la experiencia de vuestra visita por
medio de vuestros comentarios, fotografías, videos, recomendaciones a amigos.
La Guía contiene algunas
informa- terpretativo. Esta Guía añade para
ciones e ideas que pretenden fa-
cada uno de estos puntos diferente in-
cilitar y mejorar la experiencia de vues-
formación en forma de texto, imágenes,
tra visita a Torreparedones.
etc., con objeto de enriquecer con ello
la calidad de su visita. Sentaos si os ape-
Por otra parte, la visita está concebida
como
una visita auto–guiada
tece y disfrutad del lugar mientras os
demoráis relajados en la lectura.
que el visitante realiza de manera autó-
una hoja
noma. Debéis tener en cuenta el tiempo
Disponéis igualmente de
disponible y adecuar a ello el ritmo de
en la que puedéis escribir vuestras ano-
una visita que puede demorarse entre
taciones a lo largo del paseo por Torre-
una hora y el tiempo que deseéis.
paredones. La propia Guía así como otra
información de interés está disponible
Esta Guía se propone acompañaros y
para su descarga en el sitio web de BAE-
orientaros durante el recorrido para lo
NACULTURA (www.baenacultura.es).
que disponéis de un itinerario que
podéis seguir caminando cómodamente
Os agradeceremos nos hagáis llegar
por el sendero creado a tal fin.
cualquier
comentario o suge-
rencia
al email info@baenacultu-
El itinerario establece una serie de pa-
radas espaciadas, en cada una de las
cuales hallaréis un sencillo panel in-
10
ra.es o bien por medio del teléfono
957671757.
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de TORREPAREDONES
A SIMPLE VISTA
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de TORREPAREDONES
CRONOLOGÍA
AÑOS AC / DC
PERIODOS
RASGOS
2500–1800
Calcolítico
Trabajo del cobre. Jerarquías.
Apogeo del megalitismo. Vaso Campaniforme.
1800 – 650
Edad del Bronce
Desarrollo de la metalurgia. Caballo como
montura. Carro. Arado. Aristocracia guerrera.
Necrópolis. Incineración.
650 – 218
Edad del Hierro
Uso del hierro. Mejora de armamento. Torno
cerámico. Telar. Colonizaciones. Urbanismo.
Asentamientos fortificados (oppida, castros).
218 – 27
Romano
Republicano
Romanización culturas autóctonas. Fundación de
ciudades y provincias. Arquitectura militar. Obra
Pública. Calzadas y Vías
27 AC – 476 DC Romano Imperial
476 – 1050
Alta Edad Media
1050 – 1300
Plena Edad Media
Paleocristiano. Invasiones germánicas: alanos,
suevos y visigodos. Caída del Imperio Romano
de Occidente. Creación y consolidación del
Imperio Bizantino. Dominio visigodo. Imperio
de Ghana. Expansión y dominio musulmán
(Califato Dependiente e Independiente).
Formación de los reinos cristianos. Formación
del Califato de Córdoba. Reinos Cristianos.
Reinos de Taifas. Invasiones de almorávides,
almohades y benimerines. Imperio de Mali.
Feudalismo. Castillos y alcazabas. Grandes
catedrales, mezquitas y sinagogas. Monasterios.
Peregrinaciones.
1300 – 1492
Baja Edad media
1492 – 1789
Edad Moderna
(siglos XV – XVIII)
Caída del Reino Nazarí de Granada. Caída del
Imperio Bizantino. Expulsión de los judíos y
moriscos de España y Portugal. Desarrollo
burguesía y humanismo. Florecimiento fuentes
clásicas greco–romanas. Palacios. Coleccionismo
y gabinetes de antigüedades. Exploraciones,
conquistas y expediciones de ultramar.
Renacimiento. Barroco. Neoclásico.
1789 –
Actualidad
Edad
Contemporánea
(siglos XVIII – XXI)
Industrialización. Colonización europea de África.
Creación de los estados. Planificación urbanística
y del territorio. Modernismo. Funcionalismo
arquitectónico.
http://www.arqueotur.org/cronologias.html
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de TORREPAREDONES
ALGUNOS ACONTECIMIENTOS DE LA
HISTORIA DE ROMA
– 218–201 a.C.: Segunda guerra púnica (Estrategia de Anibal contra
Roma)
– 197 a.C.: Se constituyen las provincias hispánicas (Ciudades Romanas
en España, Córdoba romana)
– 49 a.C.: Empieza la guerra civil
– 45 a.C.: Derrota de los pompeyanos en Munda, por César
– 27 a.C.: Octavio recibe el título de Augusto (Creación de la guardia
pretoriana, Se instaura el imperio, Familias imperiales)
– 41–54 d.C.: Reinado de Claudio
– 98–117 d.C.: Reinado de Trajano
– 117–138 d.C.: Reinado de Adriano
– 161–180 d.C.: Reinado de Marco Aurelio. – 337 d.C.: Muerte de Constantino y división del imperio entre
Constancio II, Constantino y Constante
– 380 d.C.: Edicto de Tesalónica convierte al cristianismo en la religión
oficial
– 402 d.C.: Capital de Occidente se instala en Ravena
– 452 d.C.: Atila Invade Roma
– 476 d.C.: Odoacro depone a Rómulo Augustulo y envía las insignias a
Constantinopla. Caída de Roma.
http://www.mundohistoria.org/temas_foro/historia–la–edad–antigua/sintesis–cronologica–la–historia–antigua–roma
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de TORREPAREDONES
TODOS LOS NOMBRES
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de TORREPAREDONES
La larga historia de ocupación humana en el lugar que actualmente conocemos como Torreparedones, ha dado pie a
que haya sido llamada de diferentes modos en ese tiempo,
habiendo dudas acerca de lo acertado de haberle asignado
tal o cual denominación.
¿Cuál ha sido entonces el nombre o nombres de nuestro
asentamiento?
Ya en el siglo XIII tras la conquista de
En el siglo
Córdoba por los cristianos, el lugar fue
Guerra y otros investigadores, identifi-
conocido como “Castro
caron el enclave como
el Viejo”,
XIX, Aureliano Fernández
Ituci Virtus
conforme a la existencia en el lugar de
Iulia, colonia inmune citada por Plinio.
restos antiguos y medievales islámicos.
Las recientes excavaciones llevadas a
siglo XVII el lugar era
conocido como Torre de las Vírgenes, modo en que fue y continúa
Durante el
cabo en el centro monumental de la ciudad romana así como lo aportado por
los restos epigráficos y escultóricos hallados parecen, en opinión del arqueó-
siendo nombrado el cortijo allí existen-
logo José Antonio Morena, confirmar
te. El motivo no fue otro que el levanta-
que estamos en esa ciudad romana ads-
miento de una
crita por Plinio al conventus astigitanus.
ermita en el siglo
XVII consagrada a las santas mozára-
Un veredicto que ha sido recientemente
Nunilo y Alodia a las que se
confirmado por relevantes arqueólogos
supuso, parece que sin demasiado fun-
como Martín Almagro–Gorbea o Jorge
damento, martirizadas en este paraje.
Maier.
Del mismo modo en el siglo XVIII fue
Cuando a inicios del siglo XX se cartogra-
identificado erróneamente como el mu-
fía la zona, este enclave aparece llama-
nicipio de Castrum
Priscum, de-
do como Torreparedones, derivado po-
bido a una incorrecta interpretación de
siblemente de una elevación próxima,
una inscripción honorífica procedente
Torre de Padrones, que ya fuera
de Ipsca.
mencionada por Fernández Guerra.
bes
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PARQUE ARQUEOLÓGICO
de TORREPAREDONES
RECETAS PARA
DESCUBRIR UN
TESORO
Castillo de Castro viejo...
Cercado de cabacotes
te veo, cuando de caba,
que de algunos tontos hizo
la codicia mentecata
Adios, castillo de bien
embejecida compaña
de estas virgenes prudentes
cuyas luces no se apagan
Miguel Colodrero y Villalobos
(Mediados del siglo XVII)
Recetas para descubrir tesoros. Sabios, moros, romanos,
judíos, campesinos jugando al escondite. Miedos y deseos
para ocultar primero y descubrir después los tesoros guardados. El pasado es un tesoro común que ahora podemos
perseguir juntos tras las pistas dejadas…
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PARQUE ARQUEOLÓGICO
de TORREPAREDONES
afán, la curiosidad, la avaricia, el protagonismo, la búsqueda de fortuna, son algunos
El
de los motivos que han llevado durante
siglos a los seres humanos a desenterrar
los restos del pasado.
Un texto de Rodrigo Amador de los Ríos,
escrito en 1905,
Los tesoros del
Rey Pompe, ilustra esta querencia
con mezcla de rigor y fantasía como no
puede ser menos conforme al asunto
nuevo a lo que acontecía siglos atrás en
que tratamos. Todo había arrancado
otros lugares de Andalucía. No habría
cuando el 16 de Agosto de 1833, un
faltado tampoco a juicio de Amador de
chico descubrió casualmente mientras
los Ríos la presencia de moros trashu-
realizaban faenas agrícolas una cripta
mantes que previo pago de cierto an-
catorce ur-
ticipo, habrían vendido gentilmente el
sepulcral, conteniendo
nas en su interior con las cenizas de
los Pompeyos. Este acontecimien-
secreto, o de
to habría despertado anhelos latentes
de recetas ofrecían la hoja de ruta a
en los campesinos que se habrían lan-
seguir. Recetas como la transcrita por
zado a una búsqueda tan afanosa como
Valverde y Perales en su Historia de la
incierta, tras el tesoro escondido. Nada
Villa de Baena:
sabias como una bien
reconocida de Bujalance que por medio
«Irás á castro el río, que es tierra de córdova –dice uno de aquellos singulares documentos, referido al año 1615 y que recuerda algunos de los cuentos de las Mil y una
noches,–y Preguntarás Por el camino que va á la dicha ciudad; y [allí] Preguntarás Por
la fuente de los albercones, que está tres cuartos de legua del lugar; á la mano izquierda del camino descubrirás los albercones, llegarás á la fuente, quitarás el agua Por
donde más bien te Pareciere, y desaguarás el albercón y quitarás siete ú ocho ladrillos
sobre la mano izquierda; hallarás una Puerta, atapiada con un betúmen muy fuerte,
que es hecho con sangre do vaca y Polvo de ladrillo, y guijas, y cal; este betúmen es
muy fuerte de romper, Por [lo] que quiere más maña que fuerza, y después de esto no
entrarás dentro en la cueva hasta que Pasen veinte y quatro horas, Porque te causaría
muy gran daño; en saliendo el aire y vaPor, que hayan pasado las 24 horas, entrarás
Por la cueva adelante cosa de treinta ó quarenta Pasos, hallarás una Puerta con dos
figuras que tienen dos tiros de bronce; no temas, si no entra, quo no te Pueden hacer
mal ninguno; hallarás una quadra con grande lumbre[1]; tiene de ancho y largo treinta
y dos Pies; en el medio della hallarás una messa de marfil con quatro Pilares de alabastro; ésta tiene encima dos coronas, una imperial, y otra real, y un cetro que tiene
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PARQUE ARQUEOLÓGICO
de TORREPAREDONES
una Piedra por remate, que á la lumbre della se pueden aSmar quinientos hombres en
la obscuridad de la noche; y á la redonda de la quadra, sobre unos Poyos, están siete
cofres ó cajones, los tres de seis Palmos de largo y tres de ancho y alto, y los quatro á
siete Palmos de largo y quatro de ancho y alto; éstos están llenos de zequies de oro; á
un lado de la quadra hallarás tres gradas, subirás por ellas, hallarás una alhacena ó
almario con tres candados muy fuertes, abrirlos as, que allí están las llaves colgadas, y
allí está la bajilla del rey Almanzor, y todo el servicio de su casa de Plata y oro.»
Relataba el propio Valverde y Perales cómo mientras visitaba la Torre de
las Vírgenes, acompañado por un campesino de Valenzuela, éste sospechando que
aquel anduviese a la búsqueda del tesoro oculto, le previno del siguiente modo:
«No se canse usted en buscar nada fuera de las murallas del castillo. Los tesoros
del Rey Pompe están dentro de ellas, y allí hay que buscarlos; pero es necesario
horadar de fuera á dentro, pues de otro modo no han de hallarse, porque hay que
retirarlos luego, saliendo de dentro á fuera. La hora no ha de pasar de la salida del
sol hasta las tres de la tarde: luego no se logrará nada, por más que usted se empeñe. Tampoco podrá nadie dar con el tesoro, si no viene con uno de mi familia, que
es la que por virtud especial tiene esa gracia, según dice la sabia de Bujalance, pues mi
familia viene soñando hace tiempo con ese tesoro, y particularmente mi madre...
»Cuando aquella gente se tuvieron que ir de aquí –prosiguió–, el Rey Pompe mandó á
sus tropas que marcharan sin quedar uno, y se quedó solo con su cuñado para enterrar
sus tesoros en los sótanos del castillo, sin que nadie pudiera verlos, ordenando que
volvieran después á buscarle á él y á su cuñado; pero no volvieron, y ellos no pudieron
salir de los sótanos donde se habían metido, y donde se quedaron y están penando al
cuidado de sus tesoros, que son muy grandes, y están en un arcón, lleno de monedas
de oro del tamaño do medios duros, en otro, repleto de barras de oro y plata, como
de media vara de largas, y en una alhacena, que guarda la corona del Rey Pompe, de
oro fino, cuajada de piedras preciosas, con otras muchas alhajas. Yo he visto todo eso
–añadió con la seguridad mayor del mundo– como lo veo á usted ahora, y lo he visto
muchas veces en sueños…
»Sólo Dios sabe lo que he cavado aquí para encontrar la entrada de los sótanos; pero,
amigo mío, el Rey Pompe y su cuñado están muy sobre aviso, poniendo siempre parábolas para extraviarme, y por eso no he sacado nada hasta la presente. ¿Usted no
sabe lo que son las parábolas? Pues, hombre, son unas señales que aparecen debajo
de tierra, como marcando por dónde ha de ir uno trabajando, y no tienen más objeto
que el de confundir y hacer perder el tiempo, la paciencia y el trabajo al que busca el
tesoro. Unas veces son un pedazo de carbón ó de madera, otras un hueso, otras piedras colocadas con cierto aquel, y otras otra cualquier cosa... »Y verasté: la sabia de
Bujalance, que todo lo sabe –continuó animándose el buen hombre–, dijo una vez á mi
madre que viniera sola con mi padre aquí al amanecer un día, y así que llegasen, que
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PARQUE ARQUEOLÓGICO
de TORREPAREDONES
se pusieran los dos mirando á la torre principal con mucha atención, antes de que el sol
saliera, y que cuando el sol diera la primer gofetá en la torre, les harían desde ella una
seña, que les diría en que sitio está la entrada para encontrar el tesoro…
«Vinieron como les había dicho, y yo, con otro hermano mío, nos quedamos allá abajo
esperando, mientras ellos se pusieron á mirar la torre, que no apartaban por nada
los ojos de ella; y apenas dio el sol la primer gofetá en la torre, desde lo alto cayó una
piedra, que vino rodando por el suelo, hasta quo se paró en un sitio… Mi pobre padre se
hizo sin querer la gracia en los calzones, de puro miedo, y mi madre perdió el habla por
un rato… Al fin, por señas y medio sofocados, pudieron llamarnos á mi hermano y á mí,
y nos pusimos todos á cavar en el sitio donde la piedra había quedado, y allí cavamos
todo el santo día hasta las tres de la tarde, sin encontrar cosa ninguna, sino parábolas
y más parábolas que nos extraviaron…
»Y, no crea usted; son muchos los que por estos pueblos y cortijos han visto en sueños
los tesoros del Rey Pompe. En Valenzuela, el año pasado, los vió varias noches seguidas
la mujer de un zapatero, hombre algo incrédulo, pero que, convencido por ella, vino
aquí en su compañía, y se puso á cavar, y así se llevó tres días; y como no estaba hecho
á esta faena, amigo de Dios, se le llenaron las manos de borregas, que le chorreaban
sangre. Aburrido de no hallar nada, volvió con su mujer á Valenzuela, convencido de
que todo eran disparates y figuraciones. Días después se levantó la mujer una mañana, diciéndole que había vuelto á soñar con el tesoro, y que era señal de que debían
Plano de los caminos y ciudades romanos en la Alta Andalucía, donde se advierte la localización de Torreparedones (Ituci Virtus
Iulia), según Fernández–Castro y Cunliffe, 2002, fig. 9.
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PARQUE ARQUEOLÓGICO
de TORREPAREDONES
volver á cavar en el castillo; pero el zapatero, en cuanto oyó lo de cavar, cuando aun
tenía las manos en carne viva, le pegó dos gofetás á la parienta, que la volvió loca, y
desde entonces ya no ha vuelto á soñar con el tesoro. »Como éste ha de ser para mí y
los de mi familia un día ú otro, pues al fin hemos de acertar, yo he de arrastrar coche;
y aunque me diera usted cinco duros diarios de jornal, no trabajaré con usted, si no es
á la parte de lo que saquemos; y si usted lo hace por su cuenta, será todo inútil, y
se cansará en balde no estando con usted yo ó alguno de mi familia, que somos los
que tenemos la gracia como le he dicho.»
Este largo relato nos acerca a la figura
por parte de anticuarios de la zona.
de un Rey Pompe, fruto de la imagina-
Ya hemos mencionado el hallazgo del
ción popular que no sabemos si arranca
sepulcro de los Pompeyos
del descubrimiento fechado en 1833 o
acaecido en 1833. Por esos años tam-
si más lejos en el tiempo, nos lleva hasta
bién se había descubierto una estatua
los años de aquella lejana batalla de
de tamaño cercano al natural, realizada
Munda (45 aC) cuando la gente atemorizada habría ocultado sus riquezas.
en caliza blanca.
Lo que sí parece cierto es que la mezcla
Algunos eruditos
de hechos históricos con deseos moti-
a Torreparedones a lo largo del
se acercaron
siglo
vados por la codicia, llevaron a inventar
XIX y XX para discernir sobre el origen
numerosos relatos, basados en ocasio-
del asentamiento y su identificación
nes en hechos acontecidos al hilo de ex-
pero no fue hasta finales de este último
pulsiones como las vividas por los judíos
siglo cuando se desencadenó un reno-
al ser arrojados de la Península en 1492
vado interés hacia el mismo, propician-
o como los moriscos al ser expulsados
do la investigación científica. Así, coin-
por Felipe II, viéndose llevados unos y
cidieron en el tiempo la publicación en
otros a esconder sus joyas y dineros.
Situaciones que habrían alimentado la
esperanza campesina durante siglos.
1989 del texto de José Antonio Morena “El santuario ibérico de
Torreparedones”, con la puesta
en marcha de un proyecto de investi-
Más cercano en el tiempo y próximo a la
gación auspiciado por la
realidad, es el relato cronológico de los
Universidad Complutense
descubrimientos públicamente habidos
de Madrid y el Instituto de
y conocidos en el lugar de Torreparedo-
Arqueología de la Universi-
nes. En los siglos XVI y XVII se recogie-
dad de Oxford, denomina-
ron los primeros materiales arqueológi-
do
cos, inscripciones fundamentalmente,
20
“The Guadajoz
Project” que en el mar-
PARQUE ARQUEOLÓGICO
de TORREPAREDONES
co de sucesivas campañas
entre finales de los años 80
y primeros 90, propiciaron
la intervención en varios
sectores de la muralla, el
santuario extramuros y la
puerta oriental.
Más recientemente, en los
años 2006–07 y 2009–10,
han tenido lugar sucesivas
campa-
Al día de hoy, Torreparedones es un
ñas de excavación, promovidas Parque
Arqueológico
que
por el Ayuntamiento de Baena quien
cuenta con una superficie intramuros de
desde entonces es propietario de los
más de diez hectáreas de las que apenas
terrenos que han sido vallados en tan-
4.000 m2 han sido excavados. La puesta
en valor de algunos de los elementos más destacados como
la puerta oriental, el santuario
o el centro monumental de la
ciudad romana, enlazados por
medio de un cómodo itinerario
peatonal constituyen el eje de
una visita que permite al visi-
tante ser parte activa
de la sucesión de los acontecimientos venideros que sin
plan de intervención en el recinto. Estas
descubrimiento del tesoro anhela-
campañas han permitido la actuación
do, nuestro pasado, nuestra historia.
to se ponía en marcha un ambicioso
duda nos irán acercando al
sobre los lugares más singulares como
la muralla ibérica, la puerta de acceso a
la ciudad romana, el santuario iberorromano, el centro de la ciudad y el castillo
medieval.
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de Baena
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PARQUE ARQUEOLÓGICO
de TORREPAREDONES
CONSERVACIÓN Y PUESTA
EN VALOR
Estamos en un yacimiento que se conserva in situ manteniendo gran parte de las estructuras halladas en las excavaciones,
acondicionándolas para la visita como forma de unir la labor de
conservación e investigación con la de divulgación pública.
La adquisición por parte del
Ayun-
tamiento de Baena del recinto
completo del yacimiento ha evitado mayores problemas de deterioro o expolio
22
desarrollo socioeconómico local para
los años venideros.
Así entendido, el proyecto
BAENA-
del mismo, representando un compro-
CULTURA representa la plasmación
miso claro de conservación de los recur-
de esta estrategia, reuniendo una serie
sos arqueológicos del municipio. Así se
de recursos patrimoniales – Parque Ar-
contempla en la normativa urbanística
queológico de Torreparedones, Cueva
municipal, lo que se traduce en una po-
del Yeso, Castillo, Museo Histórico, Mu-
lítica decidida dirigida a la protección y
seo del Olivar y el Aceite, Embalse de
puesta en valor de estos recursos, en-
Vadomojón, Vías Verdes, entre otros–,
tendidos como un motor estratégico del
en los que se aprecia por igual, tanto su
PARQUE ARQUEOLÓGICO
de TORREPAREDONES
valor testimonial e identitario como su
Diferentes textos normativos desarro-
atractivo para concitar el interés de los
llados en la segunda mitad del siglo XX y
visitantes. De este modo se quiere crear
más de 150 años de actividad arqueoló-
un círculo virtuoso que anime la econo-
gica, han permitido definir una serie de
mía local y proporcione una experiencia
principios básicos aplicables a
única a quienes disfruten de una estancia en Baena.
la restauración
del Patrimonio Arqueológico, desde el pun-
to de vista de su gestión:
Al mismo tiempo, la Junta de Andalucía, en el marco de la normativa de
– preservación in situ
Patrimonio Histórico Andaluz, declaró en su
– interdisciplinariedad
día la protección del Asentamiento y
– diferenciación
de la Fuente de la Romana como Zona
– documentación
Arqueológica, así como de Bien de In-
– reversibilidad
protección del
– investigación
terés Cultural al castillo
medieval en su categoría de monumento. Del
mismo modo, el Conjunto Arqueológico de
Torreparedones se halla
incluido en la Red
de
Espacios Culturales de Andalucía creada al amparo
de la Ley 14/2007, de
26 de noviembre, del
Patrimonio Histórico de
Andalucía.
En las excavaciones que se están llevan-
En el yacimiento de Torreparedones se
do a cabo colaboran activamente profe-
están llevando a cabo diferentes formas
sionales e instituciones académicas y de
de restauración que van desde la inter-
investigación, notablemente la Universi-
vención directa a la consolidación y re-
dad de Córdoba, entre otras.
construcción. Se procede por ejemplo
Excmo. Ayuntamiento
de Baena
23
PARQUE ARQUEOLÓGICO
de TORREPAREDONES
reconstrucción
de algunas
dos de factores ambientales externos
estructuras arqueológicas dando lugar a
tras la excavación. En este caso no se
un nuevo elemento como ocurre en la
modifica el aspecto de la estructura
Puerta Oriental o en el Santuario Ibéri-
sino que “se congela la ruina en un
co. Finalmente se han creado distintas
determinado momento y se frena su
réplicas a manera de reproducción
destrucción”. Por otra parte, la Carta
de algunas de las esculturas halladas
de Venecia reconoce como única in-
en el yacimiento para su colocación in
tervención legítima y permitida en los
a la
situ, mientras que los originales pueden
yacimientos arqueológicos, la
anas-
contemplarse en el Museo Histórico de
tilosis o recomposición de las partes
Baena.
existentes pero desmembradas. El betilo de Torreparedones fue objeto
de una anastilosis
cuyo resultado final puede observarse también en
el Museo Histórico
de Baena.
Igualmente, la reconstrucción
par-
cial de algunas estructuras permite
una mejor comprensión
de
las
mismas. ActuacioDe este modo el Parque Arqueológi-
nes como las llevadas a cabo en la puer-
co de Torreparedones permite asistir
ta oriental, el foro o el santuario ibérico,
a diferentes formas de restauración
añaden tras la reconstrucción a la que
presentes en un yacimiento. Así, en
24
han sido sometidas un componente in-
el mercado romano se ha procedido a
terpretativo a la idea de conserva-
una consolidación
ción y divulgación que subyace en toda
de las es-
tructuras arqueológicas existentes
la intervención habida en el Parque Ar-
con objeto de evitar problemas deriva-
queológico de Torreparedones.
PARQUE ARQUEOLÓGICO
de TORREPAREDONES
Plano de Torreparedones (“Torre de las Vírgenes”) y su entorno, realizado por A. Fernández–Guerra
en su memoria inédita de 1834. Archivo Familia Miranda.
Plano del asentamiento de Torreparedones, con indicación de sus murallas.
En la parte sur, adosado a la muralla se sitúa el santuario de Caelestis. Según
Fernández–Castro y Cunliffe, 2002, fig. 3.
LA VISITA
Excmo. Ayuntamiento
de Baena
25
PARQUE ARQUEOLÓGICO
de TORREPAREDONES
LA FUENTE DE LA ROMANA
El agua de la fuente y sus propiedades curativas debieron
alentar a los primeros pobladores que ocuparon Torreparedones a fortificar el poblado y construir un santuario donde
dar culto a una diosa.
26
El agua es soporte de civilización y vida. Los manantiales
veces expresada por medio de la aso-
tuvieron una relación estrecha con el
En particular los santuarios ibéricos
desarrollo de distintas formas de religio-
se suelen hallar junto a manantiales.
sidad desde Cerdeña a la cultura bere-
Las libaciones de agua debieron jugar
ber o la etrusca con las que se emparen-
un importante papel en el culto, como
taba la práctica religiosa íbera, muchas
han mostrado diversos exvotos portan-
ciación
betilo–árbol–fuente.
PARQUE ARQUEOLÓGICO
de TORREPAREDONES
do recipientes de libación o un relieve
ferior central se advierte un orificio de
hallado en el propio yacimiento donde
desagüe. En el muro N. se disponen dos
dos figuras aparecen igualmente con un
caños para captación de agua realizados
vaso.
en piedra caliza, conservándose sólo el
propiedades mineromedicinales de las aguas de la Fuente
más occidental. Todo el interior de la
de la Romana se presentan como muy
enlucidos (incluidos los contrafuertes)
adecuadas para la curación de enfer-
con mortero de cal y arena.
Las
obra y el exterior del muro S. estaban
medades reumáticas, de ahí
probablemente la importancia de las libaciones con agua
practicadas en el santuario.
La Fuente se compone de un
pilón o de estructura rectangular de 15,95 x 2,65 metros,
con los muros N. E. y O. realizados en opus incertum (piedras de caliza de mediano tamaño de hasta 32 x 18 cm.,
dispuestas en hiladas irregulares con pequeños ripios
que las acuñan y mortero de
cal y arena) y el muro S. realizado en opus caementicium
(caementa de gravas y calizas
de hasta 5 x 4 cm y mortero
de cal y arena), este último
por el sistema de tongadas
con el consiguiente encofrado. En el exterior, el muro S.
está jalonado con pequeños contrafuer-
Hace unos años la Fuente fue objeto de
tes, también de opus incertum, añadidos
una reparación y gran parte de los de-
posteriormente; aunque sólo se ven dos
talles que antes se han descrito se han
debió tener algunos más; en la parte in-
perdido o han quedado enmascarados.
Excmo. Ayuntamiento
de Baena
27
PARQUE ARQUEOLÓGICO
de TORREPAREDONES
LA EXCAVACIÓN Y EL PROYECTO DE
RESTAURACIÓN DE LA FUENTE
El área excavada (año 2010) ha afectado a un total de 92 metros cuadrados,
quedando perfectamente delimitada por los elementos que forman parte de
la fuente y que son los siguientes:
A. Muros de contención.
B. Surtidores de agua.
C. Muro norte del pilón o contenedor.
Se ha datado que durante el periodo romano se llevó a cabo la construcción
sobre el geológico de lo que se supone sería un ninfeo o fuente monumental,
en un lugar, a las afueras de la ciudad y junto al camino de acceso, donde, en
tiempos anteriores, seguramente existía algún manantial.
Las estructuras romanas documentadas demuestran que existían una serie
de estanques al menos a dos niveles. La mayoría de las estructuras descubiertas se corresponden al nivel superior, mientras que algunas del nivel inferior
ya se conocían con anterioridad a la actuación arqueológica.
A la fase medieval corresponderían la mayor parte de las estructuras que
vemos en la actualidad. El aspecto final de la fuente tras su reconstrucción se
aproximará mucho al que tenía en la Edad Media y Moderna.
Probablemente en la fase medieval se excavaron dos cimbras o galerías drenantes que se corresponden con los dos surtidores actuales, con el objeto
de recoger agua en un pilón que se construye sobre las estructuras romanas
emergentes, es decir con un supuesto estanque situado en el nivel inferior.
Las actuaciones contemporáneas, realizadas probablemente por los anteriores dueños de la fuente, han supuesto una grave afección sobre las estructuras anteriores (romanas y medievales), lo que ha dificultado aún más la
comprensión de relaciones entre unidades estratigráficas, ya que en realidad
han sido destrucciones mecánicas de profundo calado, sobre todo en la zona
del surtidor de agua nº 1.
A la luz de los resultados de la intervención arqueológica llevada a cabo, el
Ayuntamiento de Baena ha redactado un proyecto de recuperación de la
Fuente de la Romana de Torreparedones. El proyecto no cambia sustancialmente el original, pero pretende incorporar los muros de contención medievales, hasta entonces ocultos, desplazando así el proyectado muro de contención a los originales, que se restaurarán y se recrecerán. El muro norte del
pilón tendrá que ser restaurado, dejando visibles las partes romanas.
El resto de estructuras (surtidores y estructuras hidráulicas romanas) quedarán cubiertas con geotextil y sus correspondientes aportes (arena, tierra,
etc.).
28
PARQUE ARQUEOLÓGICO
de TORREPAREDONES
EL OPPIDUM IBÉRICO,
LA MURALLA
El oppidum o poblado ibérico acabó desde el siglo V a.C.
con las viejas formas de aldea del Neolítico y concentró a la
población en recintos fortificados con un nuevo urbanismo
y orden político en torno a héroes aristocráticos locales.
muralla de Torreparedones delimita un espacio triangular que
La construcción está formada por
contiene en su interior una superficie
bloques cuadrados. La anchura me-
aproximada de 10,5 Ha. y una longitud
dia es de 4 m., si bien en algunos
aproximada de 430 m. en el lado E. a O. y
puntos alcanza los 9 m., y la altura
450 m. en el lado N. a S. El perímetro es
aproximada es de 2 m. En algunos
aproximadamente de 1 km. que discurre
puntos estuvo reforzada por torres y
adaptándose a la topografía del terreno.
contrafuertes.
La
piedra suelta con paramentos de
Excmo. Ayuntamiento
de Baena
29
PARQUE ARQUEOLÓGICO
de TORREPAREDONES
VII a.C. y mediados del siglo VI a.C. Se
considera cronológicamente hermanado con otros oppida cercanos como la
Plaza de Armas de Puente Tablas (Jaén)
o el Cerro de las Cabezas de Fuente Tójar (Córdoba).
Con la conversión de Torreparedones en
Los sondeos estratigráficos han permi-
época romana, probablemente en una
periodo de cons-
colonia, se llevaron a cabo diferentes
tido fechar el
trucción del circuito amurallado en
actuaciones que hicieron del lugar un
un periodo aproximado entre el siglo
espacio plenamente romano.
El OPPIDUM IBÉRICO
En el valle del Guadalquivir las poblaciones iberas se concentraron en torno a
oppida o poblados fortificados desde el siglo V a.C., dando fin a las formas de
vida de aldea reconocibles en el Neolítico y a lo largo de la Edad del Cobre. Surgió así un modelo político nuevo en base a héroes aristocráticos locales y el embrión de nuevas formas de agrupamiento humano en torno también
a un nuevo modelo de urbanismo. Es lo que algunos investigadores (Carandini,
1994), han llamado protociudades, lo que en los oppida ibéricos se plasmó en el desarrollo de las casas cuadradas que acogían a las familias nucleares
a la vez que la unidad familiar perdía autonomía en detrimento de la autoridad
del príncipe. A la vez, la relación de clientela sustituyó a la previamente dominante de parentesco, mientras que los espacios de culto comunales fueron
integrados en los espacios domésticos reconstruidos.
En suma, se dio paso de una forma de vida aldeana a un ámbito
urbano de calles paralelas y perpendiculares a la vez que marcando un nítido
límite material por medio de la muralla fortificada entre el paisaje rural circundante y el nuevo paisaje urbano.
30
PARQUE ARQUEOLÓGICO
de TORREPAREDONES
La organización social ibera estuvo basada en una aristocracia militar de príncipes, con gran presencia en un territorio vertebrado a partir de numerosos
asentamientos, así como en una evolución de los aprovechamientos
agrícolas y ganaderos, las prácticas de artesanía y los consiguientes
intercambios.
Todas estas alteraciones se manifestaron en un mayor peso de los
cultivos de cereales en los distintos oppida extendidos por el valle
del Guadalquivir, con un primer
pico productivo en el siglo V a.C.
y un segundo a fines del siglo III
a.C. El trigo se especializa en esos
momentos como cereal predominante del consumo humano mientras que la cebada pasa a ser alimento destinado particularmente al ganado. El mijo, destinado al consumo humano, era
el tercer cereal más cultivado en ese periodo. Igualmente otras producciones
agrícolas que se diferenciaron en ese momento fueron las leguminosas, guisante y habas como más destacadas, la lenteja y los garbanzos. Los ciclos de
cultivo eran cortos o bienales, dominando los cereales y las leguminosas en
las zonas de huerto, ocupando el lino el tercer lugar entre el grupo de cultivos principales. Durante la etapa ibérica también se extendieron los cultivos
arbóreos como la vid, el almendro y el olivo.
De manera general en el
paisaje de los iberos la vegetación natural era
predominante, en medio de un clima suave donde la encina y los lentiscos
eran las especies más abundantes del bosque, mientras que la zona arbustiva
la completaban plantas como retamas, jaras o romeros. Las riberas de los ríos
eran lugar frecuentado para la recolecta de leña, entre las masas de tarajes y
sauces frecuentes. Sin duda que la creciente intensificación de la arboricultura y la propia agricultura ocasionaron cambios significativos en el entorno de
los enclaves habitados.
Excmo. Ayuntamiento
de Baena
31
PARQUE ARQUEOLÓGICO
de TORREPAREDONES
LA PUERTA ORIENTAL
Las colonias y municipios del sur de Hispania como ITUCI,
no fueron ajenas a los tiempos convulsos que condujeron al
fin de la República y la instauración del Imperio romano. No
lejos de aquí se libró una importante batalla, Munda.
32
Si bien suponemos que en Torrepare-
tense y la de Oxford, quienes documen-
dones existieron dos
puertas, sólo
taron la torre sur, adivinando el paso de
tenemos constancia de una de ellas, a
entrada y la esquina SE. La campaña de
la que atendiendo a su posición llama-
excavación de 2006–2007 excavó el con-
remos Puerta Oriental. Ya fue objeto
junto de la puerta, despejando el paso
de estudio en 1990 por los equipos de
de entrada y poniendo al descubierto la
investigación de la Universidad Complu-
torre N.
PARQUE ARQUEOLÓGICO
de TORREPAREDONES
Para su construcción,
la primitiva
muralla fue seccionada, le-
metrales grandes bloques de piedra ca-
vantando una puerta que fue flanquea-
rejo
es de tipo poligonal, conocido
da por dos grandes torreones de planta
como opus siliceum. Las llagas o juntas
casi cuadrada. En ambos casos se dispu-
verticales son generalmente oblicuas lo
so de 8 m. en la fachada y 9,70 m. de
que unido al almohadillado y vaciado de
profundidad, mostrando los muros peri-
las caras laterales de cada bloque, do-
reados por cinco de sus caras. El apa-
taban al conjunto de robustez gracias al
efecto de claroscuro creado. Este tipo
de construcción fue común en recintos
defensivos situados en la Hispania Citerior. Los muros de cerramiento conforman una cruz en el centro de la torre,
Excmo. Ayuntamiento
de Baena
33
PARQUE ARQUEOLÓGICO
de TORREPAREDONES
estando rellenos de arcilla compacta y
Se conoce que ante la ocupación de la
gran solidez en la ci-
Hispania Ulterior por parte de los hijos
mentación de las torres debía servir de
de Pompeyo, Julio César vino a fines del
apoyo a un pie derecho que probable-
año 46 a.C. desde Italia, instalándose en
mente soportó el techo de una segun-
Obulco (Porcuna) para dirigir desde allí
da planta hueca que era utilizada como
las operaciones militares. Sin duda algu-
cuerpo de guardia.
na que las ciudades de la campiña y del
cascotes. La
valle del Guadajoz se vieron implicadas
El acceso al interior de la ciudad se controlaba por medio de un
de doble puerta,
sistema
en estas acciones bélicas. Torreparedones no debió ser ajena a ello, dada la
presentando
proximidad de Ulia, población que Julio
ambas puertas un doble batiente. Cada
César acudió a liberar del asedio de los
puerta estuvo compuesta por dos ho-
pompeyanos, así como de otros puntos
jas de madera de 1,5 m. de anchura y
de conflicto como Corduba, Ucubi o Ate-
aproximadamente una altura de 4 m. El
pavimento se construyó a base de
gua, que movilizaron tropas en el radio
de influencia de Torreparedones.
losas irregulares, con una anchura total
de 3m. y una rampa del 13,9% de pen-
En ese mismo momento de construc-
diente, con dos acerados de unos 50–60
ción de la puerta oriental se ha datado
cm. de anchura y elevados unos 35 cm.
el levantamiento de ciertas estructuras
a cada lado.
de habitación en el interior de la ciudad,
La cronología de esta puerta mo-
dando forma a dos viviendas, de una de
las cuales, situada al oeste de la torre
numental fue fechada inicialmente a
Sur, se conserva el pavimento y parte de
fines del siglo IV a.C. o comienzos del
los muros. En la otra se han hallado dos
siglo III a.C. Sin embargo, algunos ha-
contenedores grandes tipo dolium que
llazgos encontrados en la excavación
conservaban granos de trigo.
de 2006–07 apuntan hacia una crono-
34
logía romana republicana como fecha
La pérdida de función defensiva y de
de construcción de esta puerta oriental,
accesibilidad a la ciudad conllevó desde
pudiendo interpretarse en el contexto
época tardoantigua el deterioro de la
de la guerra civil romana que enfrentó
puerta, cuyo derrumbe se estima acaeció
a Julio César con los hijos de Pompeyo.
a fines del s. V o principios del s. VI d.C.
PARQUE ARQUEOLÓGICO
de TORREPAREDONES
EL PROYECTO DE CONSERVACIÓN Y
VALORIZACIÓN
La intervención realizada en la puerta oriental de Torreparedones ha sido
ejecutada por la empresa Estudio Métodos de la Restauración S.L, según
proyecto del arquitecto Rafael Sánchez, habiendo autorizado la Delegación
Provincial de Cultura las siguientes actuaciones: restauración de la calzada
de entrada y restitución del material desparecido en la misma, limpieza y
consolidación del resto de las zonas excavadas en el entorno, cimentación
por medio de zapata para asegurar la consolidación y estabilidad de la torre
sur, así como la consolidación y recrecido de las torres que flanquean la
puerta hasta alcanzar la cota más alta documentada en cada una de ellas
para recuperar, en parte, su volumetría.
Excmo. Ayuntamiento
de Baena
35
PARQUE ARQUEOLÓGICO
de TORREPAREDONES
EL SANTUARIO IBÉRICO,
LUGAR DE CULTO BETÍLICO
La presencia del santuario y del culto betílico asociado al mismo, junto a una extraordinaria colección de exvotos en piedra, configuran
uno de los elementos de mayor singularidad del Parque Arqueológico
de Torreparedones y de la cultura ibérica en la península.
La religión y creencias de los iberos, destacaban por “el carácter práctico y exclusivo de la devoción, consistente en entrar en contacto con lo luminoso para
obtener favores tangibles. Eran frecuentes los exvotos representando miembros
humanos. También se ofrendaban en Asklepios, Epidauro o la Galia romana, arrojándolos en ocasiones a fuentes con poderes medicinales”
36
PARQUE ARQUEOLÓGICO
de TORREPAREDONES
Dibujo axionométrico del santuario de Dea Caelestis de Torreparedones, según Fernández–
Castro y Cuuliffe, 2002, fig. 22.
En los extramuros del yacimien-
de tendrían lugar ceremonias religiosas
to, en el extremo sur del mismo, se han
o se colocarían los exvotos. Al sur se
dos edificios dedicados
situaba un vestíbulo al que se accedía
excavado
culto, de los que el mejor repre-
por medio de una escalinata. Frente a
sentado es el segundo en orden crono-
la puerta de la cella, una base de piedra
lógico. Probablemente tiene su origen
fue posiblemente apoyo para un altar.
en época romana republicana final o en
El edificio forma así un rectángulo de 17
época altoimperial, sustituyendo a otro
metros de largo y más de cuatro metros
anterior de mediados del siglo III aC.
de ancho, construido por medio de la al-
Tiene una estructura tripartita, con tres
ternancia de
espacios diferenciados, uno al norte, a
escuadrados de considerable tamaño y
modo de cella o zona sagrada, por de-
otras piedras más pequeñas y regulares.
lante del cual se abría un patio donde
La altura primitiva de los muros debía
se hallan restos de algunos bancos don-
ser de unos tres metros, habiendo exis-
al
hiladas de sillares
Excmo. Ayuntamiento
de Baena
37
PARQUE ARQUEOLÓGICO
de TORREPAREDONES
tido probablemente una planta superior
ser abandonado. La columna central y el
sostenida sobre una columna central. La
betilo guardan el mismo eje, siendo la
concepción arquitectónica del santuario
puerta la que está desplazada a la dere-
de Torreparedones es verdaderamente
cha, permitiendo así una mejor vista de
singular, relacionada muchas veces con
la columna betílica.
otros modelos semitas del mundo feniEn las excavaciones se han descubierto
cio–púnico.
diversas piezas de cerámica, un fragAl fondo de la cella, en la pared norte,
mento de tambor, dos altares en piedra
se hallaba una columna sin basa, ele-
caliza probablemente augústeos.
vada sobre un área cuadrangular que
se ha interpretado como una represen-
Existe igualmente una colección de más
tación de Dea
Caelestis en forma
de trescientos exvotos realizados en pie-
de betilo. El culto en este santuario tuvo
dra, representando figuras antropomor-
lugar entre el siglo II a.C. y mediados del
fas femeninas y masculinas, partes del
siglo II d.C. cuando el edificio debió de
cuerpo (piernas) y en un caso un équido.
EL BETILO Y EL RITO
No hay consenso sobre el origen y significado del término betilo. Así, para algunos investigadores éste tiene
un origen preindoeuropeo o presemítico. Para la mayoría de los autores se trata de una palabra griega que
procede del área semítica donde los betilos se conocerían como Beit-El, es decir, la morada del dios. También
se ha interpretado como origen del término, la palabra
griega βαιτη (cabra o piel de cabra), en referencia a la
piedra envuelta en piel de cabra que
Cronos tragó en sustitución de Zeus, piedra que fuera
venerada y por extensión añadió significado a todas las
piedras sagradas. Se puede decir en este sentido que el betilo representa una imagen cultural pétrea
anicónica de la divinidad. No se trata necesariamente
de una concepción primitiva o simple sino distinta, que
coexistió en ocasiones con formas antropomórficas de
representación de la divinidad. El betilo de Torrepare-
38
Restitución de la columna sacra del santuario de Torreparedones (según Cunliffe–Fernández, 1999: 102, fig. 3.62)
PARQUE ARQUEOLÓGICO
de TORREPAREDONES
dones constituía en este sentido una no representación antropomórfica de la
divinidad, considerada como no necesaria.
Estamos pues ante una piedra (natural o tallada) habitada por la divinidad, presentando forma cuadrangular o cónica, así como forma fálica en
ocasiones. El betilo de Torreparedones es un pilar columna con las
connotaciones de Axis Mundi y Universalis Columna. Se trata de una columna
cósmica o pilar de la casa, ligado en ocasiones a deidades de carácter funerario o también a la idea de fertilidad y renovación. Todos los betilos
tienen la función propia de una estatua de culto y en tal sentido se la
unge, viste, invoca, baña o se presentan ante ella ofrendas y sacrificios. Se
localizaban por igual tanto fuera como dentro del templo, presentando en el
caso de Torreparedones una tipología morfológica similar a la de las columnas
betílicas del África púnica si bien en éstas la columna era de fuste acanalado,
con basa y capitel jónico, mientras que aquí el fuste es liso. También se diferencia de los betilos griegos de tipo cónico, siendo un betilo con capitel vegetal más cercano a los de tipo corintio que a los ibéricos de tipología vegetal.
En todo caso se acerca al símbolo de betilo árbol o betilo eje, reforzado con el uso del cordón sogueado también presente en los betilos neopúnicos. Este cordón se representaría a imagen y semejanza de los verdaderos
cordones con los que a modo de bandas se vestiría habitualmente el betilo.
Conforme a su tipología el betilo sagrado de Torreparedones no debió ser
sacado en procesión. La relación del santuario ibérico de Torreparedones
con la existencia de un manantial en el mismo enclave, es sustancial para la
explicación del mismo. El agua siempre estuvo presente en la tradición
de los templos semitas, de donde podría surgir también la relación entre la
fuente sagrada con el betilo–árbol. El ritual junto al betilo estaba
acompañado generalmente por la ceremonia de libación, de ahí la disposición de una serie de lajas de piedra alrededor de la columna. Este detalle
sirve para recrear una imagen de árbol petrificado, a manera de alcorque en
torno al betilo–árbol.
Parece claro pues que el ritual en torno al betilo de Torreparedones daba una
función principal a la presencia del agua, a la que posiblemente se sumarían
ofrendas de otro tipo a la vez que el propio betilo sería vestido y desvestido
siguiendo diferentes pautas temporales. Los rasgos rituales de la cultura púnica se entremezclan con aquellos propios de la veneración betílica del mundo mediterráneo antiguo, dirigido todo ello en Torreparedones a una función
oracular más que probable.
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39
PARQUE ARQUEOLÓGICO
de TORREPAREDONES
LOS EXVOTOS
Constituyen un conjunto excepcional –casi cuatrocientos–, procedente del
depósito de exvotos que se conformó a partir de todos aquellos
que eran ofrendados a la divinidad sobre los bancos y sobre repisas en las
paredes del patio dispuestos a tal fin. Representan generalmente a figuras
humanas y miembros del cuerpo, hechos en caliza local, casi siem-
pre de bulto redondo –salvo algún pequeño relieve–, con una tendencia esquemática general con un aspecto estiliforme, a veces ceñidos con cordones
sogueados, en algunos casos directamente anacónicos, presentando rasgos
comunes a los hallados en otros santuarios ibéricos como el de Cerro de los
Santos, Bobadilla o Torrebenzalá. Algunos de ellos portaban en sus manos
vasos y lámparas, dispuestos para ser usados en el ritual.
Se ha querido establecer una relación entre las representaciones de exvotos
en forma de pies y piernas, con las virtudes terapéuticas del manantial de la
Fuente de la Romana asociado al culto que se daba en el santuario.
40
PARQUE ARQUEOLÓGICO
de TORREPAREDONES
EL CULTO A LA DIVINIDAD
La divinidad que habitaba el betilo de Torreparedones es Dea Caelestis según el epígrafe hallado en la
cabeza de una de las figuras votivas, datado a fines del siglo I a.C. o comienzos
del siglo I d.C., posiblemente en la etapa
final de la vida del santuario. Estaríamos
pues ante una primitiva diosa ibérica
asimilada a la Tanit púnica, vinculada
con Demeter asociándola con la idea de
fertilidad y renovación y venerada finalmente en su versión romana
como Dea Caelestis–Juno Lucina. El ca-
rácter sanador de las aguas
de la Fuente de la Romana situada cerca del santuario acerca a la Dea Caelestis de Torreparedones a la Isis que cuida de sus devotos, en esa idea de
restitutrix salutis tan querida en el culto de estas divinidades. El día 1 de
marzo se festejaba a Juno Lucina como patrona de las mujeres embarazadas,
celebración conocida como Matronalia. Probablemente este hecho guarde
relación con los numerosos exvotos que representaban a mujeres encintas,
que acudirían al santuario a pedir por un buen parto.
La desnudez de los exvotos femeninos de Torreparedones ha
querido asociarse con la fertilidad iconográficamente conectada con Tanit y
con Cibeles. Otro atributo que la Dea Caelestis de Torreparedones comparte
con Tanit y Cibeles es la imagen del león. Así, el relieve hallado en Torreparedones con dos figuras femeninas que portan
un vaso ritual en sus manos, presenta un capitel
leontomorfo en la columna.
Otro rasgo que el culto a la divinidad pudo tener
en el santuario de Torreparedones fue la práctica de la incubatio, a manera de espera que tenía
lugar tras la ofrenda del exvoto, aguardando las
predicciones de la diosa, hecho muy adecuado
Cabeza de exvoto procedente de Torrepasi se tiene en cuenta el carácter salutífero del
redones, con inscripción en la frente alusiva a Dea Caelestis (Museo Arqueológico y
santuario.
Etnológico de Córdoba).
Excmo. Ayuntamiento
de Baena
41
PARQUE ARQUEOLÓGICO
de TORREPAREDONES
LA INTERVENCIÓN
La intervención habida en
el santuario ha incluido la
consolidación de las estructuras exhumadas, el
recrecido de los muros del
patio central y el vestíbulo
así como de la cella. Este
espacio sagrado se ha cubierto con un entramado
de vigas, habiéndose colocado
réplicas
de la
columna sacra, altares y
algunos exvotos, habién-
reinterpretado el volumen gedose
neral del edificio.
42
PARQUE ARQUEOLÓGICO
de TORREPAREDONES
LA CIUDAD ROMANA
La calidad, magnitud y singularidad de algunos de los hallazgos habidos en la excavación del espacio público de la
que fuera colonia romana, confirman la importancia de la
ciudad y permiten revivir la cultura de aquella civilización
que tan profunda huella dejó en el área mediterránea.
La trama urbana
La colonia romana estaba configurada
en torno a un eje viario marcado por el
decumano máximo
y el cardo máximo.
El primero, con orientación E–O, debió
tener una longitud aproximada de 300
m., de los que se han excavado 46,5m.
Su trayectoria se dividía en dos tramos
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43
PARQUE ARQUEOLÓGICO
de TORREPAREDONES
adaptados en su cota y orientación a la
vamente. El tramo N. conducía hasta la
topografía del terreno. La anchura de la
puerta de acceso al foro, con una longi-
calle es de unos 3 m. con un pavimento
tud de 11 m. de calle y 5 m. de anchura.
de losas de piedra caliza irregulares, de
Del tramo S. se desconoce su anchura.
tamaño medio y grande, acuñadas con
La cronología del cardo parece posterior
pequeños ripios y unidas con tierra. Su
a la construcción del decumano máximo
construcción y posiblemente la pavi-
y bien pudiera ser de época altoimpe-
mentación, se llevó a cabo en época re-
rial, probablemente augústea.
publicana, momento en que también se
habrían levantado la puerta oriental, las
dos torres monumentales, las termas
El macellum
y la propia calzada. En época romana
altoimperial se habría luego mejorado
Si bien se ha constatado la existencia
el sistema de evacuación de las aguas
de algunas edificaciones previas, posi-
residuales y pluviales. Posteriormente,
blemente con un carácter doméstico,
entre fines del siglo II d.C. y hasta bien
avanzado el siglo IV d.C. se produjo una
colmatación continuada de esta vía.
44
fue en época
romana altoim-
perial –en torno a la primera mitad
del siglo I d.C.– cuando se construyó el
macellum o mercado, lo que significó
El cardo tenía su origen en el propio de-
el arrasamiento de las anteriores cons-
cumano máximo por medio de dos tra-
trucciones. El edificio se levantó sobre
mos que se dirigían al N. y al S. respecti-
fuertes muros de opus vittatum, con
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de TORREPAREDONES
hasta la cloaca situada en el decumano
máximo. El orden del pórtico debió de
ser corintio y formado por ocho columnas, de las que se ha conservado una.
El mercado estaba especializado en la
venta de productos alimentarios variados, sobresaliendo la venta de carne de
vaca y pescado.
una planta rectangular orientada E–O,
El edificio debió de conocer una impor-
disponiendo de 24 m. de longitud en
tante reforma entre el momento de su
esa dirección, 16,5 m. de anchura, un
construcción (siglo I d.C.) y su amorti-
perímetro de 80 m. y una superficie de
zación (mitad siglo II d.C.), con el fin de
370 m2. La potencia de los muros exter-
aumentar el espacio disponible para la
nos e internos hace pensar que tal vez el
venta de bienes, posiblemente dividien-
edificio tuvo dos plantas.
do el mercado en dos espacios incomu-
La fachada principal se abre al decumanum máximo, mientras existía una fa-
nicados. Ello supuso también una modificación en la disposición del patio.
chada secundaria al E., que comunicaba
Con posterioridad, un fenómeno de
con el cardo. Un pasillo o ambulacrum
signo contrario supuso la reducción del
con forma de U, era la primera estancia
tamaño del edificio, reflejando la deca-
que tras franquear la puerta comuni-
dencia del mismo. Esta última fase se
caba con el mercado, estando cubierto
produjo en torno a la 2ª mitad del siglo
por un pórtico. A todos los lados, salvo
II d.C., llevándose de nuevo modificacio-
en el lado N., se abrían pequeños espa-
nes en el patio y los accesos, dotando al
cios rectangulares identificados como
primero de un nuevo pavimento y po-
tabernae, dejando un patio o area
siblemente de una fuente o elemento
en el centro. Se trata pues de un edifi-
decorativo central. Al mismo tiempo, las
cio de planta central que alojó en torno
tabernae fueron cerradas con muros de
a una docena de tiendas. Se puede ob-
mampostería, conservados con poca al-
servar el pavimento de parte del patio y
tura y que debieron actuar como reban-
sus canalillos de desagüe, disponiendo
cos. A partir del siglo III d.C. la actividad
el edificio de un canalillo perimetral que
comercial debió desaparecer y el edifi-
recogía el agua de lluvia y la conducía
cio fue probablemente abandonado.
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PARQUE ARQUEOLÓGICO
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Las termas
– Caldarium. Destacan en esta sala la
estructura que en su momento estuvo
Al Sur del foro, entre el cardo y el decu-
soterrada bajo el suelo, perteneciente
mano, se hallan las termas, ocupando
al hypocaustum, como parte del sistema
alrededor de 155 m , de un complejo
de calefacción formado por un doble
que debió ser mayor, pero que man-
suelo donde discurría el circuito de aire
tiene visibles las trazas de este espa-
caliente que provenía del praefurnium.
cio de baños. La distribución espacial
En las paredes de la sala se observan
de las termas ocupaba cuatro grandes
fragmentos de tegulae en posición ver-
estancias:
tical, mientras que en el suelo de opus
2
–Apodyterium. Espacio de planta rectangular con pavimento de opus spicatum sobre una base de opus signinum.
– Tepidarium. El pavimento se ha perdido aquí, observándose apenas ladrillos
sobre una base de mortero.
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signinum se hallan las pilae que darían
apoyo a los ladrillos que a su vez sustentaban el pavimento.
– Praefurnium. Presenta una planta irregular con mal estado de conservación
del pavimento en un pequeño espacio
que apenas superaba los 15 metros.
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de TORREPAREDONES
No se han conservado restos que per-
Las termas de Torreparedones tuvieron
mitan conocer el sistema de abasteci-
sin duda un carácter público, como justi-
miento y circuito del agua. Dadas las pe-
fica su posición en el centro del espacio
queñas características de estas termas,
público de la ciudad. Posiblemente tras
es posible que el agua fuese llevada en
su destrucción en el siglo I d.C. –afecta-
ánforas o similares contenedores por el
da por la construcción del foro en época
personal de servicio a los lugares con-
augústea–, pudieron ser sustituidas por
cretos donde ésta se necesitaba: alveus,
un complejo termal de mayores dimen-
labrum y bañera del caldarium, lugares
siones, localizado en algún otro sector
cuya ubicación específica no ha podido
de la ciudad.
ser determinada.
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PARQUE ARQUEOLÓGICO
de TORREPAREDONES
El foro
Se trata del espacio que mejor documenta y testimonia la importancia de la ciudad romana que s e
localizó en Torreparedones. Su existencia tuvo
tos
dos momen-
destacados. De una
parte durante su construcción en
época augústea, y por
otra, en un proceso de reforma acontecido en época julio–claudia que afectó
también a otros edificios situados alrededor. Las excavaciones llevadas a cabo
hasta la fecha han sido parciales, por lo
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en torno al foro. Probablemente el lugar
estuvo previamente ocupado en época
republicana por otras edificaciones que
desconocemos.
que aún es temprano para interpretar
Sí parece claro que fue bajo el reinado
algunas de las estructuras construidas
de Augusto cuando debido a la promo-
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de TORREPAREDONES
Esculturas del Foro
En la excavación del foro se han hallado diferentes esculturas talladas en
mármol de color blanco. Entre éstas se hallan una cabeza–retrato de Claudio,
una escultura femenina acéfala, un togado también acéfalo, parte del torso
de otro togado, una thoracata posiblemente representando al emperador y
un fragmento de pierna con bota militar que pudiera corresponder a la misma escultura thoracata. Posiblemente estas esculturas estuvieron pintadas
de colores que sin duda les otorgaron mayor realismo. Las piezas originales
se hallan expuestas en el Museo Histórico de Baena, situándose copias de las
mismas en el propio yacimiento.
cabeza–retrato de Claudio
Representa en mármol la figura del emperador divinizado, posiblemente fechado tras su muerte. Los rebajes que se hallan en la cabeza debieron servir para
sujetar la corona cívica –cerco de ramitas de roble o
encina–, evidencia de su divinización, pero lamentablemente hoy perdida. Son pocas las representaciones
que hallamos en la Península Ibérica –Corduba, Tarraco, Bilbilis entre otras– de la figura de Claudio.
Estatua femenina icónica
Tallada en mármol blanco tiene dimensiones algo mayores que en el natural, faltándole la cabeza y la parte izquierda del torso. Viste stola, especie de
túnica amplia con mangas largas, y palla, manto colocado sobre la primera
atravesando en diagonal el pecho. Se trata de un modelo muy representado
de la conocida Koré de Praxíteles (siglo IV a.C.), similar a los hallados en Mérida, Obulco, Segobriga o Malaca. Posiblemente representaba a una dama de
la familia imperial, formando parte junto a otras esculturas como la cabeza
de Claudio, de un conjunto escultórico dedicado al culto imperial.
Escultura de togado
Escultura que representa a un personaje masculino vistiendo la típica toga,
característica de la vida pública romana. Era utilizada por los ciudadanos romanos en el ejercicio de la carrera política. Consistía en un amplio paño de
color blanco, tejido de lana muchas veces, semicircular y de grandes dimensiones (aproximadamente cuatro por tres metros). Posiblemente se tratase
de un personaje importante de las élites locales de la ciudad, tal vez un magistrado. Posiblemente fue realizada en época julio–claudia (14–68 d.C.).
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Thoracata
Hallada durante las excavaciones llevadas
a cabo en el año 2010, posiblemente represente al emperador vestido de militar,
datada en el siglo I d.C. Fue hallada en la
zona del pórtico norte del foro romano de
Torreparedones. Está labrada en mármol
blanco y presenta un excelente estado de
conservación, faltándole la cabeza y las extremidades, y pesa unos 600 kilos. Es posible que la pierna calzada con bota militar
descubierta en la campaña anterior en esta
misma zona pertenezca a esta escultura. El
personaje lleva una túnica interior de manga corta (colobium), que se aprecia en el
antebrazo izquierdo y en la parte inferior
del tronco. Viste también la coraza y sobre
ella el manto (paludamentum), que se deja ver sobre el hombro izquierdo
cayendo. En la coraza destaca la decoración con motivos alegóricos. En la
parte superior, sobre el pecho, se halla la cabeza de la gorgona Medusa, más
abajo en lo que sería el motivo principal hay dos Victorias aladas que portan
un yelmo y una espada, quedando en el centro un candelabro. En la parte inferior hay una figura femenina semidesnuda y recostada, sin atributos,
que podría interpretarse como la personificación de una provincia vencida y
pacificada. En el faldellín destacan las dos hileras de lambrequines o pteryges que protegían la zona inguinal. El personaje está en una posición de ad
locutio bien conocida en este tipo de piezas, con el brazo derecho levantado
arengando a los soldados, y apoyado sobre la pierna izquierda, quedando la
derecha semiflexionada. Muy probablemente represente a Trajano (98–117
d.C.), emperador de la dinastía antonina, nacido en Italica.
50
ción jurídica de la ciudad se produjo una
ma del centro de la ciudad, a la que nos
extraordinaria efervescencia constructi-
referimos, afectando no sólo a la for-
va que vino a modificar el perfil urbano
ma sino también a la “marmorización”
del conjunto. El foro que ha llegado a
y monumentalización de los edificios,
nosotros se corresponde prácticamente
pavimentándose el lugar con grandes
en su totalidad con el segundo momen-
losas de caliza micrítica. Se dispusieron
to descrito en su evolución constructiva.
para ello veinticinco hileras de losas, con
Fue probablemente en época
tibe-
orientación E–O y anchura entre 0,40 y
riana cuando tuvo lugar la gran refor-
1,50 metros, dando lugar a un enlosado
PARQUE ARQUEOLÓGICO
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hallan plazas cuadrangulares en asentamientos romanos como Turobriga (Aroche, Huelva). El pavimento ha mostrado
la existencia de diversas interfacies en la
superficie, con objeto de colocar en los
mismos pedestales, aras, etc. Mención
destacada merece el descubrimiento de
la
inscripción pavimental dis-
muy parecido al existente en el foro co-
puesta en el eje del foro, con una longi-
lonial de Córdoba. Un canal perimetral
tud de 18,9 m., de la que se conservan
evacuaba hacia el cardo el agua de llu-
5,6 m. con el nombre del evergeta que
via recogida. Se trata de una planta cua-
asumió la pavimentación de la plaza. La
drangular que ocupa aproximadamente
inscripción se realizó con letras de bron-
518 m2, extendiéndose 24 m. en sentido
ce (litterae aureae). Una traducción del
E–O y 22 m. en sentido N–S. No respon-
texto de la inscripción viene a decir:
de pues al modelo ideal vitrubiano de
“Marco Junio Marcelo, hijo de Marco,
plazas rectangulares, si bien no se tra-
de la tribu Galeria… [.....] de Augusto, pa-
ta de un caso aislado pues también se
vimentó el foro con su dinero”.
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PARQUE ARQUEOLÓGICO
de TORREPAREDONES
En el extremo occidental del pórtico sur
oeste, había también una escalera que
estaba el acceso a la plaza forense. En
daba acceso al templo y que se con-
el pasillo de entrada hay una cloaca en
serva en mejor estado. La basílica tuvo
cuyo interior aún se conserva una tube-
otros dos accesos más, localizados en
ría de plomo. El edificio de la basílica
civil pudo ocupar 240 m , habiéndose
2
sus extremos norte y sur y una anchura
cercana a los diez metros.
perdido por completo el pavimento, es-
52
tando este espacio sobreelevado res-
Desde el siglo III d.C. se produjo un pro-
pecto a la plaza, ascendiéndose hasta
ceso de
aquel a través de una gran escalinata.
del foro y los edificios que le rodean,
En el extremo opuesto, en el lateral
construyéndose estructuras de menor
ruina, colmatación y saqueo
PARQUE ARQUEOLÓGICO
de TORREPAREDONES
entidad. Incluso de este tiempo se han
estos está en el mismo suelo y ninguna
hallado algunos enterramientos.
fuerza los pueden mover ni destruir. Así,
A lo largo de la Edad
vejez hace más santos los sepulcros” (Ci-
Media y la
Edad Moderna se prolongaron el
en tanto que todo lo demás perece, la
cerón, Phil. IX. 6)
saqueo y robo de materiales así como
Hemos citado la importancia que tuvo en
la apertura de nuevas fosas, acción ésta
su día el descubrimiento del Mausoleo de
prolongada e incrementada con la me-
los Pompeyos en 1833. Al igual que con
canización agrícola durante las décadas
otro mausoleo hallado en las proximida-
finales del pasado siglo.
des, corresponde a tumbas monumentales pertenecientes a una gran necrópolis
situada al Norte de la ciudad romana.
La necrópolis
Muy atractivo es el relato ofrecido por
Aureliano Fernández Guerra de su visita
“Nuestros antepasados decretaron que
se erigiesen estatuas a muchos: sepulcros a pocos. Porque las aquellas esta-
a Torreparedones en 1834 con objeto de
realizar un informe del Mausoleo de los
tuas las destruye el tiempo, el hierro las
Pompeyos. En éste ofrecía una descrip-
tempestades, mientras lo sagrado de
ción general del enclave y su historia,
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de Baena
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PARQUE ARQUEOLÓGICO
de TORREPAREDONES
en esta ocasión, en una necrópolis situada en la zona este del asentamiento
El propio Aureliano Fernández Guerra,
en el escrito al que hacemos referencia,
describía las ceremonias sepulcrales del
mundo romano. Las doce tablas por las
que Roma se regía, prohibían que los
cadáveres se quemasen o enterrasen
dentro de la ciudad. Lo mismo ocurría
en las colonias, si bien los municipios se
regían por sus propias leyes. Los romanos tuvieron costumbre de enterrar los
muertos pero con el tiempo para evitar
el ultraje de los restos, ordenaron la
quema de los cadáveres. De esta labor
así como una exhaustiva descripción del
panteón y las catorce urnitas cinerarias
que en él se habían hallado. Junto a las
urnas, con la inscripción del nombre de
la persona cuyas cenizas contenían, se
hallaron diferentes piezas como jarritos,
lagrimatorios, sugrundarios o bucarillos.
De la importancia y el impacto que tuvo
el hallazgo dan cuenta las numerosas
publicaciones y referencias que se generaron, entre las que destacó un artículo
de Prosper Merimé, “Inscriptions romaines de Baena”, publicado en la Revue Archéologique en 1844.
54
se encargaban los Ustores y Bustuarii,
quemando los cadáveres sobre una pira
adornada de estatuas, fabricadas de
leña inflamable, sobre la que arrojaban
incienso, cinamomo y otros aromas, así
como rodeando la pira con ramas de
ciprés que prestaban su buen olor a la
ceremonia. Las plañideras respondían
con lamentaciones, junto a la familia,
quien consumida la pira depositaba las
cenizas en una urna, que purificaban
con aspersiones a base de ramas de romero u olivo. El sacerdote los despedía,
mientras éstos contestaban dirigiéndose al difunto: Adiós, adiós, adiós, todos
Muy recientes hallazgos –febrero de
te seguiremos conforme la naturaleza
2011– han dado con un nuevo mausoleo,
vaya disponiendo de nosotros.
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EL URBANISMO Y LA CIUDAD ROMANOS
La sencilla estructura urbana de la ciudad que hubo en su día en el asentamiento de Torreparedones plasma los principios básicos de la arquitectura y
el urbanismo romano. Es así perceptible en la forma de articulación en base
al cardo y el decumano y la distribución de los sitios principales de la vida
pública en torno al foro, la basílica, el templo, el mercado o las termas.
Observamos también aquí diferentes detalles del modo de hacer la obra en
la cultura romana. Detalles de opus signinum, opus vittatum, opus spicatum,
laterculi, tegulas,…así lo evidencian.
LOS MACELLA EN LA HISPANIA ROMANA
Son muy pocos los mercados públicos que se conocen en la Hispania
romana, la mayor parte de ellos ubicados en la Tarraconense, mientras
que fueron muy escasos en la Bética
(Corduba, Italica, Baelo). El mercado romano de Torreparedones comparte
las características de la mayor parte de éstos: proximidad al foro, fácil acceso
a la población y proveedores, así como pequeño tamaño.
LOS BAÑOS EN ROMA
La práctica del baño es tanto en lo que respecta a la construcción física de
los baños como al ritual que en su interior discurría, un exponente preciso
y reconocido de romanización, allá donde las termas estuviesen. Las termas
de Torreparedones siguen, con sus reducidas dimensiones, el diseño formal
generalizado de los baños romanos.
Tras franquear la puerta de acceso, los usuarios entraban al apodyterium o
vestuarios, donde éstos se desnudaban y dejaban la ropa, pudiendo descansar en bancos y lavarse los pies. La siguiente sala, era el tepidarium o sala
templada. A continuación se hallaba el caldarium o sala caliente, donde se
halla el hypocaustum, sistema de calefacción de planta trapezoidal. La última
sala disponía de espacio para apilar la leña que alimentaba el praefurnium.
En ocasiones, había una sala fría o frigidarium, espacio éste que no existía en
Torreparedones donde cumplía esta función el mismo apodyterium. El usuario de las termas hacía el recorrido completo, estancia por estancia, desandando sus pasos al final del baño para regresar nuevamente a la calle.
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EL CASTILLO MEDIEVAL
A lo largo de la Edad Media Torreparedones conoció nuevos moradores, la pérdida de funcionalidad y con ello la decadencia que
condujo al abandono, el silencio, la ocupación agrícola, el expolio.…
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PARQUE ARQUEOLÓGICO
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“súbitamente los viejos temores se desvanecieron, las pesadillas se debilitaron, la
muerte perdió su rostro helador, mudándose en cosa sencilla y conforme a natura”
Dino Buzzati “El desierto de los tártaros”
Es posible que los árabes mantuviesen en el lugar algún tipo de fortaleza, pero no
hay constancia de ello. Por el contrario, los restos que coronan el asentamiento de
Torreparedones corresponden a la fortaleza medieval cuyos orígenes datan del siglo
XIII y que conoció una tardía reforma a fines del siglo XV. Desde mitad del siglo XIII
los repobladores cristianos llegados al lugar, se refirieron al mismo como “Castro
Viejo”, en relación con los restos del recinto amurallado y demás edificaciones de
época ibero romana que hallaron allí, próximas a la villa de Castro del Río. La propiedad del castillo dio lugar a prolongados litigios entre distintas casas nobiliarias
y la ciudad de Córdoba, entre mediados del siglo XIII y la segunda mitad del siglo
XV en que desaparecen las referencias documentales al castillo. En uno de estos
pleitos, el rey Enrique III decretó en 1406 a su alcaide y a la ciudad de Córdoba, la
entregasen a su justo titular, Pedro Fernández de Valenzuela, “con sus diezmerías y
vasallajes, pastos, aguas, montes, entradas y salidas…, con sus cercas, almenajes,
armas y pertinencias…”
1506.01.12\AMC,LAC\ Alcaidía de Castro el Viejo. D. Francisco Pacheco dice
haber hecho pleito y homenaje por la tenencia de este castillo, pero está “muy
mal tratado”, por lo que pide a Córdoba que lo “mande adobar de manera quél
pueda dar buena cuenta a Sus Altesas cada vez que le fuese pedida, segund
que fyso el pleito omenaje”.
ARCHIVO MUNICIPAL DE CÓRDOBA. LIBRO DE ACTAS CAPITULARES
Las últimas excavaciones arqueológicas (2007–2008) han permitido reconocer la organización del edificio que contó con seis estancias de planta rectangular distribuidas alrededor de un patio de armas central pavimentado con losas de piedra y en
uno de cuyos rincones había un aljibe. El acceso era a través del lienzo oriental de
la muralla en tanto que un foso de tierra rodeaba el castillo por los lados sur y este.
Las excavaciones son aún incompletas en lo que respecta al estudio de la planta de
la fortaleza, el barrio de viviendas medievales u otros edificios singulares.
Tampoco se sabe apenas nada del papel que la población, vinculada en la Baja Edad
Media al concejo de Córdoba, tuvo en la defensa de las tierras cristianas de la campiña dada la proximidad con la frontera del reino nazarí de Granada.
A la espera de una intervención por parte de la Consejería de Cultura, el castillo ha
sufrido recientemente –febrero de 2011– el derrumbe de parte de la torre que se
había mantenido en pie.
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PARQUE ARQUEOLÓGICO
de TORREPAREDONES
PARA SABER MÁS
– AMADOR DE LOS RÍOS, Rodrigo (1905). “Los tesoros del Rey Pompe (Estudios de Historia
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– CARANDINI, A. La presenza de la citta nella campagne. All origene del fenomeno nell’Italia
Centrale Tirrenica. En XIV Congreso Internacional de Arqueología Clásica. La ciudad en el
mundo romano. Tarragona 1994.
– CUNLIFFE, B.W. y FERNÁNDEZ, Mª.C. (1999): The Guadajoz Proyect. Andalucía in the first
millenium BC. Volume 1. Torreparedones and its hinterland. Oxford.
– CÓRDOBA DE LA LLAVE, R. (2010). “El castillo de Torreparedones y el proyecto de investigación sobre Castro el Viejo”. En “INFORMA. Boletín Informativo – Excmo. Ayuntamiento
de Baena”.
– FERNÁNDEZ, Mª.C. y CUNLIFFE, B.W. (2002): El yacimiento y el santuario de Torreparedones. Un lugar arqueológico preferente en la campiña de Córdoba. BAR International Series
1030. Oxford.
– MORENA, J.A. (1989a): El santuario ibérico de Torreparedones (Castro del Río–Baena. Córdoba). Córdoba.
– MORENA, J.A. (1989b): “Relieve ibérico de Torreparedones (Córdoba)”. Actas del Simposio
Internacional sobre Urso (Osuna). Estudios sobre Urso. Colonia Iulia Genetiva. Sevilla, pp.
335–343.
– MORENA, J.A. (1997): “Los santuarios ibéricos de la provincia de Córdoba”. Espacios y
lugares cultuales en el mundo ibérico. Quaderns de Prehistoria i Arqueología de Castelló,
18, pp. 269–295.
– MORENA, J.A. (2001): “La religiosidad popular antigua en Córdoba y Jaén a través de dos
santuarios ibéricos: Torreparedones y Torrebenzalá”. Crónica de Córdoba y sus Pueblos,
VII. Córdoba, pp. 113–130.
– MORENA, J.A. (2002): “El dispositivo militar defensivo del oppidum ibero–romano de Torreparedones (Córdoba)”. Congreso Internacional sobre Fortificaciones en el Bajo Guadalquivir (Alcalá de Guadaíra, Sevilla, 2000). Sevilla, pp. 157–167.
– MORENA, J.A. (2010): “Torreparedones: un yacimiento único”. Revista PH. Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico. Sevilla, pp. 28–34.
– MORENA, J.A. y MORENO, A. (2010): “Apuntes Sobre el urbanismo romano de Torreparedones (Baena. Córdoba)”. Las técnicas y las construcciones en la ingeniería romana. Actas
del V Congreso de las Obras Públicas Romanas (Córdoba, 2010). Madrid, págs. 429– 460.
– PÉREZ–JUEZ GIL, AMALIA (2006). Gestión del Patrimonio Arqueológico. Editorial Ariel.
Barcelona.
– RUIZ, A y RODRÍGUEZ–ARIZA, Mª Oliva (): “Paisaje y asentamiento entre los iberos de la
cuenca del río Guadalquivir (s.VI al III aC)”. Accesible online en el sitio web del Centro Andaluz de Arqueología Ibérica: http://www.ujaen.es/centros/caai/articTaranto.htm.
– SECO SERRA, Irene (1999). “El betilo estiliforme de Torreparedones”. Revista SPAL, nº 8.
Accesible online: http://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=176647.
– VARIOS AUTORES (2010). “El mausoleo de los Pompeyos de Torreparedones (Baena,
Córdoba). Análisis historiográfico y arqueológico”. SALSVM 1 Monografías del Museo
Histórico Municipal de Baena. Edita: Ayuntamiento de Baena©.
web:
– BAENACULTURA: www.baenacultura.es
– Ayuntamiento de Baena: www.baena.es
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