A tono personal

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ego
El tinte
A
tono personal
Teñirse el cabello es una costumbre antigua que supone algo
más que decidir un color. Conocer los procedimientos y las alternativas
permite conseguir –sin equívocos– el look deseado / Alma Grou
agradecimiento estudio idelgar díaz / colorista mayerlín
fotografía francesco spotorno
Para evitar reacciones
adversas a los componentes
de un tinte se debe realizar una
prueba de sensibilidad
–en la cara interna del brazo–
24 horas antes de aplicarlo.
74+SALUD
Ocultar las canas, hacer más homogéneo el tono natural, realzar el brillo o querer lucir diferente son razones
que esgrimen las mujeres –y cada vez más hombres– para
cambiar el color del cabello y obtener –en pocas horas– un
nuevo look.
En la antigüedad, los egipcios utilizaban extractos vegetales –como henna, manzanilla y nogal– y componentes
metálicos –como sales de plomo, sulfuros y óxidos– para
ego
tintes
Decoloración cuidadosa
Es un proceso químico delicado que lleva tiempo –de dos
a seis horas– y en el que intervienen muchos factores.
Estado del cabello. Si está muy maltratado, no tolerará
la decoloración. En ese caso, mientras se recupera, es mejor
recurrir a otra opción cosmética.
Color base. Las diferentes pigmentaciones (si es natural
o teñido) son el punto de partida para establecer qué tono se
puede obtener.
Temperatura y tiempo. A mayor temperatura, menor tiempo
de aplicación. Si el producto está en contacto con el cuero
cabelludo, no se recomienda el uso de fuentes de calor.
Mientras se recibe el tratamiento deben evitarse corrientes
de aire o cambios bruscos de temperatura.
Poder del decolorante. Varía según el producto y los volúmenes del agua oxigenada utilizada: 20% aclara dos tonos,
30% hasta cuatro y 40% hasta seis tonos (mientras más alta
es la concentración, más rápido es el proceso de aclarado).
Cantidad de producto aplicado. Influye, en gran
medida, en la uniformidad del aclarado.
Conservación. Los decolorantes deben mantenerse en un
colorear sus cabelleras. Más adelante, el descubrimiento
de compuestos orgánicos sintéticos –para teñir fibras
textiles– llevó a experimentar con nuevas sustancias
para cambiar el tono del cabello. A mediados del siglo
pasado fueron introducidos en el mercado colorantes formulados para ser aplicados –con seguridad– en hogares
y peluquerías.
Hay dos formas de cambiar el color del cabello: con tinte
o por decoloración. Los tintes se pueden clasificar en permanentes y no permanentes, en función de su composición, la forma como se aplican, la capacidad de cubrir y la
duración del color. La decoloración es un proceso químico
de aclarado que permite cambios radicales en el tono (por
ejemplo, de castaño a rubio). Generalmente, se usa para
llevar el cabello a una tonalidad que permita trabajar con
el tinte. El decolorante suele ser un polvo que se activa al
ser mezclado con agua oxigenada.
Si se acude a una peluquería, el especialista debe tomar en
cuenta la base del cabello (color natural), su estado y porosidad, la presencia de canas o si ya ha sido teñido (conviene
especificar qué tipo de tinte se ha empleado antes).
Maquillaje capilar
El cabello de cada quien tiene características muy particulares. En consecuencia, al aplicar un tinte los resultados
pueden variar, y no sólo de persona a persona, sino en una
misma cabellera.
El color se puede elegir de acuerdo a una numeración que
va desde el negro intenso hasta el platinado, y que incluye
los tonos castaños, cobrizos, rojizos, dorados y rubios.
El teñido se puede realizar en casa o en un salón de
belleza. Cuando se hace en el hogar, es fundamental seguir
las instrucciones y entender que no es lo mismo aplicar un
tinte sobre un cabello natural que sobre uno que ya ha sido
pintado. Dado que el color actual influye directamente en
el resultado, no siempre se obtiene el tono que aparece en
la fotografía o en el catálogo del producto.
lugar libre de humedad.
• Mechas. Se usan para intensificar el tono o lograr
contraste. Se obtienen aplicando coloración o decoloración en determinados mechones del cabello.
• Reflejos. Son zonas luminosas que se disponen
estratégicamente. Para cabellos oscuros se recomiendan
en tonos cobrizos, rojizos o caobas; para los rubios, en
matices dorados. Con la técnica conocida como Balaya
–muy de moda– el producto se aplica directamente con
un peine, en línea con la caída natural del cabello:
aporta luces sin marcar diferencias de tono.
• Coloración tono sobre tono. Indicada para cubrir
las primeras canas y renovar el brillo en quienes no
quieren cambiar su color.
• Tintes no permanentes. No contienen amoníaco,
sino ingredientes vegetales que realzan el color y dan
brillo. Desaparecen tras varias lavadas y pueden aclarar
u oscurecer hasta dos tonos.
• Tintes permanentes. Incorporan amoníaco a su
composición base. Son los más indicados para cambiar
el tono original o cubrir completamente las canas.
Se mantienen por períodos prolongados (a excepción
de la raíz, que crece y se debe retocar cada cuatro
o cinco semanas).
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tintes
Decálogo de la coloración
1
Tanto si se hace en casa como en el salón de belleza,
recuerde que el cabello debe estar hidratado. Entre
una semana y tres días antes de teñirlo aplique un
acondicionador profundo.
2
No tiene por qué tener el cabello sucio para aplicarse
el tinte. Si bien la recomendación es todavía muy
popular (busca proteger el cuero cabelludo), para
algunos estilistas está en desuso (argumentan que los
productos de hoy son menos abrasivos).
3
Lea detenidamente y siga las instrucciones del empaque.
Si es la primera vez que se va a teñir, o está cambiando
de marca, no pase por alto la prueba de tolerancia y no
exceda el tiempo recomendado.
4
Tenga a mano todos los implementos: envase para la
mezcla –de plástico y no de metal, porque altera el color
de la tintura–, brocha o peine, toallas, capa para proteger la ropa (las manchas son casi siempre indelebles)
y guantes.
5
Aplique el producto inmediatamente después de haberlo preparado y en un lugar con suficiente ventilación.
Trate de mantenerse allí –y a la misma temperatura– para que no haya cambios que afecten la coloración.
6
Divida el cabello en secciones –generalmente con
cuatro es suficiente– y aplique el tinte, comenzando por
la nuca. Si su pelo es canoso, preste especial atención
a las raíces.
7
Deseche la mezcla sobrante.
8
Tenga presente que los tintes para cabello no han sido
formulados para teñir cejas o pestañas. Otra advertencia: no se recomienda aplicarlos a mujeres embarazadas
ni a menores de 12 años.
9
Para evitar manchas en la piel, coloque vaselina
o crema hidratante en el contorno del cabello.
De ocurrir, elimínelas pasando sobre ellas un algodón
empapado en champú.
10
Use regularmente champú y acondicionador especiales
para cabello teñido (protegen y ayudan a mantener
el color).
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F u e n t e s c o n s u lta d a s
º Gustavo Maestre, técnico capilar / María Moya, estilista química / www.siicsalud.com / www.consumer.es ]
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