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REPORTAJE CANAL SEGARRA-­‐GARRIGUES Úl#mamente ha estado presente en los diferentes medios de comunicación el canal Segarra-­‐Garrigues, donde durante este mes se ha realizado correctamente la prueba funcional de la totalidad del canal. Esta no#cia ha provocado la reapertura del debate generado a lo largo de los años sobre su viabilidad real a la hora de conseguir los obje#vos propuestos en el inicio de la infraestructura, donse se han empezado a manifestar las primeras opiniones ala respecto por parte de la Generalitat. Por lo tanto, qué es, cuáles son estos obje#vos y cuando se decide empezar el Segarra-­‐Garrigues? Históricamente podemos hablar de que su inicio, no Hsico sino teórico, #ene lugar a par#r de 1957 cuando la Confederación Hidrológica del Ebro (CHE) redacta el Plan de aprovechamiento total del río Segre para el riego de la Segarra y las Garrigues, con el obje#vo de construir un canal paralelo al del Urgell para incrementar las zonas de regadío en Lleida. A pesar de que no se llegó a materializar nunca, se manifestó por primera vez la idea de un proyecto para ampliar las zonas de regadio en una llanura tan extensa como la de Lleida. Por lo tanto, con la aprobación del proyecto del embalse de Rialb (ejecutado entre 1992 y 1999), se observa que se podria cubrir tanto la demanda de agua vinculada al canal de Urgell como la de otro canal nuevo, recuperando así la idea de 1957. Fue aquí donde se empezó a materializar el canal Segarra-­‐Garrigues. A par#r de este hecho, se abriran nuevos debates y nuevas visiones al respecto, que vienen fomentadas principalmente por la declaración de 1994 del Gobierno español del canal como canal de u#lidad pública y por la firma en el 1999 de los Protocolos de colaboración entre el Ministeriro de Medio Ambiente y la Generalitat de Catalunya, por un lado, y entre la CHE y la comunidad de regantes por otro. Donde, con estos pactos, diversas opiniones del sector apuntaban a posibles tratos futuros relacionados con trasvases de aguas, debido a la elevada dotación que se es#maba que podria dar el canal. Con toto esto, en el 2001 se adjudica la construcción de la estación de bombeo al embalse de Rialb y del primero de los cinco tramos en que se dividiria el canal, el año 2003 se pondría la primera piedra. Dejando de lado los temas burocrá#cos previos, el obje#vo técnico que se planta con el proyecto de la construcción del canal Segarra-­‐Garrigues es la transformación a regadio de 70.150 hectáreas de #erras de secano del margen izquierdo del canal de Urgell, beneficiando aproximadamente unos 17.000 regantes. Además, con una proyección de abastecimiento también a algunos núcleos urbanos e industrias de la Segarra, el Urgell y las Garrigues. El sistema se vertebraría con un trazado paralelo al canl de Urgell iniciado en el embalse de Rialb y finalizando en el del Albagés, que sería nombrado también la red primaria del canal, y una red secundaria que permi#ria hacer llegar el agua a los regantes y a los diferentes núcleos urbanos. Su recorrido total es de 85 kilómetros, pasando por todas las comarcas de la plana de Lleida. El sistema de regadío se plantearía innovador a nivel técnico y eficiente en el riego para op#mizarlo al máximo según cada #po de plantación y, además, estaría dividido en dos zonas regables: la zona este del canal sería una zona de riego de soporte a los cul#vos de secano existentes, con una dotación de 1.500m3/ha por año, mientras que la zona oeste sería de tranformación a regadío, con una dotación de 6.500m3/ha por año. El presupuesto total de la infraestructura sería ligeramente superior a 1.500 millones de euros, siendo el proyecto hidráulico de mayor magnitud del Estado. El dinero lo inver#ría el Ministerio de Medio Ambiente mediante la empresa pública CASEGA, dpendiendo de la CHE, y la Generalitat de Catalunya mediante la empresa pública REGSEGA, adscrita al Departamento de Agricultura, Ganadería y Pesca (DARP). Hasta aquí el proyecto se debería de haber desarrollado dentro de los procedimientos habituals, pero pronto aparecerían diversos impedimentos que harían que el Segarra-­‐Garrigues pasase otra vez a ser más bien un proyecto de acuerdos y de despachos que no un proyecto construc#vo. Desde los inicios del proyecto, aparece una en#dad llamada Xarxa Natura 2000, un sistema europeo de protección de áreas que integran hábitats naturales y especies de animales de interés comunitario, veladora principalmente de las Zonas Especiales de Conservación (ZEC) y las Zonas de Especial Protección para las Aves (ZEPA). Desde su punto de vista, el proyecto contaba con muchas zonas de este es#lo que no se habían incluido en el proyecto original. Esto propició una pugna constante inciada en el 2001 donde el resultado de las diversas reuniones y acuerdos era siempre una disminución progresiva de la zona de riego prevista inicialmente, pero que sin embargo siempre era considerada insuficiente por esta plataforma, y que consecuentemente se traducía en la no aprobación por parte de la Unión Europea, llegando a los extremos que en el 2007 el Tribunal de Jus#cia de las Comunidades Europeas dictaminó que el proyecto del canal del Segarra-­‐Garrigues vulneraba la Direc#va de Aves, instando al Gobierno catalán a presentar un plan para que la transformación preservase más las ZEPA. La propuesta del Gobierno llegó después de meses de negociaciones en el 2009, donde se declaraban ZEPA el 58% de las zonas regables, pero que cuando se aprobó llegaban hasta el 60%. La problemá#ca ambiental se iría alargando en el #empo, mientras las obras no se paran y van trabajando a buen ritmo, las ins#tuciones buscan encontrar una solución para las ZEPA, las cuáles han de tener un encaje dentro del proyecto. Durante los años siguientes el gran reto será la combinación de las ZEPA con el riego, ya que la norma#va impuesta por la Comisión Europa no lo considera incompa#ble, siempre que el #po de riego no pueda afectar a las diferentes especies protegidas. Entre 2011 y 2012 se terminaron todos los tramos de la red primaria del Segarra-­‐Garrigues y sólo faltaba acabar el embalse del Albagés, donde aparece la par#cipación ac#va de Arnó en el proyecto. Con todo, también se iba avanzando en la red secundaria que debería de permi#r el abastecimiento a las fincas. Sin embargo, la crisis iniciada en el 2008 hacia aumentar las dificultades de los agricultores para acceder a la red secundaria a pesar de las ayudas en forma de descuento por hectárea que recibían por parte de las ins#tuciones. De tal manera que en el 2013 sólo 12.000 hectáreas estaban conectadas por la red secundaria pero solamente alrededor de 5.500 eran aprovechables. La principal problemá#ca de los agricultores es que a pesar de las ayudas en forma de descuento para acceder a la red secundaria, el coste aproximado era de 3.000€/ha. Esto hacia que la inversión inicial debía de ser muy grande en un periodo poco apropiado para este hecho. Además, se sumaban las constantes modificaciones en las ZEPA, que podia #rar atrás a los agricultores cercanos a esas zonas debido a la inseguridad de estos en hacer una gran inversión que después no pudiesen rentabilizar. El periodo de crisis, por tanto, afectó al Segarra-­‐Garrigues hasta el punto de abrir un expediente para la inves#gación del sobrecoste de las obras desde su inicio. Así mismo, es también a par#r de este periodo que se ac#van una serie de informes y nuevos proyectos para mirar de rentabilizar una infraestructura de tal envergadura, a la vez que se plantean nuevos usos para el canal, también des#nados al mismo obje#vo, como las par#cipaciones entre el Departamento de Agricultura y en#dades privadas y coopera#vas, destacando el “Proyecto Pomeres” con la par#cipación de la empresa Fruits de Ponent de Alcarràs, el proyecto “Doble Collita d’Ivars” con el soporte de la Coopera#va de Ivars d’Urgell, y también la plantación de 50 hectáreas de pistachos por parte del grupo Borges de Tàrrega. La misma crisis también provocó la bajada de ritmo en las obras hasta el punto de la paralización en la construcción del embalse del Albagés, retomada después de una reinversión en el proyecto por parte de las ins#tuciones. Así pues el proyecto está a expensas de la finalización del embalse del Albagés, que es de capital importancia no sólo por lo que representa el embalse en si mismo por la zona sino por ser el final de la red primaria del sistema del Segarra-­‐Garrigues, de tal manera que es la culminación del proyecto empezado desde el embalse de Rialb cerrando el ciclo y dando forma a todos estos años de trabajos para su materialización. Es dentro de este engranaje donde Arnó interviene en el proceso construc#vo que ha de poner punto y final al proyecto y al embalse, par#cipando también en sus obras complementarias, como los accesos a la misma presa, el camino de reposición del Albagés en Cervià de las Garrigues y las nuevas cañerías de agua potable entre estos dos municipios. La construcción del embalse es basicamente una presa de materiales sueltos, con una altura de 85 metros y una capacidad de almacenaje de 80 hectómetros cúbicos, siendo el embalse de cola del sistema. El volumen de #erras es#mado a aplanar se calcula alrededor de 5.000.000 de metros cúbicos. Así mismo también se está construyendo una galeria de fondos donde se preveé la ubicación de cañerías de acero que permitan el desguace de la presa de riego para futuras impulsiones hacia otros sectores de riego del Segarra-­‐Garrigues, galeria permetral y rebosadero, así como el recipiente amor#guador y una presa de pequeñas dimensiones de la misma #pología, necesaria para la desviación de las aguas provenientes del rio Set en la fase construc#va. Las obras es#man su finalización en un margen de entre dos y tres años siguiendo el ritmo de trabajo actual. Actualmente, la realidad del Segarra-­‐Garrigues se va haciendo cada vez más cercana. El gran reto actual a parte de la finalización de la red principal en el Albagés, será el papel que tendrán las diversas en#dades e ins#tuciones para el acoplamiento de este en la sociedad una vez finalizado. Es decir, encontrar las soluciones correctas para que la red secundaria pueda ser progresivamente más accesible para los diversos regantes y los obje#vos iniciales se puedan llevar a cabo en un período lo más breve posible, así como solucionar el encaje defini#vo de las ZEP para poder op#mizar al máximo las hectáreas regables y aumentar la rentabilidad total de la infraestructura. Basili Monturiol, agosto 2015. 
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