DEBEMOS AMAR A DIOS CON LOCURA

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«Debemos Amar Con Locura»
Mateo 22:36–40
INTRODUCCIÓN
«Ilustración: El Amor y La Locura»
Cuentan que hace muchísimos años se reunieron algunos sentimientos y algunas cualidades del ser
humano. Cuando el Aburrimiento bostezaba por tercera vez, la Locura propuso:
—Vamos a jugar al escondite.
La Intriga se levantó extrañada, y la Curiosidad, sin poder contenerse, preguntó:
—¿Al escondite? ¿Y eso cómo es?
—Es un juego en el que yo me tapo los ojos y comienzo a contar, desde el uno hasta un millón,
mientras ustedes se esconden. Cuando termine de contar, los buscaré hasta que los encuentre—
explicó la Locura.
El Entusiasmo bailó jubiloso y la Alegría dio saltos, con lo que terminaron por convencer a la Duda,
e incluso a la Indiferencia, a la que nunca le interesaba nada.
Pero no todos quisieron participar. La Verdad prefirió no esconderse. ¿Para qué?, si al final siempre
la hallaban.
La Soberbia pensó que era un juego muy tonto. En el fondo lo que le molestaba era que la idea no
se le había ocurrido a ella. Y la Cobardía prefirió no arriesgarse.
La Locura rápidamente comenzó a contar.
La primera en esconderse fue la Pereza que, como siempre, se dejó caer en la primera piedra que
encontró. La Envidia se fue detrás del Triunfo, quien por su propio esfuerzo había logrado subir a la
copa del árbol más alto.
A la Generosidad le costó trabajo esconderse. Cada sitio le parecía maravilloso para alguno de sus
amigos: El lago cristalino para la Belleza, la hendija de un árbol para la Timidez, una ráfaga de viento
para la Libertad. Por fin, después de pensar primero en todos, la Generosidad terminó ocultándose
en un rayito de sol.
La Mentira se escondió detrás del arco iris. Y la Pasión y el Deseo se escondieron entre los volcanes.
Cuando la Locura ya casi terminaba de contar, el Amor aun no había encontrado un sitio para
esconderse, pues todo estaba ocupado. Hasta que al fin vio un rosal y decidió esconderse entre sus
flores.
—¡Un millón! —dijo la Locura.
Y comenzó a buscar. La primera en aparecer fue la Pereza, que estaba a sólo tres pasos.
A la Pasión y al Deseo los sintió en el vibrar de los volcanes. En un descuido encontró a la Envidia.
Y claro también encontró al Triunfo. Al Egoísmo no tuvo ni que buscarlo, pues él solito salió de su
escondite, que resultó ser un nido de avispas.
Así fue encontrándolos a todos.
El Talento estaba entre la hierba fresca. La Angustia, en una oscura cueva. La Mentira, detrás del
arco iris.
Y hasta encontró al Olvido, que se había olvidado de que estaba jugando al escondite.
Solamente el Amor no aparecía por ningún lado.
La Locura buscó detrás de cada árbol, debajo de cada arroyo de la tierra y en las cumbres de las
montañas. Cuando ya estaba considerando darse por vencida, vio el rosal. Tomó un pequeño palo y
comenzó a mover las ramas. De pronto, escuchó un doloroso grito. Las espinas habían herido los
ojos del Amor.
La Locura no hallaba cómo disculparse. Lloró, rogó, imploró, pidió perdón y hasta prometió
acompañarlo para siempre.
Desde entonces el Amor es ciego y la Locura siempre lo acompaña.
Por eso se ha dicho que «amar es una locura, a menos que se ame con locura». 1 Y tal vez se deba a
eso mismo que San Pablo haya dicho que algunos juzgan que el mensaje de la cruz de Cristo es una
locura. Pues podría decirse de Jesucristo no sólo que nos amó con locura al dar su vida en la cruz
por nosotros, sino también que nos mandó que amemos al prójimo con esa misma locura.
I. DIOS NOS AMO CON LOCURA (JUAN 3:16)
A. Dios Nos Amo con Locura; Al Enviar a Su Hijo Unigénito.
B. Dios Nos Amo con Locura; Al Permitir que Jesucristo Muriera por Nosotros.
C. Jesucristo nos Amo Con Locura; Al Dar su Vida por Nosotros.
Gálatas 2:20 «Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo
en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó
y se entregó a sí mismo por mí»
Efesios 5:2 «Y andad en amor, como también Cristo nos amó, y se entregó a sí mismo
por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios en olor fragante»
II. DEBEMOS AMAR A DIOS CON LOCURA (MATEO 22:37-38)
Amar a Dios con Locura Significa:
A. Amarle Sobre todas las Cosas.
B. No Importa lo que nos Diga, Seguimos Amándole.
C. No Importa lo que nos Hagan, No Dejamos de Amar A Dios.
D. Dar Nuestra Vida por Él.
III. DEBEMOS AMAR AL PRÓJIMO CON LOCURA (MATEO 22:39)
Amar al Prójimo con Locura Significa:
A. Amándole tal y como Es, no tomando en cuenta sus Faltas.
B. Exprésenosle con Afecto nuestro Amor.
C. No Buscando nuestro Bien Primero, sino el de la Otra Persona.
1 Corintios 10:24 «Ninguno busque su propio bien, sino el del otro»
D. Si es Necesario dar Nuestra Vida por otra Persona.
Efesios 5:25-31 «25 Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la
iglesia, y se entregó a sí mismo por ella, 26 para santificarla, habiéndola purificado en el
lavamiento del agua por la palabra, 27 a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia
gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin
mancha. 28 Así también los maridos deben amar a sus mujeres como a sus mismos
cuerpos. El que ama a su mujer, a sí mismo se ama. 29 Porque nadie aborreció jamás a
su propia carne, sino que la sustenta y la cuida, como también Cristo a la iglesia,
30 porque somos miembros de su cuerpo, de su carne y de sus huesos. 31 Por esto
dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola
carne»
CONCLUSIÓN
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