tres propuestas clave para revolucionar la educación jurídica en

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PARTICIPACIÓN DE LA SEÑORA MINISTRA OLGA SÁNCHEZ
CORDERO DE GARCÍA VILLEGAS, EN LA UNIVERSIDAD DE LAS
AMÉRICAS, CAMPUS CIUDAD DE MÉXICO, EL DÍA 22 DE
FEBRERO DE 2012, A LAS 18:00 HRS.
TRES PROPUESTAS CLAVE PARA
REVOLUCIONAR LA EDUCACIÓN JURÍDICA
EN MÉXICO.

“Los abogados representan la libertad
en el proceso, toda vez que constituyen
el símbolo viviente de las democracias
modernas, de acuerdo con el cual, para
llegar a la justicia es preciso pasar a
través de la libertad, ya que la libertad
es el instrumento indispensable para
conquistar una mejor justicia.”
Piero Calamandrei.
1
Maestra María Guadalupe Durán Alvarado.
Directora de la División de Derecho de la
Universidad de las Américas.
Profesoras, profesores, Alumnos.
Distinguidos asistentes.
BUENAS TARDES.
Me siento especialmente honrada y a la
vez emocionada, de poder compartir con
todos Ustedes algunas ideas que considero
podrían aportar y considerarse por su
impacto no sólo en el ámbito jurídico, que ya
de suyo es trascendente; sino diría yo de
interés general, ya que se dirigen A LA
FORMACIÓN
DE
LOS
FUTUROS
ABOGADOS DE NUESTRO PAÍS y al
perfeccionamiento continuo al que estamos
obligados absolutamente todos los que, de
alguna manera, ejercemos en una parcela
2
del multifacetico derecho, ya sea desde el
ejercicio profesional o en la academia.
El compromiso que tenemos para con la
sociedad, todos aquellos que vivimos en la
labor cotidiana la noble profesión del
derecho, no puede ser tomada con ligereza o
desinterés, debe enfrentarse con el arrojo y
decisión que tienen por motor la pasión
originada en el estudio, el convencimiento y
la reflexión serena y meditada, de los tópicos
jurídicos y el perfil del abogado que se
requiere para afrontar los avatares de los
vertiginosos cambios sociales, políticos,
económicos y tecnológicos.
En las actuales circunstancias que vive
la sociedad mexicana no valen los temores ni
actitudes pesimistas en ningún campo, y
menos en el de la justicia, ya sea desde la
academia, o el ejercicio profesional en la
abogacía, la impartición de justicia o el
3
servicio público, que representan la piedra
angular
en
la
construcción
y
consolidación de la vida nacional y sus
instituciones.
El profesional del derecho debe ser, por
vocación y por formación, agente catalizador
de la sociedad, ideólogo de conciencias,
ejecutor del cambio. Esto sólo será posible si
existe como premisa una sólida formación
profesional y humana, en la que se
combinen con sabiduría los conocimientos
científicos y técnicos propios de la ciencia
jurídica, con valores éticos profesionales, de
la solidaridad, sensibilidad y compromiso
social.
Precisamente, este conjunto de valores y
principios profesionales y éticos, fueron
motivo de uno de los primeros decálogos de
la profesión; creador de San Ivó, patrono de
los abogados en muchos países y de los
4
niños desamparados, quien en el siglo XIII
elaboró su documento, en el que estableció
con toda precisión que el abogado debe
amar la Justicia y la honradez, y que para
hacer una buena defensa debe ser
verídico, sincero y lógico.
Como sabemos, el Derecho es dinámico,
las condiciones sociales, económicas y
culturales, avanzan a un ritmo acelerado,
justamente estamos viviendo lo que
considero una revolución en el ámbito
jurídico.
Estamos en tiempos de cambios del
sistema jurídico mexicano, que nos da la
oportunidad de replantearnos la forma de
enseñar el derecho y las cualidades y
características que debe tener el abogado
actual y de las siguientes generaciones.
5
Precisamente, hace un par de meses, se
declaró formalmente el inicio de la Décima
Época del Semanario Judicial de la
Federación, y ello refleja el momento
histórico en el que nos encontramos.
Las Épocas del Semanario Judicial de la
Federación, como bien lo expresó el Señor
Ministro Presidente de la Suprema Corte de
Justicia de la Nación: son períodos que
reflejan cambios paradigmáticos en la
manera de formar Jurisprudencia; es
decir, en la manera de registrar los
criterios que constituyen la creación del
derecho a través de la actividad
jurisdiccional. La mayoría de estos
cambios
se
debe
a
reformas
constitucionales y a acontecimientos de
gran
relevancia
histórica
que
impactaron en el sistema jurídico
nacional.
6
Por ello, quiero compartir con todos
ustedes TRES ASPECTOS que considero
fundamentales para concretar exitosamente
la importante tarea de la renovación y
actualización de la educación jurídica en
México, para que los egresados de la carrera
de derecho y los jóvenes estudiantes,
cuenten
con
las
herramientas
y
conocimientos necesarios y de vanguardia,
para poder dar curso a la constante
evolutiva de lo que representa la justicia.
Estoy convencida de que esta pasión es
compartida por todos ustedes, que como yo,
estudian, desarrollan, aplican y viven el
derecho todos los días, desde la trinchera
del ejercicio profesional, como abogados
postulantes,
juzgadores,
legisladores,
notarios, etc, o en la academia como
catedráticos o investigadores.
7
Tenemos una altísima responsabilidad,
como abogados, sea en una faceta o en otra,
directa o indirectamente, ya que nuestra
conducta y actuación profesional tiene
también un mensaje pedagógico que no
pasa desapercibido para la sociedad, de
cierta forma debemos pregonar con el
ejemplo.
Es urgente una TRANSFORMACIÓN
SUSTANCIAL en la visión que tienen los
actuales planes de estudio de las facultades
y escuelas de derecho, departamentos e
institutos de investigación jurídica; para
concretar este fin, debemos reflexionar e
implementar ya, ¡lo antes posible!, las
materias y directrices necesarias para llevar
a cabo este impostergable objetivo.
Por ello, quiero compartir con todos
ustedes, algunas propuestas (tres) para
8
adecuar la enseñanza del derecho a la
revolución jurídica que acontece:
I
PRIMERA PROPUESTA
Preparar a los estudiantes de derecho y
actualizar a los abogados, en el nuevo
paradigma constitucional y específicamente
en los que a los Derechos Humanos se
refiere; que si bien, teóricamente había sido
planteado desde hace varios años, a partir
de las reformas constitucionales, publicadas
en el Diario Oficial de la Federación, los días
6 y 10 de junio del año pasado, hoy es una
realidad.
Como señalara el activista de derechos
civiles méxico-américano, César Chávez:
“Una vez que comienza el cambio social, no
se puede revertir. No puedes ‘deseducar’ a la
persona que ha aprendido a leer. No puedes
9
humillar a la persona que siente orgullo. No
puedes oprimir a la gente que ya no tiene
miedo. Hemos visto el futuro, y el futuro
es nuestro”.
Conceptos con los que estudiamos —creo
que todos los aquí presentes—, hoy
prácticamente han desaparecido o mutado,
¿cuánta bibliografía no recordamos con el
título “Garantías Individuales”?, o ¿el tan
estudiado principio del juicio de amparo de
la “Relatividad de las Sentencias” también
conocida como “Formula Otero”?; ahora
nuestra Norma Fundamental, entre otros
cambios, habla de manera general de
“Derechos Humanos” y prevé en el juicio de
amparo, una declaratoria general de
inconstitucionalidad.
Para implementar la efectividad del
nuevo modelo de tutela de los Derechos
Fundamentales, estimo necesario partir de
10
una asignatura que englobe en su conjunto
tanto los instrumentos y mecanismos
nacionales, como los internacionales; esto
es, la materia de la tutela multinivel de
los Derechos Humanos.
Es innegable que el reconocimiento, la
difusión, la protección y la tutela efectiva de
los derechos humanos, ha dejado de ser un
asunto meramente doméstico, para incluirse
en el concierto de la globalización y formar
parte de una estructura trasnacional, ya sea
regional, en nuestro caso a través del
Sistema Interamericano o bien universal a
cargo de la Organización de las Naciones
Unidas.
Durante generaciones estudiamos las
garantías individuales y sociales que nuestra
Constitución General consagraba, y en sus
propios términos otorgaba.
11
Desde hace un par de meses, esa clase
de derechos ya no tienen la denominación de
Garantías Individuales, y tampoco son
otorgados por el constituyente o por la
Norma Fundamental.
Ahora, la Constitución Política de los
Estados
Unidos
Mexicanos,
establece
Derechos Humanos, y no los otorga, ¡LOS
RECONOCE¡, pero va mas allá, no se limita
a los previstos en el propio cuerpo
normativo, se expande la protección a todos
aquellos contenidos en los Tratados
Internacionales reconocidos por el Estado
Mexicano.
Efectivamente, el artículo 1° de la
Constitución Federal, establece que todas
las personas gozarán de los derechos
humanos reconocidos en la misma y en
los tratados internacionales de los que el
Estado Mexicano sea parte, así como de
12
las garantías para su protección, cuyo
ejercicio no
podrá restringirse ni
suspenderse,· salvo en los casos y bajo
las condiciones que esta Constitución
establece.
Esto, en mi opinión, implica la formación
de un bloque de derechos fundamentales;
pues ya no sólo se atienden a los que se
identificaban como “garantías individuales”
en la Constitución, sino que forman parte de
este conjunto, los establecidos en otros
instrumentos normativos.
Esto, sin lugar a dudas, nos obliga a
replantearnos la necesidad de renovar la
asignatura con la que antes estudiábamos
los derechos fundamentales en México o las
garantías individuales, pues ahora debemos
tener un conocimiento más amplio en
cuanto a los Tratados Internacionales que
en materia de Derechos Humanos ha
13
reconocido el Estado Mexicano, y los
precedentes que emiten los tribunales
internacionales en materia de derechos
humanos,
como
lo
es
la
Corte
Interamericana de Derechos Humanos.
Como tendrán conocimiento, en los
últimos años, el Tribunal de Derechos
Humanos con sede en San José de Costa
Rica, ha emitido algunas resoluciones en las
que ha condenado al Estado Mexicano por
diversas violaciones a los tratados y pactos
que forman parte de la Organización de
Estados Americanos, de ahí que en algunas
de ellas ha establecido como forma de
reparación el establecer programas o cursos
permanentes en materia de análisis de la
jurisprudencia del Sistema Interamericano.
Si bien, dicha forma de reparación se
dirige al Estado Mexicano a través de sus
órganos de gobierno, no estaría de más, que
14
esta visión global de los Derechos
Fundamentales sea difundida desde la
licenciatura, permeando en el ánimo del
joven
estudiante
de
derecho,
y
expandiéndose a los que ya tenemos una
trayectoria consolidada en la profesión, para
conducirnos con la responsabilidad que
exige la vanguardia en los Derechos
inherentes a la persona.
En palabras de quien presidiera la
Comisión de Derechos Humanos de la ONU,
Eleanor Roosevelt: “La libertad exige
mucho de todo ser humano. Con la
libertad llega la responsabilidad. Para la
persona renuente a crecer, la persona
que no desea
asumir
su propia
responsabilidad, es una perspectiva
atemorizante”.
II
SEGUNDA PROPUESTA
15
Por la concepción que actualmente y de
manera general se tiene en el mundo sobre
lo que es el derecho y sus objetivos y fines,
me parece muy importante incluir en todos
los planes de estudio, especialmente a nivel
licenciatura, dos materias que normalmente
se tratan de manera aislada, pero que en
realidad
se
encuentran
íntimamente
vinculadas.
Son
las
asignaturas
de
INTERPRETACIÓN Y ARGUMENTACIÓN
JURÍDICA, que si bien ya se han
incorporado a algunos programas, esto es
incipientemente
sólo
en
algunas
universidades y escuelas de derecho.
Ambas materias, forman parte de un
binomio inseparable, que bajo pena de
incurrir en una explicación espiral, forman
parte de un mismo acto; por una parte,
16
cuando
interpretamos
extraemos
de
argumentos plasmados en textos las razones
y motivos de su sentido y contenido; y a la
vez, el ejercicio interpretativo es expresado a
partir de la construcción argumentativa con
la que pretendemos explicar con la mayor
precisión posible el porqué del resultado al
que arribamos.
En la enseñanza de la interpretación
jurídica, con mayor frecuencia se trata la
interpretación legal y en algunos casos y de
forma
escueta
la
interpretación
constitucional, pero es prácticamente nula la
enseñanza de la interpretación de los
Derechos Humanos.
El desentrañar, y en su caso asignar
sentido a los enunciados jurídicos, es una
función del abogado, de gran importancia,
de ahí que se construya paulatinamente el
sistema jurídico, sea desde el ámbito
17
legislativo o desde el jurisdiccional a partir
de los razonamientos propuestos por los
operadores del derecho y que como granos
de arena, cada uno con su aportación
intelectual va uniéndose para formar un
todo.
En concordancia con la propuesta que
anteriormente mencioné de la tutela
multinivel de los Derechos Humanos, es que
cobra relevancia la interpretación de los
Derechos Humanos, y que también fue parte
de las recientes reformas constitucionales.
El artículo 1°, en su párrafo segundo,
prevé que, las normas relativas a los
derechos humanos se interpretarán de
conformidad con esta Constitución y con
los tratados internacionales de la
materia favoreciendo en todo tiempo a
las personas la protección más amplia.
18
La relación entre los derechos, como
sabemos, no siempre es pacifica, en muchas
ocasiones se generan tensiones o colisiones
entre dos derechos o más, basta traer a
modo de ejemplo, el cásico caso de la
libertad de expresión y el acceso a la
información frente al derecho a la intimidad
y a la vida privada, o el paradigmático caso
del derecho a la libre determinación sexual y
del proyecto de vida frente a los derechos del
nasciturus, analizado hace unos meses en el
Alto Tribunal.
De ahí, que no es suficiente con la
enseñanza de los métodos tradicionales de la
interpretación legal, propios de la exégesis, o
los
esquemas
de
interpretación
constitucional, sino que es necesario atender
a los propios de los derechos humanos
conforme a su naturaleza y principios.
19
La misma Constitución General de la
República, ahora consagra en su artículo 1°,
párrafo segundo un método y un principio
interpretativo de los Derechos Humanos; por
una parte la interpretación conforme, y por
otro lado, consagra el principio pro
personae.
La interpretación conforme, implica
determinar un significado a una norma legal
que sea acorde y congruente con el que
establece tanto la Norma Básica, como los
Tratados Internacionales, a efecto de que
ésta empate con el sistema jurídico.
Por su parte, el principio pro personae,
como método interpretativo, exige del
operador que ante la disyuntiva de tomar
una determinación en la interpretación de
los derechos con dos o más significados,
opte por el que sea más favorable para la
persona, y cuyo fundamento descansa en
20
que los preceptos tanto internos como los
tratados
internacionales
no
protegen
Estados, sino que, en todo caso tienen como
fin principal al individuo.
Con independencia de la reciente
previsión constitucional, la doctrina ha
establecido diversos principios específicos
para la interpretación de los Derechos
Humanos, los cuales aplican tanto a los
consagrados en las normas básicas de los
Estados,
como
para
los
pactos
internacionales.
Uno de los esenciales es el de la
interpretación progresiva, también llamado
extensivo, en el que se ha de perseguir el
desarrollo más evolutivo y expansionista de
los derechos dentro de lo razonable; evitando
su regresión o reducción.
21
También se encuentra el principio de
promoción, en el cual el juzgador no nada
más es un conductor del proceso, sino que
además ha de actuar como impulsor de los
Derechos Humanos (medidas cautelares y
recepción de pruebas de manera oficiosa),
fomentando su mejor tutela en los casos
particulares sujetos a su decisión.
Otro de los principios de gran
importancia es el de interacción, el cual
entraña el dialogo fluido entre los Derechos
Humanos nacionales y los previstos en
instrumentos internacionales, sin tomar en
cuenta la categoría jurídica de proveniencia
de la norma, resultando aplicable la más
benéfica, siempre y cuando sea derecho.
Este principio ha llevado a algunos sistemas
nacionales a manejar el llamado “bloque de
constitucionalidad”,
como
desde
mi
particular punto de vista ocurre ahora en
México.
22
Como podrán apreciar, es indispensable
que el jurista de vanguardia sepa desarrollar
y conozca la interpretación jurídica, no
únicamente en lo que a normas legales se
refiere, o a los preceptos de la constitución,
sino que debe comprender los métodos
propios de la categoría de los Derechos
Humanos.
A la par de la interpretación jurídica, por
esta
dinámica
que
desarrolla,
debe
difundirse la enseñanza de la argumentación
jurídica, pues para el abogado de nuestro
tiempo debe ser esencial ofrecer un conjunto
de razones o de pruebas en apoyo de sus
conclusiones.
Un argumento no es simplemente la
afirmación de ciertas opiniones, ni se trata
simplemente
de
una
disputa.
Los
argumentos son el ejercicio intelectivo
23
encaminado a apoyar ciertas opiniones con
razones.
En este sentido, los argumentos no son
inútiles, son, en efecto, esenciales.
Más importante es, en atención a las
trascendentales reformas constitucionales y
legales actuales, la instauración inmediata
de la cátedra de ARGUMENTACIÓN ORAL,
como materia emblemática del abogado, del
humanista,
del
jurisconsulto,
para
responder al actual sistema jurídico y su
renovación a partir de trascendentales
reformas constitucionales y legales en
materia penal y mercantil, para perfilar al
licenciado en derecho en una sociedad cada
vez más democrática en donde el uso de la
exposición y defensa oral de las diversas
razones y posturas se vuelve, por fortuna,
cada vez más y más exigente.
24
Nuestra
sociedad
reclama
imperiosamente mayor calidad en el debate
institucional, en el Congreso, en los
Tribunales, en las Universidades, en los
medios de comunicación, etcétera.
Uno de los presupuestos para lograr esto
es una buena preparación, ÉSTA SE
CONCRETA Y SE VUELVE OPERANTE
CUANDO SE EXPONE Y DEFIENDE CON
EFICACIA, EN INFINIDAD DE OCASIONES
EN FORMA ORAL, pensemos en la Máxima
Tribuna de nuestro Congreso de la Unión, en
el Pleno de la Suprema Corte de Justicia de
la Nación, en la Cátedra Universitaria, en los
debates
políticos
en
los
discursos
electorales.
En todos estos foros, y en muchísimos
más, quien posea una buena argumentación
oral contará, sin duda, con una ventaja
extraordinaria, pues sabrá expresar sus
25
ideas de manera clara y precisa, generando
buen entendimiento con quien interactúe,
pues posee el don de la palabra.
¿Por
qué
enfatizo
en
la
ARGUMENTACIÓN ORAL y la distingo de la
argumentación escrita?
Por la simple razón de que, entre ambas
formas
existen
DIFERENCIAS
FUNDAMENTALES
que
requieren
del
desarrollo
de
CAPACIDADES
Y
HABILIDADES DISTINTAS.
Hay
sin
embargo,
otra
razón
fundamental, con frecuencia se hace de las
clases de argumentación —en el caso en que
las haya—, una mera exposición teórica de
la misma; en consecuencia, el alumno
comprueba en forma dolorosa y en muchas
ocasiones frustrante que sigue repitiendo,
26
muchas veces sin comprender, contenidos e
informaciones sobre las teorías de la
argumentación pero en el fondo y en la
práctica NO SABE ARGUMENTAR. Repite y
afirma, mas no argumenta, esta situación es
particularmente grave en el ámbito de la
aplicación del derecho.
La argumentación oral claro que
requiere de un sólido fundamento teórico
pero su finalidad es ESENCIALMENTE
PRÁCTICA.
¿De qué sirve que un alumno repita gran
cantidad de artículos y una ingente masa de
doctrina si no sabe desentrañar su
significado interpretándolas, ni sabe cómo
argumentar para hacerlas valer de manera
práctica en el ejercicio de la profesión? Por
desgracia, se sigue insistiendo en fomentar
cúmulos de conocimientos estancos, gran
acopio de datos a base esencialmente de
27
memorización
completo el
capacidades
interpretativas
y se descuida casi por
desarrollo y fomento de
y habilidades como las
y argumentativas.
Vivimos en un mundo en el que la
tecnología ha alcanzado un desarrollo
inimaginable, propio de la inventiva de Julio
Verne: computadoras portátiles, teléfonos
móviles, tabletas electrónicas, etcétera,
muchos de ellos con una gran capacidad de
almacenamiento de datos e información;
podemos cargar toda la jurisprudencia del
Semanario Judicial de la Federación en un
equipo no mayor a una libreta, o varias leyes
en nuestro teléfono celular. Todo esto nos
permite enfocar el tiempo de estudio más
que a un ejercicio casi de memorización, a la
utilización de todos estos elementos para
optimizar el ejercicio de la profesión, pero
principalmente para desarrollar el intelecto
comprendiendo el sentido y alcance del
28
derecho, e incluso cuestionarlo y el rumbo
que debe seguir para ser más justo.
En el caso de los juicios orales, por
ejemplo, no se debe insistir, como se ha
hecho y se sigue haciendo en dar SÓLO LOS
PROCEDIMIENTOS Y LA TEORÍA DEL
JUICIO ORAL, pues si bien ello es
importante queda en el campo puramente
teórico si no se privilegia y se enfatiza de
manera extraordinaria el ejercicio práctico a
modo
de
taller
en
el
que
LA
ARGUMENTACIÓN ORAL SEA LA PARTE
PREPONDERANTE.
Por ejemplo, DENTRO DEL CAMPO DE LA
RETÓRICA, CIENCIA QUE RIGE EL
DISCURSO Y LA ARGUMENTACIÓN ORAL
están todos los elementos para poder
realizar
exitosamente
buenas
argumentaciones, con independencia de las
materias en que se ejercite, entre muchos
29
otros
aspectos
se
mejorarían
sustancialmente
las
habilidades
y
competencias para saber:
• Cómo
deben
de
hacerse
cuestionamientos directos y cruzados.
• Vigilar las estructuras lógicas por medio
de conectores lingüísticos.
• Cómo detectar las falacias más comunes.
• O cómo
discurso.
evitar
la
ambigüedad
del
Todos estos importantísimos aspectos son
aplicables, de manera necesaria, en todo el
ámbito jurídico y de manera muy especial
EN EL CAMPO DEL LITIGIO Y EN EL
DESARROLLO
DE
LAS
TAREAS
JURISDICCIONALES.
30
Tengan ustedes en mente que no sólo en
Materia
Penal
por
las
reformas
constitucionales de 18 de junio del 2008,
sino también en MATERIA DE COMERCIO,
revisten gran importancia las reformas que
implican
el
ejercicio
de
la
ARGUMENTACIÓN ORAL con un alcance
extraordinario.
Así, el jueves 27 de enero de 2011 se
publicó en el Diario Oficial de la Federación
el Decreto por el que se reforman, adicionan
y
derogan
diversas
disposiciones
del
CÓDIGO DE COMERCIO, en el juicio que
aparece en el Título Especial, DEL JUICIO
ORAL
MERCANTIL,
cuyas
disposiciones
31
generales se desarrollan a partir del artículo
1390 Bis, cuyo texto es el siguiente:
“En el JUICIO ORAL MERCANTIL se
observarán
especialmente
principios
de
los
ORALIDAD,
publicidad, igualdad, inmediación,
CONTRADICCIÓN,
continuidad
y
concentración.”
Esta inclusión al Código de Comercio,
sin
lugar
a
dudas
cae
dentro
de
la
ARGUMENTACIÓN ORAL, que, como lo he
mencionado
requiere
de
y
lo
reitero
capacidades
enfáticamente,
y
habilidades
intelectuales distintas de la argumentación
escrita.
32
La
ARGUMENTACIÓN
ORAL
se
encuentra bajo el imperio directo de la
RETÓRICA, que de ninguna forma puede
seguirse entendiendo como el discurso falso
y engañoso que tiene por finalidad engañar o
sorprender al auditorio, ¡NO!, la retórica es,
antes que nada, una teoría y práctica de la
argumentación y de la comunicación.
Por ello, nunca debe confundirse la
retórica con la oratoria, ésta es la expresión
verbal del trabajo lógico de aquélla.
Estoy
convencida
instauración
de
de
las
que
con
cátedras
la
de
Interpretación y Argumentación, la primera
de
ellas
con
especial
enfoque
en
los
Derechos Humanos y la segunda en su
33
desarrollo oral y la retórica, se logrará
potencializar el contenido y la utilidad de
todas las materias teóricas de la carrera de
Licenciado en Derecho al dotarla de los
instrumentos necesarios para hacerlas valer
con mayor eficacia en la práctica cotidiana
de manera exitosa.
III
TERCERA PROPUESTA
Por último, como tercer factor para poder
llevar a cabo un cambio profundo en la
enseñanza
del
derecho
en
México,
y
concretar una reforma sustancial, de fondo,
no
accesoria
también
de
RENOVACIÓN
ni
de
una
matiz,
se
requiere
APERTURA
GRADUAL
EN
Y
LOS
CUADROS DOCENTES, me refiero a un
34
sano CAMBIO GENERACIONAL, a la nueva
savia que, siendo nueva, conserve la dureza
y robustez del árbol.
En este rubro, se muestra de manera
apremiante la ACTUALIZACIÓN DE UNA
GRAN
CANTIDAD
DE
OBRAS,
que
se
siguen empleando como libros de texto en
multitud de facultades y escuelas de derecho
y asimismo en centros de investigación que
incluyen maestrías, doctorados y posgrados.
Este apremio se enfatiza cuando pienso
que
muchos
de
los
alumnos
de
las
facultades y escuelas de derecho es con la
única información con que cuentan, junto
con los tradicionales apuntes que, con no
poca frecuencia, son un extracto o resumen
35
de este tipo de obras. Es evidente que
muchas de ellas conservan y conservarán el
valor de clásicos, ¡claro! Pero en varios
aspectos, sobre todo a partir de los cambios
legislativos, avances en la doctrina y sobre
todo,
en
los
novedosos
criterios
jurisprudenciales, una cantidad no pequeña
de estas obras ha quedado superada y
tienen, por ello mismo, la necesidad de ser
puestas al día.
El
avance
en
la
actualización
de
la
información académica es lenta, y en el caso
más dramático inexistente. En el proceso de
formación de abogados se hace poco o
ningún énfasis en:
36
• La lectura de REVISTAS JURÍDICAS
ESPECIALIZADAS.
• El manejo de PÁGINAS WEB confiables
por su calidad académica en INTERNET.
• Prácticamente no existe la LECTURA
COMENTADA DE JURISPRUDENCIA.
• Casi nunca se exige a los alumnos que
acudan
a
CONFERENCIAS
O
SEMINARIOS EXTERNOS como parte
integral de su formación.
Sigue estando presente el hábito de
repetir contenidos al que ya he referido con
anterioridad, a ello se agrega que no se
favorece el ejercicio crítico de los alumnos.
37
Está aún lejos de consolidarse el uso del
MÉTODO DEL CASO en la formación de los
abogados. Por ejemplo, una de las múltiples
facetas que muestra las bondades de este
método para generar:
• Un ESPÍRITU DE COMPETENCIA entre
los participantes.
• AGILIZAR SUS RAZONAMIENTOS.
• Afinar
la
CALIDAD
DE
SUS
ARGUMENTOS.
• Perfeccionar
su
CAPACIDAD
DE
REFUTACIÓN.
• Ejercitar
simultáneamente
RAZONAMIENTO
DIALÉCTICO
el
y
la
ARGUMENTACIÓN ORAL (y escrita por
supuesto).
38
• Aumentar
su
CAPACIDAD
DE
INVESTIGACIÓN.
Así, el interés de los estudiantes al
desarrollar el caso es que su POSTURA
ARGUMENTATIVA SALGA TRIUNFANTE
FRENTE A LA DE SUS COMPAÑEROS, lo
que fomenta habilidades y destrezas que
por desgracia aún están ausentes en
muchas facultades de derecho y que son
susceptibles de subsanarse incorporando a
los planes de estudio las materias que he
comentado en los puntos anteriores.
Todos estos aspectos caen dentro del
CAMBIO GENERACIONAL al que me he
referido y en el cual subyace sobre todo,
39
un CAMBIO DE MENTALIDAD que se
concreta en un CAMBIO DE ACTITUD.
No es carente de sentido el dicho popular
que reza:
UNA ACTIDUD DICE MÁS QUE MIL
PALABRAS.
Está perfectamente constatado por los
estudios en psicología que todo cambio, más
cuando éste es sustantivo, produce, en
cierto grado, temor y presenta una reticencia
u
oposición
en
algunos
casos,
casi
insuperable. Esta situación no es ajena al
mundo
del
derecho,
a
las
prácticas
institucionales, a la vida social.
40
El cambio generacional al que me refiero
implica
en
síntesis
PROFUNDA
una
TRANSFORMACIÓN EN LA MENTALIDAD
Y EN LAS ACTITUDES de los formadores,
maestros,
investigadores,
docentes
del
derecho en general.
No olvidemos nunca la expresión de DON
JUSTO SIERRA MÉNDEZ, imagen señera
del
pensamiento
Y
EL
ESPÍRITU
UNIVERSITARIO, cuando en una ocasión le
preguntaban sobre la importancia de la
doctrina en los estudios universitarios, a lo
cual respondió:
41
LA DOCTRINA INSTRUYE, EL EJEMPLO
ARRASTRA.
Por ello, imbuida del espíritu de esta frase
mencionaba al inicio de esta plática que:
NUESTRA CONDUCTA Y ACTUACIÓN
PROFESIONAL TIENE TAMBIÉN UN
MENSAJE PEDAGÓGICO QUE NO PASA
DESAPERCIBIDO PARA LA SOCIEDAD.
AHÍ ESTÁ NUESTRO COMPROMISO,
SIGÁMOSLO.
Muchas gracias.
42
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