Nº 5 Segunda Época - Agosto de 2012 Revista Oficial del Festival Internacional del Cante de las Minas LA UNIÓN - Murcia - España Editorial Paco Ícaro en el Recuerdo De la noche a la mañana hemos dado un giro imprevisto. Sobrellevamos a nuestras espaldas las mil y una crisis, que como decía Paco “son el pan nuestro de cada día”, con la fortaleza y flexibilidad que corresponden a un pueblo minero. De la noche a la mañana hemos tenido que encender esta Lámpara Minera impregnada entera de quien la encendió por vez primera hace ya algunos años. De la noche a la mañana, somos un poco más pobres y hemos de seguir nuestro camino con un amigo menos. De la noche a la mañana nos queda la esperanza de que, a pesar de todo, seguirán existiendo “mañanas” y seguiremos encendiendo lámparas de ilusión y de trabajo… que de eso si entendemos. 02 Lámpara Minera nº 5 Segunda época / Agosto 2012 SUMARIO Edita: Festival Internacional del Cante de las Minas de La Unión. Saluda del Alcalde de La Unión Fundador: y Presidente del Festival . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Francisco Celdrán (Paco Ícaro) Saluda del Concejal de Cultura Directora: y Director del Festival . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 06 Noelia Arroyo Hernández Mientras Nace el Festival - Francisco Celdrán.. . . . . . . . . . . . . . 07 Equipo Redactor: Entrevista a Sara Baras . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . 10 Ruth García Belmonte Prepárense para emociones fuertes - Antonio Arco. . . . . . . . .14 Ibán Hernández Premio Castillete Minero 2012: Bigas luna . . . . . . . . . . . . . . . .16 Manu Egea Premio Castillete Minero 2012: Jose María Manzanares . . . .18 Onésimo S. Hernández Premio Castillete Minero 2012: José Andrés . . . . . . . . . . . . . . .20 Consejo Editorial: Premio Castillete Minero 2012: Manuel Navarro . . . . . . . . . . .22 Comisión Organizadora del 52º Festival Entrevista a María Dueñas por Ruth García . . . . . . . . . . . . . . . .24 Internacional Cante de las Minas. Entrevista al Alcalde de La Unión por Manu Egea . . . . . . . . . .28 Foto Portada: Donde Nacen los sueños (Ganadores 51 Edición). . . . . . . . . . .34 Francisco Celdrán (Paco Ícaro) Juanito Valderrama vs Juan Valderrama . . . . . . . . . . . . . . . . . . 36 Contraportada: Antonio Piñana vs Carlos Piñana . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .38 Esteban Bernal Aguirre Y dale Perico al torno - Francisco J. Róden . . . . . . . . . . . . . . . . .39 Diseño y maquetación: Conchita la Peñaranda y su cante por Salvador Alcaraz Pérez Malagueñas - José Francisco Ortega . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .46 04 Juan torres “Habichuela Nieto”: El arte de web: www.fundacioncantedelasminas.org cantar con la guitarra . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .49 Contacto: Así es mi sobrino Juan - Antonio Carmona . . . . . . . . . . . . . . . .51 [email protected] Así es mi sobrino Juan - Javier Adan. . . . . . . . . . . . . . . .52 [email protected] Cartel Oficial 52 Festival - Luis Gordillo . . . . . . . . . . . . . . . . . . .54 ADVERTENCIAS: Convocatoria Cultural Trofeos “Pencho Cros” - . . . . . . . . . . .56 Los textos, fotos e lustraciones publicadas Programación 52 Festival . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .58 por Lámpara Minera y su Copyright, Resumen III C ongreso Internacional Universitario son propiedad de sus autores. de investigación del Flamenco - Ibán Hernadez . . . . . . . . . . . 60 Noticias de la Fundación Cante de las Minas . . . . . . . . . . . . . . 64- 03 Francisco Martín Bernabé Pérez Alcalde de La Unión y Presidente del Festival Internaconal del Cante de las Minas Y A P E S A R D E TO D O, SEGUIMOS ADELANTE Q ueridos amigos: ¡ Va y a a ñ o ! C r i s i s g a l o p a n t e , r e f o r m a s , p r i m a d e r i e s g o, inter venciones bancarias…. Desde luego que podríamos decir aquello de que estamos padeciendo un auténtico “a n n u s h o r r i b i l i s ”, p o r q u e e n v e r d a d la nefasta coyuntura económica que todos sufrimos es capaz de quitarle el ánimo a cualquiera. Pe r o m i r a p o r d o n d e , r e s u l t a q u e cuando estamos en La Unión y toca hablar de Flamenco las cosas cambian. E s o b v i o, t e n e m o s e l m e j o r c e r t a m e n jondo que se realiza sobre la faz de l a t i e r r a . Y e s o o b l i g a , y m u c h o, a que la situación sea necesariamente distinta. Nobleza obliga, que diría el c l á s i c o. Y así es, porque…. ¿dónde si no en La Unión se pueden reunir en estos días figuras de la talla de Sara Baras, J o s é M e r c é , Pa s i ó n Ve g a , Va l d e r r a m a , Arcángel, Dorantes, Carlos Piñana o Marina Heredia, por citar sólo a algunas de las estrellas que actuarán en la Catedral del Cante?, ¿dónde sino en La Unión se pueden congregar en estas fechas personalidades del nivel de María Dueñas, Bigas Luna, José Mari Manzanares, José Andrés, Juan Ramón Lucas, Lucio Blázquez, M i g u e l Po v e d a o e l E m b a j a d o r d e Estados Unidos, por reseñar solo a varios de los protagonistas de la agenda cultural?, o ¿dónde sino en La Unión se pueden agrupar en estas jornadas los más brillantes y jóvenes valores del panorama flamenco a nivel mundial, que aspiran a alzarse con los afamados trofeos de nuestros prestigiosos concursos? E n e f e c t o, t o d o e s t o s ó l o p u e d e p a s a r en un lugar y en un momento: en La Unión y con ocasión de la celebración d e l Fe s t i v a l I n t e r n a c i o n a l d e l C a n t e d e las Minas, que en este 2012 cumple ya 52 años de brillante trayectoria, lo que lo convier te en el cer tamen jondo más longevo en número de ediciones de cuantos se realizan a escala mundial. Y larga vida que aún le queda, que eso no lo dude nadie, pues los impor tantes proyectos que ha puesto e n m a r c h a l a Fu n d a c i ó n C a n t e d e l a s Minas en estos dos últimos años, como e l M u s e o, l a E s c u e l a d e A r t e F l a m e n c o o los Congresos Universitarios, que avanzan imparables y exitosos en s u d e v e n i r c o t i d i a n o, s o n e l m e j o r síntoma de la magnífica salud que rodea a todo cuanto tiene que ver con nuestros cantes mineros. En fin, que tenemos todo el futuro por delante y a base de mucho trabajo 04 estoy convencido de que podemos optar a conver tirnos en la gran r e fe r e n c i a c u l t u r a l d e E s p a ñ a . M i m b r e s y potencial existen sobradamente p a r a a l c a n z a r e l o b j e t i v o. S a q u e m o s pues nuestros genes mineros a relucir y pongámonos ya a batir el cobre. Con la misma valentía, agallas y coraje que nos enseñaron los que nos precedieron en la tarea. Somos hijos de la Sierra Minera y no puede existir t e m o r a l g u n o p o r a l c a n z a r e l o b j e t i v o. Sólo de nosotros depende, sólo en nuestras manos está el conseguirlo. Y e n t r e t a n t o, h a b r á t i e m p o e s t e m e s de agosto para que nuestra localidad le rinda el justo homenaje que se merece al alcalde fundador y primer P r e s i d e n t e d e l Fe s t i v a l , m i q u e r i d o y admirado Esteban Bernal, quien va a recibir el título de Hijo Adoptivo de La Unión. Él fue quien instituyó el lema, más de medio siglo atrás, de que el Cante de las Minas debía ser siempre “g r a n d e , h o n e s t o y c a b a l ”. Y t a l q u e así, en esa misma tarea, y sin cambiar ni una sola coma, es en lo que todos nos hemos aplicado a lo largo de este tiempo para que el evento haya alcanzado las altas cotas de grandeza de las que disfruta en la actualidad. Y p a r a f i n a l i z a r, q u i e r o e x p r e s a r mi felicitación a todos los que han trabajado en la realización de esta nueva y espléndida edición de n u e s t r a r e v i s t a “ L á m p a r a M i n e r a”, muy en especial a su directora, Noelia A r r o y o, p o r e l m a g n í f i c o t r a b a j o q u e ha realizado y en el que sucede al a ñ o r a d o y g e n i a l Pa c o Í c a r o, q u e tristemente y de forma sorpresiva nos dejó hace unos meses, pero c u y o i n d ó m i t o e s p í r i t u l i t e r a r i o, t a n sensible, tan minero y tan flamenco a la vez, siempre estará presente entre nosotros. A él también le rendiremos, a t í t u l o p ó s t u m o, l o s m e r e c i d o s h o m e n a j e s a l o s q u e s e h i z o a c r e e d o r. Cuando asumimos la gestión del Fe s t i v a l h a c e s e i s a ñ o s p r o m e t i m o s que habría un antes y un después e n l a h i s t o r i a d e l e v e n t o. N o n o s corresponde a nosotros juzgar si s e h a n c o n s e g u i d o s e n t a r, o n o, l a s b a s e s p a r a e l l o, p e r o p u e d o a s e g u r a r que por falta de ilusión, voluntad y, s o b r e t o d o, m u c h o t r a b a j o, n o h a q u e d a d o. D e s d e a q u í , m i agradecimiento más hondo a todos los que han hecho que esto sea p o s i b l e y, s o b r e t o d o, m i f e l i c i t a c i ó n más sincera a todo el pueblo de La Unión, auténtico artífice de que este pequeño milagro suceda cada a ñ o. S e l a m e r e c e m á s q u e n a d i e . Fr a n c i s c o M . B e r n a b é Pé r e z . Alcalde de La Unión Presidente de la Comisión Ejecutiva de la Fu n d a c i ó n C a n t e d e l a s M i n a s 05 Julio García Cegarra Director del Festival y Concejal de Educación, Cultura y Deportes del Excmo Ayuntamiento de La Unión. A migos del flamenco: Un año más damos un nuevo paso hacia adelante en la bonita tarea de poner a este maravilloso arte que es el flamenco en el lugar que día tras día le corresponde como manifestación cultural española más destacada desde hace ya varias décadas. Y lo hacemos desde La Unión, desde e l Fe s t i v a l I n t e r n a c i o n a l d e l C a n t e d e las Minas, cuna de los cantes mineros, expresión de dolores y tragedias que sufrieron nuestros antepasados. C o n t r a b a j o, c o n s u d o r, c o n m u c h a s horas de dedicación y entusiasmo para tener una vez más y van 52, una e d i c i ó n d e l Fe s t i v a l q u e p o d í a m o s calificar sin miedo a equivocarnos c o m o d e a u t é n t i c o l u j o. Y es que son épocas duras, para todos sin excepción y por supuesto también para el flamenco; pero a la vez todos hemos puesto una vez más de nuestra parte todo lo posible para que sobre las tablas de la Catedral del Cante pasen estos primeros días de agosto los mejores ar tistas que n u e s t r o a r t e n o s p u e d e o f r e c e r. Nuestra ciudad, La Unión, ha sido y es un referente internacional en cuanto al flamenco se refiere y año tras a ñ o, l a l l a m a d a d e l Fe s t i v a l d e Fe s tivales es atendida con la mayor de las predisposiciones por par te de ar- tistas y personalidades relacionadas con el mundo de la cultura. Así pues, os emplazo desde nuestra r e v i s t a o f i c i a l , “ L á m p a r a M i n e r a”, a seguir disfrutando y emocionarse con todos y cada uno de los fantásticos momentos que vamos a tener en la 5 2 ª E d i c i ó n d e l Fe s t i v a l I n t e r n a c i o n a l del Cante de las Mina con una impre s i o n a n t e A g e n d a C u l t u r a l y c o m o n o, con todos y cada uno de los magníficos rincones que nos ofrece nuestra “ C u i d a d A l u c i n a n t e” e n p a l a b r a s d e l g r a n m a e s t r o A s e n s i o S á e z ”. No quisiera despedirme, sin tener un breve recuerdo a nuestro gran a m i g o, Pa c o Í c a r o, p r o m o t o r y d i f u sor de la cultura unionense hasta la saciedad y grandísimo impulsor de la misma, así como un fiel col a b o r a d o r d e n u e s t r o Fe s t i v a l , e l Fe s t i v a l d e t o d o s l o s u n i o n e n s e s . M u c h a s g r a c i a s p o r t o d o, Pa c o. Julio García Cegarra D i r e c t o r d e l Fe s t i v a l I n t e r n a c i o n a l del Cante de las Minas 06 Francisco Celdrán Sánchez Fundador y Diretor de “Lámpara Minera” MIENTRAS NACE EL FESTIVAL. Estampas de una infancia en otra Unión. V iven en la calle del Pino, frente a la entrada trasera del Hospital de Sangre. Es una casa pequeña de techado de láguena: entrada y comedor en la misma pieza, una única habitación con la cama de sus padres -que él también comparte- , y la cuna de su hermana. La cocina con hornillo de petróleo y un patio interior pequeño, con pila para lavar, un alambre para tender la ropa y, en una esquina, el agujero del retrete oculto tras una cortina de saco que las ratas roen y deshilachan por las noches. Es febrero y hace frío. Su madre se ha marchado a comprar y lo ha dejado al cuidado de su hermana. Él tiene tres años, ella meses y no cesa de llorar. Es día de Carnaval. Su madre le ha hablado de la gente que se disfraza para robar niños. -. ¡Que no se te ocurra abrir a nadie! Mira a través de los cristales de la puerta de la calle subido en una silla baja de anea donde su madre cose. Con los dedos separa el visillo. Tiene los ojos muy abiertos. De vez en cuando alguien pasa y da un respingo hacia atrás. Tiene y no tiene miedo. La hermana sigue llorando. Coge un hilo grueso, lo ata por un extremo a la cuna y así consigue mecerla sin dejar de mirar a la calle. Cada dos por tres tiene que limpiar el vaho del cristal con el puño del babi. No aparecen brujas ni disfraces. Sólo alcanza a divisar la verja de hierro de la parte trasera del Hospital por donde, de cuando en cuando, asoma la señora María su cara ajada y amable, le mira, le sonríe, y él adivina que su madre le ha puesto vigilante. En la escuela de don José Carrillo, se sienta en el pupitre junto a Manolín que es hijo de un guardia civil y vive en unas casas de ese Cuerpo en la calle Real. Los pupitres tienen un agujero con un recipiente donde se vierte tinta de la botella negra del profesor. Allí mojan el plumín con cuidado de no apretar demasiado y de no manchar la hoja de la libreta. Si una pluma se rompe se vuelve a poner otra en el palillero, ¡pero cuestan dinero! Su madre le lleva de la mano aquél día que se encuentran con Manolín y la suya. Las dos se ponen a hablar sin soltarles. Es entonces cuando se le llenan los ojos de lágrimas mirando al amigo que según cuenta la madre se iban a marchar de La Unión al día siguiente. Él siente una desolación y un vacío desgarradores en el alma. Y unas ganas irresistibles de abrazar fuertemente al amigo, de llorar con él. Manolín se marcha y nada parece cambiar por fuera. Por dentro, algo queda roto para siempre. Naranjo no va a la escuela. Son muchos hermanos y tiene que ayudar a la madre. El padre trabaja en la mina. Abajo. No es lo mismo trabajar abajo que arriba. Los mineros siempre hacen ésta distinción. Arriba es como de más categoría y las esposas pueden vivir más tranquilas. Pero, se gana más abajo. Al padre de Naranjo lo traen un día en una caja de cinc del tamaño de una de zapatos. La madre da un alarido de dolor que hiela la sangre del vecindario. Naranjo se pone lívido y la emprende a puñetazos con la pared. La calle se llena de gente. Todo es diminuto: la casita, el amigo, la madre... El ataúd parece de juguete. Todo es indigno y nadie parece darse cuenta. A los pocos días el amigo y su familia desaparecen para siempre. (…) 07 (…) Es curioso, ahora se le llena la mente de gente de aquél primer barrio de su infancia.: la señora María, la guardesa del Hospital de Sangre; el tío Juan con su patio sembrado de cagarrutas, donde acude con la lechera cada mañana y le ordeña a la misma cabra, hasta que la espuma rebosa el borde del aluminio y él la va absorbiendo con delectación camino de casa. (…) Su padre también trabaja con un cubo enorme, de hierro, con el que saca agua de un pozo en lo alto de la sierra. No se llama cubo, sino cuba. Es maquinista minero. El agua es para lavar los minerales. Antes ha sido vigilante en un pantano de estériles y después, en otro pozo, cambiará la cuba por una jaula donde se meten los mineros y él, manejando con pericia frenos y mandos que gobiernan cintas, motores y poleas, asume cada jornada la arriesgada y sombría tarea de bajar y subir a decenas de hombres que se van pudriendo en lúgubres galerías. La jaula pende de cuerdas de hierro que hay que mantener paralelas. No puede bambolearse, ni rozar las paredes del pozo. La jaula es frágil y mucho más los mineros. De su padre depende que el viaje a las profundidades del infierno transcurra sin incidentes. Y así, año tras año: Cubas de agua, jaulas con hombres y cunas cargadas de mineral. Atendiendo siempre la contraseña de los golpes de martillo que el capataz acciona desde abajo: uno, la cuba, dos el mineral, tres los hombres, cuatro un herido, un muerto o hay que escapar deprisa porque allí abajo se derrumba todo y las rocas amenazan con reventar esos cuerpos esqueléticos que a la luz de los carburos se asemejan al vidrio veteado y sucio. Cada día acuden al Pozo Cuevas a llevar al padre la comida del almuerzo. “Para que coma caliente”, dice la madre en su papel de esposa diligente, amante y apesadumbrada. Su hermana y él la acompañan. A la una de la Imagen anterior y ésta: Paco Ícaro de pequeño Fotografías facilitadas por la familia. tarde, en pleno verano, bajo un sol que calcina las lagartijas, el camino se hace interminable y fatigoso. El padre los divisa desde arriba y desciende por la senda de cuevas repletas de gente para salir al encuentro. En un repecho, a la sombra, sobre una piedra de laja por mesa, se extiende la servilleta de tela. Sobre ella se coloca el pan, la botellita de vino, el cuchillo, la cuchara... y por fin, la fiambrera con la comida aún caliente. Come delante de ellos que esperan para que si sobra algo se lo puedan llevar y aprovecharlo en su propio almuerzo. A veces, él no puede salir al encuentro y deben subir hasta la máquina. Allí esperan que saque a los hombres. La madre y la hermana vuelven la cabeza con pudor cuando aparece la jaula en el brocal del pozo. Él observa asombrado un montón de ojos que parecen mirar con angustia, alivio, desesperación y cansancio. Van medio desnudos y cubiertos totalmente por una tierra negra apelmazada al cuerpo por el sudor. Los ojos... brillan los ojos... de miedo y resignación. No hay rabia sino aceptación. Son los mismos ojos que después ha vuelto a ver en alguna película de esclavos negros, cuando se abre la compuerta de la bodega del barco, el protagonista baja por la escalera y alumbra hacia el fondo. En la oscuridad flotan esos mismos inocentes y aterrados ojos. Al principio, la hermana lloraba desconsolada. A todos les sobrecogía un horror gélido que ya nunca se marchaba del corazón. Llega el domingo. Es el único día que el padre no trabaja. Por la mañana, al despertar, los dos se pasan a la cama del matrimonio. Demasiado pequeña para los cuatro aunque no les disgusta estar apretados, al contrario. En la cama, la madre relata algún cuento. Los adormila con su voz, con su raro ingenio. Cuando el padre tiene turno de noche duermen con ella. Entonces, du- 08 rante una hora por lo menos pueden dejar encendida la bombilla y leer. Él devora con fruición tebeos y novelas del Oeste, la madre novelas de amor de Corín Tellado. Por dos reales las cambian en el quiosco de la señora Lola, en la calle Real. El padre sólo lee los titulares de algún periódico donde el tendero ha envuelto la compra. No le gusta leer. Sin embargo, se ufana de su ampulosa firma y del caballo de barro que le dieron como premio en el colegio. Le brillan los ojos cuando coge el bolígrafo y se dispone a firmar las notas del hijo. Se recrea en cada trazo, y cuando acaba la rúbrica se queda mirando el garabato como un pintor que acaba de realizar la obra de su vida. Por la tarde, cuando llega del trabajo, el hijo se sube a horcajadas sobre su espalda y lo pasea de la puerta del patio a la puerta de la calle, durante un rato. Él no sabe que el hijo lo sabe, pero cada mañana a eso de la seis, cuando se marcha a la mina, se mete en su cuarto y le da un beso en la frente. Si el hijo estuviera despierto sería incapaz de hacerlo, se avergonzaría. Es verano. Tiene siete años, un saquito de tela con bolas de barro y alguna cristalina, el Segundo Álvarez con todos los saberes que necesita, las novelas radiofónicas del Cola Cao y la leche condensada que escucha durante las siestas, tendido en el suelo sobre una sábana; un montón de tebeos que intercambia con los amigos, unos pocos indios de goma con sus caballos, un fuerte de madera con escasos soldados...y amigos, muchos amigos en el Central donde está Hidroeléctrica, en la calle Tejera, en la calle Torrijos...y en el callejón que las enlaza donde vive la Pepa, el Pescador y la familia de los Femández. Es de noche. Vienen del cine de verano, de la Terraza Argüelles. Han puesto “Jerónimo”. La calle es larga pero su alumbrado consiste en dos luces amarillentas que un empleado municipal e n - ciende cada día empujando el conector con una vara larga y redonda de madera, la misma que utiliza para apagarlas. Una bombilla en el pico de la calle Real, la otra, en el centro de la calle. Bajo ésta los críos juegan hasta la hora de acostarse. No hay nadie tomando el fresco, las sillas están en las puertas de las casas, pero vacías. La gente se arremolina en la acera de su mejor amigo, de Ginés. La madre le aprieta la mano pero no dice nada. Aún faltan diez, quince metros para llegar a la altura del tumulto. El grito de la madre de Ginés suena atronador y desgarrado. Todo se vuelve silencio y angustia. Él no entiende nada pero comienza a sentir los jirones del dolor de una tragedia íntima. Las vecinas le susurran a la madre los pormenores de la muerte de su amigo. Con una angustia desconocida atenazando su estómago se acerca a la pequeña ventana del cuarto de matrimonio, única que da a la calle y está con la luz encendida. Tiene que encaramarse a los barrotes y, apoyando la suela de los zapatos en la pared encalada, alzarse hasta apoyar los codos en el alfeizar y mirar adentro. En medio de la cama que ahora aparece gigantesca, está su amigo, dentro de una minúscula caja blanca. Su rostro, amoratado y deforme. Su barriga descomunal llena todo el ataúd. La madre se abalanza sobre el cadáver chillando como una loca. La muerte debe ser como esta inmensa soledad que ahora siente. La muerte no tiene rostro, es un pozo sin fondo dónde un dios cruel va arrojando todo lo que él más ama. Hasta dejarlo solo, vacío de sí mismo. 09 entrevista D espués de interpretar a mujeres intensas, que anteponían sus sentimientos a todo lo demás, como Juana la Loca, Mariana Pineda y Carmen, , Sara Baras regresa a los escenarios, tras su recién estrenada maternidad, para dar vida a ‘La Pepa’, un personaje que tiene mucho de las anteriores. La bailaora y coreógrafa, se tomó un respiro en 2010, cuando se encontraba en pleno éxito. Lo hizo para cumplir un sueño, el de ser madre. De esta forma, daba vida a uno de sus mayores deseos, aparcado por exigencias profesionales. Dos años después, retoma su carrera, impecable y cargada de éxitos por todo el mundo, con un nuevo reto artístico y llega más segura, más feliz, con más fuerza y más auténtica. Así es la homenajeada de la quincuagésima segunda edición del Festival Internacional del Cante de las Minas, sencilla, natural, de risa contagiosa, elegante, valiente, luchadora y muy trabajadora. 10 Sara Baras Sara, ¿Cómo estas? ¿Qué tal la vuelta al trabajo? Genial, la verdad es que me daba un poco de pánico el regreso, ponerme en forma, pero todo ha salido redondo. La vuelta ha sido espectacular. Ahora piso el escenario de otra manera y tengo más fuerza. Y eso que, cuando me veía tan gordita con el embarazo, pensaba que nunca volvería a ser la misma. Estaba feliz, pero con la incertidumbre de cómo respondería después mi cuerpo. Y la verdad es que ahora me encuentro incluso mejor que antes. ¿Cómo es ese estado en el que te encuentras? ¿Hay una nueva Sara tras la maternidad? Sí, ser madre es algo estupendo. Es un sentimiento que te cambia desde dentro. Cambia todo, empezando por tu escala de valores. Mi hijo José, me hace pensar mucho y sé que por él sería capaz de cualquier cosa. Esa fase de mi vida la disfruté, por primera vez, sin el estrés de la profesión. Pude preparar `La Pepa´ con calma, estudiando y dándole al tema todas las vueltas del mundo para cuidar hasta el último detalle. La obra tiene una mezcla de libertad, tranquilidad y buena energía. Se nota que viene del mar, del aire, del bien. Este nuevo estado anímico ¿está influyendo en tu baile? gación de dejarme llevar por los sentimientos y ahora tengo el corazón mucho más lleno, la sensibilidad más a flor de piel. Todo está siendo maravilloso. Por cualquier cosa que tenga que ver con el bebé me comería el mundo, es naturaleza pura y dura. Yo me veo mejor. No está bien que lo diga yo (risas), pero bueno, hay más verdad. Y el niño, ¿cómo está? Precioso, muy grande, ya ha cumplido el año. Es una bendición porque está muy sano, come y duerme perfectamente. Se porta fenomenal y así la gira se sobrelleva perfectamente. Es lo mejor que me ha pasado en la vida, con diferencia. Todo gira en torno a él. ¿A quién se parece? Todo el mundo comenta que los ojitos son míos, pero yo lo veo muy mezclado. Tengo entendido que le encanta bailar, eso es de mamá y papá ¿ya apunta maneras? Sí, le encanta, está todo el día bailando. Es lógico, está rodeado de músi- Mi Pepa representa la esperanza y la libertad, así como la alegría en tiempos tan difíciles Sin duda. Como bailaora tengo la obli- 11 ca, porque en nuestra familia todo el mundo baila, aunque yo le miro y le digo que se dedique a otra cosa. Sentimientos que ¿se pueden transmitir a la perfección con el flamenco? ¿Qué veremos en “La Pepa”, el próximo jueves 2 de agosto? El flamenco es el más idóneo para transmitir todas estas sensaciones. Para bailar necesitamos estudiar, ensayar y prepararnos, pero anteponer el corazón es algo fundamental y eso hace sentirte muy libre. Mi Pepa es mucho más que un símbolo. Es la voz del pueblo, un espectáculo precioso, homenaje a la Constitución de Cádiz de 1812, con motivo de su bicentenario, que representa la esperanza y la libertad, así como la alegría en tiempos tan difíciles como la Guerra de la Independencia. Y eso es el flamenco, pura libertad. ‘La Pepa’ es un recorrido por diferentes estampas de mi tierra, Cádiz, por el sentir de la gente, su forma de ser, su carácter, su brisa, y su aroma. Adaptaremos el espectáculo al espléndido escenario del Antiguo Mercado Público y, por ello, tendrá aún más alma. ¿Y cómo es, en sí misma, La Pepa? Es una mezcla de todo, es raíz y a la vez vuela. Es el único personaje de la obra que, aunque no existe, le da sentido, porque consigue cambiar el dolor de la guerra, a esperanza y fuerza. Más allá de gustos, desde que se sube el telón todo lo que aparece demuestra que es una gran producción con mucho trabajo detrás y gran equipo. Está todo muy cuidado, no hay nada sin sentido. 12 El espectáculo resalta no solo los momentos y detalles más importantes de este momento histórico, sino el carácter del pueblo y sus rincones. Resaltamos no solo lo más bonito de la época, sino también lo más importante del Cádiz de 1800 como el puerto marítimo, el rincón más importante de occidente por el comercio; los periódicos, a los que dedicamos uno de los temas con un zapateao; también la venta de la seda o los títeres que representaban teatrillos en medio de las calles. Todo mezclado con el proceso de creación de la Constitución. Aparecen las Cortes de Cádiz con su presidente y diputados, que cada uno defendía eso que después se reflejó en los artículos. ¿Contará con alguna colaboración especial para la ocasión? ¿Cómo es la puesta en escena? Además de mi compañía, muy local, renovada para este espectáculo con un noventa por ciento de bailarines gaditanos, me acompañará Keko Baldomero, a la guitarra, quien además se ha encargado de la dirección musical de la producción y Jesús Serrano, al baile. Jesús interpreta al presidente de las Cortes de Cádiz. Después hay ocho mujeres que bailan como los ángeles y cinco chicos que interpretan al pueblo y a los diputados. El vestuario, de una belleza espectacular, es de Torres Cosano, y la escenografía de dos artesanos gaditanos. Es una obra de arte acompañada de la iluminación de Óscar Marchena y Jose Luis Alegre. ¿Cómo se imagina esa noche? Llena de magia y duende. Tendré que bailar muy bien para que la gente se quede con ganas de volver a verme. Pienso en la seguiriya que bailo, a mitad del espectáculo, un palo muy de verdad y muy profundo que en La Unión tiene que salir de maravilla. ¿Qué significa para Sara Baras ser la homenajeada del Festival Internacional del Cante de las Minas? Me hace mucha ilusión que La Unión me demuestre su cariño y su respeto, dedicándome el festival de este año. Con la historia y categoría que tiene este certamen, es increíble. Yo he venido mucho a bailar a La Unión, también cuando empezaba, y siempre me he quedado alucinada con los artistas que han actuado aquí. Daré las gracias con los zapatos puestos y bailando. después Madrid y seguidamente, La Unión. ¿Esto acaba de empezar? Sí, porque estaré tres años de gira. Iremos más despacio que antes porque está adaptada a mi bebé. Después de La Unión, estaremos en el Festival Castell de Peralada (Girona), la Granja de Segovia y la Bienal de Sevilla. También viajaremos a Chile y Argentina, y en 2013 volveremos a Madrid y Barcelona para hacer temporada. Y entre actuación y actuación ¿Ha pensado en el próximo espectáculo? Es pronto para pensar en futuros montajes. La cabeza se va para muchos lados, siempre estoy ahí soñando, pero todavía no sé nada. Sus espectáculos siempre son recibidos en loor de multitudes ¿Se considera afortunada? Mucho, soy muy trabajadora, me gusta la perfección, pero reconozco que he tenido mucha suerte. Además, estoy rodeada de buena gente. Mis músicos, el cuerpo de baile… La vida me regala muchas satisfacciones. Hay dos palabras que tengo gastadas y que no dejaré de decir: Gracias y suerte. La gira comenzó en Barcelona, 13 as tos y lo i s c r O ra es e c g u as os p e ha l u ré at q a d zap dré . n os . Ten bie l y n co ndo mu ila a b PREPÁRENSE PARA EMOCIONES FUERTES Antonio Arco Caro P repárense para emociones fuertes, porque así me dijo Sara Baras que bailará este año en La Unión: «Más leona, con el corazón más lleno y con más fuerza que antes». Está feliz Sara Baras, a la que le debemos el placer de haberla visto bailar, siempre muy bien, en ‘nuestro’ Mercado Público, hecha siempre una reina con ganas de comerse el mundo, con la boca más pequeña que La Paquera de Jerez -¡Paquera, vuelve, que te echamos mucho de menos!- pero con mejores muslos, las cosas claras. «Bailar con todo lo que sientes siendo mamá es algo bestial», me aseguro la bailaora cuando la entrevisté para ‘La Verdad’, recién salida del agua hecha una rosa, despojada de toda tensión y exultante, con la luz gaditana arropándola. «¡’Triqui’!, dale un bañito al ‘gordo’ mientras yo hago la entrevista», le decía Sara Baras a su hermana. Estaban en Cádiz, agua de mar y de piscina, sol, tranquilidad de fin del mundo y una familia que se comporta como una piña. La bailaora y coreógrafa y su hermana ‘Triqui’ tienen, exactamente, la misma voz y la misma risa, una risa contagiosa. A Sara Baras la risa la envuelve, la protege, le da a su presencia un aire inconfundible de frescura y de cierta alta dosis de inocencia, que no desaparece ni con los años, ni con los éxitos por todo el mundo, ni tras haber sido madre en Cádiz, la tierra a la que decidió regresar a vivir para que allí viniera al mundo José. La risa de Sara Baras es legendaria, y se le quedó grabada, cuando la conoció, al bailarín y coreógrafo cartagenero José Carlos Martínez, actual director de la Compañía Nacional de Danza (CND). Juntos protagonizaron el tradicional ‘spot’ navideño de Freixenet, que en 2011 tuvo en ellos a dos ‘burbujas’ de auténtico lujo. Sara Baras es de una naturalidad sin artificio que se agradece. Una mujer normal, fuera del escenario, que cuando se sube a él se transforma en una seductora fuerza armónica de la naturaleza. Escucho al niño José pasar de beso en beso, de risa en risa y de mano en mano de sus familiares, que están todos como locos con él. José lo ha cambiado todo. «El niño está precioso, súper grande, porque ya ha cumplido un año y es un ‘pepón’, es ‘gordote’ y ‘grandote’ y ‘brutote’, y la verdad es que es una ‘lindura’», afirma su madre. Su padre es el también bailaor José Serrano, de quien, precisamente la gaditana se enamoró, en el año 2000, mientras compartían en escena el desgarro y la pasión de ‘Juana la Loca’. Sara Baras te enamora, así son las cosas y así se las cuento. O sea, que vayámonos aguantándonos todos porque no tenemos nada que hacer. Se ríe con ganas cuando le recuerdo este titular suyo de 14 hace unos años: «Tengo una parte de Heidi, pero trabajando soy terrible». Es de una exigencia altísima, persigue la perfección, no deja que los aplausos le cieguen y busca hacer historia cada noche. ¿Saben qué? Que no se olvida de que la Compañía Sara Baras, con el espectáculo ‘Sensaciones’, debutó en Murcia, en el Auditorio regional, en 1998. «¡Madre mía todo lo que lloré! Antes y después del estreno, venga a llorar. Fue muy emocionante poner en marcha algo que no se sabía cómo iba a funcionar. Yo decía, ‘madre mía, ¿quién va a venir a verme bailar en Murcia, si a mí nadie me conoce?’. Fue muy hermoso, en Murcia cambió mi vida artística. Después del estreno, que la gente acogió muy bien, no parábamos de llorar en los camerinos. Entre tantas flores y llantos, aquello parecía un tanatorio». Francisco Bernabé, alcalde de La Unión y presidente de la Fundación Cante de las Minas, dice que es «la personificación de la elegancia exquisita hecha mujer», y «una de las damas más majestuosas que han pisado desde siempre los escenarios cabales», que desde que llegue a La Unión no va a dejar de decir «¡gracias, gracias, gracias!». Qué noche nos va a hacer pasar, ya verán, ya. Prepárense. Con el homenaje que este año le dedica La Unión, anda loca perdida. Habla maravillas de su festival, de su gente, del Mercado Público. Se emociona y te emociona, ahora solo falta que baile como Dios manda, que vuele alto, que nos deje sin aliento, que nos parta un rayo de gusto. Que sí, que yo creo que van a ir por ahí los tiros: disparos de arte desnudo al corazón. Tiene ganas de volver a La Unión, donde en 2001 bailó ‘Juana la Loca’ justo cuando la admiración por José Serrano -él interpretaba a Felipe el Hermoso- se estaba transformando en fuego amoroso. «Ahora, Pepín es mi marido y el padre de mi hijo. Hemos vivido juntos sensaciones increíbles por medio mundo, la más increíble de todas ser papás, y volver ahora a La Unión, para encontrarnos allí de nuevo frente a frente, bailando y recibiendo el reconocimiento del festival, va a ser muy especial», reconoce. Y se ríe, claro. Anuncia Sara Baras, de la que 15 JOSÉ JUAN BIGAS LUNA Premio Castillete de Oro 2012 B igas Luna tiene ADN español, y a través de su arte, su cine y su vida en definitiva, se empeña en demostrarlo dentro y también fuera de nuestro país. Dentro de ese ADN de lo español, el flamenco está muy presente en su obra. Su ojo cinematográfico descubrió a todos nuestros mejores actores: Javier Bardem, Penélope Cruz, Jordi Mollá y, más recientemente, a Verónica Echegui o Leonor Watling, y ese ojo también descubrió para el cine a la gran figura de renombre en el mundo del flamenco actual: Miguel Poveda, en la Teta y la luna. U n año antes, Poveda había ganado en La Unión la preciada Lámpara Minera. También el flamenco, o mejor, el baile flamenco, fue el leit motiv del cortometraje que para promocionar España realizó Bigas Luna en la Exposición Universal de Shangai de 2010. Entonces, los ecos del flamenco salpicaban todas las sensaciones, iconos o símbolos que representan nuestro país. Este veterano director de cine siempre ha estado preocupado por difundir al máximo todos los caracteres de nuestra cultura, entre los cuales está el flamenco, y hablar de Bigas Luna, es «hablar de lo ibérico», según Francisco Bernabé, Alcalde de La Unión y Presidente del Festival Internacional del Cante de las Minas, que este año entrega su Castillete de Oro al cineasta catalán, autor de más de una quincena de películas, una decena de cortometrajes, además de otras publicaciones, guiones de cine o exposiciones colectivas e individuales. Artista en definitiva, quizá por provenir del interiorismo y del diseño industrial. 16 Su cine, que ha rodado tanto en catalán como en castellano, siempre tiene un sello muy personal cargado de altas cotas de erotismo en todas sus películas, muchas veces relacionado con la comida, hacia la cual, según confiesa, siente una gran pasión. Un costumbrismo casi surrealista. rompió todos los moldes. Bigas Luna, Castillete de Oro del Cante de las Minas, por su aportación cinematográfica al flamenco, al que siempre ha demostrado respeto y cariño. Ese cine que irrumpió en nuestras vidas sorprendió a una España casposa y medio dormida, que intentaba salir de la huella del franquismo, y esa irrupción 17 Preocupado por difundir todos los caracteres de nuestra Cultura JOSÉ MARÍA MANZANARES Premio Castillete de Oro 2012 H ablar del toreo de Manzanares es hablar de un toreo fresco, mediterráneo, expresionista como la pintura de Sorolla, o de la elegancia de una estética que luce natural, sin apenas esfuerzo. Como la brisa de ese azul Mediterráneo, el azul que en todas sus gamas pone en sus trajes de luces, además del rojo pasión, como el de las hogueras de San Juan de su Alicante natal…, pasión por el toro, y pasión por la música y el flamenco. El Castillete de Oro a José María Manzanares se presenta como el primer homenaje del flamenco a un maestro de la tauromaquia. Dos géneros vinculados tradicionalmente, y que ahora se No es un torero tradicional, ese de fincas y ganaderías…, es un torero urbano, que se mueve como pez en el agua en las redes sociales, amante de la moda, que se tatuó una manzana en honor a una saga que ha dejado grandes en el mundo de la tauromaquia. Original hasta para llevar en el añadido el pelo rubio de su mujer, la madre de su hijo, ese que seguirá con la leyenda. Un torero al que le gusta la música en varios de sus estilos, desde Alejandro Sanz o Calamaro, y que ama el flamenco. Un mundo al que tuvo acceso desde niño, pues aficionado es su padre, y figuras del cante jondo, como Camarón o Rancapino, se pusieron a sus pies. Manzanares puede además presumir de ser el protagonista del primer indulto que a un toro se realiza en la Maestranza sevillana, a un toro extraordinario después de una faena extraordinaria. Faenas, que remata como nadie, matador de matadores. 18 Es un torero urbano, que se mueve como pez en el agua en las redes sociales dan la mano. El Alcalde de La Unión y Presidente del Festival, Paco Bernabé asegura que se trata de un «amante del jondo como pocos y que reúne todos los méritos para esta distinción». Méritos ya realizados pese a su insultante juventud, y otros que están por llegar. La Catedral del cante abre su puerta grande al maestro torero, José María Manzanares. 19 JOSÉ ANDRÉS Premio Castillete de Oro 2012 L a de José Andrés es una personalidad arrolladora que hierve en la cocina y que sigue en ebullición fuera de ella. Semanalmente se reúne con políticos, participa en simposios y da conferencias en instituciones internacionales. Todo, con un claro objetivo: fomentar la alimentación sana y sostenible, contra el hambre y contra la obesidad. Lo que vive en la actualidad, sería la culminación de un sueño que empezó hace algo más de 20 años, cuando se inscribió en la Escuela de Restauración de Barcelona. Una vez finalizados sus estudios de hostelería, quiso perfeccionarse en uno de los restaurantes más prestigiosos de España, El Bulli de Ferrán Adrià, al que considera maestro y sobre todo, amigo. A principios de los 90, llegó a EEUU como cocinero del buque-escuela Juan Sebastián Elcano. Fue con la idea de imponer la comida española en EEUU, conquistar a la primera potencia mundial por el estómago. ¡Y vaya si lo está logrando! El asturiano José Andrés es copropietario de siete reconocidos restaurantes en Washington que, diariamente, dan de comer a 5.000 personas. Entre los comensales habituales se encuentran el El hombre que ha conquistado EEUU por el estómago ex presidente Bill Clinton, congresistas, agentes del FBI y diplomáticos. En esos restaurantes es normal escuchar música española, y flamenco en concreto. Y es que, a través de su mujer, que es natural de Algeciras, y por la extraordinaria sensibilidad de este artista de los fogones, José Andrés cayó rendido a los pies del flamenco, al que degusta como si se tratara de sus creaciones más exquisitas. José Andrés le descubrió a Estados Unidos la cocina española y popularizó las tapas, un concepto basado en que todos comparten el mismo plato. Por eso, EE UU reconoció su labor con un oscar culinario, el más prestigioso galardón de la restauración norteamericana. Así 20 premió no sólo su saber hacer, sino la filosofía subyacente de un exitoso empresario, que ha abierto restaurantes en Washington, Los Ángeles y Las Vegas y a quien destacadas personalidades políticas como Michelle Obama consultan regularmente en cuestiones de política alimentaria. También destaca otra faceta de José Andrés, la mediática, pues con su programa televisivo “Made in Spain” ha cosechado grandes éxitos en EEUU, y también en España, con ¡Vamos a cocinar con José Andrés!. Este año 2012 la revista Time incluyó al 21 cocinero español en su lista Time 100, que recoge a las “100 Personas Más Influyentes en el Mundo”. No ajeno al fenómeno José Andrés en la primera potencia mundial, El Festival del Cante de las Minas, reconoce con el Castillete de Oro a este cocinero, gran exponente de la difusión de las bondades de la gastronomía española en el extranjero, y también, amante del flamenco. MANUEL JOSÉ NAVARRO JIMÉNEZ Premio Castillete de Oro 2012 22 M aestro, psicólogo clínico y abogado. Técnico de cultura del Excmo. Ayuntamiento de La Unión. Técnico del prestigioso certamen flamenco unionense “Festival Internacional del Cante de las Minas”, desempeñando en la actualidad el cargo de coordinador de la recientemente constituida Fundación Cante de las Minas. Miembro fundador de la Federación Provincial de Peñas Flamencas de la Región de Murcia. Coordinador de la colección de discos Antología del Festival del Cante de las Minas, y de la colección Lámpara Minera, ambas editadas por el sello RTVE. Comisario de diversas exposiciones de fotografía de temática flamenca (Carlos Saura, Paco Sánchez, Jerónimo Navarrete, María Manzanera,…) Asesor en diversas jornadas y ciclos de flamenco de dentro y fuera de la región de Murcia. Asesor de diversas instituciones (Instituto Cervantes, Embajadas de España en el exterior,…) en la promoción del flamenco como una de las expresiones más genuinas de la cultura española. Codirector de las Jornadas Flamencas Ciudad de Valladolid. Conferencias: En distintas ciudades españolas y extranjeras (Jerez, Sevilla, Granada, Úbeda, Valladolid, Madrid, Bilbao, Barcelona, Valencia, Murcia, Estambul, Luxemburgo, Roma, París,….) sobre el Festival de las Minas. Publicaciones: Director de edición de los libros:“Chano Lobato: toda la sal de la bahía”, “Monstruos: 30 entrevistas a los grandes del flamenco”, “Libro de los Pregones del Festival Nacional del Cante de las Minas“. Codirector de edición de los libros: “El Cojo de Málaga: Textos en homenaje a Joaquín Vargas Soto”, “El Papa Flamenco: textos en homenaje a D. Antonio Chacón”, ambos pertenecientes a la colección Lámpara Minera. Coordinador de edición de los libros: “Antonio Fernández Díaz Fosforito: veinte firmas para un maestro del cante”, “A Mario Maya”, “Homenaje a La Paquera de Jerez”, “Cristina Hoyos: el genio desnudo”, “Crónicas del Festival Internacional del Cante de las Minas”. Colaborador en los libros :“Pencho Cros: Torre de penas y coplas”, “Los Festivales Flamencos en el Mundo; Ritos, rotos y retos”, y “Retratos del Flamenco”. Colaboraciones en diversas publicaciones de ámbito flamenco tales como Sevilla Flamenca, El Olivo, La Flamenca, La nueva Alboreá,… y de programas de radio tales como “El callejón del cante”, de Radio 5. Director académico del I y II Congreso Internacional de Flamenco sobre los Cantes Mineros, y del III Congreso Universitario Internacional de Investigación sobre Flamenco. Miembro del Jurado del “I Festival de Documentales y Cortometrajes Flamencos”. Miembro del Jurado de la Convocatoria Cultural Internacional del Festival de Las Minas. Coordinador exposición itinerante “La Unión, Minera”, de Esteban Bernal. 23 María Dueñas Ruth García N a c i ó e n u n p u e b l o m i n e r o, P u e r t o l l a n o, y s u f a m i l i a paterna ha estado siempre muy vinculada a las minas. Con esos precedentes acude María Dueñas a pregonar la 52 edición d e l Fe s t i v a l I n t e r n a c i o n a l d e l Cante de las Minas, esperando además la llegada al mercado literario de su segunda novela, M i s i ó n o l v i d o. 24 L a escritora manchega, aunque afincada en Cartagena, tiene claro que “la mina es un tema para grandes novelas”. Con El tiempo entre costuras ya ha vendido más de un millón de ejemplares, convirtiéndose en todo un fenómeno literario. Pregonera 52 Festival Recién llegada de Estados Unidos, donde ha permanecido dos semanas para promocionar la edición de bolsillo de su primera novela, todavía intenta r e c u p e r a r s e d e l c a m b i o h o r a r i o, aunque el deber y el trabajo n o s a b e n d e l “ j e t l a g”. M a r í a Dueñas no renuncia, pese al c a n s a n c i o, a s e g u i r d i s f r u t a n d o de todos y cada uno de los regalos que le sigue deparando su irrupción en la literatura por la puer ta grande. Este fenómeno l i t e r a r i o, - c o n s u p r i m e r a n o v e l a El tiempo entre costuras ha vendido más de un millón de ejemplares-, le ha llegado en un momento de madurez vital que le ha hecho digerir el éxito con total naturalidad, firme con los p i e s e n e l s u e l o, p e r o t a m b i é n disfrutando del m o m e n t o. Es por eso que se ha centrado de lleno en la literatura, sacándole el máximo rendimiento a su novela, pero también dedicando esfuerzos ingentes a su segundo l i b r o, M i s i ó n o l v i d o, q u e s a l d r á a la venta en septiembre. Entre los privilegios que le e s t á d e j a n d o s u l i b r o, M a r í a Dueñas viaja, ha cambiado de actividad profesional, escribe colaboraciones en rotativos de primer nivel, conoce a gente interesante, y en medio de todo ese maremágnum, ha aceptado el reto de pregonar l a 5 2 e d i c i ó n d e l Fe s t i v a l d e l C a n t e d e l a s M i n a s . Fe s t i v a l q u e ya conoce, pues la hemos visto de espectadora en varias de sus ediciones, aunque este año l o m i r a d e u n m o d o d i s t i n t o. María, ¿Qué sintió cuando Fr a n c i s c o B e r n a b é l e p r o p u s o pregonar esta edición del Fe s t i v a l d e l C a n t e d e l a s M i n a s ? Fu e u n a a b s o l u t a s o r p r e s a y u n a g r a n a l e g r í a . Le p e d í v e i n t i c u a t r o h o r a s p a r a p o d e r c o n f i r m á r s e l o, mientras me aseguraba de que podría ajustarme a las fechas previstas, pero desde un principio sabía que haría lo posible por estar allí. Antes de q u e s e c u m p l i e r a e s e p l a z o, é l volvió a llamarme para que le d i e r a e l s í d e f i n i t i v o, y a s í l o h i c e . ¿Cómo se toma el ser la encargada de abrir el festival flamenco más importante de nuestro país: con r e s p o n s a b i l i d a d y r e s p e t o, o pensando en seguir disfrutando del momento que está viviendo? Con muchísima ilusión y también con sentido de la responsabilidad. Me precede una lista de pregoneros de enorme solvencia; para mí es un honor poder sumarme a ellos, espero estar a su altura. Nos podría adelantar detalles de ese pregón… Yo n a c í e n u n p u e b l o m i n e r o, mi familia paterna ha estado siempre muy vinculada a las m i n a s. . . Po r a h í e m p i e z o a h i l a r l o. No sé si ha pensado en alguna trama literaria que inspiraría alguna novela viendo y conociendo la Sierra Minera, 25 marco en el que se celebra e s t e Fe s t i v a l … La mina es, sin duda, un tema para grandes novelas. Ya s e h a n e s c r i t o a l g u n a s obras magníficas –Émile Zola lo hizo en Germinal, Juan Cobos Wilk ins reflejó dentro de nuestro país las minas de Río Tinto en El corazón de la tierra…--. Es un mundo duro y apasionante, quizá algún día me inspire para componer una gran historia con la intensidad y el rigor que merece. Ya q u e d a m e n o s p a r a v e r en televisión la adaptación televisiva de su novela El tiempo entre costuras, y en septiembre saldrá ya al mercado su segunda novela. ¿Cómo está viviendo este verano de dulce espera? El verano está pasando en “QUIZÁ ALGÚN DÍA ME INSPIRE A ESCRIBIR UNA NOVELA SOBRE LA MINA. ES UN MUNDO DURO Y APASIONANTE” un soplo entre viajes, trabajo vinculado al lanzamiento de mi nuevo libro y escasos días de vacaciones. Acabo de regresar de Estados Unidos y aún me quedan tres viajes por delante a n t e s d e q u e t e r m i n e a g o s t o. ¿Le pesa la inquietud de que será de esa segunda novela, o “q u e l e q u i t e n l o b a i l a o” ? Los lectores serán quienes decidan el recorrido de mi novela; yo ya he cumplido con m i d e b e r, q u e e r a e s c r i b i r u n a historia poniendo en ella todo m i e s f u e r z o, m i s g a n a s y m i Biografia M ARÍA DUEÑAS (Puertollano, Ciudad Real, 1964) es doctora en Filología Inglesa y profesora titular en la Universidad de Murcia, actualmente en excedencia. A lo largo de su carrera profesional ha impartido docencia en universidades norteamericanas y participado en múltiples proyectos educativos, culturales y editoriales. En 2009 irrumpe en el mundo de la literatura con El tiempo entre costuras, la novela que se ha convertido en el gran éxito editorial de los últimos años y que ha cautivado por igual a lectores y crítica. Las cifras de venta superan ampliamente el millón de ejemplares. Sus derechos han sido cedidos para traducciones a más de veinticinco lenguas y para una ambiciosa serie de televisión a cargo de Antena 3. 26 s a b e r h a c e r. A h o r a s ó l o p u e d o acompañarla en sus primeros pasos y esperar a que los lectores la disfruten, opinen y decidan si vale la pena. Inquietarme o preocuparme no tiene ya demasiado s e n t i d o, pero aguardo el momento con ilusión. ¿Qué le ha aportado El tiempo entre costuras, y en concreto Sira Quiroga? M u c h í s i m o, p o r s u p u e s t o. U n cambio de actividad profesional, u n a p ro ye c c i ó n p ú b l i c a q u e a n t e s no tenía, un montón de nuevas e x p e r i e n c i a s … Y, e n d e f i n i t i v a , una inmensa satisfacción. Actualmente está en excedencia, pero en su condición de funcionaria, ¿cómo está viviendo la movilización social de los funcionarios a raíz de los recor tes que afectan a la función pública? Vivo todo lo que nos rodea con enorme tristeza y preocupación, la situación es tremendamente lamentable, no dejo de preguntarme cómo hemos p o d i d o l l e g a r h a s t a a q u í . Y, s o b r e t o d o, c u á n d o s a l d r e m o s . Cómo le ha cambiado la vida a María Dueñas desde el año 2009 que irrumpe con fuerza en el mercado literario? ¿Le compensa? Claro que compensa, por s u p u e s t o. H a n s i d o t r e s a ñ o s intensos y especiales que se h a n i d o e n u n s o p l o. Pe r o e n e l día a día, al margen de actos, prensa y viajes, mi vida sigue afor tunadamente como siempre. 27 Francisco Bernab Manu Egea F rancisco Bernabé (La Unión, 3 de abril de 1970) nos recibe en su despacho de la majestuosa Casa del Piñón, edificio modernista de 1905 y actual sede del Ayuntamiento unionense. El agotador día de gestiones y reuniones no oculta el entusiasmo que ilumina el rostro del alcalde, pues nos ocupan dos de sus grandes pasiones: La Unión y el Festival Internacional del Cante de las Minas. Y como si de un guiño de la Historia se tratase, iniciamos la entrevista bajo la atenta mirada de un Cristo de los Mineros, y acompañados, sobre la mesa, por dos símbolos locales: una Lámpara Minera, orgulloso emblema del Festival, y la réplica de una vagoneta rebosante de tradición y de pasado. -Nos encontramos en la Casa del Piñón, historia viva del pasado minero de La Unión. ¿Por qué ha escogido este lugar para la entrevista? Me pareció oportuno que estuviésemos aquí para hablar del Festival por su alto valor simbólico, pues, por un lado, desde 1908 es la sede del Ayuntamiento de La Unión, la casa de todos sus ciudadanos, algo que de por sí es un hito; además, hablamos de uno de los edificios más emblemáticos y del que los unionenses nos sentimos más orgullosos por ser una auténtica joya de la arquitectura, de ese Modernismo ecléctico que caracterizó la época de la riqueza de las minas en La Unión. Y finalmente, porque la Casa del Piñón es, junto con el Antiguo Mercado Público, la otra sede del Festival Internacional del Cante de las Minas, por cuanto aquí se celebran los actos de su Agenda Cultural. -No quedan minas abiertas en La Unión, pero el municipio se reinventa cada día potenciando su patrimonio histórico y cultural, musealizando la mina Agrupa Vicenta, siendo cuna de artistas con su Escuela de Arte Flamenco, y en poco tiempo con una nueva bahía de Portmán… ¿Qué horizonte vislumbra usted para La Unión? El horizonte de La Unión ha de pasar necesariamente por su reconversión hacia el sector turístico. Es un municipio con una superficie muy escasa -sólo 24 km² de los que casi la mitad están ocupados por la sierra minera-, lo cual hace que no haya, ni nunca haya habido, espacio para desarrollar otras actividades económicas como la agricultura, la ganadería o la industria. De ahí que tengamos que enfocar claramente al municipio hacia el turismo, en una doble vertiente: por un lado, con la puesta en valor de nuestro fantástico patrimonio cultural, donde entran la mina y el cante. La puesta en valor del mundo de la mina es hoy una hermosísima realidad, gracias al Parque Minero y a la mina Agrupa Vicenta, que han visitado ya casi 100.000 personas en estos primeros 24 meses de vida. Un complejo que, de hecho, vamos a seguir ampliando con la recuperación de la mina Pablo y Virginia, que tiene unas dimensiones cuatro veces superiores a las de Agrupa Vicenta. La intención es acometer las obras el próximo año y que esté abierta en 2014. Y junto al patrimonio minero material, tenemos el inmaterial, que conforman nuestros cantes: los cantes de Levante y de las minas fueron declarados Bien de Interés Cultural en 2010, y toda la actividad que realiza la Fundación Cante de las Minas es ese segundo sostén en la recuperación del mundo de la mina. Obviamente hablamos del Festival como buque insignia, pero queremos prorrogar esa actividad flamenca todo el año con otras iniciativas como las de la Escuela de Arte Flamenco, los Congresos Universitarios, el Museo del Cante de las Minas o las Jornadas Gastronómicas, todas ya en marcha, funcionando de forma exitosa y haciendo que conjugue ese binomio mina-cante, cante-mina, que es el que conforma la marca ‘La Unión, Ciudad Minera y Flamenca’. Todo esto se refiere al plano cultural, que podríamos encuadrar en la ‘vertiente norte de la Sierra’, 28 bé Alcalde de La Unión 29 pero el gran proyecto de futuro del municipio, situado en la cara sur, es el proyecto estratégico de la bahía de Portmán. El Ministerio de Medio Ambiente ya ha confirmado que las obras de regeneración de la bahía se van a acometer en breve, y una vez finalizadas, hacia finales de 2014, será fundamental hacer lo propio con el nuevo puerto deportivo y pesquero de Portmán, y finalmente con toda la ordenación del entorno para posibilitar ese proyecto turístico basado en estándares de máxima calidad y muy respetuosos con el medio ambiente. Lo primordial es potenciar la oferta hotelera: buenos hoteles que generen muchos puestos de trabajo de forma permanente y estable a lo largo de todo el año. Definitivamente, Portmán tiene que ser el icono, el punto de referencia de ese nuevo turismo que estamos buscando todos para la Región de Murcia, que genere muchas visitas y alto poder adquisitivo. Pese a no quedar mineros en activo en La Unión, ¿cree que quedan ‘flamencos’, que el espíritu flamenco ligado a estos hombres sigue vivo? Aquí hemos de ser un poco auto-críticos. La puesta en marcha de la Escuela de Arte Flamenco hace dos años obedeció de forma primordial a recuperar ese espíritu. Sí, hay ‘flamencos’ en La Unión, siempre los ha habido y siempre los habrá. Pero tal vez empezaba a escasear un tanto en número, y ya este año, en sólo dos ediciones, ha habido varios alumnos que se han presentado a las fases clasificatorias del Festival del Cante de las Minas. Estamos recuperando esa ‘esencia’, todos los fines de semana son más de 100 alumnos de varias Comunidades Autónomas los que nos visitan para formarse en cante, guitarra, baile y percusión -en cajón flamenco-, y creo que con este nuevo embrión de jóvenes valores que quieren vivir este arte, está más que garantizado el futuro de la pervivencia de la ‘raza’ flamenca entre nuestros vecinos. -Hábleme de usted, ¿qué aspectos de su infancia le evoca el flamenco? Es decir, ¿adónde le lleva el recuerdo o su imaginación cuando escucha o ve flamenco? Pues mis primeros recuerdos vinculados al flamenco y al Festival los tengo de cuando mi abuelo Martín me llevaba, de pequeñito, a ver la ‘velada trovera’, porque él era un gran seguidor del mundo del trovo, y siempre le gustaba mucho que fuéramos para allá. Luego, a través de las peñas flamencas, ya algo más mayor, estuve a veces en algunos recitales, pero hasta que llegué a ser alcalde fui un mero espectador, no me involucré de forma activa. Hasta ese momento era un vecino más que pagaba su entrada cuando venía un artista conocido, e iba al Mercado a ver la actuación de ese día, sin tener una actitud mucho más activa en lo que es este mundo. Pero desde que asumí la alcaldía en 2007 lo conocí de verdad, ha sido desde entonces cuando he conocido por dentro la cultura y los valores flamencos, y cuando me he enamorado definitiva y perdidamente de todo lo que tiene que ver con lo jondo. “La Lámpara Minera es al flamenco lo que al fútbol la Copa Mundial” -O sea, que para conocer realmente el flamenco hay que entrar en contacto con él. Sin duda alguna. Está claro que cualquiera de las estrellas que viene al Mercado Público nos hace gozar, pero hasta que uno no asiste a un recital ‘en las distancias cortas’… Yo cuando he sentido ese pellizco, ese ‘duende’, esa magia que tiene el flamenco ha sido cuando poquitas personas alrededor de una mesa, una guitarra y un buen cantaor o cantaora nos han hecho disfrutar. Y me he dado cuenta de que el vello se eriza cuando, en un momento dado, aparece ese ‘pinchazo’, que es el que marca la diferencia y te hace pensar que estás viviendo sensa- 30 ciones y momentos únicos. Me atrevería a decir que para enamorarse del flamenco hay que experimentarlo en las distancias cortas, sin perjuicio de que la ‘Catedral del Cante’ es un lugar tremendamente mágico donde, por supuesto, todos disfrutamos, pero para ‘engancharse’ al flamenco hace falta ese otro instante, más en la intimidad. -Perdone el atrevimiento, pero ¿ha intentado alguna vez ‘arrancarse’ en privado? No, en la vida, y sobre todo porque le tengo mucho respeto a nuestros cantes. No me atrevería. Conozco estos cantes -algo menos los de fuera-, que representan el dolor, el sufrimiento, unas duras condiciones de vida y un respeto a una forma de ser. Es por ello que no quiero frivolizar con lo que significa, por ejemplo, una minera, y lanzarme yo a intentarlo. Prefiero escucharla y disfrutarla. -Pese a no haber minas activas en La Unión, sí que perduran en la memoria y en el tiempo los cantes mineros y de Levante, que como usted dice, se suelen asociar a la tragedia, la soledad, el trabajo duro o a la figura femenina. ¿Cree que se mantiene esa esencia para interpretar los temas, o que hoy día el flamenco ha evolucionado? Esa pregunta hay que ponerla en conexión con el sabio equilibrio que creo que hemos sabido poner de manifiesto en el Festival del Cante de las Minas, y que nos hace ser los más ‘atractivos’ en el mundo de lo jondo: por un lado, el cuidado riguroso por la más pura de las ortodoxias, el respeto reverencial a todos los cantes mineros y de Levante del que hacemos gala año tras año, y edición tras edición, en nuestros cuatro concursos. Eso para nosotros es intocable; pero, a la vez, el ser conscientes de que el flamenco es arte, de que el arte es vida y que en la vida todo cambia. Tenemos muy claro que el flamenco también está sujeto a evolución, y estamos abiertos a saber escuchar y atender esas otras formas de expresión a las que está llegando este arte. Para eso está la primera parte del Festival (las Galas y la Agenda Cultural). Queremos estar al día, ser incluso pioneros e innovadores -como hemos sido hace muy poquito tiempo con la puesta en marcha del premio Filón-, abrirnos a las vinculaciones del flamenco con otros mundos -como las artes plásticas, la gastronomía, la tauromaquia, la comunicación o la cinematografía-, y lo demostramos cada año con la Agenda Cultural. Y lo hacemos siendo conscientes de que podemos pecar de ‘osados’ en ocasiones, pero tenemos muy claro que es una realidad y tenemos que estar al día. Sin olvidar, como he dicho antes, el respeto riguroso a la tradición. Cada cosa tiene su momento en el Cante de las Minas, y opino que saber ponerle su valor a cada una en el momento adecuado es lo que nos hace dar con la clave para el éxito del Festival. -¿Qué cree que siente un artista del flamenco cuando llega a un escenario como éste, por el que han pasado los mejores? Hombre, yo no he estado nunca en esa situación, pero sólo hay que hablar con ellos. Sobre todo es el respeto reverencial que sienten ante las tablas de la ‘Catedral del Cante’. Hay que tener en cuenta que es un escenario ya de por sí distinto a cualquier otro en el que suelen actuar: no es un teatro, ni un tablao flamenco de una peña al uso, ni tampoco un espacio al aire libre habilitado para hacer un recital. No, esto es una joya del Modernismo, un monumental espacio decimonónico y de principios del siglo XX que fue concebido para otros menesteres, pero que hoy desde luego tiene un aspecto 31 que apabulla, que impresiona, con unas cúpulas gigantescas que empequeñecen a todo el que llega. Y todo eso, el impacto que produce el lugar, unido a saber que tienes delante de ti a más de mil personas que saben lo que van a ver y escuchar, que son exigentes, es lo que hace que los artistas vengan con respeto y con el gusanillo ése de que hay que trabajar mucho para ganarse el aplauso del público de La Unión. Voy a ponerle en un pequeño aprieto con un par de preguntas en las que habrá de elegir y ‘mojarse’. ¿Cuál es la modalidad artística o el premio del Festival que más le emociona entregar y que, a la vez, le hace sentirse más orgulloso? Aquí hay dos cuestiones. La Lámpara Minera es… al flamenco lo que al fútbol la Copa Mundial. Cada año, cuando la entrego, sé que estoy entregando el equivalente a la Copa del Mundo en el ámbito del flamenco, el trofeo más preciado que existe en el panorama ‘jondo’ a nivel mundial, y eso es algo único que no se puede cambiar. Pero yo, a nivel particular, nunca podré evitar tenerle un cariño muy especial al premio que directamente auspicié y que puse en marcha, que es el Filón, al mejor instrumentista flamenco. Creo que es un premio que tiene mucho recorrido, mucho futuro, y que nos va a permitir estar al tanto de todo lo que está pasando. Llevamos tres ediciones, todas ganadas por pianos de cola, aunque creo que este año ya hay más opciones de que otros instrumentos, de viento o de cuerda, puedan pugnar directamente por el Filón. Siempre tendrá un lugar especial en mi corazón por aquello de sentirme un poco ‘padre’ de la criatura. ¿Y si hablamos de nuestros artistas locales, hay alguno por el que tenga especial predilección? Vamos a ver, yo he tenido la suerte de escuchar cantar al gran Pencho Cros, tengo la suerte de escuchar con frecuencia a Encarnación Fernández, y de haber conocido a Niño Alfonso, a quien no pude escuchar en directo, pero sí en alguna grabación. Y al que no pude nunca escuchar en directo ni conocer fue a Eleuterio Andreu. No me atrevería a decir yo quién puede ser el favorito, porque a Eleuterio no lo conocí y le dedicamos el Festival del pasado año, como muestra del homenaje que La Unión debía rendirle al ‘rey de la taranta’; pero sobre los otros tres, con los que he tenido y tengo un trato cotidiano, sólo puedo decir que son magníficos cantaores. Considero que, además, en un momento dado no se hizo justicia con Niño Alfonso, que fue merecedor de haber ganado la Lámpara Minera, razón por la que en 2011 quisimos darle un Carburo de Oro, porque se lo merecía. Los cuatro han sido y son leyendas vivas del cante de La Unión, y fíjese, por eso lo que le decía antes: desde los tiempos de Encarnación Fernández no ha habido nadie que haya continuado en La Unión con el flamenco, de ahí la idea de poner en marcha la Escuela de Arte Flamenco, para que no se apagara esa llama. Porque los años sesenta, setenta y ochenta fueron prolíficos en cantaores, pero en los noventa y lo que llevamos del siglo XXI no hemos tenido la suerte de conocer a unionenses que hayan dado ahí la talla, y por eso es por lo que hemos de insistir en volver a tener nuevos valores de la tierra. Ya le veía yo venir, imaginaba que le costaría elegir (risas), así que dígame: ¿cómo cree usted que estas figuras unionenses han contribuido a elevar el flamenco como arte? Estos cuatro artistas han sido capitales para “En agosto, La Unión se transforma en una metrópoli que acoge a gente de todas las procedencias, credos y religiones” 32 consolidar los cantes mineros y creadores de escuela en este sentido; sin ellos, por mucha llamada de Juanito Valderrama que hubiera en su día, no estaríamos hablando hoy de que nuestros cantes siguieran vivos y pujantes. Hay que tener en cuenta que estamos hablando de tres Lámparas Mineras de Pencho, dos de Encarnación, una de Eleuterio, y una ‘casi’ Lámpara que tuvo que haber ganado Niño Alfonso. Ellos han marcado unas décadas del Festival, son y han sido maestros de estilos, de formas de entender el cante por mineras. A partir de ahí, pues poco más que añadir. -Para finalizar, ¿qué destacaría del Festival Internacional del Cante de las Minas 2012, y qué le diría al visitante que aún esté pensando si venir o no a La Unión este mes de agosto? Guste o no guste el flamenco, creo que es fundamental acercarse a La Unión durante esta primera quincena de agosto para ver lo que es la ‘transformación viva’ de una pequeña ciudad de 19.000 habitantes en una metrópoli que acoge a gente de todas las procedencias, credos y religiones. De los cinco continentes llegan aficionados al flamenco queriendo sumarse a esta gran fiesta, a esta gran liturgia que tiene lugar en La Unión. Y como digo, esa transformación no se extiende únicamente a lo que pasa dentro del Antiguo Mercado Público, sino también a las calles del municipio: la plaza Joaquín Costa, que se transforma en la Avenida del Flamenco; o la calle Mayor, que se engalana para la ocasión. Durante estos días, en La Unión se respira un ambiente cultural distinto. Por supuesto, uno puede optar por ir por las noches al Antiguo Mercado Público y disfrutar, bien de los mejores y más consagrados artistas del panorama ‘jondo’ actual, bien de las jóvenes promesas y nuevos valores que participan en nuestros concursos. Pero es que si no apetece esa opción, simplemente pasear por nuestras calles, acudir a cualquiera de los actos de la Agenda Cultural a conocer a estas grandes personalidades que nos acompañarán un año más, o el hecho de disfrutar de este ambiente tan distinto y tan especial, creo que es la mejor medicina para poder disfrutar de un gran verano. Si a todo esto se une que las actividades de la Agenda Cultural son gratuitas, y que los precios de los actos del Mercado han experimentado una rebaja del 20% para favorecer la asistencia del público en estos tiempos de crisis, no puede haber excusa válida para no estar en La Unión este verano. 33 Donde Nacen los Sueñ CELIA ROMEROLÁMPARA MINERA R econoce que le ha cambiado la vida en este último año, después de ganar la Lámpara Minera: “es el máximo galardón del flamenco y ganar el festival me ha abierto muchas puertas, el número de actuaciones se ha multiplicado y ahora actúo en sitios importantes. Antes únicamente cantaba en peñas flamencas de Extremadura y participaba en concursitos pequeños”. La cantaora extremeña guarda un magnífico recuerdo de su paso por el Festival, y tiene ganas de volver a subirse al escenario de La Unión para demostrar que está a la altura. JUAN TORRES FAJARDO “HABICUELA NIETO” BORDÓN E l guitarrista granadino asegura que “es una alegría y un halago haber recibido un premio como es el Bordón” en la pasada edición del Festival Internacional del Cante de las Minas, además afirma que supone un verdadero “prestigio” llevar bajo el brazo este trofeo. Después de un año de salir vencedor de la Catedral flamenca reconoce que “ahora toco más relajado”. Y para los nuevos que se aventuran en la conquista de este premio recomienda “cerrar los ojos y dejarse llevar porque si estás enamorado de la guitarra hay que luchar y seguir adelante”. 34 Desp de un a vencedores año en la 51º Festival Inter Cante de las Mi mirada al mom sus carreras c dieron un cenden ños C Ganadores de la 51ª Edición del Festival LUCÍA ÁLVAREZ HOWARD “LA PIÑONA”DESPLANTE ree que ganar el máximo galardón de baile ha sido muy ben- eficioso para su carrera artística “porque me ha situado en el mapa artístico, es como si, de repente, empezara a existir”. La Piñona asegura que un premio como el de La Unión “te abre mundo” y reconoce que éste “ha sido un buen año y, pese a la crisis, no me puedo quejar. Empiezo a trabajar sola”. La bailaora tiene ganas de volver a pisar las tablas de La Unión, aunque “ahora me da más miedo que si concursara, pues tengo que demostrar que no se equivocaron dándome el premio”. pués año, los del pasado º edición del rnacional del inas vuelven la mento en que como artistas giro trasntal. A SERGIO MONROYFILÓN pesar de no haber sido un año tan bueno para el trabajo todo ya llegará, pero el reconocimiento esta ahí y a todos los sitios a donde vas te lo reconocen porque es un concurso que tiene ya una importante trayectoria y eso que la sección de instrumentista es todavía reciente” y aun así a finales de año empezará a trabajar en su nuevo disco. También afirma que “ahora me voy haciendo un huequecito pero todavía me queda mucho” y también lanza un consejo a los nuevos para “que no lo dejen y sigan luchando aunque sea un momento difícil para la música, pero, a pesar de todo, es un buen momento para estudiar, prepararse y entrenar”. Y termina Sergio “tengo ganas de volver a La Unión porque me trae muy buenos recuerdos y creo que Murcia me da suerte”. 35 Juanito Valderrama vs Juan Valderrama P ueblo de La Unión: verano de 1961. Juanito Valderrama está en el escenario del cine al aire libre. Ante un público que abarrota el recinto. El maestro está interpretando los estilos mineros, los cantes recios de aquella tierra que aprendió directamente de sus creadores. Los conoce como la palma de su mano y es consciente como buen artista y músico de su importancia, por lo que redobla sus esfuerzos y pone todas su sapiencia y su las inmensas posibilidades de su garganta a pleno rendimiento. Se está dejando el alma en cada tercio del cante, en cada frase. Por eso en La Unión aquella noche se enfada y manda parar a los guitarristas Ramón de Algeciras y Manolo Carmona. El público está frío y suenan voces pidiendo que cante sus canciones más célebres, sin tener en cuenta la importancia de los estilos que está interpretando. Se echa para delante y se dirige al público con respeto pero dejando patente su enfado: “Señores, estoy cantando vuestros cantes, que son una maravilla y me pedís que cante El emigrante… Yo estoy aquí para cantarles lo que ustedes quieran, pero me parece mentira que no le deis valor a estas cosas, estos cantes son una joya y si no hacéis algo se van a terminar perdiendo. Yo desde aquí animo a los buenos aficionaos y al alcalde a que hagan algo para que estos cantes no se pierdan” Aquellas palabras fueron la semilla que germinó en el evento flamenco mas trascendente a nivel mundial. Cuarenta años después, en el 2000, Juanito vuelve al mismo lugar donde todo comenzó para despedirse de un público que le ha seguido y le sigue adorando hoy, ocho años después de su muerte. Yo estaba con él, era su gran noche y estaba nervioso como como un chaval que fuese a concursar para optar a la lámpara minera. Nos quedamos solos en la habitación del hotel, estaba muy cansado después de atender a los medios de comunicación. Tenía 84 Valderrama y el cante siempre se han llevado bien. Cuando solo era un niño ya conocía la escuela de Don Antonio Chacón, los cantes del Cojo Málaga, de Marchena y era capaz de cantar veinte tarantas diferentes. Con 24 años ya es él quien contrata a otros cantaores que le doblan la edad y se convierte en empresario de su propia compañía. Pero el éxito rotundo le llega con las canciones que escriben para él Quintero, León y Quiroga. Con ellas se convierte en una estrella y traspasa las fronteras naturales del Flamenco en aquellos años. Luego llegan “El emigrante”, las peticiones del oyente en la radio y las películas. Pero a pesar de ello Juanito sigue siendo lo que siempre fue: cantaor flamenco. 36 años, eran demasiadas emociones y todavía tenía que salir a cantar en un recital que iba a ser grabado para convertirse en un disco, que él y yo intuíamos sería el último. tico cante jondo en una noche que gracias al tristemente desaparecido Mario Pacheco, quedó grabada en un disco para las generaciones venideras sepan quien fue Don Juan Valderrama Blanca. Por eso para quien escribe es de una emoción y una responsabilidad sublimes salir a ese escenario a homenajear a un artista como mi padre y rememorar aquél último recital. Lo haré desde la humildad como él me enseñó, sin un gran grupo que me arrope, sino con un par de guitarras como hizo él. Porque sé que no estaré solo, que esa noche volveré a sentirle a mi lado para alumbrarme el camino y entre los dos volver a emocionar al público selecto y sabio de La Unión. Dos horas antes del inicio de la velada, entre los dos terminamos de escribir el repertorio en el que no faltaban tarantas, seguiriyas, martinetes, soleares, el polo… después de leérselo se me quedó mirando y con media sonrisa me dijo: “No está mal para uno que dicen que es cancionero…” Porque nadie a esa edad ha sido capaz de enfrentarse a un reto así, remover los cimientosl autén- 37 Antonio Piñana vs Carlos Piñana G losar la figura de mi abuelo, D. Antonio Piñana Segado (Piñana (Padre) genera la obligación ineludible de vincular su trayectoria artística a los orígenes del Festival Internacional del Cante de las Minas, al que tantos años de su vida dedicó, guiado por el firme propósito de recuperar y perpetuar aquellos que vinieron a denominarse Cantes de las Minas. En tal labor fue crucial el encuentro habido en el año 1952 entre D. Antonio Grau Dauset, hijo del Rojo, y Antonio Piñana, quedando mi abuelo fascinado por el enorme y rico caudal que encerraban los cantes de aquel hombre de delicada presencia, personaje vital en el resurgir del Cante de las Minas, convirtiéndose mi abuelo en su discípulo, creándose entre ambos una relación casi familiar y de complicidad absoluta, atesorando día tras día el caudal de una tradición oral que permitió a la postre el resurgir de todo una rica gama de cantes, que de no haber existido tal contacto, habrían caído en el olvido, y ello dado que por aquel entonces, pasada la época de esplendor de La Unión, el Cante de las Minas, había dejado de interesar al público, más seducido por otras músicas, cultivándose únicamente por algunos artistas la taranta, por lo que tenía de musicalidad y floritura. Así creado el Festival y tras alzarse como ganador absoluto en las tres modalidades de cante, Antonio Piñana, éste vivió por y para sus queridos Cantes de Levante, cumpliendo así la promesa que había hecho a su mentor, grabando y divulgando primero a través de Radio Atalaya y después a través de las principales discográficas de la época, toda la gama de cantes que le habían sido trasmitidos por el Rojo hijo, culminando con ello la tradición oral que ha permitido perpetuar hasta nuestro días la razón de ser de nuestro Festival. Carlos Piñana 16/07/2012 38 Y dale Perico al torno Francisco J. Ródenas Rozas Cronista Oficial de La Unión I. Juerga preflamenca en Las Herrerías. Año 1851. (5-8-1851). C A continuación, el trazo de la primera juerga con tintes folclóricos y participación popular documentada en la Sierra. Desparrame general: “hasta los operarios y vecinos de las fábricas inmediatas concurrieron a obsequiar al Gobernador con cantos y bailes del país”. on la fresca, en la tarde del 31 de Julio de 1851 (hace 161 años, que se dice pronto), el Gobernador Civil de la Provincia, D. Ildefonso López Alcaraz partió desde Murcia hacia la Sierra de Cartagena para conocer el estado de la incipiente actividad minera. Formaban parte del ilustre séquito el Alcalde de Cartagena y destacado empresario minero, D. Jaime Bosch, y el ingeniero de minas D. José Monasterio, entre otras distinguidas personalidades. Impresionado quedó el Gobernador por el creciente desarrollo de la minería observado en el sector, a la vez que amargamente desazonado por el penoso estado de los casi inexistentes caminos de la Sierra. En sus propias carnes lo sufrió el insigne. Hasta las cumbres de La Crisoleja trepó en su excursión la egregia y extenuada comitiva admirando los grandes trabajos a roza abierta emprendidos en el lugar. Al cabo, descendiendo por la Cuesta de las Lajas, tras incontables sustos y tropezones, inevitable raspado de culeras, desolladas las manos, alcanzaron, por fin, los esforzados tierra firme (o sea, llana) en la Fábrica (fundición) “San Juan Bautista” de Las Herrerías (hoy La Unión, al final de la actual Calle del Ángel o de “Los Morenos”, entonces aún por formar) donde se había dispuesto la pernocta de los expedicionarios. Opípara cena reconstituyente para reparar las averías del cansancio en la animosa tropa. Brindis de rigor por la mayor prosperidad de la industria ya pujante. Y, en la sobremesa, la desbordante alegría de la fiesta: “Todo allí era júbilo”, señalaría el corresponsal de “El Faro Cartaginés” Lo primero, “morenos” actuando (¿espontáneamente?) ante burgueses. A continuación, “cantos y bailes del país”. Sin más detalle. Tan sólo podemos conjeturar sobre lo que entonarían aquellas gargantas y lo que danzarían aquellos cuerpos serranos. Quizá alguna variedad de fandango local y de baile bolero. Acaso estallarían palmas y guitarras. ¿Algún jornalero almeriense se arrancaría “por madrugá”?. Sólo es posible asegurar que unas cuantas coplas sin etiqueta conocida fueron lanzadas entonces al aire alentadas por el ansia incontenible de jarana. Obreros fundidores trabajan en un horno (¿Fábrica “San Juan Bautista”?) (F. Botella, 1868) 39 Algunos años más tarde (1868), precisamente en aquel mismo escenario festero, fue acordado el nombre de La Unión para rebautizar al municipio minero. También por aquellos tiempos y lares, el descomunal José Hernández Ardieta observaría la subida de los mineros, precisamente por la Cuesta de las Lajas, “contentos, satisfechos, cantando alegremente”, a la vez que la referida fundición “San Juan Bautista” –y dale Perico al torno- acogería nuevas veladas en torno al tañido de la seis cuerdas para entretener los ocios nocharniegos de los fundidores. Los obreros de la fábrica integrarían, además, una espléndida y milagrosa banda de música al pie del monte. Era lo que daba la mata en aquel lugar de leyenda. II. Un Café en cada casa. La Unión, año mil novecientos y poco. P resentamos a continuación el único retrato conocido, a cargo de un testigo (presencial), sobre el universo de los cafés cantantes establecidos en La Unión en su ciclo histórico. Bosquejo elemental e impresionista, el testimonio corresponde al escritor y abogado unionense Pedro García Valdés (La Unión, 1895 – Madrid, 1992), director (“Hércules”) de la Editorial “Levante” fundada por Andrés Cegarra Salcedo. En sus memorias inéditas, “Sobre mis pasos: recuerdo íntimo de La Unión” (1966), pinta García Valdés el cuadro fresco y emotivo de la ciudad que conoció en sus años de niñez y juventud a principios del siglo XX, abarcando el ciclo del auge minero. En la borrosa pero imborrable evocación de lo vivido décadas atrás, García Valdés se refiere a la “visión de la Calle Mayor de La Unión con el piso de tierra, sin aceras ni farolas, con grandes tableros para entrar en las casas, y, en éstas, una sí y otra también, un café cantante…”. He aquí un dato central sobre la existencia de estos establecimientos, uno en cada casa, “una sí y otra también”. Manifestación, exagerada a todas luces, que ilustra sobre una realidad cierta pero sobredimensionada en la memoria de un niño. No en vano, nos hallamos en el primer párrafo de sus evocaciones sobre La Unión. Fue éste, por tanto, un recuerdo primordial grabado a fuego, elaborado como sello distintivo de su niñez y de la ciudad que conociera entonces. En cualquier caso, podemos deducir de esa escueta información la notoria presencia de estos centros en la vía principal de la puebla minera (¿cuántos?: “uno en cada casa”). Quedaba configurada así para la historia del cante la ruta fla- “[En las casas de la Calle Mayor de La Unión] una sí y otra también, un café cantante” (Pedro García Valdés). Imagen de la Calle Mayor de La Unión (Fototipia Thomas, h 1920). Pedro García Valdés (La Unión, 1895 – Madrid, 1992). (“Cartagena Ilustrada”, 31-Oct.-1925) 40 menca de la Calle Mayor de La Unión. Además, el escritor rebusca en su memoria algunos detalles sobre el interior de aquellos locales, y caracteriza el espeso ambiente con concisión y eficacia: “alto tablao, humazo de tabaco, golpeteo de fichas, olor a carajillo…”. Toda una colección de atractivos reclamos. Eran los tiempos en que aún se podía fumar sin tasa en espacios públicos; luego, el juego y la bebida como oferta poderosa para resarcirse de la vida volcada en el duro trabajo. Pero ¿qué hay del flamenco exhibido en esos espacios? Apenas unos trazos emplea el testigo para dibujar el panorama: “rasgueo de guitarras, jipíos del cante (…), las figuras núbiles o maduras, morenas, de las “bailaoras”, moviéndose lenta o frenéticamente entre el revoleo de su faldas”. O sea, el espectáculo del cante, del toque y del baile. Se trata, en definitiva, de la misma tópica realidad transmitida hasta la fecha sobre el asunto, ahora certificada con fecha y firma por un testigo de cargo. III. El Rojo en Nueva York y en la Calle Mayor. Años 1892 y 1900 (o así). U na de unionenses por el mundo. Fue Don Antonio Grau Mora, “El Rojo el Alpargatero” para la musas, genial itinerante de lo jondo. El Rojo, en efecto, hizo, a la vez, sembradura y acopio, desparrame y cosecha de su arte en l o s mil lugares que conoció: Callosa, Almería, Málaga, Sevilla, Madrid, París, Cartagena, La Unión, Nueva York… El investigador Kiko Mora La Estatua de la Libertad (Nueva York), primera visión de El Rojo a su llegada a Estados Unidos (1892). Contreras, profesor de la Universidad de Alicante, ha recompuesto la fascinante aventura americana de El Rojo en la capital del mundo como miembro del cuadro artístico que acompañaba a su cuñada, Carmen Dauset Moreno, la famosa bailarina “Carmencita”, toda una estrella para el público americano. Resulta emocionante descubrir el nombre de D. Antonio en la lista de pasajeros del buque “La Touraine”, llegado al puerto de Nueva York desde El Havre francés, el 26 de Marzo de 1892, entre quienes arribaron a la legendaria Isla de Ellis (pasaje de 2ª clase) con la visión de la Estatua de la Libertad casi recién plantada [lo había sido en 1886], puerta de esperanza en la tierra de promisión para millones de inmigrantes de todo el mundo. Presentado como “famoso cantaor andaluz”, actuó El Rojo como intérprete de “canciones andaluzas genuinas” con la compañía de su cuñada los días 8, 13 y 15 de Octubre de 1892 en el marco de una serie de espectáculos conmemorativos del IV Centenario del Descubrimiento de América. Escenario, el “Chikering Hall” neoyorkino. Con aquella estancia, El Rojo no sólo había hecho las Américas, sino que había conquistado América para el flamenco. El distinguido vecino de La Unión fue el primer artista flamenco en actuar en los Estados Unidos. Dicho de otro modo, ejerciendo entonces como un Colón de los cabales, descubrió el universo jondo para el público americano. Por si fuera poco, en familia de pioneros, su cuñada “Carmencita” se convertiría, más adelante, en la primera mujer protagonista de una cinta de cine mudo, en el documental más antiguo sobre baile andaluz (grabado en 1894 en los estudios del mismísimo Edison). Ver, investigar y descubrir para creer. Algún tiempo después, recompuesto de sus andanzas internacionales, reposadas aquellas vivencias, por supuesto recuperado del “shiplag”, El Rojo volvió a su café-refugio de la Calle 41 Mayor de La Unión para regalar flamenco a sus vecinos. La crónica, firmada por el culto líder obrero Federico Albaladejo Bravo en su libro “Poemas de Kiff”, consiste en el único testimonio conocido de un contemporáneo sobre el cante interpretado por “El Rojo el Alpargatero” en el café cantante que el mismo regentara en La Unión. Vecino de la Calle Consuelo de la ciudad minera, Albaladejo era un hortera; esto es, trabajaba como dependiente de tendero. Pero, de noche, a la luz del quinqué, había quemado pestañas leyendo a Marx, a Proudhon y a Galdós. De modo que, en su delirio de grandeza, se figuró héroe de un inédito episodio nacional encabezando el movimiento proletario en la Sierra. Con su verbo arrebatado y su apostura de dandy, pudo cautivar a la célebre Emilia Benito y a unos cuantos mineros de pelo en pecho, pero Federico debía, sobre todo, a su afilada pluma como panfletista la razón de su temida celebridad. Su denuncia tremendista de los excesos del caciquismo en la ciudad minera en “Poncius Imperator” fue causa suficiente de destierro para el autor. A lo que íbamos. Albaladejo refiere en “Poemas de Kiff” el espectáculo espontáneo y gratuito ofrecido por Don Antonio Grau Mora, cantaor y guitarrista, en plena calle, llegado el buen tiempo, para disfrute de sus seguidores, del modo siguiente: “aquellas [famosas cartageneras de Las Herrerías, las coplas con que los mineros saludaban el alba cuando se dirigían a sus trajines] coplas sencillas y mal rimadas pero rebosantes de sentimiento y de nobleza con que El Rojo el Alpargatero, acompañado por el grave zumbar de una guitarra, a la puerta de su café, entre un numeroso corro de admiradores… [No fueron, al parecer, aquellas actuaciones del agrado del cronista (“¿zumbar de guitarra?”) para quien El Rojo, además] rompía el encanto de las apacibles y serenas noches primaverales” (p. 17). Es sólo un lote para construir la leyenda del patriarca de los cantes mineros, primero genio cotidiano arremangado en su arte. IV. Primer Festival de Cante. La Unión, 1925. L os concursos de cante celebrados en el Circo-Teatro de La Unión en Octubre de 1925, en la estela de la fiebre de los certámenes jondos de la década, han sido analizados por el investigador José Gelardo y por quien esto escribe en diversas intervenciones y publicaciones. Apunto en esta ocasión la relevancia de un detalle (¿puramente léxico-semántico?) a partir de la rebusca de información complementaria sobre aquellos eventos en el Archivo Municipal de La Unión. Antonio Grau Mora, “El Rojo el Alpargatero” (1847-1907) Prevista la celebración del “Concurso de cante jondo” en el marco de las fiestas patronales, a las nueve de la noche del Viernes, 16 de Octubre de 1925, el Ayuntamiento de La Unión, organizador del acto, dispuso las oportunas medidas de seguridad para el normal desarrollo 42 del espectáculo. En tal sentido, con fecha de aquel mismo día, “en evitación de una posible alteración del orden público”, el Consistorio solicitó al Teniente Jefe del puesto de la Guardia Civil “destine para que preste servicio en el citado coliseo [Circo Teatro] el número de parejas que considere necesario”. Hasta aquí todo se ajusta al acostumbrado procedimiento de rigor. La singularidad del asunto estriba en que el redactor del escrito (funcionario o concejal responsable de orden público) se refirió entonces al programado concurso como “Festival de Cante Jondo” (aquí la muestra de la copia conservada en el Archivo Municipal de La Unión). Copia de la solicitud cursada por el Ayuntamiento de La Unión al Teniente de la Guardia Civil sobre “Festival de Cante Jondo”, 16 de Octubre de 1925. Leg. 2 – 6.1.2. Orden Público. Archivo Municipal de La Unión. 43 Copia de la solicitud cursada por el Ayuntamiento de La Unión al Teniente de la Guardia Civil sobre “Festival de Cante Jondo”, 16 de Octubre de 1925. Leg. 2 – 6.1.2. Orden Público. Archivo Municipal de La Unión. Utilizaba, de este modo, un apelativo ¿inédito? ¿poco común? por entonces en el universo flamenco, sólo ampliamente difundido unas décadas más tarde, aplicado a los certámenes del género celebrados en Andalucía y, por supuesto, en la propia ciudad de La Unión (desde 1961), denominación hoy generalizada en toda la España jonda. Hubo hasta entonces (1925) y hasta mucho tiempo después “concursos” y “espectáculos” de cante jondo, “funciones” y “sesiones” de cante y de “ópera flamenca”. Pero, he aquí, que queriendo-sin querer o sin querer-queriendo, un anónimo servidor público de La Unión empleó entonces el término “Festival” referido a un concurso de cante. ¿Acaso entre las primeras ocasiones en que el vocablo fue utilizado así en España, estimados flamencólogos internautas? Habría revestido, de esta manera, lo antiguo conocido con una nueva intención y sentido; es decir, habría ideado un concepto, enriqueciendo y enalteciendo con su ocurrencia el sufrido historial de lo jondo. Claro está que el término señalado en aquel escrito –Festival- inserto en el más puro formulismo, no tuvo entonces ninguna trascendencia. Volcado ahora en la universal palestra de la red global, adquiere una notoriedad imposible de imaginar en su día, al tiempo que arrastra consigo la desconcertante cuestión de su cómo y de su porqué. V. Sin Paco no es lo mismo. La Unión, 2012. Se deslizaba por el mundo levitando sobre la tierra y sobre las cosas, como permanentemente ensimismado en la comprensión de algún misterio. “No me sostiene la tierra, sino la luz del día”, habría podido decir con su admirada María Cegarra. La presencia de su bondad serena, silenciosa y elegante traía el sosiego y la confianza, la placidez del tiempo detenido. Además, tras el velo de la timidez enfermiza, ofrecía Paco Celdrán (“Ícaro”) el brillo de la inteligencia y, sobre todo, la irrenunciable pasión por la verdad y por la belleza. Y regalaba estos dones con generosidad, sin esfuerzo, en permanente tormenta de ideas. ¡Cuántas iniciativas imaginadas por Paco, finalmente resueltas como proyectos ajenos! Antes que nada, formaba parte de la estirpe de los letraheridos sin remedio. Porque Paco nació escritor de enorme ambición artística. Y vivía en la tensión permanente del gran argumento y del personaje definitivo, a la vez que se construía a sí mismo como figura de porte literario. Hondo poeta, narrador tremendista, portaba consigo el poso de cien años de bohemia no vivida. Pensaba literariamente: “Pedro Páramo es un rencor vivo”, “Recuerda, oh Adriano…”, aplicado a la literatura como a una religión, pozo insondable donde habitan todas las respuestas. Alérgico a la vulgaridad, a la frivolidad y a las vanidades sin fuste, estoico, socrático, romántico y ascético a la vez. Colaborador altruista y animador cultural sin pretenderlo, su personalidad libre ha impregnado la vida cultural de La Unión a lo largo de los últimos cuarenta años. Dentro de la escritura como actitud ante la vida, fue Paco cronista-periodista, desde sus años de pantalón corto, en la prensa regional y nacional (insuperable necrológica de Asensio 44 Sáez en “ABC”, Noviembre de 2007). Empapadas de valentía sus crónicas en el tiempo crítico del cese de la actividad minera en la Sierra. Imborrable tarea, además, como impenitente fundador de revistas literarias desde los inicios de la década de 1970 y como Jefe de Prensa del certamen minero. Aquellas cabeceras pasaron desde la fotocopia y el ciclostyl artesanal a la virtualidad del formato digital publicado en internet. Su último alumbramiento, esta “Lámpara Minera”, Revista Oficial del Festival Internacional del Cante de las Minas. En sus labios, el Festival, la Revista, libros leídos o soñados. Al fondo, los aires del Callejón del Cante y de la Calle Tejera, nido germinal y último refugio. Y, en el centro, siempre, La Unión, eterna cuestión por resolver, mito inagotable y permanente espuela para la inspiración. [El afecto no entiende de currículum pero era necesario] Paco enriqueció a cuantos tuvimos la fortuna de que se nos acercara. La fuerza de lo eterno mitiga ahora el peso del sentimiento de su ausencia. De nuevo, en el verso de María: “Pero el amor callado de mi ensueño, desgarrará la oscuridad silente alcanzando la luz inconsumible”. Hasta ahora, compañero. Francisco Celdrán Sánchez (“Ícaro”) en la Oficina de Prensa del Festival del Cante de las Minas. La Unión, Agosto 1999 (Archivo del Festival). 45 Conchita la Peñaranda y su cante por malagueñas José Francisco Ortega U no de los primeros testimonios sobre Concha la Peñaranda lo transmite Guillermo Núñez de Prado en su libro Cantaores andaluces (Barcelona, 1904). “Nacida en Cartagena y levantina hasta la médula”, era “el modelo más fiel de sinceridad en el arte que se pudiera encontrar.” Con una triste existencia, amargada por un “hombre incapaz de comprender y apreciar los tesoros que guardaba” y por las vergüenzas que le hizo pasar, decidió como venganza saltar al escenario y hacer allí pública su deshonra con una famosa copla: tor Antonio Grau Mora el Rojo el Alpargatero, y por lo tanto, dichos cantes eran de corte levantino, pero almerienses, y naturalmente acompañados a la guitarra en compás de malagueña.” Desvela también que en el año 1884 cantó en el Café del Burrero, en Sevilla, y que “triunfó a toda ley cuando costaba mucho trabajo triunfar; y más con un cante que no parecía andaluz”. Pero es que la Peñaranda “tenía algo que hacía sentir, por ejecutarlo con voz clara, limpia y admirablemente administrada”. Recuerda una de sus coplas: Conchilla la Peñaranda, la que canta en el café, ha perdío la vergüenza siendo una mujer de bien. Al salir del arrabal le eché a mi galgo una liebre: déjalo, que buena va: el que la lleva la entiende y por pies, no se le irá. Terminada su actuación, se retiraba al hogar para aguardar a su hombre y mientras canturreaba otra conocida copla, popularizada más tarde por Manuel Torre: O esta otra que cantaores como la Niña de los Peines o el Cojo de Málaga grabaron por cartageneras: Son las tres de la mañana, ¿dónde estará ese muchacho? ¡Estará bebiendo vino y luego vendrá borracho! Cómo quieres que en las olas no haya perlas a millares si en la orillita del mar te vi llorando una tarde. De nuevo en el escenario, continúa Núñez de Prado, sacudía los sentimientos de los presentes con otra popular copla de cartagenera: El público, extasiado, le reclamaba más cantes y entonces, dice el de Triana, “haciendo un verdadero alarde de facultades, mas con el visto bueno del fiel copista, se arrancaba por aquella afiligranada levantina del clásico estilista el Rojo el Alpargatero”: Acaba, penita, acaba, acaba ya de una vez, que con el morir acaba la pena y el padecer. Fernando el de Triana en su libro Arte y artistas flamencos (Madrid, 1935) afirma que sus cantes, denominados cartageneras, “procedían de la escuela del famosísimo composi- 46 Lucero de la mañana, acaba ya de salir que te está esperando el alba en el Puente del Genil. Por cierto que Núñez de Prado pone en boca de la Rubia (amante y rival del Canario, y causa de su muerte) esta otra de corte muy similar: Acaba, penita, acaba, acaba ya de salir que te está esperando el alba en el Puente del Genil. El presunto origen murciano de Concha la Peñaranda ha sido puesto en tela de juicio por Pepe Gelardo. En efecto, en su libro El Rojo el Alpargatero, flamenco: proyección, familia y entorno (Almuzara, 2007) suministra datos bastante fidedignos sobre el trágico final de la artista en tierras valencianas. Aporta un certificado de defunción, según el cual la cantaora sería natural de Málaga. A la Peñaranda se le atribuye la creación de una malagueña, conocida precisamente como malagueña de la Peñaranda. Y Juan Ruipérez Vera (Historia de los cantes de Cartagena y La Unión, Cartagena, 2005) afirma que es ella la creadora de la cartagenera grande. De la malagueña de la Peñaranda afirma Pepe Gelardo que es “un cante triste y dramático que se acompaña de una letra o copla autobiográfica”: Ni quien se acuerde de mí, yo no tengo quien me quiera ni quien se quiera acordar de mí, que el que desgraciado nace no merece ni el vivir. Juan Rondón Rodríguez, editor de los Recuerdos y confesiones del cantaor Rafael Pareja de Triana (Córdoba, 2001), señala que este cante nos ha llegado vía Pepe de la Matrona, que la interpreta justo con la anterior letra. José Luque Navajas (Málaga en el cante, El Guadalhorce, 1965) asegura, sin embargo, que Concha la Peñaranda, a pesar de cultivar con éxito la malagueña, no dejó de ella versión personal alguna: Adjudicada a Concha la Peñaranda, nos ha llegado un cante que ni es malagueña ni es de ella; se trata de una versión ralentizada de la bandolá de los jabegotes recogida de las cantaoras Joaquina Payán y María la Chilanga. Pepe Navarro, en su Muestrario de malagueñeros y malagueñas (Málaga, 1974), dedica una página a nuestra cantaora, a quien supone natural de Murcia. Y recoge la siguiente copla: Lo mejor que hay en el cante en Levante, es Cartagena: y si en el cante te empeñas, escucha a la Peñaranda cantando su malagueña. Navarro asegura que “esta malagueña de la Peñaranda es una pura totanera; pero como la totanera es una pura malagueña, aquí no ha pasado nada”. Lamentablemente no tengo grabación alguna de esta copla y al desconocer con qué melodía se ha cantado no puedo decir nada al respecto, sólo encogerme de hombros. De la malagueña de la Peñaranda hay varias versiones. Todo parece que la más antigua de ellas data de 1912. La grabó la Niña de los Peines, con la guitarra de Ramón Montoya, en un registro para la casa Gramophone. Puede escucharse en la lujosa integral dedicada a la genial artista por la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía (La Niña de los Peines, Patrimonio de Andalucía. Junta de Andalucía. Consejería de Cultura. FONOTRÓN, 2004. Cd. nº 2, pista nº 7). Allí se identifica simplemente como Malagueña nº 2; como remate Pastora canta una taranta. En la guitarra aún podemos escuchar el toque acompasado en compás ternario que delata su proveniencia de música para el baile. Algo liviana en su interpretación, alcanza, sin embargo, un gran dramatismo en el último tercio. 47 Otra versión es la que grabó Pepe de la Matrona, quien pasa por ser transmisor de esta modalidad de malagueña; aunque, a la vista de la grabación de Pastora Pavón, tal vez convenga limitar su mérito a “identificador del estilo”. Con una voz condicionada por los años, podemos escuchar su versión en Naturaleza flamenca: Pepe de la Matrona. Quejío. HISPAVOX, 1997, Cd. nº 2, pista 16. Enrique Morente, de quien se dice que aprendió este estilo a través del de la Matrona, dejó un precioso registro en su disco Cante flamenco (HISPAVOX, 1967; reimpreso en 1996, pista nº 3). Podemos apuntar algunas otras referencias. Una de ellas es la versión de Alfredo Arrebola recogida en su Antología de la malagueña (Cd. nº 2, pista nº 1). La otra, de Diego Clavel, incluida en su antología La malagueña a través de los tiempos (Cambayá, 2000, Cd. nº 1, pista nº 12). El sevillano nos canta dos versiones con coplas de su propia autoría: Y no la puedo encontrar la busco con toa mi alma y no la puedo encontrar es trabajito perdío el buscar la libertad cuando pobre se ha nacío. Que hasta soñando yo sufro que yo no quiero soñar porque hasta soñando yo sufro tan confusa está mi mente y en un pozo tan profundo que pa mí soñar es la muerte. Por último, también quisiera recordar la letra –del ilustre poeta Manuel Machado- con que la cantaba nuestro añorado Pencho Cros: Los siete sabios de Grecia no saben lo que yo sé, las fatiguitas y el tiempo me lo hicieron aprender. Desde el punto de vista melódico, la malagueña de la Peñaranda posee un carácter trágico y dramático, con una musicalidad exquisita a pesar (o precisamente por eso) de su sencillez. Se trata de un cante muy equilibrada formalmente: los tercios pares se construyen siguiendo un mismo patrón y con el mismo arranque que el 1º; por otra parte, los tercios tercero y quinto están emparentados entre sí. Además, el uso insistente de un motivo melódico –un salto de 3ª mayor (ver figura 1)-, presente en los arranques de todos los tercios, redunda en la sensación de equilibrio que este cante nos transmite. 48 JUAN TORRES “Habichuela Nieto”: El arte de cantar con la guitarra. S u manera de vivir la música y de hablarnos con la guitarra es un don reservado a unos pocos genios. Juan Torres “Habichuela Nieto” es, y por eso ha elegido el nombre artístico, nieto de Juan Carmona ‘Habichuela’, el famoso solista, que le regaló su guitarra hace cuatro años, para que siguiera sus pasos. También es sobrino de Antonio Carmona, uno de los miembros del desaparecido grupo Ketama, del que se declara fiel admirador. Si bien, el cariño y respeto que se profesan, tío y sobrino, es mutuo. A su corta edad, con tan solo veintitrés años, Juan Torres tiene en su haber distintos premios, entre los que destaca el Bordón Minero del Festival del Cante de las Minas en 2011, y es reconocido, en el panorama flamenco, como una de las jóvenes promesas actuales. Comenzó a tocar la guitarra a los doce años, a un ritmo de once horas diarias y a los quince años acompañó al maestro Morente en su gira por Norteamérica. Una experiencia que resultó definitiva para asentar su vocación. Ahora, ocho años después de su primer contacto con los escenarios, Juan Torres dice que se encuentra “un poquillo encelao” con la grabación de su primer disco, que saldrá a la venta el próximo mes de octubre, y que será una delicia para nuestros oídos. Se llamará “Algo Distinto” y está trabajando en los últimos temas y retoques. Su obra es “una mezcla del ayer y del hoy. Un disco elaborado día a día en el que canto lo que surge con mi guitarra”. Con letras y arreglos musicales compuestos por él y colaboraciones de lujo como la de su tío Antonio, Estrella Morente, Marina Heredia, Lolita y Rosario Flores, así como Antonio Canales, entre otros. “Va sonando muy bonito”, comenta orgulloso y deseoso de poder mostrarlo al mundo. “En el tema que interpreta mi tío, Lolita y Rosario, hago una fusión de la rumba y el tango, música flamenca y cubana, donde intento unir las dos culturas. Además, está la alegría con Estrella ó os fandangos con Marina”. Comenta Juan Torres, quie n “canturrea” sus letras: “es algo que forma parte de mi proceso de creación y, además, me sirve para componer los espectáculos”. Además, “durante la producción y grabación del disco he tenido presente, cada segundo, a Enrique Morente. Él me hablaba de verdad. Cada vivencia, recuerdo, consejo, es de esas personas que te marcan de por vida. Era increíble, con él, lo mismo estabas en los 60 interpretando uno de esos cantes añejos, que nos metíamos en Omega. El iba por delante, estabas en el año 2100”. También incluye el disco la taranta que le hizo merecedor del Bordón Minero del Cante de las Minas, el pasado año, y que, por esa razón, ha que- 49 rido llamar así “Bordón Minero”. En su disco la escucharemos tal cual sonó esa mágica noche, en directo, en la Catedral del Cante de La Unión porque, asegura Juan, “quiero transmitir la verdad de ese día, como sonó con los nervios propios de un concurso” y cómo no, “la volveré a tocar el día de la actuación de este año en la jornada inaugural, aunque no te puedo contar mucho más porque quiero dejar el repertorio abierto a lo que me pida el público, a cómo reaccionen esa noche, y seguro habrá sorpresas. Llevo dos semanas estudiando mucho y preparándome para mi regreso al escenario del Antiguo Mercado Público”. Esa noche, el artista se pondrá frente a sus guitarras, diecinueve por el momento aunque de camino está la veinte, para elegir cuál será su acompañante esa noche “la que me hable y me haga estar cómodo. Siempre hay una con la que conectas”. ¿Y la rondeña? ¿También está incluida en el disco? Sí, bajo el nombre “Mis adentros”. Caños de Meca, donde ha grabado el disco, La Unión, Almería, Cádiz, Madrid, Barcelona, gira por Bogotá, un proyecto conjunto con el grupo “Los Planetas”, a Juan Torres le esperan unos meses movidos que culminarán en octubre con la salida del disco, el cual le gustaría presentar en Madrid para terminar con su puesta de largo en Granada. Y entre tanta vorágine, siempre presentes las palabras de su padre: “Hijo mío, éste no es un camino fácil, estudia mucho, sé tu mismo, haz cosas flamencas y lucha por la música. Que suene tu guitarra, toca sintiendo”. Y, las palabras de su tío, al que ve como “un revolucionario y el que modernizó el flamenco” 50 Así es mi spobrin Juan Por Antonio Carmona. U no de los mejores guitarristas que hay ahora mismo. Ese es mi sobrino, un chaval muy maduro, pese a su juventud. Un artista de raíz, puro y a la vez transgresor y muy versátil. Pasa, sin problemas, de un cante a otro, ya sea una rumba o un toque ortodoxo. Eso es algo que siempre ha caracterizado a nuestra familia, a los Habichuela, porque mi padre ya era un adelantado hace medio siglo. Le viene de herencia. En él conviven a la perfección lo puro y lo Carmona. Desde pequeñito tocaba muy bien. Era muy despierto, curioso, se interesaba por los orígenes de todos los cantes y esas inquietudes las proyectaba a través de la guitarra. Juan, toca muy bien por todo, pero, si de mojarse se trata, la manera que tiene de tocar por bulerías es una maravilla. Es un niño muy familiar, sencillo, con mucha cabeza, tranquilo, educado, con ansia de aprender. Le gusta la playa, el deporte, sobre todo la natación y… su guitarra. Hace poco ha estado conmigo en Cádiz y no la ha soltado en doce horas. Es muy aplicado, estudioso, conocedor de las nuevas tecnologías de la música. Le han comparado con su abuelo, con Paco de Lucía, pero lo cierto es que es pronto para encasillarlo. Coincido, eso sí, en que tiene mucho futuro, puede llegar a ser muy grande y va por el buen camino. Y para nosotros, para toda la familia, es un orgullo tener una nueva generación de Habichuelas, que viven así la música con tanta frescura, porque todo va cambiando. A él le gusta hablar, cantar con su guitarra, pero también se siente cómodo acompañando a grandes cantaores, como Enrique y Estrella, porque a la familia Morente siempre le ha gustado mucho nuestro sonido. Y también ha disfrutaso acompañando a grandes bailaores como Antonio Canales. Ahora está grabando su primer disco, que va a pegar fuerte seguro, tiene muy buena pinta. Todos queremos que disfrute mucho de este momento y que siga avanzando, formándose como músico, se lo tome con calma y que mantenga los pies en la tierra. De momento va por el buen camino, no le falta presencia en el escenario, toca con pasión y tiene un dialogo muy especial con su guitarra. Eso es lo bonito y lo que llega a todos los corazones 51 La imagen rota del Cante Javier Adán. E detenido ya para la eternidad. l desgarro de la fotografía en blanco y negro nos habla del Cante de las Minas. Una escena sobria, una luz que rompe sobre el gesto duro del cantaor, el momento decisivo que refleja la instantánea de un quejío, El Cante de las Minas muestra la esencia del sufrimiento humano y la cámara lo recoge Así se forma una iconografía reconocible en cualquier lugar del planeta. La imagen en el escenario de la Catedral muestra el dolor puro. Nos cantan el sufrimiento y la fotografía congela el instante de pasión y lucha. ¡Haga usted la prueba! Dígale a alguien: “Cante de las Minas” y pregunte qué le viene a la cabeza en ese momento. Respuesta: “la imagen fija de un cantador con el gesto retorcido, descompuesto, con sus manos que parecen arrancar el corazón y entregarlo”. minaciones que van del blanco y negro puros, al matiz de los grises con sus texturas y al color con sus volúmenes. Todo ello acumulado por el material fotosensible, por el ojo humano y la memoria. De ahí llega el encuentro entre personajes, que cada Festival se retratan, en una evolución impertinente por el tiempo transcurrido. Pero, jugando de nuevo con nuestro inconsciente colectivo del que forma parte esta iconografía forjada a lo largo de 52 ediciones, aún conservo en mi memoria un José Meneses encumbrado en el escenario con el chorro de luz potente sobre su cara, el cuello gordo, tensionado por la voz y con venas prominentes, con el rostro de la estrella que asemeja la imagen de la bocamina iluminada por el sol radiante del éxito. Era la imagen del triunfo en 1994 frente a un recién llegado Miguel Poveda, tras su triunfo en el concurso del año anterior donde consiguió su Lámpara Minera. Meneses el maestro, Poveda el ingenuo aprendiz con mucho oficio cuyas primeras fotos reflejaban suma ingenuidad, antes de meterse en sus cantes por derecho, cerrando un ojillo que miraba la luz que luego rebotaría en las gotas de sudor emitiendo reflejos del profundo sentir captado por la cámara. Las fotos cantan hasta romperse, y se oye el silencio rasgado por el aplauso que sale del alma emocionada. El duende, como la impronta recogida por la cámara, aparece en la luz dura del templete alto en el que surge el arte en forma de mujeres y hombres que cantan, bailan, tocan y dejan los jirones de su alma en cada edición. Todo se renueva de año en año. Ese mundo refleja una evolución de luces, sombras e ilu- 52 El Festival de la Unión, como la mina, como la propia fotografía en la Catedral del Cante, al igual que la luz de la escena, recoge la evolución hacia una modernidad tan indómita como la vida. Las fotos de las primeras ediciones, sorprendentes y desgarradoras para aquel público, son la piedra angular de las sofisticadas y transgresoras de hoy. Las nuestras parecerán también primitivas y auténticas en un suspiro. Pero tendrán la fuerza de lo verdadero, como aquellas, porque retrataban un sentimiento apasionado del ser humano cuyas expresiones artísticas van íntimamente unidas. Mientras haya un cantaor, una cantadora, alguien al baile y a la guitarra, también habrá una persona emocionada que en imágenes trate de lanzar al futuro esa memoria gráfica impresa que formará parte de nuestra iconografía común como sociedad. El recuerdo imprime la imagen del Cante de las Minas de manera irrefrenable. Ese Paco de Lucía que dirige su faz al cielo de la luz cenital mientras su guitarra refleja plata hacia todo el aforo y, mientras, la música suena en su fotografía. Ese José Mercé, o el Cabrero con sus puños de lucha, detenidos para siempre en la retina por la foto que nos cautivó. En la imagen más evolucionada, los amarillos y las luces azules que aumen- tan el dramatismo d e l b l a n co cenital durante las act u a ciones de El Cigala q u e c o n trastan en la m e moria gráfica con una Paquera de Jerez, sujetada entre dos sillas con un haz de luz plana y antigua que la deja sola ante los suyos, ante su cante. Y, cómo no, la fuerza recogida en un trazo del traje de Sara Baras, que paró la obturación, aunque siempre se está moviendo desde la quietud. El cimbreo de las caderas de María Pagés, la elegancia de las manos de Cristina Hoyos, o el gesto moderno de Israel Galván, que nos llega en foto publicada. Nuestra historia, nuestra manera de ver la vida, nuestra cultura, se traduce en representaciones visuales inmutables. Nos hablan de nuestra esencia, de donde venimos y a donde vamos. El imaginario del Cante de las Minas forma parte de esos universales. Sean en blanco y negro, en color, en 3D o lo que venga, reflejarán la memoria colectiva y anunciarán nuestro destino. 53 Luis Gordillo “He plasmado al cantaor cuando se lanza con toda su alma, como si las tripas se le salieran por la boca” L uis Gordillo (Sevilla 1934) es uno de los pintores españoles contemporáneos más extraordinarios, referente de la generación de los años 80. Galardonado, entre otros, con el Premio Velázquez, el Premio Nacional de Artes Plásticas y la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes, su pintura es directa y de enorme expresión. El pintor sevillano, quien asegura no entender el flamenco como una expresión de alegría, sino como «algo que hiere profundamente a la persona, que suelta como una explosión de energía» habla de su experiencia, al frente del cartel del Cante de las Minas, como «una aventura curiosa y llena de incentivos, por tratarse de uno de los certámenes más importantes de España y del mundo». En el cartel, ilustrado con la figura de un cantaor flamenco en estilo abstracto, «he querido plasmar esa sensación del artista cuando se lanza a cantar con toda su alma y parece que se le salen las tripas por la boca. Algo muy parecido a darse la vuelta, como un calcetín». Añade Gordillo que «el flamenco tiene que ser muy bueno, no puede ser mediano, ese es su enorme defecto», mientras recalca «no soy un entendido de este arte, para mí no es fácil, me confundo con los palos». Sin embargo, aunque no suele escucharlo, cuando acude a un espectáculo y lo vive desde cerca, queda entusiasmado. Recuerda, sin ir más lejos, dos de las últimas actuaciones con las que ha vibrado de emoción: la actuación de Miguel Poveda, este mes de julio, en Madrid y, como no, el recital de flamenco de la joven Celia Romero, Lámpara Minera 2011, acompañada por Antonio Muñoz Fernández, guitarrista oficial del festival, durante la presentación de su cartel en la Asamblea Regional. Fue allí, en el Patio de los Ayuntamientos del Parlamento murciano donde Luis Gordillo deseó, en tono sarcástico, « que les guste mi cartel, no hagan demasiados ascos y acéptenlo con humor». Y es que a Luis Gordillo su relación con el flamenco le viene de nacimiento. Su madre era de Triana, Sevilla, de origen humilde y su familia siempre celebraba los acontecimientos (bautizos, bodas, comuniones…) con veladas flamencas, «era algo normal». «Recuerdo cuando la tata nos llevaba a pasear los domingos por los jardines de Murillo. Allí había quioscos de bebidas donde sonaba música, el flamenco más puro, nada de cuplés». Sin embargo, su familia paterna, originaria de la burguesía de Valladolid, veía el flamenco de forma «radicalmente distinta, más fría. Lo neutralizaban bastante». De ahí que él mismo se defina como «algo entreverado, mitad y mitad…», en lo que concierne a su relación con el arte jondo. Recuerda también, con cierta nostalgia, que por Cádiz, las reuniones con sus amigos giraban en torno al flamenquito, fandanguillos, sobre todo. El genial pintor, no podrá asistir al Festival Internacional del Cante de las Minas este verano por otros compromisos profesionales, pero asegura «ya vendrán nuevas ocasiones». De su paso por La Unión, con motivo de la presentación del cartel, destaca la exquisitez del paisaje y de su sierra. «De mi visita al lugar, me quedo con la riqueza cultural, estética y humana y, por encima de todo, el significado social. Lo duro del trabajo en la mina, era la primera vez que visitaba una y quedé impresionado con la Agrupa Vicenta y las explicaciones del alcalde, Francisco Bernabé». Luis Gordillo se declara «muy torpe en mi tiempo libre. Leo bastante y paseo por una bonita arbolada que hay cerca de mi casa. Soy un vicioso de las exposiciones, veo todo lo que hay en Madrid. Y voy al teatro, me gusta más que ir al cine, las películas prefiero verlas en casa». Preguntado por qué lee ahora y cuál ha sido la última visita que ha hecho a un museo, nos recomienda “Tenemos que hablar de Kevin” de la escritora estadounidense, Lionel Shriver. Una novela que ha suscitado fuertes polémicas y se ha convertido en un best seller internacional, que ha consagrado a la autora y «me ha enganchado, es muy entretenido, no humilla». En cuanto a obras de arte, «la última muestra que he visitado se encuentra en el Museo Thyssen del pintor, también estadounidense, Edward Hopper. Uno de los principales representantes del realismo del siglo XX. Precisamente, dos autores cuyo origen es Estados Unidos, país al que el Festival dedica la presente edición y al que entrega su premio Catedral del Cante. En sus vacaciones, le gusta hacer alguna escapada al sur de España y también en La Isla, Asturias. «He tenido un año movido, bastante cargado, con una exposición itinerante en Portugal, “Horizontalia” en Málaga, Madrid, Sevilla… No paramos, hay mucho trabajo de exponer, pero 54 no de vender». Durante la entrevista nos encontramos con un Luis Gordillo preocupado por la recientemente anunciada medida de la subida del IVA por parte del Gobierno de la Nación. «Esta tarde voy a participar en una manifestación convocada por creadores artísticos en el Museo Reina Sofía de Madrid; Ojalá vaya bien y sirva de algo». El eterno enfrentamiento entre argumentos opuestos. La necesidad de desbordar un marco que asfixia. El color, la vaguedad espacial… En la creación de Luis Gordillo se ofrece al espectador inteligente una vía de escape intelectual y sensorial para adentrarse en un mundo en el que ninguna certeza está garantizada. Gordillo es un artista descolgado, que no pertenece del todo a nada ni a nadie. Él mismo se reconoce «más como el puente que como la isla en la que éste se apoya», lo que da ese carácter tan personal a una extensa obra en la que transpira la constante aproximación y alejamiento de todas las corrientes de su entorno, de las que absorbe, transforma y manipula cuanto le conmueve. Del grupo El Paso siente particular admiración por Manolo Millares. De los artistas de Dau al Set le atraen la relación con el Surrealismo, la fascinación por Gaudí y el retorno de lo mágico. Tàpies es para él un referente capital y un artista al que admira profundamente. Pero, Gordillo es Gordillo, Maestro indiscutible del Arte Contemporáneo y tenerlo como protagonista del cartel del Festival Internacional del Cante de Las Minas constituye un verdadero lujo. 55 PREMIOS DE LA XIII CONVOCATORIA CULTURAL INTE El Festival Internacional del Cante de las Minas de La Unión en su 52º edición ha otorgado los Trofeos Pencho Cros correspondientes a la XIII Convocatoria Cultural Internacional a : PREMIO DISCOGRÁFICO: A Miguel Poveda, por su último trabajo “Artesano”, editado por Universal Music. Desde que el cantaor catalán consiguiera en 1993 en la 33º edición del Festival Internacional del Cante de las Minas, cuatro de los cinco premios en la final del concurso, incluido el máximo galardón la Lámpara Minera, ha mantenido una estrecha relación con La Unión y con sus cantes, algo que ha quedado reflejado en su último trabajo discográfico donde incluye en su repertorio una minera que lleva por título “A Pencho Cros”. PREMIO DE PERIODISMO: A Juan Ramón Lucas, no sólo por su amplia y excepcional trayectoria en diversos medios de comunicación sino también por su fomento del flamenco, así como por su vinculación con La Unión y su Festival, en el que se ha convertido en invitado de excepción durante estos últimos años, llegando a ser el presentador oficial del Festival en su 50º edición. PREMIO A LA GASTRONOMÍA: A Lucio Blázquez, por su sobresaliente contribución al arte culinario a través del ya mítico restaurante madrileño “Casa Lucio” y su conexión con el flamenco. Concretamente 56 el restaurador Lucio Blázquez ya colaboró con el Festival de La Unión con motivo de las VI Jornadas de Hermanamiento del Festival Internacional del Cante de las Minas y la Gastronomía Española donde elaboró un menú que fue servido en el restaurante Los Churrascos en el año 2010. PREMIO A LAS ARTES LITERARIAS (a título póstumo): A Francisco Celdrán Sánchez “Paco Ícaro”, periodista, escritor y poeta fallecido recientemente. Por su incansable compromiso y dedicación con el Festival Internacional del Cante de las Minas del que fue jefe de prensa durante más de treinta años y fundador de la revista Lámpara Minera. Además de la abundante colección de artículos y reportajes publicados en los medios de comunicación teniendo siempre en su horizonte al Festival del Cante de las Minas y La Unión. PREMIO A LAS ARTES PLÁSTICAS: A Esteban Bernal Aguirre, pintor, escultor y artista polifacético, por su obra pictórica “La Unión, Minera”, compuesta por 52 pinturas dedicadas a la Sierra Minera, su obra más ambiciosa y que ya ha sido exhibida en Madrid, Murcia y Cartagena. Por ello y por su estrecha relación no sólo personal sino profesional con el Cante de las Minas, con el que colabora desde hace 32 años y en donde su obra ha estado presente desde entonces en el Festival en distintos aspectos como carteles, exposiciones, escenarios, esculturas, trofeos y, también ahora, proyecciones audiovisuales. ERNACIONAL TROFEOS PREMIO AUDIOVISUAL: A Telemadrid por la producción del documental “Morente, La Pasión” dirigido por Juan Verdú, director del programa “Madrid Flamenco” de Onda Madrid, por la labor difusora e investigadora de la vida y obra de uno de los grandes maestros del flamenco, Enrique Morente, al que perdimos hace más de un año y cuyo nombre seguirá siendo un referente no sólo para los flamencos sino para el mundo de las artes en general. PENCHO CROS PREMIO ESPECIAL: Al disco “La Leyenda del Tiempo” (editado por Universal Music), de Camarón de la Isla, en el vigésimo aniversario de su fallecimiento. Este álbum es y seguirá siendo un mito en el mundo del flamenco y, como no podía ser de otra manera, La Unión fue uno de los destinos en donde Camarón exhibió su arte. PREMIO CATEDRAL DEL CANTE concedido a los Estados Unidos de América L a vida unionense ha ido creciendo a la par que la de su mundo minero. Los años 40 del siglo XIX fueron momentos clave para el desarrollo de la zona, que se vio sorprendida por la masiva llegada de inmigrantes dispuestos a trabajar en los yacimientos mineros. Se sitúa en las influencias de esta corriente migratoria, procedente principalmente del campo andaluz, el nacimiento de los cantes mineros en La Unión. El trabajo bajo tierra era acompañado por los lamentos o ‘quejíos’ de los hombres que intentaban con sus voces expresar sus frustra- ciones o volver más llevaderas las duras jornadas de trabajo. Son muchos los que portan las voces de estos cantes: Pedro el Morato, la Trini, Rojo el Alpargatero, Perico Sopas, el Cojo de Málaga’ o los ya más recientes Pencho Cros o la mítica Encarnación Fernández. Si bien la consagración de los cantes mineros quedaba registrada ya en los años 50 del pasado siglo XX, se hizo alarmante la crisis de la minería, unida a la escasa comercialidad del flamenco y su decadencia general en España. Sin embargo, algo tan arraigado en la costumbre y tradición de un pueblo no podía dejarse apagar, siendo la aparición del Festival del Cante de las Minas lo que consiguió levantar el vuelo y elevar el mundo del flamenco hasta sus más altas cotas de prestigio. 57 PROGRAMACIÓN 58 DEL 52 FESTIVAL 59 III Congreso Internacional universita Ibán Hernández LA CIENCIA DEL FLAMENCO Internacional Universitario de Investigación sobre Flamenco, cuya tercera edición atraviesa el complicado periplo de acercar el flamenco al gran público. Acto de apertura del Congreso El III Congreso Internacional Universitario de investigación sobre flamenco continúa con su labor divulgativa, pedagógica e investigadora para acercar los secretos del arte a universitarios, flamencólogos y aficionados Pasión, sentimiento, duende, emoción, estremecimiento… toda ellas son notas definitorias de una arte que se ha desenvuelto entre los aparejos más recónditos de la psique humana. Sin embargo, más allá de esta dimensión visceral del flamenco se encuentra otra faceta no menos difícil que consiste en el mismo conocimiento del flamenco. Efectivamente, no existe tarea más complicada que la de racionalizar aquello que se percibe con los sentidos pero no se puede canalizar mediante el pensamiento racional, esto es, un arte cuyo origen sigue resultando casi desconocido y que hay que buscar en las más primitivas formas de expresión del ser humano y en donde la tradición oral ha sido la única forma de difusión del flamenco durante generaciones. Como afirma José Francisco Ortega, Profesor del Área de Música de la Facultad de Educación de la Universidad de Murcia y uno de los directores adjuntos de este III Congreso Internacional Universitario de Investigación sobre Flamenco, “después de cincuenta y dos ediciones del Festival Internacional del Cante de las Minas, el arte flamenco debe ir más allá y convertirse en objeto de investigación, algo sobre lo que no se ha profundizado mucho y ello porque en el pasado el flamenco no era muy bien visto por el público en general. Pero estos años ha adquirido prestigio y conexión con la intelectualidad”. Se trata de algo que siempre ha estado ahí, en ciertos sectores, tan sólo hay que recordar que ya en el año 1922 ya existía esta relación del Flamenco con la intelectualidad y ello con motivo de la organización del I Concurso de Cante Jondo en Granada donde Manuel de Falla fue el principal artífice, ayudado en todo por Federico García Lorca, dos de los máximos exponentes de las artes españolas. Además destaca Ortega que eventos como este Congreso tratan de abrir un campo de reflexión porque el flamenco “es un arte poliédrico que se puede abordar desde múltiples puntos de vista. Sobre todo es música pero también es historia, sociología, filosofía o literatura”. Sin embargo, gracias a la cada vez mayor expansión del arte flamenco, son muchos los que han buscado respuestas donde sólo hay oscuridad. Y a esta tarea no sólo investigadora, sino también divulgadora, se enfrenta el Congreso Javier Latorre en su conferencia sobre baile. 60 ario de Investigación sobre Flamenco LA UNIÓN, del 19 al 21 de Julio de una de las guitarras más influyentes de toY es así que el ciclo de conferencias ha recdos los tiempos, Sabicas, o aquella sobre los ogido una selección de temas que dan muesorígenes, situación y perspectiva de los fantra de este prisma artístico. Por una parte, han dangos onubenses y ello de la mano de uno de estado presentes las disertaciones sobre guisus embajadores e invitado de excepción en tarra, por parte de Carlos Piñana o Norberto el Congreso, Francisco José Arcángel Ramos, Torres, el primero defendiendo la modernidad “Arcángel”. En conclusión, artistas, estudiosos, del toque y el segundo, sobre la tradición oral literatos, investigadores o flamencólogos, toen el aprendizaje de la guitarra teniendo en dos con la visión común del flamenco y con el cuenta la conocida Escuela Jerezana, teniendo objetivo de acercarlo al gran público. así presente a grandes como Moraíto Chico y Enrique Melchor. Por otro lado, el cante ha veAsí, el interés que nido representado por despierta la organila conferencia de Enzación del Congreso rique Morente, a cargo atrae a universitarios, de su biógrafo Balbino aficionados y curiosos Gutiérrez Quesada, que quieren conocer un análisis cuantitamás del flamenco, tivo sobre sus cantes, como Daniel Vicente algo necesario para García “soy un aficioentender la obra del nado a la guitarra, hay genial cantaor granaun gran nivel en este dino. Y el baile ha sido Congreso y es una sutambién analizado por erte encontrar evenuna parte por José Luis Conferencia Inaugural a cargo de Arcángel tos de este tipo aquí, Navarro García, que algo difícil de encontrar en otros sitios de Esha realizado un recorrido histórico desde los paña con gran tradición de flamenco”. Además, inicios del baile flamenco, en el siglo XIX, y por señala Daniel que “es difícil entender el flaotra parte, por el bailaor Javier Latorre, sobre la menco si no estás dentro de este mundo, la situación institucional de los centros de enseguitarra siempre la puedes tocar en casa pero ñanza del baile, concretamente sobre el apoyo el flamenco se aprende en sitios como este”. O que reciben en los ámbitos público y privado. un profano en esto del flamenco como Jorge González quien después de tres días afirma que Pero también se han podido escuchar confer“he aprendido a tenerle respeto al flamenco”. encias de materias bien distintas. Así, Antonio Parra Pujante ha abordado el tema del baile Según otros alumnos como Virginia Rosique flamenco desde la perspectiva comunicativa, “de todas las conferencias se saca algo. Se dequé y cómo comunican los bailes flamencos, o berían hacer iniciativas como esta en el resto también la exposición de Gerhard Steingress, de España porque es un mundo muy cerrado explicando sus investigaciones sobre cómo y es una oportunidad para acercarse”. También han influenciado los aspectos sociológicos de apunta David Orea que “se hace comprensible la España decimonónica en los orígenes del flaa poco que te guste el flamenco y viendo la jumenco. Tampoco hay que olvidar el monográventud de los aficionados que hay aquí parece fico de José Manuel Gamboa sobre la figura 61 que el flamenco se va modernizando”. fecta y desconocida para que sea más grande”. El profesor José Francisco Ortega defiende la propuesta de este Congresos afirmando que “en el flamenco hay mitos y vivimos muy cómodos con ellos, pero los investigadores tienen que ser valientes, como el mismo Steingress, cuyas afirmaciones puedan molestar a algunos, pero no hay nada que no pueda descubrirse”. Y es el mismo José Francisco el que habla en términos similares sobre esta manifestación casi mística que produce lo desconocido del flamenco, “es un mito también eso de que no se pueda transcribir el flamenco a una partitura porque todo se puede traducir, sin embargo, hay algo personal y subjetivo que no se puede encontrar, es el estilo de cada artista, se podría decir que es algo que no sabes el porqué pero te pellizca, te arranca el alma”. Sin embargo, era el propio cantaor Arcángel el que apuntaba en otra dirección con respecto a esta tarea investigadora: “todo está basado en algo muy subjetivo. El hecho de que no existan datos de todo es algo que engrandece el flamenco y nos toca ahora llenar esos huecos con imaginación. Con este tipo de actos se viene a adquirir conocimientos. Se trata de una forma para que los de fuera puedan entenderlo e interiorizarlo, pero debe existir esa parte imper- Puede que el flamenco no sea lo que es sin esa magia que le da ese desconocimiento y que sean muchos los que lo inventen y reinventen, sin embargo todavía quedarán los que se empeñen en descubrir lo que todavía no quiere ser descubierto. Acto de entrega de diplomas a los participantes. 62 “ME HUBIERA GUSTADO LLEVARME ALGO DE AQUÍ A ARGENTINA” Ibán Hernández De esta repercusión internacional del flamenco, ya bien conocida, dan cuenta dos de las alumnas de este III Congreso, que son Graciela Ríos Saiz, Jefa de Cátedra de flamenco del Instituto Universitario Nacional de Arte de la Universidad de Buenos Aires y Natalia Bonansea que está dentro del área curricular de la licenciatura en composición coreográfica en danza y teatro. En palabras de Graciela “el motivo que nos ha traído aquí se debe en gran parte a aquellas señales de la Televisión Española Internacional en donde veíamos esas imágenes de gran hondura y en donde aparecían los ganadores que salían premiados del Festival del Cante de las Minas”. A propósito del Festival Internacional del Cante de las Minas, señala que “tiene repercusión en Argentina y, por eso, a mi me pareció que este era el lugar adecuado para profundizar en todos estos temas, para acercarse a esta manifestación artística tan propia de los pueblos del sur de España con toda su cultura y dar a conocerlo, con todos los aditamentos porque no hay nada que esté suelto, que sea casualidad. Todo tiene que ver con un pueblo, sus creencias, con una forma de ser, de sentir y de ver la vida”. En cuanto a la situación del flamenco en su país, Graciela confiesa que “me gustaría que se le diera mayor conocimiento, que vean las raíces de la hondura, y estamos luchando porque sea así. Ahora en Argentina se hace una Bienal de Flamenco, organizado por el Ayuntamiento de Buenos Aires y está acercando a gente de otras disciplinas artísticas al flamenco”. Pero para que el flamenco siga extendiéndose y llegue a ser más que un estilo o una forma de expresión y se convierta en el arte y la forma de entender la vida que es, se necesitan esfuerzos mayores, porque como afirma Graciela “la gente no puede ver lo que no conoce y poco a poco se va dando a conocer y la Bienal de Buenos Aires es un punto de inflexión muy importante, porque el hecho de que los referentes españoles viajen y se vean allí hace que la gente comprenda, algo que no es sencillo, porque el flamenco no es una forma de expresión liberada sino que tiene un verdadero porqué”. Y como conclusión apunta “me hubiera gustado llevarme algo de aquí a Argentina para mostrarlo en la Universidad porque Congresos como este deben cumplir la misión de difundir para que la gente lo conozca y lo reconozca, porque impresiona a primera vista pero cuando se conoce todo esto es cuando te enamora, porque tiene mucho que ver con la forma de ser y de sentir del ser humano”. 63 NOTICIAS 2011-2012 En imágenes 01/08/2012 COLORES DE LA SIERRA MINERA EN LOS CASTILLETES DEL MAESTRO ESTEBAN BERNAL ‘La Unión, Minera’ es la muestra que se ha inaugurado esta mañana y que estará expuesta durante todo el Festival en el Hall del Ayuntamiento de La Unión 18/06/2012 BRILLANTE CLAUSURA DE LA ESCUELA DE ARTE FLAMENCO Gala de Clausura de la Segunda Promoción de la Escuela de Arte Flamenco de la Fundación Cante de las Minas. 17/05/2012 II GALA SOLIDARIA “FLAMENCO POR LORCA” El Ayuntamiento de Lorca y la Fundación Cante de las Minas han dado hoy a conocer los detalles de la II Gala Solidaria “Flamenco por Lorca”, que tendrá lugar en la Ciudad del Sol el próximo sábado 26 de mayo. 64 Fundación Cante de las Minas 25/04/2012 BUEN INICIO DE LA ESCUELA DEL TROVO El pasado mes tuvo lugar el inicio de clases en la Escuela del Trovo, que Mesa Café de La Unión ha iniciado en colaboración con la Fundación Cante de las Minas. 20/04/2012 LUTO POR FRANCISCO CELDRÁN, “PACO ICARO” De nuevo La Unión y el mundo de los cabales del flamenco, vuelven a ponerse de luto. Esta vez nos ha dejado Francisco Celdrán Sánchez ; “Paco Ícaro” para sus amigos. 27/07/2012 LA FOTÓGRAFA SOLEDAD UJALDÓN EXPONE EN LA UNIÓN SU “YACIMIENTO DE COLORES MINEROS” Se trata de la primera exposición sobre temática minera que realiza la fotógrafa murciana, y que se presenta en el marco del Festival Internacional del Cante de las Minas. 65 Fundación Can 21/02/2012 APROBADO EL PROYECTO DEL CAFÉ CANTANTE El Ayuntamiento de La Unión ha aprobado el proyecto para la rehabilitación de un edificio destinado al Cante de las Minas y en el que se tiene previsto acoger un Café Cantante y la sede permanente de la Escuela de Arte Flamenco. 30/12/2011 CLAUSURADO EL CONGRESO UNIVERSITARIO DE BAILE FLAMENCO. Clausura de los Cursos Prácticos de Baile Flamenco Minero y Danza Española, que han sido organizados por la Fundación Cante de las Minas y la Universidad Politécnica de Cartagena, a través del Campus de Excelencia Mare Nostrum, y con la colaboración del Conservatorio de Danza de Murcia. 23/12/2011 CIERRE ANUAL DE ACTIVIDADES DE LA FUNDACIÓN CANTE DE LAS MINAS. El patro- nato de la Fundación Cante de las Minas ha celebrado en Murcia su última sesión ordinaria del año . 66 nte de las Minas 11/11/2011 MEDALLA DE ORO DE LAS BELLAS ARTES. El Pleno Munici- pal solicita la medalla de oro de las Bellas Artes para el Cante de las Minas, por unanimidad de todos los grupos políticos. 17/10/2011 MEDALLA DE ORO DE LAS BELLAS ARTES. Abierto el plazo de inscripción para el segundo año de la Escuela de Arte Flamenco 14/1082011 CELIA ROMERO, LÁMPARA MINERA DEL 51º FICM. Juan Torres Fajardo “Habichuela Nieto”, Bordón Minero; Lucía Álvarez “La Piñoña”, Trofeo Desplante y Sergio Monroy, Premio El Filón al mejor Instrumentista 67 “UN HOMBRE PARA LA ETERNIDAD” L Paloma Sofía Celdrán Montoro a luz de esta mañana de abril apenas se ha abierto sobre el horizonte, mientras él la observa por el rabillo del ojo sin levantarse todavía. Escucha a su mujer desayunando en silencio en la cocina, empieza la cuenta atrás. Sabe que en cuanto termine vendrá a despertarle desplegando toda la energía de la que es capaz, llena de bromas y buen humor, provocándole con su buen ingenio. Desde luego que no se parece en nada a su primera mujer, pausada y tranquila, quizá en exceso, pero más parecida a su carácter. Claro que se casaron tan pronto que casi se podría decir que crecieron juntos y es fácil hacerse el uno al otro. Con Lola todo era distinto; él había amado a su mujer durante treinta años y, a su muerte, consideró su viudez permanente y a sí mismo incapaz de superarlo, así que el primer sorprendido cuando Lola llegó para quedarse en septiembre de 2006 fue él. En plena madurez, vio cómo todo regresaba a su ser, gracias a la esperanza y el amor que ella le trajo. - Venga, murcianico, que hay que trabajar. – Se hace el remolón y ella le zarandea las piernas. Estas son las cosas que le dan felicidad. - Pero Lola, ¿qué hora es? – Los dos saben que todo forma parte del ritual diario de sus afectos y entran en el juego. - Las nueve, Paquico, y tienes cosas que hacer. – Le da un beso y sube la persiana. Él se decide y se sienta en la cama con sosiego. Bebe un sorbo de agua del vaso que deja por las noches en la mesilla tapado y mete los pies en las zapatillas. Hoy hay mucho que hacer para la revista del festival, así que se sentará en su despacho casi toda la mañana frente al ordenador, rodeado de sus libros, con la puerta del balcón abierta y el sol y el viento fresco entrando, con la vista de la sierra al fondo. En los descansos le pondrá al Piticli cantos de otros canarios que se ha bajado de internet “para que aprenda” y escuchará música para inspirarse: flamenco, ópera, clásica, poemas… “Esta es mi fortuna”, piensa, “ni envidiado, ni envidioso”. La mañana pasa construyendo, pensando, proyectando, revisando, perfeccionando una y otra vez sin descanso. Cerca de las dos y media suena el móvil. Es la hora en que su hija mayor coge el autobús de vuelta del trabajo y aprovecha para llamarle, mal momento antes de la comida. Su hija pequeña lo llamará por la tarde y a las dos les dirá que está bien, que no ha pasado nada de interés y que si no tienen más que decir, que no gasten teléfono tontamente. Aunque le preocupen, sabe que están bien porque las educó como personas nunca como mujeres. Jamás les dijo “no puedes”, “esto no lo hace una señorita”, “eso es cosa de hembras”, ni el resto de cosas que les podían ir agachando la cabeza hasta que no recordaran el día en que miraban de frente. Les enseñó a ser competitivas, valientes, les puso su futuro en sus propias manos; les dio recursos suficientes para afrontar el porvenir, tanto intelectuales como espirituales o afectivos. En su casa no se usó la censura y cualquier cuestión que ellas plantearan por rara, íntima o espinosa podía ser objeto de charla o análisis. Crecieron sabiéndose distintas, aprendiendo de la literatura, del cine y de la música, que él había puesto a su disposición, una forma diferente de enfocar la realidad. Así que como padre, se llena de orgullo íntimo si le preguntan por sus hijas: “Están trabajando las dos de lo suyo, la mayor en Madrid y la pequeña en Almería”. Ambas se marcharon por la obligación de tener trabajo y, en el fondo, preferiría tenerlas cerca pero nunca se interpondría ante su futuro. Pocas veces les ha dicho que son lo mejor de su vida, pero lo ha hecho al menos, siguiendo su filosofía de contarlo todo: “Si no dices lo que piensas, no pensarás lo que dices”. A media mañana ya estaba avisado de que iba a comer lentejas; se sienta, sirve un vaso de vino a Lola y otro a él, coge un trozo de pan y empieza a comer como a él le gusta, despacio. Siempre empieza por el borde más alejado del plato, “para que no te quiten la comida”, que decía su madre, y va, poco a poco hacia dentro para terminar en el extremo opuesto y más cercano a 68 él. Le gusta hablar mientras almuerza, cualquier tema o asunto le es válido siempre que le pueda sacar punta para reírse un rato. La ironía ha formado parte de su personalidad siempre aunque le ha deparado respuestas diferentes según el auditorio: unas veces cae en gracia y la mayoría el interlocutor se siente molesto por carecer de la capacidad de contestar con el mismo ingenio, lo que deviene en consecuen- cias nada deseables. Con el tiempo ha ido adquiriendo cierta habilidad para dosificarla, sin embargo, su sentido del humor ha crecido exponencialmente. Después de una breve siesta, con un descafeinado y los documentales de la dos, se dispone a echar otro par de horas. Sale al balcón y mira el perfil de los montes contra el cielo azul, hace poco viento. Añora los paseos que hace 69 Francisco Celdrán (Paco Ícaro) Fotografía facilitada por su familia. años se daba a estas horas por la sierra caminando o en bici, lo que era mejor porque le permitía llegar hasta la playa y quitarse las deportivas para mojarse los pies y sentir el contacto con la arena. Este es el pueblo de su infancia, de su adolescencia y de su juventud y ahora en la madurez, vuelve a transformarse de nuevo en otro significado que añadir a los anteriores. La Unión es una ciudad repleta de misterios y secretos encriptados en su historia que le fascinan y le maravillan, cada vez de forma opuesta. Ve su propia existencia ligada al devenir del pueblo en el último medio siglo, desde las calles de tierra y el aguador hasta internet, es un viaje que han hecho juntos y que se ha visto entrelazado en el Festival Nacional del Cante de las Minas, empezando como corresponsal del diario “Línea” en la terraza de la calle Argüelles y terminando como su Coordinador de Prensa y fundador de la revista “Lámpara Minera”. En su momento, con veinte años creó otras publicaciones que padecían de su propia falta de experiencia. Cincuenta años de cambios que contempla como un breve suspiro y que le hacen pensar en el sentido de la vida. Hoy es el cumpleaños de su madre, así que irá antes de lo acostumbrado a recogerla para dar una vuelta por la calle Real. Se ducha y se viste, el espejo le enseña un hombre mayor pero que aparenta ser más joven, además, se pasa la mano por la cabeza, raparse ha sido un acierto. De camino, se cruza con el “Centro Cultural Asensio Sáez”, el corazón le da un pequeño brinco. Observa cómo ha cambiado desde que empezó siendo su director a principios de los ochenta y cómo le trae a la memoria a su amigo Asensio. Sin embargo, no se detiene y prosigue hasta llegar a su vieja calle, rápidamente llama al timbre con los dos toques acordados; hoy no desea recordar cosas perdidas. - Pasa un momento que voy a coger una rebeca por si luego refresca. – Le da la sensación de que va menguando a ojos vistas, más delgada, más pequeña, parece que tiende a desaparecer. - Lo único que me faltaba a mí era resfriarme. - Pero, ¿cuántos cumples? – La señora Carmen esboza una media sonrisa. No recuerda el mo- mento en que decidió quitarse uno o dos años, incluso ha llegado a dudar en qué año concreto nació, aunque su hijo lo haya visto en el libro de familia. Cierran la puerta y echan la persiana, la tarde se extiende apacible. Hablan del tiempo, de los vecinos, antiguos y actuales, de lo que alargan los días y, en algún instante, provocará un poco a la madre, según su costumbre, para comprobar que sigue reaccionando y quejándose, así sabe que ella está como siempre ha sido y se puede volver tranquilo a casa. A medio camino, se les une su hermana pequeña “Mira, por ahí viene la Loli” y juntos recorren la calle hasta que el ocaso pone fin a la caminata. De vuelta a su casa, pasa por la calle mayor, charla con sus amigos un rato, porque se le ha hecho tarde, y llega a casa para cenar. Lola va de arriba abajo, se levanta y se sienta, también tiene la capacidad de contarle con el mayor de los detalles lo que le ha ocurrido en el trabajo. Es increíble todo lo que esta mujer puede hacer a la vez, “Lola, siéntate”, como no hay manera, decide cortar de raíz: - Cuando me muera quiero que tiréis mis cenizas al mar en Calblanque, igual que hicimos con Jose. – Es lo primero que se le ha venido a la cabeza y no sabría decir por qué. De repente siente una punzada en la axila y un aliento frío en la nuca que le hiela el tuétano. Mira el reloj: son las diez. – Las diez del quince de abril de 2011. – Ha parecido una sentencia. - ¡Murciano malaje! - objetivo cumplido, se ha sentado – Que sepas que eso ahora está prohibido. Además, hoy es dieciséis no quince. Después de recoger la mesa y de fregar se acomoda en su sillón con su café descafeinado en la mesa auxiliar. Mientras ve la tele, sin querer, vuelve a recordar a su primera mujer que ha quedado cristalizada en su mente joven y hermosa, con cuarenta años. “Jose”, piensa, “que vueltas da la vida, esto no te lo esperabas…”. Pero la noche avanza y el sueño al final lo vence. Por fin, su agitado pensamiento puede descansar en paz. 70 Carta enviada por Carmen Conde a Paco Ícaro 71 Esteban Bernal