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Nº 5 Segunda Época - Agosto de 2012
Revista Oficial
del Festival Internacional del Cante de las Minas
LA UNIÓN - Murcia - España
Editorial
Paco Ícaro en el Recuerdo
De la noche a la mañana
hemos dado un giro imprevisto. Sobrellevamos a
nuestras espaldas las mil y una crisis, que como
decía Paco “son el pan nuestro de cada día”, con
la fortaleza y flexibilidad que corresponden a un
pueblo minero.
De la noche a la mañana
hemos tenido que encender esta Lámpara Minera
impregnada entera de quien la encendió por vez
primera hace ya algunos años.
De la noche a la mañana,
somos un poco más pobres y hemos de seguir
nuestro camino con un amigo menos.
De la noche a la mañana
nos queda la esperanza de que, a pesar de todo,
seguirán existiendo “mañanas” y seguiremos
encendiendo lámparas de ilusión y de trabajo…
que de eso si entendemos.
02
Lámpara Minera nº 5
Segunda época / Agosto 2012
SUMARIO
Edita:
Festival Internacional del Cante de las Minas
de La Unión.
Saluda del Alcalde de La Unión
Fundador:
y Presidente del Festival . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Francisco Celdrán (Paco Ícaro)
Saluda del Concejal de Cultura
Directora:
y Director del Festival . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 06
Noelia Arroyo Hernández
Mientras Nace el Festival - Francisco Celdrán.. . . . . . . . . . . . . . 07
Equipo Redactor:
Entrevista a Sara Baras . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . 10
Ruth García Belmonte
Prepárense para emociones fuertes - Antonio Arco. . . . . . . . .14
Ibán Hernández
Premio Castillete Minero 2012: Bigas luna . . . . . . . . . . . . . . . .16
Manu Egea
Premio Castillete Minero 2012: Jose María Manzanares . . . .18
Onésimo S. Hernández
Premio Castillete Minero 2012: José Andrés . . . . . . . . . . . . . . .20
Consejo Editorial:
Premio Castillete Minero 2012: Manuel Navarro . . . . . . . . . . .22
Comisión Organizadora del 52º Festival
Entrevista a María Dueñas por Ruth García . . . . . . . . . . . . . . . .24
Internacional Cante de las Minas.
Entrevista al Alcalde de La Unión por Manu Egea . . . . . . . . . .28
Foto Portada:
Donde Nacen los sueños (Ganadores 51 Edición). . . . . . . . . . .34
Francisco Celdrán (Paco Ícaro)
Juanito Valderrama vs Juan Valderrama . . . . . . . . . . . . . . . . . . 36
Contraportada:
Antonio Piñana vs Carlos Piñana . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .38
Esteban Bernal Aguirre
Y dale Perico al torno - Francisco J. Róden . . . . . . . . . . . . . . . . .39
Diseño y maquetación:
Conchita la Peñaranda y su cante por
Salvador Alcaraz Pérez
Malagueñas - José Francisco Ortega . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .46
04
Juan torres “Habichuela Nieto”: El arte de
web: www.fundacioncantedelasminas.org
cantar con la guitarra . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .49
Contacto:
Así es mi sobrino Juan - Antonio Carmona . . . . . . . . . . . . . . . .51
[email protected]
Así es mi sobrino Juan - Javier Adan. . . . . . . . . . . . . . . .52
[email protected]
Cartel Oficial 52 Festival - Luis Gordillo . . . . . . . . . . . . . . . . . . .54
ADVERTENCIAS:
Convocatoria Cultural Trofeos “Pencho Cros” - . . . . . . . . . . .56
Los textos, fotos e lustraciones publicadas
Programación 52 Festival . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .58
por Lámpara Minera y su Copyright,
Resumen III C ongreso Internacional Universitario
son propiedad de sus autores.
de investigación del Flamenco - Ibán Hernadez . . . . . . . . . . . 60
Noticias de la Fundación Cante de las Minas . . . . . . . . . . . . . . 64-
03
Francisco Martín Bernabé Pérez
Alcalde de La Unión y Presidente del Festival Internaconal del Cante de las Minas
Y A P E S A R D E TO D O,
SEGUIMOS ADELANTE
Q
ueridos amigos:
¡ Va y a a ñ o ! C r i s i s g a l o p a n t e ,
r e f o r m a s , p r i m a d e r i e s g o,
inter venciones bancarias…. Desde
luego que podríamos decir aquello de
que estamos padeciendo un auténtico
“a n n u s h o r r i b i l i s ”, p o r q u e e n v e r d a d
la nefasta coyuntura económica que
todos sufrimos es capaz de quitarle
el ánimo a cualquiera.
Pe r o m i r a p o r d o n d e , r e s u l t a q u e
cuando estamos en La Unión y toca
hablar de Flamenco las cosas cambian.
E s o b v i o, t e n e m o s e l m e j o r c e r t a m e n
jondo que se realiza sobre la faz de
l a t i e r r a . Y e s o o b l i g a , y m u c h o, a
que la situación sea necesariamente
distinta. Nobleza obliga, que diría el
c l á s i c o.
Y así es, porque…. ¿dónde si no en
La Unión se pueden reunir en estos
días figuras de la talla de Sara Baras,
J o s é M e r c é , Pa s i ó n Ve g a , Va l d e r r a m a ,
Arcángel, Dorantes, Carlos Piñana
o Marina Heredia, por citar sólo a
algunas de las estrellas que actuarán
en la Catedral del Cante?, ¿dónde
sino en La Unión se pueden congregar
en estas fechas personalidades del
nivel de María Dueñas, Bigas Luna,
José Mari Manzanares, José Andrés,
Juan Ramón Lucas, Lucio Blázquez,
M i g u e l Po v e d a o e l E m b a j a d o r d e
Estados Unidos, por reseñar solo
a varios de los protagonistas de la
agenda cultural?, o ¿dónde sino en
La Unión se pueden agrupar en estas
jornadas los más brillantes y jóvenes
valores del panorama flamenco a
nivel mundial, que aspiran a alzarse
con los afamados trofeos de nuestros
prestigiosos concursos?
E n e f e c t o, t o d o e s t o s ó l o p u e d e p a s a r
en un lugar y en un momento: en La
Unión y con ocasión de la celebración
d e l Fe s t i v a l I n t e r n a c i o n a l d e l C a n t e d e
las Minas, que en este 2012 cumple ya
52 años de brillante trayectoria, lo que
lo convier te en el cer tamen jondo más
longevo en número de ediciones de
cuantos se realizan a escala mundial.
Y larga vida que aún le queda, que
eso no lo dude nadie, pues los
impor tantes proyectos que ha puesto
e n m a r c h a l a Fu n d a c i ó n C a n t e d e l a s
Minas en estos dos últimos años, como
e l M u s e o, l a E s c u e l a d e A r t e F l a m e n c o
o los Congresos Universitarios, que
avanzan imparables y exitosos en
s u d e v e n i r c o t i d i a n o, s o n e l m e j o r
síntoma de la magnífica salud que
rodea a todo cuanto tiene que
ver con nuestros cantes mineros.
En fin, que tenemos todo el futuro
por delante y a base de mucho trabajo
04
estoy convencido de que podemos
optar a conver tirnos en la gran
r e fe r e n c i a c u l t u r a l d e E s p a ñ a . M i m b r e s
y potencial existen sobradamente
p a r a a l c a n z a r e l o b j e t i v o. S a q u e m o s
pues nuestros genes mineros a relucir
y pongámonos ya a batir el cobre.
Con la misma valentía, agallas y
coraje que nos enseñaron los que nos
precedieron en la tarea. Somos hijos
de la Sierra Minera y no puede existir
t e m o r a l g u n o p o r a l c a n z a r e l o b j e t i v o.
Sólo de nosotros depende, sólo en
nuestras manos está el conseguirlo.
Y e n t r e t a n t o, h a b r á t i e m p o e s t e m e s
de agosto para que nuestra localidad
le rinda el justo homenaje que se
merece al alcalde fundador y primer
P r e s i d e n t e d e l Fe s t i v a l , m i q u e r i d o y
admirado Esteban Bernal, quien va a
recibir el título de Hijo Adoptivo de La
Unión. Él fue quien instituyó el lema,
más de medio siglo atrás, de que el
Cante de las Minas debía ser siempre
“g r a n d e , h o n e s t o y c a b a l ”. Y t a l q u e
así, en esa misma tarea, y sin cambiar
ni una sola coma, es en lo que todos
nos hemos aplicado a lo largo de
este tiempo para que el evento haya
alcanzado las altas cotas de grandeza
de las que disfruta en la actualidad.
Y p a r a f i n a l i z a r, q u i e r o e x p r e s a r
mi felicitación a todos los que han
trabajado en la realización de esta
nueva y espléndida edición de
n u e s t r a r e v i s t a “ L á m p a r a M i n e r a”,
muy en especial a su directora, Noelia
A r r o y o, p o r e l m a g n í f i c o t r a b a j o q u e
ha realizado y en el que sucede al
a ñ o r a d o y g e n i a l Pa c o Í c a r o, q u e
tristemente y de forma sorpresiva
nos dejó hace unos meses, pero
c u y o i n d ó m i t o e s p í r i t u l i t e r a r i o, t a n
sensible, tan minero y tan flamenco a
la vez, siempre estará presente entre
nosotros. A él también le rendiremos,
a t í t u l o p ó s t u m o, l o s m e r e c i d o s
h o m e n a j e s a l o s q u e s e h i z o a c r e e d o r.
Cuando asumimos la gestión del
Fe s t i v a l h a c e s e i s a ñ o s p r o m e t i m o s
que habría un antes y un después
e n l a h i s t o r i a d e l e v e n t o. N o n o s
corresponde a nosotros juzgar si
s e h a n c o n s e g u i d o s e n t a r, o n o, l a s
b a s e s p a r a e l l o, p e r o p u e d o a s e g u r a r
que por falta de ilusión, voluntad
y, s o b r e t o d o, m u c h o t r a b a j o,
n o h a q u e d a d o. D e s d e a q u í , m i
agradecimiento más hondo a todos
los que han hecho que esto sea
p o s i b l e y, s o b r e t o d o, m i f e l i c i t a c i ó n
más sincera a todo el pueblo de La
Unión, auténtico artífice de que
este pequeño milagro suceda cada
a ñ o. S e l a m e r e c e m á s q u e n a d i e .
Fr a n c i s c o M . B e r n a b é Pé r e z .
Alcalde de La Unión
Presidente de la Comisión Ejecutiva de la
Fu n d a c i ó n C a n t e d e l a s M i n a s
05
Julio García Cegarra
Director del Festival y Concejal de Educación, Cultura y Deportes del
Excmo Ayuntamiento de La Unión.
A
migos del flamenco:
Un año más damos un nuevo
paso hacia adelante en la bonita
tarea de poner a este maravilloso
arte que es el flamenco en el lugar
que día tras día le corresponde como
manifestación
cultural
española
más destacada desde hace ya varias
décadas.
Y lo hacemos desde La Unión, desde
e l Fe s t i v a l I n t e r n a c i o n a l d e l C a n t e d e
las Minas, cuna de los cantes mineros,
expresión de dolores y tragedias que
sufrieron nuestros antepasados.
C o n t r a b a j o, c o n s u d o r, c o n m u c h a s
horas de dedicación y entusiasmo
para tener una vez más y van 52, una
e d i c i ó n d e l Fe s t i v a l q u e p o d í a m o s
calificar sin miedo a equivocarnos
c o m o d e a u t é n t i c o l u j o.
Y es que son épocas duras, para todos sin excepción y por supuesto
también para el flamenco; pero a la
vez todos hemos puesto una vez más
de nuestra parte todo lo posible para
que sobre las tablas de la Catedral
del Cante pasen estos primeros días
de agosto los mejores ar tistas que
n u e s t r o a r t e n o s p u e d e o f r e c e r.
Nuestra ciudad, La Unión, ha sido y
es un referente internacional en cuanto al flamenco se refiere y año tras
a ñ o, l a l l a m a d a d e l Fe s t i v a l d e Fe s tivales es atendida con la mayor de
las predisposiciones por par te de ar-
tistas y personalidades relacionadas
con el mundo de la cultura.
Así pues, os emplazo desde nuestra
r e v i s t a o f i c i a l , “ L á m p a r a M i n e r a”, a
seguir disfrutando y emocionarse con
todos y cada uno de los fantásticos
momentos que vamos a tener en la
5 2 ª E d i c i ó n d e l Fe s t i v a l I n t e r n a c i o n a l
del Cante de las Mina con una impre s i o n a n t e A g e n d a C u l t u r a l y c o m o n o,
con todos y cada uno de los magníficos rincones que nos ofrece nuestra
“ C u i d a d A l u c i n a n t e” e n p a l a b r a s d e l
g r a n m a e s t r o A s e n s i o S á e z ”.
No quisiera despedirme, sin tener
un breve recuerdo a nuestro gran
a m i g o, Pa c o Í c a r o, p r o m o t o r y d i f u sor de la cultura unionense hasta
la saciedad y grandísimo impulsor
de la misma, así como un fiel col a b o r a d o r d e n u e s t r o Fe s t i v a l , e l
Fe s t i v a l d e t o d o s l o s u n i o n e n s e s .
M u c h a s g r a c i a s p o r t o d o, Pa c o.
Julio García Cegarra
D i r e c t o r d e l Fe s t i v a l I n t e r n a c i o n a l
del Cante de las Minas
06
Francisco Celdrán Sánchez
Fundador y Diretor de “Lámpara Minera”
MIENTRAS NACE
EL FESTIVAL.
Estampas de una infancia en otra Unión.
V
iven en la calle del Pino, frente a la entrada
trasera del Hospital de Sangre. Es una casa
pequeña de techado de láguena: entrada y
comedor en la misma pieza, una única habitación
con la cama de sus padres -que él también comparte- , y la cuna de su hermana. La cocina con
hornillo de petróleo y un patio
interior pequeño, con pila para
lavar, un alambre para tender
la ropa y, en una esquina, el
agujero del retrete oculto tras
una cortina de saco que las ratas roen y deshilachan por las
noches.
Es febrero y hace frío. Su madre
se ha marchado a comprar y
lo ha dejado al cuidado de su
hermana. Él tiene tres años, ella
meses y no cesa de llorar. Es
día de Carnaval. Su madre le ha
hablado de la gente que se disfraza para robar niños.
-. ¡Que no se te ocurra abrir a
nadie!
Mira a través de los cristales de
la puerta de la calle subido en una silla baja de anea
donde su madre cose. Con los dedos separa el visillo. Tiene los ojos muy abiertos. De vez en cuando
alguien pasa y da un respingo hacia atrás. Tiene y
no tiene miedo. La hermana sigue llorando. Coge
un hilo grueso, lo ata por un extremo a la cuna y así
consigue mecerla sin dejar de mirar a la calle. Cada
dos por tres tiene que limpiar el vaho del cristal con
el puño del babi. No aparecen brujas ni disfraces.
Sólo alcanza a divisar la verja de hierro de la parte
trasera del Hospital por donde, de cuando en cuando, asoma la señora María su cara ajada y amable,
le mira, le sonríe, y él adivina que su madre le ha
puesto vigilante.
En la escuela de don José Carrillo, se sienta en el pupitre junto a Manolín que es hijo de un guardia civil
y vive en unas casas de ese Cuerpo en la calle Real.
Los pupitres tienen un agujero con un recipiente
donde se vierte tinta de la botella negra del profesor. Allí mojan el plumín con cuidado de no apretar
demasiado y de no manchar la hoja de la libreta. Si
una pluma se rompe se vuelve a poner otra en el
palillero, ¡pero cuestan dinero!
Su madre le lleva de la mano aquél día que se encuentran con Manolín y la suya.
Las dos se ponen a hablar sin
soltarles. Es entonces cuando
se le llenan los ojos de lágrimas
mirando al amigo que según
cuenta la madre se iban a marchar de La Unión al día siguiente. Él siente una desolación
y un vacío desgarradores en el
alma. Y unas ganas irresistibles
de abrazar fuertemente al amigo, de llorar con él.
Manolín se marcha y nada
parece cambiar por fuera. Por
dentro, algo queda roto para
siempre.
Naranjo no va a la escuela. Son
muchos hermanos y tiene que
ayudar a la madre. El padre
trabaja en la mina. Abajo. No es lo mismo trabajar
abajo que arriba. Los mineros siempre hacen ésta
distinción. Arriba es como de más categoría y las
esposas pueden vivir más tranquilas. Pero, se gana
más abajo.
Al padre de Naranjo lo traen un día en una caja de
cinc del tamaño de una de zapatos. La madre da un
alarido de dolor que hiela la sangre del vecindario.
Naranjo se pone lívido y la emprende a puñetazos
con la pared. La calle se llena de gente. Todo es
diminuto: la casita, el amigo, la madre... El ataúd
parece de juguete. Todo es indigno y nadie parece
darse cuenta. A los pocos días el amigo y su familia
desaparecen para siempre.
(…)
07
(…)
Es curioso, ahora se le llena la mente de gente de
aquél primer barrio de su infancia.: la señora María,
la guardesa del Hospital de Sangre; el tío Juan con
su patio sembrado de cagarrutas, donde acude
con la lechera cada mañana y le ordeña a la misma
cabra, hasta que la espuma rebosa el borde del aluminio y él la va absorbiendo con delectación camino de casa.
(…)
Su padre también trabaja con un cubo
enorme, de hierro, con el que saca agua de
un pozo en lo alto de la sierra. No se llama
cubo, sino cuba. Es maquinista minero. El agua
es para lavar los minerales. Antes ha sido vigilante en un pantano de estériles y después, en otro
pozo, cambiará la cuba por una jaula donde se
meten los mineros y él, manejando con pericia
frenos y mandos que gobiernan cintas, motores y poleas, asume cada jornada la arriesgada y sombría tarea de bajar y subir a decenas
de hombres que se van pudriendo en lúgubres galerías. La jaula pende de cuerdas de
hierro que hay que mantener paralelas. No
puede bambolearse, ni rozar las paredes del
pozo. La jaula es frágil y mucho más los mineros. De su padre depende que el viaje a las profundidades del infierno transcurra sin incidentes. Y así,
año tras año: Cubas de agua, jaulas con hombres y
cunas cargadas de mineral. Atendiendo siempre la
contraseña de los golpes de martillo que el capataz
acciona desde abajo: uno, la cuba, dos el mineral,
tres los hombres, cuatro un herido, un muerto
o hay que escapar deprisa porque allí abajo se
derrumba todo y las rocas amenazan con reventar esos cuerpos esqueléticos que a la
luz de los carburos se asemejan al vidrio
veteado y sucio.
Cada día acuden al Pozo Cuevas a llevar
al padre la comida del almuerzo. “Para
que coma caliente”, dice la madre en
su papel de esposa diligente, amante
y apesadumbrada. Su
hermana y él
la acompañan.
A la
una
de la
Imagen anterior y ésta:
Paco Ícaro de pequeño
Fotografías facilitadas por la familia.
tarde, en pleno verano, bajo un sol que calcina las
lagartijas, el camino se hace interminable y fatigoso. El padre los divisa desde arriba y desciende por
la senda de cuevas repletas de gente para salir al
encuentro. En un repecho, a la sombra, sobre una
piedra de laja por mesa, se extiende la servilleta de
tela. Sobre ella se coloca el pan, la botellita de vino,
el cuchillo, la cuchara... y por fin, la fiambrera con
la comida aún caliente. Come delante de ellos que
esperan para que si sobra algo se lo puedan llevar
y aprovecharlo en su propio almuerzo. A veces, él
no puede salir al encuentro y deben subir hasta la
máquina. Allí esperan que saque a los hombres. La
madre y la hermana vuelven la cabeza con pudor
cuando aparece la jaula en el brocal del pozo. Él observa asombrado un montón de ojos que parecen
mirar con angustia, alivio, desesperación y cansancio. Van medio desnudos y cubiertos totalmente por
una tierra negra apelmazada al cuerpo por el sudor.
Los ojos... brillan los ojos... de miedo y resignación.
No hay rabia sino aceptación. Son los mismos ojos
que después ha vuelto a ver en alguna película de
esclavos negros, cuando se abre la compuerta
de la bodega del barco, el protagonista
baja por la escalera y alumbra hacia el
fondo. En la oscuridad flotan esos
mismos inocentes y aterrados
ojos. Al principio, la hermana
lloraba desconsolada. A todos
les sobrecogía un horror gélido
que ya nunca se marchaba del
corazón.
Llega el domingo. Es el único
día que el padre no trabaja. Por
la mañana, al despertar, los dos
se pasan a la cama del matrimonio. Demasiado pequeña para los
cuatro aunque no les disgusta estar
apretados, al contrario.
En la cama, la madre relata algún cuento. Los adormila con su voz, con su
raro ingenio. Cuando el padre tiene turno de noche duermen con
ella. Entonces, du-
08
rante una hora por lo menos pueden dejar encendida la bombilla y leer. Él devora con fruición tebeos
y novelas del Oeste, la madre novelas de amor de
Corín Tellado. Por dos reales las cambian en el quiosco de la señora Lola, en la calle Real.
El padre sólo lee los titulares de algún periódico
donde el tendero ha envuelto la compra. No le
gusta leer. Sin embargo, se ufana de su ampulosa
firma y del caballo de barro que le dieron como premio en el colegio. Le brillan los ojos cuando coge
el bolígrafo y se dispone a firmar las notas del hijo.
Se recrea en cada trazo, y cuando acaba la rúbrica
se queda mirando el garabato como un pintor que
acaba de realizar la obra de su vida.
Por la tarde, cuando llega del trabajo, el hijo se sube
a horcajadas sobre su espalda y lo pasea de la puerta del patio a la puerta de la calle, durante un rato.
Él no sabe que el hijo lo sabe, pero cada mañana a
eso de la seis, cuando se marcha a la mina, se mete
en su cuarto y le da un beso en la frente. Si el hijo
estuviera despierto sería incapaz de hacerlo, se
avergonzaría.
Es verano. Tiene siete años, un saquito de tela con
bolas de barro y alguna cristalina, el Segundo Álvarez con todos los saberes que necesita, las novelas
radiofónicas del Cola Cao y la leche condensada
que escucha durante las siestas, tendido en el
suelo sobre una sábana; un montón de tebeos
que intercambia con los amigos, unos pocos
indios de goma con sus caballos, un fuerte de
madera con escasos soldados...y amigos,
muchos amigos en el Central donde está
Hidroeléctrica, en la calle Tejera, en la
calle Torrijos...y en el callejón que las enlaza donde vive la Pepa, el Pescador y la
familia de los Femández.
Es de noche. Vienen del cine de verano, de la Terraza Argüelles. Han
puesto “Jerónimo”. La calle es larga
pero su alumbrado consiste
en dos luces amarillentas que un empleado
municipal
e n -
ciende cada día empujando el conector con una
vara larga y redonda de madera, la misma que utiliza para apagarlas. Una bombilla en el pico de la
calle Real, la otra, en el centro de la calle. Bajo ésta
los críos juegan hasta la hora de acostarse. No hay
nadie tomando el fresco, las sillas están en las puertas de las casas, pero vacías. La gente se arremolina
en la acera de su mejor amigo, de Ginés. La madre le
aprieta la mano pero no dice nada. Aún faltan diez,
quince metros para llegar a la altura del
tumulto. El grito de la madre de Ginés
suena atronador y desgarrado. Todo se
vuelve silencio y angustia. Él no entiende
nada pero comienza a sentir los jirones del
dolor de una tragedia íntima. Las vecinas
le susurran a la madre los pormenores de
la muerte de su amigo. Con una angustia
desconocida atenazando su estómago
se acerca a la pequeña ventana del
cuarto de matrimonio, única que da
a la calle y está con la luz encendida.
Tiene que encaramarse a los barrotes
y, apoyando la suela de los zapatos
en la pared encalada, alzarse hasta
apoyar los codos en el alfeizar y mirar
adentro.
En medio de la cama que ahora aparece gigantesca, está su amigo, dentro de una minúscula caja blanca. Su rostro, amoratado y deforme. Su barriga descomunal llena todo el
ataúd. La madre se abalanza sobre el cadáver
chillando como una loca.
La muerte debe ser como esta inmensa soledad que ahora siente. La muerte no
tiene rostro, es un pozo sin fondo
dónde un dios cruel va arrojando
todo lo que él más ama. Hasta dejarlo
solo, vacío de sí mismo.
09
entrevista
D
espués de interpretar a
mujeres intensas, que
anteponían sus sentimientos a todo lo demás,
como Juana la Loca, Mariana
Pineda y Carmen, , Sara Baras
regresa a los escenarios, tras su
recién estrenada maternidad,
para dar vida a ‘La Pepa’, un personaje que tiene mucho de las
anteriores.
La bailaora y coreógrafa, se
tomó un respiro en 2010, cuando se encontraba en pleno
éxito. Lo hizo para cumplir un
sueño, el de ser madre. De esta
forma, daba vida a uno de sus
mayores deseos, aparcado por
exigencias profesionales.
Dos años después, retoma su
carrera, impecable y cargada
de éxitos por todo el mundo,
con un nuevo reto artístico y
llega más segura, más feliz, con
más fuerza y más auténtica. Así
es la homenajeada de la quincuagésima segunda edición del
Festival Internacional del Cante
de las Minas, sencilla, natural,
de risa contagiosa, elegante,
valiente, luchadora y muy trabajadora.
10
Sara Baras
Sara, ¿Cómo estas? ¿Qué tal la vuelta
al trabajo?
Genial, la verdad es que me daba un
poco de pánico el regreso, ponerme en
forma, pero todo ha salido redondo. La
vuelta ha sido espectacular. Ahora piso
el escenario de otra manera y tengo más
fuerza. Y eso que, cuando me veía tan
gordita con el embarazo, pensaba que
nunca volvería a ser la misma. Estaba feliz, pero con la incertidumbre de cómo
respondería después mi cuerpo. Y la verdad es que ahora me encuentro incluso
mejor que antes.
¿Cómo es ese estado en el que te encuentras? ¿Hay una nueva Sara tras la
maternidad?
Sí, ser madre es algo estupendo. Es un
sentimiento que te cambia desde dentro. Cambia todo, empezando por tu
escala de valores. Mi hijo José, me hace
pensar mucho y sé que por él sería capaz
de cualquier cosa. Esa fase de mi vida la
disfruté, por primera vez, sin el estrés de
la profesión. Pude preparar `La Pepa´
con calma, estudiando y dándole al tema
todas las vueltas del mundo para cuidar
hasta el último detalle. La obra tiene una
mezcla de libertad, tranquilidad y buena
energía. Se nota que viene del mar, del
aire, del bien.
Este nuevo estado anímico ¿está influyendo en tu baile?
gación de dejarme llevar por los sentimientos y ahora tengo el corazón mucho más lleno, la sensibilidad más a flor
de piel. Todo está siendo maravilloso.
Por cualquier cosa que tenga que ver
con el bebé me comería el mundo, es
naturaleza pura y dura. Yo me veo mejor.
No está bien que lo diga yo (risas), pero
bueno, hay más verdad.
Y el niño, ¿cómo está?
Precioso, muy grande, ya ha cumplido el año. Es una bendición porque
está muy sano, come y duerme perfectamente. Se porta fenomenal y así
la gira se sobrelleva perfectamente. Es
lo mejor que me ha pasado en la vida,
con diferencia. Todo gira en torno a él.
¿A quién se parece?
Todo el mundo comenta que los ojitos
son míos, pero yo lo veo muy mezclado.
Tengo entendido que le encanta
bailar, eso es de mamá y papá ¿ya
apunta maneras?
Sí, le encanta, está todo el día bailando. Es lógico, está rodeado de músi-
Mi Pepa representa la
esperanza y la libertad,
así como la alegría en
tiempos tan difíciles
Sin duda. Como bailaora tengo la obli-
11
ca, porque en nuestra familia todo
el mundo baila, aunque yo le miro y
le digo que se dedique a otra cosa.
Sentimientos que ¿se pueden transmitir a la perfección con el flamenco?
¿Qué veremos en “La Pepa”, el próximo jueves 2 de agosto?
El flamenco es el más idóneo para
transmitir todas estas sensaciones.
Para bailar necesitamos estudiar, ensayar y prepararnos, pero anteponer
el corazón es algo fundamental y eso
hace sentirte muy libre.
Mi Pepa es mucho más que un símbolo. Es la voz del pueblo, un espectáculo
precioso, homenaje a la
Constitución de Cádiz
de 1812, con motivo
de su bicentenario, que
representa la esperanza
y la libertad, así como la
alegría en tiempos tan
difíciles como la Guerra
de la Independencia. Y
eso es el flamenco, pura
libertad. ‘La Pepa’ es un
recorrido por diferentes
estampas de mi tierra,
Cádiz, por el sentir de la
gente, su forma de ser,
su carácter, su brisa, y su
aroma. Adaptaremos el
espectáculo al espléndido escenario del
Antiguo Mercado Público y, por ello, tendrá aún más alma.
¿Y cómo es, en sí misma, La Pepa?
Es una mezcla de todo, es raíz y a la vez
vuela. Es el único personaje de la obra
que, aunque no existe, le da sentido,
porque consigue cambiar el dolor de la
guerra, a esperanza y fuerza. Más allá
de gustos, desde que se sube el telón
todo lo que aparece demuestra que es
una gran producción con mucho trabajo
detrás y gran equipo. Está todo muy cuidado, no hay nada sin sentido.
12
El espectáculo resalta
no solo los momentos
y detalles más importantes de este momento histórico, sino
el carácter del pueblo
y sus rincones.
Resaltamos no solo lo
más bonito de la época,
sino también lo más
importante del Cádiz
de 1800 como el puerto marítimo, el rincón
más importante de
occidente por el comercio; los periódicos, a los que dedicamos uno de los temas con un zapateao;
también la venta de la seda o los títeres
que representaban teatrillos en medio
de las calles. Todo mezclado con el proceso de creación de la Constitución.
Aparecen las Cortes de Cádiz con su
presidente y diputados, que cada uno
defendía eso que después se reflejó en
los artículos.
¿Contará con alguna colaboración
especial para la ocasión? ¿Cómo es
la puesta en escena?
Además de mi compañía, muy local,
renovada para este espectáculo con un
noventa por ciento de bailarines gaditanos, me acompañará Keko Baldomero,
a la guitarra, quien además se ha encargado de la dirección musical de la producción y Jesús Serrano, al baile. Jesús
interpreta al presidente de las Cortes de
Cádiz. Después hay ocho mujeres que
bailan como los ángeles y cinco chicos
que interpretan al pueblo y a los diputados. El vestuario, de una belleza espectacular, es de Torres Cosano, y la escenografía de dos artesanos gaditanos. Es
una obra de arte acompañada de la iluminación de Óscar Marchena y Jose Luis
Alegre.
¿Cómo se imagina esa noche?
Llena de magia y duende. Tendré que
bailar muy bien para que la gente se
quede con ganas de volver a verme.
Pienso en la seguiriya que bailo, a mitad del espectáculo, un palo muy de
verdad y muy profundo que en La
Unión tiene que salir de maravilla.
¿Qué significa para Sara Baras ser la
homenajeada del Festival Internacional del Cante de las Minas?
Me hace mucha ilusión que La Unión
me demuestre su cariño y su respeto,
dedicándome el festival de este año.
Con la historia y categoría que tiene
este certamen, es increíble. Yo he venido mucho a bailar a La Unión, también cuando empezaba, y siempre me
he quedado alucinada con los artistas
que han actuado aquí. Daré las gracias
con los zapatos puestos y bailando.
después Madrid y seguidamente, La
Unión. ¿Esto acaba de empezar?
Sí, porque estaré tres años de gira. Iremos más despacio que antes porque
está adaptada a mi bebé. Después de La
Unión, estaremos en el Festival Castell
de Peralada (Girona), la Granja de Segovia y la Bienal de Sevilla. También viajaremos a Chile y Argentina, y en 2013 volveremos a Madrid y Barcelona para hacer
temporada.
Y entre actuación y actuación ¿Ha
pensado en el próximo espectáculo?
Es pronto para pensar en futuros montajes. La cabeza se va para muchos lados,
siempre estoy ahí soñando, pero todavía
no sé nada.
Sus espectáculos siempre son recibidos en loor de multitudes ¿Se considera afortunada?
Mucho, soy muy trabajadora, me gusta
la perfección, pero reconozco que he
tenido mucha suerte. Además, estoy
rodeada de buena gente. Mis músicos,
el cuerpo de baile… La vida me regala
muchas satisfacciones. Hay dos palabras
que tengo gastadas y que no dejaré de
decir: Gracias y suerte.
La gira comenzó en Barcelona,
13
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b
PREPÁRENSE PARA
EMOCIONES FUERTES
Antonio Arco Caro
P
repárense para emociones fuertes,
porque así me dijo Sara Baras que
bailará este año en La Unión: «Más
leona, con el corazón más lleno y con
más fuerza que antes». Está feliz Sara
Baras, a la que le debemos el placer de
haberla visto bailar, siempre muy bien,
en ‘nuestro’ Mercado Público, hecha
siempre una reina con ganas de comerse
el mundo, con la boca más pequeña que
La Paquera de Jerez -¡Paquera, vuelve,
que te echamos mucho de menos!- pero
con mejores muslos, las cosas claras.
«Bailar con todo lo que sientes siendo
mamá es algo bestial», me aseguro
la bailaora cuando la entrevisté para
‘La Verdad’, recién salida del agua
hecha una rosa, despojada de toda
tensión y exultante, con la luz gaditana
arropándola.
«¡’Triqui’!, dale un bañito al ‘gordo’
mientras yo hago la entrevista», le decía
Sara Baras a su hermana. Estaban en
Cádiz, agua de mar y de piscina, sol,
tranquilidad de fin del mundo y una
familia que se comporta como una piña.
La bailaora y coreógrafa y su hermana
‘Triqui’ tienen, exactamente, la misma
voz y la misma risa, una risa contagiosa.
A Sara Baras la risa la envuelve, la
protege, le da a su presencia un aire
inconfundible de frescura y de cierta alta
dosis de inocencia, que no desaparece ni
con los años, ni con los éxitos por todo
el mundo, ni tras haber sido madre en
Cádiz, la tierra a la que decidió regresar a
vivir para que allí viniera al mundo José.
La risa de Sara Baras es legendaria, y se
le quedó grabada, cuando la conoció,
al bailarín y coreógrafo cartagenero
José Carlos Martínez, actual director de
la Compañía Nacional de Danza (CND).
Juntos protagonizaron el tradicional
‘spot’ navideño de Freixenet, que en
2011 tuvo en ellos a dos ‘burbujas’ de
auténtico lujo.
Sara Baras es de una naturalidad sin
artificio que se agradece. Una mujer
normal, fuera del escenario, que
cuando se sube a él se transforma en
una seductora fuerza armónica de la
naturaleza.
Escucho al niño José pasar de beso en
beso, de risa en risa y de mano en mano
de sus familiares, que están todos como
locos con él. José lo ha cambiado todo. «El
niño está precioso, súper grande, porque
ya ha cumplido un año y es un ‘pepón’,
es ‘gordote’ y ‘grandote’ y ‘brutote’, y la
verdad es que es una ‘lindura’», afirma
su madre. Su padre es el también bailaor
José Serrano, de quien, precisamente la
gaditana se enamoró, en el año 2000,
mientras compartían en escena el
desgarro y la pasión de ‘Juana la Loca’.
Sara Baras te enamora, así son las cosas y
así se las cuento. O sea, que vayámonos
aguantándonos todos porque no
tenemos nada que hacer. Se ríe con ganas
cuando le recuerdo este titular suyo de
14
hace unos años: «Tengo una parte de Heidi,
pero trabajando soy terrible». Es de una
exigencia altísima, persigue la perfección,
no deja que los aplausos le cieguen y busca
hacer historia cada noche.
¿Saben qué? Que no se olvida de que la
Compañía Sara Baras, con el espectáculo
‘Sensaciones’, debutó en Murcia, en el
Auditorio regional, en 1998. «¡Madre mía
todo lo que lloré! Antes y después del estreno,
venga a llorar. Fue muy emocionante poner
en marcha algo que no se sabía cómo iba
a funcionar. Yo decía, ‘madre mía, ¿quién
va a venir a verme bailar en Murcia, si a mí
nadie me conoce?’. Fue muy hermoso, en
Murcia cambió mi vida artística. Después
del estreno, que la gente acogió muy bien,
no parábamos de llorar en los camerinos.
Entre tantas flores y llantos, aquello parecía
un tanatorio».
Francisco Bernabé, alcalde de La Unión
y presidente de la Fundación Cante de
las Minas, dice que es «la personificación
de la elegancia exquisita hecha mujer», y
«una de las damas más majestuosas que
han pisado desde siempre los escenarios
cabales», que desde que llegue a La
Unión no va a dejar de decir «¡gracias,
gracias, gracias!». Qué noche nos va a
hacer pasar, ya verán, ya. Prepárense.
Con el homenaje que este año le dedica La
Unión, anda loca perdida. Habla maravillas
de su festival, de su gente, del Mercado
Público. Se emociona y te emociona, ahora
solo falta que baile como Dios manda, que
vuele alto, que nos deje sin aliento, que nos
parta un rayo de gusto. Que sí, que yo creo
que van a ir por ahí los tiros: disparos de arte
desnudo al corazón.
Tiene ganas de volver a La Unión, donde
en 2001 bailó ‘Juana la Loca’ justo cuando
la admiración por José Serrano -él
interpretaba a Felipe el Hermoso- se estaba
transformando en fuego amoroso. «Ahora,
Pepín es mi marido y el padre de mi hijo.
Hemos vivido juntos sensaciones increíbles
por medio mundo, la más increíble de todas
ser papás, y volver ahora a La Unión, para
encontrarnos allí de nuevo frente a frente,
bailando y recibiendo el reconocimiento del
festival, va a ser muy especial», reconoce. Y
se ríe, claro. Anuncia Sara Baras, de la que
15
JOSÉ JUAN BIGAS LUNA
Premio Castillete de Oro 2012
B
igas Luna tiene ADN español, y a través de su arte, su cine
y su vida en definitiva, se empeña en demostrarlo dentro
y también fuera de nuestro país. Dentro de ese ADN de lo
español, el flamenco está muy presente en su obra. Su ojo cinematográfico descubrió a todos nuestros mejores actores: Javier Bardem, Penélope Cruz, Jordi Mollá y, más recientemente, a
Verónica Echegui o Leonor Watling, y ese ojo también descubrió para el cine a la gran figura de renombre en el mundo del
flamenco actual: Miguel Poveda, en la Teta y la luna.
U
n año antes, Poveda había ganado en La Unión la preciada Lámpara Minera.
También el flamenco, o mejor, el
baile flamenco, fue el leit motiv del
cortometraje que para promocionar
España realizó Bigas Luna en la
Exposición Universal de Shangai de
2010. Entonces, los ecos del flamenco
salpicaban todas las sensaciones, iconos
o símbolos que representan nuestro
país.
Este veterano director de cine siempre
ha estado preocupado por difundir al
máximo todos los caracteres de nuestra
cultura, entre los cuales está el flamenco,
y hablar de Bigas Luna, es «hablar de
lo ibérico», según Francisco Bernabé,
Alcalde de La Unión y Presidente del
Festival Internacional del Cante de las
Minas, que este año entrega su Castillete
de Oro al cineasta catalán, autor de
más de una quincena de películas, una
decena de cortometrajes, además de
otras publicaciones, guiones de cine o
exposiciones colectivas e individuales.
Artista en definitiva, quizá por provenir
del interiorismo y del diseño industrial.
16
Su cine, que ha rodado tanto en catalán
como en castellano, siempre tiene un
sello muy personal cargado de altas
cotas de erotismo en todas sus películas,
muchas veces relacionado con la comida,
hacia la cual, según confiesa, siente una
gran pasión. Un costumbrismo casi
surrealista.
rompió todos los moldes. Bigas Luna,
Castillete de Oro del Cante de las Minas,
por su aportación cinematográfica al
flamenco, al que siempre ha demostrado
respeto y cariño.
Ese cine que irrumpió en nuestras vidas
sorprendió a una España casposa y
medio dormida, que intentaba salir de
la huella del franquismo, y esa irrupción
17
Preocupado por
difundir todos los
caracteres de
nuestra Cultura
JOSÉ MARÍA MANZANARES
Premio Castillete de Oro 2012
H
ablar del toreo de Manzanares es
hablar de un toreo fresco, mediterráneo, expresionista como la
pintura de Sorolla, o de la elegancia
de una estética que luce natural, sin
apenas esfuerzo. Como la brisa de ese
azul Mediterráneo, el azul que en todas
sus gamas pone en sus trajes de luces,
además del rojo pasión, como el de las
hogueras de San Juan de su Alicante
natal…, pasión por el toro, y pasión por
la música y el flamenco.
El Castillete de Oro a José María Manzanares se presenta como el primer
homenaje del flamenco a un maestro
de la tauromaquia. Dos géneros vinculados tradicionalmente, y que ahora se
No es un torero tradicional, ese de fincas y ganaderías…, es un torero urbano,
que se mueve como pez en el agua en
las redes sociales, amante de la moda,
que se tatuó una manzana en honor
a una saga que ha dejado grandes en
el mundo de la tauromaquia. Original
hasta para llevar en el añadido el pelo
rubio de su mujer, la madre de su hijo,
ese que seguirá con la leyenda.
Un torero al que le gusta la música en
varios de sus estilos, desde Alejandro
Sanz o Calamaro, y que ama el flamenco. Un mundo al que tuvo acceso desde
niño, pues aficionado es su padre, y figuras del cante jondo, como Camarón o
Rancapino, se pusieron a sus pies.
Manzanares puede además presumir
de ser el protagonista del primer indulto que a un toro se realiza en la Maestranza sevillana, a un toro extraordinario después de una faena extraordinaria.
Faenas, que remata como nadie, matador de matadores.
18
Es un torero urbano, que se mueve como pez
en el agua en las redes sociales
dan la mano. El Alcalde de La Unión y
Presidente del Festival, Paco Bernabé
asegura que se trata de un «amante del
jondo como pocos y que reúne todos los
méritos para esta distinción». Méritos ya
realizados pese a su insultante juventud,
y otros que están por llegar. La Catedral
del cante abre su puerta grande al maestro torero, José María Manzanares.
19
JOSÉ ANDRÉS
Premio Castillete de Oro 2012
L
a de José Andrés es una personalidad arrolladora que hierve en
la cocina y que sigue en ebullición
fuera de ella. Semanalmente se reúne
con políticos, participa en simposios y
da conferencias en instituciones internacionales. Todo, con un claro objetivo:
fomentar la alimentación sana y sostenible, contra el hambre y contra la obesidad. Lo que vive en la actualidad, sería
la culminación de un sueño que empezó
hace algo más de 20 años, cuando se inscribió en la Escuela de Restauración de
Barcelona.
Una vez finalizados sus estudios de hostelería, quiso perfeccionarse en uno de los
restaurantes más prestigiosos de España,
El Bulli de Ferrán Adrià, al que considera
maestro y sobre todo, amigo. A principios de los 90, llegó a EEUU como cocinero
del buque-escuela Juan Sebastián Elcano. Fue con la idea de imponer la comida
española en EEUU, conquistar a la primera potencia mundial por el estómago.
¡Y vaya si lo está logrando!
El asturiano José Andrés es copropietario de siete reconocidos restaurantes en
Washington que, diariamente, dan de
comer a 5.000 personas. Entre los comensales habituales se encuentran el
El hombre que ha
conquistado EEUU
por el estómago
ex presidente Bill Clinton, congresistas,
agentes del FBI y diplomáticos. En esos
restaurantes es normal escuchar música
española, y flamenco en concreto. Y es
que, a través de su mujer, que es natural
de Algeciras, y por la extraordinaria sensibilidad de este artista de los fogones,
José Andrés cayó rendido a los pies del
flamenco, al que degusta como si se
tratara de sus creaciones más exquisitas.
José Andrés le descubrió a Estados Unidos la cocina española y popularizó las
tapas, un concepto basado en que todos comparten el mismo plato. Por eso,
EE UU reconoció su labor con un oscar
culinario, el más prestigioso galardón
de la restauración norteamericana. Así
20
premió no sólo su saber hacer, sino la
filosofía subyacente de un exitoso empresario, que ha abierto restaurantes en
Washington, Los Ángeles y Las Vegas y a
quien destacadas personalidades políticas como Michelle Obama consultan
regularmente en cuestiones de política
alimentaria.
También destaca otra faceta de José Andrés, la mediática, pues con su programa
televisivo “Made in Spain” ha cosechado
grandes éxitos en EEUU, y también en
España, con ¡Vamos a cocinar con José
Andrés!.
Este año 2012 la revista Time incluyó al
21
cocinero español en su lista Time 100,
que recoge a las “100 Personas Más
Influyentes en el Mundo”. No ajeno al
fenómeno José Andrés en la primera
potencia mundial, El Festival del Cante
de las Minas, reconoce con el Castillete
de Oro a este cocinero, gran exponente
de la difusión de las bondades de la
gastronomía española en el extranjero,
y también, amante del flamenco.
MANUEL JOSÉ NAVARRO JIMÉNEZ
Premio Castillete de Oro 2012
22
M
aestro, psicólogo clínico y abogado. Técnico de cultura del Excmo. Ayuntamiento de La Unión.
Técnico del prestigioso certamen flamenco unionense “Festival Internacional del
Cante de las Minas”, desempeñando en
la actualidad el cargo de coordinador de
la recientemente constituida Fundación
Cante de las Minas.
Miembro fundador de la Federación Provincial de Peñas Flamencas de la Región
de Murcia.
Coordinador de la colección de discos
Antología del Festival del Cante de las
Minas, y de la colección Lámpara Minera,
ambas editadas por el sello RTVE.
Comisario de diversas exposiciones de
fotografía de temática flamenca (Carlos
Saura, Paco Sánchez, Jerónimo Navarrete, María Manzanera,…)
Asesor en diversas jornadas y ciclos de
flamenco de dentro y fuera de la región
de Murcia.
Asesor de diversas instituciones (Instituto Cervantes, Embajadas de España en
el exterior,…) en la promoción del flamenco como una de las expresiones más
genuinas de la cultura española.
Codirector de las Jornadas Flamencas
Ciudad de Valladolid.
Conferencias:
En distintas ciudades españolas y extranjeras (Jerez, Sevilla, Granada, Úbeda,
Valladolid, Madrid, Bilbao, Barcelona, Valencia, Murcia, Estambul, Luxemburgo,
Roma, París,….) sobre el Festival de las
Minas.
Publicaciones:
Director de edición de los libros:“Chano
Lobato: toda la sal de la bahía”, “Monstruos: 30 entrevistas a los grandes del flamenco”, “Libro de los Pregones del Festival
Nacional del Cante de las Minas“.
Codirector de edición de los libros: “El Cojo
de Málaga: Textos en homenaje a Joaquín
Vargas Soto”, “El Papa Flamenco: textos en
homenaje a D. Antonio Chacón”, ambos
pertenecientes a la colección Lámpara
Minera.
Coordinador de edición de los libros: “Antonio Fernández Díaz Fosforito: veinte firmas para un maestro del cante”, “A Mario
Maya”, “Homenaje a La Paquera de Jerez”,
“Cristina Hoyos: el genio desnudo”, “Crónicas del Festival Internacional del Cante de
las Minas”.
Colaborador en los libros :“Pencho Cros:
Torre de penas y coplas”, “Los Festivales
Flamencos en el Mundo; Ritos, rotos y retos”, y “Retratos del Flamenco”.
Colaboraciones en diversas publicaciones
de ámbito flamenco tales como Sevilla
Flamenca, El Olivo, La Flamenca, La nueva
Alboreá,… y de programas de radio tales
como “El callejón del cante”, de Radio 5.
Director académico del I y II Congreso Internacional de Flamenco sobre los Cantes
Mineros, y del III Congreso Universitario
Internacional de Investigación sobre Flamenco.
Miembro del Jurado del “I Festival de Documentales y Cortometrajes Flamencos”.
Miembro del Jurado de la Convocatoria
Cultural Internacional del Festival de Las
Minas.
Coordinador exposición itinerante “La
Unión, Minera”, de Esteban Bernal.
23
María Dueñas
Ruth García
N
a c i ó e n u n p u e b l o m i n e r o,
P u e r t o l l a n o, y s u f a m i l i a
paterna ha estado siempre
muy vinculada a las minas. Con
esos precedentes acude María
Dueñas a pregonar la 52 edición
d e l Fe s t i v a l I n t e r n a c i o n a l d e l
Cante de las Minas, esperando
además la llegada al mercado
literario de su segunda novela,
M i s i ó n o l v i d o.
24
L
a escritora manchega,
aunque afincada en
Cartagena, tiene claro
que “la mina es un tema
para grandes novelas”. Con
El tiempo entre costuras
ya ha vendido más de
un millón de ejemplares,
convirtiéndose en todo un
fenómeno literario.
Pregonera 52 Festival
Recién llegada de Estados
Unidos, donde ha permanecido
dos semanas para promocionar
la edición de bolsillo de su
primera novela, todavía intenta
r e c u p e r a r s e d e l c a m b i o h o r a r i o,
aunque el deber y el trabajo
n o s a b e n d e l “ j e t l a g”. M a r í a
Dueñas no renuncia, pese al
c a n s a n c i o, a s e g u i r d i s f r u t a n d o
de todos y cada uno de los
regalos que le sigue deparando
su irrupción en la literatura por
la puer ta grande. Este fenómeno
l i t e r a r i o, - c o n s u p r i m e r a n o v e l a
El tiempo entre costuras ha
vendido más de un millón de
ejemplares-, le ha llegado en un
momento de madurez vital que
le ha hecho digerir el éxito con
total naturalidad, firme con los
p i e s e n e l s u e l o, p e r o t a m b i é n
disfrutando
del
m o m e n t o.
Es por eso que se ha centrado de
lleno en la literatura, sacándole
el máximo rendimiento a su
novela, pero también dedicando
esfuerzos ingentes a su segundo
l i b r o, M i s i ó n o l v i d o, q u e s a l d r á
a la venta en septiembre.
Entre los privilegios que le
e s t á d e j a n d o s u l i b r o, M a r í a
Dueñas viaja, ha cambiado de
actividad profesional, escribe
colaboraciones en rotativos de
primer nivel, conoce a gente
interesante, y en medio de
todo ese maremágnum, ha
aceptado el reto de pregonar
l a 5 2 e d i c i ó n d e l Fe s t i v a l d e l
C a n t e d e l a s M i n a s . Fe s t i v a l q u e
ya conoce, pues la hemos visto
de espectadora en varias de
sus ediciones, aunque este año
l o m i r a d e u n m o d o d i s t i n t o.
María, ¿Qué sintió cuando
Fr a n c i s c o B e r n a b é l e p r o p u s o
pregonar esta edición del
Fe s t i v a l d e l C a n t e d e l a s M i n a s ?
Fu e u n a a b s o l u t a s o r p r e s a y u n a
g r a n a l e g r í a . Le p e d í v e i n t i c u a t r o
h o r a s p a r a p o d e r c o n f i r m á r s e l o,
mientras me aseguraba de
que podría ajustarme a las
fechas previstas, pero desde
un principio sabía que haría lo
posible por estar allí. Antes de
q u e s e c u m p l i e r a e s e p l a z o, é l
volvió a llamarme para que le
d i e r a e l s í d e f i n i t i v o, y a s í l o h i c e .
¿Cómo se toma el ser la
encargada de abrir el festival
flamenco más importante
de nuestro país: con
r e s p o n s a b i l i d a d y r e s p e t o,
o pensando en seguir
disfrutando del momento que
está viviendo?
Con
muchísima
ilusión
y
también con sentido de la
responsabilidad. Me precede
una lista de pregoneros de
enorme solvencia; para mí es
un honor poder sumarme a
ellos, espero estar a su altura.
Nos podría adelantar detalles
de ese pregón…
Yo n a c í e n u n p u e b l o m i n e r o,
mi familia paterna ha estado
siempre muy vinculada a las
m i n a s. . . Po r a h í e m p i e z o a h i l a r l o.
No sé si ha pensado en alguna
trama literaria que inspiraría
alguna novela viendo y
conociendo la Sierra Minera,
25
marco en el que se celebra
e s t e Fe s t i v a l …
La mina es, sin duda, un
tema para grandes novelas.
Ya s e h a n e s c r i t o a l g u n a s
obras magníficas –Émile Zola
lo hizo en Germinal, Juan
Cobos Wilk ins reflejó dentro
de nuestro país las minas de
Río Tinto en El corazón de la
tierra…--. Es un mundo duro y
apasionante, quizá algún día
me inspire para componer una
gran historia con la intensidad
y
el
rigor
que
merece.
Ya q u e d a m e n o s p a r a v e r
en televisión la adaptación
televisiva de su novela El
tiempo entre costuras, y
en septiembre saldrá ya al
mercado su segunda novela.
¿Cómo está viviendo este
verano de dulce espera?
El verano está pasando en
“QUIZÁ ALGÚN DÍA ME
INSPIRE A ESCRIBIR UNA
NOVELA SOBRE LA MINA.
ES UN MUNDO DURO Y APASIONANTE”
un soplo entre viajes, trabajo
vinculado al lanzamiento de mi
nuevo libro y escasos días de
vacaciones. Acabo de regresar
de Estados Unidos y aún me
quedan tres viajes por delante
a n t e s d e q u e t e r m i n e a g o s t o.
¿Le pesa la inquietud de que
será de esa segunda novela, o
“q u e l e q u i t e n l o b a i l a o” ?
Los lectores serán quienes
decidan el recorrido de mi
novela; yo ya he cumplido con
m i d e b e r, q u e e r a e s c r i b i r u n a
historia poniendo en ella todo
m i e s f u e r z o, m i s g a n a s y m i
Biografia
M
ARÍA
DUEÑAS
(Puertollano,
Ciudad
Real,
1964)
es
doctora en Filología
Inglesa y profesora titular
en la Universidad de Murcia,
actualmente en excedencia. A
lo largo de su carrera profesional
ha impartido docencia en
universidades norteamericanas
y participado en múltiples
proyectos educativos, culturales
y editoriales. En 2009 irrumpe
en el mundo de la literatura
con El tiempo entre costuras,
la novela que se ha convertido
en el gran éxito editorial de los
últimos años y que ha cautivado
por igual a lectores y crítica.
Las cifras de venta superan
ampliamente el millón de
ejemplares. Sus derechos han
sido cedidos para traducciones
a más de veinticinco lenguas
y para una ambiciosa serie de
televisión a cargo de Antena 3.
26
s a b e r h a c e r. A h o r a s ó l o p u e d o
acompañarla en sus primeros
pasos y esperar a que los lectores
la disfruten, opinen y decidan
si vale la pena. Inquietarme
o preocuparme no tiene ya
demasiado
s e n t i d o,
pero
aguardo el momento con ilusión.
¿Qué le ha aportado El tiempo
entre costuras, y en concreto
Sira Quiroga?
M u c h í s i m o, p o r s u p u e s t o. U n
cambio de actividad profesional,
u n a p ro ye c c i ó n p ú b l i c a q u e a n t e s
no tenía, un montón de nuevas
e x p e r i e n c i a s … Y, e n d e f i n i t i v a ,
una
inmensa
satisfacción.
Actualmente está en
excedencia, pero en su
condición de funcionaria,
¿cómo está viviendo la
movilización social de los
funcionarios a raíz de los
recor tes que afectan a la
función pública?
Vivo todo lo que nos rodea con
enorme tristeza y preocupación,
la situación es tremendamente
lamentable,
no
dejo
de
preguntarme
cómo
hemos
p o d i d o l l e g a r h a s t a a q u í . Y,
s o b r e t o d o, c u á n d o s a l d r e m o s .
Cómo le ha cambiado la vida
a María Dueñas desde el año
2009 que irrumpe con fuerza
en el mercado literario? ¿Le
compensa?
Claro
que
compensa,
por
s u p u e s t o. H a n s i d o t r e s a ñ o s
intensos y especiales que se
h a n i d o e n u n s o p l o. Pe r o e n e l
día a día, al margen de actos,
prensa y viajes, mi vida sigue
afor tunadamente como siempre.
27
Francisco Bernab
Manu Egea
F
rancisco Bernabé (La Unión, 3 de abril de
1970) nos recibe en su despacho de la
majestuosa Casa del Piñón, edificio modernista de 1905 y actual sede del Ayuntamiento
unionense.
El agotador día de gestiones y reuniones no oculta el entusiasmo que ilumina el rostro del alcalde, pues nos ocupan dos de sus grandes pasiones: La Unión y el Festival Internacional del
Cante de las Minas. Y como si de un guiño de la
Historia se tratase, iniciamos la entrevista bajo
la atenta mirada de un Cristo de los Mineros, y
acompañados, sobre la mesa, por dos símbolos
locales: una Lámpara Minera, orgulloso emblema del Festival, y la réplica de una vagoneta
rebosante de tradición y de pasado.
-Nos encontramos en la Casa del Piñón, historia viva del pasado minero de La Unión. ¿Por
qué ha escogido este lugar para la entrevista?
Me pareció oportuno que estuviésemos aquí
para hablar del Festival por su alto valor simbólico, pues, por un lado, desde 1908 es la sede
del Ayuntamiento de La Unión, la casa de todos
sus ciudadanos, algo que de por sí es un hito;
además, hablamos de uno de los edificios más
emblemáticos y del que los unionenses nos
sentimos más orgullosos por ser una auténtica
joya de la arquitectura, de ese Modernismo
ecléctico que caracterizó la época de la riqueza
de las minas en La Unión. Y finalmente, porque
la Casa del Piñón es, junto con el Antiguo Mercado Público, la otra sede del Festival Internacional del Cante de las Minas, por cuanto aquí se
celebran los actos de su Agenda Cultural.
-No quedan minas abiertas en La Unión, pero
el municipio se reinventa cada día potenciando su patrimonio histórico y cultural, musealizando la mina Agrupa Vicenta, siendo cuna de
artistas con su Escuela de Arte Flamenco, y en
poco tiempo con una nueva bahía de Portmán… ¿Qué horizonte vislumbra usted para
La Unión?
El horizonte de La Unión ha de pasar necesariamente por su reconversión hacia el sector turístico. Es un municipio con una superficie muy escasa -sólo 24 km² de los que casi la mitad están
ocupados por la sierra minera-, lo cual hace que
no haya, ni nunca haya habido, espacio para desarrollar otras actividades económicas como la
agricultura, la ganadería o la industria. De ahí
que tengamos que enfocar claramente al municipio hacia el turismo, en una doble vertiente:
por un lado, con la puesta en valor de nuestro
fantástico patrimonio cultural, donde entran la
mina y el cante. La puesta en valor del mundo
de la mina es hoy una hermosísima realidad,
gracias al Parque Minero y a la mina Agrupa
Vicenta, que han visitado ya casi 100.000 personas en estos primeros 24 meses de vida. Un
complejo que, de hecho, vamos a seguir ampliando con la recuperación de la mina Pablo y Virginia, que tiene unas dimensiones cuatro veces
superiores a las de Agrupa Vicenta. La intención
es acometer las obras el próximo año y que esté
abierta en 2014.
Y junto al patrimonio minero material, tenemos
el inmaterial, que conforman nuestros cantes:
los cantes de Levante y de las minas fueron declarados Bien de Interés Cultural en 2010, y toda
la actividad que realiza la Fundación Cante de
las Minas es ese segundo sostén en la recuperación del mundo de la mina. Obviamente hablamos del Festival como buque insignia, pero
queremos prorrogar esa actividad flamenca
todo el año con otras iniciativas como las de la
Escuela de Arte Flamenco, los Congresos Universitarios, el Museo del Cante de las Minas o las
Jornadas Gastronómicas, todas ya en marcha,
funcionando de forma exitosa y haciendo que
conjugue ese binomio mina-cante, cante-mina,
que es el que conforma la marca ‘La Unión, Ciudad Minera y Flamenca’.
Todo esto se refiere al plano cultural, que podríamos encuadrar en la ‘vertiente norte de la Sierra’,
28
bé
Alcalde de La Unión
29
pero el gran proyecto de futuro del municipio,
situado en la cara sur, es el proyecto estratégico
de la bahía de Portmán. El Ministerio de Medio Ambiente ya ha confirmado que las obras
de regeneración de la bahía se van a acometer
en breve, y una vez finalizadas, hacia finales de
2014, será fundamental hacer lo propio con el
nuevo puerto deportivo y pesquero de Portmán, y finalmente con toda la ordenación del
entorno para posibilitar ese proyecto turístico
basado en estándares de máxima calidad y
muy respetuosos con el medio ambiente. Lo
primordial es potenciar la oferta hotelera: buenos hoteles que generen muchos puestos de
trabajo de forma permanente y estable a lo largo de todo el
año. Definitivamente,
Portmán
tiene que ser
el icono, el
punto de referencia de ese nuevo turismo que
estamos buscando todos para la Región de
Murcia, que genere muchas visitas y alto poder
adquisitivo.
Pese a no quedar mineros en activo en La
Unión, ¿cree que quedan ‘flamencos’, que el espíritu flamenco ligado a estos hombres sigue
vivo?
Aquí hemos de ser un poco auto-críticos. La puesta en marcha de la Escuela de Arte Flamenco
hace dos años obedeció de forma primordial
a recuperar ese espíritu. Sí, hay ‘flamencos’ en
La Unión, siempre los ha habido y siempre los
habrá. Pero tal vez empezaba a escasear un
tanto en número, y ya este año, en sólo dos ediciones, ha habido varios alumnos que se han
presentado a las fases clasificatorias del Festival
del Cante de las Minas. Estamos recuperando
esa ‘esencia’, todos los fines de semana son más
de 100 alumnos de varias Comunidades Autónomas los que nos visitan para formarse en
cante, guitarra, baile y percusión -en cajón flamenco-, y creo que con este nuevo embrión de
jóvenes valores que quieren vivir este arte, está
más que garantizado el futuro de la pervivencia
de la ‘raza’ flamenca entre nuestros vecinos.
-Hábleme de usted, ¿qué aspectos de su infancia le evoca el flamenco? Es decir, ¿adónde
le lleva el recuerdo o su imaginación cuando
escucha o ve flamenco?
Pues mis primeros recuerdos vinculados al
flamenco y al Festival los tengo de cuando mi
abuelo Martín me llevaba, de pequeñito, a ver
la ‘velada trovera’, porque él era un gran seguidor del mundo del trovo, y siempre le gustaba
mucho que fuéramos para allá. Luego, a través
de las peñas flamencas, ya algo más mayor, estuve a veces en algunos recitales, pero hasta
que llegué a
ser alcalde fui
un mero espectador, no
me involucré
de forma activa. Hasta ese momento era un vecino más
que pagaba su entrada cuando venía un artista
conocido, e iba al Mercado a ver la actuación de
ese día, sin tener una actitud mucho más activa
en lo que es este mundo. Pero desde que asumí
la alcaldía en 2007 lo conocí de verdad, ha sido
desde entonces cuando he conocido por dentro la cultura y los valores flamencos, y cuando
me he enamorado definitiva y perdidamente
de todo lo que tiene que ver con lo jondo.
“La Lámpara Minera es al flamenco
lo que al fútbol la Copa Mundial”
-O sea, que para conocer realmente el flamenco hay que entrar en contacto con él.
Sin duda alguna. Está claro que cualquiera de
las estrellas que viene al Mercado Público nos
hace gozar, pero hasta que uno no asiste a un
recital ‘en las distancias cortas’… Yo cuando he
sentido ese pellizco, ese ‘duende’, esa magia
que tiene el flamenco ha sido cuando poquitas
personas alrededor de una mesa, una guitarra
y un buen cantaor o cantaora nos han hecho
disfrutar. Y me he dado cuenta de que el vello
se eriza cuando, en un momento dado, aparece
ese ‘pinchazo’, que es el que marca la diferencia y te hace pensar que estás viviendo sensa-
30
ciones y momentos únicos. Me atrevería a decir
que para enamorarse del flamenco hay que
experimentarlo en las distancias cortas, sin perjuicio de que la ‘Catedral del Cante’ es un lugar
tremendamente mágico donde, por supuesto,
todos disfrutamos, pero para ‘engancharse’ al
flamenco hace falta ese otro instante, más en
la intimidad.
-Perdone el atrevimiento, pero ¿ha intentado
alguna vez ‘arrancarse’ en privado?
No, en la vida, y sobre todo porque le tengo mucho respeto a nuestros cantes. No me atrevería.
Conozco estos cantes -algo menos los de fuera-,
que representan el dolor, el sufrimiento, unas
duras condiciones de vida y un respeto a una
forma de ser. Es por ello que no quiero frivolizar
con lo que significa, por ejemplo, una minera, y
lanzarme yo a intentarlo. Prefiero escucharla y
disfrutarla.
-Pese a no haber minas activas en La Unión, sí
que perduran en la memoria y en el tiempo los
cantes mineros y de Levante, que como usted
dice, se suelen asociar a la tragedia, la soledad,
el trabajo duro o a la figura femenina. ¿Cree
que se mantiene esa esencia para interpretar
los temas, o que hoy día el flamenco ha evolucionado?
Esa pregunta hay que ponerla en conexión con
el sabio equilibrio que creo que hemos sabido
poner de manifiesto en el Festival del Cante
de las Minas, y que nos hace ser los más ‘atractivos’ en el mundo de lo jondo: por un lado, el
cuidado riguroso por la más pura de las ortodoxias, el respeto reverencial a todos los cantes
mineros y de Levante del que hacemos gala
año tras año, y edición tras edición, en nuestros
cuatro concursos. Eso para nosotros es intocable; pero, a la vez, el ser conscientes de que el
flamenco es arte, de que el arte es vida y que
en la vida todo cambia. Tenemos muy claro que
el flamenco también está sujeto a evolución, y
estamos abiertos a saber escuchar y atender
esas otras formas de expresión a las que está
llegando este arte.
Para eso está la primera parte del Festival (las
Galas y la Agenda Cultural). Queremos estar al
día, ser incluso pioneros e innovadores -como
hemos sido hace muy poquito tiempo con la
puesta en marcha del premio Filón-, abrirnos a
las vinculaciones del flamenco con otros mundos -como las artes plásticas, la gastronomía,
la tauromaquia, la comunicación o la cinematografía-, y lo demostramos cada año con
la Agenda Cultural. Y lo hacemos siendo conscientes de que podemos pecar de ‘osados’ en
ocasiones, pero tenemos muy claro que es una
realidad y tenemos que estar al día. Sin olvidar,
como he dicho antes, el respeto riguroso a la
tradición. Cada cosa tiene su momento en el
Cante de las Minas, y opino que saber ponerle
su valor a cada una en el momento adecuado
es lo que nos hace dar con la clave para el éxito
del Festival.
-¿Qué cree que siente un artista del flamenco
cuando llega a un escenario como éste, por el
que han pasado los mejores?
Hombre, yo no he estado nunca en esa situación, pero sólo hay que hablar con ellos. Sobre todo es el respeto reverencial que sienten
ante las tablas de la ‘Catedral del Cante’. Hay que
tener en cuenta que es un escenario ya de por
sí distinto a cualquier otro en el que suelen actuar: no es un teatro, ni un tablao flamenco de
una peña al uso, ni tampoco un espacio al aire
libre habilitado para hacer un recital. No, esto
es una joya del Modernismo, un monumental
espacio decimonónico y de principios del siglo
XX que fue concebido para otros menesteres,
pero que hoy desde luego tiene un aspecto
31
que apabulla, que impresiona, con unas cúpulas gigantescas que empequeñecen a todo el
que llega. Y todo eso, el impacto que produce
el lugar, unido a saber que tienes delante de ti a
más de mil personas que saben lo que van a ver
y escuchar, que son exigentes, es lo que hace
que los artistas vengan con respeto y con el gusanillo ése de que hay que trabajar mucho para
ganarse el aplauso del público de La Unión.
Voy a ponerle en un pequeño aprieto con un
par de preguntas en las que habrá de elegir
y ‘mojarse’. ¿Cuál es la modalidad artística o
el premio del Festival que más le emociona
entregar y que, a la vez, le hace sentirse más
orgulloso?
Aquí hay dos cuestiones. La Lámpara Minera es… al flamenco lo que al fútbol la Copa
Mundial. Cada año, cuando la entrego, sé que
estoy entregando el equivalente a la Copa del
Mundo en el ámbito del flamenco, el trofeo
más preciado que existe en el panorama ‘jondo’ a nivel mundial, y eso es algo único que no
se puede cambiar. Pero yo, a nivel particular,
nunca podré evitar tenerle un cariño muy especial al premio que directamente auspicié y
que puse en marcha, que es el Filón, al mejor
instrumentista flamenco. Creo que es un premio que tiene mucho recorrido, mucho futuro,
y que nos va a permitir estar al tanto de todo
lo que está pasando. Llevamos tres ediciones,
todas ganadas por pianos de cola, aunque creo
que este año ya hay más opciones de que otros
instrumentos, de viento o de cuerda, puedan
pugnar directamente por el Filón. Siempre tendrá un lugar especial en mi corazón por aquello
de sentirme un poco ‘padre’ de la criatura.
¿Y si hablamos de nuestros artistas locales, hay alguno por el que
tenga especial predilección?
Vamos a ver, yo he tenido la suerte de escuchar cantar al gran
Pencho Cros, tengo la suerte de
escuchar con frecuencia a Encarnación Fernández, y de haber
conocido a Niño Alfonso, a quien no pude escuchar en directo, pero sí en alguna grabación.
Y al que no pude nunca escuchar en directo ni
conocer fue a Eleuterio Andreu. No me atrevería
a decir yo quién puede ser el favorito, porque a
Eleuterio no lo conocí y le dedicamos el Festival
del pasado año, como muestra del homenaje
que La Unión debía rendirle al ‘rey de la taranta’;
pero sobre los otros tres, con los que he tenido
y tengo un trato cotidiano, sólo puedo decir
que son magníficos cantaores. Considero que,
además, en un momento dado no se hizo justicia con Niño Alfonso, que fue merecedor de
haber ganado la Lámpara Minera, razón por la
que en 2011 quisimos darle un Carburo de Oro,
porque se lo merecía.
Los cuatro han sido y son leyendas vivas del
cante de La Unión, y fíjese, por eso lo que le
decía antes: desde los tiempos de Encarnación
Fernández no ha habido nadie que haya continuado en La Unión con el flamenco, de ahí
la idea de poner en marcha la Escuela de Arte
Flamenco, para que no se apagara esa llama.
Porque los años sesenta, setenta y ochenta
fueron prolíficos en cantaores, pero en los noventa y lo que llevamos del siglo XXI no hemos
tenido la suerte de conocer a unionenses que
hayan dado ahí la talla, y por eso es por lo que
hemos de insistir en volver a tener nuevos valores de la tierra.
Ya le veía yo venir, imaginaba que le costaría
elegir (risas), así que dígame: ¿cómo cree usted
que estas figuras unionenses han contribuido
a elevar el flamenco como arte?
Estos cuatro artistas han sido capitales para
“En agosto, La Unión se transforma en una metrópoli que acoge a
gente de todas las procedencias,
credos y religiones”
32
consolidar los cantes mineros y creadores de
escuela en este sentido; sin ellos, por mucha
llamada de Juanito Valderrama que hubiera
en su día, no estaríamos hablando hoy de que
nuestros cantes siguieran vivos y pujantes. Hay
que tener en cuenta que estamos hablando de
tres Lámparas Mineras de Pencho, dos de Encarnación, una de Eleuterio, y una ‘casi’ Lámpara que tuvo que haber ganado Niño Alfonso.
Ellos han marcado unas décadas del Festival,
son y han sido maestros de estilos, de formas
de entender el cante por mineras. A partir de
ahí, pues poco más que añadir.
-Para finalizar, ¿qué destacaría del Festival Internacional del Cante de las Minas 2012, y qué le
diría al visitante que aún esté pensando si venir
o no a La Unión este mes de agosto?
Guste o no guste el flamenco, creo que es fundamental acercarse a La Unión durante esta
primera quincena de agosto para ver lo que
es la ‘transformación viva’ de una pequeña ciudad de 19.000 habitantes en una metrópoli
que acoge a gente de todas las procedencias,
credos y religiones. De los cinco continentes
llegan aficionados al flamenco queriendo sumarse a esta gran fiesta, a esta gran liturgia
que tiene lugar en La Unión. Y como digo, esa
transformación no se extiende únicamente a lo
que pasa dentro del Antiguo Mercado Público,
sino también a las calles del municipio: la plaza
Joaquín Costa, que se transforma en la Avenida
del Flamenco; o la calle Mayor, que se engalana
para la ocasión. Durante estos días, en La Unión
se respira un ambiente cultural distinto.
Por supuesto, uno puede optar por ir por las
noches al Antiguo Mercado Público y disfrutar, bien de los mejores y más consagrados artistas del panorama ‘jondo’ actual, bien de las
jóvenes promesas y nuevos valores que participan en nuestros concursos. Pero es que si no
apetece esa opción, simplemente pasear por
nuestras calles, acudir a cualquiera de los actos
de la Agenda Cultural a conocer a estas grandes
personalidades que nos acompañarán un año
más, o el hecho de disfrutar de este ambiente
tan distinto y tan especial, creo que es la mejor
medicina para poder disfrutar de un gran verano. Si a todo esto se une que las actividades
de la Agenda Cultural son gratuitas, y que los
precios de los actos del Mercado han experimentado una rebaja del 20% para favorecer la
asistencia del público en estos tiempos de crisis, no puede haber excusa válida para no estar
en La Unión este verano.
33
Donde Nacen los Sueñ
CELIA ROMEROLÁMPARA MINERA
R
econoce que le ha cambiado
la vida en este último año,
después de ganar la Lámpara
Minera: “es el máximo galardón del
flamenco y ganar el festival me ha
abierto muchas puertas, el número
de actuaciones se ha multiplicado
y ahora actúo en sitios importantes.
Antes únicamente cantaba en peñas
flamencas de Extremadura y participaba en concursitos pequeños”. La
cantaora extremeña guarda un magnífico recuerdo de su paso
por
el Festival, y tiene ganas de volver a
subirse al escenario de La Unión para
demostrar que está a la altura.
JUAN TORRES FAJARDO “HABICUELA NIETO”
BORDÓN
E
l guitarrista granadino asegura que “es
una alegría y un halago haber recibido
un premio como es el Bordón” en la
pasada edición del Festival Internacional
del Cante de las Minas, además afirma que
supone un verdadero “prestigio” llevar bajo
el brazo este trofeo. Después de un año
de salir vencedor de la Catedral flamenca
reconoce que “ahora toco más relajado”.
Y para los nuevos que se aventuran en la
conquista de este premio recomienda “cerrar los ojos y dejarse llevar porque si estás
enamorado de la guitarra hay que luchar y
seguir adelante”.
34
Desp
de un a
vencedores
año en la 51º
Festival Inter
Cante de las Mi
mirada al mom
sus carreras c
dieron un
cenden
ños
C
Ganadores de la 51ª Edición del Festival
LUCÍA ÁLVAREZ HOWARD “LA PIÑONA”DESPLANTE
ree que ganar el máximo galardón de baile ha sido muy ben-
eficioso para su carrera artística “porque me ha situado
en el mapa artístico, es como si, de repente, empezara a
existir”. La Piñona asegura que un premio como el de La
Unión “te abre mundo” y reconoce que éste “ha sido un buen
año y, pese a la crisis, no me puedo quejar. Empiezo a trabajar sola”. La bailaora tiene ganas de volver a pisar las tablas de
La Unión, aunque “ahora me da más miedo que si concursara,
pues tengo que demostrar que no se equivocaron dándome el
premio”.
pués
año, los
del pasado
º edición del
rnacional del
inas vuelven la
mento en que
como artistas
giro trasntal.
A
SERGIO MONROYFILÓN
pesar de no haber sido un año tan bueno para
el trabajo todo ya llegará, pero el reconocimiento esta ahí y a todos los sitios a donde vas te lo
reconocen porque es un concurso que tiene ya una
importante trayectoria y eso que la sección de instrumentista es todavía reciente” y aun así a finales de año
empezará a trabajar en su nuevo disco. También afirma que “ahora me voy haciendo un huequecito pero
todavía me queda mucho” y también lanza un consejo
a los nuevos para “que no lo dejen y sigan luchando
aunque sea un momento difícil para la música, pero,
a pesar de todo, es un buen momento para estudiar,
prepararse y entrenar”. Y termina Sergio “tengo ganas
de volver a La Unión porque me trae muy buenos recuerdos y creo que Murcia me da suerte”.
35
Juanito Valderrama vs Juan Valderrama
P
ueblo de La Unión: verano de
1961. Juanito Valderrama está
en el escenario del cine al aire libre. Ante un público que abarrota el
recinto. El maestro está interpretando
los estilos mineros, los cantes recios
de aquella tierra que aprendió directamente de sus creadores. Los conoce
como la palma de su mano y es consciente como buen artista y músico de su
importancia, por lo que redobla sus esfuerzos y pone todas su sapiencia y su
las inmensas posibilidades de su garganta a pleno rendimiento. Se está dejando el alma en cada tercio del cante,
en cada frase.
Por eso en La Unión aquella noche se
enfada y manda parar a los guitarristas
Ramón de Algeciras y Manolo Carmona. El
público está frío y suenan voces pidiendo
que cante sus canciones más célebres, sin
tener en cuenta la importancia de los estilos que está interpretando. Se echa para
delante y se dirige al público con respeto
pero dejando patente su enfado:
“Señores, estoy cantando vuestros cantes,
que son una maravilla y me pedís que
cante El emigrante… Yo estoy aquí para
cantarles lo que ustedes quieran, pero me
parece mentira que no le deis valor a estas cosas, estos cantes son una joya y si no
hacéis algo se van a terminar perdiendo.
Yo desde aquí animo a los buenos aficionaos y al alcalde a que hagan algo para que
estos cantes no se pierdan”
Aquellas palabras fueron la semilla que
germinó en el evento flamenco mas trascendente a nivel mundial.
Cuarenta años después, en el 2000, Juanito vuelve al mismo lugar donde todo
comenzó para despedirse de un público
que le ha seguido y le sigue adorando
hoy, ocho años después de su muerte.
Yo estaba con él, era su gran noche
y estaba nervioso como como un
chaval que fuese a concursar
para optar a la lámpara minera. Nos quedamos solos en
la habitación del hotel, estaba muy cansado después
de atender a los medios de
comunicación. Tenía 84
Valderrama y el cante siempre se han
llevado bien. Cuando solo era un niño
ya conocía la escuela de Don Antonio
Chacón, los cantes del Cojo Málaga, de
Marchena y era capaz de cantar veinte
tarantas diferentes. Con 24 años ya es
él quien contrata a otros cantaores que
le doblan la edad y se convierte en empresario de su propia compañía. Pero
el éxito rotundo le llega con las canciones que escriben para él Quintero,
León y Quiroga. Con ellas se convierte
en una estrella y traspasa las fronteras
naturales del Flamenco en aquellos
años. Luego llegan “El emigrante”, las
peticiones del oyente en la radio y las
películas. Pero a pesar de ello Juanito
sigue siendo lo que siempre fue: cantaor flamenco.
36
años, eran demasiadas emociones
y todavía tenía que salir a cantar en
un recital que iba a ser grabado para
convertirse en un disco, que él y yo
intuíamos sería el último.
tico cante jondo en una noche que
gracias al tristemente desaparecido
Mario Pacheco, quedó grabada en un
disco para las generaciones venideras
sepan quien fue Don Juan Valderrama
Blanca.
Por eso para quien escribe es de una
emoción y una responsabilidad sublimes salir a ese escenario a homenajear a un artista como mi padre y rememorar aquél último recital. Lo haré
desde la humildad como él me enseñó, sin un gran grupo que me arrope,
sino con un par de guitarras como hizo
él. Porque sé que no estaré solo, que
esa
noche volveré a sentirle a mi
lado para alumbrarme
el camino y entre los
dos volver a emocionar al público
selecto y sabio
de La Unión.
Dos horas antes del inicio de la velada, entre los dos terminamos de
escribir el repertorio en el que no
faltaban tarantas, seguiriyas, martinetes, soleares, el polo… después de
leérselo se me quedó mirando y con
media sonrisa me dijo: “No está mal
para uno que dicen que es cancionero…” Porque nadie a esa edad ha
sido capaz de enfrentarse a un reto
así, remover los cimientosl autén-
37
Antonio Piñana vs Carlos Piñana
G
losar la figura de mi abuelo, D. Antonio Piñana Segado (Piñana (Padre) genera la obligación ineludible de vincular su trayectoria artística
a los orígenes del Festival Internacional
del Cante de las Minas, al que tantos
años de su vida dedicó, guiado por el
firme propósito de recuperar y perpetuar aquellos que vinieron a denominarse
Cantes de las Minas.
En tal labor fue crucial el encuentro habido en el año 1952 entre D. Antonio Grau
Dauset, hijo del Rojo, y Antonio Piñana,
quedando mi abuelo fascinado por el
enorme y rico caudal que encerraban
los cantes de aquel hombre de delicada
presencia, personaje vital en el resurgir
del Cante de las Minas, convirtiéndose
mi abuelo en su discípulo, creándose
entre ambos una relación casi familiar
y de complicidad absoluta, atesorando
día tras día el caudal de una tradición
oral que permitió a la postre el resurgir
de todo una rica gama de cantes, que de
no haber existido tal contacto, habrían
caído en el olvido, y ello dado que por
aquel entonces, pasada la época de esplendor de La Unión, el Cante de las Minas, había dejado de interesar al público,
más seducido por otras músicas, cultivándose únicamente por algunos artistas la taranta, por lo que tenía de musicalidad y floritura.
Así creado el Festival y tras alzarse como
ganador absoluto en las tres modalidades de cante, Antonio Piñana, éste
vivió por y para sus queridos Cantes de
Levante, cumpliendo así la promesa que
había hecho a su mentor, grabando y divulgando primero a través de Radio Atalaya y después a través de las principales
discográficas de la época, toda la gama
de cantes que le habían sido trasmitidos
por el Rojo hijo, culminando con ello la
tradición oral que ha permitido perpetuar hasta nuestro días la razón de ser de
nuestro Festival.
Carlos Piñana
16/07/2012
38
Y dale Perico al torno
Francisco J. Ródenas Rozas
Cronista Oficial de La Unión
I. Juerga preflamenca en Las Herrerías.
Año 1851.
(5-8-1851).
C
A continuación, el trazo de la primera juerga
con tintes folclóricos y participación popular
documentada en la Sierra. Desparrame general: “hasta los operarios y vecinos de las fábricas
inmediatas concurrieron a obsequiar al Gobernador con cantos y bailes del país”.
on la fresca, en la tarde del 31 de Julio de
1851 (hace 161 años, que se dice pronto),
el Gobernador Civil de la Provincia, D. Ildefonso López Alcaraz partió desde Murcia hacia
la Sierra de Cartagena para conocer el estado de
la incipiente actividad minera.
Formaban parte del ilustre séquito el Alcalde
de Cartagena y destacado empresario minero,
D. Jaime Bosch, y el ingeniero de minas D. José
Monasterio, entre otras distinguidas personalidades.
Impresionado quedó el Gobernador por el creciente desarrollo de la minería observado en el
sector, a la vez que amargamente desazonado
por el penoso estado de los casi inexistentes
caminos de la Sierra. En sus propias carnes lo
sufrió el insigne. Hasta las cumbres de La Crisoleja trepó en su excursión la egregia y extenuada comitiva admirando los grandes trabajos a
roza abierta emprendidos en el lugar. Al cabo,
descendiendo por la Cuesta de las Lajas, tras incontables sustos y tropezones, inevitable raspado de culeras, desolladas las manos, alcanzaron,
por fin, los esforzados tierra firme (o sea, llana)
en la Fábrica (fundición) “San Juan Bautista” de
Las Herrerías (hoy La Unión, al final de la actual
Calle del Ángel o de “Los Morenos”, entonces
aún por formar) donde se había dispuesto la
pernocta de los expedicionarios.
Opípara cena reconstituyente para reparar las
averías del cansancio en la animosa tropa. Brindis de rigor por la mayor prosperidad de la industria ya pujante. Y, en la sobremesa, la desbordante alegría de la fiesta: “Todo allí era júbilo”,
señalaría el corresponsal de “El Faro Cartaginés”
Lo primero, “morenos” actuando (¿espontáneamente?) ante burgueses. A continuación,
“cantos y bailes del país”. Sin más detalle. Tan
sólo podemos conjeturar sobre lo que entonarían aquellas gargantas y lo que danzarían
aquellos cuerpos serranos. Quizá alguna variedad de fandango local y de baile bolero. Acaso
estallarían palmas y guitarras. ¿Algún jornalero
almeriense se arrancaría “por madrugá”?.
Sólo es posible asegurar que unas cuantas
coplas sin etiqueta conocida fueron lanzadas
entonces al aire alentadas por el ansia incontenible de jarana.
Obreros fundidores trabajan en un horno (¿Fábrica “San
Juan Bautista”?) (F. Botella, 1868)
39
Algunos años más tarde (1868), precisamente
en aquel mismo escenario festero, fue acordado el nombre de La Unión para rebautizar
al municipio minero. También por aquellos
tiempos y lares, el descomunal José Hernández
Ardieta observaría la subida de los mineros,
precisamente por la Cuesta de las Lajas, “contentos, satisfechos, cantando alegremente”, a la
vez que la referida fundición “San Juan Bautista”
–y dale Perico al torno- acogería nuevas veladas en torno al tañido de la seis cuerdas para
entretener los ocios nocharniegos de los fundidores. Los obreros de la fábrica integrarían,
además, una espléndida y milagrosa banda
de música al pie del monte. Era lo que daba la
mata en aquel lugar de leyenda.
II. Un Café en cada casa. La Unión, año
mil novecientos y poco.
P
resentamos a continuación el único retrato conocido, a cargo de un testigo
(presencial), sobre el universo de los cafés
cantantes establecidos en La Unión en su ciclo
histórico. Bosquejo elemental e impresionista,
el testimonio corresponde al escritor y abogado unionense Pedro García Valdés (La Unión,
1895 – Madrid, 1992), director (“Hércules”) de la
Editorial “Levante” fundada por Andrés Cegarra
Salcedo.
En sus memorias inéditas, “Sobre mis pasos: recuerdo íntimo de La Unión” (1966), pinta García
Valdés el cuadro fresco y emotivo de la ciudad
que conoció en sus años de niñez y juventud a
principios del siglo XX, abarcando el ciclo del
auge minero.
En la borrosa pero imborrable evocación de lo
vivido décadas atrás, García Valdés se refiere a
la “visión de la Calle Mayor de La Unión con el
piso de tierra, sin aceras ni farolas, con grandes
tableros para entrar en las casas, y, en éstas, una
sí y otra también, un café cantante…”.
He aquí un dato central sobre la existencia de
estos establecimientos, uno en cada casa, “una
sí y otra también”. Manifestación, exagerada a
todas luces, que ilustra sobre una realidad cierta pero sobredimensionada en la memoria de
un niño.
No en vano, nos hallamos en el primer párrafo
de sus evocaciones sobre La Unión. Fue éste,
por tanto, un recuerdo primordial grabado a
fuego, elaborado como sello distintivo de su
niñez y de la ciudad que conociera entonces.
En cualquier caso, podemos deducir de esa escueta información la notoria presencia de estos
centros en la vía principal de la puebla minera
(¿cuántos?: “uno en cada casa”). Quedaba configurada así para la historia del cante la ruta fla-
“[En las casas de la Calle Mayor de La Unión] una sí
y otra también, un café cantante”
(Pedro García Valdés). Imagen de la Calle Mayor
de La Unión (Fototipia Thomas, h 1920).
Pedro García Valdés (La Unión, 1895 – Madrid,
1992). (“Cartagena Ilustrada”, 31-Oct.-1925)
40
menca de la Calle Mayor de La Unión.
Además, el escritor rebusca en su memoria
algunos detalles sobre el interior de aquellos
locales, y caracteriza el espeso ambiente con
concisión y eficacia: “alto tablao, humazo de tabaco, golpeteo de fichas, olor a carajillo…”. Toda
una colección de atractivos reclamos. Eran los
tiempos en que aún se podía fumar sin tasa en
espacios públicos; luego, el juego y la bebida
como oferta poderosa para resarcirse de la vida
volcada en el duro trabajo.
Pero ¿qué hay del flamenco exhibido en esos
espacios? Apenas unos trazos emplea el testigo para dibujar el panorama: “rasgueo de guitarras, jipíos del cante (…), las figuras núbiles
o maduras, morenas, de las “bailaoras”, moviéndose lenta o frenéticamente entre el revoleo de
su faldas”. O sea, el espectáculo del cante, del
toque y del baile.
Se trata, en definitiva, de la misma tópica realidad transmitida hasta la fecha sobre el asunto,
ahora certificada con fecha y firma por un testigo de cargo.
III. El Rojo en Nueva York y en la Calle
Mayor. Años 1892 y 1900 (o así).
U
na de unionenses por el mundo.
Fue Don Antonio Grau Mora, “El
Rojo el Alpargatero” para la musas, genial itinerante de
lo jondo. El Rojo,
en efecto, hizo, a la vez,
sembradura y acopio, desparrame
y cosecha de su arte en
l o s
mil lugares que conoció: Callosa, Almería, Málaga,
Sevilla,
Madrid, París, Cartagena,
La Unión, Nueva York…
El investigador Kiko Mora
La Estatua de la Libertad
(Nueva York), primera visión
de El Rojo a su llegada a
Estados Unidos (1892).
Contreras, profesor de la Universidad de Alicante, ha recompuesto la fascinante aventura
americana de El Rojo en la capital del mundo
como miembro del cuadro artístico que acompañaba a su cuñada, Carmen Dauset Moreno, la
famosa bailarina “Carmencita”, toda una estrella
para el público americano.
Resulta emocionante descubrir el nombre de
D. Antonio en la lista de pasajeros del buque
“La Touraine”, llegado al puerto de Nueva York
desde El Havre francés, el 26 de Marzo de 1892,
entre quienes arribaron a la legendaria Isla de
Ellis (pasaje de 2ª clase) con la visión de la Estatua de la Libertad casi recién plantada [lo había
sido en 1886], puerta de esperanza en la tierra
de promisión para millones de inmigrantes de
todo el mundo.
Presentado como “famoso cantaor andaluz”,
actuó El Rojo como intérprete de “canciones
andaluzas genuinas” con la compañía de su
cuñada los días 8, 13 y 15 de Octubre de 1892
en el marco de una serie de espectáculos conmemorativos del IV Centenario del Descubrimiento de América. Escenario, el “Chikering Hall”
neoyorkino.
Con aquella estancia, El Rojo no sólo había hecho las Américas, sino que había conquistado
América para el flamenco. El distinguido vecino
de La Unión fue el primer artista flamenco en
actuar en los Estados Unidos. Dicho de otro
modo, ejerciendo entonces como un Colón de
los cabales, descubrió el universo jondo para el
público americano.
Por si fuera poco, en familia de pioneros, su cuñada “Carmencita” se convertiría, más adelante,
en la primera mujer protagonista de una cinta
de cine mudo, en el documental más antiguo
sobre baile andaluz (grabado en 1894 en los estudios del mismísimo Edison). Ver, investigar y
descubrir para creer.
Algún tiempo después, recompuesto de sus
andanzas internacionales, reposadas aquellas
vivencias, por supuesto recuperado del “shiplag”, El Rojo volvió a su café-refugio de la Calle
41
Mayor de La Unión para regalar flamenco a sus
vecinos.
La crónica, firmada por el culto líder obrero
Federico Albaladejo Bravo en su libro “Poemas
de Kiff”, consiste en el único testimonio conocido de un contemporáneo sobre el cante interpretado por “El Rojo el Alpargatero” en el café
cantante que el mismo regentara en La Unión.
Vecino de la Calle Consuelo de la ciudad minera,
Albaladejo era un hortera; esto es, trabajaba
como dependiente de tendero. Pero, de noche,
a la luz del quinqué, había quemado pestañas
leyendo a Marx, a Proudhon y a Galdós. De
modo que, en su delirio de grandeza, se figuró
héroe de un inédito episodio nacional encabezando el movimiento proletario en la Sierra.
Con su verbo arrebatado y su apostura de dandy, pudo cautivar a la célebre Emilia Benito y a
unos cuantos mineros de pelo en pecho, pero
Federico debía, sobre todo, a su afilada pluma
como panfletista la razón de su temida celebridad. Su denuncia tremendista de los excesos
del caciquismo en la ciudad minera en “Poncius
Imperator” fue causa suficiente de destierro
para el autor.
A lo que íbamos. Albaladejo refiere en “Poemas
de Kiff” el espectáculo espontáneo y gratuito
ofrecido por Don Antonio Grau Mora, cantaor y
guitarrista, en plena calle, llegado el buen tiempo, para disfrute de sus seguidores, del modo
siguiente:
“aquellas [famosas cartageneras de Las Herrerías, las coplas con que los mineros saludaban el alba cuando se dirigían a sus trajines]
coplas sencillas y mal rimadas pero rebosantes
de sentimiento y de nobleza con que El Rojo el
Alpargatero, acompañado por el grave zumbar
de una guitarra, a la puerta de su café, entre un
numeroso corro de admiradores…
[No fueron, al parecer, aquellas actuaciones del
agrado del cronista (“¿zumbar de guitarra?”)
para quien El Rojo, además] rompía el encanto
de las apacibles y serenas noches primaverales”
(p. 17).
Es sólo un lote para construir la leyenda del patriarca de los cantes mineros, primero genio cotidiano arremangado en su arte.
IV. Primer Festival de Cante. La Unión,
1925.
L
os concursos de cante celebrados en el Circo-Teatro de La Unión en Octubre de 1925,
en la estela de la fiebre de los certámenes
jondos de la década, han sido analizados por
el investigador José Gelardo y por quien esto
escribe en diversas intervenciones y publicaciones.
Apunto en esta ocasión la relevancia de un detalle (¿puramente léxico-semántico?) a partir
de la rebusca de información complementaria
sobre aquellos eventos en el Archivo Municipal
de La Unión.
Antonio Grau Mora, “El Rojo el Alpargatero”
(1847-1907)
Prevista la celebración del “Concurso de cante
jondo” en el marco de las fiestas patronales, a
las nueve de la noche del Viernes, 16 de Octubre de 1925, el Ayuntamiento de La Unión, organizador del acto, dispuso las oportunas medidas de seguridad para el normal desarrollo
42
del espectáculo.
En tal sentido, con fecha de aquel mismo día,
“en evitación de una posible alteración del orden público”, el Consistorio solicitó al Teniente
Jefe del puesto de la Guardia Civil “destine para
que preste servicio en el citado coliseo [Circo
Teatro] el número de parejas que considere
necesario”.
Hasta aquí todo se ajusta al acostumbrado procedimiento de rigor. La singularidad del asunto
estriba en que el redactor del escrito (funcionario o concejal responsable de orden público)
se refirió entonces al programado concurso
como “Festival de Cante Jondo” (aquí la muestra de la copia conservada en el Archivo Municipal de La Unión).
Copia de la solicitud cursada por el Ayuntamiento de La Unión al Teniente de la Guardia
Civil sobre “Festival de Cante Jondo”, 16 de Octubre de 1925. Leg. 2 – 6.1.2. Orden Público.
Archivo Municipal de La Unión.
43
Copia de la solicitud cursada por el Ayuntamiento de La Unión al Teniente de la Guardia Civil
sobre “Festival de Cante Jondo”, 16 de Octubre
de 1925. Leg. 2 – 6.1.2. Orden Público. Archivo
Municipal de La Unión.
Utilizaba, de este modo, un apelativo ¿inédito?
¿poco común? por entonces en el universo
flamenco, sólo ampliamente difundido unas
décadas más tarde, aplicado a los certámenes
del género celebrados en Andalucía y, por supuesto, en la propia ciudad de La Unión (desde
1961), denominación hoy generalizada en toda
la España jonda.
Hubo hasta entonces (1925) y hasta mucho
tiempo después “concursos” y “espectáculos”
de cante jondo, “funciones” y “sesiones” de
cante y de “ópera flamenca”. Pero, he aquí, que
queriendo-sin querer o sin querer-queriendo,
un anónimo servidor público de La Unión empleó entonces el término “Festival” referido a un
concurso de cante. ¿Acaso entre las primeras
ocasiones en que el vocablo fue utilizado así en
España, estimados flamencólogos internautas?
Habría revestido, de esta manera, lo antiguo
conocido con una nueva intención y sentido; es
decir, habría ideado un concepto, enriqueciendo y enalteciendo con su ocurrencia el sufrido
historial de lo jondo.
Claro está que el término señalado en aquel escrito –Festival- inserto en el más puro formulismo, no tuvo entonces ninguna trascendencia.
Volcado ahora en la universal palestra de la red
global, adquiere una notoriedad imposible de
imaginar en su día, al tiempo que arrastra consigo la desconcertante cuestión de su cómo y
de su porqué.
V. Sin Paco no es lo mismo. La Unión,
2012.
Se deslizaba por el mundo levitando sobre
la tierra y sobre las cosas, como permanentemente ensimismado en la comprensión de algún misterio. “No me sostiene la tierra, sino la
luz del día”, habría podido decir con su admirada María Cegarra. La presencia de su bondad
serena, silenciosa y elegante traía el sosiego y
la confianza, la placidez del tiempo detenido.
Además, tras el velo de la timidez enfermiza,
ofrecía Paco Celdrán (“Ícaro”) el brillo de la inteligencia y, sobre todo, la irrenunciable pasión
por la verdad y por la belleza. Y regalaba estos
dones con generosidad, sin esfuerzo, en permanente tormenta de ideas. ¡Cuántas iniciativas imaginadas por Paco, finalmente resueltas
como proyectos ajenos!
Antes que nada, formaba parte de la estirpe
de los letraheridos sin remedio. Porque Paco
nació escritor de enorme ambición artística. Y
vivía en la tensión permanente del gran argumento y del personaje definitivo, a la vez que
se construía a sí mismo como figura de porte
literario. Hondo poeta, narrador tremendista,
portaba consigo el poso de cien años de bohemia no vivida.
Pensaba literariamente: “Pedro Páramo es un
rencor vivo”, “Recuerda, oh Adriano…”, aplicado
a la literatura como a una religión, pozo insondable donde habitan todas las respuestas.
Alérgico a la vulgaridad, a la frivolidad y a las
vanidades sin fuste, estoico, socrático, romántico y ascético a la vez. Colaborador altruista y
animador cultural sin pretenderlo, su personalidad libre ha impregnado la vida cultural de La
Unión a lo largo de los últimos cuarenta años.
Dentro de la escritura como actitud ante la
vida, fue Paco cronista-periodista, desde sus
años de pantalón corto, en la prensa regional
y nacional (insuperable necrológica de Asensio
44
Sáez en “ABC”, Noviembre de 2007). Empapadas
de valentía sus crónicas en el tiempo crítico del
cese de la actividad minera en la Sierra.
Imborrable tarea, además, como impenitente
fundador de revistas literarias desde los inicios
de la década de 1970 y como Jefe de Prensa del
certamen minero. Aquellas cabeceras pasaron
desde la fotocopia y el ciclostyl artesanal a la
virtualidad del formato digital publicado en
internet. Su último alumbramiento, esta “Lámpara Minera”, Revista Oficial del Festival Internacional del Cante de las Minas.
En sus labios, el Festival, la Revista, libros leídos
o soñados. Al fondo, los aires del Callejón del
Cante y de la Calle Tejera, nido germinal y último refugio. Y, en el centro, siempre, La Unión,
eterna cuestión por resolver, mito inagotable y
permanente espuela para la inspiración.
[El afecto no entiende de currículum pero era
necesario]
Paco enriqueció a cuantos tuvimos la fortuna
de que se nos acercara. La fuerza de lo eterno
mitiga ahora el peso del sentimiento de su ausencia. De nuevo, en el verso de María:
“Pero el amor callado de mi ensueño,
desgarrará la oscuridad silente
alcanzando la luz inconsumible”.
Hasta ahora, compañero.
Francisco Celdrán Sánchez (“Ícaro”) en la
Oficina de Prensa del Festival del Cante de
las Minas. La Unión, Agosto 1999 (Archivo
del Festival).
45
Conchita la Peñaranda
y su cante por malagueñas
José Francisco Ortega
U
no de los primeros testimonios sobre
Concha la Peñaranda lo transmite Guillermo Núñez de Prado en su libro Cantaores andaluces (Barcelona, 1904). “Nacida en
Cartagena y levantina hasta la médula”, era “el
modelo más fiel de sinceridad en el arte que se
pudiera encontrar.” Con una triste existencia,
amargada por un “hombre incapaz de comprender y apreciar los tesoros que guardaba”
y por las vergüenzas que le hizo pasar, decidió
como venganza saltar al escenario y hacer allí
pública su deshonra con una famosa copla:
tor Antonio Grau Mora el Rojo el Alpargatero,
y por lo tanto, dichos cantes eran de corte
levantino, pero almerienses, y naturalmente
acompañados a la guitarra en compás de
malagueña.” Desvela también que en el año
1884 cantó en el Café del Burrero, en Sevilla,
y que “triunfó a toda ley cuando costaba mucho trabajo triunfar; y más con un cante que
no parecía andaluz”. Pero es que la Peñaranda
“tenía algo que hacía sentir, por ejecutarlo con
voz clara, limpia y admirablemente administrada”. Recuerda una de sus coplas:
Conchilla la Peñaranda,
la que canta en el café,
ha perdío la vergüenza
siendo una mujer de bien.
Al salir del arrabal
le eché a mi galgo una liebre:
déjalo, que buena va:
el que la lleva la entiende
y por pies, no se le irá.
Terminada su actuación, se retiraba al hogar
para aguardar a su hombre y mientras canturreaba otra conocida copla, popularizada más
tarde por Manuel Torre:
O esta otra que cantaores como la Niña
de los Peines o el Cojo de Málaga grabaron por
cartageneras:
Son las tres de la mañana,
¿dónde estará ese muchacho?
¡Estará bebiendo vino
y luego vendrá borracho!
Cómo quieres que en las olas
no haya perlas a millares
si en la orillita del mar
te vi llorando una tarde.
De nuevo en el escenario, continúa Núñez de
Prado, sacudía los sentimientos de los presentes con otra popular copla de cartagenera:
El público, extasiado, le reclamaba más
cantes y entonces, dice el de Triana, “haciendo
un verdadero alarde de facultades, mas con el
visto bueno del fiel copista, se arrancaba por
aquella afiligranada levantina del clásico estilista el Rojo el Alpargatero”:
Acaba, penita, acaba,
acaba ya de una vez,
que con el morir acaba
la pena y el padecer.
Fernando el de Triana en su libro Arte
y artistas flamencos (Madrid, 1935) afirma que
sus cantes, denominados cartageneras, “procedían de la escuela del famosísimo composi-
46
Lucero de la mañana,
acaba ya de salir
que te está esperando el alba
en el Puente del Genil.
Por cierto que Núñez de Prado pone
en boca de la Rubia (amante y rival del Canario,
y causa de su muerte) esta otra de corte muy
similar:
Acaba, penita, acaba,
acaba ya de salir
que te está esperando el alba
en el Puente del Genil.
El presunto origen murciano de Concha la
Peñaranda ha sido puesto en tela de juicio por
Pepe Gelardo. En efecto, en su libro El Rojo el
Alpargatero, flamenco: proyección, familia y
entorno (Almuzara, 2007) suministra datos
bastante fidedignos sobre el trágico final de la
artista en tierras valencianas. Aporta un certificado de defunción, según el cual la cantaora
sería natural de Málaga.
A la Peñaranda se le atribuye la creación de
una malagueña, conocida precisamente como
malagueña de la Peñaranda. Y Juan Ruipérez
Vera (Historia de los cantes de Cartagena y La
Unión, Cartagena, 2005) afirma que es ella la
creadora de la cartagenera grande.
De la malagueña de la Peñaranda afirma Pepe
Gelardo que es “un cante triste y dramático que
se acompaña de una letra o copla autobiográfica”:
Ni quien se acuerde de mí,
yo no tengo quien me quiera
ni quien se quiera acordar de mí,
que el que desgraciado nace
no merece ni el vivir.
Juan Rondón Rodríguez, editor de los Recuerdos y confesiones del cantaor Rafael Pareja de
Triana (Córdoba, 2001), señala que este cante
nos ha llegado vía Pepe de la Matrona, que la
interpreta justo con la anterior letra.
José Luque Navajas (Málaga en el cante, El Guadalhorce, 1965) asegura, sin embargo, que Concha la Peñaranda, a pesar de cultivar con éxito
la malagueña, no dejó de ella versión personal
alguna:
Adjudicada a Concha la Peñaranda, nos ha llegado un cante que ni es malagueña ni es de ella;
se trata de una versión ralentizada de la bandolá de los jabegotes recogida de las cantaoras
Joaquina Payán y María la Chilanga.
Pepe Navarro, en su Muestrario de malagueñeros y malagueñas (Málaga, 1974), dedica una
página a nuestra cantaora, a quien supone natural de Murcia. Y recoge la siguiente copla:
Lo mejor que hay en el cante
en Levante, es Cartagena:
y si en el cante te empeñas,
escucha a la Peñaranda
cantando su malagueña.
Navarro asegura que “esta malagueña de la
Peñaranda es una pura totanera; pero como
la totanera es una pura malagueña, aquí no
ha pasado nada”. Lamentablemente no tengo
grabación alguna de esta copla y al desconocer
con qué melodía se ha cantado no puedo decir
nada al respecto, sólo encogerme de hombros.
De la malagueña de la Peñaranda hay
varias versiones. Todo parece que la más antigua de ellas data de 1912. La grabó la Niña de
los Peines, con la guitarra de Ramón Montoya,
en un registro para la casa Gramophone. Puede escucharse en la lujosa integral dedicada
a la genial artista por la Consejería de Cultura
de la Junta de Andalucía (La Niña de los Peines,
Patrimonio de Andalucía. Junta de Andalucía.
Consejería de Cultura. FONOTRÓN, 2004. Cd.
nº 2, pista nº 7). Allí se identifica simplemente
como Malagueña nº 2; como remate Pastora
canta una taranta. En la guitarra aún podemos escuchar el toque acompasado en compás
ternario que delata su proveniencia de música
para el baile. Algo liviana en su interpretación,
alcanza, sin embargo, un gran dramatismo en
el último tercio.
47
Otra versión es la que grabó Pepe de la Matrona, quien pasa por ser transmisor de esta modalidad de malagueña; aunque, a la vista de la
grabación de Pastora Pavón, tal vez convenga
limitar su mérito a “identificador del estilo”. Con
una voz condicionada por los años, podemos
escuchar su versión en Naturaleza flamenca:
Pepe de la Matrona. Quejío. HISPAVOX, 1997,
Cd. nº 2, pista 16.
Enrique Morente, de quien se dice que aprendió
este estilo a través del de la Matrona, dejó un
precioso registro en su disco Cante flamenco
(HISPAVOX, 1967; reimpreso en 1996, pista nº
3).
Podemos apuntar algunas otras referencias.
Una de ellas es la versión de Alfredo Arrebola
recogida en su Antología de la malagueña (Cd.
nº 2, pista nº 1). La otra, de Diego Clavel, incluida en su antología La malagueña a través de los
tiempos (Cambayá, 2000, Cd. nº 1, pista nº 12).
El sevillano nos canta dos versiones con coplas
de su propia autoría:
Y no la puedo encontrar
la busco con toa mi alma
y no la puedo encontrar
es trabajito perdío
el buscar la libertad
cuando pobre se ha nacío.
Que hasta soñando yo sufro
que yo no quiero soñar
porque hasta soñando yo sufro
tan confusa está mi mente
y en un pozo tan profundo
que pa mí soñar es la muerte.
Por último, también quisiera recordar la
letra –del ilustre poeta Manuel Machado- con
que la cantaba nuestro añorado Pencho Cros:
Los siete sabios de Grecia
no saben lo que yo sé,
las fatiguitas y el tiempo
me lo hicieron aprender.
Desde el punto de vista melódico, la malagueña de la Peñaranda posee un carácter trágico
y dramático, con una musicalidad exquisita a
pesar (o precisamente por eso) de su sencillez.
Se trata de un cante muy equilibrada formalmente: los tercios pares se construyen siguiendo un mismo patrón y con el mismo arranque
que el 1º; por otra parte, los tercios tercero y
quinto están emparentados entre sí. Además,
el uso insistente de un motivo melódico –un
salto de 3ª mayor (ver figura 1)-, presente en
los arranques de todos los tercios, redunda en
la sensación de equilibrio que este cante nos
transmite.
48
JUAN TORRES “Habichuela Nieto”:
El arte de cantar con la guitarra.
S
u manera
de vivir la
música y
de hablarnos
con la guitarra
es un don reservado a unos
pocos genios.
Juan
Torres
“Habichuela
Nieto” es, y por
eso ha elegido
el nombre artístico, nieto de Juan Carmona ‘Habichuela’, el famoso solista, que
le regaló su guitarra hace cuatro años,
para que siguiera sus pasos. También es
sobrino de Antonio Carmona, uno de los
miembros del desaparecido grupo Ketama, del que se declara fiel admirador. Si
bien, el cariño y respeto que se profesan,
tío y sobrino, es mutuo. A su corta edad,
con tan solo veintitrés años, Juan Torres
tiene en su haber distintos premios, entre los que destaca el Bordón Minero del
Festival del Cante de las Minas en 2011,
y es reconocido, en el panorama flamenco, como una de las jóvenes promesas
actuales. Comenzó a tocar la guitarra a
los doce años, a un ritmo de once horas
diarias y a los quince años acompañó
al maestro Morente en su gira por Norteamérica. Una experiencia que resultó
definitiva para asentar su vocación. Ahora, ocho años después de su primer contacto con los escenarios, Juan Torres dice
que se encuentra “un poquillo encelao”
con la grabación de su primer disco, que
saldrá a la venta el próximo mes de octubre, y que será una delicia para nuestros oídos. Se llamará “Algo Distinto” y
está trabajando en los últimos temas
y retoques. Su obra es “una mezcla del
ayer y del hoy. Un disco elaborado día a
día en el que canto lo que surge con mi
guitarra”. Con letras y arreglos musicales
compuestos por él y colaboraciones de
lujo como la de su tío Antonio, Estrella
Morente, Marina Heredia, Lolita y Rosario
Flores, así como Antonio Canales, entre
otros. “Va sonando muy bonito”, comenta
orgulloso y deseoso de poder mostrarlo
al mundo. “En el tema que interpreta mi
tío, Lolita y Rosario, hago una fusión de
la rumba y el tango, música flamenca y
cubana, donde intento unir las dos culturas. Además, está la alegría con Estrella
ó os fandangos con Marina”. Comenta
Juan Torres, quie n “canturrea” sus letras:
“es algo que forma parte de mi proceso
de creación y, además, me sirve para
componer los espectáculos”. Además,
“durante la producción y grabación del
disco he tenido presente, cada segundo,
a Enrique Morente. Él me hablaba de
verdad. Cada vivencia, recuerdo, consejo, es de esas personas que te marcan de
por vida. Era increíble, con él, lo mismo
estabas en los 60 interpretando uno de
esos cantes añejos, que nos metíamos
en Omega. El iba por delante, estabas en
el año 2100”. También incluye el disco la
taranta que le hizo merecedor del Bordón Minero del Cante de las Minas, el
pasado año, y que, por esa razón, ha que-
49
rido llamar así “Bordón Minero”. En su
disco la escucharemos tal cual sonó esa
mágica noche, en directo, en la Catedral
del Cante de La Unión porque, asegura
Juan, “quiero transmitir la verdad de ese
día, como sonó con los nervios propios
de un concurso” y cómo no, “la volveré a
tocar el día de la actuación de este año
en la jornada inaugural, aunque no te
puedo contar mucho más porque quiero dejar el repertorio abierto a lo que
me pida el público, a cómo reaccionen
esa noche, y seguro habrá sorpresas.
Llevo dos semanas estudiando mucho y
preparándome para mi regreso al escenario del Antiguo Mercado Público”. Esa
noche, el artista se pondrá frente a sus
guitarras, diecinueve por el momento
aunque de camino está la veinte, para
elegir cuál será su acompañante esa noche “la que me hable y me haga estar
cómodo. Siempre hay una con la que
conectas”. ¿Y la rondeña? ¿También está
incluida en el disco? Sí, bajo el nombre
“Mis adentros”.
Caños de Meca, donde ha grabado el
disco, La Unión, Almería, Cádiz, Madrid,
Barcelona, gira por Bogotá, un proyecto
conjunto con el grupo “Los Planetas”,
a Juan Torres le esperan unos meses
movidos que culminarán en octubre
con la salida del disco, el cual le gustaría
presentar en Madrid para terminar con
su puesta de largo en Granada. Y entre
tanta vorágine, siempre presentes las
palabras de su padre: “Hijo mío, éste no
es un camino fácil, estudia mucho, sé
tu mismo, haz cosas flamencas y lucha
por la música. Que suene tu guitarra,
toca sintiendo”. Y, las palabras de su tío,
al que ve como “un revolucionario y el
que modernizó el flamenco”
50
Así es mi spobrin Juan
Por Antonio Carmona.
U
no de los mejores guitarristas que
hay ahora mismo. Ese es mi sobrino, un chaval muy maduro, pese a
su juventud. Un artista de raíz, puro y a la vez transgresor y muy
versátil. Pasa, sin problemas, de un cante a otro, ya sea una rumba
o un toque ortodoxo. Eso es algo que siempre ha caracterizado a
nuestra familia, a los Habichuela, porque mi padre ya era un adelantado hace medio siglo. Le viene de herencia. En él conviven a
la perfección lo puro y lo Carmona.
Desde pequeñito tocaba muy bien. Era muy despierto, curioso, se
interesaba por los orígenes de todos los cantes y esas inquietudes
las proyectaba a través de la guitarra. Juan, toca muy bien por
todo, pero, si de mojarse se trata, la manera que tiene de tocar
por bulerías es una maravilla. Es un niño muy familiar, sencillo,
con mucha cabeza, tranquilo, educado, con ansia de aprender. Le
gusta la playa, el deporte, sobre todo la natación y… su guitarra. Hace poco ha estado conmigo en Cádiz y no la ha soltado en
doce horas. Es muy aplicado, estudioso, conocedor de las nuevas
tecnologías de la música. Le han comparado con su abuelo, con
Paco de Lucía, pero lo cierto es que es pronto para encasillarlo.
Coincido, eso sí, en que tiene mucho futuro, puede llegar a ser
muy grande y va por el buen camino. Y para nosotros, para toda la
familia, es un orgullo tener una nueva generación de Habichuelas,
que viven así la música con tanta frescura, porque todo va cambiando. A él le gusta hablar, cantar con su guitarra, pero también
se siente cómodo acompañando a grandes cantaores, como Enrique y Estrella, porque a la familia Morente siempre le ha gustado
mucho nuestro sonido. Y también ha disfrutaso acompañando a
grandes bailaores como Antonio Canales. Ahora está grabando su
primer disco, que va a pegar fuerte seguro, tiene muy buena pinta.
Todos queremos que disfrute mucho de este momento y que siga
avanzando, formándose como músico, se lo tome con calma y que
mantenga los pies en la tierra. De momento va por el buen camino, no le falta presencia en el escenario, toca con pasión y tiene
un dialogo muy especial con su guitarra. Eso es lo bonito y lo que
llega a todos los corazones
51
La
imagen
rota
del
Cante
Javier Adán.
E
detenido ya para la eternidad.
l desgarro
de la fotografía en
blanco y negro nos habla
del Cante de
las Minas. Una
escena sobria,
una luz que
rompe sobre el
gesto duro del
cantaor, el momento
decisivo que refleja
la instantánea
de un quejío,
El Cante de las Minas muestra la esencia del sufrimiento humano y la cámara lo recoge Así se
forma una iconografía reconocible en cualquier
lugar del planeta. La imagen en el escenario de
la Catedral muestra el dolor puro. Nos cantan el
sufrimiento y la fotografía congela el instante
de pasión y lucha.
¡Haga usted la prueba! Dígale a alguien: “Cante
de las Minas” y pregunte qué le viene a la cabeza
en ese momento. Respuesta: “la imagen fija de
un cantador con el gesto retorcido, descompuesto, con sus manos que parecen arrancar el
corazón y entregarlo”.
minaciones que van del blanco y negro puros,
al matiz de los grises con sus texturas y al color
con sus volúmenes. Todo ello acumulado por
el material fotosensible, por el ojo humano y la
memoria.
De ahí llega el encuentro entre personajes, que
cada Festival se retratan, en una evolución impertinente por el tiempo transcurrido.
Pero, jugando de nuevo con nuestro inconsciente colectivo del que forma parte esta iconografía forjada a lo largo de 52 ediciones, aún
conservo en mi memoria un José Meneses encumbrado en el escenario con el chorro de luz
potente sobre su cara, el cuello gordo, tensionado por la voz y con venas prominentes, con
el rostro de la estrella que asemeja la imagen
de la bocamina iluminada por el sol radiante
del éxito. Era la imagen del triunfo en 1994
frente a un recién llegado Miguel Poveda, tras
su triunfo en el concurso del año anterior donde consiguió su Lámpara Minera. Meneses el
maestro, Poveda el ingenuo aprendiz con mucho oficio cuyas primeras fotos reflejaban suma
ingenuidad, antes de meterse en sus cantes
por derecho, cerrando un ojillo que miraba la
luz que luego rebotaría en las gotas de sudor
emitiendo reflejos del profundo sentir captado
por la cámara.
Las fotos cantan hasta romperse,
y se oye el silencio rasgado por el
aplauso que sale del alma emocionada.
El duende, como la impronta recogida por la cámara, aparece en la
luz dura del templete alto en el que
surge el arte en forma de mujeres y
hombres que cantan, bailan, tocan
y dejan los jirones de su alma en
cada edición. Todo se renueva de
año en año. Ese mundo refleja una
evolución de luces, sombras e ilu-
52
El Festival de la Unión, como la mina, como la
propia fotografía en la Catedral del Cante, al
igual que la luz de la escena, recoge la evolución hacia una modernidad tan indómita como
la vida.
Las fotos de las primeras ediciones, sorprendentes y desgarradoras para aquel público, son la piedra angular de las sofisticadas y
transgresoras de hoy. Las nuestras parecerán
también primitivas y auténticas en un suspiro.
Pero tendrán la fuerza de lo verdadero, como
aquellas, porque retrataban un sentimiento
apasionado del ser humano cuyas expresiones
artísticas van íntimamente unidas.
Mientras haya un cantaor, una cantadora, alguien al baile y a la guitarra, también habrá una
persona emocionada que en imágenes trate
de lanzar al futuro esa memoria gráfica impresa que formará parte de nuestra iconografía
común como sociedad.
El recuerdo imprime la imagen del Cante de las
Minas de manera irrefrenable. Ese Paco de Lucía
que dirige su faz al cielo de la luz cenital mientras su guitarra refleja plata hacia todo el aforo
y, mientras, la música suena en su fotografía. Ese
José Mercé, o el Cabrero con sus puños de lucha,
detenidos para siempre en la retina por la foto
que nos cautivó. En la imagen más evolucionada, los amarillos y las luces azules que aumen-
tan el
dramatismo
d e l
b l a n co
cenital
durante
las act u a ciones
de
El
Cigala
q u e
c o n trastan
en
la
m e moria
gráfica
con una
Paquera de Jerez, sujetada entre dos sillas con
un haz de luz plana y antigua que la deja sola
ante los suyos, ante su cante.
Y, cómo no, la fuerza recogida en un trazo del
traje de Sara Baras, que paró la obturación,
aunque siempre se está moviendo desde la quietud. El cimbreo de las caderas de María Pagés,
la elegancia de las manos de Cristina Hoyos, o el
gesto moderno de Israel Galván, que nos llega
en foto publicada.
Nuestra historia, nuestra manera de ver la vida, nuestra cultura,
se traduce en representaciones
visuales inmutables. Nos hablan
de nuestra esencia, de donde
venimos y a donde vamos. El imaginario del Cante de las Minas
forma parte de esos universales.
Sean en blanco y negro, en color,
en 3D o lo que venga, reflejarán la
memoria colectiva y anunciarán
nuestro destino.
53
Luis Gordillo
“He plasmado al cantaor cuando se lanza
con toda su alma, como si las tripas se le
salieran por la boca”
L
uis Gordillo (Sevilla 1934) es uno de los
pintores españoles contemporáneos más
extraordinarios, referente de la generación
de los años 80. Galardonado, entre otros, con
el Premio Velázquez, el Premio Nacional de Artes Plásticas y la Medalla de Oro al Mérito en las
Bellas Artes, su pintura es directa y de enorme
expresión. El pintor sevillano, quien asegura no
entender el flamenco como una expresión de
alegría, sino como «algo que hiere profundamente a la persona, que suelta como una explosión de energía» habla de su experiencia, al
frente del cartel del Cante de las Minas, como
«una aventura curiosa y llena de incentivos, por
tratarse de uno de los certámenes más importantes de España y del mundo». En el cartel, ilustrado con la figura de un cantaor flamenco
en estilo abstracto, «he querido plasmar esa
sensación del artista cuando se lanza a cantar
con toda su alma y parece que se le salen las
tripas por la boca. Algo muy parecido a darse la
vuelta, como un calcetín».
Añade Gordillo que «el flamenco tiene que ser
muy bueno, no puede ser mediano, ese es su
enorme defecto», mientras recalca «no soy un
entendido de este arte, para mí no es fácil, me
confundo con los palos». Sin embargo, aunque
no suele escucharlo, cuando acude a un espectáculo y lo vive desde cerca, queda entusiasmado. Recuerda, sin ir más lejos, dos de las
últimas actuaciones con las que ha vibrado de
emoción: la actuación de Miguel Poveda, este
mes de julio, en Madrid y, como no, el recital
de flamenco de la joven Celia Romero, Lámpara Minera 2011, acompañada por Antonio
Muñoz Fernández, guitarrista oficial del festival, durante la presentación de su cartel en la
Asamblea Regional. Fue allí, en el Patio de los
Ayuntamientos del Parlamento murciano donde Luis Gordillo deseó, en tono sarcástico, « que
les guste mi cartel, no hagan demasiados ascos
y acéptenlo con humor».
Y es que a Luis Gordillo su relación con el flamenco le viene de nacimiento. Su madre era de
Triana, Sevilla, de origen humilde y su familia
siempre celebraba los acontecimientos (bautizos, bodas, comuniones…) con veladas flamencas, «era algo normal». «Recuerdo cuando la
tata nos llevaba a pasear los domingos por los
jardines de Murillo. Allí había quioscos de bebidas donde sonaba música, el flamenco más
puro, nada de cuplés».
Sin embargo, su familia
paterna, originaria de la
burguesía de Valladolid, veía el flamenco de forma «radicalmente
distinta, más fría. Lo neutralizaban bastante».
De ahí que él mismo se defina como «algo entreverado, mitad y mitad…», en lo que concierne a su relación con el arte jondo. Recuerda
también, con cierta nostalgia, que por Cádiz, las
reuniones con sus amigos giraban en torno al
flamenquito, fandanguillos, sobre todo.
El genial pintor, no podrá asistir al Festival Internacional del Cante de las Minas este verano por
otros compromisos profesionales, pero asegura
«ya vendrán nuevas ocasiones». De su paso por
La Unión, con motivo de la presentación del
cartel, destaca la exquisitez del paisaje y de su
sierra. «De mi visita al lugar, me quedo con la
riqueza cultural, estética y humana y, por encima de todo, el significado social. Lo duro del
trabajo en la mina, era la primera vez que visitaba una y quedé impresionado con la Agrupa
Vicenta y las explicaciones del alcalde, Francisco Bernabé».
Luis Gordillo se declara «muy torpe en mi tiempo libre. Leo bastante y paseo por una bonita
arbolada que hay cerca de mi casa. Soy un vicioso de las exposiciones, veo todo lo que hay
en Madrid. Y voy al teatro, me gusta más que
ir al cine, las películas prefiero verlas en casa».
Preguntado por qué lee ahora y cuál ha sido
la última visita que ha hecho a un museo, nos
recomienda “Tenemos que hablar de Kevin” de
la escritora estadounidense, Lionel Shriver. Una
novela que ha suscitado fuertes polémicas y se
ha convertido en un best seller internacional,
que ha consagrado a la autora y «me ha enganchado, es muy entretenido, no humilla». En
cuanto a obras de arte, «la última muestra que
he visitado se encuentra en el Museo Thyssen
del pintor, también estadounidense, Edward
Hopper. Uno de los principales representantes
del realismo del siglo XX. Precisamente, dos autores cuyo origen es Estados Unidos, país al que
el Festival dedica la presente edición y al que
entrega su premio Catedral del Cante.
En sus vacaciones, le gusta hacer alguna escapada al sur de España y también en La Isla, Asturias. «He tenido un año movido, bastante cargado, con una exposición itinerante en Portugal,
“Horizontalia” en Málaga, Madrid, Sevilla… No
paramos, hay mucho trabajo de exponer, pero
54
no de vender».
Durante la entrevista nos encontramos con un
Luis Gordillo preocupado por la recientemente
anunciada medida de la subida del IVA por parte
del Gobierno de la Nación. «Esta tarde voy a
participar en una manifestación convocada por
creadores artísticos en el Museo Reina Sofía de
Madrid; Ojalá vaya bien y sirva de algo».
El eterno enfrentamiento entre argumentos
opuestos. La necesidad de desbordar un marco
que asfixia. El color, la vaguedad espacial… En la
creación de Luis Gordillo se ofrece al espectador
inteligente una vía de escape intelectual y
sensorial para adentrarse en un mundo en el que
ninguna certeza está garantizada. Gordillo es un
artista descolgado, que no pertenece del todo
a nada ni a nadie. Él mismo se reconoce «más
como el puente que como la isla en la que éste
se apoya», lo que da ese carácter tan personal
a una extensa obra en la que transpira la
constante aproximación y alejamiento de todas
las corrientes de su entorno, de las que absorbe,
transforma y manipula cuanto le conmueve.
Del grupo El Paso siente particular admiración
por Manolo Millares. De los artistas de Dau al
Set le atraen la relación con el Surrealismo, la
fascinación por Gaudí y el retorno de lo mágico.
Tàpies es para él un referente capital y un artista
al que admira profundamente. Pero, Gordillo
es Gordillo, Maestro indiscutible del Arte
Contemporáneo y tenerlo como protagonista
del cartel del Festival Internacional del Cante
de Las Minas constituye un verdadero lujo.
55
PREMIOS DE LA XIII CONVOCATORIA CULTURAL INTE
El Festival Internacional del Cante de las Minas
de La Unión en su 52º edición ha otorgado los
Trofeos Pencho Cros correspondientes a la XIII
Convocatoria Cultural Internacional a :
PREMIO DISCOGRÁFICO:
A Miguel Poveda,
por su último trabajo “Artesano”, editado por
Universal Music. Desde
que el cantaor catalán
consiguiera en 1993
en la 33º edición del
Festival Internacional
del Cante de las Minas, cuatro de los cinco
premios en la final del
concurso, incluido el
máximo galardón la Lámpara Minera, ha mantenido una estrecha relación con La Unión y
con sus cantes, algo que ha quedado reflejado
en su último trabajo discográfico donde incluye
en su repertorio una minera que lleva por título
“A Pencho Cros”.
PREMIO DE PERIODISMO:
A Juan Ramón Lucas,
no sólo por su amplia y excepcional trayectoria en diversos medios
de comunicación sino
también por su fomento del flamenco,
así como por su vinculación con La Unión y
su Festival, en el que se
ha convertido en invitado de excepción durante estos últimos años,
llegando a ser el presentador oficial del Festival
en su 50º edición.
PREMIO A LA GASTRONOMÍA:
A Lucio Blázquez,
por su sobresaliente contribución al arte culinario
a través del ya mítico restaurante madrileño “Casa
Lucio” y su conexión con el
flamenco. Concretamente
56
el restaurador Lucio Blázquez ya colaboró con
el Festival de La Unión con motivo de las VI Jornadas de Hermanamiento del Festival Internacional del Cante de las Minas y la Gastronomía
Española donde elaboró un menú que fue
servido en el restaurante Los Churrascos en el
año 2010.
PREMIO A LAS ARTES LITERARIAS (a título póstumo):
A Francisco Celdrán
Sánchez
“Paco Ícaro”, periodista,
escritor y poeta fallecido
recientemente. Por su incansable compromiso y
dedicación con el Festival
Internacional del Cante de
las Minas del que fue jefe de
prensa durante más de treinta años y fundador
de la revista Lámpara Minera.
Además de la abundante colección de artículos
y reportajes publicados en los medios de comunicación teniendo siempre en su horizonte
al Festival del Cante de las Minas y La Unión.
PREMIO A LAS ARTES PLÁSTICAS:
A Esteban Bernal
Aguirre,
pintor, escultor y artista polifacético, por
su obra pictórica “La
Unión, Minera”, compuesta por 52 pinturas
dedicadas a la Sierra
Minera, su obra más ambiciosa y que ya ha sido
exhibida en Madrid, Murcia y Cartagena. Por
ello y por su estrecha relación no sólo personal
sino profesional con el Cante de las Minas, con
el que colabora desde hace 32 años y en donde
su obra ha estado presente desde entonces en
el Festival en distintos aspectos como carteles,
exposiciones, escenarios, esculturas, trofeos y,
también ahora, proyecciones audiovisuales.
ERNACIONAL TROFEOS
PREMIO AUDIOVISUAL:
A Telemadrid
por la producción del
documental “Morente, La
Pasión” dirigido por Juan
Verdú, director del programa “Madrid Flamenco”
de Onda Madrid, por la
labor difusora e investigadora de la vida y obra de uno de los grandes
maestros del flamenco, Enrique Morente, al
que perdimos hace más de un año y cuyo nombre seguirá siendo un referente no sólo para los
flamencos sino para el mundo de las artes en
general.
PENCHO CROS
PREMIO ESPECIAL: Al disco
“La Leyenda
del Tiempo”
(editado por Universal Music), de
Camarón de la
Isla, en el vigésimo
aniversario de su
fallecimiento. Este
álbum es y seguirá
siendo un mito en
el mundo del flamenco y, como no podía ser de
otra manera, La Unión fue uno de los destinos
en donde Camarón exhibió su arte.
PREMIO CATEDRAL DEL CANTE
concedido a los Estados Unidos de América
L
a vida
unionense ha
ido creciendo a la par
que la de su
mundo minero. Los años
40 del siglo XIX fueron momentos clave para el
desarrollo de la zona, que se vio sorprendida por
la masiva llegada de inmigrantes dispuestos a
trabajar en los yacimientos mineros.
Se sitúa en las influencias de esta corriente migratoria, procedente principalmente del campo
andaluz, el nacimiento de los cantes mineros en
La Unión. El trabajo bajo tierra era acompañado
por los lamentos o ‘quejíos’ de los hombres que
intentaban con sus voces expresar sus frustra-
ciones o volver más llevaderas las duras jornadas de
trabajo.
Son muchos los que portan las voces de estos
cantes: Pedro el Morato, la Trini, Rojo el Alpargatero,
Perico Sopas, el Cojo de Málaga’ o los ya más recientes Pencho Cros o la mítica Encarnación Fernández.
Si bien la consagración de los cantes mineros
quedaba registrada ya en los años 50 del pasado
siglo XX, se hizo alarmante la crisis de la minería,
unida a la escasa comercialidad del flamenco y su
decadencia general en España.
Sin embargo, algo tan arraigado en la costumbre
y tradición de un pueblo no podía dejarse apagar,
siendo la aparición del Festival del Cante de las Minas lo que consiguió levantar el vuelo y elevar el
mundo del flamenco hasta sus más altas cotas de
prestigio.
57
PROGRAMACIÓN
58
DEL 52 FESTIVAL
59
III Congreso Internacional universita
Ibán Hernández
LA CIENCIA DEL FLAMENCO
Internacional Universitario de Investigación
sobre Flamenco, cuya tercera edición atraviesa
el complicado periplo de acercar el flamenco al
gran público.
Acto de apertura del Congreso
El III Congreso Internacional Universitario de
investigación sobre flamenco continúa con su
labor divulgativa, pedagógica e investigadora
para acercar los secretos del arte a universitarios, flamencólogos y aficionados
Pasión, sentimiento, duende, emoción, estremecimiento… toda ellas son notas definitorias
de una arte que se ha desenvuelto entre los
aparejos más recónditos de la psique humana.
Sin embargo, más allá de esta dimensión visceral del flamenco se encuentra otra faceta no
menos difícil que consiste en el mismo conocimiento del flamenco. Efectivamente, no existe tarea más complicada que la de racionalizar aquello que se percibe con los sentidos
pero no se puede canalizar mediante el pensamiento racional, esto es, un arte cuyo origen
sigue resultando casi desconocido y que hay
que buscar en las más primitivas formas de expresión del ser humano y en donde la tradición
oral ha sido la única forma de difusión del flamenco durante generaciones.
Como afirma José Francisco Ortega, Profesor
del Área de Música de la Facultad de Educación
de la Universidad de Murcia y uno de los directores adjuntos de este III Congreso Internacional Universitario de Investigación sobre Flamenco, “después de cincuenta y dos ediciones del
Festival Internacional del Cante de las Minas, el
arte flamenco debe ir más allá y convertirse en
objeto de investigación, algo sobre lo que no
se ha profundizado mucho y ello porque en el
pasado el flamenco no era muy bien visto por el
público en general. Pero estos años ha adquirido prestigio y conexión con la intelectualidad”.
Se trata de algo que siempre ha estado ahí, en
ciertos sectores, tan sólo hay que recordar que
ya en el año 1922 ya existía esta relación del
Flamenco con la intelectualidad y ello con motivo de la organización del I Concurso de Cante
Jondo en Granada donde Manuel de Falla fue
el principal artífice, ayudado en todo por Federico García Lorca, dos de los máximos exponentes de las artes españolas. Además destaca
Ortega que eventos como este Congreso tratan de abrir un campo de reflexión porque el
flamenco “es un arte poliédrico que se puede
abordar desde múltiples puntos de vista. Sobre
todo es música pero también es historia, sociología, filosofía o literatura”.
Sin embargo, gracias a la cada vez mayor expansión del arte flamenco, son muchos los que
han buscado respuestas donde sólo hay oscuridad. Y a esta tarea no sólo investigadora, sino
también divulgadora, se enfrenta el Congreso
Javier Latorre en su conferencia sobre baile.
60
ario de Investigación sobre Flamenco
LA UNIÓN, del 19 al 21 de Julio
de una de las guitarras más influyentes de toY es así que el ciclo de conferencias ha recdos los tiempos, Sabicas, o aquella sobre los
ogido una selección de temas que dan muesorígenes, situación y perspectiva de los fantra de este prisma artístico. Por una parte, han
dangos onubenses y ello de la mano de uno de
estado presentes las disertaciones sobre guisus embajadores e invitado de excepción en
tarra, por parte de Carlos Piñana o Norberto
el Congreso, Francisco José Arcángel Ramos,
Torres, el primero defendiendo la modernidad
“Arcángel”. En conclusión, artistas, estudiosos,
del toque y el segundo, sobre la tradición oral
literatos, investigadores o flamencólogos, toen el aprendizaje de la guitarra teniendo en
dos con la visión común del flamenco y con el
cuenta la conocida Escuela Jerezana, teniendo
objetivo de acercarlo al gran público.
así presente a grandes como Moraíto Chico y
Enrique Melchor. Por otro lado, el cante ha veAsí, el interés que
nido representado por
despierta la organila conferencia de Enzación del Congreso
rique Morente, a cargo
atrae a universitarios,
de su biógrafo Balbino
aficionados y curiosos
Gutiérrez
Quesada,
que quieren conocer
un análisis cuantitamás del flamenco,
tivo sobre sus cantes,
como Daniel Vicente
algo necesario para
García “soy un aficioentender la obra del
nado a la guitarra, hay
genial cantaor granaun gran nivel en este
dino. Y el baile ha sido
Congreso y es una sutambién analizado por
erte encontrar evenuna parte por José Luis
Conferencia
Inaugural
a
cargo
de
Arcángel
tos de este tipo aquí,
Navarro García, que
algo difícil de encontrar en otros sitios de Esha realizado un recorrido histórico desde los
paña con gran tradición de flamenco”. Además,
inicios del baile flamenco, en el siglo XIX, y por
señala Daniel que “es difícil entender el flaotra parte, por el bailaor Javier Latorre, sobre la
menco si no estás dentro de este mundo, la
situación institucional de los centros de enseguitarra siempre la puedes tocar en casa pero
ñanza del baile, concretamente sobre el apoyo
el flamenco se aprende en sitios como este”. O
que reciben en los ámbitos público y privado.
un profano en esto del flamenco como Jorge
González quien después de tres días afirma que
Pero también se han podido escuchar confer“he aprendido a tenerle respeto al flamenco”.
encias de materias bien distintas. Así, Antonio
Parra Pujante ha abordado el tema del baile
Según otros alumnos como Virginia Rosique
flamenco desde la perspectiva comunicativa,
“de todas las conferencias se saca algo. Se dequé y cómo comunican los bailes flamencos, o
berían hacer iniciativas como esta en el resto
también la exposición de Gerhard Steingress,
de España porque es un mundo muy cerrado
explicando sus investigaciones sobre cómo
y es una oportunidad para acercarse”. También
han influenciado los aspectos sociológicos de
apunta David Orea que “se hace comprensible
la España decimonónica en los orígenes del flaa poco que te guste el flamenco y viendo la jumenco. Tampoco hay que olvidar el monográventud de los aficionados que hay aquí parece
fico de José Manuel Gamboa sobre la figura
61
que el flamenco se va modernizando”.
fecta y desconocida para que sea más grande”.
El profesor José Francisco Ortega defiende la
propuesta de este Congresos afirmando que
“en el flamenco hay mitos y vivimos muy cómodos con ellos, pero los investigadores tienen
que ser valientes, como el mismo Steingress,
cuyas afirmaciones puedan molestar a algunos,
pero no hay nada que no pueda descubrirse”.
Y es el mismo José Francisco el que habla en
términos similares sobre esta manifestación
casi mística que produce lo desconocido del
flamenco, “es un mito también eso de que no
se pueda transcribir el flamenco a una partitura
porque todo se puede traducir, sin embargo,
hay algo personal y subjetivo que no se puede
encontrar, es el estilo de cada artista, se podría
decir que es algo que no sabes el porqué pero
te pellizca, te arranca el alma”.
Sin embargo, era el propio cantaor Arcángel el
que apuntaba en otra dirección con respecto a
esta tarea investigadora: “todo está basado en
algo muy subjetivo. El hecho de que no existan
datos de todo es algo que engrandece el flamenco y nos toca ahora llenar esos huecos con
imaginación. Con este tipo de actos se viene a
adquirir conocimientos. Se trata de una forma
para que los de fuera puedan entenderlo e interiorizarlo, pero debe existir esa parte imper-
Puede que el flamenco no sea lo que es sin esa
magia que le da ese desconocimiento y que
sean muchos los que lo inventen y reinventen,
sin embargo todavía quedarán los que se empeñen en descubrir lo que todavía no quiere
ser descubierto.
Acto de entrega de diplomas a los participantes.
62
“ME HUBIERA GUSTADO LLEVARME ALGO
DE AQUÍ A ARGENTINA”
Ibán Hernández
De esta repercusión internacional del flamenco, ya bien conocida, dan cuenta dos de las
alumnas de este III Congreso,
que son Graciela Ríos Saiz, Jefa
de Cátedra de flamenco del Instituto Universitario Nacional
de Arte de la Universidad de
Buenos Aires y Natalia Bonansea que está dentro del área
curricular de la licenciatura en
composición coreográfica en
danza y teatro. En palabras de
Graciela “el motivo que nos ha
traído aquí se debe en gran
parte a aquellas señales de la
Televisión Española Internacional en donde veíamos esas imágenes de gran hondura y en donde aparecían los
ganadores que salían premiados del Festival del Cante de las Minas”.
A propósito del Festival Internacional del Cante de las Minas, señala que “tiene repercusión en Argentina y, por eso, a mi me pareció que este era el lugar adecuado para
profundizar en todos estos temas, para acercarse a esta manifestación artística tan
propia de los pueblos del sur de España con toda su cultura y dar a conocerlo, con
todos los aditamentos porque no hay nada que esté suelto, que sea casualidad. Todo
tiene que ver con un pueblo, sus creencias, con una forma de ser, de sentir y de ver la
vida”.
En cuanto a la situación del flamenco en su país, Graciela confiesa que “me gustaría
que se le diera mayor conocimiento, que vean las raíces de la hondura, y estamos
luchando porque sea así. Ahora en Argentina se hace una Bienal de Flamenco, organizado por el Ayuntamiento de Buenos Aires y está acercando a gente de otras
disciplinas artísticas al flamenco”.
Pero para que el flamenco siga extendiéndose y llegue a ser más que un estilo o una
forma de expresión y se convierta en el arte y la forma de entender la vida que es, se
necesitan esfuerzos mayores, porque como afirma Graciela “la gente no puede ver lo
que no conoce y poco a poco se va dando a conocer y la Bienal de Buenos Aires es un
punto de inflexión muy importante, porque el hecho de que los referentes españoles
viajen y se vean allí hace que la gente comprenda, algo que no es sencillo, porque el
flamenco no es una forma de expresión liberada sino que tiene un verdadero porqué”.
Y como conclusión apunta “me hubiera gustado llevarme algo de aquí a Argentina
para mostrarlo en la Universidad porque Congresos como este deben cumplir la misión de difundir para que la gente lo conozca y lo reconozca, porque impresiona a
primera vista pero cuando se conoce todo esto es cuando te enamora, porque tiene
mucho que ver con la forma de ser y de sentir del ser humano”.
63
NOTICIAS 2011-2012
En imágenes
01/08/2012
COLORES DE LA SIERRA MINERA EN LOS CASTILLETES DEL
MAESTRO ESTEBAN BERNAL
‘La Unión, Minera’ es la muestra que se ha
inaugurado esta mañana y que estará expuesta durante todo el Festival en el Hall
del Ayuntamiento de La Unión
18/06/2012
BRILLANTE CLAUSURA DE LA
ESCUELA DE ARTE FLAMENCO
Gala de Clausura de la Segunda Promoción de la Escuela de Arte Flamenco de la
Fundación Cante de las Minas.
17/05/2012
II GALA SOLIDARIA “FLAMENCO
POR LORCA” El Ayuntamiento de Lorca
y la Fundación Cante de las Minas han dado
hoy a conocer los detalles de la II Gala Solidaria “Flamenco por Lorca”, que tendrá lugar
en la
Ciudad del Sol el próximo sábado 26
de mayo.
64
Fundación
Cante de las Minas
25/04/2012
BUEN INICIO DE LA ESCUELA
DEL TROVO El pasado mes tuvo lugar el inicio de clases en la Escuela del
Trovo, que Mesa Café de La Unión ha iniciado en colaboración con la Fundación
Cante de las Minas.
20/04/2012
LUTO POR FRANCISCO CELDRÁN, “PACO ICARO” De nuevo
La Unión y el mundo de los cabales del
flamenco, vuelven a ponerse de luto. Esta
vez nos ha dejado Francisco Celdrán
Sánchez ; “Paco Ícaro” para sus amigos.
27/07/2012
LA FOTÓGRAFA SOLEDAD
UJALDÓN EXPONE EN LA
UNIÓN SU “YACIMIENTO DE
COLORES MINEROS” Se trata de la
primera exposición sobre temática minera
que realiza la fotógrafa murciana, y que se
presenta en el marco del Festival Internacional del Cante de las Minas.
65
Fundación Can
21/02/2012
APROBADO EL PROYECTO DEL
CAFÉ CANTANTE El Ayuntamiento
de La Unión ha aprobado el proyecto para
la rehabilitación de un edificio destinado
al Cante de las Minas y en el que se tiene
previsto acoger un Café Cantante y la sede
permanente de la Escuela de Arte Flamenco.
30/12/2011
CLAUSURADO EL CONGRESO
UNIVERSITARIO DE BAILE
FLAMENCO. Clausura de los Cursos
Prácticos de Baile Flamenco Minero y
Danza Española, que han sido organizados por la Fundación Cante de las Minas
y la Universidad Politécnica de Cartagena,
a través del Campus de Excelencia Mare
Nostrum, y con la colaboración del Conservatorio de Danza de Murcia.
23/12/2011
CIERRE ANUAL DE ACTIVIDADES DE LA FUNDACIÓN
CANTE DE LAS MINAS. El patro-
nato de la Fundación Cante de las Minas
ha celebrado en Murcia su última sesión
ordinaria del año .
66
nte de las Minas
11/11/2011
MEDALLA DE ORO DE LAS
BELLAS ARTES. El Pleno Munici-
pal solicita la medalla de oro de las Bellas Artes para el Cante de las Minas, por
unanimidad de todos los grupos políticos.
17/10/2011
MEDALLA DE ORO DE LAS
BELLAS ARTES. Abierto el plazo
de inscripción para el segundo año de
la Escuela de Arte Flamenco
14/1082011
CELIA ROMERO, LÁMPARA
MINERA DEL 51º FICM. Juan
Torres Fajardo “Habichuela Nieto”, Bordón Minero; Lucía Álvarez “La Piñoña”,
Trofeo Desplante y Sergio Monroy, Premio El Filón al mejor Instrumentista
67
“UN HOMBRE PARA LA ETERNIDAD”
L
Paloma Sofía Celdrán Montoro
a luz de esta mañana de abril apenas se ha
abierto sobre el horizonte, mientras él la
observa por el rabillo del ojo sin levantarse
todavía. Escucha a su mujer desayunando en
silencio en la cocina, empieza la cuenta atrás.
Sabe que en cuanto termine vendrá a despertarle desplegando toda la energía de la que
es capaz, llena de bromas y buen humor, provocándole con su buen ingenio. Desde luego
que no se parece en nada a su primera mujer,
pausada y tranquila, quizá en exceso, pero más
parecida a su carácter. Claro que se casaron tan
pronto que casi se podría decir que crecieron
juntos y es fácil hacerse el uno al otro. Con Lola
todo era distinto; él había amado a su mujer
durante treinta años y, a su muerte, consideró
su viudez permanente y a sí mismo incapaz de
superarlo, así que el primer sorprendido cuando Lola llegó para quedarse en septiembre de
2006 fue él. En plena madurez, vio cómo todo
regresaba a su ser, gracias a la esperanza y el
amor que ella le trajo.
- Venga, murcianico, que hay que trabajar. – Se
hace el remolón y ella le zarandea las piernas.
Estas son las cosas que le dan felicidad.
- Pero Lola, ¿qué hora es? – Los dos saben que
todo forma parte del ritual diario de sus afectos y entran en el juego.
- Las nueve, Paquico, y tienes cosas que hacer.
– Le da un beso y sube la persiana.
Él se decide y se sienta en la cama con sosiego.
Bebe un sorbo de agua del vaso que deja por
las noches en la mesilla tapado y mete los pies
en las zapatillas. Hoy hay mucho que hacer
para la revista del festival, así que se sentará en
su despacho casi toda la mañana frente al ordenador, rodeado de sus libros, con la puerta
del balcón abierta y el sol y el viento fresco entrando, con la vista de la sierra al fondo. En los
descansos le pondrá al Piticli cantos de otros
canarios que se ha bajado de internet “para que
aprenda” y escuchará música para inspirarse:
flamenco, ópera, clásica, poemas… “Esta es mi
fortuna”, piensa, “ni envidiado, ni envidioso”.
La mañana pasa construyendo, pensando,
proyectando, revisando, perfeccionando una y
otra vez sin descanso. Cerca de las dos y media
suena el móvil. Es la hora en que su hija mayor
coge el autobús de vuelta del trabajo y aprovecha para llamarle, mal momento antes de la comida. Su hija pequeña lo llamará por la tarde
y a las dos les dirá que está bien, que no ha
pasado nada de interés y que si no tienen más
que decir, que no gasten teléfono tontamente.
Aunque le preocupen, sabe que están bien
porque las educó como personas nunca como
mujeres. Jamás les dijo “no puedes”, “esto no lo
hace una señorita”, “eso es cosa de hembras”, ni
el resto de cosas que les podían ir agachando la
cabeza hasta que no recordaran el día en que
miraban de frente. Les enseñó a ser competitivas, valientes, les puso su futuro en sus propias
manos; les dio recursos suficientes para afrontar el porvenir, tanto intelectuales como espirituales o afectivos. En su casa no se usó la censura y cualquier cuestión que ellas plantearan
por rara, íntima o espinosa podía ser objeto de
charla o análisis. Crecieron sabiéndose distintas, aprendiendo de la literatura, del cine y de
la música, que él había puesto a su disposición,
una forma diferente de enfocar la realidad.
Así que como padre, se llena de orgullo íntimo
si le preguntan por sus hijas: “Están trabajando las dos de lo suyo, la mayor en Madrid y la
pequeña en Almería”. Ambas se marcharon por
la obligación de tener trabajo y, en el fondo,
preferiría tenerlas cerca pero nunca se interpondría ante su futuro. Pocas veces les ha dicho
que son lo mejor de su vida, pero lo ha hecho al
menos, siguiendo su filosofía de contarlo todo:
“Si no dices lo que piensas, no pensarás lo que
dices”.
A media mañana ya estaba avisado de que iba a
comer lentejas; se sienta, sirve un vaso de vino
a Lola y otro a él, coge un trozo de pan y empieza a comer como a él le gusta, despacio. Siempre empieza por el borde más alejado del plato,
“para que no te quiten la comida”, que decía su
madre, y va, poco a poco hacia dentro para terminar en el extremo opuesto y más cercano a
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él. Le gusta hablar mientras almuerza, cualquier
tema o asunto le es válido siempre que le pueda sacar punta para reírse un rato. La ironía
ha formado parte de su personalidad siempre
aunque le ha deparado respuestas diferentes
según el auditorio: unas veces cae en gracia
y la mayoría el interlocutor se siente molesto
por carecer de la capacidad de contestar con el
mismo ingenio, lo que deviene en consecuen-
cias nada deseables. Con el tiempo ha ido adquiriendo cierta habilidad para dosificarla, sin
embargo, su sentido del humor ha crecido exponencialmente.
Después de una breve siesta, con un descafeinado y los documentales de la dos, se dispone a echar otro par de horas. Sale al balcón y
mira el perfil de los montes contra el cielo azul,
hace poco viento. Añora los paseos que hace
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Francisco Celdrán (Paco Ícaro)
Fotografía facilitada por su familia.
años se daba a estas horas por la sierra caminando o en bici, lo que era mejor porque le permitía llegar hasta la playa y quitarse las deportivas para mojarse los pies y sentir el contacto
con la arena. Este es el pueblo de su infancia,
de su adolescencia y de su juventud y ahora en
la madurez, vuelve a transformarse de nuevo
en otro significado que añadir a los anteriores.
La Unión es una ciudad repleta de misterios y
secretos encriptados en su historia que le fascinan y le maravillan, cada vez de forma opuesta. Ve su propia existencia ligada al devenir
del pueblo en el último medio siglo, desde las
calles de tierra y el aguador hasta internet, es
un viaje que han hecho juntos y que se ha visto
entrelazado en el Festival Nacional del Cante de
las Minas, empezando como corresponsal del
diario “Línea” en la terraza de la calle Argüelles y
terminando como su Coordinador de Prensa y
fundador de la revista “Lámpara Minera”. En su
momento, con veinte años creó otras publicaciones que padecían de su propia falta de experiencia. Cincuenta años de cambios que contempla como un breve suspiro y que le hacen
pensar en el sentido de la vida.
Hoy es el cumpleaños de su madre, así que irá
antes de lo acostumbrado a recogerla para dar
una vuelta por la calle Real. Se ducha y se viste,
el espejo le enseña un hombre mayor pero
que aparenta ser más joven, además, se pasa
la mano por la cabeza, raparse ha sido un acierto. De camino, se cruza con el “Centro Cultural Asensio Sáez”, el corazón le da un pequeño
brinco. Observa cómo ha cambiado desde que
empezó siendo su director a principios de los
ochenta y cómo le trae a la memoria a su amigo
Asensio. Sin embargo, no se detiene y prosigue
hasta llegar a su vieja calle, rápidamente llama
al timbre con los dos toques acordados; hoy no
desea recordar cosas perdidas.
- Pasa un momento que voy a coger una rebeca
por si luego refresca. – Le da la sensación de
que va menguando a ojos vistas, más delgada,
más pequeña, parece que tiende a desaparecer. - Lo único que me faltaba a mí era resfriarme.
- Pero, ¿cuántos cumples? – La señora Carmen
esboza una media sonrisa. No recuerda el mo-
mento en que decidió quitarse uno o dos años,
incluso ha llegado a dudar en qué año concreto
nació, aunque su hijo lo haya visto en el libro
de familia.
Cierran la puerta y echan la persiana, la tarde
se extiende apacible. Hablan del tiempo, de los
vecinos, antiguos y actuales, de lo que alargan
los días y, en algún instante, provocará un poco
a la madre, según su costumbre, para comprobar que sigue reaccionando y quejándose, así
sabe que ella está como siempre ha sido y se
puede volver tranquilo a casa. A medio camino,
se les une su hermana pequeña “Mira, por ahí
viene la Loli” y juntos recorren la calle hasta que
el ocaso pone fin a la caminata.
De vuelta a su casa, pasa por la calle mayor,
charla con sus amigos un rato, porque se le ha
hecho tarde, y llega a casa para cenar. Lola va
de arriba abajo, se levanta y se sienta, también
tiene la capacidad de contarle con el mayor de
los detalles lo que le ha ocurrido en el trabajo.
Es increíble todo lo que esta mujer puede hacer
a la vez, “Lola, siéntate”, como no hay manera,
decide cortar de raíz:
- Cuando me muera quiero que tiréis mis cenizas al mar en Calblanque, igual que hicimos
con Jose. – Es lo primero que se le ha venido a
la cabeza y no sabría decir por qué. De repente
siente una punzada en la axila y un aliento frío
en la nuca que le hiela el tuétano. Mira el reloj:
son las diez. – Las diez del quince de abril de
2011. – Ha parecido una sentencia.
- ¡Murciano malaje! - objetivo cumplido, se ha
sentado – Que sepas que eso ahora está prohibido. Además, hoy es dieciséis no quince.
Después de recoger la mesa y de fregar se acomoda en su sillón con su café descafeinado en
la mesa auxiliar. Mientras ve la tele, sin querer,
vuelve a recordar a su primera mujer que ha
quedado cristalizada en su mente joven y hermosa, con cuarenta años. “Jose”, piensa, “que
vueltas da la vida, esto no te lo esperabas…”.
Pero la noche avanza y el sueño al final lo vence.
Por fin, su agitado pensamiento puede descansar en paz.
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Carta enviada por Carmen Conde a Paco Ícaro
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Esteban Bernal
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