La historia de un inocente que fue preso dos veces

Anuncio
Suplemento Revista del diario Hoy en la Noticia
justicia- seguridad-policiales
29 // 7 // 07
„ La Plata „
La imparable ola de asaltos a restaurantes no se detiene
Mejor
reír que
llorar
El dueño de La Vermucería (16 y 65) guardó las
boletas de los clientes que el viernes pasado
cenaron pero no pagaron por culpa de la misma
banda que minutos antes asaltó Vialidad (7 y 56).
El local estaba casi completo cuando se produjo
el robo, el decimotercero que ocurre en la
ciudad en pocos días. Hubo un disparo en el
interior y una persecución en la que los cuatro
autores fueron detenidos por la Policía-Págs. 4 y 5
La historia de un inocente
que fue preso dos veces
Hace poco menos de un mes recuperó la libertad, tras
haber estado detenido durante más de un año por una
violación que no cometió. En 2004 lo vincularon con el
crimen de una psicóloga platense. Pasó casi veinte días
en la cárcel, pero también fue sobreseído - Págs. 6 y 7
2
Trama URBANA
Suplemento de Justicia, Seguridad y Policiales
BRUTAL ASALTO EN VIRREY DEL PINO
Le cortaron dos dedos
al chofer de un colectivo
Fue atacado por dos falsos pasajeros en medio del recorrido. Le
robaron dinero y algunas pertenencias pero evidentemente no
quedaron conformes. Tras amputarle dos dedos, huyeron en moto
Un chofer de colectivos de la Línea 88, que
une Capital Federal con el partido de La Matanza, fue asaltado por dos delincuentes que le amputaron dos dedos de su mano derecha con una
cuchilla de carnicería.
El caso, que se conoció ayer, ocurrió el jueves
pasado a las 23.55, cuando el conductor del interno 40 de la empresa “Expreso Liniers S.A.” se
aproximaba a una de las cabeceras, ubicada en
el kilómetro 48 de la Ruta Nacional 3, en la localidad de Virrey del Pino.
“Eran dos chicos jóvenes y
querían más plata porque
sabían que me habían dado
un vale de dinero en la
empresa”, contó la víctima
Un pasajero que viajaba en ese momento atacó al chofer, le robó dinero y algunas pertenencias personales y le cortó dos dedos, para luego
escapar en una moto que conducía un cómplice.
La víctima, identificada como Alejandro Farías, fue auxiliada por otro compañero que pasa-
ba por el lugar, quien lo llevó a un centro de
asistencia de la zona, donde los médicos no pudieron salvarle los dedos índice y mayor de la
mano derecha.
“Necesitamos más seguridad en la ruta 3
porque no hay luz en el camino, y cuando salgo de mi casa no sé como voy a reaccionar
cuando tenga que ir para esos lados de vuelta”,
pidió el chofer.
“Yo iba por la ruta 3 a la altura del kilómetro
46 hacia el 48, me faltaban dos para llegar a la
cabecera de la empresa y terminar mi jornada de
trabajo y terminé el kilómetro 39 en un tramo
más oscuro de la ruta asaltado y sin dos dedos”,
contó acerca del robo.
“Eran dos muchachos jóvenes y querían más
plata, porque sabían que me habían dado un vale de dinero en efectivo en la empresa y sin tantas vueltas unos, sacó un cuchillo y me cortó los
dedos”, recordó.
En tanto, Marcelo Andrade delegado de los
choferes de la línea 88 reconoció que “no descartan” parar por la noche si las autoridades policiales “no nos protegen por la noche”.
Además, agregó que la municipalidad se tiene
que hacer cargo de la iluminación de la ruta 3 a
lo largo de varios kilómetros, “donde es una boca de lobo ideal para la delincuencia”.
La Plata, domingo 29 de julio de 2007
Merlo: mató a cabezazos
al amante de su madre
La Pampa: chocó un secretario
de Scioli y murió una mujer
Un joven de 17 años mató a cabezazos
a un hombre durante una discusión,
después de sorprenderlo en una actitud
amorosa con su madre. El caso ocurrió
ayer a la mañana en Merlo cuando el
pibe encontró a su madre en una situación amorosa con otro hombre. La víctima caminó herido unas cuadras pero
cayó muerto cerca de su casa.
Un colaborador del vicepresidente Daniel
Scioli sufrió un accidente en el acceso
oeste a Santa Rosa, en la provincia de la
Pampa. Por el hecho murió una mujer de
37 años y su hija de 13 resultó gravemente herida. El hecho se produjo cuando una camioneta, conducida por
Mariano Goyenechea, impactó contra un
auto ocupado por una familia.
Córdoba: un joven asaltó y violó a
una mujer en la parada de un micro
Un joven de 23 años fue detenido cuando
escapaba después de asaltar y someter sexualmente a una mujer, a quien sorprendió
en una parada de ómnibus en la zona este de
la capital cordobesa, según informaron fuentes del caso.
El titular del Departamento Investigaciones de la Policía, comisario Felipe Rao, reveló a la prensa que el episodio ocurrió en
las primeras horas de ayer, en el barrio Ampliación Palmar, cuando la víctima, de 31
años, estaba en la parada de un micro urbano de la zona.
En ese momento fue soprendida por un joven
que la amenazó de muerte, la obligó a trasladarse a un descampado donde luego de propinarle
con un trozo de ladrillo un golpe en la cabeza,
la sometió sexualmente.
Los voceros destacaron que tras robarle dinero, el reloj pulsera y otras pertenencias, el delin-
cuente huyó del lugar, pero un suboficial de policía que pasaba por el lugar fue alertado por los
gritos de la mujer y con la descripción del sospechoso inició una persecución a la que se sumaron varios móviles policiales.
A unas cuadras del lugar donde se produjo la
violación el delincuente fue capturado y trasladado a una dependencia policial, donde se
constató que se domicilia en el barrio San Jorge
de Córdoba.
De acuerdo al informe el imputado sería empleado de la planta depuradora de líquidos cloacales que funciona en la zona Bajo Grande, a
poca distancia del lugar del hecho.
Los voceros reconocieron que el sospechoso intentó evadir el cerco policial y hasta golpeó a uno de los efectivos que intentó capturarlo. Recién cuando notó que estaba en inferioridad númerica levantó las manos, en señal
de rendición.
Suplemento de Justicia, Seguridad y Policiales
La Plata, domingo 29 de julio de 2007
Trama URBANA
3
BERISSO
Una familia denunció que inquilinos le
vaciaron la casa que estaban ocupando
Los dueños acusaron a una empleada doméstica de 33 años y a su esposo. Al parecer, el jueves pasado a la noche habrían cargado los muebles,
la cocina, las camas, una heladera y hasta los cubiertos en un camión de mudanza. Un detalle del caso es que el hombre renunció a su trabajo
Un matrimonio que hace poco más de un
mes les alquiló una casa amueblada a una
mujer y su esposo en Berisso, denunció que
el jueves pasado a la noche estos se llevaron
hasta los muebles en un camión de mudanza.
El denunciante se llama Carlos Alberto
Aufmuth (58) y está indignado con lo que
le pasó. “Conocía a esta gente desde hace
unos años. Me pidieron que les alquile la
vivienda y lo hicimos todo legal. Firmamos
un contrato y el 22 de junio pasado se mudaron. La finca está en 158 n° 950 entre 11
y 12. Al mes me pagaron, pero por una vecina me vengo a enterar que cargaron todo
y se fueron”, contó Carlos. “La mujer es
empleada doméstica y residía junto a su esposo, y sus tres hijos”, detalló Mercedes
Zallia, la esposa de Carlos.
biertos, dos mesitas de TV, una heladera
con freezer y hasta una caña de pescar
con una caja con líneas y dos rieles. “Lo
único que dejaron fue un placard, es que
era mucho trabajo desarmarlo”, aclaró
Mercedes.
“Tenemos sospecha de que se mudaron a otra provincia, quizá a Mendoza,
pero los vamos a encontrar y les voy a
hacer juicio”, anticipó el vecino de la
localidad de Berisso.
“El celular que tenía Guardia figura
como un usuario fuera de servicio, pero sé que de alguna manera voy a dar
con su paradero, a lo mejor esta publicación ayude. Quiero decirle en la cara
todo lo que siento. La verdad es que me
duele mucho más la actitud que tuvieron que los bienes materiales que se
apropiaron”, detalló Carlos.
“Según mi abogado todo se acelerará
cuando termine la feria judicial”, se consoló Carlos, que actualmente no tiene
trabajo.
La UFI N° 7 caratuló el hecho como
hurto, pero Aufmuth aclaró que iniciará
una causa civil por daños y perjuicios.
El esposo de la inquilina
titular salió de garante
pero hace cuatro días
renunció a su trabajo y
nadie sabe de su paradero
Al hombre lo fueron a buscar a donde
trabaja, la empresa de transportes “Améndola”, de 24 y 127, pero se encontraron con la novedad de que Guardia había
renunciado hacía cuatro días, siempre de
acuerdo al relato de Mercedes.
En la denuncia, que fue radicada en la
fiscalía n° 7 de La Plata, consta que de la
casa de Aufmuth se llevaron dos modulares -uno de madera y otro de fórmica-, un
juego de comedor y otro de living, una
cocina, mesas y sillas, dos camas, una de
ellas matrimonial, todas las vajillas y cu-
diag 74 y 30
Golpe en una verdulería
Dos delincuentes asaltaron ayer una
verdulería en inmediaciones al
cementerio local.
El caso ocurrió a las 6.30 de la tarde
en un local de diagonal 74 y 30. Según
fuentes policiales, los autores amenazaron a una mujer y escaparon con el
dinero de la recaudación del día.
131 Y 60
EN EL CENTRO
Otra estación de servicio asaltada
Revuelo por una persecución
Como viene ocurriendo con
regularidad en la ciudad, una
vez más fue asaltada una
estación de servicio.
El nuevo caso ocurrió ayer en
la Shell de 131 y 60, cuando a
las 7.30 de la tarde dos delincuentes asaltaron a uno de los
empleados y escaparon con el
dinero de la recaudación.
Según confiaron los voceros
consultados, los autores
huyeron en dos bicicletas y no
pudieron ser capturados.
El caso fue caratulado como
“robo calificado”.
Un delincuente de 20 años fue
demorado por la policía luego
de una increíble persecución que
terminó en una casa, donde el
fugitivo intentó ocultarse.
Todo comenzó a las 9.30 de la
mañana de ayer cuando un sujeto
asaltó un Bapro Pagos de 7 entre
42 y 43. El autor amenazó a una
chica, identificada como Paola
Masino (25), y fugó con los 800
pesos que había en la caja. Pero
en medio de la huida un efectivo
inició una persecución que terminó en una casa de 8 entre 42 y
43, donde intentó ocultarse.
City Bell: desbaratan una peligrosa organización
La Policía realizó una serie de
allanamientos en los que desbarataron una peligrosa organización que asolaba a la zona norte
de la ciudad, informaron fuentes
policiales.
Los procedimientos, coordinados por la flamante Jefatura Distrital de City Bell -a cargo del inspector Raúl Daniel Gato-, fueron
realizados en diez domicilios de la
mencionada localidad, donde los
uniformados demoraron a tres de
los cuatro integrantes de una banda que, mediante el uso de armas
de fuego, sustraían vehículos y en
algunos casos entraban a robar a
casas de familia.
Armas y municiones
Los voceros consultados desta-
caron que, además de las detenciones, procedieron al secuestro de varias armas de fuego, entre ellas una
escopeta recortada, municiones de
distintos calibre y demás elementos
de dudosa procedencia.
En tanto, las fuentes consultadas
por Trama Urbana reconocieron
que algunos de los domicilios allanados eran utilizados como “aguantaderos”, y que al menos uno de los
miembros no pudo ser capturado.
Si bien el mismo se encuentra
identificado en la causa, al cierre
de la presente edición personal de
la comisaría Décima de La Plata
-al mando del capitán Héctor Esteban Ballón- se disponía a realizar un operativo en un asentamiento donde, supuestamente,
podría encontrarse el sospechoso.
Hasta los dientes. Las armas secuestradas en diez allanamientos
4
1
Trama URBANA
Lugar: Treintagringas (14 y 54).
Fecha: viernes 22 de junio.
Hora: 0.30.
Autores: 3 NN.
2
Suplemento de Justicia, Seguridad y Policiales
La Plata, domingo 29 de julio de 2007
Lugar: Patagonia (11 y 69).
Fecha: jueves 5 de julio.
Hora: 23.00.
Autores: 2.
3
Lugar: Némesis (20 y 57).
Fecha: jueves 12 de julio.
Hora: 23. 30.
Autores: 2.
4
Lugar: Coliseo (10y 47).
Fecha: Sábado 14 de julio.
Hora: 7.00
Autores: 2.
Cuatro ladrones asaltaron un restaurante
con 50 comensales pero fueron detenidos
Ocurrió anteayer a las 23.40 en 16 y 65. La banda venía de robar otro bar en 7 y 56. Una de las víctimas escapó y llamó al 911. La policía persiguió a
los autores. Hubo un tiroteo. Uno se escondió en el hospital de Niños. Otro en el Parque Saavedra. Todos fueron reducidos. Tienen antecedentes
Más de 50 comensales estaban cenando la noche del último viernes en
el restaurante La Vermucería, bar de picadas de 16 y 65 cuando irrumpieron
cuatro sujetos fuertemente armados,
que después de reducir a los empleados y clientes, se llevaron el dinero de
la caja y las billeteras, camperas, carteras y celulares de casi todos los presentes.
El hecho, como anticipó este diario
en forma exclusiva en su edición anterior, ocurrió a las 23.40 y los delincuentes para amedrentar a sus víctimas golpearon a un anciano y detonaron un disparo al aire en la cocina.
También hubo forcejeos hasta que
uno de los damnificados escapó y avisó a la Policía.
El dueño del restaurante es Daniel
Alonso (39) y le contó a Trama Urbana cómo se fueron sucediendo los hechos que terminó con la detención de
los cuatro malvivientes: dos de 22
años, uno de 19 y otro de 31, todos
con antecedentes penales.
“Uno se metió en la cocina, otro se
En la huida, los ladrones
descartaron las armas
y algunos elementos
robados: celulares,
billeteras y carteras
quedó en la puerta con un revólver en
cada mano y los dos restantes se metieron entre las mesas para asaltar a los
comensales”, describió Daniel.
Gonzalo, uno de los clientes, empujó a uno de los ladrones y ganó la
calle. Corrió en dirección a 15, y a la
media cuadra se tiró abajo de una camioneta estacionada y llamó al 911.
La banda se puso nerviosa. “Se me
escapó uno, se me escapó uno. Apúrense porque va a venir la gorra”, indicó uno de los sujetos a sus compinches. Con los elementos sustraídos se
retiraron a la corrida por 16 hacia 66.
Es que un remis, un Renault 19 color
verde, patente CDL 484, en 66, 15 y
EL TESTIMONIO DE UNA DE LAS VICTIMAS
“Los policías aparecían de todos lados”
Ni bien se supo que en la “La
Vermucería” había cuatro delincuentes, la Policía inició un gran
despliegue. Uniformados de las
comisaría de Novena, Octava, Quinta
y Primera rodearon la zona.
Diego Alonso, el dueño del comercio
que persiguió a unos de los delin-
cuentes hasta el parque Saavedra,
dijo que “los policías salían de todos
lados, y al verse rodeado, el chorro
tiró el arma y se entregó”.
Secuestraron un Renault 19 verde,
dos pistolas, varios celulares, dinero,
carteras e indumentarias que
pertenecían a las víctimas.
Las viviendas de dos
de los aprehendidos
fueron allanadas hace
unos días, pero con
resultados negativos
16, los estaba esperando. Pero mientras tiraban adentro del vehículo los
objetos robados, apareció un móvil policial. Uno de los delincuentes se tiró al
piso. Se entregó. Los otros tres corrieron de nuevo en dirección al resto bar.
En la vereda del restaurante ya estaban
las víctimas, que al ver que los ladrones volvían se refugiaron en el interior
del local. “Nos vienen a robar de nuevo”, gritó uno de los damnificados. A
pocos metros de la esquina de 16 y 65
los uniformados redujeron a uno. El
oficial de policía Nelson Samaniego
terminó con un hematoma en un ojo.
Alonso, en su auto, persiguió a los
dos prófugos. A uno lo divisó entrando a la guardia del hospital de niños y
al otro en el parque Saavedra. En ambos casos la Policía los detuvo. Al que
estaba en el hospital se le secuestraron 1.500 dólares, justamente el
monto que le habían robado minutos
antes a un empleado del bar Vialidad
de 7 y 56.
En el parque, cerca del lago se generó un tiroteo. Acorralado por uniformados que surgían de todos lados, el
delincuente descartó el arma y se entregó.
Los cuatro durmieron en la Novena.
Suplemento de Justicia, Seguridad y Policiales
La Plata, domingo 29 de julio de 2007
5
Lugar: El Bebedero (14 y 49).
Fecha: domingo 15 de julio.
Hora: 22.
Autores: 3.
6
Lugar: Líbano (Diagonal 79, entre 55 y 6).
Fecha: lunes 16 de julio.
Hora: 01.30.
Autores: 2 NN.
7
Trama URBANA
Lugar: El Pueblito (Diag. 74 entre 57 y 58).
Fecha: lunes 16 de julio.
Hora: 02.00.
Autores: 2.
8
5
Lugar: Argento (8 y 41).
Fecha: viernes 20 de julio.
Hora: 22.15.
Autores: 4.
Sería la misma banda que
robó en otros tres locales
La Policía sospecha que se trataría de los mismos hombres que
horas antes asaltaron Vialidad. Los investigan por otros asaltos
Mientras alrededor de 200 policías
patrullaban la ciudad para evitar el
robo de restaurantes, tres sujetos armados irrumpieron en el bar Vialidad, de 7 y 56, y luego de encañonar
al empleado y a las mozas se dieron a
la fuga con 1.500 dólares de la caja
registradora y con las billeteras, carteras y celulares de algunos de los 30
comensales.
Desde la comisaría Novena informaron que el trío se subió a un
auto de color oscuro y desapareció
del lugar. Y como la banda ya estaba
siendo investigada resolvieron cerrar
los accesos a la localidad de Los Hornos. Pero al parecer los delincuentes
decidieron actuar en otro golpe: en el
bar de picadas La Vermucería (ver nota aparte).
Luego de las detenciones por este
último atraco, las autoridades de la
Novena aseguran que se trata de la
misma banda. “Se cambiaron la ropa
pero a uno de ellos le secuestramos
los 1.500 dólares que robaron en
Vialidad.
El Gabinete de Prevención de la
Novena ya los tenía en la mira. Había
Huellas. El dueño señala el lugar donde impactó la bala
Vialidad. Funciona en 7 y 56
Peritajes. El champán que tomaron los entregadores
EL BALANCE DE SALVADOR BARATTA, JEFE DEPARTAMENTAL
MAS EFECTIVOS PATRULLAN LAS CALLES
“Se esclarecieron 20 casos y hubo más de 15 detenidos”
Extreman medidas por la ola de robos
Luego de la primera noche con el
nuevo operativo dispuesto por la
Departamental La Plata, Trama
Urbana consultó el parecer de su
titular, Salvador Baratta.
“Entre la noche del viernes y la
madrugada de ayer hubo 16
detenciones, se esclarecieron 20
9
solicitado el allanamiento de dos fincas ubicadas en Los Hornos el 28 de
junio último. La que se concretó días
pasados pero con resultado negativo.
Ahora quedaron imputados por tentativa de robo calificado en poblado y
en banda, robos reiterados, abuso de
armas, resistencia a la autoridad y lesiones.
Y también, aseguran, son los autores de los robos en el resto bar
Treintagringas, de 14 y 54, cometido
el 22 de junio pasado, y del atraco
en Bussines, de 14 y 57, el 8 de julio
último.
Lugar: Coliseo (10 y 47).
Fecha: domingo 22 de julio.
Hora: 19.30.
Autores: 2.
hechos delictivos y se secuestraron
6 armas”, explicó Baratta.
Como se recordará, en el transcurso de la semana se anunció que
200 policías de seguridad y de
investigaciones, en patrulleros,
motos y hasta vestidos de civil
recorrerían las calles para evitar
10
nuevos robos.
“Ayer desbaratamos otra banda y
estimamos que ya no quedan más.
Pero nunca se lo puede certificar
del todo”, explicó el funcionario
policial. “De domingo a jueves continuó- el operativo sigue pero
con menos uniformados”.
Lugar: Vitaminas (Diag.74 entre 49 y 50).
Fecha: lunes 23 de julio.
Hora: 23.00.
Autores: 2.
11
Debido a la ola de robos a bares
y restaurantes en la capital
provincial, las autoridades de la
Departamental La Plata dispusieron reforzar algunas medidas de seguridad.
Desde este fin de semana, unos
200 policías patrullan las calles,
Lugar: Vialidad (7 y 56).
Fecha: viernes 27 de julio.
Hora: 22.30.
Autores: 3.
12
principalmente aquellas zonas
que concentran a los comercios
del rubro gastronómico.
Personal de seguridad y de investigaciones de las distritales
Berisso y Ensenada prestan colaboración los viernes y sábados,
aunque un 80% es de La Plata.
Lugar: La Vermuceria (16 y 65).
Fecha: Viernes 27 de julio.
Hora: 23.40.
Autores: 4.
Trama URBANA
6
Suplemento de Justicia, Seguridad y Policiales
La Plata, domingo 29 de julio de 2007
LA INCREIBLE HISTORIA DE UN ARTESANO QUE FUE ACUSADO FALSAMENTE DE UNA VIOLACION
Estuvo preso más de un año por
LA UNICA PRUEBA
EN CONTRA
El archivo
fotográfico
como
mecanismo de
investigación
Los reconocimientos por álbumes fotográficos, muchos de
ellos quemados por orden del
ministro de Seguridad, León
Arslanián, siguen siendo una
herramienta de identificación
que los investigadores policiales usan a menudo. Hace apenas unos días, y en ocasión de
un violento robo a un restaurante platense se vio a un efectivo recorriendo las mesas de
los comensales asaltados con
una pila de fotos de los posibles autores. Este mecanismo
de identificación, que en muchos casos puede ser inducido,
fue el que llevó preso a Ariel.
En realidad, fue demorado por
el delito de “exhibiciones obscenas” y a los pocos días acusado falsamente por violación. Lo
increíble es que un acta del
hospital Dr. Alejandro Korn de
Melchor Romero probaba que
a la hora del hecho estaba
siendo entrevistado por una
psicóloga. Además, la supuesta
víctima pasó por la comisaría
pero aseguró que no se trataba
de la persona que la había atacado. Y otro dato: el reconocimiento en rueda lo hicieron sin
la defensora del acusado. Con
el book como única prueba,
Ariel pasó más de un año preso
acusado por un delito que para
la mayoría de la población carcelaria no tiene “perdón”.
Lo increíble es que la Justicia entendió que era inocente por segunda vez en pocos años. En 2004 lo vincularon con el crimen
El preso, el interno, el convicto -o
como quiera llamarlo- reniega de su
pasado. Le cuesta soltarlo. Y en un
penal, donde el silencio aflora, la
mente carbura y hasta los mitos se
reproducen, es difícil encontrar un
culpable -aunque no imposible-. En
realidad lo que es difícil es encontrar a alguien que asuma algo de
culpa, admita su responsabilidad.
Quizás sea por eso que a uno a veces le cueste creer. Puede ser. Y eso
que de vez en cuando aparece algún
que otro inocente retratado en un
diario, tratando de recomponer un
orgullo bastardeado, un buen nombre perdido, olvidado, aplastado.
Este es uno, aunque el protagonista
por temor a sufrir un nuevo reconocimiento en su contra, no se anime
a mostrar su cara.
“En 161 y 525 violaron
a una chica de 12 años
que salía del colegio,
pero ese día yo estaba
en un hospital”
La copia de la ficha que todavía está en poder del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB) evita una presentación que no aportará más
datos de los figuran en la planilla.
Ariel Hernán A. I. (se omiten los
apellidos por pedido del entrevistado), argentino, soltero, 32 años, de
oficio artesano, procesado por el
delito de “exhibiciones obscenas y
violación sin acceso carnal”, excarcelado. “¿Qué cosas me vas a preguntar?”, se ataja él, incluso antes
de saber que lo que dirá quedará para siempre en una cinta.
Hace poco más de dos meses Ariel
pidió una entrevista con Trama Urbana. Fue antes de iniciar una huelga de hambre por la increíble demora de un juicio que no tenía los ele-
mentos de prueba suficientes como
para llegar a esa instancia. Quería
que su caso se diera a publicidad
para que alguien pudiera escuchar
sus reclamos. Como la Justicia respondió a la demanda antes de los
trámites que el SPB le exige a la
prensa, el primer encuentro se concretó con la medida de fuerza finalizada y una promesa de debate en
puerta.
Esa tarde, y como casi todas las tar-
des que pasó encerrado en la Unidad Penitenciaria nº 36 de Magdalena, Ale se encontraba afuera
del pabellón. Lejos del resto de la
población, en una pequeña pieza
del sector “escuela”, con dos mesas,
una cocinita, un par de cajas apiladas, un mate y dos sillas enfrentadas. En ese lugar, en el que nada se
parece a una cárcel, cruzaba hilos
como los cruza ahora pero en una
plaza de la ciudad.
De Gorina a la calle
La última noche la pasó en un “buzón”
El buzón es una celda de castigo donde el
interno pierde todo tipo de contacto con
el resto de la población y algunos beneficios, como el derecho a la educación -sí,
aunque la ley lo prohíba-. La sanción puede durar un día o quince. No más. Antes
de recuperar la libertad, Ariel pasó la noche en el calabozo más oscuro y callado de
la Unidad Penitenciaria nº 12 de Gorina.
Y la pasó por una sencilla razón: protestó
más de la cuenta un traslado que consideró injusto -antes estuvo en la U-33 de
Magdalena-, pocas horas después
de que el Tribunal en lo Criminal nº de 3
de La Plata decidió absolverlo de culpa y
cargo por el delito de “violación”, el más
grave de los que se le imputaban.
En la cárcel donde pasó sus últimas
horas detenido indicaron que una fiscal
levantó la voz cuando se enteró de que
había sido castigado y que fue ella la
que se encargó de retirarlo. El 2 de julio
pasado Ariel volvió a ser un ciudadano
libre.
-¿Sos inocente?
-Más vale.
La respuesta sale automática como
salió hace tres años en la casa de
su tía, donde decidió contar su
verdad después de pasar 18 días
en los calabozos de una comisaría
acusado por el crimen de la psicóloga Nelly Dozzo (51). “Ella se
tuvo que mudar”, cuenta de su tía
con algo de culpa, y a pesar de que
la Justicia terminó dándole la ra-
Frases
Las artesanías
El futuro
“Siempre fui
artesano, toda la vida
me dediqué a eso.
Yo puedo estar
un día día entero
haciendo artesanías
porque es lo que me
gusta y creo que lo
hago bastante bien”
“Me quiero ir a Brasil
y vender sahumerios.
Si en La Plata alguna
vez llegué a ganar $ 3
mil por mes creo que
puedo vivir bien. Es la
última oportunidad
que tengo y la quiero
aprovechar”
Suplemento de Justicia, Seguridad y Policiales
La Plata, domingo 29 de julio de 2007
Trama URBANA
7
Las claves
un delito que no cometió
de una psicóloga platense. Pero fue sobreseído. En 2006 volvió a caer por otro delito. Hace un mes recuperó la libertad
“En los libros del
hospital quedó
registrado: a la hora del
hecho me atendía
una psicóloga”
zón. Como otros tantos crímenes,
el de Dozzo está impune. Ale fue
desvinculado de la causa al igual
que un grupo de policías que poco
tiempo después pasaron por lo
mismo. “En la comisaría
-recuerda- me habían identificado
con un identikit. Cuando lo vi me
quería morir: era igualito a mí. Pero después la rueda de reconocimiento dio negativo. Fui un chivo
expiatorio. Si hasta hubo policías
que intentaron sobornar a conocidos míos para que me acusaran
por el crimen”.
Segundas partes
Ale -o el “Turco” como algunos lo
llaman- continuó su vida que, aclaremos, nunca fue del todo ordenada. “Me drogaba y para comprar
salía a robar. Pero robaba boludeces. Nunca con un arma, eh”, recuerda ahora.
En una de esas salidas terminó en
la cárcel. Y de una prisión pasó a un
centro de rehabilitación para drogadependientes. Todo iba bien. Hasta
que un día entendió que en la calle
estaría mejor. Y escapó.
Fue un miércoles, un 22 de febrero de 2006. “Yo estaba internado en
Una huelga
de hambre
La decisión que aceleró el inicio
del juicio en el que finalmente
Ariel fue absuelto estuvo directamente relacionada con una
medida de fuerza que decidió
adoptar ante la falta de respuesta. “La dejé -cuenta Ariel
acerca de una huelga de hambre que duró unos días- en el
momento que cedieron con mi
petición, y la verdad reconozco
la sinceridad del secretario del
tribunal. Yo entiendo que hay
demandas de causas de juicio,
pero yo no tengo la culpa de
que estén tapados de trabajo”.
Los violadores,
sus enemigos
Ariel cuenta que la convivencia
en la cárcel es difícil pero aclara
-antes de que se lo preguntenque para él fue mucho más difícil por su condición de supuesto
“violador”. A pesar de que cargó
durante más de un año con esa
mochila, siempre intentó despegarse de esa clase de gente.
“Yo estoy resentido con los violadores. En el pabellón que estaba me peleaba con ellos. Porque
no los puedo ni ver. Los odio.
Por culpa de un violín estuve
preso. Si mi dicen violín agarro
un palo y los peleo porque no
tengo nada que ver”, afirma.
Soledad. Lejos de La Plata y en medio del campo, Ariel pasó más de un año recluido en la cárcel de Magdalena
Melchor Romero por tema de drogas, porque me inyectaba cocaína.
Pero me escapé, hice unas quince
cuadras y pasó lo que pasó”, explica omitiendo detalles.
Ariel fue detenido por el delito de
“exhibiciones obscenas”. Según él,
se bajó los pantalones para “defecar” pero alguien lo vio y tuvo la
“mala” idea de llamar a la Policía.
Por los antecedentes que tenía durmió un par de noches en la comisaría de Abasto. Hasta que un buen
día salió sin imaginar que en una
semana volvería a caer por delito
que no había cometido.
“Fui a hacer una rueda de recono-
cimiento y en ese momento me entero de que estaba acusado por una
violación”, sostiene.
-¿Y no lo sabías?
-No, porque me dejaron libre con
la condición de que me presente el
lunes siguiente. Y fui porque no había hecho nada.
-¿De qué se te acusaba?
-De violación. Pero yo no había
hecho nada, no hice nada.
-¿Pero qué decía la causa, qué
pasó ese día?
-Ese día no, dos días antes. En
161 entre 525 y 526 violaron a una
chica de 12 años que salía del colegio. Pero yo ese día estaba en Mel-
chor Romero. Sé que la agarró un tipo y la violó. En la causa (N. de R.:
nº 18.009) está acreditado todo. En
los libros del hospital, por ejemplo,
figura que a la hora del hecho a mí
me estaba atendiendo una psicóloga.
-¿Y por qué pensas que fuiste detenido?
-Es lo que no sé. A veces pienso si
me mandé alguna cagada con algún
pesado, con alguien de un juzgado.
Pero no, estoy seguro que no.
Hace mucho tiempo que esa
pregunta rebota en la cabeza de
Ariel. Lo triste es que quizás nunca
lo sepa.
Una buena entre
tantas malas
Ariel reconoce que es adicto a
la drogas. Mejor dicho que lo
era porque no consume desde
que ingresó a la Unidad Penitenciaria nº 36 de Magdalena,
donde pasó la mayor cantidad
de tiempo detenido. “Yo me escapé del hospital para robar y
comprar cocaína. Y en parte me
hizo bien caer preso porque sino creo que estaría muerto. Yo
a veces le doy a gracias a Dios
por lo que me pasó y por cómo
me trataron en la cárcel de
Magdalena. No sé si duraba
una semana más en la calle”,
cuenta antes de aclarar que la
droga en su vida forma “parte
del pasado”.
Trama URBANA
8
HISTORIAS
DEL CRIMEN: A
34
Suplemento de Justicia, Seguridad y Policiales
La Plata, domingo 29 de julio de 2007
AÑOS DE UNA FUGA INCREIBLE EN
LA PLATA
El día que Robledo Puch paró un colectivo de
la Línea 518 y ningún pasajero lo reconoció
En medio de la conmoción que provocó la serie de crímenes que había cometido, escapó de la enfermería del penal mientras se realizaba
una fiesta de despedida. En la esquina de 7 y 72 se subió a un colectivo aunque no tenía plata para pagar el boleto. Llegó a la terminal
de ómnibus, donde les pidió monedas a ancianos y a mujeres solas. Con ese dinero, pudo comprar un pasaje y llegar hasta Once
Como un fantasma:
estaba en
todas partes
Carlos Eduardo Robledo Puch
(55) es el preso más famoso de la
historia criminalística argentina,
incluso por encima de otros tristemente célebres como Cayetano
Santos Godino -más conocido como el “Petiso Orejudo”- y Mateo
Banks, y de los contemporáneos
Luis “El Gordo” Valor y Aníbal
González Igonet -alias “El loco
del martillo”. Mucho es lo que se
escribió acerca de los crímenes
-once en total- que cometió “El ángel de la muerte” hace casi 40
años, de su frialdad, de su personalidad, de la relación con sus
padres, de su amor por los fierros,
y hasta de sus días como promesa
de rugby. Pero hay una historia
menos conocida de su vida que
ocurrió en nuestra ciudad el sábado 7 de julio de 1973.
Puch convenció fácil al
chofer de la 518. Con
esa particular mirada,
le dijo que había sido
atacado por una patota
Esa noche, Robledo Puch, que estaba alojado en la Unidad Penitenciaria nº 9 de La Plata, pidió ser llevado a la enfermería del penal. Necesitaba tomar una pastilla para el
asma. Un guardia lo acompañó hasta la dependencia y lo dejó solo. En
ese momento se realizaba una insólita despedida: un grupo de presos
festejaban su pronta libertad.
En la enfermería se encontró con
otro recluso, Rodolfo Alberto Sica.
Habían planeado escapar juntos,
por lo que resolvieron ocultarse en
un armario y esperar que transcurriera la fiesta. Recién en las primeras horas del domingo salieron de
su escondite. Después de recorrer
uno de los pasillos de la cárcel y saltar una puerta con rejas, treparon
por el alambrado de un gallinero y
El estado de conmoción que
se vivió en la ciudad los días
posteriores a la fuga llegaron
hasta límites insospechables.
Es que fueron muchos los negocios del barrio cercano a la
Unidad Nº 9 que, temiendo la
aparición de Robledo, decidieron cerrar sus puertas hasta
tanto se confirme su paradero. Y los medios también se
encargaron de alimentar esa
sensación paranoica. Se decía
que estaba oculto en una villa
miseria de Monte Chingolo;
que robaba un kiosco y enfrentaba a tiros a la Policía;
que abandonaba el país vestido de mujer; que asaltaba una
mueblería en San Miguel y escapaba a toda velocidad en un
Torino. Los llamados telefónicos a la Policía y las versiones
disparatadas, todas se sucedieron sin pausa.
EL RECUERDO DEL COLECTIVERO QUE LO LEVANTO
“Me dio las gracias muchas veces”
El colectivo de la Línea 518 que abordó Robledo Puch apenas consiguió fugarse de la Unidad Penitenciaria nº 9
era manejado por Omar Lanfranqui.
Eran las 10 de la noche y en el colectivo viajaban no más de cuatro personas. Además del chofer, ninguno de
los pasajeros reconoció al asesino más
famoso de la historia criminalística argentina.
Antes de subir, Robledo le dijo a Lanfranqui que había sido atacado por
una patota: “Señor, hágame el favor.
Me acaban de asaltar cinco o seis tipos. Me quitaron el saco y toda la plata que llevaba. Después de golpearme
alcanzaron los techos. Llevaban una
cuerda fabricada con sábanas retorcidas y un gancho de hierro.
A continuación, saltaron a una
cancha de básquet y desde allí sobrepasaron un alambrado. Corrieron unos metros y llegaron hasta el
muro externo. Dos guardias se hallaban apostados con reflectores en
los extremos del paredón, el centro
permanecía a oscuras, con un foco
de luz descompuesto, por lo que
“Me acaban de asaltar“, le
dijo Robledo al colectivero
Robledo Puch y Sica probaron
suerte por ese lado.
Así, arrojaron el gancho y lo aferraron al sostén del reflector inutilizado. “El ángel de la muerte” trepó el muro, de seis metros de altura, y saltó del otro lado, sobre
una zanja que amortiguó la caída.
En ese movimiento perdió el vaporizador que usaba para el asma. Sica tuvo menos suerte, resbaló dos
veces al subir y en el tercer intento
me tiraron a una zanja. Hágame el favor, lléveme, no me dejaron ni una
moneda”, recordó el colectivero.
Sin cobrarle el pasaje, lo trasladó hasta la estación de ómnibus de nuestra
ciudad. Robledo Puch bajó en la parada de 41 entre 3 y 4.
“Me dio las gracias varias veces”, dijo
Lanfranqui. “Recién dos días después
-cuando la noticia ocupaba las primeras planas de todos los diarios- me di
cuenta de que yo había sido la persona que colaboró en su huida. Todavía
no entiendo cómo no lo reconocí”,
recordó a más de 30 años de aquel
episodio.
fue descubierto por los guardias.
Robledo Puch corrió unas cuadras
y logró perderse en la oscuridad.
En la esquina de 7 y 72 subió a un
colectivo de la línea 518 y le dijo al
chofer que había sido atacado por
una patota. El conductor se apiadó
de él y lo trasladó sin cobrarle el
pasaje hasta la estación de ómnibus de 41 y 4.
En la parada donde lo dejó el
518, pidió dinero para comprar un
pasaje. Y para eso, explotó su aspecto de chico desvalido: tanteó a
ancianos y mujeres solas, personas
que según suponía no leían diarios
ni podían quitarle la máscara. Así
pudo viajar hasta Once y desde allí
tomó otro colectivo para dirigirse a
Saavedra. Caminó largo rato hasta
que se escondió en una obra en
construcción. Allí permaneció el
resto del domingo y el lunes, que
por ser 9 de julio no era laborable,
y se dedicó a lavar la ropa que llevaba puesta.
Tres días después de
haber protagonizado
una de las fugas más
increíbles, Robledo Puch
fue capturado en Olivos
En las primeras horas del martes
abandonó el lugar y se dirigió hacia Olivos. Era el territorio familiar. Antes llamó por teléfono a su
madre, que al parecer le sugirió
que se entregara a la justicia. Esa
noche la Brigada de Investigaciones de Martínez recibió la primera pista firme sobre su paradero: Robledo Puch estaba en Olivos.
Mientras la Policía lo buscaba intensamente, fue a una cervecería
vecina, llamó por teléfono a su
abogado y salió. Quería llegar a
una estación del Automóvil Club,
donde lo esperaba su madre para
acompañarlo hasta una comisaría.
Eran sus últimos minutos en libertad. Vestía un jean y campera azul,
la camisa beige del penal y zapatillas blancas y negras. No tenía
dónde ir. Y ahí estaban los policías
de Martínez:
-Párese, policía -dijo el oficial
Torres, de la Brigada de Investigaciones.
-Sí -respondió el prófugo.
-¿Robledo Puch?
-Sí, soy yo. No me maten...
Descargar