Suplemento Revista del diario Hoy en la Noticia justicia- seguridad-policiales 29 // 7 // 07 La Plata La imparable ola de asaltos a restaurantes no se detiene Mejor reír que llorar El dueño de La Vermucería (16 y 65) guardó las boletas de los clientes que el viernes pasado cenaron pero no pagaron por culpa de la misma banda que minutos antes asaltó Vialidad (7 y 56). El local estaba casi completo cuando se produjo el robo, el decimotercero que ocurre en la ciudad en pocos días. Hubo un disparo en el interior y una persecución en la que los cuatro autores fueron detenidos por la Policía-Págs. 4 y 5 La historia de un inocente que fue preso dos veces Hace poco menos de un mes recuperó la libertad, tras haber estado detenido durante más de un año por una violación que no cometió. En 2004 lo vincularon con el crimen de una psicóloga platense. Pasó casi veinte días en la cárcel, pero también fue sobreseído - Págs. 6 y 7 2 Trama URBANA Suplemento de Justicia, Seguridad y Policiales BRUTAL ASALTO EN VIRREY DEL PINO Le cortaron dos dedos al chofer de un colectivo Fue atacado por dos falsos pasajeros en medio del recorrido. Le robaron dinero y algunas pertenencias pero evidentemente no quedaron conformes. Tras amputarle dos dedos, huyeron en moto Un chofer de colectivos de la Línea 88, que une Capital Federal con el partido de La Matanza, fue asaltado por dos delincuentes que le amputaron dos dedos de su mano derecha con una cuchilla de carnicería. El caso, que se conoció ayer, ocurrió el jueves pasado a las 23.55, cuando el conductor del interno 40 de la empresa “Expreso Liniers S.A.” se aproximaba a una de las cabeceras, ubicada en el kilómetro 48 de la Ruta Nacional 3, en la localidad de Virrey del Pino. “Eran dos chicos jóvenes y querían más plata porque sabían que me habían dado un vale de dinero en la empresa”, contó la víctima Un pasajero que viajaba en ese momento atacó al chofer, le robó dinero y algunas pertenencias personales y le cortó dos dedos, para luego escapar en una moto que conducía un cómplice. La víctima, identificada como Alejandro Farías, fue auxiliada por otro compañero que pasa- ba por el lugar, quien lo llevó a un centro de asistencia de la zona, donde los médicos no pudieron salvarle los dedos índice y mayor de la mano derecha. “Necesitamos más seguridad en la ruta 3 porque no hay luz en el camino, y cuando salgo de mi casa no sé como voy a reaccionar cuando tenga que ir para esos lados de vuelta”, pidió el chofer. “Yo iba por la ruta 3 a la altura del kilómetro 46 hacia el 48, me faltaban dos para llegar a la cabecera de la empresa y terminar mi jornada de trabajo y terminé el kilómetro 39 en un tramo más oscuro de la ruta asaltado y sin dos dedos”, contó acerca del robo. “Eran dos muchachos jóvenes y querían más plata, porque sabían que me habían dado un vale de dinero en efectivo en la empresa y sin tantas vueltas unos, sacó un cuchillo y me cortó los dedos”, recordó. En tanto, Marcelo Andrade delegado de los choferes de la línea 88 reconoció que “no descartan” parar por la noche si las autoridades policiales “no nos protegen por la noche”. Además, agregó que la municipalidad se tiene que hacer cargo de la iluminación de la ruta 3 a lo largo de varios kilómetros, “donde es una boca de lobo ideal para la delincuencia”. La Plata, domingo 29 de julio de 2007 Merlo: mató a cabezazos al amante de su madre La Pampa: chocó un secretario de Scioli y murió una mujer Un joven de 17 años mató a cabezazos a un hombre durante una discusión, después de sorprenderlo en una actitud amorosa con su madre. El caso ocurrió ayer a la mañana en Merlo cuando el pibe encontró a su madre en una situación amorosa con otro hombre. La víctima caminó herido unas cuadras pero cayó muerto cerca de su casa. Un colaborador del vicepresidente Daniel Scioli sufrió un accidente en el acceso oeste a Santa Rosa, en la provincia de la Pampa. Por el hecho murió una mujer de 37 años y su hija de 13 resultó gravemente herida. El hecho se produjo cuando una camioneta, conducida por Mariano Goyenechea, impactó contra un auto ocupado por una familia. Córdoba: un joven asaltó y violó a una mujer en la parada de un micro Un joven de 23 años fue detenido cuando escapaba después de asaltar y someter sexualmente a una mujer, a quien sorprendió en una parada de ómnibus en la zona este de la capital cordobesa, según informaron fuentes del caso. El titular del Departamento Investigaciones de la Policía, comisario Felipe Rao, reveló a la prensa que el episodio ocurrió en las primeras horas de ayer, en el barrio Ampliación Palmar, cuando la víctima, de 31 años, estaba en la parada de un micro urbano de la zona. En ese momento fue soprendida por un joven que la amenazó de muerte, la obligó a trasladarse a un descampado donde luego de propinarle con un trozo de ladrillo un golpe en la cabeza, la sometió sexualmente. Los voceros destacaron que tras robarle dinero, el reloj pulsera y otras pertenencias, el delin- cuente huyó del lugar, pero un suboficial de policía que pasaba por el lugar fue alertado por los gritos de la mujer y con la descripción del sospechoso inició una persecución a la que se sumaron varios móviles policiales. A unas cuadras del lugar donde se produjo la violación el delincuente fue capturado y trasladado a una dependencia policial, donde se constató que se domicilia en el barrio San Jorge de Córdoba. De acuerdo al informe el imputado sería empleado de la planta depuradora de líquidos cloacales que funciona en la zona Bajo Grande, a poca distancia del lugar del hecho. Los voceros reconocieron que el sospechoso intentó evadir el cerco policial y hasta golpeó a uno de los efectivos que intentó capturarlo. Recién cuando notó que estaba en inferioridad númerica levantó las manos, en señal de rendición. Suplemento de Justicia, Seguridad y Policiales La Plata, domingo 29 de julio de 2007 Trama URBANA 3 BERISSO Una familia denunció que inquilinos le vaciaron la casa que estaban ocupando Los dueños acusaron a una empleada doméstica de 33 años y a su esposo. Al parecer, el jueves pasado a la noche habrían cargado los muebles, la cocina, las camas, una heladera y hasta los cubiertos en un camión de mudanza. Un detalle del caso es que el hombre renunció a su trabajo Un matrimonio que hace poco más de un mes les alquiló una casa amueblada a una mujer y su esposo en Berisso, denunció que el jueves pasado a la noche estos se llevaron hasta los muebles en un camión de mudanza. El denunciante se llama Carlos Alberto Aufmuth (58) y está indignado con lo que le pasó. “Conocía a esta gente desde hace unos años. Me pidieron que les alquile la vivienda y lo hicimos todo legal. Firmamos un contrato y el 22 de junio pasado se mudaron. La finca está en 158 n° 950 entre 11 y 12. Al mes me pagaron, pero por una vecina me vengo a enterar que cargaron todo y se fueron”, contó Carlos. “La mujer es empleada doméstica y residía junto a su esposo, y sus tres hijos”, detalló Mercedes Zallia, la esposa de Carlos. biertos, dos mesitas de TV, una heladera con freezer y hasta una caña de pescar con una caja con líneas y dos rieles. “Lo único que dejaron fue un placard, es que era mucho trabajo desarmarlo”, aclaró Mercedes. “Tenemos sospecha de que se mudaron a otra provincia, quizá a Mendoza, pero los vamos a encontrar y les voy a hacer juicio”, anticipó el vecino de la localidad de Berisso. “El celular que tenía Guardia figura como un usuario fuera de servicio, pero sé que de alguna manera voy a dar con su paradero, a lo mejor esta publicación ayude. Quiero decirle en la cara todo lo que siento. La verdad es que me duele mucho más la actitud que tuvieron que los bienes materiales que se apropiaron”, detalló Carlos. “Según mi abogado todo se acelerará cuando termine la feria judicial”, se consoló Carlos, que actualmente no tiene trabajo. La UFI N° 7 caratuló el hecho como hurto, pero Aufmuth aclaró que iniciará una causa civil por daños y perjuicios. El esposo de la inquilina titular salió de garante pero hace cuatro días renunció a su trabajo y nadie sabe de su paradero Al hombre lo fueron a buscar a donde trabaja, la empresa de transportes “Améndola”, de 24 y 127, pero se encontraron con la novedad de que Guardia había renunciado hacía cuatro días, siempre de acuerdo al relato de Mercedes. En la denuncia, que fue radicada en la fiscalía n° 7 de La Plata, consta que de la casa de Aufmuth se llevaron dos modulares -uno de madera y otro de fórmica-, un juego de comedor y otro de living, una cocina, mesas y sillas, dos camas, una de ellas matrimonial, todas las vajillas y cu- diag 74 y 30 Golpe en una verdulería Dos delincuentes asaltaron ayer una verdulería en inmediaciones al cementerio local. El caso ocurrió a las 6.30 de la tarde en un local de diagonal 74 y 30. Según fuentes policiales, los autores amenazaron a una mujer y escaparon con el dinero de la recaudación del día. 131 Y 60 EN EL CENTRO Otra estación de servicio asaltada Revuelo por una persecución Como viene ocurriendo con regularidad en la ciudad, una vez más fue asaltada una estación de servicio. El nuevo caso ocurrió ayer en la Shell de 131 y 60, cuando a las 7.30 de la tarde dos delincuentes asaltaron a uno de los empleados y escaparon con el dinero de la recaudación. Según confiaron los voceros consultados, los autores huyeron en dos bicicletas y no pudieron ser capturados. El caso fue caratulado como “robo calificado”. Un delincuente de 20 años fue demorado por la policía luego de una increíble persecución que terminó en una casa, donde el fugitivo intentó ocultarse. Todo comenzó a las 9.30 de la mañana de ayer cuando un sujeto asaltó un Bapro Pagos de 7 entre 42 y 43. El autor amenazó a una chica, identificada como Paola Masino (25), y fugó con los 800 pesos que había en la caja. Pero en medio de la huida un efectivo inició una persecución que terminó en una casa de 8 entre 42 y 43, donde intentó ocultarse. City Bell: desbaratan una peligrosa organización La Policía realizó una serie de allanamientos en los que desbarataron una peligrosa organización que asolaba a la zona norte de la ciudad, informaron fuentes policiales. Los procedimientos, coordinados por la flamante Jefatura Distrital de City Bell -a cargo del inspector Raúl Daniel Gato-, fueron realizados en diez domicilios de la mencionada localidad, donde los uniformados demoraron a tres de los cuatro integrantes de una banda que, mediante el uso de armas de fuego, sustraían vehículos y en algunos casos entraban a robar a casas de familia. Armas y municiones Los voceros consultados desta- caron que, además de las detenciones, procedieron al secuestro de varias armas de fuego, entre ellas una escopeta recortada, municiones de distintos calibre y demás elementos de dudosa procedencia. En tanto, las fuentes consultadas por Trama Urbana reconocieron que algunos de los domicilios allanados eran utilizados como “aguantaderos”, y que al menos uno de los miembros no pudo ser capturado. Si bien el mismo se encuentra identificado en la causa, al cierre de la presente edición personal de la comisaría Décima de La Plata -al mando del capitán Héctor Esteban Ballón- se disponía a realizar un operativo en un asentamiento donde, supuestamente, podría encontrarse el sospechoso. Hasta los dientes. Las armas secuestradas en diez allanamientos 4 1 Trama URBANA Lugar: Treintagringas (14 y 54). Fecha: viernes 22 de junio. Hora: 0.30. Autores: 3 NN. 2 Suplemento de Justicia, Seguridad y Policiales La Plata, domingo 29 de julio de 2007 Lugar: Patagonia (11 y 69). Fecha: jueves 5 de julio. Hora: 23.00. Autores: 2. 3 Lugar: Némesis (20 y 57). Fecha: jueves 12 de julio. Hora: 23. 30. Autores: 2. 4 Lugar: Coliseo (10y 47). Fecha: Sábado 14 de julio. Hora: 7.00 Autores: 2. Cuatro ladrones asaltaron un restaurante con 50 comensales pero fueron detenidos Ocurrió anteayer a las 23.40 en 16 y 65. La banda venía de robar otro bar en 7 y 56. Una de las víctimas escapó y llamó al 911. La policía persiguió a los autores. Hubo un tiroteo. Uno se escondió en el hospital de Niños. Otro en el Parque Saavedra. Todos fueron reducidos. Tienen antecedentes Más de 50 comensales estaban cenando la noche del último viernes en el restaurante La Vermucería, bar de picadas de 16 y 65 cuando irrumpieron cuatro sujetos fuertemente armados, que después de reducir a los empleados y clientes, se llevaron el dinero de la caja y las billeteras, camperas, carteras y celulares de casi todos los presentes. El hecho, como anticipó este diario en forma exclusiva en su edición anterior, ocurrió a las 23.40 y los delincuentes para amedrentar a sus víctimas golpearon a un anciano y detonaron un disparo al aire en la cocina. También hubo forcejeos hasta que uno de los damnificados escapó y avisó a la Policía. El dueño del restaurante es Daniel Alonso (39) y le contó a Trama Urbana cómo se fueron sucediendo los hechos que terminó con la detención de los cuatro malvivientes: dos de 22 años, uno de 19 y otro de 31, todos con antecedentes penales. “Uno se metió en la cocina, otro se En la huida, los ladrones descartaron las armas y algunos elementos robados: celulares, billeteras y carteras quedó en la puerta con un revólver en cada mano y los dos restantes se metieron entre las mesas para asaltar a los comensales”, describió Daniel. Gonzalo, uno de los clientes, empujó a uno de los ladrones y ganó la calle. Corrió en dirección a 15, y a la media cuadra se tiró abajo de una camioneta estacionada y llamó al 911. La banda se puso nerviosa. “Se me escapó uno, se me escapó uno. Apúrense porque va a venir la gorra”, indicó uno de los sujetos a sus compinches. Con los elementos sustraídos se retiraron a la corrida por 16 hacia 66. Es que un remis, un Renault 19 color verde, patente CDL 484, en 66, 15 y EL TESTIMONIO DE UNA DE LAS VICTIMAS “Los policías aparecían de todos lados” Ni bien se supo que en la “La Vermucería” había cuatro delincuentes, la Policía inició un gran despliegue. Uniformados de las comisaría de Novena, Octava, Quinta y Primera rodearon la zona. Diego Alonso, el dueño del comercio que persiguió a unos de los delin- cuentes hasta el parque Saavedra, dijo que “los policías salían de todos lados, y al verse rodeado, el chorro tiró el arma y se entregó”. Secuestraron un Renault 19 verde, dos pistolas, varios celulares, dinero, carteras e indumentarias que pertenecían a las víctimas. Las viviendas de dos de los aprehendidos fueron allanadas hace unos días, pero con resultados negativos 16, los estaba esperando. Pero mientras tiraban adentro del vehículo los objetos robados, apareció un móvil policial. Uno de los delincuentes se tiró al piso. Se entregó. Los otros tres corrieron de nuevo en dirección al resto bar. En la vereda del restaurante ya estaban las víctimas, que al ver que los ladrones volvían se refugiaron en el interior del local. “Nos vienen a robar de nuevo”, gritó uno de los damnificados. A pocos metros de la esquina de 16 y 65 los uniformados redujeron a uno. El oficial de policía Nelson Samaniego terminó con un hematoma en un ojo. Alonso, en su auto, persiguió a los dos prófugos. A uno lo divisó entrando a la guardia del hospital de niños y al otro en el parque Saavedra. En ambos casos la Policía los detuvo. Al que estaba en el hospital se le secuestraron 1.500 dólares, justamente el monto que le habían robado minutos antes a un empleado del bar Vialidad de 7 y 56. En el parque, cerca del lago se generó un tiroteo. Acorralado por uniformados que surgían de todos lados, el delincuente descartó el arma y se entregó. Los cuatro durmieron en la Novena. Suplemento de Justicia, Seguridad y Policiales La Plata, domingo 29 de julio de 2007 5 Lugar: El Bebedero (14 y 49). Fecha: domingo 15 de julio. Hora: 22. Autores: 3. 6 Lugar: Líbano (Diagonal 79, entre 55 y 6). Fecha: lunes 16 de julio. Hora: 01.30. Autores: 2 NN. 7 Trama URBANA Lugar: El Pueblito (Diag. 74 entre 57 y 58). Fecha: lunes 16 de julio. Hora: 02.00. Autores: 2. 8 5 Lugar: Argento (8 y 41). Fecha: viernes 20 de julio. Hora: 22.15. Autores: 4. Sería la misma banda que robó en otros tres locales La Policía sospecha que se trataría de los mismos hombres que horas antes asaltaron Vialidad. Los investigan por otros asaltos Mientras alrededor de 200 policías patrullaban la ciudad para evitar el robo de restaurantes, tres sujetos armados irrumpieron en el bar Vialidad, de 7 y 56, y luego de encañonar al empleado y a las mozas se dieron a la fuga con 1.500 dólares de la caja registradora y con las billeteras, carteras y celulares de algunos de los 30 comensales. Desde la comisaría Novena informaron que el trío se subió a un auto de color oscuro y desapareció del lugar. Y como la banda ya estaba siendo investigada resolvieron cerrar los accesos a la localidad de Los Hornos. Pero al parecer los delincuentes decidieron actuar en otro golpe: en el bar de picadas La Vermucería (ver nota aparte). Luego de las detenciones por este último atraco, las autoridades de la Novena aseguran que se trata de la misma banda. “Se cambiaron la ropa pero a uno de ellos le secuestramos los 1.500 dólares que robaron en Vialidad. El Gabinete de Prevención de la Novena ya los tenía en la mira. Había Huellas. El dueño señala el lugar donde impactó la bala Vialidad. Funciona en 7 y 56 Peritajes. El champán que tomaron los entregadores EL BALANCE DE SALVADOR BARATTA, JEFE DEPARTAMENTAL MAS EFECTIVOS PATRULLAN LAS CALLES “Se esclarecieron 20 casos y hubo más de 15 detenidos” Extreman medidas por la ola de robos Luego de la primera noche con el nuevo operativo dispuesto por la Departamental La Plata, Trama Urbana consultó el parecer de su titular, Salvador Baratta. “Entre la noche del viernes y la madrugada de ayer hubo 16 detenciones, se esclarecieron 20 9 solicitado el allanamiento de dos fincas ubicadas en Los Hornos el 28 de junio último. La que se concretó días pasados pero con resultado negativo. Ahora quedaron imputados por tentativa de robo calificado en poblado y en banda, robos reiterados, abuso de armas, resistencia a la autoridad y lesiones. Y también, aseguran, son los autores de los robos en el resto bar Treintagringas, de 14 y 54, cometido el 22 de junio pasado, y del atraco en Bussines, de 14 y 57, el 8 de julio último. Lugar: Coliseo (10 y 47). Fecha: domingo 22 de julio. Hora: 19.30. Autores: 2. hechos delictivos y se secuestraron 6 armas”, explicó Baratta. Como se recordará, en el transcurso de la semana se anunció que 200 policías de seguridad y de investigaciones, en patrulleros, motos y hasta vestidos de civil recorrerían las calles para evitar 10 nuevos robos. “Ayer desbaratamos otra banda y estimamos que ya no quedan más. Pero nunca se lo puede certificar del todo”, explicó el funcionario policial. “De domingo a jueves continuó- el operativo sigue pero con menos uniformados”. Lugar: Vitaminas (Diag.74 entre 49 y 50). Fecha: lunes 23 de julio. Hora: 23.00. Autores: 2. 11 Debido a la ola de robos a bares y restaurantes en la capital provincial, las autoridades de la Departamental La Plata dispusieron reforzar algunas medidas de seguridad. Desde este fin de semana, unos 200 policías patrullan las calles, Lugar: Vialidad (7 y 56). Fecha: viernes 27 de julio. Hora: 22.30. Autores: 3. 12 principalmente aquellas zonas que concentran a los comercios del rubro gastronómico. Personal de seguridad y de investigaciones de las distritales Berisso y Ensenada prestan colaboración los viernes y sábados, aunque un 80% es de La Plata. Lugar: La Vermuceria (16 y 65). Fecha: Viernes 27 de julio. Hora: 23.40. Autores: 4. Trama URBANA 6 Suplemento de Justicia, Seguridad y Policiales La Plata, domingo 29 de julio de 2007 LA INCREIBLE HISTORIA DE UN ARTESANO QUE FUE ACUSADO FALSAMENTE DE UNA VIOLACION Estuvo preso más de un año por LA UNICA PRUEBA EN CONTRA El archivo fotográfico como mecanismo de investigación Los reconocimientos por álbumes fotográficos, muchos de ellos quemados por orden del ministro de Seguridad, León Arslanián, siguen siendo una herramienta de identificación que los investigadores policiales usan a menudo. Hace apenas unos días, y en ocasión de un violento robo a un restaurante platense se vio a un efectivo recorriendo las mesas de los comensales asaltados con una pila de fotos de los posibles autores. Este mecanismo de identificación, que en muchos casos puede ser inducido, fue el que llevó preso a Ariel. En realidad, fue demorado por el delito de “exhibiciones obscenas” y a los pocos días acusado falsamente por violación. Lo increíble es que un acta del hospital Dr. Alejandro Korn de Melchor Romero probaba que a la hora del hecho estaba siendo entrevistado por una psicóloga. Además, la supuesta víctima pasó por la comisaría pero aseguró que no se trataba de la persona que la había atacado. Y otro dato: el reconocimiento en rueda lo hicieron sin la defensora del acusado. Con el book como única prueba, Ariel pasó más de un año preso acusado por un delito que para la mayoría de la población carcelaria no tiene “perdón”. Lo increíble es que la Justicia entendió que era inocente por segunda vez en pocos años. En 2004 lo vincularon con el crimen El preso, el interno, el convicto -o como quiera llamarlo- reniega de su pasado. Le cuesta soltarlo. Y en un penal, donde el silencio aflora, la mente carbura y hasta los mitos se reproducen, es difícil encontrar un culpable -aunque no imposible-. En realidad lo que es difícil es encontrar a alguien que asuma algo de culpa, admita su responsabilidad. Quizás sea por eso que a uno a veces le cueste creer. Puede ser. Y eso que de vez en cuando aparece algún que otro inocente retratado en un diario, tratando de recomponer un orgullo bastardeado, un buen nombre perdido, olvidado, aplastado. Este es uno, aunque el protagonista por temor a sufrir un nuevo reconocimiento en su contra, no se anime a mostrar su cara. “En 161 y 525 violaron a una chica de 12 años que salía del colegio, pero ese día yo estaba en un hospital” La copia de la ficha que todavía está en poder del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB) evita una presentación que no aportará más datos de los figuran en la planilla. Ariel Hernán A. I. (se omiten los apellidos por pedido del entrevistado), argentino, soltero, 32 años, de oficio artesano, procesado por el delito de “exhibiciones obscenas y violación sin acceso carnal”, excarcelado. “¿Qué cosas me vas a preguntar?”, se ataja él, incluso antes de saber que lo que dirá quedará para siempre en una cinta. Hace poco más de dos meses Ariel pidió una entrevista con Trama Urbana. Fue antes de iniciar una huelga de hambre por la increíble demora de un juicio que no tenía los ele- mentos de prueba suficientes como para llegar a esa instancia. Quería que su caso se diera a publicidad para que alguien pudiera escuchar sus reclamos. Como la Justicia respondió a la demanda antes de los trámites que el SPB le exige a la prensa, el primer encuentro se concretó con la medida de fuerza finalizada y una promesa de debate en puerta. Esa tarde, y como casi todas las tar- des que pasó encerrado en la Unidad Penitenciaria nº 36 de Magdalena, Ale se encontraba afuera del pabellón. Lejos del resto de la población, en una pequeña pieza del sector “escuela”, con dos mesas, una cocinita, un par de cajas apiladas, un mate y dos sillas enfrentadas. En ese lugar, en el que nada se parece a una cárcel, cruzaba hilos como los cruza ahora pero en una plaza de la ciudad. De Gorina a la calle La última noche la pasó en un “buzón” El buzón es una celda de castigo donde el interno pierde todo tipo de contacto con el resto de la población y algunos beneficios, como el derecho a la educación -sí, aunque la ley lo prohíba-. La sanción puede durar un día o quince. No más. Antes de recuperar la libertad, Ariel pasó la noche en el calabozo más oscuro y callado de la Unidad Penitenciaria nº 12 de Gorina. Y la pasó por una sencilla razón: protestó más de la cuenta un traslado que consideró injusto -antes estuvo en la U-33 de Magdalena-, pocas horas después de que el Tribunal en lo Criminal nº de 3 de La Plata decidió absolverlo de culpa y cargo por el delito de “violación”, el más grave de los que se le imputaban. En la cárcel donde pasó sus últimas horas detenido indicaron que una fiscal levantó la voz cuando se enteró de que había sido castigado y que fue ella la que se encargó de retirarlo. El 2 de julio pasado Ariel volvió a ser un ciudadano libre. -¿Sos inocente? -Más vale. La respuesta sale automática como salió hace tres años en la casa de su tía, donde decidió contar su verdad después de pasar 18 días en los calabozos de una comisaría acusado por el crimen de la psicóloga Nelly Dozzo (51). “Ella se tuvo que mudar”, cuenta de su tía con algo de culpa, y a pesar de que la Justicia terminó dándole la ra- Frases Las artesanías El futuro “Siempre fui artesano, toda la vida me dediqué a eso. Yo puedo estar un día día entero haciendo artesanías porque es lo que me gusta y creo que lo hago bastante bien” “Me quiero ir a Brasil y vender sahumerios. Si en La Plata alguna vez llegué a ganar $ 3 mil por mes creo que puedo vivir bien. Es la última oportunidad que tengo y la quiero aprovechar” Suplemento de Justicia, Seguridad y Policiales La Plata, domingo 29 de julio de 2007 Trama URBANA 7 Las claves un delito que no cometió de una psicóloga platense. Pero fue sobreseído. En 2006 volvió a caer por otro delito. Hace un mes recuperó la libertad “En los libros del hospital quedó registrado: a la hora del hecho me atendía una psicóloga” zón. Como otros tantos crímenes, el de Dozzo está impune. Ale fue desvinculado de la causa al igual que un grupo de policías que poco tiempo después pasaron por lo mismo. “En la comisaría -recuerda- me habían identificado con un identikit. Cuando lo vi me quería morir: era igualito a mí. Pero después la rueda de reconocimiento dio negativo. Fui un chivo expiatorio. Si hasta hubo policías que intentaron sobornar a conocidos míos para que me acusaran por el crimen”. Segundas partes Ale -o el “Turco” como algunos lo llaman- continuó su vida que, aclaremos, nunca fue del todo ordenada. “Me drogaba y para comprar salía a robar. Pero robaba boludeces. Nunca con un arma, eh”, recuerda ahora. En una de esas salidas terminó en la cárcel. Y de una prisión pasó a un centro de rehabilitación para drogadependientes. Todo iba bien. Hasta que un día entendió que en la calle estaría mejor. Y escapó. Fue un miércoles, un 22 de febrero de 2006. “Yo estaba internado en Una huelga de hambre La decisión que aceleró el inicio del juicio en el que finalmente Ariel fue absuelto estuvo directamente relacionada con una medida de fuerza que decidió adoptar ante la falta de respuesta. “La dejé -cuenta Ariel acerca de una huelga de hambre que duró unos días- en el momento que cedieron con mi petición, y la verdad reconozco la sinceridad del secretario del tribunal. Yo entiendo que hay demandas de causas de juicio, pero yo no tengo la culpa de que estén tapados de trabajo”. Los violadores, sus enemigos Ariel cuenta que la convivencia en la cárcel es difícil pero aclara -antes de que se lo preguntenque para él fue mucho más difícil por su condición de supuesto “violador”. A pesar de que cargó durante más de un año con esa mochila, siempre intentó despegarse de esa clase de gente. “Yo estoy resentido con los violadores. En el pabellón que estaba me peleaba con ellos. Porque no los puedo ni ver. Los odio. Por culpa de un violín estuve preso. Si mi dicen violín agarro un palo y los peleo porque no tengo nada que ver”, afirma. Soledad. Lejos de La Plata y en medio del campo, Ariel pasó más de un año recluido en la cárcel de Magdalena Melchor Romero por tema de drogas, porque me inyectaba cocaína. Pero me escapé, hice unas quince cuadras y pasó lo que pasó”, explica omitiendo detalles. Ariel fue detenido por el delito de “exhibiciones obscenas”. Según él, se bajó los pantalones para “defecar” pero alguien lo vio y tuvo la “mala” idea de llamar a la Policía. Por los antecedentes que tenía durmió un par de noches en la comisaría de Abasto. Hasta que un buen día salió sin imaginar que en una semana volvería a caer por delito que no había cometido. “Fui a hacer una rueda de recono- cimiento y en ese momento me entero de que estaba acusado por una violación”, sostiene. -¿Y no lo sabías? -No, porque me dejaron libre con la condición de que me presente el lunes siguiente. Y fui porque no había hecho nada. -¿De qué se te acusaba? -De violación. Pero yo no había hecho nada, no hice nada. -¿Pero qué decía la causa, qué pasó ese día? -Ese día no, dos días antes. En 161 entre 525 y 526 violaron a una chica de 12 años que salía del colegio. Pero yo ese día estaba en Mel- chor Romero. Sé que la agarró un tipo y la violó. En la causa (N. de R.: nº 18.009) está acreditado todo. En los libros del hospital, por ejemplo, figura que a la hora del hecho a mí me estaba atendiendo una psicóloga. -¿Y por qué pensas que fuiste detenido? -Es lo que no sé. A veces pienso si me mandé alguna cagada con algún pesado, con alguien de un juzgado. Pero no, estoy seguro que no. Hace mucho tiempo que esa pregunta rebota en la cabeza de Ariel. Lo triste es que quizás nunca lo sepa. Una buena entre tantas malas Ariel reconoce que es adicto a la drogas. Mejor dicho que lo era porque no consume desde que ingresó a la Unidad Penitenciaria nº 36 de Magdalena, donde pasó la mayor cantidad de tiempo detenido. “Yo me escapé del hospital para robar y comprar cocaína. Y en parte me hizo bien caer preso porque sino creo que estaría muerto. Yo a veces le doy a gracias a Dios por lo que me pasó y por cómo me trataron en la cárcel de Magdalena. No sé si duraba una semana más en la calle”, cuenta antes de aclarar que la droga en su vida forma “parte del pasado”. Trama URBANA 8 HISTORIAS DEL CRIMEN: A 34 Suplemento de Justicia, Seguridad y Policiales La Plata, domingo 29 de julio de 2007 AÑOS DE UNA FUGA INCREIBLE EN LA PLATA El día que Robledo Puch paró un colectivo de la Línea 518 y ningún pasajero lo reconoció En medio de la conmoción que provocó la serie de crímenes que había cometido, escapó de la enfermería del penal mientras se realizaba una fiesta de despedida. En la esquina de 7 y 72 se subió a un colectivo aunque no tenía plata para pagar el boleto. Llegó a la terminal de ómnibus, donde les pidió monedas a ancianos y a mujeres solas. Con ese dinero, pudo comprar un pasaje y llegar hasta Once Como un fantasma: estaba en todas partes Carlos Eduardo Robledo Puch (55) es el preso más famoso de la historia criminalística argentina, incluso por encima de otros tristemente célebres como Cayetano Santos Godino -más conocido como el “Petiso Orejudo”- y Mateo Banks, y de los contemporáneos Luis “El Gordo” Valor y Aníbal González Igonet -alias “El loco del martillo”. Mucho es lo que se escribió acerca de los crímenes -once en total- que cometió “El ángel de la muerte” hace casi 40 años, de su frialdad, de su personalidad, de la relación con sus padres, de su amor por los fierros, y hasta de sus días como promesa de rugby. Pero hay una historia menos conocida de su vida que ocurrió en nuestra ciudad el sábado 7 de julio de 1973. Puch convenció fácil al chofer de la 518. Con esa particular mirada, le dijo que había sido atacado por una patota Esa noche, Robledo Puch, que estaba alojado en la Unidad Penitenciaria nº 9 de La Plata, pidió ser llevado a la enfermería del penal. Necesitaba tomar una pastilla para el asma. Un guardia lo acompañó hasta la dependencia y lo dejó solo. En ese momento se realizaba una insólita despedida: un grupo de presos festejaban su pronta libertad. En la enfermería se encontró con otro recluso, Rodolfo Alberto Sica. Habían planeado escapar juntos, por lo que resolvieron ocultarse en un armario y esperar que transcurriera la fiesta. Recién en las primeras horas del domingo salieron de su escondite. Después de recorrer uno de los pasillos de la cárcel y saltar una puerta con rejas, treparon por el alambrado de un gallinero y El estado de conmoción que se vivió en la ciudad los días posteriores a la fuga llegaron hasta límites insospechables. Es que fueron muchos los negocios del barrio cercano a la Unidad Nº 9 que, temiendo la aparición de Robledo, decidieron cerrar sus puertas hasta tanto se confirme su paradero. Y los medios también se encargaron de alimentar esa sensación paranoica. Se decía que estaba oculto en una villa miseria de Monte Chingolo; que robaba un kiosco y enfrentaba a tiros a la Policía; que abandonaba el país vestido de mujer; que asaltaba una mueblería en San Miguel y escapaba a toda velocidad en un Torino. Los llamados telefónicos a la Policía y las versiones disparatadas, todas se sucedieron sin pausa. EL RECUERDO DEL COLECTIVERO QUE LO LEVANTO “Me dio las gracias muchas veces” El colectivo de la Línea 518 que abordó Robledo Puch apenas consiguió fugarse de la Unidad Penitenciaria nº 9 era manejado por Omar Lanfranqui. Eran las 10 de la noche y en el colectivo viajaban no más de cuatro personas. Además del chofer, ninguno de los pasajeros reconoció al asesino más famoso de la historia criminalística argentina. Antes de subir, Robledo le dijo a Lanfranqui que había sido atacado por una patota: “Señor, hágame el favor. Me acaban de asaltar cinco o seis tipos. Me quitaron el saco y toda la plata que llevaba. Después de golpearme alcanzaron los techos. Llevaban una cuerda fabricada con sábanas retorcidas y un gancho de hierro. A continuación, saltaron a una cancha de básquet y desde allí sobrepasaron un alambrado. Corrieron unos metros y llegaron hasta el muro externo. Dos guardias se hallaban apostados con reflectores en los extremos del paredón, el centro permanecía a oscuras, con un foco de luz descompuesto, por lo que “Me acaban de asaltar“, le dijo Robledo al colectivero Robledo Puch y Sica probaron suerte por ese lado. Así, arrojaron el gancho y lo aferraron al sostén del reflector inutilizado. “El ángel de la muerte” trepó el muro, de seis metros de altura, y saltó del otro lado, sobre una zanja que amortiguó la caída. En ese movimiento perdió el vaporizador que usaba para el asma. Sica tuvo menos suerte, resbaló dos veces al subir y en el tercer intento me tiraron a una zanja. Hágame el favor, lléveme, no me dejaron ni una moneda”, recordó el colectivero. Sin cobrarle el pasaje, lo trasladó hasta la estación de ómnibus de nuestra ciudad. Robledo Puch bajó en la parada de 41 entre 3 y 4. “Me dio las gracias varias veces”, dijo Lanfranqui. “Recién dos días después -cuando la noticia ocupaba las primeras planas de todos los diarios- me di cuenta de que yo había sido la persona que colaboró en su huida. Todavía no entiendo cómo no lo reconocí”, recordó a más de 30 años de aquel episodio. fue descubierto por los guardias. Robledo Puch corrió unas cuadras y logró perderse en la oscuridad. En la esquina de 7 y 72 subió a un colectivo de la línea 518 y le dijo al chofer que había sido atacado por una patota. El conductor se apiadó de él y lo trasladó sin cobrarle el pasaje hasta la estación de ómnibus de 41 y 4. En la parada donde lo dejó el 518, pidió dinero para comprar un pasaje. Y para eso, explotó su aspecto de chico desvalido: tanteó a ancianos y mujeres solas, personas que según suponía no leían diarios ni podían quitarle la máscara. Así pudo viajar hasta Once y desde allí tomó otro colectivo para dirigirse a Saavedra. Caminó largo rato hasta que se escondió en una obra en construcción. Allí permaneció el resto del domingo y el lunes, que por ser 9 de julio no era laborable, y se dedicó a lavar la ropa que llevaba puesta. Tres días después de haber protagonizado una de las fugas más increíbles, Robledo Puch fue capturado en Olivos En las primeras horas del martes abandonó el lugar y se dirigió hacia Olivos. Era el territorio familiar. Antes llamó por teléfono a su madre, que al parecer le sugirió que se entregara a la justicia. Esa noche la Brigada de Investigaciones de Martínez recibió la primera pista firme sobre su paradero: Robledo Puch estaba en Olivos. Mientras la Policía lo buscaba intensamente, fue a una cervecería vecina, llamó por teléfono a su abogado y salió. Quería llegar a una estación del Automóvil Club, donde lo esperaba su madre para acompañarlo hasta una comisaría. Eran sus últimos minutos en libertad. Vestía un jean y campera azul, la camisa beige del penal y zapatillas blancas y negras. No tenía dónde ir. Y ahí estaban los policías de Martínez: -Párese, policía -dijo el oficial Torres, de la Brigada de Investigaciones. -Sí -respondió el prófugo. -¿Robledo Puch? -Sí, soy yo. No me maten...