URDIMBRE MÍTICA EN UN CUENTO DE BRADBURY. Profesora Vanina Arregui La idea de esta charla es rastrear los cimientos míticos que hacen cabalmente inteligible para nosotros, hombres de la era científica, pertenecientes a la cultura occidental y cristianael contenido simbólico y metafísico de estas páginas de prosa poética que constituyen al cuento “Bordado”, editado con el conjunto de cuentos “Las doradas manzanas del sol” de Ray Bradbury1. La orientación es didáctica y el fundamento pedagógico sería el de manejar en clase la idea del conjunto de códigos culturales -en este caso los relativos a los mitos- que son urdimbre del tejido ficcional de la obra. Para ser más claros vayamos al sentido metafórico de la palabra urdimbre que usamos en el título de la propuesta. En una tela la urdimbre es el conjunto de hilos longitudinales, en general más gruesos que los de la trama, compuesta por los transversales; casi siempre los hilos de la urdimbre quedan cubiertos por los de la trama, siendo a su vez el sostén de esta. Cuando usamos entonces el concepto urdimbre y le adjudicamos la condición de mítica, estamos hablando de la estructura de sostén de la obra que significan los mitos como acervo cultural. Sobre esa estructura, que es un bien de la comunidad cultural, se organiza la trama del texto. El relato que elegimos para trabajar tiene un profundo sentido simbólico y metafórico y una expresión eminentemente poética; parte de su alcance simbólico reposa sobre una urdimbre de relatos mitológicos. ¿Ciencia ficción? Un punto de partida para este trabajo puede ser el de plantear si estamos o no frente a un texto que pueda incluirse en lo que llamamos ciencia ficción. A esos efectos recurramos a la que nos parece más englobante de las definiciones que manejamos sobre este subgénero (no son tema de esta charla las complicaciones teóricas a las que nos llevaría hacer discutir entre sí distintas aproximaciones conceptuales al respecto). “relato o narración surgida del supuesto de un adelanto científico no concretado pero posible con respecto al desarrollo de la ciencia en el momento en que la obra esa concebida” Jean Gategno -“La ciencia ficción”- Ed. Panel, Colombia. 1 Fecha de composición 1952-3. Primera edición en español: 1962. Ed Minotauro. Dirección de Formación y Perfeccionamiento Docente URUGUAY EDUCA - Portal Educativo de Uruguay - Administración Nacional de Educación Pública 1 Cabe entonces preguntar al relato cuál es el “adelanto científico” supuesto para construir la trama narrativa. De inmediato vemos que la presencia textual del mismo es nebulosa, aludida, indefinida, inconcreta: no hay descripción, no le vemos ni los lectores ni los personajes, no hace ruido, no da calor ni frío, no está cerca ni está lejos... Los personajes dicen que tiene “ese tamaño”, que es “dos veces mayor que antes. No, diez veces”, que “Esta no es la primera de la última docena. Es distinta. Nadie sabe lo que hará”. Más adelante sabremos de sus efectos porque “en alguna parte el mundo brillaba y se incendiaba”. En inglés no consta la adjudicación del femenino a la cosa aludida porque “it” o “this” no tienen marca de género. “It´s twice as big as ever before” “ This isn´t like the first one …” El traductor2 consideró –el desarrollo del relato lo avala- que el sujeto elíptico es “la bomba”, por eso traduce “distinta”. De esta manera comenzaríamos a internarnos en el tema del mito o de la urdimbre que este significa en el entramado del cuento. El mito de la bomba nuclear o de hidrógeno o como se llame actualmente, es uno de los mitos en que toma forma el mitema ancestral del fin de la creación o de la destrucción del hombre por el merecido castigo (diluvios, profecías apocalípticas, etc3.). Son varias las culturas cuyas mitologías incluyen mitos y leyendas que suponen el arrasamiento de la civilización humana de la faz de la Tierra. Para nosotros indudablemente el mito más conocido al respecto es el del diluvio universal registrado en el Génesis. Ahora bien, esta idea de la explosión aniquiladora o del “diluvio atómico”4 como producto de un invento humano solo es pensable en la era de la ciencia y su peso simbólico se hace tal a la luz de la realidad científica. Dice Bradbury en un reportaje “Hace treinta años ¿quién hubiera entendido que la bomba H era el instrumento más perfecto construido por el hombre para enseñarnos la paz de Cristo? (...) La bomba H está allí para decirles a las naciones: Basta, no más allá. Llegará un día en el que figurará entre las catedrales de la época junto a la imagen de Cristo, príncipe de la paz, como la máquina de la paz que nos habrá enseñado a comportarnos como cristianos5”. No es nueva la instalación conceptual de la bomba como límite al desatino humano, pero sí lo es dotarla de la voz que marca los umbrales que no 2 Francisco Abelenda. Ed Minotauro (octava edición-1974) Decimos “autodestrucción” en tanto la destrucción es vista como castigo del creador por la inconducta de la creatura. 4 García Márquez. “El cataclismo de Damocles” Ixtapa discurso sobre la Paz y el Desarme. 1987 5 La opinión cultural, domingo 3 de febrero de 1978. 3 Dirección de Formación y Perfeccionamiento Docente URUGUAY EDUCA - Portal Educativo de Uruguay - Administración Nacional de Educación Pública 2 deben traspasarse, es una voz que sentencia y que por tanto se parece a la de Dios. Y más allá de los contenidos de ideología cristiana de estas palabras, es muy interesante la idea de pensar en la bomba no solo como en un símbolo sino como en un icono que formará parte de los que ayuden al hombre al respeto y a la reflexión sobre su propia existencia. Retomemos el hilo de pensamiento sobre ciencia ficción. La bomba, entonces, sería el “adelanto científico” elípticamente aludido que sustenta el relato. Según la definición de Gattegno, como la concepción de una bomba devastadora no solo era posible sino que ya había sido concretada en el momento de la creación de la obra de la que hablamos es dable incluir “Bordado” en el subgénero. Hay autores que sostienen que la ausencia de un sustrato científico claramente desarrollado hace de las obras un híbrido menor que traiciona la puridad de la ciencia ficción. Suvin, por ejemplo, no habla de adelanto o de hipótesis científica como sustento del relato de ciencia ficción sino de “el novum” que debe tener fundamento y respaldo científico para que el texto pueda ser considerado de ciencia ficción. Delineando al subgénero Suvin agrega que en algunos textos el novum “no está suficientemente validado”, “lo cual lleva a narraciones que mezclan incongruentemente la ciencia ficción y la narración fantástica”. La aplicación de estas consideraciones al relato que no ocupa, lo dejan fuera del subgénero. Sin embargo que el elemento de ciencia que da lugar a la construcción ficcional o literaria no tenga una presencia textual palpable, que no haya descripciones, datos, ecuaciones, principios de la física, de la matemática y la astronomía que hagan comprobable su posibilidad, no son determinantes, como se vio en la cita a Gategno. Dice Asimov “cuando nos referimos a historias fantásticas en nuestros días, nos referimos a las que no están limitadas por las leyes de la ciencia, mientras que las historias de ciencia ficción sí lo están” . Se ha usado como denominación para este tipo de literatura la de “historias seudo-científicas”, pero esto es casi un insulto, porque seudo significa falso y si bien el tipo de extrapolaciones de la ciencia que se usan en ciencia ficción no son ciencia verdadera, tampoco son ciencia falsa, son “ciencia quizás verdadera”. Aconseja a los aspirantes a escritores de ciencia ficción que “no tienen porque pensar que necesitan una graduación universitaria para escribir, pero tienen que aprender tanta ciencia como lo requiera la historia que quieran escribir”. ¿Cuánto conocimiento científico es necesario para saber del poder tanático de la bomba H? Quizás no más que el de saber que existe. En el siglo XX, con la permanente ampliación de los horizontes del universo a partir de la revolución científico-tecnológica, “cada vez más se ve el verdadero mundo, no como el pequeño y ordenado jardín de la infancia de nuestra raza, sino como el extraordinario y extravagante universo descrito por los hombres de ciencia. A nuestro arte le corresponde explicar las relaciones y contingencias implícitas en el mundo más vasto en el cual estamos Dirección de Formación y Perfeccionamiento Docente URUGUAY EDUCA - Portal Educativo de Uruguay - Administración Nacional de Educación Pública 3 entrando por la fuerza, y reflejar las esperanzas y temores basados en el juicio que de él se tiene, así, en una época científica lo que corresponde es una literatura de ciencia ficción”6 La ampliación del canon literario y la redefinición de conceptos que tengan que ver con la clasificación de los géneros y subgéneros en literatura llega indudablemente a la ciencia ficción. Debe reconocérsele al subgénero la posibilidad de una evolución, de un desarrollo que rompiendo los límites que lo definieron en un principio, amplíe sus posibilidades poéticas entendiendo que no es la valía científica lo que lo valida sino la preocupación científica. Según este principio dinámico y evolutivo, en la ciencia ficción como en cualquier otra expresión artística, se agregan nuevas profundidades, se extienden sus campos, en los que “la ciencia no es más que uno de los centros de interés, a menudo bastante periférico.”7 Por ende, hablar de prosa poética no riñe con la idea de ciencia ficción ya que el subgénero puede alcanzar los más altos niveles de poeticidad y condensación metafórica en su discurrir lingüístico. Creemos que este es el caso de “Bordado”. Todo el relato puede ser entendido como una alegoría sobre el tema creación- destrucción, es decir, de uno de los temas que para nosotros, hombres y mujeres del XXI tiene connotaciones de angustia no solo existencial sino real. No es juego de palabras, refiero a que la posibilidad de la destrucción de la Tierra y sus contenidos, a manos de la estulticia, la soberbia y la ambición humanas, es apenas una posibilidad científica. En otros tiempos, esta posibilidad, inherente al ser mortal que somos como especie y como individuo, tomó formas más o menos fantásticas en los relatos mitológicos, construcciones de propósito político, moral, filosófico etc., pero digamos que siempre de contenido didáctico. Según Cencillo8 “lo que caracteriza a los mitos es que son respuestas a las cuestiones más profundas y más graves que un grupo humano puede plantearse, origen, destino, etc.” En la era de la ciencia la visión de algunos de los temas que han promovido las respuestas míticas desde la antigüedad, pueden teñirse con los temores de cierta entrevista realidad. Son ejemplo el mitema del fin del mundo a la luz de la bomba H, el mito del diluvio universal a la luz del aumento de la temperatura de la corteza terrestre y el derretimiento de los hielos. En esos incómodos y mórbidos terrenos en que el concreto presente y el tangible futuro acercan lo previsible y lo temido, suele la ciencia ficción calar con su mirada. 6 Dr. R. Muller. The humanist. 1987. Jean Gategno, obra citada. 8 Cencillo Luis.: “Mito semántica y realidad”. Biblioteca de autores cristianos. 7 Dirección de Formación y Perfeccionamiento Docente URUGUAY EDUCA - Portal Educativo de Uruguay - Administración Nacional de Educación Pública 4 El título, “Bordado”, es ya una propuesta abierta. Un solo sustantivo, sin artículo de ninguna clase, ni el determinante el, que lo distinguiría del resto de los bordados; ni el indeterminado un, que lo haría uno de los bordados posibles. Su sustantiva soledad: “Bordado”, le confiere sentido genérico y simbólico. El acto de bordar como acto por el cual es posible incidir en el mundo real y en su devenir temporal se recoge en mitos, leyendas y alegorías; es claro que la palabra que lo denomina tiene la carga significativa del símbolo. Pensemos en Penélope evaporando el tiempo de espera de Ulises en el tejido y destejido de su telar, en el popularísimo “tener la vida en un hilo”, en “el cordón de seda” de la amada, en Mariana Pineda, en la inolvidable monja gitana de Lorca que borda alhelíes cuando “quisiera bordar flores de su fantasía”, etc. Bordar, hilar, crear: a lo largo del cuento el título despliega su sentido poético, metafórico y simbólico, para, sobre el final, haber adquirido el significado del sentido más positivo del acto de crear como afirmación de la vida y de la metafísica inquietud sobre origen, destino y condición humana. Tres mujeres Los personajes son tres mujeres. Son “la primera”, “la segunda” y “la tercera”, no hay nominación ni individualización. A la luz del sentido último del cuento son tres que son una y son una que son todos y al mismo tiempo este todos es el género humano. En razón de este manejo de los personajes (tres-todos-Uno) es interesante observar los diálogos de “Bordado”. Los hay funcionales a la anécdota como los que refieren a la cena o al bordado bien o mal logrado; los hay relativos a la hora y la insistencia en este punto aporta la angustia del instante y su antítesis, la continuidad del Tiempo; los hay en torno al “adelanto científico” no nombrado pero aludido y las frases pronunciadas al respecto no constituyen precisamente intercambio de ideas sino sumatoria: todo lo dicho puede ser dicho por un solo personaje, de tal modo que las tres dejan de ser tres y hablan como una. Este rasgo de diluir lo individual en lo colectivo o más claramente del hombre (personaje) en el Hombre (humanidad), es señalado por la crítica como un aspecto característico de la ciencia ficción. La certeza de esa observación es fácilmente comprobable ya que generalmente los relatos de este tipo no trabajan en profundidad con los rasgos psicológicos de sus personajes en tanto individuos, sino que el personaje es representante o testimonio de un tipo o un modo de conducta social y/o humana.. Por tanto lo individual se diluye en el colectivo humano o, a veces, en el colectivo social; otras veces los rasgos refieren, en tanto símbolos, al complejo conceptual que corresponda. Téngase presente que la ciencia ficción como subgénero trabaja con el tema de la proyección y las consecuencias que pueden tener en la estructura social las investigaciones científicas, los artefactos que produzca, las Dirección de Formación y Perfeccionamiento Docente URUGUAY EDUCA - Portal Educativo de Uruguay - Administración Nacional de Educación Pública 5 posibilidades que abre, etc. Si el centro de interés es lo social es consecuencia razonable que el tratamiento de los personajes se oriente hacia su representatividad más que hacia su individualidad. Las mujeres de “Bordado”, en lo que hace a la anécdota, son sencillamente mujeres inscriptas en esa infraestructura confortable de la vida que es el hogar. Sus preocupaciones son domésticas: la cena, los guisantes, los quehaceres cotidianos propios de su sexo. Pero justamente, al ser presentadas como “las tres mujeres” no son ninguna y son todas, en todo caso, representantes de un modo de lo femenino. El hecho de que sean tres obviamente no es casual. Respecto al número tres y sus contenidos simbólicos citamos a Cirlot: Tres- Síntesis espiritual. Fórmula de cada uno de los mundos creados. Resolución del conflicto planteado por el dualismo, Hemiciclo: nacimiento, cenit, ocaso. Corresponde geométricamente a los tres puntos y al triángulo. Resultante armónica de la acción de la unidad sobre el dos. Concierne al número de principios y expresa lo suficiente, el desenvolvimiento de la unidad en su propio interior. Número idea del cielo y la Trinidad.9 Dentro de la simbología cristiana el tres se compromete directamente con el misterio de la Trinidad según el cual Dios es una sola esencia con tres personas distintas: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. El Padre engendra eternamente el Hijo y el Espíritu Santo procede de ambos; de este modo la idea de toda la fuerza creadora y el misterio de la existencia se concentran en esta cifra. Busquemos referencias en la mitología greco-latina: las Parcas en Roma son divinidades del Destino identificadas con las Moiras griegas. Son tres hilanderas que limitan a su voluntad la vida de los hombres desde el nacimiento hasta la muerte. La vida está simbolizada en un hilo que la primera hilaba, la segunda enrollaba y la tercera cortaba cuando la correspondiente existencia llegaba a su término. Son divinidades preolímpicas, pertenecen, al igual que las Moiras, a la generación divina de las fuerzas elementales del mundo y la suya, como la ley del Destino, no puede ser transgredida ni por los mismos dioses sin poner en peligro el orden universal. Los personajes de “Bordado” pueden ser vistos, por más de una razón, como las antiparcas. Todas miran cuando una llama la atención de las otras sobre lo que ha bordado y...: 9 Juan Eduardo Cirlot Diccionario de símbolos. Dirección de Formación y Perfeccionamiento Docente URUGUAY EDUCA - Portal Educativo de Uruguay - Administración Nacional de Educación Pública 6 “La escena era casi perfecta. El bordado sol amarillo brillaba sobre el bordado campo amarillo, y el bordado camino castaño se curvaba hacia la bordada casa rosada. Pero en la cara del hombre junto al camino había algo raro. Todas miraron atentamente la hermosa escena que tenía un defecto” A partir de este momento el bordado y lo bordado pasan al plano simbólico, y lo bordado se parece mucho a La Creación. El trabajo presentado por la bordadora no es otra cosa que un pequeño universo hermoso y armónico, con un defecto: el hombre. De esta manera la escena bordada compromete el destino humano porque el hombrecito bordado no es un hombre sino el Hombre. Se habla en este caso, de un destino colectivo y no individual. Las Parcas tejen un hilo que representa la vida de un héroe, esta bordadora crea una escena en la que El Hombre es representado por un hombre, por tanto lo que a ese hombre acontezca refiere al todos los hombres (ya se dijo que la ciencia ficción hace foco desde la perspectiva del colectivo social). Por otra parte son anti-parcas porque si bien el hilar de aquellas se detiene para marcar el final de la vida, el bordar de estas busca crear el anti-final: la continuación de la vida. Un fin devastador amenaza desde la contra-escena, desde el mundo que está detrás del porche que aloja a las mujeres y finalmente se desata: “en alguna parte... el mundo brillaba y se incendiaba”, dice el texto. En el momento en que esta devastación llega al porche el bordado trasciende su condición de símbolo para ser terreno de acción simbólica. La mujer borda más rápido que nunca intentando ganar con la aguja a la llama devoradora que persigue cada puntada. Intenta cambiar el destino -que ya cuaja en el instante esperado y temido de “las cinco de la tarde”- que la Humanidad se ha labrado y que los hombres no han sabido detener. La creación, que es el sentido de su bordar resulta así ser un intento de rescate de la Creación puesta en jaque por el “adelanto científico” creado por un siglo en que los destinos son más colectivos que individuales. En definitiva, dijimos anti-parcas y confirmamos que tienen signo opuesto a las clásicas: aquellas son determinantes del destino individual, estas son determinadas por el destino colectivo, En definitiva estas “tres mujeres” que por ser tres connotan la idea del misterio original, que por ser bordadoras se contaminan con la idea de la creación, que por manejar hilos se acercan a la noción de destino, son a su vez una creación que se teje sobre la urdimbre de una convergencia de mitos. Dirección de Formación y Perfeccionamiento Docente URUGUAY EDUCA - Portal Educativo de Uruguay - Administración Nacional de Educación Pública 7 Dos tiempos Dos dimensiones de lo temporal se contraponen negándose una a la otra: la primera, el instante, el irrepetible; la segunda, lo cotidiano, lo que se construye de repetibilidad. Es la determinación del instante, es decir de un punto en la línea del tiempo, lo que motiva la pregunta que abre el diálogo: “¿Qué hora es?” Tres veces suena esta pregunta en los diez minutos y algunos segundos en que ocurren los hechos relatados en “Bordado”. Diez pesados, lentísimos minutos en los que agoniza el tiempo continuo evocado por las tres mujeres; algunos segundos en los que zozobra suspendido de la esperanza de que el instante pueda no ser. Pero sí, llega, temor y mito desde siempre, pesadilla en el siglo XX desde Nagasaki. Un instante terrible en que no se termina de creer, del cual el hombre es más responsable que nunca. El instante así concebido niega y borra de un plumazo a lo cotidiano que es, pues, su antípoda temporal. Lo cotidiano no es uno sino suma de muchos, no se teme porque se conoce, derrota lo instantáneo porque enhebra el ayer, el hoy y el mañana en la continuidad de intrascendencias que tejen la urdimbre del existir. Por tanto, la validación de lo cotidiano es el modo de conjurar lo devastador del instante: “Contaron para sí las tapas que habían levantado, las puertas que habían abierto y cerrado, las flores que habían recogido, las camas que habían tendido...” Es como si desde este repaso las mujeres confirmaran “sí, hemos existido”. Más adelante, cuando ya pasan las cinco menos un minuto y se atreven a pensar que estas “cinco de la tarde” que se aproximan sean otras de las tantas “cinco de la tarde” con las que un nuevo atardecer acercará una nueva madrugada, el futuro se sueña en lo doméstico cotidiano: “Seguiremos limpiando guisantes, abriendo puertas, revolviendo sopas, lavando platos, preparando almuerzos, pelando naranjas.. .” Dirección de Formación y Perfeccionamiento Docente URUGUAY EDUCA - Portal Educativo de Uruguay - Administración Nacional de Educación Pública 8 El mañana que se quiere se espera, no para hacer lo que no se hizo sino sencillamente para hacer lo mismo que ayer. Porque el milagro no siempre es rutilante, porque la magia también está escondida en cualquier rincón de cualquier día. El tono poético que elige Bradbury para la descripción de un humilde montón de guisantes es suficientemente elocuente: “Allí, sobre la mesa, como los más puros símbolos de vida doméstica (...) descansaba el montón de guisantes recién lavados, con sus limpias y elásticas cáscaras, esperando que unos dedos los trajeran al mundo.” Es más, a la primera mención de la hora “las cinco menos diez”, lo reacción de una de las mujeres es: “Debo levantarme y pelar los guisantes para la cena”. Lo que debe preparar es la cena de hoy, la de ayer, la de mañana, “el pan nuestro de cada día”. Pero algo que el lector aún no conoce la detiene, y su mirada recorre “el interior tibio de la casa silenciosa...” y los guisantes quedarán náufragos de la incertidumbre del después. (Acercamos al estudiante otros títulos del autor en los que aparece la visión de lo cotidiano no minimizado sino como confirmación de la Existencia: “La última noche del mundo” de El Hombre Ilustrado, “El fin del comienzo”, “Tiempo de partir”, “La ventana color frutilla” de Remedio para melancólicos.) La poesía en las manos El tema de las manos como herramienta es concomitante al de la creación en general y al de la construcción de lo cotidiano en particular. Se ven como la más poética , la más dúctil, la más generosa de las herramientas: “Cada una de las mujeres se miraba las manos como si hubiese descubierto de pronto que allí golpeaban sus corazones”. Dirección de Formación y Perfeccionamiento Docente URUGUAY EDUCA - Portal Educativo de Uruguay - Administración Nacional de Educación Pública 9 Es la primera focalización de los ojos de las mujeres (las tres y cada una). El narrador omnisciente focaliza el porche oscuro, en él las mujeres y ellas descubren en sus manos algo más que la condición de laboriosas. Las connotaciones que adquieren las manos a lo largo del relato son varias y de distinta intensidad: son corazones (son vida), hacen nacer guisantes de sus cáscaras (son capaces de dar la vida); levantan tapas, cierran puertas, azotan niños, tienden camas, (hacen la vida); lavan papas, pelan naranjas (alimentan la vida). Cuando es necesario para los personajes repasar la construcción cotidiana de la vida y confirmar que son, que han sido y que debe ser posible proyectarse en el poder ser, cuando el reloj marca las cinco menos diez, cuando el tiempo amenaza con no continuar: “ No se oía otro sonido que un murmullo de manos; el resto era un sueño sin voces”. La prosa se poetiza haciendo de las manos las gestoras del canto a la vida: revolotean, murmuran, construyen, bordan... Así como todos sabemos lo que son manos, sabemos que en el teatro de sombras chinas son ellas las que crean la magia -los gallos, los perros, los zorros- que el espectador ve desde la platea. Hacer de los guisantes criaturas pasibles de ser “traídas al mundo por el toque de unos dedos”, convertirlos en “los más puros símbolos de vida doméstica” es obra del mago que es el narrador. Hacer de ellos la cena es obra de los hombres. La oposición manos cabeza es expresa y es metonimia de hacer-pensar; del homo faberhomo sapiens que nos anidan. Es necesario el equilibrio entre ambos. Bradbury propone algo así como repensar el bíblico “en el principio fue el verbo” y darle lugar a “en el principio fueron el verbo y la mano”. Dos relatos Podríamos decir que se narran al unísono dos historias, que se desarrollan dos acciones. En una de ellas los personajes son mujeres constructoras de la cotidianeidad, en la otra son las antiparcas, las bordadoras del antifinal. Una de las historias es la que leemos, la otra se construye por paralelo: como en una sombra china, desde detrás del escenario presentado por el narrador, se construye en la conciencia del lector. En el símbolo convergen ideas, conceptos, el símbolo correlaciona y congrega elementos provenientes de distintas vertientes. Dice Cirlot: Dirección de Formación y Perfeccionamiento Docente URUGUAY EDUCA - Portal Educativo de Uruguay - Administración Nacional de Educación Pública 10 “el simbolismo se organiza en su vasta función explicativa y creadora como un sistema de relaciones muy complejas, pero en las cuales el factor dominante es siempre el carácter polar, ligando los mundos físico y metafísico”. Es por medio de la creación literaria de un mundo de referencia fáctica que el narrador puede construir su discurso metafísico. El mecanismo es el del mito que “es un modo específico y necesario de densificar, totalizante y expresivamente el mundo, y cuyo valor de verdad no consiste en su historicidad ni en conservar restos de memoria ancestral, sino en configurar expresivamente los horizontes orientadores del existir humano elevando a categoría, 10los hechos brutos que de otro modo se disolverían en pura factilidad”. En el plano del texto podemos hablar por tanto de lo que sucede y se cuenta y de lo que sucede y no se cuenta. Es en el suceder que convergen: las dos historias son alcanzadas por la destrucción, una narración está contenida en la otra y ambas tienen el mismo final. Si bien los ecos de la acción determinante y no narrada se viven en la narrada, la narrada es simbólica lo cual es decir que tiene su verdadera resonancia en lo inteligible y no en lo físico. También podemos señalar la presencia de dos espacios en el relato: el del porche y el del mundo del cual el porche es parte. Los hombres detrás del escenario, detrás del porche, en “alguna parte” no determinada pero que sabemos “el mundo”, del otro lado los lectores espectadores viendo el espacio simbólico que el narrador ha creado. La caja abierta (un prisma con uno de sus lados transparente o abatido) que es un porche en tanto espacio recortado, tiene algo de escenario que refleja al mundo. En el porche se espera un suceso determinado en el otro espacio (cada segundo pesa con angustia apocalíptica), en el porche se espera algo mayor que las anteriores, en el porche se espera el sonido de algo que quizás no haga ruido, en el porche se guarda la esperanza de que lo esperado no suceda. Desde el porche se ve que “en alguna parte, el mundo brillaba y se incendiaba”. El personaje “no miró”, pues sabe lo que es..., el lector también sabe lo que sucede. Lo que narra Bradbury es literatura, lo que se simboliza es historia ficta, ambas son ficción. La escena del porche pasa de ser ficción narrativa a ser ficción simbólica. Llegamos así a ver con claridad el amplio contenido simbólico y alegórico que señalamos en el principio. En la tapicería de Bayeux, en los tapices medievales, los tejedores testimonian hazañas, costumbres, amores, sueños... La bordadora de Bordado intenta rescatar la palpitación de la 10 Cencillo Luis op. Cit. Dirección de Formación y Perfeccionamiento Docente URUGUAY EDUCA - Portal Educativo de Uruguay - Administración Nacional de Educación Pública 11 vida, del sol, de la naturaleza... Apura su aguja tanto como puede pero algo mucho más devastador que el tiempo combate su creación: el “diluvio atómico” ya comenzado. Lo que narra Bradbury es literatura, lo que se simboliza es historia ficta, ambas son ficción. La escena del porche pasa de ser ficción narrativa a ser ficción simbólica. Llegamos así a ver con claridad el amplio contenido simbólico y alegórico que señalamos en el principio. Y como es frecuente en la prosa poética de Bradbury la ficción despliega sus alas hacia la ficción simbólica y esta vuela hacia lo metafísico de modo tal que estas creadoras, estas antiparcas se transforman de creadoras en creaturas, de bordadoras en bordadas. “ observó el fuego que le corría por los dedos. El brazo, el cuerpo, y le deshacía el hilado del ser... (...) le arrancaba el bordado blanco de la carne, el hilado rosa de las mejillas...” Si ella resultó ser lo bordado, lo creado, otro creador entonces ha sido negado con la destrucción de su obra. La carne de la mujer, la obra de su carne es magnificada y poetizada en el momento de su desaparición, de su definitiva negación. Puntada a puntada el fuego le deshace “el bordado blanco de la carne, el hilado rosa de las mejillas, y al fin le entraba en el corazón, una rosa blanda y roja cosida con fuego y le quemaba los frescos , bordados y delicados pétalos, uno a uno...” La transformación de la bordadora en lo bordado se da en el momento en que las moléculas de su ser se transforman en puntada. Es solo en este abracadabra del magonarrador, en esta transformación de creadora en creada en la que descansa la magnitud universal y metafísica del cuento. ¿Se juega acaso con la irreverente idea de que nuestro creador ha sido menos atento con su creación de lo que han sido las bordadoras? La segunda mujer descubrió lo imperfecto en su obra y pudo desbordar. Es quizás tarea del hombre creatura desbordar de sí lo imperfecto, Quizás tenga que ver con el libre albedrío que, fuera o dentro del credo cristiano, carga al Hombre de la responsabilidad de sí mismo. Una cita como epílogo “Toda nuestra lógica humana, toda nuestra gramática y nuestro léxico todo, en su gigantesca petición de principio, vienen a construir una zona formalizada y trivialmente luminosa en medio de una inmensidad -si no infinitud- de sombras, de profundidades abisales e inasequibles a toda formalización lógica. La zona formalizada es mínima, y todas sus líneas de fuerza, cuando se persiguen consecuentemente, conducen forzosamente a Dirección de Formación y Perfeccionamiento Docente URUGUAY EDUCA - Portal Educativo de Uruguay - Administración Nacional de Educación Pública 12 aquella zona en la que cesan los conceptos puros, las estructuras lógicas, los sentidos gramaticales, y sólo son posibles el símbolo y el mitologema. Por eso, en la intuición básica de todo sistema filosófico y racional, e incluso científico, se halla un mito fósil o vivaz que lo sustenta sobre el vacío de sus propias expresiones –si se toman en sí mismas- y la nutre de savia semántica. Y la detección de tales mitos de base, cuando estos son genuinos, no debe devaluar el sistema ni debe pensarse que haya este de ser desmitificado para poder hacerse valer, sino que precisamente gracias al mito pueda significar más que sus meras formalidades lógicas”.11 Al iniciar la charla se dijo de su orientación didáctica y de su objetivo pedagógico. Al finalizarla volvemos a la idea que es base de la enseñanza por medio -entiéndase: no de sino por medio- de la literatura: el texto es un vehículo, un pretexto, para enseñar a pensar, para llevar al estudiante por caminos que le permitan ampliar sus bases culturales y por ende la comprensión del mundo que le es contemporáneo. Que pueda luego continuar pensando por sí mismo y alimentando su curiosidad para que sus elecciones sean conscientes y documentadas es el objetivo último del texto como herramienta educativa. Ponencia realizada en el Curso de Verano del Instituto de Profesores Artigas, año 2007. La versión está reducida a sus ejes centrales en virtud de la pauta de extensión para la publicación que no llegó a realizarse. Bibliografía básica Bradbury Ray- Las doradas manzanas del sol. Ed Minotauro 1974. Casetti Francesco- Introducción a la semiótica- Ed. Fontanella-Barcelona 1980. Cencillo Luis – Mito semántica y realidad- Madrid. Biblioteca de Autores Cristianos, 1970 Carlos Cid-Manuel Riu- Historia de las religiones- Ed. Sopena. Barcelona 1995 Culler Jonathan- Breve introducción a la teoría literaria-Ed. Crítica- Barcelona 2000. Cirlot Juan Eduardo- Diccionario de símbolos- Ed. Labor. Barcelona 1978. Eliade Mircea- Tratado de historia de las religiones- Ediciones Era- México 2001. Gómez Redondo Fernando- El lenguaje literario- Ed. EDAF Madrid 1994. Grimal Pierre- Diccionario de mitología griega y romana- Ed. Paidos 1984 Janson H.W. y Janson Dora- Historia de la pintura- Ed. Labor- 1960. 11 Cencillo Luis. Op. Cit. Dirección de Formación y Perfeccionamiento Docente URUGUAY EDUCA - Portal Educativo de Uruguay - Administración Nacional de Educación Pública 13