TEMA 10. LA GUERRA CIVIL - Historia

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TEMA 10. SUBLEVACIÓN MILITAR Y GUERRA CIVIL (1936-1939). DIMENSIÓN
POLÍTICA E INTERNACIONAL DEL CONFLICTO. EVOLUCIÓN DE LAS ZONAS.
CONSECUENCIAS DE LA GUERRA.
INTRODUCCIÓN
1.EL ALZAMIENTO
2.CONDICIONANTES INTERNACIONALES
2.1.El Comité de No Intervención.
2.2.Las ayudas internacionales.
3.LA IGLESIA Y LA GUERRA CIVIL
4.EL DESARROLLO DEL CONFLICTO
5.LA VIDA POLÍTICA DURANTE LA GUERRA CIVIL
5.1.La política en la España republicana.
5.2.La vida política en la España nacional.
6.BALANCE Y CONSECUENCIAS DE LA GUERRA.
CONCLUSIÓN
-----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------INTRODUCCIÓN
El golpe de Estado de 18 de julio de 1936, protagonizado por militares contrarios al
gobierno del Frente Popular, fracasó. En la zona republicana la incapacidad del Gobierno para
restablecer el orden constitucional en las zonas bajo control de los sublevados y el
desmoronamiento del Estado, consecuencia del golpe de Estado, impidieron cualquier posibilidad
de sofocar la rebelión militar.
En un contexto europeo amenazado por los totalitarismos fascistas y soviético, la soledad de
la República contrastó con el creciente apoyo que recibieron los militares sublevados, por parte de
la Italia fascista y la Alemania nazi.
De esta forma, el fracasado golpe militar se transformó en una larga Guerra Civil, de la que
salió derrotada la República. Las aspiraciones democráticas y reformistas de buena parte de la
sociedad española quedaron truncadas.
1.EL ALZAMIENTO
La conspiración militar se inició como consecuencia de la victoria del Frente Popular en las
elecciones de febrero de 1936. La reacción del gobierno ante las noticias de conspiración fue enviar
a distintos destinos a los generales más peligrosos: Mola (Pamplona), Franco (Canarias) y Goded
(Mallorca). Sin embargo, la trama estaba muy avanzada, aceptándose la jefatura nominal del
general Sanjurjo (exiliado en Portugal), quedando todo en Manos de Mola para procurar atraerse a
la extrema derecha. El plan era una declaración de guerra en las capitanías generales y una acción
política inmediata con elementos civiles derechistas. El obstáculo eran las ciudades, pero se pensó
en una acción militar sobre la capital. Los objetivos se concretaban en tres puntos:
A)Mola actuaría en el Norte, desde su posición privilegiada de Navarra.
B)Franco, en Canarias, se trasladaría a Marruecos para levantar al ejército de África.
C)Queipo de Llano, desde Sevilla, facilitaría el paso de Franco a la península por el sur y su
posterior avance.
El alzamiento se inició en Melilla el 17 de julio y se extendió al Protectorado, al tiempo que
Franco lo hacía en Canarias, pasando a Tetuán, donde tomó el mando de los sublevados.
En la península, el resultado fue diverso: fracasó en Madrid (los obreros armados por el
gobierno asaltaron el cuartel de la montaña) y en Barcelona los anarcosindicalistas hicieron lo
propio, una vez que la guardia civil frenó la acción de Poded y en Valencia fue la masa popular. En
cambio triunfó en Zaragoza; en Sevilla, donde Queipo de Llano estableció una cabeza de puente
para las tropas de África; en Granada y Córdoba. En el norte, Mola dominó Navarra y la
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sublevación se impuso también en galicia, Castilla la Vieja y León. La zona cantábrica fue fiel a la
República, pero quedó aislada del resto republicano.
La mayor parte del Ejército, sobre todo los oficiales, estuvieron del lado de los sublevados,
mientras que los guardias de asalto, la Guardia Civil y la mayor parte de la marina y la de la
aviación se mantuvieron fieles al Gobierno republicano.
2.CONDICIONANTES INTERNACIONALES
La guerra civil española tuvo una gran repercusión internacional. En el conflicto español se
entrecruzaron a la vez los intereses estratégicos de las potencias y el compromiso ideológico de las
grandes corriente políticas del momento. De esta forma, la guerra civil se desarrolló en un ambiente
internacional marcado por el ascenso de los totalitarismos y de la debilidad de las democracias.
Las potencias fascistas decidieron ayudar a los rebeldes dirigidos por Franco. Mussolini y
Hitler no solo podían conseguir beneficios estratégicos (Italia continuaba su política de expansión
mediterránea y Alemania podía obtener un aliado que amenazara la retaguardia francesa), sino que
ayudaban a un aliado ideológico en su lucha contra los sistemas democráticos y las ideologías
obreras. Portugal se unió también a esta ayuda.
La URSS, por otro lado, tuvo muy claro desde el principio su compromiso de ayuda a la
República. No sólo se enfrentaba a la expansión del fascismo, sino que alejaba el centro del
conflicto entre las potencias al otro confín de Europa, alejando el interés de Hitler por sus fronteras.
Las grandes democracias tuvieron una actitud que se enmarca en su ilusoria búsqueda de
una política de conciliación con Hitler. Gran Bretaña y Francia (inicialmente inclinada a ayudar a la
República) habían optado por tratar de evitar cualquier enfrentamiento que pudiera llevar a una
guerra general. Por ello, ante la contienda española, optan por la neutralidad.
2.1.El Comité de No Intervención.
A finales de julio de 1936 se reunieron en Londres el presidente francés, Blum, con su
homónimo inglés, Chamberlain, y se plantearon la necesidad de evitar la ayuda del Frente Popular
francés a sus correligionarios españoles para mantener frágil paz europea . Esta no intervención
apaciguaría la política y evitaría una posible intervención de Hitler y Mussolini. El acuerdo incluía
dos aspectos: la neutralidad ante el conflicto y la prohibición de enviar material de guerra. A
mediados de agosto 27 paíse europeos se adherieron, destacando Francia, Inglaterra, Italia,
Alemania, la URSS, etc.
Para supervisar los acuerdos de no intervención se ceró el Comité de Londres, que en la
práctica permitió que nadie juzgase el envío de tropas o de armas.
Las potencias del Eje Berlín-Roma, tras reconocer la España de Franco, deciden ayudarla
intensivamente. Mientras que la URSS para frenar la agresividad mostrada por Alemania e Italia
decide ayudar a los republicanos.
2.2.Las ayudas internacionales.
La situación internacional determinó el curso y el desenlace de la Guerra Civil. Por tanto,
sin la ayuda de Hitler y Mussolini es difícil creer que Franco hubiera podido obtener una victoria
absoluta e incondicional.
Las ayudas internacionales a ambos bandos de la Guerra Civil se plasma en los siguientes
países y materias:
A)Al Bando Nacionalista:
-La ayuda alemana. Hitler encargó que se pusieran a disposición de Franco todo lo que necesitase.
Además se creó la Legión Cóndor, núcleo de la aviación sublevada.
-La ayuda italiana se concretó en la aviación, que actuó en todos los frentes, y en un contingente de
120.000 soldados.
-La aportación marroquí. Sus contingentes, formados por los regulares o tropas moras bajo mando
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español y la Legión.
-La ayuda portuguesa. Portugal permitió el libre paso de armas para Franco por territorio luso y
envió 20.000 voluntarios.
B)Al Bando Republicano:
-La ayuda soviética. La URSS facilitó una importante ayuda no pagada a la República de unos 120
millones de dólares, aunque lo más decisivo fueron las armas y alimentos por unos 578 millones de
dólares del oro del Banco de España.
-Las Brigadas Internacionales. Eran unidades militares integradas por voluntarios antifascistas de
todo el mundo que se solidarizaron con la izquierda republicana y acudieron a luchar en la
contienda española. Fueron unos 40.000.
3.LA IGLESIA Y LA GUERRA CIVIL
La Iglesia apostó desde antes del inicio por los que se sublevaron, a través de organizaciones
y sindicatos, o bien apoyados por la jerarquía. El 6 de agosto los obispos de Pamplona y Vitoria, en
nombre de la paz, hacían un llamamiento al pueblo vasco para que apoyase el Alzamiento. El 30 de
septiembre, el obispo de Salamanca publicaba una pastoral, coincidiendo con el nombramiento de
Franco como Jefe del Estado, donde calificaba la lucha como cruzada para restablecer el orden.
Aunque el Vaticano mantuvo en un principio una actitud ambigüa, poco a poco se pondrá
explícitamente del lado de los sublevados.
4. EL DESARROLLO DEL CONFLICTO
La falta de un alzamiento generalizado en todo el territorio, fruto de la reacción de las
asociaciones obreras, provocó un largo conflicto que, sumado a los apoyos internacionales, alargará
la guerra en un sangriento desarrollo de operaciones militares.
-La “guerra de columnas” y la marcha hacia Madrid.
Esta etapa se desarrolló entre julio y noviembre de 1936. En ella participaron diversas columnas
militares de ambos bandos: del ejército regular en el caso de los sublevados, y de milicianos
organizados de forma espontánea, en el de los republicanos. Estos últimos fueron respaldados por
algunos militares profesionales, como José Miaja y Vicente Rojo, pero en su conjunto el Gobierno
Central y la Generalitat perdieron el control del orden público y la iniciativa militar durante varios
meses, ya que carecían de una tropa capaz y disciplinada.
La toma de Madrid se convirtió en el objetivo primordial de los sublevados. Las columnas dirgidas
por Mola fueron detenidas el norte del sistema Central por una inesperada resistencia miliciana. Así,
Las tropas de Franco y Yagüe tenían más posibilidades de entrar en Madrid por el sur. Gracias a la
colaboración de la aviación y la marina de Hitler y Mussolini, lograron cruzar el estrecho y, tras
unirse a los soldados de Queipo de Llano en Sevilla, avanzaron a través de Extremadura. En su
avance tomaron Badajoz, Talavera y Toledo.
En el frente norte, la toma de Irún por las tropas de Mola fue la operación de mayor importancia,
pues cortaba el acceso del ejército republicano del norte a la frontera con Francia e impedía la
llegada de refuerzos por tierra. Poco después (septiembre de 1936) San Sebastián se rindió.
-La batalla de Madrid.
En esta etapa (noviembre de 1936-marzo de 1937), el conflicto se convirtió en una guerra de
desgaste. La causa fue, sin duda, la inesperada resistencia de Madrid, asediada por todos lados,
excepto por la carretera de Valencia. El Gobierno republicano se trasladó a Valencia, convencido de
que Madrid caería pronto. La resistencia fue dirigida a partir de ese momento por una improvisada
Junta de defensa, que tuvo un gran éxito, dirigida por el general José Miaja y teniendo como
estratega a Vicente Rojo. Esta Junta recibió armamento soviético y la ayuda de las Brigadas
Internacionales. En Madrid se creó un sentimiento de resistencia, lanzando el lema del ¡No Pasarán!
El ejército republicano rechazó un primer ataque frontal de la ciudad por el oesta, a la altura de
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Ciudad Universitaria, donde pereció el mítico Durruti. Al no poder lograr la toma rápida de Madrid,
Franco decidió poner en marcha una operación para rodearla, en la que se sucedieron tres batallas:
la de la carretera de La Coruña, para cortar la comunicación de Madrid con la sierra, sin éxito; la del
río Jarama (primera batalla moderna de la Guerra Civil) en la que las tropas rebeldes atacaron la
carretera de Valencia por el sur, de buevo sin éxito; y la de Guadalajara, un nuevo cerco a Madrid
por el nordeste, que terminó con una gran derrota del ejército rebelde y de las tropas italianas.
Por otro lado, la toma de Málaga (febrero de 1937) por los rebeldes en el frente sur, hace ver
el fracaso del modelo de guerra con milicias desorganizadas, defendido por los anrquistas. Se hizo
evidente la necesidad de crear un ejército popular pero disciplinado, idea defendida por los
comunistas, la izquierda republicana y los militares profesionales.
-La campaña del norte y las ofensivas republicanas
Entre marzo de 1937 y marzo de 1938, Franco cambió de estrategia y decidió atacar el territorio
republicano del norte. Esta zona estaba aislada, por lo que su bloqueo no resultaba complicado
gracias a la superioridad aérea y naval de los sublevados. De esta forma, en la zona republicana del
norte que iba desde San Sebastián a Asturias, fueron cayendo las ciudades. En esta ofensiva
Nacional destacó un episodio dramático, el bombardeo de Guernica (abril de 1937). Tras Bilbao,
cayó Santander y , por último, Asturias.
El reconstruido ejército popular de la república emprendió varias ofensivas para intentar detener o,
al menos, retrasar el avance franquista desde el norte,, pero solo lo logró parcialmente sin obtener
resultados decisivos. Así ocurrió en la batalla de Brunete (Madrid, lulio de 1937), que consistió en
un intento de aliviar la presión sobre el frente del norte y levantar el cerco de los sublevados en
torno a Madrid, pero los republicanos fracasaron en sus propósitos. En Belchite (Zaragoza, agosto
de 1937), los republicanos tambiñen intentaron reducir la presión en el frente norte a la vez que
pretendían conquistar Zaragoza sin éxito. Finalmente, tras la batalla de Teruel (invierno de 19371938), los republicanos tomaron, aunque por pocos días, esta ciudad.
-La Batalla del Ebro y la toma de Cataluña
Esta etapa (marzo de 1938-febrero de 1939) constituyó la ofensiva final que decidió la suerte de la
guerra. Franco cambió de criterio y, en lugar de avanzar hacia Madrid, desplegó un ataque a lo
largo del frente de Aragón con la intención de alcanzar el Mediterráneo y dividir la zona
republicana. En abril de 1938 logró este objetivo a la altura de Vinaroz (Castellón), estableciendo el
frente de Cataluña en los rñios Ebro y Segre. A continuación, el ejército franquista emprendió el
camino de Valencia y ocupó Castellón.
Desde julio de 1938 el ejército republicano lanzó una furiosa ofensiva y logró cruzar el Ebro a
través del gran arco que el río describe entre Mequinenza y Amposta. Esta operación había sido
diseñada por el general Vicente Rojo y autorizada por el presidente del gobierno, Juan Negrín,
quien, convencido de la proximidad de un enfrentamiento en Europa entre Hitler y las democracias,
buscaba alargar el conflicto todo lo que fuera posible. La ofensiva, conocida como la Batalla del
Ebro, se prolongó hasta noviembre de 1938. En un principio (25 de julio de 1938) las tropas
republicanas, con un ejército de más de 250.000 hombres, cruzaron el río y continuaron avanzando
en los días siguientes, pero la superioridad franquista, sobre todo en aviación y artillería, permitió
un contaataque que se encontró con la férrea resistencia de los republicanos. El resultado fue que
durante cuatro meses centenares de miles de hombres lucharon por una estrecha franja de terreno,
convirtiendo la Batalla del Ebro en la más cruenta de toda la guerra. El 18 dfe noviembre las tropas
republicanas cruzaban el río en sentido contrario. Según algunos, la República perdió en este
enfrentamiento su ejército.
Tras la Batalla del Ebro se llevó a cabo la conquista de Cataluña. Un ejército nacionalista desde los
Pirineos amenazaba Cataluña. Con pocas tropas, y desgastadas, los republicanos afrontaron una
nueva contraofensiva franquista. El 23 de diciembre se inició la ofensiva y el 26 de enero Franco
tomaba Barcelona. El Gobierno y el presidente de la República que se habían trasladado a
Barcelona meses antes, cruzaron la frontera, acompañados por el gobierno de la Gneralitat. También
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se produjo un gran éxodo de tropas y civiles fieles a la República.
-El final de la Guerra Civil
Entre febrero y abril de 1939 se desarrollaron los últimos episodios de la Guerra Civil. A pesar de la
caída de Cataluña, el ejército del centro y del sur mantenía sus posiciones. Juan Negrín, presidente
del Gobierno, y el PCE propusieron una política de resistencia a ultranza. A su entender, la única
negociación que Franco aceptaría sería una rendición total de los republicanos.
Contra esta posición, y defendiendo la negociación de la derrota con Franco, el coronel Casado dio
un golpe contra el gobierno de Negrín. Casado formó un Consejo Nacional de Defensa en Madrid,
con objeto de encontrar una vía para terminar con la guerra. Pese a las propuestas de negociación de
Casado, Franco exigió la rendición incondicional. El 28 de marzo, las tropas franquistas entraron en
Madrid y en tres días ocuparon el resto del país. El 1 de Abril de 1939 terminaba la sangrienta
guerra. Una larga dictadura vino a sustituir al ensayo democrático de la segunda república.
5.LA VIDA POLÍTICA DURANTE LA GUERRA CIVIL.
La vida política durante la Guerra Civil requiere de una análisis diferenciado entre las dos
áreas diametralmente opuestas.
5.1.La política en la España republicana.
El levantamiento de gran parte del ejército y el control de gran parte del territorio en manos
de los sublevados, llevará al gobierno republicano a evolucionar en sus postulados. Sus principales
etapas son las siguientes:
A)El Gobierno de Giral (julio 1936). Obligado a formar gobierno nada más iniciarse el conflicto,
las primeras semanas pueden definirse como de verdadera inexistencia del Estado. La debilidad y
falta de representación del propio gobierno, la colaboración de patronos con la rebeliónn y la
reacción popular, provocaron cambios importantes en la política: se puso en marcha una revolución
espontánea liderada fundamentalmente por UGT y CNT, que no se hizo con el poder del Estado,
sino que se limitó a crear organismos propios que funcionaban con total autonomía e independencia
del Gobierno. La revolución fue acompañada de una dura represión contra los sospechosos de
colaborar con los rebeldes o de simpatizar con las derechas. Además, los sindicatos llevaron a cabo
numerosas incautaciones, intervenciones y colectivizaciones de propiedades privadas y del clero,
servicios públicos, tierras e industrias. Pese al caos imperante, Giral y la Generalitat intentaron
gobernar.
B)Gobierno de Largo Caballero (septiembre 1936). Entre septiembre de 1936 y mayo de 1937
tuvo lugar el primer intento de legitimar el proceso revolucionario que se estaba desarrollando; para
ello se logró la colaboración de los sindicatos y partidos obreros en un Gobierno de coalición que
aportara la necesaria unidad. El nuevo Gobierno, presidido por Largo Caballero, agrupaba a
republicanos moderados, Esquerra Republicana, PNV (que logró la aprobación del Estatuto Vasco),
PSOE, UGT, PCE, y a partir de noviembre la CNT-FAI. Las medidas de gobierno más importantes
fueron: sometimiento del sistema bancario al Gobierno; intervención de tierras de terratenientes y
colectivizaciones agrarias e industriales; integración de las milicias en el Ejército.
C)Gobierno de Negrín (mayo 1937). Las discrepancias entre la Generalitat, los sindicatos y el
gobierno central, desencadenaron una crisis que hizo caer al gobierno, lo que suponía la derrota de
los proyectos sindicalistas y revolucionarios. Azaña encargó gobierno a Juan Negrín, quien en
general controló el aparato del Estado a través del PSOE.
Entre mayo de 1937 y febrero de 1939 se sucedieron dos gobiernos enacabezados por Negrín. En
esta etapa se produjo la definitiva “normalización” institucional. El Gobierno se trasladó a
Barcelona, recuperó el control del Estado, se restringieron las colectivizaciones y se redujo el poder
obrero. En este período se produjo la dimisión de Prieto, que abandonó la direcció militar del bando
republicano an la primavera de 1938 a causa del desastre de la batalla de Aragón. Negrín pasó a
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ocupar la cartera de Guerra. Desde ese momento, Negrín contó con la oposición frontal de Prieto, y,
poco después, también de Azaña, quien estaba convencido de la derrota y era partidario de las
negociaciones con los rebeldes. Solo algunos socialistas y el PCE apoyaron a Negrín, que se quedó
muy aislado políticamente.
El jefe del Gobierno plasmó su programa en un documento, los Trece puntos (mayo de 1938), que
exponía las bases para un fin negociado de la guerra, que nunca se produjo.
D)El alzamiento de Casado (enero-abril de 1939). En este período se desencadenó el final del
Gobierno republicano en España. La salida de España del equipo ministerial de Negrín tras la caída
de Cataluña percipitó los acontecimientos. Diversos países comenzaron a reconocer a la España
nacionalista. Negrín regrasó a España proponiendo nuevas medidas de resistencia, buscando una
paz escalonada y con la remota esperanza de enlazar aún con el cada vez más cercano conflicto
mundial, que supondría el fin del aislamiento internacional del Gobierno republicano español. Pero
lo que se encontró fue una avanzada trama conspiratoria militar liderada por el coronel Casado, que
había entablado negociaciones con Franco, pero también civil, ya que en la operación participaron
políticos como Besteiro y dirigentes de la CNT. Como consecuencia, Negrín y los dirigentes del
PCE tuvieron que huir para salvar la vida, lo cual supuso la rendición final sin lucha.
5.2.La vida política en la España nacional.
A)La Junta de Defensa Nacional. En las primeras semanas no existió ningun tipo de proyecto
político común entre los militares sublevados, salvo el de crear un poder militar que anulara la
legislación del Frente Popular y liderada la represión sistemática de quienes apoyaron al Gobierno
republicano. La encargada de administrar esta doble política de contrarrevolución y represión fue,
en un principio, la Junta de Defensa Nacional de Burgos, presidida por el general Cabanellas,
aunque controlada por Mola. Así, la Junta de Defensa Nacional asumió todos los poderes del
Estado. Su objetivo era coordinar las columnas militares y civiles (milicias falangistas y tercios
requetés), así como formar un gobierno administrativo y político en las áreas que controlaban. Entre
las medidas tomadas destaca la prohibición en septiembre de los partidos y sindicatos,
incautándose todos sus bienes, manteniéndose tan solo los que apoyaron al alzamiento: Falange
Española de las JONS y Comunión Tradicionalista.
B)La Jefatura del Estado. Entre el 21 y 28 de septiembre, los generales trataron de resolver el
problema del mando. El 21 Franco fue nombrado mando militar único y el 28 fue designado
Generalísimo de las fuerzas nacionales y jefe del gobierno del Esyado español. Sin embargo,
cuando se publicó el decreto el 1 de octubre, su nombramiento expresaba que era Jefe del Estado.
Franco ostentaba, de esta forma, el mando militar y político único. Al lidarazgo militar y político se
unió el carismático y religioso (la Iglesia católica apoyó a la sublevación, que era vista como
“cruzada”), lo que convirtió a Franco en Caudillo, adaptación hispánica del título fascista de duce o
nazi de führer, es decir, guía o conductor.
Aunque el poder estaba en manos del Ejército, la vida política estaba entre los falangistas y los
carlistas. Por ello se hizo necesario unificar criterios para organizar su apoyo al movimiento, de tal
modo que en diciembre promulgó un decreto que militarizaba las milicias y quedaban sometidas a
la disciplina del ejército.
C)El Decreto de Unificación (abril de 1937). La muerte de José Antonio en noviembre de 1936,
provocó dentro de la Falange una auténtica carrera de poder. Esta inestabilidad desencadenó el
deseo de Franco, en combinación con Serrano Súñer, de poner fin a las luchas políticas y convertir
el Alzamiento en una empresa política. Así, el 17 de abril se publicaba el Decreto de Unificación,
reuniendo en una sola entidad a Falanges Española y alos Requetés bajo las siglas de un partido
único denominado Falange Española Tradicionalista y de las JONS. Esta unificación no contó con
el apoyo de falangistas y tradicionalistas, sino que el Estado se apoderó de sus ideologías. Así. Y
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para controlar esta nueva formación, Franco creó una Junta política que puso bajo su mando directo.
D)El primer gobierno de Franco (1938). El 30 de enrro de 1938 Franco constituyó su primer
gobierno y promulgó la Ley de Administración Central del Estado. La presidencia del gobierno se
vinculó a la jefatura del Estado, y los ministros reunidos con él formaban el gobierno de la nación.
Franco reunía en su persona todos los poderes.
La tarea principal del nuevo Gobierno fue la elaboración de una legislación profundamente
reaccionaria. En marzo de 1938 se publicó el Fuero del Trabajo, que delimitó las relaciones
laborales (fijó la intervención del Estado, las normas del trabajo y salarios y el fomento de la
economía): los sindicatos de clase fueron prohibidos, debiendo encuadrarse tanto patronos como
obreros en ramas de producción o de servicios, configurándose así un sindicato vertical y único; las
huelgas eran consideradas como delitos de lesa patria; se prohibían los jurados mixtos y se creaban
las Magistraturas de Trabajo para resolver los conflictos laborales, etc. Todo esto suponía el
afianzamiento de un nuevo régimen, que se completó con la Ley de Prensa (abril de 1938), que
suponía el control de los canales de expresión pública, y con otras medidas: nuevo escudo,
supresión de todo lo opuesto a la unidad (abolición de los Estatutos y se declaró el castellano como
lengua única), e importancia de la religión católica.
6.BALANCE Y CONSECUENCIAS DE LA GUERRA.
La guerra civil fue una guerra de pobres en las que ningún bando podía realizar dos acciones
ofensivas simultáneas por carecer de recursos materiales, Militarmente fue una contienda atrasada,
pues no hico prever las novedades bélicas que se producirían en la Segunda Guerra Mundial. Fue
una guerra en la que triunfó el bando que sacó mejor partido a la unidad de sus esfuerzos.
Las consecuencias fueron muy desastrosas:
-Consecuencias demográficas. Las víctimas se situarían en torno al medio millon de muertos. En
esta cifra no se incluyen los extranjeros y las víctimas de la represión de en ambos bandos durante y
después de la contienda, ni lo exiliados (mayoritariamente en Francia y América) lo que supuso un
empobrecimiento cultural.
-Consecuencias económicas. Fueron nefastas, no solo reflejada en las destrucciones sino también en
el hambre prolongado en una larga posguerra. La producción tardó mucho en recuperarse,
anadiéndose a ello el aislamiento internacional, que contribuyó a la postración económica.
-Consecuencias sociales. El resultado de la guerra trajo consigo la recuperación de la hegemonía
económica y social por parte de la oligarquía terrateniente, industrial y financiera. Y se produjo la
pérdida de todos los derechos adquiridos por los trabajadores.
-Consecuencias morales. El final de la guerra no trajo la paz, sino la victoria de un nuevo régimen
político surgido de las armas. La depuración , persecución y eliminación de los vencidos fue la
norma. Se produjo una verdadera fractura moral del país. El régimen de Franco nunca buscó la
reconciliación de los españoles.
CONCLUSIÓN
La Guerra Civil Española constituye el acontecimiento más dramático de nuestra historia
reciente, ya que, además de las terribles consecuencias que se han expuesto con anterioridad, puso
un trágico fin a un proceso de apertura y modernización.
La guerra española fue también un acontecimiento mundial en torno al cual, y al apoyo de
cada unos de los bandos, se polarizó la opinión pública mundial y la actitud de las potencias.
Por tanto, podemos concluir que la victoria del llamado Bando Nacional en 1939 truncará el
proceso democrático abierto en 1931, y dará lugar a la implantación de una dictadura personal que
durará cuatro décadas.
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