Sociología y literatura. Apuntes para el estudiante

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[Ide@s CONCYTEG 6
(67): Enero, 2011]
ISSN: 2007-2716
Cómo citar: Payá, V.A. (2011), “Sociología y literatura. Apuntes para el
estudiante”, Ide@s CONCYTEG, 6 (67), pp. 11-31.
Sociología y literatura.
Apuntes para el estudiante
Víctor Alejandro Payá1
Resumen
Mostrar la gran importancia de la novela, y la literatura en general, para comprender mejor nuestra sociedad y
sus profundas contradicciones, es la intencionalidad del presente trabajo. Lo que en él se pretende, es rescatar,
particularmente, el poder subversivo de la literatura frente a las violencias cotidianas. Ante todo es una
invitación a los estudiantes de sociología a acercarse a la literatura. Las relaciones entre la ciencia social y las
obras literarias son profundas y necesarias, por ello este texto nos ilustra con someros ejemplos sobre las ricas
influencias que se hallan en ambas experiencias.
Palabras claves: novela, lectura, imaginación, sociedad.
Summary
This article shows the importance of the novel and literature in general, for a better understanding of our
society and its profound contradictions. Particularly tries to rescue the subversive power of literature against
the daily violence. It’s also an invitation for sociology students to approach literature. The relationships
between Social Science and literature reading are profound and necessary. Nevertheless this article brings
some profoundless examples of the rich influences found in both relationships.
Keywords: novel, reading, imagination, society.
1
Doctor en Ciencias Sociales por la UAM-Xochimilco. Miembro del SNI. Profesor-Investigador de la
Acatlán –UNAM; Especialista en temas de violencia e instituciones totales. [email protected]
ISBN: 978-607-8164-02-8
FES
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Presentación
L
eemos en el transporte público,
lectura es un acto personal, una concesión
mientras esperamos turno frente a la
para la recreación del yo, que es sometido
ventanilla, en el restaurante con el
constantemente a la abulia que presenta la
primer café de la mañana, en el jardín de la
vida.
plaza, en las bancas del centro comercial, en
la intimidad de nuestro hogar, en la
La lectura es una acción que produce efectos
biblioteca, etcétera. El lugar muchas veces es
de diverso orden y alcance; quien lee, no sólo
lo de menos. Los motivos son muchos: para
tiene la oportunidad de vivir una experiencia
aprender nuevos conocimientos, para cumplir
particular, una forma íntima de disfrute, de
con el encargo escolar, para enterarnos de lo
adquirir conocimientos, de experimentar
que sucede en otros lugares, para entender lo
situaciones fantásticas tales como regresar al
que observamos e investigamos, para pasar el
pasado o adelantar el presente; es, hasta cierto
tiempo, es decir, pasar del tiempo ordinario a
punto, una vivencia de ensoñación intensa
otro de carácter insólito. El libro es un objeto
que aísla al sujeto en la intemporalidad de
vivo, con el que se puede interactuar, incluso
una burbuja invisible que lo aparta de las
ahí donde aflora la rutina propia de la vida
personas que le rodean; de ahí que el lector
cotidiana, en esos “no lugares” que anclan al
casi nunca es indiferente para el otro que
sujeto
puede
en
la
espera
inevitable,
como
reaccionar
con
celos,
sentirse
decíamos, de algún suceso: el documento
incómodo o, en su defecto, reaccionar con el
tramitado, la salida del avión, el encuentro
cuidado para no reventar esa frágil esfera.
personal, etcétera. Tal vez una de las
situaciones más violentas con las que se
Quien sometido a la vida cotidiana toma un
encuentran los seres humanos, es con la del
libro entre sus manos, despierta incómodos
tedio, sobre todo cuando no se tienen
fantasmas en aquellos que son incapaces de
expectativas y oportunidades para una mejor
comprender que la literatura es una forma
calidad de vida; el hombre moderno es
sublime de superar la rutina o el malestar en
incapaz de disfrutar el paso de la vida, como
la vida. El tiempo y el espacio flotan perdidos
todavía los viejos lo hacen en los pueblos
en las profundidades de la mente de quien es
abandonados
el
atrapado por un libro. ¿Cuántas veces
aburrimiento en las ciudades abona el terreno
tratamos de imaginar el ensueño del lector
para la anomia y el vacío existencial, los
que, suspendido en su travesía por los
sentimientos de frustración y desencanto, la
significantes, ignora el mundo que le rodea?
creación imaginaria del mal y la violencia. La
En La educación sentimental de Flaubert,
por
la
modernidad;
leemos lo siguiente:
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Sociología y literatura. Apuntes para el estudiante
Víctor Alejandro Payá
Por cierto que la literatura no es bienvenida
Ella leía un pequeño libro de tapas grises. Las
dos comisuras de su boca se levantaban por
momentos, y un destello de placer iluminaba
su frente. Él sintió celos del que había
inventado aquellas cosas en las que parecía
estar entretenida (Flaubert, 2007: 67).
en el ambiente burocrático pues se afirma que
ella interfiere con el trabajo, con los valores
de la institución que se sustentan en la
lealtad,
Así, aquel que perdido en la lectura disfruta
el placer que emana mágicamente de cada
una de las páginas, puede herir al otro con un
ligero sentimiento de envidia, ese otro que se
interroga sobre aquello que se le roba: el
placer del goce (Barthes, 1993). Cerrado, en
reposo, el libro es relato suspendido en el
tiempo, presto al despliegue de quien lo toma;
su apertura desata la emoción de búsqueda, la
esperanza
con
el
encuentro
definitivo,
encuentro que, por cierto, siempre escapa; por
eso, el camino hecho de palabras se convierte
casi
sinónimo
siempre
de
entendida
incondicionalidad.
como
Desde
algunos de esos lugares se promueve la
injusta e irreflexiva postura que afirma que
tanto
la
vida
universitaria,
como
la
investigación académica, no considera los
problemas reales de la vida real; esta visión
no sólo es mentirosa sino que arrastra, en su
ignorancia, a todos aquellos que justifican el
abandono de los libros, en aras de la
información multimedia que todo-lo-puede.
Kafka es actual porque nos sumerge en la
invisibilidad de un poder que produce nausea
a través del tiempo aletargado y el misterio de
en el fin: un libro es la cita con una vivencia.
su narrativa. Como dice Milán Kundera en El
La lectura es un ritual que envuelve al ser
dentro de la fuerza mágica de la palabra,
palabra que interroga el espacio entre la
mirada y el texto, creando un mundo propio
arte de la novela, no es necesario que Kafka
hable del Estado o de los partidos políticos
para que este autor estuviera prohibido en
Checoslovaquia (Kundera, 1986).
de naturaleza hierofánica. Si insistimos que el
libro no es un objeto inerte, es porque
encierra el enigma del Don, de ese poder
capaz de transmitir algo más que contenidos
de ideas porque además transforma los
sentimientos
de
quienes
se
atreven
a
emprender la aventura de la palabra que, en
tanto acción -participación subjetiva-, se
presenta como una actividad intensa y
arriesgada.
En Kafka, la “máquina de influencia”
atraviesa la subjetividad de los personajes y
del lector que, inevitablemente, termina por
identificarse en el malestar, al revivir el
contexto agobiante de Joseph K. Sabemos,
que nadie despierta convertido en un bicho
lleno de patas; pero la vivencia viscosa que
cosifica día a día a Gregorio Samsa, el tiempo
entumecido
de
su
existencia
no
son
situaciones lejanas para quienes han vivido el
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destierro social y afectivo. En El proceso, la
ella muestra la distancia entre lo deseable y lo
recreación de una atmósfera agobiante que
posible, despierta la imaginación e impulsa a
diluye la vida privada e íntima de los poderes
la acción. Este innegable poder subversivo de
públicos, la irracionalidad laberíntica en
la novela llega hasta el corazón de la
donde se pierde la voluntad del sujeto, el
ilustración y su apuesta a la razón; en efecto,
castigo absurdo que engendra la absurda
cuando el héroe de Memorias del subsuelo
culpa, son temas que tienen múltiples
cuestiona que dos más dos resulte cuatro y
posibilidades de interpretación; por eso, como
detesta bailar bajo el trompetín que le toquen,
dice Umberto Eco, la literatura es una “obra
adelanta a su tiempo a grandes críticos de la
abierta” que es “cerrada” por el lector, lo que
modernidad,
hace de ella una fuente inagotable de donde
Instituto de Frankfurt. ¿De qué crítica se
beber, para interpretar y otorgar sentido al
trata? Sin duda de aquella que apuesta a quien
universo del cual formamos parte (Eco,
piensa que el ser humano se guía únicamente
1992).
por
la
como
razón.2
los
Por
fundadores
eso,
este
del
héroe
atormentado, sumergido en los subterráneos
No es entonces necesario haber matado a
de la vida, descubre la otra cara de ésta, la
alguien para vivir la angustia de Raskolnikov
que es vivida con intensidad, con la verdad
en Crimen y castigo. Tampoco se necesita
del desesperado que sufre y disfruta de ser
estar en la selva amazónica para contraer la
humillado ya que las personas no están
enfermedad del Amok, ni retroceder el
hechas para la felicidad, ¡pobres de los
tiempo para sentir la variedad de olores que
ingenuos que bailan al son melodioso del
componen la Francia del siglo XIX. Esas
juicio de la razón! Y es que para Dostoyevski
experiencias
a
si existe algún bienestar, éste sólo puede
Dostoyevski, Zweig o Süskind. La subversión
provenir de las raíces del sufrimiento, del
de la literatura está en la capacidad de
gusto por la amargura y la humillación. Esta
imaginar mundos posibles, precisamente
es la regla, que no la excepción. Ese lado
porque se viven momentos en la vida
oscuro e irracional del alma, del que dará
las
logramos
gracias
cotidiana donde se pierde el soporte. El poder
2
que se transmite al contar cuentos, como lo
ha repetido una y otra vez Mario Vargas
Llosa a lo largo de su obra, es uno de los
recursos más eficaces para soportar la
dolorosa miseria de la vida cotidiana, de ahí
que lo primero que se prohíbe en los
regímenes totalitarios sea la literatura pues
ISBN: 978-607-8164-02-8
“¿Por qué, pues, estáis tan persuadidos, con tanto
aplomo y solemnidad, de que el hombre sólo
necesita lo normal y positivo, de que sólo la
prosperidad es provechosa para el hombre? ¿No
podría ser que la razón indujese a error al valorar
los provechos? ¿No podría ocurrir que la
prosperidad le resultase antipática al hombre? ¿No
podría ocurrir que prefiriese el sufrimiento y
también que éste le resulte tan provechoso como
la prosperidad? Que el hombre ama con pasión el
sufrimiento
es
un
hecho comprobado”
(Dostoyevski, 1953: 1485-1486).
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Sociología y literatura. Apuntes para el estudiante
Víctor Alejandro Payá
cuenta años más tarde el genio de Freud, es
ciencias, se concibe el hombre asociado a un
parte de la miseria que compone el malestar
comportamiento ideal típico fundamentado ya
en la sociedad, aquello que explica que exista
sea en la racionalidad económica, en la
un “más allá del principio del placer”, la
política o religiosa. Nacen así ideas como la
recurrencia de la guerra y el desafío que
del zoo politikon aristotélico, o el homo
enfrenta la civilización en su búsqueda por la
economicus smithiano. El lenguaje antecede
quimérica felicidad.
al sujeto que, desde antes de su nacimiento,
es atravesado por lo simbólico, es decir, por
El intelectual comprometido con su quehacer
las tradiciones, los valores y el discurso social
reflexivo, es el primero en sufrir el peso de
desde donde se conformarán los sentidos, las
una realidad enmarcada bajo los parámetros
emociones y los deseo del ser. La necesidad
“eficientistas” de las organizaciones, quienes
de otorgar sentido al universo y a la
no siempre ven en la literatura, en los
existencia es de naturaleza ontológica. No
proyectos culturales, o en la producción
hay comunidad que no se funde sobre el
científica, el signo redituable de los tiempos
relato, ni niños que no disfruten de escuchar
posmodernos. Quien aprecia la literatura sabe
cuentos.
de la aventura de vivir el interminable viaje
dedicadas a transmitir leyendas; por eso
por el significante, de experimentar el
narrar una historia es colocar los ingredientes
conocimiento de esos universos alternos
que formarán parte de la memoria, del alma y
gracias a la fascinación que produce la
el espíritu del ser. Cada sociedad, cada grupo,
fantasía, vale decir, de la posibilidad humana
cada tribu, como la de los machiguengas,
de identificarse y poder así compartir mundos
viajeros
imaginarios.
“habladores” para entender, como ellos, el
De
ahí
errantes,
que existan
necesita
personas
de
sus
origen del sol y de la luna, de los animales y
El arte muestra la imperfección del mundo,
las plantas, de la vida y de la muerte, así
decía Theodor Adorno; sobrevivir al malestar
como
en la cultura es imposible sin la creencia, sin
vagabundear por la selva, con el fin de que la
un principio esperanzador sustentado en
vida no acabe nunca jamás. De ahí la
narrativas
otorguen
mágicas
sentido
y
a
la
de
su
necesario
e
interminable
mitológicas
que
importancia del “escribidor”, del novelista,
existencia.
Las
que ha defendido siempre Vargas Llosa:
leyendas, los cuentos y los mitos seguirán
siendo parte del hombre social, si éste no
quiere perder definitivamente la aureola. En
efecto, tanto en la filosofía como en las
ISBN: 978-607-8164-02-8
La idea de ese ser, de esos seres, en los
bosques insalubres del Oriente cusqueño y de
Madre de Dios, que hacían larguísimas
travesías de días y semanas llevando y
trayendo historias de unos machiguengas a
otros, recordando a cada miembro de la tribu
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que los demás vivían, que, a pesar de las
grandes distancias que los separaban,
formaban una comunidad y compartían una
tradición, unas creencias, unos ancestros,
unos infortunios y unas alegrías, la silueta
furtiva, tal vez legendaria, de esos habladores
que con el simple y antiquísimo expediente –
quehacer, necesidad, manía humana- de
contar historias, eran la savia circulante que
hacía de los machiguengas una sociedad, un
pueblo de seres solidarios y comunicados, me
conmovió extraordinariamente (Vargas Llosa,
1988: 91-92).
en el aula. Y es que nada impide que un
historiador recurra a la novela histórica, un
psicoanalista
a
la
tragedia
griega,
un
sociólogo a las historias de vida, etcétera, de
la misma forma que nada impide al
antropólogo
que
estudia
el
universo
prehispánico leer la poesía náhuatl.
Por eso nunca está de más insistir que el
El profesionista, pero sobre todo el sociólogo
estudioso de las ciencias sociales y humanas,
que se abstiene de leer literatura es indigente
recurra al poder de apertura que tiene la
en ideas y parco de espíritu. Como docente,
literatura en el tratamiento de temas, mismos
no tendrá la posibilidad de recurrir al poder
que no pueden ser ignorados en aras de la
de la metáfora y las imágenes, al ejemplo que
cientificidad o el respeto al marco conceptual;
ilustra los “momentos y los hombres”; su
la
enseñanza estará destinada a la repetición
interdisciplinaria radica es su apuesta por el
empobrecida de la teoría y no al uso crítico,
enriquecimiento del objeto de estudio, en la
abierto y flexible de los conceptos. Está
convergencia de distintas perspectivas en
sentenciado a ser un mezquino en los
puntos nodales, en el reconocimiento de
circuitos del Don, puesto que carecerá de la
aquellos lugares de intersección en donde se
capacidad necesaria para transmitir el valor
urde el pensamiento complejo. Por eso no es
inestimable del conocimiento que surge no
ajena la importancia de la literatura y su
sólo con el propósito del saber por el saber
participación en el conocimiento de la
mismo, sino también como fruto de la
realidad social y humana. Cuando José
interrogación íntima, cotidiana del sujeto y su
Revueltas en El Apando (Revueltas, 2008:
estar en el mundo. Al no encontrar las
15) escribe sobre las “cicatrices escalonadas”
relaciones
la
que lleva El Carajo en los antebrazos -uno de
mediación entre los conceptos abstractos y
los personajes centrales que viven en la
una realidad resistente a ser modelada desde
prisión de Lecumberri-, afirmando que
la teoría, se sumará a los miles de educadores
asemejan a unos “diapasones de guitarra”
impermeables al problema del sinsentido que
abre, a través de esta metáfora, una incógnita
provoca en muchos jóvenes el medio escolar
para el sociólogo que observa los brazos de
que cada día les parece más aburrido. Por eso
hombres
decíamos que la violencia empieza con el
muestran esos mismos surcos de los que da
tedio que se vive de manera forzada, incluso
cuenta
pertinentes
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que
ilustren
importancia
y
de
mujeres
Revueltas,
y
la
investigación
encarcelados,
que
promueve
que
el
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Sociología y literatura. Apuntes para el estudiante
Víctor Alejandro Payá
movimiento del pensamiento, con el fin de
indeleble de la sociedad, como estudioso
conocer la forma en que se vive el cuerpo en
sobre los supuestos y principios desde donde
el cautiverio forzado. No sólo se trata de
se construyen las realidades y que lo ponen
llevar a cabo una sociología de la literatura
alerta sobre la complejidad de los fenómenos
que parta de una lectura exegética de la obra,
sociales, como hechos totales, como gustaba
que demuestre que el texto contiene los
decir a Mauss. El relato literario apunta a
elementos, las “marcas” o “huellas” propias
realidades psíquicas, sociales, institucionales,
la
espacio
de poder, que son una posibilidad para
determinado (como puede ser el del mismo
alimentar la imaginación del científico. El
autor), a la manera como lo hace Pierre
sociólogo que está interesado en desentrañar
Bourdieu en Las reglas del arte (Bourdieu,
la naturaleza de los juegos, no debe pasar por
1995) en donde analiza La educación
alto obras como El jugador, Apuesta al
sentimental de Flaubert, por cierto con una
amanecer o El juego del ajedrez, de la misma
rigurosidad impecable. Tampoco me refiero
forma que el politólogo que ignore a
al análisis estructural del relato, campo de
Shakespeare difícilmente podrá sumergirse en
lingüistas
análisis
la complejidad que mueve a los hombres
biográfico del autor al que se recurre desde la
alrededor del poder; desentrañar lo que le
psicología para explicar la creación, el
sucede a Macbeth que siendo un hombre
nacimiento de la obra con la vida del escritor,
triunfante quiere más poder, implica ir a las
con la memoria inconsciente, con los
raíces de la ambición, de la intriga, de la
fantasmas que retornan desde lo profundo del
libido dominandi.
sociedad
y
en
un
tiempo
semiólogos,
o
y
al
alma, para hacer de todo esto palabra
sublime. Dentro de cada uno de estos análisis,
La literatura evoca imágenes y temáticas que
se sigue debatiendo la relación que existe
estimulan la imaginación del sociólogo y abre
entre la literatura y la sociedad (Berger, 1979)
campos y perspectivas de indagación, por el
pero no por ello dejan de realizarse, de tal
sólo hecho de que el pensamiento –el
suerte que siguen contribuyendo al debate.
lenguaje- facilita la asociación. No se trata
únicamente
de
explicar,
sin
mediación
Apuntamos hacia una vivencia más directa,
metódica alguna, los hechos sociales a partir
que refiere a lo que evoca el discurso literario
de la literatura, o de demostrar que por medio
para cada quien, desde su historia particular
de la obra literaria de un autor o de una
como investigador y que le facilita el
época,
movimiento de la imaginación, como historia
comportamientos
personal que resiste al olvido, como huella
culturales, etcétera -cuestión que sin duda
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se
pueden
de
inferir
clase,
determinados
ambientes
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tiene un valor para la sociología del
entender que cada una de estas imágenes
conocimiento-, sino de algo más simple pero
podía descifrarse como un sueño, es decir, un
casi nunca mencionado: de aprovechar el
cuento. Ese hombre ilustrado temía dormir
juego del significante que provoca el discurso
porque, cada vez que lo hacía, despertaba en
literario en el sociólogo, de reconocer ciertos
sueños la historia de cada uno de tatuajes que
temas que aborda la literatura, por más
cubrían la totalidad de su cuerpo; sueños que
ínfimos o aislados que se presenten, y que
se transformaban en verdaderas pesadillas.
son dignos de ser investigados bajo los
Cada tatuaje puede verse entonces, como una
parámetros de exigencia metódica propia de
aventura, cada figura incorporada en la piel es
la ciencia social (puesto que una cosa es
una marca de la memoria social y grupal, una
ilustrar y otra demostrar). A veces la
puntuación en el fluir de la vida, un sueño
asociación se presenta al investigador como
diurno, un fantasma inconsciente, una batalla
una “simple” sugerencia, una idea para
en contra del olvido.
abordar el tema de manera distinta. Como
estudioso de la vida cotidiana en las
Ejemplos de cómo la literatura acompaña la
prisiones, recuerdo que los únicos estudios
imaginación sociológica pueden multiplicarse
que encontré en torno al tatuaje carcelario
al infinito. Mencionamos rápidamente El
habían sido realizados por criminólogos
perfume
interesados en demostrar que, mientras más
únicamente aludiendo al tema del ambiente
tatuajes tenía el prisionero, mayor era su
odorífico que evoca la novela en la Francia
peligrosidad: relación univoca, directamente
del siglo XIX, situación que puede remitir al
proporcional, a más, más y a menos, menos;
problema de la asepsia y del control del
encerrada en un círculo vicioso que escapaba
cuerpo por parte del Estado, como lo ha
a la explicación compleja, que no sea la dada
estudiado Dominique Laporte en su Historia
por la propia tautología. La clasificación de
de la mierda, (Laporte,1998). Pero la novela
las imágenes de los tatuajes, también daban
es un discurso que no sólo sigue una trama
cuenta de los temas de interés de los
sobre la que se tejen otros temas que
prisioneros; tatuajes que destacaban por su
enriquecen el pensamiento sociológico, que
religiosidad, por los sentimientos amorosos,
ilustran
por la lealtad al grupo, etcétera. Si bien estos
imaginaria con la realidad.3
de
las
Patrick
Süskind
posibilidades
de
(1995)
empatía
estudios muestran una parte de la realidad, el
3
testimonio del sujeto no estaba presente.
Fue leyendo El hombre ilustrado de Ray
Bradbury
(Bradbury,
ISBN: 978-607-8164-02-8
1994)
que
pude
En una entrevista televisiva realizada al escritor
Mario Vargas Llosa, éste afirma que las
experiencias más agradables que tiene el hombre
en la vida cotidiana, son aquellas que se asemejan
a una aventura literaria, cuestión que reconoce la
reversibilidad entre la realidad y la fantasía,
reversibilidad sólo posible si se reconoce que el
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Sociología y literatura. Apuntes para el estudiante
Víctor Alejandro Payá
La historia de un asesino, que es el subtítulo
el cuerpo cosificado, evocación del “objeto
de la novela de Süskind, cuenta precisamente
a”. No puede negarse que la novela es un
la vida de un joven -que posee el don de
recurso imprescindible para entender la
reconocer la composición exacta de cualquier
condición humana, al menos para ilustrarnos
olor que percibe-, que termina obsesionado
con fantásticas y bellas metáforas sobre su
por conservar el aroma singular –y por ende
misteriosa naturaleza.
original- que emana de cada mujer púber y
virginal; para ello requiere de aprender el arte
Estar de acuerdo “científicamente” en que la
de
conduce
novela tiene una relación sólida con la
inevitablemente asesinar a sus víctimas para
investigación terminada es casi imposible; es
extraer el aroma de sus cuerpos, perfume
tanto como mezclar dos lógicas discursivas
único que atesora en frasquitos. Podría
en donde los argumentos se equiparan. Lo
afirmarse que este macabro comportamiento
que ilustra la novela trata de demostrarlo el
sólo sucede en el cerebro del escritor, que es
científico, no obstante se puede reconocer
fruto de su prolífica imaginación, cuestión
que la imaginación sociológica cuenta con
que es innegable; sin embargo, cuando se
uno de sus mejores aliados en la literatura.
revisa la literatura criminológica en torno a
Marino Pérez en su libro Ciudad, individuo y
los asesinos seriales, encontramos que en la
psicología. Freud, detective privado (Pérez,
mente del asesino persiste una fantasía
1992) muestra la relación existente entre una
similar: la de atrapar para siempre el alma de
prolífica literatura psicológica en la Viena de
sus víctimas, de despojarlas de su cuerpo para
Freud y la similitud en la construcción de
conservar su espíritu, poder gozar con el
algunos escritos clínicos de éste, como el
dominio absoluto de sus partes y mantenerlas
famoso caso “Dora”. Nada hay de extraño
vivas en su mente (Amara,1998). Extraer el
que se reconozca la genialidad de escritores
alma sólo es posible en completo estado de
como Stefan Zweig o Arthur Schnitzler
abyección de la víctima, condición necesaria
cuando nos ilustran a través de su obra, los
para que el victimario goce con su angustia,
avatares
como lo descifró el psicoanalista Lacan en
psicoanálisis y las novelas de la época hay
sus reflexiones en torno a Kant con Sade. El
ciertas resonancias dignas de consideración;
alma que se succiona, proviene de la
pasarlas por alto por parte del científico sólo
angustia, del goce que provoca el dolor del
mostraría una arrogancia estéril.
la
destilación
que
lo
del
inconsciente.
Entre
el
otro, de la apertura subjetiva que se logra en
hombre y la sociedad de la cual forma parte, son
construcciones simbólicas e imaginarias, vale
decir, que son incomprensibles fuera del lenguaje.
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Sin duda, una manera de otorgar los créditos
al discurso literario es por medio de los
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epígrafes que anteceden al discurso de
se comparen, claro está). Ejemplos del trabajo
presentación del científico. La cuestión
del
relacionada
mencionar al peruano Vargas Llosa que,
con
aquellas
inflexiones,
escritor
hay
muchos,
pero
baste
movimientos, pasmos subjetivos, que provoca
como
la literatura en la imaginación del sociólogo,
seriamente en el conocimiento del tema sobre
es reconocida, a través de estas pequeñas pero
el que escribirá. En El paraíso en la otra
sustanciosas viñetas que son el súmmum de lo
esquina, investigó la vida de Gauguin de tal
que está por presentarse. También es posible
suerte que viajó a las islas polinesias, como
llevar a cabo un diario íntimo, paralelo a la
años antes lo haría con los machiguengas
investigación -que puede anexarse a esta
situados en los bosques del Cusco, todo esto
última-, en donde se plasme la implicación
acompañado, por supuesto, de la revisión de
emocional del estudioso, como lo propuso en
documentos,
su momento el socioanalista francés René
testimoniales,
Lourau. Insistimos en reconocer la existencia
seriamente la naturaleza de la relación de la
de las diferencias entre el discurso científico
obra literaria con la vida. De igual forma lo
y el de la literatura dada por la naturaleza de
hizo con La fiesta del chivo para novelar la
la forma narrativa, el estilo, etcétera, que
vida del dictador dominicano Trujillo; cada
marca la distancia entre uno y otro, distancia
una de sus novelas cuenta con un trabajo
que se reduce bajo la perspectiva del esfuerzo
parecido,
que requiere toda escritura. En los centros de
recuerdos y evocaciones biográficas desde
investigación y universidades se sabe de la
donde nacen las ideas de otros proyectos. De
necesidad imperiosa de respaldar el dicho del
ahí que resulte de sumo interés conocer los
escrito si es posible con datos duros, mejor;
gustos literarios de los grandes hombres de
esto es fruto del encargo institucional, como
ciencia y reconocer que difícilmente podían
sabemos
del
ser ajenos sus intereses de investigación
universo académico. Esto tampoco significa,
dichos gustos. Como le sucede, a un
de ninguna manera, que la literaria surja de la
Malinowski con las novelas de Joseph
nada, gracias únicamente a la imaginación del
Conrad y el gusto por la navegación. Los
escritor. La presentación final de la obra
ejemplos, nuevamente
científica y literaria muestran la punta del
puesto que quienes aportan al mundo
iceberg que soporta bajo de sí, una carga de
científico,
trabajo de investigación muchísimo más
lectores.
extensa de la que termina por presentarse. El
Pensemos así ciertos cruces entre el campo de
trabajo previo a cada obra es igual de arduo
la criminología y la novela policiaca, la
en ambas profesiones (depende de las obras
sociología etnográfica de la escuela de
quienes
actuamos
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dentro
todos
los
escritores,
archivos,
etcétera,
incluyendo
difícilmente
lo
por
se
adentra
fotografías,
que
plantea
supuesto,
los
son innumerables
no
son
asiduos
20
Sociología y literatura. Apuntes para el estudiante
Víctor Alejandro Payá
Chicago y las novelas urbanas, etcétera
reconocerse desde los sabores que emergen
(Cajas, 2004).
de la tradición y ritualidad de la cocina, tal y
como aparece en la novela de Laura Esquivel,
También se reconoce que dentro del campo
Como agua para chocolate (Esquivel, 2000).
literario hay ciertas libertades en donde la
Por su parte, el ya citado escritor alemán
imaginación
desplegarse
Patrick Süskind en su obra El Perfume
displicente. Según Oscar Wilde, la mentira es
sumerge al lector en la odorífica sociedad
parte sustantiva de la obra y sin ella la obra
francesa del XIX, sustento para el logrado
de
La
reconocimiento del romanticismo social,
imaginación creadora -la mentira-, permite
enfrascado en la distinción de sus fragancias,
distanciar el discurso literario de un realismo
del cuerpo inmaculado de la mujer, que
arte
creadora
puede
simplemente
no
existiría.
4
ramplón. La literatura y específicamente las
provoca el redescubrimiento en el lector, de
grandes novelas, aquellas que no son tocadas
la importancia del olfato en un universo
por el tiempo habitual, recurren a la metáfora
hecho de la furia de sus olores e imágenes. La
que estalla en la imagen visual, pero también
metáfora, al nombrar una cosa a través de la
olfativa, táctil, auditiva. El músico Julio
imagen provoca una experiencia corporal, en
Estrada nos enseña a escuchar la música en
los sentidos de los personajes y, por ende,
las novelas de Rulfo, los enigmáticos
también en los sentidos del lector. También
diálogos surgidos de ultratumba, el hablar
se comparten vivencias, como la angustia de
propio de los campesinos mexicanos, la
un Werther ante su imposibilidad de alcanzar
melodiosa algarabía de los pueblos, el vuelo
el encuentro sublime con Carlota, la culpa de
de las aves, el sonido del agua o del rebote
Raskolnikov que le invade y arrastra después
del caminar de los burros, en los caminos
de cometido el crimen en contra de su
empedrados de los pueblos. Así, hay un
rentera, o el sufrimiento absurdo de Joseph
México al que se puede reconocer desde sus
K., envuelto en la omnipotencia de un poder
sonidos,5 como otro México que puede
invisible y aplastante, que lo persigue
4
La palabra-imagen surge sin reparos, la
estructura básica de la metáfora que bien puede
resumirse en la frase “como si” es agradablemente
aceptada por el lector que bien puede imaginar,
mientras lee, que la noche puede ser habitada por
una luna de luz tenue, amarillenta, como si fuera
“un cráneo alumbrado por una vela”.
5
“El modo de decir las cosas no deja de formar
parte de la visión del mundo del campesino, cuyas
comparaciones a través del como si, asociadas
aquí una vez más a lo sonoro, nos colocan ante
metáforas que van de la inocencia extrema a un
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humor negro casi involuntario. Esta costumbre
ocurre con alguna frecuencia entre los cientos de
El llano en llamas, como puede observarse en
estos tres ejemplos:
-A él le gustaban tiernitas; que se le quebraran los
güesitos; oír que tronaran como si fueran cáscaras
de cacahuate.
-Me zurró una sarta de porrazos que hasta me
quedé dormido entre las piedras, con los huesos
tronándome de tan zafados que los tenía […]
-Ya por último, le dí una patada al muertito y sonó
igual que si se la hubiera dado a un tronco seco”
(Estrada,1990: 37).
21
[Ide@s CONCYTEG 6 (67): Enero, 2011]
castigándolo sin
motivo
merecido. Las
mundos posibles que pueden concebirse de
historias que se cuentan literariamente sin
manera “natural”, pues un vez aceptados los
duda son construcciones; bien pueden éstas
supuestos sobre los que se erige cada
apegarse a una determinada sociedad y época
escenario, éste adquiere el peso y la fuerza
-y hablar así de un cierto realismo- o, surgir
inevitable que obliga a la participación de una
de invenciones de universos nunca vistos –y
vivencia. Recordemos las palabras de uno de
decir que se trata de realismo mágico, o de
los iniciadores de la Escuela de Chicago,
novela fantástica-; pueden hablar de una
William Thomas, que afirmaba que “si los
época histórica o de la vida de un personaje
hombres definían sus situaciones como
importante. Se dice entonces que es una
reales, entonces las consecuencias eran
novela histórica, biográfica, etcétera. Todas
reales”. La historia que tenemos en las manos
ellas, cuentan algo de la condición humana,
y
es decir de la vida y de la muerte, del poder,
concordancia
de los deseos, las fantasías y angustias a
intersubjetivo, los personajes imaginarios no
través de las aventuras de sus personajes.
lo son más mientras dura la lectura, sus
Puede hablarse así de la “deshumanización
historias son las nuestras, sus dramas y éxitos
del arte”, del trastrocamiento del tiempo
los compartimos con la misma ansiedad o
lineal y ordinario, de una lógica esteticista,
emoción, de ahí que la lectura es asimismo
etcétera. Más allá de estas disertaciones de
una experiencia de participación de una
clasificación y ordenamiento académico,
realidad, no importa si esta es “real” o
quien lee, ingresa a un subuniverso en donde
“imaginaria” pues a fin de cuentas, ¿qué
estará expuesto a la “fuerza metonímica de
realidad,
expansión”, al poder de la metáfora, a la
imaginarios?
que
decidimos
qué
de
amor
leer,
provoca
tiempo
o
y
pasión
una
espacio
no
son
danza con los significantes que se despliegan
bajo las leyes invisibles de lo imaginario, de
Una de las características propias de la
la melodía y del ritmo de la palabra, que
modernidad es la heterogeneidad social y la
traspasa el alma, gracias al Don que la
diferenciación humana; la novela moderna se
palabra posee.
despliega a la par que la inquietud de los
hombres por responder por el sentido de la
La importancia de interrogarse sobre las
vida, del amor, el suicidio, la muerte, la
relaciones entre una disciplina como la
embriaguez y las profundidades del ser
sociología y la literatura, podría estudiarse de
sufriente. Si la lectura no es la realidad –es
la misma forma en que Alfred Schutz (2003)
imaginación radical- pero permite acercarnos
se acerca al problema de la construcción
y comprenderla mejor ¿en donde estriban las
social de la realidad y de la diversidad de
coincidencias? Ya lo mencionamos: en la
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22
Sociología y literatura. Apuntes para el estudiante
Víctor Alejandro Payá
palabra que es propia del género humano;
absurdo de la muerte, porque en esencia, para
palabra que es imposible que se exprese sin
él, es absurda la vida y es que, como dice
figuras de lo imaginario. Los mundos
Fernando Vallejo “la humanidad necesita
posibles son mundos vivibles, aunque el
para vivir mitos y mentiras. Si uno ve la
cuerpo con su anclaje en lo real, trate de
verdad escueta se pega un tiro” (Vallejo,
desmentirlo. En sociología repetimos que la
1973: 15).
sociedad es una construcción social, un
mundo hecho de muchos escenarios posibles.
Así,
En todo caso, sólo tiene de natural el hecho
transversalidad de escenarios múltiples -pasar
de que lo heredamos y vivimos como algo
del trabajo a la escuela y de ahí a un bar-; de
dado, que nos proporciona un “estar en el
igual forma el individuo puede sumergirse en
mundo” sin cuestionamientos demasiado
escenarios enclavados unos en otros, como
graves. Sólo nos preguntamos de su validez
aquel que vive en prisión y presencia una
cuando la realidad se desvanece como causa
función de teatro de títeres en el centro
de un desastre natural, una guerra o una crisis
escolar, y no por eso, -como al bien
profunda que afecte el discurrir habitual de la
intencionado Quijote le sucede- se mezclan
vida. La realidad se derrumba porque los
las realidades. Sin duda la cordura estriba
supuestos sobre los que se erige, no
precisamente en distinguir el pasaje de un
funcionan más, como lo repetía el filósofo y
nicho social a otro y actuar acorde a las reglas
sociólogo austriaco Schütz. Probablemente el
y principios que conforman a cada uno. En
suicida
conciencia
buena medida, la locura puede explicarse por
demasiado lúcida, un ser perspicaz que tiene
este desfase situacional -como lo han
la certeza de que el mundo es una pantalla
expuesto Schütz y Goffman-. Sin embargo, El
más, de entre muchas posibles, que juega
Caballero de la Triste Figura, no es ajeno al
como sostén, como anclaje de sentido. Sin
discurso de su época, como lo muestran las
esa pantalla, la crudeza de la realidad empata
disertaciones científicas con Sancho y sus
con lo siniestro, pues la vida carente de
explicaciones acordes a un universo en donde
símbolos que le den sentido, es agujero
es común que los caballerangos se enfrentan
sideral. Sólo queda la certeza del abismo, el
a seres mágicos y estén dispuestos a morir
sinsentido surge cuando toda construcción
por la mujer amada. El delirio de El Quijote
social, se vive como demasiado artificial y es
nos remite al encuentro de situaciones
incapaz de responder sobre la existencia y su
discordantes aunque no del todo ajenas, como
razón de ser. Se comprende así la suspicacia
no nos es ajeno el sueño, del que por cierto,
de Albert Camus cuando escribe acerca de lo
El Quijote también es capaz de reconocer, lo
es
una
persona
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de
la
sociedad
es
vivencia
de
23
[Ide@s CONCYTEG 6 (67): Enero, 2011]
que
significa
que
este
entre
argot doméstico. La palabra como golpe, la
escenarios admite la dimensión del sueño, de
literatura del mal que presenta los efectos
la fantasía, de la ensoñación. Es como cuando
devastadores del desarrollismo a través de
el niño forma sus soldaditos de juguete para
imágenes de odio y muerte. Vallejo escribe
reproducir una batalla, o los católicos festejan
desde la oscuridad que otorga un pesimismo
el renacimiento de Jesús reproduciendo el
que no ve salida alguna que no sea aquella de
pesebre, o el arquitecto presenta su proyecto
exterminar a la humanidad para empezar de
arquitectónico a través de una maqueta. La
nuevo. Vallejo no renuncia a la blasfemia
realidad del juego, del ritual o del proyecto
como recurso literario; tal vez por eso me
tiene resonancias con la “verdadera realidad”,
recuerda
evocan la recreación imaginaria, la dinámica
irreverencia a las buenas maneras, el valor
de las estructuras en miniatura, el goce por el
extremo otorgado al sexo, y el placer por la
dominio de una realidad reproducida al
literatura coinciden. Claro, el valor a cada
alcance de la mano. Por eso, cuando leemos,
cosa narrada proviene de la opinión personal,
experimentamos
y
única, incontrovertible ante la insensatez del
compartimos la diversidad de subuniversos
mundo, que termina por nublar el juego de la
posibles gracias a la imaginación creadora,
vida. Incuestionable es el dominio del
propia de la condición humana.
lenguaje en el escritor colombiano. Tomemos
lo
tránsito
simultáneo
a
Bukowski;
en
ambos
la
un ejemplo -similar al que analiza Julio
Estrada en Juan Rulfo-, de un extracto de La
Evocaciones sociológicas desde
La Virgen de los Sicarios, de
Fernando Vallejo
Si uno tratara de omitir la ironía en un
escritor como Carlos Monsiváis el valor de su
discurso se desplomaría; lo mismo podemos
afirmar del escritor colombiano Fernando
Vallejo respecto a la acidez de su decir, de
ese estilo que diluye todo aquello que la
pluma toca a su paso: la religión, la política,
la pobreza, el futuro. El humor negro forma
parte de un estilo, como lo es la ironía. La
Virgen de los Sicarios de Vallejo, es un libro
bien escrito que combina el insulto con el
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Virgen de los Sicarios, para observar el juego
con el significante, cuando el colombiano
utiliza la palabra “ver”:
El próximo muertico de Alexis resultó ser un
transeúnte grosero: un muchacho fornido,
soberbio, malo que es lo que esta raza
altanera. Por Junín, sin querer, nos
tropezamos con él. “Aprendan a caminar
maricas –nos dijo-. ¿O es que no ven?” Yo, la
verdad, veo poco, pero Alexis mucho, ¿o si no
cómo esa puntería? Pero esta vez, para
variar, bordando sobre el mismo tema su
consabida sonata no le chantó el pepazo en la
frente, no: en la boca, en la sucia boca por
donde maldijo. Y así, quién lo iba a creer, la
última palabra que dijo el vivo fue “ven”,
como pueden ver volviendo a ver su frase.
Nunca más vio. A estos muertos se les quedan
los ojos abiertos sin ver. Y ojos que no ven,
aunque uno los vea, no son ojos, como
24
Sociología y literatura. Apuntes para el estudiante
Víctor Alejandro Payá
atinadamente observó el poeta Machado, el
profundo (Vallejo, 1973: 40-41).
colinas que rodean Medellín, -del que nos
El narrador de la Virgen de los Sicarios es el
cañerías de aguas negras, su población
propio Fernando Vallejo, las opiniones de
condenada a reproducirse en la miseria e
aquel son las de éste; coincide el nombre con
ignorancia entre los atracos y los homicidios.
los orígenes, personajes de familia y gustos.
Ante la degradación de la política, la
La
Medellín,
exclusión social, la incontrolable tasa de
Colombia, es profunda y detallada; se
natalidad, la complicidad, la impunidad y la
presume conocerla más esta ciudad, que
corrupción de religiosos que hacen que
Balzac de su París. Relatos y hechos son
prevalezca la ley del más fuerte, consolidan la
premoniciones para el resto de América
lógica del estado de guerra hobbesiano, el
Latina, para aquellos países que apuestan a
hombre surgido de las barriadas, es el lobo
las leyes descarnadas del mercado en
del hombre:
perspectiva
violenta
de
habla Vallejo-, sus ríos convertidos en
detrimento de la cultura, de los libros, del
deporte; lo que priva es la ley del estatus que
es la de la marca de la prenda de ropa en
turno, de la obsesión por los tenis, por el
electrodoméstico para la madre; todo esto en
un clima de supervivencia, arrebato y muerte.
Quién no recuerda aquella frase de Marx, con
la que inicia El Capital, cuando refiere que
los países más desarrollados no hacen sino
mostrar a los menos desarrollados el espejo
de su propio porvenir; ¿en dónde quedaron
las leyes de la economía que se supone se
Ya no nos queda en Medellín ni un solo oasis
de paz. Dicen que atracan los bautizos, las
bodas los velorios, los entierros. Que matan
en plena misa o llegando al cementerio a los
que van vivos acompañando al muerto. Que si
cae un avión saquean los cadáveres. Que si te
atropella un carro, manos caritativas te sacan
la billetera mientras te hacen el favor de
subirte a un taxi que te lleve al hospital. Que
hay treinta y cinco mil taxis en Medellín
desocupados atracando. Uno por cada carro
particular. Que lo mejor es viajar en bus,
aunque también tampoco: tampoco conviene,
también los atracan. Que el hospital a uno que
tirotearon no sé dónde lo remataron. Que lo
único seguro aquí es la muerte (Vallejo, 1973:
21-22).
cumplirían con la férrea necesidad que la
A la vuelta del tiempo, Sabaneta, el pueblo
historia reconoce? El juego de espejos se da
del narrador, forma parte de un barrio más,
hoy, entre los países menos desarrollados,
engullido ahora por la mancha urbana, las
que muestran que la criminalidad y la muerte
barriadas lugares en donde el crimen y el odio
son parte ya, de su “mundo natural de la
se reproducen cotidianamente, espacios que,
vida”.
como guetos de exterminio se enfrentan los
niños sicarios. El sicario germina en esas
En efecto, el incontrolable y desordenado
crecimiento urbano que se extiende en las
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25
[Ide@s CONCYTEG 6 (67): Enero, 2011]
“barriadas de las comunas”6 en donde los
producen plantas para crear consumo, a fin de
jóvenes
confrontados,
cuentas, de que se quejan los apologistas
asesinándose a la menor provocación o
neoliberales ¿acaso no es el mercado el que
pretexto; muchachos en donde su único
dicta las reglas del juego? ¿No decía Marx en
universo está rodeado de música heavy metal,
“el fetichismo de la mercancía” que las cosas
televisores, caseteras y ropa de marca. La
se relacionan como si fueran hombres,
lógica
mientras que los hombres se enfrentan como
son
del
eternamente
mercado
en
estado
puro,
descarnada, fuera de todo entendimiento
si fueran cosas?
comunitario, plasmada en el objeto fetiche: el
refrigerador para la madre, la camisa con el
En Sabaneta se le rinde culto en la parroquia
logo o la marca de distinción, el arma como
de Santa Ana a María Auxiliadora que se
extensión ortopédica y fálica del poder del
encuentra entre veladoras “palpitantes al
cuerpo. La ley del mercado, la de la oferta y
unísono”,
la demanda, la que dicta el movimiento de
Sabaneta”, a la que se ofrenda la vida y la
atracción del dinero, la que crea a productores
muerte. Ella es la Virgen de los Sicarios, de
y consumidores que es idea pura surgida del
“esos jóvenes asesinos asesinados” que rezan
homo economicus, ahora apunta sus fuerzas
con el fervor incansable que sólo produce el
hacia la venta de droga, la industria sin
frío destierro de la humanidad o la misma
chimenea prototipo de la globalización, la
necesidad
que va redoblando sus ganancias conforme
volumen, para colmar el insaciable vacío que
transita las carreteras, los ríos, desiertos y
llevan desde su nacimiento. De esos jóvenes
mares. Afirmaba Marx en la “Introducción a
que son el último eslabón de una cadena
la crítica de la economía política” que toda
mercantil, primer eslabón de una historia que
producción es consumo y viceversa, se
empieza en la disposición a morir o matar por
consumen semillas para producir plantas y se
dinero; la cara visible de la lucha por las
es
de
“la
Virgencita
escuchar
música
niña
a
de
todo
plazas, vale decir, de los mercados de droga
6
“Las comunas cuando yo nací ni existían. Ni
siquiera en mi juventud, cuando me fui. Las
encontré a mi regreso en plena matazón,
florecidas, pasando sobre la ciudad como su
desgracia. Barrios y barrios de casuchas
amontonadas unas sobre otras en las laderas de las
montañas, atronándose con su música,
envenenándose de amor al prójimo, compitiendo
las ansias de matar con la furia reproductora.
Ganas con ganas a ver cuál puede más. En el
momento en que escribo el conflicto aún no se
resuelve, siguen matando y naciendo. A los doce
años un niño de las comunas es como quien dice
un viejo: le queda tan poquito de vida…”
(Vallejo, 1973: 28)
ISBN: 978-607-8164-02-8
en el mundo. Santa María Auxiliadora, es la
madre protectora, la que perdona al hijo
saciar de vez en vez su alma asesina.7 Por
cierto, acá en México, igualmente los presos
llevan tatuada, en escapularios o estampitas la
imagen de San Judas Tadeo, el santo de los
7
Un estudio sociológico y psicoanalítico sobre el
fenómeno del “niño sicario”, la familia, el papel
de la madre, las representaciones religiosas y la
violencia, lo encontramos en (Ramírez, 2000).
26
Sociología y literatura. Apuntes para el estudiante
Víctor Alejandro Payá
casos difíciles, puesto que es difícil es vivir al
borde de las barracas, entre el asalto al otro y
el ser asaltado, al filo de la vida y de la
muerte,
como
los
nuevos
nómadas
o
cazadores en busca de presas para la
supervivencia
magnitud
del
diaria,
no
importando
peligro. La
la
exclusión y
destierro moral traen sus consecuencias en la
misma proporción y violencia, tal vez por eso
“san juditas” comparte créditos con otros
santos que son más acordes a las nuevas
necesidades de unos fieles que colocan en el
mismo plano la vida y la muerte, como es el
caso de La Santa Muerte, conocida también
como La Niña Blanca o La Santa Señora de
la
Guadaña.8
Religiosidad,
creencia,
fetichismo surgen a la par en la nueva
juventud necrotropa que combina devoción y
violencia. En La virgen de los sicarios,
leemos lo siguiente:
Las balas rezadas se preparan así: Póngase
seis balas en una cacerola previamente
8
“… con lentitud piadosa fue subiendo su mirada
del ras del piso a los pies cubiertos por la
vestimenta de la Señora: atavío blanco, de novia:
si Ella es una novia amorosa; vio los pequeños
puntos oscuros sobre la tela; la mano derecha
extendida y adornada en la osamenta con una
balanza dorada: el fiel que tiene en su oscilación
el tiempo que a cada uno corresponde; el brazo
izquierdo doblado para sostener un globo
terráqueo que es el terreno de su posesión; sobre
el pecho, el signo de su alcurnia: el collar de
perlas; más arriba aún, el rostro bello, magro,
oscuro, la nariz sin carne, la mirada sin ojos, la
frente amplia que sostiene el velo de la misma tela
que el vestido, como luz que ilumina la imagen
está la corona brillante de dama a punto de
desposarse con aquellos que la sigan y la
idolatren” (Ramírez-Heredia, 2006: 60-61).
ISBN: 978-607-8164-02-8
calentada al rojo vivo en parrilla eléctrica.
Espolvoréense luego en agua bendita obtenida
de la pila de una iglesia, o suministrada,
garantizada, por la Parroquia de San Judas
Tadeo,
barrio
de
Castilla,
comuna
noroccidental. El agua, bendita o no, se
vaporiza por el calor violento, y mientras
tanto va rezando el que las reza con la fe del
carbonero: “Por la gracia de San Judas
Tadeo (o el Señor Caído de Girardota o el
padre Arcila o el santo de su devoción) que
estas balas de esta suerte consagradas den en
el blanco sin fallar, y que no sufra el difunto.
Amén” (Vallejo, 1973: 63).
Magia imaginada, creencia y asociación
significante, complicidad y vínculo grupal,
violencia social y sentido de la representación
religiosa, son todo ellos temas que van
transformado su sentido profundo. Conforme
crece la voracidad del capital trozando las
realidades, transformando las emociones,
excluyendo a las mayorías -pero sin dejarlas
de seducir por medio de las vitrinas en donde
se exhibe el valor de la marca-, retornan las
ambiciones,
cambian
las
creencias,
se
participa más y más de los mercados de
armas, personas y drogas.
La Virgen de los Sicarios, describe a una
Colombia
socialmente
devastada.
Como
decíamos, no es de ninguna manera una
apología romántica que vele por el bien de los
pobres a favor de los gobernantes o viceversa.
Acá en esta historia de modernidad violenta,
todos son culpables: se detesta la miseria que
representan los pobres, su condición de
hilarantes, su impúdica manera de hablar o de
seguir engendrando, como se detesta a los
27
[Ide@s CONCYTEG 6 (67): Enero, 2011]
gobernantes y clérigos que viven de la
jóvenes encuentran su lugar emblemático en
9
la figura del sicario. Literatura que, sin
corrupción y el atraco.
sutileza alguna, introduce en esa otra realidad
La Virgen de los Sicarios es una novela sobre
que inscribe a sus moradores en un mundo
las secuelas de un trágico desarrollismo
carente de esperanza que los condena a morir
colombiano que, como es a su vez un espejo
en vida, o si se prefiere, morir viviendo.
que refleja el designio amargo del capitalismo
Inmersos en la fugacidad del tiempo, la
latinoamericano,
juventud
con
fuerte
polos
de
inevitablemente
hace
de
las
desarrollo y de exclusión social, de ciudades
creencias, del amor y del homicidio su
que crecen desordenadamente, sin ninguna
inmediatez más plena. Sólo así es posible
consideración de equilibrio con el ambiente,
entender a la muerte como un hecho
donde los ríos se transforman en desagües de
vigoroso, conviviendo al lado nuestro, como
aguas negras y los cerros en nichos de
un fenómeno social. Prosa llana, directa, que
supervivencia, guetos de exterminio social y
describe la descomposición y quiebre del
violencia. Si algo han dejado los sueños
esquema familiar tradicional. La familia en
fáusticos de los gobernantes en turno es una
donde la madre abandonada y en la violencia
estela de corrupción y conflicto, así como una
de la miseria que agobia a millones de seres
fuerte desarmonía en todos los planos: legal,
humanos. Nace así, una juventud despojada
económico, urbano y ambiental; ello, sin
de todo futuro y necesitada de un pasado
duda, se refleja en un universo emocional
significativo, digno de recordarse, de tal
devastado en donde lo único que predomina
suerte que los jóvenes sin ningún otro asidero
es el atropello impune. Su autor, Fernando
que un presente instantáneo, materializado en
Vallejo, nacido en Medellín, relata la
la ropa o los tenis de moda, terminan por
situación
infantes
responder, no sin eficacia, a su nuevo papel
desguarnecidos que los empuja hacia la
de matones a sueldo: única y última
droga, como el último eslabón de una cadena
posibilidad para integrarse en la sociedad de
que alimenta el tráfico profesional; colocados
consumo, intento desesperado por obtener
como sobrantes o desechos del sistema, como
una precaria identidad.
cartuchos
social
de
siempre
miles
de
reemplazables,
9
estos
“Apuntalado en una precaria legitimidad
electorera, presidido por un bobo marica,
fabricador de armas y destilador de aguardiente,
forjador de constituciones impunes, lavador de
dólares, aprovechador de la coca, atracador de
impuestos, el Estado en Colombia es el primer
delincuente. Y no hay forma de acabarlo. Es un
cáncer que nos va royendo, matando de a poquito”
(Vallejo, 1973: 84).
ISBN: 978-607-8164-02-8
Palabras finales
Dice el escritor colombiano: “cuando a una
sociedad
la
empiezan
a
analizar
los
sociólogos, ay mi Dios, se jodió, como el que
cae en manos del psiquiatra” (Vallejo, 1973:
28
Sociología y literatura. Apuntes para el estudiante
Víctor Alejandro Payá
64). Ante tal sentencia el sociólogo se vale de
complicidad imaginaria, puede igualmente
la literatura para ilustrar realidades que, junto
observarse en la madre de El Carajo, el
con testimonios y datos, dan fuerza al
antihéroe de El apando, cuando Revueltas
discurso. De esta obra, La virgen de los
narra cómo ella utiliza su cuerpo para pasarle
sicarios,
la droga al hijo:
podemos
subrayar
diversas
realidades sociológicas, consecuencia de una
modernidad
fallida
y
excluyente,
sin
embargo, me quedo con una: la que destaca el
papel que juega la madre del niño sicario sin
la cual, es imposible entender el papel
transgresivo de éste. Madres abandonadas e
imposibilitadas en la transmisión de la ley,
que empujan voluntaria o inconscientemente
al hijo hacia la delincuencia puesto que la
identificación del hijo con ella, abre la
posibilidad
imaginaria
de
vivir
incestuosamente la relación (lo que explica la
imposibilidad en la vida adulta de reconocer
la diferencia o, en su defecto, de relacionarse
con el cuerpo de la mujer si no es únicamente
a través de la violencia).
La madre de El Carajo llevaría allí dentro el
paquetito de droga […] el paquetito para
alimentarle el vicio a su hijo, como antes en el
vientre, también dentro de ella, lo había
nutrido de vida, del horrible vicio de vivir, de
arrastrarse, de desmoronarse como El Carajo
se desmoronaba, gozando hasta lo indecible
cada pedazo de vida que se le caía (Revueltas,
2008:23).
Las
equivalencias
alimento,
la
entre
droga
y
el
vientre,
el
goce
el
son
psicoanalíticamente hablando relevantes. O la
madre introduce la ley, o involucra al hijo en
el
goce
perverso,
como
saben
los
psicoanalistas, pero también como lo dictan
los estudios antropológicos, en donde los
rituales son centrales para evitar la mezcla
social. No es casual que en las prisiones,
aquellos presos que controlan y distribuyen la
No es casual que se rece a vírgenes y santos
de naturaleza femenina10 con el fin de
cometer crímenes: nuevas representaciones
religiosas más acordes a la violencia de la
realidad
que
rompe
las
“estructuras
elementales del parentesco”, y que desdibujan
los límites. Por cierto que este campo de
10
A la Santa Muerte se le dice “madrina”, “santa
señora de la guadaña”, “niña blanca” y se le puede
vestir de novia y abrazarla como si fuera una
mujer. Igualmente se le da de fumar mariguana o
beber alcohol. Se le pide salir con bien cuando se
van a cometer delitos. La representación
incestuosa y transgresiva es clara.
ISBN: 978-607-8164-02-8
droga, se les llame “madres”.
La realidad social que nos muestra Vallejo,
ya estaba prefigurada en las prisiones, éstas
últimas tiene la fuerza necesaria para
expandir las reglas del juego perverso al resto
de la sociedad o, en su defecto, esta última las
adopta porque la economía y sus reglas, las
admiten. El niño matará para su santa madre
y ella, como en la película de Amores perros,
no preguntará de donde proviene ese dinero
que por las madrugadas llega a casa y,
29
[Ide@s CONCYTEG 6 (67): Enero, 2011]
agradecida,
ropa
todo gracias a la virtud del significante. Los
ensangrentada le lave. No se trata de
libros resguardan entre sus páginas, la
responsabilizar a nadie en concreto, el asunto
memoria y legado de ciencia de los pueblos.
no es abordable desde el género, sino desde
Al abrir las páginas de un libro se abandona
las funciones. De la misma forma los padres
el yo convencional, para ingresar a la
son ausentes por su exceso de violencia o por
aventura de un viaje imaginario que sólo la
defecto.
del
fuerza de la palabra puede brindar. Quien se
narcotraficante articula redes sociales y
“pierde” en la lectura gana en el orden del
económicas,
es
Don, de ese “inestimable objeto de la
desmembrada una banda, quedan muchos de
transmisión” que burla momentáneamente a
sus integrantes a la deriva.11 Así entonces, de
la muerte pues el libro prescinde del cuerpo
lo que se trataría es de analizar este juego
presente del escritor, quien inevitablemente
entre las estructuras arbóreas y rizomáticas
renace en el inconsciente de quien le sucede
que
cuando lo lee.
la
tal
Algunas
vez
hasta
veces
cuando
modernidad
la
éste
la
figura
cae
o
transforma,
la
reversibilidad de los posicionamientos, el
cuestionamiento de la Ley, tema naturalmente
de otro ensayo.
Para concluir, quisiera terminar como inicié
este ensayo, con la importancia de la lectura.
El libro es de los pocos objetos de la vida
moderna que tienen la fuerza del maná, que
en otras civilizaciones se le atribuía a ciertos
objetos, plantas o animales. La literatura,
como toda actividad artística, pertenece a un
orden de realidad mágico. El libro tiene el
poder de la sombra, del reflejo, del eco, de
ese doble que devuelve las imágenes, las
emociones, las realidades diversas al lector,
11
“Con la muerte del presunto narcotraficante que
dijo arriba nuestro primer mandatario, aquí
prácticamente la profesión de sicario se acabó.
Muerto el santo se acabó el milagro. Sin trabajo
fijo, se dispersaron por la ciudad y se pusieron a
secuestrar, a atracar, a robar. Y sicario que trabaja
solo por su cuenta y riesgo ya no es sicario: es
libre empresa, la iniciativa privada” (Vallejo,
1973: 34).
ISBN: 978-607-8164-02-8
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