Alex Camacho, comenta…

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Alex Camacho, comenta…
DESPLIEGUEN LA ALFOMBRA ROJA, LLEGA SU MAJESTAD: LA INFANTIL
“Una sonrisa o una palabra de aliento de nuestra parte, vale todo el oro del mundo para
nuestros hijos”.
5/6/15
¡Qué tal mis queridos amigos y amigas! ¿Cómo están? Yo muy contento por reanudar nuestra
comunicación. En verdad ya los extrañaba, pero el altísimo volumen de trabajo periodístico,
pero principalmente cuidar mi salud visual, no me permitía un ‘tiempo fuera’ para dedicarme a
escribir estas líneas. Pero ahora, lo hago con mucho gusto nuevamente. Agradezco de antemano
todos los correos electrónicos que me han enviado pidiendo noticias sobre la columna y su
aparición, lo prometido es deuda y ya estamos de regreso felizmente.
Después de haber transcurrido cerca de dos meses y medio de competencia, los diversos
torneos de Juvenil e Intermedia en su mayor parte ya finalizaron en la mayoría de las ligas
regionales y de la zona metropolitana de la capital del país y en algunas otras como la American
Youth Football (AYF) presidida por mi buen amigo Jorge ‘Petrolero’ Ramírez, este fin de
semana jugará final, donde los Acereros de Tlalnepantla, comandados por el buen amigo y coach
Arturo Perafán, enfrentarán a los Troyanos de Calacoaya del ‘Petrolero’ y ser la última liga en
hacerlo.
Pues estoy muy contento porque llega la época más bonita de nuestro fútbol americano: la
temporada de infantil. Algunas ligas ya están en plena pretemporada como la CONA AC,
FADEMAC, LINFA, FBA, ONEFA y otra como la OFASE, ya inició su torneo. Al igual que
algunas agrupaciones en el norte y centro del país lo harán próximamente. Nuevamente, al igual
que en la Juvenil e Intermedia, varias ligas establecen alianzas estratégicas para competir
mancomunadamente con unificación de edades y pesos, para hacer sus torneos más
interesantes y competidos, que dicho sea de paso es un trabajo, que rebasó a la Federación
Mexicana de Fútbol Americano (FMFA) y de la cual, más adelante les contaré en mi próxima
columna, un aspecto muy desagradable para mí y que muestra la opacidad de su funcionamiento.
Después de haber transcurrido cerca de cinco meses de intensa preparación, dirían nuestros
chiquitines: ¡por fin! Comienza la temporada y durante este verano, los fines de semana los
campos de juego se vestirán de hermosos colores y vestimentas, donde la integración familiar
dentro del fútbol americano, es un ejemplo para muchos deportes.
La Conferencia Infantil, es mi consentida pues sus categorías que concentran a los niños y
jóvenes hasta 15 y 16 años, fueron el origen y razón de ser de despertar en mi esta pasión por
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este deporte, después de ser simple espectador de juegos cuando culminé mi paso como
jugador en Juvenil e Intermedia con los Canarios de la Prepa 9 (todavía no se llamaban
Vietnamitas, a finales de los 60’s y principio de los 70’s del siglo pasado). Todos los años en que
acompañé a mis hijos a sus entrenamientos y juegos en su trayectoria en infantiles, arraigaron
en mí esta pasión por mi fiel amante... que es el fútbol americano.
Está por terminar la etapa de los juegos de scrimmage; que es la culminación de la etapa de pre
temporada, en donde se pone en práctica todo lo enseñado, se afinan los sistemas y se corrigen
los errores observados; siendo la “última llamada”, para la competencia formal por venir. Como
dirían nuestros niños: ¡Al fin!, La fecha esperada a lo largo de 5 meses de intensa práctica ha
llegado y nos encontramos en el umbral de una sana competencia y la convivencia social de las
familias.
A pesar de ya no tener en lo personal algún familiar que juegue en estas categorías, sentí de
nuevo esa sensación muy particular que se me manifestaba previo a los partidos en esos
tiempos nostálgicos cuando mis hijos jugaban en infantiles. A muchos de ustedes les pasa como
me sucedía a mí, en estar más inquietos y preocupados que nuestros hijos y al amanecer me
paraba antes de que cantara el gallo, para preparar su vestimenta, utilería, que tomara su
yogurt o licuado, etc., etc.
Para nadie es un secreto que nuestro fútbol americano ha evolucionado mucho en los últimos
años, y que su nivel tanto en lo técnico como en su organización se ha incrementado
considerablemente para fortuna de todos los que estamos inmersos en este apasionado
deporte. Actualmente vemos que si todos esos factores que conforman lo que se denomina “El
programa de fútbol americano” no trabajan correctamente y en armonía, los resultados que
obtenga cada equipo reflejarán esa falta o carencia de trabajo.
No quiero pasar por alto, el difundirles unos interesantes conceptos que expreso el psicólogo
deportivo puertorriqueño, Dr. Manuel Ríos - autor de varios libros, como Psicología del Deporte
y Alto Rendimiento y Nuestros Hijos e Hijas Deportistas- a la comunidad de Cherokees; en una
Clínica el 24 de mayo, para ayudar a los padres a entender que el deporte es para los niños, no
para los progenitores, y también para educar a los padres de la mejor forma para apoyar a sus
hijos en la actividad física, de una forma positiva, constructiva, y sobre todo que sirva y
beneficie a la familia”,. Además, el Dr. Ríos Rigau, agregó, “lo importante que es el deporte
infantil, entre ellos tiene muchos beneficios, tanto en lo físico porque están haciendo ejercicio,
esa es la más sencilla, pero de ahí desarrollan confianza, tienen una mejor autoestima, la
concentración, aprenden a trabajar en equipo, y tiene muchos beneficios para ellos, lo que los
convierte en personas muy positivas, lo importante es quienes están envueltos en el deporte,
los entrenadores, los padres, sepan cómo apoyar a esos niños”.
“Tenemos varios estudios que se han realizado en el deporte infantil, cuyo propósito en
Estados Unidos fue el realizar el estudio del porqué los niños y las niñas participan en el
deporte. Según estos estudios es porque se quieren divertir, en segundo lugar quieren hacer
amistades, estar en forma, competir, y en las primeras 10 razones de la encuesta, que piensan
que no salió, que quieran ganar, ese es un concepto de adultos, los pequeños no tienen idea de lo
que es ganar, ellos quieren divertirse, reírse, perdieron 48-0, y dicen, a mí que me importa, me
divertí con mi amigo, compañero, por eso les pido a los padres de familia, que se diviertan con
la participación de sus hijos en el deporte”.
¿Muy cierto, o no?
Hace tiempo, navegando en una página deportiva española (no recuerdo la URL) me encontré
una interesante reflexión sobre este interesante tema, que lo aproveché para adaptarlo a
nuestro deporte:
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USTED ES SU PADRE, NO SU COACH
“Habla cuando estés enfadado y harás el mejor discurso que tengas que lamentar”.
Ambrose Bierce
“Me siento triste cuando mi padre me regaña después del partido. Me dice que no he
jugado con intensidad, que así no seré nunca un jugador de liga Mayor, que fallo porque
me falta concentración. Y mi madre le apoya. Dice que juego como si no me importara
ganar. También me echan en cara que se gasten dinero en mí y que me dedican muchas
horas llevándome y recogiéndome del entrenamiento y partidos. A mí me gusta jugar
fútbol americano, me gusta aprender cosas nuevas, estar con amigos, ganar, pero
tampoco me importa mucho perder, porque eso es lo que nos dice el coach. Pero
últimamente ya no disfruto, vengo a jugar los fines de semana nervioso, pensando que si
no le gusto a mi padre, lo oiré gritar desde la tribuna o banda, me dirá que me mueva,
que corra, y a veces me siento tan mal que no sé ni por dónde va el balón. Si vale la
pena seguir viniendo cuando ya no disfruto. Pero si decido no jugar más, también les voy
a decepcionar”.
Son muchos los padres y madres que acompañan a sus hijos a los partidos, competiciones y
entrenamientos. Se sientan en la grada, observan, les dan directrices y se involucran en el
deporte de sus hijos como si ellos fueran los que dirigen. Existen diferentes especímenes de
padres y madres.
Los que asumen papeles positivos. Son aquellos en los que el interés del padre está en que su
hijo disfrute de lo que hace.
El padre taxista. Acompaña a su hijo, le deja en el entrenamiento, le recoge. Suele ser un
padre al que los deportes le gustan bastante poco, pero le interesa que su hijo sea feliz.
El padre positivo. Anima, refuerza, se preocupa por cómo han ido los partidos. Le transmite
entusiasmo sin presión. Felicita a su hijo por el mero hecho de jugar y entrenar.
El padre involucrado. Le gusta participar en las decisiones y propuestas del club. Se interesa
por la formación de los niños o porque el club obtenga ingresos. Este tipo de padres son activos
en la divulgación de valores en el club y participan con cualquier acción que pueda mejorarlo.
Existen otros papeles, los negativos. Son aquellos en los que el comportamiento del padre
influye negativamente en su hijo, generándole presión, exigiendo resultados y poniendo unas
expectativas por encima de lo que el coach o el club esperan del niño.
El padre pesado. Se pasa todo el día hablando de lo bien que juega su hijo y de que sobresale.
No presiona directamente al niño, pero sin querer le traslada que su valor está en el juego.
El padre coach. Grita directrices desde la banda, llama y corrige a su hijo, incluso
contradiciendo las indicaciones del entrenador. Genera confusión en el niño, que por un lado
tiene una idea de juego que el coach trata de inculcarle, y por otro, la versión de su padre o
madre. ¿A quién cree que debería obedecer su hijo?
El padre que se cree jugador de la NFL. Trata de motivar, transmitir garra, le pide al hijo
que se entregue, que se esfuerce, que se deje la piel en el campo, que trabaje, que compita
como si se le fuera la vida en ello. Pero olvida algo muy importante: ni su hijo es un jugador de
NFL que tenga que ganarse la vida jugando ni él es el Head Coach de los Acereros. Solo
consigue que su hijo pierda de vista los valores que le transmite el club, donde normalmente
prevalece la generosidad por encima de la individualidad, disfrutar y aprender por encima de
los resultados, y el juego limpio por encima de competir a cualquier precio.
El padre que resta en todos los sentidos. Da gritos desde la grada, desacredita al coach, le
dice a su hijo que no entiende por qué él no juega cuando sus compañeros son peores que él, se
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comporta de forma grosera con el rival, insulta al árbitro y otras impertinencias más. Es el
padre del que cualquier hijo se sentiría avergonzado.
Los motivos por los que los padres pierden los papeles son diversos. Muchos esperan que sus
hijos les satisfagan lo que ellos pudieron hacer o no, cuando en el mejor de los casos jugaron
este deporte. Otros desean que su hijo gane todo porque sus victorias son sus propios éxitos,
es la manera de sentirse orgullosos del chaval y presumir de él delante de sus amigos y en el
trabajo. Otros proyectan la vida que ellos no pudieron tener. Otros no tienen ningún
autocontrol. No lo tienen en el partido de sus hijos, ni cuando conducen, ni cuando se dirigen a
las personas. Y por últimos están los que cruzan los límites sencillamente porque no tiene
consecuencias. Saben que está mal, pero su mala educación o ausencia de valores les hace
comportarse como personas poco cívicas y desconsideradas.
El valor está en hacer deporte, porque es una conducta saludable, pero sobre todo en ser
capaces de divertirse y relacionarse con los amigos. Lo demás no importa. Si no le presiona
para que se supere con la consola de videojuegos, ¿por qué lo hace cuando va a los partidos? En
el momento en el que la palabra jugar pierde valor –“jugar al baloncesto”, “jugar al fútbol”,
“jugar al tenis”–, su hijo dejará de disfrutar y no querrá seguir yendo.
Si es padre o madre, recuerde, por favor, que es un modelo de conducta para su hijo y para sus
compañeros de equipo. A los hijos les gusta sentirse orgullosos de sus padres y, en cambio, lo
pasan terriblemente mal cuando se les avergüenza. Ser modelo de conducta conlleva mucha
responsabilidad, porque sus hijos copian lo que ven en usted. Y su forma de comportarse debe
ser la ejemplar para que facilite el aprendizaje de una serie de valores que acompañan al
deporte.
Si como padre o madre desea sumar, tenga en cuenta el siguiente decálogo:
1. Recuerde el motivo por el que su hijo hace deporte. El principal es porque le gusta. Existen
otros, como practicar una conducta sana, estar con amigos o socializarse. El objetivo no es
ganar.
2. Comparta los mismos valores que el club. Busque una organización afín a su filosofía de vida.
3. No dé órdenes. Solo apóyele, gane o pierda, juegue bien o cometa errores.
4. No le obligue a entrenar más, ni a hacer ejercicios al margen de sus entrenamientos. Su hijo
no es una estrella, es un niño. Aunque tenga talento, puede que no quiera elegir el deporte como
único y solo lo practique por diversión.
5. No presione, ni dé directrices, ni grite, ni increpe, ni maldiga; no haga gestos que
demuestren a su hijo que se siente decepcionado por su juego.
6. Respete a todas las figuras que participan en la comunidad deportiva: coach, árbitros, otros
coaches, directivos.
7. Controle sus emociones. No se puede verbalizar todo lo que pasa por la mente. Las personas
educadas no muestran incontinencia verbal.
8. Nunca hable mal de sus compañeros. Los otros niños forman parte del equipo. El objetivo
grupal siempre está por encima del individual. Y hablar mal de sus colegas es hablar mal de la
gente con la que comparte valores, emociones y un proyecto común.
9. Modifique su manera de animar. No se trata de corregir al niño, sino de reforzarlo.
10. No inculque expectativas falsas a su hijo, como decirle que es un campeón, que es el mejor y
que si se esfuerza podrá llegar donde quiera.
La felicidad de los niños está por encima de todo. Siéntase siempre satisfecho con lo que haga,
gane, pierda o cometa errores. Felicítele por participar más que por competir. Y recuerde que
su hijo hace deporte para divertirse él, no para que lo haga usted.
Recuerden el slogan de mi columna:
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“Una sonrisa o una palabra de aliento de nuestra parte, vale todo el oro del mundo para
nuestros hijos”.
ALEX CAMACHO LES RECOMIENDA...
¿Quieren conocer en que, lugar están todos estos equipos con sus resultados y standings de
infantil y de las pasadas juveniles e intermedia? Les hago una amable invitación a que visiten la
página www.cdpro-guia.com donde la página se actualiza oportunamente y es un servicio que Don
Roy Ruiz, dueño del CD Pro (El Concepto Deportivo), que es la marca líder en el mercado
nacional en vestimenta e implementos para la práctica de este deporte y con una importante
cartera de exportación, ofrece a la comunidad del fútbol americano.
¿Quieren la filmación de un partido de fútbol americano o conseguir alguno de nuestro fútbol
americano nacional, de esta temporada o pasadas?, Contacten a Eduardo Reza, el famoso
“Zague”, en su página web www.totalsportsvideo.com, o a su teléfono celular 044 (55)
28556594. Coméntenle que lo leyeron en mi columna y también les darán un significativo
descuento.
Por último, pueden en el confort de casita ver videos de películas de fútbol americano. Para ello
les recomiendo contacten a mi buen amigo Marco Antonio Durán en el e-mail
fama_sports@hotmail o al celular (044) 55 18983545, pues tiene a la venta un amplio catálogo
de películas de nuestro amado deporte (más de 200) a precios muy accesibles y diversos
souvenirs. También lo pueden localizar en su carpa verde que se pone en los juegos de
FADEMAC. Díganle que lo leyeron en esta columna y les dará un descuento en toda línea de
artículos y souvenir que vende.
Terminamos con la Frase Célebre de la semana:
"Cuando un hombre es derrotado por el enemigo, podrá levantarse en un cierto periodo, pero
cuando un hombre es derrotado por el conformismo, jamás podrá levantarse”.
Escritor
(Anónimo)
Y eso es todo por hoy.
No olviden leer un buen libro y, si pueden hacer ejercicio, háganlo, es una buena combinación
para disfrutar de la vida.
Se despide su amigo de siempre... Alex ‘Indiana’ Camacho
*Sé generoso y comprensivo, que nadie venga a ti sin que pueda irse mejor y más feliz *
El Alex, está a sus órdenes en este e-mail: [email protected] me daría mucho gusto
y placer recibir sus comunicaciones.
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