Diario de operaciones del Tercio Norte

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La guerra civil
en ferrol
F a
Diario de operaciones
del Tercio del Norte de 1936-1939
Sirven de base a este trabajo tan sólo documentos oficiales rigurosamente
comprobados y de los cuales se guardan los originales o copias certificadas, en
su defecto.
Se añade un apéndice con las disposiciones oficiales de las distintas recompensas obtenidas y un índice alfabético, por apellidos, con el fin de facilitar
la búsqueda de personal distinguido, herido, o que ha dado generosamente su
vida por la Patria, así como los hechos de armas en los cuales han tomado parte
las distintas Unidades que «por la tierra y por el mar» han grabado indelebles
huellas, continuando la extensa tradición del antiguo «Real y Glorioso Cuerpo
de Infantería de Marina».
Este Cuerpo que, por Decreto de la República de 1O de julio de 1931, estaba
declarado a extinguirse, contaba el 18 de julio de 1936 con el cuadro de mando
y tropa que a continuación se detalla:
Un teniente coronel Primer Jefe (D. Enrique de la Huerta y Domínguez).
Dos comandantes: 2° Jefe (D. Rafael Fernández-Caro y Mateas) y Jefe del
Detall (D. Vicente Juan Gómez).
Tres capitanes de las 1.a, 2.a y 3.a Compañías, esta última destacada en el
Arsenal. Un capitán ayudante. Un capitán de almacén. Un capitán juez instructor.
Un ayudante auxiliar mayor: un ídem 1.° de 1. a; siete ídem de 2.a, 16
Sargentos, 28 cabos, 34 Soldados de 1.a y 188 de 2.a, además de 140 soldados de
Servicios Auxiliares, que tan excelente rendimiento habían de dar.
Esta reducida fuerza fue progresivamente aumentada a medida que las necesidades de la campaña lo exigían.
De la actuación de estas fuerzas en los primeros días de incertidumbre hablan elocuentemente los siguientes documentos.
DIARIO DE OPERACIONES DE LAS FUERZAS DE INFANTERIA DE MARINA
DE GUARNICION EN EL DEPARTAMENTO DE EL FERROL DEL CAUDILLO,
DESDE EL 17 DE JULIO DE 1936
REDACTADO POR EL TENIENTE CORONEL JEFE SUPERIOR DE ESTAS FUERZAS,
DON ENRIQUE DE LA HUERTA DOMINGUEZ
DIA 19
Se continuó en la situación C y, como se disponía de
muy poco personal, se relevaron las guardias que desde
el día anterior se habían reforzado.
DIA 20
Se continuó en la situación C. A las 11 horas de la
mañana fui llamado al Estado Mayor en unión de los
demás Jefes de Cuerpo, Comandantes de Buques y de
Dependencias de la Marina, para celebrar una reunión,
cambiar impresiones y tomar acuerdos de la conducta
a seguir, y como algunos de los presentes se mostraban
reacios y algunos en contra, se trasladó la reunión al
Despacho del Almirante Jefe de la Base Naval, donde se
encontraba el General y Gobernador de la Plaza, y en esta
segunda reunión se puso de manifiesto que no se podía
contar con la Marinería, y en vista de las indecisiones
que había en las Autoridades Superiores de la Plaza y que
no tomaban ninguna resolución, se disolvió la reunión,
poniéndome de acuerdo con el Jefe del Estado Mayor
para sacar la Fuerza a la calle, dando orden por teléfono
al Segundo Jefe para que formara a la gente y se municionara.
Como el pueblo estaba ya en la calle, para evitar caer
en poder de las turbas, por orden del Jefe del Estado
Cuartel de Infantería de Marina de Ferrol. Foto Malde.
Mayor, D. Manuel de Vierna Belando, me trasladé al
Arsenal, embarcando en un bote que me condujo al muelle de San Fernando, desde el que me trasladé al Cuartel,
donde estaba ya preparada la Fuerza que podía disponer
(una Compañía de dos Secciones y una Sección de tres
ametralladoras).
Se dispuso que la gente comiera después de municionada y con el armamento dispuesto, haciéndolo con
una rapidez, disciplina y entusiasmo dignos de todo encomio.
A las tres sonaron tres bombas, que, según las confidencias que teníamos, era la señal de la huelga general en
el pueblo, y previo aviso al Jefe de Estado Mayor salió la
Compañía al Mando del Capitán Don Manuel Aúz Trueba,
Teniente D. Ramón García Ráez y Ayudantes Auxiliares
D. Juan Carreño, D. Andrés Pazos y D. Eugenio Gutiérrez
Rivera, y la Sección de Ametralladoras con el Teniente D.
Ramón Maroto Vendrell, a ocupar el sector de la población que tenía asignado. El Capitán Aúz dio al terminar
dicho día 20 el siguiente parte:
«A las cuatro y media, aproximadamente, del día
veinte de julio del corriente año, con dos Secciones
y tres ametralladoras, salimos del Cuartel con orden
de cubrir la zona de la Plaza de las Angustias hasta el
Cuartel, emplazando las máquinas en el sitio conveniente, a la altura del bar llamado «Antoñito», y en la
calle Taxonera; una camioneta que venía con dirección
al Cuartel nos hizo fuego, contestando e inutilizando
dicha camioneta enviando un herido de ella al Hospital
y la camioneta al Cuartel, avanzando la primera Sección
F a
Desde las 9 horas del 18 de julio de 1936, por Orden
del Sr. Jefe del Estado Mayor de la Base Naval, se pasó
de la situación B, en que se encontraba la fuerza desde el
15, a la situación C.
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Diario de operaciones del tercio del norte de 1936-1939
F a
Plaza de las Angustias de Ferrol a principios del siglo XX.
apoyada con el fuego de la primera máquina que se emplazó en los jardines del comienzo de la calle Taxonera,
situándose la primera Sección apoyando el flanco izquierdo en la pared de la Constructora y el derecho
protegido por la primera máquina. Al llegar las fuerzas
al sitio de su emplazamiento fue recibida con manifestaciones de júbilo por el público que se encontraba
entre las esquinas de la calle del Carmen y Casa del
Pueblo; observándose que las barricadas de enfrente del Ayuntamiento estaban indefensas y cerrada la
puerta del mismo, se ordenó que se retirara la gente y
las Fuerzas de Seguridad que allí se encontraban que se
pusieran a las órdenes del Jefe de este Grupo enviándolas al Cuartel, a cuya orden no pusieron resistencia;
a las cinco o cinco y media aproximadamente aparecieron por el frente del Ayuntamiento marineros armados que fueron recibidos por el público que otra vez se
aglomeró con las mismas manifestaciones de júbilo.
Sospechando que dichos marineros no colaborarían con nuestras fuerzas y viendo que eran del crucero «Almirante Cervera», envié un enlace para que
se informara, y si impedía con mis medios (ya que
contra nuestras fuerzas no tiraban) todo contacto con
el elemento paisano, habiéndose afirmado mis sospechas y ordenando se impidiese dicho contacto, se
hizo fuego para que dichos marineros se replegaran a
la Constructora Naval, de donde me informé habían
salido. Como media hora más tarde y por la primera bocacalle de Taxonera se nos presentó un grupo
como de unos diez marineros y dos cabos, seguidos
de un público bastante numeroso; con la amenaza del
fuego retiramos a los paisanos y sorprendimos a los
Marineros para que pasaran a nuestras filas, enviándolos más tarde al Cuartel; durante el resto de la tarde
nos estuvieron haciendo fuego desde el Ayuntamiento,
Casa del Pueblo y toda la parte de la Constructora, así
como también de alguna de las partes altas de las casas
de la calle de San Carlos, cesando por la noche el fuego.
La compañía quedó emplazada desde el cruce de la carretera que baja por el paredón de la Constructora y la
carretera que viene de la Puerta del Dique, por sus extremos más avanzados y por el otro llamado Cuartelillo
situando las ametralladoras, la primera en los jardines
de la Plaza de la Angustia, la segunda en la primera
bocacalle de Taxonera y la tercera dando frente a la
puerta de la Constructora; por la primera bocacalle
de la de Taxonera más tarde se presentó el Sargento
de Seguridad seguido de cinco números y el hijo del
Alcalde, enviándolos al cuartel, así como a cinco paisanos más que se encontraban con pistolas».
El capitán de la tercera Compañía de Guardia de
Arsenales, Don Antonio Suárez Abelleira, que con los
tenientes D. Ángel Esmoís Durán, D. Ricardo Pita y D.
Ricardo Cheriguini, mandaba dicha Compañía, da el siguiente parte de lo ocurrido en el Arsenal el día veinte,
que dice lo siguiente:
«A las tres de la tarde, después de haber sido disparadas tres bombas, se observó por la calle en la parte que da frente a la Compañía, grandes grupos de
hombres y mujeres que corrían en dirección al muelle, disponiendo que fueran ocupadas las ventanas
de la Compañía y que se observara mucha vigilancia,
comunicando cualquier detalle anormal que se observara. Después de haber cambiado impresiones el
Capitán de la Compañía con el Director de las Escuelas
de Marinería, capitán de corbeta D. Guillermo Díaz,
Jefe del Cuartel de Marinería, capitán de corbeta D.
Manuel Antón, el capitán de fragata D. Luis de Vierna
y otros Oficiales de las Escuelas, se acordó formar el
personal de Brigadas y Escuelas, que acudiría a donde fuesen más necesarios sus servicios para evitar un
asalto al Arsenal o salir —en caso necesario— a cooperar con el Ejército en la población. La Compañía de
Infantería de Marina quedaría en su alojamiento en
previsión de cualquier contingencia. Después de salir
una Compañía de Marinería al mando del teniente de
navío Estrada, al llegar a la altura de la Máquina (trípode) recibió fuego del «España», desorganizándose
poco después, cuyos marineros se refugiaron, unos en
dicho acorazado y otros ocuparon distintos puntos del
recinto. En esta situación recibo orden del Segundo
de la Ayudantía Mayor. D. Guillermo Arnáiz, de que
permanezca en la Compañía hasta que se me ordene,
lo cual cumplo inmediatamente, quedando en el local
con el teniente Pita Ponte, auxiliares D. Juan Pérez
Hernández, D. José Lanza Robles, D. Diego Sánchez de
la Rosa, D. Ángel Jiménez, D. Amador Marín y D. Luis
Sánchez, así como veintidós cabos y soldados; el resto
de la Compañía estaba ocupando los puestos de diario; otros en las ametralladoras emplazadas, uno en la
Puerta del Dique (teniente Cheriguini), otro en la azotea de Artillería (teniente Esmorís) y diez soldados en
el Torpedero núm. 2. La tercera parte de la Compañía
se encontraba con permiso de verano. Durante toda
la tarde hay un gran tiroteo en el Arsenal y en la población, teniendo que desalojar a la multitud que se
hallaba estacionada junto a la Puerta del Parque y sus
inmediaciones con disparos de fusil que se hacían desde las ventanas de la Compañía. Al atardecer envío al
auxiliar D. Luis Sánchez con varios soldados a reforzar el Cuartel de Brigadas por haberlo solicitado mi
capitán de corbeta Antón. Al intentar entrar fueron
recibidos con gran tiroteo desde las ventanas de la escalera principal, por lo que no fue posible la subida, y
al tratar de replegarse les fue cerrada la puerta por la
Marinería insubordinada, teniendo que abrirse paso
por la fuerza para incorporarse a la Compañía. Desde
este momento emplazaron en las ventanas de Brigadas
y Escuelas varias ametralladoras impidiendo la salida
de la Compañía, visto lo cual dispuse que la ametralladora que tenía emplazada en la Torre del Reloj con el
teniente Pita se colocara en una ventana que da frente
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F a
Edificio del Ayuntamiento de Ferrol en 1936, situado en el Cantón de Molíns.
230
F a
Matadero viejo de Ferrol.
al edificio de Brigadas, protegida por un profundo parapeto de cois, así como una escuadra con bombas
lacrimógenas para evitar la subida a la Compañía en
algún supuesto ataque. Durante la noche intentaron
varias veces algunos grupos la subida, siendo rechazados al mismo tiempo que se les oía decir que era una
vergüenza que fuéramos los únicos que quedábamos
sublevados.
En el Cuartel, donde tenía mi puesto de Mando,
tuve que armar a los Músicos para que ocuparan los
sitios estratégicos de defensa del mismo y custodiasen
a los prisioneros que iban llegando en gran número, así
como que vigilaran a los Guardias de Asalto que, como
entre ellos había algunos que conocían personalmente
a éstos, me denunciaron a varios que eran sospechosos
y di orden de desarmarlos, incluso al Sargento que los
mandaba.
En vista de que por el escaso personal que tenía
no podía, ni con mucho, atender el sector que tenía
señalado, insistí con el Coronel Jefe del Regimiento
número 35 de que debía sacar la gente a la calle aunque no recibieran orden del Gobierno Militar, como lo
había ya hecho el Regimiento de Artillería, decidiendo
el Coronel que saliesen dos Compañías, las que lo hicieron a las seis de la tarde y ocuparon el Sector que
tenían señalado, con lo que ya la Infantería de Marina
pudo dedicarse a evitar a toda costa que la Marinería
del Arsenal y de los Buques, que se habían declarado resueltamente en contra de nosotros, saliesen del
Arsenal. Por un enlace se recibió la noticia a las cuatro
de la tarde de que el Comandante General del Arsenal
y Segundo Jefe del Departamento había sido detenido
por ser contrario a nosotros y estar en contacto con
el Alcalde para entregar armas al pueblo, y que se encargaba del Arsenal el capitán de navío, D. Francisco
Moreno. Durante toda la tarde hubo fuerte tiroteo desde las casas de las calles de San Carlos, San Fernando,
Esteiro y —sobre todo— desde la Constructora. Por
la noche cedió el fuego en intensidad, quedando todos los servicios en sus puestos sin poder relevarlos
por la escasez de personal, sirviéndoles la comida por
medio de la camioneta y café con coñac a las dos de la
madrugada».
DIA 21
El Capitán Aúz da el siguiente parte de los hechos en
que actuó con su Compañía:
«A las cinco de la mañana, y por la parte contraria, se inició un fuego intensísimo, disponiendo que
avanzasen las dos primeras máquinas para colocarlas dominando el frente del Ayuntamiento y Casa del
Pueblo. Teniendo conocimiento que una Columna de
Artillería de Costa iba a emplazarse frente al local del
Ayuntamiento, dispuse que el Oficial de la primera
Sección vigilase la llegada de esta columna para ponernos en contacto; a las diez de la mañana, en ocasión de
estar colocando una pareja de tiradores para impedir
la salida de los individuos que estaban en la Casa del
Pueblo, por una de las ventanas laterales fue herido el
teniente de la Primera Sección D. Ramón García Ráez,
haciéndose cargo de la Primera Sección el auxiliar D.
Andrés Pazos Seoane.
A las diez y media de la misma mañana, y desde
enfrente a la Constructora que da a la calle Taxonera
y por la puerta de la Escuela de dicho edificio, fue herido el soldado de la Segunda Sección Miguel Gómez
López.
Habiéndose establecido contacto con la columna
del Regimiento de Artillería de Costa y considerando
que era conveniente para la seguridad de las fuerzas
la toma de la Casa del Pueblo —una vez rendido el
Ayuntamiento— a la que cooperé con fuego de ametralladora; por un enlace pedía permiso al Teniente
Coronel para efectuar dicha toma, la que se llevó a
efecto cooperando las fuerzas de Artillería con las
nuestras, siendo mandada la patrulla por el teniente
D. Ramón Maroto Vendrell, dejando una vez tomado dicho edificio la custodia del mismo a cargo de las
fuerzas de Artillería.
En ocasión de estar tiroteando a los que hacían
fuego de la parte de la Constructora que da al muelle de San Fernando, la patrulla del cabo Miguel
Martín Serrano, fue herido el soldado Francisco Rego
Lorenzo.
Durante la tarde salió de la puerta de la
Constructora que da al Cantón una camilla con elementos paisanos y una bandera de la Cruz Roja, formando un grupo de unos veinte hombres, y para evitar
que fuese un procedimiento para evadirse el personal
que no llevaba la camilla, se le hizo avanzar amenazando con hacerles fuego y convenientemente protegidos fueron remitidos al Cuartel, después de entregar
el herido al Hospital, continuando el tiroteo durante
el resto de este día.
En el Cuartel se seguían recibiendo prisioneros que
se iban alojando en una de las naves que se habilitó
para ello, excepto los que consideré más peligrosos,
que los tenía en los calabozos.
En el Campo de Batallones hostilizaban con gran
fuego desde el Matadero y la Constructora, causándonos dos heridos, decidiendo asaltar al Matadero,
encargando esta misión al comandante D. Vicente
Juan Gómez, que con unos Cabos y diez Soldados,
con bombas de mano, derribaron la puerta, huyendo
los que había dentro hacia el muelle de San Fernando,
causándoles dos muertos y apoderándose de veinte
terneros y unos corderos que había allí sacrificados y
que sirvieron para abastecer el Hospital, los Cuarteles
y Capitanía General.
Desde las casas de las calles de San Fernando y San
Nicolás tiroteaban el Hospital y desde la calle de San
Carlos que da al Campo de Batallones seguían hostilizando, dispuse que una patrulla de un cabo y varios soldados recorrieran constantemente aquellas calles para
localizar de dónde partían los disparos, deteniendo
a varios individuos con pistolas, lo que hizo que casi
cesara el fuego por este lado, menos por el barrio de
Esteiro, donde hubo que emplazar una ametralladora, pero bastó una ráfaga para que cesara, quedando
emplazada en consumos para proteger el Campo de
Caranza y a su guardia, compuesta de un cabo y cuatro soldados, y evitar que la radio cayera en poder de
los rojos».
El capitán Suárez, de Guardia de Arsenales, da el siguiente parte:
«Sigue lo mismo que el día anterior, por la noche
el alférez de navío Suances se refugió en la Compañía
herido en la cabeza. Siguen tiroteos y amenazas a la
Compañía. Un grupo de paisanos apostados frente al
Cuartel de Brigadas animaban a la Marinería a salir
para poder franquear las puertas, al mismo tiempo algunos se encaramaban a la muralla sosteniendo conversaciones que al ver lo perjudiciales que eran por la
situación, di orden de hacer fuego, quedando desde
este momento completamente desierta la calle y únicamente desde las bocacalles proferían insultos y efectuaban disparos. Desde el «Casado» y diversos puntos
del Arsenal se recibía fuego de fusilería que rara vez
era contestado.
A la noche se me propone no hacer fuego, con el
pretexto de que la Marinería está «neutral», y que si
deponíamos nuestra actitud, ellos tampoco tirarían,
no haciendo caso de tales proposiciones.
Durante este día se careció de toda clase de víveres,
no pudiendo por tanto hacer las comidas.
En el Cuartel de Dolores se presentaron varios
que habían servido como «Soldados de Cuota» en este
Regimiento y estaban licenciados hacía muchos años,
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F a
El «España» listo para salir a pruebas en septiembre de 1913.
232
F a
El destructor «Velasco», llamado el «Chulo del Cantábrico», va en auxilio de la dotación del «España».
utilizando inmediatamente sus servicios, así como
también de unos veinte muchachos, hijos de Jefes
y Oficiales, que querían prestar apoyo al Glorioso
Movimiento, vistiéndolos de soldados y armándolos,
prestando unos como otros muy buenos servicios,
pues el personal llevaba dos días sin descansar. Como
los teléfonos no funcionaban por estar las líneas rotas, me trasladé a Capitanía General para ponerme en
contacto con el Jefe del Estado Mayor, ya que sabía
que dicho edificio estaba siendo muy tiroteado desde el Arsenal y casas próximas, repeliendo las agresiones la guardia de Infantería de Marina que había
sido reforzada con gran espíritu y disciplina, y en el
momento de llegar fue herido muy grave el Oficial
de Infantería de Marina que la mandaba D. Manuel
Bengoa. En el Estado Mayor me informó el Jefe de
la situación del Arsenal, donde toda la dotación del
mismo, como las Brigadas de Instrucción y la de todos
los barcos, se habían sublevado contra nosotros (habiendo hecho prisioneros varios Jefes y Oficiales), a
excepción de la Compañía de Infantería de Marina de
Guardia Arsenales, la dotación del «Velasco» y parte
de las Escuelas de Marinería. Estas fuerzas, en unión
de parte de la Compañía de Guardia de Arsenales, defendieron la Puerta del Parque y Ayudantía Mayor
para impedir que saliera la Marinería sublevada y que
la plebe no entrara a reunirse con ellos y la Puerta
del Dique y Comandancia General con la guardia de
Infantería de Marina, dotación del «Velasco» y la parte de las Escuelas de Marinería que habían permanecido fieles a sus Jefes. En la defensa de esta puerta
fue herido grave el teniente Don Pedro Cheriguini y
un soldado sirviente de la ametralladora que allí había
instalada, negándose ambos a ser evacuados y siguiendo en sus puestos. Continuó el tiroteo dentro de la
población y en el Arsenal se oía muy intenso, tanto
en la Constructora Naval como en el Militar y en la
Academia de Maquinistas. La Compañía siguió de servicio durante toda la noche sin poder ser relevado el
personal por la escasez del mismo, sirviéndoseles la comida en sus puestos, así como el municionamiento, debiendo resaltar la labor del chófer Juan Gorostola y su
ayudante, que bajo el tiroteo continuo y sin descanso
prestaron todos los servicios y conducción de Soldados
de un lado para otro y donde más falta hacían».
DIA 22
El capitán Suárez, de Guardia de Arsenales, da el siguiente parte:
«De madrugada me proponen lo del día anterior
con toda clase de seguridades y que no nos molestarían; esta proposición fue hecha desde las ventanas
de Brigadas. A las nueve de la mañana se presentó a
parlamentar un auxiliar, diciéndome que de orden del
Ayudante Mayor que bajara la Compañía sin armamento, que venía a recogerlo una Batería de Artillería de
Costa, a lo que le contesté que no lo haría y que le
dijera al Ayudante Mayor que hablara personalmente
conmigo, prometiéndomelo así. Más tarde, desde las
Escuelas, me proponen lo mismo que el anterior, añadiendo que la Marinería ya entregaba su armamento y
que ante la imposibilidad de presentarse el Ayudante
Mayor lo haría el Jefe Interino de las Escuelas, pero
como en aquel momento tampoco lo estaba lo haría el
segundo D. Manuel Aldereguía, lo que efectuó, pero observé que no sabía de qué se trataba; me indicó que no
hiciera fuego, lo cual pude observar lo hacía presionado
por varios auxiliares y marineros que con fusil y pistola le indicaban lo que tenía que decir. Desde luego, la
respuesta fue igual, contestándoles que no insistieran.
Durante el día se fueron incorporando a la Compañía
varios soldados de los distintos puntos del recinto, que
se refugiaban en ella, algunos de ellos fugados de donde estaban detenidos en unión del teniente Esmorís.
Por la tarde recibo orden de bajar con la Compañía,
porque la Marinería había salido del Arsenal; estando organizándola vi que dichos marineros, al frente
de una inmensa muchedumbre, trataban de abrir la
Puerta del Parque, logrando nuevamente disolver a tal
multitud con fuerte tiroteo desde las ventanas de la
Compañía, esparciéndose la gente por todas las calles
que van a dar a la plaza. Acto seguido bajé y establecí un parapeto de cois dando frente a Puerto Chico y
otro en la entrada del Parque defendiendo la Puerta
por fuera desde la Compañía. Al mismo tiempo, con el
teniente Pita y varios soldados, entré en el «Casado»
deteniendo a su dotación de Marinería y auxiliares y
cuya oficialidad se puso a nuestro servicio, indicándoles puestos a cada uno de ellos para defender no sólo el
acceso del Arsenal, sino también evitar un desembarco del «España». Son detenidos por los soldados de la
Compañía muchos marineros de Brigadas y Escuelas.
Continuamos sin víveres hasta la noche, que son facilitados por el depósito del Arsenal. Me hago cargo de
las ametralladoras de Brigadas y Escuelas.
En la población pequeños tiroteos desde algunas
casas sin importancia, habiendo sido detenidos varios
individuos con pistola. En el Arsenal sigue el tiroteo y
el «Cervera» empieza a hacer fuego de cañón con las
piezas de 15,5 cm. sobre los edificios de la Comisaría
del Arsenal y Comandancia General, mandando D.
Francisco Moreno evacuar estas Dependencias y hacerse fuerte con el personal que defendía la puerta
del Dique en la Casa de Correos para impedir que la
Marinería sublevada saliese del Arsenal y proteger,
como se hizo, la evacuación de las familias que vivían
en los pabellones de la Academia de Maquinistas.
Como el «Cervera» seguía cañoneando, fui llamado al
Estado Mayor donde ya se encontraba D. Francisco
Moreno con el Jefe de Estado Mayor D. Manuel de
Viena, y se acordó que a todo trance había que terminar con aquella situación y asaltar el «Cervera», acordándose que la Puerta del Parque siguiera defendiéndose con la Compañía de Guardia de Arsenales y atacar
la puerta del Dique y la de la Constructora en la calle
Taxonera al mismo tiempo, derribándola con Artillería
e irrumpiendo por ella, desprenderse por las alturas
que dominan el Dique y con bombas de mano y fuego
de ametralladoras reducir el crucero.
La operación había de efectuarse bajo la dirección
de D. Francisco Moreno, tomando yo el mando de todas las fuerzas, distribuyéndolas de la siguiente forma:
Casa de Correos, con la gente que había evacuado la
Puerta del Dique, al mando del Jefe de las Escuelas
de Marinería Don Guillermo Díaz del Río, con un cañón de desembarco y dos ametralladoras haría saltar
la puerta y atacaría ésta, pues su misión era nada más
que entrar e impedir a toda costa que salieran las fuerzas sublevadas fuera del Arsenal. En el Ayuntamiento,
dos ametralladoras de Artillería frente a la puerta de
la Constructora del Cantón para impedir la salida por
dicha puerta. La Compañía de Infantería de Marina
con dos ametralladoras y dos piezas de Artillería para
atacar la puerta de la Constructora de la calle Taxonera.
Distribuidas las fuerzas, me ordenó D. Francisco
Moreno que a las seis en punto empezara la operación, siendo el aviso para todas las fuerzas el romper
el fuego con las piezas de la calle Taxonera. Como la
operación más importante era la de asaltar el «Cervera»
por esta puerta, establecí allí un puesto de mando con
la Compañía de Infantería de Marina. Todo dispuesto,
cuando faltaban cinco minutos escasos para la hora
Las bellísimas líneas del «Almirante Cervera», poco comunes, puede decirse que mejoraron cuando le fue suprimido el trípode popel en 1937; única modificación
apreciable que recibió este buque a lo largo de su existencia. La foto es de los años 50.
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Diario de operaciones del tercio del norte de 1936-1939
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F a
Jefes y oficiales del acorazado «Almirante Cervera» en el dique Reina Victoria Eugenia. Bazán. 1937.
fijada, se me presentó el alférez de navío Azarola, que
actuaba de Ayudante de D. Francisco Moreno, y en
nombre de éste me dio la orden que suspendiese la
operación por haber izado el «Cervera» bandera blanca
y pedir parlamentar, pero que tuviese todo listo por si
no se rendía el crucero, una vez que los parlamentarios
regresaron a bordo y se rindió el crucero. Se desembarcó parte de la dotación que se condujo al Cuartel
de Dolores, donde quedó prisionera a disposición de
la Superior Autoridad. Como tuve confidencias de que
la dotación del «España» iba a asaltar el «Cervera» para
apoderarse de nuevo de él, me trasladé inmediatamente al Estado Mayor, donde se encontraban ya con el
Jefe D. Francisco Moreno y D. Salvador Moreno, dando cuenta de la confidencia y de la urgencia de ocupar
el Crucero, dando al mismo tiempo la noticia de que
a bordo había quedado más gente de la que se había
acordado y además bastantes paisanos que estaban en
combinación con la dotación sublevada del «España»,
acordándose que el capitán de fragata D. Salvador
Moreno se hiciera cargo del «Cervera» con toda urgencia y a toda costa. Al mismo tiempo recibí orden de que
había que reforzar la Puerta del Parque, pues en ella
no había más que muy pocos hombres (unos veinte),
que llevaban sin descansar y casi sin comer dos días y
dos noches. Salí de Capitanía General con D. Salvador
Moreno y nos fuimos al Cantón, donde le puse a sus
órdenes una Sección de Infantería de Marina con dos
ametralladoras, al mando del teniente Galingosa y la
otra Sección de la Compañía del capitán Aúz la llevé
en persona al Arsenal en la camioneta, para ver cómo
estaba la defensa de la Puerta del Parque, quedando
así disuelta la Compañía y quedando su capitán en el
Cuartel para desempeñar otras comisiones, pues todos
me eran pocos para custodiar los trescientos prisioneros del «Cervera» y los paisanos que había detenidos, y para defender el Cuartel de las agresiones no
tenía más que a los Músicos, a los que había armado;
teniendo los Oficiales y Auxiliares que hacer casi de
Centinelas. Cuando regresé del Parque del Arsenal el
teniente Galinsoga me dio parte de que Don Salvador
Moreno —en vista de que no había podido entrar en
la Constructora por la puerta del Cantón, por haberlo
recibido a tiros desde el «Cervera», cuando intentó ponerse al habla con el personal que había quedado a bordo— había entrado por la puerta de la calle Taxonera
completamente solo y que le había ordenado que si a
la hora no había salido o le había mandado un aviso,
penetrara a toda costa en la Constructora y se apoderara del «Cervera».
Como había transcurrido el tiempo señalado por
D. Salvador Moreno, ordené abrir la puerta de la
Constructora, y animando a la gente que estaba agotada por el cansancio y el sueño de dos días, penetré con
todos ellos en el establecimiento, mandando la mitad
que ocultándose a la vista del «Cervera» bajara por la
Puerta de entrada al Arsenal Militar. Tapiada después de los conflictos laborales de 1972.
el Arsenal por la puerta del Dique, ocupando ésta y la
Comandancia General».
Con los primeros claros del …
235
DIA 23
Observé que un Jefe de Marina, que después supe
que era D. Francisco Moreno, seguido de dos, se adelantó él solo hacia el Acorazado «España» y se puso al habla
con la dotación y al poco tiempo izaba bandera blanca
el buque, quedando dominada con esto la rebelión del
Arsenal, pues los demás buques y dependencias se fueron
entregando.
Del «España» se sacaron unos ochocientos marineros
que se habían allí hecho fuertes y se encontraron los cadáveres del Comandante del Acorazado, capitán de corbeta D. Gabriel Antón, y los tenientes de navío Escudero,
Suances y Núñez de Prado, liberando al capitán de corbeta Arnáiz y teniente de navío Pedrosa. A bordo del
Crucero «Cervera» quedó constituida la guarnición de
Infantería de Marina con el teniente D. Luis González
Pubul y el personal que había tomado parte en la operación del crucero, excepto al teniente Galinsoga, que,
con un ayudante auxiliar y doce hombres, transbordaron
al buque «Contramaestre Casado», que también se rindió y se sacó a bahía para prisión, según parte que da el
Teniente Galinsoga, que dice:
F a
rampa hasta la proa del Dique, y la otra mitad, con las
ametralladoras, las emplacé en el montículo que domina el Dique, donde se encontraba el «Cervera», observando que entonces D. Salvador Moreno penetraba
completamente solo en el crucero y que un centinela de
paisano intentaba oponérsele, desarmándolo y penetrando a bordo, desapareciendo de cubierta, disponiendo entonces que con las ametralladoras bajando por el
monte se dirigieran a la plancha y se entrara a bordo,
como así se hizo, con gran peligro por la oscuridad, estrechez de la plancha y amenazas de hacer fuego, que
partían de la cofa del buque, instalando una ametralladora en la toldilla apuntando hacia el «España» y la
otra a la escotilla del buque para evitar cualquier agresión de la gente de a bordo. Inmediatamente ordenó D.
Salvador Moreno que condujera al Cuartel de Dolores
todo el personal que había, entre los que figuraban
muchos paisanos, como así se hizo, siendo conducido
por el personal de Infantería de Marina que había quedado en la proa del Dique. Hubo que hacer fuego con
la ametralladora de la toldilla, pues se vio que el personal del «España» intentaba pasar a la Constructora
y contra algunos botes que salían del mismo. Durante
estos hechos recibí un enlace que me puso en conocimiento que Don Francisco Moreno, con la fuerza que
tenía en la Casa de Correos, había entrado otra vez en
Diario de operaciones del tercio del norte de 1936-1939
236
Auxiliares del acorazado «Almirante Cervera». 1937.
F a
«En el Crucero «Cervera» durante el día se dedicó el personal a la recogida de armamento de todas
clases, que por las distintas dependencias del Crucero
estaba abandonado. Próximamente a las cinco de la
tarde, el Capitán de Corbeta me ordenó que al frente de una escolta me presentase al Sr. Comandante
del «Contramaestre Casado», habiéndolo hecho así
con una escolta compuesta de una ametralladora y un
auxiliar, tres cabos y catorce soldados, nombrando acto
seguido el servicio de seguridad necesario.
A las doce y media de la madrugada del día 23 salí
en un remolcador con un cabo y seis soldados y después de recoger en el Arsenal una barcaza, atracamos
al muelle de San Fernando, recibiendo la columna de
detenidos en el Cuartel y trasladados en las barcazas a
popa del «Casado», donde quedaron fondeadas.
Todo el personal, que da muestras de un excelente
espíritu, se encuentra sin novedad a la hora de rendir
este parte».
Este día quedaron circulando por las calles en el sector señalado distintas patrullas que salían del Cuartel
para vigilarlo, siendo emplazadas dos ametralladoras
en los sitios designados. Una vez ocupado el Arsenal y
la Constructora, se hicieron varios prisioneros en las
Escuelas de dicha Sociedad, que fueron conducidos al
Cuartel. Llamando al Estado Mayor recibí orden de que
fueran conducidos los prisioneros del «Cervera», a las
once de la noche, al muelle de San Fernando para embarcar en unas barcazas, como así se hizo, terminando la
operación a la una de la madrugada del día 24.
El capitán de la compañía de guardia de arsenales D.
Antonio Suárez Abelleira me da el siguiente parte:
«De madrugada me ordena por teléfono el Jefe de
Estado Mayor que emplace las ametralladoras para batir al «España» y apoyar su ocupación por otras fuerzas,
para lo cual se instalan dos en la azotea de la Compañía
y otras dos en el taller de Electricidad, una batiendo
Puerto Chico y otra en las inmediaciones del «Casado»,
abriendo fuego con ellas a las cuatro cuarenta y cinco
horas, que duró aproximadamente un cuarto de hora,
y rindiéndose a continuación toda la dotación del
Acorazado. Posteriormente, haciendo un servicio de
descubierta por Puerto Chico, fueron detenidos cuatro
individuos que resultaron ser los «pacos» que desde las
barcazas hostilizaban Capitanía General.
El día 21 fue herido el teniente Cheriguini, que estaba en una ametralladora en la puerta, así como el sirviente de la máquina. El personal de la ametralladora
de la azotea de Artillería fue hecho prisionero, incluso
su teniente».
DIA 24
Los Oficiales y Auxiliares fueron conducidos al Estado
Mayor y de allí pasaron unos a La Graña y otros a sus
domicilios detenidos. En el Cuartel quedaron varios de
los más peligrosos en los calabozos. En este día había
unos doscientos paisanos detenidos en una Compañía
que se habilitó para ello y se fueron mandando poco a
poco a los Cuarteles del Ejército, quedando al cerrar el
día unos veinte que se habían cogido con armas y bombas
de mano. Se prestaron varios Ayudantes Auxiliares, que
quedaron prestando servicios.
DIA 25
Se continuó el Servicio de Patrullas por la población,
siguiendo presentándose voluntarios, entre ellos varios
falangistas, que, con anuencia del Estado Mayor se admitieron como soldados, prestando excelentes servicios,
organizando una Compañía, con lo cual el Grupo pasó a
tener cuatro y una de ametralladoras con seis máquinas.
Se celebró por primera vez en el Cuartel, por la festividad
del día, la Santa Misa, que no se había celebrado desde el
advenimiento de la República».
Este día se recibió el siguiente telegrama, dirigido por
el General Franco al Almirante Jefe de la Base Naval, que
copiado al pie de la letra dice:
«Enterado brillante comportamiento fuerzas de
Infantería de Marina en los combates sostenidos en
los Arsenales de Ferrol y La Carraca, le envío por conducto de V.E. el entusiasta saludo de este Ejército que
ve con alegría cómo sigue la gloriosa tradición de tan
brillante Cuerpo, que una vez más ha demostrado su
eficacia y su razón de ser y cuyo premio ha de encontrar en nosotros sus más ardientes defensores. ¡Viva
España!, ¡Viva la Infantería de Marina!». Telegrama
que fue leído a las fuerzas que se encontraban en el
comedor y que dio lugar a grandes demostraciones de
entusiasmo con gritos de vivas a España, a Franco y
cantándose el Himno del Cuerpo y por primera vez el
«Cara al Sol».
237
Durante los tres primeros días del movimiento ha
sido herido el personal de Oficiales, Clases y Soldados que
a continuación se expresan: teniente D. Ramón García
Ráez, en el muslo derecho al asaltar la Casa del Pueblo
(grave); teniente D. Pedro Cheriguini Díaz-Sutil, en el
F a
Motonave «Ciudad de Alicante», buque escuela de las «Flechas Navales». Atraca el puerto de Ferrol el día 23 de junio de 1939, en el puente del buque, con el símbolo
falangista se lee: «Por la mar hacia el imperio, por el imperio hacia Dios».
Diario de operaciones del tercio del norte…
pulmón derecho, en el Arsenal
(grave); ayudante auxiliar 2.° D.
Manuel Bengoa Pérez, en la parte
inferior de la clavícula derecha, en
la guardia de S.E. (menos grave);
cabo interino Carlos Gómez, en un
pie, en la guardia de S.E. (menos
grave); soldado Francisco Rego
Lorenzo, en la mano derecha, al
asaltar la Casa del Pueblo (grave);
soldado Miguel Gómez López,
en la cabeza, en la Escuela de la
Constructora (menos grave); soldado Severino Barros Martínez,
en la Cabeza, en el asalto a la Casa
del Pueblo (menos grave); soldado
Constantino Bellas Lamas, en el
talón del pie izquierdo, en la guardia de S.E. (leve); soldado José
M.a Salgado Piñeiro, en la cara, al
asaltar la Casa del Pueblo (leve);
tambor Rafael Cana Cancelo, en
un brazo, en el asalto a la Casa
del Pueblo (leve); cabo Antonio
Rodríguez, en la cabeza (leve);
soldado Eloy Rodríguez González,
en el muslo derecho (grave); cabo
Antonio Tojero Cebreiro, en el
vientre, en el Arsenal (leve); corneta Manuel Caaveiro Vila, en
un brazo (leve); soldado Eugenio
Gómez Segura, en la cabeza, en
el asalto a la Casa del Pueblo
(pronóstico reservado); soldado
Gonzalo García Palomero, en un
brazo (pronóstico leve); soldado
Ignacio Bordegaray Jayo, en la
cabeza (leve); cabo José Martínez
Herrero, en la pierna derecha;
cabo José Valdivia Cabezas, en
el cuello (grave); soldado Jesús
Rey Gómez, en la espalda (leve),
y Cabo José Calderón Verdugo, en
el muslo izquierdo (grave).
DIA 26
Con el objeto de levantar el
espíritu de la población civil y hacer un alarde de fuerza, se organizó un desfile por toda la Ciudad,
en el que tomaron parte una
Compañía de Marinería, dos de
Infantería de Marina, un Batallón
del Regimiento de Infantería
núm. 35 y tres Batallones de Artillería, al mando del Jefe
que suscribe esta relación de hechos, siendo objeto de
grandes manifestaciones de entusiasmo, fervor y patriotismo por parte de la población civil, salvo algunos casos
aislados en los que tuve que imponerme para que diesen
vivas a España y al Ejército.
DIA 27 y 28
Se siguió el servicio de patrullas y el de escoltas en
Buques y Dependencias, que se ordenaban por el Estado
Mayor de la Base Naval. Antes de terminar este mes he
de hacer constar el entusiasmo, adhesión y patriotismo
de todas las fuerzas a mis órdenes, distinguiéndose por
la eficaz ayuda que me facilitaron el mando de estas fuerzas, el comandante 2.° Jefe D. Rafael Fernández Caro,
comandante D. Vicente de Juan Gómez, capitán ayudante D. Gerardo Barro Pravia, capitanes Don Antonio
Suárez Abelleira (Compañía de Guardia de Arsenales),
Don Manuel Aúz Trueba, D. Arsenio López Barreiro, D.
Carmelo Coello y tenientes D. Luis González Pubul, D.
Angel Esmorís, D. Francisco Martínez de Galinsoga, D.
Ramón García Ráez (herido), D. Pedro Cheriguini (herido), D. Ricardo Pita, D. Ricardo Cheriguini, D. Ramón
Calderón, D. Eduardo Gavda (éste se encontraba con permiso en Alemania y se presentó en día 27 de julio), y todos los auxiliares, siendo herido muy grave el ayudante
auxiliar D. Manuel Bengoa Pérez, mandando la Guardia
de Capitanía General.
En uno de estos días fue traído al Cuartel el maquinista de la Armada López Amor, que había sido condenado
a muerte por Consejo de Guerra de Oficiales Generales,
como Jefe de la rebelión del Acorazado «España», y fue
puesto en Capilla, siendo fusilado por fuerzas de este
Cuartel en la madrugada del día 29.
DIA 29
En este mismo día se presentó en el Cuartel el General
de Brigada de Infantería de Marina D. Jesús Carro
Sarmiento, acompañado del procesado contralmirante
de la Armada D. Antonio Azarola y Gresillón, del cual era
Juez Instructor, quedando detenido.
AGOSTO
El día 2 del expresado mes se ha celebrado en este
Cuartel Consejo de Guerra de Oficiales Generales contra el Contralmirante de la Armada D. Antonio Azarola
y Gresillón, a consecuencia del cual fue pasado por las
armas el día 4 del mismo mes.
Se recibió orden de embarcar en el Acorazado
«España» la guarnición de Infantería de Marina al mando de un teniente, haciéndolo en el mismo día con el teniente D. Ramón García Ráez, que se presentó voluntario
al salir del Hospital sin estar completamente curado de
su herida.
239
F a
de Portugalete, transbordando al
Destructor «Velasco» y regresando
al Ferrol por orden de D. Francisco
Moreno, llegando la misma noche
del día 17 de agosto. A mi regreso
me dio cuenta el 2.º Jefe de que el
día 13 el soldado Ignacio Bordegaray
Jayo descubrió un intento de sublevación, fingiéndose estar conforme con
los conspiradores, comunicándolo a
sus Jefes, resultando que el corneta
Francisco Pita Loureiro, en combinación con unos paisanos, con una pistola que le habían facilitado, atentaría
contra sus Jefes, y los paisanos, aprovechando la confusión, entrarían y se
apoderarían del Cuartel, sublevando
al resto de la fuerza. Descubierto el
corneta y registrado, se le encontró la
pistola y la lista de los paisanos comprometidos, de los que fueron detenidos seis, que, después de hecha la
información correspondiente, fueron
fusilados delante de toda la fuerza en
la madrugada del día 15 de agosto.
Al soldado Bordegaray se le propuso,
por su lealtad, para el ascenso a cabo
y la Superioridad le confirmó en este
empleo.
El mismo día 15 fue bombardeado
Ferrol por un trimotor rojo.
Se recibió orden de la Infantería
del Ejército de Galicia de formar una
columna para efectuar una operación
de desembarco, siendo llamado el
Jefe que suscribe al Gobierno Militar
El Contralmirante de la Armada D. Antonio Azarola y Gresillón, fue fusilado el día 4 de agosto de 1936.
de la Plaza para ver qué fuerza de
Infantería de Marina podía facilitar,
Se organiza también la guarnición de Infantería de
quedando en que daría una Compañía de fusiles comMarina del Crucero «Canarias», que se estaba armando,
pleta y una Sección de Ametralladoras, organizándose
compuesta de un teniente, ocho Sargentos, dieciocho cala Columna con este personal, más dos Compañías de
bos y ochenta soldados, siendo designado el teniente D.
Infantería de Ejército, dos Secciones de Ametralladoras
Ricardo Pita.
y una Batería de Artillería, siendo el Jefe de la Columna
El día 12 de agosto el Jefe que suscribe embarcó en
el que suscribe, teniendo como Segundo al comandante
el Acorazado «España», que hacía su primera salida, a las
Calenti, del Regimiento de Infantería n.º 35, quedando
órdenes inmediatas del Capitán de Navío D. Francisco
la Columna organizada el mismo día, dispuesta a salir
Moreno, que había sido nombrado Secretario de Marina
para donde mandaran al primer aviso. Pasados tres días
y Jefe de la Flota Nacional, con objeto de ver si se ense recibió orden de que se desistía del desembarco y que
contraba un sitio a propósito para un desembarco en
las Compañías del Regimiento n.º 35 pasaran a unirse a
Asturias, por estar toda la costa en poder del enemigo,
otras fuerzas que de Lugo salían para Asturias, quedando
no habiendo más que un sitio problemático y de mucho
disuelta la Columna.
peligro: el «Musel». Se bombardeó este punto, procuranEl día 19 se recibió orden de que el Comandante D.
do proteger el Cuartel de Simancas, continuando viaje a
Vicente Juan Gómez se incorporara con toda urgencia a
Bilbao, donde se bombardearon los depósitos de petróleo
Pamplona a las órdenes del Comandante Militar, saliendo
Diario de operaciones del tercio del norte de 1936-1939
240
al día siguiente, y al llegar fue destinado al Ejército del
Norte a mandar una Columna de Requetés y Falangistas,
tomando parte en todas las operaciones que tuvieron lugar para la ocupación de Guipúzcoa.
Durante el mes se siguieron prestando todos los servicios y se embarcaron escoltas en distintos buques mercantes.
SEPTIEMBRE
Se incorporaron 400 reclutas y se empezó la instrucción sin descanso, sobre todo el tiro, quedando en disposición de prestar servicio a los quince días, habiendo
demostrado, tanto los Instructores como los instruidos,
un gran entusiasmo y celo para estar prontos en aptitud
de ser útiles a la Patria.
Se cambió la Bandera, izándose con toda solemnidad
la Nacional roja y gualda. Se celebró con gran solemnidad
la Jura de Bandera por los nuevos reclutas, asistiendo
todas las Autoridades de la Base Naval, Jefes y Oficiales
de todos los Cuerpos de la Armada y del Ejército, desfilando todos, besando la gloriosa insignia de la Patria
y pasando los invitados a la cabeza de las fuerzas por
debajo de la bandera. El Jefe que suscribe, dirigió la siguiente arenga:
¡«Infantes de Marina!: Cuando ingresasteis en el
Cuartel dije que veníais a formar parte de esta familia
que se llama «Caballeros Infantes de Marina», donde
no había más que hermanos y una madre que es, oídlo bien, España. Pues bien, con el acto, el más trascendental de nuestra vida, que acabáis de efectuar al
prestar juramento ante esta insignia sacrosanta, roja
y gualda, de defenderla hasta derramar la última gota
de vuestra sangre, es cuando de hecho habéis entrado en la familia de los Caballeros Infantes de Marina,
F a
Cuartel de Brigadas de Instrucción del Arsenal de Ferrol.
que, como os he dicho varias veces, quiere decir hijos predilectos de España, y como Jefe, mejor dicho,
como padre de esta familia de Caballeros Infantes de
Marina de la Base Naval de Ferrol, os pido que sigáis
el ejemplo de estos hermanos vuestros aquí presentes
que han sabido poner tal alto el nombre de ésta familia
conservando intacto y sin mancha el lema nuestro de
«valor y disciplina» que ostenta nuestro escudo, yo tengo, como también vuestros hermanos aquí presentes y
ausentes, la seguridad de que sí lo haréis, pues habéis
contestado con tanto entusiasmo el «sí, juramos», que
no podemos dudar un momento de que sois dignos
de entrar de lleno en nuestra familia y que ostentaréis
legítimamente y sin mancha el título de nobleza más
grande que existe: el de «hijo predilecto de España»,
«Caballero Infante de Marina».
Antes de terminar dediquemos un recuerdo a nuestros hermanos de la Base Naval de Cádiz, que, como
vosotros, tal alto han dejado el nombre del Cuerpo.
Vaya acabar con un abrazo en nombre de todos a esta
sacrosanta Bandera de España, pero antes quiero reiterar el juramento que todos hemos hecho ante ella.
Sacrosanta insignia rojo y gualda, que representas
a la única, indivisible e inmortal España. Al verte de
nuevo ante nosotros, como a una madre querida que
aparece ante sus hijos, después de haber sido vestida
de luto, vestida de nuevo con sus galas de fiesta, yo, en
nombre de los que antes juramos y que hemos combatido bajo tus pliegues, y de los nuevos Caballeros
Infantes de Marina, abrazado a ti, te juro por Dios que
te defenderemos todos hasta derramar la última gota
de nuestra sangre: primero, porque somos españoles,
y segundo, porque somos todos Caballeros Infantes
de Marina, y en prueba de que así lo haremos, gritad
Al terminar se cantaron los
Himnos del Cuerpo y el «Cara al Sol»,
desfilando las fuerzas y sirviéndose a
la tropa una comida extraordinaria,
y a las Autoridades y Comisiones un
ágape en la Sala de Banderas, reinando gran entusiasmo, siendo felicitado
por todos, por la actuación del Cuerpo
en el Glorioso Movimiento Nacional.
Se recibió orden de aumentar las
guarniciones del Crucero «Cervera»
con otra Sección, embarcando al
mando en ella el Teniente D. Pedro
Cheriguini, y en el Acorazado
«España» otra Sección al mando del
Teniente D. Francisco Martínez de
Galinsoga.
OCTUBRE
Se recibió el día 1.º la noticia de
haber sido nombrado Jefe del Estado
y Generalísimo de los Ejércitos de
Tierra, Mar y Aire el General Excmo.
Sr. D. Francisco Franco Bahamonde;
se formaron las fuerzas y presentando armas, se les dio a conocer, produciendo gran entusiasmo, victoreándose a España y al Caudillo. El día 9 se
recibió orden de preparar una Sección
de Ametralladoras con un teniente
para incorporarse al frente de Toledo,
siendo nombrado D. Ramón Maroto
Vendell para reforzar otra Sección del
Batallón de Cádiz y sustituir al teniente Serra, que había muerto al frente
del enemigo, emprendiendo la marcha al día siguiente para incorporarse
a los tiradores del Riffen Toledo.
Recibida orden de organizar la
guarnición del crucero «Baleares»,
que estaba armando rápidamente,
embarcó al frente de ella el teniente
D. Ricardo Cheriguini.
Durante todo el mes se siguieron
prestando los servicios de escolta
y contrapiquete de los fusilamientos que hubo que efectuar, pues el
Excmo. Sr. Comandante General dispuso que los piquetes para estos actos fuesen de los Marineros que se
habían sublevado contra nosotros,
y como no había confianza en ellos,
detrás del piquete se colocaba otro de
Infantería de Marina, que era la fuerza que sostenía la disciplina y que
por su comportamiento y lealtad a
sus Jefes se tenía absoluta confianza
en ella. Se dieron varias escoltas en
buques mercantes, compuestas generalmente de un cabo y seis soldados.
Se siguieron admitiendo voluntarios,
entre ellos cuarenta Requetés, que
vinieron veinte de San Sebastián y
otros veinte de las Rías Bajas, para
instruirlos y embarcarlos en el crucero «Baleares», como así se hizo; demostraron un gran espíritu y disciplina, estando perfectamente instruidos
en pocos días y embarcando en dicho
crucero.
NOVIEMBRE
Se continuó en el mismo plan de
servicios en instrucción habiéndose organizado dos Compañías más.
En virtud de un Decreto de S.E. el
Generalísimo, quedó disuelto el
Cuerpo de Ayudantes Auxiliares, ascendiendo a Oficiales de la Escala
Activa, todo ello en premio del comportamiento y lealtad al mando, empezando a prestar servicio como los
Oficiales.
Se mandó personal a cubrir las
bajas que.había tenido la Sección
de Ametralladoras en el frente del
Jarama.
Se incorporaron 700 reclutas de la
Caja de La Coruña, que constituyen la
base del Batallón Expedicionario.
Desembarcó del acorazado
«España» el teniente D, Ramón García
Ráez, herido de quemaduras, grave,
por haber sido alcanzado por el rebufo de una pieza de 30’5 estando en su
puesto de combate.
DICIEMBRE
Se continuó con el mismo plan
de instrucción y de servicios. Se celebró la Nochebuena y día de Navidad
con ranchos extraordinarios y otras
fiestas, reinando un gran espíritu, disciplina y, al mismo tiempo,
camaradería entre Jefes, Oficiales,
Clases y Soldados.
Como resolución al intento de
envenenamiento del personal del
«Baleares», se dispuso que la guarnición de la Plaza y Departamento se
reunieran en la explanada del Cuartel
de Brigadas de Instrucción con el fin
de presenciar el fusilamiento de los
culpables.
241
AÑO DE 1937
ENERO
Se incorporaron trescientos reclutas procedentes de las Cajas de
Reclutas de Galicia, habiendo empezado la instrucción de ellos, una vez
vestidos, no descansando ni un momento, dividiéndose en seis Secciones
de cincuenta hombres, rivalizando los
Oficiales en entusiasmo para destacar
sus Secciones, y los reclutas pusieron
tanto como sus instructores hasta tal
extremo, que a los quince días estaban perfectamente instruidos, formándose con ellos tres Compañías
que maniobran perfectamente en orden de combate y tomaron parte en
varios desfiles, llamando la atención
por su instrucción y disciplina, siendo felicitado por el Almirante de este
Departamento.
Se recibió orden para mandar un
capitán a las órdenes del Capitán Jefe
del Ejército del Sur, presentándose
todos los de esta Unidad Voluntarios,
nombrando entonces al más antiguo,
D. Gerardo Barro Pravia, que marchó
el 16 a incorporarse, dándome parte
de haber tomado el mando de una
Compañía de Marinería en el frente de Antequera, interviniendo en la
ocupación de Málaga.
Se presentó dado de alta del
Hospital de las heridas recibidas en el
«España», y desembarcado por ascenso, el capitán D. Ramón García Ráez.
F a
todos conmigo: ¡Viva España!,
¡Viva la Marina!, ¡Viva la Infantería
de Marina!»
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