Asignación de lectura núm. 24 Cuéntame un cuento David Roper VI. DE LA TERCERA PASCUA AL ARRIBO DE JESÚS A BETANIA (continuación). P. El ministerio en Perea (continuación). 3. Jesús es invitado a la casa de un fariseo y enseña tres atinadas lecciones sobre banquetes (Lc. 14.1–24). a. Una lección sobre la humildad (Lc. 14.7–11). b. Una lección sobre el desinterés (Lc. 14.12–14). c. La parábola de la gran cena (Lc. 14.16–24). 4. Jesús es seguido por una multitud y enseña una importante lección (Lc. 14.25–35). 5. Jesús es seguido por publicanos y pecadores y cuenta tres conmovedoras historias que enseñan una lección (Lc. 15.1–32) : a. La parábola de la oveja perdida (Lc. 15.3–7). b. La parábola de la moneda perdida (Lc. 15.8–10). c. La parábola del hijo perdido (Lc. 15.11–32). 6. Jesús es acompañado por Sus discípulos y enseña una importante lección por medio de la parábola del mayordomo infiel (Lc. 16.1–13). 7. Jesús es vigilado por los fariseos y enseña una lección que da que pensar, por medio de la «parábola» de el rico y Lázaro (Lc. 16.14–31). INTRODUCCIÓN ¿Qué padre no ha oído la petición de un hijo que le dice: «Cuéntame un cuento»? Me parece que fue hace pocos días que mis hijas me pedían, diciendo: «Papá, cuéntanos un cuento». La última vez que pasé un rato con mi nieta Rachel, esta se subió a mi regazo, pidiendo: «Cuéntame un cuento, abuelito». A la mayoría de nosotros nos gustan los cuentos, y a Jesús le gustaba contarlos. Algunas de Sus más recordadas y más amadas enseñanzas se encuentran en forma de cuentos, a los cuales llamamos «parábolas».1 «Algunas de las parábolas más notables de Jesús»2 fueron referidas durante Su ministerio en Perea.3 Las que se estudian en esta lección fueron entremezcladas con la aplicación pertinente. La mayoría de las parábolas y demás enseñanzas se relacionaban, ya sea directa o indirectamente, con los fariseos (vea Lucas 14.1; 15.2; 16.14). 1 Es aconsejable que repase usted el significado de «parábola» y porqué Jesús usó parábolas. 2 H. I. Hester, The Heart of the New Testament (La esencia del Nuevo Testamento) (Liberty, Mo.: Quality Press, 1963), 175. 3 Los eruditos discrepan en cuanto al número de parábolas referidas durante este período de tiempo, en vista de que tal número depende de la definición que uno tenga de parábola. El número exacto es poco importante. Jesús podía tomar casi cualquier tema y referir un cuento relacionado con él, un cuento que tenía un importante mensaje. En esta lección lo veremos contando cuentos acerca de espléndidos banquetes, ovejas y monedas, vida familiar, tratos de negocios e incluso la vida después de la muerte. CUÉNTAME CUENTOS SOBRE CÓMO COMPORTARME EN LOS BANQUETES (LC. 14.1–24) Jesús había comido con un fariseo en Galilea (Lucas 7.36–50) y con un fariseo en Judea (Lucas 11.37–54). Ahora estaba invitado a comer con un fariseo en Perea4 (vea Lucas 14.1– 12a). Esta es la tercera y la última vez que se consigna una invitación hecha por un fariseo y aceptada por Jesús.5 4 Según el versículo 1, Jesús fue a comer a la casa de uno de los dirigentes de los fariseos. «Los fariseos eran un grupo poco organizado, de allí que sus gobernantes [o dirigentes] no lo fueran por cargo, sino por influencia» (J. W. McGarvey y Philip Y. Pendleton, The Fourfold Gospel or A Harmony of the Four Gospels [El evangelio cuádruple o una armonía de los cuatro evangelios] [Cincinnati: Standard Publishing Co., 1914], 492; énfasis suyo). 5 Vea un análisis de por qué Jesús aceptó estas invitaciones, en la página 4 de la lección « La preocupación de un Pastor». 1 Cuando estudiamos las anteriores experiencias que tuvo Cristo en casas de fariseos, tuvimos que conjeturar acerca de los posibles motivos de Sus anfitriones. Esta vez no tenemos necesidad de conjeturar. Lucas escribió que «habiendo entrado para comer [en un día de reposo] en casa de un gobernante, que era fariseo, éstos le acechaban» (Lucas 14.1; vea Lucas 11.53–54). El contexto indica que «le acechaban» para ver si quebrantaba las tradiciones de ellos sobre el día de reposo. Estaba presente en el banquete «un hombre hidrópico» (Lucas 14.2). La hidropesía es una condición médica que hace que el cuerpo retenga líquido.6 Este es uno de los síntomas de la insuficiencia cardiaca congestiva.7 No hay duda de que los fariseos habían traído a este inválido para ver si Jesús lo sanaría en el día de reposo. Cristo no solamente sanó al hombre, sino que después sorprendió a sus enemigos al desafiarlos, diciéndoles: «¿Es lícito sanar en el día de reposo?» (vers. o 3; vea Marcos 3.4). Usó un argumento parecido a otro que empleó anteriormente (vea Mateo 12.11). Sus razones se basaban en lo lícito que es sacar a un niño8 o a un animal que haya caído en algún pozo9 en el día de reposo (vers.o 5; NASB). Su argumento se podría expresar de la siguiente manera: «Si para ustedes es lícito sacar a sus hijos del agua [el pozo] en el día de reposo, ¿por qué no es apropiado para Mí sacar el agua [la hidropesía] de uno de los hijos de Dios en el día de reposo?». El versículo 4 dice: «Mas ellos callaron. Y él, tomándole, le sanó, y le despidió». Sea verdaderamente humilde (14.7–11) Jesús aprovechó la ocasión para enseñar varias lecciones oportunas. Todas se basaron en el tema de los banquetes. Él había notado que los invitados escogían los asientos de honor que estaban más cerca del anfitrión (vers.o 7; vea Mateo 20.21; 23.6).10 6 La palabra «hidropesía» se deriva de la palabra griega hudrops, que proviene del griego que significa «agua» (de la cual obtenemos el prefijo «hidro»). 7 La retención de líquido puede ser también un síntoma de falla de los riñones (Charles B. Clayman, ed. médico, The American Medical Association Home Medical Encyclopedia, vol. 1 [New York: Random House, 1989], s. v. “dropsy” [«hidropesía»]). 8 En algunos manuscritos antiguos se lee «niño», y en otros «asno». La NASB optó por usar «niño». 9 La palabra griega que se traduce por «pozo» en Lucas 14.5 puede significar «foso», pero el significado más común es el de «pozo» o «cisterna». (Esta es la palabra que se usa en Juan 4.11–12 para hacer referencia al pozo de Jacob.) 10 En el lugar donde vivo, diríamos: «Todos querían estar en la mesa principal del banquete». Adapte la explicación para las costumbres de su región. 2 Insinuó que la sabiduría estaba en escoger puestos más humildes (vers.os 8–10). A esto se le llamó «una parábola» (vers.o 7) porque el propósito del Señor era que se aplicara en todos los ámbitos de la vida: «Porque cualquiera que se enaltece, será humillado; y el que se humilla, será enaltecido» (vers.o 11; vea Lucas 18.14; Mateo 23.12). Sea verdaderamente hospitalario (14.12–14) Cristo se volvió a Su anfitrión y le dijo que no había mérito en invitar personas que podían devolver el favor, y que probablemente lo harían (vers.o 12). Le dijo al hombre: «Mas cuando hagas banquete, llama a los pobres, los mancos, los cojos y los ciegos; y serás bienaventurado; porque ellos no te pueden recompensar» (vers.os 13–14a).11 Con estas palabras, el Señor no solamente condenó a su anfitrión, sino que también a todos nosotros que somos «hospitalarios» únicamente para con nuestros amigos y otros que consideramos que «están a nuestra altura» (vea Mateo 5.46–47; Lucas 6.32–33). Sea verdaderamente obediente (14.15–24) Jesús dijo que los verdaderamente hospitalarios serían recompensados «en la resurrección de los justos»12 (vers.o 14b). Uno de los invitados, que suponía que Él se estaba refiriendo a la venida del reino mesiánico,13 exclamó, diciendo: «Bienaventurado el que coma pan en el reino de Dios» (vers.o 15). Cristo respondió con una parábola acerca de una gran cena.14 Los que fueron invitados a la cena pusieron excusas para no asistir (vers.os 16–21). El anfitrión, enojado, envió a llamar a los desfavorecidos15 para que vinieran a comer con él (vers.os 21–23; compare con el vers.o 13). Muchas lecciones se pueden sacar de esta parábola; sin embargo, el propósito primordial del 11 No hay nada malo en invitar a nuestros amigos a casa. Jesús disfrutó de la hospitalidad de personas amigas tales como Marta y María (Lucas 10.38). Lo que esto significa es que nuestra hospitalidad no debe reducirse a los que tienen la posibilidad de corresponder. 12 Hay quienes toman la frase «la resurrección de los justos» en el sentido de que enseña que habrá dos resurrecciones: la de los justos y posteriormente la de los injustos. La Biblia, no obstante, enseña que habrá solo una resurrección general, tanto de los buenos como de los malos (Juan 5.28–29). Lo que Jesús enseña en Lucas 14.14, es que solo los justos serán bendecidos en la resurrección. 13 Los judíos tenían diferentes ideas acerca del reino mesiánico venidero. 14 A esta parábola se le refiere con muchas designaciones, entre las cuales se incluye «la parábola de la invitación que recibió desaires». 15 La palabra «fuérzalos» de Lucas 14.23 no se refiere a usar la fuerza física, sino la persuasión sólida. Los desfavorecidos lo pensarían para venir a la casa de un hombre rico y poderoso. Señor al referirla se encuentra en el versículo 24, donde se lee que el señor dijo al siervo: «Porque os digo que ninguno de aquellos hombres que fueron convidados, gustará mi cena». En el contexto, esto es lo que significa: «Muchos de ustedes que creen que comerán pan en el reino de Dios, ¡no comerán!». Habían rechazado la invitación de Dios. Concretamente, habían cerrado sus oídos a Su invitación a ser parte del reino de Su Hijo. Habían desechado a Jesús como Hijo de Dios. En la parábola hay una lección para todos nosotros: Cuando el Señor le invite (Mateo 11.28), no ponga usted excusas, ¡antes responda de inmediato a Su amor! Entonces, y solamente entonces, podrá usted tener la esperanza de disfrutar de Su festín espiritual (vea Apocalipsis 3.20). CUÉNTAME CUENTOS SOBRE CÓMO EDIFICAR CASAS Y PELEAR GUERRAS (LC. 14.25–35) Al principio de Su ministerio en Galilea, Jesús fue seguido por multitudes (Mateo 4.25). Ahora, también en Perea, «Grandes multitudes iban con él» (Lucas 14.25). El entusiasmo mesiánico seguía creciendo.16 El Señor vio la necesidad de recalcarle a Su muchedumbre entusiasta, pero inconstante, el costo de ser discípulo Suyo (vers.os 26–27).17 Les presentó dos ilustraciones acerca de «[calcular] los gastos», una recomendación que debe aplicarse antes de comenzar un proyecto de construcción (vers.os 28–30) y antes de marchar a la guerra18 (vers.os 31–32). Luego volvió a recalcar el costo de ser discípulo (vers.o 33),19 añadiendo una ilustración «salada» que había usado anteriormente. Era bueno para ellos que lo siguieran, pero si no estaban dispuestos a hacer los sacrificios necesarios, serían como sal que se hacía insípida: peor que inútil (vers.os 34–35; vea Mateo 5.13; Marcos 9.50). 16 El entusiasmo llegaría a su apogeo en el momento de la entrada triunfal a Jerusalén, que ocurriría pocos días antes de la muerte de Jesús (Mateo 21.1–11). 17 Compare Lucas 14.26 con Mateo 10.37. Compare Lucas 14.27 con Mateo 10.38; 16.24; Marcos 8.34; Lucas 9.23. 18 No se preocupe por descifrar quién es el «enemigo» de esta ilustración. No todos los detalles de una parábola o ilustración tienen que «significar algo». 19 Compare con Lucas 12.33. Renunciar a las posesiones era parte del desafío que presentaba Jesús a los que querían andar a tiempo completo con Él. Además de esto, a la luz de la persecución que sobrevino posteriormente a los cristianos (Hechos 8.1), todo el que lo siguiera tenía que estar preparado para que le quitaran las posesiones. CUÉNTAME HISTORIAS ACERCA DE CÓMO ENCONTRAR OVEJAS, MONEDAS E HIJOS QUE SE HAN PERDIDO (LC. 15.1–32) Entre los que escuchaban a Jesús había «publicanos y pecadores» (vers.o 1; vea Lucas 7.34). Puede parecernos extraño el uso del término «pecadores», pues todos somos pecadores (Romanos 3.23), pero hay que entender que la palabra se usó para designar a los que son vistos como pecadores por el mundo y especialmente por los fariseos. Jesús no se distanciaba de los que eran rechazados por la sociedad, sino que incluso comía con estos (Mateo 9.10–11).20 Esto hizo que los fariseos murmuraran, diciendo: «Este a los pecadores recibe, y con ellos come» (Lucas 15.2). Estos hombres endurecidos de corazón provocaron la serie de parábolas más conocidas de Jesús: tres cuentos acerca de objetos perdidos. Perdido y hallado (15.1–24) El siguiente cuento que narró Cristo, fue sobre un pastor que perdió una oveja y después se regocijó cuando la encontró (vers.os 3–6).21 Dijo Jesús: «Os digo que así habrá más gozo en el cielo por un pecador que se arrepiente, que por noventa y nueve justos que no necesitan de arrepentimiento».22 Contó acerca de una mujer que perdió una moneda e hizo celebración cuando la encontró (vers.os 8– 9).23 «Así os digo», dijo Jesús, «que hay gozo delante de los ángeles de Dios por un pecador que se arrepiente» (vers.o 10). Luego contó la parábola del «hijo pródigo24». En relación con esta querida historia, John F. Carter escribió: Miles que fueron arrastrados al borde de la desesperación por sus vidas destrozadas por el 20 Hay quienes han tratado de usar Lucas 15.1–2 para justificar la participación de ellos en actividades mundanas. Considere el propósito de Jesús: comía con pecadores con el fin de salvar sus almas (Lucas 5.30–32). Considere los límites de la participación de Jesús: comía con ellos, pero no participaba en las actividades pecaminosas de ellos. 21 Jesús había usado anteriormente una ilustración de una oveja perdida con una aplicación diferente (Mateo 18.12–14). 22 En vista de que no hay nadie verdaderamente justo (Romanos 3.10) y de que todos necesitan de arrepentimiento (Hechos 17.30), la última parte de Lucas 15.7 parece estar llena de ironía, al insinuar que los fariseos se consideraban justos que no tenían necesidad de arrepentimiento. 23 La moneda que perdió era una dracma, que equivalía a un denario, que a la vez equivalía al salario de un día. 24 Muchos de nosotros hemos oído y usado tanto la palabra «pródigo» que ha llegado a ser sinónimo de «infiel» o «pecaminoso» en nuestros pensamientos. El término en realidad significa «despilfarrador o extravagante». 3 pecado, han sido impulsados por [la parábola] a correr hacia la misericordia de Dios; y al hacer esto no solo experimentaron la realidad del perdón y la aceptación divinos, sino que también hallaron poder para vivir victoriosamente.25 Cuando el hijo pródigo por fin llegó a casa, hubo gran regocijo (vers.o 24). Perdido con el ceño fruncido (15.25–32) Al referir la parábola del hijo pródigo, a menudo concluimos en el punto donde se celebra el regreso de este, lo cual confiere al relato una culminación lógica y natural. Jesús, no obstante, no terminó allí. El verdadero propósito de la parábola era contrastar el regocijo del padre con el resentimiento del hijo mayor (vers.os 25–30).26 El hermano mayor representaba a los fariseos y a todos aquellos a quienes no les interesan los perdidos y ni siquiera se alegran cuando estos vuelven al Señor. La actitud que deberíamos tener, se encuentra en las palabras que dijo el padre al hijo mayor: Debemos «hacer fiesta y regocijarnos» porque un alma preciosa «era [muerta], y ha revivido; se había perdido, y es [hallada]» (vers.o 32). CUÉNTAME UN CUENTO ACERCA DE CÓMO USAR EL DINERO (LC. 16.1–13) Mayordomía infiel (16.1–9) Después, Jesús se volvió a Sus discípulos (vers.o 1) y les refirió una parábola acerca de un gerente poco honrado.27 En lugar de «gerente», en el texto original se lee «mayordomo». Un mayordomo era alguien que cuidaba de los bienes de otro (vea Lucas 12.41–48; 1era Corintios 4.2). El relato que cuenta Cristo sobre este mayordomo es una de Sus parábolas más extrañas. A simple vista parece ensalzar el ser poco escrupulosos.28 El gerente manejó mal los fondos que se le habían confiado (vers.o 1) y estaba a punto de ser 25 John Franklin Carter, A Layman’s Harmony of the Gospels (Armonía de los evangelios para laicos) (Nashville: Broadman Press, 1961), 216. 26 Vea más notas sobre esta parte de la parábola en «El resto de la historia». 27 N. del T.: En la NASB se lee el equivalente de «gerente» en lugar de «mayordomo». El autor señala que entre las designaciones para esta parábola se encuentran «la parábola del gerente infiel», «la parábola del gerente astuto» y «la parábola del mayordomo injusto». 28 Se ha insinuado que Jesús usó esta ilustración porque los publicanos y pecadores que estaban escuchando, podían haberse identificado con el sinvergüenza que describe Cristo. 4 despedido (vers.o 2).29 Él se apresuró a llamar a los deudores de su patrono y redujo las cantidades que estos debían (vers.os 5–7), con el fin de que, cuando fuera despedido, pudiera contar con la amistad de ellos (vers.o 4). El que pronto iba a dejar de ser su jefe alabó la sagacidad del hombre (vers.o 8a).30 ¿Estaba Jesús elogiando la falta de honradez y la mala mayordomía? Para nada (note 16.17). Lo que Él estaba tratando de decir se encuentra en la última parte del versículo 8: «porque los hijos de este siglo son más sagaces en el trato con sus semejantes que los hijos de luz». Dicho en otras palabras: «Los impíos saben usar el dinero para alcanzar fines impíos, más que los píos para alcanzar fines píos». El gerente poco honrado ganó amigos con el dinero. Del mismo modo, dijo Cristo: «Ganad amigos por medio de las riquezas injustas,31 para que cuando éstas falten, os reciban en las moradas eternas» (vers.o 9). La manera como «[ganamos] amigos» con las posesiones es por medio de proveer para las personas necesitadas. Según Jesús, dar a otros hace tesoros en el cielo y también nos asegura que seamos recibidos cálidamente por aquellos a quienes ayudamos estando sobre la tierra. La lección de esta parábola es básicamente la misma de Lucas 12.33: «Vended lo que poseéis, y dad limosna; haceos […] tesoro en los cielos que no se agote».32 Mayordomía fiel (16.10–13) Cristo reforzó la parábola con exhortaciones generales sobre ser buenos mayordomos, especialmente de nuestro dinero (vers.os 10–12). También aconsejó no permitir que el dinero se convierta en nuestro señor (vers.o 13; vea Mateo 6.24). Él podía haber dicho a modo de prólogo a Su enseñanza de seguimiento, las siguientes palabras: «Guardaos 29 El trabajo que este hombre hacía, por lo general era llevado a cabo por esclavos, pero el hecho de que el mayordomo fue despedido indica que era libre, y que no era esclavo. 30 En la KJV se lee que el mayordomo deshonesto había hecho «sabiamente». Esta es una traducción acertada, pero entienda que la «sabiduría» del hombre era la sabiduría del mundo (vea 1era Corintios 1.20; Santiago 3.15). La palabra «sagacidad» expresa la idea. Las palabras del hombre rico expresaban la admiración, aunque con reticencias, de un hombre con mentalidad mundana para con un pillo astuto. 31 El dinero no es intrínsicamente bueno ni malo. Se le llama «riquezas injustas» en Lucas 16.9 porque el deseo de tener estas ha producido injusticia en muchas personas (1era Timoteo 6.10). 32 Vea comentarios sobre Lucas 12.33 en la página 2 de «Cosas nuevas y cosas viejas». de la levadura de los fariseos» (Lucas 12.1), porque «los fariseos [son] avaros» (Lucas 16.14). Estos estaban convencidos de que ser ricos era señal indiscutible de la aprobación de Dios.33 CUÉNTAME UN CUENTO ACERCA DE CÓMO MANTENERME FUERA DEL INFIERNO (LC. 16.14–31) Es obvio que el dinero no era lo más importante en el mundo para Jesús. Cuando los fariseos oyeron «todas estas cosas» […] comenzaron a burlarse de Él (vers.o 14).34 En La NASB y en la NIV dice que «se mofaban» de Él.35 Esperaban con esto, desacreditar a Jesús a los ojos de las masas. Hombres ricos llenos de odio (16.15–18) Cristo respondió reprendiendo a los fariseos:36 • • • Los reprendió por justificarse delante de los hombres (vers.o 15). Los reprendió porque «se [esforzaban] por entrar» en el reino con sus normas y regulaciones humanas (vers.o 16).37 Los reprendió porque se preocupaban más por las fugaces tradiciones humanas que por la indestructible Palabra de Dios (vers.os 17–18).38 Un rico en el Hades (16.19–31) Después de Su reprensión, Cristo les contó otra historia. Si Su parábola del mayordomo poco honrado molestó a los amantes del dinero, esta ilustración debió de haberlos ofendido doblemente. Era acerca de un rico que estaba perdido. 33 Vea los comentarios sobre Mateo 19.25 en «La vida de Cristo, núm. 9». 34 En los Estados Unidos, diríamos que comenzaron a molestarlo con preguntas. Compare con Lucas 23.35. 35 N. del T.: «Se mofaban» es el equivalente en español de dos palabras diferentes que usan una y otra versión. 36 Lo que se presenta a continuación es un resumen de las palabras que dijo Cristo en Lucas 16.15–18, resumen que se relaciona con lo que enseña la Biblia acerca de los fariseos en otros pasajes. 37 Juan el Bautista fue quien rompió el «silencio profético» de cuatrocientos años que se había establecido desde Malaquías. Comenzando con Juan, se habían predicado las buenas nuevas (el «evangelio») en el sentido de que «el reino de Dios se [había] acercado». No obstante, en lugar de aceptar el camino de Dios que lleva al reino (por medio de creer en Jesús y seguirlo), los fariseos «se [esforzaban] por entrar» usando sus propias normas y regulaciones. No funcionaba así entonces, y tampoco funciona ahora. 38 Compare Lucas 16.17 con Mateo 5.18 y Lucas 16.18 con Mateo 5.31–32. Del mismo modo que los fariseos habían desechado las leyes de Dios acerca de cuidar de los padres con sus tradiciones (Mateo 15.1–9), ellos estaban desechando las leyes de Dios sobre el matrimonio con sus tradiciones. Analizaremos el tema del matrimonio y del divorcio con mayor detalle cuando estudiemos Mateo 19.1–9. A Lucas 16.19–31 se le llama por lo general «la parábola del rico39 y Lázaro». Es el relato acerca de un rico que no pasó la prueba de la mayordomía. No aprovechó la oportunidad que tuvo para ayudar a un mendigo llamado Lázaro.40 Cuando el mendigo murió, él fue llevado por los ángeles al «seno de Abraham» (vers.o 22); pero cuando el rico murió, él se halló «en tormentos» (vers.o 23). El rico rogó que Lázaro fuera enviado otra vez a la tierra para advertir a sus cinco hermanos, pero se le dijo: «A Moisés y a los profetas tienen…»; «Si no oyen a Moisés y a los profetas, tampoco se persuadirán aunque alguno se levantare de los muertos» (vers.os 29, 31). Tales palabras tenían aplicación especial para los fariseos: Estos tenían los escritos de Moisés y de los profetas, que daban testimonio de Jesús (Lucas 24.44), pero ellos rehusaron oírlos. Por esta razón no se persuadían ni siquiera cuando Jesús resucitaba a los muertos (Lucas 7.11–17; 8.41–56; vea Juan 11.1–53; 12.9–11). De hecho, no se persuadirían ni siquiera cuando Jesús mismo resucitara más adelante de entre los muertos (Mateo 28.11–15; Hechos 4.1–22). Algunos a quienes no les gustan las implicaciones de Lucas 16.19–3141 se han centrado en la palabra «parábola» para enseñar que esta narrativa es poco más que un cuento de hadas. Tome en cuenta los siguientes hechos: 1) La Biblia no le llama parábola a este relato. Si este fuera una parábola, sería la única que da el nombre del personaje principal (Lázaro). También, si fuera parábola, sería una de las pocas que no se basa en situaciones diarias de la vida con las cuales estaban familiarizados los oyentes de Jesús. Por supuesto, como ya hemos recalcado, el término «parábola» a menudo se usa con poco rigor en los evangelios; a veces significa poco más que «ilustración» (vea Lucas 14.7–10 en esta lección). Por lo tanto, no hace daño llamar «parábola» al relato de sobre el rico y Lázaro, siempre y cuando recordemos que esta es una designación le estamos dando nosotros y no el Señor. 2) Aun cuando llamamos «parábola» a este relato, esto no significa que lo tildemos de «fantasía». J. W. McGarvey comentó: «Pero debe observarse que las parábolas de Jesús jamás presentan condi39 Al rico se le llama a menudo «Dives», pero ese no era su nombre. «Dives» es la palabra en latín para «rico». En la parábola, es a Lázaro a quien se menciona por su nombre, pero no se menciona así al rico. 40 Vea un estudio más detallado de esta «parábola» en «Una carta enviada desde el “infierno”». 41 Entre estos se incluyen los que no creen que los muertos están conscientes y los que no creen que hay castigo después de la muerte. 5 ciones ficticias, ni quebrantan en ningún lugar el orden ni el curso de la naturaleza».42 No hay razón para dudar de que las escenas de Lucas 16.19–31 representen con precisión los estados de las almas después de la muerte: el estado maldito de los que se perdieron y el estado bendito de los se salvaron.43 Al ser Alguien que tuvo preexistencia (Juan 1.1–2, 14), «Jesús era la única persona que alguna vez vivió sobre la tierra que podía describir las experiencias que tiene la gente después de la muerte».44 CONCLUSIÓN Si hacemos aplicación personal de estas lecciones, ellas pueden afectar nuestras vidas de maneras prácticas. Por ejemplo, podemos invitar a nuestras casas a personas que nunca antes habíamos contemplado invitar, tal vez incluso a alguien de quien no se puede esperar que corresponda. Podemos preguntarnos «¿Soy yo amigo de pecadores como Jesús lo fue?». Tal vez escojamos a alguien con quien 42 McGarvey y Pendleton, 514. Vea un análisis de la vida inmediatamente después de la muerte en «¿Dónde están los muertos?» de «La vida de Cristo, núm. 14». 44 Carter, 221. 43 PERDIDO Y HALLADO PERDIDA —Una moneda. No sabe que está perdida y, por lo tanto, no hará esfuerzo alguno para volver. Por favor devolverla si es hallada, pues esta moneda es sumamente valiosa. PERDIDA —Una oveja. Sabe que está perdida, pero no puede encontrar el camino a casa. Si es hallada, por favor muéstrenle el camino y ayúdenla a llegar a casa, pues esta oveja es muy valiosa. PERDIDO —Un hijo. Se alejó de casa, y conoce el camino de regreso. Si es hallado, por favor anímenlo a venir a casa; pues un padre anciano y canoso está con el corazón destrozado, esperando el regreso de él. PERDIDO —Un hermano mayor. Este hermano está perdido por tres razones: 1) no se alegró por el regreso de su hermano; 2) obviamente no le importó que su hermano volviera o no algún día; 3) se preocupó más por el valor de un becerro que por el de un hombre. Si es hallado, por favor infórmenle de la preocupación de su padre y exhórtenlo a ser como su padre. 6 familiarizarnos esta semana.45 Si de algo ha de servir la parábola de la invitación que recibió desaires (Lucas 14.16–24) que sea para plantearnos esta pregunta: «¿He aceptado yo la invitación del Señor?». El relato del rico y Lázaro debe movernos a hacer esta pregunta que nos examina en lo más íntimo: «¿Estoy yo preparado para morir?». NOTAS El texto de esta lección abunda en posibilidades para sermón. Lucas 14 La parábola de la invitación que recibió desaires (Lucas 14.16–24) puede usarse para predicar sobre las excusas que pone la gente para no seguir a Jesús. Alguien dijo que una excusa es «la piel de una razón rellenada con mentira». Carroll Sites llamó a su sermón basado en este texto «Un corredor de bienes raíces, un granjero y un marido dominado por su mujer».46 Lucas 15 Se han predicado muchos sermones sobre lo perdido y hallado de Lucas 15. Mientras predique usted sobre este capítulo, no olvide predicar sobre el hijo que estaba «perdido en casa». Vea las notas del sermón sobre el hermano mayor que sigue a esta lección. Lucas 16 El relato del rico y Lázaro en Lucas ha fascinado a predicadores. Tengo un enfoque de este texto en esta edición: un sermón narrativo que lleva por título «Una carta enviada desde el “infierno”». Neale Pryor tiene un sermón sobre este relato, al cual llama «Triunfo y tragedia en tres actos».47 El primer acto contrasta la vida del rico con la de Lázaro: El rico disfrutaba de triunfos, mientras que Lázaro sufría tragedias. El segundo acto recrea los funerales de los dos hombres: Sin duda, el rico fue elogiado (un triunfo más), mientras que el cadáver 45 Si este material se presenta en clase, es aconsejable que dirija usted un análisis de cómo se pueden contactar pecadores con quienes usted y los estudiantes puedan entablar amistad. Una sugerencia para los que tengan un hijo en edad escolar es que podrían conocer más a los padres de un niño que asiste a clases con su hijo. 46 Sermón predicado a la iglesia de Cristo en Judsonia, Arkansas, 26 de octubre de 1999. 47 Sermón predicado a la iglesia de Cristo en Brown Trail, Bedford, Texas, setiembre de 1985. de Lázaro probablemente fue arrojado sin mucha ceremonia en un sepulcro anónimo (la tragedia multiplicada). Luego, el acto tercero presenta a los dos en el mundo del Hades: Al final, Lázaro estaba triunfante, mientras que el rico experimentaba tragedias. Pryor recalca que el «Acto tercero» es el que importa. Muchos otros textos de esta lección pueden usarse para predicar sobre calcular los gastos, ser un buen mayordomo y otros principios importantes. 1 Las parábolas de Jesús Mateo Una lámpara bajo un almud 5.14–15 La semilla que crece El edificador prudente y el insensato 7.24–27 Paño nuevo en vestido viejo 9.16 Vino nuevo en odres viejos 9.17 El prestamista que perdonó la deuda El sembrador y las diferentes tierras 13.3–8, 18–23 La cizaña en medio del trigo 13.24–30, 36–43 La semilla de mostaza 13.31–32 La levadura 13.33 El tesoro escondido 13.44 La perla de gran precio 13.45–46 La red 13.47–50 Cosas nuevas y cosas viejas 13.52 La oveja perdida 18.12–14 El siervo inmisericorde 18.23–34 Los obreros de la viña 20.1–16 Los dos hijos 21.28–32 Los labradores malvados 21.33–44 La fiesta de bodas 22.2–14 La higuera 24.32–35 El siervo fiel y prudente 24.45–51 Las diez vírgenes 25.1–13 Los siervos y los talentos (las minas) 25.14–30 Las ovejas y las cabras 25.31–46 Los siervos vigilantes El buen samaritano El amigo necesitado El rico insensato La higuera estéril Los asientos en un banquete La invitación que recibió desaires Calcular los gastos La moneda perdida El hijo perdido (pródigo) El mayordomo poco honrado Un señor y su siervo La viuda insistente El fariseo y el recaudador de impuestos Marcos 4.21–22 4.26–29 2.21 2.22 4.3–8, 14–20 4.30–32 12.1–11 13.28, 29 13.35–37 Lucas 8.16; 11.33 Analizada en el número 4 5 6.47–49 4 5.36 5 5.37–38 5 7.41–43 5 8.5–8, 11–15 5 5 13.18–19 5 13.20–21 5 5 5 5 8 15.4–7 7 7 9 10 20.9–18 10 10 21.29–31 11 12.42–48 11 11 19.12–27 11 11 12.35–40 11 10.30–37 8 11.5–8 8 12.16–21 8 13.6–9 8 14.7–14 8 14.16–24 8 14.28–33 8 15.8–10 8 15.11–32 8 16.1–8 8 17.7–10 9 18.2–8 9 18.10–14 9 1 Si bien este listado no incluye todo cuadro, símbolo, figura de lenguaje y proverbio que usó Jesús, sí incluye aquellas aseveraciones y relatos Suyos que más a menudo se clasifican como parábolas. ©Copyright 2005, 2006 por La Verdad para Hoy TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS 7