Competencia por el Agua

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Comunicaciones en Socioeconomía, Estadística e Informática
2003, Vol. 7 Núm. 2. 107-131
COMPETENCIA POR EL AGUA ENTRE USOS Y USUARIOS EN
LA CUENCA DEL RIO CUAUTLA, MORELOS, MÉXICO.
Claudio Avalos Gutiérrez1 ,Jacinta Palerm Viqueira 2
RESUMEN
La cuestión del agua cobra cada vez mayor importancia debido al incremento en su
demanda y ello conlleva a la necesidad de usarla eficientemente. En la cuenca del río
Cuautla se manifiestan relaciones de competencia por el agua debido a la riqueza relativa
del recurso hídrico para las actividades agropecuarias, industriales y de recreación, lo que
propicia la necesidad de conocer y fomentar los procesos de negociación y de
organización autogestiva en la búsqueda de la gestión integrada del agua a nivel de
cuencas en espacios locales.
La intervención de distintos actores sociales se manifiesta en procesos tanto de
competencia como de negociación, a través de la Comisión Nacional del Agua,
Asociación de Usuarios del río Cuautla, Ayuntamientos Municipales, Ingenio de
Casasano, Curtidos Temola S.A. de C.V., Productores de berro, cultivadores de plantas
ornamentales (viveristas), entre otros. Se plantea la necesidad de fomentar el desarrollo
de capacidades de gestión en instituciones locales y de reconocer la capacidad que tienen
los usuarios del agua a través de organizaciones autogestivas para mejorar y recuperar la
pérdida de los recursos hídricos en la cuenca del río Cuautla, en el estado de Morelos,
México.
1
Profesor Investigador. Universidad Autónoma Chapingo. 56230 Chapingo, México. EMail: [email protected].
2
Profesor investigador. Colegio de Postgraduados. Km. 35.5 Carretera MéxicoTexcoco. C.P. 56230 Montecillo. Texcoco, Edo. de México. E-Mail:
[email protected]
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Claudio Avalos Gutiérrez y Jacinta Palerm Viqueira
La investigación se llevó a cabo mediante recorridos de campo, historia oral y escrita,
entrevistas a profundidad, aplicación de cuestionarios y sis tematización y análisis de
información en una parte del espacio geográfico de la cuenca del río Cuautla durante
2002, de tal manera que se reconoce que existe organización de los distintos actores que
intervienen en la cuenca y que tienen capacidad de establecer relaciones de conflicto y
negociación para resolver la gestión integrada del agua en el nivel local.
Palabras clave: autogestión, negociación, conflicto.
Introducción
La demanda de agua aumenta con la población y las actividades socioeconómicas. Esto
plantea el problema de usarla eficientemente, ello va más allá del ahorro en el consumo.
Involucra definir en la arena política los usos que la sociedad considera más benéficos.
También incluye su aplicación apropiada en cada uso, la administración del aparato
institucional que la maneja, la apropiación de mejores tecnologías de planificación,
asignación y manejo, y la asimilación de una nueva cultura del agua (Collado: 1998).
Dourojeanni y Jouravlev (2001) señalan que existe una crisis de gobernabilidad en la
gestión del agua, porque a pesar de los intentos que realizan los gobiernos para incorporar
mejoras y dar un manejo integral a los recursos hídricos, a) la degradación del recurso se
mantiene o sigue en aumento; b) no existe un rumbo definido, ni teórico ni conceptual,
para lograr consensos; c) se discute una serie de conceptos más bien abstractos que
concretos, como la equidad, la racionalidad, alcanzar el desarrollo sostenible, nueva
cultura del agua, etc. Ello significa que no es suficiente diseñar estrategias
o modelos
de actuación si el aspecto práctico no se realiza y sobre todo cuando los usuarios
de los recursos tienen poca o nula participación en la toma de decisiones.
En una cuenca, el agua es el vehículo de acarreo de materiales. Así, las zonas bajas
reciben el impacto de las actividades de aguas arriba. Desde el punto de vista ecológico,
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el acarreo natural de materiales hace que las zonas bajas sean las de mayor productividad
del planeta, al concentrar los nutrientes, como en las lagunas litorales. Aunque una
cuenca es un sistema que funciona con el agua como el elemento que conecta todas las
partes del sistema, puede presentar diferencias notables en cuanto a la presencia y
abundancia de los recursos naturales y, por tanto, en relación con aspectos sociales,
económicos y ecológicos (Sánchez, 2002).
La cuestión del agua es un aspecto que cada vez cobra mas importancia debido a una
mayor competencia que se genera por su aprovechamiento entre diversos sectores de la
sociedad (agropecuario, la industria, los servicios vía uso público urbano). Por tanto, es
necesario emprender acciones, y en la mayoría de los casos adoptar nuevos enfoques,
para abordar prioridades urgentes a largo plazo en el suministro de servicios relacionados
con el agua, en la ampliación del saneamiento y de la educación sobre higiene, en la
asunción de reto de la urbanización, en la consecución de la seguridad alimentaria y del
agua, en la protección de los ecosistemas acuáticos y en la gestión de las inundaciones.
La prevención de los conflictos y la construcción de la paz, constituyen o deben constituir
prioridades de las políticas de desarrollo, incluyendo la gestión sostenible y justa de los
recursos naturales compartidos, como el agua.
Dourojeanni et al (2002) mencionan que la gestión integrada del agua puede entenderse
como: 1] la integración de los intereses de los diversos usos y usuarios de agua y la
sociedad en su conjunto, con el objetivo de reducir los conflictos entre los que dependen
de y compiten por este escaso y vulnerable recurso; 2] la integración de todos los
aspectos del agua que tengan influencia en sus usos y usuarios (cantidad, calidad y
tiempo de ocurrencia), y de la gestión de la oferta con la gestión de la demanda; 3] la
integración de los diferentes componentes del agua o de las diferentes fases del ciclo
hidrológico (por ejemplo, la integración entre la gestión del agua superficial y del agua
subterránea); 4] la integración de la gestión de la tierra y otros recursos naturales y
ecosistemas relacionados; y 5] la integración de la gestión del agua en el desarrollo
económico, social y ambiental. Bajo este enfoque, se pasa a considerar a las cuencas
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hidrográficas como territorios donde se pueden concertar acciones entre los múltiples
usuarios con el fin de alcanzar no sólo metas para administrar la oferta en conjunción con
la demanda del agua, sino también tratar aspectos ambientales y de equidad.
Agregan que, según la Asociación Mundial para el Agua, la gestión integrada del agua es
un proceso que promueve la gestión y el aprovechamiento coordinado del agua, la tierra y
los recursos relacionados, con el fin de maximizar el bienestar social y económico de
manera equitativa sin comprometer la sustentabilidad de los ecosistemas vitales. Por otro
lado, para el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) la gestión integrada de los
recursos hídricos implica tomar decisiones y manejar los recursos hídricos para varios
usos de forma tal que se consideren las necesidades y los deseos de diferentes usuarios y
partes interesadas. También comprende la gestión del agua superficial y subterránea en
un sentido cualitativo y ecológico desde una perspectiva multidisciplinaria y centrada en
las necesidades y requerimientos de la sociedad en materia de agua.
La cuenca del río Cuautla comprende una extensión de unas 76500 hectáreas, es afluente
del río Amacuzac y éste a su vez de la cuenca hidrológica del río Balsas. Se manifiestan
relaciones de competencia por el agua entre usos y usuarios debido a la riqueza relativa
del recurso hídrico para las actividades agropecuarias, industriales y de recreación por la
cercanía con la zona metropolitana de la ciudad de México, lo que conlleva a la necesidad
de conocer los procesos bajo los cuales el Estado y los distintos actores sociales
intervienen para buscar y hacer posible la gestión integrada del agua a nivel de cuenca. Se
plantea la necesidad de fomentar el desarrollo de las capacidades de gestión en
instituciones locales y de reconocer la capacidad que tienen los usuarios del agua a través
de organizaciones autogestivas para mejorar y recuperar la pérdida de los recursos
hídricos.
Materiales y métodos
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El objeto de estudio se considera como un ente complejo de relaciones ambientales y
productivas en el entorno agropecuario y de los aspectos inherentes a la población que
hace uso del agua en la cuenca del río Cuautla, Mor. Se identifican a los distintos actores
sociales que vistos desde la perspectiva de la Asociación de Usuarios del río Cuautla,
están interviniendo en la gestión integral del agua, con el fin de establecer los
mecanismos que conlleven a un Ordenamiento Territorial Participativo y una mejora en
el manejo integral del agua en la cuenca. Dentro de estos actores sociales, se explican los
niveles y procesos de organización de los productores de berro, los productores de plantas
de ornato, los transportistas de agua en camiones tipo cisterna, conocidos como
“piperos”, la actuación del municipio de Cuautla a través del Sistema Ordenador de Agua
Potable y Saneamiento (SOAPS), y la actuación de la empresa Curtidos Temola, S.A. de
C.V. en los procesos de afectación del agua. Para conocer si existe o no organización de
los actores sociales, así como los mecanismos bajo los cuales establecen relaciones de
conflicto y de negociación para la gestión integrada del agua, se partió de un diagnóstico
organizativo y de funcionamiento del sistema de riego en el espacio hidráulico de la
Asociación de Usuarios del río Cuautla, de acuerdo con la metodología que describe
Palerm (2001).
Localización
La cuenca del río Cuautla está ubicada desde la porción norte del Estado de México en
las faldas del volcán Popocatépetl hasta el sur del Estado de Morelos donde se une al río
Amacuzac 3 (figura 1). A su vez, ambas cuencas forman parte de una de las 26 cuencas
hidrológicas en que está dividido el territorio nacional, según la Comisión Nacional del
Agua (CNA), que es la Cuenca del río Balsas. Esta macrocuenca tiene un área de
aportación de 117,405 km2 que representan 5.8% del área total de la República y
comprende territorialmente parte de las entidades federativas de Tlaxcala, Puebla,
Oaxaca, México, Michoacán, Guerrero, Jalisco, pequeñas porciones de Veracruz y del
Distrito Federal, así como la totalidad del estado de Morelos. Según el Instituto Nacional
3
Cálculos propios con base en Arc-view
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de Estadística, Geografía e Informática (INEGI, 1995) la población es de 9.1 millones de
habitantes, donde 65% se concentra en la parte alta, principalmente en las ciudades de
Puebla, Tlaxcala, Cuernavaca, Cuautla, Perote, Huajuapan de León, Atlixco e Izúcar de
Matamoros.
En la cuenca del río Cuautla se encuentran condiciones ambientales distintas que
permiten una complejidad de relaciones, beneficios productivos, pero también la
presencia de problemas esenciales como la extracción de suelo de monte, la pérdida de
suelo en las partes altas, una elevada extracción de agua para consumo humano e
industrial y en consecuencia una fuerte contaminación.
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Figura 1. Localización de la cuenca del Río Cuautla en el Estado de Morelos
Resultados y discusión
a) Competencia por el agua
En la cuenca del río Cuautla se manifiestan notables alteraciones en el medio ambiente
debido a condiciones favorables para actividades industriales, urbanas y agrícolas. El
crecimiento de la población y sus necesidades colaterales han transformado el paisaje,
donde el elemento fundamental como recurso estratégico de desarrollo y de
organización social es el agua. Bajo este marco, se percibe en la cuenca una tendencia
en la disminución de las fuentes de agua, particularmente en el campo, debido a una
expansión urbana acelerada y poco planeada en el uso del territorio, además de una
competencia cada vez mayor entre usos y usuarios, manifiesta a través de: 1]
perforaciones de pozos para agua potable de la ciudad de Cuautla sin los procedimientos
legales previamente establecidos, lo cual ha repercutido en detrimento de los
manantiales que abastecen de agua a los canales de riego para usuarios agrícolas del
Módulo de riego 08 “Gral. Eufemio Zapata Salazar A. C.”; 2] una notable expansión en
superficie y perforaciones de “norias” de productores de plantas de ornato conocidos
como “viveristas” que extraen el agua del subsuelo sin regulación y control de la
instancia de gobierno responsable de ello, la CNA; 3] los productores de berro que
aprovechan las aguas de manantiales y cauce del río con limitados esquemas de
regulación y control del agua; 4] los camiones cisterna tipo pipa, llamados “piperos” que
extraen el agua de manantiales para satisfacer las necesidades del agua a colonias de
pobladores que aún no tienen el servicio de agua potable; 5] el aprovechamiento del
agua a través de pozos particulares para la industria local (básicamente el ingenio
azucarero Casasano y la empresa Curtidos Temola S.A. de C. V. ) quienes vierten aguas
residuales directamente a campos de cultivo y el río, sin el suficiente tratamiento de
aguas para evitar los efectos de la contaminación.
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b) Asociación de Usuarios del río Cuautla
El espacio hidráulico correspondiente a la Asociación tiene antecedentes de riego
prehispánicos, pero el impulso más fuerte al regadío se recibió durante la segunda mitad
del siglo XX y muy a principios del siglo XX con las haciendas cañeras, como en todo
el estado de Morelos. El período del levantamiento zapatista, la llamada pacificación y
el reparto agrario, trajeron consigo la falta de mantenimiento de la obra hidráulica y un
consecuente deterioro. A partir del reparto agrario entre campesinos/ejidatarios y el
Estado (diversas instancias gubernamentales) se recuperon los sistemas de riego, se
retrazó el curso de algunos canales y se mejoró la infraestructura hidráulica (Palerm,
2001).
Inicialmente la administración se encargó a Juntas de Aguas, y así se administraron
estos sistemas entre la década de 1920 y la de 1950. Sin embargo en 1953 se tomó la
decisión de integrar este espacio y otros del estado de Morelos al Distrito de Riego 016,
que antes abarcaba únicamente “El Rodeo”. Las razones de tal cambio no son del todo
claras, se aduce principalmente problemas de conflicto entre aguas arriba y aguas abajo,
posiblemente la presencia del Ingenio cañero jugó también un papel; no obstante el
proceso de cambio de administración de Junta de Agua a administración por
especialistas en el marco de Distritos de Riego parece estar generalizado por todo el
país.
A partir de 1994 se gesta el proceso de transferencia del Distrito de Riego a los usuarios,
a través de la formalización y constitución de Asociaciones de Usuarios de riego,
asumiendo solamente el control de las “obras de cabecera” y definir los aspectos
esencialmente normativos, pero los aspectos relacionados con la distribución, el
mantenimiento, la conservación, quedaría a cargo de los usuarios en el nivel de toda la
red secundaria. La Asociación de Usuarios del río Cuautla se constituyó formalmente
mediante escritura pública el 31 de enero de 1994 como Asociación Civil y a partir de
entonces han sido los propios usuarios quienes tienen que asumir las funciones que
anteriormente desempeñaba el Distrito de Riego. Evidentemente se inicia un proceso de
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transición para los usuarios, porque ha permanecido en muchos de ellos la idea de que
las cuotas las realizan a “recursos hidráulicos” y el personal que administra parece ser
nombrado por el gobierno.
Sin embargo, a pesar de que anteriormente el Distrito tenía la administración, operación,
mantenimiento y conservación de la infraestructura, las dimensiones de la obra
hidráulica y la superficie regada corresponden más bien a pequeño riego y no a grande
irrigación, aunque la Asociación en su conjunto administra agua de riego para regar unas
10,000 hectáreas repartidas entre 4,700 usuarios.
El espacio hidráulico administrado por la Asociación incluye canales generales que
parten del río Cuautla, así como canales generales que parten de manantiales ubicados
en proximidad del mismo río. No existe una obra de cabecera en común para todo el
espacio controlado por la Asociación, y en varios casos las fuentes de agua son distintas
presas derivadoras sobre el río Cuautla y canales generales que se originan a partir del
nacimiento de manantiales. De esta manera, la obra hidráulica administrada tiene más
bien el carácter de pequeño riego y no de grande irrigación. Pese a que se carece de una
obra de cabecera en común; comparten, con alguna excepción, una o ambas de las dos
principales fuentes de abastecimiento: los manantiales conocidos como “Las Tazas” y
los manantiales ubicados en la zona conocida como “Los Sabinos” y en las cercanías a
estos últimos, el agua la comparten a través de lo que llaman en la región achololes.
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En período de estiaje el agua para riego escasea y el agua proveniente de los manantiales
es crítica; los usuarios están plenamente conscientes de esa situación, por lo que
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establecen acuerdos y negociaciones entre comunidades de regantes para “prorratear” el
agua. También internamente se toman acuerdos en asambleas generales para establecer
roles en fechas de siembra y programas de cultivo para el caso particular del arroz.
La cantidad de agua disponible para cultivos depende, para los canales generales con
toma directa, del caudal de cada manantial; y para aquellos canales generales que
reciben achololes, precisamente de las aguas de coleo residuales, o de acholol que
"entregan" los sistemas de riego de aguas arriba. La ausencia de obras de
almacenamiento implica que el caudal que ingresa a cada sistema de riego condiciona la
superficie con un determinado padrón de cultivos.
La entrega del derecho de agua a cada canal general se lleva a cabo actualmente "de
hecho" por las condiciones de flujo natural de los manantiales, y en el caso de los
achololes, por las formas de riego, topografía y tipo de suelos. No existe la posibilidad
con el actual sistema de manejo del agua de establecer puntos de control para la entrega
de agua en cada canal general, con la salvedad del prorrateo de agua a 50 % entre las
presas derivadoras “El Molino” y “Los Tomases”. A su vez cualquier potencial
modificación en las condiciones imperantes de caudal de los manantiales, formas de
riego, revestimiento de canales, obras de almacenamiento afectaría en forma encadenada
a todos los sistemas situados aguas abajo.
Para garantizar la entrega de agua a los canales generales que reciben agua proveniente
de las dos zonas de manantiales es indispensable la conservación en cantidad y calidad
de las fuentes de abastecimiento. Sin embargo, la presencia de otros actores sociales
desempeña un papel preponderante en la complejidad de relaciones sociales regionales,
lo que se manifiesta en situaciones de conflicto y de lucha permanente por el agua.
c) Cultivadores de berro
El berro es una planta acuática comestible que se desarrolla al margen de
aprovechamientos de agua y que en la zona tiene 70 años de haberse convertido en
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cultivo establecido en el cauce del río, en las riberas del mismo, así como en el cauce de
los manantiales conocidos como “Las Tazas” y “Los Sabinos”.
Los cultivadores de berro han establecido sus áreas de producción en la zona federal del
río Cuautla e incluso en el Area Natural Protegida, decretada como tal en 1993, en las
márgenes de los manantiales “Los Sabinos”, “Santa Rosa”, “La Mora”, “San Cristóbal”,
“Las Tazas”. En el caso de “La Mora”, el canal del mismo nombre ha sido desviado de
su cauce normal para ampliar el área de producción; esta practica, aunada a los trabajos
de deslinde realizados por personal de la Procuraduría Agraria para avalar la posesión de
los terrenos, ha generado conflictos con los usuarios del río Cuautla, quienes tienen
dotaciones desde 1925.
A decir de los ejidatarios y autoridades de la Asociación de Usuarios del río Cuautla,
uno de los problemas principales de los cultivadores de berro es la contaminación que
ocasionan debido a la utilización de agroquímicos para el control de plagas y
enfermedades del cultivo o para incrementar su productividad, lo que ha hecho que el
agua de los manantiales “La Mora”, “Santa Rosa”, “El Zapote”, “Torres-Burgos”,
“Agua Azul” entre otros, no cumplan con la norma ecológica NOM CCA-033ECO/1993
que establece el límite permisible de coliformes fecales totales e identifica presencia de
Vibrio cholerae y cuyos resultados indican que se consideren aguas no aptas para el
riego de Berros (SSEM, 1995 y CNA,1995)
Pese a los problemas de contaminación y disponibilidad de agua que el cultivo de berro
origina en la región, el 20 de mayo de 1993 los cultivadores de berro interpusieron un
amparo ante el Juzgado Primero de Distrito en el estado de Morelos en contra del
Gobernador Constitucional, el Director de Agua Potable y Saneamiento y del Gerente
Estatal de la Comisión Nacional del Agua, para proteger a 41 productores de cualquier
acción que condujera a la eliminación de su cultivo; se resolvió a favor de ellos en
donde se especifica que por mandato judicial se ordena la suspensión de toda acción que
afecte al cultivo de berro en el cauce del río Cuautla y la zona de manantiales
(Amparo,1993).
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Con base en entrevistas y recorridos de campo, el número de productores se estima en
85, de los cuales 54 son los que pertenecen formalmente a la Asociación Agrícola Local
de productores de berro, hortalizas y zacates, el resto trabajan en forma independiente e
incluso son quienes se han posesionado para producir directamente en el cauce del río.
Han sido capaces de permanecer en la zona federal y en las propias márgenes del río y
de manantiales, incluso algunos de ellos que se han establecido para producir dentro del
Area Natural Protegida conocida como Los Sabinos-Santa Rosa-San Cristóbal.
A partir de 1993 se establecieron acuerdos formales entre la Asociación de Usuarios del
río Cuautla y la Asociación Agrícola Local de productores de berro, con el fin de que
estos últimos pudieran hacer uso del agua durante el periodo del 1° de julio al 31 de
enero de cada año, pero fuera de esa fecha existe el compromiso de que retirarían el
cultivo de berro en todas las áreas de cultivo. Pese a ello, los acuerdos no han sido
respetados y los usuarios de la Asociación del río Cuautla, se han visto en la necesidad
en dos ocasiones de intervenir físicamente con sus propias herramientas y métodos para
eliminar el cultivo, sin que se hayan presentado problemas de mayor magnitud. Esto da
muestra de la constante competencia que se presenta por el agua en el espacio hidráulico
que administra la Asociación de Usuarios del río Cuautla, y a la vez de la posibilidad de
que es la propia negociación un esquema que faculta la resolución de los conflictos.
d) Ayuntamientos municipales
Los ayuntamientos municipales de Cuautla, Ayala, Yecapixtla y Atlatlahucan,
principalmente, a través de los Sistemas Ordenadores de Agua Potable y Saneamiento
(SOAPS) también juegan un papel preponderante en la demanda por el agua para
abastecer el servicio urbano mediante aprovechamientos con pozos profundos en la
cuenca, lo cual tiene un impacto en la disponibilidad del agua para el uso agrícola. De
esos municipios, el de Cuautla es en donde se ubican la mayor parte de perforaciones
debido a su mayor extensión territorial y número de habitantes.
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En 1993 el ayuntamiento de Cuautla realizó la perforación de un pozo para abastecer de
agua potable a una de las zonas urbanas que no tenían el recurso, y hasta después de
realizada la perforación inició los trámites legales ante la CNA para que se le otorgara el
permiso correspondiente. Se comprobó que la perforación del pozo denominado “El
Calvario”, afectó el gasto de los manantiales “Las Tazas” reduciendo el gasto de 870 lps
a sólo 80 lps. Con ello, se afectó a los agricultores que disponían del agua por medio del
canal general de riego “Casasano grande”, disminuyendo así la superficie de cultivo de
la caña de azúcar. Casi 9 años después de la perforación (mayo de 2002), el gasto de
agua fue tan sólo de 15 lps, lo que prácticamente condujo a desaparecer el riego por ese
canal.. Sin embargo la tendencia en la disminución del gasto en el canal de riego por
afectación directa a los manantiales “Las Tazas” ya se observaba desde años antes
(figura 2), debido posiblemente a diversos factores como las mismas perforaciones de
pozos para agua potable, una expansión del viverismo en la zona por la extracción de
agua mediante la construcción de norias, y que no están reguladas por la autoridad
federal, menor recarga del acuífero en las partes altas de la cuenca por deforestación,
entre otras.
Una de las constantes demandas que han manifestado los usuarios del agua para riego de
los ejidos de Casasano, Cuautlixco, y Tetelcingo, así como la propiedad rural de
Casasano (áreas que se benefician de las aguas provenientes de los manantiales
afectados por la perforación), ha sido el tratar de recuperar los volúmenes perdidos en el
Canal General Casasano Grande, ya que desde un principio (octubre de 1993)
atribuyeron esa disminución del caudal a la perforación del pozo “El Calvario”,
destinado para uso doméstico de la ciudad de Cuautla. Y efectivamente, la propia CNA,
primero, y el SOAPS de Cuautla, después, reconocieron que la disminución del gasto en
el manantial “Las Tazas” se debió a la perforación del citado pozo, por lo cual se dieron
a la tarea de analizar e implementar algunas acciones para tratar de recuperar los
volúmenes de agua para los usuarios y en alguna medida resolver las necesidades de
agua para riego en esas localidades, como fue la perforación de un pozo para riego y el
revestimiento del canal Casasano Grande (Torres, 2002).
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GASTOS MEDIOS ANUALES 1980-1994 CANAL LAS TAZAS
800
GASTO EN LPS
700
600
500
400
300
200
100
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
11
12
13
14
15
AÑOS
Figura 2. Gastos medios anuales 1980-1994 en litros por segundo (lps). Fuente. CNA.
En esta figura el primer año corresponde a 1980 y así sucesivamente hasta 1994.
e) Productores de plantas de ornato en vivero o viveristas
En la producción de plantas ornamentales, la mayor parte de los viveristas están
asentados en predios ejidales, frecuentemente en los “solares” urbanos de los ejidos,
todos ellos rentados por los ejidatarios. Los viveristas aseguran que no existen conflictos
por uso o manejo del agua, ya que cada vivero tiene su propia fuente de abastecimiento
y a decir de ellos mismos “hay mucha agua, no se acaba” (Archundia, A, 2001), aunque
reconocen que en los meses de abril a junio disminuye la disponibilidad y lo atribuyen al
clima. La mayor parte de los viveros cuentan con pozos artesianos de los cuales se
estiman en más de 1500 y el resto de los viveros toman el agua directamente de los
canales generales. La CNA tiene inscritos en el Registro Público de Derechos de Agua
(REPDA) 26 aprovechamientos de aguas subterráneas destinadas a viveros en el
municipio de Cuautla (CNA,2001).
De una muestra de 255 viveristas de ejidos y pequeñas propiedades en el municipio de
Cuautla, se encontraron 331 viveros, en una superficie de 219 hectáreas, aprovechan el
agua a través de 299 norias, con un gasto total de agua estimado en 621 lps y un
consumo anual de 3,534 Mm3 pero también algunos de ellos aprovechan el agua de los
canales generales de riego.
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En los viveros no se utiliza la misma cantidad de agua de los pozos durante todo el año,
ya que de junio a octubre es suficiente con el agua de lluvia o se riegan de manera
ocasional una o dos veces por semana; en los meses de noviembre a febrero se
intensifica el riego, ya que por el frío las plantas se resecan. Pero el mayor consumo de
agua se presenta en los meses de marzo, abril y mayo cuando el estiaje es intenso, al
grado en que existen acuerdos entre viveristas del ejido de Cuautlixco y Cuautla para
tomar turnos de extracción del agua y esperar a que el nivel se recupere (Don Nabor,
2002).
Los tipos de acuerdos que se han venido estableciendo de manera informal entre
viveristas, tanto en el ejido de Cuautlixco como en el de Cuautla, se refieren a los
tiempos que se otorgan entre ellos para poder bombear el agua de los pozos a fin de
evitar que todos lo hagan al mismo tiempo porque se abate rápidamente el nivel freático
del agua y no disponen de agua suficiente. Esto es, existen acuerdos internos no
formales, más bien de palabra, para que entre vecinos viveristas primero bombeen
algunos y luego otros para dar tiempo a que el pozo se recupere (Don Nabor, 2002).
Existen opiniones contradictorias por parte de los ejidatarios en relación con el
establecimiento de viveros; hay gente que se manifiesta indiferente ante la perforación
de pozos, esta actitud es asumida por vecinos ajenos a las actividades agrícolas o bien
por quienes rentan sus predios y reciben un beneficio económico. Sin embargo existe
otra parte de la población que ha denunciado ante la asociación de usuarios del río
Cuautla y CNA la perforación indiscriminada de este tipo de obras ante la preocupación
de la baja disponibilidad de agua en tiempo de estiaje.
A pesar de que existe una instrucción Federal de registrar todo tipo de aprovechamientos
de acuerdo con la Ley de Aguas Nacionales (LAN)4 con el propósito de identificar y
4
“Art. 20. La explotación, uso y aprovechamiento de las aguas nacionales por parte de
personas físicas o morales se realizará mediante concesión...”
“Art.30. La Comisión llevará el Registro Público de Derechos de Agua (REPDA) en el
que deben inscribirse los títulos de concesión...”
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controlar la extracción del agua, la mayoría de los viveristas no han registrado sus pozos
ante la CNA, “porque la CNA no lo ha exigido, pero cuando esto suceda lo tendremos
que hacer” (Archundia, A, 2001). La CNA tiene inscritos en el REPDA 26
aprovechamientos de aguas subterráneas destinadas a viveros en el municipio de
Cuautla (CNA,2001).
En este contexto de intervención y apropiación del agua por los viveristas, la Asociación
de usuarios del río Cuautla se plantea intervenir en el proceso, en primer lugar, con el fin
de identificar la magnitud de la participación de los viveristas relacionada con las
fuentes de agua de la que hacen uso, los volúmenes extraídos, el tipo de usuarios en su
relación con la pertenencia a la Asociación, identificar el cambio de uso del suelo al
viverismo, entre otros aspectos; y en segundo lugar, participar como actor social
preponderante en la intermediación ante instituciones gubernamentales y de los propios
usuarios del agua, para impulsar la regulación y el ordenamiento en el uso y manejo del
recurso hídrico en el ámbito de su competencia geográfica y de funciones como
organización de los usuarios del agua (Génis, 2002).
En lo que respecta a las instituciones gubernamentales, se observa una ausencia de parte
de la CNA para tratar de regular los usos del agua, medir los riesgos de abatimiento del
acuífero dado que no existe el conocimiento pleno de las condiciones bajo las cuales se
está realizando la extracción del agua, y tampoco se impulsan acciones que permitan
divulgar una cultura del agua para hacer un uso más eficiente. Otras de las instituciones
gubernamentales que tienen una presencia significativa en cuanto al fomento del
viverismo en la cuenca son los Fideicomisos Instituidos en Relación con la Agricultura
(FIRA), quien participa con el financiamiento y la organización empresarial. También el
caso de la Secretaría de Desarrollo Agropecuario del Gobierno del Estado de Morelos,
impulsa el viverismo a través de la asistencia técnica y programas de apoyo.
“Art.32. En el REPDA se llevará igualmente el registro nacional permanente por
zonas o regiones, de las obras de alumbramiento y de los brotes de agua del subsuelo,
para conocer el comportamiento de los acuíferos y en su caso, regular su explotación,
uso o aprovechamiento”
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Claudio Avalos Gutiérrez y Jacinta Palerm Viqueira
En síntesis, se puede señalar que el viverismo en la cuenca del río Cuautla desempeña
un papel importante en la economía regional, pero a la vez, representa un proceso
peculiar a través del cual se desarrolla en un ámbito de competencia por el agua entre
distintos usuarios del campo y la ciudad. El viverismo se practica fundamentalmente en
tierras de tenencia ejidal, en donde 60-70% de la superficie es arrendada a vivieristas
que provienen tanto de otras localidades del propio municipio de Cuautla, de otros
municipios del Estado y del Distrito Federal, principalmente (Xochimilco). Se estiman
de unos 1400 a 2000 viveristas en el Estado, y algunos de los municipios más
importantes son Cuautla, Yautepec, Jiutepec, Emiliano Zapata y Ayala. En términos
generales, la fuente de agua es de pozos conocidos localmente como norias, cuya
profundidad del espejo del agua varía desde un metro hasta 35 metros, y se empiezan a
dar acuerdos internos entre viveristas para extraer el agua en distintas horas y dar tiempo
para que se recupere el nivel del agua. Lo anterior conlleva a la necesidad de regular las
extracciones de agua y valorar los posibles impactos y los riesgos inherentes a una
sobreexplotación.
f) Piperos
La extracción de agua por usuarios ajenos a la Asociación, el caso de los camiones
cisterna tipo pipa, llamados regionalmente piperos, cargan agua para su venta de varios
puntos de la zona de manantiales, particularmente de los Sabinos y de las Tazas. En la
primera zona es donde se lleva a cabo la mayor extracción de agua, calculada entre 80 y
100 camiones cisterna tipo pipa, con capacidad de 10,000 litros y que realizan entre 3 y
4 viajes diarios. Evidentemente en periodo de estiaje es cuando se tiene la mayor
demanda y llega a efectuar cada camión hasta 8 cargas diarias en el periodo de la
Semana Santa. Por parte de la Secretaría de Salud y la de Tránsito en el municipio de
Cuautla no se tiene plenamente identificado el número de camiones, su registro y un
seguimiento expedito que permita cuantificar la magnitud de la demanda del servicio de
agua.
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El aprovechamiento del agua por los camiones cisterna tipo “pipa” es una práctica que
se ha incrementado sustantivamente en los últimos diez años a raíz de una mayor
demanda del agua y la carencia del servicio de agua potable en varias colonias de la
ciudad de Cuautla, de Yecapixtla y Atlatlahucan. Sin embargo, no sólo es la carencia del
agua potable lo que caracteriza a los asentamientos humanos de esas áreas, sino también
la falta de otros servicios como alcantarillado, falta de pase del camión de basura
municipal, entre otros.
Ante la necesidad de regular los usos del agua, la Asociación de Usuarios del río
Cuautla se plantea realizar distintas tareas conjuntamente con las autoridades
municipales de Cuautla, CNA y otras instancias del gobierno federal y estatal para
lograr la conservación y mantenimiento de las zonas de manantiales y con ello
garantizar la entrega de agua en cada canal general, tales como censar a los usuarios
piperos y establecer las condiciones de toma de agua.
g) Empresa Curtidos Temola S.A. de C. V. o “Tenería”
En el caso de la emp resa Curtidos Temola S.A. de C.V., conocida en la región como
“Tenería”, representa un riesgo de contaminación en la región, ya que algunos usuarios
mencionan que ha desaparecido prácticamente la fauna; el cultivo de la caña de azúcar
presenta síntomas de amarillamiento y pudrición parcial de la parte basal y las personas
que riegan, al introducirse en el agua, presentan manchas y comezón en las piernas
(Medellín, 2002).
La Tenería inició sus actividades hace 35 años, realizaban un trabajo de descarnado o
curtido “a medias”, transportaban el producto en proceso a la Ciudad de León, Gto., o
Monterrey, N.L., y allá realizaban el terminado de curtido fino. Hace unos 10 años la
empresa empezó a implementar el curtido fino con tecnología alemana. A partir de esta
nueva tecnología inicia de manera consistente la contaminación, ya que utilizan cromo,
pigmentos con base en anilinas, ácido sulfúrico, entre otros. A pesar de que en 1997 se
incorporó un proceso de mejora en el tratamiento de aguas con la adquisición de un
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Claudio Avalos Gutiérrez y Jacinta Palerm Viqueira
filtro especial, no siempre es tratada el agua en su totalidad y el área que se utiliza para
depósito de los lodos, con la lluvia y la cercanía al río se presentan infiltraciones que
incrementan la contaminación (Medellín: 2002).
Debido a inconformidades de la población afectada por el mal olor y constantes quejas,
se llevaron a cabo reuniones a fin de dar seguimiento y controlar el problema de la
contaminación ocasionada por la Tenería, donde participaron diferentes dependencias y
organizaciones, entre ellas, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente
(PROFEPA), Comisión Nacional del Agua (CNA), Ayuntamientos de Cuautla y Ayala,
ASURCO y la propia empresa. Sin embargo los usuarios de ASURCO sólo tenían
derecho a voz y en el momento en que planteaban que Temola estaba contaminando la
empresa solicitó que se le demostrara, además argumentó que la contaminación provenía
de aguas arriba por las descargas Municipales y la de los productores de berro. A pesar
de que CNA está facultada para dar seguimiento y realizar los análisis respectivos,
nunca se informó a los usuarios del Río Cuautla e incluso la empresa ha recibido
certificaciones donde se avala que es una industria limpia (Medellín, 2002).
La contaminación que genera la empresa Temola es un problema y un riesgo a la salud,
pero son escasos y limitados los elementos de prueba que demuestren que está
contaminando, porque a decir de los funcionarios de CNA en Cuernavaca, la empresa
no escatima recursos para protegerse legalmente, además de tener posibilidades para
realizar un análisis con equipo más sofisticado que el de la CNA 5 . Sin embargo algunos
estudios reportan que se han encontrado elevadas concentraciones de sulfatos, Cromo y
NH3 posteriores a la descarga de la tenería, las cuales seguramente son productos
secundarios de los procesos industriales de la misma empresa, que a pesar de contar con
su propia planta de tratamiento, no es suficiente para su remoción. La conductividad
presente y los niveles fenólicos encontrados, afectan la densidad de fauna acuática, sin
embargo, esto no limita su aprovechamiento agropecuario, no así para uso potable, lo
que hace necesario implementar su tratamiento. Es conveniente valorar a profundidad
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los efectos del zinc en el desarrollo del ambiente acuático así como de los riesgos que
éste representa por su efecto bioacumulable, ante los altos niveles encontrados (Huerto,
1988).
Un aspecto clave de la gestión integrada del agua es precisamente cómo hacer operativo
el concepto de integralidad o “integración” a nivel de cuencas en espacios locales a
efecto de que los distintos usos y usuarios sean compatibles con el entorno,
estableciendo nexos de comunicación y acuerdos; en el caso de las aguas superficiales y
subterráneas, el punto medular radica en los procedimientos que deban definirse entre
los distintos actores sociales para crear instancias operativas y normativas de los
recursos hídricos de manera concertada, de tal forma que se alcance un equilibrio en los
balances de agua sin caer en situaciones de sobreexplotación de mantos acuíferos o en
uso “ineficiente” de las aguas superficiales; ¿qué deberá entenderse como integración de
la gestión del agua en el desarrollo económico, social y ambiental?. Parece ser uno de
los aspectos claves en la gestión integrada del agua, porque es ampliamente reconocido
que el agua es el motor principal del desarrollo económico en los sectores de la
economía, en la satisfacción de las necesidades de la población y en la preservación de
los ecosistemas. Sin embargo, sigue siendo un desafío cómo hacer operativo el concepto
de integración para que se cumplan los propósitos desde el punto de vista del desarrollo
económico, social y ambiental.
Para Hardin (citado por Ostrom, 2000), el intento de racionalizar el uso de recursos por
un colectivo, lleva a su uso irracional, a partir de lo cual propuso la privatización o el
control de los recursos por el Estado porque, según él, los colectivos no son sujetos
sociales capaces de hacer un uso eficiente de los recursos, ya sea desde el punto de vista
ecológico o económico. Al principio, mucha gente estuvo de acuerdo con la metáfora de
Hardin, en la que los usuarios de un recurso comunal están atrapados en un proceso
inevitable que conduce a la destrucción del recurso del que dependen. El usuario
5
Comunicación personal del Ing. Federico Uranga, Subgerente Técnico de la Cuenca del Balsas.
CNA:
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“racional” de un bien común, argumenta Hardin, utiliza el recurso hasta que los
beneficios esperados de sus acciones igualan los costos esperados. Debido a que cada
usuario ignora qué costos se imponen sobre los otros usuarios, cada decisión individual
se acumula hasta un trágico sobreuso y, finalmente, la potencial destrucción del bien
común cuyo acceso es directo.
La rigidez de la declaración original de Hardin ha sido usada por muchos eruditos y
políticos para justificar un control central del gobierno sobre todo bien común o
“combinación de recursos”, y
también para mostrar una visión debilitada de la
perspectiva humana. Lo usuarios se presentan como si estuvieran atrapados en una
situación que ellos mismos no pueden cambiar. Así, se argumenta que las soluciones
deben ser impuestas sobre los usuarios por autoridades externas.
En el mismo sentido de Hardin, para Dourojeanni y Jouravlev (2001) en materia de
gestión del agua en cuencas, cuando los problemas se incrementan por el mayor número
de usuarios y que traen consigo una mayor competencia por el recurso de tal forma que
disminuye la calidad del agua, o bien la baja de los ingresos, se debe a un incremento en
los niveles de contaminación por lo que se pierden mercados o por otro tipo de razones
como inundaciones, sequías u otro fenómeno adverso, es entonces cuando se piensa en
que se deben de implementar medidas a través de “comités de emergencia”, es el Estado
quien debe intervenir para regular el uso del recurso. Además, cuando son en gran
número los usuarios de un mismo recurso, es muy difícil que se pongan de acuerdo para
elaborar proyectos tendientes a alcanzar una adecuada gestión del agua.
Agregan Dourojeanni y Jouravlev (2001), que los usuarios afectados por terceros o que
se afectan entre sí, sienten que debería haber “alguien”, una autoridad, que sea capaz de
tomar iniciativas, proponer soluciones colectivas y obligar a que se apliquen, o hay
fatalismo. Por sí solos, los usuarios no son normalmente capaces de auto organizarse y
mucho menos de hacer cumplir una ley.
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Aunque indudablemente hayan ocurrido tragedias, es también obvio que por miles de
años la gente se ha auto-organizado para administrar los bienes comunales o
combinación de recursos, y los usuarios frecuentemente han vis ualizado instituciones
sustentables para gobernar a largo plazo estos recursos.
Ostrom (2000) sostiene que muchas organizaciones autogestivas pueden ser
consideradas sólidas o “robustas” en el sentido de que las reglas que regulan sus
operaciones cotidianas, han sido diseñadas y modificadas con el tiempo, de acuerdo con
un conjunto de reglas de opciones colectivas y opciones constitucionales que ellas
mismas acuerdan. Las reglas específicas que se aplican en estas organizaciones robustas
difieren considerablemente según cada caso. Dada la gran variación en las reglas
específicas, la sostenibilidad de estas organizaciones no puede ser explicada por la
ausencia o presencia de una regla en particular.
Conclusiones
La cuenca como unidad de gestión y manejo de recursos permite comprender una
complejidad de relaciones que es necesario describir con mayor precisión para propiciar
la participación de los diferentes actores y sujetos sociales que en ella se encuentran
organizados de manera formal o informal, a fin de llegar a puntos de encuentro y en
torno a la búsqueda de soluciones integrales. Por ello es necesario que los distintos
intereses entre usos y usuarios, como en el caso del río Cuautla, sean concertados y
negociados a partir de la participación de los actores sociales locales, por decirlo de
alguna manera, “de abajo hacia arriba”, de lo contrario, como se plantea la gestión
integrada a partir de organismos de representación de macrocuencas en espacios muy
grandes (caso de los Consejos de Cuencas), será más difícil generar las capacidades de
los organismos y servicios que ofrece el Estado y de los propios usuarios para alcanzar
los propósitos planteados por los organismos internacionales en el sentido de que sea la
cuenca la unidad de gestión y resolución de conflictos concernientes al agua.
Desde nuestra óptica, en el caso de la cuenca del río Cuautla, los usuarios del riego
miembros de la Asociación muestran evidencias de la capacidad de autorregularse en
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Claudio Avalos Gutiérrez y Jacinta Palerm Viqueira
espacios locales, principalmente en el manejo del recurso a nivel de canal general y
entre comunidades beneficiarias del agua. Además, tienen la capacidad de adoptar
esquemas de negociación con otros actores sociales para resolver los conflictos. Sin
embargo, el Estado también tiene un papel que desempeñar en el ámbito de ceder y
regular a la vez las normas de carácter general que desde el nivel local son acordadas y
aceptadas.
Referencias
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acción colectiva. UNAM-CRIM -FCE. México.. segunda edición.
Entrevistas
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Esteban Flores Reyna (2001) [usuario Las Tazas, (70 años)]
Silvestre Castillo Navarro (2001) [usuario Eusebio Jáuregui ( 62 años)]
Antonio Archundia (2001) [Propietario viverista, Cuautlixco. (55 años aprox.)]
Rogelio Archundia (2001) [Propietario viverista, Cuautlixco (23 años)]
Evodio Morales Mejía (2001) [Usuario de riego, Apatlaco (67 años ) Figura 1.
Gilberto Pérez Jiménez (2001). Comisariado Ejidal de Tetela del Volcán.
Martín Torres Salgado. 2002. Gerente Técnico de ASURCO.
Evaristo Génis. 2002. Presidente de ASUCRO.
Nabor García P. 2002. Tesorero del comisariado ejidal de Cuautlixco. Cuautla, Morelos.
Bonifacio Medellín p. 2002. Director de desarrollo agropecuario. Ayuntamiento de Villa
de Ayala, Morelos.
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