CATEQUESIS EN FAMILIA. 3º PRIMARIA Ficha 6 JESÚS NOS DA EL ESPÍRITU SANTO (Tema 22) FECHA DE REALIZACIÓN: del 7-8 de mayo de 2015 al 21-22 de mayo de 2015 FECHA DE EXPOSICIÓN EN CATEQUESIS: 21-22 de mayo de 2015 QUEREMOS TRANSMITIR: 1. Conocer que Pentecostés es la fiesta en la que Dios Padre envía al Espíritu Santo sobre los Apóstoles para cumplir la promesa de Jesús, habitando así en nuestros corazones. 2. Entender que, al igual que a los discípulos les era difícil vivir aquello que les había enseñado Jesús una vez les dejó solos, para nosotros es complicado seguir sus enseñanzas y para eso necesitamos la ayuda del Espíritu Santo. 3. Darse cuenta de que hay situaciones en las que necesitamos la ayuda de otras personas, porque solos no podemos realizar una actividad, o porque no podemos solucionar un problema. LEEMOS EL TEXTO BÍBLICO. Recomendamos hacer la lectura en la Biblia. Pentecostés (He 2, 1-21) Al llegar el día de Pentecostés, estaban todos reunidos en el mismo lugar. De pronto, vino del cielo un ruido, semejante a una fuerte ráfaga de viento, que resonó en toda la casa donde se encontraban. Entonces vieron aparecer unas lenguas como de fuego, que descendieron por separado sobre cada uno de ellos. Todos quedaron llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en distintas lenguas, según el Espíritu les permitía expresarse. Había en Jerusalén judíos piadosos, venidos de todas las naciones del mundo. Al oírse este ruido, se congregó la multitud y se llenó de asombro, porque cada uno los oía hablar en su propia lengua. Con gran admiración y estupor decían: «¿Acaso estos hombres que hablan no son todos galileos? ¿Cómo es que cada uno de nosotros los oye en su propia lengua? Partos, medos y elamitas, los que habitamos en la Mesopotamia o en la misma Judea, en Capadocia, en el Ponto y en Asia Menor, en Frigia y Panfilia, en Egipto, en la Libia Cirenaica, los peregrinos de Roma, judíos y prosélitos, cretenses y árabes, todos los oímos proclamar en nuestras lenguas las maravillas de Dios». Unos a otros se decían con asombro: «¿Qué significa esto?». Algunos, burlándose, comentaban: «Han tomado demasiado vino». Entonces, Pedro poniéndose de pie con los Once, levantó la voz y dijo: «Hombres de Judea y todos los que habitan en Jerusalén, presten atención, porque voy a explicarles lo que ha sucedido. Estos hombres no están ebrios, como ustedes suponen, ya que no son más que las nueve de la mañana, sino que se está cumpliendo lo que dijo el profeta Joel: "En los últimos días, dice el Señor, derramaré mi Espíritu sobre todos los hombres y profetizarán sus hijos y sus hijas; los jóvenes verán visiones y los ancianos tendrán sueños proféticos. Más aún, derramaré mi Espíritu sobre mis servidores y servidoras, y ellos profetizarán. Haré prodigios arriba, en el cielo, y signos abajo, en la tierra: verán sangre, fuego y columnas de humo. El sol se convertirá en tinieblas y la luna en sangre, antes que llegue el Día del Señor, día grande y glorioso. Y todo el que invoque el nombre del Señor se salvará". CATEQUESIS EN FAMILIA. 3º PRIMARIA Ficha 6 HABLA Y RELLENA CON TUS PADRES: 1. Comentad el texto de esta ficha después de leerlo en familia. Puede buscarse en otra Biblia que tengáis en casa. 2. Al igual que los discípulos necesitaron la ayuda del Espíritu Santo, nosotros muchas veces necesitamos ayuda de los demás para solucionar un problema o para realizar una actividad complicada. Escribe alguna situación en la que hayas necesitado ayuda y quién te la ha prestado. 3. Los frutos del Espíritu Santo son los que hacen que nuestra vida sea mejor y algunos ejemplos son: amor, alegría, paciencia, valentía, bondad, fidelidad, fortaleza, dominio de ti mismo… Haz un dibujo donde representes los frutos que tú tienes. Si necesitas más espacio dibújalo en una hoja en blanco 4. Escribe una pequeña oración pidiéndole al Espíritu Santo los frutos que te falten y te gustaría tener. TERMINAMOS CON UNA ORACIÓN Leemos todos: ¡Ven, Espíritu Santo, llena de fuerza nuestros corazones, enciende en ellos el fuego de tu amor! ¡Ven, Espíritu Santo, haz de todos los hombres el Pueblo santo de Dios. Que nada nos separe, ni la lengua que hablamos, ni el color de la piel. Que todos seamos uno por gracia de tu amor!