cumpliendo la misión

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CUMPLIENDO
LA
MISIÓN
Unas Historias de Hechos
Temas de Diálogo:
¿Había otras iglesias en esta historia? ¿Cómo es que
empezaban estas iglesias?
¿Había problemas en las iglesias? ¿Cómo resolvieron los
problemas? Con la ayuda del Espíritu Santo
¿Este problema impidió la obra misionera?
¿Por qué piensa que Pablo quería llevar a Timoteo en el
viaje? Discipularle, trabajar en equipo
¿Por qué Pablo hizo circuncidar a Timoteo? Por no ofender
¿Cómo participó el Espíritu Santo en esta historia? No les
permitió entrar un lugar, y les mandó a otro lugar ¿Cómo?
Con una visión
¿Cómo respondieron ellos? De inmediato
¿Quién encontró allí? ¿Tienen valor las mujeres?
¿Cómo debemos responder nosotros a la llamada de la gente
de otros lugares?
las iglesias fueron animadas en la fe y el número de
creyentes aumentaba cada día.
En sus viajes, el Espíritu Santo no les permitió
pasar a Asia a anunciar el mensaje. Entonces viajaron
a otra región. Al llegar a la frontera, intentaron pasar,
pero de nuevo el Espíritu no les permitió. Entonces
pasaron a otro pueblo.
Allí Pablo tuvo una visión de noche. Un hombre
de Macedonia, puesto de pie le rogaba, “Venga a
Macedonia y ayúdenos.” Estábamos seguros de que
Dios nos estaba llamando para anunciar las buenas
noticias allí. Por eso nos partimos de inmediato.
Teníamos que ir por bote primero. Después por
tierra a Filipos, la ciudad más importante de
Macedonia.
En el día de reposo fuimos a un río pensando que
por allí se reunía la gente para orar. Encontrábamos
algunas mujeres allí y nos sentamos y hablamos con
ellas. Una de ellas se llamaba Lidia. Ella vendía telas
muy finas. También adoraba a Dios. Y el Señor la
preparó para recibir el mensaje que Pablo traía. Fue
bautizada, junto con toda su familia. Después nos
invitó a quedarnos en su casa. Y nos obligó a
quedarnos.
Cumpliendo la Misión
© Marzo, 2006
Alan y Melodie Lyons
Keith y Penny Stamps
Junta Misionera Internacional, SBC
Correspondencia:
[email protected]
Permiso otorgado para que este manual sea adaptado,
revisado, traducido, reproducido y compartido para el
propósito de presentar y animar el uso de la Narrativa
Bíblica como un método para compartir la Palabra de Dios
con grupos de personas no-evangelizados o no-alcanzados
conduciendo a su salvación y el plantar de iglesias Nueva
Testamentarias.
Introducción a las Historias Acerca de
Misiones
Después de la muerte de Jesús, los discípulos eran un grupo
muy pequeño con mucho miedo por causa de los judíos. Pero
leemos al fin del libro de Hechos que un gran movimiento de
plantar iglesias había ocurrido. ¿Qué pasó para que todo
cambiara? Por supuesto el hecho de que Jesús resucitó fue
una parte sumamente importante. ¿Pero había otras causas para
el gran crecimiento de la iglesia?
Este grupo de historias fue diseñado para ayudar en enseñar a
los discípulos y a las iglesias acerca de misiones usando las
historias del libro de Hechos. El propósito no es sólo para
enseñar para que la gente pueda aprender, pero para motivarla
también a la gente para poner en práctica las enseñanzas. Y así
cumplir la Gran Comisión y alcanzar a todas las naciones del
mundo empezando con sus vecinos.
La Llamada de Macedonia (Hechos 16:1-15)
Tareas de Escuchar: Escucha en la historia para ver cómo un
problema afectó la obra misionera. También se fija para ver
cómo ellos respondieron a una llamada de la gente de otro
lugar.
En estos días algunos hombres llegaron a Antioquia y les
enseñaban a los creyentes no judíos que debían circuncidarse
de acuerdo con la ley judía y esto causó un gran problema.
Entonces la iglesia mandó a Pablo y a Bernabé a Jerusalén
para resolver el problema. Allí la iglesia en Jerusalén decidió
no obligar a los creyentes no judíos obedecer a las leyes
judías. También decidieron mandar una carta acerca de este
asunto. La carta decía: Al Espíritu Santo y a nosotros nos ha
parecido bien no obligarlos a obedecer más que las siguientes
reglas: No coman carne de animales sacrificados a ídolos, no
coman sangre, ni carne de animales que todavía tienen sangre,
y eviten las relaciones sexuales que la ley judía prohíbe. Si
cumplen estas instrucciones, harán muy bien.
Pablo siguió su viaje y llegó a otras ciudades. En
una ciudad conoció a un joven creyente llamado
Timoteo. Su madre era una judía creyente, pero su
padre era un gentil. Los creyentes de los lugares
cercanos hablaban bien de él. Por eso Pablo quiso
llevar a Timoteo en su viaje. Para no ofender a los
judíos, Pablo hizo circuncidar a Timoteo porque todos
sabían que su padre era un gentil.
Al pasar por las ciudades, informaban a los
hermanos que los apóstoles no querían poner en las
iglesias otra carga y compartieron la carta. Así que
¿Cómo respondió la iglesia?
¿Qué grupo mandaron ellos?
¿Cuántos de sus líderes mandaron?
¿Adonde les mandó primero el Espíritu Santo? A un lugar
conocido primero, después a otros lugares más lejanos, piensa
en Jerusalén, Judea, Samaria
¿Al fin de la historia Pablo y Bernabé dijeron que el Señor les
mandó. ¿Adónde dijeron que el Señor les mandó?
¿Cómo empezaron la obra misionera? Pasaron de pueblo a
pueblo para compartir el mensaje de Dios pero luego
quedaban ellos mismos un tiempo o dejaban a la gente para
discípular
¿Había oposición? Siempre va a verla
¿Cómo respondieron a esta oposición? Enfrentaron al brujo,
hablaron con más valor y pasaron a otro pueblo
¿Va a dirigir el Espíritu Santo a su iglesia en alcanzar a la
gente? Sí
¿Está dispuesto usted a obedecer la llamada?
Contenido
La Gran Comisión y la Ascensión de Jesús…………………. 4
(Lucas 24:47, Mateo 28:16-20, Hechos 1:4-12, 14)
La Iglesia Antigua…………………………………………… 7
(Hechos 2)
Pedro y Juan y el Hombre Cojo………………………….… 10
(Hechos 3y 4)
Felipe y el Oficial de Etiopía…………………………..….... 14
(Hechos 8:1-5, 25-40)
La Conversión de Saulo……………………………………. 16
(Hechos 9)
La Iglesia Manda Misioneros………………………………. 20
(Hechos 13)
La Llamada de Macedonia……………………………...….. 24
(Hechos 16:1-15)
La Gran Comisión y la Ascensión De Jesús (Juan
20:24-29, Juan 21:1-23, Mateo 28:16-20, Hechos 1:3-12)
Tareas de Escuchar: ¿Cuál fue la visión de Jesús? ¿Cuál fue el
mandato de Jesús? ¿A quién está dirigido este mandato?
Después de su muerte, Jesús apareció entre los
discípulos y les ayudó a entender las Escrituras.
También les dijo, “Llevan el mensaje a todas las
naciones que hay perdón del pecado para todos los
que vienen a mí.”
Luego, los once discípulos se fueron a Galilea, a la
montaña que Jesús le había indicado para reunirse de
nuevo con él. Y cuando vieron a Jesús, lo adoraron.
Pero todavía algunos de ellos dudaban. Jesús se
acercó y les dijo, "Dios me ha dado toda autoridad
en el cielo y en la tierra. Vayan, pues, y hagan
discípulos de la gente de todas las naciones,
bautizándoles en el nombre del Padre, del Hijo y
del Espíritu Santo. Enseñen a estos nuevos
discípulos obedecer todo lo que les he mandado a
ustedes. Y yo estaré con ustedes siempre, hasta el
fin del mundo."
Durante cuarenta días después de su muerte, Jesús
se presentó a hombres y a mujeres muchas veces, una
vez a 500 personas. Les hizo muchas pruebas que él
estaba vivo. También les habló acerca del reino de
Dios. Otra vez, Jesús les ordenó a los discípulos: “No
salgan de Jerusalén. Esperen aquí hasta que Dios
manda el Espíritu Santo tal como lo prometió.”
estaban celosos porque había tanta gente para
escucharlos. Por eso, comenzaron a insultar a Pablo
y contradecirlo.
Entonces Pablo y Bernabé hablaron con aún más
valor. Dijeron, “Teníamos que anunciar las Buenas
Nuevas a ustedes los judíos primeros. Pero como
ustedes ya las han rechazado, ya que no creen
merecer la vida eterna, ahora les anunciaremos el
mensaje a los gentiles. Porque así nos mandó el
Señor, ‘Te he puesto como luz de las naciones, para
que lleves mi salvación hasta las partes más lejanas
de la tierra.’”
Al oír esto, los gentiles se alegraron y alababan al
Señor. Y creyeron todos los que estaban destinados a
tener vida eterna. Así el mensaje de Dios se extendía
por toda aquella región.
Pero los judíos hablaron con algunos de los
hombres y mujeres más respetadas de la comunidad.
Ellos fomentaban a la gente para echarlos a Bernabé y
Saulo fuera de la región. Entonces los dos sacudieron
el polvo de sus pies en señal de protesta contra aquel
lugar, y se fueron a otro lugar.
Pero los creyentes allí estaban llenos de alegría y
del Espíritu Santo.
Temas de Diálogo:
¿Había otras iglesias en esta historia?
¿Qué estaba haciendo la iglesia cuando el Espíritu Santo la
habló?
¿A qué trabajo llamó Dios a Bernabé y a Saulo?
De repente, cayó niebla y oscuridad sobre sus ojos.
Y él buscaba a alguien para guiarlo de la mano. Al
ver esto, el gobernador se quedó asombrado por la
enseñanza del Señor y creyó.
Después, Pablo y sus compañeros viajaron en un
barco a una tierra más lejana. Allí Juan Marcos los
dejó y regresó a Jerusalén. Pero Pablo y Bernabé
siguieron hasta otra ciudad llamada Antioquia. En el
día de reposo entraron a la sinagoga. Después de la
lectura, los jefes los invitaron a compartir algún
mensaje de ánimo.
Entonces Pablo se puso de pie y empezó a
recordarles la historia de Israel y como Jesús cumplió
las profecías del Prometido de Dios. Terminó
diciendo, “Hermanos, escúchenme. Por medio de
Jesús, pueden tener perdón por sus pecados. La
ley de Moisés no pudo salvarles. Pero todos los
que creen ahora quedan libres. Tengan cuidado
pues, que no reciban el castigo que anunciaron los
profetas. Ellos dijeron, ‘Miren todos ustedes que
burlan de Dios. Asómbrense y desaparezcan, porque
haré cosas en sus días que no las van a creer si
alguien se lo cuenta.’”
Al salir, la gente rogó a Pablo y a Bernabé regresar
la próxima semana. Muchas personas del grupo les
siguieron. Pablo y Bernabé les pidieron que nunca
dejaran de confiar en la gracia de Dios.
La siguiente semana, casi toda la ciudad se reunió
para oír el mensaje del Señor. Pero los líderes judíos
Los discípulos le preguntaron: “¿Señor, vas a volver
a establecer el reino de Israel ahora?” Pero Jesús
les contestó: “No es para ustedes conocer el
momento que Dios ha fijado para eso. Pero cuando
el Espíritu Santo venga sobre ustedes, recibirán
poder y darán testimonio de mí en Jerusalén, en
toda la región, y hasta en los lugares más lejanos
del mundo.” Después, mientras ellos lo estaban
mirando, Jesús fue llevado al cielo hasta que una nube
lo cubrió y no volvieron a verlo. Ellos estaban
mirando fijamente al cielo cuando aparecieron dos
hombres vestidos de blanco y les dijeron: “Hombres,
¿por qué están mirando al cielo? Jesús ha sido
llevado al cielo, pero un día vendrá otra vez de la
misma manera.” Entonces ellos volvieron a
Jerusalén para esperar el Espíritu Santo tal como
Jesús lo había ordenado. Y se dedicaban a orar
juntos.
Temas de Diálogo:
¿Cuál fue la visión de Jesús?
¿Cuál fue el mandato de Jesús?
¿A quién está dirigido este mandato?
¿Quiere Jesús que nosotros hagamos lo mismo? (Sí)
¿Cómo sabemos que Jesús quiere que nosotros hagamos lo
mismo?
¿De dónde viene el poder de cumplir este mandato?
¿Para qué recibirán los discípulos este poder?
¿A dónde debemos llevar el mensaje de Dios?
¿Estamos cumpliendo este mandato?
¿Qué debemos cambiar en nuestras vidas para cumplir el
mandato?
La Iglesia Manda Misioneros (Hechos 13)
Tareas de Escuchar: Escucha bien para la llamada en esta
historia y los primeros resultados de esta llamada.
En la iglesia de Antioquia estos hombres eran
profetas y maestros: Bernabé, uno llamado El Negro,
otro de África Norte, otro que creció con el rey
Herodes, y Saulo. Un día, ellos estaban ayunando y
adorando a Dios. El Espíritu Santo dijo: “Sepárenme
a Bernabé y a Saulo. Yo los he llamado para un
trabajo especial.” Entonces, después de ayunar y
orar, el grupo les puso las manos a Bernabé y a
Saulo. Así los enviaron.
Juan Marcos se fue con ellos también. El Espíritu
los envió a un pueblo en la isla dónde Bernabé
creció. Al llegar, comenzaron a anunciar el mensaje
de Dios en las sinagogas. Al recorrer toda la isla se
encontraron con un brujo, que era un profeta falso.
Este hombre estaba con el gobernador. El gobernador
tenía ganas de oír el mensaje de Dios, entonces
mandó llamar a Bernabé y a Saulo. Pero el brujo se
les oponía. Trataba de poner al gobernador en contra
de ellos. Entonces Saulo, quien también se llamaba
Pablo, lleno del Espíritu Santo, lo miró fijamente al
brujo y le dijo: “Tú eres un hijo del diablo, un
mentiroso, lleno de todo engaño, y el enemigo de
todo lo bueno. ¿Por qué no dejas de torcer los
caminos rectos del Señor? Ahora el Señor te va a
castigar. Te quedarás ciego por algún tiempo.”
que había pasado a Saulo, y cómo él había anunciado
las buenas noticias de Jesús con tanto valor.
Después de eso, Saulo andaba con ellos hablando
acerca de Jesús sin miedo. Él conversó y discutió con
los judíos, pero ellos hicieron planes de nuevo para
matarlo. Cuando los hermanos se dieron cuenta,
llevaron a Saulo al puerto de Cesárea y lo enviaron a
su propia ciudad en barco.
Entonces la iglesia tenía paz y crecía en número y
fuerza. Y los creyentes seguían en el temor del Señor
con la ayuda del Espíritu Santo.
Temas de Diálogo:
¿Qué hicieron los creyentes que tenían que huir de la
persecución?
¿Por qué piensa usted que vino una persecución?
¿Cree usted que Saulo pensaba que estaba sirviendo a Dios en
el principio de la historia?
¿Cómo respondió Ananías al mandato del Señor?
Después de su encuentro con Jesús, ¿Cuáles eran las cosas
que hizo Saulo? Oró, se bautizó, asociaba con otros creyentes,
empezó a testificar
¿Cuándo empezó Saulo a anunciar a Jesús?
¿Cuándo enseñaba Saulo de Jesús, hablaba con miedo?
¿Qué tipo de persecución enfrentó Saulo? También el rechazo
de los hermanos
¿Cómo trataron los hermanos a Saulo? Primeramente lo
rechazaron, pero después lo aceptaron, y lo protegieron, uno
tomó un interés personal (Bernabé)
¿Debemos enseñar a nuevos creyentes hacer las mismas cosas
que hizo Saulo?
¿Cuál es nuestra responsabilidad como creyentes maduros
hacia los creyentes nuevos?
La Iglesia Antigua (Hechos 2:1-47)
Tareas de Escuchar: Jesús nos dejó su visión y el mandato
para cumplirla. También Jesús les prometió algo especial a
los discípulos en la última historia. Escucha para ver cómo
cumplió Jesús esta promesa.
En el día de la fiesta de Pentecostés cuando los
judíos celebraban las primeras cosechas, todos los
creyentes estaban reunidos en un mismo lugar. De
repente, oyeron un gran ruido del cielo como un
viento fuerte. Llenó toda la casa donde estaban.
Entonces vieron algo que parecía a llamas de fuego
sobre la cabeza de cada creyente. Y todos allí
quedaron llenos del Espíritu Santo. Empezaron a
hablar en otros idiomas tal como el Espíritu Santo les
daba.
En aquel tiempo muchos judíos de otras naciones
vivían en Jerusalén. Ellos oyeron la bulla y se
acercaron para ver lo que estaba pasando. ¡Cómo se
sorprendieron al oír a los discípulos hablando en los
idiomas de sus distintos países! No sabían qué
pensar. Decían: “¿Acaso no son todos estos
hombres de la misma región? ¿Cómo puede ser
que los oímos hablar en nuestros propios idiomas?
Aquí hay gente de todas las partes del mundo.
¡Pero los oímos hablar en nuestros propios idiomas
de las maravillas de Dios! ¿Qué significa esto?”
Pero algunos se burlaban diciendo: “¡Es que están
borrachos!”
Entonces Pedro se puso de pie con los otros once
apóstoles y con voz fuerte dijo: “Escuchen bien,
compañeros. Estos no están borrachos como
ustedes creen. ¡Apenas son las nueve de la
mañana! ¡No! Lo que ustedes están viendo y
oyendo hoy es lo que anunció el profeta Joel. ‘Dios
dijo, en los últimos días, derramaré mi Espíritu
sobre toda gente. Sus hijos e hijas profetizarán. Sus
jóvenes tendrán visiones y los ancianos tendrán
sueños.
“Compañeros, ustedes saben muy bien que
Jesús vino de Dios. Estaba comprobado por
muchos milagros.” Y con muchas otras palabras
Pedro les hizo recordar cómo de acuerdo con los
planes y propósitos de Dios, Jesús fue entregado a
ellos y lo crucificaron y que Dios no dejó su alma en
el infierno ni su cuerpo en la tumba para
descomponerse. Más Dios lo resucitó. Y ahora está
sentado a la derecha de Dios.
Y Pedro les dijo: “Ahora, Israel, sepa con
seguridad que Dios lo ha hecho a Jesús El Señor y
El Prometido; el mismo Jesús a quien ustedes
crucificaron.”
Al oír esas palabras, la gente se puso muy triste y
preocupada. Les preguntaron a Pedro y a los demás:
“Hermanos, ¿qué debemos hacer?”
Pedro les contestó: “Arrepiéntanse de sus
pecados y sean bautizados en el nombre de
Jesucristo por el perdón del pecado y recibirán el
Entonces Ananías fue a la casa y encontró a
Saulo. Puso sus manos sobre él y le dijo: “Hermano
Saulo, el Señor Jesús, el que se te apareció en el
camino, me ha mandado para que puedas ver de
nuevo y quedar lleno del Espíritu Santo.” De
repente, algo parecido a escamas cayeron de los ojos
de Saulo y él pudo ver. Inmediatamente se levantó y
fue bautizado. Después comió y recobró su fuerza.
Entonces Saulo pasó algunos días con los creyentes
allí.
Y en seguida, Saulo empezó a anunciar en las
sinagogas que Jesús de veras es el Hijo de Dios.
Todas las personas que lo oían se sorprendieron
mucho, y decían: “¿Puede ser que este es el mismo
que estaba persiguiendo a los seguidores de Jesús
en Jerusalén? ¿Acaso es él mismo que venía para
tomarnos presos también?” Pero cada vez Saulo
hablaba con más valor, y los judíos estaban
confundidos porque les estaba demostrando que Jesús
es el Prometido.
Después de muchos días, los judíos decidieron
matar a Saulo. Día y noche vigilaban las puertas de la
ciudad para atraparlo. Pero Saulo se dio cuenta de ese
plan. Así que, una noche los creyentes lo escondieron
en un canasto y lo bajaron desde el muro de la ciudad.
Cuando Saulo llegó a Jerusalén, trataba de reunirse
con los discípulos. Pero todos le tenían miedo. No
creían que él fuera creyente de verdad. Sin embargo,
Bernabé lo llevó ante los apóstoles. Les contó todo lo
La voz respondió: “Yo soy Jesús, a quien estás
persiguiendo. Ahora, levántate y entra en la
ciudad. Allí te dirán lo que debes hacer.”
Los que viajaban con Saulo se quedaron muy
asustados. Pues oyeron la voz, pero no vieron a
nadie.
Por fin, Saulo se puso de pie, pero no podía ver
nada. Así que sus compañeros tenían que tomarlo de
la mano y llevarlo a la ciudad. Saulo, todavía ciego,
se quedó allí tres días sin comer ni beber nada.
Había entonces en la misma ciudad un creyente
llamado Ananías. El Señor lo llamó en una visión.
Ananías respondió: “Aquí estoy, Señor.”
El Señor le dijo: “Levántate y vete ahora a una
calle llamada Derecha. Pide por un hombre
llamado Saulo de Tarso. Él está orando ahora
mismo, y ha visto a usted llegando a poner sus
manos sobre él para que pueda ver de nuevo.”
Pero Ananías respondió: “Señor, me han contado
mucho acerca de ese hombre y de todas las
maldades que ha hecho a tus seguidores en
Jerusalén. Hasta hemos oído que aún aquí tiene
permiso para llevar presos a todos los que invocan
tu nombre.”
Pero el Señor dijo: “¡Ve! Porque he escogido a
ese hombre para que me sirve. Él hablará de mí
ante la gente de otras naciones, a los reyes, y
también a su propia gente. Yo mismo le mostraré
cuanto el tendrá que sufrir por mi.”
Espíritu Santo. Esta promesa es para ustedes y sus
hijos y aún los que están lejos de Dios – cuantos
sean que el Señor nuestro Dios llame.”
Pedro siguió hablando y animando a la gente.
Dijo: “Sálvense de seguir a esta gente que rechaza
a Dios.”
Entonces los que creyeron el mensaje de Pedro
fueron bautizados. Aquel día como tres mil personas
se unieron al grupo de creyentes. Esto es lo que
hacían: prestaban mucha atención a las enseñanzas de
los apóstoles, se mantenían en compañerismo, partían
el pan y oraban juntos. Todos ellos estaban
asombrados porque los apóstoles hacían muchos
milagros y señales. Todos los creyentes estaban
juntos y compartían todo lo que tenían. Vendían sus
bienes y compartían el dinero según las necesidades
de cada uno. Estaban de acuerdo, unidos, reuniéndose
todos los días en el templo. Comían juntos de casa en
casa con alegría. Alababan a Dios y toda la gente del
pueblo los respetaban. Cada día el Señor hacía crecer
el número de los que estaban salvos.
Temas de Dialogo:
¿Qué había prometido Jesús a los discípulos?
¿Fue cumplida esta promesa?
¿Qué poder tenían ellos en la historia?
¿De qué hablaron ellos?
¿Eran solamente los discípulos que tenían este poder?
¿De qué habló Pedro a los judíos?
¿Cuál fue el resultado?
¿Qué pasó después del mensaje de Pedro? Bautizaron a 3000
nuevos creyentes y formaban la primera iglesia
¿Qué caracterizó los nuevos creyentes? Unidad
¿Quién hacía crecer el número de los que eran salvos?
¿Tenemos el mismo Espíritu de esta historia?
¿Tenemos el mismo poder de esta historia?
La Conversión de Saulo (Hechos 9:1-31)
Tareas de Escuchar: Después de su encuentro con Jesús,
¿Cuáles eran las cosas que hizo Saulo? ¿Cuál es nuestra
responsabilidad como creyentes maduros hacía los creyentes
nuevos?
Saulo estaba muy de acuerdo con la muerte de Esteban. A
partir de ese día, algunas personas empezaron a perseguir a
los seguidores de Jesús en Jerusalén. Saulo seguía tratando
de destruirlos. El entraba de casa en casa llevando presos
tanto a los hombres como a las mujeres. Entonces los
seguidores de Jesús tenían que huir a otras regiones.
Solamente los apóstoles se quedaron en Jerusalén. Pero los
que tuvieron que huir, se hicieron misioneros. Por
dondequiera que iban, contaban las buenas noticias acerca de
Jesús.
Mientras tanto, Saulo todavía amenazaba con
muerte a todos los seguidores de Jesús. Por eso, fue
al Sumo Sacerdote con un plan. Él pidió cartas para
los líderes de las sinagogas en la ciudad de Damasco.
Las sinagogas eran lugares de adoración de los
judíos. Estas cartas le daban permiso llevar preso a los
que seguían el camino de Jesús.
Pero cerca de Damasco, de repente, una luz del cielo
relampagueó alrededor de Saulo. Él cayó al suelo y
oyó una voz que le decía: “¡Saulo, Saulo! ¿Por qué
me persigues?”
Saulo preguntó: “¿Quién eres, Señor?”
Temas de Diálogo:
Pedro y Juan y un Hombre Cojo (Hechos 3:1-4:31)
¿Para qué mandó Dios a Felipe al camino desierto? Para
encontrar el hombre de Etiopía que necesitaba oír las Buenas
Nuevas de Jesús
¿Sabía Felipe por qué? ¿Cómo respondió él?
¿Qué problema tenía el oficial? No entendió la Biblia sin
nadie para guiarlo
¿Qué sucedió con Felipe después del bautismo?
¿Era uno de los discípulos Felipe?
¿Ha llamado Dios a nosotros para testificar como Felipe?
¿Puede Dios usar a usted para testificar como Felipe?
¿Cómo debemos responder al Espíritu Santo cuando nos guía?
¿Cuándo ha ocurrido que el Espíritu Santo le dirige a
hablarle a alguien?
¿Ha sido fiel al llamado de Dios a compartir su fe?
Tareas de Escuchar: En las últimas historias podemos ver
que Jesús nos dejó su visión y el mandato. También Jesús nos
dejó las herramientas, un ayudante en el Espíritu Santo y el
poder para cumplir el mandato. Escucha para ver cómo
empezaron a cumplir el mandato de Jesús en esta historia.
Un día Pedro y Juan subían al templo. Era el
tiempo de la oración. Allí en el portón del templo
estaba un hombre que nunca había podido caminar.
Cuando el cojo vio a Pedro y a Juan, empezó a pedir
dinero. Ellos fijaron su atención en él y Pedro le dijo:
“¡Míranos!” Entonces el hombre los miró
atentamente. Pensaba que iba a recibir algo.
Pero Pedro le dijo: “No tengo plata ni oro, pero
lo que tengo te doy. En el nombre de Jesucristo,
levántate y anda.” Pedro lo tomó de la mano
derecha y lo levantó. De repente, los pies de aquel
hombre se hicieron fuertes. Y saltando, se puso de
pie y empezó a caminar. Alegremente, entró al
templo con Pedro y Juan, caminando, brincando y
alabando a Dios. No querría dejar a Pedro y a Juan.
Todos allí sabían que era el mismo hombre que antes
se sentaba a pedir dinero en el portón del templo. Y
todos corrieron hacía ellos asombrados por lo que
había pasado.
Pedro les dijo: “¿Por qué nos miran como si
nosotros sanamos a este hombre con nuestro
propio poder? El Dios de Abraham dio este honor
a su siervo Jesús. Pero ustedes lo entregaron y lo
rechazaron ante Pilato. Así que mataron a Jesús
quien era justo y santo, el único que podía darles
vida. Pero Dios lo resucitó y de esto nosotros
somos testigos. Es la fe en el nombre de Jesús que
sanó completamente a este hombre; la fe que viene por
medio de Jesús.
“Ahora, vuélvanse a Dios y arrepiéntanse. Y
Dios les borrará todos sus pecados para que
tengan descanso y renovación en la presencia del
Señor.
“Hace tiempo, Moisés dijo a nuestros
antepasados: ‘Dios levantará de entre ustedes un
profeta como yo. Hagan todo lo que él les diga. Él
que no le haga caso será destruido.’ Todos ustedes
son herederos de las promesas de Dios. Dios
también le dijo a Abraham: ‘Todas las naciones del
mundo serán bendecidos por medio de uno de tus
descendientes.’ Dios resucitó a su Hijo y lo envió
primero a ustedes para bendecirles, y para que
cada uno deje de hacer lo malo.”
Pedro y Juan todavía estaban hablando cuando
llegaron los líderes religiosos con el jefe de la
guardia. Estaban muy enojados porque Pedro y Juan
estaban enseñando a la gente que Jesús había
comprobado la resurrección. Entonces los líderes
religiosos los metieron en la cárcel hasta el día
siguiente. Sin embargo muchos creyeron. Eran como
cinco mil hombres.
El hombre le respondió: “¿Cómo voy a
entenderlo, si no hay quien me guíe?” Y el oficial
le pidió a Felipe que subiera y se sentara junto a él.
Él oficial estaba leyendo la parte que dice: "Como
oveja fue llevado al matadero; como un cordero al
que le cortan la lana, se quedó callado, no dijo
nada. Fue humillado, y no se le hizo justicia.
¿Quién podrá hablar de sus descendientes?
Porque le quitaron la vida en la tierra.” El oficial
le preguntó a Felipe: “Dime, ¿está hablando el
profeta de sí mismo, o de otra persona?” Entonces
Felipe, comenzó desde esa misma escritura, a contarle
acerca de Jesús y cómo él cumplió esa profecía.
Llegaron a un lugar donde había agua. “¡Mira!”
El oficial dijo. “Aquí hay agua. ¿Por qué no puedo
ser bautizado ahora mismo?” Y Felipe le dijo: “Si
crees con todo tu corazón, puedes.” El oficial
respondió: “Creo que Jesús es el Hijo de Dios.”
Enseguida el oficial mandó parar la carreta. Los dos
bajaron al agua, y Felipe lo bautizó. Cuando subieron
del agua, el Espíritu de Dios se llevó a Felipe y el
oficial no lo vio más. Pero el oficial siguió su camino
lleno de gozo.
Felipe fue llevado a otra ciudad. Él iba de pueblo
en pueblo contando las buenas noticias de Jesús.
Felipe y el Oficial de Etiopía (Hechos 8:1-5, 25-40)
Tarea de Escuchar: Escucha para ver como el hombre en
la historia respondió a la dirección de Dios.
Saulo estaba muy de acuerdo con la muerte de
Esteban. A partir de ese día, algunas personas
empezaron a perseguir a los seguidores de Jesús en
Jerusalén. Saulo seguía tratando de destruirlos. El
entraba de casa en casa llevando presos tanto a los
hombres como a las mujeres. Entonces los seguidores
de Jesús tenían que huir a otras regiones. Solamente
los apóstoles se quedaron en Jerusalén. Pero los que
tuvieron que huir, se hicieron misioneros. Por
dondequiera que iban, contaban las buenas noticias
acerca de Jesús. Felipe fue a Samaria y empezó a
contar las buenas noticias.
Un ángel de Dios le dijo a Felipe: “Levántate y
vete al sur, por el camino que pasa al desierto.”
Entonces, él obedeció.
En el camino se encontró con un oficial, el
tesorero de la reina del país de Etiopía. El oficial
había ido al templo en Jerusalén para adorar a Dios y
estaba de regreso.
El Espíritu Santo le dijo a Felipe: “Acércate a esa
carreta.” Cuando Felipe se acercó, oyó que el oficial
estaba leyendo del libro escrito por el profeta Isaías.
Entonces, Felipe le preguntó: “¿Entiende usted lo
que está leyendo?”
Al día siguiente se reunieron los líderes religiosos
con Pedro y Juan. Les preguntaron: “¿Con qué
poder pueden sanar a un hombre cojo? ¿En
nombre de quién han hecho ustedes esto?”
Entonces Pedro, lleno del Espíritu Santo, les
contestó: “Si estamos en juicio por sanar a un
hombre cojo pues bien, declaramos ante todos
ustedes que este hombre parado aquí, fue sanado
en el nombre de Jesucristo a quien ustedes
crucificaron y Dios resucitó. Este Jesús es la
piedra que ustedes, los constructores, rechazaron.
Pero Jesús llegó a ser la piedra principal que
sostiene todo el edificio. En ningún otro hay
salvación. No hay otro nombre por lo cual
podamos ser salvos.”
Todos allí se dieron cuenta que Pedro y Juan eran
hombres sencillos y sin educación. Por eso se
sorprendieron de oírlos hablar con tanta confianza.
Entonces entendieron que los dos habían sido
compañeros de Jesús. Y nadie podía negar lo que
decían porque el hombre sanado estaba de pie junto a
ellos.
Entonces los líderes se pusieron a discutir entre
ellos. “¿Qué vamos a hacer con estos hombres?
No podemos negar que han hecho este milagro. Y
todos ya lo saben.” Así que los ordenaron que dejen
de hablar en el nombre de Jesús.
Pero Pedro y Juan respondieron: “Ustedes mismos
sean los jueces. ¿Debemos obedecer a Dios o a
ustedes? ¡No podemos dejar de hablar de todo lo
que hemos visto y oído!” Ya que toda la gente
alababa a Dios y no podían encontrar razón para
castigarlos, ellos los amenazaron de nuevo y los
dejaron libres.
En seguida Pedro y Juan se fueron a reunirse con
los otros seguidores de Jesús. Les contaron todo lo
que había pasado. Todos alabaron a Dios juntos. Y
oraron: “Señor, fíjate en las amenazas de ellos.
Ahora, ayúdanos a contar tu mensaje sin miedo.
Muestra tu poder sanando a la gente y haciendo
señales en el nombre de tu santo siervo Jesús.”
Cuando terminaron de orar, el lugar donde estaban
reunidos tembló. Y todos fueron llenos del Espíritu
Santo. A partir de ese momento, todos hablaban
acerca de Jesús con valor.
Temas de Diálogo:
¿Dónde estaban dando testimonio Pedro y Juan? ¿Fuera o
dentro de la iglesia?
¿Cómo usaba Pedro el pasado para mostrar a Jesús? Sólo
tenía que recordarles de las profecías porque los judíos que
estaban escuchando ya sabían las Escrituras
¿Fueron educados Pedro y Juan? ¿Cómo podrían hacer el
trabajo sin educación? Piensa en el entrenamiento que
recibieron de Jesús andando con Él
¿Fue fácil para ellos cumplir el mandato? ¿Qué tipo de
oposición encontraron?
¿A quién debemos obedecer? ¿Hay otra opción?
¿En qué nombre hay salvación? Si creemos esto, tenemos que
cumplir el mandato cada día, en cada oportunidad
¿Creyeron todos en la historia? Nuestra responsabilidad es
testificar
¿Qué pidieron los seguidores de Jesús en la oración? ¿Cuál
fue el resultado?
¿Qué debemos cambiar para que podamos obedecer a Dios
aunque la gente nos amenaza?
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