CUMPLIENDO LA MISIÓN Unas Historias de Hechos Temas de Diálogo: ¿Había otras iglesias en esta historia? ¿Cómo es que empezaban estas iglesias? ¿Había problemas en las iglesias? ¿Cómo resolvieron los problemas? Con la ayuda del Espíritu Santo ¿Este problema impidió la obra misionera? ¿Por qué piensa que Pablo quería llevar a Timoteo en el viaje? Discipularle, trabajar en equipo ¿Por qué Pablo hizo circuncidar a Timoteo? Por no ofender ¿Cómo participó el Espíritu Santo en esta historia? No les permitió entrar un lugar, y les mandó a otro lugar ¿Cómo? Con una visión ¿Cómo respondieron ellos? De inmediato ¿Quién encontró allí? ¿Tienen valor las mujeres? ¿Cómo debemos responder nosotros a la llamada de la gente de otros lugares? las iglesias fueron animadas en la fe y el número de creyentes aumentaba cada día. En sus viajes, el Espíritu Santo no les permitió pasar a Asia a anunciar el mensaje. Entonces viajaron a otra región. Al llegar a la frontera, intentaron pasar, pero de nuevo el Espíritu no les permitió. Entonces pasaron a otro pueblo. Allí Pablo tuvo una visión de noche. Un hombre de Macedonia, puesto de pie le rogaba, “Venga a Macedonia y ayúdenos.” Estábamos seguros de que Dios nos estaba llamando para anunciar las buenas noticias allí. Por eso nos partimos de inmediato. Teníamos que ir por bote primero. Después por tierra a Filipos, la ciudad más importante de Macedonia. En el día de reposo fuimos a un río pensando que por allí se reunía la gente para orar. Encontrábamos algunas mujeres allí y nos sentamos y hablamos con ellas. Una de ellas se llamaba Lidia. Ella vendía telas muy finas. También adoraba a Dios. Y el Señor la preparó para recibir el mensaje que Pablo traía. Fue bautizada, junto con toda su familia. Después nos invitó a quedarnos en su casa. Y nos obligó a quedarnos. Cumpliendo la Misión © Marzo, 2006 Alan y Melodie Lyons Keith y Penny Stamps Junta Misionera Internacional, SBC Correspondencia: [email protected] Permiso otorgado para que este manual sea adaptado, revisado, traducido, reproducido y compartido para el propósito de presentar y animar el uso de la Narrativa Bíblica como un método para compartir la Palabra de Dios con grupos de personas no-evangelizados o no-alcanzados conduciendo a su salvación y el plantar de iglesias Nueva Testamentarias. Introducción a las Historias Acerca de Misiones Después de la muerte de Jesús, los discípulos eran un grupo muy pequeño con mucho miedo por causa de los judíos. Pero leemos al fin del libro de Hechos que un gran movimiento de plantar iglesias había ocurrido. ¿Qué pasó para que todo cambiara? Por supuesto el hecho de que Jesús resucitó fue una parte sumamente importante. ¿Pero había otras causas para el gran crecimiento de la iglesia? Este grupo de historias fue diseñado para ayudar en enseñar a los discípulos y a las iglesias acerca de misiones usando las historias del libro de Hechos. El propósito no es sólo para enseñar para que la gente pueda aprender, pero para motivarla también a la gente para poner en práctica las enseñanzas. Y así cumplir la Gran Comisión y alcanzar a todas las naciones del mundo empezando con sus vecinos. La Llamada de Macedonia (Hechos 16:1-15) Tareas de Escuchar: Escucha en la historia para ver cómo un problema afectó la obra misionera. También se fija para ver cómo ellos respondieron a una llamada de la gente de otro lugar. En estos días algunos hombres llegaron a Antioquia y les enseñaban a los creyentes no judíos que debían circuncidarse de acuerdo con la ley judía y esto causó un gran problema. Entonces la iglesia mandó a Pablo y a Bernabé a Jerusalén para resolver el problema. Allí la iglesia en Jerusalén decidió no obligar a los creyentes no judíos obedecer a las leyes judías. También decidieron mandar una carta acerca de este asunto. La carta decía: Al Espíritu Santo y a nosotros nos ha parecido bien no obligarlos a obedecer más que las siguientes reglas: No coman carne de animales sacrificados a ídolos, no coman sangre, ni carne de animales que todavía tienen sangre, y eviten las relaciones sexuales que la ley judía prohíbe. Si cumplen estas instrucciones, harán muy bien. Pablo siguió su viaje y llegó a otras ciudades. En una ciudad conoció a un joven creyente llamado Timoteo. Su madre era una judía creyente, pero su padre era un gentil. Los creyentes de los lugares cercanos hablaban bien de él. Por eso Pablo quiso llevar a Timoteo en su viaje. Para no ofender a los judíos, Pablo hizo circuncidar a Timoteo porque todos sabían que su padre era un gentil. Al pasar por las ciudades, informaban a los hermanos que los apóstoles no querían poner en las iglesias otra carga y compartieron la carta. Así que ¿Cómo respondió la iglesia? ¿Qué grupo mandaron ellos? ¿Cuántos de sus líderes mandaron? ¿Adonde les mandó primero el Espíritu Santo? A un lugar conocido primero, después a otros lugares más lejanos, piensa en Jerusalén, Judea, Samaria ¿Al fin de la historia Pablo y Bernabé dijeron que el Señor les mandó. ¿Adónde dijeron que el Señor les mandó? ¿Cómo empezaron la obra misionera? Pasaron de pueblo a pueblo para compartir el mensaje de Dios pero luego quedaban ellos mismos un tiempo o dejaban a la gente para discípular ¿Había oposición? Siempre va a verla ¿Cómo respondieron a esta oposición? Enfrentaron al brujo, hablaron con más valor y pasaron a otro pueblo ¿Va a dirigir el Espíritu Santo a su iglesia en alcanzar a la gente? Sí ¿Está dispuesto usted a obedecer la llamada? Contenido La Gran Comisión y la Ascensión de Jesús…………………. 4 (Lucas 24:47, Mateo 28:16-20, Hechos 1:4-12, 14) La Iglesia Antigua…………………………………………… 7 (Hechos 2) Pedro y Juan y el Hombre Cojo………………………….… 10 (Hechos 3y 4) Felipe y el Oficial de Etiopía…………………………..….... 14 (Hechos 8:1-5, 25-40) La Conversión de Saulo……………………………………. 16 (Hechos 9) La Iglesia Manda Misioneros………………………………. 20 (Hechos 13) La Llamada de Macedonia……………………………...….. 24 (Hechos 16:1-15) La Gran Comisión y la Ascensión De Jesús (Juan 20:24-29, Juan 21:1-23, Mateo 28:16-20, Hechos 1:3-12) Tareas de Escuchar: ¿Cuál fue la visión de Jesús? ¿Cuál fue el mandato de Jesús? ¿A quién está dirigido este mandato? Después de su muerte, Jesús apareció entre los discípulos y les ayudó a entender las Escrituras. También les dijo, “Llevan el mensaje a todas las naciones que hay perdón del pecado para todos los que vienen a mí.” Luego, los once discípulos se fueron a Galilea, a la montaña que Jesús le había indicado para reunirse de nuevo con él. Y cuando vieron a Jesús, lo adoraron. Pero todavía algunos de ellos dudaban. Jesús se acercó y les dijo, "Dios me ha dado toda autoridad en el cielo y en la tierra. Vayan, pues, y hagan discípulos de la gente de todas las naciones, bautizándoles en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Enseñen a estos nuevos discípulos obedecer todo lo que les he mandado a ustedes. Y yo estaré con ustedes siempre, hasta el fin del mundo." Durante cuarenta días después de su muerte, Jesús se presentó a hombres y a mujeres muchas veces, una vez a 500 personas. Les hizo muchas pruebas que él estaba vivo. También les habló acerca del reino de Dios. Otra vez, Jesús les ordenó a los discípulos: “No salgan de Jerusalén. Esperen aquí hasta que Dios manda el Espíritu Santo tal como lo prometió.” estaban celosos porque había tanta gente para escucharlos. Por eso, comenzaron a insultar a Pablo y contradecirlo. Entonces Pablo y Bernabé hablaron con aún más valor. Dijeron, “Teníamos que anunciar las Buenas Nuevas a ustedes los judíos primeros. Pero como ustedes ya las han rechazado, ya que no creen merecer la vida eterna, ahora les anunciaremos el mensaje a los gentiles. Porque así nos mandó el Señor, ‘Te he puesto como luz de las naciones, para que lleves mi salvación hasta las partes más lejanas de la tierra.’” Al oír esto, los gentiles se alegraron y alababan al Señor. Y creyeron todos los que estaban destinados a tener vida eterna. Así el mensaje de Dios se extendía por toda aquella región. Pero los judíos hablaron con algunos de los hombres y mujeres más respetadas de la comunidad. Ellos fomentaban a la gente para echarlos a Bernabé y Saulo fuera de la región. Entonces los dos sacudieron el polvo de sus pies en señal de protesta contra aquel lugar, y se fueron a otro lugar. Pero los creyentes allí estaban llenos de alegría y del Espíritu Santo. Temas de Diálogo: ¿Había otras iglesias en esta historia? ¿Qué estaba haciendo la iglesia cuando el Espíritu Santo la habló? ¿A qué trabajo llamó Dios a Bernabé y a Saulo? De repente, cayó niebla y oscuridad sobre sus ojos. Y él buscaba a alguien para guiarlo de la mano. Al ver esto, el gobernador se quedó asombrado por la enseñanza del Señor y creyó. Después, Pablo y sus compañeros viajaron en un barco a una tierra más lejana. Allí Juan Marcos los dejó y regresó a Jerusalén. Pero Pablo y Bernabé siguieron hasta otra ciudad llamada Antioquia. En el día de reposo entraron a la sinagoga. Después de la lectura, los jefes los invitaron a compartir algún mensaje de ánimo. Entonces Pablo se puso de pie y empezó a recordarles la historia de Israel y como Jesús cumplió las profecías del Prometido de Dios. Terminó diciendo, “Hermanos, escúchenme. Por medio de Jesús, pueden tener perdón por sus pecados. La ley de Moisés no pudo salvarles. Pero todos los que creen ahora quedan libres. Tengan cuidado pues, que no reciban el castigo que anunciaron los profetas. Ellos dijeron, ‘Miren todos ustedes que burlan de Dios. Asómbrense y desaparezcan, porque haré cosas en sus días que no las van a creer si alguien se lo cuenta.’” Al salir, la gente rogó a Pablo y a Bernabé regresar la próxima semana. Muchas personas del grupo les siguieron. Pablo y Bernabé les pidieron que nunca dejaran de confiar en la gracia de Dios. La siguiente semana, casi toda la ciudad se reunió para oír el mensaje del Señor. Pero los líderes judíos Los discípulos le preguntaron: “¿Señor, vas a volver a establecer el reino de Israel ahora?” Pero Jesús les contestó: “No es para ustedes conocer el momento que Dios ha fijado para eso. Pero cuando el Espíritu Santo venga sobre ustedes, recibirán poder y darán testimonio de mí en Jerusalén, en toda la región, y hasta en los lugares más lejanos del mundo.” Después, mientras ellos lo estaban mirando, Jesús fue llevado al cielo hasta que una nube lo cubrió y no volvieron a verlo. Ellos estaban mirando fijamente al cielo cuando aparecieron dos hombres vestidos de blanco y les dijeron: “Hombres, ¿por qué están mirando al cielo? Jesús ha sido llevado al cielo, pero un día vendrá otra vez de la misma manera.” Entonces ellos volvieron a Jerusalén para esperar el Espíritu Santo tal como Jesús lo había ordenado. Y se dedicaban a orar juntos. Temas de Diálogo: ¿Cuál fue la visión de Jesús? ¿Cuál fue el mandato de Jesús? ¿A quién está dirigido este mandato? ¿Quiere Jesús que nosotros hagamos lo mismo? (Sí) ¿Cómo sabemos que Jesús quiere que nosotros hagamos lo mismo? ¿De dónde viene el poder de cumplir este mandato? ¿Para qué recibirán los discípulos este poder? ¿A dónde debemos llevar el mensaje de Dios? ¿Estamos cumpliendo este mandato? ¿Qué debemos cambiar en nuestras vidas para cumplir el mandato? La Iglesia Manda Misioneros (Hechos 13) Tareas de Escuchar: Escucha bien para la llamada en esta historia y los primeros resultados de esta llamada. En la iglesia de Antioquia estos hombres eran profetas y maestros: Bernabé, uno llamado El Negro, otro de África Norte, otro que creció con el rey Herodes, y Saulo. Un día, ellos estaban ayunando y adorando a Dios. El Espíritu Santo dijo: “Sepárenme a Bernabé y a Saulo. Yo los he llamado para un trabajo especial.” Entonces, después de ayunar y orar, el grupo les puso las manos a Bernabé y a Saulo. Así los enviaron. Juan Marcos se fue con ellos también. El Espíritu los envió a un pueblo en la isla dónde Bernabé creció. Al llegar, comenzaron a anunciar el mensaje de Dios en las sinagogas. Al recorrer toda la isla se encontraron con un brujo, que era un profeta falso. Este hombre estaba con el gobernador. El gobernador tenía ganas de oír el mensaje de Dios, entonces mandó llamar a Bernabé y a Saulo. Pero el brujo se les oponía. Trataba de poner al gobernador en contra de ellos. Entonces Saulo, quien también se llamaba Pablo, lleno del Espíritu Santo, lo miró fijamente al brujo y le dijo: “Tú eres un hijo del diablo, un mentiroso, lleno de todo engaño, y el enemigo de todo lo bueno. ¿Por qué no dejas de torcer los caminos rectos del Señor? Ahora el Señor te va a castigar. Te quedarás ciego por algún tiempo.” que había pasado a Saulo, y cómo él había anunciado las buenas noticias de Jesús con tanto valor. Después de eso, Saulo andaba con ellos hablando acerca de Jesús sin miedo. Él conversó y discutió con los judíos, pero ellos hicieron planes de nuevo para matarlo. Cuando los hermanos se dieron cuenta, llevaron a Saulo al puerto de Cesárea y lo enviaron a su propia ciudad en barco. Entonces la iglesia tenía paz y crecía en número y fuerza. Y los creyentes seguían en el temor del Señor con la ayuda del Espíritu Santo. Temas de Diálogo: ¿Qué hicieron los creyentes que tenían que huir de la persecución? ¿Por qué piensa usted que vino una persecución? ¿Cree usted que Saulo pensaba que estaba sirviendo a Dios en el principio de la historia? ¿Cómo respondió Ananías al mandato del Señor? Después de su encuentro con Jesús, ¿Cuáles eran las cosas que hizo Saulo? Oró, se bautizó, asociaba con otros creyentes, empezó a testificar ¿Cuándo empezó Saulo a anunciar a Jesús? ¿Cuándo enseñaba Saulo de Jesús, hablaba con miedo? ¿Qué tipo de persecución enfrentó Saulo? También el rechazo de los hermanos ¿Cómo trataron los hermanos a Saulo? Primeramente lo rechazaron, pero después lo aceptaron, y lo protegieron, uno tomó un interés personal (Bernabé) ¿Debemos enseñar a nuevos creyentes hacer las mismas cosas que hizo Saulo? ¿Cuál es nuestra responsabilidad como creyentes maduros hacia los creyentes nuevos? La Iglesia Antigua (Hechos 2:1-47) Tareas de Escuchar: Jesús nos dejó su visión y el mandato para cumplirla. También Jesús les prometió algo especial a los discípulos en la última historia. Escucha para ver cómo cumplió Jesús esta promesa. En el día de la fiesta de Pentecostés cuando los judíos celebraban las primeras cosechas, todos los creyentes estaban reunidos en un mismo lugar. De repente, oyeron un gran ruido del cielo como un viento fuerte. Llenó toda la casa donde estaban. Entonces vieron algo que parecía a llamas de fuego sobre la cabeza de cada creyente. Y todos allí quedaron llenos del Espíritu Santo. Empezaron a hablar en otros idiomas tal como el Espíritu Santo les daba. En aquel tiempo muchos judíos de otras naciones vivían en Jerusalén. Ellos oyeron la bulla y se acercaron para ver lo que estaba pasando. ¡Cómo se sorprendieron al oír a los discípulos hablando en los idiomas de sus distintos países! No sabían qué pensar. Decían: “¿Acaso no son todos estos hombres de la misma región? ¿Cómo puede ser que los oímos hablar en nuestros propios idiomas? Aquí hay gente de todas las partes del mundo. ¡Pero los oímos hablar en nuestros propios idiomas de las maravillas de Dios! ¿Qué significa esto?” Pero algunos se burlaban diciendo: “¡Es que están borrachos!” Entonces Pedro se puso de pie con los otros once apóstoles y con voz fuerte dijo: “Escuchen bien, compañeros. Estos no están borrachos como ustedes creen. ¡Apenas son las nueve de la mañana! ¡No! Lo que ustedes están viendo y oyendo hoy es lo que anunció el profeta Joel. ‘Dios dijo, en los últimos días, derramaré mi Espíritu sobre toda gente. Sus hijos e hijas profetizarán. Sus jóvenes tendrán visiones y los ancianos tendrán sueños. “Compañeros, ustedes saben muy bien que Jesús vino de Dios. Estaba comprobado por muchos milagros.” Y con muchas otras palabras Pedro les hizo recordar cómo de acuerdo con los planes y propósitos de Dios, Jesús fue entregado a ellos y lo crucificaron y que Dios no dejó su alma en el infierno ni su cuerpo en la tumba para descomponerse. Más Dios lo resucitó. Y ahora está sentado a la derecha de Dios. Y Pedro les dijo: “Ahora, Israel, sepa con seguridad que Dios lo ha hecho a Jesús El Señor y El Prometido; el mismo Jesús a quien ustedes crucificaron.” Al oír esas palabras, la gente se puso muy triste y preocupada. Les preguntaron a Pedro y a los demás: “Hermanos, ¿qué debemos hacer?” Pedro les contestó: “Arrepiéntanse de sus pecados y sean bautizados en el nombre de Jesucristo por el perdón del pecado y recibirán el Entonces Ananías fue a la casa y encontró a Saulo. Puso sus manos sobre él y le dijo: “Hermano Saulo, el Señor Jesús, el que se te apareció en el camino, me ha mandado para que puedas ver de nuevo y quedar lleno del Espíritu Santo.” De repente, algo parecido a escamas cayeron de los ojos de Saulo y él pudo ver. Inmediatamente se levantó y fue bautizado. Después comió y recobró su fuerza. Entonces Saulo pasó algunos días con los creyentes allí. Y en seguida, Saulo empezó a anunciar en las sinagogas que Jesús de veras es el Hijo de Dios. Todas las personas que lo oían se sorprendieron mucho, y decían: “¿Puede ser que este es el mismo que estaba persiguiendo a los seguidores de Jesús en Jerusalén? ¿Acaso es él mismo que venía para tomarnos presos también?” Pero cada vez Saulo hablaba con más valor, y los judíos estaban confundidos porque les estaba demostrando que Jesús es el Prometido. Después de muchos días, los judíos decidieron matar a Saulo. Día y noche vigilaban las puertas de la ciudad para atraparlo. Pero Saulo se dio cuenta de ese plan. Así que, una noche los creyentes lo escondieron en un canasto y lo bajaron desde el muro de la ciudad. Cuando Saulo llegó a Jerusalén, trataba de reunirse con los discípulos. Pero todos le tenían miedo. No creían que él fuera creyente de verdad. Sin embargo, Bernabé lo llevó ante los apóstoles. Les contó todo lo La voz respondió: “Yo soy Jesús, a quien estás persiguiendo. Ahora, levántate y entra en la ciudad. Allí te dirán lo que debes hacer.” Los que viajaban con Saulo se quedaron muy asustados. Pues oyeron la voz, pero no vieron a nadie. Por fin, Saulo se puso de pie, pero no podía ver nada. Así que sus compañeros tenían que tomarlo de la mano y llevarlo a la ciudad. Saulo, todavía ciego, se quedó allí tres días sin comer ni beber nada. Había entonces en la misma ciudad un creyente llamado Ananías. El Señor lo llamó en una visión. Ananías respondió: “Aquí estoy, Señor.” El Señor le dijo: “Levántate y vete ahora a una calle llamada Derecha. Pide por un hombre llamado Saulo de Tarso. Él está orando ahora mismo, y ha visto a usted llegando a poner sus manos sobre él para que pueda ver de nuevo.” Pero Ananías respondió: “Señor, me han contado mucho acerca de ese hombre y de todas las maldades que ha hecho a tus seguidores en Jerusalén. Hasta hemos oído que aún aquí tiene permiso para llevar presos a todos los que invocan tu nombre.” Pero el Señor dijo: “¡Ve! Porque he escogido a ese hombre para que me sirve. Él hablará de mí ante la gente de otras naciones, a los reyes, y también a su propia gente. Yo mismo le mostraré cuanto el tendrá que sufrir por mi.” Espíritu Santo. Esta promesa es para ustedes y sus hijos y aún los que están lejos de Dios – cuantos sean que el Señor nuestro Dios llame.” Pedro siguió hablando y animando a la gente. Dijo: “Sálvense de seguir a esta gente que rechaza a Dios.” Entonces los que creyeron el mensaje de Pedro fueron bautizados. Aquel día como tres mil personas se unieron al grupo de creyentes. Esto es lo que hacían: prestaban mucha atención a las enseñanzas de los apóstoles, se mantenían en compañerismo, partían el pan y oraban juntos. Todos ellos estaban asombrados porque los apóstoles hacían muchos milagros y señales. Todos los creyentes estaban juntos y compartían todo lo que tenían. Vendían sus bienes y compartían el dinero según las necesidades de cada uno. Estaban de acuerdo, unidos, reuniéndose todos los días en el templo. Comían juntos de casa en casa con alegría. Alababan a Dios y toda la gente del pueblo los respetaban. Cada día el Señor hacía crecer el número de los que estaban salvos. Temas de Dialogo: ¿Qué había prometido Jesús a los discípulos? ¿Fue cumplida esta promesa? ¿Qué poder tenían ellos en la historia? ¿De qué hablaron ellos? ¿Eran solamente los discípulos que tenían este poder? ¿De qué habló Pedro a los judíos? ¿Cuál fue el resultado? ¿Qué pasó después del mensaje de Pedro? Bautizaron a 3000 nuevos creyentes y formaban la primera iglesia ¿Qué caracterizó los nuevos creyentes? Unidad ¿Quién hacía crecer el número de los que eran salvos? ¿Tenemos el mismo Espíritu de esta historia? ¿Tenemos el mismo poder de esta historia? La Conversión de Saulo (Hechos 9:1-31) Tareas de Escuchar: Después de su encuentro con Jesús, ¿Cuáles eran las cosas que hizo Saulo? ¿Cuál es nuestra responsabilidad como creyentes maduros hacía los creyentes nuevos? Saulo estaba muy de acuerdo con la muerte de Esteban. A partir de ese día, algunas personas empezaron a perseguir a los seguidores de Jesús en Jerusalén. Saulo seguía tratando de destruirlos. El entraba de casa en casa llevando presos tanto a los hombres como a las mujeres. Entonces los seguidores de Jesús tenían que huir a otras regiones. Solamente los apóstoles se quedaron en Jerusalén. Pero los que tuvieron que huir, se hicieron misioneros. Por dondequiera que iban, contaban las buenas noticias acerca de Jesús. Mientras tanto, Saulo todavía amenazaba con muerte a todos los seguidores de Jesús. Por eso, fue al Sumo Sacerdote con un plan. Él pidió cartas para los líderes de las sinagogas en la ciudad de Damasco. Las sinagogas eran lugares de adoración de los judíos. Estas cartas le daban permiso llevar preso a los que seguían el camino de Jesús. Pero cerca de Damasco, de repente, una luz del cielo relampagueó alrededor de Saulo. Él cayó al suelo y oyó una voz que le decía: “¡Saulo, Saulo! ¿Por qué me persigues?” Saulo preguntó: “¿Quién eres, Señor?” Temas de Diálogo: Pedro y Juan y un Hombre Cojo (Hechos 3:1-4:31) ¿Para qué mandó Dios a Felipe al camino desierto? Para encontrar el hombre de Etiopía que necesitaba oír las Buenas Nuevas de Jesús ¿Sabía Felipe por qué? ¿Cómo respondió él? ¿Qué problema tenía el oficial? No entendió la Biblia sin nadie para guiarlo ¿Qué sucedió con Felipe después del bautismo? ¿Era uno de los discípulos Felipe? ¿Ha llamado Dios a nosotros para testificar como Felipe? ¿Puede Dios usar a usted para testificar como Felipe? ¿Cómo debemos responder al Espíritu Santo cuando nos guía? ¿Cuándo ha ocurrido que el Espíritu Santo le dirige a hablarle a alguien? ¿Ha sido fiel al llamado de Dios a compartir su fe? Tareas de Escuchar: En las últimas historias podemos ver que Jesús nos dejó su visión y el mandato. También Jesús nos dejó las herramientas, un ayudante en el Espíritu Santo y el poder para cumplir el mandato. Escucha para ver cómo empezaron a cumplir el mandato de Jesús en esta historia. Un día Pedro y Juan subían al templo. Era el tiempo de la oración. Allí en el portón del templo estaba un hombre que nunca había podido caminar. Cuando el cojo vio a Pedro y a Juan, empezó a pedir dinero. Ellos fijaron su atención en él y Pedro le dijo: “¡Míranos!” Entonces el hombre los miró atentamente. Pensaba que iba a recibir algo. Pero Pedro le dijo: “No tengo plata ni oro, pero lo que tengo te doy. En el nombre de Jesucristo, levántate y anda.” Pedro lo tomó de la mano derecha y lo levantó. De repente, los pies de aquel hombre se hicieron fuertes. Y saltando, se puso de pie y empezó a caminar. Alegremente, entró al templo con Pedro y Juan, caminando, brincando y alabando a Dios. No querría dejar a Pedro y a Juan. Todos allí sabían que era el mismo hombre que antes se sentaba a pedir dinero en el portón del templo. Y todos corrieron hacía ellos asombrados por lo que había pasado. Pedro les dijo: “¿Por qué nos miran como si nosotros sanamos a este hombre con nuestro propio poder? El Dios de Abraham dio este honor a su siervo Jesús. Pero ustedes lo entregaron y lo rechazaron ante Pilato. Así que mataron a Jesús quien era justo y santo, el único que podía darles vida. Pero Dios lo resucitó y de esto nosotros somos testigos. Es la fe en el nombre de Jesús que sanó completamente a este hombre; la fe que viene por medio de Jesús. “Ahora, vuélvanse a Dios y arrepiéntanse. Y Dios les borrará todos sus pecados para que tengan descanso y renovación en la presencia del Señor. “Hace tiempo, Moisés dijo a nuestros antepasados: ‘Dios levantará de entre ustedes un profeta como yo. Hagan todo lo que él les diga. Él que no le haga caso será destruido.’ Todos ustedes son herederos de las promesas de Dios. Dios también le dijo a Abraham: ‘Todas las naciones del mundo serán bendecidos por medio de uno de tus descendientes.’ Dios resucitó a su Hijo y lo envió primero a ustedes para bendecirles, y para que cada uno deje de hacer lo malo.” Pedro y Juan todavía estaban hablando cuando llegaron los líderes religiosos con el jefe de la guardia. Estaban muy enojados porque Pedro y Juan estaban enseñando a la gente que Jesús había comprobado la resurrección. Entonces los líderes religiosos los metieron en la cárcel hasta el día siguiente. Sin embargo muchos creyeron. Eran como cinco mil hombres. El hombre le respondió: “¿Cómo voy a entenderlo, si no hay quien me guíe?” Y el oficial le pidió a Felipe que subiera y se sentara junto a él. Él oficial estaba leyendo la parte que dice: "Como oveja fue llevado al matadero; como un cordero al que le cortan la lana, se quedó callado, no dijo nada. Fue humillado, y no se le hizo justicia. ¿Quién podrá hablar de sus descendientes? Porque le quitaron la vida en la tierra.” El oficial le preguntó a Felipe: “Dime, ¿está hablando el profeta de sí mismo, o de otra persona?” Entonces Felipe, comenzó desde esa misma escritura, a contarle acerca de Jesús y cómo él cumplió esa profecía. Llegaron a un lugar donde había agua. “¡Mira!” El oficial dijo. “Aquí hay agua. ¿Por qué no puedo ser bautizado ahora mismo?” Y Felipe le dijo: “Si crees con todo tu corazón, puedes.” El oficial respondió: “Creo que Jesús es el Hijo de Dios.” Enseguida el oficial mandó parar la carreta. Los dos bajaron al agua, y Felipe lo bautizó. Cuando subieron del agua, el Espíritu de Dios se llevó a Felipe y el oficial no lo vio más. Pero el oficial siguió su camino lleno de gozo. Felipe fue llevado a otra ciudad. Él iba de pueblo en pueblo contando las buenas noticias de Jesús. Felipe y el Oficial de Etiopía (Hechos 8:1-5, 25-40) Tarea de Escuchar: Escucha para ver como el hombre en la historia respondió a la dirección de Dios. Saulo estaba muy de acuerdo con la muerte de Esteban. A partir de ese día, algunas personas empezaron a perseguir a los seguidores de Jesús en Jerusalén. Saulo seguía tratando de destruirlos. El entraba de casa en casa llevando presos tanto a los hombres como a las mujeres. Entonces los seguidores de Jesús tenían que huir a otras regiones. Solamente los apóstoles se quedaron en Jerusalén. Pero los que tuvieron que huir, se hicieron misioneros. Por dondequiera que iban, contaban las buenas noticias acerca de Jesús. Felipe fue a Samaria y empezó a contar las buenas noticias. Un ángel de Dios le dijo a Felipe: “Levántate y vete al sur, por el camino que pasa al desierto.” Entonces, él obedeció. En el camino se encontró con un oficial, el tesorero de la reina del país de Etiopía. El oficial había ido al templo en Jerusalén para adorar a Dios y estaba de regreso. El Espíritu Santo le dijo a Felipe: “Acércate a esa carreta.” Cuando Felipe se acercó, oyó que el oficial estaba leyendo del libro escrito por el profeta Isaías. Entonces, Felipe le preguntó: “¿Entiende usted lo que está leyendo?” Al día siguiente se reunieron los líderes religiosos con Pedro y Juan. Les preguntaron: “¿Con qué poder pueden sanar a un hombre cojo? ¿En nombre de quién han hecho ustedes esto?” Entonces Pedro, lleno del Espíritu Santo, les contestó: “Si estamos en juicio por sanar a un hombre cojo pues bien, declaramos ante todos ustedes que este hombre parado aquí, fue sanado en el nombre de Jesucristo a quien ustedes crucificaron y Dios resucitó. Este Jesús es la piedra que ustedes, los constructores, rechazaron. Pero Jesús llegó a ser la piedra principal que sostiene todo el edificio. En ningún otro hay salvación. No hay otro nombre por lo cual podamos ser salvos.” Todos allí se dieron cuenta que Pedro y Juan eran hombres sencillos y sin educación. Por eso se sorprendieron de oírlos hablar con tanta confianza. Entonces entendieron que los dos habían sido compañeros de Jesús. Y nadie podía negar lo que decían porque el hombre sanado estaba de pie junto a ellos. Entonces los líderes se pusieron a discutir entre ellos. “¿Qué vamos a hacer con estos hombres? No podemos negar que han hecho este milagro. Y todos ya lo saben.” Así que los ordenaron que dejen de hablar en el nombre de Jesús. Pero Pedro y Juan respondieron: “Ustedes mismos sean los jueces. ¿Debemos obedecer a Dios o a ustedes? ¡No podemos dejar de hablar de todo lo que hemos visto y oído!” Ya que toda la gente alababa a Dios y no podían encontrar razón para castigarlos, ellos los amenazaron de nuevo y los dejaron libres. En seguida Pedro y Juan se fueron a reunirse con los otros seguidores de Jesús. Les contaron todo lo que había pasado. Todos alabaron a Dios juntos. Y oraron: “Señor, fíjate en las amenazas de ellos. Ahora, ayúdanos a contar tu mensaje sin miedo. Muestra tu poder sanando a la gente y haciendo señales en el nombre de tu santo siervo Jesús.” Cuando terminaron de orar, el lugar donde estaban reunidos tembló. Y todos fueron llenos del Espíritu Santo. A partir de ese momento, todos hablaban acerca de Jesús con valor. Temas de Diálogo: ¿Dónde estaban dando testimonio Pedro y Juan? ¿Fuera o dentro de la iglesia? ¿Cómo usaba Pedro el pasado para mostrar a Jesús? Sólo tenía que recordarles de las profecías porque los judíos que estaban escuchando ya sabían las Escrituras ¿Fueron educados Pedro y Juan? ¿Cómo podrían hacer el trabajo sin educación? Piensa en el entrenamiento que recibieron de Jesús andando con Él ¿Fue fácil para ellos cumplir el mandato? ¿Qué tipo de oposición encontraron? ¿A quién debemos obedecer? ¿Hay otra opción? ¿En qué nombre hay salvación? Si creemos esto, tenemos que cumplir el mandato cada día, en cada oportunidad ¿Creyeron todos en la historia? Nuestra responsabilidad es testificar ¿Qué pidieron los seguidores de Jesús en la oración? ¿Cuál fue el resultado? ¿Qué debemos cambiar para que podamos obedecer a Dios aunque la gente nos amenaza?