Pentecostés 20 ~ Propio 23

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Pentecostés 20 ~ Propio 23
el 11 de octubre de 2015
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Colecta del Día
Te rogamos, oh Señor, que tu gracia siempre nos preceda y
acompañe, para que continuamente nos dediquemos a buenas
obras; por Jesucristo nuestro Señor, que vive y reina contigo y el
Espíritu Santo, un solo Dios, ahora y por siempre. Amén.
Primera Lectura ~ Amós 5:6-7, 10-15
Buscad al SEÑOR y viviréis, no sea que El prorrumpa como
fuego, oh casa de José, y consuma a Betel sin que haya quien lo
apague; consuma a los que convierten el juicio en ajenjo y echan
por tierra la justicia. Ellos odian en la puerta al que reprende, y
aborrecen al que habla con integridad. Por tanto, ya que imponéis
fuertes impuestos sobre el pobre y exigís de él tributo de grano, las
casas de piedra labrada que habéis edificado, no lashabitaréis;
habéis plantado viñas escogidas, pero no beberéis su vino. Pues yo
sé que muchas son vuestras transgresiones y graves vuestros
pecados: oprimís al justo, aceptáis soborno y rechazáis a los pobres
en la puerta. Por tanto, el prudente se calla en ese tiempo, pues es
tiempo malo. Buscad lo bueno y no lo malo, para que viváis; y así
sea con vosotros el SEÑOR, Dios de los ejércitos, tal como habéis
dicho. Aborreced el mal, amad el bien, y estableced la justicia en
la puerta. Tal vez el SEÑOR, Dios de los ejércitos, sea
misericordioso con el remanente de José. (LBLA)
Textos biblicos son tomados de La Biblia de las Américas®, propiedad literaria de © The
Lockman Foundation, 1986, 1995, 1997. Usado con permiso. Todos los derechos reservados. Las
colectas, los cánticos, y los Salmos son tomados de el Libro De Oración Común, 1928. Este
Pewsheet fue publicado en Partners in Ministry, Eastern Convocation. Diocese of West Texas,
ECUSA.
Salmo 90:12-17
12
Enséñanos de tal modo a contar nuestros días, *
que traigamos al corazón sabiduría.
13
Vuélvete, oh Señor, ¿hasta cuándo tardarás? *
Ten compasión de tus siervos.
14
Por la mañana sácianos de tu misericordia, *
y así cantaremos
y nos alegraremos todos nuestros días.
15
Alégranos conforme a los días que nos afligiste, *
y a los años en que sufrimos desdichas.
16
Que tus siervos vean tus obras, *
y su descendencia tu gloria.
17
Sea la bondad del Señor nuestro Dios sobre nosotros, *
y haga prosperar las obras de nuestras manos;
sí, haga prosperar nuestras obras.
Epístola ~ Hebreos 4:12-16
Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que
cualquier espada de dos filos; penetra hasta la división del alma y
del espíritu, de las coyunturas y los tuétanos, y es poderosa para
discernir los pensamientos y las intenciones del corazón. Y no hay
cosa creada oculta a su vista, sino que todas las cosas están al
descubierto y desnudas ante los ojos de aquel a quien tenemos que
dar cuenta. Teniendo, pues, un gran sumo sacerdote que
trascendió los cielos, Jesús, el Hijo de Dios, retengamos nuestra fe.
Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse
de nuestras flaquezas, sino uno que ha sido tentado en todo como
nosotros, pero sin pecado. Por tanto, acerquémonos con confianza
al trono de la gracia para que recibamos misericordia, y hallemos
gracia para la ayuda oportuna. (LBLA)
Evangelio ~ Marcos 10:17-31
Cuando salía para seguir su camino, vino uno corriendo, y
arrodillándose delante de El, le preguntó: Maestro bueno, ¿qué
haré para heredar la vida eterna? Y Jesús le dijo: ¿Por qué me
llamas bueno? Nadie es bueno, sino sólo uno, Dios. Tú sabes los
mandamientos: "NO MATES, NO COMETAS ADULTERIO, NO
HURTES, NO DES FALSO TESTIMONIO, no defraudes,
HONRA A TU PADRE Y A TU MADRE". Y él le dijo: Maestro,
todo esto lo he guardado desde mi juventud. Jesús, mirándolo, lo
amó y le dijo: Una cosa te falta: ve y vende cuanto tienes y da a los
pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme. Pero él,
afligido por estas palabras, se fue triste, porque era dueño de
muchos bienes. Jesús, mirando en derredor, dijo a sus discípulos:
¡Qué difícil será para los que tienen riquezas entrar en el reino de
Dios! Y los discípulos se asombraron de sus palabras. Pero Jesús
respondiendo de nuevo, les dijo: Hijos, ¡qué difícil es entrar en el
reino de Dios! Es más fácil que un camello pase por el ojo de una
aguja, que el que un rico entre en el reino de Dios. Ellos se
asombraron aún más, diciendo entre sí: ¿Y quién podrá salvarse?
Mirándolos Jesús, dijo: Para los hombres es imposible, pero no
para Dios, porque todas las cosas son posibles para Dios. Entonces
Pedro comenzó a decirle: He aquí, nosotros lo hemos dejado todo y
te hemos seguido. Jesús dijo: En verdad os digo: No hay nadie que
haya dejado casa, o hermanos, o hermanas, o madre, o padre, o
hijos o tierras por causa de mí y por causa delevangelio, que no
reciba cien veces más ahora en este tiempo: casas, y hermanos, y
hermanas, y madres, e hijos, y tierras junto con persecuciones; y en
el siglovenidero, la vida eterna. Pero muchos primeros serán
últimos, y los últimos, primeros. (LBLA)
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