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Sumario
Director Revista
Nicolas Miranda
Colaboradores
Antonio Paéz
Santiago Aguiar
Dolores Mujica
Francisco Torres
Antonio Justo
Juan Valenzuela
Gabriel Muñoz
Alejandra Valderrama
Fabien Puelma
Barbara Brito
Domingo Cuminao
Vicente Molina
Diagramación
Gabriela Mendoza
Indice
Presentacion
Página 7
DOSSIER
Reformismo burgués senil y
Página 9
lucha de clases en un escenario político fluido
“Millerandismo”“parlamentarismo revolucionario” y
Página 16
la actitud del marxismo revolucionario ante las instituciones burguesas
Debates marxistas sobre defensa y
Página 28
ataque en la estrategia revolucionaria
Los trotskistas, el parlamento y las luchas obreras en los ‘30
Un balance crítico del parlamentarismo revolucionario de la primera
organización trotskista en Chile
Página 35
Las organizaciones de los “movimientos sociales” en Chile:
Frentes anti neoliberales y partidos amplios anticapitalistas
Una polémica desde el marxismo revolucionario
Página 41
LUCHA DE CLASES
Huelgas y paros en el 2013:
Intensificación de la lucha de clases de la clase trabajadora, y tres
Página 53
nuevas tendencias en el movimiento obrero
Poder obrero en el lugar de trabajo:
Experiencias de organización de base de los
Página 66
trabajadores en los lugares de trabajo
Empleo joven y precariedad laboral,
Página 71
una nueva cara de la clase trabajadora
La emancipación de las mujeres en tiempos de crisis mundial
Página 76
La emancipación de las mujeres en tiempos de crisis mundial (II)
Página 81
El movimiento estudiantil ante el gobierno de Bachelet
Página 86
TEORIA MARXISTA
Resonancias Militares Una lectura de Theodor W. Adorno.
Educación para la emancipación, Conferencias y conversaciones con
Hellmut Becker (1959-1969)
Página 92
Pasado y Presente de las Leyes Laborales
Página 98
Apuntes para una estrategia desde el marxismo revolucionario
Página 101
La mecánica del trabajo enajenado
Página 109
POLEMICA
La Organización Comunista Libertaria-Frente de Estudiantes Libertarios
(OCL-FEL): El Partido Anarquista de la Restauración Burguesa
Página 114
INTERNACIONAL
Por un Movimiento por una Internacional
de la Revolución Socialista Cuarta Internacional
Página 147
y acumula nuevas contradicciones
NICOLÁS MIRANDA
En poco más de 2 meses, el Gobierno de la Nueva
Mayoría logró retomar la iniciativa política. Es quien impone
la agenda, con la reforma tributaria, la reforma al binominal,
los primeros proyectos de ley de la reforma educacional, el
anuncio de reformas laborales como el cuarto pilar del Gobierno.
Revista Marxista de Teoria y Politica
El gobierno retoma la iniciativa,
La Batalla
Presentación
El fin es usurpar las demandas puestas por la lucha
de clases, centralmente el movimiento estudiantil, y también
los trabajadores. Por eso estas políticas se plantean como
que los poderosos paguen más, que se sepultará en neoliberalismo en la educación.
Mayo 2014
Presentacion
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La Batalla
Revista Marxista de Teoria y Politica
6
Y su efecto inmediato fue pasivizar los procesos de
la lucha de clases, al movimiento estudiantil y de los trabajadores; por su izquierda. Pero avivó los ánimos por su
derecha: el empresariado se declaró injuriado. Y entonces,
a equilibrar: el Gobierno comienza a plantear sus políticas
como emparejar la cancha, responsabilidad fiscal para asegurar la paz social, etc.
¿Se trata entonces de una reversión de las tendencias en sentido contrario: una mayor actividad de la lucha de
clases, una impugnación de las herencias de la dictadura,
una crisis –contenida- del régimen?
Más bien, parece la apertura de una coyuntura de
equilibrio inestable entre ambas tendencias.
Para estabilizar esta coyuntura, el Gobierno está
obligado a responder a las demandas puestas por la lucha
de clases.
Aparece aquí un elemento de lo nuevo: el rechazo
a la llamada política de los consensos, es decir, que la minoría política y parlamentaria de la derecha, impusiera sus
términos, sus límites a las políticas del Gobierno. Mediante
el simple ejercicio de la mayoría parlamentaria… ¡que la derecha repudia!
Pero ese equilibrio inestable, sólo puede romperse
favoreciendo a una u otra fuerza social. Lo contrario de la
política del Gobierno de dejar contentos a moros y cristianos.
Entonces, la burguesía se empieza a movilizar contra las reformas. Y pone todo en movimiento: la Iglesia, los
medios de comunicación. La derecha que se prepara para
salir a las calles, con volantes, articulando movimientos universitarios. Los empresarios que se reagrupan, por ejemplo
asociando a miles de PYMES para articularse como oposición social por derecha. Y hasta la intervención abierta y
explícita del Embajador de Estados Unidos.
Del otro lado, pasivizado, el movimiento estudiantil actuó en la práctica otorgándole una tregua al Gobierno.
Empujados, debieron convocar a movilizarse el 8 de mayo:
mostró una vez más su disposición a la lucha. Aunque moviéndose en forma indiferenciada: entremezclados desde
los que apoyan al Gobierno hasta los que se oponen frontalmente. Lo que parece una fortaleza es una debilidad.
El curso de los próximos meses será puesto a prueba. El
movimiento de los trabajadores, también abrió un compás
de espera: los fenómenos más progresivos que dio con sus
Presentacion Mayo 2014
luchas el 2013 se detuvieron. Aunque fenómenos subterráneos y moleculares, como la pugna por la emergencia de
una izquierda sindical, siguen actuando.
El objetivo declarado de conseguir paz social y estabilidad con las reformas que el Gobierno impulsa, no se
puede descartar del todo. Aunque más que acercarse a ese
fin, parece estar más bien alentando la reconfiguración de
las alianzas sociales, y aunque logrando pasivizar momentáneamente los procesos de lucha de clases, abriendo una
coyuntura de equilibrio inestable, no parece que revierta las
tendencias que el 2011 comenzó a desplegar.
Mayo 2014
lucha de clases en un escenario político fluido
Primera Marcha estudiantil del año. Santiago
Revista Marxista de Teoria y Politica
Reformismo burgués neoliberal y
La Batalla
Dossier
NICOLÁS MIRANDA
Mayo 2014
Dossier
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La Batalla
Revista Marxista de Teoria y Politica
Concluye el primer gobierno de la derecha de Piñera después de la dictadura, enfrentado a una crisis de su
sector tras la derrota en las elecciones que le impidió darle
continuidad, y habiendo ganado la Nueva Mayoría con Bachelet como la presidenta del próximo gobierno.
La clave general de la derrota de la derecha, está en
la apertura –inicial- de un nuevo ciclo de la lucha de clases,
que modificó la relación de las clases y fracciones de clase
explotadas y oprimidas, con la clase burguesa y con el régimen en su conjunto. Diferentes expresiones de la lucha de
clases sacudieron al gobierno de Piñera, comenzando por
el movimiento estudiantil universitario y secundario, las movilizaciones de la diversidad sexual, las luchas de los pueblos castigados de las Regiones llegando a dar verdaderas
revueltas locales, y finalmente la entrada en escena de la
clase trabajadora.
Procesos de la lucha de clases que golpearon a un
régimen que venía desgastándose, en un curso de deslegitimación, lo que llamamos una crisis contenida del régimen(1)
, que se estaban gestando en un escenario de fin de ciclo(2)
. Si hasta entonces prevalecía el desgaste del propio régimen y sus partidos e instituciones, desde entonces, comienza a prevalecer la lucha de clases.
La Nueva Mayoría surge como respuesta a este
nuevo escenario. Su composición, integrando al Partido Comunista a la coalición y al Gobierno, responde a la necesidad
de tender un puente a “los movimientos sociales”, ampliar su
base social, sobre todo, con la presidencia del PC de la CUT,
subordinar a los trabajadores a los partidos progresistas de
la burguesía. Su programa de reformas (educacional, tributaria, nueva Constitución, y en veremos laborales), pretende
usurpar las exigencias puestas en la lucha de clases, para
intentar contenerlas, controlarlas, canalizarlas. Se trata de
reformas cosméticas, en los marcos del neoliberalismo. La
mejor prueba es que no se toca ningún interés material de
la clase burguesa (lo que más se acerca a esto podría ser la
reforma tributaria, pero de modo marginal).
Sin embargo, probablemente, no dejen de afectar la
subjetividad de las clases y fracciones de clase que protagonizan los procesos de lucha de clases.
Distintos escenarios se abren que afectarán la tarea de desarrollo de la lucha de clases y construcción de un
partido revolucionario de la clase trabajadora. Uno de estos
escenarios, el más improbable, es el de llevar adelante las
reformas tal como fueron anunciadas, que tensionará la política nacional, con una clase burguesa que se resista, pero
a la vez puede en un primer momento pasivizar la lucha de
clases, o reducirla a meras luchas de presión, re-apareciendo como falsos amigos del pueblo y así reavivando la alianza social que sostuvo los gobiernos de la Concertación. Otro
escenario, más probable, es que se implementen reformas
con letra chica, muy limitadas, que al contrario, re-impulse la
lucha de clases, a la vez que dejaría conforme a la clase burguesa. Por último, una combinación abierta entre estas dos
variantes. Estos escenarios –que además estarán atravesados por una desaceleración económica- estarán mediados
por un mayor protagonismo del Parlamento, donde se discutirán estas reformas con el Gobierno intentando actuar como
árbitro para dirimir las disputas agrias que se darán. Pero la
resolución de las nuevas contradicciones que se abrirán, no
es allí donde podrán ser resueltas, sino en la lucha de clases, que se desarrollará bajo estas nuevas condiciones. Y
para esto es que debemos prepararnos los revolucionarios.
Se profundiza la crisis contenida del régimen:
hacia un escenario político más inestable
Fragmentación política de los partidos del régimen
La La crisis contenida del régimen gana una nueva
expresión, distorsionada, en las elecciones municipales y
las presidenciales. En las municipales, la abstención llegó al
60%. En la segunda vuelta presidencial, también hubo una
abstención cercana al 60%. Bachelet fue elegida con el 25%
del universo de votantes, Matthei alcanzó apenas el 14%.
1. Ver: revista La Batalla nº 1, noviembre del 2011.
Algunos parlamentarios, fueron elegidos con tan sólo el 8%
del universo de votantes.
2. Ver: Dolores Mujica y Nicolás Miranda. La crisis del ciclo de la
Refleja no solo el rechazo a las instituciones de un
Concertación, y una fase de transición a un nuevo ciclo. Revista
régimen
anquilosado y esencialmente anti-obrero y anti-poLucha de clases nº 1, invierno 2011. En: http://www.revistaluchadepular,
sino
también la pérdida de raíces sociales de partidos
clases.cl/01/index.html
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Dossier
Mayo 2014
La Batalla
El paso a la defensiva
Se produce una fragmentación política, pero se
mantiene la unidad de clase de la burguesía. Se expresa
en la decisión, tomada en sus encuentros empresariales y
asociaciones (ICARE, CPC, etc) de defensa del “modelo”
con mayor intervención pública y “propuestas” para definir el
carácter de las reformas que se vendrán.
Así que, aunque no hay pérdida de la unidad burguesa, si hay un cambio: fueron puestos a la defensiva. Ahora, en vez del prepotente orgullo con el que “exportaban el
modelo chileno”, ahora deben salir a defenderlo.
La conmemoración por los 40 años del golpe, concentró esto. Manifestaciones múltiples pusieron a la defensiva a la derecha, culminando en las declaraciones de
Piñera intentando desligarse de la dictadura, el cierre del
Penal Cordillera, las demandas de sectores de la derecha
de sacar de las Declaraciones de Principios de sus partidos
la reivindicación del golpe.
Fue la expresión, en este terreno, del rechazo a
las herencias de la dictadura manifestadas en la lucha de
clases. La educación de mercado. El Código Laboral de
José Piñera. La discriminación a la diversidad sexual. Las
pensiones de hambre. La subcontratación. El sistema electoral binominal. La Constitución del ’80. La concentración
económica. La desigual distribución del ingreso. El saqueo
de los recursos naturales. El ahogo de las Regiones. El debilitamiento de los sindicatos. Así está siendo, todo a la vez,
tumultuosamente.
Y todo, impuesto por los procesos de lucha de clases.
Pero es un paso forzado a la defensiva, que nos los
deja pasivos. Intentarán pasar a la ofensiva. Aprovechando
la desaceleración económica, chantajearán al pueblo trabajador, y apuntarán sus cañones a las necesidades de nuevas “reformas estructurales”, avanzar en una mayor flexibilización laboral, profundizar la dependencia al imperialismo.
Revista Marxista de Teoria y Politica
cada vez más mediatizados y parlamentarios, verdaderas
máquinas de caza de puestos en la administración del Estado y sus distintas instituciones.
Además, con crecientes roces internos agudizados
por el sistema electoral binominal que los constriñe en sus
alianzas, que finalmente fueron desbordados. En las elecciones presidenciales, hubo nueve candidaturas: Bachelet
por la Nueva Mayoría, Matthei por la Alianza por Chile, Marco Enríquez Ominami por el PRO, Franco Parisi, Alfredo
Sfeir, Ricardo Israel, Marcel Claude, Roxana Miranda, Jocelyn- Holt.
Tras las elecciones, rupturas. En RN, el partido de
Piñera, distintos dirigentes y parlamentarios renunciaron,
comenzando por el senador Horvath. Antes en la UDI había
renunciado el diputado Cristian Letelier.
Se impulsan nuevos agrupamientos políticos. Fuerza Pública del ex ministro de Hacienda de Bachelet Andrés
Velasco, movimiento Democracia Regional de Horvath, apoyado por Cantero y Carlos Bianchi. Evópolis, de ex funcionarios del gobierno de Piñera. Se discute una posible ruptura
de RN que dé lugar a Renovación Liberal. Anteriormente,
se formó Revolución Democrática del ex dirigente estudiantil
y ahora diputado Giorgio Jackson. Apareció en las elecciones dándole visibilidad nacional el Partido Igualdad (con la
candidatura presidencial de Roxana Miranda), la Izquierda
Autónoma (con la elección a diputado del ex dirigente estudiantil Gabriel Boric).
Una fragmentación principalmente política, de los
partidos del régimen que a la vez abre paso a la expresión
de nuevos partidos por fuera del régimen antineoliberales (como el Partido Igualdad, o la candidatura de Marcel
Claude), en un régimen heredado de la dictadura anquilosado que se vio desbordado. Pero que no refleja aún una
fragmentación de la unidad de clase burguesa, ni supera la
fragmentación de la clase trabajadora y el resto de los explotados y oprimidos
Una mayor inestabilidad del régimen
La fragmentación de los partidos del régimen, el
paso a la defensiva de la burguesía, los cuestionamientos a
las instituciones del régimen (Parlamento, Justicia, Gobierno, etc.), y sobre todo, la necesidad de re-definir las alianzas
que sostuvieron estos 25 años tras la dictadura, que un cambio al sistema electoral binominal favorecerá, y que el surgimiento de nuevos agrupamientos políticos adelanta, abren
un escenario de mayor inestabilidad del régimen.
Esta ya se expresó en el nombramiento del Gabinete de Bachelet, que no resistió ni siquiera llegar a la asunción, forzando la renuncia de varios subsecretarios, empe-
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Dossier
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La Batalla
Revista Marxista de Teoria y Politica
zando por la de Educación Claudia Peirano, cuestionada por
sus declaraciones contra la educación gratuita, a favor del
lucro, y sus negocios familiares relacionados con empresas
de la educación. Se trató de un primer triunfo moral del movimiento estudiantil, que deberá ser un punto de apoyo para
conquistar triunfos políticos.
Una mayor inestabilidad del régimen que alentará
nuevos procesos de la lucha de clases y nuevos fenómenos
políticos.
Huelga Portuaria, San Antonio
Un nuevo ciclo de la lucha de clases
Recuperación de los métodos de la lucha de clases e
imposición de la agenda política
Las luchas del movimiento estudiantil, fueron el
primer embate de lo que terminó siendo la apertura de un
nuevo ciclo de la lucha de clases(3) .
Acompañada por la aparición ese año de un proceso de movilizaciones de la diversidad sexual y reactivación
del movimiento de mujeres expresado en fuertes movilizaciones cada 8 de marzo desde entonces.
Seguido de las protestas en Regiones, dando lugar
a revueltas locales en algunos casos(4) .
Llegando a la entrada en escena de la clase trabajadora, con sus sectores estratégicos y centrales, multiplicando sus paros y huelgas, recuperando sus métodos tradicionales de lucha, abriendo nuevos fenómenos en gestación(5)
Fueron radicalizándose los métodos de lucha, con
bloqueos y cortes de rutas, caminos y calles, bloqueos y tomas de los lugares de trabajo, tomas de edificios públicos.
En Regiones, se realizaron verdaderas revueltas locales,
que llegaron al control de algunas ciudades.
Las huelgas y paros obreros comenzaron a adquirir
un carácter político.
El 11 de julio del 2013 la CUT convocó a un Paro
Nacional con movilización que en Santiago reunió a más de
150.000 personas, en la convocatoria de los trabajadores
más grande desde el fin de la dictadura. Y que incluyó al
sector privado (más del 25% no concurrió a su trabajo ese
día, y si contamos los retrasos, llega hasta el 50%).
Fue antecedida por un paso adelante en constituir
una alianza de clases progresiva, con el paro con movilización obrero-estudiantil del 26 de junio que convocó a
150.000 personas en todo Chile, en una larga jornada de
más de 15 horas con cortes de calle, barricadas, concentraciones de obreros y estudiantes, en las principales ciudades
del país. Junto a los estudiantes se movilización los portuarios, los trabajadores subcontratistas del cobre, funcionarios
públicos, trabajadores del sector privado, y la adhesión de
la CUT.
Los distintos procesos de la lucha de clases impusieron la agenda política nacional. Principalmente las de3. Ver: revista La Batalla nº 1, noviembre 2011.
mandas educativas. Pero también de la diversidad sexual
4. Ver: revista La Batalla nº 2, mayo 2012.
(con las discusiones y leyes –limitadas- contra la discriminación, sobre el matrimonio entre personas del mismo sexo).
5 Ver: revista La Batalla nº 3, mayo 2013, y el artículo sobre paros De la clase trabajadora (cobre las pensiones de hambre, el
y huelgas en esta misma revista.
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Dossier
Mayo 2014
La Batalla
4% como máximo, con efectos sobre la clase trabajadora
que ya comienzan a sentirse: despidos a cuenta gotas, detención de la dinámica de aumentos
Nuevos fenómenos en la lucha de clases
Porque de, al menos, debilitarse el colchón del crecimiento económico, se produciría en un momento en que
no sólo se intensifica la lucha de clases y se inestabiliza el
régimen político, sino que se están gestando nuevos fenómenos.
Tres principalmente: el paro en solidaridad, el descontento con las direcciones sindicales burocráticas, nuevas
formas de organización desde la base con, por ejemplo,
delegados por áreas o secciones en los lugares de trabajo.
Caminos que empieza a recorrer la clase trabajadora, junto con los que está recorriendo el movimiento estudiantil, que plantean la tarea de levantarlos como banderas
de lucha, para que no queden como episodios anecdóticos
Desaceleración económica y posibilidad
de las luchas.
de exacerbar la lucha de clases
Y que de conjunto, van mostrando otro estado de
ánimo de los trabajadores y el resto de los explotados y opriEn estos años, la economía actuó como colchón midos.
a los procesos de la lucha de clases, con un crecimiento
económico cercano al 6% los tres primeros años del gobierEstado de ánimo de la clase trabajadora y
no de Piñera, y la disminución del desempleo (que rondó el
el resto de los explotados y oprimidos
5%), aunque creando empleo precario.
Sostenido en las condiciones económicas internaSe gesta un estado de ánimo más combativo. Que
cionales, los efectos de la reconstrucción tras el terremo- impugna las herencias de la dictadura.
to, un boom del consumo interno, y sobre todo, el llamado
Aunque hay signos que tienden hacia allí. En el mo“superciclo” del precio del cobre. Es decir, un crecimiento vimiento estudiantil, las JJCC, parte de la Nueva Mayoría,
económico frágil.
identificadas como freno a la lucha del 2011, y su continuiY esto estaría llegando a su fin. El déficit de cuen- dad el 2012 y 2013 con menor intensidad, perdieron la mata corriente aumenta. Y el economista José Gabriel Palma yoría de las Federaciones. En la emblemática Federación
advierte que presenta rasgos similares a la crisis de 1982: de Estudiantes de la Universidad de Chile (FECH), ganó un
financiarización de la economía, importaciones improducti- colectivo libertario amplio, el Frente de Estudiantes Libertavas, déficit de cuenta corriente, todo eso junto a un clima de rios, que encendió exageradamente las alarmas de la prenoptimismo. Esto ya preocupa, porque aunque las señales sa burguesa diciendo que el anarquismo volvía a la FECH
son negativas, una encuesta de enero del 2014 muestra que después de 80 años. En el movimiento obrero, surgen co71% de los hogares cree que la economía estará igual o lectivos político-sindicales que se reclaman clasistas y hasta
mejor con Bachelet. El choque entre las expectativas y la anti-capitalistas. En las elecciones presidenciales surgieron
realidad, en un clima de mayor lucha de clases y un régimen candidaturas anti-neoliberales que se proclaman anti-capitapolítico más inestable, puede profundizar estas tendencias. listas. Surgen las “asambleas territoriales”.
Pero sobre todo, la desaceleración llevaría el crecimiento al
Trotsky asigna importancia a la determinación del
Mayo 2014
Dossier
Revista Marxista de Teoria y Politica
Código Laboral, el sindicalismo, etc.). Y como efecto, sobre
el régimen político-electoral (sobre el cambio al binominal y
la Constitución del ’80). Un empresario, en uno de sus encuentros, se lamentaba porque “todo está en cuestión”.
A fines del 2013 e inicios del 2014, el proceso de
paro portuario, sacudió la calma estival. Con resultados dispares, y la superposición de dos demandas -el derecho justo
al pago del retroactivo por la media hora de colación, y el
derecho a la negociación conjunta de trabajadores contratados y trabajadores eventuales- con esta última como una
demanda que impugna uno de los pilares de las relaciones
entre empresarios y trabajadores, mostró un camino para
enfrentar las reformas laborales que se vendrán: este, de la
lucha de clases, o el camino de los diálogos sociales, como
el que está recorriendo la CUT en sus encuentros con la
Confederación de la Producción y el Comercio (CPC).
Los procesos de la lucha de clases vienen así intensificándose.
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La Batalla
Revista Marxista de Teoria y Politica
estado de ánimo del movimiento de masas: “Uno de los
elementos más importantes de la orientación es la determinación del estado de ánimo de las masas, de su actividad
y de su disposición para la lucha. Este estado de ánimo,
empero, no está determinado de antemano. Cambia bajo la
influencia de ciertas leyes que rigen la psicología de las masas que se ponen en movimiento por circunstancias sociales
objetivas. Dentro de ciertos límites, es posible cuantificar el
temperamento de las masas: circulación de la prensa, asistencia a las asambleas, elecciones manifestaciones, huelgas, etc. Para comprender la dinámica del proceso, hay que
determinar por qué y en qué sentido cambia el estado de
ánimo de la clase obrera. Mediante la combinación de datos
subjetivos y objetivos se puede determinar tentativamente la
dinámica del proceso, vale decir, efectuar un pronóstico fundamentado científicamente, sin el que sería inconcebible librar la lucha revolucionaria con seriedad. Pero un pronóstico
político no posee la exactitud del plano de una construcción;
es una hipótesis de trabajo”(6) .
Para caracterizar el estado de ánimo de las masas
hoy, consideramos que aún son fundamentalmente iniciativas de organizaciones políticas de la izquierda, sociales y
sindicales. Que todavía no se da el paso a la política, y es
predominantemente “posibilista”. Pero que expresa un estado de ánimo a la ofensiva y combativo, con mayor disposición a la lucha, buscando nuevas formas de organización.
Aunque no hay radicalización política. Y es inicial.
Pero en una dinámica que obliga a la burguesía y
sus partidos de la derecha y la Nueva Mayoría a tener que
responder. Y que abre mejores condiciones de posibilidad
para la tarea estratégica de la construcción de un partido
revolucionario de la clase trabajadora. Porque expresa, y
alienta, mayores contradicciones del conjunto del régimen.
1) Como vimos, un proceso de desarrollo de fenómenos
de lucha de clases, con tendencias a intensificarse, y
que llevó la política a las calles.
2) Un cambio general en la relación de fuerzas, que se
expresa no en victorias de la lucha de clases, pero sí
en un desplazamiento a izquierda del conjunto de la situación política y el ánimo y disposición a la lucha de la
clase obrera y sectores de las capas medias, logrando
hasta ahora imponer sus variadas agendas; a la vez que
se pone a la defensiva la burguesía (que no significa que
quede inmovilizada: buscará retomar la iniciativa).
3) el surgimiento, con avances y retrocesos, de sectores de vanguardia estudiantil e inicialmente de sectores,
más reducidos, de vanguardia obrera.
4) tendencias a la aparición de nuevos fenómenos políticos abriendo un “período de construcción estratégica”,
es decir, de re-definiciones y debates en las organizaciones de izquierda, y de lucha por cuáles banderas, por
cuáles estrategias, políticas y tácticas, organizarse para
luchar.
5) Finalmente, y es importante porque la lucha de clases
es una relación de choque entre las dos clases fundamentales que buscan alianzas para sus objetivos, cambios en la política de la burguesía para intentar contener
y frenar, o controlar, los procesos de la lucha de clases.
Centralmente dos: el más definido, es el intento de reformas cosméticas por arriba, vía parlamentaria, de la Nueva Mayoría; el otro es el de la derecha, aún indefinido.
Reformismo burgués neoliberal
Un tanteo preventivo
La burguesía y sus partidos, no sólo responden con
represión y ataques. Aunque está en el corazón de la defensa de sus intereses históricos. Solo bajo el gobierno de
Piñera, fueron asesinados un mapuche, Rodrigo Melinao,
El régimen viene acumulando un conjunto de con- un trabajador, Juan Pablo Jiménez, y un estudiante, Manuel
tradicciones que están abriendo el desarrollo de cinco fenó- Gutiérrez. Sin mencionar en detalles las innumerables denuncias de torturas policiales.
menos clave para la acción política de los revolucionarios:
El otro camino, son las reformas burguesas, es
decir, limitadas y en función de sus intereses y privilegios
6. Trotsky, “El ‘tercer período’ de los errores de la Internacional Co- aceptando perder algo para no perderlo todo, con el fin de
Un aumento en las contradicciones del
conjunto del régimen
munista”, Escritos, t. I, vol. 3, p. 649.
12
Dossier
Mayo 2014
La Batalla
es cambiarle el carácter, al menos transitoriamente: hacerla
más de presión, diluir las tendencias que empujan al surgimiento de un sector de vanguardia. Por otro lado, son cosméticas, superficiales, seniles: no tocará intereses de la burguesía (en un reciente estudio, la burguesía en Chile paga
¡1% de impuestos!). Este mismo carácter, hace que la lucha
de clases, pueda pegar un nuevo salto.
Se trata, probablemente, de un camino de ensayos.
La burguesía y sus partidos, tendrán que tantear medio ciegamente, hasta dónde podrán o deberán avanzar.
Es un camino que el régimen está empezando a recorrer para intentar impedir que se desarrollen los procesos
de lucha de clases, y parece ser que es la única política
seria que pueden seguir.
El rol del PC
Revista Marxista de Teoria y Politica
contener y evitar, a la vez tres procesos entrelazados pero
diferentes: el desarrollo de los procesos de lucha de clases,
los fenómenos políticos que impulsan, y las tendencias a
una política de clase, propia, independiente de toda variante
patronal.
Según la situación política en que se vean obligados
a llevarlas adelante, será su profundidad. Chile tuvo experiencias de reformismo burgués, entre ellas, en la década de
1960, con la Democracia Cristiana y Frei Montalva. Década
de radicalización política: la CUT del ’53 con su Declaración
de Principios, sus huelgas generales y movilizaciones en
apoyo a la Revolución Cubana; la cuasi-insurrección del 2
de abril de 1957, etc. Y se dio en el marco de la Alianza para
el Progreso del imperialismo estadounidense que alentaba
esa respuesta burguesa. En esa situación, el grado de reformas burguesas era mayor que las 3 reformas de Bachelet:
fue la reforma agraria (limitada), la vivienda social (limitada),
la chilenización del cobre (limitada), entre otras. Sus consecuencias fueron el fortalecimiento de la DC, pero dio paso a
mayores hechos de la lucha de clases tomándole la palabra
al Gobierno: Reforma Universitaria, huelga general de 1967,
aumento de las huelgas (de 723 en 1965 a 1142 en 1967),
más de 100 tomas de pobladores, 500 huelgas de trabajadores agrícolas y 100 tomas de fundo. Posteriormente, el
camino reformista se radicalizó, con el Frente Popular de la
UP de Salvador Allende, y que avanzaría a la formación de
los Cordones Industriales.
En esta situación política, las tres reformas de Bachelet, son más limitadas. No tocan intereses materiales de
la burguesía (salvo, marginalmente, podría ser la reforma
tributaria). Pero dadas las condiciones de trabajo y de vida
de millones hoy en Chile, podrán impactar en la subjetividad
de las clases y fracciones de clase que retoman los métodos
de la lucha de clases.
Se trata de un reformismo burgués, senil, neoliberal.
El carácter de esta política de la Nueva Mayoría (con su reforma educacional, tributaria y constitucional, a la que podría
agregarse una laboral) es doble: Por un lado, preventivo:
la lucha de clases, como decimos, no se ha radicalizado, y
está dando sus primeros embates. Pero dado el asfixiante
régimen imperante en Chile, son válvulas de escape que sí
pueden oxigenar al régimen. Sus efectos, como venimos
planteando, pueden ser avivar “ilusiones posibilistas”. Lo
que no excluye lucha de clases. Pero lo que puede hacer
Las alianzas de partidos obreros con partidos burgueses son conocidas como políticas, o estrategias, de
Frente Popular. Se utilizan como último recurso antes del
enfrentamiento decisivo entre reforma y revolución.
Pero previamente y si la situación política y de la
lucha de clases lo plantea y permite, se prueban otros caminos, como el ministerialismo (participación de los partidos obreros en los gabinetes de gobiernos burgueses), o
el parlamentarismo (introduciendo reformas graduales vía el
Parlamento).
En este caso, la alianza del PC con los partidos burgueses de la Concertación en la Nueva Mayoría, combina
esas dos formas previas. Su rol es hacer de puente con “los
movimientos sociales”. Por eso su carácter es más bien socialdemócrata moderado, en los marcos del neoliberalismo.
Para jugar ese rol, cuenta a su favor que alcanzó
seis parlamentarios, e integrará el Gabinete de Bachelet con
la ministra del Sernam Claudia Pascual. A la vez que tiene
la presidencia de la CUT, y pretenden conformar la “bancada estudiantil” o de los “movimientos sociales”, junto a otros
diputados.
Como límite, hay dos hechos clave: 1) las JJCC han
perdido todas las Federaciones (excepto, en unas elecciones denunciadas, la de la Universidad de Valparaíso). 2) las
huelgas de este año mostraron que son de sectores donde
la burocracia sindical de la CUT (co-dirigida por el PC y el
PS) no tiene peso (como los portuarios), y donde sí tiene
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Dossier
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La Batalla
Revista Marxista de Teoria y Politica
emerge un ánimo anti-burocrático (recolectores de basura,
Integra, Junji, parcialmente en Municipales, etc.), o paros
que dan nuevas formas de organización con democracia de
bases (como los Delegados de Correos de Chile).
Su objetivo general es oxigenar al régimen, a la vez
que contener, y en lo posible revertir, la tendencia a la intensificación de la lucha de clases.
Esto plantea nuevos desafíos a los revolucionarios
de la clase obrera.
¿Cómo actuar ante políticas reformistas
de la burguesía?
Como vemos, un nuevo momento político se viene
abriendo paso. Lo más probable es que, mediante tanteos,
la burguesía, con su gobierno de la Nueva Mayoría, intente
reformas en los marcos del neoliberalismo. Hay que prepararse para enfrentarlo revolucionariamente.
Debemos partir por una definición general que
Trotsky plantea en una situación revolucionaria, la década
de 1930 en Francia: “La tesis marxista general, según la
cual las reformas sociales no son más que los subproductos
de la lucha revolucionaria reviste una importancia candente
e inmediata en la época de la declinación capitalista. Los
capitalistas no pueden ceder algo a los obreros más que
cuando están amenazados por el peligro de perderlo todo.
Pero incluso las mayores ‘concesiones’ de las que es capaz
el capitalismo contemporáneo, acorralado en un callejón sin
salida, seguirán siendo insignificantes en comparación con
la miseria de las masas y la profundidad de la crisis social”
(5).
Esto no significa rechazar cualquier progreso en las
condiciones de trabajo o de vida de los explotados y oprimidos: “La fórmula marxista, en realidad, debe ser la siguiente:
mientras explican día a día a las masas que el capitalismo
burgués en putrefacción no sólo no deja lugar para el mejoramiento de su situación… no pierden ni una sola ocasión de
7. Trotsky, “Una vez más, ¿adónde va Francia?”, en ¿Adónde va
Francia?
8. Trotsky. La discusión en Bélgica y el Plan de Man. Escritos, libro
4. 2 de marzo 1935.
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arrancar al enemigo tal o cual concesión parcial, o por lo menos, impedirle bajar aún más el nivel de vida de los obreros”.
Entonces, en primer lugar, a propósito de un plan
de reformas que en esos mismos años en Bélgica impulsó
el reformismo de entonces, el Partido Obrero belga, Trotsky
remarcó que deberá educarse a la clase trabajadora y todos
los explotados y oprimidos, que será con los métodos de la
lucha de clases que se podrá avanzar: “¿En qué consiste el
engaño del plan? En el hecho de que la dirección del POB,
de Man incluido, no desea conducir a las masas a la lucha,
y sin lucha este plan, inadecuado como es, resulta completamente irrealizable. Entonces, cuando les decimos a las
masas que para aplicar este imperfecto plan es necesario
pelear hasta las últimas consecuencias, estamos lejos de
ocultarles el engaño; por el contrario, les ayudamos a descubrirlo a través de su propia experiencia” (6).
Por lo mismo, en segundo lugar, es necesario luchar
por la centralidad de la clase obrera, para la lucha misma,
como por una salida de clase independiente. En el mismo
texto, Trotsky decía: “el defecto fundamental del plan: sus
autores desean colocarse por encima de las clases, que es
lo mismo que decir fuera de la realidad. Como quieren ganarse a todo el mundo, hablan del público en general. Quieren nacionalizar la banca sin perjudicar a las altas finanzas,
nacionalizar los trusts garantizándole generosamente a la
gran burguesía tres generaciones más de parasitismo. Quieren acudir en auxilio de los campesinos sin violar los intereses de los terratenientes, de los trusts de fertilizantes y de
las grandes compañías molineras. Evidentemente, también
quieren ganarse a todos los regímenes políticos posibles, ya
que afirman que su plan es neutral respecto a los partidos y
hasta a los regímenes políticos”. Y agregaba: “No conquistaremos a la burguesía; su conciencia de clase es inconmovible; se ríe de nuestros consejos; se dispone a aplastarnos.
Cuanto más gentiles, conciliadores y obsequiosos somos,
menos nos respeta la burguesía, más intransigente y arrogante se vuelve. Me parece que esta lección surge de toda
la historia de la lucha de clases. Por otra parte, al correr
con nuestras súplicas tras el supuesto público en general
y al hacer concesión tras concesión para pacificar al ídolo
capitalista, arriesgamos disgustar a los desposeídos, que ya
comienzan a decirse: “Son los consejeros de las clases dominantes y no los dirigentes de las clases oprimidas.” Nunca
ganaremos el corazón del enemigo de clase, pero corremos
La Batalla
Partidos y políticas anti-neoliberales
Marcel Claude y el movimiento Todos a la Moneda. Como
voz de todos los movimientos sociales, que luchaba por
una “sociedad de derechos”. ¿Qué país se proponía? Que
“nuestro país sea un lugar democrático, justo y participativo”. Que no esté regido por “el capitalismo salvaje”. Por
eso, por ejemplo, ante la re-nacionalización del cobre, se
planteaba: “La participación privada debe estar sujeta al
respeto irrestricto del interés nacional, y a la conservación
de la riqueza y la diversidad de nuestro ecosistema”. Un capitalismo humano. Es decir, una relación armónica entre las
clases antagónicas.
Ya Lenin combatía esta estrategia: “El marxismo
juzga los ‘intereses’ de acuerdo con las contradicciones de
clase y con la lucha de clases, que se manifiestan en millones de hechos de la vida diaria. La pequeño burguesía
parlotea y sueña con la atenuación de los antagonismos,
cuyo agravamiento, ‘argumentan’, lleva a consecuencias
perjudiciales” (8).
Está configurándose también una variante, por organizaciones libertarias y anarquistas (que la entrada de un
partido como el PC al gobierno de Bachelet probablemente
favorezca sus concepciones contra los partidos), que está
en proceso de discusión sobre su política, pero que vienen
definiendo una de “ruptura democrática” (lo que los aproxima al etapismo reformista y la colaboración de clases).
La actuación de estos grupos, probablemente, sea
la de los zigzag: entre los acuerdos con el régimen y su impugnación, entre las mesas de diálogo y las movilizaciones,
entre las movilizaciones de presión y las movilizaciones que
sacudan al régimen.
Ante estos caminos, se plantea más necesaria una
política revolucionaria de la clase trabajadora, que enfrente
el reformismo burgués neoliberal, las políticas reformistas,
y sus variantes anti-neoliberales. Para esta batalla, la tarea
planteada es la de luchar por poner en pie un partido revolucionario de la clase trabajadora.
Revista Marxista de Teoria y Politica
el peligro de perder para siempre la confianza de nuestra
propia clase. La incomprensión de esta ley fundamental
constituye la principal debilidad del plan. Tenemos que rehacerlo. Tenemos que dirigirnos directamente a los asalariados
y a los explotados. Tenemos que utilizar un lenguaje claro y
firme. Tenemos que transformar el plan en un programa de
acción para todo el proletariado”.
En tercer lugar, es necesario impulsar políticas de
frente único en la lucha de clases, que contribuyan al surgimiento de organismos de democracia directa. Y que comience por la unidad de las filas de los trabajadores, hoy
dispersos: “A cualquier costo es necesario el frente único
de nuestra clase; unidad de acción de los trabajadores, de
todas las organizaciones sindicales, políticas, cooperativas,
educacionales y deportivas y, en primer lugar, unidad sindical, con un fin específico, la aplicación del plan para la nacionalización y la socialización para la conquista del poder.
Debemos movilizar a los verdaderos militantes obreros en
una vigorosa campaña por todo el país”.
Esto requerirá acuerdos de acción incluso con dirigencias burocráticas, como las de la CUT. “El reformismo
contiene siempre la posibilidad de una traición. Pero esto
no significa que reformismo y traición se identifiquen en
cualquier momento. Puede haber acuerdos provisorios con
los reformistas cuando estos dan un paso adelante. Pero
cuando, asustados por el movimiento de masas, lo traicionan, mantener la coalición con ellos equivale a tolerar a los
traidores y disimular la traición” (7).
En cuarto lugar, planteando un programa de acción
transicional, que tienda un puente entre la conciencia actual
de los trabajadores y el resto de los explotados y oprimidos,
y las tareas objetivas presentes e históricas planteadas.
Se trata de políticas y tácticas para una repuesta
independiente de la clase trabajadora al nuevo momento
político que se anuncia. Porque hay otros caminos.
Es el camino que disuelve la lucha por la hegemonía de la clase trabajadora, es decir, la construcción de una
alianza uniendo detrás de sí al resto de los explotados y
9. Trotsky. Stalin, el gran organizador de derrotas.
oprimidos.
Es el que expresó nítidamente la candidatura de
10. Lenin. La bancarrota de la II Internacional.
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La Batalla
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“Millerandismo”“parlamentarismo
revolucionario” y la actitud del marxismo
revolucionario ante las instituciones burguesas
Bancada Estudiantil
ANTONIO JUSTO
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La Batalla
capitalista, rescatar estos debates, es rescatar la tradición
del marxismo frente a sus enemigos como una “guía para
la acción” revolucionaria, en la perspectiva más actual que
nunca, de preparar las fuerzas para la construcción de un
gran partido revolucionario de la clase trabajadora, combativo e internacionalista.
El “millerandismo” y
la participación del “socialismo”
en los gobiernos burgueses
“La naturaleza de un gobierno burgués no viene
determinada por el carácter personal de sus miembros,
sino por su función orgánica en la sociedad burguesa.
El gobierno del estado moderno es esencialmente una
organización de dominación de clase cuya función regular
es una de las condiciones de existencia para el estado de
clase. Con la entrada de un socialista en el gobierno, la dominación de clase continúa existiendo; el gobierno burgués
no se transforma en un gobierno socialista, pero en cambio
un socialista se transforma en un ministro burgués”.
Rosa Luxemburgo
Revista Marxista de Teoria y Politica
Rescatar los debates históricos y teóricos fundamentales del movimiento obrero y del marxismo no tiene
un sentido de “investigación”, sino extraer las lecciones
fundamentales para preparar las victorias futuras de la
clase obrera. Se apresta a asumir al poder un gobierno
de reformas burguesas (seniles) que buscará restaurar la
legitimidad del régimen, golpeada por la lucha de clases,
y apoyado por el Partido Comunista tanto en el ministerio
de la mujer como en el bloque parlamentario en la Nueva
Mayoría. Buscan desviar los procesos de lucha de clases
e impedir la organización y la movilización independiente
de la clase obrera y el desarrollo de la tendencia al enfrentamiento entre amplios sectores de la clase trabajadora, el
movimiento estudiantil, movimiento regionales y el pueblo
mapuche frente a un régimen agotado, para un nuevo período de estabilidad política. Se planteará en el movimiento
obrero y en las nuevas camadas que despiertan a la vida
política con diversas luchas, un combate frente al reformismo que intentará subordinar estas batallas a los intereses
de las reformas democráticas en los marcos del sistema
capitalista y del régimen neo-pinochetista, al mismo tiempo
que buscará dotarse de una mayor organicidad aislando a
los sectores más combativos.
Esto, por otro lado, ha abierto un rechazo en amplios sectores del activismo, mayormente estudiantil tras
años de luchas frente al régimen e inicialmente en diversos
sectores del movimiento obrero que despiertan con luchas
largas huelgas, paros ilegales y recuperando los métodos
combativos, cuestionando en algunos casos a la burocracia
sindical. Esto alimenta también el fortalecimiento de tendencias “anarquistas”, reformistas de izquierda y un reaparecer del sindicalismo burocrático combativo, que mientras
en gran parte comparten la estrategia de “unidad de la izquierda” y del “socialismo del siglo XXI” del Partido Comunista (chavismo y los gobiernos “progresistas”), desarrollan
un discurso de “lucha y movilización” y los hace atractivos a
nuevos sectores de la vanguardia juvenil e inicialmente en
sectores obreros, alejando a la clase obrera y los oprimidos
de la lucha por el derrocamiento del sistema capitalista y
por la instauración de una República de los Trabajadores
basado en sus organismos de combate y auto-determinación.
Hoy, cuando muchos en nombre del “marxismo”
por un lado intentan mostrar la “conveniencia” de apoyar
a Bachelet en el camino de las reformas llevando a los trabajadores tras la colaboración con los partidos burgueses
“progresistas”, y por otro, limitar la lucha del proletariado
a conquistas “anti-neoliberales” en los marcos del régimen
La revolución conocida como la Comuna de París
de marzo-abril de 1871 en Francia fue el primer alzamiento
de la clase trabajadora que la lleva al poder, instaurando su
propio gobierno mediante la movilización revolucionaria y
la insurrección de masas encabezada por el proletariado.
Ensayo de una auténtica República de los Trabajadores,
fue aplastada violentamente por la alianza contrarrevolucionaria de la burguesía y los terratenientes, liberales y
monárquicos, desde Francia a Prusia, que suspendieron
provisoriamente sus hostilidades(1) ante la amenaza de la
revolución proletaria ya no en nombre de tal cual dominación, sino de la emancipación de los trabajadores de todo
régimen social de explotación y opresión. Fue el primer intento de “tomar el cielo por asalto” como diría Marx.
Para Engels y Marx, la Comuna había “colocado la
acción política del proletariado a la orden del día”(2) , que
los llevó a duras polémicas con los blanquistas(3) y a la
1. En 1870 se inicia la guerra franco-prusiana. Tras la detención
del rey a manos del ejército prusiano y proclamarada la Tercera
República, ante la insurrección de la Comuna, se unen los dos ejércitos y las clases dominantes para terminar violentamente con el
alzamiento.
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ruptura en el seno de la Primera Internacional con las tendencias anarquistas lideradas por Bakunin, que se negaban
a la lucha por la conquista del poder político por parte de la
clase obrera y a la construcción de partidos obreros independientes, dos lecciones claves de la Comuna y que servirían no solo para forjar una nueva tradición revolucionaria
sino para ponerla en función de enseñanzas en la lucha por
el derrocamiento de la sociedad burguesa(4) .
La derrota de la Comuna abrió una etapa de restauración del poder burgués y un nuevo equilibrio en Europa
con una prolongada expansión de las fuerzas productivas,
la penetración de la economía capitalista en nuevas áreas
y fronteras, y el dominio de amplios territorios, saqueados
y transformados en colonias por un puñado de naciones
imperialistas, sometidos al yugo del capital financiero. Y
marcó, sobretodo un prolongado período de ausencia de
revoluciones proletarias en Europa. Sólo más de 30 años
después la revolución llama a las puertas de Europa, cuando la revolución rusa y la insurrección de Moscú sacudió
el dominio del reaccionario imperio pan ruso de los zares.
Lenin, comparándola con la revolución rusa de 1905 y la
insurrección de diciembre en Moscú, señaló que “pese a
la gran diferencia que había entre los objetivos y las tareas
de la revolución rusa y los de la francesa de 1871, el proletariado ruso hubo de recurrir al mismo método de lucha
que la Comuna de Paris había sido la primera en utilizar:
la guerra civil. (…) La Comuna enseño al proletariado europeo a plantear en forma concreta las taras de la revolución
socialista(5).”
2. Sobre la acción política de la clase obrera. Engels. Acta de
la sesión de la Conferencia de Londres de septiembre de 1871
de la Asociación Internacional de los Trabajadores, conocida
como Primera Internacional. http://www.marxists.org/espanol/m-e/1870s/1871accion.htm
3. Partidarios del golpe de estado revolucionario. A la vez que
tenían un gran heroísmo, actuaban mediante la planificación y
conspiración en pequeños grupos que realizaban aventuras putschistas, desconectada de las acciones de masas revolucionarias.
4. Anarquismo versus Trotskismo. Lo que nos une y lo que nos
separa. La Batalla n° 2.
5. V.I. Lenin. Enseñanzas de la Comuna. https://www.marxists.org/
espanol/lenin/obras/1908/marzo/23.htm
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El caso Dreyfus y la necesidad del
proletariado de “hacer política”
En Francia, la Tercera República -que fue recibida en su momento, 4 de septiembre de 1870, con manifestaciones de masas- se asentó sobre la sangre de los
comuneros y del fracaso militar frente a Prusia. Rodeada
de instituciones monárquicas, fue fruto del pacto monárquico-liberal-republicano, que buscaba terminar con la revolución desde abajo, e impedir el surgimiento del bonapartismo. Retornaron las disputas, saqueos y repartos de poder
entre las clases dominantes y la lucha política entre las
camarillas monárquicas y las fracciones burguesas, entre
una república conservadora pactada con los monárquicos
liberales y las intrigas palaciegas de las oscuras fuerzas de
la reacción militarista y clerical que amenazaba constantemente la república.
El fortalecimiento de las instituciones democráticas
y los intentos de renovación de los regímenes burgueses y
monárquicos le planteaban al proletariado una nueva escuela buscando combinar el trabajo sindical con el trabajo
al interior de las instituciones burguesas, en particular, la
utilización de la táctica parlamentaria.
En estas condiciones, el año 1894, surge el “Affair
Dreyfus” que en doce años sacudirá Francia con agudas
crisis políticas y movilizaciones sociales.
El surgimiento y consolidación del Estado burgués
moderno había sido acompañado de la expansión del militarismo. La conquista de nuevos dominios, colonizados por
las potencias imperialistas en nombre del libre comercio y
la protección de sus fronteras alimentó un reforzamiento de
la industria militar y de la maquinaria del ejército y la marina.
Las Fuerzas Armadas se fueron reforzando sigilosamente
bajo el amparo del crecimiento económico y la hipócrita paz
de naciones, que conduciría a la primera guerra mundial.
Así, el problema del militarismo y del imperialismo pasó a
ser durante todo este período un debate creciente en el
seno de la Segunda Internacional.
Alfred Dreyfus era un oficial judío del estado mayor
francés, ligado a la República. En 1894, una conspiración
fraguada en su contra lo acusó falsamente de colaborar
con el estado mayor alemán, y una corte marcial secreta
lo condena a cadena perpetua en la Isla del Diablo, Guyana francesa. El caso Dreyfus adquiere un creciente peso
en la política nacional, agudas controversias públicas por
el montaje judicial, las falsas pruebas y testimonios, procesos, revisiones de procesos, pericias, etc. donde se fueron desnudando las intrigadas monárquicas sacudiendo la
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gran huelga, o una manifestación callejera, o un motín de
hambrientos, o una insurrección militar, o un levantamiento
colonial, sino también a consecuencia de cualquier crisis política, como por ejemplo el caso Dreyfus, o el incidente de
Saverne, o de un referéndum con motivo de la separación
de una nación oprimida, etc”(10) . El proletariado debe estar
preparado para intervenir en abruptos giros de la lucha de
clases y en las grandes crisis políticas venideras.
Una segunda cuestión clave “consiste, para nosotros, en que el asunto le dio la posibilidad de hacer un gran
movimiento, que sacudió a todo el país, el objeto de la lucha
de clases, y de esta manera se extendió, en un corto periodo de tiempo, la consciencia más socialista que podríamos
haber desarrollado durante muchos años por medio de la
propaganda abstracta para nuestros principios”. Por una
parte, era aprovechar las condiciones de la crisis política
burguesa para la movilización de las masas trabajadoras,
“condición necesaria para cualquier acción grande y llena
de energía”. En función de la lucha de clases, y de sus métodos. Por otra parte, es sólo una “acción grande y llena de
energía”, resuelta y combativa basada en la movilización
de las masas explotadas y oprimidas, la permite pegar un
salto en la consciencia socialista de amplios sectores “en
un corto período de tiempo”. Esta ubicación le dio la oportunidad al movimiento socialista de dirigir amplios sectores
proletariado en esa campaña, y ganar para sus principios a
una nueva escala.
¿Con qué política y qué tácticas intervenir? ¿con
qué programa y estrategia? ¿con qué alianzas y objetivos?
Estas preguntas serían el motivo de agudos debates, polémicas y rupturas., y de “dos concepciones” antagónicas: marxismo y oportunismo (reformismo).
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III República, desatando una aguda crisis y polarización
política. Para Rosa Luxemburgo, en la conspiración del
caso Dreyfus operaban cuatro fuerzas: el militarismo; el
chovinismo-nacionalismo; anti-semitismo; y el clericalismo,
“enemigos directos del proletariado”(6) . En otro artículo de
la época señalaba: “El asunto Dreyfus había despertado todas las fuerzas reaccionarias latentes en Francia”(7) . Una
alianza republicano, liberal y anti-clerical desarrolló una amplia campaña en la defensa de Dreyfus y contra las fuerzas
monárquicas. Se suceden las manifestaciones y concentraciones, publicaciones y agrupaciones encabezadas por el
liberalismo.
En el marco de una profunda agitación política, el
movimiento socialista francés, y la Segunda Internacional,
que tenía partidos con creciente peso en la vida nacional
de diversos países de Europa, discuten ¿en qué medida
ésta interesaba a los trabajadores, a sus intereses de clase
inmediatos e históricos? ¿Qué rol le cabo a la clase obrera
desempeñar en una crisis política nacional? ¿se debe intervenir en la política donde predomina el campo de acción de
la clase enemiga? ¿en su terreno?
Rosa Luxemburgo, que luego se convertirá en la
principal dirigenta del ala izquierda de la socialdemocracia
alemana, polemiza con quienes rechazan la lucha política y
utópicamente creen que pueden obviar la sociedad burguesa “a través de la fundación, en cada país, de una colonia
separada (8)”.
¿Dónde radicaba la importancia del asunto Dreyfus? Una primera clave, que “por primera vez se convocó
a la clase obrera a combatir en una gran batalla política(9)”
Combatiendo la ideología anarquista que aleja al proletariado de la lucha de clases proletaria por la conquista del poder político, “el proletariado debe influir en todos los eventos
sociales (…) en todos los acontecimientos políticos de la
sociedad burguesa”. En Francia, Jean Jaurés, principal dirigente del movimiento socialista -formado por diversas corrientes y tendencias sin un partido unificado- llama a la intervención activa del proletariado en la crisis nacional para
enfrentar a las fuerzas de la reacción restauradora. Para la
socialdemocracia -sinónimo en ese momento de “marxista”- el proletariado no podía eludir la lucha política planteada y era un deber del movimiento marxista promover y organizar su movilización. Lenin, años más tarde, establece una
interesante dialéctica entre las crisis políticas y su relación
con la revolución proletaria. En su folleto La revolución socialista y el derecho de las naciones a la autodeterminación
extraía la siguiente conclusión del caso Dreyfus: “La revolución socialista puede estallar, no solamente a raíz de una
6. Rosa Luxemburgo. El affair dreyfus y el caso Millerand. https://
www.marxists.org/archive/luxemburg/1899/11/dreyfus-affair.htm
7. Rosa Luxembugo. La crisis socialista en francia. http://www.
marxists.org/espanol/luxem/02LacrisissocialistaenFrancia_0.pdf
8. Rosa Luxemburgo. La crisis socialista en Francia
9. Rosa Luxemburgo. La crisis socialista en Francia
10. V. I. Lenin. La revolución socialista y el derecho de los pueblos
a la autodeterminación.
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El Gabinete de Defensa de la República y el
“Millerandismo”
Hacia 1897 el asunto va tomando primacía nacional. En 1898 se publica Manifiesto de los Intelectuales y
se funda la Liga de los Derechos del Hombre, apoyando a
Dreyfus. El Ministro de Guerra, general Cavaignac, busca
incriminarlo con nuevas pruebas, que resultan ser falsificadas, acompañado del suicidio del autor que genera una
nueva conmoción. 1899 es el apogeo de la crisis política
por el caso Dreyfus. En febrero muere el presidente Faure.
En junio asume la presidencia el republicano Pierre Waldeck-Rousseau, y llama a formar un “Gabinete de defensa
de la República”, amenazada por las fuerzas monárquicas.
Ese gobierno, de carácter hegemonizado por los republicanos burgueses tenía una novedad histórica: por primera
es convocado un socialista a formar parte de un gobierno
burgués.
Alexandre Millerand, jefe del bloque socialista en el
parlamento, ingresa como ministro de comercio. Junto a él,
en el mismo gobierno, es nombrado Galifet ministro de guerra, ¡el mismo oficial que había ordenado la ejecución de
más de 30.000 comuneros en 1871 en la heroica Comuna
de París!(11) El conocido “millerandismo” (y luego ministerialismo, por la participación en ministerios de gobiernos
burgueses) convocó en una tarea común a un “representante” de las clases trabajadoras junto a un sanguinario reaccionario devenido en “republicano”. La “unidad de la democracia” para hacer frente a la monarquía, con un programa
democrático de reformas. Una política muy parecida a la
que luego levantará el estalinismo bajo la estrategia de los
Frentes Populares, una alianza de partidos proletarios junto
a partidos burgueses “progresistas” o “antifascistas”, ya con
el argumento de frenar a los fascistas y a la derecha, o de
avanzar al “socialismo” y a “transformaciones estructurales”. Mismo argumento que hoy utiliza el Partido Comunista
en Chile asumiendo un ministerio y cargos en el gobierno
burgués reformista de Michelle Bachelet.
El “millerandismo” provoca a la vez, la primera división importante en las filas del movimiento socialista.
Jaurés, que correctamente había señalado la necesidad de la intervención de los trabajadores en la crisis política, fue girando progresivamente hacia posiciones oportunistas, primero por la defensa de Dreyfus con una política
de “reforma” del ejército (cuestión que Rosa Luxemburgo
polemizó oponiendo el programa de las milicias armadas
contra el militarismo) y luego promoviendo y defendiendo
la entrada de Millerand en el gobierno republicano de “defensa nacional” formando un bloque con los liberales. Jules
Guesde, que encabezada el Partido Obrero Francés, correctamente se opuso a la entrada al gobierno denunciando la colaboración con la burguesía y librando un combate
contra el “millerandismo”.
La denuncia de Rosa Luxemburgo
A inicios de 1901, transcurrido más de un año de
la asunción de Alexandre Millerand al gobierno burgués de
Waldeck-Rousseau, Rosa Luxemburgo denuncia agudamente al régimen de la III República y en particular al radicalismo burgués progresista y el liberalismo democrático,
incapaces de trastocar las instituciones monárquicas y de
avanzar a verdaderas transformaciones en la vida política
y social francesa. Denuncia al gobierno de defensa de la
república y la colaboración de los socialistas.
Tras 19 meses, “la república no ha debilitado a las
ordenes autorizadas(12)”. Para Rosa, los republicanos de
la década del 80 habían llegado más lejos con su programa
de reformas (removieron a los monárquicos del gobierno,
instauraron la educación libre y obligatoria, destituyeron
600 jueces monárquicos, golpearon al clero con la ley de
divorcio, redujeron el servicio militar a tres años, etc.). Ni
aún así jamás hubo un apoyo a esos gobiernos burgueses
por parte del socialismo.
“El gabinete radical de Waldeck-Rousseau no se ha
puesto a la altura siquiera de estas modestísimas medidas
republicanas de los oportunistas. Con una serie de ma11. En Chile, en 1938 llega al gobierno el radical Pedro Aguirre
Cerda encabezando una coalición frentepopulista de la cual forma- niobras ambiguas arrastradas durante 19 meses no logro
nada, absolutamente nada. No reorganizó la justicia militar
ba parte el Partido Comunista, bajo un programa de reformas deen lo más mínimo. No redujo el periodo del servicio militar.
mocráticas. Bajo esa paradoja de la historia, había formado parte
No tomó una sola medida para sacar a los monárquicos del
del gobierno de Arturo Alessandri y sido el principal responsable,
ejército, el poder judicial y la administración. No tomó una
como ministro del interior, de la masacre obrera de San Gregorio
sola medida contra el clero.”
en 1921.
El punto máximo de la colaboración con la burguesía en la defensa del régimen burgués fue con la ley de am12. Rosa Luxemburgo. La crisis socialista en Francia.
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Dossier
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La Batalla
Dos concepciones estratégicas antagónicas:
marxismo y oportunismo.
Para Jaurés, desde un punto de vista oportunista,
la entrada de Millerand al gobierno burgués planteaba la
posibilidad “para apoderarse de todos los poderes, sin ser
absorbidos por la sociedad burguesa”.
Se trataba de una batalla más general frente al revisionismo y oportunismo. Una cuestión en un primer momento “táctica”, se fue transformando en una batalla estratégica:
el debate más general sobre la reforma y la revolución. Dos
concepciones estratégicas antagónicas que se iban moldeando al calor de la lucha de clases y las luchas políticas.
Bernstein, líder del ala derecha, reformista, de la
socialdemocracia alemana acogía el “punto de vista de
la introducción gradual del socialismo en la sociedad burguesa”(14). Para el oportunismo es deseable la entrada
al gobierno, “penetrar poco a poco, en pequeñas dosis, el
socialismo en la sociedad capitalista”, buscando la transformación gradual del estado capitalista en estado socialista.
Si Bernstein había “revisado” la teoría marxista para quitarle
todo filo revolucionario y transformarlo en la doctrina de las
reformas en los marcos de la sociedad burguesa enemiga
de la revolución proletaria, Millerand había llevado por primera vez dicha teoría a la práctica.
Para Rosa Luxemburgo, había en juego una cuestión de estrategia revolucionaria. “El único método con la
ayuda de la cual podemos alcanzar la realización del socialismo es la lucha de clases. Podemos y debemos penetrar
en todas las instituciones de la sociedad burguesa, y poner
en uso todos los acontecimientos que ocurren allí y que
nos permita llevar a cabo la lucha de clases.”Pero frente
al gobierno burgués, “la naturaleza misma del gobierno excluye la posibilidad de la lucha de clases socialista (…) Un
ministerio no es, en general, un campo de acción para un
partido de la lucha de clases proletaria (…) El carácter de
un gobierno burgués no está determinado por el carácter
personal de sus miembros, sino por su función orgánica en
la sociedad burguesa. El gobierno del Estado moderno es
esencialmente una organización de la dominación de clase, su funcionamiento regular es una de las condiciones de
existencia del Estado de clase. Con la entrada de un socialista en el gobierno, la dominación de clases sigue existiendo, el gobierno burgués no se transforma en un gobierno
socialista, pero el socialista se transforma en un ministro
burgués. Las reformas socialistas que un ministro que es
amigo de los trabajadores puede hacer realidad no tiene
nada, en sí mismo, de socialista, sino que son socialistas en
la medida que se obtienen a través de la lucha de clases.
Pero viniendo de un ministro, las reformas sociales no pueden tener el carácter de la clase proletaria, sino únicamente
el carácter de la clase burguesa, por el ministro, por el cargo
que ocupa, se une a sí mismo a esa clase de todas las funciones de un burgués, el gobierno militarista. Mientras que
en el parlamento o en el consejo municipal, obtenemos reformas útiles mediante la lucha contra el gobierno burgués,
mientras que ocupando un cargo ministerial, llegamos a las
mismas reformas mediante el apoyo del Estado burgués.
La entrada de un socialista en un gobierno burgués no es,
como se cree, una conquista parcial del Estado burgués por
los socialistas, sino una conquista parcial del partido socialista por el Estado burgués(15) ”.
En la sociedad burguesa, la socialdemocracia, por
su propia esencia, está destinada a desempeñar el papel
de un partido de la oposición, no puede acceder al gobierno
sino sobre las bases de la ruina del Estado burgués”(16) .
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nistía para los oficiales monárquicos. “Finalmente, después
de mucho aspaviento, declaró que la republica no está en
condiciones de tomar medidas contra la pandilla de canallas militares y debe dejarlos en libertad sin más. ¿Para esto
era necesario la colaboración de un socialdemócrata en el
gabinete?”. Rosa ataca a los seguidores de Jaurés: “Para
salvar al gabinete los jaureristas votaron a favor de la amnistía y capitularon así en la campaña por Dreyfus”, quienes
justificaron su actitud y capitulación con el “trabajo por la
republica en su conjunto(13)”.
Un sector del movimiento socialista se pasa directamente al reformismo integrando sucesivamente los
gobiernos capitalistas posteriores. Jean Jaurés rompe con
este sector encabezado por Aristide Briand y René Vivani,
expulsados en 1906 del fomado Partido Socialista Francés
(SFIO, Sección Francesa de la Internacional Obrera), aunque sin renegar del “millerandismo” que había sido condenado en el Congreso de la Segunda Internacional de 1904.
13. Bis.
14. Rosa Luxemburgo. Una cuestión de táctica. http://www.marxists.org/francais/luxembur/works/1899/rl18990706.htm
15. Rosa Luxemburgo. El affair Dreyfus y el caso Millerand.
16. Rosa Luxemburgo. Una cuestión de táctica.
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Revista Marxista de Teoria y Politica
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Lenin, contra el reformismo
“En efecto, para nadie es un secreto que en el seno
de la socialdemocracia internacional contemporánea se
han formado dos tendencias cuya lucha ora se reaviva y
levanta llamas ora se calma y consume bajo las cenizas
de impresionantes “resoluciones de armisticio”. En qué consiste la “nueva tendencia, que asume una actitud “crítica”
frente al marxismo “viejo, dogmático”, lo ha dicho Bernstein
y lo ha mostrado Millerand con suficiente claridad. La socialdemocracia debe dejar de ser el partido de la revolución social para transformarse en un partido democrático
de reformas sociales. Bernstein ha apoyado esta reclamación política con toda una batería de “nuevos” argumentos
y razonamientos concertados con bastante armonía. Se ha
negado la posibilidad de basar el socialismo en argumentos
científicos y demostrar que es necesario e inevitable desde
el punto de vista de la concepción materialista de la historia; se ha refutado la miseria creciente, la proletarización y
la exacerbación de las contradicciones capitalistas; se ha
declarado carente de fundamento el concepto mismo de
“objetivo final” y rechazado de plano la idea de la dictadura del proletariado; se ha denegado que haya oposición de
principios entre el liberalismo y el socialismo, se ha rebatido
la teoría de la lucha de clases, afirmando que es inaplicable a una sociedad estrictamente democrática, gobernada
conforme a la voluntad de la mayoría, etc. (…) Millerand ha
dado un brillante ejemplo de este bernsteinianismo práctico:
¡por algo Bernstein y Vollmar se han apresurado a defender y ensalzar con tanto celo a Millerand! En efecto, si la
socialdemocracia es, en esencia, ni más ni menos que un
partido de reformas y debe tener el valor de reconocerlo con
franqueza, un socialista no sólo tiene derecho a entrar en
un ministerio burgués sino que incluso debe siempre aspirar
a ello. Si la democracia implica, en el fondo, la supresión de
la dominación de las clases, ¿por qué un ministro socialista
no ha de cautivar a todo el mundo burgués con discursos
acerca de la colaboración de las clases? ¿Por qué no ha de
seguir en el ministerio, aun después de que los asesinatos
de obreros por gendarmes hayan puesto de manifiesto por
centésima y milésima vez el verdadero carácter de la co-
laboración democrática de las clases? ¿Por qué no ha de
participar personalmente en la felicitación al zar, al que los
socialistas franceses no dan ahora otro nombre que el de
héroe de la horca, del látigo y de la deportación? ¡Y a cambio de esta infinita humillación y este autoenvilecimiento del
socialismo ante el mundo entero, a cambio de pervertir la
conciencia socialista de las masas obreras -única base que
pueda asegurarnos el triunfo-, a cambio de todo eso ofrecer
unos rimbombantes proyectos de reformas tan miserables
que eran mayores las que se lograba obtener de los gobiernos burgueses!”.(17)
La “utilización” del parlamentarismo
revolucionario como “táctica” en la
lucha por la dictadura proletaria
La cuestión del rol del Parlamento, su agotamiento
“histórico” y su eventual “utilización” por parte de los revolucionarios llenó páginas enteras del debate en el movimiento
marxista, y particularmente en la Segunda y Tercera Internacionales.
Siguiendo con Rosa Luxemburgo, que había denunciado el gobierno burgués de Waldeck-Rousseau en
Francia y la entrada del “socialista” Millerand (apoyado por
Jaurés) como ministro de comercio, que ayudaba a fortalecer el Estado burgués y debilitar al socialismo, y más tarde
combatió el revisionismo reformista de Bernstein, contra
quien escribió Reforma o Revolución, una notable polémica
en la lucha por los principios del marxismo como guía para
la acción revolucionaria de la clase obrera, de igual modo
combatió la ideología anarquista que eludía la lucha política
cotidiana preparatoria en el camino por la conquista del poder político por la clase obrera y desdeñaba la utilización del
parlamento como tribuna de agitación revolucionaria.
Por eso señalaba, embargo, una “diferencia esencial entre el cuerpo legislativo y el gobierno de un estado
burgués”(18) . Si un ministerio socialista fortalece al Estado
burgués y debilita, al socialismo, vale decir, a la lucha de
clases proletaria, por otra parte, en el parlamento, se puede
desarrollar una labor revolucionaria de oposición a la legislación y al gobierno burgués en su conjunto, para fortalecer
la lucha de clase del proletariado. “La socialdemocracia,
17. V. I. Lenin. ¿Qué Hacer? Problemas candentes de nuestro para llevar a cabo una acción eficaz debe ocupar todas las
movimiento. http://www.marxists.org/espanol/lenin/obras/1900s/ posiciones disponibles en el estado actual y la necesidad
quehacer/
de ganar terreno en todas las partes. Pero con una condición: que éstas posiciones permitan llevar a cabo la lucha
18. Rosa Luxemburgo. Una cuestion de tactica.
de clases, la lucha contra la burguesía y su estado(19)”.
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3.- “Años de la reacción (1907-1910)”, “fue esta
gran derrota la que enseño a los partidos revolucionarios
y a la clase revolucionaria una lección real y muy útil, una
lección de dialéctica histórica, una lección de comprensión
de la lucha política y del arte y la ciencia de esa lucha. Los
amigos se conocen en la desgracia. Los ejércitos derrotados aprenden su lección.”
4.- “Años de ascenso (1910-1914)”. “los bolcheviques desplazaron a los mencheviques” combinando “el trabajo ilegal con la utilización obligatoria de las “posibilidades
Los bolcheviques:
legales””.
un partido revolucionario de combate y
5.- “La Primera Guerra Mundial imperialista (1914la combinación del trabajo legal con ilegal
1917)”
6.- “Segunda revolución en Rusia (febrero a octubre
En Rusia, bajo dominio del zar, se templó el bolchevismo como fracción revolucionaria del proletariado. Tres de 1917)”(20) .
cuestiones centrales forjaron para Lenin al partido: la teoría
marxista, el internacionalismo y una riqueza de experiencia La utilización del Parlamento y la lucha contra
las “desviaciones” izquierdistas
en la lucha revolucionaria “Por una parte, el bolchevismo
surgió en 1903 sobre una base muy sólida de la teoría marTal como el ímpetu de la revolución de 1905, el texista (…) siguió con el mayor celo y atención cada “última
palabra” en Europa y América (…) La Rusia revolucionaria, rror contrarrevolucionario constituyó una fase siguiente en
en la segunda mitad del siglo XIX , logro una riqueza de la preparación de los bolcheviques. El zar Nicolás II, en venvínculos internacionales y un excelente conocimiento de ganza con el proletariado insurrecto lanzó, de la mano del
las formas y teorías del movimiento revolucionario mundial ministro del interior Stolypin una brutal reacción, asesinatos,
como ningún otro país” . Así “paso por quince años de his- persecuciones, cárcel, deportaciones y represión a la clase
toria práctica (1903-1917) sin parangón en el mundo por su obrera(21) . A la vez, se vio obligada a ensayar tímidas meriqueza de experiencias. [...] rápida y variada su sucesión
de distintas formas del movimiento, legal e ilegal, pacífica y 19. Una cuestion de tactica
violenta, clandestina y abierta, círculos locales y movimientos de masas y formas parlamentarias y terroristas.”
20. V. I. Lenin. La enfermedad infantil del “izquierdismo” en el coLenin, en su folleto Izquierdismo, enfermedad infan- munismo. https://www.marxists.org/espanol/lenin/obras/oe12/letil del comunismo, de 1920 esbozó las fases fundamentales nin-obrasescogidas11-12.pdf
del bolchevismo, que lo llevaron a dirigir la revolución proletaria de octubre de 1817.
21. “El curso de los acontecimientos va a justificar enseguida el pe1.- “Años de preparación para la revolución (1903- simismo de Lenin. El movimiento obrero se debilita; en 1905 habla
1905). Las tres clases fundamentales de Rusia (campesina- más de 2.750.000 huelguistas, en 1906, 1.750.000, en 1907, sólo
do, burguesía y proletariado) y las tres corrientes políticas quedan 750.0000, en 1908, 174.000, en 1909, 64.000 y en 1910,
representantes (liberal burguesa; democrática pequeño 50.000. En pleno 1907, el gobierno de Stolypin toma la decisión de
burguesa; proletaria revolucionaria) se preparan, ensayan acabar con el movimiento socialista. La coyuntura es favorable: las
sus luchas y posiciones.
repercusiones de la crisis mundial en Rusia, el paro y la miseria
2.- “Años de la revolución (1905-1907)”. “En cuan- permiten al zarismo utilizar el retroceso para intentar liquidar los
to al aprendizaje de los fundamentos de la ciencia política elementos de organización. La represión se pone en marcha, las
por las masas y los dirigentes, por las clases y los partidos, detenciones desmantelan los diferentes comités. La moral de los
cada mes de este periodo equivalió a un año entero de de- obreros se viene abajo, muchos militantes abandonan su actividad.
sarrollo “pacífico” y “constitucional”. Sin el “ensayo general” En Moscú, en 1907, son varios millares, hacía el final de 1908 sólo
de 1905, la victoria de la Revolución de Octubre de 1917 quedan 500 y 150 al final de 1909: en 1910 la organización ya no
habría sido imposible”.
existe. En el conjunto del país los efectivos pasan de casi 100.000
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Partía desde un punto de vista de la independencia política
de clase obrera, de la revolución proletaria que derroque a
la burguesía y abra el camino a la transformación socialista
de la sociedad.
Sin embargo, sería el Partido Bolchevique dirigido
por Lenin quienes llevarían hasta el final una práctica y estrategia revolucionaria, combinando el trabajo ilegal con el
trabajo legal, que los llevaría a tomar el poder en octubre
de 1917.
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didas de reformas parciales, buscando establecer instituciones parlamentarias que cubran con un manto de legitimidad
“representativa” la decadente monarquía zarista. Así nació
la Duma del Estado como institución parlamentaria.
En 1905 ante el manifiesto del zar que busca terminar la revolución con la promesa de una constitución,
los socialdemócratas se lanzaron a la huelga general, y en
particular los bolcheviques siendo impulsor fundamental
de la insurrección de diciembre de 1905 en Moscú(22) . La
Primera Duma convocada tras la derrota de la revolución,
sesionó entre abril y junio de 1906 y fue disuelta en diez
semanas, llamada “la Duma del enfado general”, por la impotencia de las peticiones de reformas impulsadas por el
liberalismo que luego fueron arrestados.
La segunda Duma fue realizada entre febrero y junio de 1907. El menchevismo llamó a apoyar a los candidatos liberales del Partido Kadete (Demócrata Constitucional)
y los bolcheviques junto a los eseristas (populistas rusos)
se presentaron en Moscú y San Petersburgo. En mayo la
policía zarista y el ministro del interior Stolypin, con motivo
de una reunión de soldados con miembros del POSDR diputados de la Duma acusó a los diputados socialdemócratas de preparar la insurrección armada y exigió a la Duma
su exclusión. Rechazado este intento del zarismo, la Duma
fue disuelta el 03 de junio.
Tras la ruptura entre bolcheviques y mencheviques
en 1905 -además del alejamiento del Partido del Bund-, en
1906 se vuelve a reunificar el partido, reunificación que duraría definitivamente hasta 1912. Pese a la existencia de
numerosos desacuerdos (por ejemplo, el ataque de Plejanov y los mencheviques a la insurrección) se mantendrían
formalmente unificados en el POSDR y en la Segunda Internacional, eligiendo organismos de dirección comunes.
a menos de 10.000. Por otra parte, se intensifican los desacuerdos
entre las fracciones que, a su vez, se encuentran en plena desintegración.”. Pierre Broué. El Partido Bolchevique. https://www.marxists.org/espanol/broue/1962/partido_bolchevique.htm#h014
22. “El boicot (al parlamento consultivo de agosto de 1905) era
correcto en ese momento, no porque sea correcta en general la
no participación en los parlamentos reaccionarios, sino porque
valoramos acertadamente la situación objetiva, que conducía a la
rápida transformación de las huelgas de masas, primero, en huelga
política, luego, en huelga revolucionaria, y, por último, en insurrección”. V. I. Lenin. La enfermedad infantil del “izquierdismo” en el
comunismo.
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“Antes de la revolución de 1905, las divergencias
entre mencheviques y bolcheviques sobre las cuestiones
tácticas principales eran profundas. Los sucesos de octubre, el impulso y el ataque revolucionario de 1905 zanjaron algunas divergencias, como la cuestión de saber si los
socialdemócratas debían participar en las elecciones de la
Duma Bouligin, o si era necesario boicotear las elecciones,
como pedían los bolcheviques. La Duma consultiva Bouligin
fue barrida; una nueva ley relativa a la convocatoria de la
Duma del Imperio se promulgó. Pero los principales puntos
de desacuerdo entre mencheviques y bolcheviques continuaron. Ni el cuarto Congreso de Estocolmo ni el quinto
Congreso del partido en Londres pudieron hacerlo desaparecer. Estos desacuerdos afectaban al carácter de la revolución rusa y al papel que el proletariado debía asumir, lo
mismo que la cuestión que se deducía de la actitud de los
socialdemócratas, vanguardia del proletariado, respecto a
la burguesía liberal. He mencionado ya que en las elecciones de la segunda Duma los bolcheviques en Petersburgo
y Moscú fueron con todos los partidos revolucionarios de
entonces (los socialistas revolucionarios, los socialistas
populistas y la liga campesina), mientras que los mencheviques y Plejánov invitaban a los electores socialdemócratas
a votar por los cadetes. Después del aplastamiento de la
segundo Duma, cuando el régimen stolypiniano se consolidó, los desacuerdos se acentuaron. Afectaron esta vez a
la existencia misma de nuestro partido. Plejánov declaraba
ruidosamente que no era necesario tomar las armas (había
visto la insurrección de diciembre de 1905 en Moscú y en
las otras ciudades de Rusia); los mencheviques nos acusaban en la Prensa de haber asustado a los cadetes presentando reivindicaciones como las jornadas de ocho horas,
etc. Resultaba que la revolución de 1905 se había perdido
por culpa de los bolcheviques. El peso de las acusaciones
que los bolcheviques recibían de los mencheviques había
aumentado por el hecho de que, según éstos, no había en
el horizonte esperanzas ni indicios de una nueva recrudescencia revolucionaria; el régimen stolypíniano estaba asentado por largo tiempo. Partiendo de este razonamiento, los
mencheviques proponían adaptarse al régimen stolypiniano. Dicho de otra manera: el partido obrero socialdemócrata
de Rusia debía obrar y militar legalmente en el cuadro de
las leyes zaristas, y con este objeto arrojar por la borda el
programa y la táctica del partido; es decir, liquidar éste en
tanto fuese partido socialdemócrata revolucionario. Los bolcheviques tenían otra manera de ver las cosas. Declaraban
que los problemas fundamentales que habían provocado la
revolución de 1905 no se habían resuelto. La clase obrera
La Batalla
listas que, a pesar de no hacerse ninguna ilusión sobre su
verdadera naturaleza, no pueden despreciar esta forma de
publicidad. A pesar del aislamiento en que se encuentra
dentro de su propia fracción, Lenin no vacila en votar solo,
junto con los mencheviques, contra el boicot de las elecciones en la conferencia de Kotka del mes de julio de 1907.
Sin embargo, los partidarios del boicot vuelven a tomar la
iniciativa después de las elecciones, pidiendo la dimisión
de los socialistas que han resultado elegidos. Estos partidarios de la ”retirada”, conocidos por el nombre de ”otzovistas”, encabezados por Krasin y Bogdanov, ven aumentar
sus efectivos por el apoyo del grupo de los ”ultimatistas”
del comité de San Petersburgo, que se manifiestan contra
toda participación en las actividades legales, incluso en los
sindicatos, intensamente vigilados por la policía. Por último,
Lenin se une a la mayoría de los bolcheviques, sin poder
impedir la separación de los miembros de la oposición que,
a su vez, se constituyen en fracción y publican su propio
periódico, Vpériod, segundo de este nombre”(24) . Si Lenin
había considerado ya que el boicot de 1906 era un error,
aunque “secundario”, le pareció más grave los siguientes.
Señaló que había sido, junto a la paz de Brest Litovsk y la
cuestión de los “compromisos”, una lucha política dentro del
propio partido bolchevique de una “magnitud particularmente considerable”. “En 1908, los bolcheviques “de izquierda”
fueron expulsados de nuestro Partido, por su obstinado empeño en no comprender la necesidad de la participación en
un “parlamento” ultrarreaccionario: los “izquierdistas”, entre
los que había muchos excelentes revolucionarios que fueron después (y siguen siendo), honrosamente, miembros
del Partido Comunista, se apoyaban sobre todo en la experiencia favorable del boicot de 1905. Cuando el zar, en
agosto de 1905, anunció la convocatoria de un “parlamento”
consultivo, los bolcheviques, contra todos los partidos de
oposición y contra los mencheviques, declararon el boicot a
semejante parlamento, y la revolución de octubre de 1905
lo barrió en efecto. Entonces el boicot fue justo, no porque
esté bien no participar en general en los parlamentos reaccionarios, sino porque fue acertadamente tomada en consideración la situación objetiva, que conducía a la rápida
transformación de las huelgas de masas en huelga política
y, sucesivamente, en huelga revolucionaria y en insurrec-
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no había recibido satisfacción: no había obtenido el derecho
de asociación y de coalición, ni la libertad de palabra y de
reunión; la jornada de trabajo era la misma que antes de la
revolución; los seguros sociales eran inexistentes; los salarios eran todavía más bajos que antes de la revolución. El
campesino tampoco había obtenido nada; la tierra continuaba perteneciendo a los propietarios rurales; los impuestos
no habían disminuido, el campesino estaba tan esclavizado
como antes de la revolución. Por lo tanto, la revolución no
estaba muerta y los antagonismos subsistían. La revolución
de 1905 -decían los bolcheviques- ha sufrido una derrota
momentánea, pero ella volverá con más fuerza. Basándose
en esta perspectiva revolucionaria, los bolcheviques insistían no sólo en mantener las organizaciones socialdemócratas ilegales del partido, sino en continuar el programa y
la táctica revolucionaria socialdemócrata”(23) .
En el seno tanto de la fracción bolchevique como
menchevique, se sucedieron diversas formas de agrupamientos temporales, así como otros agrupamientos en el
seno del partido común. Así como en los mencheviques
ganaron peso los reformistas “liquidadores”, que abandonaban la lucha ilegal como muestra de su colaboración con los
partidos liberales, en la fracción bolchevique ganaron peso
los “boicoteadores” de la Duma tempranamente, intentando
boicotear las distintas elecciones parlamentarias. Lenin se
opuso a esta orientación, incluso votando contra la mayoría
bolchevique.
La Tercera Duma, de 1907 a 1912 sobre la base del
Golpe de Junio, estableció la hegemonía de las clases dominantes rusas, en un acuerdo con la burguesía. El Primer
Ministro cambió la ley electoral y otorgó un gran peso electoral a los votos de los terratenientes y propietarios urbanos,
disminuyendo para ello el de los trabajadores, campesinos
y minorías nacionales. Dominada por la alta burguesía, los
terratenientes y grandes capitalistas, favoreció al régimen,
lo buscó “renovar”, favoreciendo al régimen zarista durante sus cinco años de existencias. Fue conocida como “La
Duma de los nobles y los lacayos”.
Al interior de la fracción bolchevique “La mayoría
querría volver a boicotear las elecciones, esta vez porque la
ley electoral de Stolypin hace imposible que la clase obrera
esté representada equitativamente. Sobre esta cuestión,
Lenin opina que tal consigna, lanzada en un momento de
apatía e indiferencia obreras, corre el riesgo de aislar a los
revolucionarios que, en lugar de ello, deberían aferrarse a
todas las ocasiones que se les ofreciesen de desarrollar
públicamente su programa. Tanto las elecciones corno la
III Duma, deben ser utilizadas como tribuna de los socia-
23. http://www.marxists.org/espanol/piatnitsky/1926/memorias/index.htm
24. Pierre Broué. El Partdo Bolchevique.
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ción. Además, el objeto del debate era, a la sazón, saber
si había que dejar en manos del zar la convocatoria de
la primera institución representativa, o si debía intentarse
arrancársela de las manos al antiguo régimen. Por cuanto
no había ni podía haber la certeza plena de que la situación
objetiva era análoga y de que su desenvolvimiento se había
de realizar en el mismo sentido y con igual rapidez, el boicot
dejaba de ser justo. El boicot de los bolcheviques contra
el “parlamento” en el año 1905 enriqueció al proletariado
revolucionario con una experiencia política extraordinariamente preciosa, haciéndole ver que, en la combinación de
las formas legales e ilegales, de las formas parlamentarias
y extraparlamentarias de lucha, es, a veces, conveniente y
hasta obligado saber renunciar a las formas parlamentarias.
Pero transportar ciegamente, por simple imitación, sin discernimiento, esta experiencia a otras condiciones, a otras
coyunturas, es el mayor de los errores. Lo que constituyó
ya un error, aunque no grande y fácilmente corregible*, fue
el boicot de la “Duma” por los bolcheviques en 1906. Fueron
errores más serios y difícilmente reparables los boicots de
1907, 1908 y los años siguientes, pues, por una parte, no
había que esperar que se levantara de nuevo rápidamente
la ola revolucionaria, ni la transformación de la misma en
insurrección y, por otra, la necesidad de combinar el trabajo legal con el ilegal nacía del conjunto de la situación
histórica ligada a la renovación de la monarquía burguesa.
Hoy, cuando se considera retrospectivamente este período histórico, que ha llegado a su completo término y cuyo
enlace con los períodos ulteriores se ha manifestado ya
plenamente, se comprende con singular claridad que los
bolcheviques no habrian podido conservar (y no digo ya
afianzar, desarrollar y fortalecer) el núcleo sólido del partido
revolucionario del proletariado durante los años 1908-1914,
si no hubiesen defendido en la lucha más dura la combinación obligatoria de las formas legales de lucha con las
formas ilegales, la participación obligatoria en un parlamento ultrarreaccionario y en una serie de otras instituciones
permitidas por una legislación reaccionaria (sociedades de
socorros mutuos, etc.)”(25) .
Cuando en 1912, el gobierno zarista convocó a
elecciones a la IV Duma, el movimiento obrero se encontraba en una nueva etapa de ascenso en sus luchas. Una
oleada de huelgas remeció el imperio ruso después de los
acontecimientos de las minas de oro sobre el río Lena. “La
revolución ha resurgido”, decía Lenin. El estallido de la Pri-
mera Guerra Mundial en 1914 encontró al proletariado ruso
en pie de lucha. Las dos fracciones de la socialdemocracia
rusa decidieron participar en las elecciones a la IV Duma.
En setiembre 1912, los bolcheviques se constituyeron en
partido político independiente, cerrando cualquier posibilidad de reunificación con los mencheviques. En octubre,
obtuvieron 6 diputados. Los bolcheviques usaron el parlamento para extender su presencia en la clase obrera. En
sus discursos -publicados en la gaceta de la Duma, en el
periódico legal del partido y otros medios- los diputados exponían y defendían la línea del partido (pues consideraban
la fracción parlamentaria como un organismo del Partido
subordinado al Comité Central), llamaban a los obreros y
campesinos a organizarse y luchar por el programa del partido. Los diputados obreros utilizaron su inmunidad para formar parte de los comités de solidaridad con los huelguistas,
reunirse con ellos, servir de portavoces y negociar con los
patronos, y denunciar a la policía por su brutalidad, además
de la denuncia al conjunto del régimen zarista.
El zarismo y la policía secreta percibieron el peligro
de los diputados bolcheviques -que una vez estallada la Primera Guerra Mundial se opusieron al otorgamiento de créditos para la guerra imperialista y reclamaron la paz como
consecuencia de la conversión de la guerra imperialista en
guerra civil contra el zarismo y la burguesía. Por tal motivo,
en 1914, la policía arrestó a cinco diputados bolcheviques
y los acusó de traición a la patria. Luego de serles retirada
su inmunidad parlamentaria, fueron juzgados y condenados
al exilio en Siberia.
Lenin, a la vez que había dado un combate contra
el oportunismo (reformismo) en el movimiento obrero, “principal enemigo del bolchevismo dentro del movimiento obrero”, no dejaba de combatir las tendencias anarquistas, “una
especie de castigo frente a las desviaciones oportunistas
del movimiento obrero”, así como contra las “desviaciones”
de izquierda que se negaban a “utilizar” el parlamento para
la organización independiente y la movilización revolucionaria de las masas, como “táctica” subordinada a la lucha de
clases extraparlamentaria en la perspectiva de la dictadura
del proletariado.
La Internacional Comunista y el
“parlamentarismo revolucionario”
En el folleto Izquierdismo, enfermedad infantil del
comunismo, Lenin plantea algunas conclusiones sobre el
25. V. I. Lenin. La enfermedad infantil del “izquierdismo” en el co- debate en el con el “ultraizquierdismo” y el “abstencionismo” en el seno del Segundo Congreso de la Internacional
munismo.
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sus posiciones legales, transformarlas en puntos de apoyo
secundarios de su acción revolucionaria y subordinarlas al
plan de la campaña principal, es decir a la lucha de masas.”
La tribuna del parlamento burgués es uno de esos puntos
de apoyo secundarios” (…) El Partido Comunista entra en
ella no para dedicarse a una acción orgánica sino para
sabotear desde adentro la maquinaria gubernamental y el
parlamento”.
En este se señaló claramente, que el Parlamentarismo y la democracia burguesa lejos de ser los organismos
representativos de las masas trabajadoras, constituye “una
ficción de representación popular que expresa en apariencia la “voluntad del pueblo” y no la de las clases, pero en
realidad constituye en manos del capital reinante, un instrumento de coerción y opresión (…) Por eso el deber histórico
inmediato de la clase obrera consiste en arrancar esos aparatos a las clases dirigentes, en romperlos, destruirlos
y sustituirlos por los nuevos órganos del poder
proletario. Por otra parte el estado mayor revoluciona-
Revista Marxista de Teoria y Politica
Comunista en 1920, posterior a la revolución de octubre. A
la vez que ambos sectores consideraban que el parlamentarismo “históricamente ha caducado”, Lenin advierte que
es cierto sólo en el sentido de la propaganda. Acusando
no confundir sus deseos con la realidad, advierte: “Nadie
ignora, sin embargo, que de ahí a superarlo en la práctica
media una distancia inmensa”. “Mientras no se tenga fuerza
para suprimir los parlamentos burgueses y todo otro tipo de
instituciones reaccionarias se debe actuar dentro de ellos
porque es allí donde se encuentran todavía obreros embaucados por los curas y embrutecidos por las condiciones de
la vida en el campo; de lo contrario se corre el riesgo de
convertirse en futuros charlatanes (…) Lejos de perjudicar
al proletariado revolucionario, la participación en un parlamento democrático burgués, incluso pocas semanas antes
del triunfo de una república soviética, incluso después de
ese triunfo, en realidad ayuda a ese proletariado a demostrar a las masas atrasadas porque semejantes parlamentos
merecen ser eliminados: facilita el éxito de su disolución y
ayuda a lograr que el parlamentarismo burgués caduque
políticamente”(26) .
Planteaba la necesidad de la agitación parlamentaria no como una concesión a los reformistas, sino justamente en la perspectiva de la “destrucción” del Estado
burgués, como una “palanca” para el impulso revolucionario
de las masas. En su lucha contra los “liquidadores” mencheviques, su confianza en el régimen parlamentario y en
la colaboración con la burguesía liberal (Partido Kadete),
jamás perdió de vista la “subordinación” de la táctica a la
estrategia de la toma del poder. Por eso, “la acción de las
masas -por ejemplo, una gran huelga- es siempre más importante que la acción parlamentaria y no sólo durante una
revolución o en una situación revolucionaria.(27)
Esta misma idea guiaría las tesis El Partido
Comunista y el Parlamentarismo(28) votadas en el
Segundo Congreso de la Internacional Comunista de 1920.
“Para los comunistas, el parlamento no puede ser actualmente, en ningún caso, el teatro de una lucha por reformas
y por el mejoramiento de la situación de la clase obrera,
como sucedió en ciertos momentos en la época anterior.
El centro de gravedad de la vida política actual está definitivamente fuera del marco del parlamento”. Para la Internacional Comunista liderada por Lenin y Trotsky, ““El método
fundamental de la lucha del proletariado contra la burguesía, es decir contra su poder gubernamental, es ante todo
el de las acciones de masas. (…) En esta lucha de masas,
llamada a transformarse en guerra civil, el partido dirigente
del proletariado debe, por regla general, fortalecer todas
rio de la clase obrera está, profundamente interesado en
contar, en las instituciones parlamentarias de la burguesía,
con exploradores que facilitarán su obra de destrucción”.
Así, la lucha por diputados del proletariado revolucionario
“facilitaría la obra de destrucción” del parlamentarismo. “La
tarea del proletariado consiste en romper la maquinaria gubernamental de la burguesía, en destruirla, incluidas las instituciones parlamentarias, ya sea las de las repúblicas o las
de las monarquías constitucionales (…) Por ello, sólo debe
utilizarse a las instituciones gubernamentales burguesas a
los fines de su destrucción.”.
26. V. I. Lenin. La enfermedad infantil del “izquierdismo” en el comunismo.
27. V. I. Lenin. La enfermedad infantil del “izquierdismo” en el comunismo.
28. El Partido Comunista y el Parlamentarismo. Tesis aprobadas en
el Segundo Congreso de la Internacional Comunista. http://www.
archivoleontrotsky.org/phl/www/arquivo/epacoeparlamiento.pdf
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Revista Marxista de Teoria y Politica
Debates marxistas sobre defensa y
ataque en la estrategia revolucionaria
JUAN VALENZUELA
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Es un error difundido concebir que la teoría de la revolución permanente elaborada por León Trotsky, es traducible, al terreno estratégico, como una ofensiva permanente.
Incluso el marxista revolucionario italiano, Antonio Gramsci,
contribuyó a aquél error con sus escritos de la cárcel:
“Es necesario ver si la famosa teoría de Trotski sobre la permanencia del movimiento, no es el reflejo político
de la guerra de maniobra (recordar la observación del general de cosacos Krasnov), en última instancia, el reflejo de las
condiciones generales económico-cultural-sociales de un
país en donde los cuadros de la vida nacional son embrionarios y desligados y no pueden transformarse en <<trinchera o fortaleza>>. En este caso se podría decir que Trotski,
que aparece como un <<occidentalista>> o europeo, era en
cambio un cosmopolita, es decir, superficialmente nacional y
superficialmente occidentalista o europeo. Lenin, en cambio,
era profundamente nacional y profundamente europeo [...]”
“Me parece que Lenin había comprendido que era
necesario un cambio de la guerra maniobrada, aplicada victoriosamente en Oriente en 1917, a la guerra de posición
que era la única posible en occidente donde, como observa
Krasnov, en breve lapso los ejércitos podían acumular interminables cantidades de municiones, donde los cuadros sociales eran de por sí capaces de transformarse en trincheras
muy provistas. Y me parece que este es el significado de la
fórmula del “frente único.”(1)
Contrastándola con la clarividencia de Lenin,
Gramsci concibe que la revolución permanente “no es más
que una previsión genérica presentada como dogma y que
se destruye a sí misma al no manifestarse en los hechos.”(2)
Trotsky y la “ofensiva permanente”
Es sabido que mientras Gramsci polemizaba de ese
modo contra Trotsky y las ideas de R. Luxemburgo, contraponiendo a la “guerra de maniobra” atribuida a ambos revolucionarios, la “guerra de posiciones”, polemizaba prioritariamente contra la orientación ultraizquierdista adoptada por
la Internacional Comunista durante el “tercer período”, que
-entre otras cuestiones- cometió el crimen de no impulsar un
frente único contra el fascismo en Alemania, entre los tra-
bajadores comunistas y los trabajadores socialdemócratas,
factor que contribuyó al ascenso de Hitler -fundamentando
todo esto en una caracterización catastrofista y un inexistente ascenso ininterrumpido del movimiento obrero, que en
realidad había padecido una serie de derrotas (Alemania en
1923, China en 1927, Inglaterra en 1926, etc). En realidad,
Gramsci coincidía con Trotsky en su crítica a la orientación
ultraizquierdista de la Internacional Comunista. Fue tan central esta problemática en el pensamiento de León Trotsky,
que la negativa a reconocer algún error en Alemania por
parte de la IC, lo conduce a formular la necesidad de nuevos
partidos revolucionarios y una nueva internacional y caracterizar a esta organización como muerta para la revolución.
Este curso de la actividad revolucionaria de Trotsky
necesariamente debe considerarse en un estudio científico
de la crítica gramsciana a la revolución permanente que, en
realidad, no es pertinente en relación a Trotsky. Los debates
durante el III Congreso de la Internacional Comunista, son
muy indicativos al respecto. No es menor que estos debates
se efectúen en una situación caracterizada por el ascenso
obrero revolucionario.
Por aquellos años se publicaba una revista, Komunismus, avalada por Thalheimer, Frohlich, Lukács y otras
figuras de la III Internacional que constituían su ala extrema
izquierda. Trotsky se refiere a la idea central de esta publicación: “El rasgo principal del actual período revolucionario es
que debemos, en los combates parciales, hasta puramente
económicos, tales como las huelgas, luchar con las armas
en la mano.”(3) “La característica principal del actual periodo de la revolución reside en que estamos obligados a llevar
a cabo incluso batallas parciales, incluyendo las económicas, con las mediaciones de la batalla final” sobre todo “la
insurrección armada.”(4)
Estas concepciones fueron predominantes en el
Revista Marxista de Teoria y Politica
Deformación del permanentismo
1. Gramsci, Antonio; Maquiavelo y Lenin. Biblioteca popular nasimento.
2. Ídem.
3. Trotsky, León; “Una escuela de estrategia revolucionaria”, en Bolchevismo y stalinismo, editorial El Yunque.
4. Citado en Anderson, Perry; Las antinomias de Antonio Gramsci.
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Partido Comunista alemán durante la acción de marzo de
1921. La “ofensiva permanente” hizo caso omiso de un
problema crucial, la unidad de la vanguardia y la masa del
proletariado. Siguiendo un curso inverso al conjunto de la
clase obrera que había padecido las derrotas de 1919 y
1920, en Alemania central el proletariado minero e industrial
se insubordinó “manifestándose enérgicamente, realizando
huelgas y tumultos, sacando a los capataces de los talleres
en carretillas, organizando reuniones durante las horas de
trabajo.” La respuesta de la Socialdemocracia en el gobierno fue la represión a través del agente policial Hoersing, de
militancia SD.
Trotsky criticó que el PC llamara a la huelga general
sin un trabajo serio de preparación:
“El Comité Central del Partido Comunista alemán
pensó, precisamente en esta época (mitad de marzo), que
era preciso hacer una política revolucionaria más activa [...]
Pero ¿cómo habría que llevarla a la práctica? Al
mismo tiempo que se publicaba la orden del policial socialdemócrata Hoersing pidiendo a los obreros [...] no organizar
reuniones en las horas de trabajo, considerar la propiedad
de las fábricas como sagrada, etc.; el Comité Central del PC
lanzó un llamamiento a la huelga general para sostener a los
obreros de Centroalemania. Una huelga general no es cosa
que la clase obrera emprende a la ligera, a la primera indicación del Partido, sobre todo cuando ha sufrido anteriormente
una serie de derrotas, y tanto más en un país donde hay,
junto al Partido Comunista otros dos Partidos socialdemócratas, y en donde la organización sindical está en contra
nuestra [...] Una seria acción de masa hubiera debido ser
precedida evidentemente de larga agitación enérgica, con
palabras de orden definidas hacia el mismo fin; tal agitación
hubiese podido llevar llamamientos definitivos para la acción
sólo en el caso en que se hubiera podido averiguar hasta
qué grado estaban preparadas y dispuestas las masas [...]
Las masas, sencillamente, no comprendieron el llamamiento.”(5)
En contra del planteamiento realizado por ciertos
comunistas alemanes, “según el cual debíamos, durante
la época revolucionaria, hacer exclusivamente una política
5. Trotsky, León; op. Cit.
6. Trotsky, León; op. Cit.
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ofensiva, esto es, de ataque revolucionario”; Trotsky contrapuso una visión según la cual había que “aprovecharse para
reunir a todos los obreros de la defensa, resistencia: el contraataque más restringido. Si son propicias las condiciones,
si encuentra eco favorable la propaganda, puede pasarse a
una huelga general. Si los acontecimientos se desarrollan
de más en más, si las masas se sublevan, si la unión entre los trabajadores se reafirma y crece su moral, mientras
que en el campo de los adversarios la falta de decisión y
el desorden aparecen, entonces puede ordenarse pasar a
la ofensiva. Por el contrario si no es favorable la decisión,
si las condiciones y la moral de las masas no se prestan a
obedecer, hay que tocar retirada, replegarse lo posible ordenadamente hacia las posiciones anteriores, obteniendo así
la ventaja de haber sondeado la masa obrera, reforzado su
unión anterior y, lo que es más importante, de haber aumentado la autoridad del partido, que se habrá revelado como un
dirigente juicioso en todas las situaciones.
“Era preciso explotar el elemento moral de la defensa, y llamar al proletariado del país entero en socorro de
los obreros centroalemanes.” Sólo de ese modo “se podía
romper políticamente la resistencia de la burocracia obrera
y asegurar, de este modo, el carácter general de la huelga,
como base posible para el desarrollo ulterior de la lucha revolucionaria.”(6)
El uso del elemento moral de la defensa había sido
realizado exitosamente en Octubre de 1917: la organización
de la defensa del Segundo Congreso de los Soviets -cuya
legalidad era reconocida incluso por los partidos conciliadores del gobierno provisional-, garantizó la victoria de la
insurrección, movimiento ofensivo por excelencia. Subyace
a esto la dinámica permanentista de la revolución que suprime las condiciones de existencia de etapas absolutas de la
lucha de clases, mecánicamente separadas entre sí.
Dicho en el lenguaje gramsciano, no existe una
incompatibilidad entre “guerra de posiciones” y “guerra de
maniobras”. En el caso de Alemania, el proletariado no organizó la defensa de sus destacamentos de avanzada, es
decir, posiciones o fortalezas para resistir los embates y unificar a la retaguardia tras la vanguardia, al proletariado de
conjunto, e ir generando las condiciones para garantizar la
organización de una verdadera huelga general y no sólo su
invocación estéril, es decir, el efectivo paso de la defensiva
a la ofensiva, de las posiciones a las maniobras.
La Batalla
La conquista de posiciones y el
alcance de la hegemonía
oprimidos, gradualmente, con tiempos evolutivos, y lo que
podría traducirse en presencia estatal. Una variante tributaria -quizá no del todo conscientemente- de estas nociones
es la idea muy contemporánea en cierta izquierda local según la cual es una tarea en todo momento y en todo lugar
-independiente a que cambien los escenarios de la lucha de
clases- acumular fuerzas antes de enfrentar directamente
los centros de poder.
¿Queda excluido completamente para estas lecturas reformistas la realización de maniobras? Gramsci mismo
indicó que “la guerra de maniobra subsiste en tanto que se
trate de una cuestión de conquistar posiciones no decisivas.” Esto no es menor. Significa que Gramsci también concibió una combinación entre “guerra de maniobras” y “guerra
de posiciones”, pero de un modo radicalmente distinto al de
Trotsky. Un reformista no podría negar esto: si bien su objetivo consiste en conquistar posiciones en la sociedad civil y
en el Estado -eludiendo un enfrentamiento que apunte a su
destrucción- no dudará en realizar maniobras supeditadas a
la estrategia en la que la “guerra de posiciones” predomina.
Examinemos unos pasajes de Una escuela de
estrategia revolucionaria de Trotsky para contrastar la diferencia entre ambos revolucionarios. En ellos discute con
representantes diversos de la llamada tendencia de ultraizquierda, partidaria de la ofensiva permanente:
“Los socialistas <<de izquierda>> creen que para su
tarea directa, consistente en derribar la burguesía, es inútil
pararse en el camino, entrar en conversaciones con los serratianos, abrir la puerta a los obreros que siguen a Serrati,
etc. Y es, sin embargo, esta tarea la nuestra principal, ¡y no
es tan sencilla como pudiera creerse!”
“Antes de llamar a la insurrección tratad de conquistar a los obreros socialistas, purificad los sindicatos, poned
en puestos responsables a los comunistas [...] conquistad a
las masas”
La tarea es la “conquista espiritual de la mayoría de
los trabajadores de la ciudad y el campo”
“Los comunistas rusos [...] no exigen la llamada
inmediata a la insurrección, sino que, por el contrario, los
ponen en guardia contra las aventuras e insisten para que
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El partido revolucionario según la concepción del
Trotsky del III Congreso, “que cada día crece más y mejor
se sitúa a la cabeza de la clase obrera europea, debe maniobrar en la lucha avanzando y retrocediendo, reafirmando
su influjo conquistando nuevas posiciones, hasta que se
ofrezca el momento favorable para derrotar a la burguesía.
Lo repito: este es un complejo problema de estrategia, como
ya dije ampliamente en el Congreso anterior. Podemos decir
que el tercer Congreso de la Internacional Comunista fue
una alta escuela de estrategia revolucionaria [...] El comunismo constituye un ejército proletario activo, creciente, que
maniobra y que, mientras trabaja, observa las condiciones
variables de la batalla, comprueba sus armas, las afila de
nuevo cuando se oxidan y somete toda su acción a la ncesidad de preparar la derrota del régimen burgués.”(7)
Es conocida la idea de Gramsci según la cual en
“Oriente el Estado lo era todo, la sociedad civil era primitiva
y gelatinosa; en Occidente existía una relación apropiada
entre Estado y y sociedad civil, y cuando el Estado temblaba, la robusta estructura de la sociedad civil se manifestaba
en el acto. El Estado era sólo una trinchera avanzada, tras la
cual había un poderoso sistema de fortalezas y casamatas
[...]”(8)
Ciertas interpretaciones reformistas de Gramsci, a
partir de estos deslizamientos en sus planteos, han concebido que habría que abandonar cualquier tentativa de asalto
al Estado, cuestión crucial en la estrategia revolucionaria leninista. Se trataría de disputar en el “sistema de fortalezas y
casamatas” que exceden el espacio estatal y se configuran
en una sociedad civil compleja en articulación con el Estado:
las instituciones culturales, educacionales, religiosas, artísticas, deportivas, políticas... En cuanto trinchera avanzada,
la destrucción del Estado de ningún modo garantiza la primacía del proletariado en la sociedad en cuanto continúan
en pie las fortalezas de la sociedad civil. Por ello, la guerra
de posiciones para ciertos intérpretes de Gramsci, consiste
en conquistar la hegemonía cultural y política en la sociedad 7. Ídem.
en contraposición a cualquier enfrentamiento con el Estado. Eso es lo que incrementaría el poder de los explotados y 8. Citado en Anderson, Perry; Las antinomias de Antonio Gramsci
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se atraiga a los obreros socialistas, que se conquiste a la
mayoría de los trabajadores y que, cuidadosamente, se prepare la revolución”
La conquista de la mayoría de los trabajadores fue
una tarea planteada en el III Congreso, y la táctica del Frente Único un medio en pos de realizarla. Eso implicaba la
conquista de posiciones. Por eso Trotsky se refiere a los sindicatos, al acercamiento de los obreros socialistas y a conquistar a las masas. Es decir, que el partido revolucionario
conquiste a la vanguardia y que ésta, a su vez, al conjunto
de la masa obrera; única garantía de que el proletariado
pueda ejercer una hegemonía sobre el conjunto de las masas oprimidas; fue considerado por el III Congreso como una
condición necesaria a la hora de proponerse las tareas de la
insurrección -el enfrentamiento militar directo con el aparato
estatal- y la ofensiva revolucionaria.
Pero hay una diferencia no menor. Es interesante la
observación que realiza Perry Anderson en Las Antinomias
de Antonio Gramsci: “Por el momento, lo que importa recordar es el conocido principio marxista de que la clase obrera
bajo el capitalismo es inherentemente incapaz de ser la clase culturalmente dominante, porque está estructuralmente
expropiada, por su posición de clase, de algunos de los medios esenciales de producción cultural (educación, tradición,
ocio) -en contraste con la burguesía del Siglo de las Luces,
que podía generar su propia cultura superior dentro del
marco del Ancien Régime. Y no sólo esto, sino que incluso
después de la revolución socialista -la conquista del poder
político por el proletariado- la clase culturalmente dominante
sigue siendo la burguesía en ciertos aspectos (no en todos
-en costumbres más que en ideas) y durante cierto tiempo
(en principio, más corto con cada revolución), como Lenin y
Trotsky enfatizaron en contextos distintos. Gramsci también
fue, intermitentemente, consciente de esto. Sin embargo, en
tanto no se indicaba constantemente la falta de correspondencia estructural entre las posiciones de la clase burguesa
dentro de la sociedad feudal y de la clase obrera dentro de
la sociedad capitalista, el riesgo de un resbalón teórico de la
una a la otra estaba siempre potencialmente presente para
ellos en el uso común del término hegemonía. La asimilación más que ocasional de las revoluciones burguesa y proletaria en sus escritos sobre el jacobinismo demuestra que
Gramsci no era inmune a esta confusión. El resultado fue
permitir que posteriores codificaciones de su pensamiento
establecieran una unión directa de sus dos extensiones del
concepto de hegemonía en un silogismo clásicamente reformista. Porque una vez que el poder burgués en Occidente
se atribuye principalmente a la hegemonía cultural, la adquisición de esta hegemonía significaría una apropiación efectiva por la clase obrera de la <<dirección de la sociedad>>
sin la toma y transformación del poder del estado, en una
transición indolora al socialismo (...)”(9)
Estamos ante un problema clave. Para el marxismo
revolucionario es central diferenciar el aspecto cultural del
político en la noción de hegemonía. El proletariado, como
clase explotada y potencialmente revolucionaria, es capaz
de prepararse para dirigir políticamente a los oprimidos pero
no así para dirigir culturalmente a la sociedad. Sus posibilidades de hegemonía están condicionadas por su condición estructural de clase explotada. Es lo que hace aún
más necesaria la construcción de partido revolucionario. Un
partido que sea uno con la vanguardia obrera, que le permita dirigir a la masa obrera y a los oprimidos, conquistando
posiciones, sindicatos, federaciones estudiantiles, incluso
utilizando espacios de la democracia burguesa (parlamento), formando corrientes culturales, etc. Un partido que se
prepare para conquistar a la mayoría de la clase obrera y los
oprimidos. Pero muy distinto es aspirar a una hegemonía a
escala burguesa. Por indicarlo de algún modo, la capacidad
de producir hegemonía de la burguesía es enormemente
superior a la del proletariado. En La Ideología Alemana,
Marx advertía que la clase materialmente dominante es la
clase espiritualmente dominante. Una clase que controla los
medios de producción controla los medios de producción
cultural, la televisión, la prensa, las universidades. Por eso
el partido revolucionario es insustituible para la clase obrera.
Por eso es crucial diferenciar entre la hegemonía previa a la
destrucción del Estado burgués concebida por Trotsky y la
9. Anderson, Perry; Las antinomias de Antonio Gramsci
que conciben los intérpretes reformistas de Gramsci.
En el fondo, la crítica de Gramsci a Trotsky, expresa
10. Ver: Maiello, Matías y Albamonte, Emilio; “Trotsky y Gramsci:
debates de estrategia sobre la revolución en <<occidente>>”, en la el punto débil en sus concepciones estratégicas: el momenrevista Estrategia Internacional n° 28
to ofensivo.(10)
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La Batalla
de partida; la acción generalizada de la clase y la dirección
política, la consecuencia.”(13)
En esta cita, que expresa prístinamente el carácter
espontaneista de la concepción de huelga general de masas
de Luxemburgo, al subvaluar los aspectos voluntarios y organizativos -a decir de Gramsci- y enfatizar la autoactividad
proletaria; se visualiza también lo esencial de su crítica al
concepto puramente defensivo de huelga general de la Socialdemocracia: en el clima general revolucionario y bajo la
influencia de los marxistas, las simples luchas salariales devenían rápidamente en luchas políticas, en acción generalizada, en movimientos ofensivos o maniobras, excediendo
pronósticos moderados.
Sin duda la debilidad del concepto de huelga general de masas de Luxemburgo fue la escasa relevancia dada
a los aspectos conscientes y organizativos y su escasa detención en la insurrección como momento diferenciado del
proceso revolucionario y como arte específico a cultivar por
la dirección revolucionaria en el momento crítico.
En Una escuela de estrategia revolucionaria, Trotsky explica la evolución de las ideas estratégicas de la III
Internacional a la luz de la experiencia viva de la lucha de
clases:
“Se celebró el primer Congreso poco después de la
guerra, apenas nacido el comunismo como movimiento europeo, cuando se esperana -con fundamento- que un asalto
casi elemental de la clase obrera podía derribar a la burguesía, la cual no había tenido tiempo aún de encontrar una
orientación nueva ni nuevos puntos de apoyo [...] En efecto
el ataque fue poderoso. El número de las víctimas, grande.
Pero la burguesía soportó este primer asalto, y, gracias a
ello, ha podido reafirmarse su estabilidad de clase.”
Trotsky señala que el aprendizaje central del proletariado después del II Congreso fue la necesidad del partido
revolucionario. Un levantamiento puramente espontáneo
no puede alcanzar la victoria. Ahora bien, el debate con la
“ultraizquierda” demostraba que este partido no dominaba
Revista Marxista de Teoria y Politica
Esto es claro en su valoración de las elaboraciones
de Rosa Luxemburgo acerca de la huelga general de masas.
“A propósito de la comparación entre los conceptos
de guerra de maniobra y guerra de posición en el arte militar
y los conceptos correspondientes en el arte político, debe
recordarse el folleto de Rosa Luxemburgo.
En el folleto se teorizan un poco apresuradamente
y en forma superficial las experiencias históricas de 1905.
En efecto, Rosa Luxemburgo descuidó los elementos “voluntarios” y organizativos que en aquellos acontecimientos
eran mucho más eficientes y numerosos de lo que ella creía,
víctima de un cierto prejuicio “economista” y espontaneísta.
Sin embargo, este folleto [...] es uno de los documentos más
significativos de la teorización de la guerra de maniobra aplicada al arte político.”(11)
La concepción socialdemócrata clásica acerca de
la huelga general, defendida tambíén por Kautsky en 1910
contra Rosa Luxemburgo(12) , resulta útil para exponer este
modo de articulación específico entre guerra de maniobras y
guerra de posiciones: hay que desatar la huelga general de
masas sólo en caso de que los reaccionarios realicen una
ofensiva contra el proletariado, cercenando sus derechos y
atentando contra sus fortalezas; es decir, la huelga general
es un arma puramente defensiva y, por lo demás, superflua,
pues ocurre que el partido y los sindicatos son cada vez más
fuertes, lo que dificulta cualquier ataque reaccionario. En el
pasaje citado, Gramsci no da cuenta de la crítica esencialmente correcta de Rosa Luxemburgo al concepto puramente
defensivo de huelga general de masas. Analizando la lucha
de clases en Rusia, Rosa expone como la dinámica objetiva
de la huelga subvirtió los dogmas tradicionales. Refiriéndose a los acontecimientos posteriores al Domingo Sangriento, nos entrega una imagen de la dinámica huelguística:
“no hubo un plan determinado previamente, no hubo una
acción organizada; las proclamas de los partidos apenas
podían seguir el paso a los levantamientos espontáneos de
las masas; los dirigentes apenas tenían tiempo de formular
las consignas para la ferviente multitud proletaria. Además,
las primeras huelgas de masas y generales se originaron
en la confluencia de luchas salariales aisladas que, en el
clima general creado por la situación revolucionaria y bajo la
influencia de la agitación socialdemócrata, se transformaban
rápidamente en manifestaciones políticas. El factor económico y el carácter disperso del sindicalismo eran el punto
11. Gramsci, Antonio; Maquiavelo y Lenin.
12. Ver, Las antinomias de Antonio Gramsci, Perry Anderson.
13. Luxemburgo, Rosa; “Huelga de masas, partido, sindicatos”, en
Obras escogidas, ed. Antídoto.
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aun el arte de la estrategia. Fue necesario integrar la táctica del frente único -guerra de posiciones en palabras de
Gramsci- para conquistar a la mayoría de la clase obrera.
Pero la derrota de la revolución alemana en 1923 mostró
que las posiciones, los bastiones, por sí mismos, no bastaban en la tarea de derrotar al enemigo. Faltó desarrollar la
ofensiva estratégica, lo que en la concepción de Trotsky no
impedía haber utilizado la moral de la defensa en ese cometido. Pero lo defensivo, en la estrategia de conjunto, queda
supeditada al objetivo central: vencer. Y no se puede vencer
si la estrategia se reduce a conquistar fortalezas y resistir
golpes enemigos.
Gobierno obrero
En una discusión contra el pacifismo predominante
en el Labour Party británico, Trotsky aborda nuevamente el
debate acerca de un gobierno obrero, que en el IV Congreso
se había votado como táctica, “en los países donde la situación de la sociedad burguesa es particularmente insegura,
donde la relación de fuerzas entre los partidos obreros y
la burguesía coloca la solución del problema del gobierno
obrero a la orden del día como necesidad política.”(14) Si
bien formula una hipótesis puramente teórica para Inglaterra, su lógica es útil para comprender la relación entre posición y maniobra en Trotsky:
“Admitamos por un instante que en las próximas
elecciones vaya una mayoría obrera al Parlamento y éste,
del modo más legal, resuelva empezar por confiscar sin indemnización, en beneficio de los colonos y de los parados
crónicos, los dominios de los nobles terratenientes, por establecer un elevado impuesto sobre el capital, por abolir la
monarquía, la Cámara de los Lores y algunas otras instituciones no menos inconvenientes.
Es por tanto necesario prepararse para tomar el poder, prepararse también a todas las consecuencias necesarias de la inevitable resistencia de las clases directoras. Es
preciso comprenderlo bien: si llegara al poder en Inglaterra
un verdadero gobierno obrero, aun siendo por los medios
14. Los cuatro primeros congresos de la Internacional Comunista
15. Trotsky, León; ¿Adónde va Inglaterra?, editorial El Yunque
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más democráticos, la guerra civil sería inevitable.
Un verdadero gobierno obrero, en otros términos,
un gobierno absolutamente consagrado a los intereses del
proletariado, se vería precisado de este modo a demoler
el antiguo mecanismo gubernamental, instrumento de las
clases poseedoras y a oponerle el aparato de los consejos
obreros, es decir, que el origen democrático del Gobierno
obrero -aun si fuese posible- produciría la necesidad de
oponer a una resistencia reaccionaria la fuerza de la clase
revolucionaria.”(15)
Lejos de cualquier ilusión gradualista, estrategia de
desgaste o “guerra de posiciones” unilateralizada, Trotsky
concibe que la lucha entre el proletariado y la burguesía no
se puede resolver armónicamente, sin saltos, sin violencia.
Si se pretende predominar es necesario demoler el mecanismo estatal burgués. Conquistar en “normalidad” un gobierno obrero por medio de una combinación parlamentaria,
es imposible, pero admitiendo que lo fuese, y que éste se
propusiera avanzar en contra de los intereses capitalistas,
no bastaría con la pura posición gubernamental: habría que
demoler el aparato estatal, contraponer el poder proletario
de los consejos y desarrollar una ofensiva contra las fuerzas
de la reacción. Quienes recurren en nuestro tiempo a las
discusiones acerca del gobierno obrero para justificar políticas reformistas o apoyos a gobiernos de izquierda, han
transformado esta noción en un posicionismo desligado de
una estrategia revolucionaria que aspira realmente a vencer.
La estrategia revolucionaria debe aspirar a vencer
en un combate despiadado con la burguesía explotadora, en
escenarios variables y con medios diversos. Vencer, derrocar el poder enemigo. No sirven las ilusiones.
La Batalla
Un balance crítico del parlamentarismo revolucionario de la
primera organización trotskista en Chile
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Los trotskistas, el parlamento y las luchas
obreras en los ‘30
GABRIEL MUÑOZ C.
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La elección de Michelle Bachelet como Presidenta
de Chile, en reemplazo del criticado gobierno de derecha,
es el reflejo de un cambio en la situación política nacional.
Durante el gobierno de Piñera estallaron una serie de movilizaciones masivas; desde las multitudinarias protestas contra el proyecto hidroeléctrico transnacional HidroAysén, la
revuelta regional de Magallanes, las prolongadas tomas por
la educación gratuita, la revuelta regional de Aysén, hasta el
florecimiento de luchas legales e ilegales de la clase obrera
en importantes sectores de la economía capitalista chilena.
Asistimos a una crisis de régimen político de importantes
magnitudes, la herencia de la dictadura está siendo cuestionada en cada lucha, en cada marcha, se hace imposible solucionar un conflicto si no es afectando de una u otra forma
1. Manuel Hidalgo Plaza. Obrero mueblista, perteneció al ala socialista del PD dirigida por Recabarren que en base a una batalla
fraccional concluyó en la formación del POS. En 1922 se opuso
a denominarse “Partido Comunista” pero acuerdo en adherir e
ingresar a la Komintern. Fue uno de los dos senadores elegidos
por el PCCh (Tarapacá y Antofagasta). La dictadura de Ibáñez lo
deportó al extranjero en 1927. Regresó clandestinamente a Chile y
se opuso a las directivas del BSA. Acusado de indisciplina fue expulsado en 1931, inmediatamente inició el trabajo por articular a la
oposición de izquierda chilena. Fue candidato a la presidencia de la
República a nombre de los comunistas opositores. En 1933 fundó
la Izquierda Comunista siendo nuevamente electo como senador.
Junto a sus compañeros ingresó al PSCh en 1936 donde abandonó las ideas trotskistas. Durante el Frente Popular de Aguirre Cerda
fue Embajador de Chile en México y Ministro de Obras Públicas y
de Economía y Comercio durante el gobierno de J.A. Ríos. Fue
socialista hasta su muerte en 1967
2. Emilio Zapata. Obrero pintor de origen campesino, militante
comunista durante los años ’20. En 1931 se unió a la fracción de
oposición. En 1932 tomó en sus manos la organización del campesinado. Se transformó en dirigente y fundador de la Liga de Campesinos Pobres, organización que tuvo varias secciones regionales.
Fue electo diputado por el distrito metropolitano de Talagante en
1932, sus intervenciones en la Cámara fueron recordadas por la dureza de sus argumentos contra los partidos políticos tradicionales.
Formó la Izquierda Comunista en 1933, luego ingresó al PSCh. En
1938 tras la prohibición de la sindicalización campesina dictada por
el Frente Popular, declaró su hostilidad a Aguirre Cerda, tras esto
fue expulsado del partido. Fundó el Partido Socialista de Trabajadores (PST) en 1940. Vuelve al PSCh en 1944.
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la herencia de Pinochet y los intereses de los capitalistas.
Esto ha movido el escenario político hacia la izquierda: Bachelet iniciará su mandato con amplias expectativas de parte de sus escasos votantes, la derecha ha ingresado en una
fuerte crisis y disputa interna, se han sumado “rostros” de
los “movimientos sociales” auspiciados de una u otra forma
por la alianza “Nueva Mayoría” que intenta contener la crisis
del régimen estrenando un reformismo burgués neoliberal
que desea introducir cambios moderados desde arriba para
“evitar que la calle mande”.
En este escenario de una lucha de clases más fluida, pero aún inicial, comienza a resurgir el movimiento obrero luego de años de ataques propinados en su contra por la
Concertación y la Derecha, los conglomerados neoliberales
que preservaron en todo la herencia de la dictadura capitalista de Pinochet. Se reactivan sus organismos, la actividad
huelguística comienza a preocupar a los gremios patronales
y al propio gobierno. El escenario, como vemos, está proclive para que la clase obrera chilena funde nuevamente sus
instituciones de clase y vuelva a intervenir en la escena política como actor independiente. Y con ello comienzan a ponerse sobre la mesa la necesidad de utilizar por parte de los
obreros revolucionarios todos los métodos que le sirvan en
su objetivo por desarrollar el poder de los explotados. Uno
de estos, que se puso sobre la mesa ante la llegada de dirigentes estudiantiles y gremiales de izquierda al parlamento,
es el de la utilización de tribunas parlamentarias. ¿Deben
los trabajadores pensar las candidaturas y los puestos parlamentarios como una forma de lucha más en la defensa
de sus intereses? En esta breve nota nos proponemos reflexionar sobre esta pregunta tomando un caso histórico: el
parlamentarismo revolucionario de los primeros trotskistas
chilenos de los años ’30 y su relación con la táctica bolchevique para la intervención en los parlamentos burgueses.
Hidalgo y Zapata
Los únicos trotskistas en llegar al parlamento
fueron Manuel Hidalgo(1) y Emilio Zapata(2). Ambos fueron
dirigentes de la Izquierda Comunista una fracción que se denominó sección nacional de la Oposición Comunista Internacional en 1933 luego de un largo recorrido de lucha contra el
estalinismo dentro del Partido Comunista de Chile (PCCh).
La Batalla
Izquierda Comunista (Sec. Chilena de la Oposición Comunista Internacional – Bolcheviques leninistas) y derrocando
violentamente a la burguesía explotadora, podrá conquistar
el poder político, establecer la dictadura del proletariado y
construir la sociedad sin clases (…)” (4).
Según los trotkistas de 1933, el parlamento era una
institución más del Estado capitalista y, por lo tanto, realizar
una actividad para “solucionar” los problemas de “la ley” no
terminaría en otra cosa que en una colaboración para su supervivencia. Un cargo parlamentario era una trinchera más.
Sin embargo los trotskistas no se oponían en principio a utilizar la tribuna parlamentaria. Esta era entendida como un
método más que debía ser utilizado por la clase obrera para
desarrollar su lucha, esencialmente en momentos no-revolucionarios, es decir, preparativos. El terreno electoral debía
ser cubierto por los revolucionarios para que los votos de
los obreros no fueran a parar a las ilusiones de la burguesía
sino a los esfuerzos por potenciar la lucha de clases. Lenin en 1920 enseño a sus camaradas que era un error no
aprovechar los pocos espacios “democráticos” que habría la
burguesía en su intento por evitar su caída. A tres años del
triunfo de la revolución obrera en Rusia, su balance era el
siguiente: “Hoy, cuando consideramos este período histórico
completamente finalizado, cuya vinculación con los períodos
subsiguientes es ahora muy clara, se comprende con singular evidencia que en 1908-1914 los bolcheviques no habrían
podido conservar (y ni hablar de fortalecer y desarrollar) el
núcleo del partido revolucionario del proletariado si no hubiesen defendido, en tenaz lucha, el punto de vista de que
era obligatorio combinar las formas de lucha legales con las
Revista Marxista de Teoria y Politica
Hacia 1927 el PCCh se enfrentó a la dictadura militar de Carlos Ibáñez del Campo, cuyo objetivo no era otro que destruir
las organizaciones clasistas del proletariado chileno para así
conseguir una transición al modelo capitalista norteamericano. Es así que como una de sus primeras acciones fue la
de decretar ilegal al PCCh, sus dirigentes fueron relegados
y su actividad perseguida. Este momento de debilidad fue
aprovechada por la estalinizada Internacional Comunista, y
sus organismos regionales, para deformar burocráticamente
al partido que había sido fundado por el propio Luis Emilio
Recabarren y conseguir se adhesión a la estrategia reformista del estalinismo de “revolución democrático-burguesa”.
Esta estrategia decía que la clase obrera y su partido debían
necesariamente luchar por una etapa democrático-burguesa
para resolver las tareas agrarias (reforma agraria) y anti-imperialistas (independencia económica) como “antesala” (impostergable) de la lucha por el socialismo. Esta estrategia
fue el primer pilar para que luego el PCCh participara de los
Frentes Populares (gobiernos burgueses reformistas) siendo incluso parte de sus ministros. Hidalgo y Zapata fueron
parte del grupo de oposición al estalinismo y militaron desde
1930 hasta 1933 en el PCCh de oposición (o disidente) y
hacia 1932 se pasaron abiertamente al campo de los trotskistas y la oposición internacional. En esos años la fracción
comunista de oposición siguió el trabajo revolucionario que
heredaron de Recabarren y constituyeron la primera organización revolucionaria bajo la estrategia de la “dictadura
del proletariado” superando el centrismo inicial de la jóven
organización fundada por Recabarren(3).
El grupo de oposición comunista logró conseguir dos
puestos parlamentarios para su actividad política: Manuel
Hidalgo y Emilio Zapata, el primero senador por Antofagasta
y el segundo diputado por el distrito capitalino de Talagante.
En 1933 Hidalgo sintetizó muy bien cuál era la actitud de los
revolucionarios en los parlamentos burgueses: “A nosotros,
los comunistas, no nos interesa, como no le interesa al proletariado, el perfeccionamiento del Estado de la burguesía
nacional e internacional; ni por tanto, venimos al parlamento
a colaborar en la solución de las contradicciones (…). Nosotros decimos terminantemente donde estemos, sea en la
fábrica o en la calle, en el campo o en la industria, en el local
obrero o en este local del Estado capitalista, que solamente
por la acción revolucionaria, independiente y organizada del
proletariado y bajo la dirección de su vanguardia de clase, la
3. Por centrismo nos referimos a la oscilación entre reforma y revolución de una organización revolucionaria. El centrismo del PCCh
se debía a la contradicción entre los principios revolucionarios de
la organización política (la dictadura del proletariado) y su acción
conciliadora con partidos burgueses o movimientos reformistas
burgueses. Al respecto recomendamos la lectura: Miranda, Nicolás,
Historia marxista del Partido Comunista de Chile (1922-1973), Ediciones Clase Contra Clase, Santiago, 2001.
4. “Las facultades extraordinarias y la Izquierda Comunista. Discurso del senador Manuel Hidalgo realizado el 27 de abril de 1933
en Sesión Extraordinaria del Senado”, Boletín Comité Central de la
Izquierda Comunista, N° 2, Santiago, 1° de mayo de 1933, págs.
5-13.
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La Batalla
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ilegales, de que era obligatorio participar incluso en un parlamento ultrarreaccionario y en una serie de otras instituciones restringidas por leyes reaccionarias”(5). Lenin sostenía
que era de gran utilidad para los revolucionarios combinar
la acción de masas fuera del parlamento con una oposición
que simpatiza con la revolución (o que la apoya francamente
y con todos sus medios) dentro de ese parlamento. Para los
bolcheviques de lo que se trataba, no era tomar la actividad
parlamentaria como un medio para conseguir el socialismo,
sino como una tribuna desde donde apoyar y potenciar las
acciones de masas del proletariado y de los trabajadores
no-proletarios. Los parlamentarios revolucionarios de la clase obrera no deben, entonces, ser funcionarios del Estado,
sino tribunos del pueblo. Esta es una táctica distinta con la
cual se lanzaron los candidatos del actual PCCh, los cuales
fueron en alianza con el proyecto de contención de la Nueva Mayoría, y ahora quieren ser parte del gobierno, tal cual
como lo hicieron desde 1937 en el gobierno del latifundista
Pedro Aguirre Cerda.
El parlamentarismo revolucionario como una
táctica para la revolución obrera y socialista
Este último punto es quizás el más importante del
parlamentarismo revolucionario. Utilizar las tribunas parlamentarias a favor de las luchas obreras en curso, a modo de
fortalecerlas y extenderlas nacionalmente. El bolchevismo
llegó a estas conclusiones tras años de experiencia y debate con el parlamentarismo reformista de las socialdemo5. Lenin, Vladimir Ilich, “El ‘izquierdismo’, enfermedad infantil del
Comunismo”, en Obras Selectas, Tomo II, Buenos Aires, Ediciones
IPS, 2013, pág. 448.
6. Vitale, Luis, Interpretación marxista de la Historia de Chile. Volumen III (tomos V y VI), LOM Ediciones, Santiago, 2011., págs.
250-253.
7. Plaza Armijo, Camilo. “Soviets, cuartelazos y milicias obreras:
los comunistas durante los doce días de la República Socialista,
1932”, en Ulianova, Olga, Manuel Loyola y Rolando Álvarez (edit.),
1912 y 2012. El siglo de los comunistas chilenos, Santiago, Instituto
de Estudios Avanzados Universidad Santiago de Chile, 2012, págs.
186-187.
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cracias. A fines del siglo XIX y a inicios del XX los partidos
socialdemócratas se preocuparon de desarrollar muy bien
las tácticas, entre ellas la electoral fue esencial en décadas
de reflujo de la lucha de clases. La participación en elecciones se había convertido en la actividad primordial de
estos partidos (principalmente europeos). Su tendencia era
la de organizar sólo a los que votan, subordinando toda la
actividad orgánica en la clase obrera (la actividad en sindicatos, cooperativas, clubes, etc.) a los tiempos electorales.
El electoralismo de la socialdemocracia fue una tendencia
duramente combatida por los bolcheviques, la cual había
mostrado sus límites cuando ésta cristalizó finalmente en
estrategias de colaboración que decían que era posible
conseguir “mediante la democracia” el socialismo. Esa fue
la teoría del dirigente Kautsky. El electoralismo redundó en
compromisos con fuerzas políticas burguesas, ese mismo
compromiso empujó a estos partidos obreros a apoyar a
sus Estados cuando se inició la Primera Guerra Mundial,
votando los créditos de guerra, traicionando así los principios fundamentales del marxismo. El bolchevismo entonces,
fundó sus raíces sobre la flexibilidad táctica y la intransigencia estratégica. Las formas de intervención política debían,
según el bolchevismo, adaptarse a las diversas formas del
movimiento y a las condiciones políticas, pero, haciendo
prevalecer en función de lo más avanzado de la experiencia
real del movimiento obrero.
En 1932 cuando Hidalgo y Zapata fueron electos
como parlamentarios por la fracción comunista de oposición
el movimiento obrero venía reconstituyendo sus instituciones tras años de persecución y desarrollo del sindicalismo
legal por parte del Estado. En septiembre de 1930 las dispersas organizaciones obreras organizaron marchas en apoyo
a los marinos sublevados(6), en enero de 1932 la debilitada
FOCh y sindicatos dispersos convocaron a una huelga general contra el gobierno de Esteban Montero (el continuador
de las medidas de Ibáñez), en junio de 1932 constituyeron
consejos revolucionarios paralelos al gobierno nacionalista
de la mal llamada República “Socialista”(7). La oposición de
izquierda, a la vez que rearticuló a la mitad del partido, se
unió a la formación de los Comités de Obras. La legislación
laboral impulsada por la dictadura quiso instaurar un sistema
moderno de relaciones entre el capital y el trabajo, prohibiendo la organización por oficio (la base sobre la cual se
había organizado la FOCh). Aprovechando el “resquicio” de
La Batalla
campesina de Ranquil en junio 1934(11). Elaboraron una ley
para garantizar legalmente la sindicalización de trabajadores agrícolas y campesinos pobres, garantía no reconocida
por el Código Laboral. Esta “ley de sindicalización campesina” fue posteriormente rechazada por el Frente Popular. En
otra ocasión ambos parlamentarios rechazaron los decretos
represivos del gobierno de Jorge Alessandri(12).
La actividad parlamentaria de los trotskistas Hidalgo y Zapata, constituyó un caso de parlamentarismo revolucionario cuya significancia histórica para la clase obrera
es de gran relevancia. Siguiendo el ejemplo histórico de la
diputación de Recabarren a inicios de los ’20, los comunistas de oposición lanzaron sus candidatos a elecciones
parlamentarias con el fin de fortalecer en la arena pública
las posiciones del partido y amplificar las luchas obreras y
campesinas en curso. Aunque contarán con esta fortaleza
a su favor, el trotskismo autodidacta no estuvo exento de
enormes errores políticos.
Revista Marxista de Teoria y Politica
“sindicatos por empresa”, la Izquierda Comunista desarrollo
un importante trabajo en el gremio de los trabajadores de la
construcción, una rama productiva en ascenso luego de la
crisis salitrera que azotó al país desde 1927. Constituyeron
el Comité Único de la Construcción (CUC) a fines de 1932,
siendo elegidos en su Comité Central importantes figuras,
como Pablo López Cáceres y Manuel Contreras Garret(8).
Por otra parte, la Izquierda Comunista, fue la primera organización en organizar a los campesinos (proletarios y no-proletarios) en una organización gremial de defensa de sus
intereses. Tal fue la experiencia de Emilio Zapata y la Liga
de Campesinos Pobres, cuyas secciones afiliadas al CUC,
en 1933 ya comenzaron a realizar sus primeras huelgas.
Esta inserción orgánica en la clase obrera y en los sectores pobres del campesinado capitalino fue llevada al terreno
electoral, con el objetivo de ser representantes de estas experiencias. Zapata fue conocido públicamente por sus duras
intervenciones en la Cámara de Diputados a favor de los
intereses del proletariado. Fue detenido muchas veces por
hablar en las concentraciones de los movimientos campesinos. Humberto Valenzuela, dirigente trotskista de la segunda
generación, recuerda cómo Zapata se defendía de los insultos a los que eran sometidos en el Congreso: “La respuesta
de Zapata fue cortante: ‘El proletariado siempre está de pie
frente a sus verdugos’ y tomando una galleta que llevaba
consigo (pan negro que los dueños de fundo le daban a los
campesinos) la arrojó sobre el escritorio de la presidencia,
donde rebotó por su dureza, y agregó, dirigiéndose a los
parlamentarios latifundistas: ‘ahí tenéis el pan que vosotros
le dais a los campesinos. Con este pan podréis apomazar
los mármoles de esta Cámara, pero no podéis alimentar el
estómago de aquellos que no cometen otro delito que incrementar vuestra riqueza.’ Así habló Emilio Zapata en la Cámara de Diputados en defensa de sus hermanos de clase,
los campesinos pobres”(9). Emilio Zapata y Manuel Hidalgo,
además de relacionar íntimamente sus tribunas parlamentarias con lo más avanzado de la movilización obrera, utilizaron la legalidad para asegurar en el terreno legal las victorias
de la clase obrera y el campesinado pobre. Así por ejemplo,
ambos parlamentarios pelearon la concesión de la construcción del Policlinico N° 1 del Seguro Obrero. Esta experiencia
permitió la legalidad del control obrero de la construcción de
ese edificio público (10). También dieron una dura batalla
por la defensa de las víctimas y arrestados de la revuelta
El peligro de los “atajos”:
Comunista
el liquidacionismo de la Izquierda
El joven núcleo de revolucionarios trotskistas
poco a poco fue cediendo a las presiones de la “unidad de
la izquierda” y las alianzas electorales con organizaciones
no-obreras. En octubre de 1932 las candidaturas de Hidalgo
8. Rojas F., Jorge, Alfonso Murua O. y Gonzalo Rojas F., La historia
de los obreros de la Construcción, Santiago, Ediciones PET, 1993,
págs. 40-48.
9. Valenzuela, Humberto, Historia del movimiento obrero chileno,
Editorial, Quimantú, Santiago, 2008, págs. 100 y 101.
10. “El Comité U. de la Construcción. Una experiencia sindical que
enseña”, Izquierda, Santiago, segunda quincena de junio de 1936.
11. “Discurso de Zapata. Los sucesos de Ranquil llevados al Parlamento por la Izquierda Comunista”, Izquierda, 11 de julio de 1934.
12. “El Compañero Zapata abre debate en la Cámara. Los trabajadores no tolerarán nuevas Facultades Extraordinarias”, Izquierda,
Santiago, segunda quincena de junio de 1934.
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y Zapata fueron llevadas adelante mediante un pacto electoral con el Partido Radical Socialista, el Cartel Socialista y
el Partido Socialista Unificado. El PRS ya había apoyado en
1931 a la candidatura presidencial de Alessandri. El Cartel
estaba compuesto por los dirigentes de militares nacionalistas de la República “Socialista”. Estos pactos no fueron
vistos como parte de una muestra de colaboración de clases, lo que los hizo depender, en última instancia, de las
reglas de las alianzas electorales. Esta tendencia ya había
sido estrenada con el apoyo de los comunistas de oposición
a la candidatura del militar Marmaduque Grove. Hacia 1935
la Izquierda Comunista rompió política e ideológicamente
con Trotsky y los dirigentes de la Oposición Comunista Internacional. En los “tiempos de la reforma” abiertos con el
triunfo del Frente Popular, los trotskistas no lograron mantenerse como un templado grupo revolucionario y prefirió
los “atajos”. En 1936 el Congreso de la Izquierda Comunista
decidió, tras confusos argumentos, realizar un entrismo en
el Partido Socialista de Chile (PSCh). En el mismo congreso
donde se firmó la fusión de ambos grupos, los socialistas
consiguieron la votación de los delegados a favor de la formación del Frente Popular con comunistas y radicales. La
Izquierda Comunista obró a favor de su propia liquidación.
Hidalgo y Zapata terminaron sus periodos parlamentarios
obrando por los planes de los socialistas terminando con
ello esta experiencia de parlamentarios revolucionario. No
obstante este hecho, del cual debemos sacar las lecciones
necesarias, su audaz pero breve experiencia está allí, quedó
allí, disponible para que otros se aventuren a conocer más
sobre su historia y tomar notas para ser consideradas en las
luchas del presente. En momentos en que movimiento obrero comienza a recuperar sus fuerzas como clase y como
actor político, se hace necesario interrogarse sobre las
formas y métodos de lucha de las organizaciones obreras.
Legales o ilegales cada una de las tácticas y movimientos
que realicen los obreros debe ser puesto a consideración de
los principios de la independencia de clase y la estrategia
de auto-organización obreras. Los trabajadores no necesitan parlamentarios que pacten y negocien con los políticos
burgueses, tal cual como lo hace el PCCh. Los trabajadores
no necesitan tampoco de organizaciones y parlamentarios a
favor de la “ruptura democrática” que precipite el gobierno
de un “Estado de derechos”. Los trabajadores necesitan participar en elecciones y ejercer cargos parlamentarios como
Dossier
Mayo 2014
tribuna revolucionaria a favor de la amplificación y desarrollo
de lo más avanzado del movimiento obrero, tal como planteó
Lenin: “combinar la acción de masas fuera del parlamento
reaccionario con una oposición que simpatiza con la revolución (o, mejor aún, que la apoya francamente) dentro de ese
parlamento”.
La Batalla
Frentes anti neoliberales y
partidos amplios anticapitalistas
Una polémica desde el marxismo revolucionario
ALEJANDRA VALDERRAMA
Revista Marxista de Teoria y Politica
Las organizaciones de los “movimientos sociales” en Chile:
“La teoría de la organización se halla
estrechamente vinculada con una hipótesis
acerca de la revolución y no puede ser separada de ella”
Rossana Rossanda
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La Batalla
Revista Marxista de Teoria y Politica
La crisis contenida del régimen político en
Chile y los nuevos desafíos estratégicos en la
izquierda
Para comenzar a hacer una polémica desde el
marxismo revolucionario sobre el surgimiento de los frentes
anti neoliberales o de partidos amplios anticapitalistas, sus
orígenes y contradicciones es necesario tomar en consideración que esta no es una discusión que pretenda alimentar puramente el debate abstracto dentro del marxismo y la
izquierda. Sin duda es un tema complejo que en absoluto
buscamos dar por cerrado, por esto pretendemos abordarlo
al menos en tres aspectos que consideramos importantes:
los fundamentos teóricos, las decisiones estratégicas y la
práctica política, en estos tres niveles intentaremos abrir una
reflexión sobre las organizaciones de los “movimientos sociales” en Chile y el surgimiento de frentes anti neoliberales
y partidos anti capitalistas en el mundo.
Los cambios en la situación política en nuestro
país y la crisis capitalista mundial(1), ya en su séptimo año
de desarrollo nos pone nuevos desafíos, en Chile el surgimiento de una nueva generación que el 2011 en la calles
cuestionó la educación de mercado sumado a las revueltas
locales como Aysen, Freirina, Magallanes y el 2013 con la
entrada en la escena nacional de sectores de la clase trabajadora con huelgas importantes, paralizaciones ilegales e
inclusive nueva formas de organización(2). Nutren el amplio
abanico del escenario nacional. Sectores diversos comienzan a repudiar, desde distintas esferas, el régimen político
que preservó la Concertación, profundizó la derecha y que
1. “Apuntes sobre la crisis capitalista en curso y la reconstrucción
de la IV Internacional” de Emilio Albamonte
2. CPS del PTR-CcC n° 169” El avance en la gestación de un nuevo movimiento obrero, y los intentos de los partidos patronales de
canalizarlo” de Nicolás Miranda
3. El historiador Gabriel Salazar abre un estudio sobre los movimientos sociales y entrega algunas definiciones sobre el concepto
en “Movimientos sociales en Chile”
4.
http://www.adelantechile.cl/videos/union-nacional-estudiantil-su-pensamiento/
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Dossier
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mantuvo intactas las principales políticas de la dictadura
militar de Pinochet. Esta discusión va dirigida a estos sectores, las organizaciones de izquierda sin duda son parte de
lo que algunos denominan la aparición de “los movimientos
sociales”. Con este artículo buscamos abrir una arista en el
debate, aun hoy subterránea sobre qué tipo de organización necesitamos para conquistar las demandas que se han
planteado, tomando una de sus variantes: La conformación
de frentes anti- Neoliberales o partidos amplios anticapitalistas ¿Qué nos están proponiendo?
La entrada en escena de los movimientos
sociales: la relación entre
lo social y lo político
Cuando nos hablan de que en Chile volvieron aparecer los movimientos sociales(3) cabe preguntarnos que
entendemos realmente con este término. Parece ser el movimiento estudiantil, los trabajadores y los pobladores una
misma gama homogénea que se moviliza por demandas
que son aprobadas por el conjunto de la población. Pero
ante esta premisa que analizan diferentes intelectuales y
levantan como consigna diferentes organizaciones como la
Unión Nacional Estudiantil (UNE)(4) o más recientemente
el candidato a la presidencia Marcel Claude, se esconde
también el nudo de un problema difícil de resolver: ¿Hay
intereses generales y comunes entre los denominados movimientos sociales? ¿Cuál es la relación entre lo social y lo
político?
Hablar de un “movimiento social” o “ciudadano” homogéneo y sin diferencias es un tema complejo. En primer
lugar consideramos que un movimiento social dado contiene
diferentes sectores sociales y de clase. En segundo lugar no
podemos desconocer que en el seno de lo que muchos llaman el “movimiento social” se expresan diversas propuestas
y concepciones, los activistas, organizaciones de izquierda
son parte de los miles de estudiantes, trabajadores y sectores populares que han salido a luchar. Y claramente no
todos tenemos los mismos objetivos.
En el movimiento estudiantil mas claramente estas
diferencias se expresaron en las diversas salidas que se le
daban al conflicto(5); Había quienes no querían poner al
centro la lucha por la gratuidad de la educación terminando
La Batalla
sujeto central en la lucha por acabar con el sistema capitalista. Esto lo denominamos como la estrategia de hegemonía
obrera(7).
Las organizaciones de los
“movimientos sociales” y las organizaciones
autoproclamadas anti neoliberales en Chile.
Con el 2011 y el explosivo movimiento estudiantil,
más las revueltas locales y la entrada parcial de sectores
de trabajadores se reconfiguró también el panorama general de las organizaciones de izquierda. Este movimiento
subterráneo encontró asidero en nuevos agrupamientos
políticos que tomaron como bandera, lo que en las calles
se mostraba como un solo grito de repudio. Estudiantes,
pobladores y trabajadores son para estas organizaciones
un solo movimiento, el movimiento social. Estas organizaciones tienen como lucha central: el modelo neoliberal y
muchas de ellas buscan ampliar el rol social del Estado hoy
existente. No todas se declaran socialistas, pero quienes
luchan por el socialismo lo hacen dentro de estos términos.
Algunas nos hablan de la necesidad de una revolución pero
no nos aclaran que tipo de revolución es por la que pelean.
Podemos encontrar dentro de estas variantes; en el movimiento estudiantil claramente a la Unión Nacional Estudiantil
(UNE), organización nacida el 2011 y que según lo que ellos
mismo describen su apuesta estratégica está en “constante construcción” alejados de los “vicios de la izquierda y el
sectarismo”, reivindican al mismo nivel a figuras históricas
como Allende, el Che Guevara, entre otros y se plantean
la necesidad de unificar a la izquierda a nivel nacional. Esta
organización además dentro de su primer congreso(8) se
Revista Marxista de Teoria y Politica
con el sistema de becas y créditos como expresaban sectores de la ex- Concertación y el Partido Comunista, pero
también habíamos quienes luchamos para poner al centro
esta demanda como parte de un programa que transformara
el conjunto el sistema educativo de mercado. Se ponía en
discusión entonces si el movimiento estudiantil debía subordinarse a los tiempos de los partidos empresariales del régimen o debía ser un sector que contribuyera a la lucha contra
el régimen heredado de la dictadura. Existía además una
dirigencia expresada por ejemplo en el CONFECH y existía
una base expresada en asambleas y marchas masivas. Diferentes organizaciones con sus propuestas componían estos
diferentes niveles. El “movimiento social” es más complejo
de lo que creíamos. ¿Es entonces una gama homogénea y
con intereses comunes? Desde nuestro punto de vista no se
pueden invisibilidar los sectores sociales y de clase; no son
lo mismo pobladores, estudiantes, trabajadores, movimiento
de mujeres, entre otros. Pero además desde nuestro punto
de vista, esta relación entre lo social y lo político es una relación dialéctica. El movimiento estudiantil, de mujeres o de
los trabajadores no tiene una conciencia espontanea, sino
que están influenciados por distintas corrientes ideológicas
propias de la sociedad capitalista(6). Es por este motivo que
consideramos que no hay un “movimiento social” homogéneo como no hay una sociedad homogénea sin esta tensión
permanente. Más bien estas diferentes manifestaciones
existentes, en general hoy, contra el régimen heredado de la
dictadura responden concretamente a lo que los marxistas
denominamos: la lucha de clases.
Quienes nos plantean que en Chile hay un resurgimiento de los “movimientos sociales” sin referirse a esta
dicotomía terminan 1) diluyendo el choque evidente entre
intereses antagónicos; 2) esconden el debate de estrategias
en la izquierda y la relación concreta entre los diferentes
sectores que salen a luchar: estudiantes, trabajadores, pobladores, etc. Nos hablan de movimientos ciudadanos, de
lo social contra lo político pero terminan dejando de lado el
núcleo del problema: El capitalismo.
Para los marxistas revolucionarios esta relación
está dada por la posición estructural que se cumple en el
sistema, es por esto que nosotros no apostamos al fortalecimiento de un movimiento social en general, más bien a
la construcción de una alianza revolucionaria entre trabajadores y oprimidos, que tenga a la clase trabajadora como
5. http://www.ptr.cl/nacional/balance-y-perspectivas-de-la-movilizacion-%C2%A1levantemos-una-juventud-combativa-y-revolucionaria/
6. “La espontaneidad de las masas y la conciencia de la socialdemocracia” ¿Qué hacer? Lenin
7. http://www.ips.org.ar/?p=7888
8. http://www.adelantechile.cl/2013/02/19/un-grrito-recorre-chile-finaliza-congreso-de-la-une/
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La Batalla
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proclama ser la sección chilena del ALBA(9) y hoy dentro de
sus campañas políticas dan su apoyo irrestricto a Nicolás
Maduro levantando las banderas de la “revolución bolivariana”. En el plano electoral convergieron con otro fenómeno
político importante: el autodenominado candidato de los movimiento sociales el ex militante de la DC Marcel Claude que
dentro de su programa planteaba la nacionalización de los
recursos naturales, la educación gratuita, el fin a las AFPs
entre otras demandas. Su lucha es contra el “duopolio”, la
“clase política” y por una democracia “radical”(10). Detrás
de esta candidatura adhirieron diferentes organizaciones
como la Red libertaria (ligada al Frente de Estudiantes Libertarios –FEL), el Movimiento Patriótico Manuel Rodríguez,
convergencia MIR, entre otros. Para estas organizaciones y
frentes electorales la bandera de los “movimientos sociales”
como sujeto de transformación social va en directa relación
con los objetivos que buscan alcanzar: No son las viejas fórmulas como ellos mismos plantean, no buscan terminar con
las contradicciones de clase, ni como planteamos los marxistas poner al centro a la clase trabajadora para dar esta
pelea formando un partido para la lucha de clases, no, para
ellos el movimiento social en donde están al mismo nivel trabajadores, estudiantes y la población son parte de expresiones de la “ciudadanía” y sus transformaciones están dentro
de la “sociedad civil”. En su campaña menciona que Chile
debería adoptar un modelo parecido al de Finlandia o Vene9. Alianza Bolivariana para los pueblo de nuestra América (ALBA)
Compuesto por los gobiernos de Ecuador, Bolivia, Venezuela,
Cuba, Iran, Siria, entre otros.
10.
http://www.elciudadano.cl/2013/05/19/68709/marcel-claude-cuando-gana-la-concertacion-tambien-gana-la-derecha/
11. http://marcelclaude.blogspot.com/2011/06/la-educacion-publica-es-posible-la.html
12.
http://www.elciudadano.cl/2011/10/13/42380/la-confech-eneuropa-a-traves-de-farfan/
13. http://www.anticapitalistas.org/node/3484 “El Nuevo Partido
Anticapitalista (NPA) de Francia nació formalmente el 8 de febrero
del 2009 en el Congreso fundacional que pretende aglutinar a toda
la izquierda”
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Dossier
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zuela al menos en materia educacional(11). En el marco de
las votaciones el candidato Marcel Claude hizo un llamado
explícito al candidato del PRO Marco Enríquez Ominami,
liberal progresista, a confluir en una campaña común para
terminar con la exclusión del duopolio político. Una variante
con una denuncia mucho más marcada a los empresarios,
fue la candidata Roxana Miranda levantada por el Partido
Igualdad, que si bien en un comienzo actuaron unidos junto
al comando de Marcel Claude, se separaron por diversas
diferencias. Ella sí nos habla de terminar con el poder de los
empresarios, denunciando ferozmente las consecuencias
del capitalismo y del neoliberalismo en nuestro país. Ella
busca una sociedad más justa, un Estado popular y construido desde abajo en donde el “pueblo mande”. Recientemente
y ante los resultados electorales diferentes organizaciones,
como la Unión Nacional Estudiantil (UNE) llamaban a unificar ambos bloques electorales para enfrentar al neoliberalismo. Todas estas organizaciones, ante los hechos de
movilizaciones organizadas por la derecha en Venezuela
hacen campaña para fortalecer la “revolución bolivariana” y
ante el viaje del Presidente Maduro a Chile para saludar la
asunción de Bachelet, realizaran un acto público en donde
llaman a todos quienes se declaren anti neoliberales y estén
por el comercio justo entre los pueblos a manifestarse. Pero
estos fenómenos políticos nuevos en nuestro país, como
portavoces del “movimiento social” no surgen solamente en
Chile, son parte de un fenómeno político más profundo que
intentaremos detallar en este artículo.
El surgimiento de partidos amplios
anti capitalistas en el mundo.
En una de sus giras como dirigente estudiantil en
Europa(12), Sebastián Farfán representante de la Unión Nacional Estudiantil sostuvo diversas actividades con el denominado “Nuevo Partido Anticapitalista”(NPA)(13) en Francia,
organización proveniente de la organización trotskysta Liga
Comunista Revolucionaria (LCR) y que en su congreso de
fundación buscan dar un giro ante la nueva situación mundial
y ampliar sus fuerzas re-definiendo su estrategia y haciendo
que ésta esté en constante construcción, haciendo confluir
dentro de un mismo partido a ecologistas, altermundistas,
movimiento anti global, ex trotskistas, reformistas, etc(14).
La Batalla
Resonancias noventistas: la clase obrera,
(FT-CI) en un esfuerzo por sacar las lecciones de la lucha
de clases, definimos a estas organizaciones como representantes del “trotskysmo de Yalta”(16) La tarea para ellos fue
ampliar las filas de sus organizaciones a cambio de transar
completamente sus objetivos estratégicos y su programa.
Los años noventa no son azarosos, y una característica que atraviesa todo el periodo es la restauración del
orden capitalista a nivel mundial. La caída de los “socialismo
reales” o Estados obreros deformados imprimió una derrota
moral a la izquierda y en particular a la clase obrera. Se
comienza a hablar del fin de la historia y con ello la clase
obrera como sujeto revolucionario se pone en duda. A su vez
la integración de los Partidos Comunistas a los regímenes
empresariales, la formación de Partidos obrero-burgueses
como el caso de los Partidos Comunistas de Italia, el PT
de Brasil, el SDP Alemán, entre otros. Fueron parte del sello que le imprimieron al periodo: un golpe brutal a la clase
obrera y tras de sí, al conjunto del pensamiento revolucionario. Las primeras movilizaciones de masas en los 90 fueron
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Para ellos el horizonte de la revolución había cambiado y en
este sentido los objetivos de una organización debían cambiarse también. Los tiempos no son los mismos, la época
completa para ellos se había transformado, se había cerrado el ciclo definido por Lenin como una “época de crisis,
guerras y revoluciones”. Todo esto para ellos era fraseología del pasado pues vivimos desde su punto de vista una
“reorganización de las fuerzas capitalistas” que obligaban a
re pensar la táctica, estrategia y carácter del partido(15). El
debate sobre la formación de “Partido amplios anticapitalistas” fue un debate que recorrió el conjunto de la izquierda,
en Europa se expresó con la fundación Sottish Socialist
Party en 1998, el Bloco de Esquerda en Portugal en 1999,
el Partido de la Izquierda en Suecia, la Alianza Roja-Verde
en Dinamarca (estos dos últimos a principios de los 90), la
Socialist Alliance y posteriormente RESPECT el 2005 en Inglaterra. Parte de este proceso es la participación de todas
las fracciones trotskystas en Rifondazione Comunista en
Italia y Die Linke (la izquierda) en Alemania. Y en América
Latina esta política fue llevada adelante con la fundación del
PSOL con una ruptura del PT de Lula y Dilma Rosseau y con
la reivindicación del PSUV (Partido Chavista). En Argentina
esta discusión toma forma en la “nueva Izquierda” impulsada por el Movimiento de Trabajadores por el socialismo
(MST) que intenta confluir con sectores peronistas en busca
de un movimiento nacional y popular que sea “superador” y
que pretenda sacar del aislamiento que por tantos años ha
estado la izquierda.
14. http://www.anticapitalistas.org/node/4200 Entrevista a francés
Franck Gaudichaud militante del NPA “¿De qué forma se organizan
los comités anticapitalistas? “Los comités se forman territorialmente
de manera inicial y llegan a ser 400 a nivel nacional. Después viene
el proceso de organización y coordinación por sectores o regiones.
A los comités llegan ex militantes comunistas, ex militantes de base
del PS, sectores libertarios, pero sobre todo, muchos sindicalistas
clasistas independientes, jóvenes pobladores, militantes altermundialistas, ecologistas radicales, feministas sin partido.”
adaptación y derrota moral
15. http://www.anticapitalistas.org/node/4200 Entrevista a francés
Franck Gaudichaud militante del NPA
Pero esta marea y giro político de diversas organizaciones que traen como precedente la formación de los
partidos amplios anticapitalistas en donde no es necesario
hablar agudamente de lucha de clases, incluidas organizaciones trotskystas importantes, no es casual. Los atajos en
la construcción de partido y las caracterizaciones sobre lo
que acontecía mundialmente fueron decisivos.
Sin duda, en el caso de las organizaciones trotskystas es parte de una dinámica y una lógica política particular,
que no detallaremos en este artículo pero que desde la Fracción Trotskysta por la reconstrucción de la IV internacional
16. http://www.ft-ci.org/En-los-limites-de-la-restauracion-burguesa?lang=es Podemos entender como “Trotskysmo de Yalta” a las
organizaciones que con una lógica “centrista” que devino en zig
zags que comenzaron con la proclamación de revoluciones cualquiera con direcciones cualquiera (como el caso de Cuba y la confianza en la estrategia del foco guerrillero) hasta la concepción de
revolución democrática que los llevó detrás de partidos reformistas
e inclusive partidos empresariales, dio un nuevo giro en los años
noventa para en el caso de variadas organizaciones terminar con
su liquidación como organizaciones revolucionarias, en otros casos
se mantienen como organizaciones oscilantes entre la reforma y
la revolución.
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La Batalla
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protagonizadas por el movimiento anti-global, las movilizaciones contra la guerra, entre otras, movimientos que no
planteaban en sí mismas una ruptura contra el capitalismo.
Las organizaciones que impulsaron los frentes amplios anti
neoliberales o partidos amplios anti capitalistas durante los
noventa priorizaron la confluencia con estos sectores sin
ninguna estrategia revolucionaria. Este es el antecedente
histórico de su surgimiento, más adelante detallaremos a
que posiciones concretas los ha llevado esta concepción y
como esto se expresa incipientemente en las organizaciones políticas que en nuestro país siguen la misma lógica en
su guía de acción cotidiana.
El orden de Yalta y la caída del muro de
Berlín: ¿Una nueva época se abría paso?
Como mencionábamos anteriormente, la formación
y concepciones de los partidos amplios anti capitalistas tiene sus orígenes en las consecuencias del periodo histórico
nombrado. La caída del muro de Berlín y de los “socialismos reales” o Estados obreros deformados sumado a la
integración de los Partidos Comunistas a los regímenes empresariales fue el escenario de la recuperación mundial del
capitalismo. Se abrió entonces un amplio debate dentro de
la izquierda y se comenzó a poner en duda las definiciones
y la estrategia. Una de estas discusiones claves fue sobre
la definición de época, ya años antes la LCR organización
de la cual proviene el NPA en Francia, se comenzaba a
cuestionar sobre el retroceso en el cual estaba sometida la
clase obrera después de la segunda guerra mundial. Para la
formación del NPA fue necesario definir que había quedado
atrás la época de las grandes revoluciones y que ante la recuperación del capitalismo había que cambiar de hipótesis
central de la revolución, lo que cambiaría el eje que tomaría
el nuevo partido. La acción en la lucha de clases quedó en
un segundo plano y tomo principal preponderancia la conformación de frentes electorales como también la participación
en distintos gobierno(17).
Pero para ellos la época de crisis del capitalismo
había quedado atrás y se habría una etapa de reorganización
de las fuerzas capitalistas que obligaba a las organizacio-
nes, ante fenómenos de lucha nacientes, a buscar amplitud
en sus convocatorias y a generar polos de resistencia anti
neoliberal.
Pareciera ser que una definición es algo que
aparentemente no tendría repercusiones, pero como vemos
fue medular en su acción política y lo es hasta el día de hoy.
Estas organizaciones de los movimientos sociales nacen en
los hechos con la liquidación de las perspectivas de la revolución socialista, cambiando este objetivo histórico por la de
polos anti neoliberales. Nos remitimos a dar ejemplo sobre la
LCR Francesa porque son ilustrativos, pero también porque
son los orígenes de una de las organizaciones autodenominadas anticapitalistas, el NPA en Francia sirve al menos
como muestra de una lógica política similar consideramos,
a lo que en Chile están intentando levantar fenómenos electorales como Marcel Claude, el partido igualdad o la UNE.
Lo que podríamos comparar con lo señalado en
Chile por los candidatos presidenciales Roxana Miranda y
Marcel Claude sobre conformar un “bloque amplio anti neoliberal” o la lógica de la Red Libertaria ligada al FEL y la UNE
dentro del comando Todos a la Moneda que los llevó tras ex
concertacionistas con un programa que buscaba reformar el
régimen político en Chile, no transformarlo de raíz ni acabar
con él, es decir; Ya que hablar de crisis del capitalismo es
algo alejado de la personas y sin una vigencia tal, para con-
17.
http://www.ft-ci.org/Trotsky-y-Gramsci-debates-de-estrate- formar oposición hay que levantar organización en alianza con
gia-sobre-la-revolucion-en-occidente Ya para la LCR la participapartidos reformistas y muchas veces partidos pequeño burgueción de la organización en lo que ello denominaban un gobierno
obrero tenía como condicionantes cuestiones bastante diferentes a ses para llegar al conjunto de la población. Para hablarle
la discusión que realizaban los revolucionarios como Trotsky y que al pueblo hay que hablar desde el sentido común, sin plantear
fue táctica que tenía como objetivo armar a la clase trabajadora, cuestiones que estén por fuera de sus horizontes inmediatos y
no para ampliar la base social de un grupo sin principios y sin una menos aun de tareas históricas. Nos hablan de un Estado parestrategia para la toma del poder, sino todo lo contrario.
ticipativo, una democracia hasta el final, en el caso de la UNE
Alianza Bolivariana para los pueblo de nuestra América (ALBA) del socialismo del siglo XXI como en Venezuela nos plantea
Compuesto por los gobiernos de Ecuador, Bolivia, Venezuela, el Chavismo: que al menos desde nuestro punto de vista es un
Cuba, Iran, Siria, entre otros.
“socialismo” sin expropiación y con empresarios, algo que de
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La Batalla
Consideramos que, al menos por sus definiciones:
un programa que comparta toda la población sin ligarlo con
una estrategia para la revolución en la práctica esto es producto de que la revolución socialista como hipótesis medular de su acción política, y para esto la la toma del poder
del Estado por parte de los trabajadores esta fuera de sus
horizontes. Cambiando la definición de época cambian así
sus hipótesis sobre qué tipo de revolución es necesaria y de
esta forma, echando por tierra la experiencia revolucionaria
de los trabajadores, no es casual que estas organizaciones
de los movimientos sociales actúen en los hechos como pie
izquierdo de las burocracias sindicales(18) y organizaciones
reformistas tradicionales(19) como el Partido comunista.
Las nuevas hipótesis estratégicas:
La disolución de la clase obrera como sujeto y
el grado cero de la estrategia revolucionaria
Es en este marco en donde surgen las perspectivas políticas de las organizaciones de los “movimientos sociales”,
con una nueva definición de época, la ausencia de balances de todo un periodo histórico y la búsqueda de atajos
en la construcción de partido. Lo que los ha llevado a tener
una práctica en donde terminan a la cola de organizaciones
empresariales progresistas y del reformismo. Para la UNE
por ejemplo la participación en Todos a la Moneda junto a
organizaciones como el Partido Humanista o ex concertacionistas no es una contradicción, con una alianza inestable
que luego culmino con el llamado a Marco Enriquez Ominami, dirigente del PRO, partido burgués liberal a realizar un
bloque común. O las alianzas entre el Partido Igualdad y la
candidatura de Sffeir en las elecciones a diputados, tomando en cuenta que el mismo Sffeir declaro que no se opondría
a ser ministro de Bachelet. Estos hechos no son aislados.
Sobre la base de: 1) cambio de época, la reorganización de las
fuerzas capitalistas, 2) un partido que convocara un polo anti
neoliberal en donde confluyeran todos los sectores que se
reclamaran como anticapitalistas sin delimitación estratégica
ni de clase.
amplio, sin contradicciones de clase desde nuestra óptica no
puede aspirar a trasformar revolucionariamente el régimen
existente. Haciendo del programa una herramienta mínima
de reivindicaciones que se vuelve un límite que choca contra
la muralla capitalista. Trotsky y el Programa de Transición
dan una respuesta a esto: es necesario ligar las demandas
sentidas y con fuerza vital por el conjunto de las masas con
la única y sola conclusión para alcanzarlas, terminar con la
propiedad privada y el capitalismo(20). ¿Cómo ligar las demandas planteadas con la lucha por la revolución? Estas
organizaciones nos dan un marco escéptico para las tareas
que se comienzan a abrir en la situación política mundial y
que se delinean subterráneamente en Chile.
La “ilusión de lo social” y
los partidos amplios anti capitalistas:
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mínima nos debería abrir un cuestionamiento.
El tablero comienza a tambalear
La crisis capitalista mundial, su impacto y dinámica
no puede no generar debates y cuestionamientos dentro de
la izquierda. No desconocemos que si bien hubo una relati18. Definimos como burocracia sindical no como una clase social
especifica pero si una capa social determinada que media entre los
intereses de los trabajadores y el de los empresarios. Por ejemplo a
la dirigencia de múltiples sindicatos en nuestro país que se ubican
como un freno para la organización independiente de los trabajadores expresada en organismos de democracia directa obrera.
Nos referimos a organizaciones reformistas a las que tienen como
concepción la revolución social por “etapas” y como estrategia la
conciliación con partidos de los empresarios. Para ellos hay que
conquistar primero una fase democrático burguesa en donde las
demandas sociales sean resueltas en junto con partidos empresariales progresistas. Podemos tomar como ejemplo la estrategia
del “frente popular” en Chile levantada por el Partido Comunista en
donde confluían organizaciones obreras como el Partido Socialista de ese entonces y organizaciones burguesas menores como el
Partido Radical.
19. Alianza Bolivariana para los pueblo de nuestra América (ALBA)
Su concepción estratégica niega la lucha de cla- Compuesto por los gobiernos de Ecuador, Bolivia, Venezuela,
ses en los hechos, diluyendo a la clase obrera como sujeto Cuba, Iran, Siria, entre otros.
y al partido como instrumento de la misma para el combate
férreo contra los explotadores. Su aspiración de movimiento 20. Ver “El programa de transición” de León Trotsky.
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va recuperación económica el último año, hoy comienza a
ponerse en cuestión por los mismos analistas de los empresarios abriendo inclusive la posibilidad que la crisis cambie
de epicentro lo que generaría nuevas contradicciones. No lo
inventamos en este artículo ni es un afán catastrofista sobre la situación mundial(21). Más aun considerando que los
nuevos fenómenos políticos y de la lucha de clases han
vuelto a tocar la puerta. La juventud comenzó a ponerse de
pie. En un primer momento el movimiento de los indignados
en España acompañado de las movilizaciones estudiantiles
en Inglaterra, el movimiento Occupy Wall Street en EEUU
o los procesos revolucionarios abiertos en el Mahgreb nos
muestran que el tablero de la estabilidad burguesa llegó a
su límite y nos obligan a pensar y afinar nuestras políticas y
caracterizaciones. Más aun cuando ninguno de estos movimientos ha demostrado poder ser resuelto hasta sus últimas
consecuencias por los gobiernos burgueses, es momento
de pensar cuales van a ser nuestros objetivos de combate.
Los partidos amplios anti capitalistas a nivel internacional
han apoyado procesos como el levantado por Syriza en Grecia entre otros.
Las organizaciones de los “movimientos sociales”
en Chile tienen opinión sobre algunos de estos procesos
y específicamente dentro del terreno latinoamericano, un
ejemplo claro de nuevos fenómenos políticos dentro del escenario internacional es el caso de Venezuela, en nuestro
país estas organizaciones en su mayoría se declaran chavistas: pero no dan una respuesta a que ya a más de 10
años de chavismo no ha habido medidas que terminen con
la propiedad privada por ejemplo la expropiación de los recursos naturales, por otra parte no tienen posición ante los
acuerdos constantes del chavismo con los empresarios para
pagar la deuda externa a costa de políticas que precarizan la
vida de los trabajadores venezolanos. Desde nuestro punto
de vista esta política tiende a confundir en vez de buscar
hacer tambalear los regímenes y a los empresarios por su
acción organizada. Al igual como los regímenes burgueses
comienzan a degradarse, inclusive a ser cuestionados por
los trabajadores gobiernos “progresistas” como el de Evo
ilusión de reformas dentro del marco de lo existente comienza
a tener límites, ya no bastan los “movimientos sociales” cuando hay una contradicciones evidente sobre intereses antagónicos y de clase.
Se comienza a hacer patente la necesidad
de organizaciones que estén dispuestas a jugar un rol en
la lucha de clases. Estas organizaciones han jugado un rol
dentro de ella ¿Cómo han actuado? Muchas de ellas con el
objetivo de buscar amplitud electoral han apoyado a gobiernos progresistas como el caso que citábamos recientemente
o derechamente han visto pasar la lucha de clases ante sus
ojos sin tener ningún rol.
Movimientos sociales y clase obrera
La relación entre movimientos sociales y clase obrera cada vez es más contradictoria, se tensiona cada vez que
los regímenes políticos se comienzan a cuestionar. La lucha
de clases hace que vuelvan a aparecer demandas en donde
lo trabajadores no están ajenos. Los partidos amplios anticapitalistas ante estos hechos han actuado de una forma
muy particular: se han convertido en fenómenos electorales
y mediáticos.
Para abordar esta contradicción volveremos a mencionar el caso del NPA en Francia pues el debate en su
interior tiene estas características. En un escenario de movilizaciones tras la importante votación que tuvo su candidato al euro parlamento Oliver Besancenot consolidan esta
tribuna de forma expresamente electoral sin buscar confluir
orgánicamente con los trabajadores que estaban saliendo a
luchar en ese momento, el nulo pronunciamiento ante la ola
de huelgas obreras en Francia los ha alejado de sectores del
activismo obrero que se ha tomado las fabricas e inclusive
ha hecho experiencias de control obrero similares a las impulsadas por los trabajadores de Zanon y la izquierda trotskista del PTS en la Argentina. Es también expresivo el que
cada vez se tienden a consolidar como partidos electorales.
En Chile el comando Todos a la Moneda de Marcel Claude
y sus organizaciones luego de la cobertura mediática que
entregan las elecciones no tuvieron inserción ante el paro
21.
http://www.ft-ci.org/La-devaluacion-argentina-no-es-un-ca- portuario que duró más de 20 días, con movilizaciones y enso-aislado?lang=es
frentamientos, inclusive con nuevas formas de organización
política. Y sus intervenciones en procesos como la huelga
22. http://roxanamiranda.cl/862/roxana-miranda-con-eva-morales/
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Morales apoyado entre otros por Roxana Miranda(22). La
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ha vuelto, desde nuestro punto de vista una práctica consecuencia de sus concepciones que en el grado cero de la
estrategia revolucionaria no consideran lo que para los marxistas siempre fue la participación en elecciones y los acuerdos electorales: una tribuna de agitación revolucionaria(23),
pero para enfrentar a los capitalistas, para la toma del poder
y la destrucción del Estado, no para generar confianza en el
régimen, elecciones para hablarles a miles de trabajadores
no para ver como la lucha de clases se pasa por delante de
nosotros y nos dejan sin nada que proponer.
Las experiencias anticapitalistas en el plano
El régimen político en Chile:
Marcel Claude, el Partido Igualdad y
la Unión Nacional Estudiantil
electoral y la lucha de clases
El surgimiento del Front de Gauche, candidaturas
como las de Besancenot levantadas por el NPA en Francia o
Siryza en Grecia ponen a prueba las concepciones de la izquierda. Nuevos fenómenos políticos y de la lucha de clases
colorean el escenario político mundial. Como mencionábamos anteriormente las organizaciones de los “movimientos
sociales” o los partidos amplios anticapitalistas que existen
hoy en el mundo, al haber diluido hasta el grado cero a la
clase obrera como sujeto revolucionario se consolidaron
como organizaciones electorales: su búsqueda no estaba
puesta en confluir con la clase obrera, en el caso del NPA
por dar un ejemplo, su eje luego de las elecciones presidenciales fue buscar nuevos acuerdos incluso con el Front de
Gauche levando por el PC Francés y un sector del Partido
Socialista. Para ellos en la práctica la lucha de clases ya no
es una contradicción vital a la que toda organización debe
dar respuesta. Lo que denominamos el grado cero de la estrategia los ha llevado también a esta práctica particular: el
electoralismo. Con la ambición de llegar a grandes capas
de la población estas organizaciones como el caso del NPA
francés o concretamente la UNE y su apoyo a Marcel Claude en nuestro país rebajan el programa político para el periodo congelándolos en reformas parciales y sin ningún sello
que busque fortalecer la lucha de los trabajadores y oprimidos. Haciendo del método electoral una táctica en si misma
de construcción de organización, en donde no importa qué
estrategia tiene cada grupo que compone el bloque electoral
o si habrá un acuerdo profundo para enfrentar y proponer
ante fenómenos de la lucha de clases. El electoralismo se
Algunas de las referencias a los partidos amplios
anticapitalistas en su lógica política podemos compararlas
con algunas organizaciones en nuestro país como hemos
mencionado a través de todo este artículo, con objetivo
abrirnos una reflexión, dialogar con los activistas y militantes que han recorrido este camino del cual hemos demostrado evidentes contradicciones. Más aun cuando en Chile
se comienza a abrir un nuevo ciclo de la lucha de clases en
donde no solo el movimiento estudiantil salió a las calles a
protestar y no son solo las poblaciones locales las que organizan la revuelta. Se comienza a perfilar cada vez con más
fuerza la entrada de sectores de la clase trabajadora en la
escena política nacional, con sus huelgas y movilizaciones
que no habían encontrado tanta masividad desde la dictadura. En donde se comienzan a gestar choques directos con
los pilares de la herencia de la dictadura. Recién estirando
sus músculos para la pelea contra los empresarios nos plantean algunas claves de sus avances más progresivos que no
pueden quedar en simples anécdotas. Los revolucionarios
nos preparamos para confluir con lo mejor de esos trabajadores que hoy están saliendo a luchar, al menos toda organización seria que busque revolucionar el orden existente
debería plantearse este objetivo de mayor o menor medida.
Si tomamos esto como una necesidad en la lucha
contra el régimen heredado de Pinochet y el sistema capi-
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de Correos de Chile entre otros, fueron más bien formales,
es decir sin política. Y es que toda organización responde a
sus hipótesis sobre la revolución, no es casual que quienes
buscan hacer convivir el régimen con parciales reforma no
busquen estar insertos en los lugares claves de lucha contra los explotadores. Cuando las demandas democráticas
como las mayormente planteadas en nuestro país chocan
contra un régimen completo, los movimientos sociales que
representan a toda la sociedad civil comienzan a presentar
límites.
23. Ver “El izquierdismo enfermedad infantil del comunismo” de
Lenin
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reformistas y burgueses pueden convivir pacíficamente y la
realidad nos muestra lo contrario.
El caso de Roxana Miranda también es similar, aunque con una campaña con una
denuncia muy marcada al neoliberalismo, las salidas terminaban planteando la utopía entre la convivencia del Estado
burgués y organizaciones “desde abajo” que den más participación.
Partidos amplios anticapitalistas y democracia
radical ¿Transformaciones sociales sin tocar
el Estado burgués?
Como mencionamos anteriormente las denominadas organizaciones de los “movimientos sociales” y los
partidos amplios anti-capitalistas aniquilan la frontera de
clase en sus programas de acción política, en su estrategia
e hipótesis sobre la revolución y en la conformación de sus
organizaciones: no existe diferencia entre reformistas, burgueses progresistas, ecologistas y revolucionarios pues la
estrategia o los pasos a seguir se irán descubriendo. Este
giro al grado cero de la estrategia revolucionaria lleva tras de
sí una posición frente a la democracia y el Estado. Tomando
en cuenta que cada organización política representa lo que
son sus hipótesis o aspiraciones de lo que busca alcanzar.
Ellos nos plantean que es necesario luchar por una democracia “hasta el final”, poniendo al límite los márgenes de la
democracias que conocemos en donde exista participación
y justicia.
Para nosotros los marxistas, esta discusión no es
nueva, Lenin antes de la revolución de octubre de 1917 se
empeñó en dar una fuertísima discusión dentro de la socialdemocracia Rusa contra la posición de Kautsky quien encarnaba las posiciones más conciliadoras en relación a la
ubicación de los revolucionarios frente al Estado, Kautsky al
igual como lo hacen los portavoces de los partidos amplios
anti neoliberales, también cuestionó el término “dictadura
del proletariado” acusando que Marx en realidad quería referirse a la democracia “desde abajo” y que dictadura era un
término inapropiado para quienes peleamos por el socialismo. En esta discusión Kautsky suprime al igual como lo hacen organizaciones como el NPA francés, la UNE en nuestro
lo que les falta es un objetivo revolucionario y una política
país o el programa electoral de Marcel Claude que el choque
de clase, que no la tienen y que creen que revolucionarios,
entre las clases es violento, no hay acto más autoritario que
talista podemos ver claramente que la práctica seguida por
las llamadas organizaciones de los “movimientos sociales”
no tiene mucho que decir más allá del impacto electoral y
su flujo. La Unión Nacional Estudiantil después de su primer
congreso cristalizó como una organización que, dirigiendo
centros importantes del movimiento estudiantil, no presentó
ninguna alternativa al reformismo de las JJCC, y más aun,
en muchos espacios fueron meros administradores de federaciones estudiantiles. No es por mala voluntad de los
compañeros de la Unión Nacional Estudiantil, desde nuestro
punto de vista es por su concepción estratégica. Su deriva
más abiertamente oportunista fue evidente con el apoyo al
candidato ex militante de la DC Marcel Claude, en donde
no hubo agitación revolucionaria ni nada, hubo un programa democrático general que planteaba reformas dentro del
régimen existente que además después llamó a candidatos
burgueses a converger en una candidatura única. Ellos querían apoyar un candidato para amplificar su voz, pero sin un
objetivo revolucionario.
El comando Todos a La Moneda expresa a esa izquierda en Chile. Ante los nuevos fenómenos de lucha que
hemos comenzado a ver han brillado por su ausencia. Es
parte de la lógica electoralista, crecen con la marea mediática de las elecciones pero se desvanecen como la espuma
cuando esta se acaba. Los balances tras el fracaso electoral
son múltiples, todos se recriminan que en realidad no tenían
nada que ver los unos con los otros. Luego nos plantean que
les faltó unidad con la candidatura de Roxana miranda. No,
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La predominancia estratégica en el marxismo:
Poder y Estado
intentado rescatar su legado.
El debate histórico sobre el partido en el
marxismo
Ante escenarios sociales convulsivos en donde quienes gobiernan se ponen en cuestión la pregunta de qué tipo
organización se necesita no es una pregunta que hayamos
inventado en este artículo, la historia del marxismo al calor
de grandes procesos revolucionarios ha mostrado variados
métodos para resolver el problema. Las organizaciones que
se plantean la formación de partidos amplios, sin una clara
delimitación estratégica de clase o en la confluencia de muchas estrategias, sin la toma del poder político y para eso la
formación de un partido de combate como lo entendía Lenin
en relación al partido Bolchevique(25) , nos ponen en frente
de una discusión que no es nueva. La posición de que para la
revolución era necesaria la formación de partidos de masas
sin delimitación de clase, lo que abría inclusive las puertas a
alianzas con organizaciones burguesas era la posición que
Lenin combatió en la formación del partido Bolchevique contra el sector de los Menchevique. Además tenían una base
teórica que se apoyaba en el espontaneismo de las masas,
es decir que estas por su mera acción y experiencia pueden
transformar la estructura del sistema sin ser necesario un
partido como herramienta de elaboración y dirección política
que condensa la experiencia revolucionaria en la historia.
Lenin combatió estas posiciones en dos aspectos: 1) la falta
de delimitación estratégica llevaba inevitablemente a suprimir el objetivo de la revolución socialista por el solo hecho de
que diluía la contradicción fundamental de la sociedad: las
clases sociales y 2) en el movimiento de masas se muestran
diferentes tendencias y posiciones de clase, incluidas con
mucha fuerza las posiciones y prejuicios burgueses, en este
sentido para Lenin la “conciencia” no devendría espontáneamente, se necesitaba una herramienta para el combate
dentro de la clase trabajadora contra las influencias de ideas
burguesas o reformistas. El partido entonces, era justamente la condensación de las experiencias más avanzadas de
Revista Marxista de Teoria y Politica
quitarle el poder a una clase para pasársela a otra(24). Lenin ya en 1905 ponía de manifiesto esto y cuestionaba a
quienes hablaban de una democracia “a secas”, sin mencionar que la democracia que conocemos es un instrumento
que posee el Estado y el Estado es una herramienta de la
burguesía. Pero también porque la democracia fue la mejor
forma en como la burguesía encontró el equilibrio entre la
contradicción del capitalismo y los choques de la lucha de
clases. Lenin hace esta feroz crítica a las organizaciones
que nos hablan de democracias sin apellidos y que no dan
respuesta a que inclusive la democracia más participativa si
el estado sigue condensando la propiedad privada en manos
de una clase social, no es más que democracia para ricos.
Por otra parte no se puede hacer convivir formas de organización obrera y popular con el Estado burgués creyendo que
estas se podrían retroalimentar. El Estado burgués no puede
convivir pacíficamente con la lucha revolucionaria y en este
sentido no podemos hablar de una democracia hasta el final
si no estamos hablando en realidad de extender los límites
de la misma democracia que conocemos, una democracia
para ricos.
El grado cero de la estrategia revolucionaria de la
que parten como base las organizaciones políticas que hemos detallado en este artículo pierde la noción y la necesidad del choque violento entre las clases, lo obvian, porque
no hay una contradicción fundamental que atraviese toda la
sociedad. El debate que nombrábamos sobre la importancia
de la dictadura del proletariado no es una cuestión menor.
Es para los marxistas revolucionarios la tarea histórica que
hace girar nuestra guía de acción política cotidiana, partiendo de la base de que la contradicción entre el capital y el trabajo no se ha resuelto en una síntesis superadora, más bien
cada vez es más evidente que el capitalismo a nivel mundial
nos arroja a miles y miles a la miseria. El siglo XX nos dio
una inmensa gama de procesos revolucionarios que nutren
el abanico de aprendizajes en la cadena revolucionaria, y
se pusieron a prueba las estrategias. El ciclo abierto con la 24. Ver “La revolución proletaria y el renegado Kautsky” de Lenin.
revolución rusa y el pensamiento de Lenin y Trotsky no se
ha cerrado y nosotros, como corriente internacional hemos 25. Ver “¿Qué hacer?” de Lenin
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La Batalla
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la lucha de clases expresadas en programa, política y táctica como instrumento de lucha para los trabajadores para la
pelea decisiva por el poder. El grado cero de la estrategia
revolucionaria a la que nos llevan estas organizaciones nos
pone nuevamente ante esta discusión y es por lo mismo,
que consideramos necesario un debate profundo sobre la
necesidad de un partido revolucionario. Los objetivos que se
buscan alcanzar requieren de un tipo de organización que
las lleve a delante. Las organizaciones de los “movimientos
sociales” que buscan transformar el sistema dentro de los
marcos de lo existente no necesitan una organización de revolucionarios profesionales ni delimitación de clase porque
justamente no quieren terminar con la contradicción fundamental a la que nos arroja el capitalismo: La sociedad de
clases y la propiedad privada de los medios de producción.
¿Partido de los movimientos sociales o partido
de los trabajadores revolucionario en la lucha
por el socialismo?
Como mencionamos anteriormente los objetivos
que se buscan alcanzar generan el tipo de organización que
necesitan para llevarlos adelante. Ante la crisis capitalista
mundial que lleva ya su séptimo año de desarrollo se repone la actualidad de la revolución, el régimen burgués no es
inmutable ni intocable como nos dijeron durante más de 20
años de restauración burguesa. Las luchas de la juventud,
la clase trabajadora y los oprimidos en el mundo han vuelto
a poner en la discusión estratégica el dilema histórico: ¿Reforma o revolución?
Los compañeros que militamos en el Partido de
Trabajadores Revolucionarios (PTR) rescatamos el legado
histórico de la lucha revolucionaria de la clase trabajadora y sostenemos que no será la burguesía en ninguna de
sus variantes quien pueda superar las contradicciones de la
sociedad capitalista: la clase trabajadora a pesar de todos
los embates que han dado los empresarios sigue mostrando
que es la única clase social que por su posición estratégica
en los medios de producción es capaz de liberar al conjunto de la humanidad de las miserias a las que nos arroja el
capitalismo. Es para los marxistas revolucionarios el sujeto
vital para la revolución poniendo tras de sí y basado en sus
organismos de auto organización dando al conjunto de los
52
Dossier
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oprimidos una respuesta hasta el final. Para terminar con la
anarquía capitalista consideramos que sigue siendo vital la
pelea por el socialismo: Eliminando la propiedad privada de
los medios de producción y poniéndolos bajo control de los
trabajadores. Es para esta pelea que un marxismo con predominancia estratégica se vuelve clave, la toma del poder
del Estado y la dictadura del proletariado como respuesta
al choque violento e inevitable entre dos clases antagónicas
sigue siendo parte de nuestros objetivos en el camino por
construir mundialmente una sociedad comunista en donde
no existan clases sociales y no exista Estado.
Para estos objetivos hoy latentes, es necesario
construir una organización de revolucionarios profesionales,
que puedan condensar el legado y experiencia histórica de
la lucha revolucionaria de los trabajadores. Se necesita un
partido para la lucha de clases, que pueda darle una salida
a las demandas planteadas hoy por miles en el mundo. Los
partido amplios anticapitalistas o las organizaciones de los
“movimientos sociales” como la UNE, el Partido Igualdad
o agrupamientos electorales como el Todos a La Moneda
de Marcel Claude demuestran al menos algunos aspectos
que consideramos importantes: 1) En el plano teórico un escepticismo frente a la contradicciones fundamentales en la
sociedad capitalista: la sociedad de clases, 2) en el plano
estratégico: transformaciones que no van más allá del régimen existente separando demandas democráticas (en donde todos tenemos acuerdo: educación gratuita, asamblea
constituyente, fin a las AFPS, etc) con las tareas históricas
por la revolución y 3) en el plano de la práctica política: un
claro sello electoralista que los termina consolidando como
organizaciones mediáticas. Si bien este debate no está cerrado, desde nuestro punto de vista lo que nos proponen
estas organizaciones hoy no nos presentan una alternativa,
transformaciones sin revolución no pueden ser otra cosa
que reformas a lo existente y le hacen un flaco favor a los
trabajadores. Con este articulo buscamos contribuir en el
debate sobre qué tipo de organización necesitamos. La lucha por terminar con el capitalismo no será una tarea fácil,
comenzar a armarnos política y estratégicamente ante los
nuevos escenarios cobra cada vez mayor importancia, a los
activistas y a la nueva generación de trabajadores que hoy
salen a luchar queremos hablarles, la lucha revolucionaria
no parte de cero y hoy puede estar en nuestras manos tomarnos el cielo por asalto.
Intensificación de la lucha de clases de la
clase trabajadora, y tres nuevas tendencias
en el movimiento obrero
Revista Marxista de Teoria y Politica
Huelgas y paros en el 2013:
La Batalla
Lucha de Clases
SANTIAGO AGUIAR
Mayo 2014 Lucha de Clase
53
La Batalla
Revista Marxista de Teoria y Politica
El 2013 fue un año marcado por las elecciones presidenciales y parlamentarias, pero que cerraba el período de
gobierno de la derecha, la clase trabajadora protagonizó un
año de paros, huelgas y movilizaciones que se caracterizaron en general por su intensificación y por la emergencia de
nuevas tendencias y fenómenos, aún iniciales.
Las candidaturas electorales debieron dar cuenta
de estos fenómenos. La candidata ganadora, Bachelet de
la Nueva Mayoría, como modo de usurpar los procesos de
lucha de clases, anunció reformas (tributaria, educacional y
de la Constitución), dentro de los marcos del neoliberalismo.
Y que deberá llevar adelante cuando el dinamismo
de la economía comienza a enfriarse. El factor principal, es
el fin del llamado “superciclo del precio del cobre”. Con la
consecuente disminución de los ingresos fiscales. Y con
intentos de reducción de costos de las grandes empresas
mineras que saquean el mineral rojo, es decir, despidos,
menores sueldos, etc.
La desaceleración de la economía comenzó a tener
efectos, con despidos a cuentagotas y quita de derechos
en la minería. Ya para septiembre, la creación de empleos
se mantuvo en las grandes empresas, pero se desaceleró
en las medianas y pequeñas: las firmas con más de 200
trabajadores generaron 141.660 plazas laborales; las que
tienen entre 5 y 49 operarios, perdieron 38 mil puestos de
trabajo. En la minería comenzaron los despidos de trabajadores subcontratados: Codelco redujo su dotación en un
9%, de 30.264 a 27.557, despidiendo a 2.707 trabajadores.
Este cambio de escenario, probablemente marque
hacia adelante la situación general de la clase trabajadora
1. Para comprender el proceso de huelgas en Chile el 2012, hemos construido un registro de huelgas, confeccionado a partir de
las noticias aparecidas en los medios de comunicación. Aunque no
contiene todo el universo de huelgas y paros, esta decisión nos
permite aproximarnos a conocer su carácter y dinámica a partir de
los hechos de mayor impacto público, y considerar los paros, no
registrados en las estadísticas de la Dirección del Trabajo. Las cifras de 2012 de la Dirección del Trabajo (DT) registran 159 huelgas
(contra 183 el 2011), en nuestro registro fueron 148 para el 2012.
2. Ver “Huelgas y paros en el Chile del 2012. Relación de fuerzas
desfavorable, tendencias a la ilegalidad y predominancia de sectores estratégicos y clave”. Santiago Aguiar y Dolores Mujica. Revista
la Batalla nº 3. Mayo 2013.
54
Lucha de Clase Mayo 2014
en Chile.
Y la posibilidad de una convergencia del enfriamiento de la economía con la crisis de legitimidad del régimen,
puede agudizar los procesos de lucha de clases. A la vez, el
silencio de las candidaturas respecto a las demandas de la
clase trabajadora, silencio compensado por el activo apoyo
de la dirección oficial de la CUT, puede alentar la pugna de
la clase trabajadora por entrar en la escena política nacional.
El escenario de paros, huelgas y movilizaciones,
muestra su baja frecuencia, aunque con tendencia al alza.
Su importancia, sin embargo, reside en los fenómenos cualitativos, las nuevas tendencias y fenómenos a que están
dando lugar.
Los procesos de huelgas y paros en Chile del
2013(1): un año de alza
En nuestro anterior análisis de las huelgas y los
paros del año 2012(2), decíamos que, de conjunto, los
procesos de huelga se caracterizaron, de acuerdo a sus
demandas, por ser corporativas: la relación particular empresario- trabajador; fragmentadas, dispersas; mayormente
defensivas. Aunque, señalábamos también que lo nuevo
estaba en un régimen político en crisis de legitimidad, y una
tendencia a una mayor actividad de la lucha de clases, planteando que los procesos de huelgas van desarrollando –en
forma desigual- nuevas dinámicas.
Entre estas nuevas dinámicas, resaltábamos el desarrollo de formas más radicalizadas de huelgas y paros,
que traspasan la legalidad, que tienden a sobrepasar a las
dirigencias que quieren controlarlas.
Estas nuevas dinámicas se desplegaron el 2013,
como veremos más abajo.
La tendencia inmediata, es a un alza de los paros,
huelgas y movilizaciones. Mientras registramos 148 en el
2012, para el 2013 se elevaron a 247.
Esto, en términos relativos, incrementó la categoría
“Huelga legal o paro”, con relación a la categoría “Corte de
ruta, bloqueo acceso de trabajo, o toma lugar de trabajo o
edificios públicos”: entre las primeras, fueron 73 (49,5%) el
2012, y 157 (63,5%) el 2013, mientras que para la segunda
categoría fueron 49 (33%) y 53 (21%) respectivamente.
De todos modos, destaca que las huelgas o paros
La Batalla
Paros y huelgas en Chile años 2012-2013
Tipo de demanda
Formato
Sector
2012
Frecuencia
%
2013
Frecuencia
%
Industrial
13
8,8
27
10,9
Minero
29
19,6
38
15,4
Portuario
11
7,4
6
2,4
Servicios
21
14
54
21,9
Comercio
8
5,4
20
8
Sector Público
42
28,4
72
29,1
Transporte
7
4,7
9
3,6
Pesca
1
0,7
4
1,6
Construcción
10
6,7
15
6
Agricultura
1
0,7
-
-
Diversos sectores
Huelga legal o paro
5
73
3,4
49,5
2
157
0,8
63,5
Movilización
26
15,6
38
15,4
Corte de ruta, bloqueo acceso de
trabajo, o toma lugar de trabajo
o edificios públicos
49
33,1
52
21,1
Aumento salarial
73
49,3
107
43,3
Paro en Solidaridad
1
0,7
2
0,8
Mejoras condiciones de trabajo
9
6
31
12,5
Otras
65
43,9
107
43,3
148
100
247
100
total
Mayo 2014 Lucha de Clase
Revista Marxista de Teoria y Politica
con tomas de lugares de trabajo o bloqueos corresponden a
34 marcas el 2013.
55
La Batalla
Revista Marxista de Teoria y Politica
Notas:
· En esta ocasión, la categoría de “cortes, tomas, bloqueos”, registró cuando es en este formato exclusivamente,
los paros o huelgas legales con corte de rutas o avenidas,
se registran en la dimensión “huelga legal o paro”.
· Las huelgas o paros con tomas de lugares de trabajo o
bloqueos corresponden a 34 marcas.
· Los paros pueden ser con movilización a las oficinas de
las empresas. Sólo se registran en la dimensión “movilización” aquellas que no son con paro o huelga legal.
· El sector público incluye sectores industriales (Asmar,
ENAER), así como el Municipal, los Profesores, la Junji,
Correos de Chile, TVN, y la Salud.
· En “otras” y “diversos sectores”, se registra: el Paro
Nacional de la CUT del 11/7; la movilización multisectorial
de la Coordinadora No+AFP el 3/10.
· Entre los tipos de demanda, la categoría “Otras”: entre
ellas: contra despidos, por sueldos impagos, contra la
subcontratación, por pago de gratificaciones, contra malos
tratos laborales, etc
Con relación al agrupamiento por sectores estratégicos y clave y tendencias a la ilegalidad, se ve, en similar
sentido, una disminución en ambas categorías.
Huelgas y paros 2012-2013,
según sectores estratégicos o clave y
tendencias a la ilegalidad
%
Frecuencia
2013
Frecuencia
2012
%
53
35,8
81
32
Tendencias a la ilegalidad
49
33,1
52
21
Totales
72
ISectores estratégicos
o clave
Totales sobre universo de
huelgas y Paros
56
Lucha de Clase Mayo 2014
133
56
53
Notas:
· Hemos definido los sectores estratégicos o clave a Industria, Minería y Puertos(3). Por su capacidad de afectar el funcionamiento del conjunto de la economía, en los dos últimos
casos; como, en el caso de la Industria, por ser un sector
clásico en la constitución del movimiento organizado de los
trabajadores, y donde ha surgido su experiencia histórica
más avanzada, los Cordones Industriales.
El alza en las huelgas, paros y movilizaciones, se
sostienen en, y a la vez alienta, el paso a la ofensiva de la
clase trabajadora, con acciones de carácter político, con
mayor peso de los sectores estratégicos y centrales, y con el
desarrollo de nuevos fenómenos.
A continuación revisamos algunos de los principales
fenómenos que nos muestran estas tendencias.
Asesinato de un dirigente sindical
El año se inició en enero con un ataque físico al movimiento sindical. El asesinato con un balazo en la cabeza
del dirigente sindical Juan Pablo Jimenez, presidente del
sindicato de Azeta, empresa contratista de Chilectra y de la
Federación de Trabajadores de Azeta.
Inmediatamente se declaró que se trataría de una
“bala loca”, o bala perdida. Poco después, se declaró que se
debería investigar a ex uniformados armados contratados
como seguridad de la empresa.
Pero despertó de inmediato la respuesta de una serie de sindicatos y organizaciones de izquierda, que iniciaron
movilizaciones.
En marzo, se anunció el cierre de la investigación de
la PDI por el crimen del dirigente sindical. La familia del dirigente rechazó sus conclusiones la familia: que se habría tratado de una “bala loca”, atribuida a un adolescente internado
en un hospital con 7 balas y de acuerdo a un testigo secreto.
El crimen sigue en la impunidad, y la movilización y
denuncia siguió durante todo el año.
3. Ver: Cuadernos de Estudios del Trabajo nº 12: Santiago Aguiar,
“El concepto de “posición estratégica”. Reseña de un libro y avances de una investigación”; y también Dolores Mujica, “Oro Rojo. Los
Diez Hechos Más Importantes en la Lucha de los Mineros del Cobre
en Chile”, Folletos de la Biblioteca de Historia Obrera nº 8, 2012.
La Batalla
Menor desempleo, trabajo más precario
familias viviendo rezagos de oportunidades tan enormes”.
(Andrea Repetto, Centro de Políticas Laborales de la UAI).
Otro planteo en el mismo sentido: Ahora, en año electoral,
con un Imacec de 6,7 %, con 14 chilenos ultramillonarios
Forbes cuyas riquezas están avaluadas en $ 29,4 millones
de millones, con un problema distributivo incontrolable donde las personas que pertenecen al 5 % más rico obtienen
260 veces más ingresos (ingresos autónomos) que quienes
pertenecen al 5 % más pobre (estas 260 veces reflejan un incremento de 100 % respecto al año 1990), parece irracional
negar un ajuste salarial o incluso terminar por imponer uno
a causa de no llegar a un acuerdo (salida auxiliar del veto
presidencial) (G. Duran y M. Kremerman, Fundación SOL).
Por su parte, un estudio de la OIT aparecido a mediados de
mayo, destaca la enorme desigualdad: de los asalariados
chilenos el 29 por ciento, gana 72 mil a 258 mil pesos, el
45 por ciento de 258 a 344 y el 66,8 por ciento, es decir dos
tercios de los asalariados chilenos ganan menos de 516 mil
pesos al mes. Según la Fundación SOL, en Chile la brecha
de ingresos autónomos (sin ayuda del Estado), medida en
veintiles, es decir, comparando los ingresos de las personas
que pertenecen al 5% más rico, versus quienes se encuentran en el 5% más pobre, es de 260 veces, y en los últimos
20 años ha crecido en un 100%. Es decir, la desigualdad no
se ha mantenido, se ha duplicado.
· Finalmente, llegó el reconocimiento oficial de esta situación de precariedad: un informe de la Secretaria General
de la Presidencia, revelaba oficialmente el carácter del empleo total (825.840 plazas) creado durante este Gobierno.
Según este informe: El 45,5% de empleos creados desde
2010 corresponde a trabajadores externos (subcontratación
y suministro), los trabajadores subcontratados ganan, en
promedio, 27% menos que aquellos empleados de manera
directa; 28,8% es cuenta propia de muy baja calificación y
tiempo parcial principalmente; 2,5% corresponde a servicio
doméstico y familiar no remunerado.
· Por último, sólo el 8% de los trabajadores negocia colectivamente y tiene derecho a huelga (aunque de acuerdo al
Código de Trabajo, el trabajador en huelga puede ser reemplazado.
A las cifras de disminución del desempleo del Gobierno, que se ubican en alrededor del 6%, se les contrapone el debate sobre la precariedad del trabajo.
Que a lo largo del año puso en el debate público
realidades que padecen los trabajadores. Recorramos algunas:
· Más de 1 millón de trabajadores para la Fundación Sol, y
733.000 para el instituto de la UDI Libertad y Desarrollo son
sin contrato.
· El subempleo alcanza a casi 700.000 trabajadores, que
desempeñan sus labores por 3,5 horas por día.
· El debate del sistema de pensiones, sacó a la luz el monto
de las pensiones para los trabajadores: $178.000. Y con ello,
las condiciones de trabajo: inestable, con bajos salarios.
· A pesar de la discusión sobre una ley de seguridad del
trabajo, en el 2012 se incrementó el número de accidente
laborales: 225.000, mientras que en el 2011 llegaron a los
182.000.
· En el sector público, aunque el Estatuto Administrativo
admite hasta un 20% de funcionarios a contrata, estos alcanzan el 60%.
· Y alcanza una discusión más amplia. Primero, con relación
a la desigualdad con origen en el trabajo. Nuevamente, se
debate sobre la realidad dramática de que el 50% de los
trabajadores gana menos de $218 mil. Y que la brecha en
la distribución del ingreso es abismante: “que si al 2018 alcanzamos el PIB per cápita de país desarrollado, pero nuestra distribución del ingreso permanece intacta, el 20 % más
pobre vivirá como se vive hoy en promedio en el Congo,
mientras que el 20 % más rico vivirá como se vive hoy en
Luxemburgo. Para modificar esta situación se requiere reformas profundas en muchas áreas. Una de ellas es la laboral.
Es en el mercado laboral donde se juega una buena parte
de la distribución del ingreso, de la incidencia de la pobreza,
No se trata de ningún automatismo de mercado: la
y del bienestar de las familias en términos más generales.
No podemos aspirar a ser un país desarrollado con tantas destrucción de las organizaciones de los trabajadores durante la dictadura, y la mantención de esa estructura de rela-
Mayo 2014 Lucha de Clase
Revista Marxista de Teoria y Politica
El proceso de movilización por el esclarecimiento de esta muerte sospechosa, re-abrió el debate sobre la
subcontratación, las condiciones de trabajo, y las prácticas
anti-sindicales.
57
La Batalla
Revista Marxista de Teoria y Politica
58
ciones laborales durante los Gobiernos de la Concertación,
está en la base de este estado de cosas.
Pero es un estado de cosas que comienza a ser
cuestionado. Y que no solo se sostiene y es alentado por el
incremento de las huelgas y los paros, sino que está dando
paso a nuevos fenómenos.
Tendencias al surgimiento de un
nuevo sindicalismo
Entre los nuevos fenómenos, están los intentos del
surgimiento de nuevos agrupamientos político- sindicales,
con un discurso clasista y anti-capitalista, que intenta organizarse en distintas expresiones. Es el caso de la Conferencia Intersindical de Trabajadores, a la que pertenecía el
dirigente sindical asesinado, o del Consejo Nacional por un
Nuevo Sindicalismo.
A la vez, ante episodios como el incendio en Valparaíso del 14 de febrero una serie de sindicatos se movilizaron para recolectar ayuda para los pobladores damnificados.
En un hecho nuevo, que se distinguió con relación al terremoto del 27/F.
Diferentes sindicatos han impulsado una campaña
contra las AFP. En junio se reunieron en la ANEF para coordinar estos esfuerzos la Confusam, la Fenpruss, la Anef, la
Confederación Bancaria, el Movimiento Sindical por la Previsión Social y la Previsión de Concepción, el Movimiento por
una Previsión Justa y Digna de Rancagua, Rebeldes contra
las AFP de Arica, el Comando de Defensa de los Fondos
Previsionales de la Región Metropolitana.
Otras acciones por el estilo, ha sido la “Carta por un
Chile justo y sin subcontrato”, presentada entre otros por la
Fundación SOL, CENDA, dirigentes sindicales de Tres Montes Lucchetti, la Coordinadora Nacional de Subcontratados
del Retail, FENASIPEC (Federación de los peonetas de Coca-Cola), la Confederación Bancaria.
Se creó el Comando Nacional de Trabajadores de la
Energía, donde participan los máximos dirigentes (o representantes) de los Sindicatos de la distribución y generación
eléctrica, petrolera y gasífera, tales como CONAFE, AES
Gener, ENAP, ENAMI, ENDESA, Colbún, Lipigas, CONSTRAMET, Metrogas, Gasco, Chilquinta.
La Unión Portuaria de Chile irrumpió con el paro en
Lucha de Clase Mayo 2014
solidaridad con los trabajadores en huelga en Mejillones.
Se anunció la creación de un frente común para
coordinar las movilizaciones de distintos sindicatos que durante el año se han manifestado por mejoras laborales, con
la Confederación de Trabajadores Bancarios, el Sindicato
de Asmar, Sindicato de Unimarc, Sindicato Hotel Sheraton,
Sindicato Zara, Sindicato Starbucks, Sindicato Correos de
Chile, Confederación Bancaria, Frente de Trabajadores, con
la adhesión de la FECH y la FEUSACH.
Por su parte, los sindicatos y centrales tradicionales, como la CUT, han ganado nuevos protagonismo, como
veremos más abajo.
Muchos de estos agrupamientos, fueron de corta
vida (como el Consejo Nacional por un Nuevo Sindicalismo),
otros sólo quedan en declaraciones o asesorías legales
(como la Conferencia Intersindical).
Pero son expresivos de procesos profundos entre
los trabajadores.
Pero no se trata tan solo de agrupamientos de sindicatos ya existentes o de acuerdos entre dirigentes. Lo
central este año 2013, estuvo en los procesos de lucha de
clases de la clase trabajadora.
Entrada de sectores estratégicos de los
trabajadores y tendencias a
las huelgas políticas
Los trabajadores mineros, de planta y subcontratistas, de la minería privada y de Codelco, inician en marzo
un proceso de movilizaciones, que culmina en abril con un
paro de 24 horas. Fue antecedido por una serie de movilizaciones, paros y bloqueos a las faenas. El más relevante, la
paralización en el yacimiento Radomiro Tomic de Codelco,
en rechazo a las declaraciones de un gerente ante la muerte
de un trabajador, por haber afirmado que se trataba de un
hecho fortuito cuando había sido advertido anteriormente
por los trabajadores el riesgo.
El 15 de marzo, se inició el paro portuario, que culminaría los primeros días de abril. Con tres características
centrales: Primero, que comenzó por una demanda básica:
bono y media hora de colación. Segundo, que promovió la
irrupción de una política sindical combativa, y por fuera de
las organizaciones tradicionales: la negativa empresarial,
La Batalla
intervinieron en el conflicto, oponiendo de un lado a los empresarios y el Gobierno, y del otro lado a los trabajadores.
El 9 de abril, fue el “paro de advertencia” de los trabajadores mineros, convocado por la Federación de Trabajadores del Cobre- FTC, de Codelco, con declaraciones y
paros parciales de solidaridad de la Federación Minera de
Chile- FMC, la CTC, y otros sindicatos mineros.
Paros largos y combativos: un nuevo ánimo y disposición a la lucha
Una serie de huelgas y paros largos y combativos marcaron las luchas obreras el 2013.
Entre las huelgas más extensas destacan:
Las 15 huelgas más largas del año 2013
Inspección
Sindicato de empresa
Días de huelga
Término
Delta Air Line
84
Hasta el 11 de Marzo
Concepción
WFS Food Service S.A
70
Hasta el 13 de Febrero
Copiapó
Comercial Astur Ltda
58
Hasta el 26 de Noviembre
Talcahuano
Soc. Pesquera Fabilia y Cia Ltda (*)
54
Hasta el 16 de Junio
Antofagasta
Soc. Aseo Profesional limitada
53
Hasta el 02 de Agosto
Chañaral
Fundación Educación El Salvador
43
Hasta el 29 de Agosto
Santiago
Carvajar Empaque S.A
50
Hasta el 02 de Octubre
Santiago
Viña Concha y Toro S.A
49
Hasta el 25 de Junio
Santiago
Sodimac S.A
47
Hasta el 22 de Septiembre
Comercial MovilHome Ltda
44
Hasta el 14 de Agosto
Santiago
Soc. Educacional Humboldt Ltda
39
Hasta el 14 de Abril
Santiago
Soc. Educacional Edutec Ltda
38
Hasta el 09 de Octubre
Temuco
Ferretería La Olleta Sp
36
Hasta el 06 de Noviembre
El Mercurio Sap
35
Hasta el 11 de Junio
Clas. Ingeniería Eléctrica e Inversiones S.A
34
Hasta el 04 de Mayo
Santiago
Arica
Valparaíso
Santiago
Revista Marxista de Teoria y Politica
el recurso a la represión, el despido de trabajadores y dirigentes, polarizó el proceso, transformándolo en un paro
nacional portuario en solidaridad, impulsado por la Unión
Portuaria de Chile con una política sindical combativa que
recupera estos métodos de los paros en solidaridad, aunque
por arriba. Tercero, que alentó su conversión en una huelga
política: el Gobierno y todas las asociaciones empresariales
Fuente Fundación Sol en base a Sistema Informático de Relaciones Laborales (SIRELA)
Dirección del Trabajo.
Nota (*): Negociación Interpresa, junto a Inversiones Lomar Ltda; Soc. Pesquera y Comercial Loar Ltda
Mayo 2014 Lucha de Clase
59
La Batalla
Revista Marxista de Teoria y Politica
60
No solo se trató de paros largos, sino también combativos: bloqueos a los accesos y tomas de los lugares de
trabajo, tomas de rutas, cortes de calles, acampes, defensa
contra la represión, generación de fondos de huelga junto
con los estudiantes, enfrentamientos con las dirigencias burocráticas intentando rechazar la firma de acuerdos desfavorables. Entre estos destacan los paros de los portuarios
de Mejillones, de los trabajadores de Correos de Chile, los
trabajadores recolectores de basura, las trabajadoras de la
JUNJI y de Integra, los trabajadores mineros de Codelco, los
trabajadores de Concha y Toro, los trabajadores bodegueros
de Sodimac.
Son muestras de un nuevo ánimo y disposición a
la lucha entre los trabajadores. Los patrones no quedarían
indiferentes.
dicatos, buscando resultados que no se relacionaran con las
demandas de los trabajadores portuarios”.
Los partidos políticos del régimen se sumaron a
la reacción que el protagonismo del actor sindical generó.
El diputado de la UDI Ernesto Silva afirmó que “empiezan
a haber señales de una instrumentalización de los temas
laborales y sociales para generar daño al gobierno”, y que
“está siendo muy barato hacer actos irresponsables y no hay
debida conciencia de ello”.
Los empresarios, y los partidos del régimen, a la vez
recurren a las fuerzas policiales para la represión, e impulsan campañas con los medios de prensa, buscan contrarrestar ese clima, y aislarlos.
Por su parte los trabajadores, en el marco de un
nuevo ciclo de la lucha de clases que se inició con su primer
embate del 2011 con el movimiento estudiantil como protagonista (y que este año 2013 intentó un re-impulso con el
Las reacciones patronales
“tomazo” con 14 Universidades y más de 50 liceos en tomas
En abril, los empresarios, en su tradicional encuen- o paros), buscó evitar el aislamiento, generando sus propias
tro de ICARE, reaccionó ante el creciente protagonismo sin- alianzas.
dical y este clima de mayor combatividad y disposición a la
lucha, declaraban, en boca del director de este encuentro Tendencias a la emergencia de una fuerza social
Alfonso Swett, que: “Lo que les puedo decir a ustedes es
que si no están cerca de sus trabajadores, el Partido ComuEstá entonces manifestándose otra tendencia: a la
nista lo va a estar”. Aunque mencionen al PC, como imagen, formación de una fuerza social, es decir, al agrupamiento de
vemos que nuevos fenómenos se están desarrollando.
distintas fracciones de clase detrás de una demanda común.
Por su parte, el presidente de la CPC Andrés Santa
Si lo vimos en modos policlasistas en Magallanes
Cruz, en una columna llamó a que “no permitamos que los y Aysen, aquí lo vemos alrededor de un sector de la claparos ilegales, las acciones violentistas o la irracionalidad se trabajadora y sus luchas. Distintos sindicatos, como los
prevalezcan en nuestro país como manera de corregir los mineros, apoyaron la huelga portuaria; lo hicieron también
problemas”. Destacando que: “preocupan enormemente sectores del movimiento estudiantil, y algunos intelectuales.
acciones que en nada colaboran con este objetivo. El paro
El mes de junio estuvo marcado por el paro y moportuario, las tomas de la Ruta 5 Sur, la huelga “de ad- vilización obrero-estudiantil del 26 de junio (y por los prepavertencia” en Codelco, los encapuchados y sus actos de rativos para el Paro Nacional con movilización convocado
violencia, son ejemplos de sucesos por los cuales nuestro por la CUT).
país paga un alto precio. El paro portuario es el más grave
El miércoles 26 de junio se realizó un paro de sectode este tipo de hechos acaecido en los últimos meses. Re- res de los trabajadores que marcharon junto a los estudiansulta una mala práctica que a una huelga ilegal que nace en tes reuniendo 150.000 personas en las calles en todo Chile.
un puerto determinado se le unan, aduciendo el principio de Se retomó una así una tradición clásica: la unidad obrero
“solidaridad”, otros puertos, a sabiendas del enorme perjui- estudiantil.
cio que ello produce en vastos sectores del país, amén de la
En una jornada de 15 horas, se inició a las 7 de
ilegalidad en que se incurre. Sería un agravante, además, si la mañana cortes de calle, barricadas, concentraciones de
algunos grupos hubieran intentado instrumentalizar los sin- obreros y estudiantes, en las principales ciudades del país.
Lucha de Clase Mayo 2014
La Batalla
Las direcciones oficiales del movimiento
CUT y la movilización de presión
obrero: la
como instrumento de negociación y apoyo a
partidos del régimen
Ya desde inicios del año, la dirección oficial de la
CUT marcó su política al respecto: una alianza de la clase
trabajadora con los partidos del régimen y acuerdos con los
empresarios.
La CUT y la Confederación de la Producción y el
Comercio (CPC) se reunieron y ratificaron la “Declaración de
Voluntades” firmada en el 2012, que entre sus puntos principales destacan la seguridad laboral, la reforma al seguro de
empleo y el multirut.
A la vez, lo hace jugando la carta de la movilización
y el intento de fortalecer las organizaciones sindicales.
Para el 1º de mayo, con las demandas principales
de cambios al Código Laboral, reforma tributaria y pensiones, convocó a la concentración más importante de los últi-
mos años: 50.000 se movilizaron sólo en Santiago.
Mostrando un intento de recomponer su fuerza, se
volcó a apoyar la candidatura de la Nueva Mayoría.
Actuando en el escenario de la campaña electoral
presidencial y parlamentaria, se buscó instalar el debate sobre problemas estructurales de la clase trabajadora.
La CUT forcejeó con la candidata Bachelet de la
Nueva Mayoría criticando la ausencia en su programa de los
problemas laborales. Finalmente, se incorporaron algunos
puntos, entre ellos: la regulación del uso de los multirut, la
titularidad sindical, el fin de los reemplazos en huelga. La dirigencia de la CUT se congratuló con este anuncio. Aunque
no está en la prioridad del próximo gobierno.
Aunque la dirigencia de la CUT se congratuló con
los puntos laborales integrados al programa de la Nueva
Mayoría, lo cierto es que se verá obligada a impulsar este
debate. Nolberto Días, vicepresidente de la CUT declaró que
“creemos que se tiene que gobernar cambiando sustantivamente el Código del Trabajo que heredamos de la dictadura”, agregando que “las cosas que hay que cambiar tienen
que ver con fortalecer la negociación colectiva y fortalecer la
sindicalización. En este país los trabajadores tienen prohibidos los sindicatos, en la realidad, porque son perseguidos
y porque son despedidos. En la realidad, en Chile la negociación colectiva no sirve para nada y esas son cosas que
tenemos que arreglar. La gente tiene que tener sindicatos
fuertes y negociación colectiva que proteja los derechos de
las personas”. Probablemente la tensión vuelva a la Central.
Este mismo dirigente, de la Democracia Cristiana, declaró
también que “los trabajadores no consiguen nada si no es
peleando. Sólo peleando, sólo movilizando y luchando los
trabajadores logran reformas profundas al modelo. Y eso
será por la vía del diálogo pero también por la vía de la movilización democrática, pacífica y respetuosa. Pero a nosotros
nadie nos va a regalar nada”.
A la vez, la presidenta de la CUT, del Partido Comunista, Barbara Figueroa, invitada al Encuentro Nacional de la
Empresa- ENADE, se esforzó por convencer a los empresarios de la necesidad de reformas: “la posibilidad de diálogo y
de reformas en nuestro país es efectiva. Estamos entrando
en una nueva etapa. Esto tiene que ver con el agotamiento
de un modelo, que exige profundas reformas”. Y para mayor
tranquilidad, agregó: “Eso significa entonces que tienen que
dejar de ganar, no señores; yo no estoy diciendo eso. Pero
Mayo 2014 Lucha de Clase
Revista Marxista de Teoria y Politica
A las 8 comenzó el paro portuario, la paralización y bloqueo
de los accesos a los lugares de trabajo de los trabajadores
subcontratistas del cobre, la paralización de sectores de
Profesores. A las 11 comenzaron las movilizaciones, reuniendo a más de 100.000 personas sólo en Santiago, donde
se veían las columnas de estudiantes, y de los trabajadores:
la Unión de Trabajadores Portuarios, la Confederación de
Trabajadores del Cobre (CTC), el Sindicato de Trabajadores
del Cobre (SITECO), el Colegio de Profesores, la Asociación
Nacional de Funcionarios (ANEF), trabajadores del sector
privado como la locomoción colectiva de Valparaíso, trabajadores de la tienda La Polar, las zonales de la CUT, la Confederación de Empleados Particulares de Chile (CEPCH) y
muchos otros. La CUT central adhirió a la movilización. La
jornada culminó a las 19 hs. con nuevas concentraciones y
cacerolazos en algunos puntos de Santiago.
Uno de los debates que abre es respecto a los modos en cómo avanzar en el desarrollo de esas tendencias, y
respecto a la hegemonía de clase y política en los procesos
de la lucha de clases.
La dirección oficial de la CUT, de la Nueva Mayoría,
con la presidencia de la militante del Partido Comunista Bárbara Figueroa, comenzó a dar su respuesta.
61
La Batalla
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repartamos la torta, porque si no Chile no va a poder enfrentar un nuevo ciclo de oportunidades”, precisó.
El forcejeo con la candidata de la Nueva Mayoría,
Bachelet, que finalmente saldría electa, fue trabajoso. El
programa laboral de la Nueva Mayoría fue presentado. El
secretario general de la CUT, Arturo Martínez, fue el encargado de exponer los ejes principales del programa de
Michelle Bachelet, en el Consejo Directivo Ampliado: el fortalecimiento del rol de los sindicatos, destacando la idea de
la negociación colectiva con titularidad sindical, el respeto a
la libertad sindical, “conforme a las normas y convenios que
Chile ha ratificado en materia laboral”, el fin del uso “artificioso” del multi RUT, la ley de pisos mínimos (contra el uso
de que cada proceso de negociación parte de la base de lo
negociado anteriormente), el impedimento de que se recontraten reemplazantes en las huelgas. Sin embargo, en esa
ocasión, la CUT advirtió sobre la ausencia de otras demandas. Entre ellas: la posibilidad de negociación interempresas
y por rama, y el problema previsional (rechazando una AFP
estatal). El resultado fue el anuncio de que la CUT decidía
mantener su independencia en la elección presidencial. De
todos modos, la CUT resaltó que el debate laboral se había
instalado finalmente en la discusión electoral. Según la Presidenta de la CUT, Bárbara Figueroa, “avanzamos en esto y
fue un mérito de una estrategia que construimos”. Finalmente expresarían su apoyo a Bachelet.
Pero para negociar, deben mostrar su fortaleza. A la
vez, la mayoría de las huelgas largas y combativas, fueron
por fuera de la CUT. Afirmarse como la principal central sindical, era imperativo. Y el clima de huelgas y paros obliga a
acciones mayores.
El Paro Nacional del 11 de julio
El 11 de julio se realizó el Paro Nacional, con una
movilización sólo en Santiago de más de 150.000 personas,
fue la convocatoria más grande realizada por una organización de la clase trabajadora desde el fin de la dictadura. Tuvo
además alcance nacional. Y lo nuevo fue la participación del
sector privado: más del 25% no concurrió a su trabajo ese
día, y contando los retrasos, la cifra se eleva al 50%. Sin
demandas económicas, la convocatoria reflejó que el clima
de protesta social alcanza a la clase trabajadora. Aún así,
62
Lucha de Clase Mayo 2014
la dirigencia de la CUT, en los días previos, resaltó que la
Confederación de la Producción y el Comercio (CPC), reconociera la necesidad de reformas de fondo a la institucionalidad laboral, siendo que son sus principales oponentes.
En este clima, en el marco del re-ajuste anual, y a
pocas semanas de las elecciones, ganaría mayor peso la
lucha de los trabajadores del sector público.
El protagonismo del sector público
Los trabajadores del sector público tuvieron un especial protagonismo el 2013, destacando entre otros, los
paros del Registro Civil por 17 días, de las trabajadoras de
la JUNJI, de Integra.
Se inició la negociación por el reajuste del sector
público, pidiendo un incremento salarial del 8,8%.
En el mes de octubre, se realizó el paro de advertencia del sector público, en el marco de la negociación
anual de re-ajuste salarial. El martes 22 de octubre convocado por la Mesa del Sector Público, integrada por 14 gremios (AJUNJI, ANEF, ANTUE, ASEMUCH, Colegio de Profesores A.G., CONFEMUCH, CONFENATS, CONFUSAM,
FENAFUCH, FENAFUECH, FENATS Unitaria, FENPRUSS,
FENFUSSAP, FENTESS). La demanda principal fue de un
reajuste de 8,8%, además de un aumento del 10% para los
sueldos menores a $750.000. La movilización fue contundente: según la ANEF, fueron 450.000 trabajadores en todo
Chile. Según los medios de prensa, 50.000: en Santiago
10.000, en Concepción 15.000, en Temuco 10.000, en Valdivia 3.000, en Valparaíso 10.000, en Osorno 500, en Copiapó
3.000. Además, el paro alcanzó al 93%.
La situación trasciende el problema salarial: de
los 220 mil trabajadores que están en los (21) ministerios
y (340) servicios públicos del Gobierno, el 60% de los trabajadores está a contrata y el 10% está a honorarios, sin
cotización de salud ni previsión ni estabilidad, mientras que
apenas el 30% tiene contrato de planta.
Es la expresión en el sector público de las condiciones estructurales de la clase trabajadora en Chile, que se
asientan en el Código de Trabajo.
A diferencia de las negociaciones de años anteriores, en esta ocasión, se realizaron cuatro jornadas de paro
nacional con movilización: el 22/10, 7/11, 13/11, 25/11. Sigue
La Batalla
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mostrando una nueva disposición a la lucha.
Un nuevo ánimo comienza a emerger
Hasta aquí, tres son las conclusiones más generales a las que se puede arribar.
Una, es una tendencia a la entrada de sectores centrales y estratégicos de la clase trabajadora: sectores que
ponen en jaque a toda la economía nacional, alentando las
reacciones del actor empresarial.
Otra, es a la recuperación de métodos históricos
de la lucha de clases de los trabajadores, como el paro en
solidaridad.
Por último, al fortalecimiento del sindicalismo. Al
menos en sectores centrales y estratégicos de la economía.
Pero que pueden actuar como paraguas para sectores más
débiles.
Es necesario a la vez, señalar el entrelazamiento de
demandas. En el caso de los trabajadores portuarios, se trata de demandas básicas de las condiciones de trabajo: que
su jornada de trabajo pagada incluyera media de colación o
que se les diera una compensación por no parar a comer.
En el caso de los trabajadores mineros, se trata de
demandas que hacen a la estructura productiva y al entero
“modelo de desarrollo”, precisamente por ser el sector estratégico y motor de la economía nacional: la mejora en las
pensiones, mayor seguridad laboral, la renacionalización del
cobre y el litio, la legislación de un nuevo Código laboral, un
mayor respeto a la ley de subcontratación.
Reflejan un nuevo ánimo en la clase trabajadora,
una disposición a la lucha que comienza nuevamente a ponerse en movimiento.
Pero no quedaría allí.
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La Batalla
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Las tres claves de la lucha de clases de la
clase trabajadora, y nuevos fenómenos
Tres procesos emergieron en el curso de las huelgas, paros y movilizaciones.
El primero, el paro en solidaridad. Que pudo verse
con el paro nacional de los trabajadores portuarios durante
22 días en marzo y abril.
El segundo, el descontento con las direcciones sindicales. Como pudo verse en la huelga de los trabajadores
recolectores de basura, que ante la firma de un acuerdo de
la dirigencia lo rechazó y pretendieron extender la huelga
más allá de la firma del acuerdo, o de las trabajadoras de
la Junji.
El tercero, la organización en base a delegados por
áreas o secciones en los lugares de trabajo. Como pudo
verse en el paro y la huelga de los trabajadores de Correos
de Chile.
De todos modos, estos tres procesos son embrionarios. Además, simultáneos en tanto tales, no convergentes:
si los trabajadores recolectores de basura expresaron su
descontento con su dirigencia, no contaban con una forma
de organización sindical como delegados por secciones o
áreas de trabajo, que les permitiera proponer una alternativa
ante el problema. A la vez, los trabajadores de Correos de
Chile contaban con esta forma de organización, pero esperaban que “esta vez” la dirigencia no los defraudara: no fue
así, y se firmó un acuerdo a ciegas.
Pero no se trata tan sólo de estos fenómenos embrionarios, en desarrollo.
Una coyuntura especial:
40 años del golpe y la herencia de la
dictadura. Politización y potencial de unificación
los
de las filas de los trabajadores
En septiembre se conmemoraron los 40 años del
golpe de Estado, en un modo que no se había visto antes
en Chile, sacudiendo el conjunto de las relaciones políticas
y sociales.
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Lucha de Clase Mayo 2014
Se realizó una de las más grandes movilizaciones
desde el fin de la dictadura, numerosos actos, velatones,
foros, movilizaciones, programas de televisión de alto impacto público. La propia derecha tuvo que realizar sus declaraciones, en algunos casos pidiendo perdón, llevándola
a una extrema tensión, que culminó con las declaraciones
de Piñera hablando de los “cómplices pasivos”, el cierre del
penal Cordillera, el traslado de los reos, integrantes de la
DINA y la CNI al penal de Punta Peuco, y el suicidio del ex
jefe de la CNI general Odlanier Mena.
El golpe tuvo un carácter contra-revolucionario, dirigido esencialmente contra la clase trabajadora y las organizaciones de izquierda. Que estuvieron entre sus víctimas.
A mediados del año 90, cuando se constituye la comisión
Rettig, la CUT da cuenta de que “el 76% del total de muertos
y detenidos desaparecidos cobrados por la dictadura a partir
del 11 de septiembre de 1973 corresponde a trabajadores”
(Fortín Mapocho, viernes 20 de julio de 1990). Y que hubo
308 dirigentes sindicales que fueron directamente fusilados
o desaparecidos. El informe Valech, que informó sobre la
tortura en dictadura, precisa que más de la mitad de ellos
corresponde a trabajadores. Y casi un 80% pertenecía o estaba ligado a organizaciones sindicales o de trabajadores.
Pero eso fueron las condiciones para avanzar en
cambios estructurales, que perduran hasta hoy. La herencia
de la dictadura, en el mundo del trabajo.
En 1979 se lanzó el “Plan Laboral”, elaborado por
José Piñera. Buscaba romper el sindicalismo de clase. Se
sostuvo en dos pilares centrales: la prohibición de la negociación colectiva por rama, y la imposibilitación del derecho
efectivo a huelga vía el permiso para el reemplazo de los
huelguistas. Aseguró la impunidad empresarial, expresada
por ejemplo en las “prácticas anti-sindicales” (persecución
para impedir la formación de sindicatos), la casi nula negociación colectiva, ni siquiera al nivel de la empresa, la extensión de la subcontratación, los bajos salarios, las bajas
pensiones.
Esa realidad, no fatal, sino instalada en dictadura,
pervive a través de su herencia, y se actualiza una y otra
vez. No solo como memoria. Con ocasión de los 40 años,
dirigentes de la CUT y la ANEF rinden homenaje a Salvador
Allende frente a La Moneda, para recordar la protección de
los derechos básicos como salud, educación y vivienda y
medidas como el medio litro de leche para todos los niños,
La Batalla
Estas probabilidades, de todos modos, tendrán
como uno de sus escenarios el debate parlamentario, sin
excluir movilizaciones.
Esto último, se enlaza con el otro gran fenómeno.
Que es que, por otro lado, otras demandas (como
el fin de la subcontratación), nuevos procesos (como la convergencia entre estudiantes, trabajadores y organizaciones
de izquierda), nuevas organizaciones (como todo el sindicalismo no adherido a la CUT), se abran paso.
A inicios del siglo XX, en la década de los años
’20, ante los llamados “sindicatos libres”, y el despliegue de
huelgas combativas, el presidente Arturo Alessandri Palma
presentó un proyecto de Código del Trabajo, abriendo una
discusión que finalizaría con su sanción bajo el gobierno de
Carlos Ibañez del Campo. El movimiento sindical se dividió
entre los sindicatos libres y los legales. La FOCH de Recabarren, al inicio, resistió la legalización. A la vez, se enfrentaron
dos concepciones sindicales: la de la FOCH y la del anarco-sindicalismo (IWW, FORCH, CGT, aunque finalmente
convergieron, tanto en llamados comunes a huelgas, como
en la participación política, por ejemplo en la USRACH).
La historia no se repite, pero los problemas irresueltos y replanteados vuelven a aparecer.
En el período que se abre, renovadas disputas se
presentan. Entre ellas, la relación Estado, régimen, movimiento de los trabajadores; y ante su dispersión y debilitaTendencias para el período:
miento, las concepciones sobre cómo recomponerlo –sin¿Qué tipo de movimiento obrero se está
dicalistas, reformistas, anarquistas, revolucionarias. Cuán
gestando y pugna por nacer?
activas sean estas disputas, que carácter cobrarán, es algo
que permanece abierto, pero que sin embargo, estarán preCon el gobierno de Bachelet y sus reformas, distin- sentes en el próximo período.
tos escenarios se presentan.
Por un lado, en una dinámica de protesta social, que
incluye las movilizaciones estudiantiles, de Regiones, de los
trabajadores, el avance o no en el debate e implementación
de las promesas laborales será un elemento catalizador en
los procesos de protesta obrera.
De no avanzarse, alentará la movilización por el
cumplimiento de las promesas. De avanzarse, puede crearse un momento de “pasivización”, pero que sea seguido por
un estado de ánimo favorable para buscar resolver el problema pendiente del fin del Código de Trabajo vigente, que
coadyuve a la unificación de las dispersas movilizaciones,
paros y huelgas en curso.
Mayo 2014 Lucha de Clase
Revista Marxista de Teoria y Politica
y concluir en “la necesidad de grandes reformas, no sólo
una nueva Constitución, no sólo reforma tributaria, no sólo
el derecho a educación, sino también el derecho a salud, a
vivienda digna y a que a los trabajadores se nos devuelva
el espacio de poder que perdimos, que se nos reconozca la
organización sindical como un actor cooperante, como un
actor que va a generar desarrollo también para el país y no
como un enemigo, como hasta ahora se lo ha querido ver”.
La CUT ha sido un actor cooperante en los 25 años
de la democracia. Con sus mesas de diálogo por ejemplo.
Y sus efectos están a la vista: la pervivencia de la herencia
de la dictadura.
Y es precisamente esa herencia, la que abre crecientes contradicciones que motorizan los procesos de lucha de clases en curso. Del movimiento estudiantil, de las
regiones. Y también de la clase trabajadora.
Lo nuevo, es que la paulatina instalación de las reformas laborales, el rechazo al Código del Trabajo heredado
de la dictadura, actúe como un eje unificador de las huelgas,
paros y movilizaciones de los trabajadores, en momentos
de emergencia de nuevos procesos de carácter cualitativo
como los que aquí señalamos. Esto abriría un escenario
nuevo, fortalecería la dinámica a la intensificación de la lucha de clases de la clase trabajadora, y a su politización.
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La Batalla
Revista Marxista de Teoria y Politica
Poder obrero en el lugar de trabajo
Experiencias de organización de base de los
trabajadores en los lugares de trabajo
NICOLÁS MIRANDA
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Lucha de Clase Mayo 2014
La Batalla
Hoy el movimiento de los trabajadores intenta nuevamente estirar sus músculos, prepararse para los combates por
venir. Aunque se expresa negativamente en la proliferación de Centrales sindicales, con la CUT como la principal, de
Federaciones, de sindicatos base. En intentos separados de articulación y coordinación. En la conformación de nuevas
organizaciones sindicales. En la tarea de imponer temas en la agenda pública nacional, como el grave problema de las AFP
y las pensiones de hambre que esperan a todos los trabajadores; o la reforma al Código Laboral heredado de la dictadura
y conservado casi intacto hasta hoy.
En esta preparación, la unidad de sus filas es una tarea de primer orden. ¿Pero bajo qué banderas? Históricamente, en
términos generales, con cruces, combinaciones, fuertes luchas, el movimiento de los trabajadores se organizó en distintos
momentos bajo distintas banderas: las del reformismo, es decir, de la búsqueda de alianzas con sectores progresistas de
la burguesía. Las del sindicalismo, es decir, planteando una pretendida autonomía de los partidos políticos pero abocado
a las demandas inmediatas de los trabajadores. Las del anarquismo, también planteando una distancia con los partidos y
la política pero también la lucha contra el Estado burgués, lo que los llevaba a dejar que la política la hicieran los partidos
burgueses contra los trabajadores. Las de los revolucionarios marxistas, que luchan por unir las reivindicaciones inmediatas
con las tareas históricas de la clase trabajadora –la lucha por el poder y para eso la necesidad de organizarse en un partido
revolucionario de la clase trabajadora-, por la independencia del Estado y cualquier variante de la burguesía, por la más
amplia unidad de las filas obreras, por la democracia de base de los trabajadores desplazando a la burocracia, por la alianza
de los trabajadores uniendo detrás de sus filas al resto de los explotados y oprimidos.
Revista Marxista de Teoria y Politica
Los trabajadores el año 2013 en Chile comenzaron a abrir nuevos caminos. Entre ellos, cuerpos de delegados que
existen en algunos lugares de trabajo, comienzan a ponerse en movimiento. Fue el caso de los delegados de Correos de
Chile en su gran huelga de 22 días en agosto de ese año. ¿Qué lo puso en movimiento? El intento de la dirigencia burocrática de una negociación tradicional que nada bueno trae para los trabajadores. El sentimiento anti-burocrático se extendió
también en ese año, como se vio en los paros de JUNJI y recolectores de basura, aunque sin organización de delegados
que permitiera actuar a la base no logró organizar ese sentimiento y transformarlo en capacidad de acción.
Transformar la experiencia de los delegados de Correos de Chile en bandera de lucha para un nuevo movimiento de los
trabajadores es una tarea del presente. ¿Pero es posible? Es parte de los esfuerzos de organización desde la base y en los
lugares de trabajo que los trabajadores han ensayado incansablemente a lo largo de su historia. En Chile y en el mundo.
Como la organización interna de los Cordones Industriales en Chile, los comités de fábrica en Francia, las Comisiones
Internas en la Argentina, y tantas otras.
Revisamos aquí algunas de estas experiencias, como patrimonio histórico para las luchas del presente que abran un
nuevo porvenir, obrero y socialista.
Nos concentramos, no en las muchas discusiones teóricas, estratégicas y políticas aún abiertas a partir de las distintas
formas de auto-organización que los trabajadores intentaron a lo largo de su historia, sino en sus características centrales,
principalmente, en cómo se organizaban.
Es que, desde la dictadura hasta hoy, la política de la clase burguesa por destruir los sindicatos, consagrada legalmente
en el Código Laboral anti-obrero, ha borrado de la memoria histórica las formas de organización y de lucha que los obreros
pusieron en pie, naturalizando las actuales, subordinadas, con el peso de la derrota histórica del golpe y por medio de la
burocracia sindical y los partidos del régimen, a la burguesía.
Mayo 2014 Lucha de Clase
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La Batalla
Revista Marxista de Teoria y Politica
Chile ’70-‘73:
La organización interna de las empresas y
Cordones Industriales
la formación de los
Los Cordones Industriales en Chile surgieron en
1972, en respuesta a la ofensiva del imperialismo, la burguesía, la derecha y la Democracia Cristiana. Y se conformaron en los hechos como embriones de doble poder local,
practicando el control obrero de la producción (1). Fueron
parte de un proceso de ascenso revolucionario ante el cual
los trabajadores buscaron formas de auto-organización.
Su importancia estuvo en un que los trabajadores
podían comprobar en su propia experiencia, que los patrones no eran necesarios, que podían organizar ellos mismos
la producción, que no hacían falta jefes tampoco. Un cuestionamiento a la propiedad privada.
La formación de los Cordones Industriales empalmó
con otro proceso que se inició ya en 1970/1971: el traspaso
al Area de Propiedad Social de una serie de empresas, parte
del programa de la Unidad Popular, que contemplaba originalmente 91 empresas, pero que por presión de los trabajadores, incluyendo la ocupación de sus lugares de trabajo,
llegaron a más de 300.
En las empresas traspasadas, se buscó una forma
de co-gestión entre Estado y trabajadores. Y se organizó
de este modo:
1. Asambleas de trabajadores;
2. Asambleas de las unidades productivas (por sección, departamento o área de trabajo);
1. Dolores Mujica. Cronología comentada de los Cordones Industriales. Biblioteca de Historias Obreras. En: www.bibliotecaobrera.cl
2. Manuel Barrera. Participación de los trabajadores en la gestión
de las empresas en Chile. Una experiencia histórica. VECTOR,
Centro de Estudios Económicos y Sociales, agosto de 1979.
3. Nicolás Iñigo Carrera. La estrategia de la clase obrera. 1936. La
Rosa Blindada-PIMSA. 2000.
4. Diego Ceruso. Comisiones Internas de fábrica. Desde la huelga
de la construcción de 1935 hasta el golpe de estado de 1943. PIMSA – DIALEKTIK, 2010
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Lucha de Clase Mayo 2014
3. Comités de producción de las unidades productivas;
4. Comité coordinador de trabajadores;
5. Consejo de administración (con 5 trabajadores, 5 representantes del Estado, y una presidencia nombrada por el
Gobierno) (2).
El órgano de mayor peso era el consejo de administración.
Esta nueva estructura de funcionamiento de la empresa abrió una serie de discusiones: sobre el rol del administrador nombrado por el Gobierno, sobre la relación entre
estos organismos y los sindicatos, sobre el involucramiento
efectivo de los trabajadores. Su participación activa se intensificó tras el paro patronal de Octubre de 1972. Es decir, dependía de la lucha de clases y la relación general de fuerzas.
Esa estructura de funcionamiento de la empresa
favorecía la organización de la fuerza de los trabajadores
de base. Pero tenía límites que debían ser superados. De
un lado, por el rol de árbitro del Gobierno al interior de la
empresa que fue una fuente de tensión con los trabajadores de base, así como lo fue la política general de la UP de
la devolución de las empresas a sus dueños. De otro lado,
porque nuevamente se diluía, bajo nuevas formas, el peso
de decisión de los trabajadores de base, trasladando esa
capacidad al consejo de administración.
Pero no todas las experiencias fueron fruto de un
proceso de ascenso revolucionario.
Argentina y las formas sindicales de
representación directa: los Cuerpos de
Delegados y las Comisiones Internas
En la década de 1930 e inicios de la de 1940 en
Argentina, se pusieron en pie organismos de base para la
organización de los trabajadores y sus luchas. Uno de los
primeros ejemplos es el de los comités de empresa en la
huelga de la construcción en 1935, y la huelga general en
1936, y el comité de huelga para sostenerla (3). Después,
las Comisiones Internas en las industrias metalúrgicas y textiles (4). En esos años, funcionaban de hecho, sin reconocimiento legal, impulsadas por los sindicatos para la representación de las demandas ante la patronal, la vigilancia de las
condiciones de trabajo, y la formación de cuadros obreros.
La Batalla
y la fábrica sin patrones en condiciones de
1. El estar reguladas por ley,
desempleo y precariedad
2. La condición para los delegados de estar sindicalizados,
3. Tener cierta antigüedad,
En 1998/1999, es desplazada la burocracia sindical
4. Y, ahora, la posibilidad de ser elegidos por la totalidad de
de la fábrica de cerámicos Zanon ubicada en la provincia
los trabajadores de una determinada empresa.
de Neuquén de Argentina. El 2001 se elige una nueva CoLa función de las Comisiones Internas es la de la misión Interna. Mientras tanto, la empresa inicia el despido
presentación de reclamos ante la patronal, como condicio- de todos los trabajadores y un lock out (huelga patronal),
nes de trabajo, salubridad, salarios, etc. Contribuyeron para hasta que el patrón se fuga con los millones de pesos con
aumentar la sindicalización, garantizar la aplicación de la que el Estado subsidiaba a la empresa. El 2002, se pone en
funcionamiento la empresa, demostrando que una empresa
legislación laboral, organizar la lucha sindical.
Pero por sobre todo, para limitar las prerrogativas puede funcionar sin patrones, pero no sin obreros. Al año siguiente, plantearán la necesidad de la estatización sin pago
patronales.
Aunque también, actuaban como correas de trans- y la administración obrera.
Se trató de una respuesta obrera ante la crisis.
misión de las burocracias sindicales.
Para sostenerla, el sindicato, el 2005 aprueba nue¿De qué dependía una u otra de estas dos variantes? De la lucha de clases. Cuando la clase patronal pasó vos Estatutos, que establecían una nueva forma de organial ataque buscando desmantelar las conquistas obreras con zación sindical, y de funcionamiento de la fábrica, con estas
la dictadura de Aramburu, las Comisiones Internas actuaron características:
como articuladores de la resistencia obrera(6). Tras la derrota de esta resistencia, que se extendió por años, se for- 1. La asamblea es soberana,
taleció la burocracia sindical nuevamente. Aunque sin lograr 2. Los dirigentes son revocables y rotan en sus cargos,
3. Las minorías tienen representación,
liquidar estos organismos de base.
De conjunto, podían modificar la relación de fuerzas 4. El sindicato se proclama clasista, es decir, independiente
con la patronal al interior del lugar de trabajo, y eran la base del Estado, se pone al servicio de la lucha de clases y se
de formas de poder obrero. Aunque la dirección política que plantea la lucha por una sociedad sin explotados ni exploorganizara las fuerzas obreras era decisiva a su vez para tadores.
que se pudiera desarrollar esta perspectiva: para la burocracia sindical, peronista, que buscaba la subordinación de la
clase trabajadora a la burguesía, el delegado debía ser un
mero intermediario entre el patrón y el obrero, y un transmi- 5. Daniel Aspiazu, Martín Schorr, Victoria Basualdo. La industria y el
sor de las directivas sindicales; para los dirigentes clasistas sindicalismo de base en la Argentina. Cara o ceca, 2010.
y combativos y las organizaciones de izquierda revoluciona6. Daniel James. Resistencia e integración. El peronismo y la clase
ria, un dirigente para la lucha de clases contra la patronal.
trabajadora argentina, 1946-1976. Siglo XXI editores, 2005.
Esto se puso a prueba y se demostró con el surgimiento de las Coordinadoras Inter-fabriles en la Argentina 7. Ruth Werner, Facundo Aguirre. Insurgencia obrera en la Argentide 1975, como alternativa a la política de la burocracia y el na, 1969-1976. Clasismo, coordinadoras interfabriles y estrategias
peronismo (7). La base de estas Coordinadoras, fueron las de la izquierda. Instituto del Pensamiento Socialista, 2007.
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Desde la segunda mitad de la década de 1940, en Comisiones Internas y los Cuerpos de Delegados, que sin el
Argentina la organización sindical instaló formas de repre- control de la burocracia en esos años, revelaban formas de
sentación directa de los trabajadores de base: los Cuerpos democracia directa de los trabajadores de base.
de Delegados y las Comisiones Internas (5).
Tenían como características:
Argentina, el control obrero de la producción
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La Batalla
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¿Cómo se organizaron? Veámoslo por partes:
1. Establecieron unas Normas de Convivencia de Zanón
bajo Control Obrero;
2. Realizan asambleas generales y asambleas por turno, semanales, con tres ejes: político, judicial y económico;
3. Eligen coordinadores por área de trabajo, con reuniones
3 veces por semana;
4. Eligen un coordinador general, y una reunión de todos los
coordinadores como órgano de dirección máxima, junto a
miembros de la Comisión Interna y del Sindicato;
5. Con rotación periódica de los cargos;
6. Los coordinadores publican en un Boletín Interno las resoluciones tomadas;
7. Que son sometidas luego a la votación de la asamblea.
Se trata de una forma de organización similar a la
que se conoce en la historia de las luchas del movimiento
obrero como Comité de Fábrica, como desafío al poder de
los capitalistas oponiéndole este poder obrero desde la base
en el lugar de trabajo. También aquí, en Zanon, estuvo sometido a los vaivenes de la lucha de clases.
Unas primeras conclusiones
A lo largo de su historia, en condiciones ofensivas,
pero también, como muestra Zanon, defensivas y como respuesta obrera ante la crisis, los trabajadores han construido
formas de democracia directa, de auto-organización, en los
lugares de trabajo.
Van así construyendo un poder obrero por la base.
Como herramienta para la lucha contra los capitalistas, y
también contra sus lugartenientes, como decía Lenin, la burocracia sindical.
Repasamos aquí algunas experiencias. Buscando
poner de relieve el cómo se organizaban. No se trata de
modelos a imitar, sino de caminos a recorrer.
Hoy, como al inicio planteamos, en el caso de Correos de Chile, los delegados fueron cruciales para la gran
huelga de 22 días. Es un nuevo camino que se abre paso.
Recorrerlo hasta el final, transformarlo en bandera de lucha
8. León Trotsky. El Programa de Transición. Instituto del Pensamiento Socialista, 2008.
70
Lucha de Clase Mayo 2014
para un nuevo movimiento de los trabajadores en Chile, es
condición necesaria para que los trabajadores conquisten
nuevamente sus derechos, y los pongan en la perspectiva
de la lucha por sus intereses históricos.
Para esto, hay que partir por la lucha por la auto-organización en los lugares de trabajo, para avanzar a la lucha
por formas de auto-organización como doble poder a nivel
de toda la sociedad.
Es que estas formas de organización, son una trinchera en la lucha de la clase trabajadora contra la clase capitalista.
Una trinchera que constituye una escuela de experiencia práctica, en la que el trabajador ejerce el poder
directo en la toma de todas las decisiones, y así puede reconocer su capacidad de gestionar no solo una empresa, sino,
la entera sociedad.
Para esto, por último, hay que diferenciar entre los
‘comités de fábrica’ y los ‘soviets’.
León Trotsky los diferenciaba de esta manera:
“como el comité de fábrica crea un doble poder en la fábrica,
los soviets inician un período de doble poder en el país (…)
El doble poder es a su vez el punto culminante del período
de transición: dos regímenes, el burgués y el proletario, se
enfrentan irreconciliablemente. El choque entre ellos es inevitable. La suerte de la sociedad depende del resultado”
(8).
El comité de fábrica agrupa a todos los obreros de
la unidad de producción y a todas las tendencias que actúan
en ella con el objetivo de imponerle límites al capitalista o
disputar el mando de la fábrica. Así, implica un cuestionamiento de la hegemonía burguesa, pero limitado al ámbito
de la fábrica. Pero puede ser un embrión de doble poder a
nivel de toda la sociedad, un “soviet”, un doble poder que
emerge antagónico al poder burgués. Pero para que esta
potencialidad revolucionaria se despliegue, no puede quedar sometida su empuje espontáneo, o restringido. En su
seno, actúan los diferentes partidos, necesitan la dirección
de un partido revolucionario.
La Batalla
una nueva cara de la clase trabajadora.
Revista Marxista de Teoria y Politica
Empleo joven y precariedad laboral,
ANTONIO PÁEZ AGUILAR
SECRETARIO SINDICATO DE TRABAJADORES DE STARBUCKS COFFE CHILE
Mayo 2014 Lucha de Clase
71
La Batalla
Revista Marxista de Teoria y Politica
¿Qué trabajo tenemos en Chile?
Mucho se ha escrito sobre el experimento que representó Chile para los ingenieros que elaboraron los planes
neoliberales en el mundo. El País no podía estar en mejores
condiciones para un trabajo que requería una reelaboración
profunda de las relaciones sociales y de producción que tenían por objeto recuperar el terreno perdido durante los convulsionados años 60 en la relación entre capital y trabajo.
La burguesía, que había visto amenazado su dominio sobre
la clase obrera, movilizó al mayor defensor de sus intereses
de clase –los militares- para mantener así el control de lo
que embrionariamente se estaba gestando en la aparición
de los cordones industriales, su coordinación con las capas
empobrecidas del campo y la ciudad y la fuerte tendencia a
desconocer el orden constitucional tan defendido por la UP,
la DC y los partidos derechistas.
Probablemente una de las primeras acciones de la
dictadura –comandada por Pinochet- fue la eliminación de
las conquistas obreras de todo el siglo XX. Desde cuestiones tan básicas como el derecho a la organización y la sindicalización, hasta la posibilidad -que se le presentaba producto del control obrero- de la planificación, sociabilización y
redistribución del capital generado a través del trabajo.
Así y tras la eliminación de los derechos laborales,
Jose Piñera uno de los tantos asesores que tuvo el dictador,
elaboró un nuevo código laboral que sepultaba la posibilidad
legal de recuperar una correlación de fuerzas favorables hacia la clase trabajadora. Fue fácilmente para la burguesía
poner de rodillas a una clase trabajadora sin organización,
perseguida e incluso siendo asesinados los mejores cuadros que había dado la lucha de clases durante los años 70.
Así la vuelta a la democracia se vio en medio de
una tendencia a la reorganización del movimiento obrero
expresada en la refundación de la CUT, pero también en las
altas convocatorias que tenían los trabajadores convocados
por el CNT y sus convocatorias a las jornadas de protesta,
la organización del 1 de mayo, entre otras fechas. Si bien la
clase obrera entró a la democracia aún debilitada, aún tenía
fuerzas que ni la dictadura pudo doblegar.
1. Es posible revisar este informe en el link http://goo.gl/Ts3LeJ
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Lucha de Clase Mayo 2014
Democracia y una nueva
institucionalidad jurídica
Con la vuelta a la democracia vino también la consolidación del reordenamiento neoliberal, donde la exigencia de la burguesía no pasaba por el aplastamiento físico/
represivo de la clase obrera, sino por terminar y consolidar
los cambios iniciados durante el periodo anterior. Esto se
llevo adelante a través de las políticas de flexibilidad laboral
y la aprobación cada vez más profunda de leyes que ampliaron las posibilidades de tercerización de diferentes servicios
dentro de una empresa (subcontratación), lo que tenía como
resultado debilitar a los trabajadores a través de la imposibilidad de la unidad sindical, la existencia de varias empresas
dentro de una misma empresa (multirut) y las escasas oportunidades de negociar colectivamente (pérdida del derecho
a huelga). Esto ciertamente tuvo como consecuencia la baja
del poder adquisitivo de los trabajadores que vivían esta
nueva condición contractual.
Así, la consolidación de estos nuevos órdenes legales vino de la mano de la Concertación y los constantes
acuerdos realizados entre la CPC y la CUT que buscaron
una especie de equilibrio entre flexibilidad y seguridad laboral (flexiseguridad). Las leyes 19.759 (modalidades de
contratación, derecho de sindicalización y derechos fundamentales del trabajado entre otras materias) y la 20.123 (régimen de subcontratación, funcionamiento de las empresas
de servicios transitorios y el contrato de trabajo de servicios
transitorios). Ambas leyes fueron firmadas por presidentes
concertacionistas (Lagos y Bachelet respectivamente) y
consensuadas por oposición, organizaciones empresariales
y algunas sindicales.
Trabajo flexible y trabajo precario
La conocida fundación SOL en su informe sobre
“Precariedad laboral y modelo productivo en Chile” (1) de diciembre del 2011, entrega algunos datos interesantes sobre
la transformación que han sufrido las estructuras laborales
en Chile durante los últimos años. Según el Índice de Empleo Protegido que elabora la fundación SOL, actualmente
el 39% de los trabajadores tiene un empleo “protegido” o
regulado a través de algún tipo de contrato. El problema de
La Batalla
El trabajo “part-time”,
bajar por un salario menor al promedio, éstos no lo hacen
debido a las restricciones que se tienen al momento de acceder al trabajo, es decir: Chile aún mantiene una estructura
demasiado rígida en lo que respecta a relaciones laborales,
cuestión que dificulta el ingreso de jóvenes al trabajo aún
cuando las empresas lo que ofrezcan sean empleos precarizados. Una de las apuestas de este economista es ampliar
las posibilidades de flexibilidad horaria en entorno a la jornada laboral y la mayor integración de los trabajadores de
tiempo parcial o “part-time” (3).
VER Tabla 1(4)
Las razones esgrimidas para no ingresar al mundo laboral por parte de los segmentos más jóvenes de la
población se deben principalmente a la imposibilidad que
existe de compatibilizar los estudios con jornadas completas
de trabajo. Así la tabla 2 nos muestra que un 64% de los
jóvenes entre 18 a 25 años no trabaja principalmente por
razones de estudios, aunque este número se reduce en el
caso de las jóvenes donde alcanza un 48% pero aparecen
otros elementos como el cuidado de hijos (15%) o hacerse
cargo de las tareas del hogar (10%). Es decir, el problema
del ingreso al mundo laboral por parte de este segmento
de la población se debe principalmente a su imposibilidad
de compatibilizar los estudios con el trabajo. De aquí surge
que la prioridad del empleo joven esté destinada a los trabajos de jornada parcial, sin necesidad de especialización
o tiempos prolongados de especialización para desarrollar
óptimamente el trabajo propuesto.
Revista Marxista de Teoria y Politica
la realidad nacional es que, el hecho de la existencia del
contrato no es suficiente para creer en la seguridad laboral,
ya que muchas veces estos contratos aún mantienen una
serie de clausulas que tienden a invisibilizar tendencias a la
precarización. Así sus estudios han tendido a dividir los tipos
de trabajo en tres tipos de anillos jerarquizados y diferenciados en protección, continuidad y formalidad (2). El primer
anillo sería el de mayor protección laboral, el segundo por
empleos con algún grado de formalidad o protección y el tercer anillo sería la informalidad o inestabilidad laboral. Según
los datos extraídos desde la “Nueva Encuesta de Empleo”
(NENE) los sectores laborales del primer anillo se han ido
reduciendo desde un 42% (2009) a un 39% (2011), además
de sufrir un disminución en los marcos de sus propios niveles de estabilidad laboral a través de la inserción de jornadas parciales superiores a las 30 horas, pero inferiores a la
jornada completa, es decir: las empresas han comenzado
a flexibilizar las jornadas horarias de los trabajadores con
empleos más estables.
Los resultados de estas políticas están siendo
claros: un aumento de los trabajadores temporales o con
jornadas parciales, además de poner el foco en grupos de
trabajadores dispuestos a trabajar jornadas parciales por
menores sueldos y con menores beneficios a largo plazo,
ciertamente el camino tomado por las empresas en Chile y
el mundo dan cuenta de cómo el crecimiento económico de
los últimos años ha sido sostenido en gran parte traspasando los costos operacionales a una reducción de los costos
de mano de obra a través de un trabajo más precarizado,
desprotegido y muchas veces subempleado, es decir trabajo
inestable, encubierto con políticas de flexibilización.
VER Tabla 2
el trabajo de la juventud por excelencia.
Probablemente el primer interés de los empresarios fue el cómo integrar a la gran masa de jóvenes que no
estaban participando del mercado laboral aún cuanto estos
estaban dispuesto a ingresar con menores sueldos a los
promedios de los que ya se encontraban trabajando (ver tabla 1), así Tomas Rau plantea en su trabajo “flexibilidad de
la jornada laboral en Chile: una tarea pendiente” que si bien
existe hoy un 19% de jóvenes que estarían dispuestos a tra-
2. Para una mayor profundización metodológica de los anillos de
inserción ver Minuta de empleo Anexo Metodológico http://goo.gl/
wwQzFn
3. El trabajo a tiempo parcial se entiende como todo trabajo en donde no se exceda los dos tercios de la jornada completa, es decir
hasta 30 horas semanales trabajadas (ley 19.759).
4. Extraido de http://goo.gl/arwMX
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La Batalla
Revista Marxista de Teoria y Politica
Es clave entender cuáles son así las ramas de la de la gente, cuestión que desemboca muchas veces en el
economía que sirven a este tipo de “mercado laboral”: Re- desinterés por la afiliación y la actividad sindical.
tail, comida rápida y servicios.
La tercera característica es producto de las otras
dos: una empresa que va a tener permanentemente gente
esperando entrar a trabajar no se va a interesar en aumentar
Tres claves del empleo joven
los costos de su mano de obra si está al tanto de que existe
Es útil identificar tres características que van acom- un grupo importante de jóvenes interesados en ocupar plapañadas del trabajo “part-time” para encontrar rápidamente zas laborales flexibles.
los beneficios que este posee para los empresarios: a) Altas
tasas de rotación laboral, b) baja sindicalización y c) bajas
El caso Starbucks
expectativas de beneficios.
Sobre la primera característica nos deja entrever
Desde el 2009 los trabajadores sindicalizados de
una realidad latente para este tipo de trabajos y que per- Starbucks hemos tenido que lidiar con todas las problejudica la posibilidad de la segunda. En general los empleos máticas que vienen aparejados con este tipo de empleo.
part-time posee una rotación que varía entre el 100% y el La empresa se ha caracterizado –al igual que todo el rubro
250% de rotación anual, y eso se debe a que gran parte de la comida rápida- a reclutar un tipo de trabajador joven
de los trabajadores que desarrollan sus labores no logran que realiza algunas actividades en paralelo al que realiza
obtener el preciado contrato indefinido y son finiquitados en en Starbucks, así mostrando este trabajo simplemente como
el filo de lo que la ley lo permite: 3 renovaciones de contrato un “complemento” o “apoyo” a la preocupación principal. Así
a plazo. Esto le permite a las empresas poseer un enorme ha logrado introducir en la subjetividad de sus trabajadores
stock de trabajadores sobre un número reducido de trabaja- que su permanencia en la empresa es temporal y por lo tandores “full-time” o de jornada completa. Pudiendo desarrollar to intentar la modificación de las condiciones laborales no
tareas de “apoyo” en los momentos de mayor flujo en las tiene sentido.
empresas, así como su utilización como medio de presión
En Starbucks la rotación de los trabajadores supera
para impedir huelgas o movimientos sindicales mayoritarios. el 150%, la tasa de sindicalización bordea el 7% y los “amPor ejemplo las empresas agrupadas en retail suelen tener plios beneficios” de los que se jacta la empresa, están al aruna dotación laboral por tienda de más de 250 trabajadores bitrio de la gerencia al no estar escriturados en los contratos
“vendedores” pero la composición contractual del total de individuales de los trabajadores. Las condenas por prácticas
trabajadores está en una proporción de 100 trabajadores antisindicales han sido recurrentes así como la intransigenjornada completa (más de 40 horas semanales), 100 media cia patronal al momento de llevar adelante dos procesos de
jornada(30 a 35 horas semanales) y 50 jornadas muy redu- negociación colectiva. Para el sindicato ha sido tremendacidas (menos de 30 horas semanales). Entendiendo que los mente complejo formar una cultura sindical en Starbucks,
150 de jornadas medias y parciales no poseen contratos a teniendo que combatir constantemente la presión que geneplazos indefinidos (5) .
ra la empresa sobre los trabajadores para evitar la sindicaLa segunda características es producto principal- lización, esgrimiendo la temporalidad del trabajo, la altísima
mente de la primera: cuando un empleo posee altas tasas composición de trabajadores de jornada parcial (más del
de rotación es casi imposible mantener un sindicato estable 60%) y la inexperiencia laboral (producto de la juventud) de
y fuerte, ya que sufre una merma permanente en su afilia- los trabajadores.
ción y le es muy difícil poder aumentar sus niveles de repreTeniendo en consideración estas cuestiones, es que
sentación. Además debe mediar con la permanente salida las reinvindicaciones que ha levantado el trabajo sindical
han apostado a la lucha por la libertad sindical y a desa5. Estas proporciones están en función de los datos entregados por creditar el discurso “igualitario” que existe dentro de la emla fundación SOL en su trabajo de investigación sobre el Retail en presa, denunciando permanentemente las diferencias en el
Chile (2008)
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La Batalla
permanentemente llamados a la necesidad de cuestionar el
trabajo precario que generan estas empresas y la necesidad
de formar sindicatos en empresas como Mc Donals, Burger
King, Doggis y otras, ya que son estas las empresas donde
las condiciones laborales son aún más paupérrimas y se
aprovechan de miles de jóvenes necesitados para costear
sus estudios o complementar el ingreso familiar.
Tabla 1(4) Porcentaje de personas que trabajarían por determinados salarios
Grupo
Trabajarías por Menos del salario Trabajarías por Menos del salarios promedio
promedio, grupo comparable
más una desviación estándar, grupo comparable
Jóvenes
223.708 (19,0%)
330.383 (28,1%)
Mujeres
546.598 (22,9%)
618743 (26,0%)
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trato entre las jefaturas (en cuanto a los beneficios) y los baristas de tienda, haciendo manifiesta la falta de cuestiones
mínimas como son la entrega del uniforme de trabajo, una
asignación por colación, o la falta transporte para las tiendas
que cierran a horarios donde se dificulta la vuelta la casa.
Si bien el sindicato ya cuenta con dos huelgas en su
corta historia, se han logrado extraer ciertas lecciones que
se han intentado extender al conjunto del rubro haciendo
Fuente: Elaboración sobre la base de encuesta Casen 2009
Tabla 2 Principales motivos por los cuales los hombres y mujeres no trabajan
Categoría
1er lugar
2er lugar
3er lugar
18 a 25 años
Estudia (64%)
Otra razón (13%)
No tiene interés (9%)
26 a 39 años
Estudia (26%)
Enfermedad o invalidez (24%)
Otra razón (18%)
Hombres
Mujeres
18 a 25 años
Estudia (48%)
26 a 39 años
Quehaceres hogar (38%)
No tiene con quien dejar hijo (15%) Quehaceres hogar (10%)
No tiene con quien dejar hijos
(34%)
Estudia (4%)
Fuente: Elaboración sobre la base de encuesta Casen 2009
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La emancipación de las mujeres
en tiempos de crisis mundial
4 AGOSTO, 2013
ANDREA D’ATRI, LAURA LIF
EXTRAÍDO DE REVISTA IDEAS DE IZQUIERDA: HTTP://IDEASDEIZQUIERDA.ORG
Lucha de Clase Mayo 2014
La Batalla
Con la crisis se torna evidente que cada derecho
obtenido no es una conquista perenne, sino que está sujeto
ya sea a los recortes y ajustes que imponen los gobiernos
e instituciones financieras internacionales, como también –
cuando no se trata de un problema económico estrictamente– a los vaivenes de las relaciones de fuerzas, ya que la
crisis agudiza la polarización social y eso hace resurgir con
virulencia a los sectores más reaccionarios que expresan
su xenofobia, homofobia, misoginia, etc. No son pocos los
gobiernos que, detrás de un discurso supuestamente “progresista”, esconden compromisos con sectores derechistas
y concesiones a determinados grupos religiosos, reforzando
el control social con el recorte de libertades democráticas.
En la población arrojada por el capital a una vida
miserable, no hay “equidad de género”: el 70% son mujeres
y niñas. Pero la desigualdad no se encuentra sólo en los índices económicos. Su discriminación –como la que se ejerce
también contra inmigrantes y personas no heterosexuales–
contrasta con los derechos adquiridos en décadas recientes:
represión, violaciones y asesinatos de mujeres en Egipto y
otros países del norte de África y Medio Oriente; escalada
xenófoba en Europa; multitudinarias movilizaciones, encabezadas por la Iglesia Católica, grupos de cristianos evangélicos y políticos conservadores, contra los proyectos de
legalizar el matrimonio igualitario[1]. El capitalismo enseña,
con estas brutales lecciones, que la emancipación femenina
como la de otros grupos sociales subordinados, es una quimera mientras subsista este régimen social, político y económico. Si ésta es la perspectiva, ¿qué debe plantearse el
feminismo, en tanto movimiento emancipador que denuncia
la inequidad social, política y cultural de las mujeres bajo
el dominio patriarcal? ¿Y qué tiene para decir el marxismo
revolucionario?
Paradojas de la restauración conservadora: más derechos y
mayores agravios
En el último siglo, la vida de las mujeres cambió de
una manera que no es comparable a la modificación relativamente menor que experimentó la vida de los hombres
en el mismo período. Pero hay otros datos que contrastan
brutalmente con esta imagen de “progreso sin contradicciones”, hacia una mayor equidad de género, que es más propia de los países imperialistas y las semicolonias prósperas.
¿Cómo inscribir sino, dentro de este horizonte, que cada
año entre 1 millón y medio y 3 millones de mujeres y niñas
son víctimas de la violencia machista y que la prostitución se
transformó en una industria de grandes proporciones y enorme rentabilidad, que a su vez permitió desarrollar expansivamente las redes de trata? Además, a escala mundial,
a pesar de los enormes avances científicos y tecnológicos,
mueren 500.000 mujeres, anualmente, por complicaciones
en el embarazo y en el parto, mientras 500 mujeres mueren,
a diario, por las consecuencias de los abortos clandestinos.
En el mismo período, aumentó exponencialmente la “feminización” de la fuerza laboral, especialmente en América
Latina, a costa de una mayor precarización[2]. Por eso, a diferencia de otras crisis mundiales, ésta que estamos atravesando encuentra a la clase obrera con una fuerza de trabajo
Revista Marxista de Teoria y Politica
La sintomática emergencia política de los sectores
más oprimidos cuestiona la idea de emancipación como
conquista progresiva y acumulativa de derechos (tal como
propone un feminismo partidario, exclusivamente, de la estrategia del lobby parlamentario para la “ampliación de ciudadanía”) y pone en jaque la perspectiva de “democratizar
radicalmente la democracia” (como plantea el postfeminismo), que se demuestra inviable cuando la crisis económica,
social y política sigue desarrollándose.
1. En París, cientos de miles de personas marcharon contra la aprobación del matrimonio igualitario. En la manifestación, liderada por
personalidades de la derecha y la ultraderecha francesa, se coreaba
contra el gobierno de Hollande: “No toques el matrimonio, ocúpate
de la desocupación”. En el 2008, en California, grupos derechistas
–como la organización Protect Marriage– promovieron la enmienda
constitucional denominada “Limitar el Matrimonio”. Algo similar ocurrió en el Estado Español, donde el PP y la Iglesia encabezaron las
movilizaciones contra el matrimonio gay. Recientemente, en Brasil,
miles participaron en la “Marcha por Jesús”, una manifestación de
cristianos evangélicos liderados por el presidente de la Comisión de
DD. HH. de la Cámara de Diputados que aprobó un proyecto de ley
para que los colegios de psicólogos consideren la homosexualidad
como una enfermedad y establezcan su tratamiento.
2. En las 3.000 zonas francas que hay en el mundo trabajan más
de 40 millones de personas, sin ningún derecho; pero el 80% son
mujeres que tienen entre 14 y 28 años.
Mayo 2014 Lucha de Clase
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La Batalla
Revista Marxista de Teoria y Politica
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femenina que representa más del 40% del empleo global. El
50,5% de esas trabajadoras están precarizadas y, por primera vez en la historia, la tasa de empleo urbano entre las
mujeres es levemente superior a la tasa de empleo rural[3].
do, no puede explicarse sino es remontándose a la relación
de fuerzas que quedó planteada con la radicalización iniciada en los ‘60. Desde finales de esa década hasta mediados
de los ‘80 tuvo lugar un ascenso revolucionario de masas
que puso en cuestionamiento no sólo el orden capitalista,
Es agudo el contraste entre los derechos adquiri- sino también el férreo control de la burocracia estalinista en
dos –incluyendo la legitimidad que alcanzó, en las últimas los Estados obreros del Este de Europa.
décadas, el concepto de “equidad de género”– y el desolador panorama de estas estadísticas. Fue buscando una
El inicio de este extendido proceso de radicalizaexplicación a esta contradicción, que la feminista norteame- ción, que atravesó los continentes y puso en jaque al equiliricana Nancy Fraser expresó su insatisfacción con la tesis brio pactado entre el imperialismo y la burocracia estalinista
de que “la capacidad relativa del movimiento [feminista] para a la salida de la IIº Guerra Mundial, también dio lugar al flotransformar la cultura, contrasta de manera aguda con su recimiento de otros cuestionamientos radicales sobre la vida
incapacidad relativa para transformar las instituciones”[4]. cotidiana: el movimiento feminista se recreó bajo nuevas
Y a ese balance impropio (que le adjudica al feminismo un premisas, originando lo que se conoció como “la segunda
triunfo cultural y un cierto fracaso institucional), Fraser lo de- ola”; el movimiento por la liberación sexual salió del closet
safía con una nueva hipótesis, preguntándose si acaso lo impuesto por la represión, irrumpiendo en la escena mundial
que sucedió es que “los cambios culturales propulsados por con las barricadas de Stonewall y la visibilización “orgullola segunda ola, saludables en sí mismos, han servido para sa”; la población afroamericana también emergió, gritando
legitimar una transformación estructural de la sociedad ca- su rebeldía y enarbolando la bandera del blackpower, mienpitalista que avanza directamente en contra de las visiones tras los campus universitarios se convertían en ámbitos de
feministas de una sociedad justa”[5]. La autora se permite deliberación política y filosófica, experimentación musical y
sospechar que feminismo y neoliberalismo resultaron afines, lisérgica, al tiempo que la familia tradicional, la pareja hetecuestionando la cooptación del primero y su subordinación rosexual monogámica y todas las relaciones intersubjetivas
a la agenda del Banco Mundial y otros organismos interna- eran cuestionadas por el amor libre y la vida comunitaria.
cionales.
Pero la contraofensiva imperialista –conocida como
La sospecha parece acertada. ¿Acaso el feminismo “neoliberalismo”– se descargó sobre las masas asestándosolo puede proponernos una restringida emancipación, limi- les una derrota no solo política, sino también cultural. A difetada a sectores minoritarios que gozan de algunos derechos rencia de las dos guerras mundiales, la recuperación parcial
democráticos, en determinados países, a expensas de la ex- que logró el sistema capitalista no se basó en la destrucción
tensión de brutales agravios contra la inmensa mayoría de de las fuerzas productivas mediante el aparato bélico. Aunlas mujeres a escala global? Esta situación paradójica, que que hubo “derrotas físicas”, la base de este “nuevo orden”
las décadas de la restauración conservadora nos han lega- fue, esencialmente, la descomunal fragmentación de la clase trabajadora. Frente a este ataque imperialista a las masas
y sus conquistas, las propias organizaciones creadas por la
3. OIT, Informes 2011 y 2012.
clase obrera (desde los partidos como la socialdemocracia
4. Nancy Fraser, “El feminismo, el capitalismo y la astucia de la o los PC, hasta los sindicatos y los estados obreros burocratizados) actuaron como agentes de la implementación
historia”, New Left Review 56, Madrid, 2009.
de esas mismas medidas que reconfiguraron el dominio del
capital[6]. El modelo del libre mercado y el pensamiento úni5. Ídem.
co lideraron este período de restauración, caracterizado por
6. Ver E. Albamonte y M. Maiello, “En los límites de la restauración el desvío y la canalización del ascenso de masas a través
burguesa”, Estrategia Internacional 27, Buenos Aires, 2011.
de la extensión de los regímenes democráticos capitalistas,
Lucha de Clase Mayo 2014
La Batalla
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abriendo paso a medidas económicas, sociales, y políticas también permeó la cultura de masas. Para esta “integración”
que liquidaron gran parte de las conquistas obtenidas duran- que estableció un “nuevo pacto” entre las clases fue necete el período anterior.
sario incorporar, degradando, en la agenda de las políticas
públicas, muchas de las demandas democráticas planteaEste proceso se extendió en el tiempo y el espacio, das por los movimientos sociales, incluyendo el feminismo.
de una manera nunca antes vista. Aunque “más extendidas geográficamente, se constituyeron como democracias
Feminismo en democracia:
degradadas teniendo como base fundamental las clases
de la insubordinación a la institucionalización
medias urbanas y hasta sectores privilegiados de la clase
obrera (especialmente en los países centrales), que tuvieEl divorcio entre la clase obrera, por un lado, con
ron la puerta abierta a la extensión del consumo. La desisus direcciones encabezando la entrega de conquistas o,
deologización del discurso político bajo la combinación de
en el mejor de los casos, resistiendo desde un sindicalismo
la exaltación del individuo y su realización en el consumo
ramplón los ataques neoliberales y, por otro lado, los mo(‘consumismo’) fueron las bases de este ‘nuevo pacto’ muvimientos sociales –que, ante la derrota, abandonaron la
cho más elitista que aquel de la posguerra, que convivió con
perspectiva de una transformación radical del sistema gloel aumento de la explotación y degradación social de la mabal– se consumó finalmente, después de una larga historia
yoría de la clase trabajadora, junto con altos índices de desde barricadas compartidas. Automarginado o integrado a las
ocupación y la proliferación exponencial de la pobreza”[7]
batallas por el “reconocimiento” libradas en el espacio del
[las negritas son nuestras].
“Estado-democrático”, el feminismo abandonó la lucha contra el orden social y moral que impone el capital y que desMientras los sectores más altos de la clase tracarga mayores miserias y agravios contra las mujeres. En el
bajadora y las clases medias eran incorporados al festín
reverso, la ausencia de horizonte revolucionario y el papel
consumista, las grandes mayorías eran arrojadas a la
jugado por sus propias direcciones en el momento del mayor
desocupación crónica, el hacinamiento en los suburbios y
la marginalidad social, política y cultural. El individualismo
7. Ídem.
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La Batalla
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ataque perpetrado por el capital, sumió a la clase obrera en
un corporativismo economicista. Reformismo de dos caras:
la política feminista solo se limitó a presionar a través del
cabildeo a las instituciones del Estado para conseguir una
“ampliación de ciudadanía” que, más temprano que tarde,
se está transformando en papel mojado ante la crisis en
ciernes; mientras a las mujeres de la clase trabajadora se le
asigna, en el mejor de los casos, sólo el “derecho” a la puja
salarial, dejando en manos de la casta política burguesa el
manejo de los asuntos públicos.
Las mujeres que anhelaban su emancipación no
tuvieron, durante estas décadas de profunda restauración
conservadora, un modelo que seguir en los países que abarcaba el denominado “socialismo real”, como había sido a
principios del siglo XX. Allí solo encontraban la confirmación
de que todo intento de oponerse a la dominación existente,
podía generar nuevas y monstruosas formas de dominación
y exclusión. El estalinismo se había encargado de manchar
las banderas libertarias del bolchevismo para la emancipación femenina y transformarlas en su contrario: restableció
el orden familiar promoviendo el rol de las mujeres como
esposas, madres y amas de casa; derogó el derecho al
aborto; criminalizó la prostitución, como en tiempos del
zarismo; redujo drásticamente o directamente eliminó las
políticas públicas de creación de lavaderos, comedores y
viviendas comunitarias y liquidó todos los organismos partidarios femeninos. Éstas fueron solo algunas de las medidas
con las que la burocracia destruyó y revirtió los pequeños
pero audaces pasos dados por la Revolución Rusa de 1917.
Junto con la cooptación y la integración al régimen capitalista, se avanzó en derechos democráticos elementales y se
transformó la agenda feminista –antes enarbolada solo por
algunos sectores de vanguardia– en “sentido común” de masas. Pero la radicalidad del feminismo de los albores de la
“segunda ola” fue engullida por el sistema. Su apuesta subversiva fue desandada en el camino que se transitó “desde
la calle al palacio”, de la transformación social radical a la
transgresión simbólica resistente.
Entre la extensión inusitada del consumo para amplios sectores de masas, la exaltación del individualismo
como valor social y la reconversión de los movimientos sociales en canteras de tecnócratas para proveer de personal
80
Lucha de Clase Mayo 2014
experto a las agencias de desarrollo, el feminismo igualitarista perdió su carácter crítico. Luego, el feminismo de la
diferencia y el postfeminismo cuestionaron, relativamente,
esa conciliación.
Pero la adaptación a una época donde la revolución
se alejaba del horizonte, con una clase obrera sumergida
en un atraso político y crisis de subjetividad sin precedentes y la desmoralización provocada por la identificación del
estalinismo con el “socialismo”, también tuvo su correlato en
los nuevos fundamentos teóricos feministas y posfeministas.
Sus respuestas, lejos de atacar el corazón del problema,
retomando las críticas más radicales con las que el feminismo había logrado apuntar a la alianza “capital-patriarcado”, establecieron la idea de una emancipación individual,
engañosamente asimilada a las posibilidades de consumo
y apropiación- transformación subjetiva del propio cuerpo.
Apuntes para un debate
Esta reconfiguración de la situación de las mujeres,
provistas de nuevos derechos y víctimas de mayores agravios, junto con la nueva composición de género de la fuerza
de trabajo provocada por las transformaciones operadas en
las últimas décadas, obliga a reactualizar el debate entre
feminismo y marxismo sobre el carácter de la relación entre
capitalismo y patriarcado, el agente de la emancipación y la
cuestión de la hegemonía. ¿Está planteada la hipótesis del
resurgimiento de un feminismo que no se autosatisfaga en
el refugio intimista de la liberación individual y se plantee
un horizonte de crítica radical anticapitalista? Ello implica no
solo el combate contra las variantes reformistas que propugnan la inclusión, aun cuando lo hagan bajo las laberínticas
formas de un galimatías posmoderno, sino también recuperando –contra todo reduccionismo economicista o politicismo oportunista funcionales a aquel reformismo– las mejores
tradiciones de la historia del marxismo revolucionario en la
lucha contra la opresión femenina.
La Batalla
4 AGOSTO, 2013
ANDREA D’ATRI, LAURA LIF
EXTRAÍDO DE REVISTA IDEAS DE IZQUIERDA: HTTP://IDEASDEIZQUIERDA.ORG
En el primer número de IdZ, señalábamos que el
neoliberalismo reconfiguró la situación de las mujeres a
escala mundial: nuevos derechos vinieron acompañados de
mayores agravios, junto a la feminización de la pobreza y
de la fuerza de trabajo precarizada. Hoy, cuando asistimos
a la emergencia de un nuevo periodo de crisis económica,
social y política, ¿cómo hacer que la “ampliación de derechos” conquistada no cristalice como estrategia última de
integración, sino que se transforme en punto de apoyo para
una lucha radical por la emancipación de las más amplias
masas femeninas?
Revista Marxista de Teoria y Politica
La emancipación de las mujeres
en tiempos de crisis mundial (II)
emerge en la llamada segunda ola, con la radicalización de
fines de los ‘60 y principios de los ‘70, con su política igualitarista –en sus variadas alas que abarcaban desde tendencias
liberales hasta tendencias anticapitalistas y socialistas–, era
criticado por proponer la asimilación a un orden social y simbólico que invisibilizaba a las mujeres. La corriente que lo
criticaba, por el contrario, proponía crear un orden simbólico
distinto, partiendo del pensamiento de la diferencia sexual y
la materialidad de la condición femenina.
La cuestión de fondo de esta controversia era la incipiente incorporación de la agenda feminista en la política
pública de los Estados, los gobiernos y organismos financieros internacionales. Obteniendo reconocimiento a cambio de integración, el feminismo había pasado de cuestionar
las bases del sistema capitalista a legitimar la democracia
La italiana Carla Lonzi y el colectivo Rivolta Femminile denunciaron, en los años ‘70, que “la igualdad es un
intento ideológico para someter a la mujer a niveles más elevados (…) Para la mujer, liberarse no quiere decir aceptar
idéntica vida a la del varón, que es invivible, sino expresar su
sentido de la existencia”(1). El feminismo reivindicativo que 1. Manifiesto de Rivolta Femminile, Roma, julio de 1970.
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burguesa como el único régimen en el que se puede lograr,
paulatinamente, mayor equidad de género, a través de algunas reformas parciales que no cuestionen sus fundamentos.
Pero el feminismo de la diferencia terminó reconceptualizando el género, reduciéndolo a una categoría esencialista:
postulaba que la feminidad era portadora de determinados
valores, inferiorizados en el discurso hegemónico masculino que se pretende universal. Este nuevo feminismo, que
surgía –en cierta medida– como una reacción contra la asimilación al sistema del feminismo de la igualdad, desestimó
la disputa política, replegándose en la creación de una contracultura basada en nuevos valores, surgidos de la diferencia sexual. Y junto con el rechazo al feminismo igualitarista,
terminó impugnando el proyecto de una sociedad igualitaria,
liberada de la explotación y la opresión.
sificación universalizante. Los comportamientos tendrían un
poder constitutivo sobre nuestros cuerpos; el género sería
una “posición” inestable, actos del habla, una performance
auto producida, un enunciado preformativo. Incumplir con el
“libreto” cultural que se nos impone a través del lenguaje,
nos privaría del status de sujeto, nos excluiría de las convenciones hegemónicas que instituye el poder, nos deshumanizaría, nos transformaría en “lo abyecto”. La heterosexualidad normativa podría desafiarse, por tanto, desde las
múltiples formas paródicas del género y la sexualidad. Las
“imitaciones” de lo femenino y lo masculino encarnadas en
lo transgénero, lo travesti, lo transexual, transgredirían las
normas y estereotipos del género en su fracaso e inestabilidad, convirtiéndose en práctica política subversiva. Resignificar el discurso normativo, por medio de la parodia, sería
una forma de política que socavaría la hegemonía y abriría
Mientras avanzaba la restauración conservadora, nuevos horizontes de significados.
ni la integración a la democracia capitalista del feminismo
igualitarista ni la resistente contracultura del feminismo de la
Mientras el individualismo se imponía globalmente,
diferencia pudieron evitar que se siguiera reproduciendo, y de la mano de las políticas económicas que empujaba a miaumentando a escalas globales impensadas, la violencia y llones a la desocupación, que establecía la fragmentación
la opresión de millones de mujeres en todo el mundo.
y deslocalización de la clase trabajadora, el feminismo se
fue alejando cada vez más de un proyecto de emancipación
Tiempo después, mujeres lesbianas, mujeres ne- colectiva, replegándose en un discurso cada vez más solipgras, mujeres de los países del llamado “Tercer Mundo” sista, limitado a soliviantar a una élite que exigía su derecho
cuestionaron esta “celebración” de los valores femeninos, a ser reconocida en su diversidad, tolerada e integrada en la
que invisibilizaba las diferencias existentes entre las propias cultura del consumo.
mujeres, establecidas también como jerarquías opresivas.
Denunciaron que estos supuestos valores femeninos no
La “cómplice oposición” del posfeminismo
eran más que la forma universalista, y por lo tanto, normativa, en que se expresaba la idiosincrasia particular de las
Si el feminismo de la igualdad tuvo el mérito de conmujeres blancas, anglosajonas, heterosexuales, de clase ceptualizar el género como una categoría social, relacional y
media y países centrales. La diferencia sexual estalló, en- vinculada al concepto de poder, visibilizando que la situación
tonces, en múltiples y cruzadas diferencias entre las muje- de opresión de las mujeres tiene un carácter histórico y no
res, abriendo paso a variadas identidades nómades y a un es la consecuencia “natural” de las diferencias anatómicas,
sujeto político fragmentario.
el feminismo de la diferencia tuvo, por su parte, la cualidad
de resistir la asimilación a un sistema fundado en la suborLuego, el posfeminismo fue más allá. De tantas y dinación, discriminación y opresión de todo lo que difiere
singulares identidades, derivó la imposibilidad de estabiliza- del modelo “universal” forjado bajo el dominio patriarcal. Y
ción de toda identidad. Para el posfeminismo, toda identidad si el feminismo de la diferencia recayó, finalmente, en un
es normativa y excluyente, porque en el mismo acto en que esencialismo biologicista, las teorías posfeministas vinieron
establece los límites que abarca –enunciando aquello que a cuestionar a la sexualidad como una invariable, volviendo
define– instituye lo excluido. El género no constituye una a concebir el deseo como algo situado. El mérito, en este
esencia; no es “natural”, ni puede tener pretensiones de cla-
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caso, de rechazar la idea de que la diferencia se transforme
en identidad fija, inmóvil, abre un camino potente en la cultura y la construcción de subjetividad, aunque, se muestre
limitado o impotente políticamente para la constitución de
un movimiento de lucha por la emancipación del conjunto de
los que son oprimidos por la heteronormatividad obligatoria.
decir, con diferencias; pero igualmente ciudadano, por otro.
Las teorías posmodernas, que pretenden que las diferencias
sean tan igualitariamente reconocidas en su especificidad al
punto que se disuelvan como categorías identitarias (o no
tengamos necesidad de ellas), refieren a lo excluido.
Pero al no tener en cuenta las relaciones de producción capitalistas en las que se apoyan estas exclusiones, concluye en una lucha por la “inclusión” que, en vez
de subvertirlas, termina ajustándose y siendo funcional a la
nueva tolerancia mercantil de la diversidad. Sin señalar la
inextricable relación que existe entre el modo de producción
capitalista y las múltiples fragmentaciones que coadyuvan a
la dominación, el cuestionamiento radical a la estabilidad de
las identidades sexuales y de la heteronormatividad pierde
su potencialidad subversiva. De ahí que Terry Eagleton deLejos de tomar una posición sin ambages por la finiera al posmodernismo como “políticamente opositor [en
igualdad, el marxismo propone una lectura materialista y el mejor de los casos], pero económicamente cómplice”(2).
dialéctica de las diferencias: cuestiona la abstracción metafísica de la igualdad formal que aprisiona las diferencias
La reivindicación de la diferencia en tanto tal o la
concretas en un universalismo vacío. Porque, en el capitalis- mera proclamación de la eliminación de las identidades
mo, la igualdad sólo puede existir formalmente, a fuerza de binarias en un mundo donde tales diferencias son motivo
abstraer los elementos particulares de la existencia social. fundante de brutales agravios e injusticias, se termina paEl Estado capitalista consigue ese divorcio fetichista de la
política y la economía, ofreciéndonos el resultado de un ser
2. Terry Eagleton, Las ilusiones del posmodernismo, Buenos Aires,
humano escindido: propietario o desposeído, por un lado, es Paidós, 1998.
Pero ni los grados de igualdad política conquistados en las democracias capitalistas disuelve la desigualdad
social, ni los padecimientos compartidos por la pertenencia a la misma clase social de los explotados disuelve las
desigualdades que genera la opresión de las diferencias.
¿Cómo imaginar una igualdad que no equivalga al reino de
lo idéntico y uniforme, y una diferencia que no se constituya
como identidad y jerarquía?
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reciendo más a un discurso autocomplaciente para una
pequeña minoría ilustrada y progresista que a la crítica
de un movimiento potente y radicalmente transformador.
Por el contrario, para el marxismo, se trata de la atención
igualitaria de las diversas necesidades: la única manera en
que la diferencia no es jerarquía y la igualdad, uniformidad,
algo que ninguna “ampliación de ciudadanía” otorgada por
las democracias capitalistas podrá ofrecer (menos aún en
tiempos de crisis económica, social y política como la que
estamos atravesando). Sólo una sociedad de productores
libres puede ser una sociedad donde la igualdad se fundamente, no en el trazado de un rasero despótico que busque
ocultar las diferencias, sino en el respeto igualitario de las
diferencias que establecen los elementos particulares de la
existencia social.
los sectores más oprimidos, a desenvolver su potencial subversivo –demostrado en todos y cada uno de los momentos
históricos de grandes crisis o cataclismos sociales, económicos y políticos–, el feminismo se encuentra divorciado de
las masas, mayoritariamente alejado de la perspectiva de un
proyecto emancipatorio colectivo.
Recuperar esa perspectiva nos exige reconocer que
si la clase obrera tiene el poder (potencial) de hacer saltar
por los aires los resortes de la economía capitalista, esa posición estratégica no es razón suficiente para revolucionar el
orden dominante, si no conquista y acaudilla una alianza con
otras clases y sectores oprimidos por el capital, incluyendo
la unidad de las filas proletarias altamente feminizadas. Levantar un programa para la liberación de la mujer es vital
para las grandes masas trabajadoras, por su propia composición y por la necesidad de establecer una alianza con otros
A través de los ojos de las mujeres
sectores y capas sociales empujadas a una vida miserable,
La crisis económica, social y política que atraviesa arruinadas por el gran capital, pero también condenadas a la
el mundo es el resultado de la impotencia del capitalismo discriminación y la marginalidad, a ser “lo abyecto” para una
para sobrevivir si no es a costa de mayores penurias para cultura dominante que les niega reconocimiento.
las masas y mayor degradación y vaciamiento político de
Ante esa situación, gran parte de las corrientes de
sus regímenes democráticos. El período de la restauración
izquierda
no han hecho más que amoldarse al statu quo de
conservadora, que desembocó en esta nueva crisis capitalas
últimas
décadas de restauración conservadora. Partienlista, dejó planteado un escenario contradictorio: cooptación
e integración de amplios sectores de las clases medias y do de una visión escéptica, según la cual la derrota impuesta
franjas de las clases trabajadoras junto a la exclusión –lle- por la contraofensiva imperialista no podría revertirse, se esgando a la más extrema marginalidad– para las más amplias tableció, como estrategia última, la ampliación de derechos
masas; fragmentación inusitada de la clase trabajadora, y al en la democracia burguesa. Si las clases dominantes se viemismo tiempo, la imposición de la asalarización para millo- ron obligadas a incorporar estas demandas para desactivar
nes de seres humanos empujados a las grandes urbes y de la radicalización, cooptar e integrar a amplios sectores en el
régimen, estas corrientes de izquierda en vez de considerar
países enteros incorporados al mercado mundial.
estas conquistas como un punto de apoyo, las establecieron
Como señalamos en la primera parte de este artí- como todo horizonte último. Su programa anticapitalista se
culo, por primera vez en la historia de la humanidad, este trocó por un programa antineoliberal, es decir, con el objetinuevo período de crisis capitalista encuentra una fuerza de vo mínimo defensivo de limitar los alcances más pérfidos de
trabajo altamente feminizada y con una inserción urbana la restauración conservadora.
que supera a la fuerza de trabajo femenina en el campo (3).
En el polo opuesto, para otras corrientes de izquierPero mientras la situación mundial empuja a las mujeres, y a
da, desestimar la necesidad de un programa y una política
por la emancipación femenina que parta de los derechos de3. Andrea D’Atri y Laura Lif, “La emancipación de las mujeres en mocráticos conquistados, fue otra forma de adaptación: por
tiempos de crisis mundial”, Ideas de Izquierda 1, Buenos Aires, julio omisión, los “asuntos” de la opresión se dejan en manos de
2013. Replicada en esta edición de La Batalla
los movimientos sociales policlasistas, al tiempo que se pro-
Lucha de Clase Mayo 2014
La Batalla
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fundiza el corporativismo y el sindicalismo en el movimiento raíz hay que mirarla a través de los ojos de las mujeres,
obrero. En última instancia, abandonar la estrategia de he- y es desde este punto de vista, que intentamos retomar el
gemonía proletaria, por la vía de la abstención sectaria.
método del bolchevismo para pensar, incluso los profundos
cambios sociales que hubo en el último siglo y que plantean
Por el contrario, quienes aquí escribimos, conside- nuevos problemas a ser tomados en cuenta.
ramos que una crítica despiadada a las miserias que engendra el capitalismo, también en el terreno de la subjetividad
Sabemos que el comunismo no surge del mero any las relaciones interpersonales, tiene que ser parte integral helo, aún incluso cuando se trate del anhelo de unos miles
de nuestra visión marxista del mundo, de nuestro programa o millones de explotados. Es necesario no sólo desear otro
y nuestra estrategia en la lucha por cambiar radicalmente orden de cosas, sino derrocar el orden existente. De aquí
la sociedad de clases. Al tiempo que acompañamos todas la necesidad de que toda conquista parcial, hoy obtenida
las luchas por arrancarle al sistema capitalista las mejores en los estrechos márgenes de las democracias degradadas,
condiciones de vida para millones de personas sumergidas sea puesta en función de esta estrategia última.
en los oprobios más inimaginables, nuestro objetivo es la
conquista de una sociedad sin Estado, sin clases sociales;
Es el único antídoto realista contra la utopía posuna sociedad liberada de las cadenas de la explotación y feminista de las democracias radicales y la distopía de los
todas las formas de opresión que hoy hacen, al ser humano, totalitarismos burocráticos con los que la revolución fue traiel “lobo” de sus congéneres.
cionada y convertida en su antítesis. En ese camino, el de
la lucha de las masas femeninas por su emancipación y la
Quienes anhelamos la liberación de la humanidad crítica marxista enriquecida por los aportes de las corrientes
hoy sumida en la miseria y la ignominia, no podemos más feministas, surgirá un renovado feminismo socialista que
que ubicarnos desde el punto de vista de los sectores más aún espera ver la luz.
vulnerados entre los explotados. Para transformar la vida de
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El movimiento estudiantil
ante el gobierno de Bachelet
FABIÁN PUELMA,
CONCEJERO FECH DE LA FACULTAD DE DERECHO
Primera Marcha Estudiantil, Valpo
Fotografia Rens Veninga
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La Batalla
Una crisis sin resolver y la tendencia a
procesos de reforma universitaria
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El 2014 se cumplirán tres años desde la lucha estudiantil más importante en décadas. El proceso de movilizaciones
del 2011 ha determinado en gran parte el actual escenario político: funcionó como un catalizador de nuevos procesos de la
lucha de clases como en Aysén, Freirina y muchas otras luchas locales; fue un antecedente clave en el nuevo despertar que
está viviendo la clase trabajadora; puso en el tapete el fin de ciclo político y la crisis del régimen heredado de la dictadura,
que se sigue expresando en la debilidad y cuestionamientos a las diversas instituciones del régimen político; ha modificado
el mapa político con el surgimiento de la Nueva Mayoría, el triunfo del gobierno reformista burgués de Bachelet y una profunda crisis de la derecha; también ha permitido el surgimiento de nuevos fenómenos políticos en la izquierda.
En el ámbito educativo, el debate sobre la reforma educacional es una de las claves de la discusión política y es el
eje central del nuevo gobierno. El movimiento estudiantil, pese a sus flujos y reflujos, no ha sido derrotado y se ha consolidado como un actor político con fuerte peso nacional. En su seno se mantiene activo un sector de vanguardia que sigue
funcionando como gatillo para nuevos procesos de lucha y fenómenos políticos en la izquierda. El 2013 estuvo marcado
por la emergencia de nuevas luchas obreras y la clase trabajadora se ha ido poniendo en el centro, con los portuarios como
uno de sus sectores más avanzados. Esta combinación ha dado pie a una tendencia hacia la unidad entre trabajadores
y estudiantes, que se expresó en la jornada obrera estudiantil del 26 de junio del año pasado, y a nivel molecular se ha
expresado en el surgimiento de diversas instancias de unidad con los trabajadores en los espacios locales y en el inicial
cuestionamiento a las formas de trabajo precario en las universidades.
Cuáles son las tendencias que se juegan en el debate educativo, cuál es la situación del movimiento estudiantil
frente al gobierno de Bachelet, qué proyectos políticos disputan hoy el movimiento estudiantil y qué tareas se desprenden
de esta situación, son algunas de las interrogantes que pretendemos abordar.
ta, con la presión de las luchas obreras, la juventud y los
sectores populares, empujó a que esta crisis buscara una
solución por izquierda, con el aumento de la matrícula a sectores obreros y populares, el fortalecimiento de la educación
pública, la democratización de las instituciones y la formulación de la ENU.
La contrarrevolución desatada con el golpe militar,
“limpió” el terreno para buscar una solución por derecha:
los planes neoliberales en la educación. Si bien la mercantilización de la educación fue una línea impulsada a nivel
internacional junto con la ofensiva neoliberal, en Chile fue
impuesta mediante la fuerza y de manera íntegra. Este modelo, profundizado por los gobiernos concertacionistas, es el
que hoy se encuentra agotado. Existe, por tanto, una crisis
sin resolver, que abre una tendencia objetiva a procesos de
reforma universitaria y educativa en general. Lo que está en
juego es quién dará una salida: O es la burguesía, o es el
movimiento estudiantil junto a los trabajadores.
El marco general del debate educativo actual es la
crisis estructural de la educación de mercado. Como sabemos, una de las reformas claves impulsada por la dictadura
fue la creación de un mercado educativo. Esta “modernización”, como llamaron los Chicago Boys a las reformas neoliberales, fue la respuesta de la burguesía golpista al curso
que fue tomando el sistema educativo a fines de los sesenta
y principios de los setenta.
Durante los años sesenta el modelo universitario
se encontraba en un impasse y entró en crisis, motorizado entre otras cosas por la contradicción entre la creciente
apertura de la universidad a las capas medias y las viejas
instituciones, cátedras y orientación de la educación. Esto,
junto a la radicalización política e ideológica de la juventud
en los sesenta y un nuevo ciclo de lucha de clases a nivel
mundial, gatilló diversos procesos de reforma universitaria y
Una disputa entre los empresarios
luchas estudiantiles, con la reforma universitaria del ’67 en
Chile, el Mayo francés, el Cordobazo argentino, las luchas
estudiantiles en Alemania, México, entre otros ejemplos. La
Pero este no es un terreno pacífico para la burguesituación revolucionaria abierta en Chile en los años seten- sía, por el contrario, es un campo de disputa interburguesa,
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que por ahora no se traduce en un enfrentamiento o división
abierta, pero sí en una fuerte discusión política e ideológica.
La Nueva Mayoría ofreció un programa de reformas, tomando la bandera de la gratuidad. Pero sus anuncios dan cuenta
del carácter de su reforma educacional: Gratuidad para un
70% durante su gobierno sin modificar sustancialmente el
sistema de financiamiento basado en la demanda (y por lo
tanto, mantener el subsidio a los privados), fiscalizar el lucro,
impuestos a los egresados y mayores márgenes a las instituciones públicas para que compitan en mejores condiciones dentro del mercado educativo (y por lo tanto, mantener
la oferta educativa basada en el mercado). Es claro que su
programa no significa una solución orgánica a la crisis de la
educación de mercado, sino que busca más bien corregir
sus aspectos más escandalosos. Es una reforma guiada por
un fin político: sacar el centro del debate de las calles, buscar desviar la lucha estudiantil con mayor diálogo y algunas
concesiones. Si la relación entre el gobierno y el movimiento
estudiantil se mueve dentro de este terreno y si la iniciativa
la mantienen ellos, su objetivo ya estará parcialmente cumplido.
Compartiendo este objetivo político, la Democracia
Cristiana representa a un sector importante de los empresarios educativos, por lo tanto su rol es servir de guardián a
sus intereses en consideración de que la reforma irá sí o sí.
Evitar que la reforma implique afectar sustancialmente los
intereses de la burguesía educativa, preservando los principios neoliberales de “libertad de enseñanza”, es la pelea de
este sector. Más a la derecha, la UDI y RN han optado por
una defensa del sistema de la dictadura, y quieren dar una
salida al impasse perfeccionando el mercado educativo con
más medidas neoliberales, siendo los más consecuentes
opositores de la gratuidad y defensores del lucro.
Por último, los rectores de las universidades del
Estado también participan de esta puja, proponiendo un
financiamiento directo a las instituciones, basado en “contratos marco” de cinco a diez años, un cambio en el marco
regulatorio y eliminar las trabas burocráticas que impiden a
las universidades del Estado ser competitivas en el mercado
(1). A cambio ofrecen ligar más estrechamente la formación
que entregan con los “objetivos estratégicos del país”, es
decir, del mercado laboral, la innovación tecnológica, la investigación, etc. Se trata, al fin y al cabo, de una disputa
por los alcances y los límites de la reforma, sobre cuánto
estarán dispuestos a ceder los empresarios, sobre quién se
lleva la mayor tajada; todo en el marco de un objetivo político
común: sacar del centro la lucha de clases. No es casual
que el ministro de educación sea Eyzaguirre, pues es un
buen político neoliberal que podrá encausar las negociaciones y el diálogo, tanto con los partidos, los empresarios y el
movimiento estudiantil.
Fortalezas y debilidades del
movimiento estudiantil en este escenario
El movimiento estudiantil deberá encarar esta disputa, sabiendo enfrentar los chantajes de los burgueses
“progresistas” para poder negociar con sus pares “conservadores”, todos quienes están dispuestos a maniobrar considerando la “presión social”, pero siempre y cuando este
juego se realice dentro de su terreno, es decir, en mesas
de negociación, en el parlamento, a través de la prensa e
incluso aceptando las marchas de presión. Y es que el movimiento estudiantil, luego de tres años del 2011, se ha consolidado como un actor político de peso, capaz de influir en
las decisiones del gobierno (como se vio con la destitución
de Peirano).
Pese a los flujos y los reflujos, el movimiento estudiantil sigue teniendo un fuerte potencial de lucha y movilización. Esto se ve reflejado en que tanto durante el 2012 como
el 2013, fuimos capaces de protagonizar luchas nacionales
que se pusieron en el centro de la escena política. A su vez,
se ha generalizado en la masa estudiantil no sólo el objetivo
de conquistar una educación gratuita, sino que un cuestionamiento a las aristas cotidianas de la crisis educativa: la precarización, la mercantilización, el autoritarismo universitario,
la represión y la precariedad laboral de los trabajadores de
la universidad. En un año en donde tenderá a confluir lo local
con lo nacional en el marco de la reforma educativa, estos
cuestionamientos pueden transformarse en una importante
fuente de energías. A su vez, se ha generalizado también
una simpatía con las luchas obreras, que si bien aún no ha
1. Propuestas para un nuevo sistema de Educación Superior, Con- dado pie a un “activismo pro obrero”, ya empieza a traducirse en diversas instancias de organización que impulsan la
sorcio de Universidades del Estado de Chile
Lucha de Clase Mayo 2014
La Batalla
Tres estrategias de movilización en la izquierda
Uno de los fenómenos que se ha ido desarrollando
luego del 2011 es el desplazamiento a izquierda de la “superestructura estudiantil”. Actualmente, el Frente de Estudiantes Libertarios (FEL) y la Unión Nacional Estudiantil (UNE)
tienen la mayoría absoluta dentro del CONFECH (2) y están
a la cabeza de la FECH, desplazando a las Juventudes Comunistas y a la Izquierda Autónoma. Pese a ubicarse más a
izquierda, estas organizaciones tienen una responsabilidad
directa en lo que se refiere a mantener la estructura burocrática de la organización estudiantil y en privilegiar una
estrategia de presión, en vez de jugársela por una estrategia
de lucha que logre partir del ímpetu de los sectores más
avanzados para activar a la masa estudiantil.
¿Pero cuál será la estrategia de la izquierda para
afrontar las movilizaciones este año? El Partido Comunista
buscará canalizar la fuerza de “la calle” para presionar a sus
socios de la Nueva Mayoría con el fin de que se cumpla
“nada más ni nada menos” del programa de gobierno. En
cuanto a la izquierda extra PC, la respuesta está por verse
y es una de las pruebas claves de este año. En base a la
práctica política y las mismas declaraciones de los diversos grupos podemos identificar tres grandes orientaciones
frente a las movilizaciones para esto año. En primer lugar,
se encuentran quienes plantean una estrategia de presión,
que buscan disputar el carácter de las reformas para darle
un tinte “anti neoliberal”, mediante la participación del movimiento estudiantil en su elaboración, buscando incidir también en la disputa entre los distintos sectores de la burguesía mediante movilizaciones de presión, lo que no excluye
que impulsen movilizaciones de carácter local que apunten
a esta dirección. Con diversos matices, esta es a grandes
rasgos la orientación del FEL, la UNE y la Izquierda Autónoma. En segundo lugar, se encuentran quienes plantean
una estrategia de “acumulación de fuerzas”, que situándose
al margen de los ritmos de la lucha de clases y de la política nacional, combinan la pelea por demandas mínimas de
carácter local con un discurso más bien ideológico sobre el
“proyecto educativo popular”. Esta es la orientación de grupos como el GAP, el Movimiento Popular Guachuneit (MPG),
la Juventud Guevarista, entre otros diversos colectivos. Por
último, estamos quienes planteamos una estrategia basada en los métodos de la lucha de clases, que apoyándose
en los sectores más activos y en las demandas sentidas de
carácter estructural, se plantea retomar una movilización de
carácter masiva y nacional que logre imponer la gratuidad
y una transformación estructural a la educación de mercado con la fuerza de los métodos de lucha de estudiantes y
trabajadores.
Mucho es lo que se juega detrás de cada estrategia.
Como decíamos, la Nueva Mayoría está dispuesta a aceptar
negociaciones y movilizaciones de presión, siempre que se
desarrollen en su terreno y que no pierdan la iniciativa. El
movimiento estudiantil puede retroceder, es decir, perder
su carácter de movimiento político de masas y de lucha, no
Revista Marxista de Teoria y Politica
bandera de la unidad con los trabajadores (declaraciones
en apoyo, movilizaciones conjuntas, secretarías, iniciativas
contra la subcontratación en la universidad, etc).
Uno de los límites que han tenido las luchas estudiantiles, es que ha persistido la división entre los sectores
más avanzados, que empujan la movilización hacia adelante
(lo que llamamos vanguardia estudiantil), y los sectores de
la masa estudiantil que si bien apoyan las movilizaciones,
lo hacen de manera pasiva. Para conquistar nuestras demandas se requiere de una movilización nacional, con los
métodos de lucha que nos dan fuerza y que interrumpen
el normal funcionamiento de las instituciones (paros, tomas,
protestas callejeras) y con la confluencia de la vanguardia
con la masa, que impida el aislamiento y desgaste de los
sectores en lucha. Esta debilidad está directamente relacionada con la confianza que aún persiste sobre las burocracias estudiantiles y en la falta de surgimiento de organismos
de auto organización desde la base, que logren organizar y
dirigir los procesos de lucha. Pero esto no es simplemente
un dato de la causa. Hoy más que nunca no se puede entender al movimiento estudiantil por fuera de las organizaciones
políticas que actúan dentro de él y que determinan en gran
parte los ritmos y la orientación que toman las movilizaciones.
2. “UNE y FEL, la oposición que Bachelet deberá enfrentar al interior del movimiento estudiantil”, http://www.chileb.cl/reporteros/
une-y-fel-la-oposicion-que-bachelet-debera-enfrentar-al-interior-del-movimiento-estudiantil/
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La Batalla
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sólo con una derrota, sino que también con un desvío sin
respuesta: Si el movimiento estudiantil no da una respuesta
contundente ante las propuestas neoliberales de la Nueva
Mayoría, si permite un desvío sin oponer resistencia y si el
gobierno logra impulsar una reforma bajo sus términos, pero
que cuente con cierta legitimidad por parte de las dirigencias, no descartamos que se produzca este retroceso. Esa
es la importancia de este debate. Estamos convencidos que
la estrategia de presión o la de acumulación de fuerzas (por
omisión), son un camino fácil hacia la subordinación del movimiento estudiantil a la iniciativa del gobierno de Bachelet.
Constituye una tarea vital superar esta estrategia con una
orientación clara basada en la lucha de clases.
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Lucha de Clase Mayo 2014
Una reforma educativa impuesta
bajo nuestros términos
Un plan ofensivo para encarar el gobierno de Bachelet debe partir por una premisa fundamental, que es una
enseñanza de estos años de experiencia de lucha: No habrá
conquistas sin una gran lucha, sólo con los métodos de la
lucha de clases podremos imponer nuestras demandas bajo
nuestros términos.
Hay que avanzar a traducir el profundo cuestionamiento a los diversos aspectos de la educación de mercado en un programa coherente, que articule las demandas
mínimas con fuerza vital (cuestionamientos a las mallas, el
La Batalla
al movimiento estudiantil en secretarías, comités de acción,
etc. Exigiendo que las federaciones sean instancias al servicio de levantar la democracia directa y órganos de lucha
desde la base.
A su vez hay que seguir potenciando la unidad obrera estudiantil como alianza estratégica para confluir en la
lucha y golpear juntos por nuestras demandas. Es indispensable fortalecer y amplias las instancias de unidad obrera
estudiantil ya existentes, poner las fuerzas de las organizaciones estudiantiles al servicio de las luchas de trabajadores
para fortalecer los lazos y las alianzas, lograr avanzar a una
lucha conjunta con los trabajadores de las universidades y
buscar acuerdos prácticos de lucha entre las organizaciones
estudiantiles y las organizaciones obreras, desde los sindicatos de base hasta las centrales sindicales.
Esta es una pelea política que requiere de fuerza
material, no sólo de ideas y papeles. Estamos convencidos
que son muchos los estudiantes que comparten estas propuestas, y es una necesidad el cohesionar a todos estos
compañeros, logrando organizarnos políticamente en conjunto por estos puntos de acuerdo, para dar una pelea común en las asambleas y en las calles. Como militantes de la
Agrupación Combativa y Revolucionaria pondremos de toda
nuestra energía en aportar a levantar estas instancias de
lucha común, a la par que seguimos luchando por levantar
alas revolucionarias y pro obreras en el movimiento estudiantil, que apunten a organizar a sectores de la juventud
por acabar con el sistema capitalista.
Mayo 2014 Lucha de Clase
Revista Marxista de Teoria y Politica
libre uso de los espacios, la lucha contra la represión, etc) y
las demandas educativas estructurales (como la educación
gratuita, el cogobierno, financiamiento basal a las instituciones estatales, fin a la PSU, desmunicipalización, etc), con
demandas que tiendan a cuestionar el sistema capitalista,
como es la lucha por una universidad al servicio de los trabajadores y el pueblo, y no al servicio de los “intereses del
país”, que no son otros que los del Estado burgués y los
capitalistas. Se trata de elaborar un programa de Segunda
Reforma Universitaria como posición política del movimiento
estudiantil frente a los proyectos del gobierno, los rectores
y los empresarios.
Pero no basta con el debate programático. Hay que
elaborar un plan de lucha que logre desplegar la energía de
movilización del movimiento estudiantil. En un año en donde
se discutirá sobre la gratuidad, es indispensable que luchemos por la gratuidad universal y financiada completamente
por el Estado hacia las universidades de su propiedad, con
un financiamiento basal y no a la demanda. A su vez, este
año se realizarán las elecciones de autoridades en diversas
universidades, por lo que es fundamental luchar por el sufragio universal de las autoridades y por la instauración de
cogobiernos universitarios como máximas instancias de decisión y administración. A su vez, es clave luchar por acabar
con el subcontrato en las universidades y contra el trabajo
precario de los funcionarios. De lo que se trata es de discutir
un plan de lucha que parta por estas demandas para apuntar a retomar la lucha nacional por acabar con la educación
de mercado.
A su vez, hay que desarrollar y potenciar la auto
organización del movimiento estudiantil, logrando levantar
organismos que funcionen como centros de discusión, organización y discusión en cada una de las luchas. Órganos
de democracia directa y de frente único entre los diversos
sectores del movimiento estudiantil que logren cohesionar
a la vanguardia con la masa estudiantil, y que junto con la
movilización, avancen a coordinaciones de carácter ya no
sólo local, sino que nacional, con el objetivo de organizar
desde la base al movimiento estudiantil y lograr desplegar
toda su energía. Pero estas instancias no surgirán por arte
de magia, es por esto que es indispensable realizar una exigencia concreta a las dirigencias estudiantiles para abrir y
democratizar las diversas instancias de las federaciones, no
sólo en el papel sino que en la práctica logrando organizar
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La Batalla
Revista Marxista de Teoria y Politica
Teoria Marxista
Resonancias Militares
Una lectura de Theodor W. Adorno.
Educación para la emancipación, Conferencias y
conversaciones con Hellmut Becker (1959-1969)
BÁRBARA BRITO
No se puede querer que Auschwitz retorne eternamente porque,
en verdad, nunca ha dejado de suceder, se está repitiendo siempre.
Giorgio Agamben (2000)
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Teoría
Mayo 2014
La Batalla
encubrir que las peores atrocidades son constitutivas de la
sociedad burguesa en la que vivimos, fuera de los regímenes políticos, fuera del ropaje del cual se recubra. Aunque,
afirma, “la supervivencia del nacionalsocialismo en la democracia es potencialmente mucho más amenazadora que la
supervivencia de tendencias fascistas contra la democracia.”
(ib., p.15) ¿Por qué? Tanto por factores actuantes como la
asimilación de las tendencias fascistas y su naturalización
en la vida cotidiana, como por las potencialidades de las mismas que auguran un posible retorno de la barbarie: “si figuras
El nacional socialismo sobrevive y hasta la sospechosas hacen su come back (retorno) a posiciones de
fecha no sabemos si como mero fantasma de lo que poder, es exclusivamente porque las circunstancias les son
fue tan monstruoso, o porque no llegó a morir, o si favorables.” (ib., p.16)
la disposición a lo indescriptible sigue latiendo tanto
en los hombres como en las circunstancias que los
La culpa y la destrucción del recuerdo
rodean. (1998, p.15)
El hecho de que estas tendencias fascistas perDado el formato de conferencias y conversaciones, duren tiene su propio mecanismo: el sentimiento de culpa
no podré abordar la totalidad de la obra en sus especificida- es uno de ellos. Sin embargo, caben dos lecturas posibles:
des, sino sólo en su fundamento y en su conclusión. En fun- la primera es que “el pasado terriblemente real pasa a ser
ción de estos dos criterios es que desarrollaré particularmen- convertido en algo anodino, en mera imaginación de los que
te algunos temas y debates centrales a la hora de plantear se sienten por él afectados” (ib., p.17), esto es, se utiliza a
una salida contra esta barbarie que se manifestó en toda su la culpa para evadir y quitarle peso al pasado. En Chile no
expresión en el régimen nazi.
pasa algo muy distinto y varios ejemplos tenemos de esto.
“Cada época produce las expresiones que le son Es lo que quiso relatar, desde España, Roberto Bolaño en
adecuadas. Y algunas de ellas, como ‘culebrón’ o ‘desacre- su libro “El Nocturno de Chile”. Desarrollo el ejemplo: El cura
ditar’, son muy buenas. Yo me pronunciaría con toda ener- Lacroix, personaje principal de la obra, plagado de culpabigía a favor de una educación capaz de llevar al descrédito.” lidad, narra su propia vida y sus propias monstruosidades
(ADORNO, 1998, p.126)
cometidas en plena dictadura militar en un estado de delirio
¿Al descrédito de qué? Al descrédito del orden exis- febril. Es que se ve empujado, al final de sus días y ya en
tente.
democracia, a contar su historia para librarse de todo pecado
y, con ello, de toda culpa. La culpa se transforma en una verSobre la supervivencia de las
dadera enfermedad que le carcome la piel, los pensamientos. Aparecen frente a él fantasmas, alucinaciones (el joven
tendencias fascistas en la democracia
envejecido) que le recuerdan su barbarie, su participación en
En 1959 Adorno realiza la primera conferencia que el régimen militar. Pero su historia es unilateral, responde a
configura el texto “educación para la emancipación” titula- sus propios recuerdos y mientras menos se ahonde en los
da “¿qué significa superar el pasado?” En ella esboza los hechos sucedidos, mejor, mientras más superfluo y anodino
contornos de una democracia que trae consigo rastros del sea el relato, el recuerdo no se hará presente ni en él, ni en
pasado, tendencias fascistas que desbaratan su imagen quién escuche (en alrededor de 100 páginas el cura relatará
proyectada de la felicidad, la estabilidad y la libertad post nada menos que toda su vida). La culpa actúa como puente
regímenes autoritarios. El agua calma que parecía traer a entre una realidad oculta que clama por aparecer y hacerse
la rivera es un espejismo, una máscara de la razón para consciente, y un imaginario creado para ocultar la barbarie.
Mayo 2014 Marxista
Revista Marxista de Teoria y Politica
Estas conferencias se enmarcan en una serie de
disputas pedagógicas que culminan en “educación para la
emancipación”, el mismo año de su muerte, 1969. En particular Adorno se esmera en debatir contra las ideas del “sentido
común” imperante en la Alemania post II guerra mundial y
caída del nacionalsocialismo. La tesis central es que se presentan elementos de continuidad en la cultura alemana de
lo que él llamará barbarie y, en particular, expresados en la
escuela. Según Adorno:
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La Batalla
Revista Marxista de Teoria y Politica
94
Pero este cura que le hizo clases de marxismo a la junta
militar también participó en tertulias literarias que sesionaban
en casas de tortura y se convirtió en el mayor crítico literario
de Chile. Las luces titilaban por la picana eléctrica aplicada
a los presos políticos en el subterráneo, mientras en el living
room se leía vasta poesía. Poder político, poder religioso,
poder de clase gobiernan la cultura, aquí la culpa es un mero
escape, una victimización para convencer que todo pasó, que
nada queda, ni siquiera el cristal con que se mira (Parra en su
poema “Es Olvido”), incluso desde el terreno cultural que es
el que le interesará particularmente a Adorno.
La segunda es otro tipo de enfermedad que diferencia al “hombre culpable” del “hombre sano y realista que vive
en el presente y se dedica a sus fines prácticos” (ib, p.17).
Sobre esto Adorno menciona que:
Privándose del recuerdo y agotándose, perdido
todo largo aliento, en la adecuación a lo que en el
momento cuenta como actualidad, la humanidad se
limita a reflejar una ley evolutiva objetiva. (ib., p.18)
Pero esta lectura presenta contradicciones prácticas: no se vislumbra salida alguna si es que la sociedad
burguesa hurta la memoria. Este pesimismo es propio de la
escuela de Frankfurt.
Nuevamente, ¿Qué significa superar el pasado?
Adorno responderá: “trazar una raya final sobre él, llegando
incluso a borrarlo, si cabe, del recuerdo mismo. La indicación
de que todo ha de ser olvidado y perdonado por parte de
quienes padecieron injusticia es hecha por los correligionarios de los que la cometieron.” (ib., p. 15) Quizás, al responder el por qué de las borraduras, se encuentre una salida al
tal consecuencia sacaría la moral de aquel ‘es tan estado intemporal del individuo y a la censura de su propia
bueno como si no hubiera ocurrido’, que proviene experiencia.
de Goethe, pero que es dicho en un pasaje decisivo
de Fausto por el demonio para desvelar su principio
Resonancias militares en la escuela
más profundo: la destrucción del recuerdo. A los asesinados ha de serles sustraído así también lo único
El profesor en la imagen del verdugo, una rígida
que nuestra impotencia puede regalarles, la memo- reglamentación, maestros de escuela como “tiranos”. No es
ria. (ib., p.17)
sólo imaginería infantil o repudios de infancia, “hasta los siglos XVII y XVIII se colocaba como maestros de escuela a
El hombre culpable no vive el presente y, con ello, no soldados retirados” (ib., p.71), de aquí las resonancias milidisputa la realidad.
tares. Para Adorno (ib., p.71), “solo una vez desaparecida de
las escuelas hasta la última huella de los azotes en el recuerHumanidad sin recuerdo
do (…), cabrá esperar una transformación del complejo global”. Las bases, que funcionan como condición de posibilidad
Este hombre es producto de la sociedad burguesa, de estas resonancias, son diversas. Una de ellas podríamos
de su ley de intercambio intemporal, de la innecesaria expe- identificarla como la concepción de la escuela como un valor
riencia. Y sus características mostrarán el aniquilamiento del por sí mismo, que reemplaza la realidad y que la mantiene
recuerdo, del tiempo y la memoria. La democracia muestra lejos de sí. Por ejemplo, el infantilismo del maestro lo aleja de
la sociedad, para Adorno, las reuniones de apoderados son
su cara oculta,
formas en las cuales evadir y sumergirse momentáneamenla humanidad sin recuerdo (…) es un fenómeno ne- te, a modo de pantalla, en su realidad adulta. Un segundo
cesariamente vinculado a la progresividad del princi- ejemplo se manifiesta en el niño, el cual es arrancado de
pio burgués (…) el intercambio es por definición algo relaciones acogedoras y cálidas que experimenta en el jardín
intemporal, como la ratio misma, como las operacio- de infancia para chocar con una realidad ajena, fría, repleta
nes de la matemática que en su forma pura apartan de obligaciones, mandatos e imposiciones muchas veces
de sí el momento temporal. Así desaparece también irracionales. Experimenta así, esta vez, en este paso a la
el tiempo concreto de la producción industrial (…). escuela, el shock de la alienación: “la escuela es para la evo-
Teoría
Mayo 2014
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lución del individuo particular el prototipo casi de alienación latente, no oficial, basada en la fuerza física. Esta doble jesocial” (ib., p.75) y el agente de esta alienación, nuevamente, rarquía, que aún se mantiene, fue explotada por el nacional
es el maestro.
socialismo.
A sí mismo, la contra cara de la alienación de la escuela es la descomposición del individuo. Podríamos pensar
El objetivo de la escuela: la reproducción de
que esta concepción que concibe a la escuela como un fin en
lo existente o la adaptación.
sí misma tiende a fortalecer al individuo en su diferencia. Sin
embargo vemos lo contrario y su origen yace en la estructura
El objetivo no es la educación en sí, el móvil princimisma de la sociedad:
pal de las reflexiones de Adorno tiene que ver con la subsisSociológicamente me atrevería a añadir que nuestra tencia de los presupuestos sociales objetivos que hicieron
sociedad, a la vez que se integra cada vez más, ali- posible la irrupción del fascismo allí donde la subjetividad del
menta en su seno tendencias a la descomposición. individuo y su disposición quedan cortas. Ahora, la sentencia
(…) La presión de lo general dominante sobre todo de Adorno es categórica: “el orden económico (…) lleva a la
lo particular, sobre las personas individuales y las mayoría a depender de acontecimientos sobre los que careinstituciones particulares, tiende a desintegrar lo ce de toda posibilidad de disposición, y a la minoría de edad”
particular e individual, así como su capacidad de re- (ib., p.25). En este escenario se le obliga al individuo a desprenderse de su yo, a adaptarse a las circunstancias y tamsistencia. (ib., p.81)
bién a reproducirlas. En Adorno, la industria cultural propulsa
Pero, cabe preguntarse, ¿qué se está cuestionan- activamente este concepto: pérdida de la autonomía, identido?, ¿la autonomía de la escuela o su fetichización? La ficación con lo existente, renuncia al propio yo. Con esto, se
escuela, como prototipo de alienación social, tiene una ten- espera mantener vivas las tendencias fascistas, entendidas
dencia inmanente a establecerse como una esfera dotada de en este terreno como última carta del sistema burgués para
vida propia y de legislación propia, no es, en este sentido, mantener el orden de su propia organización económica, lo
una imposición netamente política de parte de los regíme- que vendría a justificar su presencia en la democracia y no
nes autoritarios que con tal de evadir la discusión política sólo contra ella.
Pero la adaptación, motivada por presupuestos obcorporativizaron las áreas de la vida, como la escuela, las
organizaciones sindicales, poblacionales, etcétera. Tiene en jetivos, se configura en realidad como una disposición forcambio mucho de objetivo, es que una escuela abierta en mal del pensamiento, como una estructura mental o como
su totalidad hacia afuera perdería lo que en ella habría de síndrome. Disposición formal del pensamiento que implica la
formativo y de acogedor con la intromisión del Estado, por censura de cualquier disposición ante la realidad que no sea
ejemplo. Sin embargo se critica que esta autonomía sea un su vana existencia. Ahora, ¿cómo se logra una disposición
fin en sí mismo, que la propia escuela se convierta en un apolítica, que se remita a convivir, a coexistir y a adaptarse
fin en sí mismo, se critica su cosificación, su extrañamiento a la modernidad? ¿Cómo se logra esta razón instrumental
desde la mirada de quienes la experimentan y la crean día a en el individuo? La industria cultural es una de las grandes
día, se critica la propia alienación intersubjetiva de unos con herramientas. En particular, Adorno menciona en el texto el
otros al interior de la escuela, finalmente, se critica su reifica- caso de la televisión como generadora de falsa conciencia.
Para Adorno entonces, la adaptación es un proceso
ción, su fetiche. Es que, dirá Adorno (ib., p.77), “su carácter
indomeñable pues su origen es objetivo, pese a esto, la educerrado es una necesidad, no una virtud”.
Además, otro elemento constitutivo de esta confi- cación y en general la disposición de la conciencia deben
guración militarizada de la escuela, que permitiría su propia combatirla en todos sus aspectos y, con ello, a las herramienexistencia, es una doble jerarquía observable en su interior: tas establecidas para mantener la adaptación como proceso
en primer lugar, una jerarquía oficial, basada en el espíritu, natural de formación cultural y educativa. Este combate no
en el rendimiento de las calificaciones. Luego, una jerarquía puede presentarse de otra forma que no sea como mera
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La Batalla
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resistencia. Educación para la emancipación es en realidad
educación para la resistencia.
Sin embargo la lectura de Adorno se torna unilateral,
su pesimismo le impide ver que los fenómenos de la lucha de
clases se manifiestan también al interior de la universidad, a
su vez que no explicita las consecuencias objetivas y lo que
significa que la escuela sea una institución al servicio de la
clase dominante en el capitalismo. Sólo dos años antes de
la escritura de “Educación para la emancipación”, el proceso
del mayo del 68’ otorgó grandes lecciones para la transformación revolucionaria de la sociedad y, en particular, sobre rol
de las instituciones educativas y del movimiento estudiantil
al interior de un proceso revolucionario: El movimiento estudiantil salió a la lucha, no sólo como resistencia a un régimen
educativo autoritario y al servicio del mercado y la burguesía,
sino en combate contra lo existente, sus instituciones, sus
autoridades. Y, junto con ello, actuó como un catalizador para
que el movimiento obrero saliera a la lucha. ¿Qué pasó, por
qué no se llegó al triunfo? Una respuesta posible es la que da
Adorno con un pesimismo brutal: estaríamos condicionados
por aquellas resonancias militares que se mantienen vigentes y solo nos quedaría resistir. Otra respuesta posible, es la
ausencia de una organización revolucionaria que empujara
el proceso a la toma del poder.
Educación después de la barbarie
hombre a través del ejercicio crítico.
2.Práctica pedagógica democrática. Que consiste
esencialmente en la oposición de la ilustración o
concienciación al olvido impuesto por la barbarie.
Ejercicio de la memoria.
3.Educación de los educadores. Menciona Adorno
en su texto. En particular esta definición guarda una
diferencia con la concepción marxista y una consecución con su postura pesimista reflejada al final de
su texto (“los intentos de transformación se ven expuestos inmediatamente a la fuerza de lo existente”)
y en su teoría de la adaptación donde no cabe disposición posible frente a los presupuestos objetivos
de una sociedad cimentada sobre la barbarie. Por
una parte, tal como Marx que está debatiendo en
sus Tesis sobre Feuerbach con la concepción materialista que afirma que el hombre es germen de las
circunstancias y de la educación, plantea que esta
teoría se olvida de que el propio educador también
tiene que ser educado. Por otra parte, mientras Marx
afirma que son estos, a través de la praxis, los que
transforman la realidad, Adorno tomará la primera
proposición (“el propio educador necesita ser educado”) para derivar en una segunda proposición diferenciada: los hombres podemos resistir a la realidad
(en vez de transformarla).
4.Educación política. Que debe concebirse como
sociología, que eduque sobre las fuerzas sociales en
juego y alerte de aquel peligro que aparece cuando
el Estado se sitúa por encima de los intereses del
individuo, por encima de todos sus miembros.
La barbarie: “un estado en el que todas esas formaciones a cuyo servicio está la escuela se revelan como fracasadas”; “lo opuesto a la formación cultural”; “lo extremo”;
“prejuicio delirante”; “represión”; “genocidio”; “tortura” (ib.,
p.78); “hecho, concretamente, de que en el estado de civiEn conclusión: educación para la experiencia, edulización técnica altamente desarrollada, los seres humanos
cación para la resistencia, educación para la contradicción,
han quedado de un modo curiosamente informe por detrás
educación para la fantasía, educación para la emancipación.
de su propia civilización” (ib., p.105)
Adorno pretende con esta propuesta develar las resonancias
Surge la pregunta ¿cómo superar la barbarie?
militares que se encuentran al interior de la escuela y que reproducen nada menos que el orden económico existente. La
1.La pedagogía como una especialidad. Las pedaescuela, como mencionábamos anteriormente, se configura
gogías deben tener un rol privilegiado en la escuela
como una caja de resonancia de las contradicciones sociaestudiándose como especialidad y no como técniles y es tarea, según Adorno, levantar una pedagogía crítica
ca complementaria a otra disciplina. El maestro no
capaz de manifestar la presencia de elementos de barbarie,
debe cumplir más un rol mediador en la escuela,
impartir una educación que funcione como resistencia a lo
sino proponerse como tarea formar el propio ser del
existente, a lo cruelmente existente, no sólo frente al asedio
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Teoría
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La Batalla
Revista Marxista de Teoria y Politica
de otro, sino al asedio de la propia institución. Todo esto en
el marco de un desencanto, de una “crítica a la razón instrumental”, de una imposibilidad de transformación y de un
escepticismo en la posibilidad práctica del hombre.
Habría que agregar, un combate directo y propositivo
por levantar nuevas instituciones democráticas. Esta nueva
orientación en el conocimiento que está planteando Adorno
es un imposible de no transformar, a través de la práctica
política, clasista y revolucionaria, los gobiernos universitarios
autoritarios, autocráticos y unipersonales, en oposición a
esto, el cogobierno universitario como gobierno de funcionarios, docentes y estudiantes, es esencial para la transformación de la universidad; la orientación del conocimiento; la
puesta en práctica de cátedras marxistas y de cátedras nocturnas para el estudio y especialización de los trabajadores;
el acceso irrestricto. También, la lucha por la gratuidad total e
inmediata de la educación, en un mundo neoliberal donde el
mercado educativo se presenta como una nueva “resonancia
militar”, con financiamiento estatal completo, para todos los
niveles e instituciones educativas, sin autofinanciamiento ni
focalización del gasto social como método de financiamiento
de la educación en miras a una universidad para los trabajadores y el pueblo pobre.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Adorno, Theodor W., Educación para la emancipación. Conferencias y conversaciones con Hellmut Becker
(1959-1969). Ediciones Morata, S.L. Madrid, 1998.
Bolaño, Roberto. Nocturno de Chile. Editorial Anagrama, Barcelona, 2000.
M. Horkheimer, T. Adorno., Dialéctica de la Ilustración. Editorial Trotta, Madrid, 1947.
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La Batalla
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Pasado y Presente
de las Leyes Laborales
DOLORES MUJICAS
“La implantación de una jornada normal de trabajo
es el fruto de una lucha multisecular entre capitalistas y obreros” (1)
“El lector recordará que la producción de plusvalía o extracción de trabajo excedente
constituye el contenido específico o el fin concreto de la producción capitalista,
cualquiera que sean las transformaciones del régimen mismo de producción
que puedan brotar de la supeditación del trabajo al capital.” (2)
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Teoría
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La Batalla
exigían los obreros y sus organizaciones. “Para defenderse
contra la serpiente de sus tormentos, los obreros no tienen
más remedio que apretar el cerco y arrancar, como clase,
una ley del Estado, un obstáculo social insuperable que les
impida a ellos mismos venderse y vender a su descendencia como carne de muerte y esclavitud mediante un contrato
libre con el capital.”(4)
Pero la lucha por una legislación laboral en el capitalismo, es un permanente tira y afloja. Hacia 1850 y 1855
los fabricantes había logrado hacer retroceder al Estado en
la aplicación de estas leyes, organizando una asociación
llamada “National Association for the Amendement of the
Factory Laws” que cobraba una cuota a sus socios empresarios para pagar las multas ocasionadas por las denuncias
judiciales por incumplimiento de las leyes fabriles.
¿Qué regulaban estas leyes?
Revista Marxista de Teoria y Politica
Hoy, vuelve a discutirse la necesidad de un cambio en la Legislación Laboral en Chile. Hablan de reformas
desde los políticos patronales, hasta los empresarios en sus
reuniones con la dirigencia de la Central Unitaria de Trabajadores. Lo cierto es que las leyes actuales fueron instaladas
a sangre y fuego por la Dictadura, y que es necesaria entre
otras cosas, la lucha por un ¡Nuevo Código del Trabajo!
Desde estas páginas quisimos comprender mejor
el significado de las leyes, en el marco de una discusión
sobre la intervención de los revolucionarios en tribunas que
posibilitan la agitación (como el Parlamento) pero en las que
de ningún modo podemos confiar. Y para ello retrocedimos
al origen de las Leyes Laborales, y su rol en Inglaterra, para
entender cómo y porqué se instalaron para regular el trabajo
y la vida de los obreros, a partir de la lectura de “El Capital”
de Karl Marx.
El primer Código del Trabajo de la historia, es bastante anterior a lo que podríamos imaginar. Data de 1349, y
fue decretado por Eduardo III en Inglaterra bajo el título de
“Statute of Labourers” como una respuesta a que una gran
peste diezmó a la población, e hizo muy escasa la fuerza de
trabajo. Estas leyes normaron entonces los salarios y delimitaron una jornada de trabajo de carácter obligatorio. Hacia
1496, Enrique VII reafirma la normativa de este estatuto.
Desde 1802 a 1833 en Inglaterra, el parlamento
dictó cinco leyes reglamentando el trabajo, pero quedaron
en letra muerta, hasta que en 1833 se dictaron las Leyes
Fabriles para la industria algodonera, del lino y la seda. Esta
última legislación decretaba que la jornada normal de trabajo en las fábricas comenzaría a las 5 y media de la mañana
y terminaría a las 8 y media de la noche. 15 horas era la
jornada legal de trabajo. Y se podía emplear a jóvenes entre
los 13 y 18 años, siempre y cuando no trabajasen más de 12
horas al día. Y aún en estas condiciones de precarización y
abuso infantil, los capitalistas presionaron para que en 1835
la edad mínima de trabajo infantil fuera de 12 años. “A partir
de 1838, los obreros fabriles habían adoptado como grito
económico de lucha la ley de las 10 horas.”(3) Pero de 1844
a 1847 la jornada general de trabajo siguió siendo de 12
horas.
Hacia 1847 se decretó una nueva ley que reducía
la jornada de trabajo a 11 horas para los obreros jóvenes
(de 13 a 18 años) y de todas las obreras mujeres. Y el 1° de
Mayo de 1848 se conquistó al fin la jornada de 10 horas, que
Regulaban condiciones de trabajo asesinas para
los obreros. Marx describe que tenían que arrodillarse para
comer junto a la máquina, porque no podían ni pararla ni
abandonarla. Jornadas de trabajo de 12, 14 y 16 horas.
Enfermedades adquiridas por el trabajo excesivo. En 1863
el promedio de horas de trabajo semanales era de 84. ¡84
horas de trabajo semanales! Laborando niños de 13 años,
que se morían de pie, cerrando sus ojitos del cansancio, en
las panaderías por ejemplo. Marx dice que se trataba de la
transformación de la sangre infantil en capital. Condiciones
de trabajo asesinas. “El buen inglés, versado en su Biblia,
sabía muy bien que el hombre no destinado por la gracia
de Dios a ser capitalista o terrateniente o usufructuario de
una sinecura, había nacido para ganarse el pan con el sudor
de su frente; lo que no sabía era que le obligaban a comer
todos los días pan amasado con sudor humano, mezclado
con supuraciones de pústulas, telas de araña, cucarachas
1. “El Capital, Crítica a la Economía Política” – Volumen I - Karl
Marx – Edición Fondo de Cultura Económica – México – Pág. 212
2. Idem – Pág. 237
3. Idem – Pág. 222
4. Idem – Pág. 241
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La Batalla
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muertas y avena podrida, amén de alumbre, arena y otros
ingredientes minerales igualmente agradables.”(5) Y la misma situación se vivía en las industrias. En 1824 rara vez los
obreros llegaban a los 40 años, los mataban literalmente,
trabajando. Los capitalistas extendían la jornada de trabajo
mucho más allá de lo humanamente posible.
En Chile, recién cien años más tarde, en 1924 se
dictan las primeras leyes laborales, bajo el gobierno de Alessandri, después de una serie de levantamientos y matanzas
obreras, que legalizaba la sindicalización, regulaba la jornada de trabajo, y obligaba a los patrones a hacerse cargo de
las enfermedades laborales, en un contexto de pauperización y superexplotación del movimiento obrero, sobre todo
de sus batallones estratégicos, como la minería del salitre.
El último Código Laboral en Chile fue dictado por
José Piñera en 1979, es decir, en plena Dictadura. Evita el
derecho efectivo a huelga, introduce la posibilidad del reemplazante, limita la acción sindical a su mínimo expresión, no
permite la organización por rama, y demás. Pues las condiciones de trabajo siguen estando reguladas por un tipo de
Estado que garantiza la explotación y el enriquecimiento de
los capitalistas.
¿Podrá el nuevo gobierno de Bachelet en el 2014
establecer un nuevo Código del Trabajo? Depende única y
exclusivamente de la lucha de los trabajadores. Si no hay
movilización, el gobierno va a evitar por todos los medios y
con el aval de los empresarios, siquiera discutir el tema de
la reforma laboral. Pero si los trabajadores en la calle, en las
fábricas y faenas, estallan, Bachelet buscará apaciguar los
conflictos, colaborando con la Central Unitaria de Trabajadores y su dirección del Partido Comunista, aplicando nuevas
leyes laborales.
Nuestra lucha será por un Nuevo Código del Trabajo. Así como por una Asamblea Constituyente, libre y
soberana, en base a la movilización. Por terminar con el
subcontrato y el problema de la AFP. Una lucha justa. Pero
por completo insuficiente. Los trabajadores para lograr salir
del tira y afloja con el capital, inevitablemente, necesitamos
5. Idem - Pág. 193 y 194
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avanzar hacia una verdadera Revolución Obrera y Socialista
que le ponga fin a la explotación laboral, de ahí la necesidad
inmediata e ineludible de construir un partido revolucionario
de la clase trabajadora.
La Batalla
el marxismo revolucionario
DOMINGO CUMINAO
Revista Marxista de Teoria y Politica
Apuntes para una estrategia desde
Esta nota pretende ser un aporte en dar una respuesta desde el marxismo
revolucionario sobre los debates en torno a los conflictos ambientales,
donde los capitalistas están hipotecando el futuro de la humanidad,
partiendo por los trabajadores y pobres del mundo, quienes ven sus vidas
envueltas en las miserias y podredumbres que éste exhala.
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Aspectos de los orígenes
de la destrucción ambiental
La destrucción del medio ambiente
es parte estructural del sistema capitalista
La transformación por parte del ser humano de la
naturaleza es parte inherente del ser humano, de esta se
puede afirmar que el trabajo se caracteriza por ser la fuente
original de una capacidad transformadora de la naturaleza,
cuya principal característica es poder poner a su “servicio”
los medios naturales como ninguna otra especie es capaz
de hacerlo, “ Es la condición básica y fundamental de toda
la vida humana. Y lo es en tal grado que, hasta cierto punto,
debemos decir que el trabajo ha creado al propio hombre”(1)
pero este “servicio” puede ser destructivo como constructivo, para su propia subsistencia. Dejando de lado su expresión más evidente que es la directa violencia de entre los
hombres.
Vale preguntarnos ¿porque vías el trabajo humano
es una fuente de destrucción?.
En términos generales es cuando: los intereses sociales que lo dominan están en contradicción con resto de la
naturaleza.
Es decir, son las contradicciones que surgen de la
propia sociedad, con el medio ambiente que permite su existencia o como escribirá Marx: “La naturaleza es el cuerpo
inorgánico del hombre; la naturaleza, en cuanto ella misma,
no es cuerpo humano. Que el hombre vive de la naturaleza
quiere decir que la naturaleza es su cuerpo, con el cual ha
de mantenerse en proceso continuo para no morir. Que la
vida física y espiritual del hombre está ligada con la naturaleza no tiene otro sentido que el de que la naturaleza está
1. Engels 1876.- El papel del trabajo en la transformación del mono
en hombre
2. Karl Marx- Manuscritos Económicos y Filosóficos de 1844
3. Dr. Marcelo Sarlingo, Diciembre 1998.- Breve descripción de la
contribución de la especie humana a la contaminación del planeta
4. Ídem
102
Teoría
Mayo 2014
ligada consigo misma, pues el hombre es una parte de la
naturaleza.” (2)
Esto no quiere decir que antes no existiese daño al
medio ambiente sólo que solía ser de una forma primitiva,
aun sin desarrollo de herramientas, agricultura etc, guiada
por el desconocimiento y que se podía camuflar como parte
de la propia dinámica del resto de las especias que transforman su ambiente.
Una prueba de esto es que son tan antiguas las
fuerzas productivas como fuerzas destructivas sobre el medio ambiente.
Por ejemplo: el emplazamiento del Paleolítico Superior de Gare de Couze, en Francia, era una un lugar
que abarcó una extensión de 121 por 24 hectáreas, el cual
arqueólogos calculan que hay entre uno y dos millones de
herramientas de piedra que cayeron en desuso(3).
Esto también se puede observar en las medidas
tomadas contra la contaminación, Hacia el 312 antes de
J.C., los romanos ya observaban un río Tíber demasiado
contaminado para usarlo como agua potable y construyeron
su primer acueducto. Hacia el siglo I, Roma dependía de
nueve sistemas de este tipo, que tenían una extensión total
de 423 kilómetros y suministraban toda el agua potable de
la ciudad, abasteciendo además a 1.000 baños públicos (4).
Así se pueden encontrar infinidad de ejemplos, que
muestran como la destrucción ambiental es un elemento
estructural de la relación histórica del hombre con la naturaleza, esto no significa una inmutabilidad de las mismas,
por el contrario, tan solo significa que las contradicciones al
interior de la sociedad como las existentes entre la sociedad
y la naturaleza parten de un origen material común.
Es el capitalismo la sociedad donde de forma más
agudas se expresan estas contradicciones, pero es a su vez
la sociedad que funda la posibilidad de terminar con todas
ellas, al permitir el desarrollo de una comprensión más profunda de la naturaleza, de desarrollar los medios de producción, que hoy destructivos con el medio ambiente, pueden
ser fuente de soluciones ambientales mañana. Que en manos de una sociedad sin clase sociales, es decir el comunismo puede ser el fin de la relación profundamente destructiva
del ser humano con el medio ambiente, pero esto no basta
con afirmarlo, si no que es parte de la lucha de los revolucionarios que así sea.
Por lo tanto no es una ideología, ni una filosofía en
La Batalla
Las distintas ideologías sobre el problema ambiental, incluyendo muchos de los estudios llamados científicos,
están profundamente parcializadas. Son los propios capitalistas que destruyen el medio ambiente quienes financian
gran parte de los estudios, muchos de los cuales se conforman con describir la destrucción ambiental planteando
“soluciones” que no cambian nada de lo fundamental de las
grandes tendencias a destruir el medio ambiente.
Aun así no pueden negar el sombrío escenario:
El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) en su última publicación, que hace
referencia al estado global del medio ambiente - GEO 5 -,
declara en sus conclusiones:
“las políticas y estrategias de apoyo actuales no
son suficientes para lograrlo. Los estudios de escenarios
muestran que sin mayores esfuerzos para aplicar políticas
de corto plazo; sin cambiar las inversiones a fin de lograr los
cambios estructurales y de largo plazo que son necesarios,
y sin introducir cambios en el comportamiento, no será posible cumplir los objetivos de sostenibilidad”
Por otra parte las estadísticas de producción de
CO2 que el tratado de Kioto busca disminuir para frenar el
calentamiento global no se ha logrado como muestra el siguiente grafico de la web del banco mundial
Revista Marxista de Teoria y Politica
particular, ni los medios técnicos en sí mismos los originarios
de la destrucción ambiental. Con esto no se debe negar la
importancia de las ideas o la tecnología, pero sería como
confundir los cimientos de una casa con su techo.
Es el desarrollo de las fuerzas productivas lo que
da origen a una determinada división social del trabajo, es
decir, que la sociedad de clases es la que fundamenta la
creciente contradicción entre los modos de producción y la
destrucción de la naturaleza. Esta última afirmación es más
simple de observar mirando la crítica situación a la que se
está encaminando el mundo actual.
Es justamente desde esta comprensión materialista
dialéctica o histórica que se puede entender el desarrollo de
los problemas ambientales. Es necesario volver al marxismo
clásico para armarnos de herramientas que permitan enfrentar estos desafíos, así como enriquecer al marxismo en los
esfuerzos por explicar los actuales fenómenos, cuestión que
con esta nota esperamos ser un modesto aporte en este
sentido.
Desde esta argumentación se puede criticar a quienes realizan llamados a una mayor conciencia ambiental
basadas en explicaciones de lo importante de “nuestro” medio ambiente, o a quienes buscan en la iniciativa de cada
individuo que aporte su grano de arena para cuidar tal o cual
recurso, camuflando los orígenes concretos de la destrucción del medio ambiente y de paso a quienes a costa de la
destrucción ambiental obtienen multimillonarias ganancias.
Ahora tratar de detectar el origen del problema, no
significa negar que con el capitalismo lo que era un problema escalo a transformarse en una crisis global.
Grafico N°1:
Producción de CO2 a nivel mundial en Kt por año
Se está gestando una crisis ambiental
de enormes proporciones
Así se hace necesario atravesar el puente entre algunos de los fundamentos generales a lo concreto.
El problema ambiental existe a escala planetaria y
juega un rol gravitante para el futuro de la humanidad. Es difícil poder afirmar el grado de destrucción ambiental global y
sus implicancias, ya que su el ritmo avanza aceleradamente,
cuestión que reconocen distintos organismos internacionales, a su vez que los intentos para refrenarlo son totalmente
insuficientes.
fuente: http://datos.bancomundial.org/indicador/EN.ATM.CO2E.KT/countries?display=graph
5. Web Banco Mundial http://datos.bancomundial.org/indicador/
AG.LND.FRST.ZS/countries/1W?display=graph
6. PNUMA- en su documento La Estrategia Operativa para el Agua
Dulce [2012-2016] afirma que “las fuentes de agua dulce utilizable
se están perdiendo a nivel dramático”.
Mayo 2014 Marxista
103
La Batalla
Revista Marxista de Teoria y Politica
Cosa similar podemos decir sobre la disminución de
las áreas de vegetación selvática, que vienen en una clara
disminución(5), (Web Banco Mundial) también en el tema de
las aguas(6) hay una rápida tendencia a la disminución de
los ecosistemas no contaminados de agua dulce, que es tan
solo un 2,5% del total del agua del planeta.
Hoy lo raro es encontrar un problema global ambiental que avance a resolverse, ahora no es posible decir
en qué momento esta acumulación de contradicciones en
esta crisis de carácter sistémico, tendrá un estallido, ni por
donde se producirá, solo sabemos que destinos fenómenos
climáticos (como sequías en determinadas zonas del planeta, temperaturas extremas, terremotos y otras catástrofes
ambientales) de los cuales es difícil saber en qué grado y
como son influidas por la propia destrucción ambiental producida por el ser humano, pero una cosa si es segura que
nos recuerda que el ser humano es solo una pequeña parte
del planeta, pero que lo estamos impactando en importantes
proporciones “Durante el siglo XX, la producción económica
global creció más de 20 veces, mientras que la extracción
de materiales creció hasta casi 60 mil millones de toneladas
por año. (...) es de la misma escala que los principales flujos
globales de materiales en los ecosistemas, tales como la
cantidad de biomasa producida anualmente por las plantas
verdes”(7), solo para hacernos una idea de la escala en que
se está transformando el mundo.
Ahora, esto no significa terminar en alertas apocalípticas sí no que hace necesario pensar un programa que
dé una respuesta, radical y de fondo, al debate ambiental, es
decir, un programa que nazca de las propias contradicciones
de esta sociedad. Respuestas que no llegan de la mano de
los capitalistas.
de la gran mayoría de la naturaleza. En las manos de los
capitalistas una cuestión fundamental para poder obtener
sus ganancias, tan básica como la explotación de la propia
clase trabajadora, es una utopía creer que los capitalistas se
regularan a sí mismos.
Esta contradicción se desprende de una de las principales características del capitalismo que señalara Marx en
El capital como una de las fuentes de las crisis del capitalismo, entre el carácter social de la producción y el carácter
privado de la apropiación(8).
De la que se desprende la inexistencia de una planificación si quiera de una real regulación es producto de esta
misma contradicción comprendida como la anarquía de la
producción(9), ya que al competir entre sí los capitalistas por
aumentar sus ganancias cada empresa y cada capitalista se
aferra a su trozo de mercado sin importar cuantos otros capitalistas estén compitiendo por el mismo, mientras que el camino para alcanzarlo es aumentar la tasa de explotación de
los trabajadores. La exacerbación de este fenómeno inherente al capitalismo producto de la actual crisis económica,
viene desatando distintos fenómenos de la lucha de clases.
¿Qué sucede entonces en el capitalismo con las
crisis económicas respecto al medio ambiente?
Hay dos fenómenos contradictorios, simultáneos,
Las crisis económicas en un primer momento significan
una disminución de los ritmos de producción, quiebras,
empobrecimiento generalizado, cesantía etc. Lo que en un
momento inmediato significa, al menos teóricamente, una
menor destrucción ambiental.
El segundo fenómeno es el aumento de la competencias por los mercados, tratar de por las distintas vías aumentar la tasa de explotación, con despidos, recarga laboral
El capitalismo como devorador del mundo
etc. Bajo estas mismas premisas los capitalistas hacen todo
para evitar cualquier freno y mínima regulación del daño amEl capitalismo es un sistema estructuralmente des- biental, hasta el que es necesario para sus propios negocios
tructor del medio ambiente ya que es la apropiación privada futuros.
En otros términos si las crisis económicas son parte7. PNUMA, 2013,- GEO 5
ras de guerras y revoluciones, también lo son de una mayor
destrucción del medio ambiente.
8. K. Marx. El Capital Tomo II
Para no ir muy lejos en la actual crisis económica
mundial
una nota sobre este tema compara ambas tenden9. Ídem
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Teoría
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La Batalla
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cias, la producción industrial en el Estado español, uno de
los países más golpeados por la crisis, en noviembre de
2008 cayó un 15% respecto al mismo mes del año anterior.
En Europa las ventas de coches retrocedieron un 27% en
enero en comparación con el mismo mes del año pasado.
Siguiendo esta tendencia, el consumo de gasolina en los primeros ocho meses de 2008 bajó un 6% respecto al mismo
periodo del año anterior, según datos del Ministerio de Industria. Red Eléctrica de España aseguraba que el consumo
de electricidad entre enero y octubre de 2008 había subido
tan sólo un 2% (durante años el ritmo de crecimiento ha sido
muy superior) y como resultado las emisiones de CO2 del
sector eléctrico fueron un 21% inferiores
Pero como contra tendencia:
Frente a la caída de la producción, los diferentes
gobiernos, inmersos en el mercado internacional, bajan las
exigencias medioambientales para atraer a las empresas o
beneficiar a las ya instaladas dentro de sus fronteras. Esto,
obviamente, conlleva un aumento de la contaminación.
En diciembre de 2007 en la Cumbre Mundial del
Clima de Bali el ministro alemán de Medio Ambiente, Sigmar
Gabriel, pedía al mundo valentía para “reducir las emisiones
de gases de efecto invernadero un 50%”. Un año después,
en plena crisis económica, Alemania insistía en que para sus
empresas sería muy complicado cumplir el objetivo de la
Unión Europea de reducir las emisiones un 20% para 2020
y que limitar por ley las emisiones de los coches hundiría la
industria del automóvil.
Esto es especialmente interesante para debatir en
contra de quienes ven en el hundimiento económico de tal
o cual compañía una esperanza para el medio ambiente.
Sin considerar que las crisis traen de la mano el
aumento de las guerras, que en sí mismas son catástrofes
sociales y ambientales.
En base a todo esto no sería un panorama extraño
que las luchas de los Trabajadores, las estudiantiles, de la
juventud, cada vez convienen demandas por ejemplo salariales, democráticas con demandas ambientales, tendiendo
a romper con el particularismo con que han sido tratados los
conflictos ambientales, en las últimas décadas, justificadas
en general por las ideologías posmodernas y cientificistas.
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La radicalización de los métodos de lucha
en los conflictos ambientales en chile
de estos ha sido producto de tomas de carreteras con enfrentamiento como (freirina), control de ciudades (Tocopilla
y Aysén) movilizaciones nacionales de masas (hidroaysén),
debates nacionales que impactan de forma decisiva sobre la
popularidad del gobierno como la situación de las Thermoelectricas en el norte.
Otro aspecto es que no son conflictos exclusivamente ambientales ya que están cruzados por otros fenómenos: es claro que existe una estrecha relación entre las
movilizaciones de masas por Hidroaysén y la lucha del 2011,
que mostraron un giro a izquierda de las capas medias.
Pero también que las demandas aparecen unidas,
por ejemplo el nivel de contaminación de Tocopilla, hace
más urgente la necesidad de especialistas en el sistema
médico, que terminó siendo uno de los puntos claves para
desviar el conflicto, pero también hay una molestia específica por la contaminación en la zona.
Por último no es casualidad que luego de crecientes
reclamos por las condiciones de trabajo y de una huelga de
los mineros en Barrick gold, uno de los trabajadores saliese
denunciando los efectos ambientales que está generando
la minera.
Los mayores limitantes de estos fenómenos es que
no pasan del rechazo común a determinados proyectos ya
que como no están los trabajadores para jugar un rol clave
por ser la fuerza de trabajo que permite ejecutar estos proyectos y dar salidas alternativas frente a estos, no llegamos
a ningún punto resolutivo de los problemas ambientales.
Hace falta una salida revolucionaria frente a la crisis
ambiental, es necesario que los próximos conflictos ambientales se desarrollen en una perspectiva revolucionaria,
para esto es necesario un programa que permita dar una
respuesta tanto en la forma inmediata como en dar una respuesta de fondo a los problemas ambientales.
En chile, por ejemplo, cada conflicto ambiental viene
teniendo expresiones de luchas con métodos radicales, pero
las salidas que ha entregado el gobierno distan de resolver
los problemas.
Luchas como las contra Hidroaysen en todo chile,
contra Agrosuper en Freirina, contra la construcción de termoeléctricas en el norte, fenómenos de luchas en zonas
postergadas como: Aysen, Tocopilla y Calama, conflictos
con las mineras como: con Barrick Gold, los pelambres y
la contaminación del agua de Caimanes en el norte. Las
marchas y reclamos contra la llamada ley Monsanto frente
al tema de las semillas (ley de obtentores vegetales), las
protestas y riesgos de la construcción de las represas de
Alto Maipo, La ley de pesca y los conflictos con la pesca
industrial, las crisis de salud provocadas por la contaminación en Ventana. Para nombrar algunos de los conflictos de
importancia.
Se puede decir que región por región hay al menos
un conflicto ambiental, tal es la situación que recientemente
se inauguraron los tribunales ambientales, como una forma
de intentar canalizar los conflictos ambientales, es a su vez
una forma solapada de reconocer que el sistema de estudio
de impacto ambiental (SEIA), nada puede resolver a quienes se oponen a estos proyectos.
Como sistema intenta embellecerlos para darles
un marco mínimo de legalidad/legitimidad, pero prácticamente nunca no se ponen en duda su aprobación, lo más
lejos que llega es a alargar los tiempos lo que en general
es conveniente para la empresa, ya que puede esperar a
que se enfríen los ánimos, aunque en algún caso aislado
la espera a desincentivado algunos proyectos, pero esto es
una excepción.
La lucha por la revolución obrera y
Hasta ahora los más emblemáticos de estos conflictos han terminado en los tribunales, que en general fallan en
socialista internacional para planificar la
coherencia con las permisivas leyes ambientales o canalizaproducción y terminar globalmente con la
dos vía negociaciones estériles con el gobierno.
destrucción de los ecosistemas:
Vienen teniendo aspectos novedosos importantes
para pensar las vías por las cuales estos conflictos u otros
Para terminar realmente con la destrucción del mepueden emerger:
La forma de saltar a la palestra pública de varios dio ambiente, es necesario terminar con el capitalismo en
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Mayo 2014
La Batalla
los que sufren malformaciones producto de los químicos,
los sectores que están sufriendo la escasez de agua, entre
otras tantas consecuencias, son los trabajadores y el pueblo. Mientras la gran mayoría de los descubrimientos tecnológicos, los beneficios de la ciencia, el acceso a los distintos
entornos naturales son el privilegio de los capitalistas.
Algunos puntos programáticos para enfrentar
la destrucción ambiental y avanzar en la lucha
contra el capitalismo:
Nacionalización bajo control obrero de los
principales recursos naturales
Los recursos naturales deben ser nacionalizados y de propiedad estatal, ya que es
la única forma de propiedad que evita que sean
un negocio privado y que pasen a manos de los
empresarios
Son los trabajadores y trabajadoras
quienes en conjunto con los sectores populares
deben decidir sobre cómo y cuanto producir, en
base a sus propios organismos de auto-organización, quienes a diferencia de los capitalistas,
pueden producir en función de un interés social,
de manera sustentable que beneficie al conjunto de la sociedad.
Son los mismos trabajadores y el pueblo empobrecido quienes se ven directamente
afectados por el daño que se genera al medio
ambiente, ellos no necesitan bajar los costos
de producción, no necesitan aumentar las ganancias, si no que producir lo que realmente se
necesita; y parte central de lo necesario es no
destruir los propios recursos naturales y acabar
con el impacto hacia la naturaleza.
Así debe ocurrir también con las principales ramas de la industria, que hoy en su
mayoría prefieren pagar multas, transgrediendo
las ya permisivas leyes ambientales, y seguir
contaminando.
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todo el mundo, para dar origen a una sociedad donde se
pongan los medios de producción de forma planificada al
servicio de las necesidades sociales, lo que incluye el cuidado del medio ambiente y la naturaleza en su conjunto.
Una sociedad donde el hombre se libere de las cadenas de la explotación y dando paso a una sociedad sin
clases sociales. Terminando con la contradicción entre producción social y apropiación privada, socializado los medios
de producción y los recursos naturales.
Se debe cuestionar cada paso que den los capitalistas en nuestra contra porque los que mueren en los
hospitales por enfermedades respiratorias, los que viven en
los barrios más contaminados, los que soportan el olor de
las fábricas contaminantes, los que beben aguas tóxicas,
Un sistema educativo al servicio de las trabaja-
Mayo 2014 Marxista
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La Batalla
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doras y trabajadores y el pueblo pobre
Para terminar con la destrucción ambiental es necesaria una comprensión profunda de los procesos que genera
la destrucción de la naturaleza, las tecnologías que permiten
evitarlo, los hábitos culturales, desde la alimentación hasta
el ritmo de vida.
En el actual sistema educativo, las investigaciones
científicas y sociales sobre el medio ambiente están al servicio de mantener el actual estado de las cosas, es decir, al
servicio de los empresarios. En el actual contexto no existe
la neutralidad, lo que no quita que los datos y los estudios
no tengan bases reales, por el contrario la ciencia y el real
estado del medio ambiente y los distintos debates sobre su
destino son profundamente elitistas en un sistema educativo
al servicio de los empresarios, es necesario luchar por un
sistema educativo al servicio de los trabajadores, que sea
gratuito, de calidad, sin filtros como lo es hoy la PSU, donde
los conocimiento y descubrimientos, estén para resolver los
grandes problemas sociales, como la destrucción ambiental.
Comité de trabajadores y Comisiones de fiscalización obrera
Las trabajadoras y trabajadores tienen el derecho
a organizarse para decidir sobre lo que ocurre en los lugares de trabajo, debido a que todo lo que ahí sucede nos
concierne, ya que son quienes producen todo. En general
los patrones gerentes y empresarios, los consideran como
una máquina más, que si se daña por su contaminación,
que si se empobrece por sus sueldos de hambre e incluso
si mueren se les remplaza por otro trabajador, intensión de
los capitalistas, cada vez se ve refrenada por algo más difícil
para ellos, ya que los trabajadores vienen recuperando sus
métodos de lucha.
Es necesario que desde los sindicatos en las empresa, se impulsen comisiones para poder fiscalizar y denunciar todas las practicas que nos perjudiquen como es
la contaminación de nuestro medio ambiente, tanto en gran
escala como del propio lugar de trabajo, así como todas las
condiciones laborales, estas comisiones no deben ser solo
un apéndice del sindicato si no que deben ser elegidas y
estar conectadas con el conjunto de los trabajadores de
cada lugar de producción, para que se puedan expresar las
denuncias de todo tipo de abuso patronal.
108
Teoría
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Asamblea constituyente
La actual constitución es parte de la herencia de la
dictadura de Pinochet impuesta a sangre y fuego, que estos
años ha sido profundizada por la derecha y la concertación.
La constitución actual fue creada para resguardar la propiedad privada y el derecho empresarial. Por ejemplo el código
de aguas, que considera al agua como un derecho privado y
permite el uso de esta sin considerar el resto del ecosistema.
De forma similar ocurre con las concesiones mineras que generan multimillonarias ganancias para los empresarios y traen precariedad para los lugares donde se instalan, lo que se complementa con leyes ambientales, que no
sirven para frenar si quiera los aspectos más brutales de la
destrucción ambiental.
Se debe terminar con todas estas leyes al servicio
de los empresarios, con toda esta herencia de la dictadura, sabemos que esto no lo harán los parlamentarios, no lo
han hecho en todos estos años, es por esto que debemos
luchar por una asamblea constituyente libre y soberana, en
base a la movilización de los trabajadores y el pueblo pobre.
Sabemos que los avances en el terreno legal, serán sólo
cosas transitorias, puesto que mientras manden los empresarios y su estado, cada avance serio que demos estará en
contradicción con sus intereses y no dudaran en romper su
propia legalidad para asegurar mantener su sistema de explotación, sus miserias y la destrucción ambiental.
La Batalla
Revista Marxista de Teoria y Politica
La mecánica del trabajo enajenado
FRANCISCO TORRES
Mayo 2014 Marxista
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La Batalla
Revista Marxista de Teoria y Politica
La propiedad privada no sólo comprende la producción de plusvalía, sino también un movimiento de producción
de enajenación, de extrañamiento. Este doble proceso de
producción, constituye el fondo de la propiedad capitalista.
Es, el “movimiento de la propiedad privada” (“die Bewegung
des Privateigentums”), donde el trabajo valoriza al capital y
el capital enajena al trabajo:
T <--> C
En efecto, la propiedad privada capitalista consiste
en un proceso combinado de producción, objetivo-subjetivo
al tiempo (o económico-psicológico al tiempo): tras la valorización objetiva del capital se encuentra la enajenación subjetiva del trabajo, y si la sustancia del capital es la plusvalía,
la enajenación aparece como su alma.
Al respecto, la economía política burguesa aparece
como un discurso que encubre doblemente este movimiento
de la propiedad privada. A) Por un lado encubre la constitución del valor. La adquisición que el propietario del capital
hace de la mercancía generadora de valor es concebida
como si fuera la adquisición de una mercancía común, sólo
1. Bolívar Echeverría, El discurso crítico de Marx, Ediciones Era,
México, p. 82.
2. M2, La relación de la propiedad privada.
3. Breve aclaración sobre el concepto. En su original, Marx utiliza el término Entausserung y Entfremdung para definir la vivencia
del trabajo en la propiedad privada. Ambas expresión se traducen
al español como enajenación o alienación. La primera acepción
tiene la raíz alemana ausser, que significa literalmente ´exterior´.
La segunda, fremd, extranjero. Marx habla de la enajenación (“die
Entfremdung”) del trabajador en el proceso de producción, y del
trabajo asalariado como trabajo alienado (entausserte Arbeit). El
término enajenación comprende, simultáneamente, expresiones
como exterioridad, extrañeza, otredad, e incluso distanciamiento.
Todas ellas sintetizan el significado general del término (Benssusan
y Labica, Dictionaire critique du marxisme, PUF, 1981, p. 16.)
4. M1, El trabajo enajenado.
5. M2, La relación de la propiedad privada.
6. M1 El trabajo enajenado.
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Teoría
Mayo 2014
portadora de valor. Como señala Bolívar Echeverría “el acto
de apropiación de un valor ajeno es ocultado, confundido
o mistificado como un simple intercambio de objetos equivalentes”(1) . B) Por otro lado encubre la enajenación del
trabajo. La economía política sólo se enfoca en la forma del
valor y en las leyes que se desprenden de ella, saltándose
–por así decirlo- el “ciclo vital” que acaece en la producción
misma….concibe al trabajo como una mera cosa. Sin embargo el capital no mueve a una mera mercancía, sino a
una “mercancía humana” como dice Marx, “con conciencia y
actividad propia”(2) .
En lo siguiente, estudiaremos la tensión subjetiva
que se abre inmediatamente después de la subsunción del
trabajo en el capital, es decir, estudiaremos el proceso subjetivo que transcurre paralelo a la valorización. Describiremos, pues, la mecánica del trabajo en la propiedad privada,
a partir de la sección El trabajo enajenado (M1, 1844). Allí
Marx concibe tres “determinaciones” de la enajenación (con
la actividad, con el producto y con el género). Hasta donde
conocemos, bastantes autores presentan el trabajo enajenado en Marx estáticamente, es decir, indicando su relación
con la propiedad privada pero sin seguir el nexo íntimo que
los relaciona. Al contrario quisiéramos mostrar la enajenación dinámicamente, esto es, ligando sus determinaciones y
comprendiéndolas en su devenir(3) .
1. Primera enajenación: con la actividad.
El trabajador está trabajando. Antes que todo el
trabajo es acto, actividad y movimiento concreto. La enajenación para Marx se da justamente en este proceso, donde
propiedades humanas se ponen en movimiento realizando
operaciones de trabajo. Como advertimos, esta actividad
está subsumida en el capital; es para el capital, es el momento de valorización del capital. Según Marx, en este proceso para el trabajador: “Su propio trabajo se le contrapone
cada vez como actividad ajena”(4). La propiedad privada,
es “la producción de la actividad humana como trabajo, es
decir, como una actividad totalmente extraña a sí misma,
extraña al hombre y a la naturaleza y por ello totalmente
extraña a la conciencia y a la manifestación vital”(5). Así, el
trabajo le “es externo al trabajador, es decir, no pertenece
a su ser…”(6). Marx no habla aquí, evidentemente, de una
La Batalla
2. Segunda enajenación: con el producto.
El trabajo no es puro movimiento psicofísico, sino
objetivación: el trabajador está produciendo algo. Dice Marx:
“En el extrañamiento del producto del trabajo no hace más
que resumirse el extrañamiento, la enajenación en la actividad del trabajo mismo”(11). Según Marx es “la vida que ha
prestado al objeto” la que se presenta al trabajador como
“cosa extraña y hostil”, en el objeto: “La enajenación del trabajo en su producto significa no solamente que su trabajo se
convierte en un objeto, en una existencia exterior, sino que
existe fuera de él, independiente, extraño, que se convierte
en un poder independiente frente a él; que la vida que ha
prestado al objeto se le enfrenta como cosa extraña y hostil”(12). ¿Qué significa esto?
Esta relación compleja no tiene empero nada de
inefable. Para Marx se trata de la fórmula concreta de la
propiedad privada, la objetivación del trabajo, es al mismo
tiempo acumulación del capital, es decir, “pérdida del objeto”
(M´). Esta pérdida, a nuestro parecer indica en los manuscritos tanto una pérdida material, en el sentido de hurto de trabajo ajeno (acumulación del capital), como una pérdida de
dirección y sentido de la actividad sobre lo producido (como
en la expresión “perder el rumbo de”, “perder el sentido de”,
etc.).
Justamente si observamos el proceso de producción mismo, es la propiedad privada y no el trabajador quien
controla y domina la producción. Al contrario que el trabajador, el capitalista o como quiera llamarse al patrón del trabajo controla y planifica a su nivel, la producción. Es decir, lleva
objetivamente el proceso productivo in mente(13). Para el
trabajador, en cambio, su comportamiento en la producción
es meramente práctico. Según Marx: “El comportamiento
práctico, real, del trabajador en la producción y respecto del
producto (en cuanto estado de ánimo) aparece en el no trabajador a él enfrentado como comportamiento teórico”(14) .
En la producción el trabajador se mueve y produce, pero la
Revista Marxista de Teoria y Politica
distancia exterior o física entre el trabajador y su trabajo,
pues el trabajador es su propio cuerpo, sino más bien sugiere que en primera persona el trabajador sufre una distancia
con su propia actividad: la extrañeza indicaría una “distancia
interna” del trabajador consigo mismo: “En último término,
para el trabajador se muestra la exterioridad del trabajo…
en que cuando está en él no se pertenece a sí mismo, sino
a otro”(7).
El ritmo del trabajo asalariado, está planteado para
Marx como disonancia entre el acto del trabajador y su ánimo. Precisamente, la enajenación es un proceso de fuerza,
entre el capital y el trabajo, donde el trabajador ciertamente
se resiste y gasta fuerza para conquistarse. Dice Marx: “el
trabajo mismo se convierte en un objeto del que el trabajador solo puede apoderarse con el mayor esfuerzo y las
más extraordinarias interrupciones”(8). Según esta visión,
el cansancio físico del trabajador es también cansancio de
enajenación. La enajenación se vive como efecto reactivo,
como repulsión del trabajo para sí, en cuanto repulsión en
sí hacia el capital: “Su carácter extraño se evidencia claramente en el hecho de que tan pronto como no existe una
coacción física o de cualquier otro tipo se huye del trabajo
como de la peste”(9).
En efecto, la enajenación del trabajador con su actividad significa para Marx la pérdida de sí mismo. “En el
trabajador se da, pues subjetivamente, el hecho de que el
capital es el hombre que se ha perdido totalmente a sí mismo…”(10). Pero la pérdida de la acción, es un momento de
la pérdida global de la producción.
7. M1, El trabajo enajenado, (subrayado nuestro).
8. M1, El trabajo enajenado, (subrayado nuestro).
9. Ídem.
10. M2, La relación de la propiedad privada.
11. Ídem.
12. Ídem.
13. Dice Schumpter: “El paso decisivo se debe a J.S.Mill, que introdujo el termino entrepreneur en el uso general de los economistas
ingleses y al hablar de las funciones del empresario pasó de la
´superintendencia´ al ´control´ y hasta a la ´dirección´, actividad
que, según admite, requiere ´a menudo una habilidad no común´
(Historia del análisis económico, p. 620).
14. M1, El trabajo enajenado.
Mayo 2014 Marxista
111
producción le es externa, ajena, indiferente. Objetivamente
el trabajador produce bajo este cierre, es decir, sin dirección
ni planificación sobre lo producido.
Lo que produce y mueve el trabajador en un sentido
lo conoce muy bien, pero en otro sentido lo desconoce, le
es ajeno y extraño. De ahí que según Marx: “cuanto más se
vuelca el trabajador en su trabajo, tanto más poderoso es
el mundo extraño, objetivo que crea frente a sí tanto más
pobres son él mismo y su mundo interior, tanto menos dueño de sí mismo es”(15) . Para Marx el trabajo enajenado al
arrancar al hombre el objeto de su producción, le arranca su
vida genérica(16) .
como consecuencia global del cierre, lo está también de la
totalidad económica. Para Marx, la propiedad privada justamente enajena al individuo del género, “los hace extraños”.
Objetivamente la propiedad privada particular se
encuentra ubicada, como dice Hegel, en un “sistema de
dependencia multilateral”(17). Así, el capital particular para
planificar está conectado con su mercado inmediato pues
compra y vende (depende de otros trabajos para funcionar,
se combina con tales especies de capital, etc) y se encuentra ligado al todo. Respecto a este punto, el capitalista puede controlar el proceso productivo a su nivel, es decir, en
su propia industria particular. La totalidad económica le es
indiferente, mientras siga valorizándose su capital. En el primer manuscrito Marx cita un pasaje de Pecqueur: “cada cual
3. Tercera determinación: la enajenación del
produce lo que quiere, como quiere y donde quiere; produce
género.
bien o mal, demasiado o no lo bastante, demasiado pronto
o demasiado tarde, demasiado caro o demasiado barato;
Si en la anterior determinación el trabajador estaba
la oferta desconoce la demanda y la demanda ignora la
excluido inmediatamente de la producción interna, ahora
oferta…”(18) Pecqueur subraya la tendencia anárquica de
La Batalla
La propiedad privada desde el aspecto subjetivo
Vista desde este nuevo ángulo, la propiedad privada
para Marx es “el medio por el cual el trabajo se enajena, la
realización de esta enajenación”(20) ; “es, pues, el producto,
el resultado, la consecuencia necesaria del trabajo enajenado”(21) , y no meramente una relación económica productiva: “Esta propiedad privada material, inmediatamente sensible, es la expresión material y sensible de la vida humana
enajenada”. Puestas así las cosas, contra todo idealismo
e interpretación psicologista de los manuscritos (Fromm,
Mais), se entiende la afirmación fuerte de Marx, conclusiva
de su análisis, según la cual la enajenación es un “hecho
económico”(22) .
15. M1, El trabajo enajenado.
16. En una carta a Feuerbach (Agosto 1844), Marx deja en claro
qué entiende por género: “al bajar el concepto del género humano
del cielo de la abstracción para situarlo en la tierra real, ¿qué es
todo esto más que el concepto de sociedad?”.
Revista Marxista de Teoria y Politica
la propiedad privada e indica que la planificación interna
deviene desorganización externa. Para Marx en el régimen
de la propiedad privada se “fragmenta” justamente la producción que de hecho está unida. La propiedad privada tiene un efecto aislador de la parte con el todo, que hace del
productor trabajador parte suelta del género, una mera pieza
empírica. Esto es consecuencia del trabajo abstracto de la
propiedad privada - sin perspectiva, unilateral y enajenado.
Objetivamente en el trabajo, el todo ya está en la parte y la
parte en el todo, pero la economía privada allí donde empieza el proceso de producción opera con un cierre subjetivo.
De ahí que según Marx, bajo el capitalismo la vida individual
y la vida genérica del hombre, se extrañan, se distancian:
el género para sí se diluye como resultado del capital. En
efecto, lo que para el capital es el fin del trabajo, la valorización, para el trabajo termina siendo su finalidad sin fin,
su producción ciega y enajenada del todo. De esta forma
el trabajador “cuanto más valores crea, tanto más sin valor,
tanto más indigno él”(19) .
17. Expresión de Hegel, Filosofía del derecho, &183.
18. M1, La acumulación de capitales y la competencia entre capitalista.
19. M1, El trabajo enajenado.. El modo de producción capitalista
también engendra enajenación en el no trabajador: “Por de pronto
hay que observar que todo lo que en el trabajador aparece como
actividad de la enajenación, aparece en el no trabajador como estado [Zustand] de la enajenación, del extrañamiento” . La enajenación que el capitalista vive para sí es la enajenación que su propio
capital engendra. En la anarquía del mercado él es causante de
la enajenación como capital, pero causante mediato, como capital particular. Marx sugiere que existen niveles de enajenación en
el capital según el volumen de éste. Para el pequeño capital, que
en ocasiones trabaja en su propia industria, la enajenación puede
comportar enajenación práctica y teórica. Su propio capital se ve
en ocasiones amenazado por el gran capital, y este se aniquila o
él se lo tiene que “comer”. El gran capital en cambio, que tiene
un mayor dominio sobre el mercado “se confirma en esa autoalienación, reconoce la alienación como su propio poder y posee en
éste la apariencia de una existencia humana…” ( Marx, La sagrada
Familia, Editorial Claridad, España, 2007, p. 70)
20. Ídem.
21. Ídem.
22. M1, El salario.
Mayo 2014 Marxista
113
La Batalla
Revista Marxista de Teoria y Politica
Polemica
La Organización Comunista Libertaria-Frente
de Estudiantes Libertarios (OCL-FEL):
El Partido Anarquista de la
Restauración Burguesa
VICENTE MOLINA
Un nuevo periodo histórico de la lucha de clases en Chile:
un nuevo periodo de definiciones políticas y de construcción estratégica
En función de un nuevo periodo abierto en la lucha de clases en Chile desde el 2011, los debates acerca de cómo
vencer en las demandas de los distintos movimientos sociales que han irrumpido desde entonces han adquirido nueva
fuerza después de las elecciones presidenciales de noviembre del 2013. El nuevo gobierno de Michelle Bachelet tendrá que
lidiar con un movimiento estudiantil que todavía no obtiene su demanda central (educación gratuita), un movimiento obrero
que está reapareciendo en la escena política con huelgas sectoriales y un pueblo mapuche que en la zona de Arauco no
deja de reclamar sus tierras ancestrales. El escenario político objetivo es dinámico y fluido. La pérdida de raíces profundas
en el movimiento de masas por parte del Partido Comunista (PC) ha permitido abrir un enorme espacio objetivo para que
gran cantidad de nuevas organizaciones políticas de Izquierda ocupen ese lugar. Algunas de estas organizaciones se construyeron en plena dictadura militar. Muchas se forjaron durante el ciclo político de la Concertación (1990-2010). Otras se
crearon hace un año o como resultado de la irrupción del movimiento estudiantil en el 2011. Mayoritariamente marginadas
de la dirección política del movimiento estudiantil y sindical durante los años más oscuros de la época de Restauración Burguesa (que definiremos en el apartado siguiente), hoy en día todas las corrientes políticas se encuentran en una carrera de
velocidades por quien logrará dejar su impronta en el movimiento estudiantil y sobre todo, en el nuevo movimiento laboral
que está surgiendo en Chile.
Es por esto que el año 2014 no solamente será un año probablemente marcado de luchas obreras, estudiantiles
y populares. Este será un año que denominamos de construcción estratégica.
114
Polemica Mayo 2014
La Batalla
Por construcción estratégica entendemos la fusión de la estrategia política de un partido u organización
política determinada con un sector social determinado del
movimiento de masas. Nos encontramos en un proceso de
definiciones estratégicas con polémicas abiertas al interior
de los grupos y entre distintas organizaciones. Se están reconstruyendo “corrientes históricas”: reformismo, sindicalismo, anarquismo, y el marxismo revolucionario, por nombrar
las más prominentes. La Liga por un Partido de Trabajadores Revolucionarios (PTR) viene dando una serie de batallas
por la construcción estratégica desde el 2011 en todos los
terrenos posibles: ideológico, estudiantil, educacional y sindical, por nombrar los más importantes. El PTR constituye
una organización más dentro de un abanico de corrientes
políticas que buscan empalmar con los sectores sociales
que están saliendo a la vida de la lucha de clases. Para
los marxistas revolucionarios, trotskistas, el eje de la construcción estratégica lo constituye la clase trabajadora, y en
particular su vanguardia. Solamente la construcción de un
partido revolucionario de la clase obrera será el instrumento
para realizar la revolución socialista y superar la forma de
producción capitalista.
Por esto el PTR se hizo parte todo el año 2013 de
cada lucha obrera de importancia que se dio a nivel nacional:
el paro portuario de marzo-abril, la gran huelga de Correos
de Chile de julio-agosto y el nuevo paro portuario iniciado
en Mejillones en diciembre del 2013, que se extendió hasta
febrero del 2014. Pero en estas luchas, también aparecieron otras corrientes políticas que buscaron insertarse activamente en los procesos descritos anteriormente. Dichas
corrientes también se consideran revolucionarias y tienen
como objetivo sepultar el capitalismo y construir una nueva
sociedad sin clases. Una de ellas la constituye la Organización Comunista Libertaria-Frente de Estudiantes Libertarios (OCL-FEL) con quien queremos establecer un debate
acerca de qué estrategia política es necesaria para vencer y
cuáles son los puentes y caminos hacia ese objetivo.
libertaria. Sin embargo, desde el año pasado, esta corriente
política se ha visto atravesada por tensiones internas que
hacen relación a su ubicación ante fenómenos políticos
electorales anti neoliberales a nivel nacional y su postura
frente a gobiernos nacionalistas burgueses de izquierda
como el régimen chavista en Venezuela.
Por esto, el artículo tiene por objetivo dar cuenta de
qué partido y estrategia está construyendo la OCL-FEL. Todos los apartados que trataremos a continuación se harán
en función de otorgar una definición lo más clara posible de
su estrategia. Esto lo adelantamos debido a que recurriremos a una serie de argumentos que para el lector pueden
parecerles ajenos al problema planteado. Por el contrario,
las definiciones, conceptos, y análisis historiográficos son
partes esenciales del todo que constituye actualmente la
OCL-FEL.
Revista Marxista de Teoria y Politica
La batalla por la construcción estratégica
La estrategia de los anarco-comunistas
de la Restauración Burguesa
La OCL-FEL constituye una organización política
anarquista nacida en el periodo de la Restauración Burguesa adaptando su lucha por el socialismo a la nueva estructura económica-social-cultural impuesta por esta. La máxima
expresión de dicha adaptación la constituye el programa
político por la “ruptura democrática” como etapa previa para
luchar por el socialismo. Esta primera fase de quiebre del
orden neoliberal implica la construcción de un bloque social
amplio anti neoliberal que contenga en su interior no solo a
las fuerzas anti capitalistas sino que también a las que se
oponen al actual régimen político. De esta manera, la lucha
anti capitalista por el socialismo termina disolviéndose en
un movimiento anti neoliberal amplio que abre las puertas a
alianzas políticas con sectores de la pequeña burguesía y el
empresariado nacional. Esto plantea objetivamente la conformación de un “bloque social amplio” anti neoliberal en el
que convivan tendencias anti capitalistas y anti neoliberales.
En este bloque contra hegemónico la clase trabajadora no
cumple ningún rol político independiente, viéndose diluida
en los ambiguos márgenes del campo o mundo popular y
Los libertarios sostienen que este es el momento
abriéndose la posibilidad real de la subordinación a direcciohistórico para que al fin pueda surgir en Chile un movimiento
nes políticas anti neoliberales. En dicho bloque las diferenanarquista revolucionario de masas. Actualmente, la OCLcias de estrategias políticas se disuelven en el “consenso
FEL constituye el referente más importante de la izquierda
Mayo 2014 Polemica
115
La Batalla
Revista Marxista de Teoria y Politica
vanguardia con influencia de masas. Esta concepción de
partido implica vías y puentes determinados de construcción
política. El PTR tiene como tarea estratégica construir un
movimiento revolucionario de la clase trabajadora en alianza
con el conjunto de los explotados y oprimidos. Es en función
de esta concepción de partido y de qué sujeto puede ser el
motor de la revolución socialista que el PTR se diferencia
tajantemente de la OCL-FEL.
Partamos desde el principio.
Del ascenso revolucionario de los 70
a la Restauración Burguesa iniciada en los 80
No es posible entender que es la OCL-FEL sin
comprender lo ocurrido a nivel internacional y en Chile durante los últimos 40 años. A continuación realizaremos un
anti neoliberal”, anulándose cualquier perspectiva clara de análisis del nuevo espacio estructural nacido durante ese
la lucha por el poder y la revolución socialista. Ante esta periodo histórico y que fijó los nuevos márgenes de manioenorme contradicción es que la OCL-FEL tendrá que dar bra de la Izquierda tanto mundial como nacional.
respuesta en los años por venir.
Partido revolucionario de la clase trabajadora versus
Partido libertario del campo popular
El PTR forma parte de una corriente política internacional, la Fracción Trotskista por la Cuarta Internacional
(FT-CI), que viene dando una discusión estratégica profunda
con un sinnúmero de corrientes políticas a nivel mundial en
distintos países acerca de qué partido construir y que estrategia se necesita para vencer(1) .
Para nosotros la construcción de un partido revolucionario de la clase trabajadora constituye una necesidad
histórica para derrocar el capitalismo e iniciar la transición
al socialismo. Nuestra concepción de partido es leninista.
Esto implica la construcción de un partido revolucionario de
1. Ver: “Manifiesto por una Internacional de la Revolución Socialista-Cuarta Internacional”, en: http://www.ft-ci.org/Por-un-Movimiento-por-una-Internacional-de-la-Revolucion-Socialista-Cuarta?lang=es.
2. Al respecto ver: Albamonte, Emilio y Mahiello, Matías, “En los
límites de la Restauración Burguesa”, Revista Estrategia Internacional N° 27, marzo de 2011, pp. 57-89.
116
Polemica Mayo 2014
La etapa de la Restauración Burguesa:
de la centralidad del trabajo al descentramiento
de los “nuevos movimientos sociales”
Denominamos Restauración Burguesa a la derrota física y política que el imperialismo impuso a la clase
obrera y los explotados y oprimidos del mundo, luego de
frenar el ascenso revolucionario del periodo 1968-1981.(2)
Esta ofensiva burguesa contrarrevolucionaria se realizó a
través de “contrarreformas” en los países imperialistas y
dictaduras militares en la mayoría de los países semi-coloniales y/o dependientes. La restauración recibió el nombre
de “neoliberalismo”, y tuvo como expresión política la modificación de la relación de fuerzas entre el capital y el trabajo
en favor del imperialismo. Con la crisis económica mundial
iniciada en el 2008 el periodo de restauración burguesa encontró sus límites abriendo la transición a una nueva etapa
histórica que recién está comenzando.
El ataque neoliberal a las masas iniciado durante
la década de los 80 tuvo su gran salto con la caída del Muro
de Berlín (1989) y la disolución de la Unión Soviética (1991).
Pero a partir de entonces la imposición de las transformaciones neoliberales en los distintos países del globo se realizó
La Batalla
predominantemente campesina como en China, Vietnam y
Cuba, al tomar el poder político en países con mayoría de
población rural se plantearon inmediatamente, en diversos
grados, la aplicación de “planes quinquenales” siguiendo el
modelo soviético. Esto no fue más que un gran fenómeno
histórico de proletarización de campesinos en función de establecer industrias para sacar a dichos países del marasmo
económico. El mejor ejemplo lo constituyó China que sobre
la base rural inició su proceso de “reformas socialistas”.
La primera víctima del neoliberalismo fue la clase
obrera industrial y el estado de bienestar. En los países
imperialistas se inició un proceso único de relocalización
industrial, desplazando fábricas desde los centros de producción europeos a los países de periferia. Principalmente
del continente asiático que ofreció las ventaja comparativa
de poseer una mano de obra de bajo costo. Con la apertura
de los mercados nacionales al mercado mundial, las industrias de los países latinoamericanos fueron barridas por las
mercancías de menores costos traídas desde el otro lado
del Océano Pacífico.
La reducción numérica de la clase obrera industrial
en los países que tradicionalmente tuvieron cierto desarrollo
Revista Marxista de Teoria y Politica
bajo la cobertura de la democracia liberal. La restauración
capitalista en los ex Estados obreros burocratizados trajo
consigo un triunfalismo neoliberal que impuso por primera
vez en la historia del capitalismo a las democracias liberales
como sistema político hegemónico en todo el mundo bloqueando la alternativa de la revolución socialista.
Como mencionamos más arriba, el principal efecto del neoliberalismo fue modificar la correlación de fuerzas
entre el capital y el trabajo en favor de las burguesías nacionales que tuvo como expresión concreta una fractura
estructural nunca antes vista de la clase trabajadora a nivel
mundial.
Según Göran Therborn, el siglo XX fue la centuria
de la clase obrera y la década del 70 constituyó el periodo
de mayor auge sindical y militante de los trabajadores urbanos como nunca ha vuelto a ocurrir en la historia humana.
(3) A la par del auge obrero y popular la Izquierda mundial
que tenía como objetivo estratégico la revolución socialista
adquirió su mayor fuerza en este periodo. El auge y ascenso
revolucionario de la clase obrera de los 70 fue frenado con
los golpes militares y las “contrarreformas” ya mencionadas
anteriormente. Con la derrota política de la clase obrera en
los países capitalistas y en los ex Estados obreros burocratizados(4) y la aplicación del nuevo modelo económico, los
viejos partidos obreros reformistas y la extrema izquierda
entraron en crisis.(5) En esta última, el triunfo neoliberal
trajo consigo dos efectos regresivos: la pérdida del sujeto
clásico de la revolución socialista y la pérdida del socialismo
como alternativa política.
El sujeto referente de la revolución socialista lo
constituyó la clase obrera industrial. Los trabajadores de las
fábricas, minas, ferrocarriles y puertos fueron considerados
la pieza fundamental para la construcción de cualquier nación desarrollada. Los Estados de Bienestar nacidos después de la Segunda Guerra Mundial en Europa y Estados
Unidos fueron la respuesta de las burguesías liberales ante
la lucha de clases emprendida fundamentalmente por la clase obrera urbana. Si bien se asumieron conquistas sociales
de los trabajadores, estas se encuadraron en los límites que
permitió la propiedad privada capitalista. Ferrocarriles, puertos mecanizados, grandes concentraciones fabriles fueron
el sinónimo de progreso y también de la posibilidad de construir el socialismo.
Inclusive los partidos guerrilleros y de composición
3. Therbörn, Ghoran, “Class in the 21st century”, New Left Review
N° 78, November-December, 2012. Se puede relativizar la afirmación de Therbörn en el sentido de que entre 1917 y 1923 se produjo también un enorme fenómeno de militancia revolucionaria a
nivel internacional producto de la revolución rusa. Además, en ese
periodo histórico se produjo la revolución mexicana que arrastró a
millones de campesinos e indígenas a la lucha de clases. Durante
la Segunda Guerra Mundial y posterior a esta se dieron procesos
de liberación nacional que implicaron la movilización de millones de
habitantes de las colonias imperialistas.
4. Ver: Cinatti, Claudia, “Rusia: del stalinismo a la restauración capitalista”, Revista Estrategia Internacional Nº 22, noviembre de. 2005.
En: http://www.ft-ci.org/La-actualidad-del-analisis-de-Trotsky-frente-a-las-nuevas-y-viejas-controversias-sobre-la?lang=es. Respecto
al fenómeno de burocratización del Estado soviético durante la década del 30 ver: Trotsky, León, La Revolución Traicionada, Fundación Federico Engels, 1991.
5. Acerca del neoliberalismo ver: Sader, Emir & Gentili Pablo
(Comps.), La trama del neoliberalismo. Mercado, crisis y exclusión
social, CLACSO, 1999.
Mayo 2014 Polemica
117
La Batalla
Revista Marxista de Teoria y Politica
industrial vino aparejada de la fragmentación interna de lo
que había quedado de la misma: subcontratación, externalización de servicios y flexibilidad laboral. Esto descolocó
a la extrema izquierda que se sintió huérfana, aislada, sin
tener una base real desde donde levantarse nuevamente.
Si la clase obrera clásica había sido el paradigma de la revolución y esta estaba en plena retirada, el socialismo como
perspectiva estratégica comenzó a bloquearse como alternativa política. Más aún cuando en los años 90 se vivió un
crecimiento económico sin precedentes en gran parte de
los países que aplicaron el nuevo modelo. De este modo
se proclamó el Adiós al Proletariado(6) y por consiguiente el
adiós a la revolución socialista. Había muerto el sujeto de la
revolución y por tanto murió la expectativa de una sociedad
diferente a la capitalista.
La “descentralización” del trabajo asalariado trajo
consigo confusión y desmoralización en la extrema izquierda. El resultado político de esto fue una adaptación de esta
a los nuevos paradigmas ideológicos que en boga aparecieron siendo su máxima expresión la posmodernidad. La
extrema izquierda sufrió un vacío estratégico enorme e inició
su búsqueda de nuevos sujetos y teorías sociales nacidas
durante la restauración burguesa que alimentaron la única
vía posible que se impuso desde entonces: cambiar el mundo dentro de los márgenes permitidos por el capitalismo. Y
para lograr esto ya no se necesitaba a la clase obrera. Para
esto llegaron los “nuevos movimientos sociales”, que si bien
no tienen nada de nuevo, con el retroceso del movimiento
sindical pasaron a ocupar un rol relevante y muchas veces
central en los procesos de lucha de clases que se desarrollaron bajo la restauración burguesa: movimientos de indígenas, de campesinos, de pobres urbanos, de desocupados, y
por sobre todo la irrupción del movimiento estudiantil. Aparecieron los “sujetos subalternos” con formas de organización
laxas y poco estructuradas que no se correspondían con las
históricas estructuras organizadas del movimiento obrero.
La extrema izquierda encontró así su salvaguarda, su tubo
de oxígeno y tomó una decisión estratégica.
6. En alusión a la obra de Gorz, André, Adiós al Proletariado.
(Más allá del socialismo), Editorial El viejo topo, Barcelona,
España, 1981.
118
Polemica Mayo 2014
La época de la revolución proletaria se había cerrado y el eje de la construcción estratégica pasó a ser los
nuevos movimientos sociales ocupando la clase trabajadora
un rol netamente secundario. El objetivo no sería otro que
luchar por abrir los estrechos márgenes autoritarios de la
democracia neoliberal. No obstante, el socialismo quedó
en la retina de gran parte de estas organizaciones políticas
ocupando el lugar de un “ideal” a cumplir en algún futuro
lejano. De lo que no se percataron es que si bien la clase
obrera fue derrotada no desapareció como sujeto. Por el
contrario, a partir de la década de los 90 el planeta vivió el
mayor proceso objetivo de asalarización precaria nunca antes vista estableciendo una nueva clase trabajadora urbana
que ciertamente ya no es mayoritariamente industrial. Son
los nuevos trabajadores pobres y precarizados de los nuevos rubros económicos engendrados por el neoliberalismo:
telecomunicaciones, Retail, y una serie innumerable de servicios públicos y privados. Sin embargo, debemos realizar
un par de aclaraciones respecto a la supuesta “pérdida de
peso objetivo” de la clase obrera industrial.
En primer lugar, si bien la clase obrera industrial es
cuantitativamente menor desde el punto de vista de la asalarización, es mucho mayor en cantidad de lo que fue hasta la
década del 70. Esto se explica por la aparición de los nuevos
“talleres del mundo” como efecto de la restauración burguesa: producción automotriz, electrodomésticos y línea blanca
(China), fabricación textil (Indonesia y Bangladesh), producción de alimentos y acero (India), por nombrar algunas.
En segundo lugar, gran parte de la clase obrera industrial es registrada por los censos de fuerza laboral como
“servicios” debido a su condición de subcontratados. La externalización de la fuerza de trabajo cumple el objetivo de
aparentar el fin de la clase obrera bajo la inexistencia de
organización sindical y estabilidad laboral.
Como veremos más adelante, esta opción estratégica ha desarmado a la gran mayoría de la extrema izquierda
para intervenir en los giros abruptos que está dando la lucha
de clases desde el inicio de la crisis económica internacional
en el 2008, en la cual la clase trabajadora nacida del escarmiento neoliberal de los 80 ha mostrado su adaptación a la
nueva estructura económica saliendo a luchar.
La Batalla
La restauración neoliberal estableció un nuevo
eje de coordenadas mediante el cual la extrema izquierda
chilena se ha movido hasta nuestros días. Chile constituye
actualmente el gran paradigma del neoliberalismo. Sobre la
derrota física y moral del movimiento obrero, la dictadura
militar y los gobiernos de la Concertación crearon una nueva
estructura económica social y cultural en el país. Sobre este
nuevo modelo lograron contener la inflación y establecer un
crecimiento económico que mejoró relativamente las condiciones de vida de las masas explotadas y oprimidas a partir
de la década del 90. Las principales víctimas de las transformaciones neoliberales fueron los clásicos de la clase obrera
chilena: textiles, del calzado, metalúrgicos, ferroviarios, portuarios y mineros. De un 22% de fuerza de trabajo empleada
solamente en la industria fabril en 1973 se pasó a un 10%
en 1990, luego de la primera asonada neoliberal bajo la cobertura de la dictadura militar de Pinochet.(7)
Sin embargo, surgieron nuevos sectores obreros
pertenecientes a las industrias extractivas nacidas del nuevo
modelo de crecimiento primario exportador: salmoneros, forestales y mineros subcontratados. En el caso de la minería
del cobre, ésta emplea al 1,2% de la fuerza de trabajo del
país(8). De los mineros del cobre, el 70% son subcontratados. La importancia que tiene el “oro rojo” como motor de la
economía nacional, transforma a este sector en la posición
estratégica de la clase trabajadora chilena. Una paralización
de los mineros del cobre significa un golpe mortal a la burguesía y el Estado chileno.
De este modo, durante la dictadura militar el ataque fue doble: por un lado se hizo desaparecer a la mitad
de la vieja clase obrera chilena (principalmente la fabril) y
por otro, la mitad restante (sector fabril liviano e industrias
extractivas) sobrevivió adaptándose a los nuevos márgenes
establecidos por el mercado mundial: flexibilización laboral
y externalización de servicios. A esto debe agregarse que al
igual que en todo el mundo, a partir de la década del 90 apareció un gigantesco ejército de asalariados precarizados sin
tradición de lucha sindical, sin organización y pertenecientes
a los nuevos rubros engendrados por el neoliberalismo: las
telecomunicaciones, el Retail, y subcontratados. Sin embargo, la mayor parte de las huelgas acontecidas en Chile
desde el 2006 han sido protagonizadas por subcontratados
y trabajadores pertenecientes a esa “vieja clase obrera” que
la dictadura y la Concertación intentaron liquidar, y que para
la extrema izquierda chilena ya no posee centralidad alguna.
Dentro de este movimiento sindical más clásico se
encuentra el sector público que ha realizado los paros por
sector más importantes de la última década (salud y educación como los más relevantes). Al interior de los nuevos
sectores industriales encontramos a los mineros subcontratados que desde el 2006 han realizado potentes huelgas.
Además, la gran movilización de los obreros forestales el
2007 y las huelgas salmoneras en Puerto Montt el bienio
2006-2007, son muestra de que detrás de la apariencia de
disolución de la clase obrera lo que ocurrió fue una metamorfosis que en ningún momento liquidó al sector industrial.
Por el contrario, como ya lo hemos señalado, este se transformó bajo las nuevas premisas neoliberales.
Por su parte, la extrema izquierda chilena nacida
durante la restauración se adaptó ideológicamente a estas
nuevas coordenadas impuestas por el neoliberalismo. Su
opción fueron los “nuevos movimientos sociales”, dejando
atrás la centralidad del trabajo. El ciclo político de los 20
años de gobierno concertacionista fueron suficientes para
consolidar el giro a la adaptación de la extrema izquierda
que logró salir de su aislamiento con la lucha estudiantil del
2011. Una de estas organizaciones que resistió el aislamiento y que se construyó durante los años más oscuros de la
restauración en Chile la constituye la OCL-FEL.
Desde la otra vereda, los marxistas revolucionarios
del PTR se constituyeron como un polo revolucionario que
resistió dicha adaptación ideológica. Surgidos en 1999 como
Revista Marxista de Teoria y Politica
La adaptación política a las nuevas coordenadas de la
Restauración Burguesa en Chile: de la lucha por la
revolución a la lucha por una democracia “más justa”
7. En relación a la derrota del movimiento obrero y el rol que cumplieron los pobladores durante la dictadura militar ver: Molina, Vicente, “Los trabajadores y el Movimiento de Pobladores: lucha por
el trabajo, la vivienda y la integración urbana”, Revista La Batalla N°
3, mayo de 2013, pp. 133-145.
8. Ver en la Revista La Batalla Nº 3: Miranda, Nicolás, “Situación de
la clase trabajadora en Chile, lucha de clases y las tareas de los revolucionarios”, pp. 21-36; Mujica, Dolores, “La posición estratégica
del proletariado del cobre en el Chile minero”, pp. 55-62.
Mayo 2014 Polemica
119
La Batalla
Revista Marxista de Teoria y Politica
un pequeño grupo de propaganda revolucionaria llamado
Clase contra Clase (CcC), extrajeron las lecciones políticas
del significado de la restauración burguesa y participaron
activamente en el movimiento estudiantil. El PTR, ex CcC,
mantuvo pacientemente en alto el programa de la revolución
proletaria hasta que la clase trabajadora inició su proceso
de recomposición social y política. De este modo, a partir de
una activa inserción en cada fenómeno importante de lucha
de los trabajadores y de un análisis del proceso de recomposición sindical en Chile, la estrategia revolucionaria que
levanta el PTR adquiere cuerpo material real.
9. El CUAC fue fundado en 1999 como resultado de la convergencia de anarquistas chilenos pertenecientes a diversas tradiciones.
Al respecto ver: Ramírez, Felipe, Arriba los que luchan: un relato
del comunismo libertario en Chile. 1997-2011, Memoria para optar
al título de Periodista, Instituto de la Comunicación e Imagen, Universidad de Chile, Profesor Guía: José Miguel Labrín, Santiago de
Chile, Junio de 2013, p. 39.
10. Ver: Ramírez, Felipe, op. cit., pp. 126-131; Barret, Daniel, “Anarquismo en Chile: un congreso y bastante más”. En: http://congresolibertario.wordpress.com/2008/04/19/anarquismo-en-chile-un-congreso-y-bastante-mas/.
11. La Plataforma o Plataformismo es el nombre que recibió la
corriente anarquista ruso-ucraniana Dielo Trouda (Causa Obrera)
dirigida por Néstor Makhnó, Piotr Archinov e Ida Mett (anarquista
polaca). Al respecto ver: “Plataforma Organizacional de los Comunistas Libertarios Dielo Trouda. (1926)”, en: http://www.kclibertaria.
comyr.com/lpdf/l092.pdf. Otro de los precursores del plataformismo
fue el anarquista francés Georges Fontenis, quien publicó en 1953,
“El Manifiesto Comunista Libertario”. Edición digitalizada en: http://
www.kclibertaria.comyr.com/lpdf/l089.pdf. Respecto a la polémica
que generó el plataformismo y la noción de partido anarquista al
interior del movimiento libertario a partir de 1926 recomendamos
leer el siguiente texto: Rossineri, Patrick, “Entre la Plataforma y el
Partido: las tendencias autoritarias y el anarquismo”, periódico Libertad Nº 45-49, Buenos Aires, Argentina. La versión digitalizada
en: http://materialanarquista.espiv.net/2012/03/23/entre-la-plataforma-y-el-partido-las-tendencias-autoritarias-y-el-anarquismo/.
Según el autor de este artículo (perteneciente a una corriente
anarquista anti-partido), la OCL chilena se agruparía dentro de los
“partidos anarquistas” u organizaciones “plataformistas”.
120
Polemica Mayo 2014
La izquierda libertaria de la restauración burguesa:
la OCL-FEL
La OCL-FEL se adaptó a este nuevo eje de coordenadas establecido a partir de los 80. Nació el año 2003
del quiebre del Comité de Unificación Anarco Comunista
(CUAC)(9) junto a la Corriente Revolución Anarquista (CRA)
al que se agrega la Federación Anarquista Organizada
(FAO) el 2005.(10) Pero su adaptación ideológica no es unilateral sino dialéctica.
La OCL-FEL es la síntesis entre los principales
principios de la tradición anarquista y el marco ideológico
impuesto por la restauración burguesa. Es decir, los libertarios adaptaron los principios anarquistas que mantienen
como hilos de continuidad en su organización al nuevo marco ideológico impuesto por el periodo de restauración. Los
hilos de continuidad lo constituyen: en primer lugar, el ideal
por una sociedad comunista anárquica o socialista libre; y
en segundo lugar, la negación de la toma del poder político
propio del anti estatismo anarquista más clásico.
Pero estos principios o hilos de continuidad que
dan forma a la OCL-FEL se adaptaron al marco ideológico
impuesto por el periodo de restauración que son principalmente los siguientes: primero, el bloqueo de la lucha por la
revolución socialista los obliga a plantearse como primera
tarea la lucha contra el neoliberalismo separándola de la
lucha contra el capitalismo; y segundo, el sujeto social que
puede motorizar la lucha anti neoliberal son los movimientos
sociales contenidos en el campo popular relativizando y diluyendo la centralidad de la clase trabajadora como sujeto
revolucionario.
Es el campo social popular como bloque contra
hegemónico el que se impondrá al bloque de las clases
dominantes. Al interior de este bloque histórico contra hegemónico se disuelven las diferencias entre explotados y
oprimidos anulando las diferencias de clase y de estrategias
políticas. Como se verá más adelante, la noción de bloque o
frente amplio social anti neoliberal abre la posibilidad real de
alianzas con grupos y partidos anti neoliberales contrarios a
la lucha anti capitalista.
A esto debe agregarse que la OCL-FEL es una organización anarquista que se plantea la construcción de un
partido libertario del campo popular, siguiendo la tradición
planteada por el plataformismo(11). Esto los ha llevado a
La Batalla
promotores del poder popular apoyando regímenes políticos como el chavista que frenan y reprimen el desarrollo
independiente de las masas explotadas y oprimidas. Estas
y otras consignas dan cuenta de una organización atravesada por la ausencia absoluta de claridad estratégica. De este
modo el eclecticismo y el pragmatismo son consustanciales
a la OCL-FEL. La aplicación concreta de esta estrategia libertaria la profundizaremos en el penúltimo acápite.(13)
Hemos dado a conocer la nueva estructura económica social e ideológica que se impuso con la restauración
burguesa. Esto constituye un pilar fundamental para entender la acción política de la actual estrategia libertaria en
Chile. Sin embargo, identificar los hilos de continuidad con
la tradición anarquista constituye el segundo aspecto fundamental para tener una comprensión íntegra de la practica
liberaría en un momento clave de definiciones políticas de
todas las corrientes de la extrema izquierda de nuestro país.
Revista Marxista de Teoria y Politica
un eclecticismo y pragmatismo sorprendentes que se manifiesta en trascender lo netamente libertario integrando en
su interior a diversas estrategias políticas provenientes de
otras tradiciones de la extrema izquierda (mirismo chileno,
guevarismo, marxismo, autonomismo, entre otros) que tengan como denominador común la lucha por el poder popular.
Marcando una diferenciación con el “sectarismo”
que caracterizó a gran parte del anarquismo decimonónico,
la OCL-FEL busca ampliar su margen de influencia estableciendo alianzas políticas con todos los grupos políticos
que pertenezcan a la denominada “izquierda con intención
revolucionaria”. Esto constituye un elemento importante en
tanto que trasciende el accionar clásico del anarquismo de
negarse a conformar frentes unidos con otras corrientes
“partidistas” o del “polo autoritario”.(12)
De este modo puede percibirse una enorme ambigüedad y poca claridad de dichos criterios de acuerdo político. En sí mismo el poder popular puede expresar múltiples
estrategias divergentes y contradictorias entre sí. Esto le
abre grandes contradicciones políticas a los anarco-comunistas chilenos que ya se han visto atravesados por duros
debates en su interior debido a su apoyo al régimen chavista
de Venezuela y a la candidatura nada anticapitalista pero si
anti neoliberal de Marcel Claude en Chile.
Debe tenerse en cuenta que la OCL-FEL confluye
con corrientes autonomistas y con el ideario propio de la
restauración de negarse a la construcción de un partido revolucionario de combate de la clase obrera y su vanguardia
que busque influenciar a las masas de explotados y oprimidos. Este rechazo se sostiene en el argumento de que la
conquista del poder político mediante la dirección de un partido revolucionario llevará inevitablemente a una sociedad
totalitaria controlada por el Partido-Estado. Esta afirmación
se basaría en la experiencia histórica de los regímenes estalinistas y sus distintas variantes.
Partiendo de ese punto, la noción de partido en la
OCL-FEL es la de construir un partido de las “mayorías” sin
delimitación alguna de clase y de su vanguardia. Para los
marxistas, construir una organización que no prepare a la
clase obrera y el conjunto del pueblo oprimido para la toma
del poder político, no es más que prepararla para una brutal
derrota ante los empresarios y su Estado.
Anarquistas por un partido amplio sin delimitación
de clase, anti estatistas por educación estatal gratuita,
Miseria de la estrategia:
la tradición anarquista y el partido libertario
En este acápite no realizaremos una historia del
anarquismo. Nos limitaremos a extraer los hilos de continuidad que persisten en la OCL-FEL en función de las
transformaciones y quiebres más importantes que sufrió el
anarquismo durante el siglo XX. Para lograr nuestro objetivo realizaremos un análisis de la experiencia histórica y la
estrategia del anarquismo ruso-ucraniano, chileno, español
y uruguayo, considerados como algunas de las tradiciones
más importantes que ha tomado la OCL-FEL.
El dilema de la organización política revolucionaria
en el anarquismo: Dielo Trouda y la Plataforma Anarquista
El gran dilema que ha atravesado al anarquismo
desde su aparición como “corriente revolucionaria” es el
de si es o no necesario dotarse de una organización polí12. Gutiérrez, José Antonio, “Sobre la Política de Alianzas”,
2007. En: http://es.scribd.com/doc/145455645/Sobre-La-Politica-de-Alianzas-Jose-Antonio-Gutierrez-Danton.
13. No obstante, recomendamos la siguiente nota: Puelma, Fabián,
“el Frente de Estudiantes Libertarios y su deriva anti neoliberal”, en
Clase contra Clase N° 213, marzo de 2013.
Mayo 2014 Polemica
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La Batalla
Revista Marxista de Teoria y Politica
tica para luchar por una sociedad humana sin explotación
ni opresión. Y de ser así, ¿qué tipo de organización? No
tenemos espacio en este artículo para relatar los acalorados
debates que ocurrieron al interior del mundo libertario desde fines del siglo XIX y principios del siglo XX. Los debates
entre anarquistas a fines del siglo XIX(14) y el gran debate
en el Congreso anarquista de Amsterdam en 1907(15) entre
los anarco-comunistas y sindicalistas revolucionarios, por
nombrar algunos, tendrán que ser parte de otro dossier o
artículo.
En función del objetivo que busca nuestro texto de
abrir el debate estratégico de qué organización revolucionaria construir para vencer, nos limitaremos a extraer la polémica más importante al interior del anarquismo que determinó
el surgimiento de un ala libertaria en favor de una organización homogénea: la publicación en 1926 de la Plataforma de
Unión General de los Anarquistas por la agrupación libertaria
ruso-ucraniana en el exilio francés Dielo Trouda (La Causa
de los Trabajadores). Este documento es considerado por el
mundo libertario como el establecimiento de un sector del
anarquismo que se propuso la tarea histórica de construir
14. Avilés, Juan, “Un punto de inflexión en la historia del anarquismo: El congreso revolucionario de Londres de 1881”, Cuadernos de
Historia Contemporánea, Universidad Complutense de Madrid, año
2012, vol. 34, pp. 159-180.
15. Un resumen de los aspectos más importantes tratados en las
sesiones de dicho Congreso pueden encontrarse en: http://www.
antorcha.net/biblioteca_virtual/historia/amsterdam/indice.html. En
este congreso, el debate más acalorado se centró en la acción de
los anarquistas en los sindicatos, cuyos máximos interlocutores
fueron el anarquista italiano Errico Malatesta y el sindicalista revolucionario francés Pierre Monatte. Al respecto ver: http://www.portaloaca.com/historia/historia-libertaria/2265-anarquia-y-sindicalismo-monatte-vs-malatesta-en-el-congreso-de-amsterdam-de-1907.
html.
16. Ver: Gutiérrez D., José Antonio, “El Anarco-Comunismo: Fundamentos Teóricos, Prácticos e Históricos de Nuestra Doctrina”, 2014.
En: http://www.anarkismo.net/article/26606.
17. “Plataforma Organizacional de los Comunistas Libertarios Dielo Trouda. (1926)”, pp. 9-10, disponible en: http://www.kclibertaria.
comyr.com/lpdf/l092.pdf.
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Polemica Mayo 2014
una organización con tintes partidistas. Creemos necesario
mencionar brevemente su relevancia histórica y política, ya
que constituye uno de los hilos de continuidad desde el cuál
la OCL-FEL toma la idea de construir un partido libertario.
La revolución rusa fue la primera prueba del anarquismo como corriente revolucionaria. Como sostuvo el
anarco-comunista chileno José Antonio Gutiérrez, la revolución rusa significó un fracaso para el anarquismo.(16)
Los bolcheviques demostraron que sin la construcción de
un partido revolucionario de la clase obrera no era posible
empujar la revolución a su triunfo. Los anarquistas rusos
y ucranianos no supieron qué hacer ante el desarrollo del
poder soviético. Haciéndose una autocrítica, el grupo Dielo
Trouda exiliado en Francia sostuvo en 1926: “(…) el estado
miserable en el que el movimiento anarquista vegeta, tiene
su explicación en un número de causas, de las cuales la
más importante, la principal, es la ausencia de principios y
prácticas organizativas en el movimiento anarquista (…)
Fue durante la Revolución Rusa de 1917 que la necesidad
de una organización general fue sentida más hondamente
y más urgentemente. Fue durante esta revolución que el
movimiento libertario mostró el más alto grado de seccionalismo y confusión. La ausencia de una organización general, llevó a muchos militantes anarquistas activos a las
filas bolcheviques. Esta ausencia es también la causa de
que muchos otros militantes hoy en día permanezcan pasivos, impidiendo el uso de su fuerza, que es frecuentemente
considerable.”(17)
La revolución rusa generó un enorme impacto en el
anarquismo a nivel internacional trayendo como consecuencia su relativo debilitamiento en favor del fortalecimiento de
los nacientes partidos comunistas. Esto se vio con fuerza en
Francia, no así en España, las dos fortalezas anarquistas al
momento de la oleada revolucionaria de 1917-1921.
De este modo, Dielo Trouda, integrado por los anarquistas ucranianos Néstor Makhno, Priotr Archinov y la anarquista polaca Ida Mett decidieron la publicación de la Plataforma de Unión General de los Anarquistas. Este documento
marcó el inicio de una interminable polémica al interior del
mundo libertario, ya que consolidó un bloque político en favor de la construcción de una organización anarquista de
principios homogéneos que rechazó de plano el viejo “sintetismo anarquista”(18). La Plataforma concentró dos ideas
fundamentales: primero, la necesidad de una organización
La Batalla
cés Georges Fontenis en su Manifiesto Comunista Libertario
(1953) explicitó que dicha organización política no podía ser
otra cosa que la construcción de un partido revolucionario.
El Manifiesto Comunista Libertario de Georges
Fontenis y la construcción del partido libertario
El Manifiesto de Fontenis(20) constituye en gran
parte una profundización y especificación de lo propuesto
en la década del 20 por sus congéneres ucranianos. El hilo
de continuidad con Dielo Trouda es la necesidad de unificar
a todos los anarquistas en una organización de principios
homogéneos en rechazo del “sintetismo”. Lo nuevo que
planteó el manifiesto fue afirmar la necesidad de construir
un partido comunista libertario para la realización de la revolución social.
Denunciado por un sector del mundo ácrata como
“marxista-leninista”, el Manifiesto de Fontenis se enmarca
en un contexto histórico de ascenso y prestigio de los partidos comunistas a nivel internacional. Al terminar la Segunda
Guerra Mundial, el estalinismo se encontró en su época de
mayor auge y la organización de partidos de corte marxista se impuso como la única vía posible para transformar la
realidad capitalista. A partir de la década del 50, Francia se
transformó en el segundo país con el PC más grande de
la Europa Occidental (el primero fue Italia) llegando a tener
más de medio millón de militantes. La presencia del PC en el
movimiento obrero francés resultó arrolladora y logró aislar
a la extrema izquierda francesa (anarquistas y trotskistas).
Georges Fontenis, maestro del barrio 19 de París,
fue protagonista de los debates al interior del mundo anarquista francés a partir de 1950(21) . Ante la hegemonía del
estalinismo en el movimiento obrero, los libertarios franceses pertenecientes a la Federación Anarquista (FA) se vieron atravesados por un fuerte debate político en torno a qué
organización anarquista construir como alternativa al PC.
Finalmente, Fontenis rompe con la FA y funda con otros libertarios la Federación Comunista Libertaria (FCL) que con-
Revista Marxista de Teoria y Politica
política revolucionaria dotada de un programa unificado de
acción; y en segundo lugar, la necesidad de integrar los
elementos constitutivos que guiarían a la organización revolucionaria: unidad teórica, unidad táctica, responsabilidad
colectiva, disciplina organizativa, programa homogéneo y
federalismo. Su objetivo era unificar de una vez por todas
a las dispersas agrupaciones anarquistas en el mundo. A su
vez, debemos advertir que en ninguna parte del manifiesto
se explicitó la necesidad de construir un partido anarquista.
Sin embargo, de la lectura se interpreta un camino abierto
hacia la construcción de un partido.
Por esto, el manifiesto fue rechazado de manera inmediata por las máximas figuras del anarquismo de ese momento histórico: Luiggi Fabbri, Alexander Berkman, Emma
Goldmann, Camilo Berneri, Sebastián Fauré, Max Nettlau, y
el mismísimo Errico Malatesta. También publicó una réplica
al manifiesto el ex makhnovista Volin.(19)
El elemento común de la crítica a Dielo Trouda
fue que la propuesta de construir una organización política
anarquista de esas características no se diferenciaba de un
partido político como el bolchevique. De ahí que varios de
los opositores a la Plataforma (como Berkman y Volin) los
tildaran de “anarco-bolcheviques” y promotores de un anarquismo de corte partidista. Una organización anarquista con
un programa homogéneo, que hiciera énfasis en la unidad
teórica y en el establecimiento de un Comité Ejecutivo que
“guiara” y “coordinara” las acciones de la militancia, no podía
ser otra cosa que una agrupación autoritaria. Y para el anarquismo las agrupaciones políticas autoritarias no eran otra
cosa que los partidos políticos.
Según la tradición anarquista, los partidos políticos
concentran el germen del autoritarismo debido a que tienen
dos objetivos: la toma del poder y ser gobierno. Un partido
que luche por la revolución socialista no tendrá otra tarea
histórica que imponer una nueva forma de dominación sobre
los explotados y oprimidos. Se entiende entonces porqué la
oposición de un amplio sector del mundo libertario a dicho
manifiesto. Sin embargo, la Plataforma mantuvo dos elementos clave de su ligazón intrínseca con el anarquismo:
la no aspiración a la toma del poder político y la negativa de
construir un nuevo Estado.
De este modo, los anarquistas ucranianos dejaron
como legado a la OCL-FEL la necesidad de construir una
organización política unificada. Décadas más tarde, el fran-
19. Ver: Rossini, Patrick, op. cit.
20. Fontenis, Georges, Manifiesto Comunista Libertario, 1953. Versión digitalizada en: http://www.kclibertaria.comyr.com/lpdf/l089.
pdf.
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tinuó el legado de la Plataforma makhnovista. La FCL tomó
la tarea de construir un partido comunista libertario para la
realización de la revolución social. Expresión concreta de
esto fue la participación en las elecciones parlamentarias de
Francia en 1956.
El Manifiesto Comunista Libertario constituyó así un
quiebre con la tradición anarquista que siempre se negó a
la construcción de un partido. Fontenis marcó un antes y un
después del anarquismo mundial. La posguerra, el ascenso
económico europeo y los procesos de liberación nacional en
Asia, África y América Latina plantearon nuevas tareas al
anarquismo. La nueva situación histórica caracterizada por
el desarrollo de los Estados de Bienestar terminó aislando y
haciendo desparecer al viejo anarco sindicalismo en los países donde había tenido fuerza. Lo interesante del Manifiesto
es que se consolidó una nueva corriente del anarquismo que
persiste hasta nuestros días: la que plantea la necesidad de
construir un partido libertario o una plataforma.
El Manifiesto de Fontenis adoptó para el anarquismo una serie de categorías marxistas para la construcción
de una genuina organización revolucionaria anarquista. La
división de la sociedad capitalista en dos clases antagónicas
(burguesía y proletariado); la relación entre la vanguardia
revolucionaria y las masas; la “minoría activa” y el programa
revolucionario; la unidad ideológica y su rechazo al “sintetismo” anarquista; y la unidad táctica y la disciplina colectiva, constituyen algunas de las adaptaciones del programa
marxista. Sin embargo, el manifiesto mantuvo elementos
propios del anarquismo. El rechazo a la toma y ejercicio del
poder político; la negativa de construir un Estado obrero; la
organización federalista; la lucha por una sociedad comunista anárquica, como los aspectos más consustanciales.
A partir de la posguerra apareció una corriente comunista libertaria en Europa que integró de manera ecléctica y pragmática algunas categorías marxistas. Por su parte,
en América Latina el eclecticismo se expresó en organizaciones como la Federación Anarquista Uruguaya (FAU), que
como veremos más adelante integró elementos del castro
guevarismo. De este modo, el comunismo libertario transitó a ser una corriente caracterizada por la ambigüedad de
sus planteamientos. Esto quedó evidenciado en el rol del
partido.
Fontenis tuvo una enorme dificultad en explicar
la relación vanguardia/masas en un proceso de ascenso
revolucionario. Solamente explicitó que para evitar que la
vanguardia organizada (el partido) desemboque en una
agrupación autoritaria “la minoría nunca debe olvidar que su
objetivo final es desaparecer al volverse idéntica a las masas al alcanzar su más alto nivel de conciencia en lograr la
Revolución”.(22) De este modo, Fontenis no dejó claro que
partido revolucionario construir: ¿partido de vanguardia con
influencia de masas?, ¿partido amplio de masas sin delimitación de su vanguardia?(23), o, ¿construir el partido recién
cuando se de la revolución? Fontenis eludió dicha discusión
ya que de lo contrario lo habría llevado al verdadero problema de la estrategia revolucionaria y que es lo que rechaza
por principio el anarquismo: la conquista del poder político
por parte de la clase trabajadora y el conjunto del pueblo
oprimido dirigidos por un partido revolucionario. Dicha ambigüedad respecto al rol de la organización revolucionaria en
la lucha de clases se agravó aún más con el nuevo periodo
de la restauración burguesa.
Como vimos en el segundo acápite, la restauración
burguesa tuvo como efecto político bloquear la lucha por el
socialismo en gran parte de la extrema izquierda y extirpar
de su programa a la clase trabajadora como sujeto revolucionario. Si bien la OCL-FEL mantiene el hilo de continuidad
del anarquismo de luchar por el comunismo anárquico, la
adaptación de esta corriente política a la ideología de la restauración que proclamó “el fin de la clase obrera” ha agravado su ambigüedad, eclecticismo y pragmatismo respecto de
21. Ver: http://www.elciudadano.cl/2010/08/11/25364/georges-fon- la organización revolucionaria que se quiere construir. Como
veremos en el acápite final de este dossier, la adopción de
tenis-una-figura-internacional-del-comunismo-libertario-nos-deja/
la estrategia-programa de la “revolución democrática” y de
la “multi-sectorialidad” no ha traído más que la agudización
22. Fontenis, George, op. cit., p. 12.
de las contradicciones políticas internas en la OCL-FEL. Su
23. En la parte final del dossier desarrollamos con mayor profun- giro inicial hacia una agrupación anti-neoliberal sin delimididad la diferencia entre partido de vanguardia con influencia de tación de clase, ni sujeto revolucionario, ni claridad en sus
masas y partido amplio de masas.
alianzas políticas, su apoyo a Maduro en Venezuela, por
Polemica Mayo 2014
La Batalla
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nombrar algunos aspectos, atisban un posible futuro de tensiones políticas aún mayores. ¿Vendrán posibles quiebres?
Recordemos que la transición del CUAC de ser un grupo de
propaganda libertaria a una agrupación con inserción social
más real coincidió con su quiebre en varias alas el 2003.
¿Ocurrirá lo mismo con la OCL-FEL?
Hasta aquí hemos realizado un breve análisis de
los hilos de continuidad que mantiene la OCL-FEL con las
corrientes anarquistas plataformistas nacidas en el viejo
continente. Sin embargo, resulta de suma importancia establecer los hilos de continuidad y quiebre con el anarquismo
chileno del siglo XX, del cual los anarco-comunistas criollos
se sienten depositarios.
El anarquismo en Chile durante la época de crisis,
guerras y revoluciones (1890-1973)
ra. Si bien el anarquismo clásico nunca se planteó en sus
principios filosóficos que la clase obrera era el sujeto de la
revolución socialista, fue en la primera fase de transición al
capitalismo industrial que el anarquismo tuvo su época de
gloria. Como planteara el libertario Murray Boockchin analizando el caso español, el anarquismo ha tenido su mayor
fuerza en las sociedades de transición al capitalismo industrial caracterizadas por la reciente proletarización de artesanos y campesinos y por la ausencia de legislación social del
Estado.(24)
Precisamente, el anarquismo chileno tuvo su época
de mayor influencia en el período previo a la construcción
del Estado social democrático de la década del 30. Las
tres primeras décadas del siglo XX chileno fueron las del
surgimiento del movimiento obrero organizado. Los trabaja24. L.TBookchin, Murray, Los anarquistas españoles. Los años
A nivel internacional, el anarquismo del siglo XX heroicos. 1868-1936, Numa ediciones, 2001. Ver Capítulo 4 y las
fue esencialmente una corriente política de la clase obre- Conclusiones finales.
Mayo 2014 Polemica
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La Batalla
Revista Marxista de Teoria y Politica
dores urbanos de esta época vivían en un entorno material
caracterizado por la miseria: hacinamiento en conventillos,
bajos salarios y extensas jornadas laborales, por nombrar
las más importantes. Además, la clase obrera no tenía reconocimiento de derechos de asociación y existía una completa ausencia de protección social. Estos últimos aspectos
son consustanciales al desarrollo de un Estado capitalista
moderno.
Cuando el ascenso del movimiento obrero en la
década del 20 puso en jaque la propiedad privada, la oli25. Ver: Cristi, Renato y Ruiz-Tagle, Pablo, La República en Chile.
Teoría y Práctica del Constitucionalismo Republicano, Lom ediciones, 2006, pp. 114-130.
26. Muñoz Cortés, Víctor, Sin Dios ni Patrones. Historia, diversidad
y conflictos del anarquismo en la región chilena (1890-1990), Mar y
Tierra Ediciones, 2013 p. 56. Negrillas nuestras.
27. Al respecto ver: Grez Toso, Sergio, Los anarquistas y el movimiento obrero. La alborada de “la Idea” en Chile (1893-1915), Santiago, Lom Ediciones, 2007; DeShazo, Peter, Trabajadores urbanos
y sindicatos en Chile: 1902-1927, Santiago, Centro de Investigaciones Diego Barros Arana de la Dirección de Bibliotecas, Archivos y
Museos, 2007; Rojas Flores, Jorge, La dictadura de Ibáñez y los
sindicatos (1927-1931), Santiago, DIBAM – Centro de Investigaciones Diego Barros Arana, 1993. Versión electrónica: http://www.
archivochile.com/Ideas_Autores/rojasfj/ rojasfj 0001.pdf.
28. Esto no significa que el Estado no haya iniciado un lento proceso de regulación de lo social desde el 1900. La creación de la
Oficina del Trabajo en 1907, el intento de aplicar las leyes sociales promulgadas desde 1906 hasta 1916, el establecimiento de
mecanismos de conciliación y arbitraje desde 1917 con todas sus
deficiencias, entre otros aspectos, son indicadores del proceso de
transformación que comenzó a sufrir el Estado chileno a principios
de siglo. Sin embargo, las instituciones que buscaron regular la
relación capital/trabajo fueron escasas y pobres en recursos, posibilitando en las primeras tres décadas el libre enfrentamiento entre
patrones y trabajadores. La transformación del Estado en un organismo estable de intervención en la sociedad civil solamente pudo
acelerarse entre 1925 y 1932. Al respecto ver: Yáñez, Juan Carlos,
La Intervención Social en Chile. 1907-1932, Ril editores, 2008.
29. Ver: Fernández Darraz, Enrique, Estado y Sociedad en Chile.
1891-1931, Lom Ediciones, 2003.
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Polemica Mayo 2014
garquía chilena tomó a regañadientes la decisión histórica
de transformar el régimen político. El capitalismo chileno, si
bien pobre y subdesarrollado, había engendrado batallones
de proletarios y con ello una nueva sociedad. Esto requirió
de un nuevo régimen político que se adecuara a los cambios
sociales y económicos. El resultado histórico de esto fue la
creación del Estado social liberal o la denominada República
democrática del periodo 1932-1973(25). El nuevo régimen
se caracterizó por la relación dialéctica entre la institucionalización de la participación política de las masas y el fortalecimiento del Poder Ejecutivo que se manifestó en la utilización
de decretos ley y facultades extraordinarias.
Como bien ha planteado el historiador anarquista
Víctor Muñoz, “el efecto más grave para el anarquismo se
ubica en la implantación forzada de la legislación social. Momentáneamente perdieron sus sindicatos y sus grupos casi
no pudieron operar, pero de ello se recuperarían en unos
años. Tuvieron muertos y torturados, otros renegaron de las
ideas, es cierto, pero lo más grave, para ellos al menos,
fue el inicio de la consolidación del sindicalismo legal”.
(26) Muñoz da cuenta de la gran contradicción que nunca
ha podido resolver el anarquismo: cómo puede desarrollarse
un movimiento revolucionario bajo la existencia de un Estado liberal democrático que engendra de manera permanente
instituciones que regulan la sociedad civil.
Como planteamos más arriba, la época de mayor
influencia del anarquismo en Chile fue cuando no existían
instituciones estables que regularan las nuevas relaciones
sociales capitalistas(27). Lo que existía era, al decir de Antonio Gramsci, un “Estado gendarme”(28). El Estado chileno
de las primeras décadas del siglo XX nacido de la guerra
civil de 1891 era un aparato político monopolizado por la
vieja oligarquía chilena de origen colonial que mantuvo en
la exclusión las demandas de la clase obrera, los campesinos y las capas medias.(29) La existencia de un Estado que
solamente intervenía en los conflictos obreros con represión
militar y la ausencia de una legislación que reconociera la
negociación colectiva, posibilitaron la generación de un
espacio fértil para que las ideas anarquistas influyeran con
relativa facilidad.
Los anarquistas lograron construir sindicatos combativos fuertemente organizados como los del cuero y calzado, los de imprenta, panaderos, estucadores y portuarios
por nombrar los más prominentes. Esta fue la época del
La Batalla
Chile (CTCh) en 1936, lo que significó la marginación del
anarquismo como ideología redentora del conjunto del movimiento obrero. El triunfo del Frente Popular en 1938 sumado
a la derrota del anarquismo español en ese mismo año agudizó la crisis del anarquismo chileno.
En tercer lugar, a partir de la década del 30 el anarquismo tuvo que hacer frente al proceso de estatalización
de lo social. Se había terminado al época del “Estado gendarme” y se dio inicio al Estado social benefactor chileno:
regulación de la negociación colectiva, reconocimiento de
asociaciones gremiales, cajas de seguro social controladas
por el Estado, creación de nuevos canales de participación
política de los sectores populares, por nombrar las más
importantes. La opción del anarquismo más doctrinario fue
marginarse de este proceso, lo que lo llevó a transformarse
en una corriente sectaria sin inserción real en las masas. Por
el contrario, el anarquismo sindicalista terminó adaptándose
a los marcos del nuevo régimen político siendo absorbido
por la rutina sindicalista (negociaciones colectivas anuales
con los gremios patronales)(32). No obstante, mantuvo
como hilo conductor de su tradición los métodos de la lucha
de clases para obtener sus demandas gremiales, es decir,
la huelga del conjunto de un sector productivo y la toma de
fábrica.
Resulta innegable que el gran aporte del anarcosindicalismo al movimiento obrero fueron los métodos combativos de lucha y organización. El problema reside en que los
métodos por si mismos no determinan la política a seguir.
Revista Marxista de Teoria y Politica
anarco-sindicalismo que concibió al sindicato como la base
de la nueva sociedad anárquica que sustituiría la sociedad
capitalista. Esta concepción del rol del sindicato como motor
de la revolución social llevó a los anarquistas a no diferenciar su propia organización de la organización sindical. Es
decir, la organización anarquista no existía por fuera de la
acción sindical. En momentos de establecer negociaciones
colectivas por rubro, los anarquistas se imponían con éxito
en huelgas generales y utilizando los métodos de la lucha de
clases. Terminado el conflicto, el anarquismo como ideología
tendía a retroceder(30) . En esto residió la gran debilidad
orgánica del anarco-sindicalismo.
En primer lugar, la lucha anarco-sindicalista se redujo a demandas gremiales como aumento salarial y mejora de
condiciones laborales separándolo de la lucha por la revolución. El socialismo constituyó una idea, un horizonte a seguir
o simplemente una utopía. Porque para llevarlo adelante se
necesitaba unificar al movimiento obrero tras una organización política que buscara centralizar las luchas y las condujera hacia la toma del poder. Eso implicaba la construcción
de un partido revolucionario que el anarquismo se negó por
principio a construir.
En segundo lugar, la negativa del anarquismo obrero de las primeras décadas del siglo XX de organizar a los
gremios en una central sindical unificada los debilitó aún
más. Esto si lo logró con relativo éxito la Federación Obrera
de Chile (FOCh) dirigida por socialistas y más tarde comunistas. El federalismo anarquista preconizó la “autonomía
gremial” entre los sindicatos. Esto se tradujo en la existencia
de gremios fuertemente organizados que lograban imponer
con éxito sus demandas a los gremios patronales, pero con
la gran consecuencia de conducirlos a acuerdos colectivos
anuales por rama que separaron aún más a los sindicatos
entre sí. El caso de los zapateros, panaderos e impresores
constituyen el mejor ejemplo.(31)
La única central sindical que finalmente logró reunir diversos gremios de orientación anarcosindicalista fue la
Confederación General del Trabajo (CGT) a partir de 1931,
meses más tarde de la promulgación del Código del Trabajo. Sin embargo, la negativa de la CGT de incluir sindicatos
legales en su organización la aisló del resto del movimiento
obrero organizado que optó por legalizar sus sindicatos. El
aislamiento de la CGT del resto del sindicalismo se profundizó al conformarse la Confederación de Trabajadores de
30. Al respecto ver: Muñoz Cortés, Víctor, op. cit., p. 138; Grez
Toso, Sergio, Los anarquistas y el movimiento obrero…, op. cit., pp.
90-92; Rojas Flores, Jorge, op. cit., pp. 97-103.
31. Ver: DeShazo, Peter, op. cit., pp. 215-256; Muñoz Cortés, Víctor, op. cit., pp. 93-177. Hubo intentos de los anarquistas de conformar centrales sindicales que unificaran al conjunto de la clase
trabajadora chilena entre 1919 y 1926: la Industrial Workers of the
World (IWW) y la Federación Obrera Regional de Chile (FORCh).
32. Ver el caso de la Federación Obrera Nacional del Cuero y calzado (FONACC) y la Federación de Obreros de Imprenta (FOI), en:
Muñoz Cortés, Víctor, op. cit., pp. 160-177. Por su parte, a partir de
1938 la CGT aceptó integrar sindicatos legales que respetaran la
orientación revolucionaria de esta. Ver: Muñoz Cortés, Víctor, op.
cit., p. 127.
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La Batalla
Revista Marxista de Teoria y Politica
Si los métodos de lucha de clases no están subordinados a
una estrategia revolucionaria clara, la combatividad termina
diluyéndose y desapareciendo al momento de verse terminado el conflicto laboral. La única vía posible fue la transformación de un sector del sindicalismo antaño combativo
dirigido por los anarquistas a uno que se adaptó a las conquistas sociales y económicas obtenidas por sus métodos
de organización. El mejor ejemplo de esto lo constituyeron
los obreros de la industria gráfica, viejo bastión del anarcosindicalismo.(33)
En los albores del triunfo de la Unidad Popular el
anarquismo prácticamente había desaparecido del movimiento obrero. Los viejos gremios que alguna vez fueron un
bastión libertario eran dirigidos por los partidos obreros reformistas (Partido Comunista y Partido Socialista). Por otro
lado, los viejos anarco-sindicalistas dirigidos por Ernesto
Miranda habían decidido fundirse en la creación del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) en 1965. Con el
golpe militar de 1973 y las transformaciones neoliberales, el
anarcosindicalismo desapareció. Como planteó Víctor Muñoz, fue a fines de los 80 y principios de los 90 que el anarquismo volvió a resurgir, pero ya no como una corriente del
movimiento obrero con quien cortó todo hilo conductor, sino
como una expresión política ambigua de la juventud descontenta con el proceso de transición a la democracia: “En otras
palabras el anarquismo chileno noventero tuvo que hacerse
a sí mismo, y en ese proceso bebieron de fuentes tan diver33. Ver el caso de la Federación Obrera Nacional del Cuero y calzado (FONACC) y la Federación de Obreros de Imprenta (FOI), en:
Muñoz Cortés, Víctor, op. cit., pp. 160-177. Por su parte, a partir de
1938 la CGT aceptó integrar sindicatos legales que respetaran la
orientación revolucionaria de esta. Ver: Muñoz Cortés, Víctor, op.
cit., p. 127.
34. Ver: Muñoz Cortés, Víctor, op. cit., pp. 167-177.
35. Muñoz Cortés, Víctor, op. cit., p. 87.
36. Por anarquismo especifista entendemos una agrupación basada en principios anarquistas con autonomía propia, diferenciada del
movimiento de masas. Ver: “la estrategia del especifismo”, entrevista a Juan Carlos Mechoso, 2009, pp. 2-4. En: http://www.anarkismo.
net/article/18368.
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Polemica Mayo 2014
sas como la subcultura y el mundo de la música punk, los
grupos armados marxistas leninistas (MIR, FPMR, MJL), los
movimientos indigenistas, ecologistas y otros.”(34)
La OCL-FEL surgió de ese “hacerse a sí mismo”
del anarquismo marcado por la restauración burguesa. Pero
como tal retomó la tradición anarquista chilena de las primeras décadas del siglo XX. La lección aprendida de dicha
experiencia histórica fue crear un movimiento anarquista
amplio que trascendiera lo anarquista específico(35) para
evitar caer en el aislamiento y la marginación del movimiento
de masas. Esto los llevó a retomar la experiencia histórica de organización de la Federación Anarquista Uruguaya
(FAU) de la posguerra. Dicha corriente anarquista planteó
que la única manera de salvar al anarquismo como ideología era dotándose de una organización política propia, lo
que no era otra cosa que construir un partido anarquista.
También retomaron la herencia del viejo anarco-sindicalista
del cuero y calzado Ernesto Miranda, quien también planteó
la necesidad de construir un partido libertario. Esta idea la
retomaremos más adelante.
Ahora cabe preguntarse: ¿Cuál ha sido la experiencia historia del anarquismo ante la prueba de la revolución? En Chile el anarquismo nunca llegó a ese momento
histórico. Cuando se planteó la toma del poder en Chile, el
anarquismo era prácticamente impotente para incidir en la
conducción del movimiento de masas. El único proceso revolucionario en el cuál el anarquismo cumplió un rol destacado en la dirección de amplias capas de la clase obrera y
el campesinado fue en España durante la década de los 30.
Realizaremos una breve narración de cómo la revolución española hizo estallar todas las contradicciones del anarquismo contenidas en la ausencia de una estrategia revolucionaria de la clase obrera para la conquista del poder político.
El anarquismo ante la prueba de la revolución:
lecciones de España(36)
Si el anarquismo chileno no supo cómo enfrentar
la transformación del Estado gendarme en un Estado liberal democrático en un momento de ascenso de la lucha de
clases, el anarquismo español no supo enfrentar al Estado
capitalista en un momento donde se planteó objetivamente
la conquista del poder mediante una revolución proletaria.
La Batalla
forma de autoritarismo brutal contra los explotados y oprimidos. El argumento se sostuvo, entre otras cuestiones, en la
experiencia de la revolución rusa que había degenerado en
un Estado totalitario dirigido por el partido único autoritario
cuya expresión fue el estalinismo.
En segundo lugar, el anarquismo había logrado
sentar hondas raíces en el movimiento obrero español sobre
todo el catalán.(39) La época dorada del anarquismo obrero
español coincidió con la época de transición al capitalismo
moderno bajo un Estado que todavía era monárquico y en el
que no existía legislación laboral ni reconocimiento de derechos democráticos mínimos. España constituía después de
Irlanda y Portugal, el país más subdesarrollado y atrasado
económicamente de la Europa Occidental. Las presiones
que ejercía el capitalismo imperialista inglés y francés hicieron a España entrar en una enorme crisis del viejo modelo
monárquico aristocrático. El proceso de proletarización que
venía desarrollándose lentamente desde mediados del siglo
XIX, dio un salto entre el 1900 y 1920. De ese proceso salió
el joven revolucionario oriundo de la región rural de León,
Buenaventura Durruti. Nueva generación de obreros combativos, nueva generación revolucionaria.
De este modo, con la proclamación de la Segunda República en 1931(40) , todo lo forjado por el anarquismo
español se puso a prueba. Desde 1931 hasta 1936, el anarquismo español mostró en la práctica todas las consecuencias de su negación de la conquista del poder.
Revista Marxista de Teoria y Politica
El principal país donde el anarquismo logró constituirse en un movimiento de masas con larga trayectoria fue
el Estado español(37). Mientras que en los años 30 el anarquismo latinoamericano y de Europa del Sur decaía en su influencia en el movimiento de masas, en la península ibérica
el anarquismo logró su mayor impronta no solo en un sector
amplio de la vanguardia obrera (Cataluña) sino que también
en amplias capas del campesinado (Murcia, Andalucía y
Aragón). Pero el inicio del proceso revolucionario en España
a partir del triunfo de la Segunda República en 1931 hizo
mostrar una vez más las contradicciones de los anarquistas. Si el anarquismo pudo transformarse en un referente
mundial para la revolución eso pudo ocurrir en España. Sin
embargo, la experiencia española hizo que se manifestara
toda la miseria estratégica del anarquismo, terminando por
sepultarlo como alternativa revolucionaria.
Es de suma importancia constatar esto debido a
que la OCL-FEL se siente portador de la experiencia de los
anarquistas españoles, de la colectivización del campo y las
industrias y de la Agrupación Los Amigos de Durruti. El rol
de dirección política que jugó el anarquismo en España es
poco conocido entre sus seguidores. Lo que todos sabemos
y que sabe el anarquista común y corriente, es que el anarquismo dio su mejor muestra de lucha en la revolución española, y que esta se perdió por una falta de recursos militares.
Sin embargo, lo que ocurrió fue todo lo contrario. A continuación estableceremos las ideas centrales que
muestran cuál fue el rol del anarquismo ante la gran prueba
de la toma del poder.(38)
En primer lugar, el anarquismo español específico construyó una organización política propia en 1927 cuyo
nombre fue la Federación Anarquista Ibérica (FAI). A principios de la década del 30, la FAI logró ponerse a la cabeza de
la gran central sindical que tradicionalmente había dirigido el
anarcosindicalismo español: la Confederación Nacional del
Trabajo (CNT), fundada en 1910 en la ciudad de Barcelona.
De allí que haya quedado en la retina historiográfica como la
CNT-FAI y no como ambas organizaciones independientes
entre sí.
La CNT-FAI negó desde un principio la lucha por la
toma del poder. Esto acorde a la doctrina anarquista que
preconizaba el anti autoritarismo estatal. Según la doctrina
de Mijaíl Bakunin, la toma del poder político implicaba la
construcción de un nuevo Estado que llevaría a una nueva
37. Agradecemos los comentarios y precisiones realizadas por los
compañeros de Clase contra Clase de España que posibilitaron la
elaboración final de este apartado.
38. Ver Bookchin, Murray, op. cit.
39. Referente a la revolución española leer: Guillamón, Agustín,
Barricadas en Barcelona. La CNT de la victoria de Julio de 1936
a la necesaria derrota de Mayo de 1937, Ediciones Espartaco Internacional, 2007; Munis, Grandizo, Jalones de derrota. Promesa
de Victoria. Crítica y teoría de la revolución española (1930-1939),
Muñoz Moya Editores, 2003 (1948 y 1977); Amorós, Miquel, La Revolución traicionada. La verdadera historia de Balius y Los Amigos
de Durruti, Virus Editorial, 2003; Mintz, Frank, Autogestión y anarcosindicalismo en la España revolucionaria, Libros de Anarres, 2008.
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La Batalla
Revista Marxista de Teoria y Politica
Primero, en el proceso de la caída de la Monarquía y el establecimiento de la República. Mientras la clase obrera junto a estudiantes se batía en las calles contra
las fuerzas monárquicas, la CNT se debatía en una falsa
polémica. Por un lado, el grupo de Ángel Pestaña(41) buscaba obtener un lugar bajo la égida de la coalición republicano-socialista. Por el otro, los faístas pretendían hacer
revoluciones aisladas de las masas. En ningún momento
las fuerzas cenetistas promovieron una política de independencia de clase para, junto con los trabajadores socialistas,
derribar revolucionariamente la monarquía e instaurar la
fuerza de la clase obrera. El gobierno de la coalición republicano-socialista que duró hasta 1933 demostró todo su conservadorismo y reprimió brutalmente las huelgas obreras y
campesinas. Los anarquistas se negaron a aprovechar el
ámbito electoral para levantar candidaturas obreras propias
en función de movilizar a las masas contra el régimen político, bajo el argumento de que eso era engañar a las masas
generando ilusión en el Estado burgués.
Segundo, la desilusión del gobierno republicano
hizo girar a la CNT-FAI al ultra-izquierdismo. Primero protagonizaron varios alzamientos (Terrassa, Figols, Casas Viejas, por nombrar algunos) en los cuales proclamaron el “comunismo libertario” aunque sin tener el apoyo de las masas.
Intentos fallidos que los fueron alejando cada vez más de
amplias capas de trabajadores y campesinos. Luego en las
elecciones parlamentarias de noviembre de 1933 llamaron
40. La Primera República fue proclamada en febrero de 1873 y tuvo
una corta duración siendo derrocada por los monárquicos en enero
de 1874. Ver: Bookchin, Murray, pp. 103-116.
41. Ángel Pestaña fue el dirigente del ala derecha de la CNT, que
hegemonizó la central durante la década del 20. Colaboracionista
con Primo de Rivera, y buscando colaborar con la coalición republicano-socialista fue desplazado en 1931 por la FAI. Los “treintistas”,
como se le denominó al grupo de Pestaña se alejaron de la CNT
constituyendo su propia organización sindical. Por su parte, Pestaña fundó en 1932 el Partido Sindicalista que posteriormente será
parte del Frente Popular. Ver: Boochkin, Murray, op. cit. Capítulo 9,
“De la dictadura a la república”, pp. 285-355.
42. Autor del tan leído libro: La FORA. Ideología y trayectoria del
movimiento obrero revolucionario en la Argentina, Ediciones Utopía
Libertaria, 2005 (1933).
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Polemica Mayo 2014
a la abstención electoral que posibilitó un triunfo apretado
de la Derecha española. Se abrió así el bienio negro que
tuvo como máximo hito de la lucha de clases la comuna de
Asturias en octubre de 1934.
Tercero, luego de 5 años de experiencia con la Segunda República, con un gobierno republicano burgués de
izquierda y otro gobierno burgués conservador de derecha,
la CNT-FAI concedió un “apoyo tácito” a la nueva coalición
republicana que se lanzó a las elecciones de febrero de
1936. Este apoyo tácito se tradujo en no apoyar públicamente ninguna coalición política, pero otorgándole libertad de
acción a la militancia cenetista y anarquista de que votaran
por la coalición que no fuese simpatizante del fascismo. Esto
se tradujo lógicamente en apoyar nuevamente a la izquierda
republicana. Esta vez no hubo campaña alguna pidiendo el
voto en blanco por parte de la CNT.
Con el triunfo del Frente Popular, el ideario anarquista anti estatista y anti autoritario continuaba su camino
de disolución en los hechos concretos de la lucha de clases.
El levantamiento de julio de 1936 marcó así el punto máximo
de la anulación misma de los principios libertarios.
Luego de derrocar el alzamiento fascista en Barcelona, la CNT-FAI pasó a controlar en los hechos el conjunto
de la ciudad. El levantamiento reaccionario fue aplastado
por el levantamiento del proletariado catalán. El 19 de julio fue una gran victoria de la clase obrera como punto de
apoyo para avanzar en el triunfo de lo que en la práctica ya
había comenzado: un proceso revolucionario socialista. El
Presidente de la Generalitat (gobierno catalán), Lluis Companys, se entrevistó inmediatamente con la dirección de la
FAI (García Oliver, Diego Abad de Santillán(42) y Federica
Montseny) ofreciendo la dirección del gobierno a los ácratas. Estaba planteada la destrucción de la institucionalidad
burguesa en Cataluña y la construcción de una nueva institucionalidad sostenida en los barrios, industrias y edificios
controlados por la CNT. Pudo ser el inicio de una revolución
triunfante que habría marcado un vuelco en la correlación de
fuerzas a nivel internacional con el fascismo a la ofensiva.
La revolución española pudo mostrar una vía real alternativa al estalinismo, tomando lo mejor de la experiencia de
la revolución rusa. Pero la ausencia de un partido revolucionario que se plantee la toma del poder político mediante
la destrucción del Estado burgués trajo sus consecuencias.
Los anarquistas decidieron “no tomarse” el gobierno y de-
La Batalla
se proclamó por un gobierno revolucionario de los trabajadores que derrocara a quienes encabezaban la República
en ese momento.
Sin embargo, la Agrupación Durruti se limitó a criticar a la dirección de la FAI y se negó avanzar a un quiebre
total con ella. También se negó a preconizar la fusión con las
alas izquierdas que fluían del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y del Partido Obrero de Unificación Marxista
(POUM) que criticaban la conducción republicana para dar
surgimiento a un genuino partido revolucionario. En última
instancia la Agrupación se subordinó a la “unidad anti fascista” que pregonaba la FAI y el estalinismo (y que ellos mismos criticaban). Como sostuviera Agustín Guillamón, quizás
“no podían hacer otra cosa, dado su número y su escasa
influencia en la masa cenetista”(46). Detrás de la “unidad
anti fascista” se ocultaba la colaboración plena con el Estado burgués. Esto significó la derrota del alzamiento de mayo
y la posterior persecución y aniquilamiento por parte del
estalinismo de todos los anarquistas disidentes, poumistas,
socialistas de izquierda y trotskistas.
En enero de 1938, cuando la revolución estaba perdida, la Agrupación Los Amigos de Durruti emitió un sorprendente pero tardío manifiesto político en el que se realizó un
balance de la derrota de mayo(47). Dicho folleto fue escrito
clandestinamente por Jaime Balius y lleva por título “Hacia
una nueva revolución”. Solamente mencionaremos las tres
Revista Marxista de Teoria y Politica
cidieron entrar a este junto a la burguesía republicana, los
estalinistas y grupos centristas, como “administradores” que
defenderían las conquistas sociales obtenidas por los trabajadores el 19 de julio(43).
Se había consumado la mayor traición histórica
del anarquismo. Los principios anti estatistas y libertarios
volaron en mil pedazos y desaparecieron al entrar en la
administración del gobierno catalán. Todos los ministerios
y servicios públicos contaron con “funcionarios y consejeros” cenetistas y faístas. Hasta en labores de policía interna
participaron los anarquistas con la institucionalización de los
Servicios de Investigación de la CNT-FAI dirigido por Manuel
Escorza del Val.(44) El anarquismo mostró que su estrategia
era impotente para conducir a la victoria a la clase obrera.
Era la miseria de su estrategia. ¿Pero no hubo otra alternativa anarquista que criticara semejante traición y planteara el
camino de la revolución?
La única corriente del anarquismo que criticó semejante acto de traición fue la Agrupación Amigos de Durruti.
Fue recién a principios de 1937, cuando las fábricas comenzaron a ser dirigidas por los interventores republicanos y
no por los obreros, que dicha agrupación saltó a la escena.
¿Era tarde para hacer algo? No, según León Trotsky había
una esperanza real de cambiar el rumbo(45) . Pero para dar
un vuelco había que romper con el gobierno administrado
por socialistas, republicanos, estalinistas y anarquistas e imponer un programa revolucionario que hiciera el llamado a
todos los obreros y campesinos del país de que la lucha contra el fascismo solamente se ganaría mediante el programa
y los métodos de la revolución proletaria y no sosteniendo
por izquierda a la podrida y deslegitimada República burguesa. Pero no había partido revolucionario. Este no se había
construido en el tiempo que se construyó el anarquismo.
¿La Agrupación Durruti podía ser una alternativa?
Si la revolución española dio lo peor del anarquismo en su historia, también pudo dar lo mejor. Pero lo mejor
que pudo dar se vio obstaculizado y limitado por la misma
estrategia de la cual era parte. Los Amigos de Durruti establecieron una crítica correcta a la CNT-FAI y apoyaron el
alzamiento contra la intervención del Estado en los organismos obreros. Ese alzamiento se conoció como “los hechos
de mayo de 1937”. Esta Agrupación señaló correctamente
que había que desplazar a la contrarrevolución gobernante
y que había que formar una “Junta revolucionaria”. Es decir,
43. Lluis Companys le dijo a García Oliver: “(…) si así lo estimáis,
con todo gusto os hago entrega de la Presidencia de la Generalidad
(…)”. García Oliver respondió: “Puede continuar siendo Presidente.
A nosotros no nos interesa nada referente a la presidencia ni al
gobierno”. En una entrevista realizada en 1950, Oliver sostuvo que:
“(…) Por nuestra parte, y así lo estimaba la CNT-FAI, entendimos
que debía seguir Companys al frente de la Generalidad, precisamente porque no habíamos salido a la callea luchar concretamente
por la revolución social, sino a defendernos de la militarada fascista”. Ver: Guillamón, Agustín, op. cit., pp. 54-55.
44. Guillamón, Agustín, op. cit., p. 90.
45. Trotsky, León, La revolución española, El puente editorial, Colección La Pluma. I. “La lección de España (última advertencia).
Bolchevismo y menchevismo en España”, pp. 116-135.
46. Guillamón, Agustín, op. cit., p. 168.
Mayo 2014 Polemica
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La Batalla
Revista Marxista de Teoria y Politica
ideas centrales que sintetizan el folleto y que constituyen
una impresionante autocrítica del rol del anarquismo en la
revolución.
El folleto contiene tres ideas fundamentales: primero, la inmensa mayoría de los trabajadores estaba al lado de
la CNT, pero esta carecía de una teoría revolucionaria para
vencer. Segundo, la CNT fue derrotada por la ausencia de un
programa revolucionario que empujara a los trabajadores a
las últimas consecuencias que eso implicara. Tercero, había
que conformar una “Junta Revolucionaria” que se encargara
de asuntos de Gobierno junto con sindicatos. Balius, cuando
afirmaba que había que llevar la “revolución con todas sus
consecuencias” nos permite inferir que no era otro camino
que la toma del poder político. Dicho texto constituye el balance más crítico que se ha realizado desde dentro del anarquismo de su propio actuar en la revolución. Pero contiene
el gran límite de que en tanto que anarquistas mantuvieron
el rechazo a la construcción de un partido revolucionario de
conformación leninista, única vía para hacer triunfar la revolución. Si la Agrupación Los Amigos de Durruti hubiese
consumado su cometido se habría anulado a sí misma como
corriente anarquista, transformándose en otra cosa que no
podía ser más que un partido marxista. Esto significa que
no había otro destino para el triunfo de la revolución que
lo mejor del anarquismo español se superase a sí mismo
47. Ver el Manifiesto de la Agrupación Los Amigos de Durruti en:
Guillamón, Agustín, op. cit., pp. 144-147. El folleto “Hacia una nueva revolución” publicado en enero de 1938 constituye la profundización del balance publicado por la Agrupación en junio de 1937. Ver:
Guillamón, Agustín, op. cit., pp. 177-190.
48. Trotsky, León, La revolución española, op. cit., pp. 138-150.
49. Ver: Miranda, Nicolás, “Los trotskistas en dictadura”, Revista La
Batalla Nº 4 (en prensa).
50. Por trotskismo de Yalta entendemos el proceso de degeneración de la Cuarta Internacional durante la posguerra. En el nuevo
escenario histórico caracterizado por la “guerra fría”, el trotskismo
no estableció un nuevo marco estratégico, adaptándose en su defecto a las condiciones impuestas por el imperialismo y la burocracia soviética. Ver: Albamonte, Emilio y Romano, Manolo, “Trotsky y
Gramsci. Convergencias y divergencias”, Revista Estrategia Internacional Nº 19, 2003
132
Polemica Mayo 2014
y se transformara en un partido revolucionario que luchara
por la toma del poder. Pero eso no ocurrió. La Agrupación
Los Amigos de Durruti es lo más revolucionario que ha dado
el anarquismo hispánico enmarcado dentro de sus propios
límites filosófico-políticos. Plantearse una organización con
una teoría revolucionaria y con un programa revolucionario
no es otra que la de un partido revolucionario.
La lección de la revolución española quedó graficada de manera contundente por Trotsky en un artículo titulado Clase, Partido, Dirección. ¿Por qué fue derrotado el
proletariado español?, meses antes de ser asesinado por
el estalinismo. La lección política es la necesidad histórica
de construir un partido leninista de combate que prepare a
la clase obrera y el pueblo oprimido para la toma del poder
político y la destrucción del Estado burgués(48). Justamente
lo que el anarquismo niega como tarea histórica y lo que le
pasó una trágica cuenta en España.
Después de la flagrante y trágica derrota del proceso
revolucionario en 1939, vino la segunda gran guerra imperialista que se extendió hasta 1945 con millones de muertos.
La Unión Soviética y los partidos comunistas estalinizados a
nivel mundial salieron fortalecidos y se plantearon como la
única alternativa política a seguir. El trotskismo mantuvo una
línea correcta de independencia política de clase durante la
guerra ante las democracias liberales y el estalinismo. En
Indochina y Grecia logró adquirir influencia en sectores de
masas. Sin embargo, terminada la guerra se quebró en varias tendencias iniciando su deriva en una corriente política
centrista que llevó a varios de los grupos a transformarse
en sectas insignificantes como ocurrió en Chile(49). Durante
la posguerra el trotskismo, transformado en un movimiento
centrista, solamente logró adquirir una influencia relativa en
Francia durante la década del 60 y parcialmente en Argentina en la década del 70. Dicho fenómeno histórico lo denominamos “trotskismo de Yalta”.(50) Por su parte el anarquismo
a nivel mundial agudizó su crisis política y sobrevivió oculto
en algunas corrientes sindicales a nivel nacional.
¿Era el fin del anarquismo? ¿A caso la revolución
española no había enseñado a sus propias filas que el anarquismo carecía de una estrategia revolucionaria?
La Batalla
En 1956 se fundó la FAU. Fue una síntesis entre el
proceso de auge sindical del Uruguay de los años 40 y 50
expresado en la experiencia de los gremios solidarios(52) y
de la sobrevivencia de la militancia anarquista de las Juventudes Libertarias (JJLL) de los años 30. Nos interesa rescatar brevemente las lecciones que extrajo la FAU para lo que
finalmente será su “innovadora” conclusión: la necesidad de
construir un partido anarquista.
En el momento de su fundación la FAU se propuso
crear una organización específica del anarquismo que pudiese enfrentar el problema que había llevado a la crisis al
anarquismo de la preguerra: el no saber enfrentar la estatalización de lo social. Al respecto, la FAU planteó superar la
tradición anarcosindicalista del periodo 1900-1930, en especial el “criticismo total” a la legislación laboral. Esto los llevó
a aceptar a los sindicatos legales y la protección social del
Estado. Entendiendo la nueva situación histórica mundial, la
FAU se propuso crear un genuino movimiento libertario que
luchara por la revolución bajo estas nuevas coordenadas de
la época del Estado de bienestar social. El viejo sectarismo
anarcosindicalista se había superado. Pero ocurrió un hecho
que potenció aún más la necesidad de construir un nuevo
movimiento anarquista.
La revolución cubana en 1959 abrió una nueva luz
de esperanza a toda la extrema izquierda que se había aislado ante el enorme prestigio triunfante del estalinismo de la
posguerra. La revolución cubana fue dirigida por un partido
no estalinista y dio el salto inmediato a la revolución socialista sin detenerse en la etapa democrática burguesa. Si bien
la extrema izquierda marginal personificada en el trotskismo
y el anarquismo se llenó de esperanzas para salir adelante,
ambos integraron acríticamente la forma en que se había logrado la revolución en Cuba. Había nacido una nueva forma
de organización revolucionaria: el partido ejército y el foco
guerrillero.
El ala mayoritaria de la FAU denominada “nueva
izquierda” apoyó desde un principio a la revolución cubana
sin ninguna crítica a la dirección castrista.(53) La revolución
cubana dejó una enorme impronta en la construcción de la
FAU a partir de los años 60 y por ende trajo enormes contradicciones en su acción política.
En primer lugar, se pasó de un internacionalismo
proletario a un latino-americanismo de corte guevarista que
integró de manera ambigua que la lucha principal era entre
los pueblos oprimidos y el imperialismo. Esto produjo una
ambigua separación entre la lucha anti capitalista (contradicción principal capital/trabajo) y la lucha anti imperialista
que les impidió diferenciar las contradicciones de clase al
interior de los movimientos de liberación nacional dirigidos
por burguesías nativas.
En segundo lugar, la FAU integró la noción guevarista de luchar por la revolución socialista saltándose la
etapa democrática burguesa. Esto implicó negar cualquier
rol progresista a las burguesías nacionales latinoamericanas consideradas aliadas locales del imperialismo contra
la clase obrera(54). De este modo, la FAU se propuso la
lucha por la revolución pero sin especificar si esto constituía
la conquista del poder, mostrando una vez más el clásico y
tradicional límite del anarquismo.
Por último y lo más importante, la revolución cubana
convenció a la FAU de que había que dotarse de una organización política combativa, funcional y disciplinada que
preparara a las vanguardias para la revolución.(55) La in-
Revista Marxista de Teoria y Politica
La Federación Anarquista Uruguaya (FAU), el partido
anarquista y la integración ambigua del marxismo(51)
51. Agradecemos a los compañeros de Juventud Revolucionaria
Internacionalista de Uruguay por los comentarios y críticas respecto
a este apartado.
52. Al respecto ver: Cores, Hugo, La lucha de los gremios solidarios
(1947-1952), Editorial Compañero, Ediciones de la Banda Oriental,
1989.
53. Para establecer la estrategia de la FAU nos hemos basado en
la síntesis de Rey Tristán, Eduardo, A la vuelta de la esquina. La izquierda revolucionaria uruguaya. 1955-1973, Editorial Fin de Siglo,
pp. 185-258. La polémica que se dio en torno a la integración estratégica de la revolución cubana se dio entre la minoría principista
dirigida por Luce Fabbri (hija del teórico anarquista italiano Luigi
Fabbri) y la mayoría perteneciente a la “nueva izquierda” de José
Jorge Martínez. Ver: Rey Tristán, Eduardo, op. cit., pp. 207-218.
54. Al respecto ver un artículo de la FAU publicado en 1968 y titulado: “En el Uruguay tampoco hay lugar para la política de la llamada
“burguesía nacional”, en: Mechoso, Juan Carlos, Acción Directa
Anarquista. Una historia de FAU. Tomo IV, Ediciones Recortes,
2005, pp. 82-84.
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La Batalla
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tegración ecléctica y ambigua de la concepción de partido
de vanguardia implicó reafirmar los principios federalistas
libertarios para evitar caer en el “autoritarismo leninista”. Sin
embargo, adoptaron formas de organización propias de un
partido guerrillero como fue la Organización Popular Revolucionaria 33 Orientales (OPR-33) cuya función era realizar
atracos a bancos y robo de armas para apoyar las luchas
sindicales y populares.
Debemos precisar que la FAU no fue del todo foquista. La FAU combinó sindicalismo sin perspectiva política clara con militarismo y sustitucionismo de la vanguardia
obrera y sus organizaciones. Si bien la OPR-33 fue pensada
como un aparato armado que debía “suplir” a la autodefensa
obrera, en la práctica terminó sustituyendo el rol de la autodefensa de los trabajadores y la perspectiva de las milicias
obreras.
De este modo, se inició el camino de un partido
anarquista que pasó a formar parte de la denominada “izquierda revolucionaria” latinoamericana. Lo que diferenció a
la izquierda revolucionaria de la izquierda reformista fue la
opción por la vía armada.(56) Como veremos, la debilidad
de optar por esta vía residió en no saber cómo debía realizarse dicha lucha armada, si mediante la insurrección de
masas basados en sus organismos de auto-organización,
o si debían realizarlas grupos armados montados sobre las
masas. La combinación contradictoria entre sindicalismo y
militarismo sustitucionista fue clave al momento de definir
el accionar de la FAU durante el ascenso revolucionario del
periodo 1968-73.
En 1963, la FAU publicó un folleto titulado “Reinventar el Anarquismo”(57) en el que se planteó la necesidad
de superar el viejo dogmatismo principista anarquista que
según la FAU había sido responsable de la transformación
del anarquismo en una corriente marginal del movimiento
de masas. Esto significó abrirse a nuevas teorías en boga
en los años 60, en especial el marxismo. Como dijera el
dirigente anarquista Juan Carlos Mechoso, había “que refrescar nuestra ideología, había que “reinventarla” para que
resultara operativa en esta nueva coyuntura histórica”.(58)
En efecto era una nueva época de ascenso revolucionario
marcado por la revolución cubana, el auge del marxismo y
del movimiento obrero organizado, no solo en Europa sino
que también en Latino América.
De esta manera, a fines de la década del 60, la
FAU roturó la construcción de un partido que denominó de
“intención revolucionaria”. Esta nominación se realizó para
diferenciarlo de la concepción leninista de revolucionario a
secas y como una directa alusión al conjunto de la “izquierda
revolucionaria” de conformar un frente común. Esto los llevó
a mantener una relación no libre tensiones con el Movimiento de Liberación Nacional Tupamaros (MLN-T).
El concepto “intención revolucionaria” forma parte
del lenguaje político recurrente de la OCL-FEL. Pero la “intención” de hacer la revolución no era más que una manera
sutil de negarse una vez más a la tarea de construir un partido revolucionario que dirigiera a las masas a la conquista
del poder político. Debemos afirmar que la concepción de
construir un partido anarquista no es original de la FAU.
Como vimos más arriba, ya se había insinuado con la Plataforma de la Unión General de los Anarquistas del grupo
Dielo Troudá y se explicitó recién con George Fontenis en
su “Manifiesto Comunista Libertario”. Sin embargo, la importancia de la FAU reside en que fue la corriente anarquista
con mayor éxito relativo en construir un partido libertario con
inserción real en las masas explotadas y oprimidas de su
país. Por esta razón la OCL-FEL tomó el legado de la FAU
que es lo más cercano en el tiempo histórico que se tiene de
un anarquismo ligado a la lucha de clases.
55. Mechoso, Juan Carlos, op. cit., p. 80.
El ascenso obrero del periodo 1968-73 constituyó
la
gran
prueba
para la FAU. Los libertarios formaron parte
56. En Chile fue el MIR.
activa de la Tendencia Clasista (TC) que agrupaba en su
seno a un tercio de los sindicatos pertenecientes a la Confe57. Ibid, pp. 65-67.
deración Nacional de Trabajadores (CNT).(59) El resto de la
58. Ibid, p. 65.
central estaba dirigido principalmente por el PC. En la TC no
solo se encontraba la FAU, sino que también los Tupamaros,
59. La CNT uruguaya agrupaba a la totalidad de los sindicatos de los Grupos de Acción Unificadora (GAU), corrientes sindicaUruguay.
les históricas como la del dirigente textil Héctor Rodríguez
Polemica Mayo 2014
La Batalla
troizquierda burguesa. El FA es actualmente la coalición
gobernante del Uruguay, cuyo Presidente es el ex tupamaro
Pepe Mujica.
Los anarquistas que consideraron dicho acto como
una traición a la tradición anti autoritaria del anarquismo
refundaron la FAU en 1986, pero bajo el nuevo marco de
la restauración burguesa que ya hemos hecho alusión más
arriba. La FAU actualmente es un grupo que no posee la
fuerza sindical de antaño. Sin embargo, ocupan un espacio
importante en el arco de la extrema izquierda uruguaya siendo la organización con mayor presencia en el movimiento
sindical. Actualmente dirigen el sindicato de Taxis de Montevideo, codirigen el sindicato docente de Montevideo y mantienen una importante oposición metalúrgica al PC.
Pero como dijimos más arriba, a pesar de tener una
presencia significativa en el movimiento sindical uruguayo,
la FAU se adaptó al marco ideológico de la restauración
burguesa. Esto se expresa concretamente en la adopción
de postulados autonomistas y el discurso de los “nuevos
movimientos sociales” propios de la década del 90. En la
práctica esto se tradujo en la transformación de la FAU en
una organización anarco-autonomista que ha atenuado
su “discurso clasista” de antaño y que por lo tanto separa
corporativamente la lucha sindical de la organización en las
juntas barriales.
Un sector mayoritario de la FAU de los 70 terminó
transformándose en un partido reformista del régimen burgués, el PVP. Otro sector minoritario se opuso a dicha conversión y reflotaron el proyecto anarquista de la FAU a fines
de los 80 pero adaptándose a las coordenadas de la restauración burguesa. ¿Cuál es el camino que está roturando la
OCL-FEL? ¿Hacia dónde se dirigen los libertaros chilenos?
Revista Marxista de Teoria y Politica
(“La Corriente”) y grupos menores como el Movimiento Revolucionario Oriental (MRO).
Como una forma de desviar y contener el ascenso
obrero, en 1971 se fundó el Frente Amplio. La Resistencia Obrera Estudiantil (ROE), frente de masas de la FAU
adquirió una posición ambigua ante este nuevo fenómeno
centroizquierdista de masas. La ausencia de una claridad
estratégica ante el FA los desarmó políticamente cuando la
mayoría de la TC se integró a esta.
De este modo, llegado el momento de plantearse
una situación prerrevolucionaria en el Uruguay de los 70,
los anarquistas uruguayos cayeron otra vez en la misma
trampa que habían caído los anarquistas en otras situaciones históricas. Por un lado, la FAU se centró en la lucha
sindical separándola de la lucha armada que correspondía
a grupos clandestinos. Cuando se realizó el golpe militar el
27 de junio 1973, la respuesta obrera no se hizo esperar
iniciando una huelga general de 15 días en que se enfrentó
a las Fuerzas Armadas. Se planteó objetivamente el problema del poder en Uruguay, el control obrero, las milicias de
autodefensa y la perspectiva de desarrollar organismos de
auto-organización de tipo soviético. La contradicción entre
insurrección armada de masas e insurrección de grupos armados sumado a su concepción sindical sin claridad respecto al problema del poder político, hizo que la FAU no se planteara ninguna de las alternativas objetivamente planteadas
en la perspectiva de la conquista del poder. Por el contrario,
se limitó a lanzar el documento de las FFF(60) que denunció
el “modelo sindical” de la burocracia mayoritaria de la CNT
compuesta por el PC y el PS.
Con el golpe militar, la FAU se replegó a Buenos
Aires donde un sector mayoritario dirigido por Hugo Cores
y la ROE tomaron la decisión tardía en 1975 de disolver a
la FAU y fundar el Partido de la Victoria del Pueblo (PVP)
que adoptó un programa marxista. El PVP fue el resultado
de años de combinación ecléctica de marxismo, anarquismo
y guerrilla por parte de la FAU. Ejemplo de esto fue que a
nivel internacional apoyó la línea política de la Yugoslavia de
Joseph Broz Tito para diferenciarse de la burocracia soviética y china.
La ausencia de una estrategia revolucionaria clarividente presente desde los orígenes de la FAU, hicieron
que el PVP terminara entrando en la década del 80 al actual
FA, transformado en una coalición de partidos de la cen-
La “ruptura democrática” y la vía de
construcción del partido (anarquista) del ala
izquierda de la colaboración de clases
Hemos realizado un análisis del periodo de restauración burguesa en el cual la OCL-FEL surgió como corrien60. Federación de Obreros y Empleados de la Bebida, Federación
Uruguaya de la Salud y el Sindicato de la Fábrica Uruguaya de
Neumáticos Sociedad Anónima (FUNSA).
Mayo 2014 Polemica
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La Batalla
Revista Marxista de Teoria y Politica
te. También integramos una revisión historiográfica de los
momentos estratégicos clave del anarquismo internacional:
Dielo Trouda, el Manifiesto Comunista Libertario de Fontenis, la experiencia histórica del anarquismo chileno, español
y uruguayo, respetando sus potencialidades y límites acorde
a su situación histórica. Ya tenemos una comprensión clara
de los fundamentos teóricos y las tradiciones anarquistas
que reivindica la OCL-FEL. A continuación veremos algunos
de sus pasos prácticos haciendo especial énfasis en los debates estratégicos de la “ruptura democrática”, la “multi-sectorialidad” y su relación con el chavismo en Venezuela.
La hora de definiciones políticas:
Marcel Claude y
la estrategia-programa de la “ruptura democrática”
la candidatura de
Pasaron 10 años de consignas como “arriba los que
luchan”, “poder popular” y “luchar por la ingobernabilidad”.
Pero con la coyuntura de las elecciones presidenciales del
año 2013 las consignas bajaron a tierra y adquirieron cuerpo
material. Se pasó de las ideas a los hechos concretos.
En septiembre del 2013 el FEL publicó una declaración en la cual se saludó “el esfuerzo de la unidad de la
izquierda en sus ejes programáticos y políticos, como convocatoria que está convergiendo en el espacio de Todos
a la Moneda, ya que abre la posibilidad para construir un
movimiento político y social amplio posterior a las eleccio61. http://fel-chile.org/declaracion-publica-fel-chile-frente-a-la-coyuntura-eleccionaria-2013/.
62. Ver: http://www.ptr.cl/nacional/lucha-de-clases-animo-a-izquierda-y-la-candidatura-de-marcel-claude-una-democracia-radicalque-no-va-a-la-raiz/.
63. Ver el programa de Marcel Claude, “8 ejes programáticos. Crear
una sociedad libertaria”.
64. http://periodico-solidaridad.blogspot.com/.
65. http://www.elciudadano.cl/2013/11/04/97420/declaracion-nacional-de-ocl-ex-ocl-chile/.
66. Ibid.
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Polemica Mayo 2014
nes presidenciales. En particular, respaldamos a los y las
compañeras de Red Libertaria, pues compartimos con ellos/
as la estrategia de Ruptura Democrática.”(61)
¿Cuál era ese espacio de Todos A La Moneda
(TALM)?
Desde el PTR realizamos un análisis de dicha coalición(62) que buscaba dar expresión política a las luchas
sociales que se venían desarrollando desde el 2011 en Chile, en especial al movimiento estudiantil. TALM se constituyó
en una coalición política que impulsó un programa político
de demandas progresivas (educación, vivienda, salud) cuyo
límite fue el respeto a la propiedad privada buscando acuerdos con los empresarios de todos los tamaños. No constituyó un programa de independencia de clase ni anti capitalista. Por otro lado, el objetivo de TALM era construir un nuevo
“instrumento político de las mayorías” que buscara integrar
a los pequeños y medianos empresarios. Esto no apuntaba
a otro camino que buscar armonizar los antagonismos sociales a partir de un nuevo consenso: el anti neoliberalismo.
Los anarco-comunistas están en la lucha por el socialismo. No cabe duda. Pero cayeron en la trampa de la
restauración burguesa. Esta trampa implica considerar una
etapa previa que genere las condiciones necesarias para
fortalecer orgánicamente al “movimiento popular”. Esto implica unificar a la “disgregada izquierda de intención revolucionaria” bajo un “consenso anti neoliberal” considerado necesario para impulsar y movilizar a las masas. La expresión
política de este consenso anti neoliberal lo dio la candidatura
de Marcel Claude. Anti neoliberal, no anti capitalista.(63) Y
las tensiones políticas internas no se hicieron esperar en la
izquierda libertaria.
El 3 de noviembre del 2013 una fracción de la OCLFEL que se opuso a la dirección mayoritaria de apoyar al
candidato pequeño burgués anti neoliberal Marcel Claude,
publicó en el periódico Solidaridad(64) un manifiesto titulado
“Declaración nacional de OCL (ex OCL Chile)”. El artículo
fue censurado de la web del periódico por lo que se puede
obtener en www.elciudadano.cl.(65) En dicho manifiesto se
afirmó que “un sector minoritario, pero amparado en cargos
de dirección, dio un salto programático a algo tan relevante
como hacerse parte de la campaña presidencial de Marcel
Claude mediante un órgano, en principio ilegítimo dentro
de la organización, como es Red Libertaria.”(66) Las respuestas de las redes libertarias que acordaron apoyar una
La Batalla
migos del modelo neoliberal, en este momento se han aliado
con sus defensores.(71)
Para Ramírez la “ruptura democrática” busca generar condiciones para fortalecer al mundo popular en la
perspectiva de una “democracia de masas”. Para García
la ruptura con el legado de la dictadura militar debe forjar
una “nueva institucionalidad”. Si esta ruptura democrática y
nueva institucionalidad es apoyando candidatos anti-neoliberales, nos parece que esta democracia no puede ser otra
más que aquella en la cual los trabajadores vean en un gobierno capitalista progresista el defensor de sus conquistas
políticas y económicas. Es decir, se hace hincapié en confiar
la fuerza del “movimiento popular” en un gobierno burgués
progresista que permita abrir espacios a través de los cuales
los explotados y oprimidos puedan desarrollar sus organismos y conquistar sus demandas. Los trabajadores se transformarían en defensores del gobierno “progresista” que ha
generado las condiciones para obtener sus exigencias. Sin
embargo, la estrategia es otra.
Las demandas se obtienen con los métodos de la
lucha de clases: huelgas, paros, tomas de empresas y el
enfrentamiento con la policía e incluso con el ejército. El
Revista Marxista de Teoria y Politica
candidatura anti neoliberal sin delimitación de clase no se
hicieron esperar. Respondió el ex secretario general de la
FECh 2012, Felipe Ramírez(67) y la Brigada de Unidades
Muralistas Luchador Ernesto Miranda (UMLEM)(68). Con
esto se buscó cerrar filas y poner paños fríos a la polémica.
Cerrando filas, Felipe Ramírez reafirmó su apoyo a
la candidatura de Marcel Claude bajo el argumento de que
expresaba coyunturalmente una de las tantas formas que
podía adquirir la denominada estrategia de la “ruptura democrática”.(69) Para el ex secretario general de la FECh, “el
objetivo de la Ruptura Democrática es generar condiciones
para superar tanto la institucionalidad autoritaria que bloquea las demandas populares, realizando transformaciones
que permitan avanzar hacia una democracia de masas[2],
como aportar al proceso de rearticulación del campo popular
y de la izquierda en su conjunto. De esta forma, no es una
propuesta a corto plazo sino que de manera clara apunta a
ser una orientación para los próximos años, ni tampoco decanta necesariamente avanzar hacia un “gobierno popular”
como el configurado en países como Venezuela o Bolivia[3],
sino que su centro está sobre todo en el fortalecimiento orgánico y político del movimiento popular.”(70) La “ruptura
democrática” no apunta a avanzar a un “gobierno popular”
como en Venezuela y Bolivia. Pero TALM tenía como referente el gobierno de Hugo Chávez. ¿A qué gobierno se
quiere avanzar?
Según Manu García, “El empuje democratizador
expresado en las protestas populares que se desarrollan
de norte a sur del país y que convocan a amplios sectores
sociales puede concretarse en una ruptura con el legado
pinochetista, que se exprese en una nueva institucionalidad, en una soberanía efectiva sobre los recursos naturales y los sectores estratégicos de la economía, en una
legislación laboral que proporcione una mejor correlación
de fuerzas para el mundo del trabajo, en un nuevo modelo
económico redistributivo y con derechos sociales garantizados, en la repatriación y nacionalización de los fondos de
pensiones. (…) forjar juntos un referente político que
sostenga un programa de transformaciones de fondo,
que enfatice la necesidad de una ruptura democrática
con el actual ordenamiento institucional heredero del
pinochetismo y que, además de devenir en un actor con
fisionomía y personalidad propia, pueda erigirse como polo
de atracción/tensionamiento para quienes, aun siendo ene-
68. http://www.sicnoticias.cl/movimiento-social/2013/11/06/brigadas-muralistas-umlem-chile-y-la-estrategia-de-ruptura-democratica-de-la-izquierda-libertaria/.
69. Un artículo que desarrolla con mayor profundidad la estrategia de la OCL-FEL a partir del 2013 es el de: Álvarez, Martín y
Ramírez Diego, “La democracia de masas: una apuesta libertaria
para el actual periodo”, 2 de agosto del 2013. En: http://cel-arg.
org/blog/2013/08/02/la-democracia-de-masas-una-apuesta-libertaria-para-el-actual-periodo/#more-330.
70.http://periodico-solidaridad.blogspot.com/2013/11/declaracion-nacional-de-ocl-ex-ocl-chile.html. Ver también: García, Manu,
“La izquierda libertaria más allá de las elecciones”, 1º de agosto
del 2013. En: http://www.perspectivadiagonal.org/la-izquierda-libertaria-mas-alla-de-las-elecciones/;
71. García, Manu, “Hacia una ruptura democrática con el legado
dictatorial: construyamos alternativa política”, 30 de septiembre
del 2013. En: http://www.perspectivadiagonal.org/hacia-una-ruptura-democratica-con-el-legado-dictatorial-construyamos-alternativa-politica/. Negrillas nuestras.
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Revista Marxista de Teoria y Politica
desarrollo de organismos de auto-organización de los trabajadores es esencial para forjar una subjetividad de independencia de clase. Por eso es tan importante plantear
con claridad una estrategia revolucionaria que prepare a los
explotados y oprimidos en cada posición conquistada (dentro de los límites del régimen burgués) en la perspectiva de
la conquista del poder político. De lo contrario, cuando el
régimen capitalista haya estirado al máximo sus márgenes,
la única salvación de la propiedad privada será el fascismo
o la dictadura militar burguesa. La experiencia de la Unidad
Popular nos enseñó esa gran lección. Marcel Claude no
aprendió la lección. ¿La OCL-FEL aprendió la lección?
Meses más tarde, el libertario Daniel Pérez publicó
un artículo que defendía la participación de los anarquistas
en las elecciones bajo coyunturas específicas y la utilización
de cargos en el Estado burgués. El autor se basó en ejemplos históricos como: la FAU en 1975 en la fundación del
PVP y su llamado a elecciones, la participación de los anarquistas en el gobierno republicano de España en 1936, e inclusive la alusión del apoyo de Bakunin a Giusseppe Fanelli,
anarquista italiano que fue electo diputado en 1870.(72)
Los marxistas revolucionarios no tenemos problemas de principio como el anarquismo en participar del parlamento empresarial. La lógica leninista de partido concibe
las diputaciones parlamentarias o cargos municipales como
tribunas desde donde impulsar el programa revolucionario
para influenciar a sectores de masas. Es un recurso táctico
en función de la estrategia por la revolución socialista. En
este sentido, los trotskistas del PTR estamos por un parlamentarismo revolucionario. Los cargos legislativos solamente cumplen la función de servir de punto de apoyo para
desarrollar todos los fenómenos de auto-organización de la
clase trabajadora, el movimiento estudiantil u otras movilizaciones populares. La renta recibida por participar en un
cargo del Estado burgués debe servir para fortalecer las lu72. Pérez, Daniel, “Los libertarios y la “problemática electoral”, 18
de octubre de 2013.
En: http://www.perspectivadiagonal.org/los-libertarios-y-la-problematica-electoral/.
73. Al respecto ver: Valenzuela, Juan, “El Bolchevismo y la participación en las elecciones hoy”, 24 de octubre de 2013. En: http://www.
ptr.cl/nacional/el-bolchevismo-y-las-elecciones-burguesas-hoy/.
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Polemica Mayo 2014
chas obreras y populares. Así es como ha actuado nuestra
organización hermana en Argentina, el Partido de Trabajadores Socialistas (PTS) ocupando una diputación nacional
en Mendoza con Nicolás Del Caño.
Por esto mismo, los trotskistas no estamos en contra de participar de las campañas electorales presidenciales.
Si no participamos de estas el 2013 fue por una correlación
de fuerzas desfavorable, en la cual todavía no surgen fenómenos sindicales clasistas y combativos que posibiliten la
confluencia de un programa político de independencia de
clase. Por eso el PTR agitó la consigna de que hacía falta
una candidatura obrera independiente de cualquier variante
patronal. Solamente un programa anti capitalista y revolucionario para las elecciones presidenciales puede servir como
tribuna para llegar sobre amplias capas de la clase trabajadora y su vanguardia.(73)
Por el contrario, los libertarios no solo participaron
de la coyuntura electoral, sino que apoyaron a un candidato que no era anti capitalista ni revolucionario. La OCL-FEL
confió el apoyo del “movimiento popular” y del “poder popular” a un candidato pequeño burgués radicalizado cuyo
programa buscaba armonizar el conflicto entre el capital y el
trabajo. Una vez más, la negación histórica del anarquismo
por dotar a la misma clase obrera de su propio programa de
independencia de clase trae como consecuencia la afirmación de su apoyo a programas políticos burgueses progresistas. Si los libertarios apoyasen un programa revolucionario
de independencia de clase, eso los llevaría directamente a
plantearse el problema de la conquista del poder político por
parte de los trabajadores y sectores populares, que como
sabemos, el anarquismo siempre ha buscado eludir.
Como hemos visto a lo largo de este artículo, entre más cerca de la lucha por el poder, mayores son las
contradicciones del anarquismo o comunismo libertario.
Resulta notable que ante un fenómeno electoral, cuando
todavía no hay situaciones de ascenso de lucha de masas,
la OCL-FEL haya tenido un terremoto interno por semejante
opción. ¿Qué pasará cuando salga a la calle masivamente
el movimiento obrero en Chile? ¿Qué pasará si se produce
un fenómeno sindical reformista pro nacionalista burgués?
¿Qué pasará si en alguna situación histórica triunfa un gobierno con un programa similar al de TALM? ¿Cuál será la
ubicación política de los libertarios? Solamente su actuación
real en la lucha de clases podrá responder estas preguntas.
La Batalla
sobre el conjunto de los explotados y oprimidos.
La “multi-sectorialidad” constituye el otro indicador de la adaptación ideológica de la OCL-FEL a la restauración burguesa. En dicha consigna se diluye completamente
la centralidad del trabajo. La alianza revolucionaria de la
clase trabajadora y capas sociales explotadas y oprimidas
es reemplazada por la unidad multisectorial.
La “multi-sectorialidad” no es más que un neo corporativismo en el cual las distintas luchas se mantienen
separadas entre sí, retomando el clásico federalismo anarquista de mantener las luchas separadas tanto en la acción
como en el programa, bajo el argumento de que su centralización democrática conducirá al autoritarismo y la pérdida
de la autonomía de cada gremio. Peor aún, con la multi-sectorialidad pierde toda importancia la lucha independiente de
la clase trabajadora. Si bien los libertarios buscan unificar
las movilizaciones, al no tener hegemonía obrera, los movimientos se despliegan en distintos tiempos de lucha lo que
en la práctica se traduce en su separación. Esto obstaculiza
la posibilidad de que la clase trabajadora logre integrar en
sus demandas las reivindicaciones de los demás sectores
populares.
A través del FEL, la OCL busca elaborar un proyecto
político popular que integre las demandas multisectoriales
desde el movimiento estudiantil. Para esto poseen posiciones importantes como es la dirección de federaciones estudiantiles como la FECh.
El movimiento estudiantil ha sido el “movimiento social” más dinámico en la historia de Chile durante los últimos
15 años. Son el movimiento social que ha impuesto la agenda política a los gobiernos de turno. No así los pobladores
y trabajadores. En 1997-1998 irrumpieron los universitarios
de las estatales. El 2006 lo hicieron los secundarios. El 2011
los secundarios y universitarios quebraron la “pax” burguesa de 20 años de democracia protegida. Pero como sujeto
poseen el gran límite de no poner en jaque la propiedad
privada. Pueden cuestionarla y rozar a un sector empresarial: el de la educación. Pero no pueden mostrar una alternativa totalizante al capitalismo. El movimiento estudiantil no
es una clase social. Es una capa social heterogénea en la
que repercuten los fenómenos de la lucha de clases. Por
esto los marxistas buscamos construir alas revolucionarias
al interior del movimiento estudiantil que busquen hacerlo
confluir con el sujeto que puede superar el capitalismo: la
clase trabajadora.
Al contrario de la OCL-FEL, el PTR da una lucha
incansable por transformar a la clase trabajadora chilena en
sujeto hegemónico de la lucha de todos los sectores explotados y oprimidos. No queremos construir un movimiento
popular sin delimitación de clase. Queremos construir un
movimiento obrero revolucionario que dirija a los sectores
populares en la lucha por el socialismo. Por esto en las
asambleas de preparación del 8 de marzo dimos la batalla
política para que las tradicionales demandas del Día de la
Mujer salieran de lo corporativo e integraran reivindicaciones del mundo laboral, en particular de la mujer trabajadora.
Por esto dimos la batalla junto a las compañeras trabajadoras de Pan y Rosas para que asistieran dirigentes y trabajadores sindicalizados, cuya asistencia fue todo un éxito.(74)
Integrar las demandas de todos los explotados y
oprimidos en un todo programático hegemonizado por el
programa de la revolución proletaria es estratégico y esencial en el triunfo de la revolución. Por eso luchamos para
que los sindicatos hagan suyas las demandas de la mujer
obrera, pobre y estudiante. Por eso luchamos con los compañeros de la agrupación Alternativa Obrera por un nuevo
Código Laboral que garantice el derecho de huelga y el paso
de todos los trabajadores a planta (el 70% de los subcontratados son mujeres), entre una serie de demandas.
Revista Marxista de Teoria y Politica
La estrategia de la “multi-sectorialidad” o
negarse a la hegemonía de la clase trabajadora
El campo popular:
el sujeto estratégico del bloque anti neoliberal
Los marxistas creemos en la hegemonía de la clase trabajadora sobre el conjunto del pueblo oprimido. Por
el contrario, el concepto de “mundo popular” o “campo popular” contiene un sujeto abstracto en el que se diluye la
centralidad del trabajo. El campo popular constituye una
reedición de la ambigua formulación gramsciana de “bloque
histórico”(75) , es decir, forjar un bloque contra hegemónico
74.
Ver:
http://panyrosas.cl/pyr/destacados/santiago-asamblea-abierta-para-preparar-el-8-de-marzo/.
Mayo 2014 Polemica
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La Batalla
Revista Marxista de Teoria y Politica
140
de las clases subalternas. Pero este bloque popular por el ran al neoliberalismo, no lo harán contra el capitalismo. El
que aboga la OCL-FEL no posee delimitación de clase. Esto problema tiene su raíz en el mismo concepto de lo popular.
constituye un peligro estratégico, ya que abre la puerta a
Lo popular alude a los excluidos, marginados, exintegrar a clases y capas sociales que si bien se enfrenta- plotados y oprimidos por el sistema económico y político.
Son los dominados, los que no ven satisfechas sus deman75. No hay espacio en este artículo para analizar el concepto de das por un sistema político determinado. Lo popular tiene
“bloque histórico” utilizado por Gramsci. Solamente nos remitire- su origen en el concepto de pueblo. En la antigua Roma,
mos brevemente a su acepción. Se encuentra en varios de sus el pueblo fue concebido como populus: el cuerpo de los
escritos, en los Quaderni del Carciere, y en escritos anteriores a ciudadanos. Pero dentro de este se encontraba la plebs:
estos. Gramsci lo utilizó para referirse a la necesidad de crear una los menos privilegiados del pueblo. Estos constituyeron los
alianza revolucionaria de clases (subalternas) para avanzar en la dominados que lucharon por su derecho a ser “pueblo”, es
“conquista de posiciones” para enfrentar al Estado capitalista. En decir, a ser el populus legítimo.(76)
esta alianza debía participar la clase obrera. Sin embargo, no seEl pueblo y lo popular se identifican con el campo
ñaló si esta dirigiría el bloque, y tampoco delimitó cuales serían
social
de
los dominados, en antagonismo con el de los domilas clases aliadas (subalternas) que lo compondrían. Estas ambigüedades permitieron que después de la Segunda Guerra Mundial nadores. Ante la complejidad epistemológica y política que
(1939-1945), cuando se publicaron los Quaderni, las corrientes trae el concepto de pueblo y lo popular, algunos cientistas
socialdemócratas y los Partidos Comunistas post XX Congreso del sociales han preferido hablar de “sectores populares”. Este
Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS) realizado en 1956, concepto se define por el lugar que ocupan los sujetos solo utilizaran como sostén teórico para formar coaliciones electorales ciales en el conflicto político, más que en las relaciones de
con partidos burgueses en su vía pacífica al socialismo. Sobre el producción(77). De este modo, constituye una esfera social
concepto de Bloque Histórico utilizado por Gramsci ver: Christine
más fluida, que según la situación histórica, varios de los doBuci-Glucksmann. Gramsci y el Estado. Hacia una teoría materialista de la Filosofía. Siglo XXI editores, 1988 [1975], pp. 119-125. minados pueden llegar a ser parte del campo de los dominaEn los Quaderni de Gramsci ver: “Algunos aspectos teóricos y prác- dores. Precisamente, los excluidos, marginados, explotados
ticos del economismo”, en: Antonio Gramsci, Antología, Siglo XXI y oprimidos no son lo mismo.
editores, 1970, pp.400-409.
La explotación parte de un criterio económico (los
trabajadores asalariados). La opresión es la anulación y pri76. Respecto al concepto de pueblo y su utilización política ver: vación del desarrollo de las libertades de un sujeto social
Laclau, Ernesto, La razón populista, Fondo de Cultura Económica, que no ve satisfechas sus demandas (el pueblo mapuche,
2004, pp. 91-161.
los estudiantes, pobladores, por nombrar los más prominen77. Ver: Romero, Luis Alberto, “Los sectores populares como suje- tes). De esta manera, los oprimidos pueden ser explotados
tos históricos”, Revista Proposiciones Nº 19, Sur Ediciones, 1990, como no explotados. Además, el concepto de “mundo” se
define como la expresión de la totalidad de la sociedad hupp. 268-278.
mana. Pero como le añadimos el vocablo “popular”, esto
78. En una de las últimas declaraciones nacionales del FEL (31 de significa que estamos hablando del total de la sociedad huenero del 2014) se sostuvo que el acceso a la educación gratuita mana dominada o menos privilegiada (mundo plebeyo). En
debe ser para todos, incluyendo a las Fuerzas Armadas: “Estamos otras palabras, el concepto de “mundo popular” es la unidad
dispuestos a avanzar en aquellas (…) reformas que impliquen la
de diferentes actores sociales: pobladores, trabajadores
garantía irrestricta al derecho a educación pública, gratuita, participativa, de calidad y con acceso igualitario en todos sus niveles asalariados como independientes, pequeños comerciantes,
(incluidas las Fuerzas Armadas), cuyos detalles y progresión de- almaceneros, pequeños propietarios, juventud marginada
ben ser plenamente consensuados con el movimiento estudiantil, de oportunidades laborales y educacionales, dueñas de
organizaciones de profesores y comunidades educativas.” En: casa, entre otros múltiples sujetos. ¿Tendrán cabida los pehttp://fel-chile.org/organizaciones-de-la-izquierda-libertaria-se-pro- queños y medianos empresarios, o la baja jerarquía de los
nuncian-sobre-nuevo-ciclo-politico-nacimos-para-vencer-y-no-pa- aparatos de represión del Estado?(78)
ra-ser-vencidosas-la-izquierda-libertaria-y-el-nuevo-ciclo-politico/.
El concepto campo popular es un abstracto al no
Polemica Mayo 2014
La Batalla
Todo lo sólido se desvanece en el aire:
“SociaSiglo XXI” en Venezuela
los libertarios y el apoyo al régimen político del
lismo (con empresarios) del
Ramírez sostuvo que la “ruptura democrática”, de
tomar una expresión electoral, no tenía por qué avanzar a
un gobierno tipo Chávez en Venezuela o Evo Morales en
Bolivia. Sin embargo, la OCL-FEL ha mostrado su más fraternal apoyo político al régimen político del “Socialismo (con
empresarios) del Siglo XXI”(79). Aquí nos limitaremos a la
última nota publicada por el sector más reformista al interior
de la OCL-FEL. Ante los sucesos ocurridos en Venezuela
por la movilización de la derecha golpista, Francisco Sainz
sostuvo la más férrea defensa de todas las medidas y reformas impulsadas por gobierno chavista dirigido hoy por
Nicolás Maduro. Lo más sorprendente es que no realizó
ninguna crítica al actuar represivo de este gobierno hacia
los sectores combativos del movimiento obrero organizado y
a la omisión del gobierno por el asesinato del dirigente indígena yupka Sabino Romero. En la parte final de su artículo,
Sainz remata con las siguientes palabras: “Tomamos partido
claramente y sin concesiones por la democratización y socialización del poder político y económico, por la integración
latinoamericana y la amistad entre los pueblos. Tomamos
partido por la continuidad del proceso bolivariano.”(80)
El apoyo de la OCL-FEL al gobierno chavista trajo
consigo una violenta respuesta desde el mundo libertario
venezolano. En el periódico “El Libertario”, los anarquistas
venezolanos se lanzaron en picada contra la declaración de
apoyo del FEL al gobierno chavista(81). Después de una
plana que analiza cada párrafo de la declaración de los li-
bertarios chilenos, los anarquistas venezolanos terminaron
su artículo con el siguiente párrafo: “Claro que los redactores de semejante joya no estarán a gusto con el calificativo
de anarco-maduristas. Ellos prefieren llamarse “libertarios”
- o “comunistas libertarios” en sus momentos de emoción
radical - cuando están en Chile y el resto de Latinoamérica; aunque curiosamente sí se identifican como anarquistas
cuando van a promoverse en Norteamérica o en Europa. De
todas maneras, vale dejarles el mote porque les calza muy
bien.”(82)
Esta declaración de sus camaradas venezolanos
trajo una innumerable cantidad de respuestas de diversos
sectores de la OCL-FEL. Invitamos a leer la nota y sus respectivas respuestas en el link que acompaña la cita anterior.
Apoyo a TALM…apoyo al gobierno de Nicolás Maduro…lo nacional tiene su expresión internacional. No pueden desligarse las políticas en ambos niveles. Por el contrario, van unidos.
Como mencionamos en nuestro periódico Clase
contra Clase N° 213, la OCL-FEL está derivando en una
organización anti neoliberal.(83)
Revista Marxista de Teoria y Politica
identificar un grupo social hegemónico que posibilite levantar
un proyecto histórico que integre al conjunto de los sectores
populares en función de construir una sociedad sin clases.
De esta manera, la OCL-FEL cae en la trampa del populismo
de izquierda: identificar un polo hegemónico (la clase política y las grandes empresas), y otro contra-hegemónico (el
mundo popular). Allí reside la debilidad de la estrategia del
“poder popular”. Al interior de ese polo contra-hegemónico
existen disputas de hegemonía: ¿quién tiene la capacidad
de dirigir al conjunto del pueblo oprimido y obtener la resolución íntegra de sus demandas?
La deriva anti neoliberal: ¿Hacia un nuevo partido del ala
izquierda de la colaboración de clases?
Luchar para generar las condiciones de fortalecimiento del mundo popular apoyando candidaturas anti neo
liberales o “progresistas” no es más que hacer la tarea histórica del reformismo. Hace una década ese espacio lo ocupó
el PC chileno realizando un intento de forjar un bloque anti
79. http://www.elciudadano.cl/2013/03/08/64213/ocl-chile-al-pueblo-bolivariano/.
80.
http://www.eldinamo.cl/blog/el-movimiento-estudiantil-chileno-y-venezuela/.
81.
Ver:
http://fel-chile.org/con-el-pueblo-venezolano-y-contra-el-golpismo/.
82.
http://periodicoellibertario.blogspot.com/2014/02/desde-chile-se-lanza-documento-para.html.
83. Puelma, Fabián, op. Cit.
Mayo 2014 Polemica
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La Batalla
Revista Marxista de Teoria y Politica
neoliberal que recibió el nombre de Juntos Podemos. Si bien
fue en un contexto histórico de baja lucha de clases y pasividad política y con un programa más moderado, se debe
tener en cuenta que con el ascenso de la lucha de clases los
programas se radicalizan y cambian las ubicaciones de los
partidos y organizaciones. El PC giró a la derecha y se integró a la “Nueva Mayoría”, ahora es gobierno. ¿Quién ocupara el espacio del PC? Resulta muy probable que lo hagan
corrientes anti neoliberales no anti capitalistas. Sin embargo
no sabemos que agrupaciones o movimientos lideren este
bloque político. ¿Marco Enríquez Ominami? ¿Marcel Claude? ¿Izquierda Autónoma? ¿Movimiento Amplio Social? Lo
que sí sabemos es que los anarco-comunistas están a favor
de conformar un bloque político anti neoliberal lo que traerá enormes contradicciones políticas y tensiones internas.
¿Se desprenderán sectores políticos? ¿Habrá quiebres de
grupos mayores de la OCL-FEL ante semejante giro anti
neoliberal?
142
Polemica Mayo 2014
Como sostuvimos al principio de este artículo, la
construcción de un bloque contra hegemónico del mundo
popular sin delimitación de clase y diluyendo la centralidad
de la clase trabajadora como sujeto de la revolución socialista abre una posibilidad real a establecer alianzas con
sectores políticos ajenos al anti capitalismo. Negarse a la
construcción paciente y cotidiana de un partido revolucionario de vanguardia que logre influenciar y dirigir a las masas
explotadas y oprimidas en la conquista del poder no puede
tener otra salida posible que las ya barajadas en la práctica histórica del anarquismo. Pero este es sólo el comienzo
de un largo trecho. Solo podemos decir lo que hemos visto
en los hechos concretos de la lucha de clases, y hasta el
momento los anarco-comunistas están sentando las bases
para la construcción de un partido del ala izquierda de la
colaboración de clases. Pero todavía no hay nada consolidado. El 2014 será un año de definiciones políticas no solo
para la OCL-FEL sino para el conjunto de la extrema izquierda chilena.
La Batalla
anarquista que impulsa un bloque
anti-neoliberal es necesario construir un
partido revolucionario de combate para la
revolución socialista
El PTR forma parte de una tradición revolucionaria
que ha tomado lo mejor del marxismo y la lucha de clases:
el trotskismo. Esta corriente logró sobrevivir los convulsivos
años 30 y la Segunda Guerra Mundial, marcados por el ascenso del fascismo, la consolidación del estalinismo y la represión de las democracias imperialistas durante la guerra.
Durante la posguerra el planeta se dividió en dos bloques
políticos de influencia mundial: el capitalista liderado por
Estados Unidos y el mal llamado “socialista” dirigido por la
Unión Soviética. Esto generó una profunda crisis en la IV
Internacional, nacida en 1938 con el objetivo de construir un
nuevo partido de la revolución mundial. Las divergencias al
interior del trotskismo estallaron al no acordar una estrategia clara frente a la URSS y los movimientos revolucionarios
que se dieron al alero de esta. Este acontecimiento histórico fue conocido como el trotskismo de Yalta y significó el
quiebre continuo de las corrientes trotskistas una y otra vez
convirtiéndose la mayoría en pequeños grupos centristas sin
incidencia real en los movimientos de masas.
La importancia de la Teoría de la Revolución
Permanente y el Programa de Transición para dotarse
de una estrategia revolucionaria
No es objeto de este artículo realizar un análisis de
la historia del trotskismo y el porqué de sus quiebres políticos. Lo que queremos rescatar son los hilos de continuidad del marxismo revolucionario presentes en el trotskismo
desde los años 30 para proponer la necesaria construcción
de un genuino partido de la revolución socialista. Estos la
constituyen la Teoría de la Revolución Permanente(84) y el
Programa de Transición(85), ambas obras de León Trotsky
y que concentran la respuesta estratégica-programática en
la época imperialista del desarrollo capitalista.
En ambos textos se encuentran una serie de elementos que consideramos clave para el momento histórico
actual en el que la restauración burguesa está llegando a
sus límites históricos.
Primero, la Teoría de la Revolución Permanente, lejos de las clásicas caricaturizaciones de que sería la teoría
del “ataque permanente” sostiene, por el contrario, que la
resolución íntegra de las demandas económicas y democráticas de la clase trabajadora y el pueblo oprimido de un país
solamente podrán obtenerse mediante la realización de la
revolución socialista. Las conquistas de la revolución en el
plano nacional, solamente podrán garantizarse de manera
íntegra si se extienden a nivel internacional. Evitando la caricaturización de “revoluciones simultáneas”, esto significa
que la revolución no se detiene en los límites de un solo
país, sino que debe traspasarse a todos los países capitalistas en sus determinados momentos de ascensos revolucionarios. Esto implica entender que la revolución socialista en
un país constituye una posición de avanzada para continuar
en el menor tiempo posible la revolución internacional. Por
esto queremos reconstruir la IV Internacional, el partido de
la revolución mundial.
De este modo, las demandas democráticas y económicas que actualmente están planteadas en Chile solamente podrán ser garantizadas con la realización de la revolución socialista. Pero para lograr ese objetivo se requiere
de un movimiento obrero que subjetivamente se plantee la
revolución. La gran herencia de la restauración burguesa ha
sido precisamente el retroceso en la subjetividad revolucionaria de los trabajadores y del pueblo oprimido. Por lo tanto,
los revolucionarios nos enfrentamos a la gran contradicción
de que existen las condiciones objetivas para la revolución
(mercado mundial extendido) pero no las condiciones subjetivas (movimiento y partido revolucionario). Para lograr
unificar las condiciones objetivas con las subjetivas en una
totalidad revolucionaria existe la herencia política del Programa de Transición de Trotsky.
El Programa de Transición fue escrito en 1938 en
Revista Marxista de Teoria y Politica
Conclusión: ante la impotencia del partido
84. Trotsky, León, La Teoría de la Revolución Permanente (compilación), Centro de Estudios e Investigaciones León Trotsky, 2ª
edición, 2005.
85. Trotsky, León, El Programa de Transición y la fundación de la IV
Internacional, Centro de Estudios e Investigaciones León Trotsky,
2008.
Mayo 2014 Polemica
143
La Batalla
Revista Marxista de Teoria y Politica
144
una época de enfrentamiento abierto entre revolución y contrarrevolución (nazismo en Alemania, revolución en España,
ascenso revolucionario en Francia, huelgas salvajes en Estados Unidos, por nombrar algunos acontecimientos de la
época). Se escribió en una situación histórica donde el capitalismo estaba al borde de hundirse. De ahí que a Trotsky el
reformismo y actuales intelectuales críticos del trotskismo lo
tildaran de “catastrofista”.
El Programa de Transición constituyó un bosquejo
para redactar programas de acción concreta dependiendo
de la realidad de cada país donde existían fracciones revolucionarias de la IV Internacional. Pero el contenido político
más importante y que tiene plena vigencia bajo la época de
restauración es el de establecer los puentes necesarios entre las luchas cotidianas de las masas, sus reivindicaciones
actuales y el programa de la revolución socialista. El gran
legado es dotarse de un programa de acción que empuje a
las masas explotadas y oprimidas en la lucha contra los empresarios y su Estado y que extraigan las lecciones de que
solamente con los métodos de la lucha de clases se podrán
mantener vigentes las más mínimas conquistas sociales y
económicas.
Por esto, dentro de las coordenadas de la restauración burguesa, es con tomas y paros llevados adelante
por los organismos del movimiento estudiantil secundario y
universitario que se logrará conquistar la educación gratuita y de calidad financiada por el Estado. Por esto el primer
semestre del 2013 el PTR impulsó la política de Vamos por
el Tomazo, como una forma de potenciar las luchas que
nuevamente aparecieron. Ante esto, la OCL-FEL actuó en
bloque junto a Izquierda Autónoma y el PC en la CONFECh
oponiéndose a impulsar una nueva movilización estudiantil
cuando se planteó objetivamente en la realidad.
En el movimiento sindical luchamos por su refundación clasista, democrática y combativa; por el desarrollo
de las tendencias más progresivas de la lucha de clases.
Esto lo hacemos porque actualmente las reformas laborales
están en discusión y solamente podrán ser arrancadas con
los métodos de la lucha obrera. Así estuvo planteado ante
el reciente paro portuario del que fuimos parte activa desde
el extremo Norte hasta el Bío Bío, y no con los métodos de
las negociaciones con la Confederación de la Producción y
Comercio (CPC) y en el parlamento, como lo hace el PC.
Si el movimiento estudiantil logra obtener la educa-
Polemica Mayo 2014
ción gratuita será con sus propios métodos y organismos.
Pero de lograrse esta conquista, si no se extraen las lecciones correctas de que es con la auto-organización política de
los estudiantes que se logró el objetivo, y de que no basta
con educación gratuita para resolver el problema de la educación de clases, el movimiento estudiantil estará condenado a transformarse en un movimiento conservador que se
limitará a lo conquistado. Es decir, que no avance más de
la posición que conquistó. Para transformar la conquista de
educación gratuita (y cualquier conquista, sea sindical o de
vivienda) en una posición estratégica que sirva para empujar
a la clase obrera y el conjunto del pueblo oprimido en la
conquista del poder, es necesario dotarse de una estrategia
revolucionaria y un programa de acción que solamente puede portarlo un partido leninista de combate.
Partido leninista de combate versus
partido comunista libertario
La energía que despliegan las masas y su vanguardia se disipa rápidamente si no es desarrollada por
una organización revolucionaria. Un partido revolucionario
es portador de memoria histórica, es el que permite unificar
la experiencia de las nuevas vanguardias que nacen a la
lucha con la experiencia histórica de las generaciones revolucionarias del pasado. No partimos de cero. Lo hacemos
tomando lo mejor de la historia del marxismo y la lucha de
clases y lo transmitimos a las nuevas generaciones obreras,
estudiantiles y populares que están saliendo a enfrentar a
los empresarios y su Estado.
Por esto es necesario dotarse de un programa de
acción que unifique las demandas del movimiento sindical,
estudiantil, poblacional, mapuche, feminista y de la diversidad sexual en un todo que empuje a las masas al desarrollo
de un movimiento revolucionario con hegemonía obrera.
La noción de partido en los libertarios tiene dos ejes
fundamentales: primero, construir un partido amplio de masas del campo popular sin diferenciación con la vanguardia
obrera, y segundo, lograr unificar a la izquierda revolucionaria en un bloque en común con un programa del poder
popular. Nuestra concepción de partido es diametralmente
opuesta a la suya. Primero, queremos construir un partido
que agrupe a la vanguardia obrera y popular y que dispute la
La Batalla
de sectarismo. El PTR está a favor de impulsar activamente
frentes únicos que sirvan a los trabajadores y estudiantes a
fortalecer sus organismos y defenderse de los ataques del
gobierno y los empresarios. En eso, los trotskistas hemos
estado en la primera fila llamando a la unidad. Aquí encontramos otra diferenciación tajante con los anarco-comunistas.
Nuestra concepción de los frentes unidos son tácticas que permitan fortalecer la unidad de la clase trabajadora
y desarrollar los elementos más progresivos de la lucha de
clases. En estos frentes la izquierda participa activamente.
Pero cada uno con su programa y estrategia. Cada uno
con libertad de acción en función de los puntos políticos
de acuerdo del frente único. Los trotskistas actuamos en el
frente único con el objetivo estratégico de fortalecer la unidad de los explotados y oprimidos, no para salvar la “unidad
sacrosanta” de la izquierda. Lo ocurrido en la Coordinadora por el 8 de marzo constituye un gran ejemplo de cómo
actuamos los trotskistas. La coordinadora por la reincorporación de los portuarios despedidos en Mejillones es otra
muestra de nuestro actuar.
No obstante lo anterior, para los trotskistas el frente
único también posee un sentido estratégico. Luchamos en
los frentes unidos para desarrollar organismos de democracia directa de explotados y oprimidos que posibiliten el
surgimiento de órganos de “tipo soviético”. La existencia
de gérmenes de doble poder obrero, surgidos de frentes
Revista Marxista de Teoria y Politica
dirección política de las masas. Segundo, el PTR aboga por
unificar a la clase trabajadora y los oprimidos en la lucha por
el poder. De esta especificación se extraen caminos diferenciados de construcción estratégica.
La estrategia de la unidad de la izquierda termina
privilegiando la necesidad de llegar a “consenso” entre las
distintas estrategias irreconciliables que conviven en dicho bloque. No todas las corrientes revolucionarias tienen
la misma concepción del poder y de las alianzas de clase.
Peor aún, los libertarios no están a favor de la toma del poder, y si se unifican con partidos que si están a favor de la
conquista del poder político, ¿cuál será su orientación práctica? Unificar a los revolucionarios en un partido en común
traerá la existencia de una permanente presión centrifuga de
las distintas estrategias hacia todos los puntos cardinales.
En Chile hubo un experimento semejante de unificar a los
revolucionarios: el MIR. La fusión de múltiples estrategias
(entre ellas el trotskismo) trajo consigo la formación de un
partido centrista que fue incapaz de mostrar una alternativa de independencia de clase a la Unidad Popular cuando
en los 70 se planteó la conquista del poder político.(86) Si
los plataformistas del siglo XX buscaron unificar a todos los
anarquistas, los libertarios chilenos del siglo XXI, tomando
la tradición del poder popular, buscan unificar a todos los
revolucionarios.
Los marxistas del PTR buscamos la unidad de todas
las filas de la clase trabajadora y los sectores populares. No
estamos en contra de frentes unificados con la izquierda. En
los últimos meses hemos sido participes de múltiples iniciativas con los libertarios (la Coordinadora por el 8 de marzo y
la Coordinadora de apoyo a la lucha portuaria, por nombrar
las más importantes). No hay espacio para que nos tilden
86. Ver: Miranda, Nicolás, “MIR: estrategia y política ante la prueba
del ascenso revolucionario. Un debate para la construcción de un
partido revolucionario de combate hoy”, Revista La Batalla Nº 2,
mayo del 2012, pp. 47-66.
Mayo 2014 Polemica
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La Batalla
Revista Marxista de Teoria y Politica
únicos constituyen la premisa desde donde pensar futuros
organismos de doble poder que podrán enfrentar el poder de
la clase empresarial e imponer el poder de los explotados.
Estos órganos de doble poder que unifican a la clase trabajadora y los sectores populares constituyen la base objetiva
para construir el nuevo Estado de los trabajadores. De este
modo, la unidad de la clase trabajadora y el pueblo oprimido
en organismos de doble poder cuyo desarrollo debe orientarse a la toma del poder político, constituye la verdadera
alianza revolucionaria, y no la “unidad de la izquierda revolucionaria”, que es entre partidos con estrategias divergentes.
De este modo, el PTR tiene por objetivo conquistar
posiciones en la dirección política de los sindicatos. Constituir sindicatos donde no existen. Creemos que es necesario
conformar una corriente sindical clasista, democrática, anti
burocrática y combativa que se plantee la tarea de unificar a
toda la clase trabajadora (su vanguardia y su retaguardia) en
una central sindical única. Por eso estamos por la refundación de la CUT, por recuperarla de la burocracia del PC y la
“Nueva Mayoría”. Los libertarios no plantean esta política. Al
contrario, defienden una política sindical paralelista como es
constituir centrales sindicales al margen de la CUT (como es
su apoyo a la CGT(87) sin crítica alguna a su paralelismo).
Eso significa cederle a la burocracia sindical la mayor organización sindical del país. A diferencia de los anarquistas,
los marxistas no identificamos unilateralmente a las bases
con su dirección. Existe una relación dialéctica entre ambas,
no libre de tensiones. Por esto el PTR se hizo parte activa
del paro del 11 de julio del 2013 impulsándolo ofensivamente desde las estructuras estudiantiles. A pesar de todos sus
límites, la jornada del 11 de julio significó un anuncio de que
los trabajadores se están reorganizando.
Un partido leninista de combate debe disputarle la
dirección de los sindicatos al reformismo y a los agentes
de la patronal en el movimiento obrero, que en esta situación histórica la constituye la “Nueva Mayoría”. Este camino recién está comenzando. Un nuevo sindicalismo está
surgiendo por fuera del sindicalismo tradicional. ¿Logrará
imponerse como el articulador del conjunto del movimiento
laboral? Eso lo determinará la lucha de clases y la acción de
los revolucionarios en la misma.
87. Confederación General del Trabajo
146
Polemica Mayo 2014
Los comunistas libertarios quieren construir un movimiento revolucionario. Un bloque anti neoliberal no logrará
construir ese movimiento. La única vía posible de dicho bloque es contribuir a la construcción de un nuevo movimiento
reformista de masas que confíe en los límites del régimen
burgués. Hoy por hoy, la OCL-FEL está iniciando un posible
camino a la construcción de un bloque anti neoliberal. De
ser así, los anarco-comunistas se convertirán en un gran
obstáculo en la construcción de un movimiento de trabajadores revolucionario que se plantee de una vez por todas la
conquista del poder en base a sus propios organismos de
auto-organización con independencia de todas las variantes
burguesas. En esta tarea se encuentra el PTR. Hay todo un
camino que recorrer.
Revista Marxista de Teoria y Politica
Por un Movimiento por una
Internacional de la Revolución Socialista
Cuarta Internacional
La Batalla
Internacional
10/10/2013
Presentamos aquí la Introducción. La versión completa puede obtenerse en: www.ft.ci.org
El presente manifiesto fue aprobado por la VIII Conferencia Internacional de la Fracción Trotskista - Cuarta Internacional,
realizada en agosto de 2013 en Buenos Aires
Mayo 2014
Internacional
147
La Batalla
Revista Marxista de Teoria y Politica
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Construyamos un Movimiento por una
Internacional de la Revolución Socialista
(Cuarta Internacional)
El sistema capitalista mundial está atravesando
el sexto año de una crisis económica, política y social de
dimensiones históricas. Bajo los golpes de la crisis y los
ataques de los gobiernos y los capitalistas, la lucha de los
explotados está retornando a la escena política.
La “Primavera árabe” abrió un nuevo ciclo ascendente de la lucha de clases, luego de décadas de retroceso
y ofensiva burguesa. La resistencia obrera, juvenil y popular
recorre los centros del capitalismo mundial, principalmente
en países de la Unión Europea sometidos a los planes de
ajuste, como Grecia, el Estado español o Portugal.
Desde los levantamientos del mundo árabe hasta
la lucha estudiantil en Chile, pasando por los indignados en
el Estado español, los jóvenes del #yosoy132 en México,
el movimiento OWS en Estados Unidos, las movilizaciones
de la Plaza Taksim en Turquía y los cientos de miles que
inundaron las ciudades de Brasil, la juventud está actuando
como caja de resonancia de las contradicciones sociales,
anticipando, en muchos casos, conflictos de clase.
Los trabajadores vienen teniendo un protagonismo
cada vez mayor. Algunos ejemplos de esta creciente intervención obrera son los paros y huelgas generales en Grecia
y Portugal, la resistencia contra los despidos en Francia, los
conflictos en grandes multinacionales en China, el estallido de odio obrero en Bangladesh y otros países asiáticos
contra condiciones brutales de explotación, y las grandes
huelgas mineras en Sudáfrica como parte de la ruptura de
franjas del movimiento obrero con el Congreso Nacional Africano y la conducción de la COSATU.
Si bien la crisis no ha golpeado aun de lleno en
América latina, la región se ha transformado en escenario
de grandes movilizaciones, principalmente de jóvenes y estudiantes, como hemos visto en Brasil y Chile. En el movimiento obrero, estamos asistiendo a las primeras etapas del
desarrollo de fenómenos sindicales y políticos, con distinto
ritmo y alcance en diversos países. Esto se da en el marco
de un agotamiento progresivo de los gobiernos “posneoliberales” como el de Evo Morales, el de Cristina Fernández de
Kirchner o el del chavismo sin Chávez en Venezuela.
Internacional Mayo 2014
Esta nueva situación que se está abriendo pone de
relieve la crisis de dirección que arrastra el movimiento obrero pero, al mismo tiempo, abre importantes oportunidades
para empezar a resolverla, es decir, para construir fuertes
partidos revolucionarios basados en la clase obrera y avanzar en poner en pie una internacional de la revolución social,
que para nosotros implica la refundación de la IV internacional sobre bases revolucionarias. El presente manifiesto está
enteramente al servicio de esta perspectiva.
Una crisis histórica del capitalismo
A diferencia de la “primavera de los pueblos” de
1848, la actual oleada de luchas no es consecuencia de los
dolores de parto del capitalismo sino fruto de su decadencia.
A pesar de la ofensiva neoliberal de las últimas tres décadas
y de la restauración capitalista en los ex estados obreros,
el capitalismo no pudo encontrar el camino a un nuevo ciclo de crecimiento prolongado. Las contradicciones entre la
socialización mayor de la producción y la apropiación cada
vez más concentrada de la riqueza social producida, y entre
la internacionalización de las fuerzas productivas y las fronteras nacionales, han vuelto a estallar llevando al sistema a
una crisis de magnitud histórica.
El capitalismo en su decadencia no solo amenaza la
continuidad de la vida en el planeta con su creciente militarismo, el saqueo sistemático y la utilización anárquica de los
recursos naturales, y la contaminación ambiental, sino que
somete a millones de trabajadores a condiciones de explotación y precariedad insoportables, arrastrando al desempleo
y a la miseria a gran parte de quienes solo disponen de su
fuerza de trabajo para ganarse la vida.
La política de los gobiernos, tanto “neokeynesianos” como “ajustadores”, es hacerles pagar la crisis a los
trabajadores, los jóvenes y las clases medias empobrecidas,
mientras que los bancos y las grandes empresas reciben miles de millones de dólares para salvarse y siguen haciendo
jugosos negocios. Las patronales más concentradas están
aprovechando la crisis para aumentar la tasa de explotación,
beneficiándose de la generación de un enorme ejército industrial de reserva.
Con los rescates estatales de los grandes bancos
y corporaciones y la inyección de dinero en el sistema fi-
La Batalla
Si lo que caracteriza a la época imperialista es la
puja entre diversas potencias, las condiciones creadas por
la crisis capitalista lejos de favorecer las soluciones armónicas exacerban las tendencias a las tensiones interestatales
y al militarismo.
Estados Unidos, la principal potencia imperialista, continúa su decadencia luego de las derrotas en Irak
y Afganistán, en el marco de la emergencia de potencias
regionales –como Rusia y China– que persiguen sus propios objetivos. Esta pérdida de liderazgo se vio en que el
gobierno de Obama tuvo que retroceder en lanzar un ataque
militar unilateral en Siria y aceptar la solución diplomática
propuesta por Rusia. También en la enorme división política
que amenaza con paralizar a la administración demócrata.
Pero a pesar de su declinación, Estados Unidos
intentará por todos los medios reafirmar su rol dominante,
sacando ventajas de las fortalezas que aún conserva –como
su superioridad militar y el señoreaje del dólar– aprovechando las dificultades mayores que enfrentan sus competidores,
sobre todo Alemania que debe lidiar con la crisis de la UE.
Eso supone políticas imperialistas más agresivas –como se
ve en el intento de Estados Unidos de recuperar terreno en
América Latina o en su giro diplomático y militar hacia la región del Asia Pacífico para contener el ascenso de China– lo
que puede derivar en conflictos regionales y, eventualmente,
llevar a guerras entre potencias, en caso de que la crisis
económica diera un nuevo salto.
Revista Marxista de Teoria y Politica
nanciero, los gobiernos capitalistas y los bancos centrales
pudieron alejar la perspectiva de un crack tras la caída de
Lehman Brothers. Sin embargo, estos mecanismos no llevaron a la recuperación económica sino a recesión o bajo
crecimiento en los países centrales y desaceleración en los
“emergentes”, lo que a su vez convive con la creación de
nuevas bombas de tiempo: las enormes deudas estatales
que de manera recurrente parecen llevar la economía al borde del precipicio. En Estados Unidos, las dificultades para
retirar los estímulos monetarios de la Reserva Federal, o el
temor que genera la posibilidad recurrente de que el Congreso no logre elevar el techo de la deuda estatal, muestran
que los escenarios catastróficos no han desaparecido del
horizonte.
Ni China ni ningún país de los llamados “emergentes”, con una estructura económica dependiente del capital
internacional, puede actuar como motor capaz de sacar al
capitalismo de su crisis, cuando esta tiene su epicentro en el
corazón del sistema imperialista.
A pesar de las desigualdades, la crisis tiene un
alcance verdaderamente mundial. La desaceleración del
crecimiento en China no solo puede afectar a países que
dependen de su demanda de materias primas, como gran
parte de América Latina, sino que puede hacer estallar las
profundas contradicciones sociales internas, que se gestaron en las décadas que lleva la restauración capitalista, y
llevar al centro de la escena al proletariado más concentrado
del mundo.
Aun no hay ninguna potencia tradicional o “emergente” en condiciones de disputarle la hegemonía mundial
a Estados Unidos. Tampoco la crisis ha llevado a guerras
comerciales de envergadura o a que los gobiernos adopten
políticas abiertamente proteccionistas. Pero eso no quiere
decir que no haya rivalidades y competencia.
Los marxistas revolucionarios estamos en las antípodas de quienes consideran que las disputas interimperialistas, que en el siglo XX llevaron a dos guerras mundiales,
son algo del pasado y que siempre las burguesías encontrarán salidas negociadas a la crisis. O que pacíficamente
China puede transformarse en un país imperialista y desplazar a Estados Unidos sin que este intente mantener sus privilegios de gran potencia o, por el contrario, ser colonizada
por los países imperialistas dominantes sin ofrecer ninguna
resistencia.
Movimiento obrero y dirección revolucionaria
El retorno a escena del movimiento obrero y la continuidad de la crisis mundial plantean la perspectiva de mayores enfrentamientos entre las clases.
Sin embargo, a pesar de la disposición a la lucha
que están mostrando los trabajadores alrededor del mundo,
estos todavía tienen al frente de sus organizaciones a burocracias sindicales cuyo rol es contener la bronca obrera
y popular contra los capitalistas y sus gobiernos. Para esto,
se limitan a llamar a movilizaciones y acciones aisladas, evitando así la perspectiva de verdaderas huelgas generales
capaces de frenar los planes de la burguesía, a la vez que
condenan al ostracismo a las luchas duras de la vanguardia
obrera. De esta manera permiten que pasen los ajustes y
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Internacional
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preparan el camino para la derrota.
La clase obrera entra al combate cargando con
las consecuencias de una larga etapa de ofensiva patronal bajo el programa neoliberal. La burguesía cuenta a su
favor con la fragmentación interna sin precedentes de las
filas obreras, a lo que se suma la restauración capitalista
en los ex Estados obreros burocratizados y la desaparición
de la revolución socialista del horizonte de los explotados,
producto de la identificación de los regímenes estalinistas
con el socialismo.
Esta crisis del movimiento obrero tiene raíces profundas en los procesos revolucionarios y contrarrevolucionarios del siglo XX, entre ellos la burocratización de la Unión
Soviética, la imposición del estalinismo como “socialismo
realmente existente”, y la preservación de la socialdemocracia como dirección reformista del movimiento obrero en
occidente luego de la Segunda Guerra Mundial.
Las direcciones reformistas impidieron que los triunfos parciales –como los estados obreros surgidos en la segunda posguerra, las conquistas del estado benefactor e incluso la derrota imperialista en la guerra de Vietnam– fueran
puestas al servicio del objetivo estratégico de la revolución
proletaria internacional.
Durante la ofensiva neoliberal, la clase obrera vio
cómo sus organizaciones sindicales y políticas colaboraban
con el ataque burgués. El capital aprovechó esto pero, al
mismo tiempo, debilitó estratégicamente las mediaciones
con que contaba y las bases materiales del reformismo. El
ejemplo máximo fue el pasaje de la burocracia estalinista al
campo de la restauración capitalista. La socialdemocracia
dio un giro al social liberalismo y se transformó en agente directo de la ofensiva burguesa, aplicando las contrarreformas
neoliberales. Los Partidos Comunistas siguieron un curso
similar, muchas veces gobernando junto con la socialdemocracia.
gresos de la III Internacional, previo a su degeneración estalinista y luego en la IV Internacional fundada por Trotsky.
Sin embargo, la IV Internacional, que representaba
la alternativa al estalinismo y la continuidad del marxismo
revolucionario, no se transformó en una organización con
peso de masas. Una combinación de factores, entre ellos, el
asesinato de Trotsky, el resultado contradictorio de la guerra
que terminó represtigiando a la burocracia estalinista por el
triunfo de la URSS ante el nazismo, el bloqueo de la dinámica revolucionaria en países centrales y el fortalecimiento
del reformismo sobre la base del desarrollo parcial de las
fuerzas productivas partiendo de la destrucción de la guerra,
hizo que el trotskismo quedara marginado y enfrentando las
presiones de las tendencias reformistas, estalinistas y tercermundistas.
En el período 1951-53 el trotskismo se transformó
en un movimiento centrista y, en lugar de reactualizar las bases programáticas y estratégicas en las nuevas condiciones,
terminó adaptándose a direcciones estalinistas, nacionalistas o pequeño burguesas, desde Tito, Mao y Castro hasta el
Frente de Liberación Nacional argelino. En este marco donde lo que primó fue la ruptura con la tradición revolucionaria,
hubo luchas parciales correctas y conquistas programáticas
que permitieron mantener ciertos hilos de continuidad, aunque estos se fueron debilitando hasta prácticamente cortarse tras la ofensiva neoliberal y la restauración capitalista.
Paradójicamente, hoy en día, cuando la clase obrera ha empezado a intervenir más claramente con sus propios métodos de lucha en distintas regiones del mundo, en
el marco de la crisis capitalista, un sector importante de la
izquierda internacional profundiza su escepticismo en la potencialidad revolucionaria de los trabajadores. Este escepticismo llevó a gran parte de las organizaciones que se reivindican trotskistas a construir partidos anticapitalistas amplios
sin arraigo en la lucha de clases ni delimitación estratégica, o a adaptarse a direcciones nacionalistas burguesas y
populistas, como el chavismo, o variantes reformistas de
El retroceso en los niveles de
izquierda, como el Front de Gauche y Syriza, sustituyendo
conciencia y organización de las últimas
la estrategia de la revolución proletaria por la de gobiernos
décadas es producto de una crisis prolongada
“antiajuste” o “antineoliberales”.
En este contexto de crisis del marxismo revolucionade dirección revolucionaria.
rio y ante la falta de alternativas obreras, en los últimos años
La experiencia acumulada del movimiento obrero se han desarrollado una variedad de tendencias inspiradas
tuvo sus máximas expresiones en los cuatro primeros con- en el zapatismo mexicano referenciadas en el autonomismo
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La Batalla
Por un internacionalismo de combate y
Movimiento por una Internacional de la
Revolución Socialista (Cuarta Internacional)
un
La necesidad del internacionalismo proletario surge
del carácter mundial de las fuerzas productivas y de la propia clase obrera, que debe poner sus intereses comunes por
sobre las fronteras nacionales y las divisiones que impone
la burguesía.
La experiencia de las revoluciones sociales del siglo
XX demostró en los hechos lo que Marx ya había señalado
en el siglo XIX: que es imposible construir el socialismo en
un solo país. Para derrotar al imperialismo, es preciso que
los triunfos nacionales que obtenga el proletariado estén
puestos en función de la revolución mundial, con el objetivo
de conquistar el “reino de la libertad”, es decir, una sociedad
comunista basada en la planificación racional, democrática
e internacional de la economía que termine con la explotación del trabajo asalariado y toda opresión.
Los diferentes imperialismos, además de sus “Estados Mayores” nacionales, han contado con sus instituciones
internacionales al servicio de mantener la opresión de los
pueblos y evitar la revolución. Históricamente, han respondido con todos los medios a su disposición, políticos, económicos y militares para derrotar los intentos de los trabajadores
de expropiar a los capitalistas y construir un nuevo estado.
Como ya demostró la Revolución Rusa, proponerse la conquista del poder en un país implica contar con la solidaridad
del movimiento obrero internacional que permita mantenerlo
y expandir la revolución. Por esto, el internacionalismo no es
un principio abstracto sino una cuestión estratégica.
La etapa que comenzó a abrirse con la crisis mundial capitalista y los nuevos fenómenos de la lucha de clases
plantea con más urgencia que nunca la tarea de poner en
pie nuevamente la Cuarta Internacional como organización
de combate de la vanguardia obrera y juvenil.
La Fracción Trotskista – Cuarta Internacional surgió
a finales de la década de 1980 en una etapa de retroceso,
signada por la ofensiva del imperialismo y la restauración
capitalista en los ex Estado obreros, en momentos donde
la mayoría de las organizaciones que se reivindicaban del
trotskismo lo abandonaban. Nos constituimos como un
reagrupamiento principista con el objetivo de defender la
teoría, el programa y la estrategia revolucionaria, buscando
profundizar nuestra inserción en el movimiento obrero y la
vanguardia juvenil, y desarrollar una práctica internacionalista. Somos conscientes de que ninguna organización de
las actualmente existentes que se reclaman revolucionarias
puede resolver por sí misma esta tarea de magnitud histórica. Contra toda autoproclamación sectaria, sostenemos
que la construcción de partidos obreros revolucionarios y la
refundación de la Cuarta Internacional no será producto del
desarrollo evolutivo de nuestras organizaciones ni de nuestra tendencia internacional, sino resultado de la fusión de
alas izquierda de las organizaciones trotskistas y sectores
de la vanguardia obrera y juvenil que se orienten hacia la
revolución social, que tenderán a surgir y generalizarse al
calor de la crisis y la lucha de clases.
Sin embargo, no se trata de esperar pasivamente
a que se produzcan estos acontecimientos, sino de llegar a
ellos con la mejor preparación teórica, programática, estratégica y organizativa posible. Con esta perspectiva estamos
proponiendo abrir una discusión sobre la necesidad de im-
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y el anarquismo, que niegan la necesidad de construir una
organización revolucionaria y rechazan la perspectiva de la
toma del poder por parte del proletariado. Sin embargo, a
pesar de su retórica, estas tendencias se han adaptado mayoritariamente a variantes estatales populistas burguesas.
La crisis capitalista nos da la oportunidad de intervenir de manera audaz en los procesos de lucha de clases
y en los fenómenos obreros de reorganización sindical y política, para avanzar en la construcción de fuertes partidos
revolucionarios e internacionalistas y dar pasos hacia poner
en pie una internacional obrera. Desde nuestro punto de
vista, este Partido Mundial de la Revolución Social debería
ser la Cuarta Internacional refundada sobre bases revolucionarias, con un programa de reivindicaciones transitorias
que permita que el proletariado se transforme en una fuerza hegemónica, capaz de poner en pie una alianza con los
pobres urbanos, los campesinos pobres y todos aquellos
explotados y oprimidos, para derrotar el poder burgués y dar
una salida verdaderamente progresiva a la crisis capitalista.
De lo contrario, serán las clases dominantes las que a su
manera, con miseria, guerras y destrucción, encuentren una
salida, como ya lo hicieron con las dos guerras mundiales
del siglo pasado.
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pulsar un Movimiento por una Internacional de la Revolución
Socialista, como paso para avanzar hacia la refundación de
la IV Internacional sobre bases revolucionarias.
Hacemos esta propuesta especialmente a los compañeros del Nuevo Partido Anticapitalista (NPA) de Francia,
tanto a quienes integran con nosotros la Plataforma Z como
a aquellos que se agrupan en la Plataforma Y, que ven necesario enfrentar la política de la dirección mayoritaria del
NPA de establecer un bloque permanente con el reformista Front de Gauche de Mélenchon, y a los compañeros del
ex Secretariado Unificado de otros países que enfrentan la
orientación mayoritaria de generalizar este tipo de bloques
con reformistas, como quienes resisten la línea de subordinación a Syriza en Grecia; a los dirigentes y trabajadores
que constituyen el ala izquierda de los mineros de Huanuni
en Bolivia [1], con quienes venimos dando una pelea contra
las presiones del gobierno y sus aliados en la burocracia de
la COB para hacer retroceder el proceso de fundación de un
Partido de Trabajadores basado efectivamente en los sindicatos e independiente del gobierno, el Estado y los partidos
patronales; a los compañeros del Partido Obrero de Argentina y a la Coordinadora por la Refundación de la Cuarta Internacional, con quienes integramos en Argentina el Frente de
Izquierda y los Trabajadores y hemos coincidido en diversos
hechos de la lucha de clases nacional e internacional, y a todos aquellas organizaciones de la izquierda revolucionaria,
o de la vanguardia obrera y juvenil que busquen un camino
hacia la revolución.
El reagrupamiento revolucionario que hoy necesita5. Es bueno recordar que el segundo dirigente más importante del
LKP, Nomertin, es miembro de la corriente Combate obrero, ligada
a LO y que esta corriente no constituyó de ninguna manera una
alternativa política al programa de Domota, restringido a las reivindicaciones de tipo económico y que no iba hasta el final con el
enfrentamiento con el imperialismo francés opresor y la burguesía
béké.
6. VIGNA X., L’insubordination ouvrière dans les années 68: essai
d’histoire politique des usines, Presses universitaires de Rennes,
2007, p. 378.
7. COBET, Daniela, « La classe ouvrière en France face à la crise
capitaliste: bilan et perspectives de la vague de luttes de 2009-2010
et les tâches des marxistes révolutionnaires »
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Internacional Mayo 2014
mos no puede basarse solo en principios generales, sino
que debe partir de acuerdos frente a las grandes cuestiones
estratégicas que ya la crisis capitalista ha puesto en debate
en la izquierda mundial. Este manifiesto no pretende ser un
programa acabado, sino poner a consideración los principales núcleos estratégicos y programáticos que, junto con
la prueba de la práctica política y la lucha de clases, desde
nuestro punto de vista delimitan en el campo de la izquierda
una estrategia verdaderamente revolucionaria. Sobre esta
base llamamos al debate y a la acción práctica en común en
la lucha de clases.
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Lucha de Clase Mayo 2014
Revista Marxista de Teoria y Politica
La Batalla
Las imagenes incluida en esta revista han sido adquirida via online,
muchas de ellas se encuentran sin data, sin embargo decidimos utilizarlas
al pensar que representar la esencia de las Huelgas Obreras o Movilizaciones
Nuestro medio se interesa en la difusion de ideas y luchas de los trabajadores y el pueblo pobre.
Partido de Trabajadores Revolucionarios - Clase contra Clase
sección chilena de la Fracción Trotskista - Cuarta Internacional, integrada por:
PTS (Partido de Trabajadores Socialistas) de Argentina,
LTS-CC (Liga de Trabajadores por el Socialismo - Contracorriente) de México,
LOR-CI (Liga Obrera Revolucionaria por la Cuarta Internacional) de Bolivia,
LER-CI (Liga Estratégica Revolucionaria - Quarta Internacional) de Brasil,
LTS (Liga de Trabajadores por el Socialismo) de Venezuela,
LSR (Liga de la Revolución Socialista) de Costa Rica,
Clase contra Clase del Estado Español,
La IK (Internationaler Klassenkampf) de Alemania
militantes y simpatizantes de la FT en la Plataforma 4 NPA Francia
Simpatizantes de la FT en Uruguay
WWW.FT-CI.ORG
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