Juzgado Nacional de Menores Nro. 5. Buenos Aires, 20 de septiembre de 2006, siendo las 22:50 horas.AUTOS Y VISTOS Para resolver en la presente acción de habeas corpus registrada bajo el nro. 14-26 interpuesta por Emilio García Méndez y Laura Cristina Musa.Y CONSIDERANDO Que da inicio a la presente acción el escrito presentado por los Dres. Emilio García Méndez y Laura Cristina Musa, presidente y directora ejecutiva de la Fundación Sur Argentina – fs. 1/10.Los nombrados – en el escrito mencionado- indicaron que en virtud del artículo 43 de la Constitución Nacional y el artículo 1º de la ley 26.061 realizaron la presente acción de habeas corpus a favor de todas las personas que por hechos presuntamente cometidos antes de cumplir los dieciséis años de edad se hallen privados de su libertad en virtud de resoluciones judiciales emitidas por los Juzgados Nacionales de Menores en jurisdicción de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, como aquellos que se encuentren alojados en el Instituto General San Martín y en demás instituciones de similares características. Solicitaron también los accionantes que se declare la ilegitimidad de la privación de libertad de los jóvenes objeto de esta acción, conforme los artículos 8.2, 9 y 19 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, los artículos 14.2 y 15 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, los artículos 37 inciso b y 40.2 de la Convención sobre los Derechos del Niño, la Regla 11 b de las Reglas de las Naciones Unidas para la protección de los Menores Privados de la Libertad, los artículos 18 y 19 de la Constitución Nacional y el artículo 19 de la ley 26.061. A su vez, solicitan se inste al Poder Ejecutivo nacional y local a elaborar e implementar un plan progresivo de liberación de estos jóvenes, y su incorporación a los programas del sistema de Protección Integral que surge de la ley 26.061. En oportunidad de ratificar su presentación, la accionante Dra. Laura Musa indicó que la intención al promover la presente fue que la Exma. Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional de la Capital Federal, en carácter de tribunal de alzada de todos los Juzgados de Menores sea quien se aboque a la resolución del caso, por poseer facultades de superintendencia y organización del régimen tutelar de la minoridad, y fue debido a ello que la presentación se radico originariamente ante la cámara de apelaciones del fuero. En atención a la presentación efectuada, este tribunal solicitó a los titulares de todos los Juzgados Nacionales de Menores de la Capital Federal se sirvan proporcionar los datos de los menores de 16 años que se encuentran internados a su disposición en instituciones dependientes del PRONAJU, y en relación a los mismos, la fecha de internación, el motivo, y estado actual de la causa principal en la que se encuentran involucrados. De idéntico modo, se requirió a la Sra. Presidente del Consejo Nacional de la Niñez, Adolescencia y Familia remita la nómina de aquellos jóvenes que no hayan cumplido los dieciséis años de edad, que se encuentren alojados a su disposición en institutos dependientes del PRONAJU, y en relación a los mismos la fecha de internación, motivo, y estado actual de la causa principal en la que se encuentran involucrados; requiriendose, de idéntico modo a la Sra. Presidente del Consejo Nacional de la Niñez, Adolescencia y Familia remita la nómina de aquellos menores que no hayan cumplido los 16 años de edad, que se encuentren alojados en institutos dependientes del PRONAJU en la ciudad de Buenos Aires, y el tribunal a cuya disposición se encuentran allí internados. De la misma manera, se requirió al Sr. Presidente de la Excma. Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional de la Capital Federal la remisión a estos estrados de copias de los últimos informes efectuados con motivo de las visitas mensuales a institutos dependientes del PRONAJU. Fue así que la totalidad de mis distinguidos colegas enviaron la información requerida respecto a los menores que no han cumplido los dieciséis años y que se encuentran alojados en institutos dependientes del PRONAJU a su disposición, remitiendo también, la Sra. Presidente del Consejo Nacional de la Niñez, Adolescencia y Familia la nómina de internados solicitada. Por su parte el tribunal de Alzada, hizo llegar copia certificada de los últimos informes confeccionados en relación a las visitas efectuadas a los diferentes institutos dependientes del PRONAJU que guardaran relación con la presente acción.Llegado el momento de abocarme a la resolución del planteo presentado, considero que la acción intentada no encuadra en ninguno de los supuestos contemplados por la ley 23.098. En efecto, la mencionada ley, en su artículo 3º determina que la procedencia de la acción de habeas corpus corresponderá en los casos de denuncia de un acto u omisión de autoridad pública que implique la limitación o amenaza actual de la libertad ambulatoria sin orden escrita de autoridad competente, o la agravación ilegítima de la forma y condiciones en que se cumple la privación de la libertad sin perjuicio de las facultades propias del juez del proceso si lo hubiere, agregando en su artículo 4º los casos en que procederá en el supuesto del estado de sitio. Como se ve, el impulso de la acción intentada, debe sujetarse a las pautas taxativamente enunciadas por la ley, razón por la cual si los motivos que sirven de base al impulso de esta vía no se encuentran receptados por ella, no podrán tener acogida favorable en la resolución de su trámite. Corresponde indicar que los jóvenes internados en los diferentes establecimientos dependientes del PRONAJU lo están por la comisión de delitos, no por cuestiones asistenciales o de abandono material o moral, y que los mismos se encuentran alojados por orden emanada de autoridad competente, de conformidad con las atribuciones conferidas por la ley 22.278 “Régimen Penal de la Minoridad”, que en su artículo 1º establece en qué casos un menor resultad no punible y dispone que si existiere imputación contra alguno de ellos la autoridad judicial dispondra provisionalmente, procederá a la comprobación del delito, tomará conocimiento directo del menor, de sus padres, tutor o guardador y ordenará los informes y peritaciones conducentes al estudio de su personalidad y de las condiciones familiares y ambientales en que se encuentre, y en caso necesario pondrá al menor en lugar adecuado para su mejor estudio durante el tiempo indispensable. La ley 26.061 ha derogado a la ley 10.903, y ha excluido del ámbito penal a los menores víctimas, quedando solamente los menores involucrados en hechos delictivos bajo la tutela de la ley 22.278, modificada por ley 22.803, viéndose regulado también su procedimiento por el Código Procesal Penal de la Nación – ley 23.984-, aclarando asimismo, el decreto 1293/2005 que los programas del régimen penal juvenil no integran la ley 26.061, y que la transferencia de esos programas al nuevo sistema de protección de derechos no ha sido prevista por dicha ley.Como vengo sosteniendo, la disposición tutelar de los menores imputados de delito, sean o no punibles, se rige por la ley 22.278 que impone al juez la obligación de tutelar provisoriamente a todo menor imputado como autor en causa penal, y en caso necesario le confiere atribuciones para alojar al menor en lugar adecuado para su mejor estudio durante el tiempo indispensable, lo que le permitiría afirmar que no resulta ilegítima la internación de un niño, siempre y cuando la misma emane por orden de un juez competente. Conforme lo establecido por los artículos 1º y 3º de la mencionada ley 22.278 es el juez, quien, en ejercicio de las atribuciones que la ley le otorga deberá abocarse a la realización de diferentes peritaciones e informes que conduzcan al estudio de la personalidad y de las condiciones familiares en que se encuentre el menor, y deberá velar por su custodia para procurar una adecuada formación mediante la protección integral.La Convención sobre los Derechos del Niño, en sus artículos 3.3, 37.C, 40.3 primer párrafo y 40.4; la ley 22.278, a través de sus artículos 1º, 2º, 3º, 3 bis, 6º y 10º y las Reglas Mínimas de las Naciones Unidas para la Administración de Justicia de Menores (Reglas de Beijing), requieren de la existencia de establecimientos especiales separados de los adultos, a cargo de personal idóneo, para los casos en que indefectiblemente los menores deban permanecer privados de su libertad durante la tramitación del proceso o para el cumplimiento de una condena. El inciso 3 del artículo 40 de la Convención de los Derechos del Niño establece que los estados partes deberán tomar todas las medidas apropiadas para promover el establecimiento de leyes, procedimientos, autoridades e instituciones específicas para los niños de quienes se alegue que han infringido las leyes penales o a quienes se acuse o declare culpables de haber infringido esas leyes y en particular, y con el mismo espíritu el inciso b del artículo 37 de la misma convención establece que ningún niño sea privado de su libertad ilegal o arbitrariamente, y la detención de un niño se llevará a cabo de conformidad con la ley y se utilizará tan solo como medida de último recurso y durante el período más breve que proceda. Del material legislativo analizado se advierte sin dudas la legitimidad de la privación de la libertad ambulatoria de menores en establecimientos especializados, siempre y cuando ella provenga de autoridad judicial competente, y cuando los menores en cuestión hayan infringido la ley. Los establecimientos destinados por el estad para el alojamiento de los menores en conflicto con la ley penal dependen del Consejo Nacional de la Niñez, Adolescencia y Familia (PRONAJU), siendo éstos las instituciones especiales con las que los jueces minoriles cuentan como órgano de albergue de menores que han infringido la ley. Surgen de las presentes actuaciones copias de los informes mensuales aportados por la Excma. Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional de la Capital Federal los que dan cuenta del estado en que estas instituciones se hallan, informando al respecto, el tribunal superior, al órgano administrativo correspondiente, no advirtiéndose la agravación de las condiciones de alojamiento de los menores internados en los términos establecidos por la ley 23.098 Sin duda el Estado Argentino manifiesta a través de la sanción de la ley 26.061 la necesidad de adecuar la legislación de nuestro país a los tratados y convenios internacionales, así como también a la actual realidad social en la que nos encontramos inmersos, entendiendo la suscripta que las consideraciones vertidas por los accionantes – que dan cuenta de ello- no pueen ser satisfechas por esta vía, por cuanto se tratan de cuestiones relacionadas con la modificación al régimen penal juvenil vigente - de estricta competencia legislativa-, y que excede el ámbito de aplicación taxativamente establecido por la ley 23.098. Siendo así considero que la acción instaurada deviene absolutamente improcedente, correspondiendo el rechazo de la misma, de conformidad con lo previsto por la primera parte del artículo 10 de la ley 23.098 Finalmente, y sin perjuicio de lo anteriormente dispuesto, habrá de remitirse copia de la presentación efectuada a fs. 1/10 por la FUNDACIÓN SUR ARGENTINA a la Presidente del Consejo Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia, a los fines que estime corresponder. Resuelvo: I.- RECHAZAR la presente acción de habeas corpus nro. 14-26 interpuesto por Emilio García Méndez y Laura Cristina Musa, sin costas.II.- ELEVAR en consulta estos actuados a la Esxma. Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional de la Capital Federal. III.- REMITIR copia de la presentación efectuada a fs. 1/10 por la Fundación Sur Argentina , a la Presidenta del Consejo Nacional de la Niñez, Adolescencia y Familia a los fines que estime corresponder. Notifíquese y cúmplase Olga Chaves – Juez subrogante