09 LOCALES PEDRO CASACHAGUA Artesano de piedras, transformador de esperanza EL CIELO ES EL LÍMITE. El maestro marmolero peruano, depone sus limitaciones físicas para exponer en el mercado estadounidense su trabajo tipo exportación. Foto 1: Mano POR IRENE DÍAZ-BAZÁN ATLANTA. No sólo transforma el mármol en piezas pulidas y hermosas, hace de la roca un producto de alta calidad, tipo exportación, donde se aprecia el fino trabajo de un hombre que -pese a sus limitaciones físicases el prototipo de la superación. Es invidente y le falta una mano y, sin embargo, crea pirámides, mosaicos, baldosas, cofres, banderas y toda una gama de objetos de variados tamaños y colores. Pero, ¿cómo lo hace?, es la pregunta de rigor… Pedro Casachagua sonríe a cada instante y tiene una sabia respuesta para todo. Atrás quedó la trágica escena de la explosión en 1983 que por extraer un gran bloque de mármol de una cantera, le mutiló una mano y lo dejó ciego para siempre. En uno de los stands de la galería de la feria “Covering”, el artesano peruano emerge entre los pasillos del World Congress Center de Atlanta; vestido en un traje oscuro y lentes negros. Es la primera vez que Casachagua, originario del departamento de Jauja (Perú) está en Estados Unidos y en un evento tan importante para su labor como artesano marmolero donde de una forma casi mágica catea, restaura y explora piedras, mármoles, travertinos, granitos, calizas, ónix, rocas ornamentales y similares no metálicos. En Atlanta, el experto maestro quien además es fundador y presidente de la Asociación Pro Artesanos Discapacitados del Perú, comenta que provee la materia prima del mármol a MYGSA la compañía que hace los acabados para la industria de la construcción. “Somos artesanos de mármoles y hemos constituido la Alianza Nacional de Personas con Discapacidad y Familiares (ANDIF Perú) para generar empleo para cuatro millones de personas con limitaciones físicas”, dice Pedro cuya familia y ancestros se dedicaron al trabajo del corte, tallado y acabado del mármol durante 100 años. TALLADOR DE SU DESTINO Pedro Casachagua, fue víctima de un accidente a la edad de 23 años. El 29 de abril cumplió 53 años de edad y 30 años enfrentando la vida. “Para mí la discapacidad no es un obstáculo para cruzar fronteras”, sostiene el eximio tallador quien aprendió de Rigoberto, su padre, el oficio de tallar mármol con suma maestría y es la “experiencia” la gran aliada de su fórmula para crear verdaderas obras de arte aun sin vista, con sola una mano y una prótesis. Lleno de optimismo, el padre de cinco hijos, ahora en Atlanta, coloca en vitrina el trabajo que el mármol peruano oriundo de Chala, Junín, aporta a la construcción , escultura y decoración internacional. En busca de nuevos mercados y escaparates, Pedro Casachagua ha transportado los vistosos travertinos y mármoles del país inca a ferias internacionales en Italia, Argentina, Colombia y otros destinos del mundo, donde el público se ha decantado por la belleza de la roca peruana. “No me siento discapacitado, para mí hay muchas personas que resultan más discapacitadas que yo al hacerle daño a la sociedad con su comportamiento, creo que he logrado convertirme en ejemplo”, concluye Pedro Casachagua, quien desafió su accidente y construyó un mejor destino. EMBAJADOR DE PIEDRAS Y ROCAS ORNAMENTALES (PONER EN OTRO LADO POR FAVOR) El experto en el tema quien se ha convertido en un embajador de piedras y rocas ornamentales de su país; destaca que debido a sus óptimas características, el mármol y travertino peruano compiten a nivel mundial con mármoles de Italia, Turquía y La India. “Estamos aquí para satisfacer las exigencias del cliente ‘americano’ y garantizar la provisión peruana. En Perú tenemos grandes yacimientos de mármoles y travertinos de excelente calidad”, sustenta. INFORMACIÓN: Para contactar a Pedro Casachagua escriba a [email protected] En Internet: www.mineramarmoles.com