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PROCESO DE DESAMORTIZACION Y CAMBIOS
AGRARIOS
1. LAS MEDIDAS DESAMORTIZADORAS EN ESPAÑA
1.1. Causas del atraso agrícola
1.2. Intentos desamortizadores
2. CONSECUENCIAS DEL PROCESO DESAMORTIZADOR
3. LA REVOLUCION DE LA AGRICULTURA EN ESPAÑA Y LOS
CAMBIOS AGRICOLAS
DESARROLLO DEL TEMA:
1. LAS MEDIDAS DESAMORTIZADORAS EN ESPAÑA
En Europa se estaba llevando a cabo un proceso de modernización durante el siglo
XIX. En la primera mitad de siglo se llevó a cabo la llamada Primera Revolución
Industrial y, durante la segunda mitad se llevó la Segunda Revolución Industrial. A
finales de siglo la mayoría de los países de Europa occidental tenían un modelo
económico basado en la industria.
En España este proceso no se desarrolló ni al mismo tiempo ni con la misma
intensidad que en Europa. A finales de siglo nuestro país tenía una economía
basada en la agricultura, exceptuando País Vasco, Cataluña y Madrid. La
agricultura
era
de
bajos
rendimientos,
poca
productividad
y
escasa
competitividad. España era un país atrasado económicamente y con una carencia
casi total de la industria.
En España, los escasos beneficios agrícolas no se invirtieron en la industria.
1.1.
Causas del atraso agrícola
Causas o factores de tipo humano: son las principales para
explicar el atraso. La mayor parte de las tierras de cultivo estaban
en manos de unos pocos, que poseían el 90% de las tierras
cultivables del país; estas tierras estaban mal gestionadas
económicamente o abandonadas, sus propietarios se negaban a
modernizar sus explotaciones. El resto de las tierras pertenecían al
Estado y estaban sin cultivas o los campesinos con pocos recursos
que no podían invertir en su modernización, ya que no eran suyas. El
tipo de propiedad no era el apropiado, predominaba el latifundio y el
minifundio.
Causas o factores de tipo físico: el clima es el más importante, en
España se caracteriza por regímenes pluviométricos irregulares,
donde alternan sequias provocadas por el verano y con lluvias
torrenciales, que provocan inundaciones, ambas situaciones nocivas
para las cosechas, debemos sumarle la escasa superficie que el
regadío, lo que provoca que el rendimiento por hectárea fuera
deficiente. Debemos tener en cuenta la pendiente, la altitud y la
mala calidad del suelo para el cultivo.
1.2.
Intentos desamortizadores
Siglo XVIII
Debido a la situación de la agricultura en España, ya desde el reinado de
Carlos IV a final de siglo se intentó hacer una reforma agraria para mejorar
la situación, así, encargo a Jovellanos su estudio sobre el sector agrícola.
Éste presento al rey y a Godoy los resultados de sus estudios, proponía:
- aumentar la superficie cultivada, parcelando y repartiendo entre los
jornaleros no propietarios las tierras abandonadas del estado.
-
Iniciar la desamortización de las tierras pertenecientes a las clases
privilegiadas. Se intentó elaborar una ley que expropiara las tierras de
la nobleza y la iglesia, se parcelarían y repartirían
entre los no
propietarios, pero las protestas del privilegiado provocaron que no se
pusieran en marcha la desamortización.
A finales de siglo XVIII solo se realizó el aumento de superficie cultivada.
Siglo XIX
Intentaron iniciar una desamortización y modernizar la agricultura
española. Destacan:
La etapa de las Cortes de Cádiz, tras la elaboración de la
constitución, los diputados elaboraron una ley para desamortizar tierras
eclesiásticas. Se elaboró en 1813 pero no entro en vigor porque con la
llegada de Fernando VII y la restauración absolutista el rey anulo toda la
obra legislativa de Cádiz.
En el Trienio Liberal (1820-1823), durante el reinado de Fernando
VII, se intentó poner de nuevo en marcha la desamortización eclesiástica.
En 1823 los liberales elaboraron una ley para ello, pero con la llegada de
los “Cien Mil Hijos de San Luis” se puso fin al trienio y el rey fue
nuevamente monarca absoluto, comenzando la década ominosa y anulando
todas las leyes de este periodo.
Fue durante el reinado de Isabel II cuando se pusieron en marcha las
desamortizaciones. En la etapa de la minoría de edad de Isabel,
coincidiendo con el gobierno de Calatrava y siendo ministro de hacienda
Mendizábal, se elaboró la ley de desamortización eclesiástica en 1836,
puesta en vigor en 1837. Durante la mayoría de edad de la reina, en el
bienio progresista, se desarrolló la segunda desamortización, ministro de
Hacienda Pascual Madoz, la ley de desamortización civil de 1855.
Además de las desamortizaciones, en el siglo XIX los gobiernos
liberales aprobaron otras leyes para modernización agrícola:
Además de las desamortizaciones en el siglo XIX los gobiernos liberales
aprobaron otras leyes para modernizar la agricultura:
-Ley de Abolición de los derechos señoriales, se perdió los
derechos jurisdiccionales de los nobles sobre los campesinos. Era el fin de
la estructura feudal.
-Ley de desvinculación de la propiedad, que anulaba la ley de
mayorazgos medieval, con esta ley las tierras de los grandes propietarios
no era exclusiva herencia
sino que podían parcelarse, repartirse y
venderse.
-Ley de desamortización eclesiástica de Mendizábal en 1836,
afecto a las tierras de la iglesia, el método aplicado fue el expropiar las
tierras abandonadas o mal cultivadas sin indemnización. Debido a la crisis
económica de los primeros años de siglo en España, el estado decidió no
repartir las tierras entre los jornaleros sino sacarlas a subasta pública
para aumentar los ingresos del gobierno. Fueron compradas
por la
burguesía o la nobleza; clases con medios económicos para adquirirlas. Los
jornaleros se vieron defraudados por esta ley.
-La ley de desamortización Civil de Madoz, en 1885, segunda
medida desamortizadora. Se vieron afectadas las tierras del estado,
ayuntamientos y algunas de la nobleza. El método seguido que usado por
Mendizábal (expropiación, parcelación y subasta pública, por lo que de
nuevo los que accedieron a la compra de tierras fueron los más pudientes.
Los jornaleros estuvieron descontentos con su empobrecimiento.
En definitiva, las desamortizaciones no produjeron una verdadera
reforma y crearon malestar.
2. CONSECUENCIAS DEL PROCESO DESAMORTIZADOR
El proceso desamortizador va a provocar una serie de consecuencias, la
mayor parte negativas, para la agricultura española y los campesinos no
propietarios de tierras, destacaron:
-
Las tierras siguieron estando en manos de unos pocos. Los compradores
serán los burgueses, nobles, funcionarios del estado o militares,
personas que querían obtener beneficios rápidos sin invertir en
actividades de desarrollo productivo y que tenían recursos económicos
suficientes para adquirir las tierras. Es una situación anómala con
respecto a la burguesía europea, que invirtió en la industria naciente y
contribuía al desarrollo económico del país.
-
Los jornaleros, campesinos no propietarios, vieron que sus condiciones
de trabajo no solo no mejoraron sino que empeoraron y se
empobrecieron aún más. Su poder adquisitivo era muy bajo y tenían
unos salarios que apenas les permitían la alimentación de sus familias,
“salario
de
hambre”
los propietarios de tierras no hicieron ningún esfuerzo por modernizar
sus propiedades con nuevas técnicas de cultivo, abonos o maquinaria,
que ya se estaban usando en Europa. No invertían en el desarrollo de
sus explotaciones ya que su gran extensión les daba beneficios
importantes.
-
La única consecuencia positiva fue el aumento de la producción
agrícola, que se debió al aumento de la superficie cultivad.
3. LA REVOLUCION DE LA AGRICULTURA EN ESPAÑA Y LOS CAMBIOS AGRICOLAS
En España a lo largo del siglo XIX fracaso en su intento de modernizar
el sector agrícola, no se integró en el circuito capitalista europeo debido a
las deficiencias de la desamortización ya analizada. Predominaban las
explotaciones poco rentables en lugar de la ideal: la mediana propiedad,
típica de Europa.
El latifundio típico de Andalucía, Extremadura y Cataluña, perjudicial para
el avance modernizador en España, estaban en manos de ricos propietarios
que no invertían en la tierra. Esta burguesía agraria no se arriesgaba
económicamente, ya que su nivel de vida era alto y no veía la necesidad de
aumentar su riqueza mejorando las explotaciones. Muchos latifundios
estaban mal gestionados o abandonados, hecho que perjudicaba a los
jornaleros porque muchos no tenían trabajo o este era inestable.
En minifundio o pequeña propiedad, característico en Galicia y levante
tampoco era rentable para modernización agrícola, hacía que los pequeños
propietarios no pudieran competir con los latifundistas. Sus propiedades
acabaron malvendiéndose y provocaron la emigración a zonas más
industrializadas.
En cuanto al tipo de cultivo, destacaba loa conocida como trilogía
mediterránea, cereal, vid y olivo. A ello se les unía el cultivo de los
críticos, liderado por la naranja levantina:
-
El trigo seguía siendo la base de la alimentación española. Llego a estar
protegido por aranceles, suponiendo el 40% de la producción a final de
siglo. Sin embargo había crisis por malas cosechas que disminuían la
producción y hacían que subieran los precios. Los más afectados eran
los jornaleros ya que gran parte de su salario iba destinado a la
alimentación.
-
La vid tuvo una etapa de expansión debido a la demanda del mercado
exterior. Hubo regiones que se especializaron en la producción de
distintos de distintos tipos de vinos, como La Rioja, Cataluña y Jerez de
la Frontera.
-
El olivo tubo también una expansión en el mercado europeo. Países
como Gran Bretaña, Alemania o Italia
apreciaban el aceite de oliva
español. Andalucía se benefició ya que tenían grandes producciones de
este tipo.
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