SERIE ARQUEOMUSICOLOGIA ~ ~ ." ~;\t'Nº 17" . lCIEMBRE EDDTORBAL ti teméiice del presente Boletín está dedicacja a Uf/a nueva rama dentro la arqueología: la arqueomusicología. En Bolivia, son pocos los trabajos dedicados a este temática. Destacan las pioneros trabajos de los esposos D'hsrcoutt, del Coronel Federico Diez de Medina, de la aflfr-opóloga Julia Elena Fortún y del folklorólogo Freddy Bustíllos Vallejos. No obstante tales avances, el conocimiento sobre la producción sonora y la organología en las sociedades prehispánicas se halla en sus inicios. En el artículo que se publica, se ha intentado dar una mirada general a la problemática arqueomusicológica, abarcando un tramo de tiempo largo: desde el Período Formativo hasta la cultura Inca. Para tal efecto, se ha seguido las referencias de las últimas cronologías desarrolladas por los arqueólogos. A partir de ellas, se ha intentado reflexionar, de manera todavía muy general, sobre la producción sonora en estas sociedades, contrastando con los hallazgos de instrumentos musicales arqueológicos y con las referencias etnohistóricas de la colonia temprana. Así mismo, se han introducido los hallazgos organ@lógicosrealizados por los investigadores del Instituto de Investigaciones Antropológicas, cuyas piezas se exponen en el Museo Arqueológico de la Universidad Mayor de San Simón. Tratándose de un primer eeereemieeto, se asume las generalizacianes Cluese hacen. Trabajos más oumustes « realizarse en el futuro, deberán echar más luces, además, sobre otros aspectos importantes: constructivos, sonoros, estéticos, sociales, etc. El reto está hecho. y, las críticas bienvenidas. Director INIAN-MUSEO: Investigadores: David Pereira H. Ricardo Céspedes P. Raúl Meneses l!J. María de los Angeles MU¡;j0Z C. Wálter Sánchez C. Ramón Sanzetenea R. Dirección: Jordan E-.199(Esquina NatanielAguirre)· Teléfono:(4) 25 0010 Fax: (4) 232545· Casilla Postal: 992· COCHABAMBA-BOLlVIA • ~ '" ¡t ," iI . .•• . 'Fato tapa:' • Ramó~ Sanzetehea Si~ú de'cemimica:Periódo Formativo fotos interiores: ~amón SSlnze~eneaR.. . "'. .• ' PRODUCCION SONORA E INSTRUMENTOS MUSICALES PREHISPANICOS EN LOS ANDES MERIDIONALES Wálter Sánchez C. y Ramón Sanze/enea R. Es escaso el conocimiento que se tiene sobre la producción sonora en los Andes Meridionales (actual Bolivia). De hecho, son pocos los investigadores que han incursionado al campo arqueomusicológico destacando los esposos D'harcourt ([1925J1990), Diez de Medina (1947), Fortún (1968-1970) y Bustillos (1989). En este trabajo, descriptivo, no se intenta sino un primer abordaje -a través de materiales arqueológicos y etnohistóricos-, cuyo fin es delinear la presencia organológica prehispánica en contextos sociopolfticos y culturales concretos. Inmersos dentro de una cronología de larga data, las evidencias organográficas no deben ser vistas en una perspectiva evolutiva, como una sucesión de una hacia otra. Queda claro, sin embargo, que el devenir histórico de las sociedades que habitaron los Andes Meridionales ha estado movido por dinámicos sistemas de intercambio y de interrelaciones (ya sean amistosas o guerreras), que han influido en los procesos de transformación social, cultural y musical. 1. El Período Pre-cerámico No se conocen hallasgos de instrumentos sonoros precerámicos, lo que no supone su inexistencia. 2. El Período Formativo (1500 a.e. - 600 d.C.) El Periodo Formativo en Bolivia constituye un enorme espacio de tiempo en el que se produjeron numerosos eventos y desplegaron su cultura una gran cantidad de sociedades ubicadas en el amplio espacio "andino" (Pereira H., Brockington y Sanzetenea2000: 12). La producción sonora parece haber tenido un alta estima en las sociedades del Formativo si nos atenemos a la gran cantidad de instrumentos musicales hallados. Destacan los siku de cerámica monocroma y sin decoración, cuyos tubos han sido contecclonados de manera separada. El Museo Arqueológico de Cochabamba posee un hermoso ejemplar que conserva tubos intactos (foto tapa). La sonoridad de este instrumento muestra el elevado conocimiento tecnológico y acústico que debieron tener sus fabricantes. Destacan en este periodo, una gran variedad de flautas globulares (tipo ocarina) de cerámica (foto 2). Muchas de ellas, poseen agujeros de digitación y emiten varios sonidos. Es poco probable que estas flautas hayan tenido un uso colectivo. Pequeñas flautas verticales (tipo q!1ena), hechas de hueso de animales, con tres o cuatro orificios de digitación y una muesca en forma de U, son comunes en este periodo (foto 1). Son frecuentes, también, los pitos hechos de hueso, mono y bitonales. Una característica es que todo este complejo organológico posee ningún tipo de decoración pictórica. no 1. Panorama organológico Tiwanaco (400-1.100 d.C.) La cultura Tiwanacu, cuya expansión alcanza -según Geraldine Byrne de Caballero (s/f: 1)- por el poniente hasta la costa del Pacífico y, por el oriente, hasta los valles calientes de Omereque (actual departamento de Cochabamba), dió a la producción acústica y musical una gran importancia. Si bien no se conocen los contextos de ejecución y de producción sonora, las pocas evidencias encontradas hasta la actualidad, pueden diseñar ciertos aspectos. Tiwanakufue, al parecer, depositaria de influencias organológicas de culturas habitantes tanto al Oestede la Cordillera Real como de la vertiente oriental. No obstante, generó su propio complejo sonoro, estético y organológico, vinculado a aspectos sociales, rituales, culturales y políticos concretos. Según Pérezde Arce (1993: 475), en Tiwanaku se desarrolla un tipo de flauta de pan de caña o de madera, de perfil escalerado, compuesta por un número. variable de tubos sencillos (cerrados) ordenados por tamaño, unidos mediante un cordel. Desgraciadamente, no se conocen siku Tiwanaku de este tipo provenientes del altiplano, debido a problemas de conservación. En Tiwanaku destaca otro tipo de siku de piedra, con agujeros de digitación en una o ambas caras. Este aditivo marca un cambio tecnológico en la flauta de pan en esta cultura. Los esposos D'harcourt ([1925] 1990: 42-43), quienes han sido los primeros en observar las implicaciones sonoras de estos agujeros de obturación, sostienen: "nos encontramos, pues, ante un sistema muy claro, usado también en los valles bolivianos, sistema que evidentemente tiene por objeto acrecentar, a la manera de la flauta recta, los recursos limitados de la flauta de pan'. La posibilidad técnica de modificar la altura de los sonidos por medio de agujeros de digitación en los tubos del siku, permitió: (1) resolver el problema de incorporar tubos para generar nuevos sonidos y (2) ampliar las posibilidades estéticas del instrumento. Posibilitó, además, modificar las escalas con el sólo hecho de cambiar de lado el instrumento o dejando de obturar los orificios de digitación (cf. Bustillos 1989) . Entre los siku de piedra reportados, puede considerarse los siguientes: (1) Pequeña flauta de pan en piedra blanda, encontrada en Iruya (frontera argentina-boliviana) por el coronel Eric van Rosen. Posee perforacion.es laterales, de pequeñas dimensiones, Solo tiene 5 tubos (los Nº 1,3 Y 4 están agujereados cerca de su borde superior). de 5 mms. de largo. (2) Flauta de pan de piedra de talco oscuro, con tubos perforados, .exístente en el Volkerkunde Museum de Berlín. Proviene probablemente de Cuzco, "lo que no significa que haya sido fabricada allí" . Los tubos perforados emiten dos sonidos, "según que los agujeros estén abiertos o cerrados". (3) El siku encontrado por el general francés Paroissien en Huaca, de pizarra de talco de color verde olivo, decorada con signos escalonados: 'Su particularidad más saltante era una fina perforación lateral practicada a dos centrímetros del borde superior en los tubos números 2, 4, 6, 7 (comenzando con el grave). Cuando los agujeros laterales estaban cerrados, Minutoll, basándose en Traill, sostiene que el instrumento poseía la siguiente escala mi3, fa#3, sol3, la3, do#4, fa4, la4. Cuando los agujeros permanecen abiertos, los tubos a los que pertenecen enmudecen, y la escala se reduce a las notas mismas: mi3, sol3, re4, la4". (4) Pérezde Arce (1993: 476-477) señala conocer tres siku de piedra: uno en el Museo de Oruro, otro en el Museo Universitario de Potosí (ambos en Bolivia) y otro en el Museo del Hombre de París-Francia. Fueron también fabricados de hueso de animales que, debido a su carácter orgánico, no se han conservado. Posnansky (1896: 136) ha descrito un "fragmento de hueso, probablemente cameloide, que por la forma 'sui generis' habría servido de zampoña (Syrinx) de cuatro sonidos", adornado con figuras netamente tiwanacotas. Instrumentos destacados en Tiwanaku son las flautas verticales tipo quena y pinkillu. Posnansky (1896:136) registra una flauta tipo quena, con cuatro agujeros frontales. Diez de Medina (1947: ·12), por su parte, describe cuatro "pinkillos prehistóricos" hechos de huesos humanos y de animales. Uno de ellos, "lleva finos grabados de uno de los personajes laterales de la Puerta del Sol y del puma sagrado"; el otro, hecho de hueso de llama, lleva "una serpiente con cabeza antropomórfica, enroscada espiralmente, debajo se encuentra una cabeza humana realista" (Ibid). La presencia de instrumentos tipo trompeta son también importantes. Su uso aparece siempre vinculado a contextos jerárquicos. Diez de Medina (1947: 12) registra trompetas tubulares de cerámica y de piedra, conteniendo algunas de ellas, motivos antropomórficos incisos, con asas agujereadas. Un ejemplo iconográfico destacado es, sin duda, la presencia de los cuatro "trompeteros" que rodean a la principal deidad de esta cultura, y que se hallan tallados en el frontis de la Puerta del Sol, en Tiwanaku. Toda esta organografía, muestra la importancia del sonido en la sociedad Tiwanaku, la que abarca todos los órdenes de la vida social. Esta importancia queda confirmada en la presencia de monolitos en actitud de tocar siku. Un ejemplo de este tipo, constituye la gran estatua de piedra, "el zampoñero', representando a una figura humana que sostiene ante sus labios una flauta de pan (cf. Museo del Oro. La Paz) (Stobart 1990). Diez de Medina (1947: 12) ha registrado igualmente pequeñas estatuillas de bronce, procedentes de Tiwanaku, de gran calidad y belleza, representando músicos "completamente desnudos", con la cabeza adornada y con manos que "solo tienen 4 dedos', 'típicas de la Epoca de] Apogeo de Tiwanaku'. En una de ellas, el músico, "en la mano izquierda sostiene un siku ... con 4 tubitos en actitud de soplar y en la derecha una wankara-jaukaña", exhibiendo el miembro viril (tiene 70 mm de alto y 28 mm de ancho); en la otra, "con la mano izquierda agarra un pinkillu (flauta vertical) en posición de tocarlo, y con la otra mano empuña un wankara-pfusaña" (68 mm de alto y 25 de ancho). En ambas piezas, destacan la ejecución de dos instrumentos musicales por un sólo músico, tal como ocurre actualmente con los ejecutantes de sikuri y del alma pinkillu. INSTRUMENTOS MUSICALES ARQUEOLÓGICOS TIWANACU Clasific. Aerófonos Instrumento musical Quena de hueso (Tiwanaku regional) Siku (Tiwanaku). Piedra. Siku (Buck PI 1641). 5 tubos. Piedra. Silbato. (Epoca I Cerámica de Tiwanaku). Silbato (Tiwanaku. Epoca clásica. CFB 1116). Medidas (en mm) 115 -tubos: 1.180 2. 140 3.100 4. 123 5.163 Colección y País Col. particular del Sr. Carlos Ponce Sanjines. Solv. -Fortú n 1968-1970 Desaparecido. Bolv. -Fortún 1968-1970: 69-71. -Bustillos 1989: 26-27 Museo del Oro. La Paz. Bolv. -Bustillos 1989: 28. -Fortún 1968-1970: 66-67. -Bustillos 1989: 40. 90 1. 50mm a.30mm Fuente Museo del Oro. La Paz. Bolv. -Bustilíos 1989: 43, 65. Quena de hueso (Pusi Phia) -Posnansky 1896: 136; Plancha XCV. Siku de hueso -Posnanski 1896: 136; Plancha XCV. Trompetas tubulares. Piedra y barro cocido -Diez de Medina 1947: 12 Idiófonos Cascabeles. Bronce con baño de oro. -Bustillos 1989: 55-56. -Diez de Medina 1947. Membranótonos Tambores -Bustillos 1989: 50. -Díez de Medina 1947. 2. Valles Mesotérmicos: Mojocoya y Omereque La cultura Mojocoya (200a.C.-6ÓO d.C.) cuyo área de poblamiento está distribuido hacia el Sur-Este y Norte del Depto. de Cochabamba (Mizque, Aiquile, Paja) y las prov. M.M. Caballero, Florida y Valle Grande del departamento de Santa Cruz (Pereira et.al, s/f: 4) se caracterizó por tener un alto conocimiento de la tecnología cerámica que se expresó en objetos de elevada calidad estética -tanto monócromo y polícromo-, de caracter geométrico. El material organológico de Mojocbya, posee una gran correspondencia con materiales de tierras bajas. Este hecho es evidente en las pequeñas campanas de madera (foto 3), en los idiófonos de entrechoque hechos de semilla y en los cascabeles. Destacan también pitos monotonales hechos de hueso de animal y de madera (foto 4). La cultura Omereque (estimado entre: O d.C-6000 d.C.) se ubica también en los valles mesotérmicos de la cuenca del río Mizque, ingresando hacia Santa Cruz de la Sierra (prov. M.M. Caballero) y Chuquisaca. Esta cultura se caracterizó por un uso abundante de colores en la cerámica que llega, según Dick Edgar Ibarra Grasso, hasta los nueve, sin contar las variaciones tonales. Destacan en Omereque, las representaciones pictóricas antropomórfas en las cerámicas, mostrando a personajes humanos en actitud de danzar lo evidenciaría la importancia del baile en esta sociedad (foto 6). La presencia de una vasija globular con un personaje tocando siku, puede ser un indicador importante de la importancia de este instrumento musical en esta cultura (foto 5). 2. Panorama organológico en los "Señoríos" aymaras (600 1000 d.C) Con el nombre de "Señoríos' fueron conocidos por los españoles, una diversidad de unidades sociopolíticas consolidadas en el Intermedio Tardío y que se asentaron en el altiplano a través de oleadas poblacionales provenientes del sur. Esta presencia poblacional se inscribe en la hipótesis de que fue una invasión durante el Horizonte Medio, la que determinó la fragmentación de un "gran todo', Colla (Tiwanaku? de habla pukina) (cf. Gisbert 1987; Bouysse-Cassagne 1988). Esta presencia habría determinado, igualmente, la expulsión de los antiguos pobladores -de habla pukina y uruqui/la- hacia el lado Umasuyu (lo femenino/bajo/vencido/húmedo), mientras que los invasores aymarófonos se ubicaban en Urqusuyu (lo masculino/ alto/ vencedor/cerro), determinando la arquitectura de ordenación territorial y simbólica desde la perspectiva aymara. La producción musical tuvo un lugar destacado en los 'Señoríos". Los músicos, llamados camana o camani, que literalmente significa 'digno", pero que, pospuesto al nombre, significaba "tener por oficio, O coftumbre lo que el nombre dize", tenían, según el P. Ludovido Bertonio, un gran prestigio. Así, según su especialización, eran llamados pincollo camana, sico camana, etc. El carácter 'dialogado" en la construcción melódica y musical fue una característica en estas sociedades. Así, ciertos "cantares' como el Haylli (canto colectivo de guerra, de victoria, de caza de animales rituales o de eventos importantes para la comunidad), eran ejecutados entre el "guía', quien iniciaba el canto, y la comunidad, que 'respondía'. Un comentario etnográfico escrito por Garcilazo de la Vega (1539-1616) muestra también esta caracteristica "dual" en la ejecución instrumental: tenían los indios Collas, o de su distrito, en unos instrumentos hechos de cañutos de caña, cuatro o cinco cañutos atados a la par; cada cañuto tenía un punto más alto que el otro, a manera de órganos...Uno de ellos andaba un puntos bajos y otro en más altos y otro en más y más...Cuando un indio tocaba un cañuto, respondía el otro en otra, unas veces subiendo a los puntos altos y otras bajando a los bajos siempre en compás (Garcilazo (1609) 1976:113) Este complejo sistema musical tuvo su base en el sistema de pensamiento aymara, donde la dualidad fue el eje de la arquitectura simbólica. I La música, la danza, el canto, fueron destacados artefactos culturales de expresión así como para la creación identitaria y para la diferenciación étnica. La fiesta de los collasuyos desde el Cuzco cantan y danzan dize el curaca prencipal quirquiscatan mallcoquirquim, capacomi. desde cauina, quispillacta, pomacanchi, cana, pacaxicharca, choquiuito-chuquiyapo y todo hatun-colla, uroculla-comiensa tocan el tanbor y canta las señoras y doncellas...(tienen) el cantar y fiesta de todo colla cada uno su natural cantar y cada ayllu, hasta los ynºs de chiriuana, tucuman y parauay cada uno tiene sus bocablos yen ellas cantan y danzan y baylan q' las mosas donzellas dizen sus arauis q'ellos les llama uanca y de los mosos quena-quena desta manera dizen sus danzas y fiestas cada prencipal y cada ynº. pobre en toda las prouincias del collau ensus . fiestas grandes o chicas hasta potoci (Poma de Ayala 1941 - 1943 ): Los instrumentos musicales eran igualmente artefactos de diferenciación. Muchos de ellos, no obstante, tenían una presencia que abarcaba todo el espacio aymara. Estos eran fabricados de caña, madera, hueso, cerámica y concha de caracol. No existen referencias al uso de materiales como la piedra. Los vocabularios de la lengua aymara recogidos por Bertonio (1616) en el señorío Lupaca y por Torres Rubio (1612) en la Confederación Charcas,destacan los siguientes instrumentos: P. Ludovico Berlonio (LB) (Señorío Lupaca) Aerófono Sicu Ayarichi Cchaca pincollo (pincollo de hueso) Tupa pincollo (hecho de caña grande) Quena quena pincollo Chulu phusaña (trompeta de concha) Matti phusaña (trompeta de calabaza) quepa (trompeta) Idiófono Saccapa Ttokhttokhtaaña Membranófono Huacara P. Diego de Torres Rubio (IR.) (Confederación Charca) pincullu cquepa huancara Ludovico Bertonio consigna dos tipos de flautas de pan: el siku y el ayarichi: Sico: Vnas flautillas atadas como ala de organo. flautillas como organos: sico, tañerlas, Sico phufatha. El ayarichi era de un mayor tamaño que el siku: Ayarichi: inftrumento como organillos, que hazen armonia. flautillas vn poco mayores también atadas, Ayarichi. Ayarichi phufatha: tañerle. Sico es inftrumento mas pequeño. Los pincollo eran flautas verticales, con agujeros frontales de digitación. Con este nombre genérico se designaba también a las flautas recién traidas de España (chirimias?): Pincollo. flauta de Hueffo de que ufan los indios, y también eftrotras que traen de Castilla. (L.B.) Los pincollo aymara varíaban según el tamaño, el material, el número de orificios. Cchaca pincollo. flauta de Hueffo. (L.B.) Quinaquina pincollo, flauta de caña. (L.B.) Tupa pincollo. Idem. (L.B.) Flauta de caña: Quena quena (L.B.) El cchacca pincollo era hecho de hueso (cchaca) de llama o de venado. El tupa pincollo era hecho de 'caña brava, tupa, Tocara: Caña afsi como la de Cartilla. Kauña'; era gruesa y de gran tamaño. El quina quina pínco/lo, era de menor tamaño Que el tupa pínco/lo y tenía una destacada presencia en todo el Collasuyu. Bernabé Coba (1964: 270) lo describe como un instrumento de los "Callas": "una sola como flauta, para cantar endechas". Guaman Poma de Ayala (1941-1943), lo relaciona con el canto aymara Guanca o Vanca (Huancatha, cantar). Instrumentos de gran importancia fueron los quepa (trompetas), Quetenían funciones festivas, rituales y ligadas a grupos de poder. Fueron usados como anunciadores de los mensajeros (chasquís) y como sonido auricular durante la guerra. Su expansión fue amplia. Torres Rubio confirma su presencia en el espacio de la Confederación Charcas: "Trompeta, cquepa, cquepama, tañer trompa'. Bertonio señala dos tipos entre los Lupaca: Trompeta de caracol: chulu phufaña. De calabaca: Matti phufaña. Cchulu phufaña. Ouepaña.Trompeta, bocina de caracol. El Cchulu (caracol) phusaña era importado desde la costa y posiblemente fue un instrumento introducido por los Inkas. Flautas globulares fueron también utilizadas. El Museo Arqueológico de San Simón, posee un hermoso . ejemplar de cerámica, en forma de pez, perteneciente al "Señorío" Yampara ( foto 7). Los instrumentos idiáfonos fueron importantes, principalmente en los bailes. Bertonio registra dos instrumentos musicales de entrechoque: el Saccapay el Ttokhtto-khtaaña. Los Sacapa eran fabricados con diversos materiales. Coba (1964: 270) lo registra como hecho de frijoles grandes, de distintos colores, o de semillas de leguminosas. Gonzales Holguín ([1609]1989: 449. 11)lo describe como: "cascabelesde caracoles ensartados". El Padre Ludovico Bertonio, por su parte, anota: Saccapa:Vna frutilla prolongada, a modo de avellaneda de corteca muy dura, y fuelen los indios fervirfe della para cafcaveles por el fonido Quehazeno con lo Quetiene dentro fino encontrandofe, o golpeando vno con otro. Estos cascabeles eran amarrados debajo de la rodilla durante el baile Saccapani quirquitha taquitha: 'baylar, o dancar con eftos cafcabeles". Este baile requería mucha fortaleza e imitaba un temblor (quirqU/): -Ouirqultba, vel Iaqultha: Baylar, brincar pifando con velocidad el fvelo... y también los Quedancan con cafcabeles -Ouirquita: Canto y danza en el cual se usan cascabeles en los pies y se va pisando y brincando con fuerza el suelo... Torres Rubio lo registra en el espacio de la Confederación Charcas, mostrando además que era un baile cantado: Baylar, quirquitha Danzar,quirquitha quirquitha, Cantar El Ttokhttokhtaaña, por su parte era, según Ludovico Bertonio, una suerte de "castañetas". Wankara, atabales y otros varios tipos de instrumentos de percusión tenían un gran uso. Al parecer, los instrumentos de percusión fueron prerrogativa femenina y, los aerófonos, masculina (cf. Guaman Poma de Ayala 1941-1943). Un uso femenino era realizado -entre los Lupaca- en el baile Huallatha: "bailar como lo hazían en el tiempo del Inca cuando lo recibían, los hombres dandose la mano el uno al otro y las mujeres atrás tocando instrumentos". Bertonio y Torres Rubio los citan sin mayores consideraciones: Atabal atambor, Huacara (L.B.) Atabal, Huancara (L.B.) Huancara, atambor (L.B.) Todo este complejo organológico, evidencia nomás la gran importancia dada por las sociedades aymarófonas a la producción sonora y la gran complejidad y especialización que esta alcanza. 3. Panorama organológico Inka (1450 d.C-1532 d.C) La presencia estatal Inka en los andes meridionales duró menos de un siglo. Se sabe que el Inka llegó tarde al Collasuyu (siglo XV) modificando muy poco la arquitectura simbólica en las zonas conquistadas. Su mayor presencia ritual se dio en el espacio circumlacustre y en las islas del lago Titicaca; espacio mitogenésico de la humanidad Inka. Su presencia en otras zonas se dio, en términos político militares e incluso económicos, dejando pocos restos o artefactos materiales y musicales, si bien aparece en todo el área una gran cantidad de monumentos defensivos y de almacenamiento. En tal contexto, abordar el complejo sonoro y organológico Inka, en la 'periferia", resulta una tarea compleja; no obstante, se asume que debió tener las mismas características que en el 'centro", Gruszczynska-Ziólkowska (1995) es quien ha dedicado uno de los últimos trabajos a la música en el "Cuzco incaico". Según esta investigadora, el instrumental organológico precolombino Inka no fue muy variado y destacaba en ella más el significado mágico del material con el que estaba construido y el tipo de sonido, que los razgos musicales. El sistema organológico integraba cuatro géneros de instrumentos musicales: tambores, flautas, trompetas y sonajeros; cada uno.con funcionalidades musicales y simbólicas, más o menos precisas. INSTRUMENTOS MUSICALES INCAICOS SEGUN CRONISTAS Membranófonos Aerófonos Flautas Instrumentos musicales -Huancar -Huancartinya -Runa Tynia -Porna Tinya -Pingollo -antara -quenaquena -nípo -cata uari -uaroro -cchiuca -Ayarichic Idiófonos Trompetas -quepa, guaylla quepa o pututu -Trornpeta de cráneo de animal. -zacapa - Guira guallca -cascabeles Fuente: Gruszczynska-Ziolkowska (1995: 113-115). El sistema organológico incaico no integró instrumentos considerados no apropiados a sus gustos musicales. El ejemplo más importante es el siku, que era considerado un instrumento de los Antis (cf. Poma de Ayala 1941-1943) o de los Callas del altiplano meridional. INSTRUMENTOS MUSICALES REGISTRADOS POR HOLGUIN (1609) Membranófonos Aerófonos Auccay huancar Antara Pincullu Pirutu o piruru Aucca pincullu Huayllaquipa Auca qqepa Quepa Idiófonos - Chanrara (cascabel de cobre) Sacapa (cascabeles de caracoles ensartados) Un tipo de flauta "cortesana' son los quena quena (Grusczynska-Ziolkowska 1995: 122). Otra flauta vinculada a la "corte" del Inka era el pingollo (pineollo o pineullu) (Cf. Poma de Ayala 1941-1943). Según Grusczynska-Ziolkowska (1995: 122) Cobo lo compara con el pífano; en cambio, Poma de Ayala (19411943) lo muestra como 'una flauta recta" y aparece en el grupo musical de Raua Delia junto a otras 'flautas'. GonzálezHolguín ([1608]1989: 286) le da un sentido genériCO:"Todo género de flauta": "Flauta. Pincullu" (ob.cit.: 526). Su uso estaba a cargo de especialistas: los Pineullu camayoe. La presencia 'cortesana' Inka se vinculaba a un 'conjunto emblemático" (Martínez 1986), en el que las flautas (quena quena, chiuca y pingollo) tenían una presencia importante. Esto es tan ciertos que, cuando salía el Inka, el camino era limpiado y cubierto con polvo de conchas marinas (mullu) mientras la gente iba 'cantando e baylando' (Hernández de Oviedo 1945: 21-22. Citado en Martínez 1986: 104). Lo acompañaban, además, indios tocando flautas: "Aqui ban dos yndios tampos; a los lados tocandole dos flautas que llaman chiuca y delante gente de guarda" (Murúa 1962 [1611): lám. XXX. Citado en Martínez 1986: 104) . La antara fue, al parecer, importante. No obstante, existe confusión en este instrumento. Según Coba (1964: 270, cit. en: Grusczynska-Ziolkowska 1995: 122), se trataría de una flauta vertical 'corta y ancha", diferente del pingollo y de la quena quena y formaría parte del conjunto instrumental "de la corte'. González Holguín ([1608)1989: 28), por su parte, lo describe como "Flautillas juntas como órgano'; es decir, se trata de una flauta de pan, por lo que no estaría dentro del instrumental "cortesano' inkaico. Otra flauta es el 'Pirutu, o piruru. La flautilla hechade huesso, o de caña" (GonzálezHolguín [1608)1989: 287) El 'Auccay pincollo. Pífano' (ob.cit.: 38), flauta de guerra, usada posiblemente junto al auccay huancary acompañando cantos de guerra. Las trompetas integran también el 'conjunto emblemático". A partir de las muestras iconográficas, se colige que las trompetas vinculadas a las autoridades jerárquicas eran grandes trompas de caracol: "Huayllaqquepa. La bozina de caracol grande" (GonzálezHolguín [1608)1989: 129). La guaylla quepa tenía vinculación sagrada. En el valle de Lambayeque (costa norte del Perú), la llegada del héroe mítico Naimlap, está acompañada de su 'trompetero o Tañedor de unos grandes caracoles, que entre los Yndios estiman en mucho' (Cabello Valboa 1951 [1586): 327. Citado en Martínez 1986: 103). Trompetas de cobre y plata "muy antiguas y de diferente figura y forma que las nuestras; caracoles grandes, que también tocan, que llaman antari y pututu' eran usadas en las fiestas dedicadas a los Huaca tal como lo muestra Arriaga (1968 [1621]: 200, 222, 229, 231, 232, 234). Las crónicas enfatizan su variedad. González HOlguín ([1608] 1989: 305), destaca dos, que eran ejecutadas por un especialista, el Qquepak 'trompetero o trompeta': (1) el "Quepa.Trompeta" y el (2) .'Auca qquepa. Trompetilla de guerra que es clarín'. Fuera de estas, se construyeron otras con cráneos de llama, ciervo y/o perro (Gruszczynska-Ziólkowska 1995: 127). EsZuidema (1989) quien ha llamado la atención acerca de la importancia de los tambores en la sociedad Inka. El señala que dentro el imperio "Los tambores se usaban en dos circunstancias: en las fronteras políticas y en los centros políticos. La primera circunstancia implica también guerra. Golpear los tambores con los palitos...se hacía a imitación del acto de golpear los enemigos con las armas' (Ibid.). Los "tambores de guerra" eran denominados auccay huancar (González Holguín [1608) 1989: 38). Betanzos(1987), menciona los runa tynia, otro tipo de instrumento de percusión de guerra, hecho con la piel quitada del enemigo. Como un extremo agravio, estos tambores se tocaban con los brazos del enemigo desollado. En la 'fronteras políticas" el uso de los tambores era función masculina; dentro los "centros políticos" tocar un tambor era una prerrogativa femenina. No obstante, existieron momentos especiales, como la fiesta del Capac Raymi, en los cuales hombres -jóvenes- ejecutaban tambores. Enestas ceremonias incaicas se establecía un paralelismo directo entre la agricultura y la guerra. En estos casos, la victoria debía ser lograda sobre la tierra, como contra el mal tiempo; por eso, la siembra y la cosecha eran celebradas con cánticos de victoria, les aueaylli (auca = enemigo; ay/Ií -canto de victoria). Los rituales de iniciación de los muchachos de la nobleza, que estaban relacionados con este momento central de cambio en el ciclo agrícola, eran igualmente acompañados por hombres -cubiertos con pieles de purna-, tocadores de tambor (posiblemente el poma tynia que, puede concluirse, sus parches fueron hechos de la piel de puma) (Zuidema 1989: 330). Otro contexto en el que los hombres tocaban los tambores era durante el nacimiento de mellizos, como una respuesta a un presagio de muerte, enfermedad o mal tiempo (Ibid). Los tambores de fiesta, huanear, eran construidos de un tronco ahuecado cilíndrico, de dos membranas, hechas por lo general, de piel de llama. Todo este complejo muestra, la gran complejidad del universo sonoro y organográfico Inka, la misma que rebasaba los aspectos netamente festivos y rituales. En él se nota una rigurosa delimitación jerárquica en el uso instrumental y musical. A MODO DE CONCLUSION Es dificil sacar conclusiones en el estado actual de la investigación arqueornuslcolócíca. Importa, por lo tanto, resaltar ciertos aspectos, para cada período, de manera muy general. Con respecto al Período Formativo, puede señalarse una importante presencia de flautas globulares (tipo ocarina), flautas verticales (tipo quena), pitos y flautas de Pan. Los materiales utilizados son hueso y cerámica. El uso de la cerámica en la fabricación de las flautas de pan, muestra una especialización técnica y acústica lo que sería un indicador de la existencia de ceramistas-músicos especializados. Tiwanaku generó su propio desarrollo sonoro y organológico. Como lo han señalado otros investigadores, en este periodo desaparecen los siku de cerámica y se adoptan nuevos materiales como la piedra y la caña. El hueso fue otro material importante, Destacan en Tiwanaku los siku de piedra, cuyo uso debió ser ritual. Es dificil pensar en siku pétreos de uso colectivo, aunque es posible una ejecución dual, entre dos siku complementarios. No debió ocurrir lo mismo con los siku de caña. Esta adopción de la caña como material para la fabricación de instrumentos sonoros evidenciaría algunos hechos: (1) una articulación complementaria de las tierras bajas -donde se producen las cañas- con las tierras altas, (2) la masificación del uso de instrumentos musicales lo que reforzaría su función colectiva, (3) el cambio en las técnicas de construcción de los instrumentos musicales, debido a la manipulación con un material más dúctil (4) la posibilidad de los fabricantes de una mayor precisión acústica (un mayor dominio sobre el sonido), incidiéndose en medidas estandarizadas, En Mojoeoya destaca la vinculación con las tierras bajas en el uso de materiales como madera, semillas o fibra vegetal. En Omereque, iconografías estilizadas de danzas y representaciones de tocadores de instrumentos musicales como siku. La oleada poblacional aymarófona durante el Intermedio Tardío modificó tal panorama orqanoléqlco y musical. Si bien es poco lo que se conoce a través de las evidencias arqueológicas, hacia el s. XVII, es destacado el uso masivo !a caña en la construcción de instrumentos musicales, principalmente flautas. La piedra es abandonada, La música, tal como lo muestran los Cronistas, posee un estatuto eminentemente social, donde la ejecución es colectiva, No obstante, existe una jerarquización especializada tanto en la ejecución como en la fabricación. Se dió una división de género en la ejecución instrumental, vinculandose las mujeres membranófonos y los hombres a los aerófonos. Tal división no era taxativa, ni mucho menos. a los Los Inka mantuvieron muchos de estos elementos desarrollados por las sociedades que les antecedieron. Las diversas crónicas enfatizan, sin embargo, una clara división en el uso organológico: aquellos vinculados a la "corte" del Inka y aquellos vinculados al 'común'. Tal política, mantuvo igualmente las diferencias musicales en las tierras altas del Coffasuyu,aunque es posible que se hayan dado procesos de incorporar nuevos instrumentos como los guaylla quepa, vinculados a los sistemas de poder. En tal perspectiva, puede sostenerse entre los Inka, Queel uso de instrumentos sonoros, así como las acústicas producidas, fueron artefactos culturales para la diferenciación jerárquica, así como para la diferenciación étnica, al interior del imperio. BIBLlOGRAFIA Arriaga, Pablo José de [1621]1968 Estirpación de la Idolatría del Piru. Madrid: Biblioteca de Autores Españoles Bertonio, Ludovico [1612]19 Vocabulario dela lengva Aymara. La Paz: MUSEF-CERES-IFEA. Betanzos,Juan Diez de 1987 1982 ~. - : Boletín de la Sociedad Geográfica el Prot Ing. Mhur Posnansky.