JOSE DONOSO, GABRIEL GARCIA MARQUEZ: DOS CULTOS

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JOSE DONOSO, GABRIEL GARCIA MARQUEZ:
DOS CULTOS FRACASADOS
POR
JACQUES JOSET
Universiteit Antwerpen
Cuando un motivo id6ntico recurre en textos de varios escritores contemporineos que participan de la misma cultura, cuando esa repetici6n no
puede explicarse por filiaci6n gen6tica, imitaci6n o influjo, nos enfrentamos con un fendmeno parecido al que los lingiiistas ilamaron
cia natural> o al que los franceses califican grifica y vagamente de <<air
du temps>.
Sin embargo, tenemos que suponer que esas recurrencias no son productos casuales. Asi como las repeticiones tematicas, metiforas obsesivas
y leit-motivs configuran la personalidad de un escritor, el uso independiente del mismo motivo en textos de la misma 6poca define un valor fundamental de la cultura en un momento de su evoluci6n. Un repertorio de
las marcas textuales recurrentes identificaria un conjunto de valores culturales basicos y sostendria el trazado de una especie de reserva ideol6gica
compartida por los creadores de una misma 6poca.
Esta hip6tesis de trabajo, que es a la vez metodologia -reconocimiento correcto y analisis de las marcas textuales recurrentes, definici6n de los
valores culturales significados por las estructuras repetitivas-, trataremos
de aplicarla a un caso preciso.
En por lo menos tres obras narrativas hispanoamericanas del decenio
de 1970 emerge el motivo de la beatificaci6n o canonizaci6n fracasada.
Dos entre ellas lo integran como episodio destacado, esencial en el desarrollo de la ficci6n: se trata de El obsceno pdjaro de la noche (1970) de
Jos6 Donoso y de El otoho del Patriarca(1975) de Gabriel Garcia Marquez. La tercera, El arpa y la sombra (1979) de Alejo Carpentier, lo desarrolla como eje principal de la narraci6n,
Hasta ahora nada nos permite afirmar que la presencia del motivo se
explicaria por una filiaci6n gen6tica: ni la historia literaria ni el anlisis
<<convergen-
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interno de las obras mencionadas sugieren un influjo de Donoso sobre
Garcia Marquez y Carpentier, o del segundo sobre el tercero, o del primero
sobre el tercero.
La intertextualidad pertenece mas bien, en el caso de nuestro motivo,
al campo de las convergencias configuradoras de valores culturales fun-
damentales.
El espacio dedicado a esta nota s6lo me permite presentar el anilisis un
tanto pormenorizado de las ocurrencias del motivo en las novelas de Jos6
Donoso y Gabriel Garcia Marquez 1, dejando para otra ocasi6n el examen
de El arpa y la sombra y las conclusiones mis definitivas que del cotejo
de los textos se puedan sacar.
En El obsceno pdjaro de la noche el motivo cuaja en la famosa <Conseja maulina>> 2 que, como se sabe, fundamenta el mito central del imbunche y funciona como puesta en abismo de la novela, que puede ser leida
como un larguisimo desarrollo delirante del cuento. El narrador, en primera persona, opone a la <<orgullosa tradici6n familiar que conservan los
Azcoitia, de una nifia-beata que muri6 en olor de santidad encerrada en
'esta Casa a comienzos del siglo pasado>>, la versi6n de la
sido un fracaso tan estruendoso que hasta los comende la nifia que
taristas de la radio y de los peri6dicos se han reido de ella>> (pp. 33-34).
El episodio es regido, pues, por la figura antitetica conseja/contra-conseja,
mitificacidn/demitificacidn, que se valorizari tras examinar los componentes de las dos caras del cuento.
(pp. 34,
La versi6n legendaria, denominada explicitamente
por su
folkl6rico
relato
un
como
presenta
se
(p.
44),
35) o
modo de inserci6n en la novela (<<Erase una vez, hace muchos, muchos
afios [...] >>)(p. 35); por la situaci6n t6pica del narrador, una vieja, quien
calor de la cocina>>
la cuenta para pasar el tiempo, por la noche, en
(p. 34); por la textualizaci6n dentro de la ficci6n de los criterios definitorios de la difusi6n de cualquier relato folkl6rico:
<<beatificaci6n>>
<<ha
<<cuento>>
<<conseja>>
<<el
la conseja sigue viviendo en las voces de las abuelas campesinas, que
invierno tras invierno la repiten, alterindola cada vez un poquito, para
que sus nietos acurrucados junto al brasero vayan aprendiendo lo que
es el miedo (p. 44).
Segun esto, El obsceno pdjaro de la noche parece salir entero de un
material preconstruido, un modelo discursivo tradicional cuya funci6n, selas obras por las ediciones siguientes: Jose Donoso, El obsceno pdjaro de
(Barcelona: Seix Barral, Biblioteca Breve, 1972); Gabriel Garcia Marquez,
El otoiio del Patriarca(Buenos Aires: Editorial Sudamericana, 1975).
2 Texto en O. P. N., pp. 35-44.
SCito
la noche
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gin Hugo Achugar, <<consiste en plasmar tanto el poder y los efectos de
la imaginaci6n popular como la indeterminaci6n que la propia conseja
implica respecto a la realidad de lo ocurrido>> .
El discurso tradicional de la conseja privilegia cuantos elementos narrativos sean gratificadores para el pueblo, emisor y destinatario del mismo.
Asi, todos los datos iniciales de un cuento de hadas que idealizan a los
personajes de la clase pudiente se revierten en t6picos de un cuento de
brujas: la bella nifia del <<sefior6n muy rico y muy piadoso>> (p. 35), huerfana de madre y verdadera duefia de la casa familiar, se vuelve experta en
artes brujeriles con la ayuda de la nana:
se decia, se decia que decian o que alguien habia oido decir quien sabe
d6nde, que en las noches de luna volaba por el aire una cabeza terrible [...] y la cara de esa cabeza era la linda cara de la hija del
patr6n (p. 36).
El rumor fantistico, nacido entre el campesinado, plasma, pues, una
oposici6n de clases en una economia agricola latifundista y funciona como
proceso de defensa, de protecci6n popular.
La conseja maulina desarrolla a continuaci6n ese tema del apoderamiento y destrucci6n de las estructuras de dominaci6n por la imaginaci6n
popular de signo inverso. La ideologia de los <<miserables>> fractura, penetra el mundo adverso de <<la Casa>> , a pesar de los esfuerzos del padre
y de los nueve hermanos por desconocer, ocultar y negar los rumores que,
sin embargo, ilegan a concretarse ante sus ojos. Primero achacan toda la
culpa a la vieja nana transformada en perra amarilla, la buscan, la cazan,
(p. 40) seguin un ritual de los procela hacen matar, quieren
sos inquisitoriales 5. Su actuaci6n demuestra que la clase superior ha adherido totalmente a las creencias populares. Para liberar la regi6n de los
maleficios, echan el cuerpo en el rio Maule y lo Ilevan hasta el mar.
<<confesarla>>
Hugo Achugar, Ideologia y estructuras narrativas en Jose Donoso (1950-1970)
(Caracas: Centro de Estudios Latinoamericanos R6mulo Gallegos, 1979), p. 297. V6ase tambi6n Antonio Cornejo Polar, <El obsceno pdjaro de la noche: la reversibilidad
de la metifora , en Jose' Donoso. La destruccion de un mundo (Buenos Aires: Fernando Garcia Cambeiro, 1975), pp. 101-112, en especial pp. 105-106. Huelga recordar
que la leyenda es material preconstruido s6lo dentro de la estructura narrativa, no
en la realidad hist6rica. En efecto, se trata de una <eyenda chilena totalmente inventada>>. (Cfr. Emir Rodriguez Monegal, <Jos6 Donoso: la novela como happening ,
en Revista Iberoamericana, ntims. 76-77, 1971, p. 523.)
4 <El terror entraba desde la intemperie de los miserables al Ambito resguardado
de la casa regida por la hermana, a quien era imposible creer otra cosa que una
niia transparente y feliz>> (0. P. N., p. 37).
SSobre el proceso inquisitorial como practica ideol6gica, vease Edmond Cros,
<<El6ments de sociocritiques>>, en Imprivue, 1982, 1, pp. 72-81.
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La misma conseja, pues, textualiza la subversi6n de los valores de la
clase dominante por los del pueblo mediante el uso del discurso folkl6rico.
Pero el narrador en primera persona, quien se encarga de desvelar <la otra
cara de la misma leyenda (p. 43), sefiala que el relato tradicional, con las
variantes propias de la transmisi6n oral, es otra miscara que cubre el secreto vergonzoso de la familia: la niia era la verdadera bruja, sustituida
el papel protag6nico de la conseja (p. 43). El relato popor la nana
pular es, a su vez, literalmente escamoteado por el cacique, quien intenta
<<en
revertirlo a su favor. Con el fin de rescatar la mala fama, la <<orgullosa
tradici6n familiar que conservan los Azcoitia>> emplea un instrumento provisto por el aparato ideol6gico con que esti vinculada: la beatificaci6n
por la Iglesia.
La conseja maulina de El obsceno pdjaro de la noche pone en juego
una serie de mascaras, sustituciones, ocultaciones y desocultaciones, contraposiciones y reversiones de valores que se incriben en la figura antit&tica fundamental mitificaci6n/demitificacion, que sefial6.
En primera instancia juega la oposici6n de clases sociales con sus respectivas instituciones ideol6gicas: las creencias religiosas cristianas vs. el
mundo pagano de la brujeria. Este invade a aqullas y hasta logra desplazarlas en la conciencia de la clase dominante, la cual, tras una tentativa
de negar la evidencia de su degradaci6n por el mundo brujeril de la imaginaci6n popular, trata otra vez de recuperar la leyenda escamoteando el
dato vergonzoso, poni6ndola al servicio de su poder por el proceso de beatificaci6n. El fracaso estruendoso de 6ste significa a la vez la victoria del
mundo brujeril y de la imaginaci6n popular y la emergencia de un mundo
nuevo a trav6s de las figuras de <los comentaristas de la radio y de los
peri6dicos>, representantes de una nueva organizaci6n social opuesta a la
antigua sociedad agricola latimundista.
Es asi como, en el episodio de la beatificaci6n fracasada de El obsceno
pdjaro de la noche, la imaginaci6n popular tradicional y el mundo de la
magia negra productores de mitos aparecen extrafia y parad6jicamente vinculados, aliados con las nuevas formas de vida en la empresa de destrucci6n de las antiguas estructuras de dominaci6n.
En El otoiio del Patriarca, el motivo se encarna en el episodio de la
canonizaci6n fracasada de la madre del dictador, Bendici6n Alvarado 6.
Funciona en la novela como ilustraci6n de la extensi6n y limites del poder.
El proceso de canonizaci6n nace a raiz de la muerte de Bendici6n Alvarado, de la leyenda de su cuerpo incorrupto, a pesar de que se pudria
durante la agonia, de los pretendidos milagros que acompafian la exhibi6
Texto en O. P., pp. 129-168.
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ci6n del cadaver y del culto popular que se desarrolla en torno a la figura
de la madre del Patriarca, quien a la vista de los hechos aparentemente
incontrovertibles esta
a utilizar todos los recursos de su autoridad para conseguir la canonizaci6n de su madre Bendici6n Alvarado>>
(p. 143).
Tras la rigurosa encuesta del abogado del diablo, se reconoce que
<<todo habia sido una farsa ,
aparato de farandula que 61 mismo [el
Patriarca] mont6 sin proponerselo (p. 152).
Por lo anterior, se entiende que el episodio es regido por el mismo
movimiento dial6ctico mitificacion/demitificacidn, que estructura toda la
novela. Presenciamos la construcci6n de una leyenda sobre el poder y la
subsiguiente deconstrucci6n. Lo que aqui esti en juego son las estructuras
de dominaci6n y los mecanismos sociomiticos que permiten su conservaci6n.
Todo pasa como si las peripecias -cuerpo incorrupto, milagros, culto
popular- fuesen exteriores al poder, es decir, como si el Patriarca no
tuviera mis remedio que oficializar unos ritos destinados a acreditar su
propia autoridad.
En realidad, la manipulaci6n es doble y reciproca.
El poder preexistente supone indirectamente creencias populares actuando sobre las santidad de Bendici6n Alvarado. Las estructuras de dominaci6n encubren, sin que el Patriarca lo quiera, sus instrumentos de poder,
que son instrumentos de ocultaci6n y disfraz de la verdad: el cuerpo
pintor
podrido de la madre se vuelve incorrupto, el sudario donde
muy diestro en las buenas y malas artes>> (p. 145) habia pintado la imagen de Bendici6n Alvarado es <lino eterno>> (p. 137), la prostituta se metamorfosea en Virgen Santa.
La manipulaci6n del poder consiste en recuperar esas creencias populares, que 61 mismo cre6, a trav6s de instituciones que en parte las canalizan, en este caso la Iglesia. Esta deberia reconocer el mito inautintico
para justificar la existencia de un poder en realidad preexistente.
Sin embargo, el poder actuante est6 simultneamente manipulado. Primero por el propio gobierno y los vendedores de falsas reliquias, quienes
se sirven de la fama del dictador para acrecentar sus provechos. Luego
por la voluntad popular, que, engafiada, rechaza la decisi6n de la Iglesia
de suspender la causa de Bendici6n Alvarado. El pueblo obliga al Patriarca
a inventar un rito de sustituci6n que, al salvar y confirmar su poder, oficializa la farsa:
<<resuelto
<<un
<<un
[el Patriarca] asumi6 de viva voz [...] la responsabilidad solemne de
interpretar la voluntad popular mediante un decreto [...] en cuyo ar-
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ticulo primero proclam6 la santidad civil de Bendici6n Alvarado por
decisi6n suprema del pueblo libre y soberano (p. 160).
Ese juego delirante de manipuladores manejados -que constituye parte de la esencia del poder en El otoiio del Patriarca- desemboca en la
inddita ceremonia de la canonizaci6n civil, que sefiala en iltima instancia
la voluntad del Patriarca de asumir otra vez la carga efectiva del gobierno,
de <<coger las riendas de la realidad>> (p. 161).
Los valores profundos que informan el episodio, como el conjunto de
la ficci6n, con los conceptos de verdad/mentira, falsedad, sus relaciones
antag6nicas o sustitutivas, asi como su uso por los grupos humanos actores
de la historia. Desde un principio todos los fundamentos del poder dictatorial son falsos, como lo son los milagros, reliquias y canonizaciones de
Bendici6n Alvarado. El papel de revelador de la verdad corre a cargo del
inico hombre de este mundo
abogado del diablo, Demetrio Aldous,
que se habia atrevido a ponerlo [el Patriarca] frente al espejo de la verdad>> (p. 158).
Vemos, pues, que en este caso la Iglesia deja de cumplir su funci6n de
aparato ideol6gico vinculado al poder, pagando la revelaci6n de la verdad
con la persecuci6n. Prescindiendo de cualquier intermediario, el mismo
Estado organiza su autoglorificaci6n y canaliza las ineludibles fuerzas migente sin historia que no cree.
tificadoras que animan al pueblo, a
en nada mas que en la vida>> (p. 159), pues que necesita mitos, siquiera
inautdnticos, para sobrevivir.
<<el
<<esta
Tratemos ahora, en conclusi6n, de juntar los valores culturales convergentes a que, segin nuestra hip6tesis de trabajo, remite el uso comtn e
independiente del motivo de la beatificaci6n o canonizaci6n fracasada por
Jose Donoso y Gabriel Garcia Marquez.
En ambos casos el motivo integra el proceso general de mitificacin/
demitificacidn tan caracteristico de la novela hispanoamericana de los
aiios sesenta y setenta. Refleja creencias populares que se expresan, sea en
el discurso folkl6rico en la novela chilena, sea en una practica religiosa
desviada en la colombiana. Son expresiones ideol6gicas marginales que, en
primera instancia, escapan al control de los aparatos de poder. Pero dstos
han de reaccionar so pena de dejarse hundir por fuerzas tan irracionales
que ya habian empezado a invadir y pervercomo la brujeria y la
tir las estructuras de dominaci6n. La via de salvaci6n la encuentran en
aquella instituci6n capaz, por vocaci6n, de canalizar, manejar y recuperar
<<vida>>,
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las corrientes de lo imaginario: la Iglesia y sus ritos sacralizadores. El 6xito
de la maniobra corresponderia a un cambio de esferas: el poder pasaria
definitivamente del mundo profano al mundo mitico de la religi6n oficial.
Ahora bien, la manipulaci6n fracasa tanto en El obsceno pdjaro de la
noche como en El otoio del Patriarca7. La Iglesia resiste y se niega a
la manipulaci6n porque, siendo aparato ideol6gico del poder, funciona a la
vez como instrumento de revelaci6n de la verdad, de desocultaci6n de lo
falso en los episodios ficticios analizados y, quizas, en alguna representaci6n cultural hispanoamericana.
Sin embargo, la toma de posici6n de la Iglesia en pro de la instituci6n
corresponde a cambios hist6ricos notables de Hispanoamerica y a la emergencia de nuevas estructuras de dominaci6n: fin de la aristocracia latifundista en El obsceno pdjaro de la noche, totalitarismo estatal en El otoiio
del Patriarca.
La beatificaci6n fracasada de la nifia-beata y la canonizaci6n civil de
Bendici6n Alvarado son metiforas de las relaciones entre estructuras de
dominaci6n e Iglesia en Latinoamdrica, como lo son de la utilizaci6n de la
imagineria popular por las instituciones... y por la literatura.
STambidn en El arpa y la sombra, pero haria falta un analisis detenido de las.
causas del fracaso en esta novela antes de relacionarlas con el funcionamiento socio
ideol6gico de los episodios examinados aquf.
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