T. 339. XXXV. ORIGINARIO Total Austral S.A. c/ Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur, Provincia de s/ acción declarativa. Procuración General de la Nación S u p r e m a C o r t e : - I A fs. 558/578, Total Austral S.A. promovió demanda declarativa de certeza contra la Provincia de Tierra del Fue go, Antártida e Islas del Atlántico Sur (en adelante, "la Provincia" o "Tierra del Fuego"), en los términos del art. 322 del Código Proces al Civil y Comercial de la Nación. Pretende que V.E. disipe el estado de incertidumbre existente respecto del alcance de la jurisdicción tributaria provincial sobre yacimientos de hidrocarburos situados en el mar territorial, fuera de la franja de tres mi llas marinas contadas desde las líneas de base establecidas por la ley 23.968, en especial, respecto de los ejercicios 1991, 1992, 1993 y enero de 1994. Asimismo, solicitó que se declare la inconstitucionalidad de los arts. 2 y 81 de la Constitución Provincial, mediante los cuales pretende extender su territo rio más allá de los límites que le fueran fijados por las normas federales en la materia. Explicó que, conjuntamente con las empresas Win tershall Energía S.A. (ex Deminex Argentina S.A.) y Pan Ame rican Sur S.R.L. (ex Bridas Austral S.A.), es concesionaria, desde el 16/02/94, de la explotación de hidrocarburos sobre el lote "Hidra", ubicado a unos 12,8 kms. de la costa de la Isla Grande de Tierra del Fuego, en las cercanías de la es tancia Río Cullen. Medido en millas marinas o náuticas (equi valente a 1852 mts.), "Hidra" -como punto de extracción de los hidrocarburos contenidos en la cuenca - está ubicada a 7 millas marinas de la tierra. Adujo que el 23/12/96, la Dirección Genera l de Rentas de la demandada determinó de oficio una supuesta diferen cia en el impuesto sobre los ingresos brutos por los antici pos -1- marzo de 1991 a diciembre de 1992. Esta determinación se fundó en la presunta jurisdicción provincial sobre los espa cios marítimos en los cuales se asienta el yacimiento Hidra, de modo que atribuía a la Provincia los ingresos obtenidos en el mar territorial. Manifestó haber recurrido dicho acto administrativo y que, sin embargo, el organismo recaudador provincial recha zó las defensas presentadas, al insistir en la existencia de potestad tributaria provincial sobre las actividades desarro lladas fuera de las 3 millas marinas. Contra tal denegatoria, interpuso un recurso de apelación ante el Ministerio de Economía, Obras y Ser vicios Públicos de la Provincia -cuya copia agregó a fs. 231/328 - el cual -sostuvo- se encontraba pendiente de resolución al ini cio de esta acción. Recordó que el art. 1 1 de la ley 23.775 declaró Provincia al entonces Territorio de Tierra del Fuego, Ant ártida e Islas del Atlántico Sur y fijó sus límites. Sin embar go, el Poder Ejecutivo Nacional observó la parte del artículo citado que establecía los límites y promulgó la ley sin ese texto (cfr. art. 1 1, decreto 905/90). Concluyó, entonces, que los lími tes de la Provincia creada debían necesariamente coincidir con los del entonces Territorio de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlán tico Sur, fijados por decreto -ley 2191/57, el cual carecía de referencia alguna al mar territorial o plataforma cont inental. Sin embargo, reconoció que, al adquirir el ex-Territorio el status de Provincia, resulta aplicable la ley 18.502, que otorga a estas unidades políticas jurisdic ción sobre las zonas marí timas hasta una distancia de tres millas marinas medidas desde la línea de más bajas mareas o, a partir del dictado de la ley 23.968, de las líneas de base allí -2- T. 339. XXXV. ORIGINARIO Total Austral S.A. c/ Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur, Provincia de s/ acción declarativa. Procuración General de la Nación definidas. Añadió que no existen normas de rango constitucio nal que atribuyan a las provinci as dominio o jurisdicción alguna sobre el mar territorial o plataforma submarina, pues las normas legales a través de las cuales la Nación ejerció su mandato constitucional referido a la fijación de los lími tes, les otorgaron una jurisdicción restringida, tales como el texto original del art. 2340 del Código Civil, o la ley 18.502. Fuera de esta última ley, descartó que se hubieran producido modificaciones relacionadas con el alcance de la jurisdicción provincial sobre los espacios marítimos. En es pecial, analizó las leyes 23.968; 24.145; 24.543, y 24.922, para negarles efectos innovativos respecto de la distribución de potestades efectuada por su similar 18.502. Indicó que la Provincia carece de dominio origina rio sobre el mar territorial o la plataforma submarina y que su carácter archipielágico no altera el reparto jurisdiccio nal de la ley 18.502, con citas de la jurisprudencia y legis lación de los Estados Unidos de América, Méjico y Brasil. Ofreció prueba y solicitó que el proceso tramite bajo las normas del juicio sumario. A fs. 589/594 amplió su demanda, a fin de que tam bién V.E. disipe el estado de incertidumbre existente respec to del alcance de su jurisdicción tributaria sobre los espe jos de agua ubicados en la zona de la Bahía de San Sebastián y el norte de la Isla Grande, desde el F 1 Cabo Espíritu Santo hasta la Punta de Arenas, los cuales -afirmó- se encuentran fuera de la franja de tres millas marinas contadas desde las líneas de base establecidas por ley 23.968. Señaló que la resolución 277/00 de la Dirección Provincial de Puertos de la Provincia fijó los límites de los -3- espejos de agua ubicados en la zona de la Bahía de San Sebas tián y el norte de la Isla Grande, desde el F 1 Cabo Espíritu Santo hasta la Punta de Are nas y estableció tasas para las embarcaciones del tipo buques tanques y de carga general, y buques de apoyo supplies, que operen dentro de las zonas así delimitadas. De esta forma, entendió que la nueva cuestión plan teada persigue el mismo fin que la inco ada a fs. 558/578, pues en ambos casos el debate se circunscribe al alcance ju risdiccional de Tierra del Fuego sobre su litoral marítimo. Ofreció nuevas pruebas y también solicitó que el proceso tramite bajo las normas del juicio sumario. - II De conformidad con el dictamen de este Ministerio Público de fs. 580, V.E. declaró que la causa corresponde a su competencia originaria y ordenó el traslado de la demanda (fs. 581), así como de su ampliación (fs. 595). - III A fs. 694/816, la Provincia contestó la demanda y solicitó su rechazo. En primer lugar, consintió la distancia de 7 millas que alegó la actora respecto de la ubicación del punto de extracción de los hidrocarburos del lote Hidra (cfr. 2 párra fo, fs. 700). A continuación, reconoció que el nudo gordiano de la presente controversia consiste en determinar cuál es el límite territorial en lo que respecta al mar que la circunda. Para ello, consideró necesario distinguir el recla mo fiscal en dos períodos: el correspondiente al ex Territorio Nacional de Tierra del Fuego (1991 al 09/01/92) y el que -4- T. 339. XXXV. ORIGINARIO Total Austral S.A. c/ Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur, Provincia de s/ acción declarativa. Procuración General de la Nación comienza con la fecha de asunción de las nuevas autoridades provinciales (10/01/92 al 31/01/94). Respecto del primer período, afirmó que los terri torios nacionales constituían úni camente divisiones territo riales administrativas del Estado Federal y, por ende, que tanto sus límites, como la competencia de los funcionarios que en ellos se desempeñaban, revestían el mismo carácter. De lo anterior derivó que si el Territorio Nacional era parte del todo (Estado Federal), como una división terri torial administrativa de él, sus límites son precisamente los de ese Estado Federal que integra, y abarcan, en consecuen cia, el punto de extracción de los hidrocarburos del lote Hidra. Afirmó a continuación que los impuestos no abonados por la actora con anterioridad al 10/01/92, a raíz de la ac tividad ejercida en el Territorio Nacional, pertenecían al Estado Nacional, quien se los cedió mediante el convenio in terestadual del 9/10/96, ratifica do por ley provincial 365 y decreto nacional 9/97. Por esto, ratificó sus facultades para percibir el impuesto sobre los ingresos brutos con anterioridad al 10/01/92, a raíz de la actividad desarrollada por la actora dentro de los límites territoriales del Estado Nacional, del cual -reiteró- el Territorio Nacional de Tierra del Fuego era una división administrativa. Por otra parte, respecto del segundo período (10/01/92 al 31/01/94) y ya transformado el Territorio Nacio nal en Provincia, reconoció que el Congreso Nacional puede válidamente restringir el dominio y la jurisdicción marítima de éstas. Explicó que tal decisión se adoptó mediante la ley 18.502 pues, a la fecha de su dictado, la comunidad interna cional reconocía a los estados nacionales el dominio sobre el -5- mar que bañaba sus costas hasta una distancia de 3 millas. De esta forma, razonó, la limitación colocada a las provincias por la ley 18.502 tenía una loable intención, cual era evitar que extendieran su potest ad más allá de los límites reconoci dos al mismo Estado Nacional. Pero entendió que la mencionada ley ha sido implí citamente derogada con la suscripción, por parte de la Repú blica Argentina, de la "Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del M ar", el 5/10/84. La sección 2 del art. 3 de la citada Convención preceptúa que todo estado tiene derecho a establecer su mar territorial hasta un límite que no exceda de 12 millas mari nas medidas a partir de las líneas de base. Consideró, entonces, que, a partir de la suscrip ción de este acuerdo, el Estado Nacional, quien actuó no sólo por sí sino en representación de todas las provincias que lo conforman, adoptó y aceptó un nuevo límite marítimo de 12 millas, lo que implica un ex preso reconocimiento sobre los límites que las provincias con litoral marítimo pasarían, en lo sucesivo, a tener. La adopción del nuevo límite marítimo para la Na ción, agregó, encuentra recepción expresa en la ley 23.968 y en la posterior aprobación de l a "Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar", a través de la ley 24.543. A mayor abundamiento, sostuvo que los nuevos lími tes provinciales quedaron corroborados mediante el dictado de sucesivas leyes por parte del Congreso Nacional, tale s como las 24.145 y 24.922 y citó, en su apoyo, opiniones vertidas por distintos legisladores durante los debates que precedie ron a sus respectivas sanciones. Analizó el alcance de los beneficios reconocidos a la actora por la ley 19.640 y describió el pr oceso de extrac- -6- T. 339. XXXV. ORIGINARIO Total Austral S.A. c/ Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur, Provincia de s/ acción declarativa. Procuración General de la Nación ción y tratamiento de los hidrocarburos con su correspondien te régimen fiscal y aduanero, para tachar de inadmisible la pretensión de la accionante de sustraerse al cumplimiento de sus obligaciones tributarias tanto frente al fisco naciona l como al provincial, en contradicción con sus propios actos. Como consideración adicional, planteó la imprescin dibilidad del estado ribereño para la explotación que realiza la actora, ante el necesario apoyo terrestre, de infraestruc tura, recursos y esf uerzos provinciales que resultan necesa rios para la viabilidad de los yacimientos off shore (costa afuera). En cuanto a la petición concreta de autos, rechazó la inconstitucionalidad incoada, puesto que los arts. 2 y 81 de la Constitución Provincial no fijan límite alguno, así como también se opuso a la ampliación de la demanda por falta de legitimación pasiva, al ser la Dirección Provincial de Puertos un ente autárquico de derecho público, con personería jurídica propia. Ofreció prueba y se opuso a la confesional ofrecida por la actora. - IV Liminarmente, estimo que, toda vez que la cuestión en debate no tiene un mero carácter consultivo ni importa una indagación especulativa sino, antes bien, responde a un caso que busca precaver los efectos de actos en ciernes, como re sultan ser la intimación de pago del impuesto sobre los in gresos brutos por parte de la Dirección Provincial de Ren - tas de Tierra del Fuego, y la resolución 277/00 de la Direc ción Provincial de Puertos, requ erimientos éstos a los que la actora atribuye ilegitimidad y lesión al régimen federal, la vía intentada es procedente conforme al art. 322 del Código -7- Procesal Civil y Comercial de la Nación y la reiterada doc trina de V.E. (arg. Fallos: 307:1379; 310:606; 316:2855; 318:2374, entre otros). A ello debe sumarse la expresa aceptación de la demandada a la procedencia formal de la acción (fs. 698). - V De la forma en que ha quedado planteada la litis, se desprende que el thema decidendum estriba en determinar : 1. el alcance de la jurisdicción tributaria provincial sobre los yacimientos de hidrocarburos situados en el mar territorial, fuera de la franja de tres millas marinas conta das desde las líneas de base establecidas por la ley 23.968, respecto de los ej ercicios 1991, 1992, 1993 y enero de 1994; 2. la inconstitucionalidad de los arts. 2 y 81 de la Constitución Provincial; 3. las facultades para estar en juicio de la Dirección Provincial de Puertos, como ente autárquico de derech o público; y 4. la extensión de la jurisdicción tributaria de la Provincia sobre los espejos de agua ubicados en la zona de la Bahía de San Sebastián y el norte de la Isla Grande, desde el F1 Cabo Espíritu Santo hasta la Punta de Arenas. Cabe advertir que el abordaje de tales problemas, por este Ministerio Público, ha de ceñirse a la cuestión fe deral que entrañan, sin introducirse en la valoración de los hecho y de las pruebas que la rodean. - VI Pienso que asiste razón a la demandada en cuanto a la necesidad de distinguir el reclamo fiscal en dos períodos: el correspondiente al ex -Territorio Nacional de Tierra del -8- T. 339. XXXV. ORIGINARIO Total Austral S.A. c/ Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur, Provincia de s/ acción declarativa. Procuración General de la Nación Fuego (1991 al 09/01/92) y el que comienza con la fecha de asunción de las nuevas autoridades provinciales (10/01/92 al 31/01/94). Para la solución del reclamo atinente al primer período resulta imprescindible analizar la condición jurídica de los territorios nacionales. V.E. ha tenido oportunidad de pronunciarse al res pecto en Fallos: 310:2478. Allí recordó que, cuando en 1884 se debatió en la Cámara de Diputados el proyecto que dio base a la ley 1532, el miembro informante, Ramón J. Cárcano, reco noció que el proyecto de territorialización se inspiraba en la legislación de los Estados Unidos de Amér ica y, en especial, en la "Ordinance for the Government of the United States Territory of the Northwest of the Ohio River" de 1787. Sostuvo el citado legislador en tal oportunidad: " Ybajo cualquier punto de vista que se considere los territorios nacionales ya originariamente adquiridos por la conquista, o más tarde por la cesión, el gobierno tiene el derecho de administrarlos por el sistema que estime mas propio y conveniente" y, siguiendo a Story, recordó que " Yninguno de ellos tiene título alguno para reclamar un gobierno individual", de manera que su administración quedaba librada a la voluntad del Congreso Nacional, cuya competencia en la materia emanaba de la propia Constitución (Diario de Sesiones de la Honorable Cámara de Diputados, 1884, p. 106 8). El diputado Puebla, por su parte, aludía a estos estados caracterizándolos como "pro vincias en embrión" (Diario de Sesiones, 1884, p. 1199). Del conjunto de las manifestaciones vertidas en los debates parlamentarios de aquel momento, y de la opinión generalizada de la doctrina, V.E. concluyó en esa oportunidad que el concepto de territorio suponía una división adminis - -9- trativa de la Nación, sometida temporariamente a la jurisdic ción y legislación del gobierno federal, y destinada a con vertirse en provincia autónoma una vez satisfechas las exi gencias que la ley respectiva imponía, y añadió que era de su esencia la condición temporaria y su potencialidad latente para incorporarse a las unidades autónomas del régimen fede ral (Fallos: 310:2478, cons. 3 6). Se ratificó dicho aserto con la jurisprudencia de la Corte de los Estados Unidos de América, la cual asimiló a la condición sub examine con un estado de minoridad avanzado hacia la adultez, en búsqueda de una completa igualdad tan pronto como se alcance ese desarrollo ("Loughborough c/ Bla ke"; 5 Wh. 317). Y citó las palabras de ese mismo tribunal en "Shively c/Bowlby" (152 U.S. 1), donde sostuvo: " Los territorios son administrados (held) con el objeto de que tan pronto como su población y aptitud lo justifiquen, sean admitidos en la Unión como estados en el mismo plano de igualdad (equal footing) que los estados originarios en todos los sentidos". Recordó que, con posterioridad, se reiteró este carácter temporario ("O'Donoghue c/USA", 289 U.S. 516) y, al hacerse mención de la condición de los jueces territoriales, se la adjudicó, citando el caso de 182 U.S., 244, 293, a la situación presumiblemente efímera del gobierno del territo rio. Dada esta particular característica de los territorios nacionales, V.E. afirmó que los poderes del Congreso Federal han sido reconocidos como amplios, tanto por la doc trina nacional como por la jurisprudencia norteamericana (Fa llos: 310:2478, cons. 39). Así, en "National Bank c/Country of Yankton" (101 U.S. 129) se dijo no sólo que el Congreso Federal podía abrogar leyes dictadas por la legislatura lo cal, sino también legislar por sí mismo en ese ámbito. Estos amplios poderes fueron reconocidos, asimismo, en 114 U.S. 43; -10- T. 339. XXXV. ORIGINARIO Total Austral S.A. c/ Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur, Provincia de s/ acción declarativa. Procuración General de la Nación 198 U.S. 371 y 301 U.S. 308. En principio, los actos realizados por la autoridad federal durante su vigencia temporal, obligarán a los nuevos estados que se constituyan. Así lo entendió V.E en el prece dente citado en el párrafo anterior, con cita de 267 U.S. 30, donde afirmó que un estado creado sobre la base de un terri torio y sobre cuyos límites físicos decidió el gobierno na cional "is bound by the previous recognition and adoption of that line by the United States her predecesor and cannot be heard to disavow the boundary so recognized" (está ligado por el reconocimiento y adopción de la línea de frontera efectua da por los Estados Unidos, su antecesor, y no puede descono cer esos límites ya admitidos). En el sub lite, el legislador de facto fijó clar amente los límites físicos, al reestablecer el Territorio Na cional de la Tierra del Fuego, Antártida, e Islas del Atlán tico Sur, mediante el decreto ley 2191/57. Especificaba su art. 2 1: "El Territorio Nacional de la Tierra del Fuego, Antártida, e Islas del Atlántico Sur comprende: la parte oriental de la Isla Grande y demás islas del archipiélago de Tierra del Fuego e Islas de los Estados y Año Nuevo, conforme a los límites fijados por el tratado del 23 de julio de 1881, las Islas Malvinas, las Islas Georgias del Sur, las Islas Sándwich del Sur y el Sector Antártico Argentino, comprendido entre los meridianos 251 Oeste y 741 Oeste y el paralelo 601 Sur". De la lectura del artículo trascripto sólo puede concluirse que el legislador nacional acotó la extensión de la provincia embrionaria ( embrionary state) allí reestablecida, a las zonas terrestres que detalló con precisión. Al hacerlo, utilizó legítimamente las facultades -11- conferidas por el art. 67, inc. 14, de la Constitución Nacio nal (1856/60) -como lo reconoce la misma accionada a fs. 720/721-, sin que el Territorio pudiese invocar derechos pro pios y originarios sobre el mar adyacente. Tampoco resulta válido, en mi entender, el razona miento de la demandada respecto de la confusión de los lími tes del Territorio con los de la Nación misma. Ella afirma que si el Territorio Nacional era parte del todo (Estado Fe deral), como una de sus divisiones territoriales administra tivas, sus límites son precisamente los de ese Esta do Federal que integra. Pienso que el silogismo no es correcto. La condi ción jurídica del Territorio, como " división territorial ad- ministrativa" de la Nación, no acarrea, como conclusión nece saria, la identidad entre los límites de ambos estamentos, no sólo por la inexistencia de un precepto que así lo ordene, sino -fundamentalmente- por la clara letra de art. 2 1 del decreto ley 2191/57, a través del cual el legislador fijó su extensión a las zonas terrestres allí precisadas. Y dicho aserto queda corrobo rado por su condición jurídica, a la que se hizo referencia supra. Si los territorios nacionales eran administrados con el objeto de, tan pronto como su población y aptitud lo justifiquen, ser admi tidos como estados en el mismo plano de igualdad ( equal footing) que los estados originarios en todos los sentidos, no resulta lógico atribuirle ab initio derechos sensiblemente mayores que los ya reconocidos a los estados originarios (en el mismo sentido, 399 US 699, "United States v. Louisiana"). En efecto, a la fecha del dictado del decreto ley 2191/57 (BO 19/3/57) no existía dispositivo legal alguno que reconociera a las provincias jurisdicción sobre el mar terri torial adyacente a sus costas, situación que se verifica re -12- T. 339. XXXV. ORIGINARIO Total Austral S.A. c/ Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur, Provincia de s/ acción declarativa. Procuración General de la Nación cién trece años más tarde, con el di ctado de la ley 18.502 (BO 7/1/70), aspecto sobre el cual coinciden tanto la actora (fs. 566) como la demandada (fs. 721, 3 párrafo). En este marco, la pretendida creación del Territo rio Nacional de Tierra del Fuego, con una jurisdicción marí tima coincidente con la del mismo Estado Federal en ese mo mento (200 millas medidas desde la línea de las más bajas mareas), cuando las restantes provincias ribereñas carecían de un reconocimiento legal expreso en tal sentido, no se evi dencia coherente con la intención de admitirlo " en el mismo plano de igualdad (equal footing)" con los restantes estados originarios. Al respecto cabe recordar que, entre los criterios de interpretación posibles, n o debe prescindirse de las con secuencias que se derivan de la adopción de cada uno, pues ellas constituyen uno de los índices más seguros para verifi car su razonabilidad y su coherencia con el sistema en que está engarzada la norma (Fallos: 234:482; 302: 1284; 311:1925; 319:2594, entre otros). Por ello, entiendo que la postura de la demandada, de asimilar los límites marítimos del territorio nacional a los del Estado Federal, debe ser rechazada, no sólo por care cer de sustento legal, sino también por cont rariar su propia condición jurídica antecedente, cual era su potencialidad para ser admitida -en un plano de igualdad - a las restantes provincias que conforman la Nación. Como consecuencia de lo expuesto, y de tener V.E. por probado que el punto de extrac ción de los hidrocarburos se encuentra a 7 millas marinas de las líneas de base, debe ría declarar que el Territorio Nacional de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur careció allí de jurisdic ción tributaria durante su vigencia. -13- - VII El segundo período involucrado en la litis comienza con la provincialización del territorio nacional. Establece el art. 1 1 de la ley 23.775: " Declárase provincia conforme a lo dispuesto en los arts. 13 y 67 inc. 14 de la Constitución Nacional, al actual Territorio Nacional de la Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atrlántico Sur" (el subrayado me pertenece). El mismo artículo fijó a continuación los límites, de la siguiente forma: " La nueva provincia tendrá los siguientes límites: al norte, el paralelo 521 30' Sur hasta tomar el meridiano 651 Oeste, continuará por él hasta su intersección con el paralelo 491 Sur; desde este punto seguirá por dicho paralelo hasta tocar el meridiano 251 Oeste; continuando por dicho meridiano en dirección al Sur hasta el mismo polo geográfico en la latitud 901 Sur. Desde el polo proseguirá el límite por el meridiano 741 Oeste hasta su cruce con el paralelo 601 Sur, continuará por este paralelo hasta su intersección con el meridiano de Cabo de Hornos, siguiendo por dicho meridiano hasta alcanzar la línea divisoria con la República de Chile. Además de los territorios y espacios marítimos señalados que incluyen a la parte oriental de la Isla Grande de Tierra del Fuego, Isla de los Estados, isla de Año Nuevo, Islas Malvinas, Islas Georgias del Sur, Islas Sándwich del Sur, grupos insulares y demás territorios comprendidos en el Sector Antártico Argentino, integrarán la nueva provincia las demás islas e islotes comprendidos dentro de dichos límites y las islas internas del Canal de Beagle tales como: Redonda, Estorbo, Warden, Conejo, Bridges, Lucas, Bertha, Willie, Despard, Cole, Eclaireurs, Casco, Dos Lomos, Lawrence, -14- T. 339. XXXV. ORIGINARIO Total Austral S.A. c/ Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur, Provincia de s/ acción declarativa. Procuración General de la Nación Gable, Warú, Upú, Yunque, Martillo, Petrel, Chata, Alicia, y los demás territorios insulares conforme los límites con la Provincia de Chile" (énfasis, agregado). El Poder Ejecutivo Nacional observó esta segunda parte del artículo a través del decreto 905/90, con el argu mento que la delimitación practicada reque ría de mayores precisiones "para adecuarlo al orden jurídico vigente". Agregó, a continuación, que los límites allí fijados podrían generar, involuntariamente, interpretaciones de terceros estados que no responden a las posiciones sostenidas en la materia por nuestro país. Aseguró, por último, que el Poder Ejecutivo sometería a la consideración del Congreso de la Nación, a la mayor brevedad, un texto sustitutivo. En estas condiciones, el Ejecutivo promulgó la ley 23.775, y declaró Provincia " al actual Territorio de Tierra del Fuego", al mismo tiempo que privó de fuerza legal a los nuevos límites fijados. Esta promulgación parcial no ha sido atacada por la demandada, ni resulta manifiestamente inadmi sible a la luz de la doctrina expuesta por V.E. en Fallos: 268:352; 318:445, y 319:1479. Sobre la base de la ley sancionada, su observación y simultánea promulgación parcial -cuya validez, repito, no ha sido cuestionada- entiendo que los límites de la nueva Provincia quedaron circunscriptos a los del entonces Ter ritorio Nacional, fijados por decreto ley 2191/57, sin referencia alguna al mar adyacente. Debe notarse, sin embargo, que la adquisición del nuevo status jurídico otorgó a la Provincia jurisdicción com partida sobre el mar territorial adyacente a sus cost as, hasta una distancia de 3 millas marinas, conforme lo establece la ley 18.502. -15- Ello es así, pues la citada ley reconoce una juris dicción de tal naturaleza a todos los estados ribereños que conforman la Nación, sin distinguir entre los existentes a la fecha de su sanción, o aquellos admitidos con posterioridad. Por otra parte, si los territorios nacionales eran administrados con el objeto de, tan pronto como su población y aptitud lo justifiquen, ser admitidos en la Nación com o estados en el mismo plano de igualdad ( equal footing) que los originarios en todos los sentidos (152 U.S. 1), resulta en tonces imperativo reconocer que la ley 18.502 -en cuanto atribuye limitada jurisdicción marítima a los estados ribere ños- también otorga idéntico derecho a la nueva Provincia. No escapa a mi análisis que la aplicación de la regla del equal footing no arroja idéntico resultado en la jurisprudencia de la Suprema Corte de los Estados Unidos de América, respecto de la soberanía estadual so bre la franja de 3 millas marinas adyacente a las costas. Dicho Tribunal mani festó que resultaba una base válida para afirmar los derechos supremos de los estados en las aguas interiores a sus costas y, con idéntico razonamiento, conducía a concluir que l os intereses y responsabilidades federales -y por ende sus derechos- eran supremos en las aguas adyacentes, dentro de las 3 millas marinas (cfr. 332 U.S. 19; 339 U.S. 699; 339 U.S. 707). Pero la situación difiere en nuestro país, donde el legislador expresamente reconoció la jurisdicción provincial sobre el mar territorial adyacente a sus costas, hasta una distancia de 3 millas marinas, sin perjuicio de la que co rresponde al Estado Nacional en toda la extensión del mar territorial (arts. 1 1 y 31, ley 18.502). En este sentido, entiendo que la regla del equal footing ratifica la correcta aplicación al caso de la ley -16- T. 339. XXXV. ORIGINARIO Total Austral S.A. c/ Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur, Provincia de s/ acción declarativa. Procuración General de la Nación 18.502, y corrobora la necesaria paridad en los derechos que debe reconocerse al estado embrionario, por acce der a su nuevo status de provincia (221 U.S. 559; 399 U.S. 707). - VIII Con posterioridad al dictado de la ley de provin cialización (N1 23.775), se sancionó la 23.968, a través de la cual el Congreso Nacional fijó las líneas de base de la República Argentina y estableció que el mar territorial se extiende hasta una distancia de 12 millas marinas a partir de dichas líneas (art. 3 1). Limitó, asimismo, la zona contigua (art. 41), la zona económica exclusiva (art. 5 1) y la plataforma continental (art. 6 1), a la vez que precisó el alcance de las facultades que -sobre cada una de ellas - ejerce la Nación Argentina. Contrariamente a lo sostenido por la demandada, no se desprende de su análisis que la Nación reconozca a las provincias -en forma alguna- jurisdicción sobre el nuevo mar territorial allí definido (12 millas). Ratifican este aserto los debates originados con motivo de su sanción, en especial, las manifestaciones de los diputados Corchuelo Blasco, Flores, Caputo, Durañona y Vedia, y Garay. El primero de ellos, entonces diputado por la Pro vincia del Chubut, expresó su rechazo al proyecto en los si guientes términos: " Vengo a este recinto a afirmar expresamente y por mandato del gobernador y la legislatura de mi provincia, así como por el reclamo unánime de las provincias que cuentan con litoral marítimo, que esta Honorable Cámara debe reflexionar antes de aprobar leyes de este tipo, que no contribuyen en nada a garantizar los derechos territoriales y -17- jurisdiccionales de las provincias con litoral marítimo sobre el mar territorial, el espacio aéreo, el lecho y el subsuelo del marY También me resulta evidente que me encuentro en minoría en esta Cámara acerca del tema del mar territorial, de nuestra soberanía sobre las 200 millas y de la zona económica exclusiva. Sin embargo, no estoy dispuesto a desoír el reclamo de las provincias sobre estos temas" (Diario de Sesiones de la Honorable Cámara de Diputados de la Nación, 04/07/91, p. 1202). El diputado Flores, por la Prov incia de Santa Cruz, agregó: "Sin embargo, la soberanía no se va a ejercer plenamente si no se explotan esos recursos y si no se respetan los derechos que los estados provinciales ribereños reivindicamos con respecto a la jurisdicción y al dominio sobre los recursos vivos y no vivos del mar hasta las 200 millas. Esta es la ley de derecho interno que falta. Discutiremos el tema en la oportunidad de analizar la nueva ley de hidrocarburos. Lo haremos en este recinto cuando discutamos la ley de pescaY" (Diario de Sesiones, 14 y 15/08/91, p. 2403). Por su parte, los diputados Caputo, Durañona y Ve dia y Garay coincidieron al señalar que el proyecto en debate regulaba la relación con terceros estados y no delimitaba del dominio entre la Nación y las provincias sobre las aguas (cfr. Diario de Sesiones, 14 y 15/08/91, p. 2399; 2407 y 2409, respectivamente). Cierto es que las palabras o conceptos vertidos en el seno del Congreso con motivo de la discusión de una ley son, en general, simple s manifestaciones de opinión indivi dual de las personas que las pronuncian (Fallos: 77:319), pero no puede decirse lo mismo de las explicaciones brindadas por los miembros informantes de los proyectos, -18- pues tales T. 339. XXXV. ORIGINARIO Total Austral S.A. c/ Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur, Provincia de s/ acción declarativa. Procuración General de la Nación explicaciones o informes constituyen una f uente propia de interpretación (Fallos: 33:228; 100:51; 114:298; 141:254). Y precisamente el miembro informante, diputado Mot ta, disipó toda duda sobre los alcances del proyecto, cuando aseveró: "Es necesario y conveniente tener presente que estamos legislando sobre los mares adyacentes a la República Argentina. A mí no se me escapa -lo mismo ocurre con la Comisión de Relaciones Exteriores y Culto- la posibilidad que tienen las provincias ribereñas de discutir a la Nación el producido de los frutos del mar, pero ese es un problema entre la Nación y los estados provinciales. En síntesis, hemos puesto especial cuidado en que esta iniciativa regule única y exclusivamente todo lo vinculado a la relación de la República Argentina con los demás objeciones países. que Digo estimo esto surgen porque de una ha habido confusión algunas sobre el particular. De ahí la necesidad de que el tema quede debidamente aclarado" (Diario de Sesiones, 14 y 15/08/91, p. 2398, subrayado agregado). Sobre la base de estos elemen tos, considero que no existe apoyo suficiente para sostener que la ley 23.968 alte ró el reparto de la jurisdicción marítima entre Nación y pro vincias, siendo claro que regula una materia ajena, cual es la fijación de las líneas de base de la República y la extensión de las diferentes áreas marítimas a partir de ellas. Destaco, por último, que esta interpretación sobre la ley 23.968 y su incidencia en el reparto de la jurisdic ción marítima entre Nación y provincias, ya ha sido sostenida por este Ministerio Público in re "Harengus S.A. c/Provincia de Santa Cruz" (Fallos: 317:397, acápite 10). - IX Cuatro años después de fijadas las líneas de base a -19- través de la ley 23.968, el Congreso Nacional dictó la ley 24.543, mediante la cua l aprobó la "Convención de las Nacio nes Unidas sobre el Derecho del Mar", suscripta por la Repú blica Argentina el 5/10/84. El art. 3 de la sección 2 de la citada Convención preceptúa que todo estado tiene derecho a establecer la an chura de su mar territ orial hasta un límite que no exceda de 12 millas marinas, medidas a partir de las líneas de base. Afirma la demandada que, desde la suscripción de este acuerdo, el Estado Nacional, quien actuó no sólo por sí sino en representación de todas las provincias q ue lo conforman, adoptó y aceptó un nuevo límite marítimo de 12 millas, lo que significó un expreso reconocimiento sobre los límites que las provincias con litoral marítimo pasarían, en lo suce sivo, a tener. Con carácter previo, debo destacar que la ley 24.543, aprobatoria de la citada Convención, fue sancionada el 13/09/95, es decir, con posterioridad a los períodos re clamados en autos (1991, 1992, 1993 y enero de 1994), razón por la cual sus disposiciones resultarían ajenas a la materia en debate. Sin embargo, para la hipótesis que V.E. considere que este tratado resulta aplicable a partir de su suscripción por parte del Poder Ejecutivo Nacional, no obstante que, du rante los períodos de autos, no contaba aún con la aprobación legislativa, analizo a co ntinuación su incidencia en el sub examine. Ha sostenido la Corte que su misión más importante consiste en interpretar la Constitución Nacional, de modo que el ejercicio de la autoridad nacional y provincial se desen vuelva armoniosamente, evitando interferencias o roces sus ceptibles de acrecentar los poderes del gobierno central en -20- T. 339. XXXV. ORIGINARIO Total Austral S.A. c/ Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur, Provincia de s/ acción declarativa. Procuración General de la Nación detrimento de las facultades provinciales y viceversa. Del logro de ese equilibro debe resultar la amalgama perfecta entre las tendencias unitaria y fe deral, que los originarios constituyentes propiciaron mediante la coexistencia de dos ordenes de gobierno cuyos órganos actuaran en órbitas distin tas, debiendo encontrarse sólo para ayudarse pero nunca para destruirse (Fallos: 186:170; 307:360, entre otro s). Dentro de la forma federal de Estado, la existencia de dos esferas de gobierno, una con poderes delegados (Na ción) y otra con poderes conservados (provincias), ha genera do desde siempre el problema de la definición de las fronte ras de la competencia. A este respecto, y como línea separa tiva de los centros de autoridad, se reconoce como facultades de las provincias todas las requeridas para la debida satis facción de las necesidades exigidas por el gobierno civil de cada localidad, teniendo como lími te las atribuciones inhe rentes al gobierno central, en orden a la dirección de las relaciones exteriores y a satisfacer las exigencias generales de la Nación (Fallos: 317:1195, voto del Dr. Fayt). No cabe duda, entonces, que la dirección de las relaciones exteriores ha sido una competencia expresamente atribuida por la Constitución Nacional al Gobierno Federal (art. 75, inc. 22), y su ejercicio prohibido a las provincias (art. 126). Con estas atribuciones -sumadas a la facultad ex clusiva de fijar los límites interprovinciales (art. 75, inc. 15)- es que el Gobierno Federal suscribió y ratificó la "Con vención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar" en nombre de la República Argentina. El art. I, acápite 2.1, de la misma es tablece: "Por 'Estados Partes' se entiende los Estados que hayan consentido en obligarse por esta Convención y respecto de los cuales la -21- Convención entra en vigor". Es la República Argentina la que consintió en obligarse por medio de la Convención, y sólo ella reviste el carácter de "estado parte". Como consecuen cia, la comunidad jurídica internacional le reconoce el dere cho de establecer su mar territorial hasta un límite que no exceda de 12 millas marinas medidas a partir de las líneas de base, facultad ya utilizada con el dictado de la ley 23.968. Resulta improcedente, entonces, la postura de la demandada, al atribuirse derechos nacidos de una convención en la cual no reviste el carácter de "Estado Parte", y que tampoco contiene disposición alguna que s ustente su postura como subunidad política de un "Estado Parte". Ello es así, máxime cuando el Estado Parte suscribió y ratificó la Conven ción sobre el Derecho del Mar en uso de facultades exclusivas y excluyentes y adecuó su legislación interna al compro miso internacional asumido (ley 23.968), sin mención alguna de los derechos que invoca la demandada. Este tipo de regulaciones, como facultad de la au toridad federal, resulta compatible con la representación que la Nación ejerce en el ámbito de las relaciones exteriores (Fallos: 319:998) y, en el caso concreto, para acordar los diversos aspectos que la naturaleza común de los mares impone a la comunidad jurídica internacional (v.gr. en lo relativo a pesca, tratamiento de los residuos, paso de los buques, etc.). Por último, del mismo debate parlamentario de la ley 24.543 surge que la ratificación de la Convención sobre el Derecho del Mar no alteraba la distribución de potestades entre Nación y provincias sobre dichos espaci os (Diario de Sesiones de la Cámara de Senadores de la Nación, 31/05/95, p. 1686/7). Por lo expuesto, considero que ninguna razón asiste a la demandada para fundar su derecho en la "Convención de las -22- T. 339. XXXV. ORIGINARIO Total Austral S.A. c/ Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur, Provincia de s/ acción declarativa. Procuración General de la Nación Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar", por resultar su aprobación posterior a los períodos de la litis y, subsi diariamente, por no revestir el carácter de "estado parte". - X La Provincia también funda su pretensión en la ley 24.145, a la que atribuye el carácter de clara manifestación del Congreso Nacional respecto de los límites territoriales de las provincias con litoral marítimo (cfr. fs. 723, pto. b). Mediante la citada ley, el Estado Nacional transfi rió el dominio público de determinados yacimientos de hidro carburos a las provincias, otorgó perm isos de exploración a YPF S.A., transformó otros en concesiones de explotación, ratificó el decreto 2778/90 -que transformó a YPF S.E. en YPF S.A.- y aprobó la declaración de "sujeta a privatización" de YPF S.A. Dispone su art. 1 1: "Transfiérese el dominio público de los yacimientos de hidrocarburos del Estado Nacional a las Provincias en cuyos territorios se encuentren, incluyendo los situados en el mar adyacente a sus costas hasta una distancia de Doce (12) millas marinas medidas desde las líneas de base reconocidas por la legislación vigenteY" (énfasis, agregado). En este punto es prudente recordar que "...la pri mera fuente de interpretación de la ley es su letra y las palabras deben entenderse empleadas en su verdadero sentido , en el que tienen en la vida diaria, y cuando la ley emplea varios términos sucesivos, es la regla más segura de inter pretación la de que esos términos no son superfluos, sino que han sido empleados con algún propósito, sea de ampliar, de limitar o de corregir los conceptos" 307:928, entre otros). -23- (Fallos: 200:176; La indicación "en cuyos territorios se encuentren" seguida del término " incluyendo" no puede ser entendida como una redacción descuidada o desafortunada del legislador, sino que la sucesión ent re ambos indica que los yacimientos situa dos en el mar adyacente a las costas hasta una distancia de 12 millas marinas no se encontraban dentro del territorio y que, por tal motivo, el legislador debió realizar una salve dad expresa, ampliando el alcance del precepto. La postura de la accionada, en consecuencia, no aparenta ser una razonable derivación de los términos utili zados, puesto que, de considerar el legislador que los yaci mientos en discusión se encontraban dentro del territorio provincial, la salvedad apuntada hubiera resultado superflua. - XI Por último, aunque no por ello menos importante, entiendo que resulta claro que ni el decreto 214/94, del 10/02/94, ni la ley 24.922, sancionada el 9/12/97, son apli cables para la solución de este punto del litigio, por resul tar sus respectivas vigencias posteriores a los períodos tri butarios discutidos (1991, 1992, 1993 y enero de 1994). Sobre la base de los argumentos desarrollados, con sidero que V.E. debería declarar que l a jurisdicción tributaria de la Provincia demandada, sobre yacimientos de hidrocar buros situados en el mar territorial, se extiende hasta la franja de tres millas marinas contadas desde las líneas de base establecidas por la ley 23.968, respecto de los e jercicios 1991, 1992, 1993 y enero de 1994. - XII La actora solicita, asimismo, que V.E. declare la inconstitucionalidad de los arts. 2 y 81 de la Constitución -24- T. 339. XXXV. ORIGINARIO Total Austral S.A. c/ Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur, Provincia de s/ acción declarativa. Procuración General de la Nación Provincial, mediante los cuales -alega- se pretende extender el territorio provincial más a llá de los límites que le fue ran fijados por las normas federales en la materia. Establece el art. 2 1 de dicha Constitución: " La Provincia tiene los límites territoriales y los espacios marítimos y aéreos que por derecho le corresponden, de conformidad con los límites internacionales de la República Argentina. Cualquier modificación de los límites deberá ser autorizada por ley especial aprobada por las tres cuartas partes de los miembros de la Legislatura y sometida a consulta popular". Por su parte, el art. 81 preceptúa: " Son del dominio exclusivo, inalienable e imprescriptible de la Provincia el espacio aéreo, los recursos naturales, superficiales y subyacentes, renovables y no renovables y los contenidos en el mar adyacente y su lecho, extendiendo su jurisdicción en materia de explotación económica hasta donde la República ejerce su jurisdicción, inclusive los que hasta la fecha fueren administrados y regulados por el Estado Nacional. El Estado provincial sólo podrá intervenir en la explotación y transformación de los recursos naturales con carácter subsidiario, cuando exista manifiesta y probada incapacidad o desinterés para ello en la actividad privada, promoviéndose la industrialización en su lugar de origen. Los convenios de concesión de recursos energéticos asegurarán, en todos los casos, el total abastecimiento de las necesidades de la Provincia en esa materia. La Legislatura dictará leyes de protección de este patrimonio con el objeto de evitar la explotación y utilización irracionales" (el subrayado me pertene ce). -25- Estimo oportuno recordar que la declaración de in constitucionalidad de un precepto de jerarquía legal consti tuye la más delicada de las funciones a encomendar a un tri bunal de justicia , configurando un acto de suma gravedad que debe ser considerado la ultima ratio del orden jurídico (Fa llos: 302:1149; 303:1708, entre muchos otros); por lo que no cabe formularla sino cuando un acabado examen del precepto conduce a la convicción cierta d e que su aplicación conculca el derecho o la garantía constitucional invocados (conf. doc trina de Fallos: 315:923, in re L.172, L. XXXI, "Lavandera de Rizzi, Silvia c/ Instituto Provincial de la Vivienda", sen tencia del 17 de marzo de 1998) - y que la colisión con los preceptos y garantías de la Constitución Nacional debe surgir de la ley misma y no de la aplicación irrazonable que de ella se haga en el caso concreto (Fallos: 317:44). En este entendimiento, nada exhibe el art. 2 1 trascripto que contradiga el análisis realizado en los puntos precedentes, en cuanto interpreto que la mención a los lími tes que "por derecho" le corresponden a la Provincia recono cerá su origen en la respectiva ley que dicte el Congreso Nacional, en uso de las facultades conferidas por el art. 75, inc. 15, de la Constitución Nacional. Por el contrario, pienso que el art. 81 citado, al extender la jurisdicción provincial en materia de explotación económica hasta donde la República ejerce su jurisdicció n, avanza indebidamente sobre una materia reservada al Congreso Federal (art. 75, inc. 15, Constitución Nacional) y, simultá neamente, prohibida a las provincias (art. 126). Sólo el Congreso Federal arregla, en forma defini tiva, los límites del territorio de la Nación y fija los de las provincias (Fallos: 285:240), lo cual impide decisiones unilaterales como supone el art. 81 sub examine. -26- T. 339. XXXV. ORIGINARIO Total Austral S.A. c/ Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur, Provincia de s/ acción declarativa. Procuración General de la Nación Por otra parte, como ha sostenido V.E. en una cues tión sustancialmente idéntica a la aquí ventilada, también referida a la extensión de la jurisdicción provincial sobre el mar adyacente, "Yadmitir la pretensión provincial contravendría normas nacionales dictadas en el uso de facultades vinculadas con el ejercicio de la soberanía, lo que resulta inaceptable por imperio de la cláusula de supremacía contenida en el art. 31 de la Constitución Nacional" (Fallos: 317:397, cons. 7). Sobre la base de lo expuesto, es mi postura que sólo es inconstitucional el art. 81 de la Constitución de la Provincia demandada, lo cual así debe ser declarado. - XIII Establecido lo anterior, corresponde analizar la ampliación de la demanda de fs. 589/594, dirigida a despejar el estado de incertidumbre que ocasionó el dictado de la re solución de la Dirección Provincial de Puertos N1 227/00, del 28 de junio de 2000. La accionada opuso a ello la falta de legitimación pasiva, por revestir la Dirección Provincial de Puertos como un ente autárquico de derecho público, con personería jurídi ca propia (fs. 785, pto. 10). Según reiterada doctrina del Tribunal, a efectos de que una provincia pueda ser tenida como parte y proceda, en consecuencia, la competencia originaria prevista en el art. 117 de la Constitución Nacional, es necesario que ella parti cipe nominal y sustancialmen te en el pleito -ya sea como actora, demandada o tercero - y que tenga en el litigio un inte rés directo, de tal manera que la sentencia que se dicte le resulte obligatoria (Fallos: 311:870 y 1822; 312:1227 y 1457; 313:144; 314:508, entre muchos otros). -27- También ha dicho V.E. que esa calidad de parte debe surgir, en forma manifiesta, de la realidad jurídica, más allá de la voluntad de los litigantes en sus expresiones for males (Fallos: 307:2249; 308:2621; 314:405). Según los término s de la demanda y su ampliación, a cuya exposición de los hechos se debe acudir de modo princi pal para determinar la competencia según el art. 4 1 del Código Procesal Civil y Comercial de la Nación y doctrina de Fa llos: 306:1056; 308:2230, entre otros, entiendo que la Pro vincia ha sido nominal y sustancialmente demandada en el sub lite, toda vez que, si bien la pretensión se dirige contra un ente autárquico provincial, la actora cuestiona -en definitiva- el alcance de la jurisdicción de Tierra del Fuego fuera de la franja marítima de 3 millas marinas contadas desde las líneas de base normal establecidas por la ley 23.968. De ello se sigue que la Provincia tiene un interés sustancial en el pleito, en tanto la soluci ón puede llegar a afectar el alcan ce de la jurisdicción que invoca sobre el mar adyacente (cfr. dictamen de este Ministerio Público in re "Ente Nacional de Obras Hídricas de Saneamiento c/Servicio Provincial de Agua Potable y Saneamiento de Formosa", del 8/7/98, compartido por el Tribunal. Fallos: 321:3021). Al respecto, deviene intrascendente la naturaleza reglamentaria del acto atacado, y la falta de agotamiento de los trámites administrativos previstos en la legislación pro vincial, ya que la competenci a originaria de la Corte, que proviene de la Constitución, no puede quedar subordinada al cumplimiento de requisitos exigidos por las leyes locales (Fallos: 312:475; 323:1206, entre otros). En consecuencia, opino que debe rechazarse la de fensa de falta de legitimación pasiva opuesta por la demanda da. -28- T. 339. XXXV. ORIGINARIO Total Austral S.A. c/ Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur, Provincia de s/ acción declarativa. Procuración General de la Nación - XIV En cuanto al fondo del asunto, considero que se impone idéntica conclusión a la sostenida en los acápites VI a XII del presente dictamen, a excepción de lo manifestado respecto del decreto 214/94 y l a ley 24.922 (pto. XI). Ambas disposiciones se encontraban vigentes a la fecha de emisión del acto administrativo atacado (28/06/00), aunque considero que no alteran el resultado final del plei to. En efecto, mediante el decreto 21 4/94 se dispuso la conversión del contrato N 1 19.944, vigente entre YPF S.A., Total Austral S.A., Deminex Argentina S.A. y Bridas Austral S.A., en un permiso de exploración, una concesión de explota ción y de transporte de hidrocarburos, sobre determinados espacios identificados como "Área I de la Cuenca Austral" (cfr. arts. 1 y 20). La demandada considera que este reglamento consti tuye un inequívoco reconocimiento de que los límites provin ciales se extienden hasta las 12 millas marinas, basándose en su vigésimo considerando, en el pago directo de las regalías a su favor, y en la concesión de las instalaciones de trans porte que ella dispone. En el vigésimo párrafo de los considerandos del decreto se manifiesta: " Que asimismo se contempla en interés de las provincias donde se encuentran los yacimientos en cuanto se aseguran los derechos de las mismas que emanan del art. 13 de la ley 17.319, para la percepción de las regalías correspondientes a la extracción de hidrocarburos dentro de sus límites territoriales" (énfasis agregado por la demanda da). Por su parte, el art. 20 establece: " Otórgase a -29- Total Austral S.A., Deminex Argentina S.A. y Bridas Austral S.A. (Y) un concesión de transporte respecto de las instalaciones que se enumeran en el anexo I del presente decreto, ubicadas en la Provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur" (énfasis agregado por la demandada). Es mi parecer que no puede otorgarse a tales mani festaciones carácter declarativo del derecho que asistiría a la demandada, pues solo el Congreso Federal arregla, en forma definitiva, los límites del territorio de la Nación y fija los de las provincias (art. 75, inc. 15, Constitución Nacio nal), mientras el Poder Ejecut ivo carece de toda competencia al respecto. Siendo un principio fundamental de nuestro sistema político la división del Gobierno en tres grandes departamen tos, el Legislativo, el Ejecutivo y el Judicial, independien tes y soberanos en su esfera, se sigue forzosamente que las atribuciones de cada uno le son peculiares y exclusivas, pues el uso concurrente o común de ellas harían, necesariamente, desaparecer la línea de separación entre los tres altos pode res políticos, y destruiría la base de nuestra forma de gobierno (Fallos: 1:32). A mayor abundamiento, aún asumiendo la negligencia del Poder Ejecutivo en el dictado de la norma cuestionada, no podría válidamente derivarse de ello la ampliación de las potestades provinciales, pues funcionarios que carecen de competencia para disponer de la jurisdicción nacional exclu siva no pueden, con su conducta u omisión, causar su pérdida ("And even assuming that Government agencies have been negligent in failing to recognize or assert the claims of the Government at an earlier date, the great interests ot the Government in this ocean area are not to be forfeited as a result. The Government, which holds its interests here and el-30- T. 339. XXXV. ORIGINARIO Total Austral S.A. c/ Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur, Provincia de s/ acción declarativa. Procuración General de la Nación sewhere in trust for all the people, is not to be deprived of those interests by the ordinary court rules designed particularly for private disputes over individually owned pieces of property; and officers who have no authority at all to dispose of Government property cannot by their conduct cause the Government to lose its valuable rights by their acquiescence, laches, or failure to act". 332 U.S. 19; 310 U.S. 16; 284 U.S. 534; 245 U.S. 24; 243 U.S. 389). Por otra parte, las regalías a que hace referencia el art. 11 del decreto 214/94, son las establecidas en los arts. 59, 62 y cc. de la ley 17.319, que el concesionario debe abonar mensualmente al Estado Nacional, quien, a su vez y en mérito a lo dispuesto por el art. 12 del mismo ordena miento, reconoce, en beneficio de las provincias en cuyos respectivos territorios se encuentren los yacimientos hidro carburíferos, una participación pagadera en efectivo y equi valente al monto total que el Estado perciba de acuerdo con los artículos citados en primer término. El reconocimiento de tal participación en beneficio de la Provincia demandada no implicaría, en mi criterio, una automática aceptación de sus facultades jurisdiccionales y tributarias sobre los yacimientos hidrocarburíferos ubicados fuera de las 3 millas marinas. Dicho reconocimiento obedece a valoraciones de solidaridad y trato leal, conforme se desprende del mensaje de elevación del proyecto de la ley 17.319, donde se manifestó: "Las provincias productoras de hidrocarburos seguirán percibiendo una participación de la explotación, que será igual a la que el Estado nacional perciba como regalía o tributo equivalente. Este pago no responde, en derecho estricto, a una obligación constitucional incumbente al Estado nacional, por -31- cuanto siendo los yacimientos de su dominio, las regalías le pertenecen legítimamente, mas se funda en el respeto de la situación existente y ratifica valoraciones que se apoyan en la solidaridad nacional y en el trato leal que en una federación se deben al Estado General y los Estados locales" (el subrayado me pertenece). Que la cancelación de su importe se realice en for ma directa a la Provincia es criterio general a partir del decreto 1671/69, en el cual se estableció que, cuando el Es tado Nacional perciba el monto de la regalía en efectivo, la participación de la provincia respectiva -conf. art. 12 de la ley 17.319- se satisfacerá mediante el pago realizado en for ma directa por el concesionario a aquélla, actuando "por cuenta y orden del Estado Nacional, salvo comunicación en contrario emanada de la autoridad de aplicación" (art. 20). Por ello considero que el pago directo de las rega lías a la Provincia, establecido en el art. 11 del decreto 214/94, no altera el alcance de su jurisdicción sobre el mar adyacente. Por último, la ley 24.922 decla ró del dominio y jurisdicción de las provincias con litoral marítimo, los re cursos vivos que poblaren las aguas interiores y mar territo rial argentino adyacente a sus costas, hasta las 12 millas marinas medidas desde las líneas de base. De igual manera, declaró del dominio y jurisdicción nacionales exclusivos, los recursos vivos marinos existentes en las aguas de la zona económica exclusiva argentina y en la plataforma continental argentina, a partir de las 12 millas desde las líneas de base (arts. 31 y 41, ley citada). En mi criterio, no resulta una razonada derivación de esta norma la extensión de toda la jurisdicción provincial sobre el mar adyacente, hasta una distancia de 12 millas. El -32- T. 339. XXXV. ORIGINARIO Total Austral S.A. c/ Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur, Provincia de s/ acción declarativa. Procuración General de la Nación legislador se limitó a declarar del domin io y jurisdicción provincial únicamente los recursos vivos marinos existentes en tal área, sin mencionar las restantes manifestaciones so bre las cuales dicho dominio y jurisdicción pueden ejercerse, lo cuales conservan -en consecuencia- su status jurídico inalterado. Sobre tales bases, y en tanto V.E. tenga por acre ditado que los límites fijados en el art. 1 1 de la resolución de la Dirección Provincial de Puertos N 1 227/00 exceden la franja de tres millas marinas contadas desde las líneas de base establecidas por la ley 23.968, entiendo que deberá de clarar la inconstitucionalidad del citado precepto, por avan zar indebidamente sobre una materia reservada al Congreso Federal (art. 75, inc. 15, Constitución Nacional) y, simultá neamente, prohibida a las pro vincias (art. 126). Por último, en atención a la forma como se dictami na, los restantes agravios vinculados con la afectación de la circulación territorial y el comercio interjurisdiccional devienen -en mi parecer- abstractos. - XV Por lo expuesto, pi enso que corresponde hacer lugar parcialmente a la demanda y a su ampliación, con la salvedad expuesta en el acápite XII. Buenos Aires, 3 de diciembre de 2002 Es Copia Nicolás Eduardo Becerra -33- -34- T. 339. XXXV. ORIGINARIO Total Austral S.A. c/ Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur, Provincia de s/ acción declarativa. Corte Suprema de Justicia de la Nación Buenos Aires, 8 de septiembre de 2003. Vistos los autos: "Total Austral S.A. c/ Tierra del Fue go, Antártida e Islas del Atlántico Sur, Provincia de s/ ac ción declarativa" de los que Resulta: I) A fs. 558/578 se presenta Total Austral S.A. e inicia una demanda declarativa contra la Provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur por medio de la cual pretende que se disipe el estado de incertidumbre respecto al alcance de la jurisdicción provincial sobre yaci mientos de hidrocarburos situ ados en el mar territorial, fue ra de la línea de tres millas marinas contadas desde las lí neas de base establecidas por la ley 23.968, en relación a los ejercicios fiscales de los años 1991, 1992, 1993 y al mes de enero de 1994. Solicita, asimismo, la de claración de inconstitucionalidad de los arts. 2 y 81 de la Constitución de esa provincia que pretenden extender el territorio provincial más allá de los límites que fueron fijados por la legislación federal en la materia. Dice que conjuntamente con las e mpresas Wintershall Energía S.A. (ex Dominex Argentina S.A.) y Pan American Sur S.R.L. (ex Bridas Austral S.A.), es concesionaria, desde el 16 de febrero de 1994, de la explotación de hidrocarburos en el lote "Hidra" ubicado a unos 12,8 km de la costa de l a Isla Grande de Tierra del Fuego, en las cercanías de la estancia Río Cullen. Esa distancia, medida en millas marinas, equivale a 7 millas. Relata que el 23 de diciembre de 1996 la Dirección General de Rentas de la demandada determ inó de oficio una supuesta diferencia en el impuesto a los ingresos brutos por los anticipos del período marzo 1991 - diciembre 1992, fun - 35 - dándose para ello en la presunta jurisdicción provincial so bre los espacios marítimos en los cuales se asienta el yac imiento mencionado. Expresa que recurrió ese acto administra tivo pero sin éxito, por lo que interpuso un recurso de ape lación ante el Ministerio de Obras y Servicios Públicos que se encontraba pendiente de decisión al tiempo de iniciarse esta demanda. Recuerda que la ley 23.775 declaró provincia al entonces Territorio de Tierra del Fuego y fijó sus límites (art. 1º). Sin embargo CagregaC el Poder Ejecutivo Nacional observó la parte pertinente del artículo citado y promulgó la ley sin el texto que se refe ría a aquellos límites. De esa manera, la extensión de la nueva provincia venía a coincidir con la del anterior territorio fijada por el decreto -ley 2191/57, el cual no contenía mención alguna al mar territo rial o a la plataforma continental. Sin embargo, reconoce que al adquirir el ex territorio el status de provincia resultó aplicable a su respecto la ley 18.502, que otorgaba a esas unidades políticas jurisdicción sobre las zonas marítimas hasta una distancia de tres millas marinas medidas desde la línea de las más bajas mareas o, a partir del dictado de la ley 23.968, desde las líneas de base allí definidas. Sostiene que no existen normas de rango constitu cional que atribuyan a las provincias dominio o jurisdicción alguna sobre el mar territorial o plataforma submarina, ya que la legislación por la que la Nación ejerció su facultad para fijar los límites les otorgó una jurisdicción restringi da tales como el texto original del Código Civil o la ley 18.502. Respecto a esta última , afirma que las leyes poste riores (23.968, 24.145, 24.543 y 24.922) no innovaron respec to de sus disposiciones en la materia. Indica también que la provincia carece de dominio originario sobre el mar territo rial o la plataforma submarina y que su carác ter de archipiélago no - 36 - T. 339. XXXV. ORIGINARIO Total Austral S.A. c/ Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur, Provincia de s/ acción declarativa. Corte Suprema de Justicia de la Nación altera el reparto de jurisdicciones. Cita jurispru dencia y legislación de los Estados Unidos de Norteamérica, Méjico y Brasil. A fs. 589/594 amplía la demanda a fin de que se disipe la incertidumbre respecto del alcance de la juris dicción tributaria provincial en los espejos de agua ubicados en la zona de la Bahía de San Sebastián y el norte de la Isla Grande, desde Cabo Espíritu Santo hasta Punta Arenas, los cuales se encuentran fuera de la franja de tres millas mari nas contadas desde las líneas de base establecidas por la ley 23.968. En ese aspecto, destaca que la resolución 227/00 de la Dirección Provincial de Puertos fijó los límites y esta bleció tasas para las embarcaciones del tipo buques tanques y de carga general y buques de apoyo "supplies" que operen en esas zonas. Entiende que la nueva cuestión persigue el mismo fin que la planteada a fs. 558/578 pues en ambos casos el debate se circunscribe al alcance jurisdiccional de la pro vincia sobre su litoral marítimo. II) A fs. 694/816 contesta la demandada. En primer lugar, consiente la distancia de 7 millas alegada por la ac tora respecto del punto de extracción de los hidrocarburos del lote "Hidra" (fs. 700, segundo párrafo). Reconoce que el tema centr al de la controversia consiste en determinar cuál es el límite territorial en lo que respecta al mar que la circunda, para lo que considera necesario distinguir el reclamo fiscal en dos períodos: el correspondiente al tiempo en que era territorio nacional (1991 al 9 de enero de 1992) y el que comenzó en la fecha de asunción de las nuevas autoridades provinciales (10 de enero de 1992 al 31 de enero de 1994). Respecto del primero, afirma que los territorios nacionales constituían únicamente divisiones territo riales - 37 - administrativas del Estado Federal y, por ende, tanto sus límites como la competencia de los funcionarios que en ellos se desempeñaban revestían el mismo carácter. De ahí que si el territorio era parte del todo (Estado Nacional), sus límites son precisamente los de éste y alcanzan al punto de extrac ción de los hidrocarburos. Agrega que los impuestos no abonados por la actora con anterioridad al 10 de enero de 1992 pertenecían al Estado Nacional, el que los cedió a la provincia mediante el conve nio interestadual del 9 de octubre de 1996 ratificado por la ley provincial 365 y el decreto nacional 9/97. Respecto del segundo período admite, en primer lu gar, que el Congreso Nacional puede válidamente restringir el dominio y la jurisdicción marítima provinciales como sucedió con el dictado de la ley 18.502. Pero entiende que ese texto legal ha sido implícitamente derogado por la suscripción por la República Argentina, el 5 de octubre de 1984, de la Con vención de las Naciones Unida s sobre el Derecho del Mar. En efecto CsostieneC, la citada convención otorga a todo Estado el derecho a establecer su mar territorial hasta un límite de 12 millas marinas medidas a partir de las líneas de base. A partir de entonces, el Estado Nacional, qu e no actuó por sí sino en representación de todas las provincias, adoptó y aceptó un nuevo límite de 12 millas, lo que implica Ca su juicioC el reconocimiento de los límites que tienen las pro vincias con litoral marítimo. Ello encuentra recepción CcontinúaC en la ley 23.968 y en la posterior aprobación de la convención efectuada por medio de la ley 24.543. Agrega, por lo demás, que los nuevos límites provinciales quedaron rati ficados mediante sucesivas leyes, tales como las 24.145 y 24.922, y cita en su apoyo opiniones vertidas por distintos legisladores en ocasión de su consideración parlamentaria. - 38 - T. 339. XXXV. ORIGINARIO Total Austral S.A. c/ Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur, Provincia de s/ acción declarativa. Corte Suprema de Justicia de la Nación Hace referencia a los beneficios que se reconocen a la actora por la ley 19.640 y describe el proceso de extrac ción y tratamiento de los hidrocarburos con su correspondiente régimen fiscal y aduanero, para cuestionar la pretensión que deduce. Señala también, que la explotación que realiza requiere la participación provincial por el necesario apoyo terrestre, de infraestructura y recursos. Rechaza la inconstit ucionalidad alegada respecto de los arts. 2 y 81 de la Constitución provincial, que no fijan límite alguno, y se opone a la ampliación de la demanda toda vez que la Dirección Provincial de Puertos es un ente autár quico de derecho público con personería ju rídica propia que no está sometido a la competencia originaria del Tribunal. Considerando: 1º) Que este juicio es de la competencia originaria de la Corte Suprema (arts. 116 y 117 de la Constitución Na cional). 2º) Que el reclamo fiscal que impugna la actora debe dividirse temporalmente en dos etapas: la primera co rresponde a la época en que la actual Provincia de Tierra del Fuego constituía un territorio nacional, que va desde el año 1991 hasta el 9 de enero de 1 992, y la segunda desde su pro vincialización, esto es, el momento en que las nuevas autori dades asumieron sus funciones (10 de enero de 1992), hasta el 31 de enero de 1994. En efecto, la índole de las defensas introducidas por la demandada así lo impone. 3º) Que en el conocido litigio que enfrentó a las provincias de La Pampa y Mendoza registrado en Fallos: 310:2478, que tuvo como objeto determinar la condición inter provincial de las aguas del Río Atuel y la regulación de su uso, esta Corte se pronunció sobre la condición jurídica de los territorios nacionales. Para ello hizo mérito de los "an - 39 - tecedentes legislativos nacionales inspirados, como se sos tiene, en los norteamericanos". De manera explícita así lo admitía el mensaje enviado el 20 de julio de 1 883 por el Poder Ejecutivo Nacional acompañando el proyecto de la que se ría la ley 1532. A su vez, las opiniones vertidas en el deba te parlamentario reconocían que la ley de territorialización propuesta se inspiraba en aquellos antecedentes. En particular, el diputado Ramón J. Cárcano sostuvo que "bajo cualquier punto de vista que se considere los te rritorios nacionales ya originariamente adquiridos por la conquista, o más tarde por la cesión, el gobierno tiene el derecho de administrarlos por el sistema que estime más pro pio y conveniente" y, siguiendo a Story, recordó que "ninguno de ellos, tiene título alguno para reclamar un gobierno indi vidual", de manera que su administración quedaba librada a la voluntad del Congreso Nacional, cuya competencia en la mate ria emanaba de la Constitución (art. 67 inc. 14). Del conjun to de las manifestaciones vertidas y de la opinión generali zada de la doctrina, surge claro Cdijo el Tribunal en ese fallo C "que el concepto de terr itorio supone una división administrativa de la Nación, sometida temporariamente a la jurisdicción y legislación del gobierno federal y destinada a convertirse en provincia autónoma una vez satisfechas las exigencias que la ley respectiva impone. Es de su esencia, parece evidente, la condición temporaria y su potencialidad latente para incorporarse a las unidades autónomas del régi men federal" (considerando 36 de la mayoría y 41 de la disi dencia del juez Fayt). 4º) Que esa aseveración se ratificó con la c ita de la jurisprudencia que asimiló la condición del territorio con "un estado de minoridad avanzando hacia la adultez, en bús queda de una completa igualdad tan pronto se alcance ese de sarrollo" - 40 - T. 339. XXXV. ORIGINARIO Total Austral S.A. c/ Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur, Provincia de s/ acción declarativa. Corte Suprema de Justicia de la Nación ("Loughborough c/ Blake" 5 Wh.317) y con lo soste nido por ese mismo Tribunal en "Shively c/ Bowlby" (152 U.S.1), al afirmar que "los territorios son administrados (held) con el objeto de que tan pronto como su población y aptitud lo justifiquen, sean admitidos en la Unión como esta dos en el mismo plano de igualdad (equal footing) que los estados originarios en todos los sentidos" (considerando 38 de la mayoría y 43 de la disidencia del juez Fayt). Más adelante, y siguiendo el espíritu que fluye de esa doctrina, esta Corte afirmó que los poderes del Congreso Federal en la materia han sido reconocidos como amplios. Así, en el caso "National Bank c/ County of Yankton" (101 U.S. 129) se dijo que el Congreso no sólo podía abrogar leyes dic tadas por la legislatura local sino también legislar p or sí mismo en ese ámbito y, tras citar otros antecedentes juris prudenciales, concluyó: "En principio, y salvo las excepcio nes que luego se señalarán, los actos realizados por la auto ridad federal durante su vigencia temporal obligan a los nue vos estados que se constituyan. Así, por ejemplo, se dijo en 267 U.S. 30 que un Estado creado sobre la base de un territo rio y sobre cuyos límites físicos decidió el gobierno nacio nal 'is bound by the previous recognition and adoption of that line by the United States her predecessor and cannot be heard to disavow the boundary so recognized' (está ligado por el reconocimiento y adopción de la línea de frontera efectua do por los Estados Unidos, su antecesor, y no puede descono cer esos límites ya admitidos)" disidencia (cons iderando del juez Fayt 39 del de la fallo mayo ría citado). y De 43 de la todo lo expuesto cabe concluir que la incorporación de un territorio al conjunto de las provincias que integran la Na ción debe hacerse bajo la regla del "equal footing", esto es, que debe estar presidida por el principio de igualdad. - 41 - 5º) Que los límites físicos del Territorio Nacional de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur fue ron precisados por el decreto -ley 2191/57, que en su art. 2 º especifica: "El Te rritorio Nacional de la Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sud comprende: la parte oriental de la Isla Grande y demás islas del archipiélago de Tierra del Fuego e Islas de los Estados y Año Nuevo, conforme a los límites fijados por el tratad o del 23 de julio de 1881, las Islas Malvinas, las Islas Georgias del Sur, las Islas Sandwich del Sur y el Sector Antártico Argentino comprendido entre los meridianos 25 º Oeste y 74º Oeste y el paralelo 60 º Sur". De ese texto se de sprende claramente que la autori dad nacional acotó su superficie delimitándola en los espa cios terrestres allí detallados, ejerciendo de esa manera las facultades conferidas en el art. 75, inc. 15, de la Constitu ción Nacional, lo que impide que su suces ora pueda alegar derechos propios y originarios sobre el mar adyacente. En efecto, la provincia creada sobre la base de un territorio y sobre los límites físicos fijados a éste por el gobierno na cional queda sometida a esa decisión, como lo sostuvo la Cor te norteamericana en el caso 267 U.S. 30 citado precedente mente. Por otro lado, es inimaginable que el territorio pu diera contar con una jurisdicción marítima que no tenían uni dades institucionales de índole superior carentes, hasta la sanción de la ley 18.502, de tales atribuciones. Lo contrario sería una alteración del principio del "equal footing", esta vez en perjuicio de las provincias preexistentes, a cuya nó mina eventualmente se incorporaría. Tampoco puede extraerse una conclusión contraria de la afirmación de la demandada que considera que si el terri torio era parte del Estado Federal, como una de sus divisio nes - 42 - T. 339. XXXV. ORIGINARIO Total Austral S.A. c/ Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur, Provincia de s/ acción declarativa. Corte Suprema de Justicia de la Nación administrativas, sus límites eran precisamente los de aquel del cual era integrante. Tal conclusión no resiste el menor análisis. Ya se ha dicho que la administración de un territorio, en el marco de esa singular condición temporaria y de "pupilage" (en los términos de la jurisprudencia nortea mericana), queda librada a la voluntad de la autoridad fede ral, la que, expresada en los térm inos del decreto-ley 2191/57, es clara en cuanto a la fijación de los límites te rrestres. Ser integrante del Estado Federal como una división administrativa de éste no equivalía a que participara de las atribuciones jurisdiccionales hasta entonces exclusi vas de la Nación en los espacios marítimos. 6º) Que otra de las defensas de la demandada se funda en que la limitación física del mar territorial provin cial fijada en la ley 18.502 ha sido superada por la implíci ta derogación de esa norma que atribuye a la suscripción por parte de la República Argentina de la Convención de las Na ciones Unidas sobre el Derecho del Mar el 5 de octubre de 1984. A partir de ese momento el Estado Nacional, que, según afirma, actuó no sólo por sí sino a nombre de todas las pro vincias, adoptó y fijó un mar territorial de 12 millas, ex tensión que sería aplicable en el caso de aquéllas. Dice que esos nuevos límites provinciales quedaron confirmados por leyes sucesivas como la 23.968 y la aprobación por l a ley 24.145 de la citada convención. En ese sentido cabe señalar que la ley 23.968 no importó alteración alguna en el reparto de competencias establecido en la ley 18.502, y que no se desprende de ella ninguna modificación sobre la jurisdicción reconocida a las provincias en ese texto legal. Se trata de una ley que tiene por objeto fijar, frente a la comunidad internacional y en el ejercicio del derecho de soberanía, las líneas de base de la República Argentina. Su naturaleza, por - 43 - lo tanto, no guarda relac ión con las cuestiones vinculadas a la jurisdicción provincial sobre el mar territorial que cons tituye un aspecto de derecho interno. 7º) Que en cuanto a la convención, bastaría señalar que durante los períodos que son materia del reclamo no contaba aún con la necesaria aprobación legislativa, la que sólo se operó el 13 de septiembre de 1995, por lo que su pretendi da aplicación es materia ajena al debate. Pero si por vía de hipótesis se admitiera una conclusión contraria, tampoco asistiría razón a la demandada. En efecto, tal como lo re cuerda el señor Procurador General en su dictamen, el art. I, acápite 2, 1, de la convención establece que "por 'Estados Partes' se entiende los Estados que hayan consentido en obli garse por esta Convención y respecto de los cuales la Conven ción entra en vigor" y fue la República Argentina la que asu mió esa calidad con la aprobación de la ley 24.543, por lo que sólo ella asume ese carácter ante la comunidad jurídica internacional. Por ese acto se le reconoce el derecho de es tablecer su mar territorial hasta un límite que no exceda de 12 millas marinas medidas a partir de las líneas de base, facultad ya utilizada en el dictado de la ley 23.968. La postura de la demandada, al pretender atribuirse derechos nacidos de la convención, en la que no reviste ca rácter de parte y que no contiene mención alguna respecto de las unidades políticas integrantes de un "Estado Parte", re sulta así notoriamente improcedente. La República Argentina, en el ejercicio de facultades exclusivas y excluyentes, y como autoridad federal que tiene a su cargo el manejo de las relaciones exteriores, ha sido quien suscribió y aprobó el régimen aplicable en el ámbito de los derechos del mar. Es que ninguna cuestión de derecho int erno, como lo son clara mente las que regula la ley 18.502, guarda - 44 - relación con esta T. 339. XXXV. ORIGINARIO Total Austral S.A. c/ Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur, Provincia de s/ acción declarativa. Corte Suprema de Justicia de la Nación materia. Por lo tanto, la provincia no puede invocar derecho alguno en ese marco. Cabe destacar, asimismo, como lo hace el dictamen ya citado, que del debate parlamentari o de la ley 24.543 sur ge que la ratificación de la convención no alteraba la dis tribución de facultades entre la Nación y las provincias en la materia (Diario de Sesiones de la Cámara de Senadores de la Nación, 31 de mayo de 1995, págs. 1686/1687). 8º) Que la demandada funda también su derecho en lo dispuesto en la ley 24.145, promulgada el 6 de noviembre de 1992. El art. 1º de dicha ley dispone la transferencia del dominio público de los yacimientos de hidrocarburos del Esta do Nacional a las provincias en cuyo territorio se encuen tren, incluso los situados en el mar adyacente hasta una dis tancia de 12 millas marinas desde las líneas de base estable cidas por la legislación vigente. Pero la citada norma legal no era inmediatamente operativa, ya que el mencionado art. 1º condiciona su aplicación al cumplimiento del requisito que fija el art. 22, que la demandada no ha intentado acreditar que se encuentre cumplido. Tampoco favorece su posición la invocación del decreto 214/94 del 10 de febrero de 1994 y de la ley 24.922 sancionada el 9 de diciembre de 1997, por cuan to sus respectivas vigencias son posteriores a los períodos tributarios discutidos. 9º) Que la actora plantea la inconstitucionalidad de los arts. 2 y 81 de la Cons titución de la Provincia de Tierra del Fuego sosteniendo que en ellos se pretende exten der el territorio provincial más allá de los límites fijados por las normas federales. El primero de esos artículos, que reivindica para la provincia "los límites territoriales y los espacios marí timos que por derecho le corresponden", no importa por sí mismo - 45 - desconocer las facultades del Congreso sobre la materia contemplada en el art. 75, inc. 15, de la Constitución Nacio nal, que no resultan controvertidas. En cuanto al segundo, que extiende la jurisdicción provincial en materia de explo tación económica hasta donde la República Argentina ejerce su jurisdicción, es evidente el exceso en que incurre al preten der avanzar de manera indebida sobr e atribuciones que le son adjudicadas exclusivamente al gobierno federal y, a la vez, prohibidas a las provincias (art. 75, inc. 15, ya citado, y art. 126 de la Ley Fundamental). En ese sentido cabe recordar que en el precedente de Fallos: 317:397 esta Cor te ha establecido, para un caso substancialmente análogo, que "admitir la pretensión provincial contravendría normas nacionales dic tadas en el uso de facultades vinculadas con el ejercicio de la soberanía, lo que resulta inaceptable por imperio de la cláusula de supremacía contenida en el art. 31 de la Consti tución Nacional y crearía una dualidad jurisdiccional que esta Corte ha rechazado" (considerando 7 º del voto de la ma yoría y 10 del voto de los jueces Moliné O'Connor y Boggia no). 10) Que en cuanto a la gravitación que la demandada otorga al decreto 214/94 y a la ley 24.922, no se advierte que alteren la sustancia de la cuestión fundamental que se debate, relacionada con los límites de la jurisdicción pro vincial, materia suficientemente esclarecida en los conside randos precedentes. En efecto, en lo que respecta al primero, que alude en sus considerandos y en el art. 20 a los "límites territoriales" o a las instalaciones "ubicadas en la Provin cia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur", es obvio que esas manifestaciones, si se les atribuyera los alcances que le adjudica la demandada, importarían un avance ilegítimo por parte del Poder Ejecutivo sobre las fa cultades expresas que la Constitu ción Nacional otorga al Con greso y que - 46 - T. 339. XXXV. ORIGINARIO Total Austral S.A. c/ Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur, Provincia de s/ acción declarativa. Corte Suprema de Justicia de la Nación han sido reconocidas en los considerandos ante riores. Tal comportamiento violentaría un principio fundamen tal del sistema político cual es la división de los poderes, cada uno de ellos con facultades que le son pro pias y exclusivas. El uso concurrente o común de cada una de ellas provo caría, como dijo el Tribunal en la sentencia registrada en Fallos: 1:32 y que recuerda el dictamen del señor Procurador General, la desaparición de las líneas de separación de los tr es altos poderes políticos en detrimento de nuestra forma de gobierno. Por consiguiente, no cabe atribuir a las refe rencias allí contenidas a los "límites territoriales" una admisión de las facultades jurisdiccionales y tributarias de las provincias más allá de las millas marinas reconocidas en la ley 18.502. Por último, y en lo que se refiere a la ley 24.922, que declaró del dominio y jurisdicción de las provincias con litoral marítimo los recursos vivos que pueblan las aguas interiores y el mar territori al argentino adyacente a sus costas hasta las 12 millas marinas, tiene por su propia espe cificidad un alcance acotado a la actividad pesquera, por lo que no cabe extraer una conclusión que extienda sus efectos a otros ámbitos dentro de esos límites sobre los cuales la Nación Argentina conserva plena jurisdicción. 11) Que el reclamo de la actora se integra con la ampliación de la demanda de fs. 589/594 por la que se objetan los alcances de la resolución 227/00 de la Dirección General de Puertos de la provi ncia, planteo que, a su juicio, persi gue igual finalidad que la expuesta en la demanda. En lo que concierne a esta pretensión, la provincia arguye la falta de legitimación pasiva toda vez que esa repartición es una enti dad autárquica insusceptible de ser identificada con el Esta do provincial. En el incidente formado a raíz de la medida caute lar - 47 - solicitada por la actora, el Tribunal, con remisión a la causa "Ultrapetrol S.A.", (Fallos: 323:4195), reconoció que el mencionado organismo era una entidad autárquica (art. 1 º, ley 69). En consecuencia, el Estado provincial no resulta parte sustancial conforme al sentido que a ese concepto ha dado la jurisprudencia de la Corte (Fallos: 311:1822, entre muchos otros) y consecuentemente la cuestión planteada en relación a los alcances de la mencionada resolución es ajena a su competencia originaria. Por ello, se decide: I. Hacer lugar parcialmente a la demanda y, en consecuencia, declarar la improcedencia de la pretensión fiscal de la demandada sobre los yacimientos de hidrocarburos situados en el mar territorial, fuera de la franja de tres millas marinas contadas desde las líneas de base establecidas según la ley 23.968, en relación a los ejercicios fiscales de los años 1991, 1992, 1993 a enero de 1994; II. Declarar la inconstitucionalidad del art. 81 de la Constitución de la Provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur y rechazar la impugnación planteada con relación al art. 2º. III. Hacer lugar a la defensa de falta de legitimación pasiva opuesta por la demandada y de clarar ajena a la competencia originaria de esta Corte la cuestión planteada relativa a los alcances de la resolución 227/00 de la Dirección Provincial de Puertos. Las costas se impone n en un 80% a la demandada y en el 20% restante a la -//- - 48 - T. 339. XXXV. ORIGINARIO Total Austral S.A. c/ Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur, Provincia de s/ acción declarativa. Corte Suprema de Justicia de la Nación -//- actora (art. 71 del Código Procesal Civil y Comercial de la Nación). Notifíquese y, oportunamente, archívese. CARLOS S. FAYT - AUGUSTO CESAR BELLUSCIO - ENRIQUE SANTIAGO PETRACCHI EDUARDO MOLINE O'CONNOR - ANTONIO BOGGIANO - GUILLERMO A. F. LOPEZ - ADOLFO ROBERTO VAZQUEZ. ES COPIA - 49 -