Humildad

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•
JUUO J. CASAL
HUMILDAD
POESIAS
IIIIIIJ)OS DE BARRADAS
MADRID
•
IM~UN1 A
Dl JUAN PUf.YO
GA
Crco que una brizna dt hierba ntt tl
/If/trior a Ia jornada de las esfrt1/as.
Urru campanilla que azalea err ml
vrnta11a, me :rornjact mds que toda Ia
mtiQ{lsica de los libros.
WALT WRrTMAK
LA BRISA
( • hrlM con sus lablos otonates
"'.'' htln IR orboleda.
I ~- ftiJJM ac desprenden de sus verdes
lu•J•·• tl~ dedn,
y prun hlcn morlr
t•hfrot In trln
til! •u• wyu1 al sol.
r IIi hl'!lr1:1
d•lt"'"lrnlr, a Ia tarde...
y Ill vl.. rn de lle$1a
cuu -~~ hocns dotadas,
ltlu•l •tm• lhl prlnces:1s...
1huh r
t
H IUcterluf
Jtma vhlh lc• rcs~1 ...
Y ah•ndunan hi rumn malemal,
1• .. muC"rlt ae entrcgan,
1011111 nunl'll alnvladas
r 8 qur nunca bellas.
RAYO DE LUZ
... A1
Sf
1.• •It ol>a cstnba en sombros.
Yu t•rn un nino ..•
I r111l.t loa lnnt3Smas
'JIIII l'llllfllus.
11.J11~
wtul>ril en Ia noche
'lltr!lhl lutlo• dormldos
,., tl~"'llcrfabn il vecesl
1 an •mpllu era el IaIido
drl nh1111 lid blienclo,
llln hnutht cru y tan lotlmo,
11111 rml~tlrt·n lutlo muchas
nnchua, l'lntu ho scntl(lo
PIIJIIIftl hjlllntll)
~n un n••rvln~o rltmo
el Pfllpln t·urat6n ...
Y tn e101, llucno y tlblo
. . .ba hath\ ml lecho
•• llumlldt• rnyllo
12
)UUO ). CASAL
;.
--
.#
de Luz, que se tiltraba
por el denso posfigo ...
Como siempre Ia alcoba
continuaba Lo mismo
a obscuras... Sin embargo,
me dormla tr;inqullo..•
1C6mo n~re¢o~.' '•
rayo de luz ainlgol
"""
.
..
. ..
ARBOL ..•
A'II.IIIJL pcqucno que estas
putthJ en medlo del camino,
"" 1111 una pcnP mlrarle
tan d~bll, tan enlcnnlro...
l!fu cl ctcrno humilde
r lu ropaje amarillo
110 •lnt!O Cllntar IO$ p.ijaros
•lluvo el peso de un nido.
jCI\mo envldtarl\s los otros
palldtl Arb<Hca nmlgos
tu frolldi)IOJ, tan eJbeltos,
. . rumoruso~ y alllvos!
. . tu tombra Jam4s
a •lluron h.lltlos,
..,.._ lu ro11aje nunca
M para tl amur propiclo.
14
JULIO). CASAl.
JVh'!ndote tan triste y seco,
no
po(qu~ me imagino
que en este pr6ximo Otoilo,
se
al igual de todo tisico,
morirlln tus mustias hojas
y con las ltojas ttl mismo!
111 CARIU!TERO
J
•w• rl •~mlno v t'n~ unn carreta.
1111 lone)• IIVolllllln ltnlnmente...
A ratos
tll•h•ht··· l'llhlllll
)" 1111 •
'i"'' •·nntoa...
I·II lol 1111•1 ~~ Uhll'll
Jltlolrllllftll~ t'IWI'UI
111 •lun.tu, ,uh dt•lltt•ncla divlna del cielol,.
IHI ~~~~ 1 mhl.1r astros.,,
JIJIII~n lntr.t In mt~n111 que ese carretero
qU•
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Ill ~~~ hnrtlol I'IIJlR
Amlu•• r tnlmt.ulnl
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lllbtrtn• un lnwn YIIIOI
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I.A NOCI1E
} .A ll!h h~ c I~ Jlf\'1\ada de mlsletios.
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l'ol 1'1 tiiiOJlU dormldo
Ill 1Honolo1~1 vu~lan,
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llu•ll1 o•l IIIUhh•nll• II brlsas
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1.1 altura
lr llu.
18
JULIO J. CASAL.
A veces interrumpe
los sueilos de Ia aldea
cl chlrrldo mon6tono
'
de las gastadas ruedas
de un carro campesino
que pasa hacia Ia feria ...
Algodones tirumosos
envuelven Ia arboleda.
Sobre el desierto pueblo,
como un fantasma vela
Ia caprlcbosa torre
de una lejana Iglesia.
Y un triste farolillo
de gas, seilala apenas
con sus rayos medrosos
Ia blanca cinta de Ia carretera.••
PECECITO...
,.
..
v
Parr.CITO humllde
11ue nlnguno culda,
IHtr<tue no Ilene escamas doradas,
Jl<•IIJUC nl sol no brilla
y ltue rn un globito
t~ ulslnl, un dia,
1'111 una moneda
"'" lo dl6 una nli!a
•h• cnbcllos de oro
y ntulcs pupilas...
I 'ubrc pcceclto,
nndlc en tl se fija
ul t•l nr,:ua tc cambia
par11 que persista
tu d~llll allcnto...
JQU~
hnporta tu vidal
Ay, 1•1 Iueras grande,
tl tuvleraa llndu
alttaa plntaclaa,
H It ~ uldarlal...
JUUO ). CASAL
Pero por humilde,
porque nada brlllas,
porque te asemejas
a una mustia hojita,
ml mano a cuidarte
aiempre esl;lr~ lista
y en tu globo et agua
1erA cristalinal
ALOtiNAS HOJAS
Qut pena me da' mlrar '
•
en plena cstacl6n florida
entre cl verdor de unos lirbolea
algunas hojas marcbitasl
Pronto sc secaron porque
l:an madurado de prisa_.
Me recuerdan otros seres.
Simbollzan
las almas mustias y enfermas
que tuvicron tB,nla vida
y vertieron tanto llanto,
que hoy Ia boaa cs!A vacja
y estan seC;Is
para slempre las pupilas.
;Qu~ pena me da sentlr
las manos secas y frias,
que por los alios que tienen
debiersn ser encendidas
I
jUUO
J. C ASAL
como esas rosas, con trajes
primaverales vcstldasl
Pobres alums misteriosas ...
han madurado de prlsa,
y como csas mustias hojas
que en plena estaci6n florida
se mueren con el primer
soplo helado de Ia brLoa,
asi tambien-vagos rayosM apagan en plena vidal
EL FAROLERO
Ct.NTAN en Ia plaza grupos
de nlitos a viva vnz;
•Farolero de
la Puerta del Sol,
toma Ia escalera
y enciende el faroI... •
Era un nislico, un aldeano
uncillo y trabajador;
sus patillas eran rojas
como su gran coraz6n...
Oastaba una gorra.negra,
llmplo traje de color...
En el barrio (que alegria
cuando trepaba at faroll
ll
Lo mirM>amos curlosos
puestos a su alrededor.
JULIO J. CASAL
y, como Ia luciernaga, a intervalos
tu opaca Laz nos brlndas.
Mi espiritu dialoga con cl tuyo
y por Ia escala de Ia fantasia
asciende hasta perderse entre las nubea
que tu lumbre cobijan.
Yo se de tu e:-cistencla. Me parecea
Ia violeta escondida
que no ve cl camlnante y ~in embargo
perluma el torpe pie q,ue la castlga.
En u no ha de !ijarse el peregrlno
de mlradas allivas,
porque en esta existencia
Ius rayos simbolizan
lo humilde y todo aquello
que apenas brilla. ..
EL PAJSAJE...
E•
paisaje es un alma. Bajo el canto
lrdloso de Ia lluvla que lo besa,
., ~ntrlstece y sollo;ta. En cambio rie
Juvtnll, cuando vuelca
elaol de C$tlO sobre el su clara
y lumlnosa cesta.
1'1 campo es un arm6nium. La cancl6n
del cC!iro desplerta
•u nola mAs amable-y si las olas
<lei ronco viento vuelan
MUine los verdes de su gran teclado,
cntonccs suelta
au enelodia trdglca y perlada
con todas las triste;tas.
Arrancan de ml ser todas las cosas
altwrtas tan pwas y sinceras
28
JUUO J. CASAL
o llantos tan arnargos, que a moinel]tos
no palpo en mi Ia humnna y vii materia,
siempre tan muda y !ria, y me parece
al notarme eon tal naturaleza,
que yo me identiiico con el campo
y todos sus paisajes, de man em
tan honda y arraigada,
que yo creo qu.c soy en estn tierra
un ~rbol nada mas,
un fruto apenas,
o mAs humilde aun, una lragante
brizna de hierba.
LAS CAMPANAS
CANDIDO toque de misa
que suenas en Ia l\lborada
y rcpicas con tus voces
alegres de colcgiala ...
Taliido sereno y grave,
dollente como una IAgriJDJl
que armonizas con eJ tono
de Ia tarde deshojada...
Desgarrador y angustloso
tailer que el muerto reclaJDJl
y que subes basta e1 clelo
como una dulce plegarla..•
Esquilll de los conventos
cuyo sonido derrama
sobre el jarr6n de Ia brisa
no se que olorosas rMagas...
I
30
JUUO J. CASAL
Noble reloj legendario
de aquella mi antigua plaza,
que aun, como ayer, incansable
con tu voz de bajo cantas...
Brumosos o transparentes
replqueos de campanas,
vosolros me habl~is de cosas
ya para siempre pasadas...
Mi espiritu entre los pctalos
de las Oores de ayer, halla
lOs malices ~s vlstosos
y las mAs tiemas fragancias...
Por eso, alegres o tristes,
de nocbe o con Ia alborada,
por Ia ilusi6n de unos novlos,
por Ia ascensi6n de algun alma,
con ronco acento de bronce
o vibtaclones de plata,
cantad, cantad siempr~, slempre,
maravlllosas campanas..•
J
EN
LA SEDANTE...
EN
Ia sedante calma de Ia hora
reconcentrate y plensa, pero nl una
palabra digas; Iuera inoportuna...
que le alcance eJ lenguaje de Ia aurora.
El azul habla de romances claros;
el blaltCO, de leyendas virginales;
el vloleta, de nulgicos y raros
palacios monacale~...
La camplila
des~icrta
bajo el verde
y ondul!\ntc tocado.-No levante
tu voz cl tul de paz y ensueiio.
Pie~de
Toda oratorin, y si posible fuera,
por no dcsentonar con el inslante,
~ como un Arbol mas en Ia pradera.
EN ALTA MAR
EN alta mar. Agll, ca!ladamenle,
~I
barco se desliza como un ala
aobre Ia transparencla caprichosa
de las azules aguas. ..
Desde tercera ci.ue ilega el tritte
iamento de una galla,
1 el canto de los pobres emigrantes
que sin de5canso ballan...
junto a los gratos ccos
y a las suaves palabras,
se ve flotar Ia evocacl6n scntlda
de Ia remota Espalla...
El puente duerme bajo un ancho toldo.
El pasaje descansa
en los ampllos sJIIones. Ronda el tedlo
de tanto mar las almas...
36
JUUO I. C.\SAL
Lentamente Ia tarde
se consume en Ia llama
de un crepuscuto oro y todo seda•..
Suena mAs dulce Ia doUente galla,
y entre dos nubes aparece Venus,
llmpida y clara.
ERA UN PAJSAJE..•
I I
1•
ERA un paisaje mustio
y
mat vcstido...
Un pedazo de campo
csteril, amarillo,
'
con unos secos Arboles, que nunca
tuvieron nldos
nl cobljaron bajo su rarnaje
desnudo el sueno de los peregrinos.
La santa lluvla
lin se ha dc!enido
sobrc cstos fristes
y apnrtados silios...
El sol todo lo quema...
tEl sol, que cs oro, el campo ha empobrecldol
Y en las amplias dudades,
se quejO tanto el rico
de Ia monoton!a
del agua at repicar contra los vidriosl
31
jUUO J. CASAL
,
En el campo fan s61o
luci6 claro y magnifico
eJ padre sol, matando
las esperanzas de los campesinos.
Pobre paiSaje trlste,
enfcrmo y dolorido:
me recuerdas a v~ces con tu campo
solitario, baldio,
que reclama Ia lluvla,
los dolientes espiritus
bacia los que no llega
el amable rocfo
de una ilusi6n dorada...
Casi siempre abalidos,
sin rrutos, sin ensuei\os
nl emoci6n, son lo miSmo
que tit, yermo paisaje
estern y amarillo.
!.A tierra bajo el agua se estremece
lrual que una mujer a las carlcias•..
Una da el frulo en hijos,
Ia otm en rubias espigas.
La llu via rueda con sus gotas claras.
E!l sol apenas brilla
entre dos grises pubes
que el vleoto hincha.
Ellabrador sonrte al tiempo rudo...
Su mas dulce sonrisa
tambien tiene Ia aldeana
que espera dar a luz con Ia vendimia. .•
Alegre habr.l de ser Ia primavera.
La cosecha presentase muy rica
JULIO j . CASAL
J adornarA adenuls un pequelluelo
Ia casa humilde y Umpla...
Pecund!dad del campo y de Ia madre,
por slempre seas bendila...
La slembra ba de encarnar eternamente
lo mas puro y mlis !;llnto de Ia vldn.
II
CALENOARJOS
•
At.
pasar junto a esos
frngiles calendarios
de flguru esbeltas
y cartones tan claros,
l,OO
sen tis clerta pena
compaslva, anancaodo
las dimlnutas bojas
que senalnn un santo,
una lecha cercana
o un recucrdo lcja no?...
Tnmbl~n nosotros somos
como los calendarlos.
Todo lo que tenemos
en un yo condensado,
nos lo quita el dolor
y cl placer a su paso.
De nuestra propia vida
(foh fr4gil calendarioQ
i:l
•
JUUO J. CASAL
van cayendo los mests
dichosos y Jos alios,
que frio e inconsciente
a lodo, va arrancando
el tlempo, hoja ,por hoja,
con au hpplacable mano.
ASP*ACION
()TROS nombres tal vez perdurarto.
El mio ha de apagarse
sin haber sido llama,
ain que nunca alumbrase ...
S6to resisle al tlempo et que a sus rimas
le da un potente arranque
y pone en sus estrolas
los sones mils marciales.
/
.
Han c:antado Ia patrla, y se han c:antadp
ellos mismos. Ya nadle
lea puede dlspul11r Ia regia estatua
de mlirmol en el parque...
1
Mllira apenas suena debilmente...
Si u,n dia acaso eJ ave
de ml verso, musita
slnlonlas vibrantes
y logra que mi nombre
brille elerno en eJ arte,
JULIO J. CASAL
mi voz no [ue sincera,
minlieron mls cantares,
pues s61o sleuto los morlvos vagos
y los bumildes aires. ..
Amlgos mlos, no merczco estatuas...
No tuvn gbrru; ~enial\!s...
... Pero si por ventura
an helms recordarme,
nada de bronces y oro
nllibros ni homenajcs.
EL SENOERO
I
Tan s61o al borde de una clara fuente
que murmure su endecha entre el boscaje,
grabad esta inscripci6n: •En ese chorro
seucillo y claro, late
el alma del pocta. Fue asi. limplda,
susurradora y lnigll,
Esta fuente que entona en el sllenclo
sus duJces m3drlgllles,
simbollz6 su mislica e:xistencln.
Como ese cborro, ·tuvo no1as sul).:ves,
misterios, languldllces,
serenas vagucdades;
y preludi6 sus palidas cancioncs
tejos de los b!llllcios mundanales... •
',
P RIMI!RO es, entre el campo
desierto, np~nas
una clnta grisacea...
Despu~s semeja
un pergamino
de Ia Edad Medin,
mostrando tod:u; sus
orlllas llcnas
de targa$ roed11ras
hechas por piedras...
Paglnrt~ del sehdero',
!Cudntas Ideas '
·
acaso sc linn vcrtido
sobrc tu tierra!
Entre ct verde follaje
a veccs Ucmbla
)UUO J. CASAL
y se plerde; a momentos
feliz bordea
un arroyo entre cuyas
ondas ae e&(leja;
a ratos va entre Oores,
lleno de eaenc:la...
Y a lnstantea, arnapolas
4T
HUMILDAD
Son iguales nuestru alma,
lguales las anslas nueetras,
blanco y humllde senclero
que rne llevas
bacia Ia paz misterlola
y apartada de m1 aldee.
-lll&lldW ungrienlaslo vJslen con su traje
de vida y fuerza.
l..as margarltas sUveatres
muchas veces lo rodean,
y parece que a1 al~
va caminando entreellu,
Jgual que una despoaada
con su albo traje de fiesta.
Blanco y humUde senclero.
yo hallo en tl mllslca, y 1111e1111
para ml como II nota
m~ c:rlstalina y m• fresca.
Te pareces a ml vida:
va entre Urios o entre piedru,
siempre 'lltadvertlda para
todo~; en Ia! carreteraa
ampllas, el mundo ee fija...
pero lo humllde no inquieta,
ni Ia curlosldad nunca
a au vista se deapierla.
•
•
ATAROECER...
ArARDf.CBR de Mayo. Pasa una
lejnna.
\ltla
uwa una campana.
llrc>ta del mar el dlsco de Ia luna.
A lo lejos
.., \len temblar
•••• plllldos rellejos
de 111 hoguera que alumbm algun hogar.
Ah11o, volomos hacia los caminos
hutal'ios de Ia alden...
Y d~J~ndo el rumor de Ia ciudad,
nlMAniOS murmumr los viejos pinos,
yque en nosotros sea
lltllntcnso el amor de Ia humildad
qut, al lgual de csos rudos campesinos,
olvldnndo lo absurdo de las !eyes;
1111 ltngamos mu fin ni mU idea
qu~ jlular, canlurreando, nuestros bueyes.
HA LLOVIDO..•
'
H
A
llovldo... El ambiente
dt Ia tarde conserva
una suave humedad...
I I alre lleva
en sus alas un vago
t•hn a prill14vera.
!it va engarzando el clelo
non mdlant~ estrellas
y lnmbi~n-bellos astros
tic cnndor e inocenciavnn llennn~o las oliias
til•l b3rrlo to vercda....
V cnntan bajo ml ventaoa ... pura
y 111liagrosn ~cncla
tlcllrinar de sus voces argentinas,
1n
donde ei alma del pasado liembla •••
·I!Amltos de arol!14,
rnmilos de azahar...•
JULIO J. CASAL
Croan las ranas
en un mustlo estanque...
Y a lo lejos desata Ia armonia
de sus purali cadenclas celestial~.
Ia voz de un campanarlo
que humilde se re!guarda entre los 4rboles..
EL P.\RAOtlERO
EN
~sta vleja calle provlnclana
•Ill• nlcgrar saben 6rganos y sol,
h•1·a contraste ellriste paragoero
de aguardentosa voz...
I"I nnuncla Ia lluvia. Y cas! siempre
lr6nico ofreci6
111 mtrcancta, en esas dulces horas
esllvales de siesta y de calor...
1'11ltrmo ensueila el agua, Con los dlas
de lnvierno y sin eelor,
los paraguas que compooe
va arrastrando sus alios y su tos..•
•••dns a
I o acompaiian en coro algunos niilos.
Vu •Iento una emoci6n
eulllr muy suavemente
~ knta nJ coraz6n. •.
JULIO). CASAL
Es que evoco los tlempos
en que fellt crccl6
de ml nlilct lejana
Ia ya mMchlta Oor...
Clcrtas cosas vulglll'es
y callejeras son
para el alma donnlda
como un despertador.
Ya ae picrde en Ia callc provlnclana
que alegrar sabcn 6rganos y sol,
el trlste paragocro
de aguardentosa voz ...
... Pnr!lgllero...
UN EMIORANTE
H! vlsto en Ia llbrcta
de un e.migrantc el ll\Tlpllo
gesto de Ia impresiOn
vlolenta de una mano...
Era Ia mancha negra
sobrc cl papcl tan blanco
como ct ala lnquletantc
de un mlsteri0$0 ~1\)aro.
t,Tal vez nlgM rcbclde?
tUn revoluclonarlo
lfe !rases tormentOIIIIS
e Ideas de relampago?
La marca digital tambl~n tenia
forma de astro...
JULIO J• CASAL
c.Serla el emlgrante alglin proleta?
c.Un loco vlsionario?
1.0 un poeta quiw
de rudos versos y atrevidos cantos?
lAlgun sentimental,
un soilador acaso,
que se lnsplrara en un lulgor de luna,
eo los tranqullos lagos,
y en el rodar de las doradas bo)as
que arranca el vienlo de los mustlos trbo• ?
De fljo ~ que no era
uno de Iantos
que emlgran, porque el agua
del dolor maltrat6 sus viejos campos...
Su nombre era comun
y sin embargo
pastor tenia que ser...
Nunca un esclavo.
La impresi6n digiti!! no era del vulgo..•
No somos del rebnilo
si •nuestro yo• se marca
con un rasgo,
que tlene algo de ala
y mucho de astrol
LAVACA
leA de casa en casa, pobre amlga
de los ojos cansados...
De una cadena Ia llevaba un nli\o
vestldo con harapos.
DelrAs lba el ternero lastimoso
con reproche balaodo:
apenas to acercaban a Ia ubre,
lo tenian un ralo
yen ellnstaote en que
c.lllquido espumoso y codiciado
bajaba, de un tlr6n
to apartaban a un lado.
El hijo se quejaba
del afrenloso cngaiio...
1Para otros Ia teche
rcbosabn en et tnrrol
Yo me acerqu~ a Ia vaca
y vi en sus ojos llanto...
62
JULIO J. CASAL
1Ser madre y dar a todos
el fruto rico y sano
y a pesar de su anhelo
«mer que rehusarlo
al hijo que ha latido en sus c.ntrailas
y que lo lmplora con amor Uora.ndo!
AI regresar Ia vaca
hacia el establo,
el esquil6n que a1 cuello
Uevaba atado,
rebelde a Ia injusllcla de los hombr~
sonaba tristemenle por los campos...
EL CARTCRO
No
viene mils el cartero
• <~llocldo por nosotros.
ll1.1rlamentc doblan otros
11 curva gris del scndcro...
Aqutl era un nobl.e anclano
''' barba blanca y Oorida...
1t 'urtn tns veces con su mano
IIIU abri6 lnconscieotc una bcrldnt
,y
•
l.ejos del natlvo lar,
run qut inquietud y emoci6n
IC'rttlomos repicar
luA ltOipes del aldab6n,
y nltuel acento sincere
ehubolo de una Uusion:
1l'•rlero; aqul est:\ cl carterol
<64
HUMILDAD
JUUO J. CAsAL
Me rccucrdas Ia alborada
llr aqucl ml liempo pasado.
Cuando en el jardin tc veo
del aervlcio rctirado,
1110 cmoclono porque creo
<fiiC vol vcr~s a lo andado,
lucllando con IllS !aUgas
11111 molcstas lie lu cn11Jieo,
y hns ac trncr fraternales
wrtu y carto.s mn!gn.s...
V has de anun~larte mallana
un tu acento tan slncero
tc l.londe el recuerdo emana...
tCnrtcro! JAqui es~ el cartero!
Cartero:
Tu 5lmbolllas etltanto
y Ia lejaoa amargura,
mas tambi~n eres el canto
de Ia alegria m~ pura.
MJsiva cuyo color
nos hace t~mblar al ve\'te,
con tu vestldo de muerte
o tu albo ttaje de amor.
Cartero: en esta escondida
ruta de espinas y nores,
siempre me recor~
aquella carta de amores
que aguard! toda mi vida
••
0
•••
0
0
••••••••
0
••••••
•
y que no lleg6 ja~!
Mltlgaban los pesares
lmpuestos por Ia dislancia
aquella dulce fragancla
de las linlli\S famillare$ .
Pero se amengu6 mi anhelo
cuando mls padres dejaron
Ia tierra y se remontaron
bacia el claro azul del cielo...
Figura nuoca olvidada
cartero tan ansiado ...
~el
•
INDIFERENTE
IIHIII•IlRI!NT£ y ajeno
• huln mol y vcneno,
'"" <lrftllzo porIa vida
lin lul~rlr nunca daiio,
1111 t ~ur.ar nl uo desengailo
Ht •l~tlr Ia mAs !eve herida.••
V 1•rnetmd sin lemor
llf n• lhar nl de dolor
'" mluculto jardln esplritual.
111•11•1·1 l.lc mi fueote es cristnllna,
r nu r•la!~ siquiera ni ltna esplnn
ltaltlnu• en ml rosa!.
•
Ml Mve su!re a soias
t1 "•'~~" de las otas.
Yblrn tn4s de una vez
-lit• 16 de una playa ei dulce abrigo
'"' ki ulrecl6 un amigo,
liando en su alocada intrepidez..•
JULIO j. CIISAL
Si me olcnd~n. pccdono toda ofensa.
Pero tampoco ~x.ijo rccoJ11pensa,
que no e$ lntcresnl;!o mi favor...
Y amo de tal mariern, que DO guardo
bacia el agudo dardo
que me hiere, Ia sombra de UD reDcor,
que pata ser kliz, a ml me alcanza
prodigar bien, sin premio ni esperanza,
•
y teoer serne]anzn
coD esa humiiJc nor,
que paro el que Ia tJ.iete vierte esencla,
y poder. pese a IQ<,I~ indlfer~I)Cla ,
sabre aquel que mc dal\a e11 su lnconsclcncl3,
derramar Ia fragancla de mi amor...
LOS PLATANOS
Los flatanos del camino
cone rocio blanquean.
E$ una S de plata
Ia ondulante carretern.
Ha llamado el sellor cura
para Ia misa prlmera...
Entre mi brazo es tu talle
lo mlsmo que un ala lnquleta.
En un grupo de trlg:JJes
se esc01ld.e I;~ humllde senda ...
A nuestro paso las aves
cas! sorprendldas vuelan.
• Buenos dias, jardinero;
lo esperamos por Ia huerta.. .
Aquello eslll abandonado.. .
Ha crecido mucha hierba... •
70
JULIO J. CASAL
V el jardlnero sonrie.
V en su rlsa hay la experlcncla
de sesenta y nueve invlemos
¥ividos sobre Ia tierra.
A lo h!jos los
bogan~s
de campeslnos humean ...
Huy6 el sueilo de los ojos.
La campli\a se despierta...
Y entre d~s nul>es vcladas
con un tul de. oro y vloleta,
todavia Ia fragancia
de un rayo de luna tlembla.
CREPUSCULO
CRePOsc'uLO matutlno,
oUente a nardo y a rosa ...
Con Ius dedos llansparentes
vas disipando las sombras
lantAstlcas de Ia ruta
tristementc silenclosas.
De un apartado y humllde
mes6n de la aldea, brota,
con el son de una guitarra,
Ia annonla de ut~a copla ...
El rio se despcrczatodo azul-entre Ia fronda
de unas acacias, en donde
ha despertado Ia aurora
un nldo, en el cual Ia madre
(JOb lq hl.Signe profesont\)
ensei\a a sus pequeiiuclos
su primer lecci6n de notas.
72
JULIO J. CASAL
Un labriegc;> habla a sus bueyes.••
Patemalmenle los nombra,
y ellos, sumisos al yugo,
sus nobles cervices doblan.
Por el e~tablo aparece,
serpenteando su cola,
un noble mastin, que cl trigo
de Ia carretera oust'Odla..•
Cruza sobre los tejados
una nube de palomas...
l\\adrugadas de Ia aldea
lragantes y ruborosas
como las mejillas de oro
de una nliia. Vcrdes hojas
cmpapadas de roc!o,
y en don de cual bnrcarolar.
se mece el muJiicolor
traje de Ins marlposns...
Dulce canto de los gallos
que me cvocais las remotas
lluslones de olros dins,
ya sin brillo y sin aroma...
1Qul~n pudlera eternlzarte
para gustar de tu honda
beUeza, y de tu sedante
ala blanca y lumino!'.n,
crepusculo mah1tino,
ollente a nardo y a rosal
HORAS DE SIESTA
•
H
ORAS de siesta. El sol
todo lo abrasa.
Dulce monolonla
de las cursis y vagas
voces de vendcdores ...
l"rente a ml vcntnna
hliy un trozo de campo
'omo una esmcralda.
Clerra cl bochomo
mls pupilas. Canta
un g:Uio.•• tCuAnto ensueiio
me recuerda su vo:t vibrantc y clara!'
Aquel viejo patio
de mi vicja casa ...
La iuente de mnrmol,
Ia florida parra...
Jueves, sin colcglo,
en que yo jugaba
con otros amlgos
por entre las plantas...
Jl1LIO J. CASAL
Aun oigo las voces
dulces de una hcnnana
dt bucles dorados
y de !rente p.illda. ..
Entre los jazmlnes
de su mano blanca,
mi madre, un gran llbro
de ve.csos llevtlbl!...
10h mis tiempo~ ldos,
oh fresca lraganclal
Figuras y notas
por slempre pasadas...
Revive el olrora...
Canta, gallo, Cllnta...
Por II aun soy pequeilo
y ml risa es franca,
y aun juego a Ia sombra
de Ia verde parra
de aquel viejo patio
de 1111 vieja casa.
BAILE EN LA ALDEA
BrtiLLA Ia senda aJ sol. Los campesinos
lueen sus trajes de suprema brala. .•
Como una necha azul, se pierde un ala
rntrc las verdes copas de uoos pinos.
Cruza un vlejo organillo bacia Ia fiesta:
un polllno lo arrastra torpcmeote,
.urre las moscas, y copiosamente
ucla con el bochorno de Ia siesta...
La ruta es una clnta hecha de oieve.
Nl una hoja se muevc...
jSI no fuera mi alma tnn cobarde,
Iuera a Ia aldea de muy buena gana,
a bailar coo Ia moza mas lozana
hula Ia misma puesta de Ia tarde!
II
LA VACA Y EL .1ERNERO J,
EN
Ia tarde de sol
pasan junlo a Ia huerta.
Van balando
camino de Ia feria.
La vaca va delante
y tlla slgue de cerca,
10 miSmo que un pequelio
tras Ia aombra matP.rna.••
1Pobre madre! Ha pasado
ya tres veces con ~sta,
en dlferentes
m4s cercanas epocas.
Ellabriego llevaba
au ternero a Ia venta...
JTierno y apetitoso
para un banquete eral
Olvldando quiz.i da.ilos lejanos,
Ia madre lba contenta
jULIO J. CASAL
espaQiando las moscas con su cola:
pantalla gigantesca.
..
Cua.<do retorne como en otros alloa
ya sola de Ia feda,
en donde.se quedaron su5 retollos ..
igual ,que ayer, henchidn ~e frlstcza,
Jlenam con S,us I~gubrcs mugldos
1a sUenciosa y amplla carrclcrn.
VIEJA HISTORrA
•
&
una fresca maJiana
ae encontraron
en Ia luente.
El muy fuerte... Ella Jozana ...
Y, claro esbi, se mlraron ...
Ynada mjls ... tTanta genie!
Y sucedl6 casualmente...
Cuando Ia tarde cala,
un buen dia
fueron juntos a Ia fuente
a solas: tal vez por eso
ae dleron el primer beso...
Y era una tarde esllval...
Y el pecado, natural...
•
tl
82
JUUO J. CASAL
America para el hombre ...
Y hoy un pequeilo sin nombre...
Y et horizonte que arde,
como en Ia cita pTim~r~~o
y en Ia fuente· una que esper11
cuando declina Ia tarde ...
MONEDA DE COBRE
EN Ia plaza amiga,
para el que mendlga
JCOn qu~ llntineo
ttln amable suenasl
Llenas el desco
de unas almns buenas...
Olob.ltos de goma,
ramltos de aroma,
Y el goce sencillo
tu tan s61o alcanzas...
Tras lu opaco briUo,
Heno de esperanzas
va el pordiosermo...
Moneda de cobre
que es el pan del pobre..•
JULIO). CASAL
Ooras los anbelos
de los peq11eiluelos .••
Hwnll de moneda
que de mano en mano
ailenclosa rueda,
con un ruldo san<) ..•
LOS CUARZOS
& Ia tarde clara,
apenas un rayo
de sol encendia
los marchllos cuarzos...
Y por eJ camino,
hacerles caso,
cruzaban los bueyes
y los viejos tarros.
~in
Las piedras crujlan•.•
nHtnchaban aca$o
con sangre las ruedas
y los rcclos cascos.
Rclampague6 el odio
en mls ojos, cuando
mir~ una amatista
lucir eo mi mano ...
•
li
JUUO j. CASAL
De Ia misma raza,
y una 1que violad~
reflejos tenial
Semejaba un Iago
que pinta ei crepusculo
coo sus tonos blandos...
Y descoloridos
los humildes cuarzos,
lucian apenas
con su lustre craso...
1Y eran de Ia mlsrna
raza, sin embargo!
Pense en las lamilias
que enriqueci6 el hado...
y en esos parie ntes,
de todo boato
y toda aleg(lll
por siempre alcjados ...
Cruzaban los bueyc$,
y los viejos carros,
¥ en Ia tarde clara,
apenas un niyo
de sol enceodia
los marc~ilos cuarzos...
HIJAS DEL ARROYO ...
EL 6rgnno dcsata sa armonia
vulgar y callejera...
So abrcn las ventanas...
unos nlllos juegan
y entonan en coro
Ia copla ya vleja.
Una nilla rubla
como las candelas
que doran l:ls noches
de cl4slca fiesta,
balla apastonada ...
En su rostro rtleva
blancura de llrios,
a.lbor de inocenciil,
y son sus dos labios
como dos cereus...
Es toda un ensueiio.
Y es su compai!era
•
HUMILDAD
JUUO J. CASAL
No ha tenldo nunca
dos dlas de cena...
Y hace latta en casa...
jamb lue a Ia escuela.
Si su padre acaso
de otra clase Iuera...
serla Ia esposa
de algun Don cualqulera.
y gozara el oro
plngue de unas rentaa. .•
Pero jmucho temo
por Ia nilla bella!
De un lado Ia amar,a
voz de Ia mlseria,
y el palsaje envuelto
en sombras bien negraa._
Y amor de otro lado,
y lujos y fiestas
y comodidades
y nada de pena...
menuda, marchlta,
sin color y lea...
Hijas del arroyo._
La misma mlseria
les sirviO de nido.
Nunca JUll ternya
oyeron. Su vida
fue una rama seca...
tQile seru maflana?
Tal vez Ia que es lea,
H
humllde, hacendosa
desgraclada obrera...
con sus mustiOII lablos
quizA nos olrezca
lo que su buen hombre
consigui6 en Ia pesc:a.••
La otra, Ia blanca
de doradas trenzas,
.!)Ia de marchltarse
tambien en Ia brega
dlario?
Tal vez ser~ buel)a
asl cual su a10iga...
Mas tanta' bel,lezal
I'Ot el pan
c.Escapan\. acaso
del lobo que acecha
-con oro y con lrase$
de ilusi6n-la presa?
y
Es Ia vjda obscura
y frondosa selva.
La nll\a va sola
y anda el lobo en ella.•.
£1 camino es largo ...
No ha de encontrar puertaa...
tMucho, mucho temo
por Ia nlfla bella!
EL PICAPEDRERO
ERA en Agosto, Qa.jo un ,sot ardiente
q\le encendia 14 ilerra.
,
Bajo Ia sqmbra all\lga
del toldo de un cat~ )qu~ dulce slesll\
entre Ia charla, et bumo y loa II cores,
se paladeal
Una provincia de segundo orden...
Machacaba las piedras
uno de esos hii!Dfldes
plcapedreros: tr!l
almbolo de amarllu ra,
de tnflnita paeieilcla,
de trabajo sumiso,
de esclavitud eteroa...
Por el ala marchlta,
losca y vieja
del sombrero, asomaban
mechones de una lacla cabcllera,
JUUO J. CASAL
•
que cl sud or adhcria a Ia amplia !rente.••
La !rente: jpobre tierra
q'ue surc~ba Ia arruga
fatal de In ml.serlal
El sol era de plomo .•.
lPetO c6mo dejar Ia ardua tarea,
si el jornal exigi an cuat ro booas
diminutas de fresa?
QOTAS DE ROCIO
.............................. ... ..
Hoy he vuello a pasar
por Ia provincia aquella
y por Ia mlsma cane...
lQui~n recuerda
al buen plcapedrero?...
Toda asfaltada y bella,
Ia calle se ha vestido
con su trajc de fiesta.
Y en un nuto de lujo
-todo perfume y sedacrur.a el cucrpo ondulante
de una fdcll ramero ...
ENIa tarde de Agosto, tras Ia Jluvla
mon6tona e incesante
en toda Ia mallana, sobre el campo
un tayo de sol arde...
Y encontre dos hojitas sobrc el caped
sedoso y ondulante;
las cubria el rocio con menudas
gotas como brillantes...
Athaja tan hermosa en joyerias
no l~a de c.ncontrarta nadle...
Lns hojltas humildes hoy sonrlen;
mAs que toda flor valen ...
10bl, quien pudiera, bien amada mia.,.
ofreccrte un cintillo semejante,
rarn que entre tu seno, rosa y nacar,
prendl~ndolo, brillase
como una alhaja ex6tlca, y a un mismo
llempo, toda ella l uz, verde y fraganteL
•
JUUO J. CASAL
98
a ese romance anticuado
que Uevo en el coraz6nl
Llora en vosotros Ia esencla
de mi remoto pasado...
Me traels el aroma do
latido de mr inocencla,
cuando 111i madre arr!lllabn
mis sietl.' abriles llorldos
namtndome los senlidos
cuentos que ella me In vcntobal
Musiquilla de arral)al,
canta lo mismo que ayer
en mi caUeja nataJ•.•
que tal vn baraS volver,
con tu acenlo de crista!,
aquel misterioso abril
de Ia ilusi6n in!onlil
tan frcsca y prhnaverat.
Canta Ill mismo que ayer,
ml!siquilla lie.atrabal...
T
LOS VEN Of:OO~ES
•Qui6n Iuera vendedor {>llnl
dia tn Ia eane grltatldo: ;Q11ifn tOmpra ajocas
y pulseru de plata y de tri<lall•
pasam~e el
R. TAGORB (Potmu lndlo6)..
l"lhrca vendedores ambulantes
lllllOS OlC 9lUS~
nll'(nncolia, .. 1C6mo duele
u lrl~lc, nllnutad~!
,
•11
.
111 n11 au estrlblllo hast;~ el caosaoqo:
·l'ulscras de plata...•
111.11 peregrinos
de Ia vida,
su marcba
IIUIII J, y caminan resignados
l1ul , bajo el agua...
102
HUhULDAO
JULIO J. CASAL
de pueblo en pueblo,
decasaen casa,
comptan el pan, vendieodo sus ajorcas
y pulseras de plata.••
Todos los vendedores me dnn pena.•.
c.Nunca os habeis fijado c6mo canlan
su mcrcancia en esa!\ ru<lns
de una siesta que aurasa? ...
hor~
tMercachines de todos los cnmlnos,
baratijeros, parias,
que andais de un !ado a otro
llevados por un vienlo de dcsgraclal...
Ye, como el indio nino, tambi~n luve
mi gota de nostalgia
de no poder uurlar de mls maestros
In aguda vigil~ncia,
para vender lo mismo que vosotros
por las calles desiertas y aparta~tls•..
Leonardo, el buen frutero
de Ia nrdien te Calabria;
joaquin, el pt!litador
de las tierras de Espal!a;
Matias, el que arregla
los deshecbos paraguas...
A Pedro, a juan, a toda
Ia errante caravaoa,
trtllralernal poema
" lleva mi lragaocla.
l.lcrnos peregrinos de Ia vida
trmontao lentamc111e Ia jornada.
un de Ia mlsma tierra miserable,
•I Ia tierra lnhumana;
lh·11•n de tullos sltios, ya cansados,
tl ctJraz6n cqn ca nas:
1•1111 los humildes pobres que nacieron
tin hogor y sin patriat
103
601
FLORES DE PAPfL
R eCUEROO que, siendo
casi nlllo, un dia
ai vcr en ci amplio
sni6n de familia
cuatro o cinco rosas
todas de anllina
y papei, gastadas,
casi desteilidas
por cl sol y cl tlempo,
corrl con gran prlsa
a buscar un poco
de ngua cristallna,
que vcrti en ei bucaro:
Ia lnoccncia mia
no vl6 cl artificio ..•
Mile era tan viva,
106
JULIO J. CASAL
que senti en el alma
rayos de alegria,
pues crei que aquellas
fOSas Uln marchi!as
por el sol y el tiempo,
ya florccerianl
1;1. APEADERO
TRISTE apeade~o do vldea,
te vuclve ;1 YRr mi nJcmoria
alempre solitario, ardicndo
bajo el sol, sin una sola
rarnazOn de 8rbol amigo
que le cobije en su sombra...
Nunca supiste de ca.rgas,
nl de cnjambre d~ personas,
nllicnes esas (abernii,S
vulg~tres, en don~e ioda
Ia juvcnhJd can!a y brlnda
por Ia salud de Ia moza ...
jamAs frente a li los trenes
de gran lujo sc cstaclonan.
S61o algitn ctirro de bueyes
que guia una labradora,
108
JUUO J. CASAL
IIUMILOAD
hare retumbar las piedras
mal salientes que te adornan.
Amo Ia fiSonomia,
slempre anllgua, de tus cosas.
Y cuando al caer Ia tarde
te envuelves en Ia luz roja
de tu Untema lan!Astlca,
n1l espiritu se emoclona
pensando en las pobres gentes
que atrededor lhyo moran ...
Y en tu silenclo yo encuentro
las plllabras mlls sonoras...
1pero qu6 pena me da
verte at sot, sln esas hojas
gratas de un d.rbol amigo,
que te abrlguen con su sombral
tPobres gentes que se a!anan
et£ rnamente y laboran
sobre un mlserabte trozo
de terreno, en et que brotan,
mas que el trigo necesarlo,
las rosadas amapolast
Triste apeadero de aldea,
slempre en mi clara memoria
dejaras un surco inmenso;
con tu vida tan mon6tona,
con tu paz tan <Jc scputcro,
con tu columl)n verct6sa,
en donde cl retoj de acero
nl marca las justas horns...
Triste apeadero de aldca,
no me entristece tu honda,
tu humllde tranquilidad,
sin bancos y sin personas.
1
109
'.liM
~
•
I'll
el ti61J ,, Qllld
diboll £11U ~b
I
VIEJAS ,GlANCIQlfES ~
' " p
LA
tnrde se ~paga
y el alre dt Abril
trae Ia dulce y vaga
canciOn lnfantlL..
una dooccUa
•A las orillu de un rio
'(
il
bor~ba pal\t.~elos de oro
:n
parn Ia rein a•.• •
•
Llega basil\ tnl '4da
el tlerno at(lnuir
del alba 06rlda
que no ha de torn.u.
..1
• Pu6 en eso un vendedor.
lQuten compra seda?
-lDe qu~ colo res las tieoes?Azul y negra. ..•
112
JUUO
J. CASAl.
Mi espiritu dialoga
con ellreseo rumor
del acento que boga
bacia e1 pais en flor
de una noche de amor...
Era una colegiala...
yo un altrvo estudiante
que arrastraba lrlunlante
ml capa como un nla.
Y vi sus claros ojos,
y sus Jabios tan rojos
en Ia bora sutll,
toda rumor de fiesta,
y parecida a ~Ia.
en que, toda marlil
y rosa, ella cantaba
Ia sencilla cancion,
magica evocaci6n
del cantO"colegial
en e1 barrio natal...
· A las orillas de un rlo
una doncella
bordaba pailuclos de oro
para Ia rei na... •
La tarde se apaga
y el aire de AbrU
trae Ia dulce y vaga
cancion inlantil...
LA PBQUEiiiA ILUSION
EN ml jardin de ensueiios, slempre humanos,
114 nacldo una rosa ian menuda,
•tue temo se desho)e entre mis maoos...
Aun se encuentra de espinas bien desnuda.
La he de culdar con fe, coo entereza.
I cndr4 cl agua mds pura de mi fuente,
y each hoja blanca y transparente
arn\ un espcjo para Ia bolleza.
No por humilde habre de despreclarte.
I 11 cl ver~o mO.s breve anlda el arte.
1111 todo gran placer hay una espina.
I n llor In mensa Ilene un fin fatal,
jque tanto puede el mall
hnbolo de Ia rosa es Ia ilusion
prquena, que aletea en mi emocion,
qut como no Ia ven ojos profanos,
nl nlnguno en rni alma Ia adivina,
•
tH
jUUO J, CAsAL
no muere a Ia asechanza de olras manos,
nlla mala en su tallo o Ia resume
Ia cnvldla mundanal,
y a~l podrd ale~rar bo1a tras hora
con su fre$eo perfu111e,
Ia soledad sonora
de ml oculto jardln espiritual...
EL VlOLINISTA
'
AQuEL vlolinista
que todas lulardes
pasaba a una miSma
hora por m1 eaJie,
haoe ya alglin iiempo
que no lo ve nadie ...
Era su violin
n!do de sedantes
y olorosos trinos
llenos de ~udades.
Y evocaba tierna
blslorla fragante,
Ia monotonia
de sus viejos aires...
tPobre violinlstal
56to llallo desaire
entre Jos-vecinos...
jULIO j. CASAL
liG
Y asi emigr6 eJ ave
de aquellas canciones
tristes y vulgares,
o tal vez se ba muerto
de dolor y hambre.
Bajo Ia frondosa
de unos llrboles,
jucgan uoas nlftaS'
de pupilas gran des,
de cabeUos de oro
y labios cual sangre...
sop~bra
Tragedia sencilla
del artista errante,
eres tan humilde,
tan comlin y Wgil,
que no ba11aras nunca
genio que te cante...
Si recomendado
te hubiera un magnate,
tal vez no arrastraras
esa vida. infame,
y a la cumbre, a todos
llegara tu arte,
pobre vlolinista
que todas las tardes
pa.saba a una misma
bora por ml calle...
E!. AFILADOR
VuiNI! con su carro y:1 viejo¥. tSin duda
llnurdls Ia hlstorla del amador?
II •lma, de tiblos afectos desnuda,
tus c:laros valles un dia emlgr6...
Am~rlca
sabe ser hospitalaria.
1lmbo1lza para ellabrador
13 dulzura de una plegaria
un hogar cublerto de paz y de sol...
l'nrl)eron en busca: de otro~, jlorizqntes.
huy que Ia lo~uta del viajar paso,
en los buenos y nativos montes,
llue!I!J~ndo en cllos Ia lmaginacion.
llttornar desean at pueblo, mas nunca
en regresos cl alilador.
que ya Ilene Ia e.xistencia trunca,
41110 en sus montallas a nadie dej6.
118
JUUO J. CASAL
Huraiio el scmblante, Ia mirada hosca,
parece sumido slemprc en un dolor...
Mientras ruedp cl carro de madera tosca,
murmura entre dicntes no st\ que canci6n.
tVive sin cnsueilos lejanos? Jgnoro.
<.Acaso Ia piedra de cascada vo:t
no vierte afilando sus cbispas de oro?
Esc oro pudiern darle una ilusi6n ...
Es frio y hural\o. Sin embargo, aycr,
entre sus pcstaflas el llanto tembl6 ...
Y pens~: tDcsdencs de alguna mujer?
tC:anciones delmundo? t,Fmca"o de aulor?
t,Hay venda~ acaso. que ocultan su herlda?
AI mostrarsc rudo, tal vez nos minti6,
guardando cl secreta de su errantc vida ...
c:J3ebi6 en copa amarga? tQue cruz arrastr6?
AI verlo clen veces en Ia carretera,
charlatan cl vulgo de prisa arguy6
que, al igual que el rostro frio como cera,
tendrla el vlajero frio cl coraz6n.
Esos peregrinos que no dan al viento
de sus amarguro.s oi el mas leve son,
mas que los que gimen lienen sentlmiento;
e1 mal que se calla, siempre es el mayor.
Nos afirma a todos que en Ia humilde alden
su anligua !amllla ya se dispers6;
HUMILOAO
11 I'&S& cstA en ruinas, el bogar no humea
y hasta cl viejo perro de pesar mur\6 ...
En su historia debe vivlr un misterlo,
1111~s causa cl mirarlo vaga conlusJon,
•tile contrasta el aire taciturno y serio
, m1 el ya gastado traje de color.
t Es un noble arruinado? Lleva el porte
'I ~I andar majestuoso de un senor
hthituado a los faustos de Ia corte...
. Ih1 manejado esclavos o Ia hoz?
l'lcAc clerto encanto Ia flgurn austera,
•tuljotesca y triste del afilador,
, umdo arrastra el viejo carro de madera
'"" un gesto l!eno de resignacl6n ...
lit
I
f
FLOTA...
FLOTAen Ja calleja
yo no s~ que vleja,
qu~ gris me!odia.
Y en tanto Ia tarde
Jlan fatuaJ bace alarde
de su pedreria...
Nos llega una hermana
nota de carnpana,
que llora a !o lejos ...
c'.Hall6 sus cristales
en los vesperales
y trlstes reflejos?
Por todo penumbra.
56lo un loco alumbra
Ia imagen doliente
de un Cristo de piedra,
que piadosamente
abriga Ia hiedra...
124
JULIO J. CASAL
Es todo dolor.
Exangue el Seiior...
La calleja fria ...
Y, en tanlo,la tarde
(tan fatual hac:e alarde
de su pedrer'ia...
DEL FRIOORIPICO
$ ALEN del frlgorifico
los humildes obreros,
camino de sus casas...
El mar brama a Jo lejos.
los palsajes sc velan en un claro
crepusculo de fuego.
Suena el mugido de las trlstes vacas
y un balar angustioso de corderos•••
Cruzan los carnpesinos
y los aldeanos de semblantes serlos.
IIn termina~o Ia tarea activa
del sacriflcio de las reses. Llenos
de honda reslgnaci6n
van los obreros...
En un alarnbre llevan
lo que ha sobrado del trabajo cruento
y to que a nadie nunca hade vcnderse:
llevan los corazoocs de los muertos,
126
JULIO J. CASAL
de aquellos animates que los vientrcs
cnsancharin tal vez de los banqueros...
Van callados, sumisos,
a regresar de nuevo
cuando brote Ia luz a1 otro dla ...
Pasan cincucnta..., cientos
de corazont\S: van goteando sangre
por Ia ruta del Cerro...
Y ante tanta miserla, entre las nubes
matizadas del cielo,
nace un rayo de luna. El aire tiblo
y perfumado, el eco
de las olas y el oro del palsaje
lnvitan a soi\ar un mundo bueno
de armopica justicla,
de hwnanos sentimlentos
y goce fraternal ...
Pasan los corazones en silencio.
CALLAR
vibrs en tu espiritu un reproche,
que muera, anudado en tu garganta;
1111r nunc:a brotcn de Ius labios rudas
"lcnsivas palabras.
,.UANDO
I
1
Nl blas!emias, nl injurias...
lh lin llloso[ia d~ Ia planta,
111~ ,I est! mustia no protesta a1 rayo
I ltol que Ia maltrata,
r ,, precisa el sol, llora en silencio
~· 14tlgos del agua. ..
tt'nllnrl, teallarl, eailar eternamente...
npenas centellee en Ia mirada
hmento interior, pero de prlsa,
como una nlfaga...
bueoo para todo; aun para el mismo
11ue te purua y dalla...
ltl!JlOnder una injuria siempre es fcl.cil ...
ncMto es de aquel que su!re y calla.
!>#
ORIS
V Ul!L~ en el aire un vago
olor a tierra bumeda...
Sobre Ins rnmns tiernas
de una acacia, Ia Uuvia
ha dejado sus gobs transparentes•..
Sl!cnclo. Apenas turba
Ia calma deJa hora
In conlu811
canct6n de una et~rreta, que decora
Ia deslcrta llanura.
ArriiStra un arroyuelo,
entre sus aguas turbias,
un trlste rcmollno
de ho);~s mustias.
Se refle)a en el agua
Ia rarnaz6n desnuda
•
I
130
JULIO ). CASAL
de un viejo drbol. Llora
una campana con su voz de bruma.
Y un creptisculo grls,
como un suello de Schumann,
poco a poco envolvlendo va el paisaje
con Ia seda marchlta de su h1nica ...
LA NIRA DEL JARDIN
0
el jardin. Un grupo
de nilios cantan
y se perslguen como mariposas
-los niilos llevan alaspor entre los maclzos
de flores y de plantas.
Sobre el pretil de una
fue?te, una nlHa pdlida,
cast andrajosa, ve
pasar Ill alcgre y clara
carrer;~ de crlilturas
acomodadas...
Cruzan blondas, cncajes,
botas acharoladas
y veslldos que vlerten
Ia ml\s dulce fragancla ...
Y s61o se conlenta
Ia pobre reslgnada
132
JULIO J. CASAL
<:on mirar a intervalos
- como si Iuera lattauna muileca, toda
de rosa y mlcar,
que en cl florldo c~sped
ha quedado otvidada.
Y jOhlla emociOn intensa
que te arrancO una i~grlma
at tocar con su mano,
Jmustia vloieta heladal,
un aro que, rodando,
hasta sus pies Uegaha...
Los niiios ricos, aJ caer Ill tarde,
tomarian a casa...
l(>h el lujo y el conlort y los culdados
prolijos de las ayas,
en tanto que las madres quedl!n librcs
pnra lucirse, y. avidas
de figurar, pasean sus toe~~dos,
impuestos por Ia moda y Ia elegancin.
Y Ia nlua roeni el duro mendrugo
sobre el jerg6n de paja...
Que exista dlferencla entre los hombres ...
pero toh, Seiior, me amarga
ver e1 desfile de los regios tmjcs
frente a Ia pobre niiia sin lnfancial
CAN ClONES
seocillas,
siempre llenas de encanto...
Bajo el mlsterlo de las nocbes claras
y tibias del verano,
cantan las ntnas yo no ~ que aires
dulces y evocadores del pasado...
CANCIONES populares y
Las coplas callejeras son el alma
de los humlldes barrios.
Las voces lnlnntiles se suceden
todos los anos,
para cntonar Ia rnlsma melodia
y el id~ntlco canto...
Aquellas llcrnas horns de mi vida
para siemprc pasaron,
pero subslste en mi todo el perfume
que al partir exhalnroo,
y por eso rne agrndan esas plazas
y silios apar1ados
JULIO J. CASAL
134
que lrecuento a menudo en mls paseos
trlstes y solitarlos,
y en donde al cscuchar las frescas voces
de los ingenuos Iabios,
retrocede a1 ayer, ebrlo de cosueilos,
mi espirllu romilnlico.
BAJO LA LLUVIA ...
I
Bt.JOIa lluvia locesante
tiene esta tarde de Abril
el viejo encanto lragante
de Ia canci6n inlantll ...
•JQuc llueva, que nueva,
Ia Virgen de Ia Cueva!
Los pajarlt()S co.ntan,
las nubes se levan tan ...
Que sl, que no...
jque lluevn chaparr6n!,
Unos nlnos lmprovlsun
una mcnuda plragua,
que alcgremente deslizan
sobre un gran charco de agua.
En mis pupllas se clerra
Ia mirada hacia Ia tierra.
136
JULIO J. CASAL
Dejo de scr un mortal...
Sueflo en el lejano ayer
mlentras escucho caer
Ia nuvia sobre el crista!
y nega a mi coraz6n,
tsiempre tan vleja y tan nueva!,
Ia evocadora canci6n:
• (Que nueva, que nueva,
Ia VIrgen de Ia Cueval... •
•
VIEJOS MARINOS
EL
mar se inuoda de imprevistos cantos.
llt'lornan al crepusculo las barcas
.t humildes pescadores... En el muene
'' mblao las collas como inquietas alas.
Se perciben las notas crlstallnas
<l los remos que chocan con cl agun ...
VNl161a luna sobre un irupo de olas
un camino de plata,
el c.ual una nave
t~IIIIO un ruisterio avanza.
I""
l.ns horns nunen fueran
bien aproveehadas;
lA pesca ha sldo enorme. Y en u n dia
•• Jl&n6 una semana.
!Ail
J.Quh!n piensa en el mal ticmpo?
I loy es liesta.- Maflana
hnn de veneer Jo mlsmo que otras veces
la1 aombrias borrascas...
138
JULIO J. CASAL
Emociona mirar csos marinos
de serenas mlradas,
c6mo regrcsan de sus aventuras,
por Ia mar agllnda,
y hacen sonar el puente
con sus reclas pisadas,
mlentras, lngenuos como buenos olilos,
van rurnbo hacla Ia casa
en donde son dlcbosos con In sopa
que humea a su llegada...
JVIejos marinas de tostados rostros
y transparentea almasl
LASOMBRA
EN
Ia cane vlve
solamente un Arbol.
El sol estival
toda Ia ha lnundado
con Ia lluvia de oro
de sus fucrtes rayos.
Uni!S ramas sobrc
un batcbn de)aron
un poco de sombra...
Y el sol d~ verano
hace burin de ella,
de su brlllo ufano.
Bello sol de fuego
mi princlpe hermann,
eres poderoso,
mas no rlas tanto ...
No s6to to grande
da frutos lozanos.
140
JULIO l. CASAL
La sombra es pcqueila,
mas tlene su eocanlo
y ademu... 10h! mira,
blondo soberano:
en Ia sombra se aman
felices dos p1jaros...
LA RAPAOA
Veo danzar las hojas en un vago
y fugaz remollao...
Se perder!o faJ vet por el camino-.
Algunas volar.l.n hacla el molino,
las otras seran naves en el lago...
llljas de un mism\) Arbol que crecleron
juntas bajo Ia rlsa
del sol, y que murleron
dispersas en Otono porIa brisa..•
Pobres almas gemelas
que cruzan sepnradas,
por (lguas lgnoradas,
como distintas velas...
Trlste es vuestro vlvir,
vuestro dolores fuerte,
que Ia ausencl:l es un mal,
pero aun ten~ls Ia suerte
de que os habrd de unir
Ia rilfaga
final.
EL CHARcO
B. sol iba absorbiendo
CO'I su
calor, el agua
de un charco humUde. .. El pobre
por f uerza agonluba
y (Oh belleza suprema! entre las cosas
brevelS, tambl~n hay alma...
Una calandrla, muerta do cansancio,
con ta sed se abmsaba
y moria ... Vi6 el charco
y a el ee acerc6 ufaJ1j!,
y ~1, gencroso en su postrer suspiro,
murl6 d~ndole vida a Ia calandtial
•
10
t I
EL CAN
'
D e qui~n seria aquel eao
•
t:
que una tarde
encontramos tendido sobrc el campo?
Su cadl!ver
era fesfin sabroso
de las maldltas aves.
Era en Agosto. Et sot
br!Uaba lnfame
sobrc su~ heridas,
y a su !ado soh contraste!
una hojlla tenia
fulgores de brlllante...
Nuoca me olvldare (cuando con peoa
cubrl su pobre carne
con llerra y Oores)
de sus ojos: dos gl6bulos de sangre._
141
JUUO J. CASAL
N unca me olvidar~... que agradeddos
a mi piadoso arranque,
volvieron a Ia vida
s61o un instaote
- reldmpago de amorpara mlrarme...
OTONM
r.,. lluvla canta melodiosameott••.
Como sombras se alejan
por entre los senderos
marchltas viejas,
rosas ya sin color
y sin esencla...
Andan dolientes
y agobiadas: llevan
sobre los muslins y cansados hombros
trlstes Mces de !efta
quo hallaron co n trabajo en el camino...
jSon pocos, mas tamblen poca es Ia c;enal
Humlldes y agotadas
por lmprobas faenas...
Y sin embargo, en tomo suyo tcudntas
fanll\slicas leyendasl
Campeslnas y nilios
ai a veces las encuentran
150
!UUO J. CASAL
en su ruta, persignanse de prlsa,
Jque cl diablo debe andar tal vez con tllasl
Un mal foco, en Ia hora
mlslica, parpadea,
y en el crislal de un charco,
mcdroso se refleja ...
el sol esiA de mas en Ius camplnas,
maravlllosa Suevia;
I:Air.Sl aprlsa la.hrmbre
por tu lccunda UerJa.
Toda atcrciopelada,
toda humeda seda,
es tu verde brumoso
y lu azul es grls perla.
Vlenen de un monte dulces
canclones de leyenda. ..
Unas gotas de agua
en una rama tlemblan ...
El chirrldo de un carro
todo cl palsaje lleoa...
Pasan alas nocturnas
y aHa, distan te~, suenau
los gudos ladridos de los pcrros...
En una nube envueltas
las aspas de un molino
mislerlosas voltean...
Como esfinges, iguales
.a unas almas en pena,
llUMJLDA.O
embrujan los send eros
las tenebrosas viejas...
El vlento, con sus olas
poteotes, las doblega...
Y cntretnnto, lo mlsmo
que fnnlasrnas se nlejan,
llucvc coplosnmente
sobre Ia cnrretera...
151
POR LOS ORlSTALES
'
POR los crlstales de Ia veotana
se te ve al bastldor•.. Lievas
asl ya muchos lnviemos
y uo mundo de primaveras.
e,Qu~ bordar.i tu alba maoo?
(.A qul~n da vida Ia seda?
(.A un santo, a un paisaje azul,
a un hidalgo, a una priocesa?
lnterrumpllSe el sllencio
de Ia calle, con Ia apuesta
entrada de un caballero
que todo el barrio despierta.
Pero cruza sin mirarte.
Otra le asesl6 sus flechas•..
Escuchas el melodloso
canto de las frases bellas
con que enamora a Ia otra.
154
JULIO J. CASAL
Y no lloras, nl te quejas,
y huyen veloces los dlas...
ya hay n!eve en tu cabellera...
todos pasan por tu lado,
pero nlnguno te neva.
Tu bastldor... llusiones
que aun marchltas aletean ...
MllgiUis •o<tl* dQ boda.
que en tu lmaginaci6n tiemblall...
V hoy como ayer, y mallana,
desllzards tu existenc:la
aaodada en Ia vcntal!a
espcrando II que no ll!lia,
slempre u tiiJ 1114nOS el oro
prodlgJ.OStO de Ill seda...
NADA V TODO
H
ER.IIANO Barradas, somos
tan poca, tan poca cosa...
Nos aventaja Ia marchlla rosa
y los mal plntados cromos.
Si miramos uoa estrella,
un ala que cruza, un !ago,
un dulce atardecer vago ...
tnueslra pequeilez descuellal
No somos nada, hermano mlo, nada ...
Nl noche1 ni alborada,
ni un rayo de iuz, ni iodo.
Nues!ra vida a c:iegas va.
No somos nada qulza...
JQulzli porque somos todol
t
j
" 1'11
$~;
'I
POB~ C,ABAU.EJO... ' nl
I •
*
•
,t,
. ,Df:R~ENOAD8 Y VIEJO.••
•[)Cfl!!>.l\·
.·~•· • .,·'!
Melmpteslona-verte
bajo los arreos
au.lrir las lnjurias
del litlgo adverso.
Sl te caes, un golpc
te levanta presto,
y trota~, lo mlsm()
con el ftlo tntenso
que hlsensl~ill~
Ius flllcidO$ mlembros,
que en verano, cuando
aobre tu pellejo
yen Ius mataduras
blerve un sol de fuego.
Reclama tu frtgtl
armaz6n de huesos
'£
L58
JUUO
J.
.u
CASAl.
Ia aguda cuchilla
de los mataderos.
-Ol:J
Pero antes es Justo
sacarte provecho,
y aunque en tus berldas
pululan insecloe,
dmtO&ll.dO y !fi$te,
mal cui dado y viejo,
no balla!is piedades,
y por mucbo tlempo
tlrar4s del carro,
pobre ~biUlejo ...
LA LAOUNA
p
OBRE y trlste
laguna scUtaria,
lleoa de tierra
toda entangada,
sin otra compaiiia
que Ia dlnclon cascada,
monotona, dot.ieote
y etema de fus ranas...
Eltago, el mar, el rio,
flngen, at sol, ctntas de seda y plata;
en camblo a ti ta Juz,
al mostrar tu fealdad, te injuria y dana.
IQ!~
&o
&n amab?){
n:m ~b n~tma
Solo a veces, de noche,
de tu dolor se aplada
oor
JULIO J. CASAL
1110
el olelo, at verte stempre
humllde, abandonada,
y entonees, como allvlo
del lodo que te empalla,
vlene a temblar el oro de una estrella
entre el crista! opaco de tus aguas.
HOJITA...
H OJITA verde
y aterclopctada,
que te arranc6 Ia brisa
de Ia planta
Y hoy vas notando como
una nave fantlisUca,
aobre el crista! lnquleto
Y claro de las aguas...
,t
tHojita verde,
que profunda 14stima
yo llevo para t1
dentro del alma!
En ~pocu tal vez
•o muy lejanaa,
162
JULIO ). CASAL
t.acaso all4 en un Arbol
froodoso. no brlllabas
con las menu dns gotas
de roci<l cmpapada?
El ruiseilor aqucl que por las noches
en el Arbol cantaba,
lno era tal vez tu amante?
t.no era para ti su serenala?
Hojita verde (1vcrde
como aquclla c~peranza!},
llotar:ls poco Ucmpo,
te hundlnls pnra slempre entre Ins aguas.••
Mas yo no he de olvhlartc;
me acercar~ a Ia rama
del Arbol en que un dla amancciste
y hablaremo~ de tl con tu:; herma~.
EN EL LAGO ...
& el lago de Ia tarde
mlsteriosamcnte arde
Ia esttella de los pastores,
y en Ia verde y frcsca alfombnr
$u caperuza de somt?ra
se van poniendo las flores.
Es tan diafano e influyente
el vago recoglmlento
de Ia hora vesperal,
que todo mi pensamlento
me parece transparente
como el agua y el crista!.
166
JUUO ). CASAL
Olvldo todo rencor,
y para el mismo adversarlo
sienlo ternura y amor...
V es enlonces ml existe11cla
como un mlstico lncensarlo
que olrece a lodos su esencia.
.. o
CoANDO el
hori~nte lorna
a ponerse su v~sfido
de un az11i diilfan.o y puro,
me voy por esos caminos.
Tras Ia lluvia se balla el prado
fragante y reverdecldo.
Amanecen en los arboles
frutos hasta hoy no vistoa.
En una p:u:ra cercana
est:A tembhindo un raclmo,
.que aun aye~ estaba verde
y hoy tlene el color d.el viQo.
Fue una bendlcl6n del cielo...
El malz casi perdido
dart Ia tiecna borona
para el pobre campeslno.
(C6mo late el coraz6n
del ~briego agradecldol
PESCADOR..•
P E!ICAOOR de calla,
que se empeila
en querer vlvlr
de Ia poca ~sea_.
Y efl4 todo el dia
espera que espera...
Y pasan las horas
y Ia noche llej,'<l,
pero ni un pe$cado
teluce en Ia te$la,
y sl algunas veccs
tuvo suerte... Jl)!tc:na,
'buena y ~JTip)la sucrte!. ..
de vender su pcsca ,
por el cobre viejo
de algunas monedas,
que de nada sirven,
que nada remedian...
En el hogar vlvcn,
con su compallera,
172
)UUO J. CASAL
cuatro pequelluelos
que n1 se alimentan.••
Pobre pescador,
que tob ilusi(lnl se ~mpclla
en querer vivlr
de Ia poca pesca ...
1Que bien simbolizas
Ia ruda ClXIstenclo
de a_
quellos esptrltus
que, rebcldes, suenanl
Sobre el mar humano
Ia vista qlle acecba.••
tendidas las redes
aguardando presa...
Se oxidan las I'Otas
y se traspapelan
todos los eant;ues,
todos los poerna~ ..•
Todas liiS plnturas
son como hojas sec~s ...
Y no ofrecen mut!rlc,
jque nfreten esenc,lns,
y luces y forma£! ...
Pescador pot>la
que toh ingenuo!
te emoclias
en vivir del arh:,
y en vender lklleza.
IIUh\ILOAO
Y est4s todo el dia
espera que espera.
Y pasa.n las horas
y Ia luz no llcga,
basta que tus ojos
por siempre se cierrao ...
Y entonccs se dice,
pesCIIdOr poeta,
que en todas tus obras
Ia hermosura tlembta,
cuando no hay remedlo
y ya no te lnquietas,
porque est4s dorrnldo
debajo Ia tierra. •.
I '~
CAllBJAS
EN
esas tardes grises y brumosas,
voy ensoiiando tcmas musicales
por las tristes callejas silenciosas
que exlsten en los viejos arrabales.
El polvo, Ia humedad y Ia patina
del tiempo, envuelven en sus bellas redes
una humll,de CMona C&fllJ?eslna
ya casl sin' ventanas ni t?&redes.
Pn!ludlando no s~ qu~ antlgua estrofa
pasa un vecino de ojos asustados,
y un niiio lo persigue haclendo mofa
de sus torpes zapatos claveteados...
No me agradaron nunca aquellas voces
de las ruldo~ calles: solamenle
,.,.
•
JUUO J, CASAL
eacuentro slempre los mu ampllos goces
a esos blrrlos en que no hay nl genie."
•
M&s que las grandes caDes rumorosas,
Ueaaa de asuntos siempre arlificlales,
prefteru esu caUe,ias misleriosas
que exlaten en los viejos arrabales...
AMo aoa vlejos barcos que del Norte
al CanWJrlco llegan,
J eo el bllpano puerto ponen una
DOia pll de leyenda.
l.o. tripulantes puan silencioSos
lllcla lot bam, mientru
lol Di6os hacen burla de sus raras
llguras extranjeras...
Venia desde muy lejos
y des!le hermosa l!erra,
que almbolo del ~len y del trabajo
alempre ha sldo Noruelia·
,,
Pals de numerosos archlpi~lagos
y de los fiords... Y bella
regl6n de hombres macizos como el hierro."
Jardin de mls fan~sllcas quimeras.
11
171
JUUO J. CASAL
Barco maravilloso, aunque pequeilo,
espejo de ta tuerza
de tu pals, me agrnda
verte llegar, cargado de made~a,
y treparme dlchoso
a iu llmpla cubierta,
para poder beber con tus marinos
e1 codiciado vato de k\lltln..!
•. 0
fi
NIEVE
Nu:.vA... Nleva... Nleva... Nleva...
Engalanado en su trajc
de l!rios, briUa el palsaje
debajo Ia: luna nueva ...
Todo es blanco... En el camino
toda casa es como un ala,
y aliA a lo lejos resbala
entre nubes el molloo ...
Nocbe de paz y de albura,
en que el alma hacla Ia altura
toda misllca se eleva.
Vlbran romances de llno,
y en tanto sobre el camino
nleva._ nieva... nieva... nleva ...
I
M,OE\1:~ I
LweVL.. Llutve... Uueve.Se desbact beiCI
el agua Ia nine.
Rdoma aJ trabajo
una modlatilla, de pie Undo y lne.
•
Un 6rgano aturde con sus melodlu..•
La misma 1011ata de todqs 1Q$ dlas.
Y al aedante abrlgo
de un portal am~o.
cantan unl>a nl~0$1,11tiQ41~1JleQ(e ,
Ia canc16n del 4rbol, del ave y 14 fuente ...
en el alre el aa;ua finge un tul de bruma.
Hay en el amblente no ae que lraganela•••
Ohllas horas bellas, blancas como espuma,
de ml muerta lnlanclal
Sl yo reallura mi aliebrado ensuelio...
Olvldar el mundo y su eternal querella. ..
tli
180
JULlO J. CASAL
1Ser un inounte y bumilde pequei!o
.que tlene a su madre y aun juega con ella!
La monotonia de Jalluvla !lora
aobre los cristales su rima sonora,
"1 en ml se desplertan Jlantas ailorlln,zasl ...
t Qu6 fueron de aquell~s hondas' esperanzas,
.de aquella quim~ra que011~re brot6?...
Era una Oor toda de raso y esencla...
Como Ia fe mia, como mi inocencla,
perdi6 sus perfumes y se marcblt6.
I R por los camlnos, liablando con lod 1S
Y en tanto Ia lluvia menuda reabtla
'SIIenciosamente lo mismo que un lla,
Ia rnlislca trlste del 6rgano suena
evocando juegos de aq~rella edad buena...
Entre tas plomlzas nube$,' una arde.
Ya casl no ex:i!te nfUl) copq de nleve.
Poco a poco muere Ja' loz de la tarde.
I
• Llueve... Lluev~ll! Llueve..t
I
I
J
las cosas pequcllas...
Dl'r las •ibuenas tudes!• a las ho[mlgultas,
mis amlgas viejas...
I
Visitar los turblos
charcos, que renejan
mal las hojas rn1,1stias que arranc6 Ia brjsa...
Charlar con' Ja,s piedras,
y con ese musgo,
a quien nadle llcVI,t
tan sOlo nJ una mirada curiosa:
lo pequelio no atrae ni tienta.
J0hl mls aventuru
de don juan, con esas
flores, que sllvestres
nacen en Ia hlerbal
Yo les digo versos ...
L.es hablo en poeta...
•
118
)VUO j. CASAL
Ei sereno goce
del ansla pequeila,
no ha de darlo nun~
Ia ilusUm suprema.
Los hombres no entienden
jamas nuestra idea,
auoque Ia expongamos
en Ia propla lengua...
Eo camblo, las hojas,
las grls4ceas piedra!,
las nores sllvestres,
mls amtgas vlejas,
jqu~ bien me comprenden
cuando hablo con elias!
EL POIITA
EL
poeta
de I nqadeta
mirada,
hoy no ha comido
nl bebido
oada.
Anduvo errante su sombra
por Ia alfombra
tapizada del jardin.
Pero no mir6 Ia luna,
ni arranc6 una nota, nt una,
i:le su llrico violin.
En lacalle y el taller,
ha suplicado poder
trabajar...
pero en todos
lados, con groseros modos
le dijeron: •no hay Iugar... •
l!IO
~.~
)UUO j. CASAL
tllp
rQ!!;Ju '· """ cvt 1!
,moli nil! ~~~~ b t
olar.IUlCIIJ~ ~nl.il:ium
que! e~11ello blanc6
" ' Q'.l ' "
f;L.
t
Y, my buen burgues quepnscaba
su obesidad junto a! 14go,
a un amlg() 5e quejaba:
1
•(tango vagol• •JlaniO VII8Qft tf 1
'
Ull
~c
(I
lbllp~ b
r~ utw.~aol;!tln'
Y, rendido,
$e ba dormido
sobre un banco•..
Y, o!ra vez,
jquc! langu)dez,
Jo ha poselllo! '
.t
, " on '(011
c.W.h
n
.~
LA J!JOUBTERtA
C uATRO papelucbos
y cualro cartones...
Un moatrador viejo,
carcomldo y pobre;
un fiesto de baTro,
'
que no Uene llores;
dos o Ires mullecos
y un caballo, sobre
un estante anliguo•.•
La sombra de un hombre...
juguetes' humlldes,
estampas, colores,
dlbujos ballados
no $e aabe en d6nde...
rTodo tan mezquino!
No obstante, 1quc! goce
jj Jtl
uaz
JUUO
J. CMA1.
•
Jll'4
I 01 IU
para el peq~Jeih.telo
que entre Joe c:artooa
yloa papeluc:boa
1 el tlesto sin Bores,
muestra 111 brll&ante
mooeda de cobrel
JARDINI
JARDIN provlnciano
de Ia plaza vleja,
me aaracSa el sllenclo
con que te rodeu.••
Nl bandas de m6slca
(lJ*I q~?, molestan_.),
nl un lnfantll canto
de nlllas te alegran.
Slempre abandonadoa
IllS bancoa de piedra;
no busc:a tu aombra
callada y dlacreta
el romanticlamo
de alguna 'J)ateja.
Mejor. t.No et vulgar
toda conlldencia,
y lo que entre at,
sin amor se cueotan?
ll
194
jUl.lO J. CASAL
Viejo jardinlUo
de Ia plaza vieja,
Ius frondosos ll.rboles
los reflejos velan
del oro y Ia plain
de Ia luna Jlena ...
Tan s61o interru mpe
tu noche setreifl
el eco lejan9111 1 1 1
de un toque de Iglesia,
el vago chirrido
de atguna carreta
y tu humilde ruente
que entona una quej:J
dulce, y cuyas gotas
rrnnspruentes vuelan
entre los rosales
como unas luci~rnal(as...
•
Jardin provinclnniJ
de Ia plaza vlej8,
no sabes de bailes,
de rls;ls, nl fiesta~.
ni ruldos molestos ...
1C6mo te asemeja5
al jardin que mi alma
dentro de sllleval
Como hi, es callado,
su sombra es discreta.
HUMILDAO
Ilene tamblen fuentes
que ofrecen su esencia.
Pero nadie, nadie,
jamll.s lo frecuenta,
y s61o intcrrumpe
su noche sccrcla
el volar de alguna
fanhl.stita Idea...
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tll.lll•r 1.11 •
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INDICE
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Lllbd••·.· ....... . ....... . . . ........ . , ...
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ArboJ,........ ............... ................
Mwprtta.. . , ..•
Rl!yo de l.a& .. . ., • • .. , • , .. • .. • .. .. .. • .. •
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El ~etero. . . .. .. .. .. . .. .. . . . .. .. .. . . .. .. . .
1.11 noclle. . . .. •.. .. • .. .. .. • • • • • .. .. .. .. .. • . . •
Pececlto............. , ........ .. ...•. .. .. .....
Alauaaa bo)l,ll .... , ... . ............ ~.. . •• • . .. .
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t;:l larolero ............... , . . . . . . . . .. . . . . .. . ..
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1.11 e~trell~.. .. • .. .. . . . . .. . . . . . . . . . . . .. . . . . . ..
El4)al51lje..••.•...•. • .••. • • ..... , .......... •• ..
Laa campanas................... . . . ..........
En•tuedante;. ....... . .. , ..... ,' . .. . ......... , .
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l!n ulta n1ar .... ........ , .. . • • • • .. • . . • .. .. • • ..
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t'!ra un plllallje........... ... . . ..... .. .. , ... , . .
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CalendlltiOtl. . • . • .. • • • .. .. • • • .. .. .. .. • .. • • • .
Asplradon.. .. .. .. • .. .. .. • .. • • • • .. .. .. .. • .. •
41
43
1!1 oendero. ....................... ... ...... ..
Atardetcr-....... ..... ...... . .......... , .. ..
45
49
H.a Uovldo-.. .. .. • .. .. .. .. . .. .. .. • . .. .. . . . • ..
53
fecund'Jd.a'd .......... ..•.. • , ..... ... ._ ... ..... ~···
Notas...................... ... ...............
39
55
198
I NDICI
El paragiiero', • , ••. J . .. .......... .. , ... .. . .. ,
t.lo emfgrante.. .. ... , .. .... , .. . , , .... , . .. .. ..
La vata~. ,. , .. . ... , • • • . , .. ,...... . .. ... . . . . . .
El cartero ....... , .. .. .. • .. .. .. .. • • • • • . • .. • .. .
lod.i.ferente . . .... . ..•.•.......•... . .. . ..•.• .,, .
Lea platunos ....... , ...... , ........ · · ·-·.....
CrepUsado. •• .. .. .. • .. • .. • • .. .. • .. .. .. • .. .. •
Uoras de siesta.. .. . .. . .. • .. .. .. .. • . . • .. . .. ..
Baile eo Ia aldea.. .... .. .. .. • .. • . .. .. .. .. .. .. .
l..e vaca y el temero .. .. .. .. . . . . . . . . . •.. .. .. .
Vlejll histona. .. . .. . . .. . .. • .. . .. .. , .. . .. . .. ..
Mon~da de cobrQ ., ... ••.••• ,.................
LOS,eu&w:,.~ ....• . .... •· ,1, • •••••••• , •• •• , . . . .
tlijas dtl axroyo..... .. .. .. .. . . . .. • . .. • .. . .. . .. .
Alldan.... .. ... ....•. . . . , . , , , . • . . . . . . . . . • . . . . . .
1!1 ,pieapedrero •.• , , • .... • • • •.. .. • • .. • • .. • .. .. •
OoW de roclo.......... . . . .. .. . • . . . .. .. . . ..
Mu.stquilla de arrabaJ_ ......... . ... .'... . • .. .. .
Losv·ea~........
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f'lores de papeL.......................... ....
etapeadero. .................................
Vlcjas Cli*lclones.. .
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Del frlgodftco ... ...... .. . ...... .. . . ,. .. . .. • • .
Callar ........... .. "·,. . .. .. . .. .. • .. .. .. .. .. .
Oris.. ................... ...................
l..a nilla dd Jardin.. • .. .. .. . .. • • • .. .. .. .. .. • .. •
Caaciones. ... . . ........... .. .. .. ... ........
Bajo Ia Uuvla.... .. .. •• • .. . • .. • .. • .. .. • .. .. • .. •
Vlejos marinO&.. ... • ..... .. .. • •.. .. .. .. .. . .. .
La 'otnbre ... , . . , .. . .. . . . , •. . . .. . , . . , . . . . . . .
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Cu•ndo... : .... . ............ . .. ·~ ... , , . , .. , ..
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Otol\al ...... .. .................. ... , ... .. . .•
Por lot crlslales........ .. . , . .. .. .. .. .. . .. .
Nada y todo......... .. . .. . .. . .. .. .. .. . .. .. ..
Pobfe tabatltio- "'"eJipdo y viejo.., ... ~ .. . . .
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OBRAS DEL AUTOR
/l(l(tlt. (Poestas;)
Al/d l1}ot. (Idem.)
Ctclot 'J 11111fDras. {Idem.)
Nuno• lromomu. (Idem.)
Hutrto lllllltmol. (Idem.)
llullllldlill. (kkaa.)
PROXIMAS A EDITARSI!
Mtdt/1/0IIts. (Prosa.)
PtiH/f. (Poes1a.)
EN PREPARACION
Cutn/08 a Marynh. (Poulas.)
N-u An/ologla dt poeltli llr1J6UO'JINI.
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