modulo de educacion religiosa ciclo vi grado undecimo

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I.E.
CÁRDENAS CENTRO
MÓDULO DE EDUCACIÓN RELIGIOSA
CICLO VI
GRADO UNDÉCIMO
2
TABLA DE CONTENIDO
pág.
1.
1.1.
DIMENSIÓN SOCIAL DE LA PERSONA
MORAL SOCIAL. PRINCIPIOS GENERALES DESDE LA FILOSOFÍA
4
5
2.
2.1.
2.2.
2.3.
2.3.1.
2.3.2.
2.4.
2.5.
LIBERTAD RELIGIOSA Y PARTICIPACIÓN EN LA VIDA SOCIAL. ESTADO E IGLESIA
DIOS SE REVELA COMO DIOS DE LA JUSTICIA QUE LIBERA AL OPRIMIDO
IGLESIA Y POLÍTICA
IGLESIA Y ECONOMÍA
La Iglesia en el ámbito económico desde la Edad Media
La aparición de la nación−estado
IGLESIA Y CIENCIA
IGLESIA Y CULTURA
7
8
8
9
9
9
10
11
3.
3.1.
3.1.1.
3.1.2.
3.1.3.
3.1.4.
3.1.5.
3.1.6.
3.1.7.
MISIÓN ESPECÍFICA DE LA IGLESIA EN EL CAMPO SOCIAL
PRINCIPIOS DE LA DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA
Dignidad de la persona humana
Primacía del bien común
Destino universal de los bienes, solidaridad, y respeto a la propiedad privada
Principio de subsidiariedad
Participación social
Cultura de la vida y de la Calidad de vida
La existencia de la ley moral
12
13
13
13
13
14
14
14
15
4.
ANÁLISIS CRISTIANO DE NUESTRA REALIDAD SOCIAL
15
5.
ECUMENISMO Y ACCIÓN SOCIAL CONJUNTA
15
EVALUACIÓN DE COMPETENCIAS
16
BIBLIOGRAFÍA
17
3
1. DIMENSIÓN SOCIAL DE LA PERSONA
Se organiza en torno a la interacción con otras
personas. Supone la expresión de la sociabilidad
humana característica, esto es, el impulso genético
que la lleva a constituir sociedades, generar e
interiorizar cultura, y el hecho de estar preparada
biológicamente para vivir con otros de su misma
especie, lo que implica prestar atención a otro
humano necesariamente presente, y la sociabilidad,
o capacidad y necesidad de interacción afectiva con
semejantes, expresada en la participación en
grupos, y la vivencia de experiencias sociales.
para sobrevivir, llegar a ser ella misma en todos sus
extremos y vivir una vida plena.
De hecho, muchas de las necesidades humanas
precisan de la interacción con otros para ser
cubiertas. Se interioriza la cultura de la sociedad en
la que se nace o en la que se vive a través de los
procesos de socialización que, en última instancia,
favorecen la construcción del sentido del yo de la
pertenencia a un determinado grupo. Mediante los
otros, se moldea a la persona hasta que ésta
acepta por completo las normas y valores sociales
característicos del grupo donde habita, los ajusta a
su propia idiosincrasia, y obtiene un marco de
referencia para percibir y comprender la realidad y
actuar autónomamente en ella. Para ello se
aprovechan diversos mecanismos de desarrollo
como la imitación o el modelado.
Enfatiza en la diversidad de aspectos que permiten
a la persona interactuar con otras personas, para lo
que son esenciales la existencia de otros con
conciencia de sí mismos, el lenguaje y la intención
de comunicar. Es un componente esencial para la
vida y el desarrollo humano al resultar imposible ser
humano en solitario.
La construcción de la propia identidad es otro de los
procesos sociales básicos. La conciencia de que
existen otros conduce a la adquisición de la idea de
uno mismo. El proceso de identificación va a
permitir a la persona descubrir el significado de su
propia existencia y la construcción de su proyecto
vital, aspecto éste imprescindible para la
autorrealización. En el contexto de la interacción
con otros, la persona puede diferenciarse de los
demás y reconocer sus similitudes con ellos.
Obtiene así, entre otros, sentido de su cuerpo y de
sí misma como algo que permanece aunque esté
en cambio continuo; o la creencia en la propia valía.
La persona nace en una sociedad (antes de nacer
ya se está condicionado por una variedad de
aspectos sociales, por ejemplo, las costumbres que
marcan cuales son los patrones adecuados de
comportamiento respecto a la elección de pareja o
el embarazo) y necesita vivir en sociedad, ésta
favorece la adaptación al medio, lo que le multiplica
las posibilidades de sobrevivir. Nace de otras
personas y requiere la presencia de otras personas
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1.1. MORAL SOCIAL. PRINCIPIOS GENERALES DESDE LA FILOSOFÍA
La moral son las reglas o normas por las que se
rige la conducta de un ser humano en concordancia
con la sociedad y consigo mismo. Este término
tiene un sentido contrario frente al de «inmoral»
(contra la moral) y «amoral» (sin moral). La
existencia de acciones y actividades susceptibles
de valoración moral se fundamenta en el ser
humano como sujeto de actos voluntarios. Por
tanto, la moral se relaciona con el estudio de la
libertad y abarca la acción del hombre en todas sus
manifestaciones.
estudia a la moral. Es decir, el uso que le ha dado
la gente ha convertido a la moral en el objeto de
estudio de la ética.
De ahí que podemos decir que una ética propuesta
es el conjunto de normas sugeridas por un filósofo,
o proveniente de la religión, en tanto que «moral»
vendría a designar el grado de acatamiento que los
individuos dispensan a las normas imperantes en el
grupo social. En un sentido práctico, ambos
términos se hacen indistinguibles y por ello se los
considera equivalentes.
El matiz que las delimita está en la observación o
aplicación práctica de la norma que entraña el
mandato ético. Por ello, la norma ética siempre será
teórica, en tanto que la moral o costumbre será su
aplicación práctica.
La palabra «moral» tiene su origen en el término
latino mores, cuyo significado es ‘costumbre’. Por
lo tanto «moral» no acarrea por sí el concepto de
malo o de bueno. Son, entonces, las costumbres
las que son virtuosas o perniciosas.
Por otro lado la moral se basa en los valores que la
conciencia nos dicta, a su vez, basado en
costumbres aprendidas, por lo tanto, la moral no es
absoluta o universal, ya que su vigencia depende
de las costumbres de una región, de la misma
manera que la ética tampoco tiene una validez
absoluta al ser ambas imperativos hipotéticos.
Los conceptos y creencias sobre moralidad son
generalizados y codificados en una cultura o grupo
y,
por
ende,
sirven
para
regular
el
comportamiento de sus miembros. La conformidad
con dichas codificaciones es también conocida
como moral y la civilización depende del uso
generalizado de la moral para su existencia.
En cuanto al origen de las normas éticas, podemos
citar el esquema siguiente:
Muchos autores consideran como sinónimos a
estos términos, debido a que sus orígenes
etimológicos son similares.
- Sociologismo: Esta concepción defiende que las
normas morales se originan en la sociedad y de ella
Sin embargo, en el ámbito de la filosofía se
considera a la ética como la disciplina filosófica que
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reciben la fuerza y el vigor para imponerse a los
individuos.
- Marxismo: En su último escrito económico,
las Glosas a Wagner, Marx comienza diciendo: «Yo
no parto del hombre, sino de un periodo social
dado». Con esto estaba significando que, según lo
ha venido demostrado la historia como criterio de
verdad, en cuanto a las distintas concepciones y
formas del comportamiento humano, la ética no es
una categoría social cuyos contenidos normativos
sean de validez práctica (moral) absoluta, universal
y eterna, como ha pretendido Kant con su
imperativo categórico, sino que esos contenidos
están sujetos al relativismo histórico de los distintos
sistemas de vida que los seres humanos divididos
en clases fueron adoptando en distintos períodos
de su existencia como especie, desde que
superaron la barbarie. Así, para Marx, hay una
moral y un tipo de ser humano correspondiente a
cada período de la historia, en tanto prehistoria del
ser humano genérico liberado de toda necesidad
exterior, natural o social, que es lo que se está
gestando en la moral de los comunistas. Tal como
sucede en la base o estructura material de la
sociedad,
donde
los
distintos modos
de
producción configuran sus respectivas formaciones
sociales que hasta ahora han correspondido a otras
tantas etapas o periodos del desarrollo de las
fuerzas productivas, asimismo, las distintas
superestructuras
éticas,
morales,
jurídicas,
ideológicas y políticas, fueron la expresión
periódicamente cambiante de los intereses de las
distintas clases dominantes al interior de cada una
de las formaciones sociales que han venido
configurando
la
progresiva
periodización
característica en lo económico-social, político,
moral y cultural de los seres humanos a través de la
historia.
- Teologismo: Esta corriente propugna que las
normas morales tienen origen divino. Podemos
encontrar una postura teológica, con relativa
frecuencia, en los pueblos primitivos, por ejemplo,
en Israel y su moral de los profetas: en Egipto y su
moral de los faraones, etc.
- Teoría de la ley natural: Existe una amplia
pluralidad de teorías que fundamentan sus
opiniones éticas y las normas morales en la ley
natural. De entre ellas, sin duda alguna, la más
importante es la teoría escolástica, según la cual
todas las personas poseen una idéntica naturaleza,
que es la naturaleza humana. Ésta guarda una
profunda relación de orden con el resto de los seres
y, sobre todo, con Dios.
- Relativismo moral. Una postura filosófica que
tiene mucha aceptación es la que acepta el
relativismo de la moral, por lo cual niega la
existencia de una moral objetiva, impuesta por la
voluntad de Dios o por la vigencia de leyes
naturales, sino que supone que se trataría de algo
puramente convencional asociado a las diferentes
culturas, creencias y épocas.
- Historicismo: Esta posición proclama que, a lo
largo de la Historia y según un ritmo variable, la
sensibilidad vital de unas generaciones es
sustituida por la de otras y, de acuerdo con este
proceso, al mismo tiempo que unos principios
cobran vigencia, otros desaparecen.
- Objetivismo. Postura filosófica que afirma que la
única forma de alcanzar la moralidad es por medio
del uso de la razón y la aceptación de la realidad en
forma objetiva, independiente de la percepción del
ser humano.
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2. LIBERTAD RELIGIOSA Y PARTICIPACIÓN EN LA VIDA SOCIAL. ESTADO E IGLESIA
Los modelos de relación entre Iglesia y Estado
experimentados históricamente han permitido
construir una disciplina autónoma cuyo objetivo es
lograr una mejor compresión de la naturaleza y
funciones del Estado en sus relaciones con la
Iglesia y viceversa. Esta disciplina se ha
denominado, a partir de mediados del siglo XX,
"Derecho Eclesiástico del Estado".
reconoce igualmente en la persona una unidad a la
que se le deben también una serie de derechos que
han de respetársele. Ahora bien, mientras que el
Estado vela por los fines terrenos o políticos de las
personas, la Iglesia se ocupa de facilitarles el logro
de sus fines espirituales. Iglesia y Estado se
complementan así para servir a la persona en el
ejercicio de sus respectivos derechos temporales y
espirituales. Martín de Agar confirma esta idea al
señalar que "la persona significa, a nivel jurídico,
que las relaciones institucionales entre la Iglesia y
la comunidad político-civil deben partir de la
consideración de los derechos del individuo,
orientarse hacia su protección y efectivo ejercicio",
corroborando de este modo el carácter políticosocial del hombre y, a la vez, su carácter espiritual.
En uno y otro ámbito, la persona goza de una serie
de derechos que como tales han de ser respetados
por el Estado y por la propia Iglesia en sus
respectivas jurisdicciones.
P. A. D'Avack, en la segunda edición de su Trattato
di diritto ecclesiastico italiano, reconocía que el
fenómeno religioso no sólo constituye un fenómeno
inmanente a la humanidad del hombre, sino que,
por sus manifestaciones y realizaciones exteriores,
mantiene un carácter eminentemente social, en el
sentido de que se exterioriza y se presenta como
una necesidad colectiva que es menester
satisfacer. El hecho religioso, sea individual o
colectivo, exige entonces, de parte del poder
político,
su
consideración
y
promoción,
independientemente de que el Estado sea o no
confesional.
Esto ha sido perfectamente comprendido por la
Iglesia católica:
Lo dicho encierra dos dimensiones importantes. Por
una parte, el Estado como entidad política tiene
como primera finalidad la conservación y respeto de
los derechos de las personas integrantes de su
población, pues tales derechos constituyen una
parte esencial del bien común. El Estado no se
constituye, por tanto, como simple unidad orgánica
"neutra" frente a los ciudadanos y sus derechos,
sino que asume una posición necesariamente
activa respecto de ellos. Por otra parte, la Iglesia
La comunidad política y la Iglesia son entre sí
independientes y autónomas en su propio campo.
Sin embargo, ambas, aunque por diverso título,
están al servicio de la vocación personal y social de
los mismos hombres. Este servicio lo realizarán
tanto más eficazmente en bien de todos cuanto
procuren mejor una sana cooperación entre ambas,
teniendo en cuenta también las circunstancias de
lugar y de tiempo. Pues el hombre no está limitado
al mero orden temporal, sino que, viviendo en la
7
historia humana, conserva íntegra su vocación
eterna...
La experiencia de la esclavitud de los hebreos en
Egipto no sólo es un acontecimiento clave para la
constitución del pueblo de Israel, sino una lección
para todos los cristianos. A través de ella
entendemos que Dios nunca se olvida de los
oprimidos y marginados. Él los levanta y anima
para que recobren su dignidad y puedan, de ahí en
adelante, ser el pueblo de su pertenencia.
La existencia, por tanto, de los dos poderes, exige
al
menos
dos
cosas
fundamentales:
la
diferenciación mutua y la unión en el servicio a la
persona y sus derechos. Esta clara distinción y
sana separación ha llevado a la doctrina a
reconocer los derechos de la persona, tanto cuando
actúa como fiel como cuando lo hace como
ciudadano. Estos derechos son la libertad religiosa
en el orden civil y la libertad temporal en el orden
religioso.
2.2. IGLESIA Y POLÍTICA
La Separación Iglesia-Estado es el concepto
legal y político por
el
cual
las instituciones
del Estado y religiosas (Iglesia) se mantienen
separadas y la Iglesia no interviene en los asuntos
públicos; teniendo cada parte una autonomía para
tratar los temas relacionados con sus esferas de
influencia. Es una de las medidas por las cuales se
busca
el
establecimiento
de
un Estado
laico o aconfesional, así como parte del proceso de
secularización de una sociedad. La separación
Iglesia-Estado está relacionada con la extensión de
la libertad de culto a todos los ciudadanos; y, se
condiciona a partir de este derecho la relación entre
el Estado y la Iglesia. Ocurre sobre todo aquellos
estados con religión de Estado u oficial que
favorecen legal y/o informalmente una religión en
detrimento de las demás por medio del patronato
regio u otras acciones similares.
En un trabajo publicado en Vetera et Nova, Javier
Hervada afirma que la base sobre la que debe
constituirse el sistema jurídico de relaciones entre
la Iglesia y el Estado tendría que venir estructurada
por tres principios fundamentales: "el de
incompetencia
recíproca,
el
principio
de
independencia soberana y el principio de
cooperación". Estos vendrían a precisar un sistema
de relaciones de "institución a institución".
Estos tres principios expresan con especial claridad
la libertad religiosa de la persona y la libertad
temporal del fiel como dos caras de una misma
moneda. Además, delimitan con precisión los reales
y efectivos contornos de los ámbitos donde han de
ejercitarse dichas libertades, esto es, la propia
Iglesia y el Estado.
2.1. DIOS SE REVELA COMO DIOS DE LA
JUSTICIA QUE LIBERA AL OPRIMIDO
La
separación
entre
Iglesia
(sea
esta
anglicana, católica, luterana, presbiteriana)
y
Estado es un fenómeno que surge a partir del
humanismo, durante el Renacimiento. Se consolida
con la Ilustración, por medio de la corriente
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filosófica racionalista, llegando a ser una política
oficial
durante
la Revolución
francesa,
la
Independencia estadounidense y las revoluciones
burguesas que deshacen la "alianza entre el trono y
el altar".
de separar el estado de la iglesia. Desde entonces,
la iglesia ha adoptado un rol más pasivo en materia
económica. Sin embargo, su ideología aún sigue
presente en las decisiones económicas actuales, ya
que han servido de base para el fundamento ético
que debe tener cualquier planteamiento basado en
la distribución de las riquezas.
Actualmente, la separación entre la iglesia y el
Estado se encuentra plasmada en la mayor parte
de las constituciones nacionales, mediante el
establecimiento de un estado laico. De hecho la
tendencia en el mundo desde la edad moderna es
hacia una secularización del Estado.
2.3.1. La Iglesia en el ámbito económico desde
la Edad Media. Además de sus funciones
espirituales, la clerecía medieval preservó la luz del
aprendizaje en la Edad del Oscurantismo, cuando
ni siquiera los reyes dominaban el arte de leer y
escribir y quien encabezaba al Sacro Imperio
Romano firmaba sus documentos trazando líneas
que conectaban las letras que formaban su nombre.
Más aún, la Iglesia fue uno de los grandes poderes
de la política medieval y los conflictos entre
emperadores, reyes y príncipes de la Iglesia eran
seculares. Las doctrinas económicas de la Iglesia
se derivaban de la Biblia, de las enseñanzas de los
Padres griegos y latinos y de Aristóteles, cuyo
prestigio era tan alto en el Siglo XIII que se le
llamaba " El Filósofo". Otra influencia importante
fueron el Derecho Romano y el Derecho Canónico
formado por la legislación llevada a cabo en
Concilios así como por Papas y obispos.
2.3. IGLESIA Y ECONOMÍA
La importancia que ha tenido la Iglesia Católica en
el desarrollo del comercio mundial, desde la Edad
Media ha sido radical. Si bien es cierto que la
iglesia ha contribuido activamente en el desarrollo
de la economía, nos damos cuenta que su
influencia ha estado marcada principalmente por su
relación directa con los estados y reyes, o bien,
porque aquellos reformadores de la Iglesia, y por
consecuencia de la economía, como lo fueron
Martín Lutero y Juan Calvino en su época,
profesaban fielmente la religión Católica.
Las doctrinas económicas de la Iglesia,
brevemente, estaban dirigidas a minimizar el
pecado y maximizar la caridad, pero no de una
manera tal que hubiera impedido que tuvieran lugar
importantes desarrollos económicos durante la
última parte de la Edad Media.
2.3.2. La aparición de la nación−estado. La
aparición de la nación−estado que tuvo lugar
primeramente en Inglaterra y Francia y mucho más
tarde en el Siglo XIX en Italia y Alemania consolidó
y fortaleció el poder del gobierno central, con la
consiguiente disminución del poder de las
autoridades feudales y regionales. Su decadencia
fue acompañada del divorcio de la religión y de la
moralidad por un lado, y la política por el otro. La
razón de estado, más que la compatibilidad de las
políticas públicas con normas éticas o religiosas,
pasó a ser el criterio preponderante de las acciones
gubernamentales.
Definitivamente, la influencia de la Iglesia Católica
sobre la economía mundial se vio disminuida
cuando se tomaron en cuenta las ideas calvinistas
9
2.4. IGLESIA Y CIENCIA
muertes, pero si los tenemos contentos, nos darán
mucho que comer, beber, felicidad, etc.
Desde sus orígenes, la relación del hombre y la
naturaleza tiene un doble aspecto: el dominio que
las todopoderosas fuerzas naturales ejercen sobre
el hombre, incapaz de entenderlas si quiera; y el
dominio que poco a poco, gracias a sus
instrumentos de trabajo, medios de producción y
capacidad consiguen los hombres sobre la
naturaleza.
La creencia en lo que dice la Biblia, fue impuesta a
sangre y fuego en casi todo el mundo (la
inquisición, conquista de América, colonización de
Asia y África, cruzadas, toma de China y Japón,
guerra contra infieles, etc.). En toda la historia de la
humanidad, los dioses del pueblo conquistado han
pasado a ser de la categoría de los dioses falsos,
así como sus libros y ritos han sido prohibidos.
RELACIÓN IGLESIA – CIENCIA. Una opinión muy
extendida es que la ciencia puede hincar el diente
en la explicación de supuestos fenómenos
sobrenaturales como los milagros, la Santa Sábana
de Taurín o las imágenes que lloran sangre, pero
en cuestiones fundamentales de naturaleza, lo más
cauto es no intentar demostrar la imposibilidad de
que exista un ser creador.
La ignorancia de los primitivos sobre el mundo que
los rodeaba hizo que volvieran su vista al cielo,
donde los objetos desconocidos aparecían y
desaparecían sin explicación alguna, influyendo
grandemente sobre la vida de todo, fueran seres
humanos, animales, plantas y otras cosas. En su
busca de explicarse como ocurrían cosas que él no
podía hacer, el hombre antiguo desarrolló la
creencia en lo sobrenatural. En todas partes y en
todas las tribus, el hombre creó dioses que se
convertían en invisibles, que volaban por los aires,
que caminaban sobre el agua y atravesaban la
tierra. En suma: los poderes de los “dioses” estaban
limitados sólo por la imaginación del hombre que
les atribuía esos y otros poderes. El nacimiento de
estos primeros dioses que lograban continuos
nacimientos, entusiasmó a la gente, que decidió
fabricar más y más dioses para conseguir éxitos en
diferentes actividades donde las dificultades eran
más serias.
No todos los científicos, opinan así, por ejemplo
Paul Kurtz, asegura que “la ciencia es la mejor
herramienta que tenemos para explicarlo todo,
incluso lo que parece inexplicable, y gana mucho a
las diferentes formas de conocimiento, incluida la
religión”. Krutz recuerda que a lo largo de la historia
se han hecho muchas críticas al pensamiento
científico: “se ha dicho que la astronomía no sería
capaz de explicar cómo nacen las estrellas, que la
biología no encontraría el origen de las especies y
que nadie podría hallar una partícula más pequeña
que un átomo”. Todos se equivocaron, por eso,
este personaje, cree que “la ciencia también dará
respuestas a las cuestiones que hoy se antojan
incomprensibles y que caen en el terreno de lo
religioso”.
La primera ideología en una religión fue que los
dioses son los que manejan todo, si se llegan a
enojar, mandan plagas, terremotos, inundaciones y
10
Por otra parte, la opinión de la iglesia católica, el
papa Juan Pablo II, es que “hay una profunda e
inseparable unidad entre el conocimiento de la fe y
el de la razón”. Y llega a advertir que “no hay
motivo de competitividad entre ambas fuentes de
conocimiento: una está dentro de la otra, y cada
una tiene su propio espacio de realización”. La
doctrina de la Iglesia católica sigue así el
diagnóstico libro de los Proverbios 25.2: “Es gloria
de Dios ocultar una cosa y gloria de los reyes
escrutarla”. Es decir, el ser humano entiende por
naturaleza a medir incluso lo inmensurable, y para
ello utiliza la razón y la fe a un tiempo.
que quiera, escogerse el dios que quiera, adorar a
Dios donde quiera y como quiera, porque ya no
existe un Dios personal, que rige el mundo con una
ley
suya,
y
que
pedirá
cuentas
y
responsabilidades...
A los no religiosos, les puede parecer un poco
evasiva la respuesta de la encíclica pero, sin duda,
incide en uno de los aspectos más cardinales del
problema: los mecanismos racionales e irracionales
por los que el hombre pretende llegar al
conocimiento. El papa condena a partes iguales la
fe ciega y el ateísmo. Ataca las creencias
esotéricas en OVNIS, astrología o sucesos
paranormales al tiempo que alerta sobre los
peligros de un “racionalismo exagerado”. En
definitiva, cree que la razón y el método científico
apoyan en lugar de contradecir los conocimientos
adquiridos por la “revelación y la fe”.
Naturalmente, la Iglesia es enemiga de todas estas
culturas tan incultas, que, en vez de elevar al
hombre, le despojan de toda la dignidad con que le
ha revestido el Creador y el Salvador.
Para Paul Krutz, sin embargo, este último postulado
es imposible: “la ciencia no puede estar ni a favor ni
en contra de la religión; no puede decir si una fe es
verdadera o falsa. A lo máximo que puede llegar es
a determinar si es buena o mala, bella o
desagradable, socializadora o perturbadora de la
cohesión social”.
Pero todas esas acusaciones no hacen sino tapar
con cortinillas el sol. Es un imposible negar a la
Iglesia el haber estado siempre en las avanzadas
del pensamiento. Con ello, no ha hecho sino
obedecer el doble mandato de Dios. El Creador,
dijo: - Dominad la tierra, dominad la creación. Y el
Salvador, mandó: - Id y enseñad a todos los
pueblos lo que yo os he enseñado a vosotros.
2.5. IGLESIA Y CULTURA
La Iglesia ha captado el sentido del primer mandato
dado al hombre, y siempre ha fomentado la ciencia
humana, que desarrolla la obra del Dios-Creador.
La cultura fomentada y desarrollada por la Iglesia
es por ello el compendio del saber humano y divino
en el hombre.
Hoy, por ejemplo, se le acusa a la Iglesia de que no
está acorde con los avances de los tiempos. Y
cuando dicen esto, ¿a qué se refieren? Pues, a que
no se engancha a la cultura moderna de la muerte,
que proclama la libertad del aborto, por ejemplo...
¿A qué más se refieren? Pues, a que no admite la
cultura moderna de la libertad sexual, permisiva del
todo, sin barrera ninguna, aunque sea el peligro
más grave que amenaza a nuestra civilización...
Durante los primeros mil setecientos años de los
dos primeros milenios, fue la Iglesia prácticamente
quien salvó toda la civilización occidental, fomentó
las artes y amaestró a los pueblos.
¿A qué otra cosa se refieren? Pues, a que no se
engancha al carro de la cultura de la libertad total
de conciencia, por la cual cada uno puede hacer lo
Después, en la edad moderna, los grandes inventos
no han sido ya privativos de la iglesia, sino de la
11
ciencia de todos los hombres, y la Iglesia los ha
bendecido siempre, los ha alabado, los ha alentado
y hasta los ha promovido según sus fuerzas. Con
ello no hace sino cooperar a la obra del DiosCreador.
con los maestros de la Iglesia, empezando por los
Papas; pues los maestros de la Iglesia, con la
ciencia que por su Espíritu les comunica Jesucristo,
el único Maestro, no encuentran semejantes en el
mundo... La Iglesia sabe que es y será siempre la
promotora de la más alta cultura divina y humana...
Y en el orden espiritual, que es lo propio suyo,
nadie se atreve a comparar a ningún líder religioso
3. MISIÓN ESPECÍFICA DE LA IGLESIA EN EL CAMPO SOCIAL
La doctrina social de la Iglesia católica (no
plenamente idéntica a la doctrina social cristiana,
que tiene un sentido más amplio, pues ésta incluiría
documentos no magisteriales pero siempre de
inspiración cristiana) es un conjunto de normas y
principios referentes a la realidad social, política y
económica
de
la humanidad basado
en
el Evangelio y en el Magisterio de la Iglesia católica.
El Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia y
el Catecismo católico la definen como un cuerpo
doctrinal renovado, que se va articulando a medida
que la Iglesia en la plenitud de la Palabra revelada
por Jesucristo y mediante la asistencia del Espíritu
Santo, lee los hechos según se desenvuelven en el
curso de la historia.
forma parte de la misión evangelizadora de la
Iglesia; la
doctrina
social, instrumento
de
evangelización(...) anuncia a Dios y su misterio de
salvación en Cristo a todo hombre.".
No obstante, la primera encíclica social fue
la Rerum novarum, escrita por el papa León
XIII el 15 de mayo de 1891, en el contexto de los
eventos de naturaleza económica y social que se
produjeron en el siglo XIX, como la Revolución
Industrial y la "Cuestión obrera". Dicha inquietud
social no da inicio con dicho documento, pues la
Iglesia considera que jamás se ha desinteresado de
la sociedad.
La Iglesia deja claro que su doctrina social no es
una «tercera vía», un camino intermedio entre el
capitalismo y el socialismo. No tiene nada que ver
con una agenda económica o política, y no es un
«sistema». Aunque, por ejemplo, ofrezca una crítica
del socialismo y el capitalismo, no propone un
sistema alternativo. No es una propuesta técnica
para solucionar los problemas prácticos, sino más
bien una doctrina moral, que surge del concepto
cristiano de hombre y de su vocación al amor y a la
vida eterna. Es una categoría propia.
La doctrina social, además de dirigirse de forma
primaria y específica a los hijos de la Iglesia, tiene
un destino universal. La luz del Evangelio, que la
doctrina social refleja sobre la sociedad, ilumina a
todos los hombres: todas las conciencias e
inteligencias son capaces de captar la profundidad
humana de los significados y de los valores
expresados en esta doctrina, así como la carga de
humanidad y humanización de sus normas de
acción.
Tal como afirma el Cardenal Martino en la
presentación del Compendio de Doctrina Social de
la Iglesia: "La doctrina social cristiana es parte
integrante de la concepción cristiana de la vida, con
la que el beato Papa Juan XXIII, en la
encíclica Mater et magistra abría el camino, hace ya
muchos años, a las sucesivas, importantes y
profundas precisiones de Juan Pablo II: La
enseñanza y la difusión de esta doctrina social
12
3.1. PRINCIPIOS DE LA DOCTRINA SOCIAL DE
LA IGLESIA
que Dios le concedió desde el principio"
(Radiomensaje de Pío XII "Con sempre", nº 35)
3.1.1. Dignidad de la persona humana. Según la
Doctrina Social de la Iglesia, la persona humana,
por estar hecha a imagen y semejanza de Dios,
posee una dignidad que la hace superior a los
demás seres creados. He aquí algunas citas de la
Doctrina Social de la Iglesia al respecto:
3.1.2. Primacía del bien común. Un sentido de
pensar en el bien de todos los individuos, sin quitar
ni el sentido de sociedad, ni de unicidad.
“El Bien Común está siempre orientado hacia el
progreso de las personas: ‘el orden social y su
progreso deben subordinarse al bien de las
personas y no al contrario’ [...]. Este orden tiene por
base la verdad, se edifica en la justicia, es vivificado
por el amor” (CIC, n. 1906-9 y 1912).
"La dignidad de la persona manifiesta todo su fulgor
cuando se consideran su origen y su destino.
Creado por Dios a su imagen y semejanza, y
redimido por la preciosísima sangre de Cristo, el
hombre está llamado a ser "hijo en el Hijo" y templo
vivo del Espíritu; y está destinado a esa eterna vida
de comunión con Dios, que le llena de gozo. Por
eso toda violación de la dignidad personal del ser
humano grita venganza delante de Dios, y se
configura como ofensa al Creador del hombre."
(Christifidelis Laici, n. 37)
3.1.3.
Destino
universal
de
los
bienes, solidaridad, y respeto a la propiedad
privada. "Dios ha destinado la tierra y sus bienes
en beneficio de todos. Esto significa que cada
persona debería tener acceso al nivel de bienestar
necesario para su pleno desarrollo. Este principio
tiene que ser puesto en práctica según los
diferentes contextos sociales y culturales y no
significa que todo está a disposición de todos. El
derecho de uso de los bienes de la tierra es
necesario que se ejercite de una forma equitativa y
ordenada, según un específico orden jurídico. Este
principio tampoco excluye el derecho a la propiedad
privada. No obstante, es importante no perder de
vista el hecho de que la propiedad sólo es un
medio, no un fin en sí misma." (Compendio de DSI,
171-84)
"La justicia social sólo puede obtenerse respetando
la dignidad trascendente del hombre. Pero éste no
es el único ni el principal motivo. Lo que está en
juego es la dignidad de la persona humana, cuya
defensa y promoción nos han sido confiadas por el
Creador, y de las que son rigurosas y
responsablemente deudores los hombres y mujeres
en cada coyuntura de la historia." (Sollicitudo Rei
Socialis, n. 47)
«El principio del destino universal de los bienes es
una invitación a desarrollar una visión económica
inspirada por valores morales que permitan a las
personas no perder de vista el origen o propósito de
estos bienes, de manera que se logre un mundo de
justicia y solidaridad, en el que la creación de
riqueza pueda tener una función positiva»
(Compendio de DSI, 174).
"Quien desea que la estrella de la paz aparezca y
se detenga sobre la sociedad, contribuya por su
parte a devolver a la persona humana la dignidad
13
3.1.5.
Participación
social.
consiste
principalmente en un compromiso del cristiano, en
promover una sociedad más conforme con los
designios de Cristo.
El respeto a la propiedad privada nace
principalmente de dos Mandamientos del Decálogo:
"No robar" y "No codiciar los bienes ajenos".
Condena las formas de: comunismo, socialismo,
socialismo democrático, y libre mercado en forma
desmedida.
"Habrá que proclamar con más firmeza las
verdades transmitidas por la Iglesia, toda su
doctrina sobre la santidad del matrimonio. la
educación doctrinal de los niños, la propiedad de
bienes y su uso, los deberes para y con quienes
administran el Estado; en fin, deberá restablecerse
el equilibrio entre los distintos órdenes de la
sociedad, la ley y las costumbres cristianas." (San
Pío XII)
3.1.4. Principio de subsidiariedad. Protección a
los núcleos, especialmente a la familia en su
sentido cristiano.
"Cuán grande sea la dignidad del casto matrimonio,
principalmente
puede
colegirse,
Venerables
Hermanos, de que habiendo Cristo, Señor nuestro
e Hijo del Eterno Padre, tomado la carne del
hombre caído, no solamente quiso incluir de un
modo peculiar este principio y fundamento de la
sociedad doméstica y hasta del humano consorcio
en aquel su amantísimo designio de redimir, como
lo hizo, a nuestro linaje, sino que también lo elevó a
verdadero y gran [1] sacramento de la Nueva Ley,
restituyéndolo antes a la primitiva pureza de la
divina institución y encomendando toda su
disciplina y cuidado a su Esposa la Iglesia..." (Casti
Connubii, nº 1)
3.1.6. Cultura de la vida y de la Calidad de vida.
Condena a toda forma de atentado contra la vida
humana: aborto -incluso en caso terapéutico-,
eutanasia, genocidio, homicidio, suicidio, etc. Y
promueve que la persona tenga todas las
condiciones necesarias para vivir: educación,
trabajo, alimentación, salud, etc.
"La Iglesia, iluminada por la fe, que le da a conocer
toda la verdad acerca del bien precioso del
matrimonio y de la familia y acerca de sus
significados más profundos, siente una vez más el
deber de anunciar el Evangelio, esto es, la «buena
nueva», a todos indistintamente, en particular a
aquellos que son llamados al matrimonio y se
preparan para él, a todos los esposos y padres del
mundo..." (Familiaris Consortio, nº3)
"El hombre está llamado a una plenitud de vida que
va más allá de las dimensiones de su existencia
terrena, ya que consiste en la participación de la
vida misma de Dios. Lo sublime de esta vocación
sobrenatural manifiesta la grandeza y el valor de la
vida humana incluso en su fase temporal. En
efecto, la vida en el tiempo es condición básica,
momento inicial y parte integrante de todo el
14
proceso unitario de la vida humana. Un proceso
que, inesperada e inmerecidamente, es iluminado
por la promesa y renovado por el don de la vida
divina, que alcanzará su plena realización en la
eternidad (cf. 1 Jn 3, 1-2). Al mismo tiempo, esta
llamada sobrenatural subraya precisamente el
carácter relativo de la vida terrena del hombre y de
la mujer. En verdad, esa no es realidad « última »,
sino « penúltima »; es realidad sagrada, que se nos
confía para que la custodiemos con sentido de
responsabilidad y la llevemos a perfección en el
amor y en el don de nosotros mismos a Dios y a los
hermanos..." (Evangelium vitae, nº 2)
“Si no existe una verdad última, la cual guía y
orienta la acción política, entonces las ideas y las
convicciones
humanas
pueden
ser
instrumentalizadas fácilmente para fines de poder.
Una democracia sin valores se convierte con
facilidad en un totalitarismo visible o encubierto,
como demuestra la historia” (Juan Pablo II, carta
encíclica “Centesimus Annus”, n. 46).
3.1.7. La existencia de la ley moral. La ley moral
se deriva de tres fuentes: la Revelación, el
Magisterio Social, y la conciencia. Las personas,
por su misma dignidad, deben conservarla,
cumpliendo con sus deberes, amando a Dios sobre
todas las cosas, y al prójimo como a sí mismo.
4. ANÁLISIS CRISTIANO DE NUESTRA REALIDAD SOCIAL
Redacta un ensayo desde el punto de vista cristiano sobre la realidad social en la que vivimos.
5. ECUMENISMO Y ACCIÓN SOCIAL CONJUNTA
El ecumenismo secular o social, hay que considerarlo como una de las etapas del movimiento ecuménico: en
primer lugar estaría la era de los pioneros, aquella que se inicia con la Alianza Evangélica [1846] y con la
Federación
Mundial de Estudiantes Cristianos a finales del siglo XIX. Viene después, la etapa eclesiástica; es el momento
en que las Iglesias como tales toman la iniciativa. Se trata de una tendencia dentro del movimiento ecuménico a
primar las actividades referentes al campo social, lo cual constituyó la finalidad de una de las ramas del Consejo
Ecuménico de las Iglesias ya en los momentos primeros de su nacimiento, a la que se llamó "Vida y Acción".
La convicción de que el deber esencial del cristianismo de hoy es también apuntar a la unión de la humanidad, y
no solamente de las Iglesias, impulsa este tipo de ecumenismo, por lo que valora más la acción universal de
reconciliación con el mundo, que la tarea repetitiva y sin claro fruto de una unión exclusivamente
intereclesiástica.
Ésta es la definición que da de esta tendencia del ecumenismo el P. Congar: "La experiencia positiva hecha por
los cristianos comprometidos efectivamente con otros en las actividades de la liberación humana y que hacen,
de este compromiso, una nueva y evangélica experiencia de su fe. El lugar de la vivencia evangélica ya no es la
Iglesia en tanto que sociedad sacral puesta aparte, sino la realidad humana o secular de la que sabemos que
tiene referencia al reino de Dios..." [Congar, Essais oecumeniques, 57].
15
EVALÚA TUS COMPETENCIAS
1. La Biblia es una compilación de textos que en
un principio eran documentos separados
(llamados «libros»), escritos primero en:
a. hebreo
b. arameo
c. griego
d. Todas las anteriores
6. El Antiguo testamento narra principalmente
a. La historia de los hebreos
b. La historia de los romanos
c. La historia de los musulmanes
d. Ninguna de las anteriores
7. Creencia en una o más deidades
a. Politeísmo
b. teísmo
c. Judaísmo
d. Islamismo
2. Quien fue Moisés
a. Un apóstol
b. Un profeta para el judaísmo
c. Un siervo
d. Ninguna de las anteriores
8. Creencia en la existencia de diversos dioses
organizados
a. Monoteísmo
b. Islamismo
c. Politeísmo
d. Budismo
3. La religión es un sistema de tipo
a. Existencial
b. moral
c. Espiritual
d. Todas las anteriores
9. El símbolo cristiano originario es
a. un ave
b. un pez
c. un perro
d. ninguna de las anteriores
4. La cuaresma se conmemora
a. El miércoles de ceniza
b. El domingo de resurrección
c. el jueves santo
d. el martes santo
10. La palabra religión proviene del latín:
a. Religio
b. Relige
c. Relig
d. Ninguna de las anteriores
5. El ateísmo significa
a. Creencia en un dios supremo
b. No cree en dios
c. Cree en varios dioses
d. Ninguna de las anteriores
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BIBLIOGRAFÍA
http://www.infermeravirtual.com/es-es/actividades-de-la-vida-diaria/la-persona/dimension-social.html
http://es.wikipedia.org/wiki/Moral
http://www.juridicas.unam.mx/publica/rev/boletin/cont/102/art/art7.htm
http://es.wikipedia.org/wiki/Separaci%C3%B3n_Iglesia-Estado
http://html.rincondelvago.com/ciencia-e-iglesia.html
http://www.clubdellector.com/articulos.php?id_articulos=457
http://riial.org/evangelizacion/030%20La%20Iglesia%20y%20la%20cultura.pdf
http://es.wikipedia.org/wiki/Doctrina_social_de_la_Iglesia
http://www.centroecumenico.org/INFOEKUMENE/ecumenismo.htm
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