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Editorial UNQ
SERIE DIGITAL 11 / Ciencias Sociales
La investigación
periodística en
la formación de
comunicadores
Serie Digital 11
Adriana Gisele Álvarez / Vanesa Arato / Mariana Campana / Matías
Comiccioli / Thamara Costa Ortiz / Franco Delaurentis / Mauro Gasparini
/ Ezequiel González / María Noelia Iglesias Dosil / Sonia López / Mayra
Mc’Causland / Luisa Moreno / Matilde Moyano / Paola Orlietti / Guido
Pappacena / Leticia Pautasio / Raúl Perea / Daniel Segal / Walter Sogos /
Paula Vecchi / Damián Javier Vidal / Cristian Vilardo
Coordinadores
Néstor Daniel González, Pablo Morosi
con la colaboración de Mauro Gasparini
SERIE DIGITAL / CIENCIAS SOCIALES
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Editorial UNQ
SERIE DIGITAL 11 / Ciencias Sociales
La investigación periodística en la formación de comunicadores
/ coordinado por Néstor Daniel González y Pablo Morosi. 1a ed. - Bernal : Universidad Nacional de Quilmes, 2012
E-Book.
ISBN 978-987-558-251-4
1. Ciencias de la Comunicación. I. González, Néstor Daniel,
coord. II. Morosi, Pablo, coord.
CDD 302.2
Universidad Nacional de Quilmes
Rector
Gustavo Eduardo Lugones
Vicerrector
Mario E. Lozano
Serie Digital
Directores
Mariano Belaich, Departamento de Ciencia y Tecnología
Margarita Pierini, Departamento de Ciencias Sociales
Editor
Rafael Centeno
Asistente de edición:
Alejandro Romagnoli
Universidad Nacional de Quilmes, 2012
Roque Sáenz Peña 352
(B1876BXD) Bernal
Buenos Aires, República Argentina
http://www.unq.edu.ar
[email protected]
ISBN 978-987-558-251-4 libro electrónico
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Editorial UNQ
SERIE DIGITAL 11 / Ciencias Sociales
COORDINADORES
Néstor Daniel González. Profesor e investigador de la Universidad Nacional
de Quilmes (unq) y de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social
de la Universidad Nacional de La Plata. Director de la Licenciatura en
Comunicación Social de la unq. Director del proyecto de investigación
“Contenidos audiovisuales digitales en el contexto de los nuevos servicios
de comunicación audiovisual. Políticas, actores y narrativas. Período 20102011”, perteneciente al programa de investigación y desarrollo “Tecnologías
digitales, educación y comunicación”. Codirector del programa de extensión
universitaria “Comunicación: participación y ciudadanía” y director del
proyecto de extensión universitaria “Cronistas barriales” de la unq.
Pablo Morosi. Profesor del Seminario y Taller de Periodismo de investigación
de la Licenciatura en Comunicación Social de la Universidad Nacional de
Quilmes. Profesor del Taller de Producción gráfica II de la Facultad de
Periodismo de la Universidad Nacional de La Plata. Actualmente es jefe de la
corresponsalía de La Plata del diario La Nación. También publicó en los diarios
Perfil, Página/12, El Sol de Quilmes y fue jefe de la sección “Información
general” del Diario hoy en la noticia.
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Editorial UNQ
SERIE DIGITAL 11 / Ciencias Sociales
Índice
Prólogo, por Néstor Daniel González . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 5
Presentación. El periodismo de investigación,
por Néstor Daniel González y Pablo Morosi. . . . . . . . . . . . . . . . . 6
Algo más que el “factor humano”. El tránsito
y sus siniestros, por Raúl Perea. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 8
No voy en tren. Discapacidad y transportes públicos,
por Paula Vecchi, Matías Comiccioli, Sonia López
y Daniel Segal. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 14
La noche quilmeña, por Mayra Mc’Causland, Luisa Moreno,
Cristian Vilardo, Ezequiel González. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 23
Quilmes: de la movida nocturna a las irregularidades,
por Franco Delaurentis, María Noelia Iglesias Dosil,
Guido Pappacena. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 31
VPH: el virus en la Argentina, por Thamara Costa Ortiz. . . . . . . . . 38
Como Botnia, pero en pleno conurbano,
por Damián Javier Vidal. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 42
Me muero por vivir en tu barrio, por Adriana Gisele Álvarez . . . . . . 53
Tener Karisma tiene su precio, por Matilde Moyano,
Vanesa Arato, Paola Orlietti, Walter Sogos. . . . . . . . . . . . . . . . . 59
Cuando la historia se olvida, por Mariana Campana,
Leticia Pautasio, Mauro Gasparini. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 68
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SERIE DIGITAL 11 / Ciencias Sociales
Prólogo
La Licenciatura en Comunicación Social de la Universidad Nacional de Quilmes
(unq) viene desarrollando desde hace algunos años un proceso que tiene como
objetivo la jerarquización de su carrera, promoviendo, entre varias estrategias,
el contacto entre la producción pedagógica, la investigación científica y la
extensión universitaria hacia la sociedad.
Por un lado, el crecimiento de la participación de estudiantes y graduados en
equipos de investigación y extensión da como resultado la creación de una masa
crítica en esos campos con recursos humanos formados por la aún joven unq, a
la vez que reposiciona a sus graduados en organismos de investigación científica,
que participan activamente en congresos y jornadas académicas. Por otro lado,
a través de los proyectos de extensión se establecen vínculos con experiencias
territoriales que se realizan junto con organizaciones sociales.
En cuanto a la producción pedagógica, la Licenciatura en Comunicación, por
su especificidad, genera permanentes producciones desde sus espacios áulicos,
gráficas y radiofónicas, audiovisuales y multimediales. El hecho de que estas
prácticas tengan proyección social posibilita dos cosas: en primer lugar, una
visibilidad regional de la producción universitaria que otorga a los alumnos
conciencia sobre las condiciones de producción y circulación; en segundo lugar,
les aporta una serie de experiencias de acreditación curricular que jerarquizan su
posición frente al medio productivo.
Algunos de los antecedentes que confirman estas iniciativas son la
participación en diversos festivales de documentales producidos en el desarrollo
de la carrera: Diagonal 90, por ejemplo, resultó ganador en el 7º Festival
Internacional de Cortos de Punta del Este (2009); Trincheras participó en
la muestra oficial del mismo festival; y El barrio que queremos lo hizo en las
muestras oficiales del Primer Festival de Artes Audiovisuales “Mirada Oeste”
de Godoy Cruz, el 2º Festival de Artes Audiovisuales de La Plata y el Primer
Festival de cortometrajes sobre exclusión y diversidad social “Imágenes sociales”.
En otros lenguajes, hay que mencionar la promoción de la producción en
Radio Ahijuna, FM Compartiendo, los periódicos La Fuente, He, Una Noticia
Queremos, etcétera.
Néstor Daniel González
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Presentación
El periodismo de investigación
Néstor Daniel González / Pablo Morosi
Por qué el periodismo de investigación
El periodismo de investigación, bastante relegado en nuestros tiempos, es una
experiencia sumamente importante en la formación de comunicadores porque
permite atravesar diferentes dimensiones del campo disciplinar y profesional.
La investigación posibilita indagar entre distintos tipos de fuentes de
información, rastrear aquellos sucesos que buscan ocultarse por intereses
específicos, armar un trayecto que permita recolectar insumos y documentos
para la producción textual; al mismo tiempo, lleva a indagar en recursos
narrativos que van desde los formatos informativos hasta los géneros literarios.
La investigación periodística permite, también, abordar temáticas que atraviesan
un amplísimo registro, pasando por las políticas públicas, la economía, la
ecología y la compleja diversidad de disciplinas científicas. Y, fundamentalmente,
invita a los estudiantes a un debate sobre la independencia de opinión y la ética
profesional.
A este proceso, que se desarrolla en nuestra carrera, le faltaba un espacio de
circulación que pusiera en contacto las investigaciones realizadas con los públicos
que gusten de este género, que resiste a su desaparición. A facilitar ese contacto
apunta esta publicación.
El periodismo de investigación:
el desafío pedagógico
El periodismo atraviesa hoy grandes e inéditos desafíos. La aparición de
nuevos formatos digitales vinculados al avance de modernas tecnologías para
la comunicación impone un escenario de instantaneidad que pone en crisis las
tradicionales plataformas desde donde durante siglos se desarrolló su actividad
y provoca amplios debates y pronósticos agoreros sobre su futuro. Como sea,
el aporte del periodismo al revelar información de ingente interés público que
pretende ser escamoteada, o silenciada, seguirá contribuyendo a la necesidad
humana básica de obtener información que le sirva para tomar decisiones y
desarrollarse en una sociedad más plural y transparente.
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Editorial UNQ
SERIE DIGITAL 11 / Ciencias Sociales
Más allá de la forma que adopte el periodismo dentro o fuera de lo que hoy
conocemos como “la prensa” o los medios masivos de información, el principal
reto parece ser dotar al periodismo, y a los estudiantes que aspiran a ejercerlo,
de mayor rigurosidad, profesionalismo y compromiso. Partimos de la premisa de
que el periodismo de investigación debe ser considerado una forma de acción, de
trabajo; un método de producción de contenidos informativos mediante el cual
se pretende excelencia en la calidad informativa y se busca, también, intervenir
en la comunidad; una metodología para ser aplicada en cualquier tipo de nota o
cobertura periodística, más allá de la complejidad del tema.
En ese sentido, el marco cuatrimestral del Seminario Taller de Periodismo
de Investigación dictado en la Universidad Nacional de Quilmes es encarado
desde el punto de vista de las rutinas laborales reales que impone el trabajo
periodístico, por lo cual se apunta a investigaciones de corto recorrido. Los casos
aquí publicados constituyen una selección de las cursadas de 2008, 2009 y 2010,
y muestran lo producido sobre la base de temáticas elegidas por los alumnos.
Durante las clases se busca que los alumnos incorporen herramientas y
desarrollen capacidades que les permitan realizar sus primeros ensayos de
investigaciones periodísticas a partir del conocimiento del género, su historia
y sus posibilidades. Con el objeto de incorporarlas a una rutina de trabajo, se
trabaja con las operaciones metodológicas vinculadas a la investigación en el
campo del periodismo: planificación, definición y selección de fuentes, técnicas
de investigación, tareas de campo, cotejo y entrecruzamiento de datos y,
finalmente, evaluación, redacción y presentación del material.
Se persigue desplegar aptitudes para la observación, planificación de las
tareas, elaboración de hipótesis de trabajo, clasificación, selección y contacto
con las fuentes de información. Se busca, asimismo, aprehender la complejidad
que implican las maniobras de ocultamiento de información, las ventajas de
internet y el mundo del periodismo de precisión. Con esos elementos a mano,
el estudiante aportará, a cualquiera de las tareas que le sean encomendadas, dos
elementos vitales para un buen periodismo: calidad y profundidad.
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Editorial UNQ
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Algo más que el “factor humano”
El tránsito y sus siniestros
Raúl Perea
La Policía Departamental de Quilmes, con datos cedidos gentilmente por su
Departamento Estadístico, dio cuenta de la friolera de 1.096 casos reportados
como “lesiones culposas”, es decir, siniestros con heridos producidos en los
municipios de Quilmes, Berazategui y Florencio Varela durante los primeros
cuatro meses de 2008. Hubo 230 en enero, 260 en febrero, 295 en marzo y
311 en abril. Las mismas fuentes informaron que entre el 12 de abril y el 18 de
mayo, es decir, en algo más de un mes, fueron diez los muertos registrados del
total de siniestros con heridos.
No se trata, claro está, de un problema local. Luchemos por la Vida, una de
las más importantes y activas ong que existen en el país, informó que fueron
8.104 los muertos por el tránsito durante 2007; esto es, 676 por mes, 22
muertes diarias.
Este aumento en los siniestros con consecuencias fatales en nuestro país
se manifiesta particularmente desde hace algunas décadas. Si se comparan los
índices de otros países que consideran la cantidad de muertos por cada millón
de vehículos en relación con la población y el número de vehículos circulantes,
se verifica que entre los años 1988 y 1995 estos datos tienen una tendencia
decreciente en países como Suecia, Holanda, Estados Unidos y España, mientras
que en Argentina van in crescendo: 1.000 para 1989, 1.200 para 1992 y 1.450
para 1995.
A esto se debe agregar que en Argentina transitamos por el quinto año de
relativa estabilidad económica, lo que ha generado una mayor venta de vehículos
(se fabricaron más de medio millón en 2007) y se prevé para 2008 el 30% de
aumento.
Para acercarse a las causas
De las fuentes consultadas se desprende que el automóvil es el medio de
transporte con mayor incidencia en los siniestros y que las causas atribuidas al
“factor humano” son la principales. El Centro de Estudios de Seguridad Vial
(cesvi), una empresa creada en 1996 por varias compañías de seguros, dedicada
a la experimentación, formación e investigación aplicada, y que contribuye al
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desarrollo de la industria automotriz y de la seguridad vial, provee un material
estadístico útil.
Allí puede observarse que casi la mitad de los vehículos siniestrados son
autos (49%), el 30% camiones y el 3% micros; que el 52% de los choques se
producen en rutas nacionales y el 68% en rectas; que el 48% de los choques son
frontales y que 82% ocurren en pavimento seco. También puede observarse que
se atribuye a lo que se denomina “fallas humanas” el 90% del total de las causas que
producen los siniestros, mientras que a fallas en el vehículo se le adjudica el 5% y
a factores externos otro tanto (véanse gráficos).
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Es ese 90% el que interesa resaltar ahora, no en desmedro de los otros factores,
sino con el objetivo de ahondar en determinados aspectos de la conducta
social de los argentinos, imbuida de una cultura que es mundial, y a la que se
denominará simplificadamente “cultura del automóvil”.
La cultura del automóvil
“La mayoría de los organismos especializados, como la mayoría de los
ciudadanos, responsabilizan al ‘mal conductor’ por los accidentes. ¿En dónde
existe ese ‘conductor perfecto’ si no es solo en la imaginación, a la manera de
un dios de atributos humanos perfeccionados? Tal sujeto ideal, tal conductor,
no existe.” Estas son afirmaciones que Roxana Kreimer, licenciada en Filosofía
y doctora en Ciencias Sociales (en los dos casos por la Universidad de Buenos
Aires), vierte en su trabajo La tiranía del automóvil, un texto que resume diez
años de investigación sobre el tema.
Según la autora, este sujeto ideal o “conductor perfecto” ha sido delineado
por una sociedad que forjó una cultura en la que el automóvil es un símbolo
de poder, prestigio y progreso, al punto de haberlo desligado de su función de
uso; símbolo cimentado también por poderosos intereses económicos y políticos,
que tienen en el automóvil un elemento de fundamental importancia para el
desarrollo. Es por eso que –siempre de acuerdo con lo señalado por Kreimer– el
automóvil mata en nombre del progreso y la civilización, y estas muertes parecen
aceptarse como el “mal menor” de una sociedad dispuesta a pagar esos costos.
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Se trata de una visión radical del problema para la que se plantean también
soluciones radicales: “aún en los países en los que se respetan las señales
de tránsito –es el caso de Suecia y Japón– y en los que la estructura vial es
adecuada, hay un alto número de muertos en accidentes automovilísticos. El
problema, por tanto, no se resuelve concientizando al conductor para que
respete las normas de vialidad, sino reduciendo el transporte automotor y
reemplazándolo gradualmente por medios de transportes menos peligrosos para
la vida y para la salud humanas”.
Daniel Zuccarelli, abogado, procurador y magister en Seguridad Vial por
la Universidad de Belgrano, asesor en la Cámara de Senadores de la provincia
de Buenos Aires, con más de 38 años de experiencia en el tema, no coincide
con esta visión. Para él habría que atacar el problema a partir de tres factores:
“Control de la expedición de licencias y su renovación; el control del tránsito
en la vía pública, de manera sistemática y transversal; y la educación vial, que
en Argentina se debe llamar concientización, es decir, no solo el conocimiento
normativo, sino también la internalización de las consecuencias que puede traer
una conducta desviada al respecto”.
Para Zuccarelli, se trata de atacar el “factor humano” de las causas de los
accidentes, entendido en un sentido amplio; es decir, se trata de alcanzar una
mayor toma de conciencia por parte de los conductores, los peatones y las
autoridades municipales, provinciales y nacionales.
De lo que no se habla
Lo cierto es que el tránsito vehicular aumenta sin cesar, al punto de congestionar
también las autopistas. El 26 de junio de 2008 el diario Clarín (“Autopistas
porteñas: hay más tránsito y colapsan en horas pico”) informaba que entre los
años 2002 y 2008 hubo un aumento del 83% en la circulación por esas vías y
que las horas pico se han extendido.
Para la mayoría de los expertos, se debe reducir la circulación del transporte
automotor y mejorar sustancialmente el uso de medios de transporte
públicos. Pero esta necesidad imperiosa no parece tener una pronta solución
si consideramos la acción del Estado. “¿Por qué razón, si la velocidad máxima
permitida es de 110 o 130 kilómetros por hora de acuerdo con la vía, se permite
la fabricación e importación al país de autos que duplican y hasta casi triplican
esta velocidad?”, pregunta con criterio Zuccarelli. Y agrega con vehemencia: “En
materia vial no se está haciendo absolutamente nada, la norma de emergencia
vial de la provincia de Buenos Aires existe solo en el plano declarativo”.
La Ley Nacional de Tránsito Nº 24.449 prevé la educación vial en los
niveles de enseñanza preescolar, primaria y secundaria, pero esto aún no se
ha implementado centralizadamente. Es así que muchas iniciativas quedan
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relegadas al plano local, municipal. Carlos Gavilán, coordinador general de la
Subsecretaría de Transporte y Educación Vial de la Municipalidad de Quilmes,
comenta: “Contamos con dos grupos de educadores viales, que son docentes
especializados en el tema; recorren todas las escuelas del distrito de Quilmes.
Centralmente, los chicos del jardín de infantes y la primaria. El programa
pertenece al Ministerio de Educación de la provincia de Buenos Aires al que
nosotros estamos adheridos”. Gavilán afirma además que el municipio está
participando del proceso de integración para la creación de un registro único de
conductores y de faltas a nivel de la provincia.
Las falencias del Estado se notan también en la falta de estadísticas
centralizadas. El Registro Nacional de Antecedentes de Tránsito (renat) fue
creado por la Ley 24.449 en 1996; sin embargo, muchos de sus datos están
menos actualizados que los de algunas ong. De allí que muchas veces se tropiece
con cifras que son muy dispares. Por ejemplo, el diario Crítica de la Argentina,
que maneja una estadística propia que contabiliza día a día los casos fatales,
informa de 800 muertes por “accidentes” de tránsito desde comienzo de año en
su edición del 12 de junio de 2008. El programa Cheque en blanco, de la radio
Rock&Pop, tiene contabilizados en la semana del 1 al 7 de junio de 2008 13
muertos, y 338 en lo que va del 2008, ambas cifras para todo el país.
Zuccarelli señala al respecto que “ninguna estadística es confiable por diversos
motivos. Por no estar centralizada en un organismo único al cual aporten los
demás; cada cual tiene la suya. Además lo que se cuenta como muerte, por
ejemplo, es al momento del hecho, o a lo sumo en algunos casos se realiza
un seguimiento de pocos días. Luego la causa de muerte se refiere como ‘paro
cardiorrespiratorio’, con lo que queda fuera de la estadística. Es decir, no hay
un seguimiento de los lesionados que luego mueren como consecuencia de un
siniestro vial”.
Se está entonces hablando de una pandemia, de muertes cotidianas que no
son fortuitas, de allí que sea un error denominarlas “accidentes”. Esto ha llevado
a que “la principal causa de muerte entre los jóvenes de entre 15 y 36 años en
Argentina sea el tránsito, según la Organización Mundial para la Salud”, señala
Zuccarelli. Se vuelve así al principio, en un círculo que siempre cierra con más
muertes. Un círculo del que se debe salir si no se quiere seguir sacrificando la
calidad de vida y hasta la propia existencia.
Desdicha en serie
Cuando Henry Ford fabricó el modelo T a inicios del siglo pasado, no imaginó
que provocaría tal revolución tecnológica en la cadena de producción, pero,
sobre todo, que el automóvil llegaría a convertirse en el símbolo por excelencia
de la modernidad. Cruel destino o, más bien, tendencia lógica de un sistema
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como el capitalista: el automóvil no llegó a ser la mercancía de consumo masivo
que Ford imaginaba, salvo en algunos pocos países centrales; y de factor de
progreso, confort y estatus, poco a poco se fue transformando en factor de
desdicha. “Nunca tantos han sufrido tanto por tan pocos”, escribió Eduardo
Galeano hacia finales del mismo siglo, alertando sobre los problemas de
polución que engendran los autos. Esta alerta debe incluir dramáticamente hoy
la posibilidad cierta de perder la vida en un instante.
Julio de 2008
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No voy en tren
Discapacidad y transportes públicos
Paula Vecchi / Matías Comiccioli / Sonia López / Daniel Segal
Son las seis de la tarde. El tren, como todos los días, rebosa de gente. Muchos
vuelven de sus trabajos, otros van a estudiar, todos tratan de llegar a destino.
La ruta de viaje va de Constitución a La Plata y en cada estación la carga y
descarga de pasajeros es constante: Avellaneda, Sarandí, Villa Dominico, Wilde,
Don Bosco, Bernal… y la lista sigue.
El tiempo para acceder al tren es limitado, la aglomeración impide entrar
y salir del vagón con ligereza, muchos deben bajar para permitir el paso. Son
apenas segundos en cada parada, pero en esa tarde templada en la estación
Bernal los segundos se suceden unos a otros sin que la unidad ferroviaria dé
continuidad al viaje.
Los usuarios comienzan a fastidiarse, a buscar explicación y consuelo echando
culpas a “lo mal que funcionan los transportes públicos en la Argentina”, hasta
que decenas de ojos deciden asomarse para despejar la incógnita de la demora.
Un hombre en silla de ruedas solicita a un encargado de la seguridad del
tren que lo suba a uno de los vagones. El encargado parece conocerlo: un joven
de veinte años, que dice llamarse Diego. La conversación entre ellos es corta y
directa. Diego sabe que debe esperar la solidaridad de los demás para tomar el
tren. El silencio de todos acalla las quejas y las presunciones sobre la demora.
La imagen nos revela que no cualquier persona puede acceder sin obstáculos
al tren, por lo menos no una persona discapacitada. Y hace evidente que la
prestataria del servicio no contempla esta necesidad, ya que es un encargado de
seguridad quien lo ayuda.
El tren sigue detenido y el guardia de seguridad acaba por dar
aproximadamente once vueltas a la silla de ruedas de Diego, tratando de
ingeniárselas para ver cómo cumplir esa tarea que no está entre las que tiene
asignadas; al ver que el problema no tiene solución individual, dos pasajeros de
gran contextura física deciden ayudar.
Al fin, con ciertas dificultades, Diego puede comenzar su viaje. La intención,
solidaria, es buena, pero no resuelve el problema: esta escena es frecuente en el
ramal Constitución-La Plata. Y las personas como Diego las sufren día a día.
Gustavo Ferreira es no vidente y representante de la Dirección de
Discapacidad de Quilmes; él alegó que “ante los trastornos que deben sufrir para
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poder usar el tren, los discapacitados se autoexcluyen”. Al igual que la mayoría
de nuestros entrevistados, Ferreira utiliza el colectivo.
Estas declaraciones demuestran que el transporte público no es para todos
y mucho menos para el 7% de la población que, según datos del Ministerio
del Interior, sufre algún tipo de discapacidad. La responsabilidad recae sobre
la empresa encargada de la concesión de la red ferroviaria. La concesionaria,
la Unidad de Gestión Operativa Ferroviaria de Emergencia Sociedad Anónima
(ugofe s.a.) es una entidad formada por tres empresas privadas: Metrovías,
Ferrovías y Trenes de Buenos Aires. Poseen la concesión de todos los ramales del
Gran Buenos Aires y del servicio de subterráneos.
Según el gerente de Relaciones Institucionales de ugofe, licenciado Eduardo
Montenegro, para los casos como el que se plantea, “en algunas estaciones, hay
rampas móviles de acceso –por ejemplo en Constitución–, pero esto implica
retrasos: traer la rampa, elevarla, cuando el tren solo está dos o tres minutos en
la estación”. Y agrega: “Reconocemos que los problemas hacen muy difícil el
traslado de personas discapacitadas, con bastones o muletas”.
Esta realidad no es nueva. En el año 2005 el ex defensor del Pueblo, Eduardo
Mondino, emitió un dictamen contra estas y otras empresas prestadoras de
servicio ferroviario en el que denunciaba la falta de consideración hacia los
usuarios discapacitados. Allí señalaba: “sanitarios que formalmente existen pero
que no están en condiciones de ser usados, falta de señalización y carencia
absoluta de la posibilidad de viajar en el servicio para personas con movilidad
reducida en la mayoría de las estaciones”.
Además, consideró que “se trata del ofrecimiento de un servicio público
a medias, y solo para algunos”, y resaltó que lo investigado en las estaciones
“resulta claramente violatorio de las disposiciones de la Ley N° 24.314, relativa a
la accesibilidad de las personas con movilidad reducida, que establece el Sistema
de Protección Integral de los Discapacitados”.
Sobre posibles mejoras, el licenciado Montenegro dijo: “Estamos haciendo
una aproximación a una solución en el ramal Bosques vía Temperley, donde
todos los ramales van a ser elevados. Esto es así hasta la estación Claypole y se
continuará hasta Bosques”.
Las remodelaciones que en los últimos años se hicieron y se siguen haciendo
fueron pensadas para permitir el acceso de cualquier persona con discapacidad
desde la calle hasta el andén: un objetivo de inclusión que se desmorona cuando
tratar de subir al tren se convierte en una frustración. Algo que hoy le sucede a
Diego; y no es al único que le ocurre. Los discapacitados pueden llegar –no sin
inconvenientes– hasta la estación, pero en muchos casos les resulta imposible
subir al tren.
Fernando Juan y Silvia Banegas son pareja hace cinco años. Se conocieron en
silla de ruedas en el Centro de Día Villa del Sol. La discapacidad de Fernando
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Editorial UNQ
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se debe a la esclerosis múltiple y la de Silvia, a una mielitis total (inflamación
medular).
Ellos eligen no viajar en tren por tres razones: la posibilidad de que les roben
al considerarlos “vulnerables”, la falta de solidaridad con la que se pueden
encontrar y la imposibilidad de subir al tren. En palabras de Juan: “En las
estaciones hay rampas, pero capaz la rampa es muy empinada, entonces no la
podes subir solo. Yo, por ejemplo, no puedo y para que pueda subir al tren
queda un espacio, y cómo haces…”.
Silvia, su pareja, agregó: “[los trenes] no están preparados para discapacitados
y somos muchos los discapacitados”. Los testimonios recogidos dan cuenta de
que las personas con discapacidades en el caso de viajar optan por el colectivo.
Carlos Dalmacio sufre una discapacidad motora que le exige moverse con un
andador formado por cuatro patas: “No utilizo el tren por miedo y porque no
te dan el asiento. Voy en colectivo porque el colectivero me ayuda o hay gente
que lo hace. Tengo artrosis en las dos caderas, me operaron hace dos meses. Hace
poco utilicé el tren, fui parado. La gente me veía y no me daba el lugar –yo estoy
operado, no puedo ir parado– y me bajé a esperar otro tren”, afirmó en voz baja.
Para Carlos estas dificultades se extienden más allá del acceso al tren: “La
dificultad que encuentro es que soy muy lerdo para pasar los semáforos [el
trayecto de una cuadra le demanda 10 minutos]. En la estación de Bernal las
veredas no tienen ancho para que pueda pasar con el andador. Hacen falta
rampas”.
ugofe se escuda y explica la inacción de la empresa: “La estructura del
ferrocarril en la Argentina fue planificada hace 60 o 70 años, por lo tanto
no está contemplada la larga lista de derechos que hoy se adjudica a los
discapacitados motores. Estaba armado para personas con movilidad plena; de
hecho, los trenes tienen escalerillas”, aseveró su vocero.
El presidente y fundador de la Asociación Discapacitados en Marcha (adem),
Daniel Kalbermatter, afirmó que desde la ong estudiaron las dificultades de
los discapacitados para acceder a las formaciones del Roca en la estación de La
Plata: “Este año iniciamos un relevamiento de las condiciones en que deben
viajar los discapacitados en el ferrocarril Roca, en particular en el ramal Buenos
Aires-La Plata, debido a que somos vecinos de esta última ciudad y no tenemos
muchas maneras de viajar a ciudades intermedias si no es en automóvil u otros
vehículos de traslado, ya que los micros de larga distancia van por la autopista
o la ruta, lejos de los centros comerciales o administrativos. Nos acercamos a la
estación cabecera de La Plata y averiguamos cómo podíamos hacer para que dos
discapacitados pudieran abordar un tren y viajar hasta Quilmes, donde debían
realizar un trámite”.
En primer lugar se dirigió a la boletería, donde lo derivaron al personal que
controla los pasajes antes de ingresar en los andenes. Allí le pidieron que se
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dirigieran al personal de la Policía de la provincia de Buenos Aires, que es la que
custodia la estación.
Daniel Kalbermatter continuó su relato: “Los agentes de la bonaerense nos
escucharon y nos ofrecieron la posibilidad de subir a los dos discapacitados al
furgón de la formación, junto al personal de seguridad privada contratado por
ugofe. Además, nos ofrecían llamar por radio al personal de seguridad de la
estación de Quilmes para ayudarlos a bajar, aunque no podían garantizarnos
que hubiera personal suficiente para realizar esa tarea si al mismo tiempo que
llegaba el tren hubiera algún hecho que requiriera su intervención en la estación.
Pero esto se contradice con lo que señala claramente la Ley Nacional 24.314 de
Accesibilidad de Personas con Movilidad Reducida, en cuanto que deben poder
acceder al transporte público de pasajeros sin ningún tipo de ayuda si pueden
desplazarse por sus propios medios”.
Además, la Ley 10.592 de la provincia de Buenos Aires dice en el artículo
24 que “las vías y espacios libres públicos deben permitir a las personas
con movilidad reducida gozar de las adecuadas condiciones de seguridad y
autonomía como elemento primordial para el desarrollo de las actividades de la
vida diaria”.
El titular de adem nos explicó que solicitaron hablar con la administración
de la estación: “Fuimos recibidos de muy mala manera, con poca voluntad
de ayudarnos e, incluso, molestos porque hacíamos ese tipo de planteos. Nos
dijeron que ‘la situación era esa’ y en ningún momento se mostraron dispuestos
a escuchar alguna propuesta para resolver la situación, pese a que es una estación
terminal, la más importante del recorrido luego de Constitución. Pero nuestra
sorpresa mayor fue cuando casi a los gritos nos pidieron que abandonáramos las
oficinas, ubicadas en el primer piso de la estación; una de las personas que lo
hacía era un discapacitado que se trasladaba en silla de ruedas. Esto no hizo más
que dejar en claro el doble problema: ausencia de control gubernamental, pero
también falta de educación por parte de la población en general”.
La legislación que no se respeta
Confluyen así diversos problemas: la inacción y falta de cumplimiento de las
leyes de las autoridades gubernamentales y de las prestadoras de servicios; en
muchos casos, la indiferencia de los ciudadanos sin discapacidad hacia los que sí
la tienen; y el problema de una ciudad con infraestructura insuficiente e insegura
para la circulación independiente de personas discapacitadas.
Kalbermatter comentó que “adem logró tomar contacto con Cecilia Pasos,
funcionaria de la Defensoría del Pueblo de la Nación, quien comprometió su
apoyo para que el organismo encare en forma conjunta un relevamiento de toda
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la red ferroviaria de la provincia de Buenos Aires, tomando en primer término el
ramal Buenos Aires-La Plata”.
El directivo de la ong señaló también que “muchas personas con movilidad
reducida no quieren salir a la calle por temor a no poder superar las dificultades
que se le presentan, lo que provoca una desvalorización de sus capacidades y los
lleva a quedarse encerrados en sus casa sin poder muchas veces, incluso, trabajar.
La legislación es bastante clara para garantizarles trabajo, pero no se respeta. Y
esto no sucede solo en la Argentina, es a nivel mundial. Hay países europeos,
como España, donde la situación es similar o aun peor que aquí; pero en otros
países, como Chile, se trabaja mucho y bien sobre el tema”.
En sintonía, la trabajadora social del Centro de Día Villa del Sol, de
Bernal, Mariela Cardozo, afirmó que los pacientes “que se movilizan, lo hacen
en colectivo” y no optan por el tren. Además, dijo, la ciudad está llena de
impedimentos: “Las rampas no están bien hechas. Para cruzar la calle tienen que
pedir asistencia. El sonido del semáforo no sirve; la gente no respeta las líneas
ni el semáforo; ellos pueden escuchar la chicharra, pero capaz los pasan por
arriba”. Agregó que se debe asegurar que la persona “se pueda mover sola por la
ciudad, que la persona dentro de sus posibilidades pueda manejarse de manera
independiente. En el caso de una estación de trenes, debe haber un acceso
cercano; y ni hablar de los negocios, ninguno tiene rampa y ni el ferrocarril ni
la municipalidad controlan el tema de los puestos ambulantes [con los que se
tropiezan]”.
Además de la Ley Provincial citada anteriormente, existe la Ley Nº 22.431
de carácter nacional. El artículo 22 dice: “En toda obra pública que se destine
a actividades que supongan el acceso de público […] deberán preverse accesos,
medios de circulación e instalaciones adecuadas para personas discapacitadas que
utilicen sillas de ruedas. La reglamentación establecerá el alcance de lo impuesto,
atendiendo a las características y destino de las construcciones aludidas. Las
autoridades a cargo de las obras públicas existentes preverán su adecuación para
dichos fines”.
Las leyes son claras acerca de la accesibilidad de personas discapacitadas.
Al no cumplirse estas normas, la empresa encargada de la administración
ferroviaria estaría en falta. Así lo corrobora la intimación que el gobierno le
hiciera en 2003 al anterior prestador, Transporte Metropolitano Roca S.A., como
concesionario de ferrocarriles. Allí la Secretaría de Transporte resolvió “intimar”
a Metropolitano para que en un plazo de 20 días hábiles procediese a “reparar”
todos los trenes que tenía en servicio y a “mejorar” los accesos y los baños de las
estaciones. Además debía incorporar a cada formación un vagón especial provisto
de rampas móviles y personal de asistencia para la atención de las personas
discapacitadas.
Esta intimación se definió un día después de que saliera a la luz el informe de
la Jefatura de Gabinete que puso al descubierto el pésimo estado de los servicios
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Foto: Natalia García
de Metropolitano (líneas Roca y Belgrano Sur) y tba (ferrocarril Sarmiento);
pero fue un ultimátum lanzado por el gobierno como respuesta a lo dispuesto
por el juez federal Ángel Di Matteo.
Al poco tiempo, Di Matteo decidió intimar tanto a la empresa Metropolitano,
como al propio gobierno, para que en un plazo de entre 30 y 45 días
procedieran a adoptar todas las medidas necesarias para que los usuarios de la
línea General Roca “tengan un servicio digno y eficiente”.
Ante ese emplazamiento judicial, el entonces secretario de Transporte,
Guillermo López del Punta, dispuso intimar a Metropolitano para que en el
término de 20 días cumpliera con las siguientes medidas.
Trenes: tanto las formaciones eléctricas como las correspondientes a los
ramales diésel que salieran a prestar servicios deberían tener todos los asientos,
los dispositivos de iluminación en perfecto estado, las ventanillas colocadas y las
puertas en buen estado de funcionamiento.
Estaciones: se deberían arreglar los baños, los accesos, los techos y los andenes
de todas las estaciones del Roca.
Obras para discapacitados: la empresa tendría que instalar “rampas móviles
o fijas” en todas las estaciones para facilitar el desplazamiento de las personas
discapacitadas. En los trenes debería incluir –como mínimo– un coche
acondicionado para el acceso de los discapacitados, quienes deberían contar con
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la asistencia de personal de la empresa tanto en los andenes como en interior de
las formaciones.
La resolución de la Secretaría de Transporte establecía también que la
Comisión Nacional de Regulación del Transporte (cnrt) debía presentar un
informe “cada tres días” para mostrar qué grado de avance tenían los trabajos
exigidos. Los reguladores tendrían diez días para elaborar la “documentación
técnica y económica de las obras de emergencia” que se concretarían ese año en
el ferrocarril Roca con los aportes del Estado.
Esta intimación a Metropolitano y la posterior tensión de fuerzas con el
Estado y la justicia no tuvo efecto, y a la luz de los hechos relatados hasta aquí,
se evidencia que tampoco se modificó con la llegada de la ugofe.
Hasta ahora, las demandas, intimaciones y denuncias siguen sin poder lograr
que un pasajero en silla de ruedas pueda subir al tren por sus propios medios.
Las presentaciones y la preocupación de las ong tampoco son suficientes para
poder enfrentar al monstruo empresarial que tiene la posesión de las líneas
ferroviarias.
Esta imposibilidad, que perjudica tanto a discapacitados motrices y
sensoriales, y que muchas veces resulta indiferente para el resto de las personas,
puede ser considerada una violación a los derechos humanos. Sin embargo, se
pudo constatar que las personas discapacitadas y sus allegados no presentan
denuncias sobre el problema. “Hace tres años que estamos en funciones y
no tenemos registro de planteos de asociaciones de discapacitados. Sí hemos
conversado con gente del inadi, por los accesos a las estaciones, pero no
tuvimos pedidos sobre ese tema en particular”, dijo el gerente de Relaciones
Institucionales de la ugofe. Las ong adem y Acceso Ya y la Dirección de
Discapacidad de Quilmes coinciden en este sentido.
Según el funcionario, el Estado no hace cumplir las leyes y los damnificados
por esa situación no intiman ni al Estado ni a la empresa. Y aunque hubiera
un fallo a favor de los damnificados, “no hay manera de cumplirlo, debido que
obligaría a una gran inversión fuera del convenio-marco y esto no es posible”,
manifestó el portavoz de la ugofe.
El acuerdo firmado con el Estado desliga a las empresas prestatarias nucleadas
en la ugofe de garantizar el servicio del ferrocarril con unidades con acceso
a todos; así se evidencia en un amparo llevado a cabo por el ex defensor del
Pueblo Eduardo Mondino, que data del 24 de agosto de 2006, en contra de las
prestatarias del servicio de ferrocarril. El amparo se presentó “por no garantizar
a todos los pasajeros condiciones de seguridad de higiene y particularmente a lo
que hace al uso de personas con capacidades diferentes”.
Por su parte, la ugofe manifestó que sus obligaciones se basan en el Acuerdo
de Gerenciamiento Operativo de Emergencia que –en los términos de lo
dispuesto en el artículo 4° del Decreto 798/04 y Resolución 408/04– suscribiera
el 27 de octubre de 2004 con la Secretaría de Transporte: tiene “la obligación
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de operar con los bienes que le fueron entregados y en el estado en que ellos se
encontraban a la fecha en que tomó posesión de los mismos, habiendo el Estado
Nacional asumido la obligación de mantenerla indemne de todo reclamo por
responsabilidad civil”.
Montenegro recalcó: “No somos concesionarios, somos operadores, por eso
tenemos obligaciones distintas; por ejemplo, el 100% de las decisiones sobre
la empresa son consensuadas con la Secretaría de Transporte”. El dueño de los
ferrocarriles es el Estado, las empresas privadas lucran por administrarlos. La
ugofe cobra un honorario mensual equivalente al 6% del total de los ingresos
provenientes por la venta de boletos y el pago de las obras y reparaciones del
material ferroviario que cubre el Estado.
Montenegro resaltó también que las quejas sobre la calidad de prestación del
servicio “bajaron el 40%” desde el año 2007, cuando iniciaron la prestación
(ugofe sumó entonces a sus ramales el de San Martín y el de Belgrano Sur, que
administraba Metropolitano).
El servicio de trenes es rápido y económico en comparación con el colectivo.
Por ejemplo, el recorrido de Constitución a Bernal se realiza en menos de 30
minutos, y el valor del boleto (subsidiado por el Estado) es de 0.90 centavos; en
cambio ese mismo tramo realizado en alguna línea de colectivos exige el doble
de tiempo o más, y el valor del boleto asciende a $2 (también subsidiado).
El transporte ferroviario es un servicio público. Es un derecho insoslayable
el poder acceder a los servicios indispensables para la vida y la realización de las
tareas cotidianas.
Que sea público significa que debe ser prestado de manera que garantice el acceso
y el uso a todo tipo de usuario. En la reglamentación argentina el Decreto 914/17
sobre Sistema de Protección Integral de los Discapacitados “establece como prioridad
la supresión de las barreras físicas en los ámbitos urbanos, arquitectónicos y del
transporte que se materialicen en lo futuro, o en los ya existentes que remodelen o
sustituyan en forma total o parcial sus elementos constitutivos, con el fin de lograr la
accesibilidad para las personas con discapacidad. La mejora de la calidad de vida de
toda la población y, específicamente, de las personas con movilidad reducida –o con
cualquier otra limitación– es un objetivo acorde con el cumplimiento del mandato
constitucional que consagra el principio de igualdad para todos los habitantes, el
cual ya ha comenzado a desarrollarse en la Ley 22.431 y las normativas provinciales
en la materia”.
Cobra vida nuevamente la frase “hecha la ley, hecha la trampa”. Los decretos
y leyes parecerían estar hechos para no cumplirse cuando apuntan a hacer valer
los derechos humanos; en cambio, un Acuerdo de Emergencia que se realiza
por decreto, como el que suscribieron la ugofe y la Secretaría de Transporte en
2007, se cumple a rajatabla.
Julio de 2010
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Responsabilidades compartidas
y un poco de historia
La Unidad de Gestión Operativa Ferroviaria de Emergencia S.A. está
formada por tres empresas privadas, Ferrovías, Metrovías y Trenes de
Buenos Aires, que explotan desde 2005 parte de la red ferroviaria de
pasajeros y la red de subterráneos. El 23 de mayo de 2007 por el Decreto
591/07 sumaron la concesión de prestación del servicio de ferrocarril
de la zona metropolitana (su vía principal parte de Constitución, en la
Ciudad de Buenos Aires, y se dirige hacia el sur del país, atravesando las
provincias de Buenos Aires, La Pampa, Neuquén y Río Negro).
El 23 de junio de 2004 el Estado había rescindido el contrato que
tenía con Transporte Metropolitano San Martín S.A., y el acuerdo que
suscribe la ugofe en mayo de 2007 se declara de “emergencia” (y, por
lo tanto, por contrato directo, sin ir a licitación), ya que la medida fue
producto de los graves incidentes registrados el 15 de mayo de ese año
en la estación Constitución. Tras demoras y suspensiones de servicios
de diversas formaciones del Metropolitano, cientos de pasajeros
habían incendiado boleterías y roto unidades, hecho que terminó con
21 heridos y 16 detenidos. En noviembre de 2005 había ocurrido
una acción directa similar por parte de los usuarios frustrados por el
ineficiente servicio, en este caso en la estación de Haedo, ramal a cargo
de Trenes de Buenos Aires; tras reiteradas demoras, que llegaban a durar
horas, incendiaron parte de la unidad ferroviaria.
En junio de 2010 la prestación del servicio continúa siendo
ineficiente y sigue violando las disposiciones de la Ley N° 24.314
relativa a la accesibilidad de las personas con movilidad reducida que
establece el Sistema de Protección Integral de los Discapacitados.
Ni la Secretaría de Transporte ni la Comisión Nacional de
Regulación del Transporte, representante estatal de los intereses de
todos los ciudadanos, encargadas de controlar que la prestataria
cumpla con las obligaciones a su cargo, incluyeron entre estas la
de garantizar el acceso y uso del servicio público del transporte
ferroviario por parte de todos los habitantes en general y de las
personas discapacitadas en particular. Al encomendar a la ugofe
que preste el servicio con los bienes que le fueron entregados, avala
que no exista obligación de las empresas, de modificar las unidades
para que el derecho de acceso al servicio público de todos los
miembros de la sociedad se cumpla. Ambas partes, este conjunto de
empresarios privados y las autoridades estatales, se eximen así de la
responsabilidad de cumplir las leyes.
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La noche quilmeña
Mayra Mc’Causland / Luisa Moreno / Cristian Bilardo /
Ezequiel González
La noche de Quilmes es una de las más elegidas del conurbano bonaerense. Esta
ciudad de la zona sur del Gran Buenos Aires se ha convertido en la segunda
de mayor concentración nocturna de la provincia (San Miguel, al norte del
conurbano, es la más importante), de acuerdo con los datos de la Dirección de
Espectáculos Públicos del Municipio. Según la misma fuente, alrededor de 50
mil personas transitan por el corredor nocturno quilmeño cada fin de semana.
Más de 34 bares y pubs en el centro de la ciudad y varios boliches ubicados
sobre la avenida Calchaquí y la Costanera forman parte de la variada oferta. La
municipalidad tiene estipulados los sectores para cada tipo de emprendimiento,
según la normativa prevista por la Ordenanza 7.425, dictada en 1994. Sin
embargo, según denuncias de los vecinos, esa norma no se cumple y las
inspecciones dejan muchas dudas.
Ya en el comienzo de la gestión del actual intendente, Francisco Gutiérrez,
los casos del restaurante Donovans y los bares Mal Amado y Justo Brandsen
hicieron dar un paso al costado al director de Habilitaciones de la comuna, Luis
Lofeudo, y a los inspectores Roberto Doppelgatz y Patricio Enríquez.
Una recorrida por el centro de la ciudad muestra a las claras que muchos de
los bares distribuidos en las 54 manzanas del casco céntrico funcionan como
locales bailables. Las colas para comprar entradas o los custodios de seguridad
privada en la puerta no deberían tener sentido, ya que los bares son de libre
acceso.
El bar Cronos Club, situado en Garibaldi 228, constituye un caso testigo
para dar cuenta de la situación descrita. En su entrada tiene una pista amplia
con las características de un bar: mesas y sillas en las columnas, del lado derecho
e izquierdo, en el medio unos sillones y al fondo una barra. Allí la música se
mantiene en un volumen medio, por lo cual se escuchan las voces del público.
Pero al ir hacia los baños, que están en un pasillo detrás de la primera pista,
hay una puerta que permanece abierta. Esta conduce a otra pista que tiene una
barra amplia, mesas y sillas pegadas a las paredes y unos sillones en el medio. El
volumen de la música allí sí es tan alto que supera las voces del público. Desde
su inauguración en octubre de 2009, Cronos fue objeto de innumerables críticas
vecinales y hasta la propia Cámara de Bares cuestionó el tamaño y la capacidad
del lugar.
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Foto: Natalia García
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Mario Briora vive en un décimo piso sobre Garibaldi, frente a Cronos, y es uno
de los vecinos que más se ha movilizado por la problemática de la noche. Incluso
llegó a hablar con Raúl Oviedo, secretario de Gobierno Municipal, a quien le
reclamó por los ruidos molestos, los estacionamientos indebidos, el caos vehicular,
la inseguridad y la limpieza. Sus planteos, al igual que las críticas a la Comisaría
1a, seccional a cargo del centro quilmeño, fueron difundidos a través de diferentes
medios locales, como los portales Quilmes a Diario, Espejonet.com.ar o el blog
Seccionvermouthweb. Por otro lado, Aníbal Mathis, titular de la Asociación
Bonaerense de Empresarios de Confiterías Bailables (abecba), también cuestionó
la apertura de Cronos al asegurar que por sus características se parece más a un
boliche que a un bar.
El tema de la noche es siempre sensible por la cantidad de incidentes que se
producen constantemente en la zona de los bares. El más reciente tuvo lugar
el sábado 19 de junio: los patovicas del bar Mal de Amores –ubicado a diez
metros de Cronos– golpearon a un joven y lo sacaron del establecimiento. El bar
fue clausurado provisoriamente y el caso se está investigando para llevarlo a la
justicia.
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El “bar” Cronos
Cronos es un local que en los registros del municipio está habilitado como bar.
Entre las varias restricciones que rigen sobre los bares, se halla la prohibición de
bailar y brindar recitales. A pesar de ello, puede comprobarse que los jóvenes
que concurren, aprovechando sus amplias dimensiones, lo convierten en un
local eminentemente bailable. Pero los únicos sitios habilitados para bailar son
los boliches, prohibidos en el centro quilmeño. La excepción es Buró –ubicado
en Alem 214, a la vuelta de Cronos–, ya que funciona con anterioridad a la
Ordenanza 7.704 de 1996, que definió la zona para los boliches: Camino
General Belgrano –en toda su longitud-, Tomás Flores –entre Camino General
Belgrano y Donato Álvarez–, las avenidas Otamendi, Italia, Cervantes y España
–en su totalidad–, la Av. La Plata –entre 12 de Octubre y Oscar Smith–, la Av.
Espora hasta la Costanera, y ambos lados de la autopista Buenos Aires-La Plata
hasta un máximo de 50 metros.
Cronos no es el único caso: es de público conocimiento que hay varios
centros nocturnos en donde se baila a pesar de la prohibición. Dunkue, Mal de
Amores y La Mentirosa son algunos de esos sitios.
A pesar de que Cronos cuenta con dos amplias pistas donde cada fin de
semana cientos de jóvenes bailan, llama la atención que en la página web del
establecimiento, <www.cronosclub.com>, no se exhiben imágenes de esa parte
del local. En el sitio tampoco se menciona la palabra “baile”, ni siquiera en
el hipervínculo “sectores”, en el que al hacer un clic aparecen fotos del Living
Lounge, el Resto y El Deck, los diferentes espacios del bar. Tampoco en la
red social Facebook, a través de la que se realizan invitaciones colectivas, se
menciona la palabra “bailar”.
Incumpliendo las leyes
Pero Cronos, al igual que prácticamente todos los bares del centro, no solamente
viola ordenanzas municipales. Las leyes 14.050 y 14.051 de la provincia de
Buenos Aires, que rigen desde el 21 de noviembre de 2009, también están
siendo infringidas. Hay dos cuestiones centrales: el expendio de bebidas
alcohólicas y la admisión de menores de edad. En este sentido, Cronos ha sido
clausurado varias veces, pero la última, el sábado 19 de junio, fue porque se
encontró a este tipo de público bebiendo y bailando en las instalaciones del
lugar. Según Radio Quilmes 98.9 FM, en este caso la municipalidad no fue
la institución que cerró el bar, sino los inspectores de la provincia a cargo del
Ministerio Provincial de Desarrollo Social encabezado por Baldomero Álvarez
de Olivera, ex intendente de la comuna de Avellaneda. Es sabido, e incluso
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reconocido por empleados de estos lugares que prefirieron no darse a conocer, la
asistencia de menores de edad.
La normativa regula la venta de bebidas con alcohol, ya sea en espacios
abiertos o cerrados, en un horario específico (entre las 22:00 y las 5:30 horas,
aunque existen excepciones dependiendo de las autoridades competentes; se
puede extender hasta las 6:30). Por cada una de las violaciones a los artículos,
se debe pagar una multa de entre $5.000 y $30.000, según la gravedad del
asunto; incluso se puede llegar al cierre temporario (entre 30 y 90 días). En
reiteradas ocasiones Cronos fue clausurado por alguno de estos motivos, aunque
rápidamente volvió a abrir sus puertas.
Jorge Briasco es juez de Faltas del municipio. Como responsable del Tribunal
3, es quien ordena realizar inspecciones en conjunto con la Secretaría de
Gobierno Municipal, a través de la Dirección de Espectáculos Públicos del
distrito, a cargo de Diego Borrel.
En varias oportunidades Briasco determinó la clausura de Cronos y el pago de
multas, pero sus decisiones fueron apeladas. La primera causa, cuyo expediente
es el v3-06088-09, data del 11 de diciembre de 2009. Briasco aplicó una multa
a Cronos de $4.760 por desvirtuar el rubro bar para el cual fue habilitado.
El 17 de diciembre la causa fue elevada a una instancia superior, la Justicia
Correccional, en donde la medida fue apelada y la condena suspendida. Luego,
el 28 de enero de 2010, el juez quilmeño pidió nuevamente cerrar el lugar
por reincidir en la violación del rubro. En el expediente v3-00074-10 consta
un pedido de clausura por 3 meses y una multa por $5.955 que tampoco se
cumplió. Hasta el momento, el archivo no fue elevado al Tribunal Correccional.
Por otro lado, el portal Quilmes a Diario publicó en su edición del día 1 de
diciembre de 2009 que este polémico sitio también ha sobrepasado el horario
en el que puede estar abierto para el público; según la ley, los bares pueden
funcionar hasta las 2 de la madrugada. Según Oviedo, para ese entonces el
dueño de Cronos –se desconoce si la referencia es para el responsable legal del
lugar–, Diego Dublini, había prometido cerrar el lugar entre la una y media
y dos de la mañana, pero se ha visto que cierra mucho más tarde, al igual que
otros bares que se encuentran en la zona. Oviedo no pudo precisar cuál fue la
ordenanza que derogó la 7.425/94, que prohíbe la habilitación de bares. Todo
indica que el gobierno de Francisco Gutiérrez, como los anteriores intendentes,
no ha tenido en cuenta esa disposición votada por el Concejo Deliberante
y promulgada por el entonces intendente Aníbal Fernández, actual jefe de
Gabinete de la Nación.
Pese a la insistencia por conocer la opinión de los propietarios o gerenciadores
de Cronos, estos no pudieron ser contactados para la realización de este artículo.
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Una noche
Los fines de semana, en particular los sábados, a medida que el reloj avanza
hacia las 2, es moneda corriente la congestión de decenas de chicos y chicas
haciendo fila para lograr entrar a Cronos. En la puerta principal, tres “patovicas”
en la puerta y dos relacionistas públicos controlan la circulación de la gente.
Al llegar a la entrada, lo primero que se pide al público es que exhiba el
documento de identidad. A pesar de ello, los criterios para ingresar son flexibles:
mayor de 18 años de edad o conocido de alguien que opere dentro del lugar.
Esto sucede pese a que en la entrada principal del lugar, detrás de donde se
ubica uno de los patovicas, se visualiza este cartel: “Solo se permite la entrada al
lugar con la mayoría de edad de 21 años”.
“Cronos es lo más. Desde que he llegado concurro siempre. Me encanta la
música que pasan, la gente que va a bailar… es realmente chévere”, sostiene
Alejandra Villa, una joven de 19 años y estudiante de Comunicación que vino
por intercambio desde Colombia.
Cronos es conocido por el público concurrente como una disco más. “Voy
a Cronos porque es uno de los boliches del centro más grande y pasan música
recopada”, afirma Ana Jalife (19), encargada de un local de ropa y cliente del
lugar. Un bar (del inglés bar, barra) es un establecimiento comercial donde se
sirven bebidas –alcohólicas y no alcohólicas– y aperitivos, tal como lo contempla
la ordenanza municipal. Los bares se caracterizan por ser lugares de reunión
informal, en los que se desarrolla un encuentro social tranquilo, en el sentido de
que no se va a bailar. Cronos no funciona como tal.
En la barra de atrás donde la música supera las voces del público, se instalan
chicos y chicas alrededor de los pufs. Estos son utilizados como mesas para
poner las prendas o accesorios que no les permiten bailar cómodamente. Así
nos lo comenta Jessica Rodríguez, uruguaya de 22 años que vino al centro de
Quilmes por su fama de ser una de las mejores opciones para salir. Acercándose
las 5 de la mañana, las barras comienzan a cerrarse, y los chicos y chicas, después
de bailar durante la noche, a retirarse.
Los que asisten
Todos los testimonios recogidos dan cuenta de la actividad bailable en Cronos.
Entre los asistentes hay muchos universitarios, como Mariano Ruiz, estudiante
de la carrera de Música de la Universidad Nacional de Quilmes (unq). Afirma
que se vio envuelto entre la música y los demás concurrentes sin que nadie lo
haya impedido: “No sabía que solo podía ser un lugar para tomar y hablar con
los amigos y cosas por el estilo. Yo salía a bailar, disfrutaba de la música y nunca
nos decían nada ni nos prohibían bailar o estar en las pistas. De hecho todos
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corríamos las mesas si estábamos muy apretados y empezábamos a bailar como
locos. Nunca vi que sacaran a alguien por bailar en las pistas”.
En este mismo sentido, Germán Cajamarca, licenciado en Comunicación
Social, recién graduado de la unq, nos dijo: “He bailado dentro de Cronos
no solo una, sino todas las veces que he ido. Puedo asegurar que si este fin
de semana voy, lo podré hacer”. Además, de acuerdo con los testimonios, los
horarios de expendio de bebida tampoco se respetan: “Entre copa y copa puedo
decir que Cronos me ha vendido alcohol luego de las 4 o 5 de la mañana.
Siempre hago ronda con mis amigos y la única vez que no lo han hecho es
cuando cierran la barra de las bebidas, que es más o menos cuando el bar ya casi
va a cerrar sus puertas”, relató Diego Franco, un joven de 22 años testigo de la
noche quilmeña y estudiante de la Universidad de Buenos Aires.
Con esta perspectiva, queda claro que los asistentes están alejados de las
problemáticas y de los inconvenientes judiciales, como los cierres y clausuras
de los boliches. Por ejemplo, en el caso particular de Cronos, durante el
fin de semana que comenzó el viernes 27 de noviembre de 2009, el bar
permaneció cerrado, a escasos días de su apertura. En aquella oportunidad fue
clausurado por la Subsecretaría de Seguridad Ciudadana, la Dirección General
de Espectáculos Públicos y Re.B.A, ambas dependientes de la Secretaría de
Gobierno. El 24 de enero de 2010 tampoco abrió sus puertas debido a que
infringió la normativa que prohíbe bailar dentro de los bares. Sin embargo, los
jóvenes han continuado asistiendo al lugar. “Todos vamos a pasarla bien y creo
que a la hora de entrar nunca nos fijamos si el bar tiene o no un problema.
Digamos que nos da igual, porque vamos a divertirnos y a ellos les conviene…
Tal vez sea por eso que funcionan como boliche, porque genera más ingresos
para ellos”, afirma Mariano.
Acusaciones y reclamos
Según el titular de la Asociación Bonaerense de Empresarios de Confiterías
Bailables (abecba), “Cronos no es un bar, tiene una pista de baile en la parte
de atrás de 20 por 20”. Aníbal Mathis aseguró que, por dimensiones y planos,
tiene todas las características de una discoteca, por más que su mismo dueño
y los funcionarios municipales lo consideren un bar. Para tratar este asunto
en particular y los problemas que genera la noche en el distrito en general, se
decidió hacia fines de 2009 la conformación de una Comisión de Nocturnidad,
integrada en su mayoría por vecinos y concejales, en el Concejo Deliberante
de Quilmes. Presididos por Gustavo Filaretti, participaron de varios encuentros
los concejales Mario Sahagún y Raquel Vallejos (ari-cc), Eduardo Miranda
(Unión Celeste y Blanca), José Migliaccio y Luján Dubrocca (Polo Social-FpV),
Oscar Antón (Identidad Popular) y los representantes vecinales Nicolás Abriola,
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Foto: Diego Surueta
José Stanciewick y Enrique Castro. Se llevaron a cabo una serie de reuniones
improductivas, en las que no se emitió dictamen o manifestación alguna acerca
de la situación actual de la noche en el distrito. Esta misma comisión resultó
ser totalmente “intrascendente”, según revelaron en off empleados municipales.
Desde que comenzó a regir la Ley de Nocturnidad Provincial (14.050), la
comisión se desintegró por completo.
Hay que volver a destacar las constantes quejas de los vecinos del centro
quilmeño que apuntan a temas específicos: ruidos molestos, estacionamientos
indebidos, inseguridad y cuestiones de limpieza. Como se dijo, a finales de 2009
un grupo de vecinos fue a hacer estos pedidos a la municipalidad. Mario Briora
comentó al respecto: “Fuimos atendidos en dos oportunidades por el secretario
de Gobierno, Raúl Oviedo, y hemos solicitado al intendente por nota, hace
más de un año, como corresponde, un pedido de audiencia, con una cantidad
de firmas bastante importante; hemos tenido distintos tipos de reuniones”.
También habían solicitado integrar la Comisión de Nocturnidad, pero por ese
tema Briora, la cara visible de los reclamos vecinales, no fue contactado nunca.
Por otro lado, aclaró que él no va en contra de la noche: “Yo voy contra lo que
trasciende el bar, ya sea bar, boliche, cafetería. Lo que trasciende hacia la calle,
que es lo que a mí personalmente me afecta”.
Así, a pesar de las inspecciones que realiza el municipio y de las continuas
clausuras por parte de la provincia de Buenos Aires, se siguen abriendo nuevos
bares o algunos cambian de nombres para seguir funcionando. El tema de la
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inseguridad es, sobre todo para los vecinos, la clave para entender la situación
actual y el porqué de la necesidad de hacer cumplir las ordenanzas vigentes.
En este contexto, ¿cómo pueden abrirse lugares como Cronos que incumplen
con todas las normativas municipales? ¿Cómo pueden permanecer abiertos
después de haber sido clausurados dos veces por inspecciones provinciales?
Desde la municipalidad culpan a la justicia, diciendo que no se hacen efectivas
las clausuras o que se traban por culpa de acciones legales de los dueños de
los lugares. Fuentes judiciales dicen que no hay voluntad municipal de cerrar
“ciertos lugares”. La culpa va y viene, nadie se hace cargo y cada fin de semana
en el centro quilmeño se observan escenas repetidas de peleas, robos y jóvenes
alcoholizados. Los vecinos se preguntan: “¿Hasta cuándo?”.
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Quilmes: de la movida nocturna
a las irregularidades
Franco Delaurentis / María Noelia Iglesias Dosil /
Guido Pappacena
Sábado a la noche. El reloj marca las 23:30 horas. Juan y sus amigos se reúnen
en la casa de Rulo, en Quilmes Oeste, a escasas 15 cuadras del centro de la
ciudad. Se larga la “previa”. Instancia fija para todos los jóvenes, en especial para
los que cursan el secundario, es el momento en que las anécdotas comienzan a
ser compartidas con los amigos. Aparecen las primeras cervezas acompañadas de
alguno que otro vaso de fernet con coca.
Las chicas también se reúnen en alguna casa. Se arreglan a la última moda, cuidan
todos los detalles: maquillaje, planchita para el cabello y mucho brillo y color para
estar espléndidas. Muchas se deciden por los zapatos de taco alto y, las más osadas,
por faldas y minishorts. Otras optan por la comodidad de las All Star y los jeans
gastados. Todas las modas valen y cada una adhiere a la que más la identifica.
Así pasan las primeras horas de la noche, que promete ser larga. Los destinos
a donde ir son varios, la oferta es amplia. El rally nocturno está por comenzar.
La noche y sus opciones
La noche de Quilmes, como popularmente se conoce a la movida nocturna de la
ciudad, está llena de opciones para la diversión de los lugareños y para quienes
vienen a visitarla desde localidades vecinas. Las más tradicionales incluyen cines,
obras de teatro, conciertos y presentaciones artísticas variadas. Sin embargo, los
restós y los bares son los lugares más concurridos. Con diferentes decoraciones y
estilos –modernos, retros, luminosos, oscuros– y para todos los gustos y edades,
la oferta de bares en el centro de Quilmes asciende a treinta y tres. Un número
alto si se considera que se ubican en un perímetro total de cincuenta y seis
manzanas, sin contar los cafés y confiterías dirigidas a un público, en su mayoría
adulto, que busca un lugar tranquilo para sentarse a charlar. Esta cifra, a su vez,
se justifica por la numerosa concurrencia durante los fines de semana y también
los días miércoles y jueves.
En contraste con este panorama de luces y color, la ausencia de controles por
parte del municipio y la evasión de responsabilidades por los dueños de los bares
son facetas que opacan el brillo de la noche quilmeña.
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Foto: Natalia García
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2:00 a.m. La previa se vuelve esquina. La Shell de Lavalle y Garibaldi comienza
a poblarse con los primeros grupos. Es el lugar por excelencia que chicos y
chicas eligen para encontrarse con otros amigos que se suman a la salida. Llegan
desde Bernal, Ezpeleta, Quilmes Oeste y desde los barrios cercanos al centro.
Incluso desde ciudades vecinas, como Wilde o Berazategui.
Las calles se llenan de autos con potentes parlantes que inundan el aire de
cumbia y reggaetón. El rock nacional tampoco se queda atrás. Otros, los menos,
se inclinan por la música electrónica. A esta altura de la noche, transitar por las
calles céntricas se convierte en una odisea por la cantidad de autos y motos que
recorren las calles en interminable desfile. Los jóvenes definen a dónde ir.
¿Cómo habilitar un bar?
El primer paso para la apertura de un bar es dirigirse a la Secretaría de
Desarrollo Local, Empleo y Producción, a cargo de Guillermo Robledo, situada
en la calle N. Videla nº 78. Allí, desde la Dirección de Habilitaciones, a cargo
de Italia Tropiano, se confirma al interesado si la zona elegida es apta para la
instalación de un bar. En tal caso, se le exige el cumplimiento efectivo de las
medidas técnicas y legales requeridas para la apertura de un comercio, como lo
indica la Ordenanza Municipal Nº 10.395/06. Cuando este paso se cumple,
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Foto: Natalia García
la municipalidad designa un inspector para verificar la veracidad de los datos
consignados y el cumplimiento de las medidas de seguridad con las que debe
contar el bar. Entre ellas se encuentran la escalera externa contra incendios
–cuando se trata de un local que funciona en un primer piso–, matafuegos con
cargas adecuadas a las características específicas del lugar, cargas de fuego –es
decir, el tratamiento ignífugo que se les debe dar a las maderas y el material
inflamable del lugar–, sistema de iluminación y salidas de emergencia señalizadas
con puertas que abran hacia afuera. Si en la inspección se encuentra algún tipo
de irregularidad, el lugar no es habilitado hasta tanto no sea subsanada.
Esto le sucedió a Jonathan Beratz, un joven que trabajó durante un año como
encargado del bar Ceres (actualmente llamado Ripper). Beratz, con experiencia
en el rubro, comenzó con los trámites de habilitación en diciembre de 2008. Sin
embargo, a pesar de cumplir con todas las medidas de seguridad y los requisitos
legales y técnicos exigidos, no pudo todavía abrir su bar. El problema: un plano
mal hecho. Al momento de alquilar el lugar, Beratz no advirtió que el plano del
local no era correcto y la falla fue detectada por los inspectores cuando examinaron
su negocio. Beratz explicó que a los demás locales “no los controlan tanto como a
un bar. A los bares les exigen más desde que ocurrió lo de Cromañón”.
Al parecer, desde el municipio los controles son eficientes a la hora de
habilitar. Sin embargo, después de realizada la habilitación, empieza otra
historia.
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3.00 a.m. Hora cero. En la entrada del Bar La Mentirosa, ubicado en Alvear y
Garibaldi, una fila de jóvenes ansiosos espera ingresar. Están aquellos que tienen
algún conocido dentro del lugar y que pasan enseguida (es decir, “los colados”) y
están los que esperan el tiempo que sea para poder entrar.
La edad de los chicos oscila entre los 15 y 25 años. Se sigue con la cerveza y
el fernet con coca. Además, se agregan el vino espumante y la bebida energizante
con alcohol. Adentro, la gran mayoría está bailando. Para hablar con el que está
al lado, hay que gritar, porque la música está a máximo volumen. Se pisan las
zapatillas pero no a propósito. Al fondo del bar hay un patio con una barra. Si
bien ese sector es más tranquilo, todos están parados.
Esta situación se repite en otros bares, como Primer Punto (Brown y Alem),
Primer Piso (Lavalle y Garibaldi), Malamado (Garibaldi y Lavalle), Alguien
(Alsina y Alvear), Essedra (Videla y Mitre), Dunkue (Garibaldi y Alvear),
Lunáticos (Garibaldi y Brown), Un Jefe (Brown y Garibaldi), Cinema (Brown y
Garibaldi), entre otros.
Y los controles ¿dónde están?
Una vez habilitado, el bar comienza a funcionar. Pero, en la mayoría de los
casos, lo hace de forma irregular. En los últimos años se impuso en Quilmes la
moda de bailar dentro de los bares, actividad para la cual no fueron habilitados.
Esta y otras faltas se repiten en todos los casos analizados.
Un dato importante para resaltar es que el municipio de Quilmes diferencia
tres clases o categorías de locales para la actividad nocturna: bares, confiterías
bailables y locales bailables. Raúl Devita, a cargo de la Dirección de Espectáculos
Públicos y Bebidas Alcohólicas de la municipalidad de Quilmes, explicó que “los
locales bailables venden entradas y se les cobra un canon del 10% del valor más
alto de cada entrada que vende. La confitería bailable no cobra entrada y puede
hacer baile. Puede vender bebidas alcohólicas siempre y cuando tenga el ReBA
[Registro Provincial para la Comercialización de Bebidas Alcohólicas] al día. Los
locales bailables pueden tener la música hasta 90 decibeles. Los bares no pueden
hacer bailes, no pueden hacer shows; simplemente es un bar, puede tener música
pero sin dj y tiene que ser tenue”.
En relación con esto hay que aclarar que, según lo dispuesto por la
zonificación para el uso del suelo del partido de Quilmes, en el centro –o zona
C1, perímetro delimitado por las calles Gaboto, N. Videla, Mitre y Olavarría–
está prohibida la instalación de locales y confiterías bailables. Solo se permite
la habilitación de bares. Por lo tanto, queda en evidencia que los locales del
centro quilmeño donde actualmente se baila no son ni confiterías bailables
ni locales bailables: son bares. Pero los bares no son los únicos que cometen
irregularidades. El propio municipio está en falta al infringir la Ordenanza
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Municipal Nº 7.425/94. Esta ordenanza, que data de cuando Aníbal Fernández
fue intendente de la ciudad, prohíbe la instalación en el centro de Quilmes
de boliches, bares, café-concert, disco bar o similares. Por lo cual, no solo el
gobierno del actual intendente Francisco Gutiérrez está en falta al permitir
la apertura y el funcionamiento de este tipo de locales en el centro, sino que
también los gobiernos de Federico Scarabino, Fernando Geronés y Sergio
Villordo lo estuvieron.
Con relación a otras irregularidades, el jefe de División de la Municipalidad
de Quilmes, Carlos Paladino, declaró que en los bares, además de estar
prohibido bailar, tampoco se permite la presentación de bandas en vivo ni los
espectáculos al estilo karaoke o canto bar. Por lo tanto, el baile no es la única
actividad que se realiza sin tener permiso: en el bar Sudeste se realiza karaoke
y en bares como Dunkue, Xantinos y Bashment es común la presentación de
bandas en vivo.
Existen otras actividades irregulares comprobables a simple vista dentro de
los bares. Una de ellas, ligada al baile, es la presencia de dj y la música que
supera los decibeles estipulados para un bar. Otra es la cantidad de personas que
ingresan a los bares. Estos lugares exceden la capacidad permitida, que es de una
persona por metro cuadrado.
Con respecto a los controles, Devita afirmó que las inspecciones a los bares,
que llama periódicas o de rutina, “se hacen cada 15, 20 días o un mes”. En
esas visitas “se pide la habilitación, todos los papeles, certificado de policía, de
bomberos, que cada seis meses se debe renovar, y el ReBA”. Y agregó: “Sin ellos
se los puede multar o clausurar”.
Según Beratz, durante el período que trabajó como encargado del bar Ceres
–desde diciembre de 2007 a diciembre de 2008– no recibió inspecciones
municipales: “Lo que pasa es que justo era el cambio de gobierno y por eso
no venía nadie. Recién en mayo vinieron por primera vez de la Dirección de
Espectáculos Públicos, firmaron el libro de actas y nos aclararon que no podía
haber espectáculos porque no teníamos habilitación para eso. Nos avisaron que
el sonido no se podía exteriorizar, o sea, si vos pasas por la puerta no tenés que
escuchar la música”. Después de esa vez, nunca más volvieron.
Según Devita, “no se le avisa a nadie de las inspecciones y se va a todos
lados”. Recalcó: “No hay permisos especiales, donde se los pesca bailando se
clausura, donde hacen show se clausura”. Sin embargo, la realidad es otra. Según
los comentarios de un patovica que trabaja los fines de semana en uno de los
bares más concurridos del centro de Quilmes –cuya identidad queda reservada
para no comprometer su trabajo– “si al momento de la inspección el dueño del
boliche paga la cometa, no pasa nada, así se esté bailando o haya exceso en la
cantidad de gente dentro del boliche”.
A pesar de que los inspectores dicen salir las madrugadas de los días jueves,
viernes, sábados y domingos, los bares continúan cometiendo irregularidades
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en su accionar. Con solo salir a recorrer las calles del centro de Quilmes un
viernes o sábado por la noche se pueden encontrar bares repletos, con largas filas
de jóvenes esperando entrar, la música sonando a máximo volumen y mucho
alcohol por las calles.
Sin embargo, hay una realidad en la cual Devita se escuda: la municipalidad
no cuenta con la cantidad de inspectores necesarios para realizar su tarea de
controlar y hacer cumplir la ordenanza. Al respecto, dijo: “Para todo Quilmes
tengo ocho inspectores, conmigo nueve, porque yo salgo con ellos. Podemos
ir a Solano, Ezpeleta, el centro, Bernal, Don Bosco”. Además, agregó, esos
inspectores cubren todos los rubros comerciales, no solo los relacionados con
las actividades nocturnas y de espectáculos. “Con ocho inspectores, milagros no
se hacen. Para cubrir la noche de Quilmes se necesitarían el doble o el triple”,
reconoció el funcionario.
Otra de las irregularidades que se ven habitualmente es la venta de alcohol
a menores de 18 años dentro de los bares y en los kioscos que permanecen
abiertos hasta la madrugada. No solo se incumplen ordenanzas municipales, sino
también la Ley Provincial Nº 12.547, que dice: “Artículo 1.- Prohíbese en todo
el territorio de la provincia de Buenos Aires, la venta, expendio o suministro a
cualquier título a menores de dieciocho años de edad, de bebidas alcohólicas de
cualquier tipo y graduación, en cualquier hora del día, aun cuando lo vendido,
expendido o suministrado estuviere destinado a ser consumido o ingerido fuera
del local […] La prohibición precedente comprende el consumo de bebidas
alcohólicas por parte de menores de dieciocho años de edad, en cualquier local,
comercio o establecimiento, aun cuando ellas no procedieren de venta, expendio
o suministro efectuado en los mismos”.
Ante esta situación, desde la municipalidad aducen que no pueden hacer
mucho: “Nosotros no podemos pedir documentos a nadie. Lo único que
podemos hacer, si le vemos cara de nene, es que le pida documento el patovica
y que lo saque […] Pese a que tenemos poder de policía, no estamos facultados
para pedir documentos”, informó Devita. De esta forma, desde la municipalidad
desligan responsabilidades a la hora del control de la entrada de menores a los
bares y del posterior consumo de alcohol dentro de estos lugares.
5.00 a.m. A partir de esa hora los bares cierran las puertas para que no siga
ingresando más gente, pero dentro se sigue bailando hasta las 7 de la mañana.
En ese lapso siempre se generan corridas callejeras que, motivadas a veces por el
alcohol, producen autos rotos, gritos y algunos heridos. La policía no interviene
o brilla por su ausencia.
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La queja de los vecinos
El descontrol se vive en las calles del centro de Quilmes, sobre todo a altas horas
de la madrugada, cuando el efecto del alcohol se hace evidente. Los resultados:
peleas callejeras entre bandas enfrentadas o entre desconocidos, heridos graves, a
veces algún vidrio roto, ruidos molestos causados por los motores de las motos
y los autos –muchos de ellos preparados para las picadas– y por sus potentes
parlantes, gritos y llantos. Los principales damnificados son, por lo general, los
vecinos y los comercios más cercanos a los bares, sobre todo en aquellas cuadras
en donde hay más de uno.
Por ejemplo, los vecinos denunciaron en Radio Quilmes FM 98.9 una picada
que se corrió sobre la calle Garibaldi desde San Martín hasta Almirante Brown;
no solo se vieron involucrados autos, sino también un motociclista que corría
sobre la vereda compitiendo con los autos.
Evidentemente tanto las autoridades municipales como las policiales no se
dan abasto con esta situación. Sin embargo, de ambas partes depende poder
contener estos hechos a través del trabajo en conjunto. Tal es el pedido que
realiza un grupo de vecinos autoconvocados, que presentó una carta –número
de expediente 409110649/2009– dirigida al intendente de Quilmes, Francisco
Gutiérrez, y al capitán de la Comisaría 1º de Quilmes con jurisdicción en
el centro, capitán Darío Blassi, solicitando “su urgente intervención, a los
efectos de que por donde corresponda, se controle, se sancione y se impidan
los desmanes y excesos de todo tipo que acontecen periódicamente durante
las madrugadas de los días viernes, sábados, domingos y vísperas de feriados,
cuando proliferan con inusitada frecuencia, grupos de jóvenes de ambos sexos
que deambulan, muchas veces alcoholizados, profiriendo toda clase de gritos,
cánticos, llantos, vociferando epítetos irreproducibles”.
Los vecinos no pretenden que la juventud no se divierta, ni que los bares
cierren sus puertas. Solo quieren que se respete lo que ellos consideran un
derecho básico: el descanso. Desde las 23 horas hasta las 7 u 8 de la mañana los
ruidos son constantes.
Si bien el diario Clarín (en su sección zonal dedicada a Quilmes los días 7
y 14 de mayo de 2009) y algunos medios locales, como el semanario Nuevo
Horizonte y el diario digital Quilmes a Diario, se hicieron eco de este reclamo,
los vecinos aún continúan esperando la respuesta del intendente al pedido de
audiencia que solicitaron al momento de presentar la carta. Por el momento, la
situación parece no tener control ni aparente solución.
Julio de 2009
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VPH: el virus en la Argentina
Thamara Costa Ortiz
Lidia tenía dos hijos chicos cuando su médico le diagnosticó cáncer de útero a
causa del virus del papiloma humano (vph): “Yo estaba haciéndome los estudios
de rutina luego de haber perdido un embarazo, cuando en el primer resultado el
médico detectó el virus del papiloma humano. El virus había avanzado tanto que
directamente el médico se arriesgó a decir que tenía cáncer. Mi mundo se vino
abajo, mi primer reacción fue querer matar a mi marido, era una enfermedad
venérea... ¡lo quería matar! Después en seguida pensé en los chicos, la más
chiquita tenía 6 meses cuando me enteré y la más grande 9 años”.
Ella es una de las tantas mujeres que tienen el virus en sus cuerpos y una de
las pocas que se animan a contar su historia: “Ahí vino la biopsia, que gracias
a Dios dio negativo en cáncer. Y empecé con el tratamiento. Con mi marido
elegimos el de ir matando al virus con un ácido. Es el más agresivo, pero el más
eficaz. Mi esposo también tuvo que hacerse un tratamiento, porque no serviría
de nada que a mí me ‘quemen’ para matar al virus y él siga teniéndolo... Sería
algo de nunca acabar. Aún hoy 12 años después tengo que hacerme análisis
periódicos, cada 6 meses o un año, depende de lo que decida el doctor, para
descartar que el virus haya vuelto, y si lo hace tratarlo a tiempo”. Gracias a la
rápida detección y tratamiento del virus, pudo luego tener un hijo más.
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El vph es una enfermedad de transmisión sexual que puede provocar desde
pequeñas llagas hasta cáncer, tanto en hombres como en mujeres (estas son las
principales víctimas). En Argentina el 15,5% de las mujeres sexualmente activas
padece esta enfermedad y el 17,7% de los casos de cáncer de cuello de útero está
relacionado con ella. “El cáncer de cuello uterino se da con mayor frecuencia en
mujeres de bajos recursos que no tienen acceso a la medicina preventiva. Hoy
en nuestro país solo se realiza un Papanicolaou el 20 o 30% de las mujeres. Su
costo es muy bajo en Argentina, pero nunca se hizo un programa de prevención
sostenido en el tiempo. Muchísimas son las mujeres que jamás se hicieron un
Papanicolaou”, detalla la doctora Beatriz Sosa, quien realizó una Residencia de
Tocoginecología en el Hospital Nacional Bernardino Rivadavia (Buenos Aires)
durante los años 1979-1982.
Dolores no corrió con la misma suerte que Lidia. El virus desencadenó cáncer
de útero, lo que hizo que tuvieran que realizarle una operación para removerle
la parte enferma. Ella prefirió dar solo esos detalles, ya que no le gusta mucho
hablar de su traumática operación. Existen muchas mujeres como ella que por
pudor no se animan a hablar de su enfermedad.
En 2006 fueron lanzadas dos vacunas que previenen contra cuatro tipos de vph,
entre ellos dos considerados de alto riesgo por ser los que pueden desencadenar
cáncer. La vacuna llamada Gardasil es producida por el laboratorio MSD y la
Cervarix por el laboratorio Glaxosmithkline. “La vacuna del vph seguramente
será un adelanto enorme en lo que hace a la prevención de las infecciones
por vph, algunas de las cuales pueden desencadenar el desarrollo de lesiones
precursoras del carcinoma de cuello uterino”, opina la doctora Sosa.
A nuestro país la vacuna llegó el mismo año de su lanzamiento y fue aprobada
en noviembre por la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y
Tecnología Médica (anmat); afirmó en su comunicado oficial del 27 de octubre
de 2006: “La anmat autorizó una nueva vacuna destinada a prevenir la infección
por virus de papiloma humano (vph) de los tipos específicos 6, 11, 16 y 18, los
cuales causan el 70% de los casos de cáncer de cuello de útero, adenocarcinoma
in situ, neoplasia intraepitelial cervical de grados 2 y 3, y cánceres vulvares
y vaginales relacionados con el vph. También son causantes de entre el 35 y
el 50% de los casos de CIN 1, VIN 1 y VaIN 1, y del 90% de los eventos
de verrugas genitales y papilomatosis respiratoria recurrente [...] La vacuna
estará disponible en el mercado cuando se haya procedido al cumplimiento de
liberación del primer lote, hecho que requiere aún de la inspección a la planta
de producción del laboratorio elaborador, de acuerdo a lo establecido por la
Disp. anmat Nº 6897/2000.
“Debe tenerse en cuenta que el uso de la vacuna no reemplaza los controles
médicos habituales y no es terapéutica, por lo que no brinda protección a las
mujeres que ya se encuentran infectadas con el vph. Asimismo, es necesario
destacar que su eficacia protectora en hombres aún no ha sido evaluada”.
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Un mes antes de la aprobación, en octubre de 2006, el diputado bonaerense
por el Frente para la Victoria, Eduardo Fox, presentó un proyecto de ley por el
cual se estipulaba la distribución obligatoria de la vacuna entre la comunidad
femenina de la provincia. En su primer artículo establecía: “Impleméntense los
medios necesarios para extender la vacunación obligatoria contra el virus papiloma
humano (vph) en la población femenina del ámbito de la provincia de Buenos
Aires, como método para la prevención del cáncer cervical y de otras lesiones
precancerosas y/o infecciosas anogenitales y orales atribuibles al mismo, que
afectan a ambos sexos” (Proyecto correspondiente al número D-2373/06-07-0).
La iniciativa ingresó en septiembre a la Comisión de Salud, donde fue
aprobada menos de una semana después. Luego pasó a la Comisión de
Presupuestos e Impuestos, pero fue despachada sin ser tratada.
Fuentes de la Comisión de Presupuesto comentaron que ante el cambio de
dirigentes en el Gobierno en diciembre de 2007, el proyecto volvió a mesa de
entrada, donde espera ser tratado nuevamente.
Por el momento, hasta que el proyecto ideado por el diputado Fox no sea
tratado y aprobado nuevamente, la prevención del vph seguirá siendo un
negocio para los laboratorios, quienes se benefician con el alto costo de los
tratamientos de prevención y detección del virus.
Son pocas las clínicas donde la vacuna es aplicada. En Estados Unidos cada
dosis (deben aplicarse tres en un período de 6 meses) cuesta 130 dólares; en
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Brasil, alrededor de 500 reales (cerca de 265 dólares); y, en Argentina, 926,4
pesos, lo que hace que no esté al alcance de las personas de bajos recursos que,
como bien dijo la doctora Sosa, son quienes más padecen la enfermedad.
El martes 3 de junio de 2008 la ministra de Salud Graciela Ocaña lanzó
un plan para que el examen del Papanicolaou (Pap) sea accesible a todas las
mujeres. El plan se extenderá hasta 2011 y se concentrará en las cinco provincias
argentinas más afectadas por problemas como cáncer de útero. La ministra de
Salud quiere asegurar de esta forma que todas las mujeres de entre 33 y 65 años
accedan al Pap por lo menos cada tres años. Este plan fue proyectado después de
que una encuesta en 2006 arrojara como resultado que el 48% de las mujeres no
se había realizado un Pap en los dos años anteriores.1
Julio de 2008
Caso histórico
El 26 de julio de 1952 moría en Buenos Aires una figura polémica,
Eva Perón. Tenía solo 33 años de edad. Un cáncer de cuello uterino
había avanzado lenta y solapadamente. Eva nunca se había hecho un
Papanicolaou, el método recién comenzaba a difundirse en el mundo.
Por la doctora María Beatriz Sosa
El cáncer de cuello uterino enfrentó a partir de la primera mitad del
siglo pasado los avances de dos métodos (el Pap y la colposcopía) que
juntos podrían haberlo erradicado del mundo como una de las primeras
causas de muerte por cáncer en la mujer. Eva Perón tuvo la desgracia
de haber sido contemporánea de los grandes maestros de la citología
y la colposcopía sin haber podido beneficiarse de sus descubrimientos.
Su caso podría haber sido paradigmático, al menos para la mujer
argentina, que aún en nuestros días, sin conocer esta patología, sea del
medio sociocultural que sea, conoce a Eva Perón. Sin embargo, muchas
de ellas, al igual que Eva hace más de 50 años, nunca realizaron este
estudio, y el cáncer de cuello uterino figura como la segunda causa de
muerte por cáncer en la mujer y la primera en algunas provincias.
Hoy muchas mujeres siguen muriendo al igual que Evita sin haber
podido acceder a la medicina preventiva.
Nota del editor: en 2011 la vacuna contra el vph fue incorporada al Calendario Nacional de
Inmunizaciones a través de la Resolución 563/2011 del Ministerio de Salud de la Nación. Gratuita
y obligatoria, se aplica a las niñas de once años con un esquema de tres dosis (luego de la primera, la
segunda debe aplicarse al mes y la tercera a los seis meses).
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Como Botnia, pero
en pleno conurbano
Damián Javier Vidal
De las cuatro empresas instaladas en el municipio de Quilmes que producen
papel, la papelera Massuh se ha convertido en el caso paradigmático por
presentar la mayor cantidad de problemas contaminantes. El barrio más afectado
es José Hernández, en San Francisco Solano; la alta concentración de agentes
contaminantes en el arroyo Las Piedras, fruto de los desechos de la producción,
la oxidación de los objetos, los malos olores de las emanaciones y los ruidos que
producen las maquinarias son los efectos con los que tienen que convivir los
vecinos, que acusan a la empresa de ser la culpable de que ellos padezcan altos
niveles de plomo en sangre y del cáncer de varias muertes.
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La papelera Massuh tiene su principal entrada por Camino General Belgrano,
en el kilómetro 14,5, entre Triunvirato y la calle 822. La Belgrano es una vieja
ruta por la que pasan a diario miles de ómnibus y camiones. La calle 822 tiene,
de un lado, manzanas de casas austeras, de material, con techos de chapa y, del
otro, un largo paredón decorado con una fila de eucaliptos que no alcanzan a
tapar el repulsivo hedor que trae el viento. A un costado serpentea una zanja de
agua sucia, de un color cercano al marrón. Dicen los vecinos que esa tonalidad
proviene del tanino que vuelca la papelera junto con otros desechos que vierten
las graseras y los frigoríficos cercanos. La zanja desemboca en el arroyo Las
Piedras, otrora limpio afluente y hasta pequeño balneario.
En mayo de 2005 los vecinos de José Hernández iniciaron una acción
de recomposición ambiental ante la sospecha de que Massuh contaminaba
y pidieron que el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (inti) “sea el
organismo técnico responsable de verificar las emanaciones y los efluentes”.
En el sector del barrio lindero a la planta, viven ocho personas que
actualmente padecen cáncer de garganta. Son ocho casos documentados que,
para los vecinos, son producto de estos problemas ambientales.
Antonio Gil, uno de los fundadores y presidente honorario de la Comisión
de Lucha contra las Inundaciones y la Contaminación (colcic), falleció en
noviembre de 2006 a causa de un cáncer de garganta. Angelita, su vecina,
continúa la lucha de aquel hombre desde la acción del mismo colcic. La mujer
recorre escuelas de la zona y reparte panfletos para concientizar a los alumnos
sobre la importancia de no ensuciar ni contaminar.
Aunque la demora y falta de respuestas de la justicia los desanima, los vecinos
insisten con sus denuncias y esperan que los jueces puedan demostrar que la
contaminación del arroyo y sus consecuencias son indudablemente resultado de
los procesos de la papelera.
En el barrio, habitado por 120 familias, cuesta mucho respirar. A poco de
comenzar a caminar por sus calles, algunas de asfalto, otras de tierra, se sufre
cierta irritación en la nariz y la boca; los ojos comienzan a picar y la garganta
se cierra. Los olores se hacen cada vez más nauseabundos. “Es por el ácido
sulfhídrico que usan en la papelera, en la Massuh”, dice Norma, una vecina
que prefiere no revelar su apellido, y que dice estar acostumbrada a vivir de esa
forma.
Osvaldo Tondino, titular de la Sociedad de Entidades de Fomento de
Quilmes, explicó que desde hace más de 20 años los vecinos reclaman por
la contaminación del suelo y el aire. Acompañó sus dichos con varias cartas
documento enviadas por años a los intendentes de turno (Eduardo Camaño,
Aníbal Fernández, Federico Scarabino, Fernando Geronés y Sergio Villordo), sin
que, aseguró, ninguno se ocupase del problema: “Hicimos decenas de denuncias,
pero no pasó nada”.
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Orlando Muñoz vive sobre la 822. Aseguró a un medio local que hay días en
que los olores son muy fuertes, y hasta a ellos, que lamentablemente ya están
acostumbrados, se les hace imposible soportarlo. Pero no solo malos olores
padece el barrio; la corrosión que sobrevuela de manera invisible se manifiesta
no solo en las personas, sino también en las cosas. Luis Sánchez dio pruebas
de la oxidación que envuelve al barrio entrando a su casa, al 1200 de la misma
calle, y acercando a la puerta unas monedas ya de color ceniza, y el picaporte del
garaje y un crucifijo de plata ennegrecidos por la contaminación. Otros vecinos
reunidos en el lugar mostraron todo tipo de objetos metálicos: llaves, cadenas y
cajas de porteros eléctricos oxidados, botones y cierres de camperas oscurecidos
por los químicos que, según todos acusan, provienen de la papelera.
Apenas un vecino se animó a contar su problema, se sumaron los demás.
Gisela, que nació en el barrio, mostró la espalda llena de ronchas de su hijo de
2 años: “Hace dos meses que las tiene, y le pican mucho”, dijo la joven mamá.
Trata la afección de su nene en el Hospital Argerich, después de haber visitado
cuatro pediatras. Una señora mayor expresó que está mal de salud: “El médico
me dijo que tengo plomo en la sangre”. A su lado, otra señora dijo que su
marido falleció de cáncer en febrero de 2007 y que muchos vecinos del barrio
fallecieron por el mismo motivo. Sostuvo (como ya lo hicieran los demás vecinos
ante medios locales) que “nadie quiere que se cierren las fábricas, nosotros
defendemos las fuentes de trabajo”. Y concluyó: “Lo que queremos es que nos
dejen respirar”.
Proceso de producción de Massuh
La empresa Massuh S.A. es una de las 30 fábricas de pasta de celulosa y papel
que operan en Argentina y, como se explicó anteriormente, una de las cuatro
instaladas en el municipio de Quilmes. Cuenta con seis establecimientos
forestales que abarcan 10.000 hectáreas, cultivadas con eucaliptos grandis. Con
esa madera, y otra comprada a terceros, se obtiene la celulosa de fibra corta
producida en la planta semiquímica de Quilmes. La empresa produce pasta
celulosa, papeles Kraft, papeles de embalaje (en bobinas): liners blanco, marrón,
onda y otros; así como también papeles de impresión y escritura tipo bond,
copybond, colorbond, dúplex, obra ahuesado, apunte y cartulinas, papeles
encapados y resmitas. Massuh genera 50.000 toneladas de pasta celulosa por
año para uso propio y fabrica 100.000 toneladas de papel de distintos tamaños.
Exporta 14.000 toneladas anuales a Estados Unidos, otros países de América,
Europa y África. Dicen que las inversiones realizadas “permitirán ampliar la
producción de papel a 115.000 toneladas, de las cuales 24.000 serán para
exportación y 91.000 para el mercado interno”.
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SERIE DIGITAL 11 / Ciencias Sociales
La papelera Massuh tiene cuatro plantas industriales, dos en la
provincia de Buenos Aires (la División Celulosa y Papel, en Quilmes,
y la División Papeles Especiales, en San Justo) y dos en el Parque
Industrial de San Luis. La División Celulosa y Papel es una planta
integrada, compuesta por la Sección Celulosa, la Máquina de Papel 1,
la Máquina de Papel 2 y el área de conversión de formatos. La planta
está situada a metros del arroyo Las Piedras.
El origen de la firma se remonta a 1957, cuando Amin Massuh
compró 40 hectáreas. Dos años después la empresa inició la
producción de papeles monolúcidos. En 1966 instaló la segunda
máquina papelera continua para papeles Kraft y liner; y en 1971, una
planta de celulosa semiquímica adquirida a Sunds Defibrator. Para
1976 la papelera Massuh integraba (junto con Celulosa Argentina y
otras firmas) la sociedad Alto Paraná S.A., la que, basada en créditos
del banade, créditos externos avalados por el Estado y exenciones
impositivas, construyó en Misiones una planta de celulosa de fibra
larga blanqueada. Esta sociedad comenzó a producir en 1983.
Massuh continuó en expansión, absorbió empresas del ramo
y abrió dos nuevas plantas en San Luis, bajo el impulso de las
desgravaciones de la Promoción Industrial.
Entre 1992 y 1993 la compañía atravesó una situación delicada,
pero no llegó al concurso preventivo. A fines de 1998, la empresa
lo pidió: con una facturación anual cercana a los 120 millones de
dólares, la deuda total ascendía a unos 100 millones de dólares, y
entre los principales acreedores se encontraban tanto bancos como
proveedores. Para diciembre de 2003, un proceso de reestructuración
empresarial y patrimonial le permitió reducir hasta el 25% su deuda
estructural, liberar fondos e invertir seis millones de dólares en la
renovación tecnológica. La reestructuración incluyó, por un lado,
la fusión de tres empresas (las papeleras Brillapel y Della Penna San
Luis, y la metalúrgica Servicios Industriales Adasta) y, por otro, la
capitalización de acciones ordinarias, seguida de un canje de deuda
por capital social. El concurso preventivo fue aprobado en términos
muy favorables para la empresa: se acordó cancelar los pasivos “en 10
años, en pesos y sin interés”. La capitalización le permitió adquirir
una nueva máquina de papel con mayor capacidad y sistemas de
automatización de punta.
Afirmaron desde la empresa que “el bajo consumo de madera por tonelada de
pasta producida se debe al proceso nssc con un sistema de blanqueo con agua
oxigenada que permite evitar completamente el uso de compuestos clorados.
La pulpa se produce con el método tcf (Totalmente Libre de Cloro), el menos
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aplicado a esta industria y el cual utiliza peróxido (agua oxigenada) en vez de
dióxido de cloro”. Esto no es del todo cierto. Si se produjera un proceso tcf
no quedarían restos de lignina y cloro en el arroyo. El técnico químico Daniel
Ozbic aseveró que el proceso sin cloro es tan costoso que muchas pasteras lo
declaran, pero que finalmente utilizan más cloro que agua oxigenada.
Clausuras
El 1° de marzo de 2006 la planta de Quilmes fue clausurada, según dijo la
licenciada Silvia Suárez Arocena, que por entonces era secretaria de Política
Ambiental de la provincia de Buenos Aires (el actual Organismo Provincial para
el Desarrollo Sostenible) porque “existían una serie de irregularidades en una
línea de producción. La empresa tenía un cronograma hasta diciembre de 2005
que debían cumplimentar para adecuar su tecnología a las normas ambientales”.
La funcionaria explicó que los aparatos a presión son como calderas y trabajan
con una fibra especial que debe estar en regla. Destacó además que “el
clarificador de planta estaba fuera de servicio y que de los tres piletones solo uno
funcionaba”. La papelera Massuh reabrió al día siguiente (2 de marzo de 2006),
después de presentar el correspondiente estudio de aparatos sometidos a presión
juntamente con el cronograma de correcciones y adecuaciones.
El 22 de abril de 2006 la Autoridad del Agua de la provincia de Buenos Aires
volvió a clausurarla “en virtud de las múltiples irregularidades e infracciones
a la Ley 5.965, y la persistencia de la alta carga contaminante de los efluentes
líquidos que genera y vuelca en el arroyo Las Piedras”. La resolución señala
que “la carga contaminante es tan grande (9.000 metros cúbicos diarios) que
equivaldría a la contaminación realizada por 15.000 habitantes/día, provocando
un daño inconmensurable al medio ambiente y a la población aledaña”. Las
muestras tomadas arrojaron parámetros ilegales de sólidos sedimentables en
dos horas y en diez minutos, dbo (cantidad de oxígeno consumido por los
gérmenes aerobios para asegurar la descomposición dentro de condiciones bien
especificadas de las materias orgánicas contenidas en el agua a analizar), dqo
(cantidad de oxígeno expresado en mg/l consumido por las materias oxidables
en las condiciones de ensayo, contenidas en un litro de agua), sulfuros y
coliformes fecales. La resolución puntualiza que la empresa “hace varios años
que viene prometiendo mejoras que nunca cumple” y que “hasta la fecha no
ha presentado las modificaciones introducidas a las instalaciones de depuración
del establecimiento, como tampoco ha logrado sostener los valores de líquido
industrial residual dentro de los parámetros establecidos por la normativa
vigente”. La Federación de Entidades de Fomento y Vecinales de la provincia
de Buenos Aires ha denunciado reiteradamente a la empresa ante la justicia y
ante el gobierno provincial por contaminar el aire y el arroyo Las Piedras: “El
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agua sale permanentemente caliente, no hay vida, está totalmente contaminado.
Ahora están tratando de neutralizar para que la gente no se levante más, porque
el color es borravino. Pero aun neutralizando el color, el envenenamiento que
existe allí, los sulfuros y las dioxinas siguen dañando. Llamamos a un escribano
público, vinieron ingenieros y bioquímicos, y durante 24 horas se tomaron
muestreos del aire. El resultado mostró que había un elevado porcentaje de
ácidos pululando en el aire; mezclados entre ellos, el ácido clorhídrico, el
ácido sulfhídrico y el ácido sulfúrico. Se tomaron muestras de agua y dio
como resultado que también estaba contaminada con un montón de productos
químicos, además de sulfuros. Hay casos de cáncer en una de cada tres casas, los
electrodomésticos están embolsados porque no duran más de seis meses”.
Atendiendo a la problemática social de la zona y manteniendo el compromiso
asumido en 2007, el titular del Juzgado en lo Contencioso Administrativo nº
1 de La Plata, Luis Federico Arias, dispuso a principios de mayo de 2008 una
nueva clausura a la empresa, que se suma a la multa de abril del año 2007 y
la clausura preventiva de 2006. Luego de que un grupo de vecinos denunciara
por presunta contaminación ambiental a la empresa quilmeña, el juez platense
dispuso que el inti controlara las emanaciones y efluentes de la Papelera.
Denunciada una vez más por los vecinos por presunta contaminación, se dispuso
la clausura parcial de la planta en el sector donde funciona la ruidosa chipera:
una máquina que muele los troncos de eucalipto de entre 22 y 42 centímetros
de espesor y unos 3,20 metros de largo, que consta de 800 caballos de potencia
y que necesita además un motor de 100 cv para comenzar a mover el engranaje
y poder ser encendida. Esta máquina es capaz de moler un tronco en apenas tres
segundos. En marzo de 2006, un operario de la planta, Fabián Kosiol (32 años)
murió al ser succionado por la máquina 2, sobre la que había caído la primera
clausura: “La producción de esta máquina se mide en metros por minuto y para
favorecerla le habían agregado unos 25 metros más, lo que impedía que trabajara
correctamente”, dijeron sus compañeros de trabajo.
Lo que no consta en la resolución del juzgado platense, y que era pedido por
los vecinos, es la plantación de una barrera de gran cantidad de árboles en las
inmediaciones del sector de la planta para no expandir aún más el ruido y para
frenar la contaminación gaseosa.
La medida ordena a la empresa “insonorizar” la planta bajo apercibimiento de
aplicar 30 mil pesos diarios, multa que sería utilizada en un futuro para reparar
el daño ambiental. La medida deberá mantenerse “hasta tanto se lleven a cabo
las tareas pertinentes para la insonorización”.
Luego de conocerse esta resolución de la justicia platense, desde la Federación
de Entidades de Fomento de Quilmes se mostraron conformes, aunque
cautelosos. Consideraron que este fallo, además de inédito, es incompleto,
ya que atañe solo a la contaminación sonora. Para combatir esta forma de
contaminación, la Federación presentó un proyecto de construcción de paredes
en forma de L; ya hay 26 operarios realizando trabajos de construcción.
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Massuh utilizó una gran cantidad de abogados para dilatar la causa y logró un
plan de reconversión del curso de agua a 5 años. Uno de sus abogados utilizó datos
erróneos al enunciar ante una rueda de prensa que la pastera no contaminaba a la
gente, sino solo el arroyo. Con ese dato solo se autoincriminó, porque se deduce
que si se contamina al arroyo se contamina a la gente que vive en las cercanías.
Relevamientos
En el sitio web del opds (Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible),
entidad provincial que clausuró Massuh en marzo de 2006 y luego la habilitó,
se puede encontrar un listado de las inspecciones que realizan semana tras
semana. Y, en la semana del 25 al 28 de febrero de 2008 hubo una inspección
realizada a Massuh. Los técnicos de la opds esta vez no realizaron ninguna
clausura preventiva. El resultado de la inspección técnica, que volvió a encontrar
violaciones a la normativa ambiental, terminó en una simple infracción. Massuh,
como el resto de las papeleras argentinas, sigue funcionando, pero sus vecinos no
gozan de buena salud, sobre todos los niños y ancianos.1
El Municipio
Durante la gestión que encabezó el intendente Sergio Villordo (2004-2007), no
se accionó contra Massuh. El por entonces subsecretario de Medio Ambiente,
Juan Carlos Tuzzolino, no atendía a los reclamos de los vecinos. Claudio
Olivares es el actual secretario de Medio Ambiente e Higiene Urbana de la
gestión de Francisco “Barba” Gutiérrez, la cual comenzó en diciembre de
2007, y encabeza un cambio de actitud, que, aunque tímido, demuestra cierta
predisposición a la reapertura del canal de diálogo con la comunidad.
26 de febrero de 2008
Massuh S.A.
Fábrica de papel
Quilmes
1
Relevamiento de las instalaciones y documentación relevante de competencia a este organismo.
Se infracciona por:
• No declarar residuos especiales de mantenimiento;
• Falta de residuos especiales generados en el proceso productivo;
• Falta de croquis y ubicación en el acopio de residuos especiales;
• No poseer protocolo de análisis de pcb;
• No poseer cartelería de los transformadores;
• Verificar los tambores oxidados sobre suelo natural y a cielo abierto.
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La problemática prioritaria del municipio son los basurales y la excesiva
cantidad de antenas de radiocomunicaciones, por lo que entidades como colcic
tienen que buscar apoyo en otras esferas gubernamentales. Tanto es así que esta
ong recibe apoyo por parte del gobierno de la provincia de Buenos Aires a través
del Ministerio de Infraestructura, Vivienda y Servicios Públicos.
No hemos podido entablar contacto con esta área, tampoco el intendente
se expidió públicamente, ni existe información pública ni divulgaciones
oficiales sobre esta cuestión. Tondino nos explicó que tuvo un diálogo con
Olivares, en el que este expresó las dificultades que implica formar parte de una
secretaría recientemente creada que tiene una agenda atestada de problemáticas
ambientales. También se refirió a la imposibilidad de regular la actividad de la
papelera por parte del municipio, porque ese trabajo le corresponde al gobierno
de la provincia de Buenos Aires. De todas maneras, afirmó Tondino, el titular
de la cartera se mostró comprometido con la tarea de hacer respetar las normas
ambientales para lograr una mayor calidad de vida de los vecinos, siempre
respetando la política de la intendencia actual, la cual apunta a no tener que
clausurar la planta y dejar sin trabajo a cientos de personas.
Hernán Menéndez Tuja, director de Industria y Evaluación Ambiental de
Quilmes durante la gestión del intendente Sergio Villordo, afirmó en su momento,
para un periódico local, que “los problemas comenzaron cuando Massuh
construyó la planta semiquímica, allá por 1976, para transformar la madera en
pasta de papel”. Reconoció que, además del vuelco de los desechos sin un debido
tratamiento, existen emisiones gaseosas (que podrían controlarse con filtros en las
chimeneas) y sonoras por la molienda de la madera que se transforma en pasta. El
funcionario dijo que “la Autoridad del Agua tomó muestras de los cauces” para
ver el grado de contaminación del agua. Se comprometió en su momento a buscar
soluciones para los vecinos, pero no dio precisiones acerca de los plazos.
Las ONG
colcic
Ceferino “Quique” García, actual titular de la comisión, una ong creada a partir
de la necesidad de concientizar de la importancia de la educación para la no
contaminación, nos informó que el agua del arroyo Las Piedras está contaminada
con lignina, un residuo orgánico basado en un grupo de compuestos químicos
presente en las paredes celulares de las plantas. Se trata claramente de un
desecho de la papelera Massuh y no de otras empresas fabriles del polo industrial
de la zona. Hay también ácido sulfúrico, grasas y soda cáustica, que, según
García, provienen de las fabricas “graseras” que descaradamente arrojan los
sólidos al mismo arroyo, como la Sudamericana (ubicada en la intersección del
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Camino General Belgrano y el arroyo Las Piedras) y una grasera clandestina que
trabaja los fines de semana por la noche. Zucamor, que también está en la zona
de influencia, podría llegar a verter tolueno, pero esto no está probado; colcic
no tiene datos precisos. Zucamor realiza un proceso posterior al de Massuh, más
técnico, avanzado y moderno, ya que recibe pasta de papel celulosa de Massuh y
lo sigue procesando hasta llegar al cartón corrugado.2
Federación de Entidades de Fomento y
Organizaciones Libres del Pueblo de Quilmes
Osvaldo Tondino explicó que, de madrugada, se forma una nube baja y gris que
dificulta mucho la respiración. Los vecinos afirman que vivir en el barrio “es
como vivir dentro de una cámara séptica”.
Las enfermedades son muchas: broncoespasmos, ronchas y manchas en la piel,
asma, problemas gastrointestinales. “Hay varios casos de cáncer, y no hay vecino
que no tenga a alguien en la familia con problemas respiratorios”, afirmó a un
medio local Ángela, quien estuvo a cargo del censo que reunió en un mes a 120
personas afectadas por estas patologías. Tondino denunció el papel del Estado:
“¿Por qué tuvimos que ser las ong de la zona quienes nos hiciéramos eco de
lo evidente? Ni las autoridades, ni la Justicia actuaron de oficio. Esto es lo que
tiene que cambiar”.
La Federación ha enfrentado mucho antes que el pueblo de Gualeguaychú a la
pastera local Massuh y la justicia determinó un plazo de seis años para terminar
con las plantas depuradoras de líquidos arrojados al arroyo Las Piedras. García,
colcic es una organización vecinal. Transformaron cursos de agua pestilentes en verdaderos
espejos que devolvieron la vida a un ecosistema situado en medio de la ciudad. Limpiaron los
arroyos San Francisco y Las Piedras en Quilmes. En 2005 plantaron 22.000 árboles en la ribera. El
Ministerio de Obras Públicas bonaerense pone los fondos y ellos el trabajo.
colcic fue fundada el 17 de noviembre de 1985 por vecinos e instituciones afectadas por las
inundaciones. En 1992 obtuvo personería jurídica. En 1993 se le adjudicó la obra de saneamiento
de la cuenca de los arroyos Las Piedras y San Francisco. En la primera etapa, que consta del
aliviador del Arroyo Santo Domingo, el gobierno provincial invirtió unos 35 millones de dólares.
En 1994 obtuvo la provisión de 200 viviendas para vecinos afectados por la obra, para lo que se le
adjudicaron 3 millones de dólares. Hasta 1998 la comisión controló la ejecución de la obra.
Ya en 1999 propuso firmar un convenio de limpieza, mantenimiento y parquización de los
arroyos, que se concretó en 2004 y dio trabajo genuino a 75 personas de la zona. En 2005 lanzó la
campaña de forestación “100.000 árboles para Quilmes”; se plantaron 12.000 árboles con 4.000
alumnos en 2 horas.
En 2006 se desarrolló la segunda etapa de saneamiento del arroyo Las Piedras, desde Bernal hasta
San Francisco Solano, con 50 millones de pesos de inversión.
En 2008 se firmó el convenio de mantenimiento de 200 bombas depresoras de napas en un
sector de Quilmes y se presentó la propuesta al Ente Coordinador del Riachuelo-Matanza para
hacerse cargo de la limpieza del Riachuelo.
2
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de colcic, concluyó: “Aquí no se soluciona lo que no se quiere solucionar. Lo
mismo pasa con el Riachuelo, aunque por suerte la política del más alto nivel,
ordenada por el presidente, está cambiando. La peor contaminación que primero
hay que erradicar es la de la corrupción, que destruye y permite que pase todo lo
que está pasando”.
La tecnología que utiliza Botnia es de última generación. Las pasteras y papeleras
de Argentina no cuentan con esta tecnología y los costos para actualizar las
máquinas son muy altos. El informe que la papelera finlandesa Botnia presentó
al gobierno de Uruguay sobre la planta que montó en Fray Bentos indica que la
inversión en un principio fue de 900 millones y luego de 1.200, con un costo de
1.050 dólares la tonelada. La diferencia radica en hacer el chip y desmenuzarlo
por tipo de fibra. El problema son los químicos utilizados en el blanqueo.
Massuh invirtió en el 2008 6 millones de dólares en una nueva máquina de
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papel. El proceso de reestructuración empresarial y patrimonial le permitirá
reducir hasta 25% su deuda estructural, estimada en $150 millones. Proyectan
invertir 4 millones de dólares por año para adquirir maquinarias de punta que
les permitan producir más eficientemente. Los vecinos esperan este tipo de
soluciones.
Osvaldo Tondino enfatizó: “El juez plantea claramente que nosotros
queríamos darle una oportunidad a la empresa, no incitar a que cierre: que
tenga la posibilidad de hacer las plantas depuradoras y el control de los ruidos
de la chipera donde se corta el eucalipto que vuelve loco a los vecinos”. Y el
juez Arias aseveró: “Esta causa tomó un giro inédito, porque normalmente los
vecinos lo que pretenden en estas situaciones es la clausura de la planta, y en
este caso muchos de los vecinos trabajan en la misma planta que les produce
daño. Entonces, no pretendían el cierre, sino más bien remediar estos aspectos
para mejorar la calidad de vida de la región y evitar que los afecte en su salud y
en sus trabajos”.
Queda claro el gran dilema que deben enfrentar los vecinos: seguir siendo
afectados por la contaminación o estar afectados por la falta de trabajo.
Según su informe anual, Greenpeace reclama desde 2006 al gobierno argentino
y al gobierno uruguayo la adopción y elaboración de un “Plan de producción
limpia para el sector papel” que comprenda la eliminación del cloro en el
blanqueo, la extensión del proceso de cocción y la realización del proceso de
delignificación con oxígeno. Esta es una forma de reducir la cantidad de lignina
que ingresa a las etapas de blanqueo. Los residuos de la delignificación con
oxígeno pueden ser reciclados, ya que son orgánicos, y pueden servir hasta para
fabricar aromatizantes, como explicó Ozbic. El blanqueo con cloro es una de
las partes más perjudiciales del proceso de producción de papel; la pasta puede
ser blanqueada con métodos que no emplean cloro (totalmente libres de cloro o
tcf ). Para hacerlo se utilizan blanqueadores a base de oxígeno tipo peróxido de
hidrógeno (agua oxigenada), ozono y oxígeno gaseoso. Esta tecnología totalmente
libre de cloro ha demostrado ser viable técnica y económicamente. Greenpeace
busca que todas las plantas se conviertan completamente a tcf para el año 2015
y que se produzca una eliminación total de los efluentes de las plantas de pasta
y papel. Al tratar y reciclar los efluentes dentro del proceso es posible reducir la
cantidad de agua empleada y eliminar las descargas tóxicas. Esto ayudaría a que
empresas como Massuh abandonaran procesos con gran porcentaje de cloro y un
mínimo porcentaje de agua oxigenada.
Mientras tanto, frente a la falta de respuesta de las autoridades y del
departamento de prensa de Massuh, el apartado de dicho departamento señala
en su página de internet: “Conozca nuestras políticas de medio ambiente”.
Curiosamente, nunca aparece el link para pinchar. ¿Existirán esas políticas acaso?
Julio de 2008
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Me muero por vivir en tu barrio
Adriana Gisele Álvarez
Foto: Juano Dearma
Las pequeñas casas que conforman las 53 manzanas del barrio San Juan en
Berazategui están atravesadas por un tendido eléctrico de cables de media y
alta tensión. En una de esas viviendas vive, desde hace más de veinte años,
Sara Lazarte con su familia. Ella ceba mates mientras sostiene dos hojas de un
cuaderno espiralado escritas de ambos lados (es una lista, la encabeza una niña
de 14 años): “Es el censo que hicimos con un grupo de madres para llevar un
control sobre los casos de cáncer en el barrio. Cuando se enfermó Lucas me di
cuenta de que no era la única en esta terrible situación”. Su tono de voz mezcla
indignación e impotencia: “Ya son 73 las personas fallecidas”.
Cuando a Lucas le diagnosticaron leucemia, hace cinco años, nadie pensó en
ese momento que la causa provenía de los transformadores de energía ubicados
entre las avenidas Dardo Rocha y Vergara, a menos de 20 cuadras de distancia
del centro comercial de Berazategui. Estos transformadores contienen bifenilo
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policromado, comúnmente llamado pcb, un compuesto químico organoclorado
elaborado por el hombre y de amplio uso durante el siglo pasado, en particular
en equipos eléctricos cerrados. Es un refrigerante altamente tóxico que
contamina el suelo, las napas y el agua de toda la zona, ya que una de sus
características es que se desparrama con facilidad. Pero el mayor daño ocurre
cuando los transformadores explotan o se prenden fuego, dado que el pcb se
transforma en un producto químico denominado dioxina, una sustancia cinco
veces más tóxica que el cianuro y causante de diversos tipos de cáncer.
El pcb es considerado como un “contaminante orgánico persistente”, es decir,
permanece en el medio ambiente por largos períodos y está incluido en un
listado de los doce contaminantes más peligrosos del planeta. Puede ingresar en
el cuerpo a través del contacto con la piel, por la inhalación de vapores o por la
ingestión de alimentos que contengan residuos del compuesto.
Utilizado como refrigerante de transformadores, en 1976 fue prohibido en
Estados Unidos y Europa. Hoy existen alternativas al pcb mucho más seguras,
como los aceites de silicón o ciertos tipos de aceite mineral dieléctricos, como
queda claro en el trabajo realizado por Martín Julián Lio en el Seminario de
Estudios Sociales de la Ciencia y la Tecnología de la Facultad de Ciencias
Sociales de la uba, “El pcb y las ondas electromagnéticas: contaminación
ambiental, obsolescencia tecnológica y organización social en el sur del Gran
Buenos Aires”.
La serie de acusaciones que apuntan hacia la empresa concesionaria
del servicio de energía eléctrica (Edesur) no son antojadizas, sino que se
fundamentan en el tendido de cables de media y alta tensión (muchos de
ellos incluso pasan sobre las veredas de las viviendas) y los transformadores de
electricidad que contienen pcb. Estos se encuentran en los principales espacios
verdes y en malas condiciones, lo que posibilita que se incendien fácilmente. Los
bomberos de la zona afirman que a ellos se los llama cuando los transformadores
comienzan a incendiarse, pero que no hacen nada hasta que llega la cuadrilla
de Edesur (entre cuatro y cinco horas después) y asegura el corte del suministro
eléctrico. Luego sí tiran agua.
En el barrio Rigolleau los vecinos observan cómo varios trabajadores de una
empresa contratista cuyos carteles de obra en construcción rezan Bocardo S.A.
(su sitio web no se encuentra disponible) realizan excavaciones. En un principio,
quienes se atrevían a preguntarles a estos trabajadores sobre el verdadero
propósito de estos trabajos recibían como respuesta un “nosotros no sabemos
nada”. Pero el hecho de que esos empleados estuvieran permanentemente
rodeados por patrulleros de la policía hizo que los vecinos sospechasen lo peor.
Finalmente, la verdad salió a la luz y lo que algunos creían podía llegar a ser una
serie de refacciones que traería progreso a un barrio abandonado se transformó
en una aterradora amenaza. Esos trabajos serían para colocar un cableado
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subterráneo de media tensión que conectaría a la subestación de las calles 21 y
145 con la ubicada a la misma altura en la avenida Dardo Rocha.
Mónica Colman, concejal del SI (Solidaridad e Igualdad) asegura que el gran
problema es que “nunca se logra que un médico asocie la causa de la leucemia
o cáncer como producto del pcb, porque nadie indaga qué es realmente lo que
ocurre. Se atiende a las personas sin que se les pregunte dónde viven o si tienen
un transformador cerca. Esto surge del propio relevamiento de los vecinos”.
Además del pcb, los campos magnéticos de las líneas de alta tensión
acrecientan los riesgos para la salud. El biólogo de la Universidad Nacional
de Córdoba Raúl Montenegro, que preside la Fundación para la Defensa
del Ambiente (funam), realizó un informe sobre la subestación Sobral en
Ezpeleta, en el cual introdujo las nociones de “estándar precautorio” y “medida
precautoria” como criterio para facilitar el principio precautorio, una medida
legal tendiente a reducir el riesgo de enfermedades. Se ha determinado
que hay siete enfermos por cuadra, lo que confirma que son enfermos del
electromagnetismo proveniente de la subestación. Esto queda consignado en el
volante que entregan los vecinos, denominado “Luz mala”. Cada subestación
tiene un transformador que es el que hace la distribución de energía. Desde
hace cinco años aquellos que se coloquen deben tener un refrigerante distinto
al pcb. Esta es una de las razones por las cuales las causas no prosperan. Para la
subestación Rigolleau se pidió un principio de precaución, pero, al igual que en
el caso Sobral, no tiene resolución.
La concreción de los proyectos se realiza por medio de declaraciones
juradas; Edesur garantiza que no afectará la salud. En Argentina se permite
como contaminación electromagnética hasta 25 microteslas y en cuanto al
pcb la provincia de Buenos Aires fija un límite de 2 partes por millón (ppm)
de pcb, una exigencia mucho más estricta que la sugerida por los organismos
internacionales para ser considerada “libre de pcb”, que establecen 50 partes
por millón. “La medición del proyecto dice que no se contaminará si las obras
se hacen como se dicen, no como realmente se llevan a cabo. ¿Qué podemos
esperar si dice que los cables deben estar a 2,20 metros y hay lugares donde no
supera el metro? Hay lugares donde pasa a 50 centímetros del caño del gas. La
salud está en riesgo”, afirma Colman.
Los Vecinos Autoconvocados por la Vida (asociación que lucha contra la
instalación de la subestación Rigolleau) presentaron un amparo en el Juzgado
Federal N° 2, a cargo de Adolfo Gabino Ziulu, para evitar que comiencen las
obras de ampliación energética de la planta. El juez se excusó de fallar porque
faltaba el informe médico que debía hacer la municipalidad de Berazategui
respecto de los posibles daños para la salud. Pero cuenta Colman: “Ziulu dijo
además a Telenoche que ya estaba por expedirse y a nosotros no nos notificó
nada, incluso no nos citó para una audiencia en la que se encontraban los
representantes de una entidad sin fines de lucro llamada acucc (Asociación
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Foto: Juano Dearma
Coordinadora de Usuarios, Consumidores y Contribuyentes), quienes hablaron
más de Sobral que de la subestación Rigolleau y llevaron a una vecina de San
Juan que ni pudo hablar”.
El médico y concejal Jorge Sívori del Frente para la Victoria atiende
gratuitamente a muchos vecinos del barrio San Juan. Señala que esta situación es
alarmante, tanto la del barrio San Juan como la de Rigolleau. “El tema está en
que hay gente muerta muy joven. El juez dijo que no hay estadísticas, va a haber
dentro de diez años cuando mueran muchos chicos más. Hace diez días murió
una nena con cáncer de huesos. Los condensadores de pcb son nocivos, por eso
se pide que sean subterráneos, que se hagan con cámaras blindadas. Existe un
plano en el que se marca a los enfermos de algún tumor o cáncer y los muertos.
Es terrible porque hay dos enfermos o un muerto por manzana”, subraya Sívori.
Isabel Palacios, quien pertenece a la agrupación de Vecinos Autoconvocados
por la Vida, afirma que “no hay asistencia oficial. Nadie se hace cargo de nada,
ni de los tratamientos oncológicos, que son de altísimo costo. Las familias
quedan destruidas”.
De hecho, quienes padecen enfermedades por esta causa en el barrio San Juan
no cuentan con ningún apoyo del Estado y en muchos casos los vecinos realizan
rifas y eventos destinados a conseguir el dinero suficiente para construir las
habitaciones esterilizadas que necesitan aquellos que ya tienen el diagnóstico de
enfermo oncológico. Escriben cartas a las distintas asociaciones para conseguir
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el financiamiento de los tratamientos y a las autoridades de la provincia de
Buenos Aires para que saquen los transformadores. “Nosotros hemos atacado la
violencia con cultura y con arte a través de festivales de más de 800 personas,
cinco murales, un monumento a la víctimas de la contaminación y la lucha de
los vecinos; hemos colocado una virgen (la de Luján, patrona de la zona). Manos
anónimas han atacado con pintadas y han quemado la virgen”, cuenta Isabel.
El artículo 41 de la Constitución Nacional establece que el gobierno debe
tomar las medidas necesarias para proteger el medio ambiente. El 23 de octubre
de 2002 se sancionó la Ley 25.670 en la que se promueve la eliminación del
pcb, objetivo que debe estar cumplido para el 1 de enero de 2010, cuando
finaliza la concesión de Edesur. A partir de ese año, todos los aparatos cuyo
contenido de bifenilos policlorados sea superior a 0,0005 partes por millón
deberán ser descontaminados. La Secretaría de Política Ambiental Bonaerense
prohibió la fabricación de pcb en el ámbito de su jurisdicción, al igual que el
ingreso de esta sustancia y la instalación de transformadores, condensadores
y recipientes que la contengan. “Obras de este tipo violan todos los derechos
constitucionales, no solo los artículos 41, 42, 43, todos derechos que hablan de
la propiedad, de la salud, del medio ambiente, la igualdad de derechos. Por eso
veo un reclamo más que justo y nadie le puede prohibir a un ser humano que
tiene un hijo enfermo que reclame. Esto es un genocidio silencioso y tenemos
que unirnos porque el mapa que tristemente han confeccionado los vecinos de
San Juan, Sobral (Ezpeleta) y Wilde va a ser un poroto”, afirma Isabel.
Según la normativa, quienes sean responsables de elementos contaminados
deberán presentar, en el plazo máximo de un año a partir de la puesta en
vigencia de esta resolución, un programa de eliminación o descontaminación,
con el objetivo de desterrarlos de todo el territorio de la provincia. En el caso de
producirse escapes, fugas o pérdidas de pcb en cualquier equipo o instalación,
el poseedor deberá instrumentar medidas correctivas, para reparar el daño
ocasionado, y preventivas, para disminuir los riesgos hacia las personas y el
medio ambiente y evitar que el incidente o accidente vuelva a ocurrir.
Desde el Foro de Ambientalistas en Defensa del Río de La Plata afirman que
“en los mapas de la muerte se ve cómo los cableados de alta y media tensión que
unen las subestaciones enferman a los vecinos; esto está en la justicia. El juez
Ziulu le pidió a la Universidad Nacional de La Plata un estudio, pero ocurre
que esos relevamientos no son considerados idóneos por los vecinos por no
ser sostenidos ni en el espacio ni el tiempo, lo cual no posibilita determinar la
verdadera causa del cáncer”. Un estudio de ese tipo le daría un marco científico
a esta protesta.
No existen datos oficiales de cuántos son los enfermos ni los fallecidos por
pcb, ya que ningún médico puede asegurar que esa sea la causa ni el municipio
ha realizado un censo con el rigor científico que la situación amerita. Tanto
la Secretaría de Salud como la de Medio Ambiente desconocen la situación y
Edesur se negó a aportar datos para demostrar lo contrario.
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SERIE DIGITAL 11 / Ciencias Sociales
Foto: Juano Dearma
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La misma problemática del barrio San Juan se repite en Wilde, Ezpeleta
(subestación Sobral), Ranelagh (barrio La Serranita) y, por qué no, a la vuelta
de la esquina de nuestra casa. “Los vecinos a través de las ong peticionamos por
un lugar mejor, un país mejor y un mundo mejor donde nuestros derechos sean
respetados. Es lo que le exigimos al gobierno, que utilice los medios necesarios,
que actúe”, aseguran los integrantes del Foro.
Julio de 2008
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SERIE DIGITAL 11 / Ciencias Sociales
Tener Karisma tiene su precio
Matilde Moyano / Vanesa Arato /
Paola Orlietti / Walter Sogos
¿Quién no fantaseó alguna vez con ser famoso? ¿Quién no se vio seducido por la
idea de actuar, modelar o al menos aparecer “allá a lo lejos” en alguna publicidad
y poder luego verse en pantalla como quien busca a Wally en la multitud? La
demanda para este tipo de trabajos siempre existió, la oferta también: aparece
habitualmente en clasificados de los principales diarios del país.
“Empleada/o. publicidad. Arcor. Fiat. Nike. $3500. Extras cine y tv. $150
día. Coca. Huggies. $2000 c/u. Presentarse en Agüero 1359, 2º P. 11 a 17
hs. 4824-2045 ** 4824-2598”: un aviso como este –tomado del suplemento
Empleos de Clarín– se publica casi todos los días solicitando empleados
para realizar publicidades de marcas reconocidas mundialmente y trabajar en
televisión. Como vemos, figuran los teléfonos y el domicilio, pero se omite el
nombre de la agencia.
Karisma Casting Scouting se presenta en su blog como una empresa
proveedora de elenco para producciones audiovisuales. El lugar está dirigido
por Pablo Marcelo Simone y su padre Eduardo Simone, pero el inmueble está a
nombre de la mujer de este último, Erica Turk.
Para investigar su funcionamiento, conocer a sus responsables y empleados,
tener contacto directo con las instalaciones, dos periodistas de un equipo de
investigación nos hicimos pasar por personas interesadas en formar parte de esta
agencia.
“¡Te vamos a hacer famosa, reina!”. Así se nos dio la bienvenida a Karisma
en nuestro primer contacto telefónico. N40 era el código del turno que nos
asignaron para que nos presentáramos al día siguiente en Agüero 1359, en el
segundo piso.
Llegada a Karisma
Notamos que habíamos llegado a la dirección indicada porque en la puerta del
edificio había un cartel confeccionado en hoja A4 que decía “Karisma 2° piso”.
En la puerta del edificio se encontraba una mujer de unos 40 años, quien nos
comentó que estaba esperando que su hijo saliera de una sesión de fotos en la
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Editorial UNQ
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agencia. Le preguntamos si había tenido que pagar para que se incorporara al
staff y respondió que había abonado 70 pesos.
Subimos las escaleras hasta el segundo piso y al llegar lo primero que vimos
fue que la sala de espera estaba repleta de gente de diversas edades, entre los 2 y
los 45 años.
Nos acercamos al mostrador, en donde nos anunciamos con el código que
nos habían dado. Una recepcionista nos hizo completar una planilla con datos
personales y experiencia en el rubro artístico. Además, para leer mientras
esperábamos, nos dieron un folleto titulado “¡Algunas sugerencias!”, entre las
cuales se encontraba la siguiente: “Que [las agencias o empresas] te muestren
las producciones en las que han participado y/o algún resumen anual de sus
colocaciones, como así también alguna documentación que certifique su alcance
a los medios”.
Sentadas en el piso, ya que todos los asientos estaban ocupados, observamos
que una de las paredes de la sala de espera estaba decorada con fotos de Pablo
Simone junto a diferentes figuras: Gerardo Sofovich, Nicolás Repetto, Silvina
Luna, Sebastián Wainraich, entre otras. La exposición de estas fotografías
pretendía certificar una participación real de Karisma en los medios. El hecho
de mostrar este tipo de fotos (que nos hicieron recordar inevitablemente al
mágico Photoshop) nos reveló una evidente necesidad por parte de la empresa
de construir credibilidad, utilizando figuras reconocidas en los medios que no
necesariamente trabajaron con Simone.
Foto: Diego Surueta
Entrevista
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SERIE DIGITAL 11 / Ciencias Sociales
Cuarenta fueron los minutos que aguardamos en la sala de espera hasta que una
voz anunció nuestros nombres: al fin había llegado nuestro turno.
Hugo era uno de los tres empleados encargados de entrevistar a la gente.
Morocho y de unos 25 años, procedió a darnos la bienvenida con otra
advertencia que aumentó la sensación de “no aclares que oscurece” que habíamos
comenzado a tener: “Chicas, en primer lugar quiero decirles que este no es
un casting sábana”. Nuestro desconocimiento sobre esa expresión nos llevó a
preguntarle a Hugo qué significaba: “Es cuando una persona tiene que acostarse
con alguien para conseguir un trabajo”, dijo mientras lanzaba una mirada
cómplice a un chico que, desde un escritorio ubicado perpendicularmente al
nuestro, no dejaba de atender el teléfono que sonaba todo el tiempo.
Hugo continuó explicándonos que teníamos dos caminos para elegir. Uno
consistía simplemente en que nuestros datos personales básicos quedaran en una
base de datos, opción que él mismo reconoció que era una pérdida de tiempo,
debido a que al tener solo un legajo sin fotografías íbamos a ser elegidas al azar.
Pero advertimos que en esa misma ficha de datos básicos figuraba una dirección
de e-mail de Karisma acompañada por una frase que decía “enviar fotos a esta
dirección”. Cuando se lo hicimos notar, no hizo más que ponerse nervioso,
balbucear algunas palabras y fortalecer nuestra idea acerca de que algo andaba mal.
El otro camino consistía en abonar un importe que, en nuestro caso, era
de 45 pesos (recordemos que al hijo de la señora que esperaba en la puerta le
habían cobrado 70 pesos) en concepto de gastos administrativos, entre ellos una
sesión de entre cuatro y seis fotos. Todo esto “para tener más posibilidades de ser
elegido”, ya que ellos nos armarían un currículo artístico, el cual en teoría sería
distribuido en las “54 productoras con las que trabaja la empresa, entre ellas
Endemol e Ideas del Sur”.
“Mirá, nosotros no trabajamos ni con Karisma ni con ninguna castinera en
particular. Cuando necesitamos gente, abrimos nuestra propia convocatoria que
sale en la tele, en los diarios o en algún medio. A lo sumo nos contactamos con
personas con las cuales ya trabajamos”, desmintió Patricia Vergara, la responsable
de producción periodística de Showmatch, de Ideas del Sur.
Mariela Suárez, del departamento de prensa de Endemol, también negó que
su productora trabajara con la agencia de Pablo Simone.
Semanas más tarde volvimos a comunicarnos con Karisma para conocer
cuáles eran las 52 productoras restantes con las que trabajaban. En la entrevista
que habíamos tenido Hugo comentó que desconocía esa información y que lo
consultáramos con el área de marketing.
Contestó a nuestro llamado una mujer que no supo responder a nuestra
consulta y nos comunicó con otra persona. Mientras esperábamos, escuchamos
con claridad una voz cercana al teléfono que decía: “Hacete cargo vos que estás
hace más tiempo que yo”. Finalmente nos atendió otro empleado llamado Jorge.
Nos escuchó y habló con amabilidad, dijo varias cosas pero ninguna respondía a
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nuestra pregunta y nos propuso hablar con alguien de marketing. Luego de haber
esperado varios minutos en línea, Jorge contestó nuevamente y nos informó
que nadie podía atendernos, pero que de todas formas esa información que
requeríamos era confidencial.
Cursos
Otro de los beneficios que ofrece Karisma a quienes abonan el variable monto es
la posibilidad de participar en cursos de teatro:
– ¿En dónde son los cursos?-preguntamos.
– Acá.
– ¿En este mismo piso? Pero si no hay lugar…
– Quedate tranquila que acá se despliega todo.
Pero era difícil creerlo. El plano publicado en la sala de espera que cumplía la
función de “plan de evacuación” mostraba claramente que el inmueble consta de
dos salas de reuniones (llenas de escritorios), una sala de máquinas, un despacho,
dos baños y el hall/sala de espera.
La única posibilidad era que esta empresa tuviera una tecnología tan avanzada
como la taberna de Moe en el capítulo “La Ley Seca” de Los Simpsons, en
donde el solo hecho de accionar una palanca cambiaba en pocos segundos las
instalaciones.
Telenoche investiga
Otras de las sugerencias del folleto que obtuvimos en la recepción era:
“Antecedentes. Algo muy importante es determinar lo que esa agencia o empresa
ha logrado en los últimos tiempos. Hay agencias o empresas ‘golondrina’ que
solo perduran unos pocos meses y deben cerrar o emigrar a otra dirección”. La
estrategia de esconder algo importante en un lugar evidente fue inaugurada por
el protagonista del cuento “La carta robada” de Edgar Allan Poe y continuada
por el autor de los cuentos Fashion time y Karisma, Pablo Marcelo Simone.
En el año 2001 el programa periodístico de Canal 13 Telenoche investiga
puso al aire un informe que denunciaba la estafa de una agencia de modelos
llamada Fashion time (Llan Pol Meyer Group), la cual se disolvió luego de dicha
denuncia. Esta agencia se encontraba ubicada en la calle Rivadavia 2890, piso
8, oficina 707 y uno de sus empleados era Pablo Marcelo Simone, quien luego
del cierre creó junto con su padre la empresa Karisma Casting Scouting, donde
continuó con la misma política de trabajo: la venta de ilusiones.
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Un periodista llamado Christian Sanz, director ejecutivo del periódico
Tribuna de Periodistas, escribió varias notas sobre la estafa tanto de Karisma
como de otras agencias de talentos. En sus escritos, que pueden encontrarse
en internet, el periodista denuncia la corrupción de esta agencia y los varios
intentos en vano de llevarla a la justicia. Nos pusimos en contacto vía e-mail
para mantener una charla y compartir su trabajo con nosotros, pero lo único
que recibimos en su respuesta fue una alerta y deseos de éxito. Así se refirió a
los dueños de Karisma: “Son tipos complicados, a mí me enviaron varias cartas
documentos y me amenazaron”.
Comprobante
Otra sugerencia: “Solicita que te entreguen algo por escrito donde conste el tipo
de servicio que te van a brindar”. Si una persona accede a abonar para formar
parte de Karisma, le ofrecen una copia de una especie de contrato en el que,
entre otras cosas, se comprometen a no generar expectativas. Tal vez a eso se
refiere esta advertencia al decir “algo por escrito”. Pero tal vez debería referirse
a que si una persona abona por un servicio, debe recibir un comprobante legal
a cambio en el que “conste el tipo de servicio” que se le va a brindar. Pero a
cambio del dinero, Karisma ofrece un recibo diseñado y fotocopiado por ellos
mismos.
Garantía
“Ustedes son blancas y rubias” fue uno de los elogios recibidos por Hugo, quien
nos quería hacer sentir únicas e indispensables para el trabajo. Pero parecía
que los halagos no le bastaban, ya que recurrió a defenestrar por la apariencia
a algunas personas que ya estaban inscriptas en la agencia. Para ratificar una
vez más que nosotras teníamos mayor posibilidad de ser seleccionadas, con una
carpeta que contenía fotografías del staff, señaló a un par de personas de tez
morena y dijo: “¿No vieron a las estatuas de chocolate que están paradas en la
plaza de Once?”. La entrevista se volvió en ese instante insoportable. Queríamos
irnos en ese mismo momento.
De todas maneras, permanecimos:
– ¿Qué probabilidades existen de que nosotras quedemos seleccionadas?
– Algunas se creen que son Celeste Cid, y el hecho de que ella viva a dos cuadras de
acá no significa que van a tener un trabajo ya. Hay que tener paciencia, mirá qué
número tengo yo (tenía un carnet con el número siete mil y pico).
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Editorial UNQ
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– Y si entonces vos sos el siete mil y pico y ese número de “afiliados” asciende día a
día, aunque Cris Morena necesite muchos extras, ¿qué posibilidad tengo yo de que
me elijan a mí habiendo tanta gente disponible?
– Tenés que entrar al blog y fijarte si quedaste.
Cuando llegó el momento de decidir si aceptábamos formar parte de la agencia,
le dijimos que no contábamos con el dinero y que podíamos acercárselo la
semana siguiente, a lo cual Hugo nos respondió: “Tiene que ser mañana o
pasado más tardar; ¿no llegan a juntar aunque sea para una?”. Finalmente, para
no perder dos nuevas víctimas, nos extendió el plazo solo unos días más, pese a
que la agencia incorpora gente en todo momento.
Nunca regresamos.
Blog
Una sugerencia más: “Averiguá si la empresa tiene algún blog o página web
donde consten los antecedentes actualizados de sus trabajos”.
Karisma posee un blog (de blogspot.com) en internet en donde publican los
principales castings a donde fue enviado su elenco con las fotos de las personas
que fueron preseleccionadas para diversas publicidades. Entre las muy pocas
personas seleccionadas, aparece Gabriel Asdourian, quien participó en una
publicidad de Renault. Se enteró de que su foto aparecía en el blog cuando
nos contactamos con él. Su asombro al verse en la página web de Karisma
se acrecentó cuando notó que el caché publicado allí era mayor que el que
realmente obtuvo.
Nos contó su experiencia: “Soy una persona que lucha por lo que quiere, por
eso uno de mis objetivos es hacer lo posible para trabajar de lo que estudié y que
es mi vocación: la actuación. Así es cómo caí en Karisma”. Cuando le dijeron
que tenía que abonar una suma de $20 se negó, pero terminó negociando con
la persona que lo atendió, quien le ofreció un trabajito de extra que estaba a
punto de salir para que luego con el pago de ese trabajo él abonara los gastos
de la administración. Y así fue. Hasta hoy sigue manteniendo contacto con una
persona de la empresa a quien llama cada tanto para consultar si hay trabajo,
pero sin obtener una respuesta positiva desde hace varios meses.
Gabriel dice estar en desacuerdo con las agencias que “se abusan de la
gente sacándole dinero para trámites que no lo requieren y prometiéndole un
camino rápido a la fama. Considera que el speech que tienen dichas agencias es
vergonzoso, porque le vende a la gente una ilusión, y que si pudiera hacer algo
para acabar con esto lo haría. Sin embargo, no deja de reconocer que a él le
sirvió en cierto momento de su carrera.
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Editorial UNQ
SERIE DIGITAL 11 / Ciencias Sociales
Foto: Diego Surueta
Comunicación telefónica con
Karisma para solicitar empleados
Al comunicarnos con la agencia nos atendió un tal Nico. Le dijimos que
llamábamos de una productora para pedir cotización de extras femeninos para
realizar sorteos en un programa llamado Automovilismo zonal, que se realiza
en El Garage TV. Le consultamos si había alguna página web para ver a las
modelos; dijo que no y que nos pasaría con la persona encargada. Escuchamos
que llamaba a Eduardo (suponemos que se trataba de Simone), quien con tono
de desconfianza preguntó con quién hablaba. Nicolás continuó al teléfono y
comenzó a hacer las preguntas que Eduardo le indicaba. En una pausa que hizo
mi interlocutor, pudimos escuchar cuando le decía que pidiera un número de
documento. Dedujimos que habían advertido el ardid, que nada obtendríamos
de ellos, y finalizamos la comunicación.
Al día siguiente, en un segundo intento, atendió otro empleado. La estrategia
fue fingir que era la primera vez que nos encargaban una tarea así. Luego de
charlar brevemente, derivó el llamado con el encargado del tema, Pablo Simone.
Nos informó de que para participar de una hora en vivo cada extra cuesta entre
80 y 100 pesos, que podía brindar el servicio con o sin factura y que iba a
preparar un cd con fotos de los modelos para realizar la selección. A cambio
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pidió un número de teléfono para avisar cuándo debíamos pasar a buscar el
material. Nunca llamó ni contestó los llamados posteriores.
Elencos y elenquitos
Nos pusimos en contacto con el encargado de otra agencia de talentos para
comparar la metodología de trabajo y ver cuáles son las principales diferencias
entre Karisma y una agencia de buena reputación.
Esta agencia, ubicada en Juan María Gutiérrez 3821 (Palermo), se llama
Elencos y elenquitos. La persona que nos abrió sus puertas fue Leandro
Portolesi, director de scouting.
Leandro tiene 20 años de experiencia y asegura que “nunca se puede
conformar a todo el mundo, pero si hay algo que indica que una agencia es
trucha es que te cobren”. Y con respecto a la garantía de obtener trabajo por
medio de una agencia aseguró: “La promesa en una entrevista es una locura”.
También nos explicó que para realizar un comercial las agencias de publicidad
trabajan con productoras, las cuales pueden optar por hacer el trabajo de
selección de actores por su cuenta o bien contratar a una castinera. Esta realiza
el casting y convoca a una agencia de representación.
“Ahora las agencias grandes nos complementamos y nos unimos para
combatir esto de las agencias truchas”, agregó. De esta unión nació la Cámara de
Representantes de Actores y Modelos de la Argentina (crama), conformada por
varios dueños de agencias que se considera que trabajan dentro de los parámetros
correctos. crama intenta regular el funcionamiento de las agencias, ya que en
nuestro país no existe un marco legal sobre el cual basarse. “Por ejemplo, el
porcentaje por actor que se queda una agencia de representación es del 25%,
pero no hay nada legal que indique que esto debe ser así, entonces puede ocurrir
que las agencias que son truchas cobren por ahí el 30%, el 40% o el 50%”.
Para indagar un poco más acerca de esta situación, consultamos a Pedro
Busetti, titular de Defensa de Usuarios y Consumidores (deuco). Señaló que la
operatoria que utilizan en Karisma es deleznable pero no ilegal, debido a que no
hay leyes que regule este ámbito, e informó no haber recibido ninguna denuncia
contra la agencia. La representante legal del Sindicato Único de Trabajadores del
Espectáculo Público (sutep) brindó básicamente las mismas afirmaciones.
En busca de un descargo
Luego de varios intentos logramos conversar con Eduardo Simone, quien afirmó
que trabajó en la agencia Fashion Time al igual que su hijo Pablo Simone.
Reconoció que dicha agencia funcionaba de forma irregular, pero sostuvo que
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ninguno de ellos lo aprobaba. “Pablo conoció un poco lo que es el mercado de
salida laboral, los clientes, las castineras, las productoras. Pero ninguno de los
dos estábamos de acuerdo con la forma de operar de la agencia”, dijo.
Con respecto a los logros de Karisma, nos aseguró: “Nosotros tenemos miles
de personas que hemos enviado a castings y notas de pedido de castineras y
productoras. Cientos y cientos de notas en estos tres años. Es más, nosotros
empezamos a operar incluso antes de abrir oficina a la calle. Empezamos a operar
directamente en internet con productoras y castineras. Teníamos un elenco
hecho con gente que nos enviaba su currículum por internet y lo colocábamos
telefónicamente. Así que cuando abrimos acá ya teníamos antecedentes de gente
que había sido colocada en producciones artísticas… Una vez que vos vengas a
acá te voy a dar información más precisa que imaginarás que por teléfono no
quiero dártela, sino que quiero conocerte primero… Tenemos colocada mucha
gente que hizo protagónicos, que son casos con caché muy importante”.
Quedó en contactarse con nosotros para concertar una entrevista personal con
la cual poder documentar la seriedad de su empresa; sin embargo, nunca volvió
a comunicarse ni atendió las llamadas realizadas por nuestro equipo.
La investigación, que ha apuntado a indagar la irregularidad con la que
trabaja la agencia Karisma, ha dejado al descubierto un engaño: la promesa de la
fama asegurada a cambio de 70, 40, 20 pesos… o lo que tengas.
Julio de 2009
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Cuando la historia se olvida
Mariana Campana / Mauro Gasparini / Leticia Pautasio
Aunque muchos habitantes de Quilmes no lo sepan, la casa de Santa Coloma es
la edificación más antigua del distrito. Construida a principios de 1800 por Juan
Antonio de Santa Coloma, fue declarada patrimonio histórico nacional en 1945
y provincial en 1992 por su gran valor arquitectónico e histórico.1
Ubicada en La Paz y Roca, en la localidad de Bernal, la residencia que
contaba con diecisiete habitaciones solamente mantiene ocho en pie. Desde
2005 se encuentra cerrada al público.
La finca, que pertenece al Obispado de Quilmes desde 1969, presenta paredes
deterioradas por filtraciones, muros amarillentos por la humedad y una sala que
fue clausurada en 2009 por riesgo de derrumbe. Despojada de la mayoría de
sus muebles originales, solo conserva una mesa de madera grande y antigua con
relieves artesanales.
En una de sus habitaciones se amontonan pupitres que hasta 2005 sirvieron
a los alumnos que concurrían a clases de catequesis. El paso de los estudiantes
dejó algo más que recuerdos: numerosos mensajes de amor escritos con corrector
líquido pueblan puertas y ventanas.
La residencia posee una fachada austera, característica de una casa de campo
de estilo colonial tardío, y fue construida por esclavos traídos de África que
Una casa llena de historia. La casa toma el nombre de Juan Antonio de Santa Coloma, quien
ordenó erigirla a finales del siglo xviii. En esa época constituía por sí misma un imponente paisaje y
conformaba la única edificación visible entre la ribera de Quilmes y la Ciudad de Buenos Aires.
Según historiadores como Felipe Jorge Firpo y Gotardo Pedemonte, la casona fue testigo del
primer enfrentamiento entre criollos e ingleses en la segunda invasión inglesa. En 1807, la residencia
refugió a más de 10 mil hombres pertenecientes al ejército inglés, comandados por el general John
Whitelocke. Las armas del viejo continente atacaron a los sirvientes, que se defendieron en forma
improvisada. Una vez ocupada la casa, los soldados permanecieron una noche utilizándola como
posta de descanso en su trayecto a Buenos Aires.
La familia Santa Coloma habitó la casa hasta 1829, año en que falleció su dueño. Sus herederos
decidieron repartir la tierra entre sus familias: Cramer, Bernal, Lezica y Torres. Los hijos de
Gerónima Lezica de Cramer, última propietaria del terreno, donaron la vivienda a la congregación
de Hijas de María Auxiliadora, que en 1968 la convirtió en parroquia y en 1976 la entregó al
Obispado de Quilmes.
El 10 de diciembre de 1945, bajo la presidencia de Edelmiro Farrell, la casa de Santa Coloma
fue declarada patrimonio histórico nacional por iniciativa de la Junta de Estudios Históricos de
Quilmes.
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SERIE DIGITAL 11 / Ciencias Sociales
tallaron a mano los tirantes de madera que sostienen el techo de tejas. Los
muros fueron construidos con ladrillos unidos con adobe y revocados a la cal.
Según un informe realizado en 2005 por la arquitecta Marta Oliva
–presidenta de la Junta de Estudios Históricos de Quilmes y excolaboradora de
la Dirección de Patrimonio de la municipalidad local– la edificación presenta
una serie de “patologías propias del sistema constructivo y por la falta de
mantenimiento y desajustes debido a intervenciones posteriores a su restauración
que solo han contribuido a su deterioro”.
La casa es también víctima de la ignorancia por parte de los quilmeños.
Contribuye el hecho de que esté escondida entre la capilla María Auxiliadora
y la casa del cura párroco encargado. Estas dos edificaciones ocultan a Santa
Coloma de la vista del peatón, a lo que se le suma la inexistencia de placas o
carteles informando su ubicación e importancia.
El director de Museos de la Municipalidad de Quilmes, Rodolfo Cabral,
aseguró que “las habitaciones se fueron cayendo sin que nadie haga nada por
salvarlas”, y al ser consultado sobre la situación actual de la residencia fue
tajante: “Hay que hacer algo urgente”.
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Funcionarios y propietarios parecen no hacerse cargo del estado en el que se
encuentra la edificación; aducen problemas económicos para su mantenimiento
o simplemente se desentienden completamente del asunto. En los archivos de la
Iglesia María Auxiliadora no hay registros de cartas enviadas por el Obispado a
la Comisión Nacional de Museos y Lugares Históricos desde 1992.
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Durante la gestión del intendente Fernando Geronés se intentó promocionar
turísticamente a la casona y se buscó sin éxito recuperar el mobiliario original
que, hasta hoy, está en posesión de los museos de Areco y Luján.
La última misiva fue enviada en enero de 2009 desde la Dirección de
Patrimonio Urbano Ambiental del municipio de Quilmes. La intendencia
solicitó “una inspección de la Comisión para corroborar los deterioros que
presenta la casona, y el asesoramiento legal y técnico para implementar las
acciones necesarias para su posterior restauración”.
Marta Oliva, que hasta ese entonces era funcionaria de la comuna quilmeña,
explicó que el resultado de ese pedido fue la llegada de un equipo enviado por la
Comisión el día 27 de enero, pero desconocía si estaba previsto tomar acciones
concretas sobre el edificio.
En febrero de 2009, el secretario de Planeamiento Estratégico, Obras
y Servicios Públicos, Tierras y Vivienda de la municipalidad de Quilmes,
arquitecto Brian Reninson, renunció a su cargo y, junto con él, el equipo de
trabajo de la Dirección de Patrimonio. Las nuevas autoridades municipales,
Roxana González (Secretaría) y Adriana Estévez (Dirección de Patrimonio),
pertenecen al partido de Avellaneda y “recién se están empapando en el asunto”,
concluyó Oliva.
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SERIE DIGITAL 11 / Ciencias Sociales
Adriana Estévez afirmó que no tenía conocimiento de los resultados del
equipo enviado en febrero por la Comisión. Pero en el expediente que posee la
Comisión Nacional de Museos y Lugares Históricos aparece una carta enviada
a la arquitecta Estévez el 12 de junio de 2009 que autoriza “el apuntalamiento,
como así también la ejecución de reparaciones”, aunque sin especificar quién
estaría a cargo de la financiación.
La misma carta adjunta un informe realizado por la Dirección Provincial de
Patrimonio Cultural de la provincia de Buenos Aires en donde se detalla el
estado actual del bien y recomendaciones para su futura refacción.
El director de Museos de la Municipalidad de Quilmes afirmó que la iglesia
no posee personal capacitado ni medios económicos para realizar reformas de
mantenimiento en la residencia. Asimismo, expresó que al gobierno de la Nación
no le interesa la preservación de la casa, por lo que no destina presupuesto para
ello, y que las autoridades eclesiásticas y municipales tienen otras prioridades
más visibles socialmente, como mantener hogares y comedores. Sostuvo además
que “es necesario que existan políticas culturales más fuertes que generen una
amplitud en la oferta turística local”.
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Legislación
El decreto ley que establece a la casa de Santa Coloma como monumento
histórico nacional explica que la Comisión Nacional de Museos y el propietario
deberán acordar “el modo de asegurar su conservación y el cumplimiento
de los fines establecidos”. Por otra parte, la ley 12.662 que dio origen a la
Comisión Nacional de Museos, Monumentos y Lugares Históricos establece que
solamente cooperará en los gastos que demanden la conservación del patrimonio
en caso “de que los inmuebles históricos sean propiedad de las provincias,
municipalidades o instituciones públicas”.
Las sucesivas reparaciones de la casona de Santa Coloma fueron financiadas por
la Dirección de Arquitectura de la Nación a pesar de que la ley establece que
de ser propiedad privada la conservación del edificio recae en el propietario
del inmueble. A partir de ello, el propietario, en este caso el obispado, deberá
asegurar su conservación.
En septiembre de 2000 el entonces intendente Fernando Geronés y el obispo
Jorge Novak firmaron un convenio en el cual la municipalidad se compromete a
“refaccionar, pintar y poner en condiciones” la casona de Santa Coloma a fines
de incluirla en el circuito turístico quilmeño.
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SERIE DIGITAL 11 / Ciencias Sociales
Siete años más tarde, en febrero de 2007, el Honorable Concejo Deliberante
local sancionó la Ordenanza N° 10.633 en la cual se constituyen como
patrimonio histórico-cultural y natural de Quilmes a todos aquellos lugares o
sitios de dominio público o privado ubicados dentro del partido que posean
valor histórico, arquitectónico, artístico o ambiental.
Al respecto, Marta Oliva explicó que la designación de la casona como
patrimonio histórico municipal –que el intendente Francisco Gutiérrez anunció
en su discurso de asunción– no tendría sentido porque la ordenanza 10.633 ya
establece a Santa Coloma como tal.
Las reformas: consecuencias y propuestas
La casa de Santa Coloma ocupaba en sus orígenes un terreno de media legua
de frente (2.600 m) y una legua y media de fondo (7.800 m). En 1893, tras la
muerte de su dueño, la finca fue dividida entre diez herederos, y actualmente se
conserva solo una manzana aproximadamente del total de la propiedad.
En 1983 se produjo la última y más importante de las modificaciones en
la estructura de Santa Coloma cuando la Comisión Nacional de Museos de
Monumentos y Lugares Históricos realizó tareas de reparación de carpinterías,
revoques interiores y exteriores, y pintura.
Esta reforma y la posterior colocación de membrana asfáltica en 1992
provocaron una serie de inconvenientes entre los que Marta Oliva destacó “la
colocación de parches de mortero cementicio sobre el mortero original a la cal y
la instalación de revestimiento de aluminio sobre la cubierta de azotea original
de la casona”.
La Comisión informó de los problemas que causó esta última reforma e
instó, ese mismo año, a la empresa contratista para que resolviera los nuevos
inconvenientes.
Las tareas de mantenimiento continuaron en 1993 cuando se pintó la
residencia y se la dotó de instalación eléctrica.
Oliva afirmó que “el nivel de terreno absorbente exterior es actualmente más
alto que el nivel de piso interior”, por lo que existe la posibilidad de que el agua
ingrese al edificio.
Asimismo, como resultado del paso del tiempo y el descuido, la residencia
presenta otras patologías. Un informe realizado por la arquitecta Oliva detalla
que sufre de “humedad ascendente y descendente en muros interiores y
exteriores, evidenciada por las manchas y disgregación de los revoques interiores
a la cal, así como grietas y fisuras en revoques exteriores. Por otra parte, exhibe
pudrición y guillotinado de rollizos de palmera como consecuencia de las
filtraciones provenientes de la cubierta de azotea”.
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En 1980, mientras que en Santa Coloma se realizaban tareas de refacción,
la cátedra de Historia Argentina del Instituto Superior de Formación Docente
en Museología y Bibliotecología de la ciudad de La Plata realizó un informe
en donde predijo que “de continuarse con esta modalidad –reemplazar
material obsoleto por otro de factura actual y diferente naturaleza– en poco
tiempo la finca habrá perdido todo su material original y se habrá desvirtuado
completamente su arquitectura primitiva”.
En el informe, la cátedra propone una serie de reformas con el objetivo de
convertir a la casona en un centro cultural y religioso con miras al desarrollo
turístico del lugar. “Podría establecerse –expone– un Instituto de Historia
Quilmeña que a la par que conserve el carácter histórico del lugar se dedique a
preservar todos los objetos y documentos pertenecientes al pasado de la región”.
En este sentido el documento propone restaurar el edificio con la mayor
fidelidad posible utilizando la mayor cantidad de material original. A la
vez, considera necesario desechar todo elemento moderno agregado en las
reparaciones ya efectuadas.
Conjuntamente, se plantea la construcción de un edificio nuevo “adosado
o independiente que, armonizando con lo existente, permitiere aumentar la
capacidad de la finca y dotarla de los elementos más modernos dentro de la
museología, la archivística y demás actividades relacionadas con la cultura”.
Rodolfo Cabral coincidió en este punto al referirse a que, de ser utilizada la
finca como espacio turístico, haría falta la construcción de edificaciones anexas
que provean servicios (baños, confitería, etc.) destinados al flujo de visitas.
Por otra parte, Marta Oliva describió en su informe una serie de propuestas
entre las que se destacan las siguientes: “Remoción de la membrana existente
en la cubierta para la posterior impermeabilización; remoción de revoques
disgregados y colapsados para su posterior reposición; nivelación de la pendiente
existente entre el jardín y el nivel del interior de la casona, previendo los
desagües pluviales necesarios; demolición y posterior relocalización de los baños
actuales, construidos sobre parte de los cimientos de la planta original de la
casona”.
Por último, el informe recomienda la realización de excavaciones
arqueológicas para la localización y relevamiento de los cimientos originales
existentes, ubicación del aljibe y del muro de contención, cuyos restos son
escasamente visibles desde la barranca.
El informe realizado en febrero de 2009 por la Dirección Provincial de
Patrimonio Cultural de la Provincia de Buenos Aires retoma algunas de estas
recomendaciones y patologías si bien destaca que el edificio “se encuentra en
buen estado en general”.
Según el equipo enviado por la Comisión, es “de suma importancia buscar
un uso apropiado para el inmueble, que deberá contemplar las características
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originales del bien”. Promueve también la instalación de un museo en la
residencia.
Rodolfo Cabral propuso como posible método de conservación que Santa
Coloma sea cubierta por una estructura de vidrio que la proteja de la erosión
producto del clima, tal como se realizó en la casa que Sarmiento poseía en el
delta.
Julio de 2009
EQUIPO EDITORIAL | UNQ
Edición: Anna Mónica Aguilar, Rafael Centeno
Diseño: Hernán Morfese, Mariana Nemitz
Administración: Andrea Asaro, Otilia Diaz Bulay
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