C.R.I. Orgáno de Prensa de la Corriente Revolucionaria Internacional Número 1 Libia, Tunez. Egipto, Siria, Israel, Chile, Estados Unidos, Grecia, España, Inglaterra, China... estalla la revolución en todo el mundo La hora del trotskismo Nació la Corriente Revolucionaria Internacional 2 Corriente Revolucionaria Internacional Corriente Revolucionaria Internacional Editorial Nació la Corriente Revolucionaria Internacional Desde Convergencia Socialista de Argentina y el Movimiento Revolucionario de Brasil hemos decidido construir un agrupamiento internacional trotskista, la Corriente Revolucionaria Internacional, tratando de retomar la tradición y enseñanzas de nuestros maestros, Marx, Engels, Lenin, Trotsky y Nahuel Moreno. Vivimos una etapa de grandes revoluciones, signadas por una contradicción tremenda, la ausencia de direcciones revolucionarias dispuestas a llevar los procesos hasta el final, peleando por la instalación de gobiernos obreros y populares que apliquen las políticas socialistas, las únicas capaces de resolver la crisis sin solución que afecta al sistema capitalista global. Esta situación se expresa en el ascenso obrero que recorre Europa, donde han explotado, y continúan haciéndolo, poderosas huelgas generales contra las políticas de ajuste ordenadas por los bancos centrales y el Fondo Monetario Internacional. También dentro del país imperialista más poderoso, los EE.UU., donde luego del fracaso del Acta Patriótica y la guerra contrarrevolucionaria contra Irak y Afganistán, reapareció ese gigante ausente en el escenario durante años, el movimiento obrero, que salió a enfrentar a las políticas antiobreras y antipopulares del gobierno de Obama. América Latina, China y buena parte del Asia están cruzadas por este mismo ascenso revolucionario. Pero si hay un lugar en el cual el proceso ha dado pasos agigantados, ha sido en el norte del África. Allí, producto de las movilizaciones multitudinarias e insurrecciones obreras y populares han caído tres dictaduras, las de Egipto, Túnez y Libia. Esta dinámica tiende a extenderse aún a los países más atrasados de esa región o las cercanías, como sucede en Siria con la heroica lucha de su pueblo contra la dictadura, o en Israel, donde miles de “indignados” repudian las políticas de ajuste del gobierno sionista. Del otro lado del planeta, otro país que parecía vivir en “calma”, ha comenzado a sintonizar la misma frecuencia que los demás. Chile vibra al son de los cientos de miles de obreros y estudiantes que protagonizaron la huelga general y la lucha de los estudiantes contra la educación privatizada. En ese contexto es en Libia el lugar en el cual se han concentrado las mejores oportunidades para los revolucionarios, ya que gran parte de su pueblo se armó para enfrentar a la dictadura y pelear por sus reivindicaciones insatisfechas, organizándose en milicias. Después de la caída de Kadaffi, las milicias caminan hacia un enfrentamiento, inevitable, contra el gobierno del CNT y sus amos de la OTAN, ya que estos se proponen desarmarlas para imponer un gobierno servil a los intereses de las multinacionales del petróleo. Los partidos integrantes de la Corriente Revolucionaria Internacional tenemos un punto de vista común frente a esta perspectiva, que nos obliga a avanzar, poniéndonos del lado de las milicias, por lo tanto de la clase obrera y el pueblo libio en armas. Desde ese lugar pelearemos por la dirección del proceso revolucionario, proponiendo las consignas del programa de transición trotskista. Esa es la razón por la cual saludamos la insurrección de Misarratta, una ciudad que se rebeló contra las órdenes del gobierno provisional del CNT, que intentó poner como jefe de seguridad de Trípoli, al general Skhal, un militar que pertenecía a uno de los regimientos más sanguinarios del régimen, comandado por uno de los hijos de Kadaffi. De la misma manera repudiamos a quienes, en nombre de la izquierda o del “progreso”, como Fidel Castro o Hugo Chávez, convocan a apoyar a la dictadura de Kadaffi, escudándose en el ataque de la OTAN. Estos, como aquellos, que capitulan a la dictadura por omisión, son responsables del aislamiento que sufrió la insurrección obrera y popular que explotó en Trípoli junto a la que aconteció en Bengazi y otras ciudades de ese país. Ese aislamiento ayudó a Kadaffi a ejecutar su plan de aniquilamiento de los rebeldes, asesinando a los miles que hoy son descubiertos en las fosas comunes. Esa misma política de aislamiento es la que ahora, en circunstancias distintas, están elucubrando los “amigos de Kadaffi”, para dejar a las milicias a merced de la represión del gobierno del CNT y la OTAN, que intentarán desarmarlas, de manera de imponer la reconstrucción del régimen con los viejos oficiales de la dictadura. Con la misma intransigencia enfrentamos al centrismo, que sin apoyar las políticas de Chávez y Castro les capitulan por pasividad u omisión. De esa manera, organizaciones como la Lit/CI o la UIT, que hacen propaganda a favor del campo revolucionario, no hacen nada por movilizar a favor del mismo. Por una parte, porque han dejado de impulsar las marchas y acciones solidarias y por el otro, porque se han negado a poner en pie las brigadas de apoyo a las milicias, única manera de llevar a Libia las posiciones de los revolucionarios, peleando por la consciencia de las masas. Los centristas son cómplices de Castro y Chávez, porque han dejado los trabajadores y al pueblo libio en manos de la política del CNT y la OTAN. Sin embargo, a pesar de Kadaffi, los ataques de la OTAN, la política desmovilizadora del CNT, las canalladas de Castro y Chávez y la pasividad de los centristas, las masas, que no han dejado de pelear, avanzan más allá de los límites que les ponen sus direcciones, brindando nuevas oportunidades para los revolucionarios consecuentes. Desde la Corriente Revolucionaria Internacional nos proponemos intervenir activamente en esta situación revolucionaria mundial abierta, dando pelea, no solo en nuestros respectivos países, sino jugándonos a empalmar con los revolucionarios de otros lugares, como en Libia, para emprender la tarea más importante, la reconstrucción de la Cuarta Internacional, que implica poner en pie el estado mayor de la revolución. Sumario 2. Editorial: Nació la Corriente Revolucionaria Internacional. 4. Quienes Somos: Convergencia Socialista 5. Movimiento Revolucionario, nuestros orígenes y desarrollo. 6. SITRAIC: Un sindicato contra la precarización y por la coordinación de las luchas. 7. Libertad a Carlos Olivera. Preso de la Corriente Revolucionaria Internacional. 8. Declaración: CS de la Argentina y el MR de Brasil decidimos construir una corriente. 10. Argentina: El triunfo de Cristina no detendrá la crisis ni las luchas. 11. Brasil: Contra la inflación y las deudas. Construir un paro nacional para derrotar los planes de Dilma. 12. Libia: Una revolución en curso. 13. La izquierda y la teoría de los “campos”. 14. Karina Germano, presa de Lula, Dilma, Néstor y Cristina. 14. Los presos políticos olvidados de Chile 15. A 38 años del Pinochetazo.Las luchas cuestionan la constitución pinochetista 16. Viva el paro de los trabajadores del Correo del Brasil. Staff C.R.I. Corriente Revolucionaria Internacional Comitè Ejecutivo de Convergencia Socialista de Argentina y Dirección Nacional Movimiento Revolucionario de Brasil. 3 4 Corriente Revolucionaria Internacional Corriente Revolucionaria Internacional 5 Quienes somos Quienes somos Movimiento Revolucionario, nuestros orígenes y desarrollo Vitor Rittman del MR E Convergencia Socialista Juan Carlos Beica, de la dirección de CS C S nació en el año 1996, cuando un pequeño grupo de militantes y cuadros de base nos alejamos del viejo Movimiento al Socialismo (MAS), considerando que la experiencia dentro de ese partido, cada vez más adaptado al régimen democrático burgués, se había agotada. Quienes formamos, primero la Fracción Roja y después Convergencia Socialista, además de pocos, éramos totalmente inexpertos en la tarea difícil que nos habíamos propuesto, la construcción de un partido de combate, obrero y socialista. Nuestra experiencia era haber actuado como dirigentes de sindicatos y comisiones internas, donde algunos de nosotros/as habíamos jugado papeles de cierta relevancia. Por ejemplo, encabezando el sindicato de señaleros ferroviarios (ASFA) durante la huelga de 46 días del 91 o de la comisión interna de una de las fábricas químicas más dinámicas de ese gremio, también durante la década del 90. Conocedores de nuestra debilidad nos planteamos construirnos con humildad aunque con mucha decisión en el seno de la clase obrera, con una perspectiva internacionalista, tratando de empalmar con otros sectores “resistentes” al proceso general de socialdemocratización que infectó a la mayoría de las organizaciones trotskistas. Fuimos parte de la Lit/CI (Liga Internacional de los Trabajadores) hasta 2003, cuando su dirección nos expulsó por cometer la “herejía” de plantear, durante el Argentinazo de 2001, la consigna de la Asamblea Nacional Constituyente. Desde el principio tratamos de impulsar experiencias de unidad con otros grupos, jugándonos a aplicar una de las tácticas privilegiadas por Nahuel Moreno, el Frente Único revolucionario o FUR. Algunas sirvieron, otras fracasaron, como la última, realizada junto a los camaradas de Izquierda de los Trabajadores, una organización que venía de romper con el MST. Una de las tareas importantes que estamos desarrollando es la formación, junto a compañeros de otras organizaciones e independientes, del nuevo sindicato de la construcción, el SITRAIC (ver nota) dentro del cual tratamos de aplicar todas las enseñanzas que hemos adquirido dentro del movimiento obrero en los 40 años. La mayoría de nuestros dirigentes y cuadros actuales provienen de la clase obrera y han sido, o son, integrantes de comisiones internas, sindicatos y agrupaciones políticas y sindicales del proletariado argentino, una experiencia valiosa que ponemos al servicio de la corriente internacional y de Convergencia Socialista. Dentro de nuestras filas milita Carlos Olivera, quien permanece preso desde hace casi dos años por luchar contra la burocracia, la patronal y el gobierno. Carlos es un fiel ejemplo del carácter proletario y de combate de nuestra organización. Un ejemplo del cual estamos orgullosos. l MR es un partido político que existe desde 2007, cuando se realizó nuestro congreso fundacional en la ciudad de Viamao, vecina a Porto Alegre. Buena parte de nuestros militantes y cuadros provienen del PSTu, organización de la cual fuimos expulsados en forma abrupta y autoritaria por sostener críticas a las políticas que aplicaba la dirección nacional. Pasado un período de discusión hacia dentro y fuera del PSTu, hicimos un llamado a la Construcción de un Movimiento Revolucionario (así denominamos a nuestro congreso). En ese tiempo distintos activistas se acercaron, coincidiendo con nuestras críticas y posiciones. En el primer congreso discutimos a fondo el programa, reafirmando la necesidad de construir organización internacionalista basada en el centralismo democrático, con una política de enfrentamiento a las políticas de engaño de los “frentes populares” y la burocracia dentro del movimiento obrero y estudiantil. Un partido que aliente los métodos de lucha de acción directa. Nuestra polémica con el PSTu se dio en el arco de una autocrítica interna dentro de esa partido y de su organización internacional, la Lit/CI, ya que sus dirigentes, de acuerdo a nuestro punto de vista, revisaron gran parte de las teorías que habían dado origen a nuestra corriente “morenista”, como por ejemplo las tácticas de la unidad enfrentamiento. También les cuestionamos su política de jerarquización de las prácticas de frente único con integrantes de los gobiernos burgueses o con quienes les capitulan a estos. El PSTu ha dejado de lado las enseñanzas para el campo electoral que recomendaba la Tercera Internacional en su época revolucionaria. Según estas, las elecciones debían ser una plataforma para impulsar las luchas y denunciar al régimen democrático burgués y a las propias elecciones, levantando candidaturas obreras y socialistas. Criticamos al PSTu porque decidió crecer a cualquier precio, por ejemplo apoyando la candidatura de una personalidad “desarrollista” favorable al régimen burgués, como Heloisa Helena, del Psol, que se negaba a plantear el problema de la deuda externa y a apoyar el aborto libre y gratuito, capitulándole así a los sectores más reaccionarios de la Iglesia. Esa política centristas ni siquiera sirvió para hacer crecer al PSTu, que disminuyó su influencia, perdiendo gran parte de su intervención dentro del movimiento sindical, desaprovechando el espacio abierto por la izquierda de un gobierno incapaz de resolver las necesidades elementales de la clase obrera y el pueblo. El gobierno del PT liquidó las jubilaciones obreras, destruyó las empresas estatales y se convirtió en rueda de auxilio de las políticas imperialistas, mediante la invasión de Haití o haciendo de bombero en los procesos revolucionarios de Latino América. El PSOl de Heloisa no capitalizó el espacio de izquierda, porque levantó un programa no muy distinto al del PT, cuyo eje es la denuncia contra la corrupción y la pelea por la “limpieza ética”. Este partido nunca tuvo una política de enfrentamiento contra el capitalismo y sus planes, sino la de realizar cambios dentro del sistema. El PSTu, que por años se construyó como referencia a la izquierda del PT, sucumbió a esa política, dejando un lugar, que desde el MR nos jugamos a ocupar. Nuestra tarea es tratar de superar la crisis de dirección revolucionaria que existe en Brasil, enfrentando las políticas del gobierno y los demás partidos de la patronal, pero también a los reformistas del Psol, los centristas del PSTu y la ultraizquierda. Cuando empezamos a hacerlo, cuatro años atrás éramos un grupo esencialmente organizado en Porto Alegre, con una intervención mayor dentro de la juventud y poco trabajo en el movimiento sindical. Ahora tenemos un partido con mayoría de obreros, con una intervención política y sindical en sectores importantes del proletariado y el movimiento estudiantil, estando al frente de algunos sindicatos y contando con sedes en tres estados del país, además de intervenir en distintas regiones del Brasil. Tenemos una prensa que se edita de manera regular, con buena aceptación entre los obreros y la vanguardia y podemos decir, que ocupamos un espacio de cierta relevancia en la lucha de clases de nuestro país. Nuestro partido, aunque joven, crece y gana espacio dentro del activismo. En ese contexto ahora nos hemos propuesto una tarea central, la construcción de la Corriente Revolucionaria Internacionalista, que de avanzar nos ayudará a desarrollarnos aún más dentro de un país que va, irremediablemente, a sintonizar la misma frecuencia que la mayoría de los países del resto del mundo, atravesados por la situación revolucionaria, que implica crisis para los de arriba y grandes posibilidades para los de abajo, que luchan cada vez con más fuerza y decisión. Para eso nos preparamos junto a los compañeros de CS de la Argentina. 6 Corriente Revolucionaria Internacional Corriente Revolucionaria Internacional SITRAIC: Un sindicato contra la precarización y por la coordinación de las luchas Entrevistamos a José Tejeda, de la conducción del Sindicato de los Trabajadores de la Industria de la Construcción y Afines. El compañero milita en Convergencia Socialista y cuenta con una larguísima experiencia en movimiento obrero, habiendo sido delegado de varias fábricas de la alimentación durante la década del 70. ¿Cúando y por qué se fundó el SITRAIC? En noviembre de 2009 cuando la conducción nacional de la Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina, expulsó a toda la comisión ejecutiva de la seccional Lomas de Zamora, que estaba presidida por la lista Violeta, una agrupación opositora a Gerardo Martínez, máximo dirigente de la UOCRA. La seccional constituía un escollo para la implementación del plan de precarización laboral que Martínez había acordado con Cristina y los empresarios. ¿Ustedes formaban parte de la Violeta? No, somos una agrupación independiente, la Naranja. Llegamos a un acuerdo programático con los compañeros, coincidiendo en la necesidad de construir un sindicato contra la precarización laboral y por el pleno ejercicio de la democracia sindical. Este programa no tenía nada que ver con el plan de Gerardo Martínez. Por eso atacó a la seccional, la intervino, expulsó a sus dirigentes y mandó a las patotas para imponer una política al servicio de los empresarios y del gobierno. ¡Este programa tiene una vigencia muy grande en la actualidad! Así es, ahora que la lucha de los tercerizados del ferrocarril y la muerte de Mariano Ferreyra pusieron en el tapete la situación de millones de trabajadores precarizados, nuestras propuestas están empalmando con la lucha y las aspiraciones de millones. Por eso no es casualidad que el SITRAIC haya jugado un papel importante en la lucha de los ferroviarios por el pase a planta permanente y la equiparación salarial. En la sede del sindicato se hicieron las asambleas ferroviarias más importantes, luego de las cuales se logró la incorporación de prácticamente la mayoría de los obreros tercerizados. ¿Cómo evoluciona el SITRAIC? Muy bien, porque después de la gran movilización y el repudio que causó el asesinato de Mariano, las patotas tuvieron que retroceder para que no les pase como a Favale (acusado por matar a Ferreyra) que está preso por la lucha. Antes nos costaba entrar a las obras, no porque no fuéramos, sino por el miedo de los trabajadores a las represalias de las bandas de la UOCRA. Pero ahora salimos con mejores posibilidades porque cambió el estado de ánimo de los trabajadores. Realizamos asambleas y votamos medidas de lucha y en muchas obras se imponen las reivindicaciones, como el fin del trabajo en “negro” (precario) o la provisión de elementos de seguridad. Ahora estamos reclamando aumento salarial. ¿Cómo reaccionaron los patrones? La mayoría con sorpresa, porque estaban acostumbrados al “método UOCRA”. Esperaban que después de las visitas fuéramos a pedirles dinero a cambio de frenar los reclamos. Cuando se dieron cuenta que no les pedíamos plata sino la regularización de las condiciones laborales ¡No les quedó otra que cumplir con sus obligaciones! Estos pasos constituyeron pequeños triunfos que ya se están haciendo sentir dentro de las obras, donde se corre el rumor y las simpatía hacia el SITRAIC y sus métodos. ¿Tienen miedo que vuelvan las patotas? Después de tantos golpes estamos bastante curtidos. Sin embargo siempre hay temores; por eso nunca debemos bajar la guardia. Cada vez que salimos a recorrer lugares de trabajo tenemos que mantener la atención y estar dispuestos a defendernos, usando todos los métodos disponibles. ¡Para defender el sindicato y la democracia sindical, no se puede entregar el terreno conquistado… Si lo hacemos estaríamos defraudando a miles de trabajadores de la construcción! ¿Querés decir algo más? Sí, que el nuevo sindicato no esta solo al servicio de los trabajadores de la construcción, sino del resto, a disposición de todas las luchas y luchadores, para que se transforme en un punto de apoyo para la coordinación de la resistencia. 7 El sindicato participó, además del conflicto ferroviario, en otros, como Kraft o el subte, donde estuvimos junto a los delegados y activistas que echaron a la patota de la UTA (sindicato del transporte) de los túneles. Además ayudamos a la organización de los agrupamientos combativos, como sucedió en las elecciones de ATE (estatales) donde apoyamos a la lista unitaria y combativa que ganó la seccional ATE sur. El SITRAIC se está construyendo de manera unitaria, ya que dentro del sindicato hay compañeros peronistas y trotskistas y ahora se han incorporado de varios movimientos piqueteros, como el Bloque Piquetero Nacional y el Movimiento La Dignidad, quienes provienen de la izquierda no trotskista. En base a esta unidad de acción en el sindicato se practica la democracia obrera y se ejercita el método de la autodefensa, ya que la pelea contra las patotas y la policía es muy dura. Todo un ejemplo a seguir, en el cual los militantes de CS, pertenecientes a la Corriente Revolucionaria Internacionalista, están a la cabeza. Libertad a Carlos Olivera Preso de la Corriente Revolucionaria Internacional Dirigente de la construcción acusado de pertenecer a la dictadura Oscar Castro, de CS y el Sitraic El SITRAIC, junto a organismos de los derechos humanos denunció al secretario general de la UOCRA, Gerardo Martínez, acusándolo de haber formado parte del regimiento de inteligencia 601 durante la dictadura militar. La acusación está fundada en documentos públicos que surgieron del pedido de la presidenta de desclasificar datos correspondientes a ese batallón. Se comprobó a través de esta documentación que Gerardo Martínez comenzó a desempeñarse en la UOCRA siendo agente de inteligencia del Batallón 601, corazón del sistema represivo de la dictadura, cuyos integrantes eran infiltrados en gremios, organizaciones políticas y universidades para marcar a militantes que luego eran secuestrados, torturados y desaparecidos por los grupos de tareas. Habrá que investigar consecuentemente ¿Qué hilo conductor une los grupos de tareas de la dictadura con las patotas que la UOCRA utiliza para reprimir a los trabajadores en plena democracia? A partir de ahora se abre un nuevo camino para pelear contra la impunidad; por la verdad, la memoria y la justicia; y los trabajadores de la construcción seremos protagonistas. En diciembre de 2009 Carlos Olivera y otros compañeros del SITRAIC -Sindicato de los Trabajadores de la Construcción y Afines- estaban realizando una asamblea con los trabajadores de una obra de la zona de Lomas de Zamora, en la Provincia de Buenos Aires. En ese momento fueron atacados brutalmente por una banda de pistoleros enviada por el sindicato oficialista, la Unión Obrera de la Construcción, la UOCRA, compuesta por más de 40 personas armadas con palos, fierros y revólveres. La patota, dirigida por delincuentes pagados por el Secretario General de la UOCRA, Gerardo Martínez, hirió a varios obreros, entre ellos a Carlos, a quien después de acorralarlo dentro de la sede de un banco cercano al lugar, lo acuchillaron y golpearon, produciéndole heridas en la cabeza y distintas partes del cuerpo. Cuando arribó la policía, en vez de detener a los agresores y defender a los compañeros atacados, apresó a Carlos, quien fue detenido en u a comisaría. Luego de eso le montaron una causa judicial falsa, acusándolo de “intento de homicidio”, una mentira para cubrirle las espaldas a Gerardo Martínez y asustar a los obreros del nuevo sindicato. Desde ese momento Carlos pasó cuatro meses en la cárcel de Sierra Chica, tres en Olmos, cuatro en General Alvear y, desde tiempo atrás, se encuentra en el penal de Melchor Romero, cerca de la ciudad de La Plata. El traslado a este lugar fue logrado gracias a varias movilizaciones reclamando un lugar de detención más cercano a su familia, compañeros y amigos, ya que la cárcel de General Alvear está situada a más de 300 kilómetros de Buenos Aires. Carlos Olivera es un preso político, ya que es un luchador obrero perseguido por la justicia que defiende los intereses de los grandes empresarios y los burócratas sindicales como Gerardo Martínez, que trabajan para el enriquecimiento de las grandes patronales, frenando las luchas y aplastando la democracia sindical mediante la utilización de alcahuetes y patoteros. Carlos también es un detenido político por pertenecer además a una organización revolucionaria. Es que dentro de la cárcel decidió ingresar a Convergencia Socialista. Por lo tanto el camarada forma parte de la Corriente Revolucionaria Internacionalista, desde la cual llamamos a intensificar la campaña por su libertad. 8 Corriente Revolucionaria Internacional Corriente Revolucionaria Internacional 9 Declaración: CS de la Argentina y MR de Brasil decidimos construir una corriente D esde Convergencia Socialista de la Argentina y el Movimiento Revolucionario del Brasil coincidimos en caracterizar a la situación mundial como revolucionaria, ya que existe un ascenso internacional de las clases obreras y los pueblos que cuestiona objetivamente el proyecto de las distintas burguesías, imposibilitadas de recuperar la ofensiva mediante concesiones, porque estructuralmente no pueden hacerlo, ni tampoco a través de políticas represivas, porque la relación de fuerzas les resulta absolutamente desfavorable. Esta situación plantea la gran oportunidad de que la clase obrera se transforme en líder de la resistencia, en un primer momento, y posteriormente de la ofensiva, de manera de convertir esas luchas reivindicativas en peleas políticas que le disputen el poder a la burguesía. En ese sentido, también lo es para los trotskistas, porque somos los únicos en condiciones de dotar a esas peleas de un programa coherente, proponiendo una salida de fondo a la brutal crisis capitalista: la salida socialista. En este contexto existe un espacio tremendo para la agitación de las consignas de nuestro programa. La vanguardia de la situación revolucionaria continúa desarrollándose en el norte del África y Medio Oriente, donde la heroica resistencia Libia va de la mano del ascenso obrero y popular sirio y la segunda fase de la revolución egipcia, en la cual los trabajadores están fundando nuevos sindicatos y organismos de lucha que empezarán a transformarse en puntos de referencia de la pelea contra el actual gobierno burgués y hacia el conjunto de los pueblos la región. La clase obrera egipcia, la más poderosa de la zona, está llamada a jugar un papel fundamental en la batalla estratégica por la liquidación de los regímenes autocráticos islamitas y el enclave imperialista de Israel. Allí, como en Grecia y otros países, comenzaron a desarrollarse, aunque incipientemente, los nuevos organismos de poder, los embriones de soviets que los revolucionarios tenemos que desarrollar con el objetivo de que se transformen en los puntos de apoyo y organización de las futuras insurrecciones. Dentro de esta situación mundial la Argentina está a la vanguardia de la lucha contra los planes de ajuste de nuestro continente, un proceso en el cual se está desarrollando una nueva camada de activistas jóvenes muy radicalizada y antiburocrática, una numerosa vanguardia hay que disputarle a los aparatos reformistas y centristas. Si bien Brasil aún no está a la altura de la lucha de clases de la Argentina, el movimiento obrero de ese país comenzó a moverse, así como distintos sectores de las clases oprimidas, empezando un proceso de enfrentamiento contra los planes de Dilma, que en la medida en que se desarrolle será fundamental para la región, ya que Brasil es el país más importante de Latinoamérica y el lugar en donde existe la clase obrera más concentrada y numerosa. Esta situación tiende a agravarse aun más, porque debido a la crisis económica y política los distintos gobiernos les exigen cada vez más sacrificios a sus respectivas clases obreras y populares. Los planes de ajuste en Europa indican a que costo pretenden los burgueses resolver esta crisis, atacando los derechos, el empleo, los jubilados, etc. Sin embargo, más allá de las pretensiones de las clases dominantes, no hay posibilidades de recuperación inmediatas. La tendencia es que se profundicen las crisis, y, como reacción a sus efectos, que se intensifiquen las luchas, las huelgas y las revoluciones. Desde el Movimiento Revolucionario y Convergencia Socialista hemos decidido comenzar a poner en marcha una Corriente Internacional para intervenir sobre este proceso mundial, caracterizándolo y tratando de ayudar a que la clase obrera se ubique como el factor dirigente conciente en la lucha por la derrota de los planes burgueses y la construcción del socialismo. Para eso debemos propagandizar y agitar las consignas del Programa de Transición trotskista contra los gobiernos burgueses y sus planes. En ese sentido coincidimos en la necesidad de jerarquizar la lucha contra aquellos gobiernos, que en general caracterizamos como “frentepopulistas”, los cuales, amparándose en discursos “socialistas”, “populistas” o “nacionalistas”, tratan de engañar a las masas para, en definitiva, aplicar los mismos planes pro imperialistas. Desde nuestra corriente denunciaremos a esos gobiernos, llamando a combatirlos con las luchas obreras y populares, impulsando su unificación mediante las tácticas más correctas, como la Huelga General. Pero además combatiremos implacablemente a las corrientes de izquierda que apoyan a esos engaños, como también aquellas, que si bien no forman parte de esos gobiernos, capitulan a los mismos. Esos sectores, centristas regresivos o directamente reformistas, son, junto con quienes forman parte de los regímenes frentepopulistas, enemigos contra los cuales debemos plantear un debate intenso, político y programático. Este enfrentamiento estratégico tiene que desarrollarse cotidianamente con el objetivo de que los mejores activistas de la clase obrera, el estudiantado y el pueblo no sean ganados para estas posiciones sino para el trotskismo. Junto con esta pelea permanente por impulsar la construcción de nuestros partidos nacionales debemos jugarnos a tomar contacto con otros revolucionarios del resto del mundo. En ese sentido, hoy tenemos la oportunidad y la obligación de hacerlo con compañeros y compañeras de Egipto, lo que será nuestra primera actividad internacionalista conjunta como corriente. Viajaremos a ese país para caracterizar de manera precisa los avances en la movilización y organización del movimiento obrero den ese país, un proceso dentro del cual se están empezando a fundar nuevos sindicatos, centros de estudiantes y organismos obreros y populares, que significa la continuidad de la revolución egipcia. Esta experiencia práctica en común, así como los acuerdos programáticas y teóricos que tenemos, son una base importantísima de un proyecto inicial, pero tiene implicaciones estratégicas, ya que intentamos construir un partido revolucionario mundial, como parte de la cada vez más necesaria reconstrucción de la Cuarta Internacional. A pesar de las diferencias de matices y nuestras debilidades individuales la lucha de clases mundial nos exige avanzar en esa dirección, pero además existen condiciones concretas para que avancemos hacia allí. Estos pasos, desde ya, ubican a la lucha por la conducción del proceso revolucionario en un escalón superior, sobrepasando las fronteras nacionales, apuntando hacia el internacionalismo y la lucha por el poder. Recién empezamos… Pero lo hicimos bien, porque empezamos a caminar bajo el programa, el método y las banderas revolucionarias, las bandera que nos legaron Lenin, Trotsky y Moreno. 10 Corriente Revolucionaria Internacional Corriente Revolucionaria Internacional Argentina Brasil: Contra la inflación y las deudas El triunfo de Cristina no detendrá la crisis ni las luchas Construir un paro nacional para derrotar los planes de Dilma Vicente Guindani, Sec.Gral. Sintect/RS, sindicato correos Río Grande del Sur María Alvarez de CS L a relativa bonanza económica que vive el país, producto de los buenos precios obtenidos por las cosechas de soja, benefició a Cristina Kirchner, quien ganó las elecciones con el 50% de los votos. Pero esta realidad se combinó también con otra cuestión política: la mayoría repudió a la derecha tradicional, visualizando en sus partidos y candidatos a los peores representantes del ajuste, los responsables de la crisis de 2001. Este contexto benefició al trotskismo, ya que un sector muy importante de la vanguardia obrera y popular apoyó al Frente de Izquierda, permitiendo que la alianza conformada por el Partido Obrero, el PTS e Izquierda Socialista (apoyada por CS) superara el “piso” impuesto por la ley electoral kirchnerista, cuyo propósito fue proscribir electoralmente a la izquierda. Según esta legislación los partidos que no superaron el 1.5% de los votos en las primarias no podrán participar en las elecciones presidenciales de Octubre, que es lo que le aconteció con la centroizquierda del Proyecto Sur, apoyada por una de las centrales obreras -el CTA- y dos organizaciones significativas, el Movimiento Socialista de los Trabajadores (trotskista) y el Partido Comunista Revolucionario (maoísta). El Frente de Izquierda obtuvo más de 500.000 votos, alcanzando cerca del 3%, un triunfo enorme que fue reflejado en la mayoría de los medios, que al otro día de la elección dijeron que “hubo dos ganadores, el gobierno y la izquierda…” Demasiado sola para el ajuste La diferencia obtenida por Cristina sobre el resto fue tan grande, que los principales candidatos de la oposición patronal participarán en las elecciones generales de octubre más por amor propio que por convicción. Sin embargo las primeras palabras de la presidenta no fueron triunfalistas. Ella es conciente de que su victoria constituyó, contradictoriamente, un acontecimiento peligroso para el régimen, ya que terminó de sepultar al garante de la dominación burguesa en el país durante estos últimos años, el bipartidismo. El sistema de alternancia entre el Partido Justicialista y la Unión Cívica Radical, que durante décadas constituyó uno de los pilares de la “gobernabilidad”, estalló por los aires, debilitando al conjunto de instituciones que debe gobernar la esposa de Néstor Kirchner. Su partido, el Frente Para la Victoria, vino a ocupar el lugar de un cadáver insepulto, postulándose para conducir al capitalismo argentino en medio de una crisis internacional que golpea a todos, incluída la Argentina. Cristina sabe que para mantener la actual estabilidad necesitará hacer lo que ya están tratando de implementar sus colegas europeos o yankis: ajustar, profundizando el actual plan de explotación y saqueo de los recursos. Pero para lograrlo tiene que enfrentarse con un movimiento obrero que viene luchando constantemente desde 2007, obteniendo triunfos salariales y reivindicativos. Para eso ya no cuenta con el bipartidismo ni con el apoyo irrestricto, que tuvo durante todo este tiempo, de parte de los dirigentes máximos de la Confederación General del Trabajo, la CGT de Hugo Moyano, que empezaron a ubicarse en una actitud más “crítica” debido a que fueron dejados de lado a la hora de la constitución de las listas de diputados y senadores para los comicios de octubre. Esto se combina con el incremento de las luchas populares, la mayoría relacionada a cuestiones democráticas. Cada vez que explota un conflicto de estas características tienda a ser multitudinario y a cuestionar, tanto a las instituciones del régimen como a los funcionarios del gobierno. Así acaba de suceder después del asesinato de una niña de 11 años, Candela, que provocó la movilización de miles de personas a lo largo y a lo ancho del país, que terminaron insultando a los representantes del gobierno, a los jueces y a la policía. El editorial de Convergencia Socialista explicó esta situación diciendo que a pesar de la montaña de votos, nunca un gobierno estuvo tan solo frente a las masas para aplicar el ajuste gigantesco que requiere la situación y que era difícil pensar que los jóvenes funcionarios que están rodeando a Cristina, organizados la mayoría en un agrupamiento fogoneado por uno de sus hijos, la “Cámpora”, puedan reemplazar en el corto plazo a los viejos jerarcas de Confederación General del Trabajo. El régimen se juega una carta importantísima con Cristina Kirchner, quien no cuenta con ningún representante de peso en el interior del movimiento obrero para contener los constantes, y cada vez más radicalizados, desbordes protagonizados por los trabajadores en el afán de resolver sus demandas de salario, trabajo en blanco, vivienda, salud y demás demandas insatisfechas por el capitalismo en decadencia. Esta es una formidable oportunidad para que la izquierda extienda su influencia a miles y miles de obreros, estudiantes y vecinos de las barriadas populares, poniéndose a la cabeza de las luchas que necesariamente enfrentarán a las masas contra el kirchnerismo. Es que el gobierno terminará hundido por los mismos que hoy están votando a Cristina. La izquierda trotskista tiene, a partir de ahora, el gran desafío de convocar a la organización de un gran movimiento de lucha para pelear consecuentemente contra el gobierno y su plan de ajuste y saqueo, proponiendo el único programa capaz de salvar a los trabajadores y al conjunto del pueblo de la decadencia capitalista, el programa socialista. La clase obrera trabaja sólo para pagar deudas y empréstitos Desde 2009, cuando la crisis económica internacional golpeó al Brasil, las patronales y el gobierno impusieron un aumento enorme de los ritmos de trabajo. A consecuencia de estos, la clase obrera quedó sobrecargada, exausta y con un poder adquisito muy desmejorado. Sin embargo, a pesar de la rebaja salarial la población continuó consumiendo, comprando autos y financiando la adquisición de casas y electrodomésticos. Es que el gobierno, junto a la superexplotación, mantuvo la política de “flexibilizar” el crédito dirigido al conjunto de los sectores populares. En un primer momento esta orientación -combinada con distintos planes sociales - le permitió a Lula y después a Dilma, conseguir cierta estabilidad y control político. Pero con el tiempo provocó una situación insostenible para millones, que trabajan solo para pagar las cuotas, cada vez más difíciles de sostener debido a los intereses usurarios y abusivos. El salario mínimo brasilero es de 545,00 reales (1300 pesos argentinos), mientras que la educación, la salud y demás áreas relacionadas a cuestiones sociales, están cada vez peor debido a los recortes de más de 50 billones de reales que sufrieron durante este último año. Todo esto empujó a los trabajadores a pelear. Por eso 2011 fue el año con más huelgas de la última década y además, con muchos triunfos: Encuestas realizadas por organismos ligados al gobierno indican que de 398 negociaciones salariales, el 93% de las mismas obtuvieron reajustes salariales por encima de la inflación. A principio de año las huelgas obreras de las canteras de los obradores del PAC (Programa de Aceleración del Crecimiento), pusieron de manifiesto la fuerza que tiene el sector de la construcción civil. Una de las más destacadas fue la que explotó en Jirau e Suape, donde más de veinte mil tercerizados realizaron una huelga muy radicalizada. Metalúrgicos, docentes, choferes de colectivos, empleados universitarios, etc. Todos pararon y salieron a las calles para arrancar aumentos y mayores inversiones en las instituciones públicas. Hasta los bomberos y los policías, que no tienen derecho a la sindicalización, realizaron verdaderas rebeliones, quemando neumáticos, ocupando cuarteles y cortando las rutas como los “piqueteros” argentinos. La huelga del correo a la vanguardia Desde el Movimiento Revolucionario estamos presentes en todas las luchas llevándoles la solidaridad, pero también estamos jugando un papel importante en la huelga del Correo, que se está desarrollando en todo el país por un aumento salarial superior a la inflación. De continuar, la paralización del Correo podría empalmar con otro sector estatal muy importante, el de los bancarios, que de conjunto (estatales y privados) están por empezar su campaña salarial. La huelga del Correo es la más fuerte de los últimos años. Algunos compañeros opinan que nunca vieron semejante radicalización dentro del sector: 34 de 35 sindicatos de los distintos estados del Brasil están parando, realizando asambleas, piquetes y movilizaciones multitudinarias. Desde la conducción del Sintect/RS, el sindicato de Río Grande do Sul (cuya capital es Porto Alegre) estamos tratando de que esta lucha se lleve adelante contra la Medida Provisoria-532, mediante la cual Dilma transformó a la empresa estatal en una sociedad anónima, comenzando así el proceso de privatización del sector. La asamblea de nuestro sindicato votó parar contra la MP-532 y por un aumento real del salario. Debemos tener en cuenta que en el pasado los carteros recibíamos una remuneración equivalente a 5 salarios mínimos y hoy, con un de R$807,00, representa apenas 2 sueldos mínimos. Esta huelga nacional ha provocado un desgaste muy fuerte dentro del gobierno, dado la repercusión que tienen las denuncias contra la privatización dentro de la prensa 11 nacional y local. Estas golpean sobre toda la sociedad, particularmente sobre la base del PT, que históricamente se pronució a favor de la defensa de las empresas del estado. Desde el sindicato condenamos públicamente la política neoliberal de Lula y Dilma, una postura antiobrera que está siendo aplicada por un gobierno de ex sindicalistas, quienes persiguen y amenazan a los luchadores y descuentan salarios a los huelguistas. ¡Ellos están actuando aún peor que el gobierno de derecha de Fernando Henrique Cardoso, FHC! Los bancarios al borde de otro conflicto En este contexto los bancarios están al borde de otro poderoso conflicto de carácter nacional. Nuestro partido está jugando un papel, impulsando la huelga en varios estados, planteando la necesidad de enfrentar la política de rebajas salariales del gobierno, como la que aplicó en la Caixa Federal (banco estatal), que acumula el triste record de contar con el 100% de pérdida salarial en estos últimos diez años. Desde el MR, a partir de la votación de la asamblea del Sindibancarios/RN (sindicato de Río Grande del Norte) proponemos la organización de un gran frente de oposición (FNO) para evitar que la burocracia “pelegos” traicionen la lucha. Desde nuestra ubicación al frente del Sintect/RS y el SINDIBANCÀRIOS/RN estamos jugándonos a coordinar con otros sectores de la oposición combativa para poner en pie un día nacional de huelga de todos los gremios del Brasil. La CSP – Conlutas (un organismo intersindical dirigido por el PSTu, Partido Socialista de los Trabajadores unificado) tendría que ponerse al frente de esta campaña, movilizando a las bases con el objetivo de presionar a la burocracia de todas las centrales (CUT, CTB y Força Sindical) de manera que convoquen a la huelga en todo el país. Desde hace muchos años que no existian tantas posibilidades de lograrlo. Es que el ascenso obrero empuja hacia esa dirección. 12 Corriente Revolucionaria Internacional Corriente Revolucionaria Internacional Una revolución en curso Vicente Guindani de MR L a gran revolución libia, que ya constituye uno de los principales acontecimientos del siglo 21, continúa su curso en medio de grandes desafíos y encrucijadas. Por esa razón, tanto los rebeldes de ese país, como los trabajadores, las organizaciones de izquierda de todo el mundo y los imperialistas están discutiendo su futuro, cada uno en función de sus propios intereses. Los revolucionarios debemos asumir que esta revolución no se ha detenido con la caída de la dictadura, sino que es un proceso en continuo movimiento que está lejos de finalizar, un concepto opuesto al que pretenden imponer los medios de difusión de la burguesía, cuyo objetivo es desmovilizar a las masas para facilitar el dominio de la burguesía y el imperialismo, través del Consejo Nacional de Transición, el CNT. Los revolucionarios sabemos que mientras no se termine con el desempleo, el hambre y la miseria en ese país, sus trabajadores, que tienen la moral muy alta debido al papel que jugaron en la liquidación de la dictadura, no dejarán de luchar, ya que las masas no han salido a pelear sólo para imponer libertades democráticas formales, sino para resolver sus problemas más acuciantes, como la falta de empleos, la escasez alimentos, los salarios miserables, etc. Para seguir peleando por esas reivindicaciones insatisfechas será necesario fortalecer la organización democrática y militar de los trabajadores y el pueblo: Los organismos obreros y populares que organizaron insurrección contra el dictador deben asumir el control del gobierno y garantizar una correcta explotación de los recursos naturales y las riquezas del país. Los revolucionarios debemos hacer todo lo posible para orientar a las masas libias hacia esos objetivos, denunciando implacablemente a los enemigos de la revolución, la OTAN, el gobierno del CNT y demás políticos y funcionarios de la burguesía; como también a aquellos, que en nombre de la “izquierda” o el “socialismo”, primero sostuvieron a Kadaffi y hoy se niegan a apoyar a la clase obrera y el pueblo en lucha, argumentando que las masas están en manos de los imperialistas. Estos argumentos constituyen una verdadera canallada, cuyo principal objetivo es el aislar a las milicias, dejándolas solas frente a la represión y el engaño del gobierno del CNT, que intentará desarmarlas, para destruir ladrillo por ladrillo todo lo que la revolución ha construido desde el inicio de la insurrección. Para avanzar en el sentido opuesto al que proponen los burgueses, hay que enfrentar ahora a las políticas desmovilizadoras y proimperialistas del gobierno del Consejo de Transición Nacional, un organismo que no por casualidad ha sido legitimado por la OTAN, EE.UU. y demás países imperialistas, que se juegan a que sus lacayos dentro del CNT gobiernen, defendiendo sus intereses. El CNT está encabezado por Mustafá Jalil, ex-ministro de Justicia del régimen de Kadaffi, quien asumió públicamente el compromiso de mantener los negocios con los “amigos de Libia”, los empresarios, los banqueros extranjeros y demás parásitos que pretenden mantener la explotación y el saqueo de los recursos en ese país rico en hidrocarburos y minerales. Hay que profundizar la revolución denunciando a Jalil y demás miembros del CNT, llamando a pelear contra sus políticas, proponiendo la organización independiente de los trabajadores de la burguesía y del imperialismo. Esta perspectiva es muy posible, como lo demuestra la realidad cotidiana y como lo atestigua el miliciano argentino, Emanuel Piaggessi, quien varias veces declaró que después de la caída de Kadaffí… la revolución recién comenzaba. Los revolucionarios que apoyamos la lucha contra Kadaffi, ahora debemos impulsar esta perspectiva, apoyándonos en los sectores más dinámicos y consecuentes, aquellos que, con las armas en sus manos, no se dejan engañar por los “cantos de sirenas” del gobierno de la CNT y la OTAN. Después de acabar con Kadaffi, es hora de acabar con la burguesía y el imperialismo, es hora de enfrentar a los cipayos del CNT y darle continuidad a la heroica revolución Libia. Para eso, desde la Corriente Revolucionaria Internacionalista, compuesta por Convergencia Socialista de la Argentina y el Movimiento Revolucionario de Brasil, proponemos la organización de acciones de apoyo en todo el mundo y brigadas solidarias que viajen a Libia para propagandizar y agitar el programa de los socialistas, explicando que no habrá manera acabar con el hambre y el desempleo sin imponer un gobierno de las organizaciones obreras y las milicias, que comience a construir el Socialismo, expropiando las refinerías y empresas imperialistas, para ponerlas a funcionar bajo control obrero. La tarea del momento pasa por impulsar la lucha de los trabajadores y el pueblo contra las políticas reaccionarias del gobierno del CNT, llamándolos a construir una Libia Socialista y Democrática, gobernada por los consejos populares de los trabajadores y el pueblo. 13 La izquierda y la teoría de los campos Vitor Rittman de MR P ara asumir las tareas de la revolución socialista en Libia, es fundamental entender un aspecto teórico, que ha confundido a sectores de la izquierda, que sostienen sus políticas en la aplicación de la teoría stalinista de los “campos burgueses progresivos”. Quienes se ubicaron contra las milicias, apoyando al régimen, lo hicieron argumentando que Kadaffi, a pesar de ser un gobierno burgués, tendría serias contradicciones con los imperialistas, contradicciones que habría que profundizar para emprender una lucha antiimperialista. Coherentemente estos falsos izquierdistas salieron a denunciar a los rebeldes libios afirmando que eran “marionetas” de los monárquicos, la OTAN, los Estados Unidos, Francia, Italia, etc. Esta gente, influida “teóricamente” por Hugo Chávez, la dirección del PT brasilero o Fidel Castro, sostiene la teoría stalinista de los “campos burgueses progresivos”, la misma que utilizaron durante muchos años los partidos comunistas alineados a Moscú. Los comunistas levantaban la necesidad de unirse a las burguesías supuestamente “nacionalistas” o “antiimperialistas”, jugándose a gobernar con estas, a través de gobiernos de conciliación de clases, denominados tradicionalmente de “Frente Popular”. Con esta línea traicionaron infinidad de revoluciones. Según ellos, las masas proletarias nunca estaban “maduras” para imponer gobiernos obreros y populares que rompieran con la burguesía. ¡Como si fuera posible construir una sociedad capitalista más “humanizada” y progresiva junto a una parte de la burguesía preocupado por los intereses de sus pueblos! En la época de esplendor de los stalinistas existía cierta justificación para semejante teoría, ya que había dirigentes burgueses que tenían serias contradicciones con los imperialistas, como Perón o Getulio Vargas, que llegaron a imponer algunas medidas de carácter antiimperialista. ¡A pesar de todo nada justificaba apoyarlos! Pero en la actualidad, cuando todos los gobiernos que se dicen “nacionalistas” o “socialistas”, como los de Chávez, Castro, Dilma, Cristina, Evo, Correa y compañía, están entregados de pies y manos a las multinacionales, que son las que dictan sus planes, esta teoría es ridícula. Como dijo Marx, parafraseando a Hegel, al comienzo de su famoso Dieciocho Brumario, Los grandes hechos y personajes de la historia universal se producen, como si dijéramos dos veces… una vez como tragedia y otra vez como farsa. El gobierno de Kadaffi no solo no enfrentaba a los imperialistas, sino que trabajaba directamente para las multinacionales, defendiendo sus ganancias, para lo cual impuso la represión más sangrienta y la persecución constante a los luchadores y luchadoras. Por todo esto, la insurrección que enfrentó a la dictadura tuvo un carácter profundamente antiimperialista, ya que en los hechos cuestionó su política de entrega y saqueo de los recursos. No es casualidad entonces, que la mayoría de los trabajadores y el pueblo libio haya rechazado la posibilidad de envío de tropas extranjeras. Los aviones y barcos de la OTAN no entraron en escena para luchar contra un gobierno que afectaba sus intereses, sino para garantizar su recambio por otro que continuara con su política al servicio de las multinacionales del petróleo y los grandes bancos. En el proceso de la revolución Libia, como en las primeras fases de todas las revoluciones, existió una unidad de acción entre sectores muy diferentes. La clase obrera y el pueblo más explotado se unieron a los revolucionarios consecuentes, los monárquicos, los sectores pro imperialistas que pretendían sacar sus propios réditos, los lúmpenes, los arribistas y un largo etcétera de organizaciones y personalidades. Como toda revolución, su avance tiende a ordenar a cada uno de los actores, poniéndolo en su justo lugar. La caída de Kadaffi puso a la OTAN y al gobierno del CNT junto a los Castro, los Chávez y demás “progresistas”. Todos ellos, de conjunto, tienen una misma línea: aislar al sector más revolucionario de la población, organizado en las milicias, para desarmarlo y después reprimirlo, única manera de imponer un gobierno capitalista en “serio”. Esto mismo hicieron los falsos izquierdistas tiempo atrás, cuando explotó la insurrección en Trípoli. Con la excusa de no apoyar al imperialismo, dejaron a miles a manos de la represión sangrienta perpetrada por Kadaffi, que asesinó a miles. El descubrimiento de las fosas comunes lo atestigua. Como siempre los que engañan, hablando en nombre del socialismo, el progreso o la izquierda, juegan sus cartas a favor de la burguesía, adormeciendo, desviando y conteniendo los procesos revolucionarios. Una vez logrado sus objetivos, vienen los otros, con sus ejércitos y pistoleros, a terminar con la tarea… Por todo esto, la teoría de los “campos”, inventada por Stalin para traicionar la revolución de Octubre, continúa siendo, en manos de los Castro y los Chávez, una justificación decadente al servicio de la contrarrevolución… 14 Corriente Revolucionaria Internacional Corriente Revolucionaria Internacional Karina Germano, presa de Lula, Dilma, Néstor y Cristina K arina Germano, militante de la agrupación defensora de los derechos humanos de Argentina, H.I.J.O.S, es hija de padre desaparecido. La “Galle”, como le dicen sus amigos, regresó a la Argentina después de 22 años de exilio, en 1998 con el propósito de denunciar su situación y reconstruir la militancia y el secuestro de su padre. A inicios del año 2002 fue detenida en Sao Paulo, Brasil, junto a 5 compañeros, acusados de un secuestro de un importante empresario de ese país, mediante una causa llena de irregularidades. Por esa razón fue condenada en primera instancia a 16 años. Debido a la apelación de la fiscalía, presionada por el patrón secuestrado, le aumentaron la pena a 30 años. Luego de cinco largos años de condena en el terrible penal de Carandirú de Brasil, fue trasladada a Argentina, faltándole menos de un mes para obtener el beneficio de las salidas transitorias. Sin embargo en la Argentina kirchnerista, el supuesto país de los “derechos humanos” le negaron ese derecho democrático, manteniéndola desde ese momento en la cárcel de Ezeiza. En diciembre de 2007 la “justicia” ratificó esta negativa, fallando en contra del derecho a las salidas, gracias a la opinión del fiscal Oscar Hermelo, quien tiene un pasado colaboracionista con la E.S.M.A. (uno de los peores centros clandestinos de detención de la dictadura) ¡Lo dramático del caso es que Hermelo formó parte del mismo grupo de tareas que secuestró al papá de Karina! En segunda instancia, en la Cámara de Casación Penal, cuyo presidente es sospechoso de firmar y autorizar la apropiación de bebés nacidos en cautiverio durante la dictadura, se le volvió a negar el beneficio. Lo mismo sucedió más adelante con la “garantista” Corte Suprema, que en diciembre de 2009, dictaminó en contra. Esta instancia judicial está comandada por jueces, como Zaffaroni, que presentan a sí mismos como “progresistas”. “Aunque encerrada, me considero una mujer libre, mis ideas y prácticas cotidianas, hacen que mis fuerzas de resistencia continúen batallando con el factor tiempo. Trabajo y estudio la carrera de sociología en la U.B.A. (Universidad de Buenos Aires), soy parte del C.U.E. (Centro Universitario Ezeiza) dentro de la unidad. Intento junto a mis compañeras que nuestros derechos se cumplan, tan atropellados a diario, por un servicio penitenciario militarizado…” (Declaraciones de Karina) Según los cómputos jurídicos del país remitente, Brasil, en este año Karina debería acceder a su libertad condicional, luego de cumplir el tercio de su pena, lo que acontecería el 26 de noviembre del 2011. La resolución de esta injusticia, está en la Corte Suprema de Justicia de la Argentina. Desde Convergencia Socialista y el Movimiento Revolucionario nos sumamos a la campaña por la libertad de la compañera, presa política de los gobiernos de Lula y Dilma en Brasil y de Néstor y Cristina en la Argentina. Una luchadora internacionalista que merece estar libre. Los presos políticos olvidados de Chile Rodrigo Aucan de CS Mientras Chile arde por las protestas estudiantiles hay un reclamo que no está siendo levantado, mayoritariamente, por los estudiantes, los docentes o los obreros. Es la exigencia de libertad de los presos mapuches, uno de los sectores sociales que más ha peleado contra los planes de ajuste de la Concertación, en su momento, y de Piñera, en la actualidad. Meses atrás el pueblo mapuche realizó una gran huelga de hambre llevada adelante por lo más de 90 presos políticos de esa comunidad. Cabe recordar que a mediados del año pasado esos mismos presos estuvieron más de 90 días sin comer, con múltiples marchas en su apoyo y reclamando la eliminación de la ley antiterrorista que pesa sobre ellos y toda la sociedad, la liberación de todos los presos políticos y la desmilitarización del territorio mapuche. Los mapuches vienen dando durísimas peleas desde la época de la conquista enfrentando el avasallamiento y el robo de sus tierras y la opresión que llegó a estas costas mediante el sistema capitalista, de la mano de España. La historia de esta resistencia es muy larga, pero tuvo varios puntos de 15 A 38 años del Pinochetazo Las luchas cuestionan la constitución pinochetista Hernán Reid de CS E n medio de grandes luchas obreras, populares y estudiantiles Chile recordó otro nuevo aniversario del golpe militar del general Pinochet, que terminó con el Gobierno de la Unidad Popular del “socialista” Salvador Allende y abrió la etapa más trágica de la historia chilena. La UP gobernó a partir de 1970 soportando otro gran ascenso de la clase obrera, que se armó y organizó a través de los Cordones Industriales, coordinadoras muy parecidas a los soviets rusos. Los trabajadores de Chile, al igual que los del país de Lenin y Trotski, respetaban más a estas instituciones de base que a las del régimen. Los marxistas caracterizamos a este tipo de situaciones como de “doble poder”, ya que posibilitan que la clase obrera, apoyándose en esos organismos, se plantee la toma del poder. A comienzos de 1973 Chile vivía en crisis y bajo la presión constante del imperialismo estadounidense, que siendo consciente de esta dualidad, reclamaba el desarme de la clase obrera y el fin de las expropiaciones. Pero Allende, en vez de enfrentar a los yanquis apoyándose en los obreros, les cedió, proponiendo una alianza con la derecha -Democracia Cristiana- y las fuerzas armadas. Famoso fue el discurso en el que defendió a Pinochet diciendo que era un “militar democrático…” inflexión, como en 2006 cuando asumió el gobierno “socialista” de Bachelet. Con ella muchos tuvieron ciertas esperanzas en por lo menos, aliviar su situación. Sin embargo se equivocaron. No solo no hizo nada a favor de los oprimidos, sino que los combatió con toda la fuerza, profundizando las medidas neoliberales de los gobiernos anteriores y la persecución contra las luchas, particularmente del pueblo Con esta línea, Allende, su Partido Socialista, el Partido Comunista y otras fuerzas menores obligaron al movimiento obrero a devolver las fábricas expropiadas, a entregar las armas y permitir las requisas. Muchos trabajadores y activistas rechazaron estas órdenes. Lamentablemente no contaron con la fuerza suficiente para detener el golpe del 11 de setiembre de 1973, que se venía gestando gracias a la política desmovilizadora y canallesca del reformismo. Gracias a esto las fuerzas armadas, apoyadas por la embajada de los Estados Unidos y la movilización de sectores medios de la población, impusieron una dictadura contrarrevolucionaria, tan fuerte que metieron una constitución que aún continúa vigente. La ida de Pinochet y la llegada de la “democracia” no significaron más que cambios cosméticos, con el objetivo de preservar la constitución y el poderío militar, que se mantuvo casi intacto debido a la política de los gobiernos, primero de la Concertación (Socialistas y Demócratas Cristianos) y ahora de Sebastián Piñera. Pero las cosas están cambiando gracias a las luchas obreras y populares que están poniendo en jaque a Piñera y cuestionando la herencia dictatorial. Por eso no es casualidad que cada vez se escuchen más voces reclamando una Asamblea Constituyente, el mecanismo institucional mapuche. Estos venían llevando adelante una serie de medidas en defensa de sus derechos y tierras, tomando propiedades, enfrentándose con los carabineros, llegando a quemar algunas propiedades de las multinacionales, lo cual, visto desde el punto de vista de un gobierno que defiende la “sacrosanta” propiedad privada de las grandes empresas, fue considerado como una terrible afrenta, un que prevé la democracia burguesa para modificar o directamente hacer otra constitución. A 38 años del golpe de Pinochet millones entienden que no habrá salida para los problemas actuales de los trabajadores, estudiantes y los distintos sectores populares sin producir cambios profundos, asumiendo que estos comenzarán el día en que las mayorías puedan discutir y votar una nueva constitución. La pelea por la constituyente es el homenaje que en los hechos les están haciendo las masas a los caídos el 11 de setiembre. Pero este es apenas un paso en el sentido de la liberación nacional y social que reclaman los trabajadores y el pueblo de Chile. Hay que avanzar aún más, peleando por la imposición de un gobierno de los trabajadores y el pueblo que ponga el marcha el Socialismo, por el que pelearon miles de los chilenos y chilenas que fueron asesinados por la dictadura. Para eso hay que poner en pie una dirección revolucionaria, que además de convocar a la lucha contra el gobierno de Piñera sus planes de hambre, ajuste y explotación, dispute la conducción del movimiento de masas a los responsables políticos de las tremendas derrotas sufridas por el proletariado y el pueblo chileno: las conducciones reformistas, encarnadas por el Partido Comunista y el Partido Socialista. agravio que Bachelet decidió castigar con las herramientas más duras. Por esto, apenas asumió salió con los “tapones de punta” actualizando la ley antiterrorista (N°18.314), promulgada por la dictadura de Pinochet. Esto generó el rechazo de muchos sectores, incluso las Naciones Unidas. La implementación de la ley antiterrorista fue de la mano de una serie de medidas represivas que rompieron todos los puentes de comunicación, llegando a asesinar luchadores de la comunidad, como Matías Catrileo. Esta dinámica encontró un perfecto continuador en Piñera. La lucha por la libertad de los presos mapuches y por la defensa de sus derechos debe ser tomada por los trabajadores y los estudiantes chilenos, de manera de combatir juntos al mismo enemigo, el gobierno del ajuste y la represión. C.R.I. Corriente Revolucionaria Internacional Viva el paro de los trabajadores del Correo del Brasil Juan Carlos Beica, corresponsal en Porto Alegre L os trabajadores del Correo de todo Brasil han resuelto, mediante asambleas en todos los distritos, la convocatoria de una huelga por tiempo indeterminado. La medida, que comenzó el miércoles de setiembre, cuenta con una adhesión prácticamente total. En varias ciudades se han realizado asambleas multitudinarias, como en Río de Janeiro, donde concurrieron más de 5000 trabajadores. En Porto Alegre, donde se encuentra uno de los sindicatos estaduales más combativos, tuvo lugar una asamblea, también muy grande, en la cual se resolvió, que además de parar, había que organizar un piquete, que finalmente se instaló delante de las puertas del centro de distribución regional, impidiendo durante varios días la salida y entrada de camiones, conducidos por personal mercerizado que no adhería a la huelga. La asamblea de Porto Alegre decidió, entre gritos y aplausos de la mayoría de los concurrentes, rechazar la propuesta gubernamental de un 6,87% de aumento y exigir la recuperación de lo perdido por la inflación, un 7,16%, junto con un reajuste del 24%, relacionado a la pérdida anterior del poder adquisitivo. Vicente Guindani, secretario general del Sintect/RS (sindicato de Río Grande do Sul) y militante del Movimiento Revolucionario, luego de presidir la asamblea que votó la huelga, declaró a los medios que los trabajadores de la región no solo paraban por salarios y otras reivindicaciones insatisfechas, sino también contra la política de privatización encubierta que está implementando el gobierno de Dilma. El Sintect/RS exige la derogación de la Medida Provisoria 532, que dio comienzo a este proceso, mediante la transformación de la empresa estatal en una sociedad anónima. En agosto pasado el sindicato ya había paralizado las actividades del Correo contra esta medida. La huelga del Correo se inscribe dentro de un contexto general de luchas obreras significativas, muchas de las cuales ya han conseguido aumentos por encima de la inflación. Esto significa que el poderoso movimiento obrero del Brasil ha empezado a moverse. ¡Una buena noticia para los trabajadores y los pueblos de todo el continente! En nombre de la dirección nacional de Convergencia Socialista viajé a Porto Alegre, donde tomé contacto con los compañeros del MR, con quienes estamos organizando una corriente internacional. Junto a Vicente Guindani y otros camaradas del MR del correo, estuve presente en la asamblea y otras actividades, constatando la gran combatividad que existe en la inmensa mayoría de los huelguistas. Hay que rodear de solidaridad la huelga del correo. Si triunfa ganarán todos los trabajadores y el pueblo de Brasil que ya están peleando por sus reivindicaciones insatisfechas y servirá para empujar a la lucha a los millones que sufren los efectos del plan de Dilma y los monopolios. www.noticiastroskas.blogspot.com / http://www.movimentorevolucionario.org/