Vitamina B6, B12 y ácido fólico Terapia ortomolecular FUNCIÓN La homocisteína es un producto metabólico del aminoácido metionina que en altas cantidades es tóxico y que entre otras cosas es un potente indicador de reacciones de radicales libres. El descubrimiento del papel que desempeña esta sustancia en el organismo está considerado como uno de los descubrimientos clínicos más importantes de los últimos 10 años. En muchas personas el metabolismo de la homocisteína está alterado, con lo que esta puede acumularse. Se calcula que un 9 % de la población y en torno a un 20 % de los pacientes con problemas cardiovasculares sufren una anomalía genética por la que hay una capacidad insuficiente de degradación de la homocisteína, por lo que tales personas presentan unas concentraciones de esta sustancia en sangre mucho mayores. No obstante, también hay otra causa importante que puede incrementar fuertemente las cantidades de homocisteína: la deficiencia relativa de vitamina B6, vitamina B12 y, sobre todo, ácido fólico. Un nivel superior de homocisteína parece constituir, posiblemente incluso más que el colesterol, un importante factor de riesgo para el desarrollo de afecciones cardiovasculares. Cada vez hay más pruebas científicas de que la homocisteína puede dañar la pared de los vasos sanguíneos y dar así lugar a la formación de placa y la reducción de la elasticidad de los vasos, lo cual dificulta el flujo sanguíneo. La homocisteína también podría favorecer la agregación de las plaquetas. A largo plazo, esto puede llevar a situaciones como infarto de miocardio o apoplejía. También se han relacionado otras afecciones, como defectos del tubo neural (espina bífida), deterioro mental en mayores (demencia) y artritis reumatoide, con un nivel incrementado de homocisteína. La vitamina B6, la B12 y el ácido fólico son sustancias esenciales para la normalización de unas concentraciones elevadas de homocisteína. Además, estos componentes pueden revelarse como útiles en diversas otras afecciones, como el síndrome premenstrual, en el que a menudo se da una deficiencia (relativa) de vitamina B6. Estas tres vitaminas B desempeñan todas ellas un destacado papel en lo que se conoce como reacciones de metilación en el organismo, un importante proceso bioquímico por el que se transfiere un grupo metilo (-CH3). En este proceso, el ácido fólico y la vitamina B12 aportan los grupos metilo requeridos. Un ejemplo notable de reacción de metilación es la que vuelve a formar metionina a partir de la homocisteína. No obstante, hay muchas más reacciones importantes del organismo, como la síntesis de neurotransmisores y de ADN, en las que resulta esencial una metilación sin problemas. INDICACIONES niveles elevados de homocisteína (hiperhomocisteinemia) ateroesclerosis síndrome premenstrual ciertas formas de migraña enfermedad de Alzheimer prevención de cálculos renales (oxalato) anemia (anemia megaloblástica) desarrollo del embrión (prevención de defectos del tubo neural como la espina bífida) CONTRA-INDICACIONES Las dosis elevadas de ácido fólico (5-10 mg) en epilépticos pueden a veces desencadenar ataques. Por este motivo se aconseja cautela a la hora de aplicar altas dosis a tales pacientes. EFECTOS ADVERSOS Que se conozca, las vitaminas B indicadas a las dosis recomendadas no producen efecto secundario alguno. Si bien la vitamina B6 es una de las pocas vitaminas B que se sabe que tienen un efecto tóxico a altas dosis (más de 2 gramos al día), las dosis de 50 a 100 mg al día se consideran seguras. Con la vitamina B12 y el ácido fólico no se han registrado nunca efectos secundarios tóxicos, ni siquiera a altas dosis. INTERACCIONES Hay una gran cantidad de fármacos y otras sustancias que tienen un efecto negativo en la absorción y el metabolismo de la vitamina B6, la vitamina B12 y el ácido fólico, especialmente de este último y la vitamina B6. A modo de ejemplos pueden citarse la píldora anticonceptiva, el alcohol, diversos barbitúricos y una serie de sustancias quimioterapéuticas (sobre todo el metotrexato). También el extracto de páncreas puede influir negativamente en la absorción del ácido fólico, y debe tomarse aparte de las vitaminas B aquí indicadas. Es posible la aparición de otras interacciones con fármacos convencionales o naturales. Consultar al respecto a un especialista. DOSIS En caso de síndrome premenstrual comenzar la toma de las vitaminas B que aquí se indican en el 7.º día del ciclo y continuar tomándolas hasta la menstruación. Repetir este sistema cada mes. Cuando se tomen estas vitaminas B para evitar defectos del tubo neural (espina bífida), deben tomarse desde al menos 4 semanas antes de la concepción hasta al menos 8 semanas tras esta. No obstante, para un desarrollo neuronal óptimo, es mejor tomar estas vitaminas B durante todo el embarazo.