Ermita de San Cristóbal de Elguezua

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PATRIMONIO
HISTÓRICO
DE BIZKAIA
Ermita de San Cristóbal de Elguezua (Igorre)
A poco más de dos kilómetros del núcleo urbano de Yurre,
y tras tomar la desviación hacia el barrio de Santa Lucía, se
alza en un rellano a media ladera, con buena insolación y
amplias vistas del valle, la conocida popularmente como ermita
de San Cristóbal de Elguezua. Denominación ésta que
oficialmente comparte con la de la santa que da nombre al
barrio y que según todos los indicios fue la primera titular de
este templo desde sus orígenes, allá por la Alta Edad Media.
La situación apartada que disfruta actualmente este barrio
no se corresponde con la de épocas anteriores, ya que por las
proximidades de esta ermita discurría un camino que, evitando
el fondo del valle, enlazaba con el barrio limítrofe de Biteriño
(Dima), para continuar hacia Álava.
Aproximadamente a esta época (siglos VIII-X) corresponden
los enterramientos descubiertos en el lado sur de la actual
ermita. La necrópolis, en la que se han excavado cerca de
treinta tumbas, estaba organizada en hileras paralelas. Las
sepulturas eran de fosa simple excavadas en el terreno, poco
profundas y de planta trapezoidal, cubiertas con dos o tres
losas de piedra - tipología muy habitual en la mayor parte de las
necrópolis del norte de la península-. El difunto era depositado
directamente en tierra, sin ajuar alguno, con la cabeza mirando
hacia el este.
De este primer momento no se conserva ningún otro
elemento al que pueda aplicarse esta cronología, salvo un
fragmento de losa con un bajorrelieve muy esquemático en el
que se representan dos personas de diferente tamaño y que
ha sido tradicionalmente identificado como la Virgen con el
Niño; y una lápida reutilizada en la escalinata de acceso al
pórtico que poseía una inscripción, desde hace décadas borrada,
que por la fórmula empleada se puede fechar en el siglo XI.
En los muros de dicha cabecera y a media altura se ubican
las tallas en madera policromada de San Cristóbal, Cristo
crucificado y Santa Lucía, enmarcadas por placas de madera
que, al igual que los monolitos que hacen de altar y ambón,
han sido realizados por artesanos de la vecindad.
A los pies de la ermita se alza un coro de madera con
motivos de bocallave en las tablas del antepecho que por
algunos detalles ornamentales que le acompañan puede datarse
hacia el año 1600, si bien las dos columnas toscanas así como
las ménsulas de piedra sobre las que descansa, se corresponden
con una cronología posterior, por lo que cabe suponer que
sustituyen a los soportes primitivos.
Bajo el coro y centrado se abre el acceso principal de la
ermita que se corresponde con el resto de la fábrica del edificio,
un amplio arco apuntado y adovelado. Remata la fachada
principal una espadaña, de un solo hueco coronada con la
imagen del Sagrado Corazón de Jesús.
El exterior del templo se ve rodeado íntegramente por un
bello pórtico, sólo invadido por el pequeño volumen de la
sacristía. En la última reforma, además de eliminar el cuerpo
añadido que hizo las veces de escuela, han sido sustituidos los
pies derechos en que descansaba por los actuales, ligeramente
más gruesos al reaprovechar las vigas de la antigua cubierta.
San Cristóbal ofrece un buen ejemplo de cómo una ermita
de barriada puede mantenerse en un envidiable estado de
conservación gracias a la preocupación y el esfuerzo de sus
feligreses.
Texto: Alfonso de Andrés.
Pocos siglos después se acometería la ampliación, o al
menos una reforma importante del templo primitivo. De
aquella intervención sólo perdura su acceso reaprovechado en
el costado meridional. Un arco apuntado que descansa en
impostas sobre jambas. Sobre aquéllas y en el arco de cierre
se aplican los únicos elementos ornamentales: ajedrezado y
motivos vegetales esquemáticos; a ello se añade una gruesa
moldura cilíndrica que, “atravesando” las impostas, recorre
las aristas internas tanto de las jambas como del propio arco.
Rasgos todos ellos que permiten encuadrarla en la fase final
del estilo románico, hacia mediados del siglo XIII.
No más allá de dos centurias y media permanecería en pie
este templo ya que a finales del siglo XV fue demolido para
construir otro más amplio que pervivirá, con algunas reformas,
hasta nuestros días.
De planta rectangular y cabecera poligonal de tres lados
(aprox. 17,50 x 12,00 mts.), sus muros son de mampostería
totalmente enfoscada y encalada al interior, reforzado por
sillares en las esquinas. Como es habitual en este tipo de
edificios, nunca llegó a tener cubrimiento abovedado, siendo
el que se contempla en la actualidad fruto de la última
restauración y sustituye al anterior, de techo raso de tablillas.
Recurre al sistema de armadura en parhilera con sus pendolones,
tirantes y jabalcones, que descansa en pies derechos adosados
a la pared conformando dos falsos tramos; en tanto que los
faldones descansan sobre el muro, adaptándose en la cabecera
a su forma poligonal.
BERMEO
GERNIKA - LUMO
BILBAO
BALMASEDA
BI-240
A-8
IGORRE DURANGO
A-68
Ermita de San Cristóbal de
Elguezua
Igorre. (Barrio de Santa Lucía).
Acceso:
Desde el centro de Igorre debe
tomarse el desvío hacia Dima e
inmediatamente, un nuevo desvío
hacia la izquierda en dirección
“Santa Lucía”. A poco más de dos
kilómetros se encuentra la ermita.
Horario de visitas:
El interior permanece
normalmente cerrado, por lo que
es preciso contactar con el párroco
de Igorre para acceder al interior.
Otros lugares de interés
cercanos:
(Elgetzu, Dima)
• Caserío Zurigana.
(Dima)
• Ermita de la Piedad.
• Cementerio.
(Indusi, Dima)
• Molino de Zamakola.
• Central hidroeléctrica
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