PDF (Segunda carta)

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de los que querian meter at Rey de Portugal, at
tiempo que ya el Rey y la Reina del no tenian esperanza que volviese a su cOrte, é por eso con Ia
verdad, se le enviO la carta tan ejemplosa y lastimera de la cOrte; e parece que a esta carta 6 a otra,
respondio por el Arzobispo un caballero su criado
a! Cronista, disculpando at Arzobispo é poniendo
algunas razones por éì, é queriendo hacer entender
que el Arzobispo no haria cosa que no debiese
contra el Rey y Ia Reina; y en respuesta a aquel
caballero, el dicho Cronista sin ningun temor y con
esperariza de la prosperidad que Dios demostraba
al Rey a a la Reina, respondia at dicho caballero y
Ic cnvio la presente carta.
CAPITULO XIII.
SEGUNDA CARTA.
Seflor, vuestra carta recibi por la cual quereis
relevar de culpa at Sr. Arzobispo vuestro amo por
este escandalo nuevo que se sigue en el Reino de la
gente que agora tiene junta en AlcaIá y quereis
darme a entender que to hace por seguridad de su
persona, y par paz en el reino, y tambien decIs que
ha miedo de yerbas; para este temor de las yerbas
entiendo yo que sera. mejor atriaca, que jente, aimque costaria menos; y cuanto a la seguridad de su
persona y paz del reino, haced vos, Señor, con el
Sr. Arzobispo que se sosiegue su espiritu, y luego
holgara 61 y ci reino: y por tanto, Seflor, escusada
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es la ida vuestra a COrdoba, It tratar paz con La
Reina, porquc si paz quereis, ahi la habeis de iratar en AIcalá con el Arzobispo. Acabad vos con
su Sefloria que tenga paz consigo, y que esté acornpañado de jente de letras, conic su Orden to requiere, y no rodeado de armas ,corno Sn oficio to deflende; y luego habreis tratado la paz que él quiere procurar y vos quereis tratar. Con todo eso, aunque me han dicho que ci Doctor Calderon es vuetto a córte, piegue a Dios, que este Calderon saque
paz; justo es Dios y justo Cs SU juiclo; en verdad
Señor, yo fuI uno de Jos Calderones con que el
Rey D. Enrique muchas veces en-,-O a sacar paz
del Arzobispo, y nunca pudo sacarla. Agora veo
que ci Arzobispo envia su Calderon a sacar de
la Reina, plegue a Dios que la conciuya con Su
Alteza, mejor que yo la acabe con ci Arzobispo.
Pero dejando agora esto aparte, ciertamente, Señor,
gran cargo habeis tornado si pensais quitar de cargo a ese Señor por este nuevo escandalo que agora
hace, salvo si alegais que ci Beato, y Alarcon, Ic
mandaron de pane de Dios que to hiciese; y no to
dudo que se lo dijesen, porque cierto es que el Arzobispo sirviá tanto at Rey y a la Reina en los
principios y tan bien, que si en ci servicio perseveraba, todo ci mundo dijera, que ci comienzo, medio y fin de su reinar, habia sido ci Arzobispo y
toda la gloria se iruputara at Arzobispo. Dijo Dios
gloriam incain at Arzobispo non dabo; y para
guardar para mi esta gloria que no me la tome
ningun Arzobispo, permitirO quc aquellos Alarcones, le digan quc sea coritrario al Rey y a la
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Reina, y que ayude al Rey de Portugal para les
quitar este reino, y contra toda su voluntad y fuerza lo dare a esta Reiria, que to debe haber de derecho, porque vean las gentes que cuantos Arzobispos hay de mar a mundo, no son bastantes para
quitar ni poner Reyes en la tierra, sino solo yo que
tengo reservada la semejante provision a mi tribunal. Asi que, Se5or, esta via me parece para escusar
a su Sthoria, pues que lo podeis autorizar con tal
Moisen y Aaron, como el Beato y Alarcon. Con todo eso vi esta semana una carta que enviaba a su
Cabildo, en que reprende mucho a el Rey e a la Reina por que tornaron la plata de las iglesias, la cual
sin duda estuviera queda en su sagrario, si el estuviese quedo en su casa. Tambien dice que fatigan
mucho ci reino con Hermandades, y no ye que la
que da él a elks, causa la que dan ellos al reino.
Quejase asimismo porque favorecen la toma de Talayer; que es de su iglesia de Toledo, y no se miernbra que favorecio la toma de Cantalapiedra, que es
de la iglesia de Salamanca. Siente mucho el embargo
de sus rentas, y no se miembra cuantas ha tornado
y toma del Rey, y aun nunca ha presentado ci
privilegio que tiene para tomar 10 del Rey, y
que el reino no pueda tomar lo suyo. Otras cosas
dice la carta que yo no consejara a su Sefloria
escribir, si fuera su escribano, porque la Sacra
Scriptura manda que no hable ninguno con su
Rey papo a papo, ni ande con el a dime y dirte he. Dejando agora esto a parte, mucho querna yo que tal seior como ese considerase que ]as
cosas que Dios en su presencia tiene ordenadas
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para que hayan fines prOsperos y durables, muchas veces vemos que han principios y fundarnentos trabajosos, porque cuando vimeren at cOlmen
dc la dignidad hayan pasado por ci crisol de los
trabajos, y por grandes misterios ignotos de presente a nos, y notos de futuro a el. La Sacra Scriptura, y otras historias cstán ilenas de estos ejeinpbs. Persecuciones grandes obo David en su prim.
cipio, pero Jesu fill David decimos. Grandes trabajos paso Eneas do vinieron los Emperadores que
seilorearon ci mundo: JUpiter, Hercules, ROmuIo,
Céres, Reina de Sicilia, y otros y otras inuchas;
a unos criaron ciervos y a otros lobos, echados
por los campos; pero leemos quc al fin fueron
adorados y se asentaron en sillas reales, cuya memona dun hasta hoy. Y no sin causa la ordenacion divina, quiere quc aqucilo que luenganiente ha dc durar, tenga los fundamentos fuertes y
tales, sobre que se pueda hacer que la obra dure.
Viniendo ahora, pues, al propOsito, casO ci Rey de
Aragon con la. Reina madre del Rey nuestro sefor, y luego fuC desheredado y desterrado de Castilla. Obo este su hijo, que desde su nhiez fue guerreado y corrido, cercado, combatido de sus sUbditos y de los extrauios; y su madre con él en los
brazos huyendo de peligro en peligro. La Reina
nuestra seiora desde nifa se Ic muriO el padre, y
aun podremos decir la niadre, que a Jos nilios no
es pequeio infortunio. Ylnole el entender, y junto
con él los trabajosos cuidados; y lo que mas grave se siente en Los reales, es mCngua estrema de
las cosas necesanias; sufrIa arnenazas, estaba con
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temor, vivia en peligro. Murieron los principes D.
Alfonso y D Carlos sus hermanos; cesaron éstas,
clios a Ia puerta de su reinar y ci adversario a la
puerta de su reino. Padecian guerra de los extranos, rebelion de los suyos, nmguna renta, mucha
costa, grandes necesidades y ningun dinero, muchas dernandas, poca obediencia. Todo esto asi
pasado con estos principios que vimos, y otros que
no sabenios. Si ese Señor vuestro amo, les piensa tomar este reino coma un bonete, y darlo a quien
se pagare, digo, Sehor, que 110 lo quiero creer aunque me 10 diga Alarcon, y el Beato. Mas querre
creer a estos misterios divrnos que a esos pensamientos humanos; y coma Para esto niuriO el Rey
D. Enrique sin generacton, y Para esto murieron ci
Principe D. Carlos, y D. Alfonso, y Para esto murieron otros grandes estorhadores; Para esto hIzo
Dios todos estos fundamentos y misterios que habemos visto, Para que disponga ci Arzobispo vuestro amo de tan grandes reinos a la medida de su
enojo. Dc espacio se estaba Dios en buena fe, si
habia de consentir que el Arzobispo de Toledo yenga sus manos lavadas, y disponga asi lijeramente
de todo lo que el ha ordenado y cimentado, de tanto tiempo a acá con tantos y tan divinos misterios.
Hacedme agora tanto placer, si deseais servir a ese
señor, que le aconsejeis que no lo piense asi, y que
no mire tan somero, cosa tan honda; en especial
Ic consejad que huiga cuanto pudiere, de ser causa
de divisiones en los reinos, como de fuego infernal,
y tome ejemplo en los fines que han habido los que
divisiones han causado. Vimos que ci Rey D. Juan
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de Aragon padre del Rey nuestro seflor, favorecio
algunas parcialidades y alteraciones en Castilla; y vimos que permitiO Dios a su hijo el Principe D. CarLos que le pusiese escándalo y divisiones en su reino. Y tambien vimos que ci hijo que las puso y los
que Ic sucedieron en aquelLas divisiones, murieron
en el medio de sus dias, sin conseguir el fruto de
sus deseos. Vimos que ci Rey D. Enrique criO y
favorecio aquella division en el reino de Aragon,
y vimos que el Principe D. Alfonso su hermano le
puso division en Castilla, y virnos que plugo a Dios
de le ilevar de esta vida en su mocedad corno a instrumento de aquelJa division. Vimos que ci Rey de
Francia procurO asimisnio division en Inglaterra, y
virnos que el Duque de Guiana su hermano procurO
division en Francia; y vimos que el hermano perdiO
la vida sin conseguir 10 que deseaba. Vimos que el
Duque de Borgofla, y ci Conde de Barvique, y otros
muchos procuraron en los reinos de Inglaterra y de
Francia divisiones y escandalos, y virnos que murieron en bataltas despedazados, y no enterrados. Y si
quereis ejemplos dc la Sacra Scriptura, Architofel, y
Absalon, procurarori division en el reino de David y
muricron ahorcados. AsI que visto todo esto que
vimos, no se' quien puede estar bien y es;ar quedo, y querer estar mat y estar bu1lendo.
Y el Arzobispo en este tiempo se aclaraba cada
dia mas por el Rey de Portugal con los caballeros
de la liga; a aun soberhecido, se publicO que decia
que les quitaria el reino, y haria volver a hilar Ia
rueca a la Reina como si fuera en el, a enviO con
los ott-os a Portugal su palabra a ci Rey D. Alonso.
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