El emprendedor del año Mario Hernández, empresa de cueros más reconocida de Colombia, resultó elegido como el empresario del año de los premios Ernst & Young, el más importante galardón del mundo empresarial, y representará al país en los E&Y mundial el próximo año en Mónaco. En efecto, Mario Hernández, nacido en Capitanejo (Santander) hace 61 años, se quedó con el galardón del Emprendedor del año Máster, la más importante categoría de las cinco que premia la firma E&Y. Los demás galardonados fueron Berny Silberwasser, fundador de Bogotá Beer Company, como emprendedor emergente; Néstor Rodríguez Ardila, Presidente de Compensar, como Emprendedor Ejecutivo; Mauricio Iragorri Rizo, Gerente General de Mayagüez, como emprendedor sucesor y Rafael Molano Olarte, fundador de la Organización Ramo, quien obtuvo el premio a ‘Toda una vida de emprendimiento’. A Mario Hernández P., uno de los tres hijos del emprendedor del año, le tocó recibir el premio concedido a su padre. (al momento de redactar esta nota, Mario Hernández se encontraba en Londres, en una asesoría de diseño de modas). “Hay es que untarse. Así fue que le tocó a mi papá. Recorriendo la calle, comprando, vendiendo de todo y mirando oportunidades aquí y allí”, recuerda y aconseja a los que sueñan con hacer empresa Mario Hernández hijo. Y es que el emprendedor del año hizo de todo y fracasó en muchas cosas antes de estar donde está. Desde vender tamales hasta ser corredor de bienes raíces y empresario del entretenimiento; pasando por la comercialización de bufandas y la apertura de un restaurante y un café que, con el pasar de los años, se quedaron a medio camino. Tras experimentar diferentes oficios, hace 40 años, exactamente en 1972, Hernández encontró su vocación y abrió su primera tienda en Bogotá. Llegó a la marroquinería casi por azar tras advertir que un vecino fabricaba chaquetas de cuero que posteriormente llevó a su boutique. Aquel fue el principio del crecimiento: las ventas aumentaron y en dos años Mario Hernández abrió ocho nuevas tiendas. Con el sueño de diferenciarse de la competencia, Mario Hernández se dedicó a pensar en cómo volver novedoso y exclusivo su negocio. En 1978 compró Marroquinera Ltda., fábrica en liquidación que para entonces tenía 10 empleados y el mismo número de máquinas. Mario Hernández se comprometió de lleno a la empresa. “Él es de esas personas que no se rinde nunca. Lo que toque lograr lo logra”, cuenta su hijo, quien agrega que siempre ha visto en su padre una persona que disfruta la vida. Diciendo ‘quiero hacer algo y lo voy a lograr, pero al mismo tiempo gozándose ese camino’. Luego apareció un español que le dijo una vez ‘debéis llamar la empresa con tu nombre como otros’. Y le nombró a Dior, Zegna y otros apellidos de gurús de la moda. Así empezaría la era Mario Hernández, con el equino entre la M y la H mayúsculas en todas las prendas de cuero. Hoy, Mario Hernández es una empresa con 426 empleados con 26 tiendas en Colombia y 48 en el exterior en países como Costa Rica, México, Panamá, Venezuela. Además, una compañía con sentido social. Ha entregado más de 25 casas a sus empleados. Hace dos años unió fuerzas con una caja de compensación para entregar a sus empleados incentivos y préstamos para compra de vivienda. Así mismo, promueve cursos y talleres de aprendizaje que posteriormente son validados por el SENA. Parte de las ventas de su colección ‘Mariposas’ es destinada a la Asociación Colombiana para la Lepidopterología, que tiene como fin conservar las especies de mariposas colombianas en vía de extinción. *Con información de Ernst & Young