Pastoral de Espiritualidad LECTURA ORANTE DE LA PALABRA EVANGELIO DE MATEO 13, 24-43 Domingo 20 de Julio de 2014 ORACIÓN INICIAL “Jesús, Señor y Maestro nuestro, queremos abrirnos a la acción de tu Espíritu Santo en nuestras vidas, para que sean convertidas y transformadas desde tu amor. Solo con tu Espíritu podremos reconocer tus signos de misericordia y ternura, los signos de tu Reino, que nos dan vida nueva. Te pedimos tener la humildad y sencillez para acoger la gracia que nos regalas, para así comprender tus llamados a vivir desde los valores del Reino. Amén”. LECTURA.- ¿Qué dice el texto de Mateo 13, 24- 43? Leer con calma el texto, si es necesario más de una vez, tratando de comprender bien lo que dice. Se trata de “sumergirnos” en el texto, de imaginarnos que estamos siendo testigos directos de la escena bíblica que se relata. Es importante que lean y descubran qué dice el texto y no lo que yo interpreto de él: qué personajes están presentes, qué actitudes tienen, cómo reaccionan, de qué les habla Jesús, etc. 14-30 Jesús propuso esta parábola: Con el Reino de los Cielos sucede lo mismo que con un hombre que sembró buena semilla en su campo. Mientras todos dormían, vino su enemigo, sembró cizaña en medio del trigo, y se fue. Y cuando creció la planta y se formó la espiga apareció también la cizaña. Entonces los siervos vinieron a decir al amo: - Señor, ¿no sembraste buena semilla en tu campo? ¿Cómo es posible que tenga cizaña? El les respondió: Lo ha hecho un enemigo. Le dijeron: ¿Quieres que vayamos a arrancarla? Él les dijo: No, no sea que, al arrancar la cizaña, arranquen también con ella el trigo. Dejen que ambos crezcan juntos hasta el tiempo de la cosecha; entonces diré a los trabajadores: Recojan primero la cizaña y átenla en manojos para quemarla, pero el trigo júntenlo en mi granero. 31-32 Les propuso otra parábola: Sucede con El Reino de los Cielos lo mismo que con un grano de mostaza que un hombre toma y siembra en su campo. Es la más pequeña de todas las semillas, pero cuando crece es mayor que las hortalizas y se hace como un árbol, hasta el punto que los pájaros del cielo pueden anidar en sus ramas. 33 Les dijo otra parábola: Sucede con El Reino de los Cielos lo mismo que con la levadura que una mujer toma y mete en tres medidas de harina, hasta que fermenta todo. 34-35 Jesús expuso todas estas cosas por medio de parábolas a la gente, y nada les decía sin utilizar parábolas, para que se cumpliera lo anunciado por el profeta: «Hablaré por medio de parábolas; publicaré lo que estaba oculto desde la creación del mundo. » 36-43 Entonces dejo a la gente y se fue a casa. Sus discípulos se le acercaron y le dijeron: “Explícanos la parábola de la cizaña del campo”. Jesús les dijo: El que siembra la buena semilla es el Hijo del Hombre; el campo es el mundo; la buena semilla son los hijos del Reino; y la cizaña, los hijos del maligno; el enemigo que la siembra es el diablo; la cosecha es el fin del mundo; y los trabajadores, los ángeles. Así como se recoge la cizaña y se hace una fogata con ella, así también sucederá cuando llegue el fin del mundo. El Hijo del Hombre enviará a sus ángeles, que recogerán de su Reino a todos los fueron causa de tropiezo y a los malvados, y los echarán al horno de fuego. Allí llorarán y les rechinarán los dientes. Entonces los justos brillarán como el sol en el Reino de su Padre. El que tenga oídos, que oiga. MEDITACIÓN.- ¿Qué nos dice el texto de Mateo? Se trata de actualizar el mensaje y entrar en diálogo con el Dios que nos habla, en el aquí y en el ahora. La Palabra comprendida debe ser asimilada y encarnada en la propia vida. Es fundamental confrontar la Palabra con mi vida y la de los demás. Preguntas: ¿Siembro la buena semilla del Evangelio entre mis hermanos y hermanas? ¿Hay alguna cizaña en mi corazón? ¿Qué cizaña veo en la sociedad? Frente al mal que veo en el mundo y en mi mismo ¿cuál es mi reacción, la de los siervos o la del amo? ¿Cuáles son los signos de la presencia de Dios que consigo vislumbrar en el mundo y en mi vida? ¿Qué imagen de Dios emerge de estas tres parábolas? ¿Es ésta mi imagen de Dios? ORACIÓN.- ¿Qué le respondemos al Señor luego del regalo de su Palabra? ¿Qué me surge expresarle o manifestarle al Señor? Desde la vida iluminada por la Palabra, ahora nos dirigimos a Dios. Como comunidad orante, hablamos con el Señor alabando, dando gracias, pidiendo, contándole lo que uno quiere o siente. Después de cada oración compartida se puede repetir la frase Señor, queremos ser tus discípulos(as). CONTEMPLACIÓN.- Dejo que el Señor me hable me ame Contemplar el rostro de Dios encontrado en el texto, volver la mirada al mundo y comprometernos con el Reino de Dios. La contemplación es ver, observar y analizar la vida, los acontecimientos y la historia personal y comunitaria de una manera nueva, desde la misericordia: mirar el mundo desde los ojos de Dios, con sus sentimientos: “Amar como tu amas, sentir como tú sientes, mirar a través de tus ojos, Jesús”. ACCIÓN.- Y ahora ¿Cómo hago vida esta Palabra? Compromiso: El testimonio se demuestra con hechos y actitudes de vida nueva, ¿Qué puedes hacer para «bendecir», buscar el bien, hacer el bien, atraer hacia el bien? Llevamos una "palabra". Puede ser un versículo o una frase del texto. Tratar de tenerla en cuenta y buscar un momento cada día para recordarla y tener un tiempo de oración donde volver a conversarla con el Señor. ORACIÓN DE ENVÍO Buen Dios, queremos ser tus discípulos y discípulas fieles; guíanos con tu sabiduría y con la fuerza de tu Espíritu. Que sepamos ser siempre tierra fértil que, con tu Gracia, haces crecer semillas de tu Reino en todo lugar y realidad; que nuestras palabras, gestos, acciones estén llenas y llenos con tu Amor y Misericordia. Que seamos signos de esperanza y causa de alegría con tu Evangelio del Gozo. Amén.